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TESIS
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIADO EN LITERATURA HISPANOAMERICANA
PRESENTA
ASESORA DE TESIS
A MIS ABUELOS
Por cuidarme, ayudarme y brindarme todo el cariño y amor que les sobraba, en
especial a mi abuela que rezó mucho por mi y se marcho de este mundo con la
angustia de dejarme sin terminar la carrera.
A MIS PADRES
A MI AMIGA Y ESPOSA
Bonizú Álvarez Canales por estar a mi lado en los momentos más difíciles de mi
vida, su apoyo incondicional y amor han hecho que todo sea más llevadero.
A MI HIJO IÑAKI
Con su llegada cambio toda mi vida llevándome por nuevos y sinuosos caminos,
enseñándome nuevas experiencias, por mostrarme el mejor lado de la vida pero
sobre todo por ser ese rayito de luz y esperanza que ilumina mi apesadumbrada
existencia.
Desde finales del siglo XIX, surge en México una serie de escritores que
cultivan el género fantástico como José María Roa Bárcena, Efrén Rebolledo,
José Vasconcelos, Alfonso Reyes, Francisco Tario, Octavio Paz, Edmundo
Valadés, María Elvira Bermúdez, Elena Garro, Juan Rulfo, Juan José Arreola,
Guadalupe Dueñas, Augusto Monterroso, Adela Fernández, Ignacio Solares,
Guillermo Samperio, Gustavo Sainz, entre otros1. Cada uno con un estilo y
temáticas propio .
Algunos de estos escritores pertenecen a la llamada Generación de
Medio Siglo, la cual se convertiría en un parteaguas en la narrativa mexicana,
ya que fue ésta una generación de renovadores de la literatura nacional, en la
que se realizaron grandes aportes que facilitarían el camino a las generaciones
siguientes y también, es con ellos, con quienes la vertiente fantástica cobra
gran importancia en la literatura mexicana del siglo XX.
Una de las escritoras que ha incursionado en la narrativa fantástica es
Adela Fernández, autora casi desconocida y que , por lo mismo, ha pasado
desapercibida, pero que , poco a poco, se ha ido ganando lectores y su obra, el
lugar que merece.
En mayo de 1993 se llevó acabo el V Encuentro de Investigadores del
Cuento Mexicano en el estado de Tlaxcala auspiciado por la Universidad
Autónoma de Tlaxcala y otras instituciones. Durante este encuentro el
ensayista y escritor Edmundo Valadés presentó, al parecer, por primera vez
en Tlaxcala la obra de la escritora Adela Fernández en su ensayo titulado: “El
1 Sara Poot Herrera, “Fantastic-Hitos Méxicanos Breve Apunte Bibliográfico”, en Las fronteras de lo
fantástico, México, BUAP.
2
insólito mundo de Adela Fernández” , en el que dio un panorama general de
2
2 Edmundo Valadés, “El insólito mundo de Adela Fernández”, en Hacerle al cuento (La ficción en México),
C ONTEXTO LITERARIO
12Armando Pereira, “La Generación de Medio Siglo”, en Juan García Ponce y la generación de medio siglo, José
Luis Martínez Morales, México, UV, 1998, p. 465.
4
Juan Vicente Melo e Inés Arredondo con la de García Ponce, Pitol,
Elizondo o Sergio Fernández para citar algunos casos.13
13 Ibíd., p.128.
14 Idem.
15 Ibíd.,p.129.
16 Alfredo Pavón, Contigo cuento y cebolla (La ficción en México), pról. de Alfredo Pavón, Tlaxcala, UAT,
2000, p. x.
17
Russell M. Cluff, Panorama crítico-bibliográfico del cuento mexicano (1950-1995) México: UAT/Brigham
Young University, 1997, pp. 17-51.
5
Por otro lado, el surgimiento de instituciones como el Centro Mexicano
de Escritores (fundado en 1951 por Margaret Shedd), la Coordinación de
Difusión Cultural de la UNAM (a cargo de Jaime García Terrés) y la
publicación de las revistas Cuadernos en el viento (Dirigida por Huberto Batis y
Carlos Valdés), la Revista de la Universidad (dirigida por Juan García Ponce) y la
Revista Mexicana de Literatura (Fundada y dirigida por Carlos Fuentes y
Emmanuel Carballo), sirvieron para facilitar la integración de los jóvenes
escritores a esta generación y darle solidez al grupo.
