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RESUMEN DERECHO PROCESAL CIVIL

PRIMERA PARTE: DERECHO PROCESAL ORGANICO

I. INTRODUCCION AL DERECHO PROCESAL

1.- Formas de solucionar los litigios:

1. La Autotutela o Autodefensa:
2. La Autocomposición:
3. La Heterocomposición:

2.- Concepto y clasificación del derecho procesal:

“Es aquella rama del derecho que estudia la organización de los tribunales de justicia, señalando sus
atribuciones y competencias, y que establece las normas de procedimiento a que deben someterse las partes
litigantes como todos los tribunales con motivo de un Proceso”.
se puede dividir en dos partes: 1) derecho procesal orgánico y 2) derecho procesal funcional.

3.- Características más importantes del derecho procesal:

Es una rama autónoma del derecho,


Forma parte del derecho público,
Las normas del derecho procesal, en general, son de orden público,
Las normas procesales regulan la forma en que se realiza la actividad jurisdiccional.

4.- Fuentes del Derecho Procesal:


Son fuentes del derecho procesal -entendiendo la expresión “fuente” en su amplio sentido- todos aquellos
medios que sirven para establecer, interpretar y aplicar la norma procesal. Usualmente se acostumbra distinguir
entre las fuentes directas y las indirectas.

1) Fuentes directas del derecho procesal:


✓ La Constitución Política:
✓ Las Leyes Procesales:
✓ Los Tratados Internacionales:
✓ Los Autos Acordados:.

2) Fuentes indirectas del derecho procesal:


➢ El Derecho Extranjero, o también conocido como “el derecho comparado”.
➢ Las Fuentes Históricas,
➢ La Jurisprudencia,
➢ La Doctrina, que dice relación con la opinión de importantes tratadistas o autores del derecho procesal.
➢ La Costumbre, que constituye una fuente, aunque en el derecho procesal tiene escasa aplicación.

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II. LA JURISDICCION

1.- Concepto de jurisdicción:

“Es la función pública realizada por los órganos competentes del Estado, con las formas requeridas por la
ley, en virtud de la cual por acto de juicio se determina el derecho de las partes con el objeto de dirimir sus
conflictos y controversias de relevancia jurídica mediante decisiones con autoridad de cosa juzgada,
eventualmente factibles de ejecución”.

2.- La jurisdicción en nuestro derecho positivo:

Art. 76, inciso 1º, Constitución Política: “La facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de
resolverlas y de hacer ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a los tribunales establecidos por la ley. Ni el
Presidente de la República ni el Congreso pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales, avocarse causas
pendientes, revisar los fundamentos o contenidos de sus resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos”.

Art. 1º, Código Orgánico de Tribunales: “La facultad de conocer las causas civiles y criminales, de juzgarlas
y de hacer ejecutar lo juzgado pertenece exclusivamente a los tribunales que establece la ley”.

3.- Características de la jurisdicción:

1) El origen de ella emana de la propia Constitución, tiene rango constitucional (artículo 76 de la Cpr ).
2) Se trata de una función pública, ya que se trata de una de las labores esenciales que desarrolla el Estado.
3) Conceptualmente es unitaria:
4) Las autoridades encargadas de ejercer la jurisdicción son los tribunales de justicia:
5) La jurisdicción es privativa de los tribunales de justicia:
6) Se ejercita a través del Proceso y mediante actos procesales:
7) Es indelegable:
8) Es improrrogable:
9) Su finalidad última es la cosa juzgada:
10) La parte de jurisdicción que le corresponde a cada juez o tribunal constituye su competencia:
11) Es territorial:
12) Está amparada por el imperio,

4.- Los momentos de la jurisdicción:

a) Primera Etapa: Fase del conocimiento del asunto:


b) Segunda Etapa: Momento de la decisión del asunto (juzgamiento):
c) Tercera Etapa: Fase de ejecución del asunto:

5.- Límites de la jurisdicción:

El ejercicio de la función jurisdiccional tiene algunas limitaciones, porque ella debe realizarse siempre
dentro de un tiempo determinado y dentro de un determinado ámbito territorial.

a) Límites temporales:
b) Límites en cuanto al espacio:
o Límites Externos:
o Límites Internos:

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6.- Los equivalentes jurisdiccionales:

“se trata de actos procesales destinados a resolver ciertos conflictos de intereses de relevancia jurídica con
efecto de cosa juzgada”.
Los presupuestos para que procedan o puedan operar los equivalentes jurisdiccionales son los siguientes:

1) Debe existir necesariamente un conflicto jurídico,


2) Es necesario que exista una manifestación o declaración de voluntad expresa de los sujetos en conflicto,
3) Es preciso que el ordenamiento jurídico autorice expresamente que la solución del conflicto jurídico se
pueda hacer a través de alguno de los equivalentes jurisdiccionales.

Entre los equivalentes jurisdiccionales más importantes podemos destacar tres:


1. TRANSACCION:
2. CONCILIACIÓN:
3. AVENIMIENTO:

7.- Clasificaciones de la jurisdicción:

1. JURISDICCION CONTENCIOSA:
2. JURISDICCIÓN NO CONTENCIOSA O VOLUNTARIA:
3. JURISDICCIÓN DISCIPLINARIA, CONSERVADORA Y ECONÓMICA:
✓ Las facultades conservadoras
✓ Las facultades disciplinarias
✓ Las facultades económicas.
4. JURISDICCIÓN ÉTICO-PROFESIONAL:

II. LA COMPETENCIA

1.- Regulación, concepto y elementos de competencia:

La competencia se encuentra regulada en el Código Orgánico de Tribunales en los artículos 108 y


siguientes.
108: “la competencia es la facultad que tiene cada juez o tribunal para conocer de los negocios que la ley
ha colocado dentro de la esfera de sus atribuciones”.
Este concepto, sin estar completamente malo, ha merecido críticas por parte de la doctrina, principalmente
por dos razones:

a) Utiliza la palabra “facultad y es más propio entenderla como una “aptitud” más que una prerrogativa.

b) Dice que solamente la ley puede otorgarle la competencia a un tribunal: también de la voluntad de las partes
(a través de la prórroga de competencia) o de otro tribunal (a través de la delegación de competencia).

Asi entonces “La competencia es el poder-deber que tiene cada tribunal para conocer de los negocios o
asuntos que la ley, las partes u otro tribunal han colocado dentro de la esfera de sus atribuciones”.

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2.- Competencia absoluta y relativa:

a) Competencia absoluta: Es aquella facultad que tiene cada juez o tribunal para conocer de un asunto
determinado, considerando la clase, jerarquía y eventualmente la categoría de ese tribunal.
b) Competencia relativa: Es aquella facultad que tiene un tribunal preciso para conocer de un determinado
asunto judicial dentro de una determinada clase, jerarquía o categoría.

DIFERENCIAS
▪ Atendiendo a la finalidad de las reglas de competencia:
▪ Considerando los factores o elementos que se consideran:
▪ Según la naturaleza de las normas de competencia
▪ Atendiendo a si el juez puede declararse incompetente para conocer de un asunto:
▪ Considerando la admisibilidad de la prórroga de competencia:

3.- Orden de aplicación de las reglas de competencia:

- En primer lugar, las reglas de competencia absoluta. los tres factores: cuantía, materia y fuero.
- En segundo lugar, aplicamos las reglas de la competencia relativa, cuyo factor es el territorio,
- Si aplicando las dos reglas anteriores no es posible precisar, las reglas de turno o de distribución de causas,
- En cuarto lugar, se aplican las llamadas reglas o principios generales de competencia.

4.- Principios o reglas generales de competencia:

➢ Principio de radicación o fijeza.


➢ Principio de gradualidad o “regla del grado”.
➢ Principio de extensión o alcance.
➢ Principio de la prevención o inexcusabilidad.
➢ Principio de ejecución.

5.- Reglas de competencia absoluta:

características importantes:

➢ Son de orden público,


➢ Son irrenunciables,
➢ Los tribunales pueden declarar de oficio su incompetencia absoluta,
➢ No es posible que se produzca la prórroga de la competencia,
➢ Se fundamenta en ciertos factores o elementos de competencia,
➢ Las partes podrían alegar la incomp. absoluta del juez en cualquier estado de la tramitación del juicio y
por distintas vías o medios.

* Primer factor: La Cuantía: es el valor pecuniario de la cosa que es objeto del asunto o negocio sometido a la
decisión del tribunal o el monto de la pena que el delito lleve consigo, según si se trata de asuntos civiles o penales.
* Segundo factor: La Materia: es la naturaleza del asunto sometido al conocimiento y decisión del tribunal.
Esto se determina por las leyes sustantivas, escapa al derecho procesal, es decir, se aplican las leyes de
fondo, las que, a su vez, están en relación con el litigio.
* Tercer factor: El Fuero: es la calidad personal o investidura de alguno de los litigantes, y en virtud del cual los
asuntos judiciales van a ser conocidos por un tribunal de mayor jerarquía,

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6.- Reglas de la competencia relativa. El Territorio: es el lugar geográfico que considera el legislador para
los efectos de determinar la competencia o es el lugar donde sucede el hecho que la ley considera para efectos de
la competencia.
Las reglas específicas que establece el Código Orgánico de Tribunales son las siguientes:

o Reglas de competencia relativa de los asuntos civiles contenciosos.


o Reglas de competencia relativa de los actos judiciales no contenciosos.
o Reglas de competencia relativa en materia penal.

9.- Reglas de turno y de distribución de causa: (tienen lugar cuando se han sido aplicadas las reglas de
competencia absoluta y relativa, porque primero tiene que establecerse el tribunal competente, o sea precisarlo en
cuanto a su territorio, y solamente en este caso va a ser posible aplicar estas reglas).

* Aplicación de las reglas de turno o de distribución de causa en materia civil:

A) Si en el lugar no existe Corte de Apelaciones: turno en la semana (artículo 175)


B) Si en el lugar existe Corte de Apelaciones: distinguir asuntos civiles contenciosos y no contenciosos:

o En los asuntos civiles contenciosos, deberá presentarse a la secretaría de la respectiva Corte de


Apelaciones toda demanda que se inicie y que deba conocer alguno de los jueces de letras, a fin de que
se designe el juez a quien corresponda su conocimiento (artículo 176, Código Orgánico de Tribunales).

o En los asuntos civiles no contenciosos, juzgado de letras que se encuentre de turno.

* Distribución de causa en materia penal:

Según el artículo 15 del cot, la distribución de las causas entre los jueces de los juzgados de garantía se
realizará de acuerdo a un procedimiento objetivo y general, que deberá ser anualmente aprobado por el comité de
jueces del juzgado a propuesta del juez presidente, o sólo por este último, según corresponda. Una situación
similar ocurre con la distribución de las causas entre las diversas salas de los tribunales orales en lo penal (artículo
17, inciso final, Código Orgánico de Tribunales).

* Excepciones a las reglas de turno y distribución de causa:

a) La demanda presentada en juicio iniciado por medidas prejudiciales (juez designado para tales)
b) La demanda presentada en juicio que se haya iniciado por una gestión preparatoria de la vía ejecutiva
( tribunal que haya conocido de dicha gestión preparatoria.)
c) La acción de desposeimiento, ( ante el tribunal que conoció de la gestión preliminar).
d) Las gestiones que se susciten con motivo de un juicio ya iniciado
e) La demanda de cumplimiento de una sentencia judicial, mismo tribunal que pronunció
f) Los exhortos civiles, (juez letrado que esté de turno )

* Naturaleza jurídica de las reglas de turno y de distribución de causa:

1) Un sector de la doctrina estima que estas reglas constituyen verdaderas normas de competencia,
2) Otra parte de la doctrina sostiene que estas reglas no son normas de competencia, sino que se trata de reglas
que tienen por finalidad distribuir equitativamente el trabajo entre los distintos tribunales en una misma
comuna o en un mismo territorio.

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10.- La prórroga de la competencia: “el acto a través del cual las partes, expresa o tácitamente, acuerdan en
someter el conocimiento de un acto judicial determinado a un tribunal relativamente incompetente y reuniéndose
los demás requisitos legales”.

* Requisitos de la prórroga de competencia:


➢ Que haya un convenio entre las partes en litigio.
➢ Que exista capacidad de las partes litigantes.
➢ Que se trate de un asunto civil contencioso.
➢ Que se trate de competencia de primera instancia.
➢ Que se trate de tribunales ordinarios de igual jerarquía.

* Efectos de la prórroga de competencia:

La prórroga de competencia produce importantes efectos, y que son los que a continuación se señalan:

- (efecto positivo) se atribuye competencia a un tribunal que naturalmente no la tiene.


- (efecto negativo se le quita o priva de competencia al tribunal que según la ley es naturalmente competente.
- afecta solamente a las partes que han intervenido en ella, pero no respecto de otras personas, como los
fiadores o codeudores (artículo 185, Código Orgánico de Tribunales).
- Sirve para convalidar actuaciones procesales que en principio serían nulas, especialmente en la prórroga
tácita.

11.- Conflictos de competencia: “aquella incidencia formulada por las partes con los tribunales, los tribunales
entre sí, o entre los tribunales de justicia con las autoridades políticas o administrativas, relacionado con su
competencia para conocer de un negocio determinado”.

1) CUESTIONES DE COMPETENCIA: Son aquellas incidencias que promueven o formulan las partes acerca
de la falta de atribuciones de un tribunal que ha sido requerido para conocer de un asunto y que, por lo
mismo, se estima que es incompetente.
a. Cuestiones de competencia por vía declinatoria:
b. Cuestiones de competencia por vía inhibitoria:

2) CONTIENDAS DE COMPETENCIA: Son los conflictos que se promueven entre los tribunales directamente
entre sí, cuando todos ellos estiman que tienen competencia para conocer de un determinado asunto judicial
(sentido positivo), o bien que ninguno de ellos se estima como competente (sentido negativo).
existen diferentes clases de contiendas de competencia;

a. Contiendas de competencia entre tribunales ordinarios entre sí:


b. Contiendas de competencia que se promuevan entre tribunales ordinarios y tribunales especiales, o bien
entre tribunales especiales entre sí:
c. Contiendas de competencia que se susciten entre los tribunales de justicia con las autoridades políticas
o administrativas que ejerzan funciones jurisdiccionales:
d. Contiendas de competencia que se promuevan entre tribunales arbitrales entre sí:
e. Contiendas de competencia que se susciten entre tribunales arbitrales con tribunales ordinarios o
tribunales especiales

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III. ORGANOS JURISDICCIONALES (TRIBUNALES DE JUSTICIA)

1.- Concepto y carácterísticas de Tribunales de Justicia:

Los Tribunales de Justicia “son aquellos órganos públicos que tienen por función primordial resolver
conflictos de intereses de relevancia jurídica con efecto de cosa juzgada, y sin perjuicio de poder cumplir otras
funciones”.
Las características principales y generales de los tribunales de justicia son los siguientes:

a) Se trata de un órgano público: La jurisdicción le corresponde ejercerla al Estado a través de los tribunales
y eso se debe a que los conflictos jurídicos siempre tienen que ser dirimidos por un órgano que es imparcial
y que está por sobre los litigantes, y además porque las partes no pueden hacerse justicia por ellos mismos.

b) Todos ejercen jurisdicción: Cada tribunal es absolutamente independiente para ejercer la jurisdicción e
interpreta el derecho como lo estime conveniente; cada tribunal es autónomo.

La clasificación más importante:.

1. Tribunales ordinarios:
2. Tribunales especiales:
3. Tribunales arbitrales:
.

2.- Principios fundamentales de la organización judicial:

❖ Principio de la independencia del Poder Judicial.


❖ Principio de inamovilidad de sus miembros.
❖ Principio de responsabilidad.
❖ Principio de legalidad.
❖ Principio de territorialidad.
❖ Principio de pasividad de los tribunales.
❖ Principio de sedentariedad.
❖ Principio de inavocabilidad.
❖ Principio de publicidad.
❖ Principio de gratuidad.
❖ Principio de gradualidad (regla del grado).

3.- Tribunales Ordinarios: son aquellos que constituyen la regla general en el sistema judicial de Chile, y se
caracterizan porque están contemplados y regulados en el Código Orgánico de Tribunales y porque detentan la
plenitud de la competencia.
integran el Poder Judicial como tribunales ordinarios de justicia: 1) La Corte Suprema; 2) Las Cortes de
Apelaciones; 3) Un ministro de la Corte de Apelaciones; 4) Un ministro de la Corte Suprema; 5) El presidente de
la Corte de Apelaciones de Santiago; 6) El presidente de la Corte Suprema; 7) Los juzgados de letras; 8) Los
tribunales de juicio oral en lo penal; y 9) Los juzgados de garantía.

I) JUZGADOS DE LETRAS: se encuentran regulados en el Título III del Código Orgánico de Tribunales, en
los artículos 27 y siguientes.

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* Concepto de los juzgados de letras: son tribunales unipersonales que ejercen jurisdicción normalmente en el
territorio de una comuna o agrupación de comunas, según lo que la ley les asigna a cada uno, y en los cuales
reside la plenitud de la competencia en primera instancia.

* Características de los juzgados de letras:

- Son tribunales ordinarios,


- Son tribunales unipersonales,
- Son tribunal de derecho,
- Son tribunales de competencia común,
- Son tribunales inferiores,
- Su territorio jurisdiccional es una comuna o agrupación de comunas.
- Son tribunales letrados,
- Son tribunales perpetuos,
- Tienen el carácter de permanente,
- Son remunerados por el Estado.

* Organización de los juzgados de letras:

1) El Juez de Letras:
2) El Secretario:
3) El Personal de Secretaría:

* Clasificación de los juzgados de letras:

a) Considerando la competencia o la extensión de la competencia que tiene el juzgado: con competencia común
y con competencia especial. Esto dependiendo si conocen o no causas civiles y criminales.
▪ Los juzgados de letras con competencia común son aquellos que se desempeñan como jueces de letras,
para conocer causas civiles y laborales, y como juez de garantía. Ejemplo: el juzgado de letras y de
garantía de Bulnes.
▪ Los juzgados de letras con competencia especial son conocen sólo materias civiles. Ejemplo: los
juzgados de letras de Concepción.

b) Desde el punto de vista del escalafón judicial o considerando la categoría del juzgado
▪ Los juzgados de letras de ciudad asiento de Corte de Apelaciones, son las de mayor categoría dentro
de estos tribunales. Ejemplo: los juzgados de letras de Concepción.
▪ Los juzgados de letras de ciudad asiento de capital de provincia, tienen un rango intermedio Ejemplo:
los juzgados de letras de Los Ángeles.
▪ Los juzgados de letras de comuna o agrupación de comunas: Ejemplo: el juzgado de letras de Tomé.

* Competencia de los juzgados de letras:

1. Competencia en materia civil contenciosa: En esta materia se distingue la competencia en única instancia y
en primera instancia:
2. Competencia en los asuntos judiciales no contenciosos: tienen la plenitud de la competencia.
3. Competencia de los asuntos encomendados a los jueces de garantía en caso de que se desempeñen como
tales:
4. Competencia especial de los jueces de letras de comunas asiento de Corte: Los jueces de letras de comunas
asiento de Corte conocerán en primera instancia:

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* Funcionamiento extraordinario de los juzgados de letras: tratándose de juzgados de letras que cuenten con un
juez y un secretario, las Cortes de Apelaciones podrán ordenar que los jueces se aboquen de un modo exclusivo
a la tramitación de una o más materias determinadas, de competencia de su tribunal, cuando hubiere retardo en el
despacho de los asuntos sometidos al conocimiento del tribunal o cuando el mejor servicio judicial así lo exigiere.

II) LOS TRIBUNALES UNIPERSONALES, ACCIDENTALES O DE EXCEPCION: Título IV del Código


Orgánico de Tribunales, denominado “De los presidentes y ministros de corte como tribunales unipersonales”, en
los artículos 50 a 53, inclusive.

* Designación de los tribunales accidentales:

* Competencia de los tribunales accidentales:


1) Ministro de la Corte de Apelaciones:
2) Presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago:
3) Ministro de la Corte Suprema:
4) Presidente de la Corte Suprema:

III) LAS CORTES DE APELACIONES:reguladas en el Título V del cot, en los arts 54 a 92 .

* Concepto de las cortes de apelaciones: Son tribunales colegiados a los cuales les corresponde, por regla general,
ejercer competencia de segunda instancia en su calidad de superior jerárquico de los jueces de letras, y dentro de
un territorio jurisdiccional que es más amplio que el de estos tribunales. Este territorio puede corresponder a una
o varias provincias o una región o parte de ella.

* Características de las cortes de apelaciones:

Las Cortes de Apelaciones presentan las siguientes características:

- Son tribunales ordinarios, puesto que están reglamentados en el Código Orgánico de Tribunales y forma
parte de la organización jerárquica del Poder Judicial.

- Son tribunales permanentes, puesto que han sido establecidos para funcionar en forma continua, se susciten
o no los asuntos en que deben intervenir.

- Son tribunales de derecho, es decir, deben fallar conforme a la ley.

- Son tribunales letrados, es decir los magistrados deben tener el título de abogado.

- Son tribunales de competencia común, ya que están facultados para conocer de toda clase de asuntos
cualquiera sea su naturaleza.

- Son tribunales colegiados, es decir, están constituido por varios jueces. Esta diversidad de jueces opera en
un plano de igualdad entre ellos.

- Son, normalmente, tribunales de segunda instancia, puesto que su misión fundamental es conocer de los
recursos de apelación. Por excepción, tienen competencia de primera o de única instancia.

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* Organización de las cortes de apelaciones:

Las Cortes de Apelaciones están organizados sobre la base de la siguiente estructura:

1. El Presidente: Las Cortes de Apelaciones serán regidas por un Presidente. Sus funciones durarán un año
contado del 1° de marzo y serán desempeñadas por los miembros del tribunal, turnándose cada uno por orden
de antigüedad en la categoría correspondiente del escalafón.
Este presidente tiene importantes funciones que cumplir dentro del tribunal, conforme al artículo 90
del Código Orgánico de Tribunales. Ejemplos: presidir el respectivo tribunal en todas sus reuniones públicas;
instalar diariamente la sala o salas, según el caso, en que está dividida la Corte de Apelaciones; formar o
confeccionar el último día hábil de cada semana, en conformidad a la ley, las tablas de que deba ocuparse el
tribunal o sus salas en la semana siguiente; etc.
Si las Cortes de Apelaciones cuentan con varias salas, independientemente del Presidente del tribunal
cada sala tiene también un presidente, que le corresponde al ministro más antiguo que la integra.

2. Los Ministros: Los ministros son los magistrados que integran la Corte de Apelaciones a los cuales les
corresponde el ejercicio de las funciones jurisdiccionales dentro del tribunal. Al respecto, el artículo 57,
inciso 2º, del Código Orgánico de Tribunales dice que “los demás miembros de las Cortes de Apelaciones
se llamarán Ministros y tendrán el rango y precedencia correspondientes a su antigüedad en la categoría
correspondiente del escalafón”.
Cada Corte de Apelaciones tiene un número variable de ministros de acuerdo a lo que la ley en cada
caso determine, entre los cuales se incluye al Presidente, porque es un ministro de Corte. Ejemplos: Las
Cortes de Apelaciones de Valparaíso y Concepción tendrán dieciséis miembros.
Los ministros son nombrados por el Presidente de la República, a propuesta en terna de la Corte
Suprema (artículo 78, inciso 6º, Constitución Política de la República), y se mantienen en sus cargos mientras
observen el buen comportamiento exigido por el constituyente (artículo 80, inciso 1º, Constitución Política
de la República).

3. Los Fiscales Judiciales: Son funcionarios auxiliares de la administración de justicia, que representan, ante
los tribunales, los intereses generales de la sociedad, y por lo mismo, le corresponde intervenir en aquellos
procesos en que se entienda que está comprometido el interés general, tanto en causas civiles como en causas
penales.. Estos funcionarios están regulados en los artículos 350 y siguientes del Código Orgánico de
Tribunales.
Su número es variable, pero debe haber como mínimo un fiscal por cada Corte; el máximo de fiscales
judiciales que establece la ley lo encontramos en la Corte de Apelaciones de Santiago, donde existen seis.
Los fiscales judiciales también son nombrados por el Presidente de la República, a propuesta en terna
de la Corte Suprema; y al igual que los ministros, gozan de inamovilidad en el ejercicio de su cargo.

4. Los Relatores: También es un funcionario auxiliar de la administración de justicia cuya función primordial
es la de informar a la Corte de Apelaciones de los distintos asuntos que deben conocer y, para estos efectos,
deben hacer una relación de los procesos. Este funcionario debe su existencia a la circunstancia de que se
trata de un tribunal colegiado, de lo contrario no existirían.
El número de relatores también es variable, de acuerdo al artículo 59 del Código Orgánico de
Tribunales. Ejemplos: la Corte de Apelaciones de Concepción tiene diez relatores y la de Santiago tiene
veintidós relatores.

5. El Secretario: Los secretarios son ministro de fe de la Corte de Apelaciones, encargados de autorizar todas
las providencias, despachos y actuaciones que emanen del tribunal y, además, le corresponde la custodia de
los procesos y documentos que estén en poder del tribunal.
La regla general es que cada Corte de Apelaciones tenga un solo secretario. Pero tratándose de la
Corte de Apelaciones de San Miguel y de Santiago tienen dos y tres respectivamente.
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6. El Personal de Secretaría: Cada Corte de Apelaciones tiene un número variable de personal subalterno y
que cumple con la misión de colaborar con las funciones propias del tribunal (de los ministros y del
secretario).

* Funcionamiento de las cortes de apelaciones:

La Corte de Apelaciones puede funcionar de dos formas: en forma ordinaria y en forma extraordinaria.

1) Funcionamiento ordinario: Este es el funcionamiento habitual, que tiene lugar en todos aquellos casos en
que la Corte funciona con el mismo número de salas que la ley le indica. Esto según lo que señala el artículo
61 del Código Orgánico de Tribunales. Este funcionamiento ordinario puede ser en pleno o en sala.

a. Funcionamiento ordinario en pleno: Es aquel en que la Corte funciona reunida como un solo cuerpo,
como una sola unidad jurisdiccional, con todos sus ministros titulares o a lo menos con la mayoría
absoluta que es el quórum mínimo para funcionar (artículo 67, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales);
y es presidido por el Presidente de la Corte de Apelaciones.
El funcionamiento en pleno es excepcional; lo normal es que funcione en salas. El artículo 66,
inciso 4º, del Código Orgánico de Tribunales indica los casos de excepción en que el tribunal debe
funcionar en pleno. Estos casos son los siguientes: 1) El ejercicio de las facultades disciplinarias,
administrativas y económicas; 2) El conocimiento de los desafueros de los Diputados y de los Senadores;
y 3) Los juicios de amovilidad en contra de los jueces de letras.

b. Funcionamiento ordinario en salas: Es el funcionamiento habitual y que se hace cuando las Cortes de
Apelaciones se dividen en unidades jurisdiccionales que se denominan “salas”, según lo que la ley señale
para cada Corte.
El artículo 61 del Código Orgánico de Tribunales señala cómo estarán divididas las Cortes en
salas. Ejemplo: Las Cortes de Apelaciones de Valparaíso y Concepción, se dividirán en cinco salas.
Cada sala representa a la Corte de Apelaciones en los asuntos de que conoce (artículo 66, inciso
2º, Código Orgánico de Tribunales), y está formada por tres ministros, salvo la primera sala que constará
de cuatro ministros (artículo 61, Código Orgánico de Tribunales). Formará parte de la primera sala el
Presidente de la Corte, sin embargo, es facultativo para él integrarla.
Las salas no podrán funcionar sin la concurrencia de tres jueces como mínimo (artículo 67, inciso
2º, Código Orgánico de Tribunales).
Para la constitución de las diversas salas en que se dividan las Cortes de Apelaciones para su
funcionamiento ordinario, se sortearán anualmente los miembros del tribunal, con excepción de su
Presidente, el que quedará incorporado a la primera sala, siendo facultativo para él integrarla. El sorteo
correspondiente se efectuará el último día hábil de enero de cada año (artículo 61, parte final, Código
Orgánico de Tribunales).
Si una sala no tiene a todos sus ministros titulares, en este caso el Presidente debe llamar a integrar
a otros funcionarios, pero la sala tiene que tener a lo menos un ministro titular para poder funcionar.
Debe haber al menos un ministro titular, seguidamente se llamará a integrar la sala al fiscal judicial y
posteriormente a los abogados integrantes hasta confeccionar el mínimo exigido por la ley (artículo 215,
inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales). La ley dice que el llamamiento que se hace a estos abogados
integrantes se hará de acuerdo al orden de su designación en la lista de su nombramiento (artículo 219,
Código Orgánico de Tribunales).

2) Funcionamiento extraordinario: Este funcionamiento tiene lugar cuando, para el desempeño de sus
funciones, la Corte de Apelaciones debe dividirse en un mayor número de salas de aquel que la ley establece.

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El motivo que justifica este funcionamiento extraordinario es lo que la ley denomina “retardo” en el
despacho de las causas (artículo 62, Código Orgánico de Tribunales).
De acuerdo al inciso 2º del artículo 62 del Código Orgánico de Tribunales, “se entenderá que hay
retardo cuando dividido el total de causas en estado de tabla y de las apelaciones que deban conocerse en
cuenta, inclusive las criminales, por el número de salas, el cuociente fuere superior a ciento”.
Producido este caso y si no bastaren los relatores en propiedad, el tribunal designará por mayoría de
votos los relatores interinos que estime conveniente, quienes gozarán durante el tiempo en que sirvieren de
igual remuneración que los titulares (artículo 62, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales).
Esta nueva sala se conformará por un ministro titular, por el fiscal judicial y con abogados integrantes
(artículo 62, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).
Cabe hacer presente, en todo caso, que las salas de las Cortes de Apelaciones no podrán funcionar
con mayoría de abogados integrantes, tanto en su funcionamiento ordinario como en el extraordinario
(artículo 215, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales).
Dentro del funcionamiento extraordinario la Corte de Apelaciones también lo puede hacer en pleno
o en sala (al igual que en el funcionamiento ordinario, lo normal es que sea en sala y excepcionalmente en
pleno).

* Tramitación de un asunto ante la corte de apelaciones:

En la Corte de Apelaciones, según la ley, la tramitación de los asuntos le corresponde a la primera sala -
naturalmente en los casos que las Cortes estén divididas en salas-; la cual, por este motivo, se denomina “sala
tramitadora” (artículo 70, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales), a menos que el asunto se encuentre radicado
en alguna de las otras salas del tribunal, en cuyo caso será esa misma sala la que tramite (artículo 70, inciso 4º,
Código Orgánico de Tribunales).
Para determinar si la resolución debe ser firmada por todos los ministros o por uno solo de ellos hay que
distinguir según sea la clase o materia de la resolución judicial (artículo 70, Código Orgánico de Tribunales):

- Si la resolución es de mero trámite (providencias de mera substanciación), basta la firma de un solo ministro,
que puede ser cualquiera de los que integra la sala.

- Si la resolución no es de mero trámite, deben firmar todos los ministros de la sala que corresponda.

Se entiende por “providencia de mera substanciación” las que tienen por objeto dar curso progresivo a los
autos, sin decidir ni prejuzgar ninguna cuestión debatida entre partes (artículo 70, inciso 3º, Código Orgánico de
Tribunales). En las Cortes de Apelaciones las resoluciones de mero trámite las dicta la sala tramitadora.
El fallo de segunda instancia, en tanto, debe tener las firmas de todos los ministros de la Corte de
Apelaciones.

* Forma de conocer y resolver los asuntos judiciales en las cortes de apelaciones:

El Código Orgánico de Tribunales dice, en el artículo 68, que las Cortes de Apelaciones resolverán los
asuntos “en cuenta”, o bien “previa vista de la causa”, según corresponda. Esto está referido a si la Corte de
Apelaciones debe conocer el asunto con o sin formalidades, porque el conocimiento en cuenta implica un
conocimiento informal; en cambio, el conocimiento previa vista de la causa es eminentemente formal, es decir,
hay que cumplir con una serie de formalidades en su desarrollo.
¿Qué materias la Corte resuelve en cuenta y previa vista de la causa?. Aquí debemos distinguir:

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 Conocerá en cuenta en todos aquellos asuntos que son de “mera tramitación”. Estos asuntos no deciden
nada de fondo y cuya finalidad es darle curso al proceso, y también se utiliza en todos aquellos casos
que la ley así lo disponga. Ejemplo: la admisibilidad de los recursos.

 Conocerá previa vista de la causa en la generalidad de las resoluciones de los asuntos sometidos al
conocimiento en una Corte, a menos que la ley diga lo contrario.

-o- Conocimiento “en cuenta”:

Este conocimiento significa que la Corte de Apelaciones se va a imponer del asunto sin emplear un
procedimiento especial ni formalidades, y esta cuenta no es otra cosa que la información que debe proporcionar
el relator al tribunal respecto del asunto judicial (también puede hacerlo excepcionalmente el secretario) en forma
privada, ya que en él no intervienen los abogados de las partes.
Esta es la forma que se utiliza para resolver cuestiones de mera tramitación y también tiene lugar en los
casos que la propia ley lo indique. Ejemplo: las peticiones de órdenes de no innovar, etc.

-o- Conocimiento “previa vista de la causa”:

Esta es la forma general o habitual en que los tribunales conocen de un asunto determinado. En ella, la
Corte de Apelaciones se va a imponer del asunto a través de un conjunto de actuaciones o trámites siguiendo un
procedimiento formal y dentro del cual tienen derecho a intervenir los abogados de las partes para formular los
alegatos.
Esta vista de la causa está conformada por una serie de trámites o formalidades que deben cumplirse, y
que son las siguientes:

Dictación de la resolución en relación y su notificación legal a las partes.


Inclusión del asunto judicial en tabla.
El anuncio.
La relación.
Los alegatos.

El anuncio, la relación y los alegatos se cumplen el mismo día de la vista de la causa (forman parte de la
vista de la causa propiamente tal).

1) DICTACION DE LA RESOLUCION EN RELACION Y SU NOTIFICACION LEGAL A LAS PARTES:


Es una resolución de mero trámite que se dicta para dar comienzo a la tramitación a la vista de la causa. La
dictación de la resolución “en relación” significa que la Corte ordena al relator a hacer, en forma privada, la
relación del proceso.
Esta resolución debe notificarse legalmente a las partes. Para saber cual es la forma legal de
notificación, habrá que distinguir si este decreto es o no la primera resolución que se dicta, debe notificarse
personalmente a las partes; en caso contrario se notificará simplemente por el estado diario.

2) INCLUSION DEL ASUNTO JUDICIAL EN TABLA: Para poder incluir el asunto “en tabla”, la causa tiene
que encontrarse en estado de poder figurar en tabla o, dicho de otro modo, debe encontrase en “estado de
relación”.
¿Cómo saber si el proceso está o no en estado de relación?. Esto se sabe mediante una certificación
que hace el relator de la causa. En consecuencia, se consideran expedientes en estado de relación “aquellos
que hayan sido previamente revisados y certificados al efecto por el relator que corresponda”.
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La TABLA es la nómina o listado de los asuntos judiciales que una Corte de Apelaciones debe tratar
durante una semana. Esta tabla la confecciona el Presidente el último día hábil de cada semana y contendrá
los asuntos que verá el tribunal en la semana siguiente y que se encuentren en estado de relación.
En cuanto a las menciones o requisitos de la tabla, se distinguen: a) las menciones esenciales y b) las
menciones no esenciales.

a) Las menciones esenciales son aquellas que nunca deben faltar en una tabla, es decir, son las menciones
mínimas que necesita el abogado para defender su causa. Estas menciones esenciales son las siguientes:

- El nombre de las partes, las que se individualizan en la forma que aparezca en la carátula del
respectivo expediente; además debe incluirse el número de rol del expediente o de la causa. Si las
partes son varias, se individualiza también como aparece en la carátula, en la cual se señala el primero
de los litigantes.

- El día en que la Corte va a tratar el asunto, esto es, el día de su dictación.

- El número de orden de cada causa dentro de la tabla.

- El número de sala, en el entendido que la Corte de Apelaciones está dividida en varias salas.

b) Las menciones no esenciales son aquellas cuya omisión no produce ninguna consecuencia, toda vez que
la ley no las exige. Estas menciones agregan otros datos de la causa, y son las siguientes:

- El nombre del relator.

- La agregación de una letra mayúscula que indica el trámite de la causa (A, C y D). La letra “D” si
se trata de una apelación de una sentencia definitiva; la letra “A” tratándose de una apelación de un
incidente o resolución que no sea una sentencia definitiva; y la letra “C” si consiste en un recurso de
casación en la forma.

- El número de suspensiones que haya podido tener el asunto, cuando corresponda.

¿Cuáles son las reglas legales para incluir el asunto en la tabla?. Estas reglas establecidas en el Código
Orgánico de Tribunales y en el Código de Procedimiento Civil, y son las siguientes:

✓ El asunto tiene que estar en “estado de relación”, que como vimos recién es el que ha sido previamente
revisado y certificado al efecto por el relator que corresponda.

✓ Figurarán en la tabla las causas a medida que van quedando en estado de relación y tan pronto tan pronto
como estuvieren en ese estado y de acuerdo con las fechas en que van quedando en dicho estado (se
incluirá las que quedaron primero y así sucesivamente).

✓ En las tablas deberá designarse un día de la semana para conocer las causas criminales y otro día distinto
para conocer las causas de familia, sin perjuicio de la preferencia que la ley o el tribunal les acuerden.

✓ Lo anterior es así a no ser que la causa tenga lo que se llama “goce de preferencia”. Si la causa goza de
preferencia no se va a respetar ese orden señalado. Esta preferencia puede ser de dos tipos: una general y
una especial.

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En cuanto a la preferencia general, se trata de causas que se van a incluir en la tabla ordinaria o
semanal antes de aquellas causas que no tienen ninguna preferencia y esto se debe a la materia del asunto.
Ejemplos: los alimentos provisionales, las cuestiones de competencia, la denegación de justicia, etc.
Respecto a la preferencia especial, se trata de asuntos que son urgentes, que no se pueden demorar,
y en este caso estos asuntos se van a incluir en una “tabla complementaria” o tabla extraordinaria (anexa
a la semanal) y que, de ser necesario, se hace diariamente. Ejemplos: las apelaciones relativas a la prisión
preventiva de los imputados u otras medidas cautelares personales en su contra; los recursos de amparo;
y las demás que determinen las leyes.

3) EL ANUNCIO: El anuncio es un aviso que se le da a las partes y, en general, al público de que la Corte de
Apelaciones va a comenzar a tratar algún asunto en tabla. Este anuncio se efectúa colocando en un lugar
visible un número que indica que se está tratando una causa según el orden de la tabla. Si la causa fuera
agregada se incluye una letra “A”. Este número se mantiene fijo todo el tiempo dure la vista de la causa
mientras no se pasa al asunto siguiente.
Las otras causas que por cualquier motivo no se pudieran ver (por petición de suspensión, por
inhabilitación de algún ministro, por falta de tiempo) serán anunciadas aparte, el relator las anuncia antes de
comenzar la relación de las demás, para que los abogados lo sepan y en un papel aparte.

4) LA RELACION: Es una exposición o información razonada, metódica y objetiva que proporciona el relator
a la Corte de Apelaciones, mediante la cual los ministros quedan instruidos o toman conocimiento de cada
uno de los asuntos que tienen que conocer o resolver. Esto se debe a que estamos en presencia de un tribunal
colegiado, por ello es sumamente difícil que los ministros tomen conocimiento personalmente de cada causa.
El relator se limita a narrar el proceso, y no puede hacer comentarios a título personal sobre lo que
está escrito. Los ministros, mientras dure la relación, pueden formular preguntas o hacer observaciones al
relator, las que en caso alguno podrán ser consideradas como causales de inhabilidad.
A este trámite se permite la presencia de los abogados de las partes que hayan asistido y que se
hubieren anunciado para alegar. En todo caso, los abogados no pueden intervenir, como tampoco pueden
ingresar a la sala una vez que la relación ha comenzado.

5) LOS ALEGATOS: Constituye el último trámite de la vista de la causa. Los alegatos se definen como las
defensas verbales que se formulan ante los tribunales colegiados de los derechos de alguna de las partes. La
ley señala que sólo pueden realizar estas defensas orales en una Corte los abogados habilitados para el
ejercicio de la profesión, o bien, por excepción, se permite que puedan hacerlo aquellos postulantes que estén
haciendo su práctica para obtener el título de abogado en las Corporaciones de Asistencia Judicial (artículo
527, Código Orgánico de Tribunales).
En cuanto a las reglas sobre los alegatos que establece la ley, este trámite está previsto en el artículo
223 del Código de Procedimiento Civil y también en el autoacordado de la Corte Suprema sobre vista de la
causa del año 1994.

a. Todo aquel que quiera alegar una causa deberá anunciarse previa y personalmente con el relator de la
causa. Este acuerdo debe hacerse antes de que se inicien las audiencias y hay que señalarle también al
relator el tiempo aproximado que va a ocupar para su alegato.

b. Los abogados que se anunciaron para formular los alegatos tienen derecho a asistir a la relación, y para
estos abogados constituye una obligación hacerlo.

c. Concluida la relación, se procederá a escuchar, en audiencia pública, los alegatos de los abogados que
se hubieren anunciado. En la audiencia respectiva deberá procederse en el siguiente orden: 1) alegará
primero el abogado del apelante o recurrente; y 2) en seguida alegará el abogado del apelado o recurrido,
y después que el presidente de la sala le dé la palabra.

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Si hubiere pluralidad de partes, es decir, si son varios los apelantes, alegarán los abogados en el
orden en que se hayan interpuesto las apelaciones o recursos. Si son varios los apelados o recurridos, los
abogados intervendrán por el orden alfabético de las partes que representan.
La duración de los alegatos de cada abogado se limitará a media hora como tiempo máximo en la
apelación. Este plazo el tribunal podría prorrogarlo si el interesado así lo pide.

d. Los abogados tienen derecho, durante esta audiencia, una vez que ha concluido su alegato, a rectificar
“errores de hecho”. Los abogados tienen derecho solamente a rectificar los errores de hecho que
observen de la parte contraria, naturalmente sin interrumpir al otro; sin que les sea permitido replicar en
lo concerniente a puntos de derecho.

e. Los alegatos son siempre verbales, lo cual significa que se prohíbe presentar defensas escritas y no se
permite, además, leer en los alegatos, sin perjuicio que el abogado pueda llevar una minuta de su alegato,
la que tampoco puede leer.

f. El abogado tiene absoluta libertad para desarrollar su alegato de la manera que estime pertinente. La
ley esto no lo regula, sin perjuicio de que establece que el presidente de la sala invite a los abogados a
alegar sobre puntos concretos que el tribunal considere importante, “pero esta invitación no obstará a la
libertad del defensor para el desarrollo de su exposición”.

g. La duración de los alegatos de cada abogado se limitará a media hora. El tribunal, sin embargo, y a
petición del interesado, podrá prorrogar el plazo por el tiempo que estime conveniente.

h. Al término de la audiencia, los abogados podrán dejar a disposición del tribunal una minuta de sus
alegatos.

i. La ley establece una sanción para aquellos abogados que se anunciaron para alegar o para oír la
relación y no lo hicieron. Esta sanción la realiza la misma Corte de Apelaciones, para estos efectos, el
presidente de la sala oirá al interesado, y, si encontrare mérito para sancionarlo, le aplicará una multa no
inferior a una ni superior a cinco unidades tributarias mensuales, la que se duplicará en caso de reiteración
de la falta dentro de un mismo año calendario.
El abogado sancionado no podrá alegar ante esa misma Corte mientras no certifique el secretario
de ella, en el correspondiente expediente, que se ha pagado la multa impuesta.

¿Qué ocurre al término de la vista de la causa?. Terminada la vista de la causa, corresponde que la Corte
resuelva sobre el asunto que ha sido puesto a su conocimiento. Aquí hay dos posibilidades:

- Que la causa se resuelva de inmediato, tan pronto como termine la vista de la causa.
- Que la causa no se resuelva de inmediato, que se difiera o postergue la resolución del asunto sometido al
conocimiento del tribunal.

En cualquiera de los dos casos, como el tribunal es colegiado, para adoptar una decisión (para dictar
resolución en el asunto) es necesario que exista “acuerdo” entre los miembros del tribunal. En la práctica se suele
decir que una causa ha quedado en acuerdo precisamente cuando la decisión no se toma de inmediato.
Dependiendo de la complejidad del asunto y de la urgencia se falla o no de inmediato.
Excepcionalmente puede ocurrir que sea necesaria una nueva vista de la causa. Esto va a suceder cuando
ocurran ciertos hechos entre el término de la vista de la causa y el acuerdo, y se refieren a hechos que impiden
adoptar el acuerdo. Ejemplo: el fallecimiento de algún ministro, o la destitución de algún magistrado, etc.

