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SEMINARIO BÍBLICO ASAMBLEAS DE DIOS DE COLOMBIA

INVESTIGACIÓN SOBRE EL ORIGEN DEL CULTO A MARÍA Y A LOS SANTOS

PRESENTADO A:
Lic. Isidro Perilla

PRESENTADO POR:
David Perilla

SEMINARIO BÍBLICO ASAMBLEAS DE DIOS DE COLOMBIA


HISTORIA DE LA IGLESIA I
IBAGUÉ
2016
TABLA DE CONTENIDO






Origen del culto a los santos y a la virgen maría. ........................................... 4

Posición bíblica de la Iglesia Católica sobre el cuto a la virgen. ................. 7

Testimonio de los santos padres de la Iglesia Primitiva ................................. 10

Ejemplos de diferentes Vírgenes marías para los católicos. ........................ 12

Vírgenes patronas de Latinoamérica. ............................................................ 14

CONCLUSIONES ................................................................................................. 15

BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 16


Desde que tengo uso de razón he visto a los fieles católicos adorar
y venerar a la virgen María. De ella han sacado varias imágenes y la
defensa vehemente te estos feligreses que hacen a favor de esta
“divinidad”, se hace intransigente para darle cabida a cualquier
argumento que se levante en contra de su culto.

Además, he visto que en algunas regiones específicas los devotos


católicos cambian el nombre de María por otros, por ejemplo: la virgen
del Carmen, la virgen de Guadalupe, nuestra señora de la divina
providencia, entre otros. También sus ilustraciones son distintas la una de
la otra y cada una de ellas tiene un significado, un contexto y una
experiencia especial para la fe católica.

Esta forma de adoración siempre ha traído controversia entre


católicos y protestantes, haciendo de este aspecto algo determinante
para diferenciar los dos grupos cristianos. Frente a esto, quisiera hacer un
breve estudio sobre el origen del culto a la virgen maría y los demás
santos católicos y así responder a la pregunta ¿Cuál fue la motivación
que tuvo la iglesia para implementar este culto?
Origen del culto a los santos y a la virgen maría.


Después de la época de los apóstoles de la iglesia antigua, se
levantaron herejías que pregonaban en contra de la humanidad de
Cristo. Algunas, como el Docetismo, reducían al cuerpo de Cristo a una
simple apariencia, a una ilusión. Otras, como el monofismo,
argumentaban que Cristo sólo tenía su naturaleza divina y que en
realidad no era humano.

Los padres de la Iglesia para contrarrestar estas herejías que le


hacía mucho daño al iglesia, crearon los credos y empezaron a enfatizar
que Jesús era 100% Dios y 100% humano, esta última naturaleza
reafirmando el hecho de que el nacimiento de Cristo fue a través de la
concepción de María la virgen. En un principio, esta enseñanza que tenía
el énfasis de aseverar la humanidad de Jesús era buena y sana. El
demostrar a un Dios encarnado en un hombre y que era hijo de una
mujer eran enseñanzas que permitieron infundir la sana doctrina y luchar
en contra de la herejía.

Posteriormente del edicto de Constantino, la iglesia empezó a


tener un lugar relevante dentro del imperio. Después de ser perseguida y
masacrada, goza de privilegios de todo tipo dentro del gran imperio
romano y todo esto con la autoridad del emperador que hizo del
cristianismo la religión oficial. Esto trajo consigo que la Iglesia se viera
involucrada en prácticas mundanas para permanecer en una posición
de poder y no perder los beneficios del imperio. Una de estas fue
sincretismo.
Los paganos, que ahora se convertían al cristianismo para poder
ser parte de las dádivas de Roma, nunca perdieron sus costumbres de
idolatría si no que empezaron a utilizar las similitudes de sus creencias con
las de la Biblia. Una de estas similitudes fue el culto a la diosa “gran
madre” y la veneración a la virgen María. Esto trajo de nuevo la idolatría
a la iglesia pero a la ves una estabilidad social y religiosa que los
emperadores siempre desearon.


La veneración a los santos y a María son dos aspectos de un mismo
fenómeno, no dos cosas distintas. Se venera a María porque es la más
santa de todos los seres humanos; su veneración es pues un caso
hiperbólico de la veneración a los santos. Por tanto ambos tipos de
veneración se basan en la creencia en la Comunión de los Santos, o sea,
la convicción de que los cristianos, vivos o muertos, están unidos en Cristo
y por ello pueden interceder entre sí y ayudarse espiritualmente.