Fue ésta una generación de nuevos escritores renovadores de la
literatura, en la que se realizaron grandes aportes y donde el camino a las
generaciones siguientes será un poco más fácil, como lo afirma Alfredo
Pavón en su prólogo al libro Contigo, Cuento y Cebolla (La ficción en México):18
18 Contigo Cuento y Cebolla (La ficción en México), pról. de Alfredo Pavón, México, UAT, 2000, p. ix, x.
19 Ibíd., p. x.
6
de las grandes masas sociales por parte de los mínimos potentados… los
monopolios del poder, el manejo arbitrario y tendencioso de los hechos
históricos por parte de quienes compraron los medios masivos… 20
Todos estos temas sirvieron para dar una nueva perspectiva de la realidad e
imagen del país “múltiple y caótica para la cual una perspectiva
unidimensional y unid ireccional resultaba raquítica”,21 de la misma forma
gracias a ellos se dio una transformación de la literatura y el pensamiento
nacional.
El surgimiento de la generación de los cincuenta fue uno de los eventos
de mayor importancia en el siglo pasado, ya que los aportes realizados por
estos sirvieron para que las generaciones siguientes encontraran el camino
libre al momento de dar a conocer su obra.
Por otro lado, la literatura fantástica encontró el campo fértil para
desarrollarse con los narradores de esta generación por el tipo de temas que
se trataron durante este periodo y por eso es conveniente hacer énfasis en
ello, ya que esta vertiente de la literatura cobró gran importancia en la
narrativa mexicana creada en la segunda mitad del siglo XX.
22
Sara Poot Herrera, “Fantastic-Hitos Méxicanos Breve Apunte Bibliográfico”, en Las fronteras de lo
fantástico, México, BUAP.
?
También incluye la obra de los siguientes autores:
Juan Rulfo. Pedro Páramo y El llano en llamas. México: Planeta, 1999.
María Elvira Bermúdez. Soliloquio de un muerto. México: Los epígrafes, 1951.
Ignacio Solares: El hombre habitado. México: Samo, 1975.
Guillermo Samperio, Cuaderno imaginario: México:Grijalbo: 1990.
Marta Cerda, La señora Rodríguez y otros mundos. México: Joaquín Mortiz, 1990.
Emiliano González, Los sueños de la bella durmiente. México: Joaquín Mortiz, 1979.
Mauricio Montiel Figueiras (Donde la piel es un tibio silencio. México: Gobierno del Estado de Sinaloa,
1992.).
Adriana González Mateos, Cuentos para ciclista y jinetes. Culiac án: Aldus-Dicofur-Sinaloa, 1995.
8
Como se puede observar, existe una gran gama de cultivadores de la
llamada literatura fantástica en México, tanto masculinos como femeninos
que tienen su antecedente desde finales del siglo XIX hasta nuestros días,
pero ¿desde cuándo se puede hablar realmente de éste como un subgénero
literario en nuestro país?
Por un lado, Sara Poot Herrera en su trabajo titulado “Fantastic-Hitos
Mexicanos Breve apunte bibliográfico”,23 da a conocer la obra de tres autores,
como la apertura de la “dimensión fantástica contemporánea” ; 24 el primero
es Francisco Tario y a principios de los cincuenta la obra de Guadalupe
Dueñas y Amparo Dávila.
Por otra parte, Augusto Monterroso marca a la Antología de literatura
fantástica compilada por Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Silvina
Ocampo como el detonante de la tradición fantástica en México, ya que este
libro, junto con las obras traducidas de Kafka y la literatura de Borges,
causaron gran impacto en los escritores que publicaban por esa época en
México, y es entonces cuando esta generación “comenzó a liberarse del
tradicional apego a los temas literarios realistas y circunscritos, a lo autóctono,
a los problemas de la revolución para ir al encuentro de espacios más
complejos en el mundo de la ciudad y la imaginación”,25 esta antología marca
un punto de bifurcación en la literatura mexicana e hispanoamericana, ya que
crea un gran interés en los narradores por la literatura fantástica.