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* Los acuerdos en las cortes de apelaciones:

Los acuerdos no son otra cosa que las discusiones de carácter privado de los miembros del tribunal
colegiado respecto del asunto judicial sometido a su conocimiento y específicamente tendiente a obtener el fallo
o resolución del mismo.
Estos acuerdos son secretos, no pueden estar presentes las partes. Esta norma es sin perjuicio de que la
Corte pueda llamar a los relatores u otros funcionarios cuando lo estimen necesario (artículo 81, Código Orgánico
de Tribunales).
¿Quiénes toman parte en los acuerdos?. Deben tomar el acuerdo todos los miembros que concurrieron a
la vista de la causa. La ley establece, para estos efectos, una obligación a los relatores y que consiste en dejar
constancia en el expediente de que ministros estuvieron presentes.
¿Cuándo se entiende que hay acuerdo?. Desde el punto de vista legal, hay acuerdo para adoptar un fallo
cuando existe mayoría legal de votos sobre la parte resolutiva de la sentencia y al menos sobre uno de sus
fundamentos (artículo 85, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).
En una Corte de Apelaciones las resoluciones tienen que adoptarse por mayoría, los ministros deben
deliberar. La “mayoría legal” se produce cuando hay mayoría absoluta de votos conformes de miembros del
tribunal que concurrieron a la vista de la causa, sin perjuicio que la ley establezca una mayoría distinta.
En cuanto a cómo debe procederse en el acuerdo, esta materia está prevista en el artículo 83 del Código
Orgánico de Tribunales.
Respecto al orden de votación de los ministros, dará primero su voto el ministro menos antiguo y
continuarán los demás en orden inverso al de su antigüedad; el último voto es del Presidente. Lo anterior se
justifica para que éste no tenga influencia en los demás miembros.
Terminado el acuerdo debe procederse a la redacción de la sentencia. Por ello siempre hay que nombrar
un ministro redactor, quien tiene que elaborar un “proyecto de sentencia”, de acuerdo con la decisión del tribunal,
que tiene que ser aprobado por el resto de los ministros.
Puede ocurrir además que no todos los ministros tengan la misma opinión. Si esto llega a ocurrir, ese
ministro debe redactar el “voto disidente” de la minoría del fallo, porque debe ser incluido ese voto de minoría
en el fallo.
En cuanto a los votos disidentes, la ley dice que en cada Corte habrá un libro, denominado de acuerdos,
en el cual los miembros que no opinaren como la mayoría deberán exponer y fundar su voto particular en los
asuntos en que hubiere conocido el tribunal. Podrán también consignarse en el libro las razones especiales que
algún miembro de la mayoría haya tenido para formar sentencia, y que no hubieren insertado en la misma.
Finalmente, este libro de acuerdos quedará en la secretaría de la Corte de Apelaciones y podrá ser
consultado por cualquiera que demuestre interés en ello.

* Competencia de las cortes de apelaciones:

Se suele clasificar la competencia de una Corte de Apelaciones y se distingue en:

➢ Competencia de la corte en única instancia.


➢ Competencia de la corte en primera instancia.
➢ Competencia de la corte en segunda instancia.
➢ Competencia de la corte por vía de consulta.

1. Competencia de las cortes de apelaciones en única instancia: Las Cortes de Apelaciones conocerán en única
instancia, los siguientes asuntos:

a. De las recusaciones en contra de jueces de letras de la jurisdicción de la Corte de Apelaciones de que se


trata.
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b. De los recursos de hecho que se deduzcan en contra de las resoluciones dictadas por jueces de letras
cuando éstos han cometido errores al pronunciarse acerca de un recurso de apelación.

c. De las contiendas de competencia entre tribunales de su jurisdicción, o contiendas de competencia que


intervengan tribunales arbitrales.

d. De la implicancia de los miembros que sirven en la propia Corte de Apelaciones con exclusión del
miembro o miembros de cuya implicancia se trata.

e. De los recursos de casación en la forma que se interpongan en contra de las sentencias dictadas por los
jueces de letras de su territorio jurisdiccional o por uno de sus ministros, como tribunales unipersonales,
y de las sentencias definitivas de primera instancia dictadas por jueces árbitros.

f. De los recursos de nulidad interpuestos en contra de las sentencias definitivas dictadas por un tribunal
con competencia en lo criminal, cuando corresponda de acuerdo a la ley procesal penal.

g. De los recursos de queja que se deduzcan en contra de jueces de letras, jueces de policía local, jueces
árbitros y órganos que ejerzan jurisdicción, dentro de su territorio jurisdiccional.

h. De la extradición activa.

i. De las solicitudes que se formulen, de conformidad a la ley procesal, para declarar si concurren las
circunstancias que habilitan a la autoridad requerida para negarse a proporcionar determinada
información, siempre que la razón invocada no fuere que la publicidad pudiere afectar la seguridad
nacional.

2. Competencia de las cortes de apelaciones en primera instancia: En este grado jurisdiccional le corresponde
conocer a las Cortes de Apelaciones:

a. De los desafueros de diputados y senadores, para los efectos de perseguir la comisión de algún delito que
cometan estas autoridades.

b. De los recursos de amparo, que tienen por finalidad proteger la garantía constitucional de la libertad
personal y la seguridad individual cuando no se han guardado las formas que la Constitución indica.

c. De los recursos de protección, que tienen por objeto cautelar las otras garantías indicadas en el artículo
20 de la Constitución que la propia Carta Fundamental asegura a todos los individuos.

d. De los procesos por amovilidad que se entablen en contra de los jueces de letras.

e. De las querellas de capítulos.

f. Del ejercicio de las facultades disciplinarias, administrativas y económicas de los tribunales.

3. Competencia de la cortes de apelaciones de segunda instancia: Esta es la regla general en las Cortes de
Apelaciones, tal como lo indica su nombre. Los distintos casos de apelaciones que puede conocer una Corte
de Apelaciones son los siguientes:

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a. De las apelaciones que se deduzcan en causas civiles, de familia y del trabajo y de los actos no
contenciosos de que hayan conocido en primera los jueces de letras de su territorio jurisdiccional o uno
de sus ministros, como tribunal de excepción.

b. De las apelaciones interpuestas o deducidas en contra de las resoluciones pronunciadas por un juez de
garantía.

c. De las apelaciones que se puedan deducir en contra de resoluciones dictadas por árbitros de derecho o
mixtos cuando estos conozcan de materias propias de una Corte de Apelaciones.

d. De las apelaciones que se deducen en contra de las resoluciones que dicten los jueces de policía local de
la misma jurisdicción de la Corte de Apelaciones en aquellos casos que la ley establece el recurso, porque
no siempre procede.

e. De las apelaciones y casaciones contra una sentencia arbitral, cuando de haberse tratado de un tribunal
ordinario le hubiere correspondido su conocimiento.

4. Competencia de la cortes de apelaciones por vía de consulta: En conformidad a lo dispuesto en el artículo


63, nº 4, del Código Orgánico de Tribunales, las Cortes de Apelaciones conocerán además “de las consultas
de las sentencias civiles dictadas por los jueces de letras”. La consulta es un trámite procesal a través del
cual un tribunal superior va a revisar una resolución dictada por un inferior cuando no se haya deducido el
recurso de apelación y en los casos que la ley lo indique.
Esta es una competencia excepcional porque está restringida a los casos que la ley lo indique y
procede solamente en causas civiles.
Ejemplos: la consulta de la sentencia definitiva pronunciada en las causas de nulidad de matrimonio
y divorcio, de acuerdo a la Ley de Matrimonio Civil; o la consulta en los juicios de hacienda si la sentencia
es desfavorable al Fisco. Antiguamente la consulta abarcaba materias penales, sin embargo, a raíz de la
reforma procesal penal, se eliminó esta posibilidad.

IV) LA CORTE SUPREMA:

La Corte Suprema es el tribunal de mayor jerarquía del país y ejerce jurisdicción en todo Chile, y se
encuentra regulada en el Título VI del Código Orgánico de Tribunales, en los artículos 93 y siguientes.

* Concepto de la Corte Suprema:

La Corte Suprema es un tribunal colegiado de carácter permanente que ejerce jurisdicción sobre todo el
territorio de la República y que tiene la superintendencia directiva, correccional y económica de los tribunales de
la Nación, con excepción del tribunal constitucional, el tribunal calificador de elecciones y los tribunales
electorales regionales.

* Características de la Corte Suprema:

En cuanto a las características de la Corte Suprema, el máximo tribunal del país presenta las siguientes:

- Es un tribunal ordinario, porque se encuentra reglamentado en el Código Orgánico de Tribunales y forma


parte de la organización jerárquica del Poder Judicial.

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- Es un tribunal permanente, porque ha sido establecido para funcionar en forma continua, se susciten o no
los asuntos propios de su competencia.

- Es un tribunal de derecho, ya que debe fallar conforme a la ley.

- Es un tribunal letrado, toda vez que sus magistrados deben poseer el título de abogado.

- Es un tribunal de competencia común, de manera que está facultado para conocer de toda clase de asuntos,
cualquiera sea su naturaleza.

- Es un tribunal superior, y aún más, es el tribunal de mayor jerarquía de la organización judicial en Chile.

- Es un tribunal colegiado, porque está constituido por varios jueces.

- Ejerce jurisdicción sobre todo el territorio de la República, a diferencia de las Cortes de Apelaciones que
ejercen jurisdicción en un territorio determinado.

- Su competencia es en última instancia.

* Funciones de la Corte Suprema:

Las funciones que ejerce la Corte Suprema, en relación al carácter de tribunal de más alta jerarquía, son
las siguientes:

a) Ejerce la superintendencia directiva, correccional y económica de todos los tribunales de la República, con
excepción del tribunal constitucional, el tribunal calificador de elecciones y los tribunales electorales
regionales.

b) Vela por la correcta y uniforme aplicación de las leyes por parte de los tribunales, para cuyo efecto, en uso
de sus facultades disciplinarias, pueden invalidar resoluciones jurisdiccionales en los casos y forma que
establezca la ley orgánica constitucional respectiva. Para estos efectos, la Corte Suprema tiene competencia
exclusiva para conocer de los recursos de casación en el fondo.

c) Informan la jurisprudencia a través del conocimiento de los distintos recursos procesales, particularmente a
través del recurso de casación.

d) Además, la Corte Suprema tiene otras obligaciones que le imponen las leyes. Ejemplos: dar cuenta al
Presidente de la República de las dudas y dificultades que les hayan ocurrido en la inteligencia, aplicación
de las leyes y vacíos que noten en ellas (artículo 5º, Código Civil; y artículo 102, nº 4, Código Orgánico de
Tribunales).

* Organización de la Corte Suprema:

En cuanto a su organización estructural, integran la Corte Suprema:

1. El Presidente de la Corte Suprema: El presidente de la Corte Suprema es un ministro nombrado por el propio
tribunal de entre sus miembros y durará en sus funciones dos años, no pudiendo ser reelegido (artículo 93,
inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales). Debe cumplir funciones parecidas a las que realiza el Presidente
de la Corte de Apelaciones. Ejemplo: le corresponde la tramitación de los asuntos, ya que él es quien dicta
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las resoluciones de mero trámite; debe formar la tabla para cada sala, según el orden de preferencia asignado
a las causas; etc.

2. Los Ministros: La Corte Suprema se compone de veintiún miembros, uno de los cuales es su Presidente
(artículo 93, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales; y artículo 78, inciso 2º, Constitución Política de la
República).
Estos miembros se llamarán Ministros y gozarán de precedencia los unos respecto de los otros por el
orden de su antigüedad (artículo 93, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales). El nombramiento de los
ministros de la Corte Suprema los hace el Presidente de la República que elige de una quina o nómina de
cinco personas que, en cada caso, propondrá la propia Corte Suprema, y con acuerdo del Senado. Cinco de
los miembros de la Corte Suprema deben ser abogados extraños a la administración de justicia, y deben
cumplir con los requisitos que la Carta Fundamental establece, esto es, deben tener a lo menos quince años
de título, haberse destacado en la actividad profesional o universitaria y cumplir los demás requisitos que la
ley establece.

3. El Fiscal Judicial: Es el jefe de la Fiscalía Judicial, que forma parte de los auxiliares administración de
justicia, y su función principal es representar los intereses generales de la sociedad ante los tribunales de
justicia. En la Corte Suprema hay un solo fiscal judicial a diferencia de lo que acontece en las Cortes de
Apelaciones, en donde puede haber más de uno. El fiscal judicial, éste es designado por el Presidente de la
República, quien es elegido de una quina que, en cada caso, propondrá la misma Corte Suprema, y con
acuerdo del Senado.

4. Los Relatores: Cumplen exactamente la misma función que hacen los relatores de las Cortes de Apelaciones,
que no es otra cosa que la de informar a la Corte de los asuntos que deben conocer considerando que se trata
de un tribunal colegiado. Hace lo que se llama la “relación” de los procesos. La Corte Suprema consta de
ocho relatores, y son nombrados el Presidente de la República en terna confeccionada por la Corte Suprema,
a menos que la Corte acuerde, por mayoría absoluta de sus miembros en ejercicio, omitir la terna y someter
al Presidente de la República una propuesta uninominal.

5. El Secretario: Al igual que el de las Cortes de Apelaciones es ministro de fe pública dentro del tribunal,
encargado de autorizar todas los actos, despachos y diligencias de la Corte Suprema, así como custodiar los
procesos, etc. Para ser secretario es menester ser abogado.

6. El Prosecretario: Este funcionario no existe en ningún otro tribunal de la República. Tiene como función
primordial subrogar al secretario cuando corresponda en su ausencia; además, dependiendo de lo que la
Corte disponga, podrá desempeñarse como relator del tribunal. El nombramiento del prosecretario de la
Corte Suprema se hará a propuesta de ese tribunal y sólo podrá recaer en persona con título de abogado.

7. Personal de Secretaría: Es el personal subalterno que colabora en las actividades propias del tribunal. Aquí
hay una novedad, ya que se contempla en la ley que especialmente forman parte de este personal “cinco
oficiales auxiliares” que prestan sus servicios como escribientes de los miembros del tribunal en la forma
que la propia Corte Suprema lo estime. Estos oficiales son nombrados por el Presidente de la República, a
propuesta de la Corte Suprema; y deberán haber cursado cuarto año de la carrera de Derecho, a lo menos, y
durarán sólo tres años en sus funciones.

* Funcionamiento de la Corte Suprema:

En la Corte Suprema, al igual que en las Cortes de Apelaciones, existe el funcionamiento ordinario y el
extraordinario, y también puede funcionar en salas especializadas o en pleno (artículo 95, Código Orgánico de

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Tribunales). La determinación de la forma de funcionamiento corresponde a la propia Corte (artículo 95, inciso
2º, Código Orgánico de Tribunales).
En la Corte Suprema, es el propio tribunal el que determina una u otra forma de funcionamiento. Aquí el
retardo no es la única causal para funcionar extraordinariamente. En el funcionamiento, tanto el ordinario como
el extraordinario, la Corte decide en salas que son “especializadas”, a diferencia de lo que ocurre en la Corte de
Apelaciones donde no cuentan con salas de este tipo.
Al hablar de SALAS ESPECIALIZADAS nos estamos refiriendo a que cada sala conocerá de ciertas
materias que son de competencia de la Corte Suprema, a diferencia de lo que ocurre en las Cortes de Apelaciones
donde conocen indistintamente, cualquiera de sus salas, de todas las materias que sean de competencia de dicho
tribunal.

a) Funcionamiento ordinario de la Corte Suprema: Es el funcionamiento habitual que tiene la Corte Suprema,
en cuyo caso funcionará dividida en tres “salas especializadas” para conocer materias que la ley determine.
La distribución de las tres salas especializadas en el funcionamiento ordinario es la siguiente:

- La Primera Sala o “sala civil”, que conoce materias de índole civil.


- La Segunda Sala o “sala penal”, que conoce materias de índole penal.
- La Tercera Sala o “sala constitucional”, que conoce de asuntos constitucionales y contencioso
administrativo.

Para el funcionamiento en pleno, como indicamos, es necesario un texto legal expreso que así lo
ordene, requiriéndose de la concurrencia de a lo menos once de sus miembros.

b) Funcionamiento extraordinario de la Corte Suprema: Es aquel que ocurre cuando la Corte Suprema funciona
dividida en cuatro salas especializadas, las que se distribuyen de la siguiente manera:

- La Primera Sala o “sala civil”.


- La Segunda Sala o “sala penal”.
- La Tercera Sala o “sala constitucional”.
- La Cuarta Sala o “sala laboral o previsional”.

Si la Corte Suprema funciona extraordinariamente, al igual que en la Corte de Apelaciones, es


necesario llamar a nuevos relatores, quienes gozarán de igual remuneración que los titulares (artículo 95,
inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales).

Todo esto sin perjuicio de entregarle a todas las salas del tribunal el conocimiento del recurso de
protección, tanto para el funcionamiento ordinario como para el funcionamiento extraordinario. Esto porque los
recursos de protección han proliferado de tal manera que la Tercera Sala se ha visto recargada para conocer de
todos esos recursos que se deducen ante la Corte Suprema, por lo tanto, se distribuyó en todas sus salas para que
sea equitativo.
Corresponderá a la propia Corte Suprema, mediante autoacordado, establecer la forma de distribución de
sus miembros entre las diversas salas de su funcionamiento ordinario o extraordinario. La distribución de
ministros que se efectúe permanecerá invariable por un período de, a lo menos dos años (artículo 99, inciso 5º,
Código Orgánico de Tribunales). La ley permite previamente que la misma Corte Suprema, siempre mediante
autoacordado, pueda modificar la distribución de las materias de que conoce entre las distintas salas, cuando una
repartición más equitativa de las mismas así lo requiera (artículo 99, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales).
Lo otro novedoso es que el Presidente de la Corte Suprema puede integrar cualquiera de las salas, a
diferencia del Presidente de la Corte de Apelaciones que se integra a la Primera Sala. La integración a las salas
del Presidente de la Corte será facultativa (artículo 95, inciso 6º, Código Orgánico de Tribunales).
Cada sala en que se divida la Corte Suprema será presidida por el ministro más antiguo, cuando no esté
presente el Presidente de la Corte (artículo 95, inciso 7º, Código Orgánico de Tribunales).
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El quórum para que la Corte Suprema funcione en sala es de al menos de cinco ministros; pero, a diferencia
de lo que sucede en las Cortes de Apelaciones, la ley señala que las salas de la Corte Suprema no pueden funcionar
con abogados integrantes, de lo que se deduce que debe funcionar con ministros del propio tribunal, tanto en su
funcionamiento ordinario como en el extraordinario. En cuanto al pleno, éste requerirá de un quórum de al menos
once miembros del tribunal para poder funcionar de esa manera.

* Competencia de la Corte Suprema:

Aquí hay que distinguir entre la competencia que le corresponde al tribunal pleno y aquella que le
corresponde a las salas.

1) Competencia de la Corte Suprema en pleno: Conforme al artículo 96 del Código Orgánico de Tribunales,
corresponde a la Corte Suprema en pleno, entre otras materias, las siguientes:

a. Conocer de las apelaciones que se deduzcan en las causas por desafuero de de senadores y diputados de
acuerdo al artículo 61 de la Constitución.

b. Conocer, en segunda instancia, de los juicios de amovilidad fallados en primera por las Cortes de
Apelaciones o por el Presidente de la Corte Suprema, seguidos contra jueces de letras o Ministros de
Cortes de Apelaciones, respectivamente.

c. Ejercer las facultades administrativas, disciplinarias y económicas que las leyes le asignan, sin perjuicio
de las que les correspondan a las salas en los asuntos de que estén conociendo.

d. Informar al Presidente de la República, cuando se solicite su dictamen, sobre cualquier punto relativo a
la administración de justicia y sobre el cual no exista cuestión de que deba conocer.

e. Conocer de todos los asuntos que leyes especiales le encomiendan expresamente.

2) Competencia de la Corte Suprema en salas: Según el artículo 98 del Código Orgánico de Tribunales, las
salas de la Corte Suprema conocerán las siguientes materias:

a. De los recursos de casación en el fondo.

b. De los recursos de casación en la forma interpuestos contra las sentencias dictadas por las Cortes de
Apelaciones o por un tribunal arbitral de segunda instancia constituido por árbitros de derecho en los
casos en que estos árbitros hayan conocido de negocios de la competencia de dichas Cortes.

c. De los recursos de nulidad interpuestos en contra de las sentencias definitivas dictadas por los tribunales
con competencia en lo criminal, cuando corresponda de acuerdo a la ley procesal penal.

d. De las apelaciones deducidas contra las sentencias dictadas por las Cortes de Apelaciones en los recursos
de amparo y de protección.

e. De los recursos de revisión y de las resoluciones que recaigan sobre las querellas de capítulos.

f. En segunda instancia, de las causas a que se refieren los números 2° y 3° del artículo 53 del Código
Orgánico de Tribunales, es decir, de las demandas civiles que se entablen contra uno o más miembros o
fiscales judiciales de las Cortes de Apelaciones para hacer efectiva su responsabilidad por actos

23
cometidos en el desempeño de sus funciones, y de las causas de presas y demás que deban juzgarse con
arreglo al Derecho Internacional.

g. De los recursos de queja.

h. De los recursos de queja en juicio de cuentas contra las sentencias de segunda instancia dictadas con falta
o abuso, con el solo objeto de poner pronto remedio al mal que lo motiva.

i. De las solicitudes que se formulen, de conformidad a la ley procesal, para declarar si concurren las
circunstancias que habilitan a la autoridad requerida para negarse a proporcionar determinada
información o para oponerse a la entrada y registro de lugares religiosos, edificios en que funcione una
autoridad pública o recintos militares o policiales.

j. De los demás negocios judiciales de que corresponda conocer a la Corte Suprema y que no estén
entregados expresamente al conocimiento del pleno.

Debe tenerse presente que, de acuerdo a lo que dispone el artículo 97 del Código Orgánico de Tribunales,
las sentencias que dicte la Corte Suprema al fallar los recursos de casación de fondo y forma, de nulidad en materia
penal, de queja, de protección y de amparo, así como la revisión de sentencias firmes, no son susceptibles de
recurso alguno, salvo el de aclaración, rectificación y enmienda que establece el artículo 182 del Código de
Procedimiento Civil (artículo 97, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

* Tramitación en la Corte Suprema:

Esta tramitación le corresponde al Presidente del tribunal, lo que constituye una novedad respecto de la
tramitación de los asuntos en las Cortes de Apelaciones (la que corresponden a la Primera Sala o “sala
tramitadora”). En la Corte Suprema, quien dicta los decretos o resoluciones de mero trámite es el Presidente de
la Corte y no la Primera Sala (artículo 105, nº 3, Código Orgánico de Tribunales).
Para los efectos de que el asunto judicial sea entregado a alguna de las salas, no hay sorteo para ello (como
ocurre en las Cortes de Apelaciones), porque las salas son especializadas, de manera que el Presidente distribuye
directamente los asuntos a las salas que corresponda según sea la especialidad de la materia que la Corte va a
conocer.

* Forma de conocer y resolver de la Corte Suprema:

La Corte Suprema, al igual que las Cortes de Apelaciones, puede conocer y resolver los asuntos en cuenta
o previa vista de la causa. Así se desprende del artículo 104 del Código Orgánico de Tribunales.
En este caso, se aplican las mismas normas que rigen en las Cortes de Apelaciones; es decir, para
determinar qué asuntos se conocen en cuenta y qué asuntos se conocen previa vista de la causa, hay que atender
a la naturaleza del asunto judicial de que se trata:

• Si se trata de un asunto que es de mero trámite, se resolverá “en cuenta”. Lo mismo cabe señalar en todas
aquellas materias que dicen relación a las facultades disciplinarias, conservadoras y económicas, que también
se resuelven de esta manera.

• Por el contrario, en general todas las materias contenciosas, civiles o penales, y todos los asuntos no
contenciosos, se deben conocer “previa vista de la causa”; en general porque en cada caso hay que ver lo que
la ley disponga.

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En cuanto a la vista de la causa, en la Corte Suprema sigue las mismas reglas de las Cortes de Apelaciones.
También hay que cumplir con los mismos trámites o actuaciones que se cumplen en la Corte de Apelaciones.
En cuanto a las formalidades hay algunas variaciones en la vista de la causa dependiendo de la naturaleza
del asunto:

✓ La duración de los alegatos es más largo que el establecido para alegar ante la Corte de Apelaciones.

✓ En este caso, es el Presidente de la Corte Suprema quien forma la tabla para cada sala, según el orden de
preferencia asignado a las causas.

✓ En el caso de la cuenta diaria de la Corte Suprema, ésta le corresponde despacharla al Presidente de este
tribunal, también de acuerdo a las atribuciones específicas que le entrega la ley.

V) LOS JUZGADOS DE GARANTIA:

Los Juzgados de Garantía se encuentran regulados en el párrafo 1º del Título II del Código Orgánico de
Tribunales, en los artículos 14 a 16, inclusive.

* Concepto y características de los juzgados de garantía:

Son aquellos tribunales que están constituidos por uno o más jueces, con competencia en un mismo
territorio jurisdiccional, y que se dividen en secciones de varios jueces que resuelven unipersonalmente los
asuntos sometidos a su conocimiento (artículo 14, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).
Las características más importantes que presentan estos tribunales son:

- Son tribunales ordinarios, porque están regulados por el Código Orgánico de Tribunales y forman parte de
la organización jerárquica del Poder Judicial.

- Son tribunales unipersonales, pero tiene composición múltiple. Eso quiere decir que cada tribunal está
compuesto por un número variable de jueces y cada uno de ellos detenta la plenitud de la jurisdicción en
forma independiente.

- Son tribunales de derecho, es decir, resuelven conforme a la ley.

- Son tribunales letrados, es decir, los jueces deben tener el título de abogado.

- Su competencia es de primera instancia.

- Son tribunales inferiores, en relación a los que tienen el carácter de superiores.

- Son tribunales permanentes, ya que han sido establecidos para funcionar en forma continua, se hayan o no
suscitado los asuntos a que están llamados a conocer.

- Su territorio jurisdiccional es una comuna o agrupación de comunas, dependiendo de lo que diga la ley.

* Competencia de los juzgados de garantía:

De acuerdo al artículo 14, inciso 2º del Código Orgánico de Tribunales, corresponde a los jueces de
garantía:
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a. Asegurar los derechos del imputado y demás intervinientes en el proceso penal, de acuerdo a la ley procesal
penal.

b. Dirigir personalmente las audiencias que procedan, de conformidad a la ley procesal penal. Ejemplos: la
audiencia de control de detención.

c. Dictar sentencia, cuando corresponda, en el procedimiento abreviado que contemple la ley procesal penal.

d. Conocer y fallar las faltas penales de conformidad con el procedimiento contenido en la ley procesal penal.

e. Conocer y fallar, conforme a los procedimientos regulados en el Título I del Libro IV del Código Procesal
Penal, las faltas e infracciones contempladas en la Ley de Alcoholes, cualquiera sea la pena que ella les
asigne.

f. Hacer ejecutar las condenas criminales y las medidas de seguridad, y resolver las solicitudes y reclamos
relativos a dicha ejecución, de conformidad a la ley procesal penal.

g. Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que este Código y la ley procesal penal les encomienden.
Ejemplo: la obligación del juez de garantía designado por el comité de jueces del tribunal de la respectiva
jurisdicción, el última día hábil de cada semana, de visitar la cárcel o el establecimiento en que se encuentren
los detenidos o presos a fin de indagar si sufren tratos indebidos, si se les coarta la libertad de defensa o si
se prolonga ilegalmente la tramitación de su proceso.

* Estructura jurídica de los juzgados de garantía:

Estos juzgados de garantía, de acuerdo al artículo 16 del Código Orgánico de Tribunales, tendrán el
número de jueces variable que indica la ley, que ejercerá sus funciones en la comuna o agrupación de comunas
que esa misma norma indica.
La estructura del juzgado de garantía es el siguiente:

1) El Comité de Jueces: En conformidad al artículo 22 del Código Orgánico de Tribunales, en los juzgados de
garantía en los que sirvan tres o más jueces y en cada tribunal de juicio oral en lo penal, habrá un comité de
jueces, que estará integrado en la forma señalada en la misma disposición legal.
Al comité de jueces de los tribunales de garantía les corresponde conocer de las materias que
indicadas en el artículo 23 del Código Orgánico de Tribunales, y que son, entre otras, las siguientes:

• Aprobar el procedimiento objetivo y general de distribución de causas a que se refieren los artículos 15
y 17 del Código Orgánico de Tribunales, en su caso.

• Designar, de la terna que le presente el juez presidente, al administrador del tribunal.

• Calificar anualmente al administrador del tribunal.

• Conocer de todas las demás materias que señale la ley.

2) El Juez Presidente del Comité de Jueces: A este juez le corresponderá velar por el adecuado funcionamiento
del juzgado o tribunal (artículo 24, Código Orgánico de Tribunales). En el cumplimiento de esta función,
tendrá los deberes y atribuciones que indica la misma norma, entre las cuales podemos mencionar las
siguientes:
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o Presidir el comité de jueces del tribunal correspondiente.

o Proponer al comité de jueces el procedimiento objetivo y general de distribución de causas a que se


refieren los artículos 15 y 17 del Código Orgánico de Tribunales.

o Elaborar anualmente una cuenta de la gestión jurisdiccional del juzgado.

En los juzgados de garantía en los que se desempeñe un solo juez, éste tendrá las atribuciones del
juez presidente, con excepción de las contempladas en las letras a) y c) del artículo 24 del Código Orgánico
de Tribunales; en tanto que las atribuciones de las letras h) y j) las ejercerá el juez ante el Presidente de la
Corte de Apelaciones respectiva. Finalmente, en aquellos juzgados de garantía conformados por dos jueces,
las atribuciones del juez presidente, con las mismas excepciones señaladas recientemente, se radicarán
anualmente en uno de ellos, empezando por el más antiguo.

VI) LOS TRIBUNALES DE JUICIO ORAL EN LO PENAL:

Los Tribunales de Juicio Oral en lo Penal se encuentran regulados en el párrafo 2º del Título II del Código
Orgánico de Tribunales, en los artículos 17 al 21 A, inclusive.

* Concepto y carácterísticas del tribunal oral en lo penal:

Los tribunales de juicio oral en lo penal son tribunales colegiados de derecho, compuestos por varios
miembros, que ejercen sus funciones en una o más salas y dentro de un territorio jurisdiccional determinado.
Las características de los tribunales de juicio oral en lo penal son las siguientes:

- Son tribunales ordinarios, ya que están regulados por el Código Orgánico de Tribunales y forman parte de
la organización jerárquica del Poder Judicial.

- Son tribunales permanentes, porque están establecidos antes que el litigio se promueva y subsiste como
tribunal una vez que termina.

- Son tribunales colegiados, ya que están integrados por varios jueces.

- Son tribunales inferiores, desde el punto de vista de la organización.

- Son tribunales de derecho, porque fallan conforme a la ley.

- Dependen de la Corte de Apelaciones pertinente.

- En ciertos casos estos tribunales pueden ser ambulantes, esto es, se pueden constituir y funcionar en
localidades situadas fuera del lugar de asiento si eso es necesario, pero siempre que forme parte del territorio
jurisdiccional del tribunal.

- Tienen su asiento en una comuna determinada del territorio de la República.

* Funcionamiento de los tribunales orales en lo penal:


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Estos tribunales, en cuanto al funcionamiento, lo hacen en una o más salas, las cuales están integradas por
tres de sus miembros. Sin perjuicio de lo anterior, podrán integrar también cada sala otros jueces en calidad de
alternos, con el solo propósito de subrogar, si fuere necesario, a los miembros que se vieren impedidos de
continuar participando en el desarrollo del juicio oral.
Cada sala la dirige un juez presidente, quien tendrá las atribuciones a que alude el artículo 92 del Código
Procesal Penal (atribuciones del presidente de sala de las Cortes de Apelaciones) y las demás de orden que la ley
procesal penal indique.
La integración de las salas de estos tribunales, incluyendo a los jueces alternos de cada una, se determinará
mediante sorteo anual que se efectuará durante el mes de enero de cada año. También la distribución de los asuntos
entre las salas se hace de acuerdo con un procedimiento objetivo y general que debe ser anualmente aprobado por
el comité de jueces del tribunal, a propuesta del juez presidente.
Como son tribunales colegiados para los efectos de adoptar sus decisiones estos tribunales orales en lo
penal se rigen por las reglas relativas a los “acuerdos” de las Cortes de Apelaciones. Esto quiere decir
principalmente que las decisiones se adoptan por mayoría de sus miembros.

* Competencia de los tribunales orales en lo penal:

Según el artículo 18 del Código Orgánico de Tribunales, a estos tribunales les corresponde:

1. Conocer y juzgar las causas por crimen o simple delito, salvo aquellas relativas a simples delitos cuyo
conocimiento y fallo corresponda a un juez de garantía.

2. Resolver, en su caso, sobre la libertad o prisión preventiva de los acusados puestos a su disposición.

3. Resolver todos los incidentes que se promuevan durante el juicio oral.

4. Conocer y resolver los demás asuntos que la ley procesal penal les encomiende.

6.- Tribunales Arbitrales:

Los tribunales arbitrales se encuentran contemplados, en términos genéricos, en el artículo 5º, inciso final,
del Código Orgánico de Tribunales, y se encuentran reglamentados específicamente en el Título IX del Código
Orgánico de Tribunales, en los artículos 222 y siguientes de dicho cuerpo legal

* Concepto y características de los tribunales arbitrales:

El Código Orgánico de Tribunales los define en el artículo 222, norma que señala que “se llaman árbitros
los jueces nombrados por las partes, o por la autoridad judicial en subsidio, para la resolución de un asunto
litigioso”.
Las principales características que presentan todos los tribunales arbitrales son las que a continuación se
indican:

- No forman parte del Poder Judicial: Los árbitros son personas extrañas o ajenas a la administración de
justicia, no son estatales, pero que cumplen funciones jurisdiccionales.

- No son remunerados por el Estado: A consecuencia de la característica anterior, se entiende que ellos no son
remunerados por el Estado, como ocurre con el resto de los magistrados, pero como las funciones no son

28
gratuitas estos jueces deben ser remunerados por las partes, fijada mediante acuerdo entre las partes y el
árbitro.

- Tampoco son tribunales privados, ya que ejercen la función pública y cumplen la misma tarea que cualquier
juez.

- La competencia emana principalmente de la voluntad de las partes y no de la ley, lo que es una diferencia
notable con los otros tribunales; todo esto a menos que la ley prohíba el arbitraje (materias de arbitraje
prohibido) o que obligue a someter un asunto a arbitraje (materias de arbitraje forzoso).

- Los jueces árbitros pueden ser letrados o iletrados, es decir, pueden o no tener el título de abogado. Lo
anterior depende de la calidad con que haya sido designado el árbitro: 1) Si es nombrado como “árbitro de
derecho” o como “árbitro mixto”, necesariamente tiene que ser abogado, porque en ambos casos el juez falla
conforme a derecho; 2) Si es designado con la calidad de “árbitro arbitrador” no necesita ser abogado
(artículo 225, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).

- Son tribunales accidentales, ya que se constituyen cuando es necesario y después que ha ocurrido en la
práctica algún hecho propio de su competencia; por lo mismo, van a tener competencia sólo para conocer de
ese asunto específico.

- Carecen de imperio, ya que no pueden disponer del auxilio de la fuerza pública cuando es necesario ejecutar
sus resoluciones.

* Fuentes del arbitraje:

Esta materia no tiene nada que ver con el nombramiento de la persona del árbitro. Más bien, se refiere al
origen del arbitraje, es decir, de dónde emana la obligación de someter un asunto a arbitraje. Desde este punto de
vista hay dos grandes fuentes del arbitraje: 1) La voluntad de las partes; y 2) La ley.

1) La Voluntad de las Partes: En este caso, las partes deciden libremente si le entregan o no un asunto al
conocimiento de un juez árbitro, a menos que esté prohibido por la propia ley (materia de arbitraje prohibido)
o que también que sea la ley la que obligue someter el asunto a arbitraje (materia de arbitraje forzoso).Las
partes deciden sustraer el conocimiento de un asunto judicial, presente o futuro, de los tribunales ordinarios
de justicia con la finalidad de entregárselo a un tribunal arbitral.
Esta manifestación de voluntad de las partes se puede exteriorizar a través de dos actos jurídicos
distintos: a) el contrato de compromiso, o b) la cláusula compromisoria. Ambos actos jurídicos constituyen
fuentes de arbitraje.

(a) El contrato de compromiso: El contrato de compromiso es una convención entre las partes, mediante la
cual éstas deciden sustraer un asunto del conocimiento de los tribunales ordinarios para entregárselo a
un tribunal arbitral que se designa con toda precisión en el mismo acto.
Lo característico del contrato de compromiso es, en primer lugar, la renuncia de que cada asunto
sea conocido por la justicia ordinaria y, en segundo término, que se designa con toda precisión al o los
árbitros que deben conocer de ese asunto en el mismo acto.
Este contrato de compromiso es siempre solemne, lo que significa que debe constar por escrito
(artículo 234, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).
En cuanto a las menciones o requisitos que debe contener este acuerdo, debemos distinguir entre:
a) los elementos esenciales, y b) los elementos de la naturaleza.

▪ Elementos esenciales: Son aquellos que no pueden faltar en el contrato; y si falta cualquiera de estas
menciones el acto es nulo, vale decir, no producirá efectos jurídicos. De acuerdo al artículo 234 del
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Código Orgánico de Tribunales, estos elementos son los siguientes: 1) El nombre y apellido de las
partes litigantes; 2) El nombre y apellido del árbitro o los árbitros nombrados; y 3) El asunto o materia
sometida al juicio arbitral.

▪ Elementos de la naturaleza: Son aquellos que no siendo esenciales se entienden pertenecer al acto;
en consecuencia, pueden faltar y si los litigantes nada dicen en relación con estos elementos, la ley
suple el silencio de las partes. En conformidad al nº 4 del artículo 234 del Código Orgánico de
Tribunales, son los siguientes: 1) La calidad con que es nombrado o que se le otorga al árbitro (de
derecho, arbitrador, mixto); 2) El lugar en que deba seguirse el juicio arbitral; y 3) El tiempo que se
le entrega al árbitro para desempeñar su cometido o función.
En cualquiera de estos casos, el legislador suple el silencio de las partes de la siguiente
manera:

- Si las partes no expresaren con qué calidad es nombrado el árbitro, se entiende que es árbitro de
derecho.

- Si falta la expresión del lugar en que deba seguirse el juicio, se entenderá que lo es aquel en que
se ha celebrado el compromiso.

- Si falta la designación del tiempo, se entenderá que el árbitro debe evacuar su encargo en el
término de dos años contados desde su aceptación.

En cuanto al plazo, hay que hacer algunas observaciones al plazo de dos años. Este hay que
entenderlo como un plazo efectivo durante el cual el árbitro está en condiciones de desempeñar sus
funciones; porque si durante este término ocurren ciertos impedimentos que indica la ley durante los
cuales el árbitro no pueda cumplir su función, ese período se le descuenta de ese plazo de dos años.
Ejemplo: si durante el arbitraje el árbitro debiere elevar los autos a un tribunal superior.
Si el árbitro dicta sentencia definitiva dentro del plazo de dos años, la ley señala que dicho
fallo se puede notificar fuera del plazo señalado a las partes; incluso más, la ley permite al árbitro
dictar resoluciones en relación a posibles recursos que se deduzcan en contra de la sentencia.

(b) La cláusula compromisoria: La cláusula compromisoria es el acuerdo de voluntades mediante el cual las
partes deciden sustraer determinados asuntos litigiosos, presentes o futuros, del conocimiento de los
tribunales ordinarios de justicia para ser sometido a arbitraje y obligándose las partes a nombrar al árbitro
en un acto jurídico posterior.
En esto último está la diferencia con el contrato de compromiso. Mientras en éste las partes
designan al árbitro en ese mismo contrato, en la cláusula compromisoria las partes no designan a la
persona del árbitro, sino que se obligan a hacerlo en un acto posterior.
A diferencia del contrato de compromiso, la cláusula compromisoria es consensual, ya que basta
el consentimiento de las partes para que el acto se considere perfecto. Sin embargo, resulta conveniente
que conste por escrito para efectos probatorios.
Si existe cláusula compromisoria, surge la interrogante de determinar cuándo se nombrará al
árbitro. Esta es la obligación que los litigantes contraen en ella y nombran al árbitro posteriormente en
un acuerdo de voluntades; si no lo hacen o no se ponen de acuerdo será nombrado por la autoridad
judicial; en este caso, interviene la justicia ordinaria no para que conozca el litigio, sino para que nombre
al árbitro.

En suma, pueden ocurrir dos situaciones: 1) Que a las partes les interese la persona del árbitro, en ese
caso hay que recurrir al contrato de compromiso; y 2) Que a las partes no les importe la persona del árbitro,
pero si les importa someter el asunto a arbitraje, para lo cual hay que recurrir a la cláusula compromisoria.

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2) La Ley: En algunos casos la ley también puede ser fuente de arbitraje, aunque lo normal es que sea por el
acuerdo de las partes. En ciertos casos, el legislador señala cuales materias o asuntos necesariamente hay
que someter a arbitraje. Aquí prima la voluntad del legislador y se prescinde de la voluntad de las partes.
Estas materias se denominan “materias de arbitraje forzoso u obligatorio”, y por lo mismo requieren de un
texto legal expreso que así lo establezca.

* Calidad que pueden tener los árbitros (diversas clases de árbitros):

Al hablar de “calidad” nos referimos a las facultades que tendrá el árbitro tanto para fallar como para
tramitar un asunto sometido a su conocimiento; o bien, qué reglas o normas debe aplicar un árbitro que conoce
un asunto judicial determinado. Estas calidades están establecidas en el artículo 223 del Código Orgánico de
Tribunales.
De acuerdo a la norma legal indicada, los jueces árbitros pueden ser nombrados por tres calidades distintas:
a) Arbitro de derecho; b) Arbitro arbitrador o amigable componedor; y c) Arbitro mixto.

A) Arbitro de derecho: El árbitro de derecho se define como aquel que falla con arreglo a la ley y se someten,
tanto en la tramitación como en el pronunciamiento de la sentencia definitiva (en los aspectos formales), a
las mismas reglas establecidas para los jueces ordinarios, según la naturaleza de la acción deducida (artículo
223, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).
En consecuencia, de acuerdo alo señalado, se desprenden dos aspectos importantes de estos árbitros:
1) El juez para resolver el asunto debe ajustarse estrictamente a la ley, por esta razón, el árbitro de derecho
debe necesariamente ser abogado; y 2) En cuanto al procedimiento y en la dictación de la sentencia definitiva
debe aplicar las mismas normas legales que aplica un juez letrado ordinario, lo que dependerá en cada caso
de la naturaleza de la acción que se deduzca en la demanda.

B) Arbitro arbitrador o amigable componedor: El arbitrador es aquel que falla obedeciendo a lo que su
prudencia y la equidad le dictaren, y no estará obligado a guardar en sus procedimientos y en su fallo otras
reglas que las que las partes hayan expresado en el acto constitutivo del compromiso, y si éstas nada hubieren
expresado, a las que se establecen para este caso en el Código de Procedimiento Civil, en los artículos 636
y siguientes (artículo 223, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales). En otras palabras, el arbitrador es el
que falla de acuerdo a su prudencia y equidad y en cuanto al procedimiento, debe aplicar las reglas que le
otorguen las partes en el acto constitutivo del compromiso, y si éstas no le han dado reglas, en este caso se
deben aplicar las normas de procedimiento que establece el Código de Procedimiento Civil para esta clase
de actos, por ello no s necesario que tenga título de abogado.

C) Arbitro mixto: Participa de ambas calidades a la vez, en el sentido que el árbitro mixto falla igual que un
árbitro de derecho (con arreglo a la ley), y tramita de la misma forma que un árbitro arbitrador (según las
reglas que le den las partes o en su defecto las normas que establece el Código de Procedimiento Civil).
Como el árbitro mixto falla igual que un árbitro de derecho, al igual que ellos necesariamente tiene que
poseer el título de abogado.

* Constitución del tribunal arbitral:

Los árbitros son tribunales esencialmente accidentales, no son permanentes, lo que significa que estos
tribunales, para cada caso, hay que crearlo o constituirlo. Los pasos a seguir para que se constituya un tribunal
arbitral son los siguientes: 1º) Nombramiento de los árbitros; y 2º) Aceptación y juramento del árbitro nombrado.

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1) NOMBRAMIENTO DE LOS ÁRBITROS: La regla general es que los árbitros sean nombrados por las propias
partes; sin embargo, también pueden ser nombrados por la justicia ordinaria en subsidio, por el causante o
testador y, según algunos, por la ley.

a. Nombramiento de los árbitros por las partes: Este nombramiento se hace por medio del contrato de
compromiso o también en aquellos casos en que ya están obligados por la cláusula compromisoria.
Además puede producirse este nombramiento cuando existe una materia de arbitraje forzoso, ya que esos
casos no queda otro camino que designar al árbitro.
En cualquiera de los casos en que las partes nombran al árbitro, deben cumplirse los siguientes
requisitos:

o Se requiere el consentimiento unánime de todas las partes interesadas en el litigio sometido a su


decisión, por lo tanto, no se designa por mayoría de ellos.

o El nombramiento debe constar por escrito, o sea, es solemne.

Respecto a las a las capacidades de las partes que se exige para nombrar a un árbitro, hay que
distinguir en cuanto a la libertad que tienen los litigantes para nombrar al árbitro, es decir, la calidad que
pueden revestir los árbitros:

- En cuanto a los árbitros de derecho, la ley no es exigente, de ahí que podrían existir incapacidades
entre los interesados, porque este árbitro es el que le da mejores garantías a los litigantes ya que se
equipara al juez letrado.

- Si se nombra un árbitro arbitrador se requiere que las partes sean mayores de edad y que tengan la
libre administración de sus bienes.