Esto ya había sido explicado por Santo Tomás de Aquino: La


oración se ofrece a una persona de dos maneras: una es como si él
mismo la fuese a conceder, y la otra es a ser obtenida a través de él. De
la primera forma le oramos a Dios solamente, porque todas nuestras
oraciones deben ir dirigidas a obtener gracia y gloria que sólo Dios puede
conceder, según las palabras del Salmo: ‘Porque Yahveh Dios … da
gracia y gloria’ [Salmo 84:12]. Pero de la segunda forma le oramos a los
santos ángeles y a los hombres, no para que Dios conozca nuestras
oraciones a través de ellos, sino para que por sus oraciones y méritos
nuestras oraciones sean más eficaces. Por lo cual se dice en Apocalipsis
(8:4): ‘Y por mano del Ángel subió delante de Dios la humareda de los
perfumes con las oraciones de los santos.’ (Suma Teológica II-II, Q.
LXXXIII,a.4).
Y ya antes que él lo había expresado también San Jerónimo en el siglo IV
con estas palabras: Si los Apóstoles y los mártires, mientras están todavía
en el cuerpo, pueden orar por otros, en un tiempo cuando deben estar
todavía ansiosos por sí mismos, ¡mucho más luego de que ganan sus
coronas, victorias y triunfos [en el cielo]! Un hombre, Moisés obtuvo de
Dios el perdón para seis mil hombres armados, y San Esteban, el imitador
del Señor y primer mártir en Cristo, pidió perdón para sus perseguidores,
¿será menor su poder después de haber comenzado su vida con Cristo?
El apóstol San Pablo declara que doscientos setenta y seis almas que
navegaban con él le fueron dadas libremente, y después que él
desaparece y comienza a estar con Cristo, ¿cerrará su boca y no será
capaz de emitir una palabra a favor de aquellos que a través del mundo
entero creyeron en su predicación del Evangelio? (Contra Vigilantium, n.
6, en P.L., XXIII, 344).

La incorporación a la iglesia de varias fuentes paganas de idolatría


y los enunciados contra heréticos de los padres de la iglesia, como se
menciona anteriormente, dio el inicio al culto a los santos y a la virgen
María.
Posición bíblica de la Iglesia Católica sobre el cuto a la virgen.

La iglesia católica toma una posición más tradicional que bíblica


para apoyar el culto a la virgen maría. Sin embargo, tienen argumentos
bíblicos que interpretan de una manera unilateral, alegando que
bíblicamente si es aceptado esta adoración.

Para ellos, El propio Jesús en algunas circunstancias, hace que las


personas eleven la figura de su madre por encima de la suya y de Dios
Padre, como objeto de veneración.

Uno de los pasajes del Evangelio que ellos utilizan para aceptar el
culto a maría es Lucas 11:27-28. “Una mujer levantó la voz en medio de la
multitud y le dijo: «¡Feliz el seno que te llevó y los pechos que te
amamantaron!» Jesús le respondió: «Felices más bien los que escuchan la
Palabra de Dios y la practican».”

Existen otros pasajes similares en (Lc 8,19-21) y en Marcos y Mateo.


Concluyen con esta afirmación de Jesús: «Mi madre y mis hermanos son
los que escuchan la Palabra de Dios y la practican» (Lc 8,21). En verdad
Jesús no pone en evidencia el motivo por el cual María es
bienaventurada: porque escuchó y observó la palabra de Dios. Fue lo
que María hizo acogiendo el anuncio del ángel: «Yo soy la servidora del
Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho» (Lc 1, 38).

Claro que desde su punto de vista, si no se prohíbe directamente la


adoración a María, no significa que no se pueda venerar. Aparece, antes
que nada, el inicio y el fundamento de un culto de la primera comunidad
cristiana. Esto es evidente en el saludo particular del arcángel Gabriel, en
la expresión “llena de gracia”, pronunciada a María por su prima Isabel
(la cual la bendice, la proclama bendita y la define “madre de mi
Señor”). María en el mismo Magnificat dice: “De ahora en adelante,
todas las generaciones me llamarán bendita”. Todas estas expresiones de
elogios a María no serían posible si los primeros cristianos no hubieran
tenido una gran estima por ella. Este es el origen de la veneración a
María, desde el origen de la Iglesia.