Para Monterroso, es Alfonso Reyes el primero en esbozar una definición
de lo fantástico en México, en su obra “El deslinde de los prolegómenos a la
teoría literaria”, de 1944, “La novela fantástica representa un esfuerzo de
emancipación de lo histórico a lo puramente literario”.26 Y al referirse Reyes
27 Ibíd.,p.181.
28 Alfonso Reyes, La cena y otras historias, México, FCE, 1956.
29
Ibidem.
30 Monterroso, “La literatura fantástica en México”, Op. cit. p.183
31 Poot Herrera, op.cit, p.128.
32 Ibidem.
10
Dentro del listado de nombres de autores que han incursionado en la
narrativa fantástica aparece el de la escritora Adela Fernández, cuya obra
incluye temas que son herencia de la Generación de Medio Siglo como lo es
el aspecto amoroso en la pareja, los problemas familiares, las precariedades
que trajo consigo la vida moderna, el mirar hacia la provincia, la desesperanza,
la desolación, entre otros, así como el aspecto fantástico como discurso y
temática, sólo que la crítica no ha tomado en cuenta esta parte de su obra
cuentística. A continuación se darán los escasos datos biográficos
encontrados y los comentarios de los pocos críticos que se han interesado en
dicha autora y su obra.
11
C APITULO II
V IDA Y OBRA
La escritora Adela Fernández nació un 6 de diciembre de 1942 en la ciudad
de México; es hija del fallecido actor y director de cine Emilio Indio
Fernández,34 por lo que su infancia se desarrolló dentro del ambiente
cinematográfico; en su juventud viajó por casi toda la república.35
33 Adela Fernández, Selección y valor de las inclusiones, Tlaxcala, 2005, ver anexo p. 35
34 La vida de Adela Fernández siempre ha sido ligada a la historia de la vida de su padre, pero ella siempre
ha buscado y pedido que se le valore haciendo a un lado esta relación.
35 En la cuarta de forros de su libro: El perro o el Hábito por la rosa, se menciona que fue una “nómada
desesperada” ya que viajó por casi toda la república mexicana participando en la siembra de jitomate, sandía y
cortando caña, además convivió con los mineros del Rosario, trabajó con pescadores, con una familia de
trashumantes y vivió en las zonas más lejanas y áridas del Valle del Mezquital.
12
Ha dado conferencias en el país y el extranjero. Estuvo en contacto con los
36
C RÍTICA
36 Entre los países que ha visitado se encuentran Santo Domingo, Dinamarca y Grecia hay que aclarar
que la mayoría de las conferencias dictadas por ella tratan sobre la vida de su padre excepto la de Santo
Domingo donde presentó su ensayo titulado Selección y valor de las inclusiones.
37 Adela Fernández, El perro o el Hábito por la rosa, México, Ed. De la autora, 1975.
38 Adela Fernández, Duermevelas, México, Ed. Katún, 1986.
39 Adela Fernández, Vago espinazo de la noche, México, Ed. de la autora, 1996, Cfr. La segunda edición,
por títulos: Sebastiana y Las lamentaciones de Herodes, ambas de 1975, pero como pasa con el resto de su obra es
casi imposible conseguirlas. Asimismo escribió los guiones titulados: La tierra de Job (argumento para cine
censurado), Claroscuro y Cotidiano surrealismo (cortometrajes). En teatro: La prodigiosa y La tercera soledad
(monólogos teatrales). Éstas, al igual que su narrativa, son difíciles de conseguir.
41 Federico Patán, Duerme velas de Adela Fernández. De la crueldad como tema, Sábado, suplemento cultural del
42 Edmundo Valadés, “El insólito mundo de Adela Fernández”, en Hacerle al cuento (La ficción en México),
pról. de Alfredo Pavón, México, UAT, 1994, p.254
43 Manuel Capetillo, “Presencia oscura del poder ausente.” Novedades, El Semanario, núm. 738,México 9
de junio de 1996, pp.4-5.