- Para los árbitros mixtos son las mismas exigencias que los árbitros arbitradores, pero si uno o más
de los interesados son incapaces y hay motivos de manifiesta conveniencia, este nombramiento debe
ser aprobado por la justicia ordinaria.

b. Nombramiento de los árbitros por la justicia ordinaria: Este es un sistema que se aplica cuando fracasa
la voluntad de las partes, en cuyo caso no queda otro camino que recurrir a la justicia ordinaria. Este
sistema se aplicaría o tendrá lugar en los dos siguientes casos:

• Cuando existe cláusula compromisoria y no se logra el común acuerdo de las partes.

• Cuando estemos en presencia de una materia de arbitraje forzoso u obligatorio y tampoco se ponen
de acuerdo las partes.

El nombramiento tiene que hacerlo el juez de letras competente y para este efecto tiene que ser
requerido por alguna de las partes mediante solicitud escrita, para cuyo efecto se deberá citar a todos los
interesados a una audiencia a un día y hora determinada. Esta resolución debe notificarse a todos los
interesados.
En esta audiencia se debe proceder en la forma establecida en el Código de Procedimiento Civil
para el nombramiento de peritos.
Esta audiencia tendrá lugar solamente con las partes que asistan. En este caso, la ley presume que
no están de acuerdo las partes cuando no concurren todas a la audiencia (artículo 415, Código de
Procedimiento Civil).

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En la audiencia hay varias finalidades que cumplir, la más importante es nombrar al árbitro. Fuera
de ella habrá que determinar: 1) el número de árbitros a nombrar; 2) la calidad, aptitudes o títulos que el
árbitro debe tener; y 3) el punto o materia del arbitraje.
Si en este comparendo las partes no se ponen de acuerdo sobre la persona del árbitro, el
nombramiento lo decidirá el juez, pero con las siguientes limitaciones: 1) El juez solamente puede
nombrar un solo árbitro; y 2) El nombramiento que haga el juez no puede recaer en ninguna de las dos
primeras personas que hayan sido propuestas por las partes.
La resolución que contiene el nombramiento del árbitro se notifica a las partes por cédula, las que
tienen un plazo de tres días para hacer valer causales de inhabilidad; y, sí dentro de dicho plazo nada
dicen, el nombramiento se considera a firme, y el designado puede entrar a aceptar el cargo, a prestar
juramento y a desempeñar su cometido.

c. Nombramiento de los árbitros por el testador o causante: Este nombramiento sólo tiene lugar para el
efecto de proceder a la partición de bienes que componen la herencia. Esto lo permite el Código Civil en
su artículo 1324, y lo puede hacer en su testamento o en un instrumento público entre vivos.
En esta situación, no obstante, los herederos del testador podrían no respetar la voluntad del
causante en cuanto a la persona del partidor de bienes, lo que va a ocurrir después de la muerte del
causante y si esta situación ocurre los interesados pueden nombrar un nuevo árbitro.

d. Nombramiento de árbitros por la ley: Este nombramiento es discutible, porque para un número
importante de autores no es posible que la ley sea la que designa un árbitro. En este caso el legislador,
respecto de ciertas materias específicas, señala el tribunal que debe entrar a conocer de los litigios que
se puedan producir, con la particularidad que este tribunal está señalado en forma permanente, por lo
tanto no sería un tribunal accidental, y de ahí que sea discutible.

2) ACEPTACIÓN Y JURAMENTO DEL ÁRBITRO NOMBRADO: Esta formalidad se debe a que el


nombramiento del árbitro no obliga en principio al árbitro designado a aceptar dicho cargo. Las personas
que son designadas árbitros son libres para aceptar o no tal nombramiento; si la persona designada se niega,
esa circunstancia no trae ninguna consecuencia en su contra. La ley exige que el árbitro, si decide aceptar el
nombramiento, debe declararlo así expresamente, lo que significa que debe constar por escrito esta
aceptación.
Junto con aceptar, el árbitro tiene que jurar desempeñar sus funciones o cargo con la debida fidelidad
y en el menor tiempo posible. Este juramento debe hacerse ante un ministro de fe, aunque la ley no lo dice
expresamente.
La importancia de estas formalidades (aceptación y juramento) tiene que ver con la fecha en que se
realizan, ya que a partir de ese momento comienza el cómputo del plazo que las partes le dan al árbitro para
el cumplimiento de sus funciones como tal, para que conozca y resuelva el asunto.
Una vez que el árbitro acepta el cargo, éste queda obligado a desempeñarlo (artículo 240, inciso 1º,
Código Orgánico de Tribunales).

* Organización de todo tribunal arbitral:

Dentro de la organización de un tribunal arbitral se distingue a la persona del árbitro y también existe otro
funcionario que es el actuario.

1) EL ÁRBITRO: El juez árbitro tiene que cumplir con ciertos requisitos para poder desempeñarse como tal: 1)
Tiene que ser mayor de edad; 2) Debe tener la libre disposición de sus bienes; 3) Tiene que saber leer y
escribir; y 4) Si se trata de árbitros de derecho o de árbitros mixtos, necesariamente tienen que ser abogados.

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La ley establece además que ciertas personas, no obstante que reúnen estos requisitos, en ciertas
situaciones tienen limitaciones y, en consecuencia, no podrían ser designados árbitros. Estos casos son los
siguientes:

➢ No pueden ser nombrados árbitros para la resolución de un asunto las personas que litigan como partes
en él, salvo el caso de la partición de bienes.

➢ No puede ser nombrado árbitro para resolución de un asunto el juez que actualmente estuviere
conociendo de él.

➢ No puede ser designado árbitro los jueces letrados y los ministros de los tribunales superiores de justicia.

➢ No pueden ser designados árbitros los fiscales judiciales y los notarios.

En cuanto a los partidores de bienes, rigen las normas especiales contenidas en los artículos 1323,
1324 y 1325 del Código Civil. Según estas normas, el partidor de bienes debe reunir los siguientes requisitos:
1) Debe ser abogado habilitado para el ejercicio de la profesión; y 2) Debe tener la libre administración de
bienes.

2) EL ACTUARIO: En el arbitraje el actuario es el nombre que toma el ministro de fe encargado de autorizar


todas las resoluciones y, en general, de todos los actos que emanen del tribunal arbitral. Ejemplo: puede ser
un notario o secretario de tribunal.
El tribunal arbitral normalmente está constituido por el árbitro y por un actuario. Sin embargo, hay
algunos casos en que podría no existir este ministro de fe, lo que constituye una diferencia importante con
el resto de los tribunales. Esto va a depender de la calidad que tenga el árbitro:

- En el caso de los árbitros de derecho, como es el que más se asemeja al juez letrado, no se puede
prescindir de este funcionario, de manera que todas las actuaciones o sustanciaciones que se lleven a
efecto en un tribunal arbitral deben ser autorizadas por un actuario. Si en el lugar donde se lleva a efecto
el arbitraje no existe ministro de fe, en este caso la exigencia sigue siendo la misma, pero el árbitro estará
facultado para nombrar a cualquier persona como actuario.

- Tratándose de los árbitros arbitradores o de los árbitros mixtos, lo que prima es la voluntad de las partes,
de manera que hay que estarse en primer lugar a lo que hayan acordado las partes, y si éstos acuerdan
que exista un actuario se estarán a ello, pero si nada dicen quedará entregado al criterio del propio árbitro
la designación de un actuario. La ley, sin embargo, impone una limitación al árbitro y se refiere a la
dictación de la sentencia definitiva, la que tiene que ser necesariamente autorizada por un ministro de fe,
o por dos testigos en su defecto.

* Expiración de las funciones del árbitro:

La regla general es que las funciones del árbitro terminen con el pronunciamiento de la sentencia definitiva
dictada en el juicio arbitral. Sin perjuicio de lo anterior, la ley señala que las funciones del árbitro terminan en
forma anticipada sin haberse dictado la sentencia definitiva en el juicio, en los siguientes casos:

a) Si las partes deciden de común acuerdo ocurrir a la justicia ordinaria o a otros árbitros solicitando la
resolución del negocio.

b) Si los árbitros fueren maltratados o injuriados por alguna de las partes.

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c) Si los árbitros contrajeren enfermedad que les impida seguir ejerciendo sus funciones.

d) Si por cualquiera causa tuvieren que ausentarse del lugar donde se sigue el juicio. Ejemplo: el cambio de
domicilio del árbitro, etc.

e) Por revocación hecha por las partes de común acuerdo de la jurisdicción del tribunal arbitral.

* Competencia de los tribunales arbitrales:

¿Qué materias o asuntos conocen los árbitros?.Al respecto es imprescindible realizar la siguiente
distinción: 1) Materias de arbitraje prohibido; 2) Materias de arbitraje forzoso u obligatorio; y 3) Materias de
arbitraje voluntario.

1. Materias de arbitraje prohibido: Aquí estamos en presencia de materias que la ley, en forma excepcional,
no permite que sean sometidas a arbitraje, porque puede estar comprometido el interés general; en
consecuencia prima el orden público por sobre la voluntad de las partes. En estos casos el tribunal competente
será el tribunal ordinario o el tribunal especial que corresponda, pero jamás un tribunal arbitral.
Los principales asuntos de arbitraje prohibido son los siguientes:

a) Las cuestiones que versen sobre alimentos. Esto hay que entenderlo restrictivamente a los juicios de
alimentos futuros forzosos.

b) Los asuntos que versen sobre el derecho de pedir separación de bienes entre marido y mujer.

c) Las causas criminales, cualquiera que sea el delito que se trate de investigar.

d) Los asuntos de competencia de jueces de policía local, sean civiles o penales.

e) Las causas que se susciten entre un representante legal y su representado.

f) Las causas en que debe ser oído el fiscal judicial de la Corte de Apelaciones respectiva. Ejemplo: en los
juicios de divorcio y nulidad de matrimonio.

g) Los actos judiciales no contenciosos.

h) Los asuntos que son de competencia de tribunales especiales, por la especialidad deben ser entregados
al conocimiento de esos tribunales.

2. Materias de arbitraje forzoso u obligatorio: Estas son cuestiones que, según el legislador, necesariamente
deben resolverse por jueces árbitros. En estos casos el resto de los tribunales, de cualquiera otra clase, son
absolutamente incompetentes.
Estos asuntos normalmente se le consideran muy técnicos o íntimos entre determinadas personas,
que en cierto modo “distraerían” o harían perder demasiado tiempo a los tribunales ordinarios.
De acuerdo al artículo 227 del Código Orgánico de Tribunales (norma que no es taxativa), deben
resolverse por árbitros los asuntos siguientes:

a) La liquidación de una sociedad conyugal o de una sociedad colectiva o en comandita civil, y la de las
comunidades.

b) La partición de bienes (aquí el árbitro toma el nombre de “partidor de bienes”).


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c) Las cuestiones a que diere lugar la presentación de la cuenta del gerente o del liquidador de las sociedades
comerciales y los demás juicios sobre cuentas.

d) Las diferencias que ocurrieren entre los socios de una sociedad anónima, o de una sociedad colectiva o
en comandita comercial, o entre los asociados de una participación, en el caso del artículo 415 del Código
de Comercio.

e) Los demás que determinen las leyes.

Aquí hay que señalar que, en relación a esta materia, hay una norma importante, que señala que a
pesar que estas materias son de arbitraje forzoso la ley no tiene inconveniente para que los propios
interesados resuelvan por sí mismos estos negocios sin la intervención del tribunal arbitral, si todos ellos
tienen la libre disposición de sus bienes (plena capacidad) y concurren al acto de que se trata. Ejemplo: que
los propios comuneros resuelvan la partición de bienes.
En el fondo, lo que está prohibido es que estos asuntos puedan ser conocidos por los tribunales
ordinarios o especiales, pero no hay impedimento que los interesados resuelvan por sí mismo estos asuntos.

3. Materias de arbitraje voluntario: Estos asuntos serían todas aquellas materias que no son de arbitraje
prohibido o forzoso; por lo mismo aquí no cabe hacer una enumeración, porque estas cuestiones constituyen
la regla general. En estos casos habría que concluir que al legislador le es indiferente que las partes la sometan
a arbitraje o al tribunal que es normalmente competente. Ejemplo: los juicios sobre cobro de honorarios.

* Conflictos de arbitraje:

Puede suceder el caso excepcional que un mismo asunto judicial fuese, a la vez, una materia de arbitraje
forzoso, por un lado, y por otra parte constituyese también el mismo asunto una materia de arbitraje prohibido.
Ejemplo: una partición de bienes (que es una materia de arbitraje forzoso) en la cual tengan interés un
representante legal y su representado (que es una materia de arbitraje prohibido).
En estos casos, según el inciso final del artículo 230 del Código Orgánico de Tribunales, predomina el
arbitraje forzoso.

* Segunda instancia en el juicio arbitral:

El arbitraje no es otra cosa que un juicio y como tal puede someterse tanto a primera como en segunda
instancia. En el caso de los tribunales arbitrales, dependerá de la calidad con que haya sido nombrado el árbitro
para llegar a determinar si es procedente o no la doble instancia:

1) Si el árbitro es de derecho, el recurso de apelación procede. Esta es la regla general, en la medida que se
deduzca el recurso de apelación, a menos que las partes hayan excluido del arbitraje el recurso de apelación,
es decir, que le otorguen al árbitro la competencia de única instancia, ello porque los recursos se pueden
renunciar.
¿Qué tribunal conoce de la apelación?. Si la apelación es procedente, aquí podría haber dos tribunales
competentes en esta materia: A) Podría conocerlo el mismo tribunal que había conocido esta apelación si se
hubiese interpuesto en un juicio ordinario, es decir, la Corte de Apelaciones respectiva; o B) Un tribunal
arbitral de derecho que haya sido designado por las partes en el instrumento del compromiso o en un acto
posterior.

2) Si el árbitro es mixto, se aplican las mismas reglas señaladas para los árbitros de derecho.
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3) Si el árbitro ha sido designado con la calidad de arbitrador, el recurso de apelación tendría lugar cuando
las partes han acordado la procedencia de este recurso, para ello se requiere manifestación de voluntad
expresa de las partes en el acto constitutivo del compromiso, de lo contrario, si las partes no dicen nada, se
entiende que no hay recurso de apelación.

* Pluralidad de árbitros:

El artículo 231 del Código Orgánico de Tribunales establece que las partes tienen derecho, en materia de
arbitraje, si obran de común acuerdo, a nombrar dos o más árbitros para la resolución de un litigio. En estos casos
hay dos situaciones que podrían darse en la tramitación del juicio arbitral:

1) Que no se produzcan problemas entre los árbitros, es decir, que siempre exista acuerdo durante la tramitación
del juicio para la dictación de las resoluciones. En este evento, no hay mayores dificultades y todos los árbitros
deberán concurrir al pronunciamiento de la sentencia y a cualquier acto de substanciación del juicio, a menos
que las partes acuerden otra cosa.

2) Que los árbitros no se pongan de acuerdo para dictar resoluciones judiciales. El problema se presenta o se
puede presentar cuando existe un número par de árbitros y ambos operan en sentido contrario. En este caso
podría suceder que las propias partes previendo esto hayan nombrado un tercer árbitro para que dirima o
resuelva estas discordias que puedan presentarse. Otro caso que también se puede dar es que las partes
autoricen a los propios árbitros para que ellos nombren, en caso necesario, a este “tercero en discordia”.
En cualquiera de estos casos, si los árbitros no se ponen de acuerdo, tienen que reunirse con el tercero,
y la mayoría dirimirá la discusión conforme a las mismas reglas relativas a los acuerdos de las Cortes de
Apelaciones.
El problema que se presenta es que sean varios los árbitros y no existe tercero y, en consecuencia, no
se pueda dirimir la discordia. Para ello hay que revisar ciertas reglas que da el Código Orgánico de Tribunales
que permiten resolver discordias entre árbitros a falta del tercero en discordia, las que varían según la calidad
con que fue designado el árbitro.

a. Árbitro de derecho: Aquí hay que hacer una distinción según si la resolución a dictarse en el juicio es o
no apelable. Si lo fuere, en este caso cada opinión de los árbitros se estimará como una resolución distinta
y los autos se tienen que elevar al tribunal de alzada para que resuelva respecto del punto o los puntos
que hayan motivado el desacuerdo de los árbitros.
Y si la resolución es inapelable, en este caso hay que analizar si la materia es de arbitraje voluntario
o bien si es de arbitraje forzoso: 1) Si fuera una materia de arbitraje voluntario, quedará sin efecto el
compromiso; y 2) Si fuera una materia de arbitraje forzoso, en este caso, se procederá a nombrar nuevos
árbitros.

b. Arbitro mixto: Se aplican las mismas reglas que vimos recién para el árbitro de derecho.

c. Arbitro arbitrador: Aquí nuevamente hay que hacer la misma distinción si el asunto es o no apelable. Si
lo fuere, los antecedentes tendrían que elevarse al tribunal arbitral de segunda instancia para que estos
resuelvan conforme a la equidad; y si la resolución es inapelable, hay que distinguir: 1) Si es materia de
arbitraje voluntario, se termina el compromiso; y 2) Si es materia de arbitraje forzoso, también habría que
proceder al nombramiento de nuevos árbitros.

* Recursos en contra de las sentencias arbitrales:

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Además de lo dicho con respecto a la apelación, se puede señalar en cuanto a la procedencia de los recursos
lo siguiente:

- Si se trata de un tribunal arbitral de derecho, las resoluciones que estos árbitros dictan durante el proceso
son susceptibles de los mismos recursos que serían procedentes contra las resoluciones de los tribunales
ordinarios, a menos que las partes, siendo mayores de edad y libres administradoras de sus bienes, hayan
renunciado a dichos recursos, o bien, los hayan sometido a arbitraje.

- En cuanto a los árbitros arbitradores, los recursos proceden en la medida que las partes lo acuerden en el
acto constitutivo del compromiso, particularmente la apelación. El recurso de casación en la forma se estima
que procede, no así la casación en el fondo porque es un recurso de derecho.

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SEGUNDA PARTE: TEORIA GENERAL DEL PROCESO Y REGLAS COMUNES
A TODO PROCEDIMIENTO

I. INTRODUCCION

1.- Estructura del Código de Procedimiento Civil:

El Código de Procedimiento Civil está estructurado en cuatro libros, 925 artículos y un título final. Cada
uno de estos cuatro libros se divide a su vez en títulos, y algunos de estos en párrafos.
En cuanto al ámbito de aplicación, podemos decir que considerando el tenor del artículo 1º del Código de
Procedimiento Civil, actualmente las disposiciones se aplican a todas las contiendas civiles entre partes
(excepcionalmente también se pueden regir por el Código de Procedimiento Civil los asuntos penales) y a los
actos judiciales no contenciosos en que la ley exige la intervención de los tribunales.
Los Libros del Código de Procedimiento Civil son los siguientes:

❖ Libro Primero: Disposiciones comunes a todo procedimiento.


❖ Libro Segundo: Del juicio ordinario.
❖ Libro Tercero: De los juicios especiales.
❖ Libro Cuarto: De los actos judiciales no contenciosos.

2.- Campo de aplicación del Código de Procedimiento Civil:

Esto está dicho en el artículo 1º del Código de Procedimiento Civil, cuando dice que “las disposiciones de
este Código rigen el procedimiento de las contiendas civiles entre partes y de los actos de jurisdicción no
contenciosa, cuyo conocimiento corresponda a los Tribunales de Justicia”.
Esto significa que, interpretando esta norma a contrariu censu, el Código de Procedimiento Civil no se
aplica, en principio, en los siguientes asuntos:

a. Las contiendas en materia penal, porque esas se rigen por otras normas, a menos que las leyes procesales
penales (Código Procesal Penal y leyes especiales) se remitan al Código de Procedimiento Civil, de lo
contrario no se pueden aplicar. Ejemplo: el artículo 52 del Código Procesal Penal.

b. En todos aquellos casos, ya sea referido a contiendas o actos judiciales no contenciosos, sometidas a una
tramitación especial o que estén expresamente excluidas de la aplicación de éste Código.

3.- El procedimiento:

El procedimiento es el conjunto de principios y disposiciones que regulan el proceso, y está constituido


por una serie de actos procesales que se desarrollan gradual y sucesivamente en el tiempo y que se encuentran
relacionados entre sí, culminando con la dictación de la sentencia definitiva.
Los aspectos más relevantes que presenta el procedimiento civil en Chile son los siguientes:

1. El procedimiento es escrito, lo que significa que predomina la escrituración por sobre la oralidad. Aún siendo
escrito, no significa tampoco que todas las actuaciones del procedimiento sean escritas. Ejemplo: la
declaración de un testigo es verbal.
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2. La publicidad de las actuaciones, lo que implica que los procedimientos deben ser públicos, a menos que la
propia ley señale lo contrario. Incluso más, las partes o los interesados pueden solicitar copias de las
actuaciones a su costa.

3. Por regla general están estructurados sobre la base de la “doble instancia”, lo que significa la posibilidad de
una doble revisión de los asuntos judiciales, lo que otorga mayores garantías a las partes, y con ello se permite
minimizar las posibles injusticias que se cometan al dictarse resoluciones judiciales.

4. Por último, podemos decir que ni las partes ni el juez tienen la posibilidad de sustituir los procedimientos
legales, es decir, no se pueden modificar las reglas de procedimiento, salvo que la propia ley lo permita.
Ejemplo: el caso del procedimiento de los árbitros arbitradores.

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II. TEORIA GENERAL DEL PROCESO

1.- Introducción:

Para entender la Teoría General del Proceso hay que considerar tres conceptos básicos: 1) la acción; 2) la
jurisdicción; y 3) el proceso. Estos tres elementos están estrechamente vinculados, es decir, no se pueden concebir
separadamente.
La Jurisdicción en materia civil no se puede realizar de oficio por los tribunales, al menos para dar inicio
a un juicio. Aquí entra en juego el concepto de la Acción, que es una manifestación de voluntad de alguna de las
partes en litigio, en orden a provocar la participación de lo órganos jurisdiccionales. Finalmente, el Proceso es el
medio más idóneo que establece la ley para el ejercicio de la jurisdicción y a través del cual el juez conoce del
asunto y lo resuelve.

2.- La Acción:

Como hemos señalado, para que los tribunales puedan avocarse al conocimiento de un determinado asunto
requiere de un acto de voluntad, en el sentido de ejercitar la acción.

* Acepciones de la palabra “acción”:

La expresión “acción” se utiliza con diferentes acepciones. Esto va a depender de cuál sea la rama del
derecho que se trate:

1) En el derecho mercantil, la palabra acción se utiliza para referirse a las partes alícuotas en que se divide el
capital de una sociedad anónima.

2) En el derecho penal, la acción es sinónimo de la conducta del sujeto que comete delito, constitutiva de lo
ilícito. Ejemplo: la acción punible de homicidio.

3) En el derecho civil, la acción se usa como el medio para proteger los derechos subjetivos. Ejemplo: la acción
reivindicatoria que protege el derecho de dominio.

4) En el derecho procesal, la palabra acción también se suele ocupar con significados distintos; a saber: 1)
Como sinónimo de derecho subjetivo, aunque es bastante discutible; 2) Como sinónimo de demanda, también
es discutible porque la demanda es el acto procesal a través del cual se ejercita la acción; 3) Como sinónimo
de pretensión, lo que tampoco es el contenido de la acción deducida a través de la demanda; y 4) Como un
acto que sirve para provocar la actividad jurisdiccional del Estado, siendo éste el verdadero sentido o
significado de la palabra acción.

* Naturaleza jurídica de la acción:

Las teorías que explican la naturaleza jurídica de la acción son principalmente dos, y son las siguientes:
1) La Teoría Privatista, Monista o Clásica de la Acción; y 2) Las Teorías Dualistas o Modernas de la Acción.

A. La Teoría Privatista, Monista o Clásica de la Acción: Sus partidarios sostienen que existe una equivalencia
entre los conceptos de acción y de derecho subjetivo, y por eso se llegó a decir que la acción era el mismo
derecho subjetivo puesto en ejercicio, producido por la trasgresión de una norma jurídica.
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Esta teoría clásica de la acción, sin embargo, no sirve para explicar una serie de casos que se pueden
producir en la práctica. Ejemplo: es insuficiente para explicar la hipótesis de la existencia de derechos sin
una acción destinada a tutelarlos, como ocurre, por ejemplo, en el caso de las obligaciones naturales previstas
en el artículo 1470 del Código Civil; o para explicar el caso de las acciones posesorias, que no amparan
derecho alguno porque la posesión es un hecho y no un derecho.

B. Las Teorías Dualistas o Modernas de la Acción: Sostienen que el derecho subjetivo debe separarse de la
acción, pero postulan que el derecho subjetivo y la acción son cosas diferentes. Tener derecho a la acción
significa tener o ser titular de un derecho subjetivo respecto del cual esa persona está ejerciendo la tutela
pertinente.

* Concepto de la acción:

El Código de Procedimiento Civil no establece ningún concepto de acción. En todo caso hay que establecer
que, considerando la época en que se redactó, nuestro Código contiene impresiones cuando utiliza la palabra
acción inspiradas en la teoría clásica.
La acción la podemos definir como “la potestad o poder jurídico que tiene una persona o sujeto de derecho
para poder concurrir voluntariamente ante los tribunales de justicia, reclamando la satisfacción de una o más
pretensiones por estimar que el derecho le ha sido desconocido”.

* Elementos de la acción:

Los elementos de la acción son los siguientes: 1) sujeto activo, 2) sujeto pasivo, 3) objeto de la acción, y
4) causa de pedir.

1. Existencia de un sujeto activo, que es el actor o demandante, que es el titular de la acción, y que puede ser
una persona natural o jurídica.

2. Existencia de un sujeto pasivo, que no es el demandado como se piensa, sino que viene a ser el Estado,
porque el demandante dirige la demanda contra el Estado, a través de los tribunales de justicia, reclamando
protección en la persona del juez.

3. Existencia de un objeto, que es la finalidad que se persigue con la acción que no es otra cosa que el ejercicio
jurisdiccional del Estado.

4. Existencia de una causa, que sería el fundamento de la acción, es decir, la existencia de un determinado
conflicto jurídico que debe resolverse.

* Clasificaciones de la acción:

Antes de iniciar este estudio, es preciso aclarar que cuando se habla de clasificación no es propiamente de
la acción, sino que debemos tomar en cuenta otros elementos. En otras palabras, se habla de clasificaciones de la
acción considerando otros aspectos o elementos, porque la acción es una sola.

1) Considerando la finalidad que tiene en vista el demandante, la acción puede ser de condena, declarativa,
consultiva, ejecutiva y precautorias o cautelares.

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▪ Acciones de condena: Son aquellas cuya finalidad es obtener una condena, es decir, que se le imponga
al demandado el cumplimiento de una determinada prestación de dar, hacer o no hacer algo. Ejemplo:
pagar el precio.

▪ Acciones declarativas: Son aquellas en que la finalidad del actor es obtener la simple declaración por
parte del tribunal de un derecho controvertido o de una situación jurídica incierta. Ejemplo: obtener del
tribunal la declaración de nulidad de un contrato.

▪ Acciones constitutivas: La finalidad de ellas es obtener una sentencia que constituye estados jurídicos
nuevos o que modifica un estado jurídico existente. Ejemplo: las acciones de divorcio, de nulidad de
matrimonio, de incapacidad para suceder, etc.

▪ Acciones ejecutivas: Son aquellas que tienen por finalidad el cumplimiento forzado de una obligación
que consta fehacientemente en un título ejecutivo, lo que ocurre ante la resistencia de la persona obligada.

▪ Acciones precautorias o cautelares: La finalidad de estas acciones precautorias o cautelares es obtener


una resolución judicial que permite asegurar la efectividad del derecho sustancial, o que asegure el
resultado de la acción deducida. Ejemplo: la prohibición de celebrar actos y contratos, mencionada en el
artículo 290 n° 4 del Código de Procedimiento Civil.

2) Considerando el procedimiento que se va a aplicar, tenemos una acción ordinaria, una sumaria, una ejecutiva,
y una cautelar.

▪ Acciones ordinarias: Son todas aquellas que se tramitan conforme al procedimiento ordinario o común.
Desde este punto de vista todas las demás acciones reciben el nombre genérico de extraordinarias o
especiales.

▪ Acciones sumarias: Son aquellas que se caracterizan por aplicárseles un procedimiento más breve y
concentrado en aquellos casos que esa acción requiere por su naturaleza de una tramitación rápida para
que sea eficaz.

▪ Acciones ejecutivas: Son aquellas que se caracterizan porque se les aplica un procedimiento de apremio
y de medidas compulsivas ante la resistencia del deudor. Ejemplo: embargo de bienes.

▪ Acciones cautelares: Son aquellas que se tramitan con un procedimiento accesorio al procedimiento
principal, con el objeto de conseguir una providencia o resolución asegurativa del tribunal, también
dentro de un procedimiento breve, destinada a asegurar el resultado de la acción principal.

3) Considerando la naturaleza del derecho que le sirve de fundamento, las acciones pueden ser patrimoniales o
de familia.

Acciones patrimoniales: Las acciones patrimoniales permiten garantizar los derechos del patrimonio, que
son aquellos que pueden ser avaluados en dinero.

Acciones de familia: Las acciones de familia garantizan derechos de familia, no avaluables en principio en
dinero.

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4) Considerando la materia sobre la cual versa la acción, se habla de acciones civiles y penales. Cada una de
ellas tiene una finalidad propia.

▪ Acciones civiles: Son aquellas en la cual la materia discutida es de naturaleza civil, normalmente de
carácter pecuniario, aunque también cabe incluir otros asuntos extrapatrimoniales o de familia.

▪ Acciones penales: Son aquellas que se refieren a derechos consagrados por las leyes penales, esto es, de
naturaleza penal y que, por lo mismo, no tienen contenido económico.

5) Considerando el objeto o la naturaleza del bien al que acceden, tenemos acciones muebles e inmuebles
(artículo 580, Código Civil).

Acciones muebles: Las acciones son muebles, cuando las cosas en que han de ejercerse o que se deben son
muebles. Ejemplo: la acción prendaria.

Acciones inmuebles: Son acciones inmuebles aquellas en que las cosas sobre que han de ejercerse o que se
deben son inmuebles. Ejemplo: la acción hipotecaria.

6) Considerando si la acción puede o no subsistir por sí sola, las acciones pueden ser principales o accesorias.

▪ Acciones principales: Son aquellas que pueden subsistir por sí solas una vez ejercidas, la acción tiene
vida propia.

▪ Acciones accesorias: Son aquellas que no pueden subsistir por sí solas, requieren de otra acción principal
para poder subsistir. Ejemplos: acciones cautelares, acción reconvencional, la adhesión a la apelación, la
acción prendaria, etc.

* Importancia de determinar la naturaleza de la acción:

La determinación de la naturaleza de la acción es importante, principalmente por los siguientes aspectos:

✓ Sirve para determinar el tribunal competente: La naturaleza de la acción es un factor que la ley atiende al
instante de asignar competencia a los distintos tribunales.

✓ Sirve para establecer el procedimiento aplicable al juicio: En consecuencia, dependiendo de la acción


ello determinará la rapidez del procedimiento.

✓ Sirve para efectos probatorios del juicio: Ello porque los hechos controvertidos del juicio tienen que ser
correspondientes con la naturaleza de la acción.

✓ Sirve para determinar el contenido de fondo de la sentencia definitiva: Ello es así porque en la decisión
del asunto controvertido el tribunal debe estar de acuerdo con todas las acciones deducidas en la demanda
y en la contestación de ella.

* Acción y pretensión:

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La pretensión es el acto en cuya virtud se reclama ante un órgano judicial, y frente a una persona distinta,
la resolución de un conflicto entre esa persona y el autor de la reclamación.
La confusión de ambos conceptos -de acción y pretensión- proviene de la circunstancia de que
normalmente en el proceso civil se ejercitan juntas. Sin embargo, la acción se satisface con la dictación de una
sentencia en el proceso que se ha originado por el ejercicio de la misma y la pretensión se satisface en la medida
que se dicte una sentencia que favorezca al actor.
Los elementos de la pretensión son los siguientes:

a. Existencia de un sujeto activo, que al igual que en la acción, se trata del actor o demandante.

b. Existencia de un sujeto pasivo, que en la pretensión es el demandado (recordemos que en la acción era el
Estado).

c. Existencia de un objeto, que es el beneficio jurídico que el demandante pretende obtener (beneficio jurídico
que se reclama). Esto responde a la pregunta qué es lo que se pide con la demanda (ejemplo: reconocer mi
calidad de dueño, de heredero, etc.). Este objeto no debe confundirse con el objeto físico, con la cosa material
pedida.

d. Existencia de una causa, que está definida en la ley, en el artículo 177, inciso final, del Código de
Procedimiento Civil, norma según la cual “se entiende por causa de pedir el fundamento inmediato del
derecho deducido en juicio”. Es equivalente a decir por qué se pide, y si se trata de derechos personales, es
el hecho jurídico que engendra la obligación (el contrato, el cuasicontrato, etc.); y si son derechos reales,
serán los distintos modos de adquirir de los cuales nacen los derechos reales (la ocupación, la accesión, la
tradición, etc.).

* Ejercicio de la acción:

La acción depende exclusivamente de la voluntad del actor, se trata de un derecho potestativo, y esto
significa que el actor puede deducir su demanda en el momento que considere más oportuno. En nuestra
legislación no se obliga al demandante a ejercitar una acción; sin embargo, hay casos excepcionales en que se
establece el ejercicio forzado de la acción, bajo ciertas sanciones si no se hace.

-o- Requisitos para ejercitar la acción:

Para que esta acción que se ejercita pueda prosperar es necesaria la concurrencia de ciertos requisitos que
pueden ser de fondo o forma.

a) Los requisitos de fondo de la acción: Estos requisitos dicen relación con la pretensión, y son los siguientes:

▪ Que el actor tenga derecho a la acción. Quien ejercita la acción debe ser titular de un derecho subjetivo
material respecto del cual invoca la tutela jurídica.

▪ Que la protección judicial que persigue el actor se traduzca en un provecho actual, material o moral.
La contienda debe versar sobre aspectos concretos, debe existir un derecho controvertido y no meras
expectativas.

▪ Por último, es necesario que el actor tenga un interés. Si ese interés falta la protección desaparece.

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b) Requisitos de forma de la acción: Por su parte, los requisitos formales son los necesarios para el ejercicio de
ella, y son los siguientes:

o Capacidad en el actor: La persona que acciona tiene que tener capacidad de ejercicio, de manera que, si
no la posee, tiene que actuar debidamente representado por su representante legal.

o Capacidad en el demandado: También se requiere capacidad de ejercicio del demandado, y si no la tiene,


la acción hay que dirigirla contra representante legal.

o Cumplimiento de las formalidades legales: Estas formalidades están referidas a ciertas exigencias que la
ley exige al escrito de demanda, las cuales están establecidas principalmente en el artículo 254 del Código
de Procedimiento Civil.

o La acción se debe ejercer ante el tribunal competente: Esto significa que la demanda debe presentarse
ante el tribunal que la ley señale, respetando tanto las reglas de competencia absoluta como relativa.

-o- Medio a través del cual se ejercita la acción:

En materia civil, la acción debe realizarse a través de una presentación que se hace al tribunal, que se
denomina demanda, la que puede ser definida como el medio procesal para ejercitar la acción civil, por el cual el
actor requiere formalmente la intervención de los tribunales y que se efectúa a través de un escrito. Jurídicamente
es un acto procesal del demandante que se cumple por escrito, por regla general, y en ese escrito el demandante
hace valer sus pretensiones al tribunal.

-o- Oportunidad para ejercitar la acción y los casos excepcionales:

El Código de Procedimiento Civil no establece la oportunidad que tiene el demandante para presentar la
demanda, de modo entonces que ella puede ejercitarse cuando el actor lo estime conveniente. Sin embargo, hay
ciertos casos en que la acción debe ejercerse obligatoriamente y si así no se hace el actor pierde su derecho (aquí
hablamos del “ejercicio forzado de la acción”).
Estos casos excepcionales son los siguientes:

• El caso previsto en el artículo 21 del Código de Procedimiento Civil.


• El caso de la jactancia (artículos 269 y siguientes, Código de Procedimiento Civil).
• El caso de las medidas prejudiciales precautorias (artículo 280, Código de Procedimiento Civil).
• El caso de las reservas de acciones en el juicio ejecutivo, reglamentado en los artículos 473 y 474 del
Código de Procedimiento Civil.

A) La situación del artículo 21 del Código de Procedimiento Civil: Conforme al artículo 21 del Código de
Procedimiento Civil, si la acción ejercida por alguna persona corresponde también a otra u otras personas
determinadas, podrán los demandados pedir que se ponga la demanda en conocimiento de las que no hayan
ocurrido a entablarla, quienes deberán expresar en el término de emplazamiento si se adhieren o no a ella.
Al respecto, existen varias posibilidades que pueden darse en cuanto a las personas que no ejercieron
la demanda:

- Que se adhieran a la demanda ya interpuesta, en cuyo caso pasan a ser parte del juicio, asumiendo el rol
procesal de demandante, y deberán actuar a través de un mismo mandatario o procurador común, de
acuerdo a lo señalado en los artículos 12 y 13 del Código de Procedimiento Civil.

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- Que declaren que no se van a adherir a la demanda, caducará su derecho, lo que significa que pierden
su acción y, por lo tanto, no podrán demandar en el futuro.

- Que no expresen voluntad dentro del término legal, les afectará el resultado del juicio, sin nueva citación.
En este caso podrán comparecer en cualquier estado del juicio, pero respetando todo lo obrado con
anterioridad.

Este caso es una manifestación del principio de la economía procesal, toda vez que se evita que un
mismo demandado se vea enfrentado a varios juicios; asimismo, se evita que el tribunal dicte sentencias
contradictorias.

B) El caso de la jactancia: En términos jurídicos existe jactancia cuando una persona manifiesta que le
corresponde un derecho del cual no está gozando, y esa declaración perjudica a otro. El perjudicado, en este
caso, puede obligar judicialmente a esta persona que dice tener el derecho para que deduzca la demanda, y
si no lo hace dentro del plazo de diez días, también pierde su acción. Este plazo puede ampliarse por el
tribunal hasta treinta días, existiendo motivo fundado.

C) El caso de las medidas prejudiciales precautorias: Las medidas prejudiciales precautorias son aquellas que
el demandante puede solicitar al tribunal antes de presentar su demanda, con el objeto de asegurar el resultado
de la acción que pretende deducir. Si el tribunal accede a esta petición de medida prejudicial precautoria el
solicitante deberá presentar su demanda en el término de diez días, plazo que también puede también
ampliarse hasta treinta días por motivos fundados.
Si no se deduce oportunamente se considerará doloso su procedimiento, quedando el solicitante
responsable de los perjuicios causados.

D) El caso de la reserva de acciones en el juicio ejecutivo: En el juicio ejecutivo, puede ocurrir que el ejecutado
deduzca oposición de la demanda ejecutiva, exponiendo en el mismo acto que no tiene medios probatorios
para acreditar sus excepciones; para lo cual puede pedir la reserva de su derecho para plantear sus
excepciones en un juicio ordinario posterior y que no se haga pago al acreedor sin que caucione previamente
las resultas de este juicio. En esta situación, el tribunal deberá dictar sentencia de pago o remate y accederá
a la reserva y caución pedidas.
En el caso que estudiamos, tiene el demandado la obligación de deducir la contestación de la demanda
en un juicio posterior, en un plazo de quince días contados desde que se le notifique la sentencia definitiva,
y si no lo hace en dicho término, se procederá a ejecutar dicha sentencia en un nuevo juicio ejecutivo, sin
previa caución o quedará ésta ipso facto cancelada, si se ha otorgado.

-o- La pluralidad de acciones:

Esta materia está tratada en el artículo 17 del Código de Procedimiento Civil. El Código en esta materia
no utiliza adecuadamente la expresión “pluralidad de acciones”, puesto que más bien se refiere a “pluralidad de
pretensiones” porque para dar curso a un proceso (y al ejercicio de la jurisdicción) basta deducir sólo una acción.
La terminología no es la correcta, y debe entenderse como la acumulación de varias pretensiones en una misma
demanda, ello porque la acción es una sola.
En este caso, en una misma demanda el demandante puede hacer valer varias pretensiones
simultáneamente, pero esto constituye una mera facultad para la parte que ejerce la acción.
Los casos en que pueden deducirse varias acciones en un mismo juicio, según la ley, son las siguientes:

a) Cuando las acciones son compatibles: Pueden deducirse conjuntamente todas las pretensiones que se hacen
valer en una demanda siempre que sean compatibles entre sí, es decir, que estén sometidas a un mismo
procedimiento y además que sean todas de la misma competencia del tribunal donde se deduce la demanda.
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Dicho de otro modo, que sean compatibles significa que ambas pretensiones pueden ser acogidas
simultáneamente por la sentencia que se dicte en el juicio. Ejemplo: la demanda de resolución de un contrato
de compraventa conjuntamente con la indemnización de perjuicios, de conformidad al artículo 1479 del
Código Civil.

b) Cuando las acciones son incompatibles. Podrán hacerse valer dos o más pretensiones en una misma demanda
que sean incompatibles, pero siempre que sean resueltas una en subsidio de la otra, de lo contrario la
demanda queda incomprensible y el juez no puede acogerlas simultáneamente en la sentencia. Ejemplo: no
se puede pedir simultáneamente el cumplimiento de un contrato y su resolución; sólo se pueden hacer valer
una en subsidio de la otra.

Existen otros casos en que en un mismo proceso se reúnan varias acciones, pero no en una misma demanda.
Esto va a ocurrir fundamentalmente en dos situaciones:

• La acumulación de autos: Tiene lugar siempre que se tramiten separadamente dos o más procesos, ya sea
ante un mismo tribunal o ante tribunales distintos, para constituir un solo juicio y terminar por una sola
sentencia, y así mantener la unidad de la causa. En este caso, por aplicación del principio de la economía
procesal, se acumulan acciones, porque cada proceso son derivaciones de las acciones deducidas.

• La reconvención: Se produce cuando en un juicio que está en tramitación el demandado ejerce una acción
que puede hacer valer en contra de su demandante, independiente de la acción de éste. En este caso, también
por el principio de economía procesal, la ley le permite a ese demandado hacer valer la pretensión en el
mismo juicio ya iniciado.

3.- El Juicio:

El juicio es el contenido del proceso y, en consecuencia, este juicio está dado por el litigio o controversia
jurídica entre las partes desde el momento en que se somete al conocimiento del tribunal. El juicio es presupuesto
del proceso, no se puede concebir la jurisdicción sin controversia.

* Elementos del juicio:

En relación a los elementos del juicio hay que distinguir entre: A) requisitos de existencia y B) requisitos
de validez:

(a) Requisitos de Existencia: Los requisitos o presupuestos de existencia del juicio son los siguientes:

- La existencia de una controversia o litigio de orden jurídico.

- Es necesario que dicha controversia sea actual, es decir, tiene que referirse a situaciones reales y
concretas en que exista un derecho comprometido y no a meras expectativas o situaciones teóricas o
abstractas.

- La existencia de partes que hagan valer intereses contrapuestos o contradictorios.

- La existencia del tribunal, que es el órgano llamado por la ley para conocer de la contienda, que puede
ser ordinario, especial o arbitral.
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(b) Requisitos de Validez: Los requisitos o presupuesto de validez son ciertas condiciones para que el juicio
pueda permanecer en el tiempo hasta que se resuelva. Estos requisitos son lo siguientes:

- La competencia del tribunal llamado a resolver la contienda. El tribunal llamado a conocer de ese juicio
debe ser competente al menos tendrá que ser absolutamente competente, es decir, que tenga facultades
para conocer ese juicio considerando la materia del asunto, el fuero de las partes y la cuantía de lo
disputado.

- La capacidad de las partes. Las partes litigantes deben ser capaces y esta capacidad está referida a la
capacidad de ejercicio. Las partes tienen que ser capaces de comparecer ante los tribunales personalmente
o a través de un mandatario judicial. Si la parte no tiene esta capacidad de ejercicio tendrá que actuar a
través de su representante legal.

- La observancia o cumplimiento de las formalidades legales para la realización de los distintos actos de
procedimiento que conforman el proceso. Esto está referido a los actos de procedimiento, requisitos que
deben cumplirse en todo proceso, a todas las diligencias que son esenciales.

* La relación procesal:

La relación procesal se genera como consecuencia del juicio, desde el momento que la demanda es
notificada legalmente al demandado. La relación procesal es el vínculo jurídico que nace en el proceso, con la
notificación legal de la demanda, y que une a las partes entre sí y a éstos con el tribunal.

4.- Exteriorización o materialidad del proceso: El Expediente:

El proceso, como realidad que es, se exterioriza en lo que se denomina “expediente”, en el cual se deja
constancia de todos los escritos que presenten las partes, todas las actuaciones judiciales de cualquier tipo y todos
los documentos que se presenten o verifiquen en el juicio. En efecto, de acuerdo al artículo 29, inciso 1º, del
Código de Procedimiento Civil, “se formará el proceso con los escritos, documentos y actuaciones de toda especie
que se presenten o verifiquen en el juicio”.
En esta materia, además, es importante considerar que ninguno de estos elementos materiales del proceso
se puede retirar del expediente sin la autorización del juez.

* Formación del proceso:

Aquí el legislador utiliza tres palabras distintas: 1) escritos, 2) documentos, y 3) actuaciones, Estos
conceptos, como veremos, no son idénticos.