Para ellos, también existen otras constancias antiguas que


provienen de la tradición. Al inicio del 900 fue descubierto un papiro del
siglo II y III, con una oración a María hecha por una comunidad egipcia:
“Sobre tu protección buscamos refugio, santa Madre de Dios, no
desprecies nuestras súplicas y líbranos de todos los peligros, Oh Virgen
gloriosa y bendita”. Aparece ya el título de Theotokos, Madre de Dios,
que será definido en 431 en el Concilio de Éfeso.

Entre los años 50 y 60, el padre franciscano Bellarmino Bagatti


descifró dos escritos en griego en una iglesia judeo cristiana sobre la casa
de María en Nazaret. El primero es el testimonio más antiguo del Ave
María (Chaire Maria en griego), el segundo fue dejado por un peregrino
que da testimonio de haber escrito sobre el “lugar santo de María”. A
partir de San Justino, se desarrolló también una reflexión teológica sobre
María, puesta en paralelo con Eva. Recuerda un famoso pasaje de
Melitón de Sardes, que en una homilía pascual (alrededor del 165), cita a
María, “el bello cordero” del cual viene el cordero de nuestra redención.

El católico concluye erradamente entonces que el culto a María


tiene origen en el texto bíblico y se desarrolla con la reflexión de la Iglesia,
guiada por el Espíritu Santo. Claro está que ellos no aceptan que es
adoración puesto que esta es sólo reservada para Dios, pero si permiten
la veneración, o sea, reconocimiento de su virtud, su fe, de haber sido
dulce a la palabra de Dios. Veneración que los lleva a imitarla, a confiar
en su intercesión y adorar y alabar lo que ella es. En otras palabras, no
aceptan que halla una adoración directa a la persona de María, pero
indirectamente y en su culto si lo hacen.

Esto por lo que para el católico existe tres tipos de culto por razón
de la distinta dignidad de aquellos a quienes se ordena su reverencia:

a) De latría o de adoración, que es debido sólo a Dios, como soberano


Señor y por su infinita excelencia.

b) De dulía o de veneración, que es debido a los ángeles y a los santos


por la excelencia de sus virtudes. Al honrar a los santos estamos honrando
a Dios, puesto que Él se manifiesta en ellos y por ellos somos atraídos
hacia El.

El Concilio de Trento enseña la legitimidad de este culto, en contra de los


protestantes que han querido ver en ello un modo de superstición (cfr.
Conc. de Trento, DZ. 941, 952 y 984).

c) Por último, el culto de hiperdulía o de veneración supre-ma, que es el


culto debido a la Santísima Virgen en razón de su eminente dignidad de
ser la Madre de Dios.

La Sagrada Congregación de Ritos, Decreto del 1-VI-1884, di-ce: "Se


debe a María un culto superior y eminente sobre los santos, en cuanto
que es la Madre de Dios"; (cfr. Conc. Vat. II, Const. dogin. Lumenn
gentiumi, n.66 y, S.Th., II-II, q.103, a.4.).
Testimonio de los santos padres de la Iglesia Primitiva

Ninguno de los siguientes y bien notables escritores de los tres


primeros siglos, san Bernabé, san Hermas, san Clemente de Roma, san
Policarpo, Tatiano, Atenágoras, Teófilo, san Hipólito, san Firmiliano, san
Dionisio, Arnobio, etc. mencionan en todos sus escritos a la Virgen María
ni una sola vez.

Justino Mártir la menciona dos veces hablando del nacimiento de


Cristo: pero tal como la haría un escritor evangélico de nuestros días: sin
ninguna expresión especial de veneración o culto. Tertuliano la
menciona cuatro veces en la misma forma.

Orígenes, san Basilio y san Juan Crisóstomo hablan de sus defectos,


Crisóstomo dice que:
“fue movida por ambición y arrogancia excesiva cuando envió un
mensaje a Cristo para demostrar la influencia que tenía sobre Él” (Homilía
de San Mateo 12:48)

Sin duda es ésta una opinión exagerada que los evangélicos no


compartimos; pero el haberla propuesto este gran padre de la Iglesia,
demuestra que en su tiempo no existía el culto a la Virgen.