44 Javier Delgado, “Vago espinazo de la noche, el regreso de Adela Fernández a las letras, después de diez
hispanoamericana fronteras e intersticios, México, Siena, UAT, BUAP. Col. Encuentros literarios, 2006, p.265
47 Difrasismo, según lo explica la autora, es cuando los antiguos nahuas “usaban dos palabras para
49 Adela Fernández, Selección y valor de las inclusiones, Tlaxcala, 2005, ver anexo p.35.
50 Idem.
51 Federico Patán, “Duermevelas de Adela Fernández. De la crueldad como tema”. Sábado, suplemento
56
Louis Vax, Arte y literatura fantástica, Buenos Aires, Buenos Aires, Editorial Univ ersitaria de Buenos
Aires, 1963.
16
características esparcidas en todo el texto, para él el cuento fantástico debe
introducir:
terrores fantásticos en el seno del mundo real […] el “más allá” […] en
realidad está muy próximo; y cuando revela en los seres civilizados que
pretendemos ser, una tendencia inaceptable para la razón, nos
horrorizamos como si se tratara de algo tan ajeno a nosotros que lo
creemos venido del más allá. […] la razón que distinguía las cosas y
subdividía el espacio, cede su lugar a la mentalidad mágica. En sentido
estricto ?…? exige la irrupción de un elemento sobrenatural en un mundo
sujeto a la razón 57
57
Ibíd.pp. 13,11
58 Flora Botton Burlá: Los juegos fantásticos , México UNAM 1994, p.183.
59 Ibíd., p. 18.
17
La obra debe situarse dentro de la realidad, su contexto debe ser un mundo
conocido por todos, el que se vive todos los días, del mismo modo todos los
elementos deben ser tomados de la realidad y el evento fantástico debe
contraponerse a dicha realidad.
De igual manera, se nos presentan personajes que son como nosotros
dentro de un mundo como el nuestro y que se encuentran de pronto dentro
de una situación inexplicable. Al estar frente a un hecho fantástico se pueden
tener dos opciones: o se trata de una jugarreta de los sentidos o de una ilusión
producto de la imaginación, entonces las leyes que se conocen son rotas y el
hecho puede suceder realmente e imponerse ante la realidad, y esta realidad se
transforma dejando de ser la que conocíamos:
Lo fantástico es un hecho que no puede ser explicado por medio de las leyes
conocidas en el mundo cotidiano, pero que se presenta dentro de éste. Por
ello mismo, la trasgresión es otro elemento de lo fantástico, implica un
quebrantamiento de las leyes de la vida cotidiana que se ve interrumpida por
la aparición del hecho fantástico y los personajes se sienten agredidos,
amenazados quedando impotentes ante el fenómeno extraño, que convierte el
orden e n caos e imponiendo uno nuevo.
En el desenlace, menciona Botton, debe existir la permanencia de lo
misterioso, y al no tener una solución, no puede haber un desenlace, el
misterio queda ahí para no ser resuelto, el texto termina pero el enigma no.61
60 Ibíd., p. 20.
61 Ibid., p. 40.
18
A partir de las características manejadas por ambos autores, Flora
Botton propondrá en su obra Los juegos fantásticos, 62 diversas temáticas: una de
ellas es la temática del doble incluida en los denominados “juegos con la
personalidad”63, en donde se aborda el intercambio de personalidades y la
fusión de un personaje con otro, sobre este tema se hablará en el siguiente
apartado.
67 Ibídem.
68 Tzvetan Todorov, Introducción a la literatura fantástica, traducción de Silvia Delpy (D.F: Ediciones de
Coyoacán, 1994).
69 Ibíd., p. 87.
70 Víctor Antonio Bravo, La irrupción y el límite, DF, UNAM, 1988
71 Flora Botton Burlá, Los juegos fantásticos, D.F, FFy L/UNAM, 1994.
72 Ibíd., p.194.
20
desdoblamiento y para ello se tomarán las propuestas que Víctor Herrera da
en su libro La sombra en el espejo.73
3.3 TIPOLOGÍAS
En el libro La sombra en el espejo, Víctor Herrera propone dos tipologí as
relacionadas con el desdoblamiento de los personajes en la literatura; la
primera pertenece a los desdoblamientos inte rnos y la segunda a los externos,
para este trabajo sólo se definirá y utilizarán los que pertenecen únicamente al
segundo grupo en el cual la división objetivada, las reproducciones, los
desdoblamientos en el tiempo y el referente al creador y creación, tienen
relación con el tema fantástico y se definen de la siguiente forma:
A pesar de hundirse cada vez más en la vida indigente , siempre hay algo que
lo mantiene en contacto con el mundo en el que vivía, con lo que se puede
notar la existencia de dos mundos diferentes; el primero es el mundo en el
76 Sic.
77 Ibíd., p. 219.
78 Ibíd., p. 220.
25
que vivió durante su vida de oficinista y el otro es el de la pobreza y la
indigencia en el que se encuentra actualmente, estos se presentan como
símbolos, uno se muestra con las sábanas blancas colgadas en una azotea y el
otro con un pañuelo recién planchado:
Y de pronto, ahí, tras los matorrales hay algo que lo asombra, que lo
estremece: es un cuerpo gastado en la fatiga y congelado por el frío, trágico
yaciente: Es su propio cuerpo lo que ve, el hallazgo es su propio cadáver81
79 Ibíd., p.220.
80 Ibíd., p.222.
81 Ibíd., p.223.
26
pique …” 82
y al final: “no supo cómo ni cuando le llegó la muerte ”; él
83
82 Ibíd., p.219.
83 Ibíd., p.223.
27
“ CORDELIAS”: LA REPRODUCCIÓN HIPERBÓLICA
En “Cordelias”84 se narra la historia de la misteriosa llegada de una niña a un
pueblo hundido en la precariedad en el que no se puede cultivar nada. Esta
niña hace su aparición dentro de una caja de madera que llevó un árabe que
surtía de fruta a la bodega de la localidad y del cual nunca se vuelve a saber
nada después de esa entrega. La llegada de la niña levanta en la gente una serie
de suposiciones y supersticiones que profetizan desastres y maldad a la
comunidad. La niña es adoptada por una mujer del lugar, quien le da el
nombre de Cordelia y la mantiene encerrada hasta que desaparecen los
rumores. Cuando sucede esto comienza a sacarla por las calles, pero , un día,
mientras iban por agua a la fuente, la niña observa su reflejo dentro del agua
y, casi de inmediato, sale de la fuente otra Cordelia. La madre finge no tener
asombro alguno y se marcha en medio de los rumores de la gente que
presenció el suceso. En otro momento, mientras el par de niñas se probaban
los vestidos nuevos frente al espejo en la cas a de una costurera, surgen de él
otro par de Cordelias. La gente sumida en la incertidumbre lleva a las niñas al
atrio de la iglesia del pueblo y las colocan frente a un gran espejo en el que se
comienzan a multiplicar, horrorizados por esto deciden rompe r el espejo,
pero de los fragmentos surgen más niñas. Aterrorizada, la gente corrió a sus
casas y comenzó a cubrir todo aquello que pudiera reflejar la imagen de las
niñas para así evitar su reproducción. Finalmente , las Cordelias buscan
desesperadamente el medio para multiplicarse y perpetuar su especie.
El cuento pertenece a la variante que Víctor Herrera denomina
“reproducciones simples” y utiliza como elemento de reproducción a los
espejos y toda superficie que refleje dándole una acepción siniestra, en este
tipo de relato se presenta lo que se llama una reproducción hiperbólica.
?…? hija de la deidad del maíz y que debía ser adorada como diosa; que tal
era el mismito diablo que en imagen de aparente inocencia había llegado al
pueblo para desatar la maldad y una cadena de desastres. 86
Decidió (la madre del narrador) llevarla a casa hasta que regresara el árabe
para aclarar con él las cosas, pero el frutero jamás volvió al pueblo y ella
tuvo que hacerse cargo de la niña ?…?89
85 Ibíd., p.15.
86 Ibidem.
87 Tobin Siebers, Lo fantástico romántico, México: FCE , 1989 p. 51.
88 Ibidem.
89 Adela Fernández, Duermevelas México, Katún, 1986, p.16.
29
La gente del pueblo siguió historias posibles sobre su identidad, por lo
que mi madre prefirió que Cordelia no saliera de casa, librándola así de los
chismes populares.90
90 Idem.
91 Tobin Siebers, Lo fantástico romántico, p. 40.
92 Idem.
93 Ibíd., p.17.
30
antigüedad han tenido una connotación siniestra como lo menciona Román
Gubern en Máscaras de la ficción:94
Finalmente, la reproducción intenta ser detenida por los habitantes del pueblo
ocultando todo aquello que pueda reflejar una imagen para evitar que las
Cordelias se sigan reproduciendo.