1) LOS ESCRITOS: Es toda presentación o solicitud, de cualquier naturaleza, que formulan las partes o terceros,
de carácter formal, y mediante la cual se hacen valer las pretensiones de los litigantes. El escrito, en el fondo,
es sinónimo de solicitud.
Estos escritos tienen que ser formales, y en esta materia la ley distingue dos tipos de formalidades:
a) formalidades comunes o de carácter general, y b) formalidades especiales, propias de cada escrito en
particular. Esta es una distinción muy importante porque las formalidades generales deben cumplirse

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siempre; en cambio, las formalidades especiales están establecidas para ciertos escritos, no para todos, y
podemos señalar como ejemplos los siguientes:

• El artículo 254 del Código de Procedimiento Civil establece requisitos especiales para el escrito de
demanda.

• El artículo 309 del Código de Procedimiento Civil establece los requisitos del escrito de contestación de
la demanda.

Dentro de los requisitos generales, la ley establece varias formalidades que siempre deben cumplir
los escritos. A saber:

- Se presentan al tribunal en papel simple. Antiguamente se presentaba en “papel sellado” como lo


indicaba el artículo 80 de la Ley de Timbres y Estampillas.

- Debe encabezarse con lo que se denomina una “suma”, que es el encabezamiento que indica
resumidamente el trámite que se tratará o el contenido del mismo.

- Se presentan al tribunal por conducto del secretario.

- Se deben acompañar tantas copias según sea la cantidad de partes que hay que notificar la resolución
de ese escrito. Estas copias tienen que ser concordantes con el escrito mismo, incluso la ley establece la
obligación del secretario de confrontar las copias con el escrito. Si no se entregan copias del escrito o si
son disconformes substancialmente entre aquellas y el escrito original, no le correrá plazo a la parte
contraria y el tribunal debe imponer una multa al litigante que incumpla con esta obligación, y sin
perjuicio de lo anterior, el tribunal tiene que ordenar que estas copias se acompañen dentro del tercer día,
bajo apercibimiento de tenerse por no presentado ese escrito.

- Tienen que ser firmados por la parte o por el apoderado, según corresponda. Además el primer escrito
tiene que ser firmado por el abogado patrocinante.

2) LOS DOCUMENTOS: Son los instrumentos públicos o privados que las partes acompañen al proceso y que
constituyen medios probatorios. Hay diferencias entre un escrito y un documento. Un escrito también es un
documento, pero la ley se está refiriendo a todos aquellos documentos o instrumentos desde el punto de vista
del medio probatorio que se acompaña al juicio para probar un hecho. El documento es considerado como
un medio de prueba, como por ejemplo, una escritura pública, una partida de defunción, una carta, etc.

3) LAS ACTUACIONES DE TODA ESPECIE: Corresponden a las distintas diligencias que se vayan verificando
a medida que se va desarrollando el proceso, y de las cuales debe dejarse siempre constancia escrita, aunque
se trate de actos verbales, incorporándose de esta manera al proceso. Ejemplos: la realización de un
comparendo, la declaración de un testigo, etc.
Todas las piezas del proceso (escritos, documentos y actuaciones) se tienen que agregar cronológicamente
y en forma sucesiva al proceso, según el orden que se vayan produciendo o verificando. Aquí el secretario tiene
la obligación de ir enumerando cada foja del expediente, con letras y con números, lo que se denomina “foliación
del expediente”. Pero cuando no resulta posible agregar materialmente al proceso algunas piezas (ejemplos: un
libro de contabilidad grande), dichos antecedentes van a quedar fuera del expediente dejándose la debida
constancia.
En otros casos las partes pueden pedir por motivos fundados que un determinado antecedente se mantenga
fuera del proceso, esto es lo que se denomina “mantener en custodia una determinada pieza del proceso”, por
motivos de seguridad. Ejemplo: junto con una demanda ejecutiva se pueden acompañar documentos mercantiles
(cheques, letras de cambio, etc.), para lo cual deberá dejarse la debida constancia.
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Cuando se va formando un expediente se habla también de “documentación” o “incorporación” de alguna
determinada pieza del proceso. Esto dependiendo de la naturaleza de la actuación o pieza:

En el caso de las actuaciones orales o verbales, debe documentarse, debe efectuarse su transcripción por
escrito; aquí hablamos de documentación de la actuación. Ejemplo: la declaración de un testigo debe
documentarse.

Por el contrario, si la actuación es escrita se habla de incorporación, basta con agregarlo al proceso. Ejemplo:
el escrito de demanda o de contestación.

* Forma en que se presentan los escritos:

Todo escrito se presenta siempre por conducto del secretario del tribunal que corresponda, es decir, ante
el secretario del tribunal competente que está conociendo de la causa, salvo el primer escrito que se presenta en
aquellas comunas en que hay varios tribunales con la misma competencia, en cuyo caso se presentará, si hay
Corte de Apelaciones, ante el secretario de dicho tribunal, y si no hay Corte de Apelaciones el escrito se dirigirá
al juzgado de turno.
El secretario recibirá el escrito con las copias que se acompañen y debe proceder de inmediato a poner en
cada foja del escrito su media firma o un sello autorizado por la respectiva Corte de Apelaciones y que designe la
oficina y la fecha de la presentación (esto último se conoce como el “cargo”). La media firma, o el cargo, se
estampa tanto en el escrito como en las copias. Este sello tiene mucha importancia porque ahí figura la fecha de
presentación.
La ley dice también que el secretario debe dar recibo de los documentos que se le entreguen. Esto
constituye una obligación en la medida que la parte lo exija; normalmente no se exige.
El secretario una vez que tiene el escrito en su poder debe presentarlo al juez para su despacho, para que
éste lo resuelva o provea. Este despacho la ley dice que puede ser el mismo día que se entregue el escrito o el día
siguiente hábil a la entrega si ésta se hace después de la hora designada al efecto, a no ser que la parte solicite que
se resuelva inmediatamente en casos urgentes aún después de la hora designada.

* La división del proceso o expediente:

Desde el punto de vista material, el proceso en principio forma una sola unidad. Lo anterior es lo normal,
sin embargo, en casos excepcionales se permite dividir un expediente, y esto se puede deber fundamentalmente
por dos razones: 1) por la cantidad de actuaciones que lo componen; o 2) por la calidad de la materia o contenido
de las actuaciones.

1. División del expediente en razón de la cantidad o volumen de las actuaciones: Cuando un expediente se
divide por la cantidad de actuaciones se habla de “tomos”, y, en consecuencia, el expediente puede estar
formado por uno o varios tomos.

2. División del expediente en razón de la calidad de la materia o contenido de las actuaciones: Esta división
da origen a los “cuadernos” o ramos, lo que ocurre fundamentalmente porque en un proceso se puede discutir
distintas cuestiones o incidentes. Ejemplo: en el juicio ejecutivo, en donde hay un cuaderno principal y otro
de apremio.

* Mantención y consulta del expediente:

La ley dice que el proceso se mantendrá en la oficina de la secretaría del tribunal, bajo custodia y
responsabilidad del secretario del tribunal.
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En relación con esto, las partes, y en general cualquier persona, tienen derecho a examinar los expedientes
e imponerse de las actuaciones judiciales. Esto se debe a que en Chile impera el principio de publicidad de los
tribunales. Sin embargo, no está permitido retirar los expedientes del juzgado, salvo excepciones que la ley
contempla de funcionarios que pueden realizar ese retiro.

* El desglose de los documentos:

Hay casos en que los propios litigantes o un tercero necesitan retirar o recuperar algún documento que
haya sido agregado materialmente al proceso (por ejemplo: un pasaporte, un carnet de identidad, etc.). En este
caso, la ley permite retirar ciertos documentos, y para este efecto el interesado tiene que presentar una solicitud
de devolución de documentos. Una vez que se ha ordenado la devolución, la parte interesada o el tercero debe
proceder a lo que se llama “el desglose de los documentos”.
El desglose es el reemplazo del documento incorporado al proceso por una nueva foja que indique que
reemplaza a ese documento que ha sido retirado y la resolución del juez que mandó retirarlo, y del número y
naturaleza de las piezas desglosadas. Con ello se permite que continúe la unidad del proceso. La ley dice que no
se debe alterar la foliación del proceso (artículo 35, Código de Procedimiento Civil).
Si hay varios documentos sucesivos que se desglosan, basta con una sola foja de reemplazo y no se altera
la numeración de las piezas que queden en el proceso, conservándose también la de las que se hayan separado en
el nuevo expediente de que pasen a formar parte, agregándose la que en éste les corresponda.

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III. LOS PRINCIPIOS FORMATIVOS DEL PROCESO

1.- Concepto:

Son ciertas ideas o conceptos de carácter fundamental que le dan forma a un determinado sistema,
considerando la finalidad del proceso. Son una elaboración doctrinaria, basada en el hecho de que nuestra
legislación procesal se ha inspirado en algunos fundamentos básicos que le dan la característica propia al derecho
chileno.

2.- Análisis de los principios formativos del proceso:

Estos principios formativos del proceso son los que a continuación se indican:

➢ Principio de la oralidad y de la escrituración.


➢ Principio de la mediación e inmediación.
➢ Principio dispositivo e inquisitivo.
➢ Principio de la continuidad y de la concentración.
➢ Principio de la publicidad y del secreto.
➢ Principio de la instancia de parte y del impulso oficial.
➢ Principio de la bilateralidad y de la unilateralidad.
➢ Principio de valoración probatoria.
➢ Principio del formalismo y del aformalismo.
➢ Principio de la fundabilidad y de la infundabilidad.
➢ Principio de la preclusión y de la libertad.
➢ Principio de la economía procesal.
➢ Principio de la buena fe procesal.

* Principio de la oralidad y de la escrituación:

El principio de la oralidad se refiere a que en el proceso predominan las actuaciones verbales o de viva
voz, tanto en las actuaciones de las partes como a las pruebas que se puedan rendir.
El principio de la escrituración, en tanto, es aquel en donde predominan las actuaciones documentadas en
el proceso, tanto en las alegaciones de las partes como en las pruebas que se puedan formular.
Es importante destacar que no existe un proceso exclusivamente escrito ni un proceso exclusivamente
oral; lo que sí existen son tendencias dominantes de una u otra.
En doctrina estos principios presentan importantes ventajas e inconvenientes. Por ejemplo, el sistema oral
da una marcha más acelerada al proceso y evita así el retardo (es más rápido); por otro lado, el principio de la
escrituración presenta la ventaja de la seguridad en el proceso.
En Chile hay manifestaciones de ambos principios con una clara diferencia entre materia civil y penal.

• En materia civil se mantiene el principio de la escrituración (ejemplo: procedimiento ordinario de mayor


cuantía), con la sola excepción del juicio sumario y del procedimiento seguido ante los Tribunales de Familia.

• En materia penal, en el procedimiento penal predomina el principio de la oralidad, el cual deriva de otros
dos principios que son los de inmediación y de concentración.

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* Principio de la mediación e inmediación:

El principio de la inmediación es aquel en virtud del cual se pretende asegurar que el juez o tribunal esté
en una íntima relación personal con los sujetos del proceso, lo que significa que el juez recibe directamente, sin
intermediarios, los actos del proceso o los escritos de las partes.
El principio de la mediación es aquel en virtud del cual el juez no se encuentra en una permanente e íntima
relación personal con los sujetos del proceso, sino que tal vinculación tiene lugar a través de agentes
intermediarios o auxiliares. Así, por ejemplo, los escritos se le hacen llegar por conducto del secretario del
tribunal.
En el proceso penal rige el principio de la inmediación; en cambio, en materia civil, en general, en las
peticiones de las partes prima el principio de la mediación.

* Principio dispositivo e inquisitivo:

Estos dos principios dicen relación con la preponderancia de la iniciativa que puedan tener las partes o el
tribunal para reconstruir los hechos relevantes para resolver el conflicto jurídico y darle trámite al proceso.
El principio dispositivo es aquel en que la iniciativa en la proposición y en la producción de las pruebas
del juicio queda reservada especialmente a las partes, y el juez se limita a ordenar la recepción de estas pruebas,
es decir, a su dirección formal.
El principio inquisitivo implica que la labor de reconstrucción de los hechos en juicio y la aportación de
las pruebas corresponde tanto a las partes como al juez.
Actualmente, en el proceso civil los litigantes aportan las pruebas, pero con algunos cambios en el último
tiempo. Esto indica que el legislador en el campo probatorio se está inclinando fuertemente hacia el principio
inquisitivo. Ejemplo: se pueden citar las medidas para mejor resolver, en que el juez puede disponer de oficio
(artículo 159, Código de Procedimiento Civil).
En materia penal, a partir del nuevo procedimiento, prima el principio dispositivo, donde la iniciativa para
el esclarecimiento de los hechos queda entregada a los intervinientes en el proceso, principalmente al Ministerio
Público a través de sus fiscales. Antiguamente, cuando tenía aplicación el Código de Procedimiento Penal, regía
el principio inquisitivo.

* Principio de la continuidad y de la concentración:

El principio de la continuidad, o consecutivo obligatorio, establece que el proceso se va desarrollando a


través de diversas etapas y cada una de ellas está constituida por una serie de actuaciones, y estas etapas se tienen
que ir cumpliendo separada y sucesivamente. Dentro de este principio el juez tiene que solucionar en forma previa
todos los incidentes que se vayan produciendo en la secuela del proceso y antes de dictar la sentencia definitiva.
El principio de la concentración, por su parte, tiene por finalidad reunir o concentrar en una sola audiencia,
o en el menor número de audiencias posibles, todas las actuaciones del proceso; es decir, que se planteen las
alegaciones, se rinda la prueba y que los incidentes se solucionen en la sentencia definitiva.
En este principio de la concentración no existe establecido un momento específico para realizar un
determinado acto, situación que sí ocurre en el principio de la continuidad.
En Chile, en materia civil, impera el principio de la continuidad, sin embargo existe una importante
excepción tratándose del juicio sumario, que tiende a la concentración, o los juicios de arrendamiento regidos por
la Ley Nº 18.101.

* Principio de la publicidad y del secreto:

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El principio de la publicidad permite que las partes y terceros puedan tomar conocimiento de las distintas
actuaciones que se están realizando en el proceso, lo que constituye el mejor medio de garantizar el derecho de
las partes, permitiendo que el proceso sea conocido por todos, tanto por los litigantes como terceros.
En el principio del secreto, en cambio, las actuaciones del proceso deben ser mantenidas en reserva y no
pueden ser conocidas por los litigantes o interesados, ni mucho menos por terceros.
En materia civil, salvo algunos casos excepcionales, rige el principio de la publicidad. En materia penal,
por su parte, en el procedimiento antiguo imperaba el principio del secreto en la primera etapa de sumario,
situación que cambió a partir de la reforma procesal penal, en donde impera el principio de la publicidad, salvo
algunas actuaciones de investigación realizadas por el ministerio público y por la policía, que son secretas para
los terceros ajenos al procedimiento, y en aquellos casos en que el tribunal ordena el secreto.

* Principio de la instancia de parte y del impulso oficial:

El principio de instancia de parte es aquel en que son los propios litigantes los que tienen la facultad de
dar, iniciar y hacer avanzar el proceso a través de los escritos.
En cambio, en el principio de impulso oficial el juez tiene la facultad de hacer avanzar el proceso, sin
perjuicio de las atribuciones de las partes.
El sistema chileno en el proceso civil siempre se va a iniciar por impulso de parte y para hacerlo avanzar
se requiere de la voluntad de las propios litigantes, pero ello no es absoluto, ya que puede el juez disponer ciertas
atribuciones sin que sean solicitadas por las partes, sin embargo, esta intervención del juez es sólo excepcional.
En materia penal, en el nuevo proceso penal este impulso queda entregado a los intervinientes del mismo.

* Principio de la bilateralidad y de la unilateralidad:

El principio de la bilateralidad, también llamado de contradicción o audiencia, quiere decir que durante
la tramitación del proceso todas las atribuciones del juicio se deben realizar con la intervención de ambas partes
del proceso. En Chile el procedimiento es contradictorio, porque existe la posibilidad que las dos partes puedan
hacer valer sus pretensiones o derechos. Este principio no es sino aplicación de la vieja máxima latina de que
“nadie puede ser ordenado sin ser oído y vencido en juicio”.
El principio de la unilateralidad es excepcional en nuestro sistema y en virtud de éste el legislador, en
ciertos casos, permite que se lleve a cabo un acto sin el conocimiento de las dos partes o que se ejecute una
providencia antes de ser notificada a la parte a quien afecta. Ejemplo: las medidas precautorias, que pueden
llevarse a efecto antes de notificarse a la persona contra quien se dictan.

* Principio de valoración probatoria:

El principio de valoración probatoria dice relación con la forma que tiene el juez para el efecto de dar por
acreditado un hecho en un juicio. En doctrina existen tres sistemas fundamentales de valoración probatoria: a) El
sistema de la prueba legal; b) El sistema de la libre convicción; y c) El sistema de la sana crítica.

a) El sistema de prueba legal: Es aquel que se caracteriza porque el propio legislador establece cuales son
los medios probatorios que pueden ser utilizados por las partes, y además señala, en cada caso, cual va a
ser la eficacia o valor probatorio de cada uno de ellos, de manera que el juez sólo debe aplicar las normas
correspondientes.

b) El sistema de libre convicción: Es aquel en que todo el establecimiento de los hechos depende de la
conciencia del juez, que no está regido u obligado a normas legales a este respecto, y ni siquiera debe dar
razones de sus decisiones.

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c) El sistema de sana crítica: En este caso, el juez se debe regir por ciertas reglas no escritas, pero son reglas
del correcto entendimiento humano, como las reglas de lógica en que debe fundarse la sentencia.

En nuestro ordenamiento se aplica el primer sistema por regla general en el procedimiento civil, pero
bastante atenuado. Excepcionalmente la ley faculta a los jueces a apreciar las pruebas en conformidad a las reglas
de la sana crítica, como ocurre, por ejemplo, en el informe de peritos, en la prueba de testigos, etc.

* Principio del formalismo y del aformalismo:

De acuerdo al principio del formalismo, las distintas actuaciones que se deben verificar en el proceso
deben guardar ciertas formas, que en cada caso determine el legislador. La ley regula la manera de efectuar ciertos
actos procesales sin que esto quede entregado al criterio del juez y las partes, lo que constituye una garantía de
certeza para las partes litigantes.
Por otro lado está el principio del aformalismo, o de la libertad de las formas procesales, donde la ley sólo
se encarga de enumerar o mencionar las actuaciones que deben cumplirse, pero las formas de los actos quedan
entregados a las personas que participan en los actos.
Hay que buscar un justo equilibrio entre ambos principios. En nuestro país, en materia civil, rige el
principio del formalismo con excepción de la realización de los alegatos en los tribunales colegiados.

* Principio de la fundabilidad y de la infundabilidad:

En el principio de la fundabilidad, tanto las partes como los propios tribunales tienen que exponer siempre
las razones o motivos en sus actuaciones, o al menos en las más importantes. Tanto los litigantes como el propio
tribunal siempre tienen que fundamentar sus peticiones y las razones de sus decisiones judiciales,
respectivamente.
Por otro lado, el principio de la infundabilidad, establece que ni las partes ni los jueces están obligados a
mencionar las razones o motivos de sus actuaciones.

* Principio de la preclusión y de la libertad:

El principio de la preclusión consiste en que, dentro del proceso, las actuaciones deben cumplirse en su
debido momento, y de no ser así ese derecho se extingue o se pierde.
El principio de la libertad, al contrario, significa que en el proceso no hay etapas para cumplir los actos
procesales, y estos se pueden realizar con libertad en cualquier parte o momento del proceso.
En nuestro país rige el principio de la preclusión, y éste tiene diversas manifestaciones prácticas, por
ejemplo:

- La existencia de los plazos: Ninguna actuación procesal puede realizarse más allá del plazo fijado por la ley
para su ejercicio. En el procedimiento civil los términos son todos fatales o perentorios.

- La consumación procesal: Consiste en que una determinada actividad se agota con el ejercicio del derecho
correspondiente.

- La eventualidad procesal: Esto significa que las partes tienen que hacer valer simultáneamente los distintos
medios para accionar en forma conjunta, en caso que uno de ellos falle o sea desestimado. Ejemplo: las
excepciones dilatorias, que deben deducirse todas conjuntamente y en un mismo escrito.

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- La incompatibilidad: Consiste en que, en algunos casos, la ley otorga varios medios procesales para hacer
valer sus derechos pero con la condición de que uno solo de éstos puede ser acogido; estos medios, por
tanto, no pueden acogerse simultáneamente. Ejemplo: para alegar la incompetencia relativa de un tribunal
puede alegarse por vía declinatoria o inhibitoria, pero nunca por ambas.

- La cosa juzgada: Significa que en un determinado momento la vida procesal se agota y eso significa impedir
más adelante renovar la discusión en torno al mismo asunto (se traduce en la prohibición de volver a discutir
lo ya decidido).

* Principio de la economía procesal:

El principio de la economía procesal pretende que el proceso se desenvuelva en el menor tiempo posible,
con el menor número de actuaciones posibles y con el menor costo o gasto para los litigantes; y para ello se
pretende un ahorro de acciones y de tiempo para las partes. Esto se puede lograr a través de las concentraciones
de las acciones judiciales.
En nuestro ordenamiento procesal civil encontramos diversas manifestaciones de este principio. Ejemplos:
el ahorro de actuaciones, la acumulación de autos, la pluralidad de pretensiones, la reconvención, la tramitación
de los incidentes, etc.

* Principio de la buena fe procesal:

El principio de la buena fe procesal, llamado también de la moralidad, postula que todas las actuaciones
del proceso deben realizarse con lealtad y sin entorpecer ni dilatar los procesos; y el debate entre las partes debe
ser honorable, sin incurrir en desacreditaciones personales ya sea de las partes o de los mandatarios judiciales.
Este principio no tiene oponente o contradictor. No hay legislación que acepte como principio formativo
la mala fe procesal.

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IV. LAS PARTES O SUJETOS DEL PROCESO

1.- Concepto de “parte”:

Se entiende por parte quien pretende y frente a quien se pretende la satisfacción de una pretensión. A las
partes se les denomina también “litigantes” (en los asuntos contenciosos) o “interesados” (en los actos judiciales
no contenciosos), y son quienes sostienen determinadas pretensiones encontradas ante el tribunal.

2.- Clasificación de las partes:

En un juicio siempre habrá partes directas o principales y además puede haber partes indirectas o terceros.

1. Partes directas o principales: Son aquellas partes que originariamente han iniciado la contienda, sea por su
propia voluntad, sea porque una vez iniciada han sido forzadamente llamadas a ella.
Son partes directas, el demandante y el demandado. Esta es la denominación más genérica de las
partes, ya que se les puede dar otro nombre dependiendo de la naturaleza del juicio o recurso que puede
interponerse. Así, por ejemplo, en el juicio ejecutivo se habla de “ejecutante” y “ejecutado”; en las
apelaciones se habla de “apelante” y “apelado”; en el juicio de alimentos se habla de “alimentante” y
“alimentario”; y en los juicios posesorios se habla de “querellante” y “querellado”.
El demandante es la parte que ejercita la acción, y éste es aquel que pide al tribunal el reconocimiento
o la declaración de un derecho determinado, y para lo cual formula una pretensión.
El demandado, en tanto, es aquel sujeto en contra del cual se formula la pretensión y tiene que hacerse
cargo de las pretensiones para defenderse, es decir, es contra quien se pretende y contra quien se dirige la
demanda.

2. Partes indirectas o terceros: Son aquellas partes no originarias de la relación procesal, a los cuales la ley les
permite intervenir posteriormente en el mismo, en caso de que tengan algún derecho que hacer valer en éste.
En general se llama tercero a toda persona que es extraña a la litis, pero hay algunos que pueden
intervenir en el proceso por tener interés en el resultado.
Las partes indirectas pueden intervenir en el juicio de distinta forma dependiendo de cuál es el interés
que tiene en el juicio, y hay que ver si ese interés es o no concordante con las pretensiones de las partes; y
debido a ello se pueden clasificar en: a) Terceros coadyuvantes; b) Terceros excluyentes; y c) Terceros
independientes.

3.- Pluralidad de partes o “Litis Consortio”:

La relación procesal, en cualquier juicio, puede ser simple o múltiple, dependiendo de la cantidad de partes
que intervengan. Será simple cuando intervengan un solo demandante y un solo demandado; y será múltiple
cuando una parte (demandante o demandado, o ambas a la vez), están conformadas por varias personas, es decir,
habrá varios demandantes, o varios demandados, o conjuntamente varios demandantes y demandados a la vez.
Cuando esta relación procesal es múltiple hablamos de pluralidad de partes o “litis consortio”, y todas
estas personas que litigan conjuntamente como parte se denominan “colitigantes” o “litis consortes”.

* Clasificación de la litis consortio:

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Esta pluralidad de partes o litis consortio admite algunas clasificaciones considerando diversos factores.
A saber:

a) Atendiendo al número de sujetos que conforman cada parte en el juicio, la litis consortio puede ser activa,
pasiva o mixta.

• Si existen varios actores o demandantes y un solo demandado, se habla de litis consortio activa.

• Si son varios los demandados y hay un solo actor o demandante, se habla de una litis consortio pasiva.

• Si conjuntamente se reúnen varios demandantes y varios demandados, estaremos en presencia de una


litis consortio mixta.

b) Atendiendo al momento en que se origina, la litis consortio se clasifica en litis consortio inicial y litis
consortio sucesiva.

• La litis consortio inicial es la pluralidad de partes que tiene su origen con la iniciación del juicio
mismo, es decir nace al momento de interponerse o deducirse la demanda en el juicio.

• La litis consortio sucesiva es la pluralidad de partes que se forma con posterioridad a la notificación
de la demanda, es decir, después de que ya existe un juicio planteado ante los tribunales.

c) Considerando la obligatoriedad de que se aplique la pluralidad de partes, tenemos litis consortio facultativa
o voluntaria y la litis consortio obligatoria o necesaria.

• En la litis consortio facultativa o voluntaria es aquella en que la unión de los varios litigantes se
produce por su propia voluntad, espontáneamente. El propio artículo 18 del Código de Procedimiento
Civil se refiere a este caso, cuando expresa que “en un mismo juicio podrán intervenir.......”.

• En la litis consortio obligatoria o necesaria va a ser la ley la que exija que las partes actúen
conjuntamente, en determinados casos. Así acontece en la situación prevista en el artículo 19 del
Código de Procedimiento Civil, cuando indica que “si son dos o más las partes que entablan una
demanda o gestión judicial y deducen las mismas acciones, deberán obrar todas conjuntamente,
constituyendo un solo mandatario”.

* Procedencia de la litis consortio facultativa:

En conformidad al artículo 18 del Código de Procedimiento Civil, los casos en que tiene lugar la pluralidad
de partes son los siguientes:

a) Cuando se deduzca la misma acción por varias personas. En este caso, la ley dice que estas varias personas
tienen que obrar conjuntamente a través de un mandatario común (están representados por una misma
persona). Ejemplo: los comuneros que demandan conjuntamente la reivindicación de la cosa común.

b) Cuando se deduzcan acciones diversas que emanen directa e inmediatamente de un mismo hecho. Ejemplo:
las diversas acciones indemnizatorias que se originen con motivo de un accidente a varias personas.

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c) Cuando se procede conjuntamente por muchos o contra muchos en los casos que autorice la ley. Ejemplo:
en ciertos juicios en que el Fisco demanda contra sus deudores morosos por el incumplimiento de
obligaciones tributarias.

* Procedencia de la litis consortio obligatoria. Nombramiento del procurador común:

La ley exige que las partes actúen conjuntamente en los casos que señala el artículo 19 del Código de
Procedimiento Civil. Esta situación se traduce en el nombramiento del mandatario o procurador común.
Conforme a dicha disposición, deberán obrar todas conjuntamente, constituyendo un solo mandatario: 1)
las partes cuando sean dos o más y que entablan una demanda o gestión judicial y deducen las mismas acciones;
y 2) los demandados cuando sean dos o más y opongan idénticas excepciones o defensas.
Las condiciones que establece este artículo 19 del Código de Procedimiento Civil son las siguientes:

✓ Se requiere que existan varios demandantes o varios demandados.


✓ Que hagan valer las mismas acciones o pretensiones, o bien, que opongan idénticas defensas o
excepciones.

Reuniéndose estas condiciones los litigantes deberán obrar conjuntamente a través del mandatario o
procurador común. Esto se le llama “litigar por una sola cuerda” en el juicio. Esta disposición tiene el carácter de
obligatoria, ya que se indica que “deberán” obrar todos conjuntamente.
¿Cómo se designa el mandatario o procurador común?. El procurador común será nombrado por acuerdo
de las partes a quienes haya de representar, dentro del plazo razonable que señale el tribunal. En todo caso,
tratándose de los demandados, se entiende que esta obligación nace después de contestada la demanda, pues
mientras ello no ocurra, no puede saberse si sus excepciones o defensas son o no idénticas.
Si las partes no se ponen de acuerdo respecto de la persona del mandatario o procurador común, el
nombramiento tiene que hacerlo el tribunal que conozca la causa, debiendo, en este caso, recaer el nombramiento
en un procurador del número o en una de las partes que haya concurrido.
Este nombramiento puede ser revocado una vez nombrado por acuerdo unánime de las mismas partes, o
por el tribunal a petición de alguna de ellas, si en este caso hay motivos que justifiquen la revocación. Los
procedimientos a que dé lugar esta medida se seguirán en cuaderno separado y no suspenderán el curso del juicio.
Este procurador común tiene que ceñirse a las reglas que le den las partes que representa; es decir, debe
someterse a las instrucciones y a la voluntad de los propios interesados, y en caso que no exista acuerdo en este
punto, dice la ley que este procurador común está facultado para “proceder por sí solo y como se lo aconseje la
prudencia, teniendo siempre en mira la más fiel y expedita ejecución del mandato”.
En todo caso, la ley establece que cualquiera de las partes representadas por el procurador común que no
se conforme con el procedimiento adoptado por él, podrá separadamente hacer las alegaciones y rendir las pruebas
que estime conducentes, pero sin entorpecer la marcha regular del juicio y usando los mismos plazos concedidos
al procurador común.
Finalmente, el artículo 20 del Código de Procedimiento Civil establece algunas excepciones a la
constitución del procurador común:

o Si son distintas las acciones de los demandantes o las defensas de los demandados.

o También pueden obrar separadamente desde el momento que aparezca que hay incompatibilidad de
intereses entre las partes que litigan conjuntamente.

4.- Capacidad de las partes:

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En esta materia debemos distinguir: 1) la capacidad para ser parte en juicio; 2) la capacidad para
comparecer en juicio (capacidad procesal); y 3) la capacidad para pedir en juicio (ius postulandi):

1) Capacidad para ser parte en juicio: Esta es la capacidad o aptitud que debe tener un sujeto para figurar como
demandante o como demandado. Esta materia se rige por las reglas sustantivas o por las reglas del derecho
civil, y en consecuencia, hay que concluir que para ser parte en juicio o para ser titular de una relación
jurídica procesal basta con tener la capacidad de goce, entendida como la aptitud legal para adquirir derechos
(es un elemento de la personalidad).

2) Capacidad para comparecer en juicio: Se denomina también “capacidad procesal” y es está referida a la
aptitud que se requiere para poder ejercitar la acción o, en su caso, para poder formular la excepción. En esta
capacidad para comparecer en juicio se exige la capacidad de ejercicio, y ésta la tienen todos aquellos sujetos
que son capaces de ejercitar derechos por sí mismos sin el ministerio o autorización de otro, de manera que
todas aquellas personas que la ley declara incapaces deben suplir esta deficiencia con la representación legal.

3) Capacidad para pedir en juicio: También llamada “ius postulandi”, es propia del derecho procesal. Esta es
la capacidad necesaria para hacer peticiones o solicitar diligencias a los tribunales, y se encuentra regulada
por las leyes procesales. Esto tiene un fundamento, y se debe a que el proceso exige una capacidad especial,
técnica, y por lo mismo este tipo de capacidad la tienen ciertas y determinadas personas que la ley procesal
establece, y la poseen estas personas porque tienen conocimientos jurídicos o se presume que los tienen.
Quien tiene este “ius postulandi” está habilitado para hacer peticiones a los tribunales de justicia, y para esto
se requiere que esta persona tenga un mandato judicial, regulado en la Ley Nº 18.120, que establece las
normas de comparecencia en juicio.

5.- Las tercerías:

Son las intervenciones de terceros en juicio como partes indirectas. Los terceros pueden hacer valer sus
derechos en ese mismo juicio y en la medida que justifiquen su interés en los resultados del mismo. Desde este
punto de vista, los TERCEROS son todas las personas que, sin ser partes directas en el juicio, están facultadas
para intervenir en él después de su inicio, por tener interés actual en sus resultados, y haciendo valer determinadas
pretensiones que pueden ser armónicas o concordantes, contradictorias e independientes de las de las partes.

* Procedencia e improcedencia de las tercerías:

La regla general es que la ley permite la intervención de los terceros como partes indirectas en los
diferentes juicios y procedimientos, con los requisitos que debe reunir todo tercero; esto es lo que se denomina
“intervención permitida de terceros”. Sin embargo, hay otros casos en que la ley permite la intervención de
terceros con ciertas limitaciones; esta es la “intervención restringida de terceros”; así sucede tratándose del juicio
ejecutivo, en donde la ley regula minuciosamente la intervención de terceros, estableciéndoles condiciones que
deben tener (en el juicio ejecutivo son admisibles las tercerías de dominio, de posesión, de prelación y de pago.
Además existen casos excepcionales en que nuestro legislador no admite la intervención de terceros.
Ejemplo: el procedimiento de realización de la prenda agraria.

* Requisitos para la intervención de terceros:

Para poder admitir la intervención de un tercero en un juicio cualquiera es indispensable que se cumplan
ciertos requisitos:

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o Los terceros deben ser efectivamente una parte indirecta, es decir, no puede haber figurado en la causa
como demandante o demandado.

o Debe existir un juicio en actual tramitación, es decir, un juicio pendiente, que es aquel en que no se ha
dictado sentencia; o bien, aquel en que habiéndose dictado sentencia, ésta no se encuentra firme o
ejecutoriada.

o El tercero tiene que tener un interés actual en los resultados del juicio, esto significa que tiene que tener
un derecho comprometido y no meras expectativas, salvo que la ley autorice especialmente la intervención
fuera de estos casos.

o La intervención del tercero tiene que estar permitida. En efecto, la intervención debe estar permitida por
la ley.

* Clases de intervención de terceros:

Esto dice relación con la calidad que debe reunir el tercero. Aquí hay que partir del supuesto que los
terceros siempre intervienen en juicio voluntariamente, la intervención no es forzada. Desde este punto de vista,
hay tres calidades con las cuales puede intervenir un tercero en juicio, lo que da origen a tres clases de tercerías:
1) Terceros coadyuvantes; 2) Terceros excluyentes; y 3) Terceros independientes.

1) Terceros Coadyuvantes: Son personas que, sin ser partes directas en el juicio, pueden intervenir después de
su inicio, por tener un interés actual en su resultado, y sosteniendo o haciendo valer pretensiones armónicas
y concordantes con las de alguna de las partes directas; esto significa que el tercero queda equiparado con la
parte respectiva, constituyendo una sola parte con ese litigante. Esto significa que si hay una sola identidad
tienen que litigar en una misma cuerda, constituyendo un mandatario o procurador común.
Para que intervenga este tercero debe haberse iniciado el juicio y a partir de ahí puede intervenir en
cualquier estado del mismo, tanto en primera como en segunda instancia. Este tercero cuando interviene
tiene que respetar todo lo obrado en el juicio.
La tramitación que debe darse a la petición del tercero para que se le permita su intervención es la
incidental.

2) Terceros Excluyentes: Son aquellos que concurren al juicio después de iniciado, pero en este caso lo hacen
reclamando o sosteniendo una pretensión propia e incompatible con las pretensiones de las partes directas,
de manera que el interés que hace valer este tercero es contradictorio, tanto con el demandante como con el
demandado. Ejemplos: la tercerías de dominio o de posesión.
Esta intervención está permitida a fin de evitar nuevos juicios en el juicio principal, siendo ésta otra
manifestación más del principio de economía procesal.
Esta intervención está regulada en el artículo 22 del Código de Procedimiento Civil, norma que indica
que el tribunal admitirá las gestiones del tercero “en la forma establecida por el artículo 16”. Esta remisión
a la mencionada norma hay que entenderla únicamente a que este tercero debe actuar separadamente de las
partes.
Este tercero excluyente también puede intervenir en cualquier estado del juicio, pero aceptando todo
lo obrado con anterioridad a su presentación, y continúa el juicio contra las partes directas en el estado en
que se encuentre.
Aquí el problema fundamental consiste en determinar cómo debe intervenir el tercero en el juicio
respectivo. Hay autores que sostienen que debería suspenderse el juicio principal mientras se resuelve o
clarifica el derecho del tercero, tramitándose como un incidente (en cuaderno separado). Otros sostienen que
aquí lo lógico sería generalizar todos los casos de terceros excluyentes, lo que significa que habría que

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proceder a un nuevo juicio en contra del demandante y demandado, y esta nueva acción se tramita
separadamente, y en definitiva ambos juicios deberían fallarse en la misma sentencia.

3) Terceros Independientes: Son aquellos que concurren al juicio después de iniciado y hacen valer un interés
propio, autónomo o independiente del que han hecho valer las partes directas. Esto significa que el interés
del tercero no concuerda exactamente con el interés de las partes, pero tampoco lo excluye en forma absoluta.
Ejemplo: el interés que podría hacer valer un arrendatario en un juicio ejecutivo, ya que puede intervenir en
la ejecución para ejercer su derecho y lograr que se respete su arrendamiento.
Por la naturaleza de la pretensión que hace este tercero independiente hay que concluir que debe
actuar independientemente o en forma separada a las partes, es decir, se encuentra una situación procesal
similar a la del tercero excluyente.

6.- La comparecencia ante los tribunales:

El artículo 4º del Código de Procedimiento Civil establece que “toda persona que deba comparecer en
juicio a su propio nombre o como representante legal de otra, deberá hacerlo en la forma que determine la ley”.
En esta materia, debemos partir señalando que hay dos grandes sistemas para comparecer ante los
tribunales de justicia: 1) Que lo haga por sí el interesado, personalmente; o 2) Que lo haga representado, a través
de ciertos mandatarios o representantes legales.
En Chile para determinar cuál es el sistema que el legislador utiliza hay que hacer algunas distinciones y
fundamentalmente hay que determinar si se comparece ante un tribunal inferior o ante un tribunal superior, es
decir, si el asunto se verifica ante un juez letrado o ante alguna Corte.

a. Comparecencia ante los tribunales inferiores: La regla ante los jueces letrados es que las partes concurran
debidamente representadas, es decir, ante un tribunal inferior no se admite la comparecencia personal; sólo
excepcionalmente la ley permite la comparecencia personal ante estos tribunales.

b. Comparecencia ante los tribunales superiores: Ante las Cortes de Apelaciones, las partes podrían
comparecer en primer lugar personalmente, y en segundo lugar, representadas por ciertos mandatarios
judiciales que son, exclusivamente, los abogados o los procuradores del número. Y ante la Corte Suprema,
se puede comparecer solamente representado por ciertos mandatarios judiciales que son los abogados
habilitados o procurador del número.

* Normas legales de comparecencia en juicio:

La ley regula principalmente esta materia en el Título II del Libro Primero del Código de Procedimiento
Civil, en los artículos 4º y siguientes de dicho cuerpo legal.
La regla es que toda persona que deba comparecer en juicio, a su propio nombre o como representante
legal de otra, debe hacerlo en la forma que determine la ley (artículo 4º, Código de Procedimiento Civil). La ley
determina esta comparecencia fundamentalmente en el artículo 398 del Código Orgánico de Tribunales y se regula
especialmente en la Ley Nº 18.120 sobre comparecencia en juicio, de 18 de mayo de 1982 (ver apéndice del
Código de Procedimiento Civil).

* Obligaciones de la Ley Nº 18.120, sobre comparecencia en juicio:

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Las obligaciones que esta legislación especial establece se reducen a dos, y son las siguientes: 1) En primer
lugar, establece la obligación de designar mandatario judicial; y 2) En segundo lugar, establece la obligación de
designar abogado patrocinante.
Estas son dos funciones diferentes, independientes, no obstante que ambas calidades puedan reunirse en
una sola persona. Debe cumplirse obligatoriamente con ambas, de lo contrario la comparecencia no se ajusta a la
ley.

-o- Obligación de designar mandatario judicial:

Ninguna persona puede comparecer ante los tribunales de justicia si no lo hace representada por un
mandatario judicial, independiente de la capacidad que tenga la parte o interesado, porque es una capacidad propia
del derecho procesal.
¿Quiénes pueden actuar como mandatarios judiciales?. El artículo 2° de la Ley Nº 18.120 se encarga de
señalar las personas que pueden ser mandatario judicial:

1. Abogado habilitado para el ejercicio de la profesión: Se entiende por tal a aquel que no tiene impedimentos
para el ejercicio de la misma; esto significa que este abogado no debe estar suspendido del ejercicio de su
profesión.

2. Procurador del numero: Son oficiales de la administración de justicia encargados de representar en juicio a
las partes (artículo 394, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales). Esta misma norma agrega que “habrá
para cada comuna o agrupación de comunas los procuradores del número que el Presidente de la República
determine, previo informe de la Corte de Apelaciones respectiva”.

3. Estudiante actualmente inscrito en tercero, cuarto o quinto año en las Escuelas de Derecho: También tienen
“ius postulandi” los estudiantes actualmente inscritos en tercero, cuarto o quinto año de las Escuelas de
Derecho de las Facultades de Ciencias Jurídicas y Sociales de alguna de las universidades autorizadas.

4. Egresados de derecho por cierto tiempo: Los egresados de las mismas escuelas hasta tres años después de
haber rendido los exámenes correspondientes.

5. Mandatario que designe la Corporación de Asistencia Judicial: Estos mandatarios son los mismos egresados
de las Escuelas de Derecho, cualquiera que sea el tiempo que haya transcurrido después de haber rendido los
exámenes correspondientes, para el solo efecto de realizar la práctica judicial necesaria para obtener el título
de abogado en esta corporación (artículo 2º, inciso 2º, Ley Nº 18.120).

Todas estas condiciones o calidades hay que acreditarlas ante el tribunal pertinente y normalmente son los
secretarios los que se preocupan de que el mandatario reúna las condiciones necesarias. El interesado debe exhibir,
ya sea su título o documento de que acredite esa calidad que dice tener:

- La calidad de abogado habilitado se acredita normalmente mediante el comprobante de pago de la patente


municipal respectiva.

- El procurador del número tendrá que acreditarlo con el respectivo Decreto Supremo con que fue nombrado.

- El estudiante de derecho debe acreditarlo con un certificado que otorga la autoridad universitaria a petición
verbal del interesado.

- Los egresados de derecho también acredita su calidad a través de certificado que otorga la autoridad
universitaria, a petición del interesado.
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- Finalmente, en el caso de los postulantes de están haciendo la practica profesional en la Corporación de
Asistencia Judicial, se acredita con un certificado que otorga el director la corporación respectiva.

Sin perjuicio de lo señalado, la ley contempla casos de excepción de la obligación de designar mandatario
judicial. Estos casos son los siguientes:

a) Cuando la propia parte solicite al juez autorización para comparecer y defenderse personalmente. El juez
puede conceder la autorización, atendida la naturaleza y cuantía del litigio, o las circunstancias que se
hicieren valer. El juez, aún cuando autorice, posteriormente, en cualquier momento, puede exigir la
intervención de abogado, siempre que la corrección del procedimiento así lo aconsejare.

b) Tampoco se requiere la actuación de mandatario en aquellas comunas en que el número de abogados en


ejercicio sea inferior a cuatro. Este es un hecho que le corresponde determinar a la Corte de Apelaciones
respectiva.

c) Cuando la propia ley exija la comparecencia o intervención personal de la parte, para ciertos trámites.
Ejemplo: cuando el juez solicita la comparecencia personal tratándose de la audiencia de conciliación civil
(artículo 264, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil); la confesión en juicio de la parte contraria,
denominada “absolución de posiciones” (artículo 388, Código de Procedimiento Civil); la audiencia especial
de conciliación en los juicios de divorcio y separación judicial, a la cual deberán comparecer personalmente,
incluyendo medidas de apremio en contra del cónyuge que no compareciere personalmente, sin causa
justificada (artículo 68, Ley Nº 19.947).

d) Tampoco se requiere mandatario judicial ante tribunales determinados, en donde se puede comparecer
personalmente. Ejemplos: ante los Juzgados de Policía Local, los Juzgados de Familia; ante los árbitros
arbitradores; ante el Servicio de Impuestos Internos; ante la Contraloría General de la República.

e) Tampoco es necesario tratándose de determinados asuntos judiciales por la naturaleza de los mismos.
Ejemplos: en las causas electorales; en las solicitudes que se hagan ante el Código de Minería; en los recursos
de amparo y protección, respecto del denunciante en materia criminal; en las solicitudes en que aisladamente
se pidan copias, desarchivos y certificaciones, etc.

