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El caso “Peralta, Luis y otros c/ Estado Nacional


(Ministerio de Economía – Banco Central) s/
amparo” (Suplemento universitario LA LEY, 1ª ed· febrero de
2001)

Sentenciado por la CSJN el 27 de diciembre de 1990.

Nota: la explicación que sigue no exime al alumno de la cuidadosa lectura del


fallo íntegro y del análisis de los fundamentos vertidos en el mismo por los
magistrados.

Antecedentes del caso:


En el año 1989, bajo el gobierno de Raúl Alfonsín, la hiperinflación
produjo una situación límite que obligó a traspasar anticipadamente el mando al
nuevo presidente electo, Carlos S. Menem.
El nuevo gobierno logró, por escaso tiempo, un relativo control de la
situación que, sin embargo y tras el cambio de tres ministros de Economía, no
impidió volver a una nueva hiperinflación.
Ante la necesidad de tomar medidas contundentes, el P.E.N. dictó el 3
de enero de 1990 el Decreto 36/90 (llamado Plan Bonex) por el que dispuso
que todas las entidades financieras del país satisficiesen las obligaciones
derivadas de los depósitos en australes a plazo fijo, mediante la entrega de
bonos externos 1989, así como también el canje de las obligaciones de la
deuda pública interna vigentes al 28 de diciembre de 1989, en dichos bonos
externos
A la fecha del dictado de éste decreto, el gobierno precedente (Raúl
Alfonsín) había emitido, entre 1983 y 1989 un total de 10 decretos de
necesidad de urgencia, instituto que no fue incluido en la Constitución Nacional
hasta la reforma posterior de 1994.
La actitud tolerante de nuestro máximo Tribunal y la complacencia del
Congreso, facilitaron que durante la gestión de Carlos S. Menem aquella cifra
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de 10 se elevara a 545 entre 1989 y 1999 y que el siguiente Presidente,


Fernando de La Rúa, pronunciase 73 en menos de tres años (1999-2001)
Eduardo Duhalde emitió entre 2002 y 2003, 158 decretos de necesidad de
urgencia y el actual Presidente, Néstor Kirchner, entre 2003 y 2005 solamente,
otros 140.
Luis Arcenio Peralta y otros interpusieron acción de amparo contra esta
medida a fin de proteger sus ahorros, caso que llegó a la Corte Suprema de
Justicia de la Nación con su nueva integración de nueve miembros, conocida
como la Corte de mayoría automática.

Trascendencia del fallo:

La importancia de este fallo radica en haber reconocido al Poder


Ejecutivo amplias facultades para legislar en situaciones de emergencia, con
fundamentos sumamente endebles y que merecieran la crítica generalizada del
espectro político y de la doctrina.
Al solo efecto de facilitar la comprensión del fallo por alumnos de
segundo año de la carrera, a continuación se analizan los principales
argumentos expresados por la Corte para justificar las medidas del Poder
Ejecutivo nacional, seguidas de la crítica doctrinaria

Fundamentos del fallo y crítica:

1. Afirma la Corte: Los derechos constitucionales no son absolutos


y están limitados, como surge del art. 14 de la CN. El derecho de
propiedad que los actores consideran vulnerado, es también un derecho
no absoluto y por consiguiente no está eximido de limitación-
a. Esta afirmación no es novedosa. La CSJN lo viene sosteniendo desde el
caso “Ercolano y Avico c/ de La Pesa”: el derecho de propiedad puede ser
limitado en el ejercicio del poder de policía.
b. Lo que el fallo omite es referirse al plazo de 10 años durante el cual los
depositantes de plazos fijos no podrán disponer de sus ahorros. Si este
extenso plazo es admitido, en el futuro se podrían suspender derechos
constitucionales sine die.
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c. Al convalidar la Corte la constitucionalidad del “canje forzoso”, que es una