Como se pudo haber notado, el aislamiento que padece el personaje es
tan sólo la antesala de la manifestación del hecho fantástico; de la misma
manera, en el relato, la superstición toma un lugar importante para que lo
fantástico suceda, ya que funciona como indicio de que el personaje tiene
poderes sobrenaturales.
En este cuento los hechos se nos dan por un narrador personaje del q ue no
se da a conocer el nombre, sólo se sabe que es un niño; éste padece el
escarnio de su padre , ya que en todo momento el padre lo manda a buscarlo
en alguna otra parte de la casa. El personaje siempre le obedece a pesar de la
imposibilidad de dicha situación ; hasta que, una mañana, mientras desayunan
en la terraza, el padre le manda a buscarlo en la recámara y cuando éste
regresa le da la noticia de que esta vez sí lo ha encontrado, pero realizando un
acto vergonzoso. La reacción del padre es ir hacia la recámara para ver qué es
lo que estaba haciendo.
En el relato la insistencia y la burla son elementos que propician el
suceso fantástico; la primera se da cuando el padre manda insistentemente al
hijo a buscarlo en otro lugar diferente del que se encuentra es lo que prepara
el terreno para el suceso fantástico:
99 Ibidem.
100
Ibidem.
101 Ibidem.
33
C ONCLUSIONES
102
Flora Botton Burlá, Los juegos fantásticos, Op. cit. P.188
35
ANEXOS
A NEXO I
Adela Fernández
Ante todo aclaro que no tengo formación académica, escribo por intuición,
por inspiración, sin más conocimiento que la de observar la realidad y
permitir que ésta vaya de la mano de mi fantasía, escribo por desahogo,
porque deseo tender un puente entre mi intimidad y la percepción de algún
lector lejano, yo también, como Gabriel García Márquez , escribo para que me
quieran, contar historias que toquen el corazón de los otros es la mejor
manera que he encontrado de no sentirme abismada.
Claro que está por verse eso de que me quieran por mi literatura porque
siendo ésta una constante denuncia del desamor, siendo que aborda
personajes torturados por la vida misma, y son mis cuentos tan estridentes en
sus reclamos, que no es precisamente amor a la escritora lo que inspiran.
Incluso a mis cuentos les debo que la gente me califique de azotada,
truculenta y desquiciante , y yo sostengo que no vivo como escribo, yo me
muevo entre ternuras y voy hacia lo agradable, lo gozoso, quien me lee no lo
adivina.
¿Qué clase de vida has llevado que escribes con dolor?, ¿por qué tanta
amargura?, ¿de dónde te salen esas historias tan extrañas y retorcidas?, me
preguntan con frecuencia. Debo decir que la primera sorprendida con mis
cuentos soy yo misma, sin duda cuando escribo tengo una vena comunicante
104 Adela Fernández, “Vago espinazo de la noche”, en Vago espinazo de la noche, DF:,Aliento, 2005, p. 8.
105 Adela Fernández, “Ana y el tiempo”, en Duerme velas, DF, Katún, 1986, p. 85.
39
fotografías la presencia o la ausencia de esa mano, en vano porque en todas
las fotos Ana aparece en perfil derecho, él habla disimuladamente con
familiares y amigos, sin encontrar jamás respuesta, recorre todos los lugares
por los que anduvo con su esposa. Para alargar la búsqueda obsesiva en el
cuento, incluyo el rostro de una amiga mía que unos días es bellísima y otros
horrorosa, y al no poder uno definirla resulta a la vista misteriosa y ambigua,
incluyo un nocturno de Chopin, que estaba oyendo mientras escribía, para
narrar la escena donde él, el marido, la descubre manca al tocar el piano con
una sola mano, incluyo un barco de armar, mi tío Fernando siempre tenía
estos juguetes donde la familia se reúne para armarlos, imagen que hace muy
visible la carencia de mano de Ana, incluyo un viaje mío, a Valle de Bravo,
para poder describir el paisaje, incluyo una noche lluviosa en que a punto de
arrancar mi coche una mano se pegó al parabrisa, era la de un amigo que se
acercó a despedirse pero el impacto fue espantoso, incluyo una mano de
bronce de aquellas aldabas antiguas que uso al final del cuento, el personaje
ha perdido las llaves de su casa, éste también es un símbolo, y tiene que llamar
para entrar, al tocar la mano de bronce ésta se vuelve cálida, latente, viva, de
carne, simboliza el grito de Ana: “yo estoy aquí, estoy viva, veme, estoy viva”,
al menos el marido en su búsqueda ha roto su indiferencia y recobra la
calidez, se ha humanizado.