-o- Obligación de designar abogado patrocinante:

Esta es una obligación independiente de la anterior, y se encuentra establecida en el artículo 1º de la Ley


Nº 18.120, norma según la cual, “la primera presentación de cada parte o interesado en asuntos contenciosos o no
contenciosos ante cualquier tribunal de la República, sea ordinario, arbitral o especial, deberá ser patrocinada por
un abogado habilitado para el ejercicio de la profesión”. Esta obligación es para los efectos de la defensa en el
juicio de las partes (no para los efectos de comparecer), por eso es que la ley le encomienda esta misión
exclusivamente a los abogados.
Esta obligación debe cumplirse en la primera presentación que se efectúe ante los tribunales, que cada
parte realiza ante el respectivo tribunal de justicia. La primera presentación puede ser o no la presentación o la
contestación de la demanda.
¿Cómo se entiende cumplida esta obligación del patrocinio?. La obligación se entiende cumplida por el
hecho de poner el abogado su firma en esa primera presentación e indicar, además, su nombre completo, apellidos
y domicilio.
Si no se cumple con estos requisitos, la ley dice que la solicitud no puede ser proveída y se tendrá por no
presentada para todos los efectos legales; agrega que las resoluciones que al respecto se dicten no serán
susceptibles de recurso alguno.
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Al igual que en el mandato judicial, hay juicios en que no se exige la designación de abogado patrocinante.
Estos casos corresponden a los mismos casos excepcionales señalados para la designación del mandatario judicial.

* El Patrocinio:

El patrocinio de abogado es una formalidad exigida por la ley procesal para comparecer válidamente ante
los tribunales, en cualquiera clase de negocios judiciales. Esta defensa implica todo lo referente a la forma o a la
dirección en que se van a formular los derechos y el negocio de las partes (esbozar las presentaciones, preparar
las acciones y excepciones, etc.).
El patrocinio debemos definirlo en base al artículo 528 del Código Orgánico de Tribunales como “un
acuerdo o un acto en virtud del cual una persona le encomienda a un abogado habilitado la defensa de sus derechos
en juicio”.
Este patrocinio, desde el punto de vista contractual, cabe calificarlo como un mandato, en consecuencia
se aplican las mismas reglas que hay en el Derecho Civil para el mandato, porque la parte le está solicitando una
determinada gestión al abogado; en este caso, la gestión es la defensa de los derechos en juicio. Visto de esta
manera, se perfecciona por el solo consentimiento, bastando la mera aceptación del abogado y del cliente respecto
de las obligaciones que generan.
Formalmente la Ley Nº 18.120 hace las exigencias señaladas en el artículo 1º para demostrar que la
obligación se ha cumplido, sin embargo, esta exigencia no constituye en sí el contrato de patrocinio, sino que es
un simple acto procesal que establece la ley, que deja constancia de un hecho y que da a entender que el abogado
aceptó el patrocinio.
Es importante tener presente que “el abogado conservará este patrocinio y su responsabilidad, mientras en
el proceso no haya testimonio de la cesación de dicho patrocinio”; sin perjuicio de lo anterior, el patrocinio podría
extinguirse por las siguientes causales:

a. Por renuncia del propio abogado patrocinante: El patrocinio puede terminar por la sola voluntad unilateral
del patrocinante, pero cuando esto ocurre, éste debe ponerla en conocimiento de la parte y debe, además,
informarle el estado del asunto. Esta renuncia tiene que notificársela a la parte, y mientras eso no sucede
conservará su responsabilidad hasta que haya transcurrido el término de emplazamiento desde la notificación
de su renuncia, salvo que antes se haya designado otro patrocinante.

b. Por revocación del patrocinio: Aquí es el poderdante quien pone término al patrocinio; para este efecto,
basta la sola manifestación de voluntad de la parte, que puede ser expresa o tácita. Es expresa, cuando consta
fehacientemente la voluntad del patrocinado de poner término al patrocinio. Es tácita cuando, se deduce de
la ejecución de ciertos actos de la parte, por ejemplo, si la parte designa a otro abogado patrocinante.

c. Por fallecimiento del patrocinante: Termina el patrocinio también por la muerte del abogado patrocinante,
ya que también acaba la persona humana, y no se puede tener a una persona fallecida a cargo de los derechos
de una persona. En este caso, el interesado deberá designar otro en su reemplazo en la primera presentación
que hiciere, en la forma y bajo la sanción que se indica en el inciso 2° del artículo 1° de la ley de
comparecencia en juicio.

* El Mandato Judicial:

El mandato judicial es un contrato solemne en que una persona confía a otra persona habilitada para estos
efectos la representación de sus derechos en un juicio o gestión judicial (artículo 395, Código Orgánico de
Tribunales).
Está sujeto el mandato judicial a un doble grupo de normas aplicables, y que son las siguientes: 1) Las
normas establecidas en el Código Civil que regulan el contrato de mandato, en todo aquello que no aparezca
modificado en las leyes procesales; y 2) Las normas procesales que regulan el mandato judicial, establecidas en
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el Código Orgánico de Tribunales, en el Código de Procedimiento Civil -fundamentalmente en los artículos 6° y
7°-, y en la Ley N° 18.120.

-o- Diferencias entre el mandato civil y el mandato judicial:

Hay diferencias fundamentales entre el mandato civil y el mandato judicial. Estas diferencias dicen
relación con los siguientes aspectos:

(a) En cuanto a la forma como se constituyen o se perfeccionan: El mandato civil, por regla general, es un
contrato consensual, esto significa que se perfecciona por el mero consentimiento de las partes contratantes
(artículo 2123, Código Civil). En cambio, el mandato judicial es un contrato solemne, y su solemnidad
consiste en que debe constar necesariamente por escrito.

(b) En cuanto a la persona del mandatario: Tratándose del mandato civil, la parte del mandante tiene plena y
absoluta libertad para elegir a la persona del mandatario y, en consecuencia, puede elegir cualquier
persona, sin restricciones para ello. En cambio, en el caso del mandato judicial esto no es posible, pues la
parte no goza de plena libertad para elegir al mandatario judicial, porque aquí necesariamente el mandato
judicial tendrá que otorgarse a alguna de las personas habilitadas por ley (personas que tienen ius postulandi).

(c) En cuanto a las facultades de que goza el mandatario: Tratándose del mandato civil, el mandante tiene
absoluta libertad de otorgarle a su mandatario las facultades que estime pertinentes, de tal suerte que si
quiere las restringe o no. En el mandato judicial, en cambio, hay ciertas facultades que jamás se pueden
restringir o eliminar, son inherentes a él, basta el hecho de otorgarse un mandato judicial para que estas
facultades se entiendan incorporadas de pleno derecho, porque la ley las establece.

(d) En cuanto a la extensión del mandato: El mandato civil termina por la muerte del mandante, en conformidad
a lo señalado en el artículo 2163, nº 5, del Código Civil. El mandato judicial, en tanto, jamás termina por la
muerte del mandante, por expresa disposición del artículo 396 del Código Orgánico de Tribunales.

-o- Forma en que se constituye el mandato judicial:

De acuerdo al artículo 6º del Código de Procedimiento Civil, el mandato judicial se constituye de tres
formas:

1) Por escritura pública otorgada ante notario. La norma dice “el constituido por escritura pública otorgada ante
notario o ante oficial del Registro Civil”, sin embargo esto último se entiende derogado, porque en la práctica
el oficial del Registro Civil carece de esa atribución.

2) Por medio de acta extendida ante un juez de letras o ante un juez árbitro, y subscrita por todos los otorgantes.

3) Mediante una declaración escrita del mandante, autorizada por el secretario del tribunal que esté conociendo
de la causa, siendo esta es la forma usual de conferir el mandato judicial y que se cumple en la primera
presentación que hace la parte. Ejemplo: en el escrito de demanda se puede señalar en un otrosí de él.
Aquí hay que agregar a esta frase un funcionario que, aunque el Código no lo dice, también podría
autorizar esta declaración escrita, y que se trata del jefe de la unidad de administración de causas, en el caso
de los juzgados de garantía y los tribunales de juicio oral en lo penal (artículo 4º, Ley Nº 18.120).

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En síntesis, estos tres casos que contempla esta norma son solemnes, ya que constan necesariamente por
escrito: en el primer caso es la escritura pública (que es escrita), en el segundo es el acta (que también es escrito),
y en el tercer caso se trata de una declaración escrita, tal como lo dice expresamente la propia ley.
El artículo 6º del Código de Procedimiento Civil hay que complementarlo con otras normas que establecen
otras formas de constituir mandato judicial. Así, por ejemplo:

▪ De acuerdo a las normas especiales en donde hay que nombrar al mandatario o procurador común
(artículos 12 y siguientes, Código de Procedimiento Civil).

▪ Hay otra regla que se refiere al mandato judicial que se le puede dar a una persona cuando se trata del
cobro de cheques, letras de cambio y pagarés. La ley señala en esos casos que la forma de constituirlo es
mediante un “endoso de cobranza”. En este caso, el endoso le confiere al procurador todas las atribuciones
propias del mandato judicial (artículo 29, inciso 2º, Ley Nº 18.092). En todo caso, el mandatario sólo
puede comparecer en juicio ante los tribunales en la forma que exige la ley, es decir, debe tener ius
postulandi.

▪ Por último, hay otra forma que es nueva y que está establecida en el artículo 54 de la Ley Nº 19.718, de
Defensoría Penal Pública, aplicable exclusivamente a los asuntos penales y que se rijan por el nuevo
Código Procesal Penal, conforme a la cual, se entenderá, por el solo ministerio de la ley, que el abogado
designado tiene patrocinio y poder suficiente para actuar como mandatario en favor del beneficiario,
debiendo para ello comparecer inmediatamente para entrevistarse con él e iniciar su labor de defensa.

-o- Facultades del mandato judicial:

De conformidad al artículo 7º del Código de Procedimiento Civil, en el mandato judicial hay que distinguir
dos clases de facultades: 1) las facultades ordinarias, y 2) las facultades extraordinarias o especiales.

1) FACULTADES ORDINARIAS: Son aquellas facultades propias o inherentes al mandato judicial, y que se
entienden conferidas sin necesidad de mención expresa, porque la ley las establece. Ejemplos: deducir
recursos, ofrecer pruebas, etc.
En el fondo, estas facultades contenidas en el inciso 1º del artículo 7º del Código de Procedimiento
Civil son todas aquellas que se le dan a un mandatario judicial para que pueda desempeñarse normalmente
en representación de su parte o interesado, de lo contrario no podría hacerlo de buena manera. Por ello, las
cláusulas en que se nieguen o en que se limiten estas facultades son nulas.
Estas facultades autorizan al procurador para tomar parte, del mismo modo que podría hacerlo el
poderdante, en todos los trámites e incidentes del juicio y en todas las cuestiones que por vía de reconvención
se promuevan, hasta la ejecución completa de la sentencia definitiva.
Las características de estas facultades ordinarias son las siguientes:

- Son legales, porque se encuentra establecidas en la ley, de modo que aquí prima la voluntad del legislador
por sobre la del mandante.

- Son esenciales, en cuanto a que no se pueden limitar o restringir, existen aún contra la voluntad de los
interesados.

- Son de carácter general, porque comprenden actos ilimitados para ejercer el mandato judicial. Estas
facultades no son taxativas como sí lo son las especiales.

En virtud de estas atribuciones ordinarias, el mandatario puede intervenir en todos los trámites del
cumplimiento de la sentencia.

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Doctrinariamente se ha discutido si estas facultades ordinarias habilitan al mandatario para iniciar un
nuevo juicio de ejecución o para intervenir en ese nuevo juicio, porque la ejecución de la sentencia se puede
iniciar y cumplir en el mismo juicio que se dictó o también se puede iniciar un nuevo juicio ejecutivo aparte.
Mayoritariamente se estima que deberían servir para la ejecución en un nuevo juicio, de acuerdo con lo que
señala la ley, pero es aconsejable otorgar nuevo poder.

2) FACULTADES EXTRAORDINARIAS: Son aquellas que no se entienden incorporadas de pleno derecho al


mandato; en consecuencia, se requiere de una expresa mención por parte del mandante al momento de
otorgarse el mandato judicial, es decir, no están incorporadas de pleno derecho como las facultades
ordinarias.
Las características de estas facultades extraordinarias, podemos señalar las siguientes:

• Son convencionales, es decir, su origen no es la voluntad del legislador sino la de las partes contratantes,
desde el momento que requieren de una expresa mención por parte del mandante y, por lo mismo, pueden
restringirse o suprimirse.

• Son accidentales, porque para que existan requieren de una cláusula especial.

• Son especiales, porque son específicas para determinadas actuaciones concretas y relevantes en un
proceso.

• Son dispositivas, en el sentido que implican actos de disposición patrimonial del mandante o que afecta
patrimonialmente a éste.

La enumeración de las facultades extraordinarias contempladas en el inciso 2º del artículo 7º del


Código de Procedimiento Civil es la siguiente: 1) Desistirse en primera instancia de la acción deducida; 2)
Aceptar la demanda contraria: 3) Absolver posiciones; 4) Renunciar los recursos o los términos legales; 5)
Transigir; 6) Comprometer; 7) Otorgar a los árbitros la facultad de arbitradores; 8) Aprobar convenios; y 9)
Percibir.

A. Desistirse en primera instancia de la acción deducida: Esta facultad significa que el mandatario
manifiesta la intención del demandante de no continuar adelante con la acción inicial. Esta es una facultad
extraordinaria por la gravedad que reviste, porque si se da un mandato judicial, en general, es para los
efectos que se litigue; y también tiene una indudable repercusión en lo patrimonial, porque el
desistimiento hace que se extinga la acción.

B. Aceptar la demanda contraria: Es la aceptación de la demanda y ocurre en todos aquellos casos en que
el demandado estima que es inoficioso que se siga adelante en el juicio. Esta también es una facultad
extraordinaria porque implica aceptar anticipadamente una condena, con todos los aspectos de hecho y
de derecho señalados en la demanda, de manera que también tiene una repercusión patrimonial.

C. Absolver posiciones: La absolución de posiciones no es otra cosa que la confesión judicial provocada en
juicio. Esta confesión debe prestarla la parte misma, en el caso de que así lo exija la parte contraria; sin
embargo, en ciertos casos, el mandatario judicial que cuenta con esta atribución podría prestar la
confesión por su mandante, sobre hechos propios de este último.

D. Renunciar a los recursos o los términos legales: Consiste en abandonar anticipadamente el derecho que
tiene una parte, ya sea para deducir un recurso o para valerse de un plazo que la ley otorga para deducirlo.

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E. Transigir: Es la facultad para celebrar un contrato de transacción, lo que implica un acuerdo con la parte
contraria para darle solución al litigio o para precaver un litigio eventual; ello implica que las partes
muchas veces renuncien a derechos que les corresponde como única forma de lograr el acuerdo.

F. Comprometer: Consiste en someter un asunto a arbitraje o a compromiso. Este también es una facultad
extraordinaria porque el tribunal natural para conocer un asunto es el tribunal ordinario, por ende, se le
está sustrayendo facultades al tribunal ordinario para entregárselas al tribunal arbitral.

G. Otorgar a los árbitros la facultad de arbitradores: Es extraordinaria porque dentro del arbitraje la ley
prefiere al árbitro de derecho, porque es el que da mejores garantías a las partes, puesto que se asemeja
mucho al juez letrado.

H. Aprobar convenios: Estos convenios son acuerdos entre deudores y acreedores, y que están referidos
precisamente con la forma de pagar deudas. Esta facultad también de carácter patrimonial porque incide
en el patrimonio mismo del representado o poderdante.

I. Percibir: Es la atribución del mandatario para recibir las sumas de dinero, especies o frutos a que puede
ser condenada la parte contraria.

¿Cuándo se entienden conferidas las facultades del inciso 2º del artículo 7º del Código de
Procedimiento Civil?. Estas facultades, como dice el Código de Procedimiento Civil, requieren expresa
mención.
Aquí se ha presentado un problema referido a determinar qué significa esa “expresa mención” que
señala el legislador. El problema que se planteó, en definitiva, era saber si había que hacer una enumeración
una a una o si había que hacer una referencia genérica de dichas facultades. La jurisprudencia se ha
pronunciado en el sentido de establecer que es suficiente o bastaría una referencia genérica al inciso 2º; en
consecuencia, basta con señalar que al mandatario se le otorgan todas las facultades del inciso 2º del artículo
7º del Código de Procedimiento Civil.
También si el mandante quiere restringirle facultades, tendría que indicarlo en forma expresa e
inequívoca.
¿Qué ocurre en un juicio si el mandatario judicial no se le otorgan o se le restringen las facultades
del inciso 2º del artículo 7º del Código de Procedimiento Civil?. En este caso, ese mandatario judicial, en
primer lugar, puede desempeñar su mandato normalmente. Respecto de todas aquellas facultades que no se
le hayan concedido a este mandatario judicial, la ley dice que, para poder hacer uso de todas o algunas de
estas atribuciones, ese escrito debe ser firmado por la propia parte junto con el mandatario, ante el secretario
del tribunal (artículo 2º, inciso 6º, Ley Nº 18.120), o en su defecto ante el jefe de unidad administrativa que
tenga a su cargo la administración de causas penales en los juzgados de garantía o tribunales de juicio oral
en lo penal.
En síntesis, lo importante aquí es que, en ciertos casos en que el mandatario no tiene las atribuciones
del inciso 2º del artículo 7º del Código de Procedimiento Civil, igual puede tenerlas, siempre que cuente con
la firma de la parte junto con la del mandatario judicial.

Mención aparte merece la situación especial de la Facultad de Delegar. Dentro del artículo 7º, inciso 1º,
del Código de Procedimiento Civil, en su párrafo final se establece la facultad de delegación del mandato judicial.
Esto significa que el mandatario judicial puede traspasar sus atribuciones a un tercero, que va a ser la persona que
se le delegan las atribuciones que tenía primitivamente el mandatario judicial (naturalmente este tercero tiene que
tener “ius postulandi”). Todo esto a menos que se le limite o que se niega expresamente la facultad de delegar.
Entonces surge inmediatamente la duda en el sentido de establecer cuál es la naturaleza que tiene esta
facultad de delegar. ¿Es ordinaria o extraordinaria?. Haciendo un análisis estricto no sería ni la una ni la otra,
porque las facultades ordinarias no se pueden restringir, y las facultades extraordinarias requieren expresa
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mención. Se puede catalogar como una atribución especial, del momento que si no se dice nada se entiende
incorporada.

-o- Duración y término del mandato judicial:

Como señalamos previamente, el mandato judicial se entiende conferido por todo el juicio en que se
presente el mandato, hasta la ejecución completa de la sentencia definitiva. La regla en esta materia es que el
mandato judicial durará mientras en el proceso no haya constancia o testimonio de la expiración de su mandato,
manteniendo el procurador su responsabilidad.
Las causales de terminación del mandato judicial son las mismas que operan para el patrocinio, y que son
las siguientes: 1) La revocación del mandato judicial, que igualmente puede ser expreso o tácito; 2) La renuncia
del procurador, en cuyo caso también está obligado a ponerla en conocimiento de su mandante junto con el estado
del juicio, y se entenderá vigente el poder hasta que haya transcurrido el término de emplazamiento desde la
notificación de la renuncia al mandante; y 3) La muerte del procurador, pero no por el fallecimiento del mandante,
en conformidad a lo prescrito en el artículo 5º del Código de Procedimiento Civil, y los artículos 396 y 529 del
Código Orgánico de Tribunales.

-o- Paralelo entre el mandato judicial y el patrocinio:

Las principales diferencias entre el mandato judicial y el patrocinio son las siguientes:

• En cuanto al objeto o finalidad de cada una: El objeto del patrocinio es la defensa de los derechos de una
parte en juicio. En cambio, en el mandato judicial, el objeto que persigue es la representación judicial de
la parte, aunque esa representación tiene que estar en concordancia con la defensa.

• En cuanto al sujeto activo: En el patrocinio el sujeto activo solamente puede tener la calidad de abogado.
En cambio, tratándose del mandato judicial, la ley enumera otras personas, además de los abogados, que
podrían desempeñarse como mandatarios judiciales.

• En cuanto a la forma de constituir uno y otro: El patrimonio se constituye o perfecciona de acuerdo a las
normas del mandato civil, es decir, es de carácter consensual, bastando el acuerdo para que esté perfecto.
En cambio, tratándose del mandato judicial, éste es solemne, y en este caso la solemnidad la constituye la
escrituración.

* Sanciones para los casos en que no se cumpla con las obligaciones que impone la Ley Nº 18.120:

¿Qué ocurre si no se cumple con estas obligaciones de designar patrocinante y mandatario judicial?. La
ley dice lo siguiente:

- En el caso del patrocinio: El artículo 1º, inciso 2º, de la Ley Nº 18.120 dice que si no se cumple con los
requisitos exigidos, la solicitud respectiva no podrá ser proveída y se tendrá por no presentada para todos
los efectos legales. La norma agrega que las resoluciones que al respecto se dicten no serán susceptibles
de recurso alguno.

- En el caso del mandato judicial: Según el artículo 2º, inciso 4º, de la Ley Nº 18.120, si al tiempo de
pronunciarse el tribunal sobre el mandato, éste no estuviere legalmente constituido, el tribunal se limitará
a ordenar la debida constitución de aquél dentro de un plazo de tres días; extinguido este plazo y sin otro
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trámite, se tendrá la solicitud por no presentada para todos los efectos legales. Finalmente, la norma
establece también que las resoluciones que se dicten sobre esta materia no serán susceptibles de recurso
alguno.

* Casos de comparecencia especial:

Además de lo estudiado hasta ahora, existen casos de comparecencia especial y que analizaremos a
continuación, y que se refieren a los siguientes casos: 1) La agencia oficiosa; 2) La representación de las personas
jurídicas; y 3) La representación de las personas ausentes.

(a) LA AGENCIA OFICIOSA: La ley señala que es posible la admisión de casos de comparecencia de una
persona que obre sin poder en beneficio de otra, con tal que éste ofrezca garantía de que el interesado
aprobará lo que se haya obrado en su nombre. En este caso, el tribunal, para aceptar la representación,
calificará las circunstancias del caso y la garantía ofrecida, y fijará un plazo para la ratificación del interesado
(artículo 6º, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil), ello porque en principio la persona por quien actúa
no está obligada a aceptar la intervención del agente oficioso.
Para que esta figura jurídica opere en la práctica es necesario que este agente oficioso presente una
fianza o garantía llamada “fianza de rato”, para responder de cualquier perjuicio o daño que puede originar
la actuación del agente, y el interesado debe ratificar lo obrado en su nombre. En segundo lugar el tribunal
debe calificar las circunstancias del caso y apreciar la fianza que se ofrezca y debe establecer un plazo dentro
del cual el interesado debe proceder a ratificar estas situaciones.
El agente oficioso debe ser una persona capaz para actuar ante los tribunales, y si no tiene ius
postulandi, debe cumplir lo establecido en la Ley Nº 18.120, esto es, deberá designar mandatario judicial y
debe conferir patrocinio.
Si el interesado, dentro del plazo que el juez señala, no ratifica, esas acciones no producen efecto y
serían nulas. A la inversa, si el interesado ratifica las actuaciones del agente oficioso dentro del plazo, estas
producen pleno efecto en el proceso.

(b) LA REPRESENTACIÓN DE LAS PERSONAS JURÍDICAS: Esta materia se encuentra regulada en el artículo
8º del Código de Procedimiento Civil, norma que realiza algunas distinciones estableciendo quienes son los
representantes legales de las personas jurídicas. El Código distingue entre: 1) las sociedades, sean civiles o
comerciales, y 2) las corporaciones o fundaciones con personalidad jurídica.

- Tratándose de las sociedades civiles o comerciales, éstas son representadas por su gerente o
administrador. Para estos efectos, para conocer quién es el gerente o el administrador de la sociedad, hay
que analizar lo que señalen los respectivos estatutos.

- Tratándose de las corporaciones o fundaciones con personalidad jurídica, éstas deberán ser
representadas por el presidente de dichas entidades.

La ley agrega que todos estos representantes legales se entenderán autorizados para litigar a nombre
de ellas con las facultades que expresa el inciso 1° del artículo 7º del Código de Procedimiento Civil
(facultades ordinarias del mandato judicial), no obstante cualquiera limitación establecida en los estatutos o
actos constitutivos de la sociedad o corporación.
Al igual que en el caso de anterior, estos representantes legales, para actuar en juicio, tienen que
cumplir necesariamente con las exigencias establecidas en la Ley Nº 18.120, sobre comparecencia en juicio.
En consecuencia, si los representantes de estas personas jurídicas no poseen el ius postulandi, deberán
proceder a nombrar mandatario judicial y abogado patrocinante.

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Por último, hay ciertas personas jurídicas que admiten una representación especial y para lo cual hay
que analizar cuál es la legislación de fondo aplicable en cada caso. Ejemplos: a las municipalidades las
representa legalmente el alcalde (artículo 63, letra a, Ley Nº 18.695), y al Fisco las representa legalmente el
Consejo de Defensa del Estado, a través de sus abogados o procuradores fiscales.

(c) LA REPRESENTACIÓN DE LAS PERSONAS AUSENTES: De acuerdo al artículo 11 del Código de


Procedimiento Civil, debemos entender por “ausente” a toda persona que ha abandonado el territorio de la
República y que se ve enfrentado posteriormente a un juicio, o bien que tiene interés en alguna gestión no
contenciosa.
La ley proporciona algunas reglas para determinar quien representa al ausente:

a. Si la persona todavía no se ausenta del país pero existe motivo justificado o fundado para hacerlo, el
interesado podrá solicitarle al juez una medida prejudicial que consiste en que se le exija a aquel cuya
ausencia se teme que constituya en el lugar donde va a entablarse el juicio un apoderado que lo represente
y que responda por las costas y multas en que sea condenado, bajo apercibimiento de nombrársele un
curador de bienes (artículo 285, Código de Procedimiento Civil).

b. Si la persona se ausentó del país y está en el extranjero, en este caso hay que analizar si esta persona que
se ausentó dejó o no constituido en Chile un mandatario.

▪ Si el ausente dejó constituido mandatario o procurador para que lo represente, hay que analizar si
ese mandatario tiene atribuciones para representarlo en juicio y, específicamente, para contestar
demandas. Si el procurador tiene estas atribuciones no hay problemas y a él se le notificará la demanda
(artículo 11, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil); pero si no tiene atribuciones para contestar
demanda, hay que ver si el ausente tiene o no domicilio conocido en el extranjero; si lo tiene, hay que
entrar a notificarlo por exhorto internacional; y si no tiene domicilio conocido o se ignora su paradero,
en este caso tiene que asumir su representación el defensor de ausentes y será a éste a quien se le debe
notificar la demanda.

▪ Si el ausente no dejó constituido mandatario, en este caso también hay que distinguir si el ausente
tiene o no domicilio conocido en el extranjero. Si se conoce el paradero del ausente, hay que notificarlo
por exhorto; al contrario, si se ignora su paradero, hay que designarle un curador de bienes (artículo
473, Código Civil; artículo 845, Código de Procedimiento Civil).

* Interrupción de la tramitación del juicio:

La instancia puede interrumpirse sea que se litigue personalmente o a través de un representante legal.
Aquí debemos distinguir dos situaciones: 1) el fallecimiento de la parte que litiga, y 2) el término de la
representación legal.

1. Fallecimiento de la parte que litiga: En este caso, surge la duda de determinar qué ocurre en el fallecimiento
de la parte, para ello debemos distinguir lo siguiente:

• Fallecimiento de la parte que litiga personalmente: En este caso la ley dice que si durante el juicio fallece
alguna de las partes que obre por sí misma, el procedimiento quedará en suspenso; es decir, se procede
a la paralización de pleno derecho o por el solo ministerio de la ley de la tramitación del juicio. Es decir,
desde el momento que fallece la parte se paraliza el procedimiento, lo que se haga posteriormente será
nulo, y debe ponerse en noticia de los herederos para que comparezcan a hacer uso de su derecho en un
plazo igual al del emplazamiento para contestar demandas (artículo 5º, Código de Procedimiento Civil).

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• Fallecimiento de la parte que no litiga personalmente: Si la parte que fallece no litigaba personalmente
o lo hacía debidamente representado, en este caso no se suspende la tramitación del juicio, de manera
que su muerte es irrelevante a la consecución del juicio.

2. Término de la representación legal: En este caso el tribunal permite interrumpir la instancia, porque esta
representación legal se acaba desde el momento que sucede el hecho que en concepto de la ley sustantiva se
pone fin a la representación. Esto tiene que constar fehacientemente en el expediente, o bien tiene que
comparecer al juicio la propia persona interesada, lo que implica que, en principio, la representación que
tenía el representante legal continúa.

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V. LAS ACTUACIONES JUDICIALES

1.- Generalidades de las actuaciones judiciales:

Estos actos se encuentran regulados en el Título VII del Libro I del Código de Procedimiento Civil,
denominado “De las actuaciones judiciales”, en los artículos 59 y siguientes.

* Concepto de actos procesales:

Existen diversas acepciones sobre lo que debemos entender por actos procesales. Entre ellas nos
quedaremos con la del profesor Eduardo Couture, para quien “acto procesal es un acto jurídico emanado de las
partes, de los agentes de la jurisdicción o aún de terceros ligados al proceso susceptibles de crear, modificar o
extinguir efectos procesales”.

* Clasificación de los actos procesales:

Atendiendo al sujeto de la cual el acto emana, tenemos: 1) Actos procesales provenientes de las partes; 2)
Actos procesales provenientes de los órganos jurisdiccionales o de sus auxiliares; y 3) Actos procesales emanados
de terceros.

1. Actos procesales provenientes de las partes: Aquí se incluye a los escritos, que es una especie de actuación
que tienen por finalidad general hacer o formular solicitudes a los tribunales, que pueden ser de fondo o para
dar curso progresivo al proceso. Ejemplos: la presentación y contestación de la demanda, la confesión, la
formulación de una tercería, etc.

2. Actos procesales provenientes de los órganos jurisdiccionales o de sus auxiliares: Consiste en todas las
diligencias que realice el tribunal y cualquiera de los auxiliares de la administración de justicia, y de la cual
debe dejarse constancia en el proceso. Ejemplos: la dictación de las distintas resoluciones judiciales, que son
actos que solamente pueden emanar de los tribunales; o las notificaciones que deben ser practicadas por
ministros de fe (receptores judiciales, secretarios de tribunal, etc.).

3. Actos procesales emanados de terceros que no son parte del juicio: Estos son actos de terceros que también
pueden cumplir ciertas diligencias en un proceso. Ejemplo: la declaración que prestan testigos en juicio, los
informes emanados por peritos, etc.

* Requisitos de validez de los actos procesales:

Los requisitos de los actos procesales son ciertas condiciones que establecidas en la ley para que el acto
pueda producir sus efectos, esto es, para que el acto sea válido; si no se cumplen, estas actuaciones carecerán de
valor. Los requisitos de validez, comunes a todo acto procesal, son los siguientes: 1) Deben ser practicados por
el funcionario que indica la ley; 2) Deben practicarse en días y horas hábiles, y algunos en lugares hábiles; 3) De
toda actuación debe dejarse testimonio escrito en el proceso; y 4) Deben ser autorizados por el funcionario que
indica la ley.

(1) LAS ACTUACIONES JUDICIALES DEBEN SER PRACTICADAS POR EL FUNCIONARIO QUE INDICA
LA LEY: Aquí se aplica el artículo 70 del Código de Procedimiento Civil, que señala que “todas las
actuaciones necesarias para la formación del proceso se practicarán por el tribunal que conozca de la causa,
salvo los casos en que se encomienden expresamente por la ley a los secretarios y otros ministros de fe, o en
75
que se permita al tribunal delegar sus funciones, o en que las actuaciones hayan de practicarse fuera del lugar
en que se siga el juicio”.
En consecuencia, la regla general es que las actuaciones judiciales deben ser practicadas por el
tribunal que conoce la causa. Sin embargo, esta regla general admite excepciones y ello ocurre en los
siguientes casos:

❑ Cuando la propia ley le encomiende la práctica de la diligencia al secretario o a otro funcionario. Por
ejemplo, en materia de notificaciones la ley encarga ejecutar estas actuaciones al secretario del tribunal
o a los receptores judiciales.

❑ Cuando la ley permite al tribunal delegar sus funciones. Por ejemplo, en ciertos casos la ley faculta al
juez para delegar la atribución de la tasación de las costas procesales (artículo 140, inciso 2º, Código de
Procedimiento Civil).

❑ En aquellas actuaciones que tengan que cumplirse o hayan de practicarse fuera del lugar en que se siga
el juicio o en un territorio jurisdiccional distinto. En este caso, por el principio de la territorialidad, el
juez no podría practicar actuaciones en un territorio jurisdiccional distinto, y para esto es necesario
delegar competencia y esto se produce por los llamados exhortos; es decir, a través de una comunicación
escrita en que el juez solicita a un tribunal de un territorio jurisdiccional distinto que practica una
determinada actuación.

(2) LAS ACTUACIONES JUDICIALES DEBEN SER PRACTICARSE EN DÍAS Y HORAS HÁBILES, Y
ALGUNAS ACTUACIONES ESPECIALES EN CIERTOS LUGARES HÁBILES: La regla general es que las
actuaciones judiciales deben practicarse en días y horas hábiles (artículo 59, inciso 1º, Código de
Procedimiento Civil), y algunas actuaciones especiales deben practicarse en ciertos lugares hábiles (por
ejemplo, las notificaciones personales). Para estos efectos se considerarán días hábiles los no feriados, y son
horas hábiles las que median entre las ocho y las veinte horas (artículo 59, inciso 2º, Código de Procedimiento
Civil).
Aquí le corresponde al legislador establecer cuáles son los días feriados; pero en general se dice que
son feriados los días domingos y festivos. En esta materia, hay diversas leyes que se refieren a lo anterior,
entre ellas la Ley Nº 2.977, de 1° de febrero de 1915, que señala precisamente cuáles son los días feriados.
Sin perjuicio de esta regla general, existen ciertos casos de excepción en que las actuaciones judiciales
pueden llevarse a efecto en días y horas que habitualmente serían inhábiles. Estos casos de excepción son
los siguientes:

• Cuando haya causa urgente que lo exija, los tribunales pueden, a solicitud de parte, habilitar para la
práctica de actuaciones judiciales días u horas inhábiles (artículo 60, Código de Procedimiento Civil).
Se estimarán urgentes para este caso: 1) las actuaciones cuya dilación pueda causar grave perjuicio a los
interesados, 2) las actuaciones cuya dilación pueda causar grave perjuicio a la buena administración de
justicia, 3) las actuaciones cuya dilación pueda hacer ilusoria una providencia judicial. El tribunal
apreciará la urgencia de la causa y resolverá sin ulterior recurso.

• Cuando deba practicarse la notificación personal, ya que dependiendo del lugar en que se realice la ley
permite que se practiquen en cualquier día y hora.

• Tratándose de actuaciones penales o criminales, en conformidad al artículo 14 del Código Procesal


Penal, “todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones del procedimiento penal y no se
suspenderán los plazos por la interposición de días feriados”.

El artículo 60 del Código de Procedimiento Civil hay que complementarlo con el artículo 314 del
Código Orgánico de Tribunales. Este último precepto establece lo que se denomina “feriado de vacaciones”
76
que tiene lugar durante el mes de febrero de todos los años (desde el 1º de febrero hasta el primer día hábil
del mes de marzo). Este período es feriado y no, por ende, se podrían practicar actuaciones judiciales en
materia civil; sin embargo, la propia norma señala que ciertas y determinadas actuaciones se pueden practicar
en este período, como, por ejemplo, en los actos judiciales no contenciosos, en los juicios posesorios, en los
juicios de alimentos, etc.

(3) DE TODA ACTUACIÓN JUDICIAL DEBE DEJARSE TESTIMONIO O CONSTANCIA ESCRITA EN EL


PROCESO: De toda actuación deberá dejarse testimonio escrito en el proceso (artículo 61, inciso 1º, Código
de Procedimiento Civil). Esta constancia escrita debe hacerse cumpliéndose los requisitos y formalidades
que en ella se indican, es decir:

- Debe contener expresión del lugar, día, mes y año en que se verifique, y en algunos casos la hora, cuando
la ley lo exige.

- Debe dejarse testimonio también de las formalidades con que se haya procedido.

- Finalmente deben señalarse las demás indicaciones que la ley o el tribunal dispongan.

A continuación, luego de cumplirse con estas formalidades, y previa lectura, firmarán todas las
personas que hayan intervenido; y si alguna no sabe o se niega a hacerlo, se expresará esta circunstancia. De
esta norma se desprende que la constancia de la diligencia debe ser completa y circunstanciada.
En el nuevo procesal penal la situación es relativamente distinta. En efecto, de acuerdo al artículo 39
del Código Procesal Penal, de las actuaciones realizadas por o ante el juez de garantía, el tribunal de juicio
oral en lo penal, las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema se levantará un registro que se efectuará por
cualquier medio apto para producir fe, que permita garantizar la conservación y la reproducción de su
contenido. Dicho registro se hará por cualquier medio que asegure su fidelidad, tal como audio digital, video
u otro soporte tecnológico equivalente.

(4) LAS ACTUACIONES JUDICIALES DEBEN SER AUTORIZADAS POR EL FUNCIONARIO QUE INDICA
LA LEY: La autorización del funcionario a quien corresponda dar fe o certificado del acto es esencial para la
validez de la actuación. Autorizar la diligencia significa que el funcionario a quien corresponde dar fe del
acto debe firmar la autorización.
En materia civil, este funcionario es variable, depende de lo que la ley señale en cada caso, pero
normalmente corresponde al secretario del tribunal y, por excepción, a otros funcionarios, como los
receptores judiciales. En materia penal, en tanto, de acuerdo al artículo 389 G del Código Orgánico de
Tribunales, corresponderá al jefe de la unidad administrativa que tenga a su cargo la administración de causas
del respectivo juzgado o tribunal autorizar el mandato judicial y efectuar las certificaciones que la ley señale
expresamente.

Además de lo anteriormente señalado, hay ciertos requisitos que podrían exigirse para determinadas
actuaciones que están determinadas expresamente en la ley (artículos 62 y 63, Código de Procedimiento Civil).
Ejemplo: cuando es necesario tomar o prestar juramento a alguno de los concurrentes, o en aquellas actuaciones
en que se interrogue un intérprete.

* Formas en que pueden decretarse las actuaciones judiciales:

Esto es importante porque dependiendo de la forma en que la actuación se ordene, esa actuación o
diligencia se va a llevar a efecto ya sea inmediatamente o después de transcurrido cierto caso. Al respecto, existen
tres formas en que las actuaciones judiciales pueden ordenarse o decretarse, y que son las siguientes: a) Diligencia

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con conocimiento de la parte contraria; b) Diligencia con citación de la parte contraria; y c) Diligencia con
audiencia de la parte contraria.

a) Diligencia con conocimiento de la parte contraria: Es aquella que se puede llevar a efecto tan pronto como
se notifique a la parte contraria la resolución que ordena dicha diligencia (artículo 69, inciso 2º, Código de
Procedimiento Civil), de manera que en este caso el conocimiento es sinónimo de notificación judicial. De
manera que se cumple tan pronto como se practica dicha notificación.

b) Diligencia con citación de la parte contraria: Es aquella que se puede llevar a efecto después de
transcurridos tres días fatales luego que se ha notificado a la parte contraria de la resolución que se ordenó.
Es preciso, en este caso, esperar tres días para que, dentro de dicho plazo, la parte contraria pueda oponerse
o deducir observaciones, suspendiéndose en tal caso la diligencia hasta que se resuelva el incidente.
De acuerdo a lo anterior, después de la respectiva notificación existen dos posibilidades que se
pueden presentar: 1) Que la parte no se oponga una vez transcurridos los tres días; y 2) Que la parte se
oponga dentro de el mencionado plazo.

- Si no hay oposición de la parte contraria transcurrido el plazo de tres días, se cumplirá o llevará a efecto
la diligencia respectiva.

- Si hay oposición de la parte contraria dentro del plazo de citación, esto es, que formule observaciones
u oposiciones a la diligencia, se formará un incidente, que debe tramitarse y que el juez deberá fallar, y
sólo una vez que el tribunal resuelva este incidente, y en la medida que el fallo de este incidente sea
favorable a la parte que solicitó la diligencia, ésta se cumplirá. A la inversa, si el incidente es
desfavorable, esta diligencia no podrá practicarse.

c) Diligencia con audiencia de la parte contraria: Es aquella que no pueden llevarse a efecto sin que antes se
oiga a la parte contraria, esto significa que cuando se pide la diligencia el juez tiene que “conferirle traslado”
a la parte contraria y para cuyo efecto tiene un plazo de tres días para exponer lo que estime conveniente.
Estas diligencias dan origen de inmediato a un incidente, sea que la parte contraria conteste o no el
traslado conferido. Si este incidente se resuelve favorablemente a la parte que solicitó la diligencia, se
cumplirá la actuación solicitada. Al contrario, si el juez la rechaza, en ese caso se entiende que no puede
llevarse a cabo la diligencia.
Por ejemplo, el artículo 336, inciso 1º, del Código de Procedimiento Civil, que está referido a ciertas
actuaciones en el período o término probatorio, donde se puede pedir aumento de este período probatorio.
En este caso, la prueba puede rendirse en Chile o en el extranjero: 1) Si la prueba se rinde dentro del territorio
de la República, se otorgará con previa citación de la parte contraria; y 2) si la prueba se rinde fuera del país
(en el extranjero), se decretará con audiencia de la parte contraria.

De estas tres formas la regla general es que sea diligencia con conocimiento, o sea, que se realice tan
pronto como se notifique la resolución que acoge la petición de parte para realizar la actuación.

3.- Los exhortos:

En conformidad al artículo 7º del Código Orgánico de Tribunales, “los tribunales sólo podrán ejercer su
potestad en los negocios y dentro del territorio que la ley les hubiere respectivamente asignado”. Sin embargo, la
misma norma agrega que lo anterior “no impide que en los negocios de que conocen puedan dictar providencias
que hayan de llevarse a efecto en otro territorio”.

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El Exhorto se define como “aquella comunicación escrita que envía un tribunal que conoce de un proceso
a otro tribunal de distinto territorio jurisdiccional y por medio de la cual se solicita a este último practicar una o
más diligencias determinadas que han de practicarse en ese otro territorio jurisdiccional”.
De acuerdo a lo anterior, en todo exhorto se distinguen dos tribunales: 1) el tribunal exhortante, que es el
que dirige la comunicación; y 2) el tribunal exhortado, que es el que la recibe e imparte la orden de que se cumpla.
Los requisitos o condiciones necesarias para que procedan los exhortos son los siguientes:

- Que se trate de practicar diligencias fuera del territorio jurisdiccional del juez que conoce la causa.

- Que el juez que conoce del proceso ordene expresamente delegar atribución mediante resolución judicial.

- Que se encomiende una o más diligencias concretas o determinadas, pero no puede referirse en ningún caso
a la dictación de la sentencia.

En cuanto al contenido del exhorto, en general es necesario acompañar a él todos los escritos, resoluciones
o actuaciones necesarias para que se pueda cumplir adecuadamente la diligencia, sin perjuicio de que el “oficio”
o la comunicación contenga todas las explicaciones y facultades necesarias. Siempre esto es a petición de parte.
Frente al exhorto hay que analizar el contenido del exhorto y cómo se va a diligenciar en el otro tribunal.

1. Contenido del exhorto: Toda la información hay que proporcionarla al juez, a través del contenido del
exhorto. En este sentido, todo exhorto debe contener: 1) los escritos, decretos y explicaciones necesarias
para que el tribunal exhortado pueda practicar las diligencias encomendadas adecuadamente; y 2) la firma
del juez y del secretario del tribunal que conoce la causa, y si el tribunal es colegiado deberá ser firmado
por su presidente y secretario.

2. Diligenciamiento del exhorto: Quien debe diligenciar el exhorto es precisamente la parte interesada que
solicitó esa comunicación; por tanto, el diligenciamiento es de de responsabilidad del solicitante. El exhorto,
en principio, lo puede diligenciar el mismo representante o mandatario judicial de la parte que lo pide ante
el tribunal exhortado, a menos que el exhorto señale expresamente que lo puede diligenciar cualquier
persona que tenga capacidad para actuar ante los tribunales, es decir, debe tener ius postulandi. En esta
materia se aplican las reglas de comparecencia en juicio.

Una vez que es recepcionado el exhorto, el juez exhortado debe practicar las diligencias específicas
encomendadas, sin que pueda practicar otras gestiones que las necesarias a fin de darle curso y habilitar al juez
de la causa para que resuelva lo conveniente (artículo 71, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil).
Los exhortos, finalmente, son susceptibles de clasificarse en dos grandes grupos: 1) exhortos nacionales,
y 2) exhortos internacionales.

(1) Exhortos nacionales: Los exhortos nacionales, tal como lo indica su nombre, son aquellas comunicaciones
entre tribunales chilenos, dentro del territorio de la República. Los exhortos nacionales pueden, a su vez,
subclasificarse en simples exhortos y exhortos ambulantes o circulatorios.
La forma de remitir el exhorto es a través o por conducto de Correos de Chile. Sin perjuicio que el
tribunal exhortante, en casos especiales o calificados, disponga que el exhorto se le entregue a la parte que
lo haya solicitado para que gestione su cumplimiento, es decir, que sea llevado por mano.