medida extrema, no quedan casi restricciones para que en el futuro el Ejecutivo
pueda imponer otras nuevas.
d. Hasta el momento la Corte venía sosteniendo en otros precedentes que
cualquier medida que originase mermas o quitas de más del 33% del capital o
renta, resultaba confiscatoria. En “Peralta” pasa por alto que los Bonos
externos 1989 entregados a los depositantes en sustitución de sus acreencias,
cotizaban a la fecha del fallo con una pérdida mayor al 33% del capital original.
2. El fallo sostiene que los decretos de necesidad y urgencia son válidos
en la medida en que se comunique su dictado al Congreso y éste no se
expida en contrario.
a. Es una innovación de la Corte que toma al silencio prolongado del Congreso
como acto ratificatorio de la validez de un decreto de necesidad y urgencia.
La jurisprudencia norteamericana, frecuentemente seguida por nuestro
máximo Tribunal, ha sostenido en “Youngstown Sheet and Tube v. Sawer” lo
contrario:
El Presidente Eisenhower dictó en su momento una medida similar
disponiendo la toma de posesión y operación de acerías, en razón de una
huelga de trabajadores del sector que afectaba seriamente la economía
nacional y la comunicó al Congreso posteriormente, arguyendo peligro para la
seguridad nacional y la paralización de la industria metalúrgica.
La Corte norteamericana falló en contra de la decisión presidencial
sosteniendo que:
a. El Poder Ejecutivo no es legislador;
b. Los fundadores de la Nación confiaron el poder de legislar al Congreso, tanto
en tiempos buenos como malos.
c. El Poder Ejecutivo debe someterse a la ley y la ley sólo se puede hacer por
deliberación parlamentaria.
3. Agrega la Corte: La emergencia económica obliga a interpretar la
Constitución para adecuarla a circunstancias impensadas por los
constituyentes.
a. Es difícil sostener que las crisis económicas fuesen circunstancias
impensadas por los constituyentes. Alberdi dedicó capítulos enteros en sus
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obras, que sirvieron de antecedentes a los constituyentes, a la recurrencia


cíclica de las crisis económicas en la Argentina.
b. Es precisamente en las emergencias donde los gobernantes avasallan los
derechos individuales y, justamente por ello los constituyentes quisieron
ponerles límites, por ejemplo estableciendo la inviolabilidad de la propiedad
privada en el art. 17, la garantía del art. 18. contra la confiscación o el 29 que
prohíbe el otorgamiento de facultades extraordinarias a los gobernantes.
4. Sostiene la Corte que el decreto de necesidad y urgencia no ha violado
el principio de igualdad porque:
I.- Lo realizado es equivalente a una devaluación de la moneda, que afecta
a todos y que el Gobierno resuelve por los fundamentos técnicos que él
conoce.
II.- Que existe una correlativa capacidad económica de todos aquellos que
han depositado tales importantes sumas de dinero (supuesto de que
cuentan con mayor capacidad contributiva).
a. No son ciertas estas afirmaciones. Una devaluación afecta a todos los
habitantes. El decreto impugnado, en cambio, a todos los ahorristas, sean
ricos o pobres.
b. El Poder Ejecutivo disponía de otras modalidades técnicas menos gravosas
para afrontar la crisis (por ejemplo: una reprogramación de los vencimientos de
los depósitos en plazos más breves)
c. La mayor capacidad contributiva de los habitantes permite al Estado exigirles
más a través del impuesto, no de la confiscación. Por otra parte quienes
realmente tienen grandes fortunas, ni entonces ni ahora poseen sus riquezas
depositadas en el país.
5. Sigue el fallo afirmando que la norma del PEN es razonable porque los
medios arbitrados no parecen desmedidos en relación a la finalidad que
persiguen, ni son, en sustancia, novedosos.
a. Error: la Corte valoró los motivos del PEN para dictar el decreto de
necesidad y urgencia solamente en relación a la situación coyuntural, pasando
por alto otros fines esenciales del Estado.
b. Prima facie existían otras medidas menos restrictivas de los derechos
constitucionales para lograr los mismos fines.
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Por ejemplo, en el caso norteamericano “Dean Milk c/ City of Madison” una


norma local obligaba a los tambos a radicarse dentro de las 5 millas del ejido
urbano, a fin de facilitar el control estatal de la pasterización. La Corte declaró
la inconstitucionalidad de la medida ya que era seriamente limitativa de los
derechos económicos de los tamberos. Resultaba más sencillo que fuesen los
inspectores que se trasladasen a la distancia que fuere, dentro de la
jurisdicción, para realizar los controles.
c. El decreto de necesidad y urgencia contempla una solución desmedida
porque con ella el Estado se deshizo de parte de su deuda (entregando los
bonos a cambio de dinero efectivo); condenó a un sector casual de la sociedad
(los depositantes) a soportar la carga de dicha deuda y, pudiendo optar por un
plazo de devolución de los depósitos menos exagerado, lo hizo por todo el
tiempo del mandato constitucional del Presidente y unos años más aún.
6. Lo dispuesto por el Decreto impugnado es una medida esencialmente
monetaria, cuyo manejo ha sido delegado por el Congreso al Poder Ejecutivo,
desde hace larga data.
a. No es una medida monetaria: afecta el derecho de propiedad.
b. Las facultades del PEN en la materia no son discrecionales.
c. Si se admiten tales facultades, en el futuro el Ejecutivo podrá dictar otras
medidas directas de confiscación, alegando que son simplemente monetarias.

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