Eusebio, célebre autor de la Historia Eclesiástica dice:


“Ninguno está exceptuado de la mancha del pecado original, ni aun la
madre del Redentor del mundo; solo Jesús quedo exento de la Ley del
pecado, aún cuando haya nacido de una mujer sujeta a pecados
(Emiss. In Horat. 2 de Nativ.)
San Agustín dice:
“María murió por causa del pecado Original, transmitido desde Adán a
todos sus descendientes” (salmo 34, sermón III)

San Anselmo declara:


“Si bien la concepción de Cristo ha sido inmaculada, no obstante, la
misma Virgen de la cual nació, ha Sido concebida en la iniquidad, y
nació con el pecado original; porque ella pecó en Adán, así como por él
todos pecaron” (Op. Pág. 9)

Santo Tomás de Aquino, sumo doctor da la Iglesia Romana en s. XII,


luchó valientemente en contra de la que él consideraba herejía de la
inmaculada concepción, y dice:
“La bienaventurada Virgen María, habiendo sido concebida por la unión
de sus padres, ha contraído el pecado original'' (Summa teológica, part.
3 pág. 65)

Los franciscanos, capitaneados por Duns Scott, defendieron la


concepción Inmaculada de María y surgió de esto, entre ellos y los
dominicanos secuaces de santo Tomas de Aquino, una áspera e
interminable polémica.
Ejemplos de diferentes Vírgenes marías para los católicos.

Para los católicos, es tan la devoción a la virgen que a cualquier


manifestación inexplicable de ella enseguida le dan un significado
espiritual y profundo para su fe. El nombre que se le da a cada virgen
depende del tipo de manifestación y lo que esa aparición dijo como
mensaje a la misma iglesia.

A continuación, algunos ejemplos y el por qué de sus nombres.

LA VIRGEN NIÑA

El 21 de Noviembre se recuerda la presentación de la Virgen en el


Templo, día además en que se recuerda la dedicación, el año 543, de la
iglesia de Santa María la Nueva, construida cerca del templo de
Jerusalén. Se venera a esta virgen por el supuesto de ya desde su
infancia, movida por el Espíritu Santo, cuya gracia la llenaba
plenamente, era merecedora de adoración.

MARIA, LA MADRE DE LA EUCARISTIA

Se dice que Por largo tiempo, esta virgen se apareció en privado a


Marisa Rossi (Devota católica que sufrió estigmas) en Roma. Según estas
apariciones, ella trae mensajes de Dios para toda la humanidad acerca
de la Eucaristía, que es el corazón de la Fe Católica. En Junio de 1993
Marisa Rossi le pidió en el nombre de Dios, que los mensajes se hicieran
públicos y entre los años de 1995 a 2000 han ocurrido muchas
manifestaciones.
Supuestamente, esta virgen dice:
YO SOY LA MADRE DE LA EUCARISTÍA; CONOZCAN LA PALABRA DE JESÚS,
AMEN JESÚS LA EUCARISTÍA.

MARIA AUXILIADORA

El título de María Auxilio de los Cristianos, expresa la mediación de María


respecto de la humanidad. Como Madre del Redentor, por fuerza y
mérito de la corredención, ella es la ayuda de la humanidad necesitada
de redención; lo es también de cada individuo, porque es la Madre
espiritual de todos.
El nombre Auxilio de los Cristianos, señala una especial forma de
mediación, aquella que María ejerce en favor de la Santa Iglesia.
NUESTRA SEÑORA DE FATIMA

En 1917, Portugal estaba al borde del totalitarismo después de la


revolución de 1910. La revolución había decretado una aguda
separación de la Iglesia y el estado, la propiedad de la iglesia había
sido confiscada, y se había ordenado la disolución de las
congregaciones religiosas. A pesar de esto, una sólida fe religiosa tomo
raíz en los sencillos campesinos de las partes rurales del país. En esta
atmósfera, una serie de apariciones de la Bendita Virgen ocurrieron
ante tres pequeños niños del villorrio rural de Fátima por un período
cercano a los seis meses empezando en Mayo de 1917.

NUESTRA SEÑORA DE LOURDES

El 11 de febrero de 1858, Bernadette, a una niña de catorce años,


recogía leña en Massbielle, en las afueras de Lourdes, se le apareció
una Señora vestida de blanco, con sus pies descalzos cubiertos por dos
rosas doradas, en su cintura tenia una ancha cinta azul, sus manos
juntas estaban en posición de oración y llevaba un rosario.
Estas apariciones se repitieron 18 veces, hasta el día 16 de julio.

En la novena aparición, el 25 de febrero, la Señora mando a Santa


Bernadette a beber y lavarse los pies en el agua de una fuente. La niña
no la encontró, pero obedeció la solicitud de la Virgen, y escarbó en el
suelo, produciéndose el primer brote del milagroso manantial de Lourdes.