(2) Exhorto internacional: Es aquel que debe ser cumplido por una autoridad judicial extranjera y en territorio
extranjero. En este caso, se dirige la comunicación por conducto de la Corte Suprema en Chile y ésta, según
la ley, debe enviar el exhorto al Ministerio de Relaciones Exteriores para que sea éste el que lo despache o
le dé curso de la forma en que esté establecido en los tratados internacionales celebrados con el respectivo
país o en la forma que señale el gobierno.
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A través de esta misma vía o mecanismo se reciben los exhortos de los tribunales extranjeros que
deben cumplirse en Chile.

4.- Plazos o términos:

Esta materia se encuentra regulada en los artículos 64 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, y
48, 49 y 50 del Código Civil.
El concepto de plazo no lo encontramos en la ley procesal, pero sí en las normas sustantivas civiles. Desde
este punto de vista, el plazo se puede definir como “el hecho futuro y cierto del cual depende el ejercicio o la
extinción de un derecho”.
Si vamos al campo procesal, diremos que plazo “es el tiempo que concede la ley, juez o parte para la
ejecución de un acto determinado dentro del proceso, o el período dentro del cual se permite realizar una
determinada materia en el proceso”.
Estos plazos son susceptibles de clasificarse según los distintos puntos de vista o criterios que se considere.

(1) Considerando el origen del plazo en materia procesal, distinguimos entre plazo legal, plazo judicial y plazo
convencional.

o Plazo legal: Es aquel que fija el legislador, y que constituye la regla general. Ejemplo: el plazo de
contestación de la demanda previsto en el artículo 259 del Código de Procedimiento Civil.

o Plazo judicial: Es aquel que es fiado por el juez, siempre y cuando esté facultado por la propia ley para
establecerlo. Ejemplo: los jueces tienen atribuciones para fijar plazos especiales de prueba, de acuerdo
al artículo 340, inciso 2º, del Código de Procedimiento Civil.

o Plazo convencional: Es el que emana del convenio de las partes. Ejemplo: las partes pueden restringir el
número de días que dure el término probatorio (artículo 328, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

(2) Considerando el momento en que el plazo se va a iniciar, se distingue entre plazo individual y plazo común.

o Plazo individual: Es aquel que comienza a correr para cada parte desde el momento mismo en que se
notifica la resolución correspondiente (artículo 65, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil). Esta es la
regla general. Ejemplo: el plazo para apelar es individual, el demandante podrá apelar cuando se le
notifica, y podrían ser fechas distintas (artículo 189, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

o Plazo común: Es aquel que corre conjuntamente para todas las partes desde el momento en que se practica
la última notificación. Ejemplo: el término probatorio corre desde que es notificado el último (artículo
327, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

(3) Considerando el momento en que precluye el derecho que debe ejercerse, se clasifica el plazo en fatal y no
fatal.

o Plazo fatal: Es aquel con cuyo vencimiento se extingue o precluye el derecho para ejercer una
determinada actividad procesal. Ejemplos: el plazo de contestación de la demanda o para oponerse a la
ejecución.

o Plazo no fatal: Es aquel a cuyo vencimiento aún es posible realizar la actividad procesal a menos que el
trámite se dé por cumplido en rebeldía; de manera que mientras la parte contraria no acuse la rebeldía,
se puede ejercer el derecho.
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La regla general dentro de nuestro sistema procesal es que los plazos sean fatales. Así lo señala el
artículo 64 del Código de Procedimiento Civil, que dice en el encabezado que “los plazos que señala este
Código son fatales”, cualquiera sea la forma en que se exprese.

(4) Considerando las unidades de tiempo del plazo, se habla de plazos de días, plazos de meses y plazos de años
(en algunos casos, incluso, se habla de plazos de horas, pero son excepcionales).

o Plazos de días: Constituye la regla general dentro del procedimiento. Ejemplos: el plazo para rendir
prueba será de veinte días en el juicio ordinario (artículo 328, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil);
el plazo para interponer la apelación será de cinco días (artículo 189, Código de Procedimiento Civil).

o Plazos de meses: Son excepcionales y se establecen para los efectos del abandono del procedimiento
(artículo 152, Código de Procedimiento Civil).

o Plazos de años: Son aun más excepcionales y están establecidos para los efectos de la prescripción.
Ejemplo: la prescripción de la acción ejecutiva (artículo 442, Código de Procedimiento Civil).

Esta es una clasificación que tiene importancia para efectos del cómputo del plazo. Aquí se aplica el
artículo 66 del Código de Procedimiento Civil que debe complementarse con el artículo 50 del Código Civil.
En esta materia, todos los plazos son completos y corren hasta el último día inclusive.
En el caso de los plazos de días, la ley establece que estos se entienden suspendidos durante los días
feriados.
En cuanto a los plazos de meses y años se cuentan ininterrumpidamente; estos son plazos seguidos,
salvo que la ley exprese otra cosa. Ejemplo: el artículo 152 del Código de Procedimiento Civil, que establece
que el procedimiento se entiende abandonado cuando las partes han cesado en su prosecución durante seis
meses; este plazo se cuenta incluyendo el mes de febrero, que corresponde al feriado de verano para el Poder
Judicial.

(5) Considerando la posibilidad que el plazo se extienda más allá de su duración, distinguimos entre plazo
prorrogable e improrrogable.

o Plazos prorrogables: Son todos aquellos que podrían durar más allá del tiempo que la ley señala como
duración. Ejemplo: el término probatorio extraordinario.

o Plazos improrrogables: Son aquellos que no permiten ser ampliados más allá de la duración de su plazo.

La ley dice que solamente son prorrogables los plazos judiciales bajo ciertas condiciones: a) Que se
solicite la ampliación antes del vencimiento del plazo; y b) Que se alegue justa causa, es decir, que se esgrima
algún fundamento plausible, la cual será calificada por el juez prudencialmente.

5.- La rebeldía:

Esta es una institución propia del derecho procesal que se regula en los artículos 78 a 81 del Código de
Procedimiento Civil.
La rebeldía en términos generales consiste en “la declaración en forma expresa que hace un tribunal acerca
de la pérdida o extinción de un derecho luego de expirado un plazo no fatal y, en consecuencia, el trámite debe
darse por cumplido en ausencia de la parte”, esto con la finalidad que el proceso tenga que seguir avanzando.

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La rebeldía no opera para los plazos fatales que indica el Código de Procedimiento Civil, los cuales se
extinguen por el solo ministerio de la ley; y el Código lo establece para los plazos judiciales.
Mediante la declaración de rebeldía el tribunal declara cumplido el trámite procesal de que se trate y
resolverá el juez lo que convenga para la continuación del juicio sin certificado previo del secretario.
La rebeldía tiene efectos distintos según si se produce en primera o segunda instancia.

1. Rebeldía en primera instancia: Si el litigante está rebelde, éste no puede ser olvidado del juicio por la parte
contraria, hay que seguir notificándolo de las resoluciones que se dicten o que recaigan en el juicio. Respecto
de cada trámite por separado y a medida que se vayan aconteciendo, deberá irse declarando la rebeldía de la
parte contraria y teniéndosele por evacuado. La rebeldía en primera instancia tiene, por tanto, efectos
particulares, y se refiere a un trámite específico.

2. Rebeldía en segunda instancia: Esto produce consecuencias distintas para las partes. Si el apelante no
comparece oportunamente, el recurso se extingue y se declara desierta la apelación; y si es el apelado es el
que no comparece, el recurso se puede tramitar en su rebeldía sin necesidad de notificarle las resoluciones
que se dicten, las cuales producirán sus efectos respecto del apelado rebelde desde que se pronuncie. Como
puede observarse, la rebeldía en segunda instancia produce efectos absolutos y generales.

6.- Las resoluciones judiciales:

La ley no entrega un concepto de lo que debemos entender por resoluciones judiciales, por ello hay que
ajustarse a lo señale la doctrina. Según Casarino, “es todo acto que emana del tribunal, destinado a sustanciar o
fallar la controversia material del juicio”.
Las resoluciones judiciales son pronunciamientos de parte de los órganos jurisdiccionales, que cumplen
las siguientes finalidades:

a) Sirven para sustanciar y tramitar el proceso, lo cual significa que el juez puede disponer u ordenar las
diligencias o actuación que se pronuncien en el proceso.

b) Permiten pronunciarse respecto de solicitudes que hacen valer las partes, a través de los escritos
respectivos.

c) Los jueces fallan la controversia a través de una resolución especial que es la sentencia definitiva, y que es
la resolución más importante, tanto para el tribunal como para las partes, pues es la que resuelve el conflicto
jurídico.

Las resoluciones judiciales admiten ser clasificadas desde diversos puntos de vista o criterios a
considerara. A saber:

(1) Atendiendo a su contenido, las resoluciones judiciales se clasifican en: a) sentencias definitivas, b) sentencias
interlocutorias, c) autos y d) decretos. Esta clasificación se encuentra contemplada en el artículo 158 del
Código de Procedimiento Civil.

(2) Atendiendo a la clase de tribunal que lo pronuncie, se clasifican en: a) resoluciones emanadas de los
tribunales ordinarios, b) resoluciones emanadas de los tribunales especiales, y c) resoluciones emanadas de
los tribunales arbitrales.

(3) Considerando el grado jurisdiccional o la instancia en que pueden pronunciarse las resoluciones judiciales,
tenemos: a) resoluciones de única instancia, b) resoluciones de primera instancia, y c) resoluciones de
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segunda instancia, las que se subclasifican, a su vez, en sentencias confirmatorias, revocatorias y
modificatorias.

(4) Atendiendo a la nacionalidad de los tribunales que dicta las resoluciones, éstas se clasifican en: a)
resoluciones dictadas por tribunales nacionales, y b) resoluciones dictadas por tribunales extranjeros.

* Clasificación de las resoluciones judiciales en conformidad al artículo 158 del Código de Procedimiento Civil:

Como señalamos anteriormente, atendiendo a su contenido las resoluciones judiciales se clasifican en


sentencias definitivas, sentencias interlocutorias, autos y decretos (artículo 158, inciso 1º, Código de
Procedimiento Civil).
De todas las clasificaciones que señalamos previamente, la del artículo 158 del Código de Procedimiento
Civil es la más relevante, principalmente por las siguientes razones que pasamos a enunciar:

✓ Dependiendo de la clase de resolución, distintos serán sus requisitos que se exigen, tanto de forma como
de fondo.

✓ Dependiendo de la clase de resolución de que se trate, diferentes serán los recursos procesales que pueden
hacerse valer en su contra.

✓ Dependiendo de la naturaleza de estas resoluciones, distintos serán los efectos que producen cada una de
ellas. Esto es particularmente importante respecto de la cosa juzgada.

✓ En relación a las notificaciones, dependiendo de qué resolución se trate, distinta será la forma de notificar
unas y otras.

✓ En relación con los tribunales colegiados, será distinto el número de ministros que deben intervenir en la
dictación de la resolución.

✓ También tiene importancia para determinar en cada caso la forma en que los tribunales superiores van a
conocer de ciertos recursos, particularmente si se conocen en cuenta o previa vista de la causa.

1. DECRETOS, PROVIDENCIAS O PROVEÍDOS: De acuerdo al artículo 158, inciso 5º, del Código de
Procedimiento Civil, “se llama decreto, providencia o proveído el que, sin fallar sobre incidentes o sobre
trámites que sirvan de base para el pronunciamiento de una sentencia, tiene sólo por objeto determinar o
arreglar la substanciación del proceso”. Esta norma debe concordarse o debe relacionarse con el artículo 70,
inciso 3º, del Código Orgánico de Tribunales, que señala que “se entienden por providencias de mera
sustanciación las que tienen por objeto dar curso progresivo a los autos, sin decidir ni prejuzgar ninguna
cuestión debatida entre partes”.
De acuerdo a lo anterior, podemos sostener que este tipo de resoluciones judiciales tiene como
características los siguientes dos aspectos: 1) A través de ellos los tribunales no pueden fallar ninguna
cuestión de fondo debatida entre las partes; y 2) Tienen por finalidad esencial darle curso progresivo a los
autos.
Ejemplos: la resolución que recae sobre el escrito de demanda en donde se le da curso a ella; la
resolución que ordena dar cuenta; etc.

2. AUTOS: El artículo 158, inciso 4º, del Código de Procedimiento Civil dice que “se llama auto la resolución
que recae en un incidente no comprendido en el inciso anterior”. En consecuencia, auto “es una resolución
judicial que falla un incidente sin establecer derechos permanentes a favor de las partes”.
83
Estos derechos permanentes no están definidos; esto, en consecuencia, se trata de una cuestión de
hecho. La doctrina ha dicho que derecho permanente es aquel que después de adquirirlo, al fallarse por el
tribunal, subsiste en el tiempo, incorporándose al patrimonio del sujeto, y subsiste una vez que ha terminado
el proceso.
Ejemplo: en un juicio de alimentos, se pueden solicitar alimentos provisorios y se resuelve a través
de un auto, porque no resuelve derechos permanentes, de manera que para que ello ocurra habrá que esperar
la dictación de la sentencia definitiva.

3. SENTENCIAS INTERLOCUTORIAS: Según el artículo 158, inciso 3º, del Código de Procedimiento Civil,
“es sentencia interlocutoria la que falla un incidente del juicio, estableciendo derechos permanentes a favor
de las partes, o resuelve sobre algún trámite que debe servir de base en el pronunciamiento de una sentencia
definitiva o interlocutoria”.
En base a lo anteriormente señalado, se desprende que esta sentencia tiene dos funciones distintas o
es de dos clases: 1) Aquellas que fallan un incidente estableciendo derechos permanentes a favor de las
partes; y 2) Aquellas que resuelven sobre trámites que deben servir de base en el pronunciamiento de una
posterior sentencia.

a) La sentencia interlocutoria que falla un incidente del juicio, estableciendo derechos permanentes a favor
de las partes: Ejemplos: la sentencia que resuelve el desistimiento de la demanda; la que declara el
abandono del procedimiento por inactividad de las partes; la sentencia que declara desierto un recurso
de apelación; la que resuelve una excepción dilatoria; etc.

b) La sentencia interlocutoria que resuelve sobre algún trámite que debe servir de base en el
pronunciamiento de una sentencia definitiva o interlocutoria: Ejemplos: la resolución que recibe la causa
a prueba, que sirve de base para dictar la sentencia definitiva; la que cita a las partes a oír sentencia, ya
que si no se cumple con esto la sentencia posterior es nula; la que ordena se despache mandamiento de
ejecución y embargo, en el juicio ejecutivo; etc.

Las sentencias interlocutorias es posible clasificarlas de otra forma para determinar la procedencia
del recurso de casación. En consecuencia, según sea procedente o improcedente el recurso de casación, las
sentencias interlocutorias se clasifican en: 1) Interlocutorias que ponen término al juicio o hacen imposible
su continuación, y 2) Interlocutorias que no ponen término al juicio o no hacen imposible su continuación.
Dentro de las primeras encontramos, por ejemplo, la resolución que acepta el desistimiento de la demanda o
la que declara abandonada el procedimiento; y dentro de las segundas, la resolución que recibe la causa a
prueba.
El recurso de casación procede solamente respecto de aquellas sentencias interlocutorias que ponen
término al juicio o hacen imposible su continuación.

4. SENTENCIAS DEFINITIVAS: En conformidad al artículo 158, inciso 2º, del Código de Procedimiento
Civil, “es sentencia definitiva la que pone fin a la instancia, resolviendo la cuestión o asunto que ha sido
objeto del juicio”.
De manera que para que la sentencia sea calificada de definitiva, deben cumplirse dos requisitos: 1)
Que la resolución ponga fin o término a la instancia de que se trate; y 2) Que resuelva la cuestión o asunto
que ha sido objeto del juicio.
La “instancia”, para estos efectos, es cada uno de los grados jurisdiccionales fijados por la ley a los
diversos asuntos que se entregan a los tribunales de justicia para su conocimiento y fallo.
Las sentencias definitivas, dependiendo de la instancia en que se pronuncie la sentencia por los
tribunales, se pueden clasificar en: A) Sentencias de única instancia; B) Sentencias de primera instancia; y
C) Sentencias de segunda instancia.

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A su vez, las sentencias definitivas de segunda instancia se pueden subclasificar en: confirmatorias,
modificatorias y revocatorias, según lo que vaya a hacer esa sentencia de segunda instancia en relación a la
primera instancia (según que mantenga, modifique o revoque lo resuelto en primera instancia).

• Sentencias confirmatorias: Son aquellas que mantienen en todas sus partes la sentencia de primera
instancia.

• Sentencias modificatorias: Son aquellas que le hacen algunas alteraciones a la sentencia dictada en
primera instancia, pero sin cambiarla totalmente.

• Sentencias revocatorias: Son aquellas que resuelven en sentido opuesto o contrario al fallo de primera
instancia.

Las sentencias de casación, tanto las que rechazan el recurso como las que lo acogen, no son
propiamente sentencias definitivas porque, como sabemos, la casación no constituye instancia.
Además de esta clasificación, existe otra que nos entrega la doctrina. En este sentido, considerando
el contenido de la sentencia, tenemos sentencias definitivas de condena, declarativa y constitutiva.

o Sentencia definitiva de condena: Es aquella que impone una determinada prestación y que, por este
motivo, permite exigir su cumplimiento forzado.

o Sentencia definitiva declarativa: Es aquella que se limita a un determinado pronunciamiento acerca de


una sentencia y sin que esto permita obtener el cumplimiento forzado de dicha decisión.

o Sentencia definitiva constitutiva: Es aquella que crea estados jurídicos nuevos y producen efecto
absoluto. Ejemplo: la sentencia de divorcio, que crea un estado civil nuevo.

-o- Sentencia de término:

El Código de Procedimiento Civil en algunas de sus disposiciones establece las llamadas “sentencias de
término”. Se utiliza esa expresión, por ejemplo, en el artículo 98 del Código de Procedimiento Civil, cuando dice
que la acumulación de autos “se podrá pedir en cualquier estado del juicio antes de la sentencia de término”.
Sin embargo, nuestro Código no señala qué debemos entenderse por sentencia de término. De manera que
debemos recurrir a la doctrina de los autores, quienes han entendido por sentencia de término como “aquella
sentencia, tanto definitiva como interlocutoria, que pone término o que recae en la última instancia del juicio”.
De este modo, si un juicio se falla en única instancia, la sentencia que recae en esa única instancia tendrá
la calidad de sentencia de término. Asimismo, si el juicio se sigue tanto en primera como en segunda instancia,
será sentencia de término la que recae en la segunda instancia.

-o- Sentencia firme o ejecutoriada:

Esta materia se encuentra tratada en el artículo 174 del Código de Procedimiento Civil, que señala
precisamente cuándo debe entenderse que la resolución está firme o ejecutoriada.
De acuerdo a esta norma, “se entenderá firme o ejecutoriada una resolución desde que se haya notificado
a las partes, si no procede recurso alguno en contra de ella; y, en caso contrario, desde que se notifique el decreto
que la mande cumplir, una vez que terminen los recursos deducidos, o desde que transcurran todos los plazos que
la ley concede para la interposición de dichos recursos, sin que se hayan hecho valer por las partes. En este último
caso, tratándose de sentencias definitivas, certificará el hecho el secretario del tribunal a continuación del fallo,
el cual se considerará firme desde este momento, sin más trámites”.
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En consecuencia, para determinar cuando una sentencia se encuentra firme o ejecutoriada hay que
distinguir si proceden o no recursos en su contra:

1) Si no procede recurso alguno en contra de la resolución, es decir, cuando la ley no contempla recurso
impugnable en su contra, se entenderá firme o ejecutoriada desde que la resolución se notifica legalmente a
las partes.

2) Si proceden recursos en su contra, hay que subdistinguir si estos recursos fueron interpuestos o no:

- Si procediendo recursos, ellos fueron interpuestos y han sido fallados, se entenderá firme o ejecutoriada
desde que se notifique el decreto que lo manda a cumplir una vez terminados los recursos (cuando ordena
el cúmplase de la sentencia).

- Si procediendo recursos, ellos no fueron interpuestos, se entenderá firme o ejecutoriada la resolución


desde que se agotan todos los plazos que la ley establece para interponer tales recursos, sin que estos se
hayan hecho valer. En este caso, la ley agrega que si se trata de sentencia definitiva el secretario del
tribunal debe certificar el hecho de que transcurrieron los plazos y no se hizo valer el recurso a
continuación del fallo, y desde este instante se entiende firme o ejecutoriada, sin más trámites.

-o- Sentencias que causan ejecutoria:

Hay otra clase de sentencias que, sin estar ejecutoriadas, se pueden cumplir no obstante que existan o
puedan existir recursos pendientes en su contra. Estas son las sentencias que causan ejecutoria. Se entienden por
tales “aquellas que pueden hacerse cumplir no obstante existir recursos pendientes en su contra”.
Ejemplos: cuando se concede un recurso de apelación en el sólo efecto devolutivo; o las sentencias
definitivas de segunda instancia, no obstante, hallarse pendiente recurso de casación en el fondo, toda vez que
aquel no suspende el cumplimiento de la sentencia recurrida.

* Requisitos de las resoluciones judiciales:

En los requisitos de las resoluciones judiciales se distinguen: 1) los requisitos de carácter general,
aplicables o comunes a todas las resoluciones; y 2) los requisitos de carácter especial, establecidos para cada
resolución en particular.

1) REQUISITOS DE CARÁCTER GENERAL:

Estos son requisitos formales a que debe sujetarse toda resolución judicial, y están indicados en los
artículos 61 y 169 del Código de Procedimiento Civil, y son los siguientes:

- 1º.- Debe expresar en letras la fecha y lugar en que se expida. Ejemplo: en Concepción, a ocho de octubre
de dos mil uno.

- 2º.- Debe llevar al pie la firma del juez o jueces que la dicten o intervengan en el acuerdo. Pero, cuando
después de acordada una resolución y siendo varios los jueces se imposibilite alguno de ellos para firmarla,
bastará que se exprese esta circunstancia en el mismo fallo.

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- 3º.- Debe contener la autorización del secretario del mismo tribunal que pronunció la resolución y,
tratándose de las resoluciones pronunciadas por los juzgados de garantía o tribunales de juicio oral en lo
penal, su autorización, será efectuada por el jefe de la unidad administrativa que tenga a su cargo la
administración de causas.

2) REQUISITOS ESPECIALES:

Estos requisitos especiales dependen de la resolución de que se trate. De esta manera se distinguen: A) los
requisitos especiales de los decretos; B) los requisitos especiales de los autos y sentencias interlocutorias; C) los
requisitos especiales de las sentencias definitivas; y D) los requisitos especiales que debe contener la primera
resolución que se dicta en el proceso.

A. Requisitos especiales de los decretos: Atendiendo a su naturaleza, los decretos, providencias o proveídos
deberán indicar cual es la diligencia o trámite que se ordena para dar curso al proceso, sin perjuicio de que el
decreto deba cumplir con los requisitos comunes a toda resolución judicial.

B. Requisitos especiales de los autos y sentencias interlocutorias: De acuerdo al artículo 171 del Código de
Procedimiento Civil, en los autos y las sentencias interlocutorias se expresarán las siguientes menciones:

✓ 1º.- Las consideraciones de hecho o de derecho que sirven de fundamento a la resolución, en cuanto la
naturaleza del negocio lo permita.

✓ 2º.- La enunciación de las leyes, y en su defecto de los principios de equidad, con arreglo a los cuales se
pronuncia el fallo, también en cuanto la naturaleza del negocio lo permita.

✓ 3º.- La decisión del asunto controvertido, porque tanto la sentencia interlocutoria como los autos
resuelven incidentes.

✓ 4º.- El pronunciamiento expreso de las costas, si proceden, ello aunque no lo exija el artículo 170 del
Código de Procedimiento Civil (artículo 144, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

Los dos primeros requisitos no tienen carácter imperativo, ya que dependen de la naturaleza del
asunto.
C. Requisitos especiales de las sentencias definitivas: Las sentencias definitivas, por su importancia, están
sujetas a requisitos de forma más complejos que las demás resoluciones. Para examinar estos requisitos
debemos distinguir si se trata de sentencias definitivas de única, primera o segunda instancia.

a) Requisitos especiales de las sentencias definitivas de única y de primera instancia: Las sentencias
definitivas de única instancia y primera instancia deben cumplir con los requisitos especiales que señala
el artículo 170 del Código de Procedimiento Civil y además con los requisitos especiales que contempla
el auto acordado de la Corte Suprema sobre la forma de las sentencias de 30 de septiembre de 1920.
Además beben contener pronunciamiento sobre el pago de las costas.
De esta manera, las sentencias definitivas de única y primera instancia deben cumplir con los
siguientes requisitos:

▪ 1º.- La designación precisa de las partes litigantes, su domicilio y profesión u oficio.

▪ 2º.- La enunciación breve de las peticiones o acciones deducidas por el demandante y de sus
fundamentos.

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▪ 3º.- Igual enunciación de las excepciones o defensas alegadas por el demandado.

▪ 4º.- Las consideraciones de hecho o de derecho que sirven de fundamento a la sentencia.

▪ 5º.- La enunciación de las leyes, y en su defecto de los principios de equidad, con arreglo a los cuales
se pronuncia el fallo.

▪ 6º.- La decisión del asunto controvertido. Esta decisión deberá comprender todas las acciones y
excepciones que se hayan hecho valer en el juicio; pero podrá omitirse la resolución de aquellas que
sean incompatibles con las aceptadas.

Los tres primeros requisitos (numerandos 1º, 2º y 3º del artículo 170 del Código de Procedimiento
Civil) constituyen la parte expositiva de la sentencia. Los requisitos de los numerandos 4º y 5º del artículo
170 del Código de Procedimiento Civil constituyen la parte considerativa de la sentencia, que es la parte
fundamental, y que se refieren a la necesidad que los fallos de los tribunales de justicia estén fundados.
Finalmente, la exigencia del numerando 6º del artículo 170 del Código de Procedimiento Civil se refiere
a la parte resolutiva o dispositiva de la sentencia.
En consecuencia, una sentencia definitiva de única o primera instancia cuenta con tres partes
claramente determinadas: 1) Parte expositiva de la sentencia; 2) Parte considerativa de la sentencia; y 3)
Parte resolutiva de la sentencia.
Esta distinción entre las partes expositiva, considerativa y resolutiva tiene importancia en los
siguientes aspectos:

- Para los efectos del recurso de casación en el fondo, que tiene por objeto invalidar una sentencia
dictada con infracción de la ley y que tiene influencia en lo dispositivo del fallo, porque se aplicó mal
la ley.

- Otra anomalía que puede presentar un fallo es que existan diferencias entre la parte considerativa y
resolutiva, ya que no puede se fundamentar algo y luego resolver otra cosa. En el caso que existiere
tal contradicción debe estimarse que esa sentencia carece de considerandos o parte considerativa, y
por consiguiente el fallo que se hubiere dictado en esas condiciones es susceptible de anularse a través
de un recurso de casación en la forma.

- Si los considerandos del fallo fuesen insuficientes o erróneos, en este caso la sentencia no es anulable,
porque cumple con las condiciones, pero existe la posibilidad de enmendar los errores a través del
recurso de apelación.

Esta resolución de la sentencia debe ser completa, lo cual significa que el juez tiene que
pronunciarse respecto de todas las acciones y excepciones formuladas por las partes, pero se puede omitir
en esta decisión la resolución de pretensión o defensas incompatibles con las que fueron aceptadas.
También hay que considerar que el juez en la sentencia tiene que pronunciarse por aquellas
acciones o excepciones que se deduzcan oportunamente en el juicio (ya que hay plazos corridos y fatales).
Si de hecho se hacen valer acciones o excepciones con posterioridad, extemporáneamente, ellas no deben
ser consideradas por el juez.
Otra limitación que tiene el tribunal es que debe pronunciarse sobre las mismas acciones y
excepciones que se han hecho valer posteriormente, no de otras, y si no se cumple estaría fallando la
decisión y la sentencia sería anulable. Por excepción, el juez en el fallo puede hacer otros
pronunciamientos que no hayan sido emitidas por las partes, como cuando la ley le permite actuar de
oficio (artículo 160, Código de Procedimiento Civil). Ejemplo: la declaración de incompetencia absoluta
del tribunal.

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El autoacordado de la Corte Suprema sobre la forma de las sentencias, de 30 de septiembre de
1920, contiene las mismas menciones del artículo 170 del Código de Procedimiento Civil, pero además
agrega otras:

▪ Si ha sido o no recibida la causa a prueba.

▪ Si las partes fueron citadas para sentencia o no lo fueron en los casos previstos por la ley.

▪ Si se suscitare cuestión acerca de la procedencia de la prueba producida, la exposición de los


fundamentos que deben servir para aceptarla y rechazarla, sin perjuicio del establecimiento de los
hechos en la forma ya expuesta.

Los números 1º al 4º del autoacordado constituyen la parte expositiva; los números 5º al 12º se
refieren a la parte considerativa; y los numerales 11º al 16º constituyen la parte resolutiva.
¿Qué importancia tiene que un requisito esté previsto en el artículo 170 del Código de
Procedimiento Civil o en el autoacordado de la Corte Suprema sobre forma de las sentencias?. Esto tiene
vital importancia en el caso de omisión por parte del juez, porque son distintas las consecuencias que se
siguen por estas omisiones. En efecto, si se omite alguno de los requisitos legales la sentencia puede ser
recurrida de casación; en cambio, si se omite algún requisito del autoacordado no es posible deducir el
recurso de casación en contra del fallo, salvo que lo contemple le ley. El juez que infringe el autoacordado
se podría hacer merecedor de sanción disciplinaria, pero no puede invalidar la sentencia.
Finalmente, las sentencias definitivas de única o primera instancia, al igual que los autos y
sentencias interlocutorias, deben pronunciarse acerca de las costas del juicio (artículo 144, Código de
Procedimiento Civil). Esto no es obligatorio para el juez, pues éste puede eximir de ellas a alguna de las
partes cuando aparezca que ha tenido motivos plausibles para litigar, sobre lo cual hará declaración
expresa en la resolución”.

b) Requisitos especiales de las sentencias definitivas de segunda instancia: Aquí hay que distinguir de que
clase de sentencia de segunda instancia se habla: si es modificatoria, reformatoria o confirmatoria, toda
vez que los requisitos de una y otra son diferentes.

• Sentencia de segunda instancia confirmatoria: Es aquella sentencia de segunda instancia que no


introduce variación a la sentencia de primera instancia, es decir, mantiene la decisión del tribunal
anterior tal cual, por este motivo la sentencia no cumple con ningún requisito especial y no contiene
parte expositiva ni tampoco considerativa. La sentencia debe cumplir simplemente con los requisitos
comunes a toda resolución y que se confirma la decisión de primera instancia.
Sin embargo, hay casos en que la sentencia confirmatoria debe cumplir con ciertos requisitos,
esto se refiere al caso en que la sentencia de primera instancia adolezca de defecto, o sea, que la
sentencia de primera instancia no cumpla con los requisitos del artículo 170 del Código de
Procedimiento Civil. En tal caso, la sentencia de segunda instancia deberá reunir todos o algunos de
los requisitos omitidos o que adolezcan de vicios.
Podría ocurrir que en esta situación la sentencia de primera instancia adolezca de un vicio
importante, como por ejemplo, que adolezca de falta de decisión o la falta del fallo de alguna acción
o excepción, en este caso el tribunal de segunda instancia tiene dos posibilidades: 1) Anular de oficio
la sentencia de primera instancia (casarla de oficio); o 2) Ordenar al inferior que complete la sentencia
y entre tanto suspender el fallo del recurso.

• Sentencia de segunda instancia modificatoria o revocatoria: Son las que modifican o revocan,
respectivamente, en su parte dispositiva la pronunciada por tribunales inferiores. La modificatoria
altera en parte y la reformatoria totalmente la decisión.

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Estas sentencias tienen que contener los mismos requisitos del artículo 170 del Código de
Procedimiento Civil. No obstante esto, si el fallo de primera instancia reúne todos los requisitos del
artículo 170 del Código de Procedimiento Civil, la sentencia revocatoria o modificatoria no necesita
contener los números 1º, 2º y 3º del artículo citado (parte expositiva del fallo), bastaría simplemente
con hacer una referencia de ellos.
En la parte de la decisión esta sentencia modificatoria o revocatoria debe señalar en qué
consiste esa nueva decisión.
Hay casos en que la sentencia definitiva de segunda instancia puede contener ciertos
pronunciamientos que se deben hacer por primera vez en el juicio. Ejemplos: la situación de los
artículos 208, 310 y 692 del Código de Procedimiento Civil y los casos en que la ley permite la
declaración de oficio de los tribunales.

D. Requisitos especiales que debe cumplir la primera resolución que se dicta en un proceso: Esta primera
resolución, fuera de las exigencias generales, debe cumplir con un requisito especial, el cual consiste en que
se debe señalar el número de rol que va a tener el proceso durante toda la tramitación y tiene mucha
importancia para los efectos de notificación por el estado diario. Esta exigencia se da, por regla general, en
la primera resolución que se dicte en el proceso.

7.- Las notificaciones:

Para estudiar las notificaciones es necesario analizar las resoluciones judiciales (tienen directa relación
con las resoluciones judiciales, no se concibe por sí sola), porque el artículo 38 de Código de Procedimiento Civil
dice que “las resoluciones judiciales sólo producen efecto en virtud de notificación hecha con arreglo a la ley,
salvo los casos expresamente exceptuados por ella”. Entonces, sin la notificación esa resolución no producirá
ningún efecto.
De esta regla del Código de Procedimiento Civil se concluye que no basta con que los tribunales
pronuncien las resoluciones judiciales, sino que además se requiere un acto posterior, que es la notificación. La
resolución judicial y la notificación vienen a ser actos complementarios.
Además, la notificación debe hacerse “con arreglo a la ley”, es decir, no basta cualquier forma de notificar.
Por consiguiente, para que una resolución judicial produzca todos los efectos que le son propios, es
necesario: 1) Que la resolución judicial haya sido notificada; y 2) Que la notificación haya sido practicada en
conformidad a la ley.
El fundamento de estos actos de comunicación es que en todo proceso intervienen y actúan como sujetos
procesales el juez y las partes. Tanto el juez como estas partes realizan dentro del proceso actos íntimamente
relacionados y vinculados entre sí, y por ello deben tener la debida comunicación.
Notificar las resoluciones judiciales constituye la regla general para que ellas produzcan sus efectos, salvo
excepciones expresamente establecidos en la ley, como por ejemplo, en materia de apelaciones, cuando no
comparece el apelado no será necesario notificarle las resoluciones que se dicten, las cuales producirán sus efectos
respecto del apelado rebelde desde que se pronuncien (artículo 202, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil); o
en materia de medidas precautorias, se podrán llevar a efecto dichas medidas antes de notificarse a la persona
contra quien se dictan, siempre que existan razones graves para ello y el tribunal así lo ordene (artículo 302, inciso
2º, Código de Procedimiento Civil).

* Concepto de notificación:

En cuanto al concepto restringido de notificación, debemos señalar que no existe una definición legal en
el Código de Procedimiento Civil, por lo tanto, debemos recurrir a la doctrina, donde encontramos numerosas

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definiciones de notificación, entre ellas destacamos la de Hugo Alsina, para quien la notificación “es el acto por
el cual se pone en conocimiento de las partes una resolución judicial”.
Como puede observarse, el concepto restringido de notificación es una idea de comunicación a las partes
o a un tercero, sin importar el contenido de la resolución.
Por otro lado, el concepto amplio de la notificación significa que ésta puede tener un contenido variado
que en cada caso hay que precisar para que la parte sepa a que atenerse. Desde esta perspectiva, la notificación
constituye el acto conforme al cual el tribunal pone en conocimiento de una persona, sea o no parte en el proceso,
una resolución judicial, con el objeto de dársela a conocer simplemente, o de hacerla comparecer en resguardo de
sus intereses, o bien de hacerla comparecer a alguna actuación procesal, o incluso con la finalidad de que cumpla
con una determinada prestación, bajo apercibimiento legal.
Desde este punto de vista, hay que analizar en cada caso si la notificación lleva consigo: 1) la citación de
la parte; 2) el emplazamiento, o 3) el requerimiento.

1. Citación: Es un acto de intimación mediante el cual la persona que es notificada debe comparecer
obligatoriamente y en forma personal al tribunal a una audiencia. La comparecencia se debe realizar en un
tiempo o momento determinado, generalmente en un hora y día específico, y que la persona debe cumplir.
Ejemplo: los testigos, que son notificados y citados para que presten declaración.

2. Emplazamiento: Es el llamamiento que hace el tribunal a la parte para que comparezca dentro de un plazo
determinado, variable en cada caso, con el objeto de hacer valer sus derechos, fundamentalmente de defensa;
todo ello, dentro de un plazo determinado y bajo apercibimiento legal. Ejemplo: la notificación de la
demanda, que lleva implícita el emplazamiento del demandado.

3. Requerimiento: Es el acto por el cual el tribunal ordena a las partes o a terceros hacer o no hacer algo
específico, pero que no consiste en una comparecencia ni citación ante él, según lo que le señale el tribunal
para lo cual puede haber o no un plazo. Ejemplo: en el juicio ejecutivo, se debe requerir de pago al deudor
para que adopte una conducta determinada.

Entre estos tres conceptos estudiados recién y las notificaciones existen algunas diferencias y semejanzas.

(a) Diferencia entre estos conceptos y las notificaciones: En el caso de la notificación, es un acto de
comunicación, porque su finalidad es poner en conocimiento de las partes una resolución o una diligencia
determinada; en principio en la notificación no importa el contenido de la comunicación. En cambio, cuando
una resolución se comunica para que la parte adopte una conducta determinada, más que un acto de
comunicación se estará en presencia de un acto de intimación, como lo es la citación, el requerimiento o
emplazamiento; por lo tanto, debe necesariamente analizarse el contenido de la comunicación.

(b) Semejanza entre estos conceptos y las notificaciones: La notificación y los tres conceptos anteriormente
detallados son una comunicación judicial, a través de los cuales se pone en conocimiento de las partes lo
que el juez ha resuelto para que produzcan sus efectos legales.

* Reglamentación legal de las notificaciones:

Las notificaciones constituyen verdaderas actuaciones procesales, de ahí que las reglas aplicables a ellas
son las siguientes:

✓ Las normas contenidas en el Título VI del Libro I del Código de Procedimiento Civil, que abarca los
artículos 38 al 58 del mismo cuerpo legal, que contiene las reglas que deben aplicarse en forma
particularizada.

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✓ Las reglas comunes a todas las actuaciones judiciales, contenidas en el Título VII del Libro I del Código
de Procedimiento Civil, en los artículos 59 a 77, referentes a las actuaciones procesales en general y que
son supletorias de las anteriores.

* Reglas comunes a toda clase de notificaciones:

El Código de Procedimiento Civil establece ciertas reglas comunes a todas las notificaciones, cualquiera
sean éstas. Estas reglas generales o comunes son las siguientes:

1. Para la validez de la notificación no se requiere el consentimiento del notificado (artículo 39, Código de
Procedimiento Civil). Las notificaciones son verdaderos actos de autoridad y, por ende, no interesa la
voluntad del notificado.

2. Las diligencias de notificación que se estampen en los procesos, no contendrán declaración alguna del
notificado, salvo que la resolución ordene o, por su naturaleza, requiera esa declaración (artículo 57, Código
de Procedimiento Civil).

3. Las notificaciones deben cumplir con los requisitos generales de las actuaciones judiciales. Esto significa
que deben reunir los siguientes requisitos: 1) Deben ser practicadas por el funcionario competente que
indica la ley, que es variable, pues dependerá de la clase de notificación de que se trate; 2) Se deben practicar
en horas, días y en algunos casos en lugares hábiles; 3) De ellas se debe dejar constancia escrita en el
proceso, con los pormenores que la ley exige; y 4) A diferencia de las actuaciones judiciales, no deben ser
autorizadas por el ministro de fe que la practicó.

* Clases de notificaciones en nuestro sistema procesal:

Considerando la forma y requisitos con que deben efectuarse y los casos en que proceden las notificaciones
se clasifican de la siguiente manera:

Notificación personal propiamente tal


➢ Notificación Personal
Notificación especial del artículo 44 del Código de Procedimiento Civil

➢ Notificación por Cédula.

➢ Notificación por el Estado Diario.

➢ Notificación por Avisos.

➢ Notificación Ficta o Presunta Legal.

➢ Notificación Tácita

➢ Notificaciones Especiales.

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I) NOTIFICACION PERSONAL:

La notificación personal es aquella que se hace a la persona misma del notificado, entregándosele copia
integra de la resolución judicial y de la solicitud en que haya recaído, cuando sea escrita (artículo 40, Código de
Procedimiento Civil).
La notificación personal es la forma más perfecta, efectiva o segura de notificar las resoluciones judiciales,
principalmente por dos razones:

• Porque se realiza a la persona misma del notificado, ya que el funcionario que la practica entra en contacto
directo e inmediato con esta persona.

• Por el contenido de la misma, ya que es necesario que se entregue copia íntegra de la resolución y de la
solicitud respectiva.

Todo esto da seguridad en la práctica, lo que no ocurre con otras formas de notificación, particularmente
con la notificación por el estado diario. Por ello la ley, según veremos, permite que cualquier resolución sea
notificada personalmente.

-o- Forma en que se practica la notificación personal:

La notificación personal propiamente tal se practica haciendo entrega personalmente al notificado de: 1)
Copia íntegra de la resolución que se notifica; y 2) Copia íntegra de la solicitud en que haya recaído dicha
resolución, si fuere escrita.
Para estos efectos, es necesario que junto con cada escrito se acompañen tantas copias cuantas sean las
partes a notificar la resolución que recaiga en ese escrito (artículo 31, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Si estas copias no se entregan, o son insuficientes en relación al número de partes, o si las copias son disconformes
con el escrito original, a la parte contraria no le corre plazo; esto es, sin perjuicio que el tribunal imponga una
multa a la parte que no acompañó con copias el escrito, y ordenará que se acompañen las copias dentro de tercero
día bajo apercibimiento de tenerse por no presentado.
Practicada la notificación debe dejarse constancia en el proceso. Esta constancia la subscribirán el
notificado y el ministro de fe, y si el primero no puede o no quiere firmar, simplemente se dejará testimonio de
este hecho en la misma diligencia.
Esta constancia de la notificación personal en el proceso, además, debe indicar las siguientes menciones:

✓ La fecha, hora y lugar donde se realizó la notificación.


✓ El medio con que el ministro de fe comprobó la identidad del notificado.

La finalidad de esta constancia es que en la causa quede una prueba fehaciente de haberse procedido en
todo conforme a las disposiciones legales.

-o- Funcionario competente para practicar la notificación personal:

Este funcionario es variable, y pueden ser: 1) el secretario del tribunal, 2) el oficial primero de la secretaría,
3) el receptor judicial, 4) el notario público u oficial del Registro Civil que existan en la localidad, y 5) por un
ministro de fe ad-hoc.

1. El Secretario del Tribunal: En primer lugar, es competente para practicar la notificación personal el
secretario del tribunal (artículo 380, nº 2, Código Orgánico de Tribunales; artículo 41, inciso 4º, Código de
Procedimiento Civil). Este funcionario solamente puede practicar la notificación personal en su oficio; no
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puede practicar esta diligencia en el domicilio del notificado o en otro lugar que no sea su oficina. Por esta
razón, no es habitual que los secretarios practiquen notificaciones personales, porque eso supone que la
persona del notificado acepte voluntariamente acudir a su oficio para ser notificado.

2. El Oficial Primero de Secretaría: También puede notificar válidamente el oficial primero del tribunal,
legalmente autorizado y bajo responsabilidad del secretario (artículo 58, inciso 1º, Código de Procedimiento
Civil). Al igual que en el caso de los secretarios, sólo puede practicar notificaciones personales en la oficina
de la secretaría del tribunal correspondiente.

3. El Receptor Judicial: Este funcionario es el que constituye la regla general en materia de notificaciones
personales -y notificaciones en general- porque es quien está autorizado para llevarlas a efecto fuera de las
oficinas de los secretarios (artículo 390, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales). Los receptores pueden
practicar notificaciones en cualquier lugar habilitado para tal efecto, siempre que no sea la secretaría del
tribunal.

4. El Notario Público u Oficial del Registro Civil, en su caso, que existan en la localidad: Estos dos
funcionarios solamente pueden practicar notificaciones personales en aquellos lugares en que no exista
receptor judicial (artículo 58, inciso 2º, primera parte, Código de Procedimiento Civil), en cualquier lugar
siempre que no sean las oficinas de la secretaría.

5. Un Ministro de Fe Ad-Hoc: Podría practicar esta diligencia un ministro de fe ad-hoc, que debe ser un
empleado del tribunal, nombrado por el juez, para el solo efecto de practicar esta notificación personal
(artículo 58, inciso 2º, parte final, Código de Procedimiento Civil). En este caso, también, el ministro de fe
puede practicarla en cualquier lugar que no sea la oficina del secretario.

-o- Lugares, días y horas en que se puede practicar la notificación personal:

Aquí hay que partir de la regla general y básica en materia de notificaciones -como actuación judicial que
es-, y que consiste en que ellas se deben practicar en días y horas hábiles (artículo 59, Código de Procedimiento
Civil). Ahora, tratándose de una notificación personal, hay ciertas reglas particulares y que dependen de los
lugares en que se realiza dicha diligencia.
La notificación personal sólo puede realizarse válidamente en alguno de los lugares siguientes:

(a) En los lugares y recintos de libre acceso al público: En este caso la notificación se podrá efectuar en cualquier
día y a cualquier hora, con la sola limitación de procurar causar la menor molestia al notificado. Excepción
a esta regla tiene lugar tratándose de los juicios ejecutivos, en donde el requerimiento de pago no podrá
hacerse en publico.