Como ven el cuento es una expresión que brota, van estallando venitas y
se forma el charco de sangre, se enlaza una experiencia con otra, se hace
urdimbre, se logra un bordado. Para que el escritor encuentre las situaciones
necesarias para argumentar y dar acción a su narración debe contar con un
acervo de experiencias , es de este fondo de donde, la labor narrativa, tomará
lo necesario.
Es por ello que a los escritores jóvenes les aconsejo no preocuparse por
escribir, si tanto más, si no más por vivir las vivencias, y la observación de los
40
hechos, y de la conducta humana son la sangre con la que se carga la pluma.
Hay que vivir con intensidad, hay que observar la vida de los demás con
atención, hay que aprehender, capturar experiencias y confiar en la memoria;
los recuerdos, los impactos, las huellas salen a brote durante la labor creadora,
es en la selección y uso de las experiencias donde hay que poner sensibilidad y
talento.
41
42
106
106Adela Fernández: Vago espinazo de la noche (México DF. Ed de la autora, 2005), pp.219-223.
43
44
45
46
47
107
107 Adela Fernández: Duerme velas (México DF., Katun, 1986), pp. 13-17
48
49
50
51
108
108 Adela Fernández: Vago espinazo de la noche (México DF. Ed de la autora, 2005), pp.193-194.
52
53
BIBLIOGRAFÍA
Botton Burlá, Flora: Los juegos fantásticos. México D.F., 2da edición, Facultad de
Filosofía Y Letras, UNAM, 1994.
Bravo, Víctor: Los poderes de la ficción. Caracas Venezuela, 1ra edición, 1987,
segunda 1993, Monte Ávila Latinoamericana, 1993.
Pavón Alfredo: Prologo, en Pavón Alfredo, Hacerle al cuento (La ficción en México),
No. 11, Pp. 9-28. México, 1ra edición 1994, Universidad Autónoma de
Tlaxcala, 1994.
54
Pavón Alfredo: Prologo, en Pavón Alfredo, Contigo cuento y cebolla (La ficción en
México), No. 18, Pp. 9-21. México, 1ra edición 2000, Universidad
Autónoma de Tlaxcala, 2000.
Waldron, John V.: La continuidad estética entre generaciones, en José Luís Martínez
Morales, Juan García Ponce y la generación del medio siglo. México, no.41, 1ra
edición 1998, Universidad Veracruzana, 1998.
55
Hemerografía
Capetillo, Manuel: Presencia oscura del poder ausente. Novedades, El Semanario, núm.
738. 9 de junio de 1996, Pp. 4-5.
Delgado, Javier: Vago espinazo de la noche, el regreso de Adela Fernández a las letras,
después de diez años. Uno más uno, núm. 19 (6688), 19 de mayo de 1996, p.
21.
Fuentes de Internet
Autor desconocido: Adela Fernández, breve biografía inconclusa (hasta 1984). En:
Sensibles del sur, BARILOCHE, Argentina, viernes 9 de noviembre de
2001, Año III, Número 104, Tengo, vamos a ver, // tengo lo que tenía
que tener.
http://www.paginadigital.com.ar/articulos/2001seg/sensibles/sensibles
104.html
INTRODUCCIÓN 1
C APITULO I
Contexto literario
La generación del medio siglo 3
Breve recuento de la literatura fantástica en México 6
C APITULO II
C APITULO III
C APITULO IV
CONCLUSIONES 33
ANEXOS
ANEXO I 35
ANEXO II 41
BIBLIOGRAFIA 48