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN

Carmen viene de Carmelo, un monte situado en la población marítima


de Haifa en el norte de Israel, en la zona de Galilea.
A mediados del siglo XII, un grupo de devotos de Tierra Santa
procedentes de Occidente, decidieron instalarse allí y escogieron
como patrona a la Virgen María. Allí construyeron la primera iglesia
dedicada a Santa María del Monte Carmelo. Estos devotos que
decidieron vivir en comunidad bajo la oración y la pobreza, fueron la
cuna de la Orden de los Carmelitas, y su devoción a la Virgen permitió
que naciera una nueva advocación: Nuestra Señora del Carmen.
Se le reconoce como la virgen de los puertos, de la marina española y
de las jóvenes que piden un marido.
Vírgenes patronas de Latinoamérica.

La iglesia católica ha determinado que cada país de


Latinoamérica se encomiende a una virgen patrona. Como lo vimos
anteriormente, según la virgen que se manifieste en cierta región, los
devotos católicos han encomendado a esta manifestación el nombre de
maría y las autoridades de la iglesia determinan empatronarlas en las
diferentes regiones. Esto es con el fin de dar identidad a las comunidades
católicas.

A continuación, una lista de las patronas de los países


latinoamericanos.

País
Patronas
España Nuestra Señora del Pilar
América Nuestra Señora de Guadalupe
Argentina Nuestra Señora de Luján
Bolivia Nuestra Señora de Copacabana
Brasil Nuestra Señora Aparecida
Colombia Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá
Costa Rica Nuestra Señora de los Ángeles
Cuba Nuestra Señora de la Caridad de El Cobre
Chile Nuestra Señora del Carmen de Maipú
Ecuador Nuestra Señora de la Presentación de Quinche
El Salvador Nuestra Señora de la Paz
Guatemala Nuestra Señora del Rosario
Honduras Nuestra Señora de Suyapa
México Nuestra Señora de Guadalupe
Nicaragua Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de "El Viejo"
Panamá Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción
Paraguay Nuestra Señora de Caacupé
Perú Nuestra Señora de la Merced
Puerto Rico Nuestra Señora de la Divina Providencia
República Dominicana Nuestra Señora de la Altagracia
Uruguay Nuestra Señora de los Treinta y Tres
Venezuela Nuestra Señora de Coromoto
Islas Antillas
Martinica Nuestra Señora Virgen Libertadora
Trinidad Nuestra Señora Virgen de Levantille
Guadalupe Nuestra Señora del Carmen
Dominica Nuestra Señora del Refugio
CONCLUSIONES

La pedagogía se hace necesaria en el momento de transmitir y


defender posturas de la sana doctrina. El hecho de que la iglesia tomara
la concepción y el nacimiento de cristo a través de la virgen María para
reafirmar que Cristo es hombre y Dios en una sola persona, es una
muestra del gran esfuerzo de la iglesia para enseñar lo que la palabra
dice. Ahora, desafortunadamente la infiltración de la mundanalidad y la
idolatría trae como resultado el sincretismo y nuevas corrientes heréticas
que a la final son más difícil de detectar debido a a la falsa enseñanza
de que la iglesia debe procurar la inclusión y la tolerancia en nombre del
amor.

Este ejemplo de sincretismo nos debe alertar a que siempre la


iglesia debe tener un espíritu de análisis y reflexión en cuanto a las nuevas
corrientes filosóficas en donde se hace imperante la defensa de la sana
doctrina, haciéndose importante que hombres realmente apasionados
por la sana enseñanza se levanten a denunciar dentro de la iglesia y no
se queden en la comodidad del no generar controversia.

Por otro lado, nos anima a seguir replanteando la pedagogía que


usamos para enseñar la sana doctrina. El mundo está en un constante
cambio y la iglesia no se puede dar el lujo de quedarse atrás en la forma
de enseñar y enfrentar las herejías.
BIBLIOGRAFÍA



González, J. L. (2008). Historia del cristianismo (Vol. Tomo 1). Miami, Florida,
USA: Editorial Unilit.

Boer, H. R. (2011). Historia de la Iglesia primitiva. Miami, Florida, USA: Unilit.

El culto a los santos en la Iglesia Primitiva, BLOG APOLOGÍA 2.1.


https://apologia21.com/2014/01/18/el-culto-a-los-santos-en-la-iglesia-
primitiva/

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