(b) En la morada o lugar en que pernocta el notificado: Esta regla denota más bien el lugar que sirve de
alojamiento de la persona, por transitorio que él sea; es decir, no se aplica al concepto de domicilio que
reglamenta el Código Civil. En estos lugares la diligencia se puede realizar en cualquier día, entre las seis y
las veintidós horas.

(c) En el lugar donde el notificado ordinariamente ejerce su industria, profesión o empleo: La palabra “lugar”
quiere significar con toda amplitud el recinto abierto o cerrado, grande o pequeño en que el notificado realiza
su actividad. La notificación, al igual que en el caso anterior, se realiza o efectúa en cualquier día entre las
seis y las veintidós horas.

(d) En cualquier recinto privado en que el notificado se encuentre y al cual se permita el acceso del ministro de
fe: Se puede también notificar personalmente en cualquier recinto privado distinto de los anteriores, pero en
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los que se permita el ingreso al ministro de fe encargado de practicarla. En este caso, la notificación
igualmente se puede practicar entre las seis y las veintidós horas.

(e) En el oficio del secretario del tribunal: En este lugar la notificación personal sólo puede practicarla el
secretario del respectivo tribunal o, en su defecto, por el oficial primero de secretaría. Tratándose de este
caso, se aplica la regla general del artículo 59 del Código de Procedimiento Civil, es decir, la actuación debe
practicarse en días y horas hábiles, entre las ocho y las veinte horas.

(f) En la oficina o despacho del receptor o del ministro de fe que practica la notificación: Aquí también se aplica
la regla del artículo 59 del Código de Procedimiento Civil, esto es, en días y horas hábiles, entre las ocho y
las veinte horas.

(g) En la casa que sirva para despacho del tribunal: Aquí se distingue a la secretaría del tribunal de las otras
dependencias, porque en la secretaría sólo puede notificar el secretario o el oficial primero, en cambio, en
los otros lugares del inmueble pueden notificar los demás ministros de fe. Sin embargo, existe una excepción
que determina que los jueces no pueden ser notificados en el local en que desempeñan sus funciones; se
prohíbe, en consecuencia, notificar al juez mientras está desempeñando sus funciones en el tribunal.

Con todo, hay casos en que el tribunal puede habilitar otros sitios para la notificación personal (artículo
42, Código de Procedimiento Civil). En esta norma, la ley concede al juez la facultad de permitir que la diligencia
sea practicada en un lugar inhábil. Para que pueda disponerse la habilitación del lugar se requiere de las siguientes
condiciones: 1) Que el notificado carezca de habitación conocida en el lugar en que ha de ser notificada; y 2) Que
el ministro de fe certifique haber hecho todas las indagaciones posibles para averiguar la habitación del notificado
sin lograr éxito, de las cuales dejará testimonio detallado en la respectiva diligencia.
El juez con el mérito de esa certificación dicta una resolución habilitando lugar. Sin embargo, hay que
señalar que esta norma es facultativa para el juez.
En los casos en que la persona a notificar no es habida después de haber sido buscada, la ley contempla
una forma especial de practicar la notificación personal, que es la forma que contempla el artículo 44 del Código
de Procedimiento Civil, que analizaremos más adelante.

-o- Casos de procedencia de la notificación personal:

En primer lugar, hay que tener presente que este tipo de notificación no constituye la regla general (que lo
es la notificación por el estado diario). La notificación personal es excepcional, aun cuando se puede practicar
siempre, debido a su seguridad.
Los casos expresamente contemplados en la ley en que procede la notificación personal son los siguientes:

a. La primera notificación a las partes o personas a quienes hayan de afectar sus resultados en toda gestión
judicial: Cuando la ley emplea la palabra “gestión judicial” debe interpretarse ampliamente, es decir, está
referida tanto a los asuntos contenciosos como los no contenciosos, con la salvedad de que tratándose de los
contenciosos no hay demandado, sólo existe la parte interesada a la que se notifica por el estado diario. Lo
que se ordena realizar personalmente es la primera notificación, de tal suerte que no siempre la demanda se
va a notificar personalmente, y sólo se hará de esta forma cuando sea la primera notificación; no será así
cuando el juicio se inicie, por ejemplo, por una medida prejudicial.

b. Siempre que la ley disponga que se notifique a alguna persona para la validez de ciertos actos: Así sucede,
por ejemplo, tratándose de la cesión de un crédito, cuando se refiere a la cesión de un crédito nominativo
para su validez requiere notificación personal.

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c. Cuando los tribunales lo ordenen expresamente, de acuerdo al artículo 47, inciso 1º, del Código de
Procedimiento Civil.

d. Puede usarse en todo caso: Esto significa que siempre se puede practicar la notificación personal, en el
amplio sentido de la palabra.

e. Si transcurren seis meses sin que se dicte resolución alguna en el proceso. En este caso, no se considerarán
como notificaciones válidas las anotaciones en el estado diario mientras no se haga una nueva notificación
personalmente o por cédula.

f. Cuando debe notificarse a terceros que no sean parte en juicio, o a quienes no afecten sus resultados. Aquí
se habla de terceros extraños a la litis y, en este caso, la notificación deberá hacerse personalmente o por
cédula.

g. Cuando la ley expresamente lo exige. Esto requiere de una norma legal expresa que así lo contemple.

+ NOTIFICACION DEL ARTÍCULO 44

Hay que tener presente que, tratándose de la notificación personal, hay dos formas de practicar la
notificación:

- La notificación personal propiamente tal, que, como vimos, es aquella que se hace a la persona misma del
notificado, entregándosele copia integra de la resolución judicial y de la solicitud en que haya recaído,
cuando sea escrita.

- La notificación que dispone el artículo 44 del Código de Procedimiento Civil, que es otra forma de practicar
la notificación personal.

Esta última clase de notificación es un caso excepcional y, aunque el Código de Procedimiento Civil no
le entrega ninguna denominación, posee varias denominaciones doctrinarias, no obstante que jurídicamente es la
misma forma de realizar la notificación personal y produce los mismos efectos. Así, por ejemplo, la doctrina
conoce a este tipo de notificación como “notificación sustitutiva de la personal”, o “notificación especial del
artículo 44”, o “notificación personal subsidiaria”, entre otras denominaciones.

-o- Requisitos para que opere la notificación del artículo 44:

Estos requisitos o condiciones para que tenga lugar esta forma especial de notificación son las siguientes:

a) Que la resolución a notificar deba hacerse personalmente. Tenemos que estar en presencia de una resolución
judicial que es necesario notificar personalmente. De manera que esta forma de notificación no se aplica a
otra clase de notificación que no sea la notificación personal.

b) Que buscada en dos días distintos en su habitación, o en el lugar donde habitualmente ejerce su industria,
profesión o empleo, no es habida la persona a quien debe notificarse. El ministro de fe tiene que haber
buscado a la persona a notificar y sin que esta persona sea habida; este hecho tiene que certificarse en el
proceso por el ministro de fe. Esta búsqueda se tiene que realizar en dos días distintos, y hay que hacerla
en lugares determinados que la ley indica, que son: 1) la habitación de la persona a notificar, o 2) el lugar

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donde habitualmente ejerce su industria, profesión o empleo. Además, se requiere como condición que el
sujeto a notificar no sea habido.
Naturalmente, de todas estas actuaciones debe dejarse testimonio escrito en el proceso. El ministro
de fe tendrá que certificar en el proceso que buscó a la persona durante dos días distintos en alguno de los
lugares señalados sin ser habido.

c) Que se acredite que la persona a notificar se encuentra en el lugar del juicio y cuál es su morada o lugar de
trabajo. Estas dos circunstancias se acreditan con una certificación del ministro de fe (antiguamente esto se
comprobaba con testigos).

d) Que, cumplido lo anterior, la parte interesada en que la notificación se practique lo solicite al juez por
escrito. No basta la sola certificación del ministro de fe, sino que además se requiere que la parte interesada
solicite al juez que ordene la realización de este tipo de notificación.

e) Que el tribunal dicte una resolución judicial que ordene expresamente practicar esta notificación en la forma
del artículo 44 del Código de Procedimiento Civil. El juez ordenará esta forma de notificación en la medida
que estén acreditados todos los supuestos anteriormente señalados.

Cumplidas todas estas condiciones preliminares, se estaría en condiciones de poder efectuar la notificación
del artículo 44 del Código de Procedimiento Civil.

-o- Cómo se practica la notificación del artículo 44:

Establecidos los supuestos para practicar este tipo de notificación, el tribunal ordenará que la notificación
se haga entregando las copias a que se refiere el artículo 40 de Procedimiento Civil a cualquiera persona adulta
que se encuentre en la morada o en el lugar donde la persona que se va a notificar ejerce su industria, profesión o
empleo.
Podría ocurrir que en estos lugares mencionados no haya nadie, o bien que no haya ningún adulto presente.
Al respecto, la ley dice que si nadie hay allí, o si por cualquiera otra causa no es posible entregar dichas copias a
las personas que se encuentren en esos lugares, se fijará en la puerta un aviso que dé noticia de la demanda, con
especificación exacta de: 1) las partes, 2) la materia de la causa, 3) el juez que conoce en ella, y 4) las resoluciones
que se notifican. Esta situación no debe interpretarse tan estrictamente, porque bien puede ocurrir que el inmueble
no tenga puerta, como ocurre, por ejemplo, en un sitio.
Finalmente, en caso que la morada o el lugar donde pernocta o el lugar donde habitualmente ejerce su
industria, profesión o empleo, se encuentre en un edificio o recinto al que no se permite libre acceso, el aviso y
las copias se entregarán al portero o encargado del edificio o recinto, dejándose testimonio expreso de esta
circunstancia.

-o- Formalidades posteriores a la notificación:

Luego que se ha practicado la notificación en la forma indicada anteriormente, tiene lugar una exigencia
posterior, la que consiste en que el ministro de fe deberá dar aviso de ella al notificado, dirigiéndole con tal objeto
una carta certificada por correo, en el plazo de dos días contado desde la fecha que se practicó la notificación o
desde que se reabran las oficinas de correo, si la notificación se hubiere efectuado en domingo o festivo.
La carta podrá consistir en una tarjeta abierta que llevará impreso el nombre y domicilio del receptor y
deberá indicar el tribunal, el número de ingreso de la causa y el nombre de las partes. En el testimonio de la
notificación deberá expresarse, además, el hecho del envío, la fecha, la oficina de correo donde se hizo y el número
de comprobante emitido por dicha oficina. Este comprobante deberá ser pegado al expediente a continuación del
testimonio o la certificación.
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El artículo 46 del Código de Procedimiento Civil añade, en su parte final, que la omisión en el envío de la
carta certificada no invalidará la notificación, pero hará responsable al infractor de los daños y perjuicios que se
originen (estamos en presencia de un vicio procesal, porque se está omitiendo una formalidad, pero no obstante
la ley dice que el acto no es inválido). El tribunal, previa audiencia del afectado, deberá imponerle alguna de las
sanciones o medidas señaladas en los numerales 2º, 3º y 4º del artículo 532 del Código Orgánico de Tribunales.
La consecuencia de la práctica de la notificación del artículo 44 es que la persona a notificar queda
igualmente notificada en forma personal, obviamente en la medida que se cumplan todas las condiciones antes
reseñadas.

II) NOTIFICACION POR CEDULA:

Esta es una notificación es aquella que se practica materialmente entregando en el domicilio de la persona
a notificar una cédula que debe contener copia íntegra de la resolución judicial y los datos necesarios para su
acertada inteligencia (artículo 48, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
¿Qué se entiende por “datos necesarios para su acertada inteligencia”?. Esta exigencia la hace el legislador
porque, tratándose de la notificación por cédula, no se entrega copia íntegra de la solicitud. Los datos necesarios
para su acertada inteligencia vienen a reemplazar a la copia íntegra de las notificaciones anteriores y serían todas
aquellas menciones o antecedentes mínimos que debe contar la cédula para que el notificado pueda comprender
qué es lo que se le está notificando.

-o- Forma de practicar la notificación por cédula:

Estas cédulas se entregarán por un ministro de fe en el domicilio del notificado, en la forma establecida
en el inciso 2° del artículo 44 del Código de Procedimiento Civil, es decir, la cédula se le debe entregar a cualquier
persona adulta que se encuentre en el domicilio del notificado; y si no hay nadie o no es posible entregar la cédula,
se fijará ésta en la puerta.
Como puede verse, esta notificación es similar a la notificación del artículo 44, pero sólo en cuanto a la
forma en que se entrega, pero no en cuanto al contenido.
En consecuencia, esta notificación por cédula se puede practicar de la siguiente forma: 1) Entregándole
materialmente a cualquier persona adulta que se encuentre en el domicilio del notificado; o 2) En el caso que no
haya nadie o no sea posible entregar la cédula, la notificación se practica fijándose en la puerta del domicilio la
cédula que se debe entregar.
En esta clase de notificación no es necesario el envío de la carta certificada por parte del ministro de fe.
El ministro de fe encargado de la notificación deberá dejar en los autos testimonio de la notificación con
expresión del día y lugar, del nombre, edad, profesión y domicilio de la persona a quien se haga la entrega.

-o- Funcionario competente para practicar la notificación por cédula:

En esta materia hay diferencias importantes con la notificación personal, puesto que la notificación por
cédula no la puede practicar el secretario del tribunal ni tampoco el oficial primero, porque éstos solamente están
habilitados para notificar en las oficinas de las secretaría, es decir, no pueden salir del recinto.
El funcionario habilitado para practicar la notificación por cédula es el receptor judicial, y si en el lugar
no hay receptor judicial se aplican las reglas que vimos anteriormente respecto de la notificación personal, es
decir, si en el lugar no hay receptor, la notificación puede ser hecha por el notario público u oficial del Registro
Civil que exista en la localidad, y en todo caso, el juez siempre podrá designar como ministro de fe ad hoc a un
empleado del tribunal, para el solo efecto de practicar la notificación.

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-o- Días, horas y lugares hábiles para practicar la notificación por cédula:

En relación a los días y horas para practicar la notificación por cédula, también hay claras diferencias con
la notificación personal, porque aquí la ley no establece reglas especiales, de manera que se aplican las reglas
generales de las actuaciones judiciales, lo que significa que deberán practicarse en días y horas hábiles, es decir,
los días no feriados entre las ocho y las veinte horas.
Respecto al lugar hábil para practicar esta notificación, es el domicilio del notificado. Para estos efectos,
el domicilio no es otro que aquel que haya sido designado por la parte en la primera gestión que haya realizado
ante el tribunal.
Para estos efectos, las partes litigantes tienen la obligación de señalar, en su primera gestión judicial, un
domicilio conocido, con el cual figurarán en el curso del proceso. Esta designación del domicilio es una carga
procesal, es una obligación, un deber que tiene que cumplirse, porque si la parte no lo hace sufrirá ciertas
consecuencias procesales. Si se incumple esta designación -ya sea que el domicilio se señale o forma incorrecta,
o bien, que no se señale (ejemplo: en rebeldía)-, significa que aquellas resoluciones que de acuerdo con el artículo
48 debían notificarse por cédula se le van a notificar por el estado diario. Esta es una sanción transitoria, porque
ésta se aplica mientras el litigante no cumpla con la obligación.
El domicilio que designa cada parte en su primera presentación debe ser conocido dentro de los límites
urbanos del lugar en que funcione el tribunal respectivo, y esta designación se considerará subsistente mientras
no haga otra la parte interesada, aun cuando de hecho cambie su morada.
En los juicios seguidos ante los tribunales inferiores el domicilio deberá fijarse en un lugar conocido dentro
de la jurisdicción del tribunal correspondiente, pero si el lugar designado se halla a considerable distancia de aquel
en que funciona el juzgado, podrá éste ordenar, sin más trámites y sin ulterior recurso, que se designe otro dentro
de límites más próximos (artículo 49, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

-o- Casos de procedencia de la notificación por cédula:

Los casos en que procede esta notificación por cédula están señalados principalmente en el artículo 48 del
Código de Procedimiento Civil:

a. Las sentencias definitivas: Aquí la ley no distingue, pero cabe concluir que deben notificarse por cédula las
sentencias definitivas de única y de primera instancia, y no las sentencias definitivas de segunda instancia,
ya que ellas se notifican por el estado diario, según el artículo 221 del Código de Procedimiento Civil.

b. Las resoluciones en que se reciba a prueba la causa: La resolución que recibe la causa a prueba es la que da
comienzo al término probatorio, fijando los hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos en el juicio y
que deben probarse.

c. Las resoluciones que ordenen la comparencia personal de las partes: Ejemplo: la resolución que cita a las
partes a una audiencia de conciliación.
d. En todos los casos que el tribunal expresamente lo ordene: En este caso, el tribunal tiene que disponer en
forma expresa que una resolución se notifique por cédula.

e. Cuando deba notificarse resoluciones a terceros que no sean parte en juicio, o a quienes no afecten sus
resultados, se harán personalmente o por cédula. Ejemplo: la notificación a testigos o peritos para que
comparezcan al tribunal.

f. Si transcurren seis meses sin que se dicte resolución alguna en el proceso, la primera resolución posterior
debe notificarse personalmente o por cédula.

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g. En los casos que la ley lo ordene expresamente. Ejemplo: la resolución que ordena el cumplimiento de una
sentencia con citación de la persona en contra de quien se pide.

-o- Diferencias entre la notificación por cédula y la notificación personal:

Entre la notificación por cédula y la notificación personal propiamente tal, existen algunas diferencias. A
saber:

✓ En cuanto al contenido de lo notificado: En la notificación personal se entrega copia íntegra de la


resolución judicial y de la solicitud sobre la que ha recaído; en cambio, en la notificación por cédula se
entrega copia íntegra de la resolución judicial y los datos acertados para su acertada inteligencia.

✓ En relación a los lugares en que se practica una y otra. La notificación personal se practica en diversos
lugares habilitados; la notificación por cédula, en tanto, solamente se puede practicar en el domicilio del
notificado, en la medida que se designe concretamente.

✓ En cuanto a la entrega de las copias. En la notificación personal es necesario para su validez que se
entregue la copia a la persona misma a notificar; en cambio, en la notificación por cédula las copias se
entregan a cualquier persona adulta distinta del notificado, e incluso las copias podrían no ser entregadas
a persona alguna.

✓ En cuanto al funcionario competente para practicar una y otra. Entre los funcionarios competentes para
practicar la notificación personal están el secretario y el oficial primero; en la notificación por cédula, no
es posible que estos funcionarios puedan practicarla.

-o- Diferencias entre la notificación por cédula y la notificación del artículo 44:

La notificación por cédula y la del artículo 44 del Código de Procedimiento Civil también difieren en
diversos aspectos:

➢ La notificación del artículo 44 es una forma de suplir a la notificación personal propiamente tal, pero
judicialmente sigue siendo personal; en cambio, la notificación por cédula no es personal. Por lo mismo,
en la primera de ellas lo que se entrega es copia íntegra de la resolución y de la solicitud sobre la que ha
recaído; en la notificación por cédula, en cambio, sólo se entrega copia íntegra de la resolución y los datos
necesarios para su acertada inteligencia.

➢ La notificación del artículo 44 requiere para ser practicada de una resolución judicial (que el juez lo ordene
expresamente); mientras que, tratándose de la notificación por cédula, la regla es que sea la ley la que
ordena que sea practicada.

III) NOTIFICACION POR EL ESTADO DIARIO:

Esta es una forma muy particular de practicar notificaciones, porque, en este caso, ocurre una verdadera
ficción legal en que el notificado se presume que toma conocimiento de la resolución aunque no la conozca, por
el sólo hecho de incluirse en una nómina, que se denomina “estado”, la circunstancia de haberse dictado resolución
en un proceso (artículo 50, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

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La notificación por el estado diario “es aquella que se practica mediante la inclusión, con las formalidades
legales, en un estado que se forma en cada tribunal diariamente del número de resoluciones que se forman en el
proceso dicho día”.
Esta es la regla general en materia de notificaciones en el procedimiento chileno, a menos que la ley
disponga otra cosa.
Por el solo hecho de indicarse en este estado diario, se supone de derecho que las partes han tomado
conocimiento de las resoluciones; tales resoluciones han sido legalmente notificadas a las partes. De la simple
lectura de la parte, evidentemente no es posible saber el contenido de las resoluciones, para lo cual deberá verla
en el expediente.

-o- Casos de procedencia de la notificación por el estado diario:

Como señalamos, esta forma de notificación constituye la regla general, y se aplica respecto a todas las
notificaciones que deben practicarse, personales o por cédula, las que son excepcionales; en consecuencia, la
notificación por el estado procede siempre que la ley no disponga otra forma de notificación.
Respecto del litigante que no hubiera señalado su domicilio, que se debe señalar respecto de la notificación
por cédula, la notificación se hará por el estado diario mientras no se fije domicilio. Esta notificación se hará sin
necesidad de petición de parte y sin previa orden del tribunal (artículo 53, Código de Procedimiento Civil).

-o- Forma de practicar la notificación por el estadio diario:

Esta forma de notificación se practica siguiendo varios pasos, y que son los que a continuación se
enumeran: 1) La confección del estadio diario; 2) La constancia en el proceso de haberse practicado la
notificación; y 3) El cumplimiento de las formalidades posteriores.

1. La confección del estadio diario: La confección material del estado diario es una función que le corresponde
al secretario del tribunal o al oficial primero por delegación. La formación del estado diario en los juzgados
de garantía y tribunales de juicio oral en lo penal, en tanto, corresponde al jefe de la unidad encargada de la
administración de causas.
El estado diario es una nómina o lista que se hace diariamente en un formulario en el que se señalan
todas las causas en las cuales se han dictado resoluciones en un día determinado en un tribunal determinado
(este día es el mismo en que el estado se confecciona), de manera que lo primero que tiene que ocurrir es
que el juez dicte la resolución pertinente.
Este estado debe contener las menciones que señala el artículo 50, inciso 2º, del Código de
Procedimiento Civil, que son esenciales, de manera que no se pueden omitir o señalar erróneamente, y si
así ocurre la notificación es nula. Estas menciones son las siguientes:

- Se encabezará con la fecha del día en que se forme, que corresponde a la fecha de la emisión del
estado.

- Se deben indicar todas las causas en que en ese día se hayan dictado resoluciones judiciales, las que
se individualizan por el número de orden que les corresponda en el rol general, expresado en cifras y
en letras.

- Se deben indicar los apellidos del demandante y del demandado o de los primeros que figuren con
dicho carácter si son varios.

- El número de resoluciones o providencias dictadas en cada uno de los procesos que allí se mencionan.

101
- Se agregará el sello y firma del secretario o del oficial primero, según quien corresponda.

2. La constancia en el proceso de haberse practicado la notificación: Como las notificaciones por el estado
constituyen verdaderos actos procesales, de ellas deberá dejarse testimonio escrito de que se practicó la
diligencia en el proceso. Esta constancia debe hacerla el secretario del tribunal correspondiente, y en su
defecto el oficial primero.
Si no se deja constancia de haberse practicado, la notificación es nula. No obstante, la ley dice que
los errores u omisiones en dicho testimonio no invalidarán la notificación y sólo serán sancionados con
multa de media a una unidad tributaria mensual, a petición de parte o de oficio.

3. El cumplimiento de las formalidades posteriores: Los estados deben fijarse en la secretaría del tribunal y se
mantendrán durante tres días en un lugar visible y accesible al público, cubiertos con vidrios o en otra forma
que impida hacer alteraciones en ellos. Posteriormente, y encuadernados por orden rigoroso o estricto de
fechas, se archivarán mensualmente.

IV) NOTIFICACION POR AVISOS:

La notificación por avisos es aquella que se hace previa orden del juez, mediante la publicación de avisos
en los diarios o periódicos que la ley señala, incluyéndose en ellos los mismos datos que se exigen para la
notificación personal, salvo que el tribunal disponga que la publicación se haga en extracto, y que tiene lugar en
aquellos casos en que la persona a notificar o su residencia sea difícil de determinar, o que por su número dificulten
considerablemente la práctica de la diligencia (artículo 54, Código de Procedimiento Civil).
Esta notificación se hará en “diarios o periódicos del lugar donde se sigue la causa”. Para definir que se
entiende por periódicos, hay que recurrir a la Ley Nº 18.776 en relación con la Ley Nº 16.643, que señala que “es
toda publicación periódica que se edita a lo menos cuatro veces a la semana”.
Esta notificación es excepcional y supletoria. Es excepcional, porque este tipo de notificación es de escasa
aplicación o recurrencia; y es supletoria, porque no tiene vida propia, ya que como dice el artículo 54 del Código
de Procedimiento Civil se aplica en los casos en que a la persona que haya de notificar personalmente o por cédula
sea difícil de determinar.
La ley exige ciertos presupuestos para cumplir esta notificación por avisos, y que son las siguientes:

✓ Es necesario que en el proceso se haya dictado alguna resolución que deba notificarse personalmente o
por cédula, pero jamás de la notificación por el estado diario.

✓ Debe tratarse de alguno de los casos de urgencia que la ley indica. Estos casos son los siguientes: 1)
Cuando deba notificarse a personas cuya individualidad sea difícil de determinar; 2) Cuando deba
notificarse a personas cuya residencia sea difícil determinar; y 3) Cuando deba notificarse a personas que,
por el número de ellas, dificulten considerablemente la práctica de la diligencia.

-o- Forma en que se practica la notificación por avisos:

Cumpliendo los presupuestos básicos, la notificación se debe realizar de acuerdo con los requisitos que la
ley señala (artículo 54, Código de Procedimiento Civil):

a. La notificación se debe realizar por medio de avisos publicados en los diarios o periódicos del lugar donde
se sigue la causa, y si en esa comuna no hay diario debe hacerse en los diarios de la cabecera de la provincia,
o a falta de ellos en los de la capital regional.

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b. Estos avisos deben contener los mismos datos que se exigen para la notificación personal; pero si la
publicación en esta forma es muy dispendiosa o costosa, atendida la cuantía del negocio, podrá disponer el
tribunal que se haga en extracto redactado por el secretario.

c. El tribunal debe decretar expresamente que la notificación se efectúe mediante avisos. Esta resolución que
el juez dicta debe señalar:

▪ La autorización de la sustitución de la notificación.

▪ Los diarios en que haya de hacerse la publicación.

▪ La cantidad o el número de veces que deba repetirse la publicación, que en ningún caso puede bajar o
ser inferior a tres.

▪ Si la notificación hecha por este medio sea la primera de una gestión judicial, será necesario, además,
para su validez, que se inserte el aviso en los números del Diario Oficial correspondientes a los días
primero o quince de cualquier mes, o al día siguiente, si no se ha publicado en las fechas indicadas.

En este caso, el Tribunal procederá con conocimiento de causa, lo que significa que debe proceder
con el mérito de ciertos antecedentes.

d. De esta notificación también debe dejarse constancia en el proceso, labor que es cumplida por el secretario
del tribunal. Para hacer esta constancia, la parte interesada debe llevarle los respectivos diarios en que se
publicó las notificaciones; en la práctica se acostumbra pegar el recorte del aviso publicado en el proceso,
certificando el secretario que dicho aviso fue publicado en el diario que indica y las fechas en que ello
ocurrió.

V) NOTIFICACION TÁCITA O PRESUNTA:

A esta forma de notificación se refiere o la regula el artículo 55 del Código de Procedimiento Civil,
conforme al cual “aunque no se haya verificado notificación alguna o se haya efectuado en otra forma que la
legal, se tendrá por notificada una resolución desde que la parte a quien afecte haga en el juicio cualquiera gestión
que suponga conocimiento de dicha resolución, sin haber antes reclamado la falta o nulidad de la notificación”.
Aquí estamos en presencia de una situación especial porque en realidad, de acuerdo al artículo 55 del
Código de Procedimiento Civil, podría ocurrir que la resolución no haya sido notificada, no obstante la resolución
podría llegar a producir efectos válidos. Se denomina notificación tácita porque ocurrida ciertas circunstancias la
ley presume notificada a una persona en forma legal.
Para que estemos en presencia ante esta forma de notificación es preciso que se den los siguientes
supuestos:

➢ Que la resolución judicial no haya sido notificada en forma alguna.


➢ Que la resolución haya sido notificada en una forma distinta a la que la ley señala.

Reunidos los supuestos anteriormente señalados (cualquiera de los dos), se va a entender notificada la
resolución desde el momento en que la parte realice en el juicio cualquier gestión que supone conocimiento de la
resolución. Además de lo anterior, es necesario que esta gestión que realice la parte, se haga antes que se reclame
la nulidad o falta de notificación.

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-o- Notificación tácita en el incidente de nulidad de una notificación:

También es un caso de notificación presunta en que, cumplida ciertas condiciones, se entiende notificada
legalmente y se refiere a cuando alguna de las partes pide al juez la nulidad de la notificación (artículo 55, inciso
2°, Código de Procedimiento Civil). Aquí se parte del supuesto que la resolución ha sido mal notificada. Ejemplo:
si la resolución debía ser notificada por cédula y ha sido notificada por el estado diario.
En este caso, la parte afectada debe solicitar al juez que se declare nula la notificación pertinente, lo que
da origen a un incidente que hay que tramitar y todo incidente debe ser resuelto por el juez. Si el tribunal da lugar
a esta nulidad, es decir, declara nula esta notificación, en este caso, por disposición legal (por el solo ministerio
de la ley) o automáticamente se tiene por notificada a la parte de la resolución cuya notificación se declara nula,
desde el momento mismo en que se le notifique la resolución que declara la nulidad. Ejemplo: el demandado
solicita la nulidad de la notificación de la demanda; esa resolución que acoge la nulidad al notificarse produce el
efecto de haber notificado a la otra.
Esto es importante porque hasta un tiempo atrás, cuando se declaraba nula una notificación había que
volver a practicarla, lo que era un contrasentido, porque la parte ya había tomado conocimiento de la resolución.
En este mismo caso, si la nulidad la declara un tribunal superior, la notificación se tendrá por efectuada
cuando se le notifique a la parte el “cúmplase” de dicha resolución.

VI) OTROS CASOS DE NOTIFICACIONES ESPECIALES:

Lo que se ha dicho en materia de notificaciones son los casos más importantes, aplicables a todos los
procedimientos, pero tratándose de ciertos procedimientos especiales, la ley establece formas distintas de practicar
notificaciones. En estos casos, como se trata de normas especiales, prevalecen a las normas del Código de
Procedimiento Civil.
Esto ocurre en los siguientes casos:

(a) En los juicios seguidos ante los tribunales de familia: En ellos las sentencias definitivas y las resoluciones
en que se ordene la comparecencia personal de las partes que no hayan sido expedidas en el curso de alguna
de las audiencias, serán notificadas por carta certificada, salvo que se trate de la primera resolución, la que
deberá notificarse personalmente (artículo 23, incisos 1º y 3º, Ley Nº 19.968). Las “notificaciones por carta
certificada” se entenderán practicadas desde el tercer día siguiente a aquél en que fueron expedidas (artículo
23, inciso 4º, Ley Nº 19.968).

(b) En materia de procedimiento penal: Se contempla la llamada “notificación en persona” al imputado mismo,
que se encuentra privado de libertad, la que se hará en el establecimiento o recinto en que permaneciere,
aunque éste se hallare fuera del territorio jurisdiccional del tribunal, mediante la entrega, por un funcionario
del establecimiento y bajo la responsabilidad del jefe del mismo, del texto de la resolución respectiva
(artículo 29, Código Procesal Penal).
De igual forma, en el procedimiento penal se podrán realizar otras formas de notificación, si el
tribunal estima que resultan suficientemente eficaces y no causaren indefensión a las partes (artículo 31,
Código Procesal Penal). Ejemplo: notificación por correo electrónico.

(c) En el procedimiento penal militar: El tribunal podrá ordenar que se practique una “notificación especial por
carta certificada”, la que debe contener los pormenores del juicio que se sigue, como por ejemplo, la
designación de la causa en que se hace la notificación, la indicación del tribunal que conoce de ella y la de
su secretario, etc. La carta certificada deberá ser dirigida por el secretario al domicilio que la persona hubiere
señalado en autos (artículo 115, Código de Justicia Militar).

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(d) En los juicios arbitrales: Las notificaciones se harán personalmente o por cédula, salvo que las partes
unánimemente acuerden otra forma de notificación (artículo 629, Código de Procedimiento Civil).

8.- Los efectos de las resoluciones judiciales:

Normalmente los efectos de las resoluciones judiciales se producen después de notificadas, y algunas
después de quedar firmes y ejecutoriadas; en este último caso, no es suficiente la sola notificación de la resolución,
sino que además es menester que la resolución se encuentre firme y ejecutoriada, al menos para el caso de la cosa
juzgada.
Respecto a los principales efectos que producen estas resoluciones son los siguientes: 1) el desasimiento
del tribunal; y 2) el efecto de cosa juzgada, a través de dos variantes: la acción y la excepción de cosa juzgada.

* El Desasimiento del Tribunal:

El desasimiento del tribunal es un efecto que producen las sentencias, tantos las definitivas como las
interlocutorias, en virtud del cual una vez que han sido notificadas a alguna de las partes, el tribunal que la dictó
no podrá alterarlas o modificarlas en manera alguna (artículo 182, inciso 1º, primera parte, Código de
Procedimiento Civil).
La razón que se impida al juez de que altere o modifique su sentencia radica en que en el sistema chileno
impera el principio de la doble instancia, lo que significa que será el superior jerárquico el que tiene atribuciones
para modificar la sentencia, en el entendido de que ésta se haya apelado.
Los requisitos para que se produzca el desasimiento se encuentran establecidos en el artículo 182 del
Código de Procedimiento Civil, y son los siguientes:

- Que en el juicio se haya dictado una sentencia, ya sea definitiva o interlocutoria; es decir, no opera respecto
de los autos y los decretos.

- Que la sentencia haya sido notificada legalmente a alguna de las partes.

Existen casos excepcionales en que, no obstante que una sentencia haya sido notificada a alguna de las
partes, podría ser modificada por el mismo tribunal que la pronunció. Estas excepciones en las que no opera esta
institución son las siguientes:

a) El recurso de aclaración, agregación o rectificación: Este recurso, que establece el mismo artículo 182 del
Código de Procedimiento Civil, consiste en que cualquiera de las partes puede solicitar al mismo tribunal
que pronunció la sentencia que aclare los puntos obscuros o dudosos de la sentencia, salvar las omisiones y
rectificar los errores de copia, de referencia o de cálculos numéricos que aparezcan de manifiesto en la
misma sentencia (artículo 182, inciso 1º, parte final, Código de Procedimiento Civil). En este caso, a través
de este recurso, el mismo tribunal que pronunció la sentencia puede hacer estas rectificaciones.
Este recurso se puede hacer valer a petición de parte o de oficio por el tribunal, en cuyo caso el juez
podrá dentro de los cinco días siguientes a la primera notificación de la sentencia, hacer las rectificaciones
a los errores cometidos.

b) Las sentencias interlocutorias susceptibles de reposición: Ciertas sentencias interlocutorias pueden ser
modificadas o dejadas sin efecto por el mismo tribunal que las pronunció, a través del llamado “recurso de
reposición”, y no obstante que esté notificada alguna de las partes; en este caso, se requiere de texto legal
expreso que permita el recurso de reposición. Ejemplo: la resolución que recibe la causa a prueba.
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Este recurso no procede en contra de todas las sentencias interlocutorias sino solamente contra
aquellas respecto de las cuales la ley expresamente contempla este recurso (la regla general es que el recurso
de reposición proceda únicamente en contra de los autos y los decretos).

c) El caso del incidente de nulidad procesal de lo obrado por falta de emplazamiento: Este es un incidente que
puede ser planteado por el demandado rebelde ante el mismo juez que haya pronunciado la sentencia
definitiva o interlocutoria. En este caso puede reclamar el rebelde aunque la sentencia haya sido notificada
a alguna de las partes.

-o- Los autos y decretos en relación al desasimiento:

Recién señalamos que el desasimiento se produce únicamente respecto de las sentencias, sean éstas
definitivas o interlocutorias. Los autos y decretos no producen el efecto del desasimiento, por cuanto éstos pueden
ser siempre modificados por el mismo tribunal que los dicta, a través de un recurso de reposición.
En principio las sentencias no pueden ser modificadas por el mismo tribunal. Para que el auto o decreto
pueda ser modificado por el mismo tribunal, la parte debe hacer valer el recurso de reposición (artículo 181,
Código de Procedimiento Civil).
* El Efecto de Cosa Juzgada:

La cosa juzgada permite exigir el cumplimiento en el caso de las sentencias condenatorias e impedir que
se vuelva a discutir del mismo asunto.
Esto da origen a dos efectos prácticos: Un efecto negativo, que se traduce en que no se puede discutir del
mismo asunto en el mismo tribunal o en otro (la parte condenada no puede en un nuevo juicio discutir la cuestión
ya decidida); y un efecto positivo, en donde la parte respecto de la cual se ha reconocido un derecho puede exigir
que se cumpla ese derecho y sin que ningún tribunal le pueda negar el cumplimiento del mismo.
El fundamento de la cosa juzgada es el mantenimiento del orden social. A la sociedad le interesa que los
litigios tengan un fin.

-o- Características de la cosa juzgada:

La doctrina señala que, dado los dos aspectos que reviste, la cosa juzgada tiene dos características: el ser
coercitiva e inmutable.

a) Es coercitiva: Esto significa que la parte que perdió en el proceso está obligada a cumplir la prestación que
le impone la sentencia, y si no lo hace voluntariamente puede ser obligado por medios compulsivos,
valiéndose de la fuerza.

b) Es inmutable: Significa que las partes del juicio tienen que respetar lo fallado tal cual como se indica en la
sentencia, por lo tanto, no se puede volver a discutir lo fallado. Esta resolución no se puede modificar,
después de vencidos todos los recursos y todos los plazos.

-o- Concepto de cosa juzgada:

La ley no la define, sólo se limita a reglamentar sus efectos o los requisitos en diversas disposiciones. La
doctrina dice que la cosa juzgada es “la presunción que lo fallado por el juez es la verdad”. También se dice que
“es el efecto que la ley atribuye a las sentencias firmes y ejecutoriadas por considerarlas como expresión de la
verdad”.

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Que sea una presunción de verdad no quiere decir que sea una verdad absoluta, porque puede ocurrir que
esa verdad planteada en el juicio no sea el fiel reflejo de la realidad; pero, una vez agotadas las prueba, no queda
nada por discutir.

-o- Clasificación de la cosa juzgada:

En la doctrina se suele clasificar a la cosa juzgada en: 1) cosa juzgada formal, y 2) cosa juzgada material.

(1) Cosa juzgada formal: Es el efecto que solamente permite el cumplimiento de la sentencia en forma
provisional, y que, a la vez, impide renovar la discusión en el mismo proceso en que la sentencia se dicta,
pero que, al mismo tiempo, establece la posibilidad de volver a plantear el mismo asunto debatido en un
juicio ordinario posterior distinto. Ejemplos: la reserva de derechos en el contrato de arrendamiento, la
reserva de acciones y derechos en el juicio ejecutivo, la reserva en los interdictos posesorios, etc.

(2) Cosa juzgada material o sustancial: Es aquella que autoriza cumplir la sentencia sin ninguna restricción o
limitación, e impide que lo resuelto en ese juicio se pueda volver a discutir en el mismo juicio o en otro
posterior. Esta es la regla general en cuanto a los efectos de las resoluciones y constituye el verdadero efecto
de cosa juzgada.

-o- Efectos de la cosa juzgada:

Estos efectos son las consecuencias jurídicas que surgen de la institución de la cosa juzgada. Estos efectos
son los siguientes: 1) La acción de cosa juzgada, y 2) La excepción de cosa juzgada.

-o- La Acción de Cosa Juzgada:

Es el efecto que produce una resolución judicial que se encuentra firme o ejecutoriada, o bien aquella que
causa ejecutoria, para obtener el cumplimiento de lo resuelto o para la ejecución del fallo. Este cumplimiento
siempre se obtiene a petición de parte y los tribunales, en general, jamás pueden ordenar de oficio el cumplimiento
de la sentencia.

· Titular de la acción de cosa juzgada:

Según el artículo 176 del Código de Procedimiento Civil, la acción de cosa juzgada corresponde a la
persona a cuyo favor se ha declarado un derecho en el juicio, y ella es aquella parte que obtuvo la resolución
favorable, ya sea el demandante o demandado.
La acción puede corresponderle incluso a los herederos de la parte vencedora. Del mismo modo, la acción
puede ser dirigida en contra de quien resulte condenado por esa resolución o en contra sus herederos o sucesores.

· Requisitos de procedencia de la acción de cosa juzgada:

Los requisitos o condiciones para que proceda esta acción de cosa juzgada, son los siguientes: 1) Que
exista una resolución judicial condenatoria que se encuentre firme o ejecutoriada, o que cause ejecutoria; 2) Que
la parte que ha obtenido en el juicio solicite expresamente el cumplimiento de la resolución judicial; 3) Que la
prestación que impone esa resolución sea actualmente exigible; y 4) Que la acción no esté prescrita.
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1. Que exista una resolución judicial condenatoria que se encuentre firme o ejecutoriada, o que cause
ejecutoria: Significa que la sentencia imponga una prestación determinada, es decir, una obligación que
consista en dar, hacer o no hacer algo. Esta resolución judicial será una sentencia definitiva o interlocutoria,
toda vez que el artículo 175 del Código de Procedimiento Civil señala expresamente que “las sentencias
definitivas o interlocutorias firmes producen la acción o la excepción de cosa juzgada”; sin embargo, hay
que tener en cuenta que los autos y decretos firmes también producen la acción de cosa juzgada.

2. Que la parte que ha obtenido en el juicio solicite expresamente el cumplimiento de la resolución judicial:
El litigante en cuyo favor se declaró un derecho por resolución judicial debe presentar un escrito al tribunal
en que pida el cumplimiento de lo resuelto, de acuerdo a lo que se desprende del artículo 233, inciso 1º, del
Código de Procedimiento Civil, y del principio de pasividad de los tribunales.

3. Que la prestación que impone esa resolución sea actualmente exigible: Esto significa que la prestación no
debe estar afecta a ninguna modalidad que impida llevar a efecto o exigir dicha prestación.

4. Que la acción no esté prescrita: La prescripción, si existe, operaría como un modo de extinguir la acción.
En el caso de la acción ejecutiva, prescribe por regla general en tres años (si no se ejerce en ese plazo, la
acción prescribe y no se puede exigir su cumplimiento).

· Procedimiento para hacer efectivo el cumplimiento de una resolución judicial:

Esta materia se encuentra regulada en el Título XIX del Libro I del Código de Procedimiento Civil, título
que abarca los artículos 231 a 251, ambos inclusive, del mismo cuerpo legal. Aquí es necesario distinguir dos
materias:

- Procedimiento para hacer cumplir las resoluciones dictadas por tribunales chilenos, regulado en el
párrafo 1º del Título XIX del Libro I del Código de Procedimiento Civil (artículos 231 a 241).

- Procedimiento para hacer cumplir las resoluciones pronunciadas por tribunales extranjeros, tratado en
el párrafo 2º del Título XIX del Libro I del Código de Procedimiento Civil (artículos 242 a 251).

En cuanto al primero, la ejecución de las resoluciones corresponde a los tribunales que las hayan
pronunciado en primera o en única instancia, y se procederá a ellas cuando las resoluciones queden ejecutoriadas
o causen ejecutoria en conformidad a la ley.
En el caso que la ejecución de origen a un nuevo juicio, en ese caso existen dos tribunales competentes:
el que la pronunció en primera o en única instancia, o bien el que resulte competente de acuerdo a las reglas de
competencia.

-o- La Excepción de Cosa Juzgada:

La excepción de cosa juzgada es un efecto de las resoluciones judiciales que la ley reconoce de las
sentencias firmes o ejecutoriadas, y en virtud del cual no puede volver a discutirse entre las mismas partes una
misma materia e invocando razones análogas, en atención a que ello ha sido resuelto en una sentencia anterior.
Este efecto emana exclusivamente de las sentencias definitivas e interlocutorias firmes, tengan el carácter
de condenatorias o absolutorias. Los autos y decretos no producen excepción de cosa juzgada, toda vez que por
medio del recurso de reposición pueden ser dejados sin efecto o modificados en cualquier momento.

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· Titular de la excepción de cosa juzgada:

La persona que puede invocar la excepción de cosa juzgada, según el artículo 177 del Código de
Procedimiento Civil, puede ser: 1) El litigante que haya obtenido en el juicio; o 2) todos aquellos que según la
ley aproveche el fallo.
De este modo, la excepción de cosa juzgada puede hacerla valer tanto el litigante que gana como el que
pierde en el juicio, en este último caso para evitar una condena más perjudicial o desfavorable, o para ser evitar
ser condenado de nuevo a lo mismo.

· Características de la excepción de cosa juzgada:

Esta excepción de cosa juzgada presenta algunas características o particularidades. Estas son las
siguientes:

(a) Es renunciable: Estos significa que la excepción necesariamente debe ser alegada en un nuevo juicio, en
forma oportuna, y si no se alega se entiende renunciada. Por esto la ley señala como causal de casación en
la forma el “haber sido dada la sentencia contra otra pasada en autoridad de cosa juzgada, siempre que ésta
se haya alegado oportunamente en el juicio”.

