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Así de sencillo. Cualquier otro intento de definición no son más que florituras y añadidos
detallistas, lo cual me encanta y resulta indispensable para conocer las variantes, requisitos
y arquetipos de esta forma poética italiana.
Lope de Vega
Métrica y acento rítmico
Es fácilmente visible la estructura formada por dos cuartetos y dos tercetos, además de
los versos endecasílabos (once sílabas), que he anotado junto a este poema de Lope de
Vega. Por tanto, este ejemplo es un paradigma del soneto clásico: el soneto por
antonomasia. No hay más que enumerar las sílabas de cada verso, respetando la sinalefa,
para cerciorarse de la métrica correcta.
Además, he subrayado en cada uno de los versos una sílaba en concreto: se trata de
la sílaba número seis, sílaba que en los endecasílabos debe estar acentuada; se considera
que es un acento rítmico. Aunque pueda parecer una incongruencia, el acento rítmico de
la sílaba seis, es más importante que la propia rima.
Ahora bien, como toda regla universal, puede infringirse, estableciéndose el acento rítmico
en el verso 5, en el 4 y 8, etc. Pero sea cual sea el elegido, es primordial mantener una
estructura fija para no obstaculizar la lectura y marcar el soneto con un ritmo musical y
acompasado.
La rima
La métrica contempla la clásica estructura del endecasílabo, incluyendo su acento métrico
de la sílaba seis. La rima es igual de respetuosa con el clasicismo del siglo de oro de las
letras españolas.
Los tercetos son algo más complejos. Su rima se encadena entre uno y otro verso
formando estructuras rimadas del tipo CDE-CDE, CDC-DCD y otras menos extendidas.
Desde mi modesto punto de vista, la elaboración de un terceto es más complicada que la de
un cuarteto, razón por la cual hay que tener muy clara la rima que se va a emplear.
Sea cual sea la elección, es importante elaborar el verso con rima consonante.
Las variantes
Hasta aquí se ha estudiado el soneto clásico, el mismo que nos legaron Lope, Quevedo y
Góngora. Desde entonces, han transcurrido siglos y el soneto ha adquirido nuevas formas
y diseños, desde el soneto alejandrino de Ruben Darío hasta el soneto
polimétrico de Manuel Machado, sin olvidarnos de sonetos de arte menor conocidos
como sonetillos de ocho, siete… y hasta tres sílabas. También se componen
complicadísimos soneto con eco, del cual os cedo un ejemplo, o el prolongado soneto
con estrambote.
Mil y una formas que nos demuestran la variedad de la poesía, y que siempre queda algo
por inventar en un arte tan versátil como éste. Si quieres saber más sobre el soneto te
recomiendo la lectura de un artículo histórico dedicado a sus orígenes y, si te atreves a
escribirlo sigue mis consejos en cómo escribir un soneto.