(b) Es relativa: La cosa juzgada sólo puede beneficiar a los que han intervenido en el pleito o a sus herederos.
Excepcionalmente, hay algunas sentencias que producen efectos generales y absolutos, y por lo tanto, esos
efectos no pueden ser discutidos por nadie y afectos a todos (producen efectos “erga omnes”). Ejemplo: lo
relativo al estado civil de las personas, etc.

(c) Es irrevocable: No puede ser alterado lo resuelto por una sentencia judicial una vez firme o ejecutoriada,
por ninguna autoridad del país. Esta es la regla general establecida en el artículo 9º, inciso 2º, del Código
Civil. Sin embargo, hay casos de excepción donde ciertas sentencias producen cosa juzgada formal, y en
ese caso la sentencia puede ser modificada posteriormente en otro juicio posterior.

(d) Es imprescriptible: Lo que significa que puede alegarse la excepción de cosa juzgada en cualquier tiempo.

· Requisitos de procedencia de la excepción de cosa juzgada:

Esto se traduce en la llamada “triple identidad” y se requiere que entre el juicio ya resuelto y aquel que se
pretende iniciar o que ya se promovió, exista la triple identidad que indica el artículo 177 del Código de
Procedimiento Civil. Esta triple identidad debe ser copulativa, de manera tal que, faltando uno de estos requisitos,
no puede alegarse en el segundo juicio la excepción de cosa juzgada.
El artículo 177 del Código de Procedimiento Civil se refiere a: 1) La identidad legal de personas; 2) La
identidad de la cosa pedida; y 3) La identidad de la causa a pedir.
El juez en el segundo juicio debe analizar la sentencia que fue dictada en el primer juicio en relación con
la nueva demanda que se plantea. Así se desprende del artículo 177 del Código de Procedimiento Civil.

a) Identidad legal de personas: Significa que en ambos juicios, tanto el demandante como el demandado deben
ser jurídicamente las mismas personas; deben figurar en ambos juicios con la misma calidad jurídica, aunque
físicamente sean distintas. Ejemplo: En un primer juicio aparece como demandante Pedro y demandado
Pablo; en el segundo juicio puede ser demandante Pedro y demandado Diego en representación de Pablo.

b) Identidad de la cosa pedida: Se refiere al “objeto del juicio”, o sea, el beneficio jurídico inmediato que se
reclama debe ser el mismo, tanto en el primer juicio como en el segundo, como por ejemplo, se discute la

109
calidad de dueño o poseedor de un inmueble. Este objeto o beneficio jurídico hay que buscarlo en la parte
petitoria de la demanda, y se trata del beneficio jurídico reclamado y no a la cosa física pedida.

c) Identidad de la causa de pedir: El artículo 177, inciso final, del Código de Procedimiento Civil señala que
“se entiende por causa de pedir el fundamento inmediato del derecho deducido en juicio”. Así como la cosa
pedida es el beneficio jurídico que se reclama, la causa de pedir es el fundamento legal de esa petición.

· Forma y oportunidad de hacer valer la excepción de cosa juzgada:

La ley procesal establece distintos medios para hacer valer la excepción de cosa juzgada y distintas
oportunidades dentro del proceso. En consecuencia, es posible que pueda ser alegada la excepción de cosa juzgada
de las siguientes formas y oportunidades:

- Como excepción perentoria: La cosa juzgada es de naturaleza perentoria (de fondo) y se podría alegar al
contestar la demanda en el segundo juicio.

- Como excepción dilatoria: Por la gravedad que reviste, la ley permite que se alegue con el carácter de mixta,
o sea, como dilatoria siendo perentoria. Así, puede ser alegada dentro del término del emplazamiento y antes
de que se conteste la demanda.

- Como fundamento de un recurso de apelación.

- Como fundamento de un recurso de casación (artículo 768, Código de Procedimiento Civil).

- Como fundamento de un recurso de revisión (artículo 810, nº 4, Código de Procedimiento Civil).

-o- Paralelo entre la acción y excepción de cosa juzgada:

Entre la acción y excepción de cosa juzgada existen diversos aspectos que los diferencian. A saber:

a. En cuanto a las resoluciones judiciales que produce el efecto, la acción de cosa juzgada nace solamente de
sentencias condenatorias, en cambio, la excepción de cosa juzgada nace tanto de la sentencia condenatoria
como de la absolutoria.

b. En cuanto al titular de una y otra, la acción de cosa juzgada la puede hacer valer aquella persona en cuyo
favor se ha declarado un derecho en el juicio; la excepción de cosa juzgada, en cambio, la puede alegar aquel
que la ha obtenido en el juicio y por todos aquellos que según la ley aprovecha el fallo.

c. En cuanto a la forma que se hace valer, la acción de cosa juzgada se hace valer por una demanda por tratarse
de una acción; la excepción de cosa juzgada, en tanto, tiene diversas oportunidades para hacerla valer, como
por ejemplo, a través de las alegaciones, recursos procesales, etc.

d. En cuanto a la prescripción, la acción de cosa juzgada prescribe, de acuerdo con las reglas generales, en tres
años la acción ejecutiva y en cinco la acción ordinaria; la excepción de cosa juzgada, en tanto, por su
naturaleza, es imprescriptible.

e. En cuanto a las resoluciones que producen una y otra, la acción de cosa juzgada emana de sentencias
definitivas e interlocutorias firmes o ejecutoriadas, así como de aquellas que causan ejecutoria y que tengan

110
el carácter de condenatoria; la excepción de cosa juzgada, por su lado, sólo proviene de las sentencias
definitivas e interlocutorias firmes o ejecutoriadas, y no aquellas que causen ejecutoria.

* Otros efectos de las resoluciones judiciales:

Al margen de estos efectos del desasimiento y la autoridad de cosa juzgada, en doctrina se señalan otros
efectos de las resoluciones judiciales. Entre ellos podemos mencionar: 1) la declaración del derecho que hace la
sentencia, y 2) el efecto retroactivo que contiene la sentencia declarativa.

111
TERCERA PARTE: EL JUICIO ORDINARIO DE MAYOR CUANTIA

I. INTRODUCCION

1.- Reglamentación y características del juicio ordinario:

El juicio ordinario es de mayor cuantía, y se encuentra tratado en el Libro II, de los artículos 253 y
siguientes del Código de Procedimiento de Civil.
El juicio ordinario presenta características que le son particulares, y que son las siguientes:

a. Es un procedimiento de carácter declarativo, porque la finalidad es el reconocimiento o declaración del


tribunal respecto de un derecho controvertido entre las partes.

b. Es un procedimiento común, ordinario, es decir, es de aplicación general, porque se aplica siempre que la
ley no señale un procedimiento especial para un determinado asunto (artículo 3º, Código de Procedimiento
Civil).

c. Es un procedimiento de carácter supletorio, porque no sólo se aplica a aquellas acciones que carezcan de
un procedimiento especial, sino porque además estas reglas se pueden aplicar a cualquier procedimiento
que no reglamente específicamente alguna materia.

d. Es un procedimiento de mayor cuantía, es decir, se aplica en todos aquellos casos en que la cuantía del
negocio sea superior a las 500 Unidades Tributarias Mensuales, y también a aquellos de cuantía
indeterminada o no susceptible de apreciación pecuniaria.

e. Por ser de mayor cuantía, se trata de un procedimiento de doble instancia, lo que quiere decir que lo
resuelto por el tribunal inferior que conoce de este juicio será revisado por el tribunal jerárquicamente
superior, si se deduce el recurso de apelación.

f. Por regla general es un procedimiento escrito, salvo algunas actuaciones que se hacen en forma oral, pero
que igualmente se consignan en actos escritos.

2.- Etapas del juicio ordinario:

El juicio ordinario puede visualizarse en forma esquemática en algunas etapas, que son las siguientes:

1. Primera etapa: Período de discusión: Equivalente al momento jurisdiccional del conocimiento del asunto,
donde el juez conoce del litigio. Lo que caracteriza a este período es la discusión entre los litigantes
respecto de la cuestión controvertida y en el que cada parte hace valer ante el tribunal sus respectivas
pretensiones. La importancia de este período es que el juez debe resolver de acuerdo a esta “competencia
específica”, y él no pude salirse de ese marco, pues, en caso contrario, el tribunal comete infracción que
deberá ser sancionada.

2. Segunda etapa: Período de conciliación obligatoria: Puede o no darse en el transcurso del juicio, siempre
vencido el período de discusión, y siempre que se cumplan los requisitos de procedencia del llamado a
conciliación, que tiene por finalidad un acuerdo entre las partes. Este llamado a conciliación se aplica a
todos los juicios, salvo excepciones.

112
3. Tercera etapa: Período de prueba: Se inicia con la dictación de la resolución que recibe la causa a prueba.
Puede darse en la medida que existan hechos controvertidos, que sean substanciales y pertinentes en el
juicio, de lo contrario esta etapa se omite.

4. Cuarta etapa: Período de observaciones a la prueba rendida: Se inicia una vez que termina el período para
rendir la prueba, en el cual las partes podrán formular por escrito comentarios u observaciones sobre la
prueba rendida.

5. Quinta etapa: Período de sentencia: Es el período de culminación del juicio y se inicia con la dictación de
la resolución que cita a las partes para oír sentencia, y desde la fecha en que esa resolución se notifica a
las partes empieza a correr el plazo al juez para dictar el fallo.

Algunos autores agregan otras etapas a las anteriormente señaladas, y que son posteriores a la sentencia
definitiva. Estas son:

- Período de impugnación del fallo, la que origina la segunda instancia. Esta es una etapa que escapa del
tribunal inferior.

- Período de cumplimiento o ejecución de la sentencia, que consiste en una fase posterior al juicio (artículo
174, Código de Procedimiento Civil).

El primer momento jurisdiccional (fase del conocimiento) está dado por la etapa de discusión y el período
probatorio. El segundo momento jurisdiccional (fase de sentencia) está dado por la etapa de la sentencia. Y el
tercer momento jurisdiccional (fase de ejecución) está dado por la etapa que se quiere hacer cumplir la sentencia.

113
II. PERIODO DE DISCUSION

1.- Inicio del juicio ordinario:

De acuerdo al artículo 253 del Código de Procedimiento Civil, “todo juicio ordinario comenzará por
demanda del actor, sin perjuicio de lo dispuesto en el Título IV de este Libro”. Esto ha llevado a sostener que el
juicio ordinario se puede iniciar de dos maneras: 1) Por la demanda que deduce el actor; y 2) Por una medida
prejudicial.
Sin embargo, el juicio se inicia únicamente por la demanda del actor, porque la demanda es un trámite
indispensable que no puede faltar, pero sí puede faltar una medida prejudicial. Aún en el caso que se haga valer
una medida prejudicial, igualmente debe iniciarse mediante una demanda, porque es insustituible. De manera que
la frase del artículo 253 del Código de Procedimiento Civil hay que entenderla como que siempre el juicio
ordinario se inicia con una demanda, sin perjuicio de establecer una medida prejudicial.

2.- La demanda y trámites posteriores:

La demanda se encuentra regulada en el Título I del Libro II del Código de Procedimiento Civil, de los
artículos 253 al 261.

* Concepto e importancia de la demanda:

El Código de Procedimiento Civil no define la demanda, pero sí lo hace la doctrina y la jurisprudencia.


De acuerdo a la jurisprudencia, la demanda “es el medio legal que tiene el demandante para deducir una
acción, siendo esta la forma de hacer valer el derecho que se reclama”. Por otro lado, según Hugo Alsina, “es el
acto procesal por el cual el actor ejercita una acción solicitando del tribunal la protección, declaración o
constitución de un derecho”.
La demanda tiene una importancia fundamental en el juicio, principalmente por los siguientes factores:

o Es la base del juicio: Dependerá del planteamiento que haga el demandante en ella el éxito o fracaso en
el litigio.

o Se concretan las pretensiones del actor: La demanda contribuye a delimitar el objeto del juicio; así, de
este modo, el demandante a través de ella limita los poderes o potestades del tribunal (artículo 160, Código
de Procedimiento Civil).

o Sólo se probarán o se rendirá prueba conforme a los hechos que se hallan planteado en sus respectivos
escritos (demanda y en la contestación de la demanda), de manera que el juez tendrá que examinar
personalmente estas peticiones.
* Requisitos de la demanda:

La demanda, para que pueda ser cursada ante un tribunal, debe reunir los requisitos generales o comunes
a todo escrito y los requisitos especiales del artículo 254 del Código de Procedimiento Civil.

1. REQUISITOS GENERALES A TODO ESCRITO: La demanda debe contener las siguientes menciones:

✓ Se encabeza con una “suma”, que es una especie de resumen de la demanda, en que se indica en forma
sucinta todas las pretensiones que se formulan en el escrito.

114
✓ Se debe presentar en papel simple o común.

✓ Se debe redactar en castellano y lenguaje correcto.

✓ Tiene que ser firmada, aunque la ley no lo exija expresamente.

✓ Hay que presentarla con todas las copias necesarias para notificar a las partes.

✓ Debe presentarse por conducto del secretario del tribunal.

✓ Debe cumplir con las exigencias de la Ley Nº 18.120, referente al nombramiento del abogado
patrocinante (artículo 1º) y del mandatario judicial (artículo 2º).

Respecto a la firma, hay que distinguir si es o no la primera presentación que se hace en el juicio. Si
la demanda es la primera presentación se debe incluir la firma del abogado patrocinante, de la parte, y del
mandatario judicial. Puede ocurrir que el mandato judicial se otorgue por escritura pública, en tal caso no
firma la demanda la parte, sino únicamente el abogado patrocinante y el mandatario.

2. REQUISITOS ESPECIALES DEL ARTÍCULO 254 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL: Estos
requisitos son los siguientes:

➢ La designación del tribunal ante quien se entabla. Este requisito se cumple señalando la jerarquía del
tribunal (generalmente abreviando S.J.L.).

➢ El nombre, domicilio y profesión u oficio del demandante y de las personas que lo representen, y la
naturaleza de la representación.

➢ El nombre, domicilio y profesión u oficio del demandado.

➢ La exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho en que se apoya.

➢ La enunciación precisa y clara, consignada en la conclusión de las peticiones que se sometan al fallo del
tribunal. Esta es la parte fundamental de la demanda, porque en esta “parte petitoria” se establecen las
peticiones concretas del demandante al tribunal y con ello se determina las atribuciones o la competencia
específica del juez.

En algunos territorios jurisdiccionales del país, en comunas con asiento de Corte de Apelaciones, hay
requisitos señalados en autos acordados. Por ejemplo, en Concepción hay un auto acordado del año 1997
(publicado en el Diario Oficial el 10 de octubre de 1997) que establece ciertos requisitos o datos que hay que
indicar en la demanda y que deben anteponerse a la suma para que la demanda pueda ser ingresada al sistema
computacional, como por ejemplo cuál es la materia de la demanda, el procedimiento, la individualización de las
partes, del abogado y del mandatario judicial.
¿Qué ocurre si no se cumplen con los requisitos del auto acordado?. En ese caso, la demanda no es ni
siquiera recibida en la secretaría de la Corte porque no se puede hacer la distribución de la causa.
¿Qué pasa si no se cumplen o cumplen mal los requisitos legales de la demanda?. Cualquier defecto o
señalamiento imperfecto de los requisitos de la demanda autoriza de inmediato para que el demandado interponga
una excepción dilatoria del artículo 303 del Código de Procedimiento Civil; sin perjuicio de esto, el tribunal que
va a conocer de la demanda tiene, en esta materia, una facultad de oficio, que consiste en que si no cumple la
demanda con las indicaciones de los tres primeros numerandos del artículo 254 del Código de Procedimiento

115
Civil puede no dar curso a la demanda, es decir, no admitirla a tramitación, y tendrá que señalar el juez cuál es el
defecto de que adolece (artículo 256, Código de Procedimiento Civil).
¿Es necesario acompañar documentos a la demanda?. De acuerdo a la redacción del artículo 255 del
Código de Procedimiento Civil, no es necesario o indispensable acompañar documentos a la demanda, pero nada
impide que se haga. Lo que sí es necesario es acompañar “documentos habilitantes”, que son todos aquellos que
sirven para acreditar la representación (artículo 6º, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

* Resolución o providencia en el escrito de demanda:

Esto quiere decir qué resuelve el juez. En el caso de la demanda, puede haber dos providencias (resolución
de mero trámite), y ello va a depender si la demanda cumple o no con los requisitos:

a) Si la demanda no cumple con los requisitos del artículo 254, nº 1, 2 y 3, el juez puede no darle curso y
con ello dará cumplimiento al artículo 256 del Código de Procedimiento Civil, señalando el defecto de
que adolece.

b) Si la demanda cumple todos los requisitos, de acuerdo con el artículo 257 del Código de Procedimiento
Civil, debe ser admitida a tramitación y el juez deberá conferir traslado al demandado para que la conteste.
El “traslado” es el acto por el cual se pone en conocimiento de una de las partes la petición
formulada por la contraria.
La misma resolución que confiere el traslado al demandado, debe además proveer o resolver las
otras peticiones en el escrito de demanda (las peticiones contenidos en los otrosí) y, como esta resolución
que recae en el escrito de demanda normalmente es la primera, se debe también asignar un número de rol
al proceso, y con este rol figurará la causa durante todo el juicio.

* Modificaciones en el escrito de demanda:

¿Qué sucede si la demanda adolece de defectos de fondo que hacen necesaria su modificación?. Aquí hay
varias situaciones a analizar:

a. Si la demanda se ha presentado al tribunal, pero aún no ha sido notificada al demandado: En este caso, el
demandante puede modificarla “sin limitaciones”; no se trata de rayar o borrar con corrector la demanda,
sino que se debe presentar un nuevo escrito. En algunos casos, cuando la demanda adolece de errores
mayores, se debe presentar una nueva demanda, y ello se hace simplemente retirando la anterior sin trámite
alguno, pues así lo dispone el artículo 148 del Código de Procedimiento Civil y se considerará por no
presentada.

b. Si la demanda está notificada al demandado: En esta situación hay que distinguir si el demandado contestó
o no la demanda.

- Si la demanda no ha sido contestada, el demandante podrá hacer en ella las ampliaciones o


rectificaciones que estime convenientes, las que se considerarán como una nueva demanda para los
efectos de su notificación, y sólo desde esa fecha se le empieza a contar el plazo para contestar la
demanda primitiva (artículo 261, Código de Procedimiento Civil).

- Si la demanda ha sido contestada, en este caso ya no es posible el retiro ni tampoco modificarla con la
libertad anterior. Aquí el demandante, en el escrito de réplica, puede hacer las modificaciones pertinentes,
pero con una limitación, que establece el artículo 312 del Código de Procedimiento Civil, que sea “sin

116
alterar el objeto principal del pleito”. En caso de errores graves, aquí sólo es posible el desistimiento de
la demanda, caso en el cual se pierde la acción y ya no se puede volver a presentar en el futuro la demanda.

* Efectos de la presentación de la demanda:

La demanda, una vez que ha sido interpuesta, por esta sola circunstancia, genera algunos efectos:

▪ Queda abierta la instancia y el juez está en la obligación de conocer las peticiones que formula el actor y
a tramitar el proceso.

▪ Cuando el demandante presenta la demanda se entiende que prorroga tácitamente la competencia.

* El emplazamiento:

El emplazamiento es un trámite judicial complejo, de carácter esencial, que tiene por objeto llamar a una
persona con el fin de que comparezca en juicio a hacer uso de su derecho. Está constituido por dos elementos
copulativos: 1) la notificación legal de la demanda al demandado con arreglo a derecho, y 2) el transcurso íntegro
o total del plazo que concede la ley al demandado para contestar esa demanda.

1) Primer elemento: Notificación legal de la demanda al demandado con arreglo a derecho: Cuando se dice
“con arreglo a derecho”, significa que debe hacerse aplicando las normas generales de la notificación, es
decir, dependerá si esa notificación es o no la primera: A) Si es la primera notificación que se realiza en el
proceso se hará personalmente; y B) Si la notificación no es la primera en el proceso, bastará hacerla por el
estado diario. En cualquier caso, no queda excluida la notificación del artículo 44 del Código de
Procedimiento Civil, e incluso también podría hacerse por avisos.

2) Segundo elemento: Plazo que la ley concede al demandado para contestar la demanda: Este plazo,
denominado “término de emplazamiento”, es variable, lo que dependerá del lugar en que el demandado ha
sido notificado de la demanda en relación con aquel donde funciona el tribunal; pero el plazo mínimo es un
término suficiente para que el demandado pueda hacer valer su defensa. Los casos señalados en los artículos
258, 259 y 260 del Código de Procedimiento Civil son los siguientes:

a. Caso en que el demandado sea notificado en la misma comuna donde funciona el tribunal que conoce
la causa. En este caso, el término de emplazamiento para contestar la demanda será de quince días.

b. Caso en que el demandado se encuentre en el mismo territorio jurisdiccional pero fuera de los límites
de la comuna que le sirve de asiento al tribunal que conoce la causa. En este caso, el plazo será de 18
días hábiles, porque al plazo original de quince días se le aumentan tres días más.

c. Caso en que el demandado se encuentre en un territorio jurisdiccional diverso o fuera del territorio de
la República. En este caso, el plazo será de 18 días más el aumento que corresponda al lugar donde ha
sido notificado el demandado. Este aumento se determina en base a lo que señala una “tabla de
emplazamiento”, que cada cinco años confecciona la Corte Suprema con tal objeto y que toma en
consideración las distancias y las facilidades o dificultades que existan para las comunicaciones. Esta
tabla se confecciona en el mes de noviembre del año que corresponda para que se ponga en
funcionamiento el 1º de marzo del año siguiente, y se publicará en el “Diario Oficial”, y se fijará a lo
menos, dos meses antes de su vigencia, en los oficios de todos los secretarios de Cortes y juzgados de
letras.

117
d. Caso en que sean varios los demandados en el juicio. Si los demandados son varios, sea que obren
separada o conjuntamente, el término para contestar la demanda correrá para todos a la vez, y se contará
hasta que expire el último término parcial que corresponda a los notificados.

Las características de este plazo o término de emplazamiento que establece la ley son las siguientes:

a) Es un plazo legal, ya que lo señala el propio legislador en los artículos 258, 259 y 260 del Código de
Procedimiento Civil.

b) Es un plazo fatal, es decir, se extingue por el simple transcurso del tiempo y, en consecuencia, la
posibilidad del demandado para contestar la demanda se extingue al término del plazo.

c) Es un plazo improrrogable, porque ni el tribunal ni las partes tienen facultades para solicitar que se
extienda más allá de su duración.

d) Es un plazo de días hábiles, es decir, el término se suspende los días feriados (domingos y festivos).

e) Es un plazo variable, porque su extensión dependerá del lugar en que haya sido notificado el demandado.

El emplazamiento existirá independientemente de la actitud del demandado, ya sea que conteste o no la


demanda; basta simplemente que ocurra el plazo.
La importancia del emplazamiento es que por intermedio de él se da nacimiento a la relación procesal, es
decir, al vínculo jurídico que une a las partes entre sí y a ellas con el tribunal. El emplazamiento es un acto
esencial, lo que quiere decir que sin él la sentencia que se dicte es nula (artículo 795, nº 1, Código de
Procedimiento Civil). Que sea esencial permite deducir un recurso de casación en la forma, de acuerdo al artículo
768, nº 9, del Código de Procedimiento Civil.

* Efectos de la notificación de la demanda:

La notificación legal de la demanda produce tanto efectos civiles como efectos procesales:

1) Efectos civiles: La notificación de la demanda produce los siguientes efectos de naturaleza civil:

- Desde este momento el deudor queda constituido en mora (artículo 1551, nº 3, Código Civil).

- Se transforma en litigiosos los derechos para cederlos (artículo 1911, inciso 2º, Código Civil).

- Se interrumpe civilmente la prescripción (artículos 2503 y 2523, Código Civil).

2) Efectos procesales: Asimismo, la notificación de la demanda genera también efectos procesales:

o Nace la relación procesal, que es el vínculo jurídico que liga a las partes entre sí dentro del juicio y a
éstas con el tribunal.

o Crea respecto del demandado la carga procesal de comparecer a defenderse en juicio. Aunque no es
una obligación, si no contesta estará en una situación jurídica desfavorable, pero que no obsta para que
el juicio se siga sin la comparecencia del demandado.

118
o El demandante ya no puede retirarla, solamente le puede hacer modificaciones si ella no ha sido
contestada, pues, en caso contrario, lo única posibilidad que le queda es el desistimiento, lo cual no deja
de ser relevante porque si se desiste se pierde la acción.

o Se produce la radicación del tribunal en que se presentó la demanda, siempre que éste sea competente,
tanto absoluta como relativamente.

o Los efectos de la sentencia definitiva se retrotraen a la fecha de la notificación de la demanda.

* Actitudes del demandado después de notificada legalmente de la demanda:

Si bien es cierto que la ley le otorga plazo para contestar la demanda, el demandado puede tomar distintas
actitudes. Para determinar las actitudes que puede asumir el demandado debemos distinguir si comparece o no a
defenderse:

- Puede contestar la demanda defendiéndose, con


excepciones perentorias y defensas.
- Puede contestar la demanda y formular
1. Si el demandado comparece reconvención.
- Puede no contestar la demanda y hacer valer
excepciones dilatorias.
- Puede contestar pero allanándose a la demanda.

2. Que el demandado no comparezca.

I. SI EL DEMANDADO COMPARECE:

Si el demandado comparece al juicio, pueden producirse diferentes hipótesis, y que son las siguientes: 1)
Puede contestar la demanda defendiéndose, con excepciones perentorias y defensas; 2) Puede contestar la
demanda y formular reconvención; 3) Puede no contestar la demanda y hacer valer excepciones dilatorias; y 4)
Puede contestar pero allanándose a la demanda.

1) CONTESTAR LA DEMANDA Y DEFENDERSE:

Esto se hace a través de un escrito que se denomina “contestación de la demanda”, en que el demandado
hará valer todas sus pretensiones, y en éste puede formular excepciones perentorias y defensas o simples
alegaciones. Con el escrito de contestación se integra o completa la relación procesal, porque se sabe la actitud
del demandado. Además queda delimitada la cuestión controvertida; por otro lado, se produce la prórroga tácita
de la competencia si el demandado no reclama de ella.
El escrito de contestación de la demanda tiene que cumplir con: 1) Los requisitos comunes a todo escrito;
2) Los requisitos especiales del escrito de contestación, indicados en el artículo 309 del Código de Procedimiento
119
Civil; y 3) Si la contestación es la primera presentación en juicio, debe cumplir con los requisitos de la Ley Nº
18.120.
Los requisitos especiales o específicos del escrito de contestación, que están establecidos en el artículo
309 del Código de Procedimiento Civil, son los siguientes:

A) La designación del tribunal ante quien se presente, y se cumple con determinar la jerarquía del tribunal.

B) El nombre, domicilio y profesión u oficio del demandado. Aunque este precepto no lo señala, se entiende
que en ese caso también se debe individualizar al representante y señalar la naturaleza de la representación.

C) Las excepciones que se oponen a la demanda y la exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho
en que se apoyan. La ley utiliza el término “excepciones” en un sentido amplio y se refiere a cualquier medio
de defensa del demandado y no lo que son técnicamente las excepciones.

D) La enunciación precisa y clara, consignada en la conclusión, de las peticiones que se sometan al fallo del
tribunal.

Por otro lado, la contestación de la demanda admite ser clasificada en: 1) contestación de la demanda pura
y simple, y 2) contestación con demanda reconvencional. La primera es aquella en que el demandado sólo se
defiende oponiendo excepciones o defensas; y la segunda es aquella en que el demandado, junto con oponer
excepciones y defensas, deduce una demanda reconvencional contra el demandante.
Al contestar la acción, el demandado puede deducir “excepciones perentorias” y también deducir “simples
defensas”.

1. Las Defensas son alegaciones que no constituyen excepciones perentorias, porque estas últimas reconocen
la existencia de un derecho; en las defensas lo que se alega es un hecho distinto o nuevo, y esto tiene
importancia para el peso de la prueba que recae en el demandado, en el caso que formule una defensa debe
probar el demandante.

2. Las Excepciones Perentorias son aquellas que tienen por finalidad extinguir o enervar la acción deducida y
que se dirigen siempre al fondo del asunto debatido, y a diferencia de las excepciones dilatorias, no hay
enumeración, porque ellas son innumerables, son múltiples porque depende de los derechos que se deduzcan.
Estas excepciones perentorias se rigen por las leyes de fondo, por las normas sustantivas
(normalmente la constituyen los medios de extinguir obligaciones), a diferencia de las excepciones dilatorias
que son de procedimiento.

La regla general es que estas excepciones deben oponerse en el escrito de contestación de la demanda. Si
se oponen con posterioridad a ella el tribunal no debe considerarlas por oponerse extemporáneamente.
Sin embargo, es posible, en algunos casos, que se opongan en cualquier estado de la causa las siguientes
excepciones perentorias que enumera el artículo 310 del Código de Procedimiento Civil: a) la excepción de
prescripción, b) la excepción de cosa juzgada, c) la transacción, y d) el pago efectivo de la deuda cuando ésta se
funde en un antecedente escrito. Si estas cuatro excepciones se formulan fuera del escrito de contestación (después
de recibida la causa a prueba) se tramitan como incidente y se va a reservar el fallo para la sentencia definitiva.
Estas excepciones también se pueden hacer valer tanto en primera como en segunda instancia:

• Si se hacen valer en primera instancia, se deben alegar por escrito antes de la citación para oír sentencia. Si
se interponen en primera instancia, el fallo que al respecto se dicte es susceptible de ser apelado.

• Si se hacen valer en segunda instancia, se deben oponer antes de la vista de la causa. Estas excepciones igual
van a tener tramitación incidental, pero el tribunal de alzada se va a pronunciar sobre ellas en única instancia.

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Por otro lado, existen ciertas excepciones perentorias que la ley permite hacer valer como dilatorias, y que
son las llamadas “excepciones mixtas o anómalas”, porque teniendo el carácter de perentorias se pueden oponer
y tramitar como dilatorias (artículo 304, Código de Procedimiento Civil). Estas excepciones son una mera facultad
del demandado, y son las siguientes: 1) La excepción de cosa juzgada; y 2) La excepción de transacción.
Estas excepciones se opondrán dentro del término de emplazamiento y antes de la contestación de la
demanda. Se tramitan incidentalmente y se suspende el juicio principal hasta que no se resuelvan estas
excepciones, y en el caso de ser acogidas se evita la tramitación del juicio; pero si ellas son de lato conocimiento,
es decir, si precisan de un examen más detenido de las cuestiones de hecho en que ellas se funda, se van a tramitar
y se van a recibir a prueba, pero su fallo se va a reservar para la sentencia definitiva y se ordenará que, entre tanto,
se conteste la demanda.

2) CONTESTAR LA DEMANDA Y FORMULAR RECONVENCIÓN:

La reconvención está reglamentada en el Título VIII del Libro II del Código de Procedimiento Civil, en
los artículos 314 a 317 inclusive, y se define como “la acción que deduce el demandado en contra de su
demandante, dentro del mismo juicio, en el escrito de contestación de la demanda y cuando se reúnen los
requisitos legales para ello”. Es decir, es una contra demanda que el demandado formula contra el actor en el
escrito de contestación (artículo 314, Código de Procedimiento Civil).
En consecuencia, en el juicio hay dos acciones: 1) la principal que dedujo el demandante, y 2) la
reconvención que dedujo el demandado. Estas acciones, en virtud del principio de la economía procesal, se
permiten presentar en el mismo juicio, con ello se pretende evitar la multiplicidad de juicios con lo cual se facilita
la acción de la justicia.
Las partes del juicio pasan a tener un carácter doble en el juicio: el demandante pasa a ser demandado
reconvencional y el demandado pasa a ser demandante reconvencional.
Para que el demandado pueda hacer uso de esta facultad que le confiere el legislador debe ajustarse a
ciertas exigencias establecidas por la ley:

1. El juez que conoce de la causa principal tiene que ser competente para conocer de la reconvención, estimada
como demanda, o cuando sea admisible la prórroga de competencia (artículo 315, inciso 1º, Código de
Procedimiento Civil).

2. Se debe formular necesaria y obligatoriamente en el escrito de contestación de la demanda (artículo 314,


Código de Procedimiento Civil).

3. Es necesario que la acción reconvencional esté sometida al mismo procedimiento de la acción principal.

4. Procede aun cuando sea inferior la cuantía (artículo 315, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil). La ley
dice que “podrá también deducirse aun cuando por su cuantía la reconvención deba ventilarse ante un juez
inferior”.

La reconvención debe cumplir con los mismos requisitos de toda demanda, es decir, debe cumplir con las
indicaciones que ordena el artículo 254 del Código de Procedimiento Civil. Además, en el escrito cabe la
posibilidad de ampliar o rectificar la reconvención antes de que se conteste (artículo 314, Código de
Procedimiento Civil).
En cuanto a la tramitación de la reconvención, el artículo 316, inciso 1°, del Código de Procedimiento
Civil establece que ella “se substanciará y fallará conjuntamente con la demanda principal, sin perjuicio de lo
establecido en el artículo 172”. De la réplica de la reconvención se dará traslado al demandante por seis días
fatales, y se notifica esta resolución por el estado diario; y en contra de esa demanda reconvencional también hay
posibilidad de formular la excepción dilatoria correspondiente.

121
Sin embargo, en la reconvención no se concederá el aumento extraordinario de término para rendir prueba
fuera de la República cuando no deba concederse en la cuestión principal (artículo 316, inciso 3°, Código de
Procedimiento Civil).

3) NO CONTESTAR LA DEMANDA Y FORMULAR EXCEPCIONES DILATORIAS:

Las excepciones dilatorias son aquellas que hace valer el demandado en virtud de las cuales se busca
corregir el procedimiento, pero sin afectar el fondo de la acción deducida (artículo 303, nº 6, Código de
Procedimiento Civil).
Las excepciones dilatorias tienen como efecto que suspenden el curso del proceso principal mientras éstas
no se resuelvan (son de previo y especial pronunciamiento).
Estas excepciones dilatorias, según el artículo 305 del Código de Procedimiento Civil, deben hacerse valer
dentro del término de emplazamiento y antes de contestar la demanda, con la sola excepción de las excepciones
de incompetencia del tribunal y la de litis pendencia, las que pueden oponerse en segunda instancia. Si estas
excepciones dilatorias no se hacen valer en la oportunidad señalada, se pueden oponer en el progreso del juicio
sólo por vía de alegación o defensa y se estará a lo dispuesto en los artículos 85 y 86 del Código de Procedimiento
Civil.
En cuanto a la tramitación de las excepciones dilatorias, la ley dice que una vez que se presenta una
excepción dilatoria, se tramitarán como “incidentes” (artículo 307, Código de Procedimiento Civil), lo que
significa que el escrito tiene que ser puesto en conocimiento de la parte contraria y el tribunal da traslado por tres
días para que responda.
Si no hay necesidad de prueba el tribunal falla inmediatamente este incidente de excepción dilatoria dentro
de tercero día; si por el contrario, hay hechos controvertidos, que sean substanciales y pertinentes acerca de esta
excepción, se va a recibir el incidente a prueba por el término legal de ocho días.
La resolución que se pronuncia sobre las excepciones dilatorias puede ser favorable o desfavorable, es
decir, el juez puede acogerlas o desecharlas:

a) Si la excepción dilatoria se acoge, significa que el procedimiento efectivamente tenía un defecto, y aquí
debemos distinguir si la excepción dilatoria es o no de efectos permanentes, según si la excepción permite o
no la continuación del juicio.
Si las excepciones son de efectos transitorios, se debe subsanar o corregir el vicio de que se trata; y
en este caso la ley no da un plazo para ello. Subsanado el vicio, el demandado tendrá un plazo de diez días
para contestar la demanda, cualquiera sea el lugar en que haya sido notificado (artículo 308, Código de
Procedimiento Civil).
Si las excepciones son de efectos permanentes, es decir, aquella en que el vicio no puede corregirse
(ejemplo: la incompetencia del juez); en este caso, el demandante tendrá que deducir una nueva acción.

b) Si la excepción dilatoria no es acogida, esto quiere decir que el proceso no adolecía de ningún vicio y, en
consecuencia, el demandado, a partir de la fecha de la notificación de la resolución que desechó la excepción,
tendrá un plazo de diez días para contestar la demanda (artículo 308, Código de Procedimiento Civil). Esta
resolución que deseche la excepción dilatoria es apelable en el sólo efecto devolutivo (artículo 307, inciso
2º, Código de Procedimiento Civil).

La ley dice que, en materia de fallo de las excepciones dilatorias, si ellas son varias se presentan todas
conjuntamente y se fallan todas a la vez, pero si entre ellas figura la de incompetencia y el tribunal la acepta, se
abstendrá de pronunciarse sobre las demás (artículo 306, Código de Procedimiento Civil).
En cuanto a los tipos de excepciones dilatorias, ellas se encuentran enumeradas en el artículo 303 del
Código de Procedimiento Civil (enumeración que no es taxativa, porque el nº 6 da a entender que puede haber
otros casos diferentes a los señalados). Según este precepto, sólo son admisibles como excepciones dilatorias:

122
• Nº 1: La incompetencia del tribunal ante quien se haya presentado la demanda: Esta excepción es de efectos
permanentes porque, desde que se acoge, el tribunal no puede seguir conociendo del mismo asunto, y se
refiere tanto a la competencia absoluta como a la relativa. Además se aplica cuando existe incompetencia en
relación a la existencia de una cláusula arbitral (excepción de compromiso).

• Nº 2: La falta de capacidad del demandante, o de personería o representación legal del que comparece en
su nombre: Esta excepción es de efectos transitorios y comprende tres casos distintos: 1) la falta de capacidad
del demandante, que en este caso es la capacidad de ejercicio, materia que se encuentra establecida en las
leyes sustantivas; 2) la falta de personería, que está referida a que el representante que actúa no tiene la
representación que dice tener; y 3) la falta de representación legal, que se produce, por ejemplo, cuando el
demandante sea un incapaz y el representante que actúa en su nombre no sea realmente su verdadero
representante.

• Nº 3: La litis pendencia: Esta excepción es de efectos permanentes y tiene lugar cuando ante otro tribunal, o
ante el mismo que conoce el juicio, existe un pleito pendiente, entre las mismas partes y por el mismo
fundamento. Tiene por finalidad evitar que se pronuncien dos sentencias sobre el mismo asunto; acogida la
excepción paraliza el nuevo juicio hasta que se falle el primero y quede firme ese fallo.

• Nº 4: La ineptitud del libelo por razón de falta de algún requisito legal en el modo de proponer la demanda:
Es una típica excepción de efectos transitorios, porque son vicios corregibles. Está referido al caso en que la
demanda tenga omisión de cualquiera de los requisitos del artículo 254 del Código de Procedimiento Civil.
La jurisprudencia ha resuelto que la demanda es inepta cuando el requisito omitido sea de tal gravedad
que la demanda sea ininteligible, vaga o ambigua.

• Nº 5: El beneficio de excusión: Es una figura que tiene aplicación en aquellos casos en que el fiador
reconvenido solicite que, antes de proceder contre él, se persiga primero al deudor principal, a menos que se
haya constituido en codeudor solidario (artículo 2357, Código Civil).

• Nº 6: En general las que se refieran a la corrección del procedimiento sin afectar al fondo de la acción
deducida: En virtud de este número se entiende que la enumeración del artículo 303 no es taxativa, porque
queda comprendido cualquier vicio de procedimiento antes de contestar la demanda, como por ejemplo,
cuando se demanda con arreglo a un procedimiento distinto del que corresponde legalmente.
Aquellas ineptitudes provenientes de simples equívocos, impropiedades de leguaje o errores de
escritura no autorizan la interposición de una excepción dilatoria.

4) PUEDE CONTESTAR LA DEMANDA, PERO ALLANÁNDOSE A ELLA:

Este allanamiento es el acto en que el demandado hace una declaración de voluntad mediante la cual
abandona su oposición a las pretensiones del demandante, y admite los hechos y derechos y la legitimidad de las
pretensiones del actor. Esto obedece a muchas razones, como por ejemplo, que no tenga los medios para acreditar
los hechos que fundan su defensa. Esta actitud, sin embargo, es poco frecuente, puesto que lo normal es que el
demandado se defienda y rechace la demanda.
El allanamiento de la demanda puede ser total o parcial, según que el demandado acepte la totalidad o una
parte de las pretensiones del actor en la demanda.
Este allanamiento necesita de una expresa declaración en ese sentido (no puede deducirse esta actitud) y
se hace en el escrito de contestación. Por la gravedad que esta contestación trae para el demandado, generalmente
es de orden económica, en atención a eso la ley exige que el mandatario del demandado cuente para ello con
facultades extraordinarias del mandato (artículo 7º, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Si el demandado se allana a la demanda, de acuerdo al artículo 313 del Código de Procedimiento Civil o
si en sus escritos no contradice en materia substancial y pertinente los hechos sobre que versa el juicio, el tribunal

123
mandará citar a las partes para oír sentencia definitiva una vez evacuado el traslado de la réplica. Igual citación
se dispondrá cuando las partes pidan que se falle el pleito sin más trámite.
Cuando se habla de allanamiento hay que tener presente que esta aceptación es válida en la medida que
ello no signifique una renuncia de derechos que según la ley son irrenunciables, ya que dichos derechos no pueden
ser objeto de acuerdos. Ejemplos: son irrenunciables los derechos en favor del Fisco, los derechos de familia, etc.

II. QUE EL DEMANDADO NO COMPAREZCA AL JUICIO:

Aquí estamos frente a la inactividad del demandado. Esto no significa que el demandado acepta las
pretensiones del demandante, porque el silencio no produce efecto alguno a menos que la ley le dé significado;
por lo tanto, el juicio se sigue tramitando y no es posible desentenderse del demandado.
Esta pasividad da lugar a la llamada “rebeldía” del demandado, que se produce por el solo ministerio de
la ley, y que solamente se refiere al trámite que el litigante no ha cumplido en el plazo judicial o legal que se le
concede pero no tiene el carácter de general para todo el juicio. De ahí que sea necesario siempre pedir al tribunal
que dé por cumplido el trámite de que se trata y se provea lo necesario para darle curso progresivo a los autos.
Cuando el demandado está en rebeldía, se le sigue notificando por el estado diario (como sanción) las
resoluciones que indica el artículo 48 del Código de Procedimiento Civil exclusivamente, y que son: a) la
sentencia definitiva, b) la resolución que recibe la causa a prueba, y c) la resolución que ordene la comparecencia
personal de las partes.
En segunda instancia la rebeldía es distinta. Si el apelante no comparece en segunda instancia, el recurso
de apelación se declara desierto; y si es el apelado el que no comparece, el recurso se sigue tramitando en su
rebeldía y no será necesario notificarle de las resoluciones que se dicten. Todo lo dicho es sin perjuicio del derecho
que tiene el demandado de comparecer en cualquier etapa del juicio.
* Escritos de réplica y dúplica:

¿Qué sucede una vez que la demanda ha sido contestada o cuando ha transcurrido el término de
emplazamiento sin contestarse?. En cualquiera de esos casos:

➢ El juez debe conferir traslado al demandante para presentar el escrito de réplica (artículo 311, Código de
Procedimiento Civil). El plazo es de seis días para replicar.

➢ Posteriormente, evacuada la réplica o transcurrido el plazo, se confiere traslado el demandado por seis
días para duplicar (artículo 312, Código de Procedimiento Civil).

Estos escritos son trámites que pueden ser omitidos sin mayores consecuencias. Estos presuponen que las
partes han evacuado o presentado los escritos principales.

a) Escrito de réplica: Tiene por finalidad que el demandante se haga cargo del escrito de contestación de la
demanda y, además, para que pueda ampliar, adicionar o modificar las acciones que ha formulado en la
demanda, pero sin que pueda alterar la que es objeto principal del juicio.

b) Escrito de dúplica: En él el demandado se hace cargo de lo que el demandante indicó en su réplica y también
se le permite ampliar, adicionar o modificar las excepciones que ha formulado en la contestación, con la
misma limitación anterior.

Con el escrito de dúplica queda terminado el período de discusión del juicio y normalmente se entra a una
etapa probatoria de no haber conciliación.
En el período de discusión podría haber una variación, esto es, cuando el demandado deduce reconvención,
pues la ley dice que esta se tramita conjuntamente con la acción principal. Si hay reconvención, junto con la
124
contestación de la demanda el tribunal debe conferir traslado para la réplica y para la contestación de la demanda
reconvencional, y así sucesivamente terminando con la dúplica reconvencional.

3.- Término del período de discusión:

Para determinar cuándo termina el período de discusión debemos distinguir si la demanda se contesta pura
y simplemente o si se ha deducido reconvención.

(a) Si la demanda se contesta pura y simplemente, se termina una vez evacuado el trámite de dúplica o bien
cuando ha transcurrido el plazo para duplicar sin que se haya presentado el escrito correspondiente.

(b) Si se ha deducido reconvención, el período de discusión terminará una vez evacuado el traslado para la
dúplica reconvencional, presentándose el escrito correspondiente o cuando haya transcurrido el plazo para
presentar dicho escrito sin presentarse.

Terminado el período de discusión del juicio ordinario pueden suceder tres situaciones:

▪ Que el juez cite a las partes para oír sentencia.


▪ Que el juez llame obligatoriamente a conciliación.
▪ Que el juez reciba la causa a prueba.

1) Que el juez cite a las partes para oír sentencia: Que el juez cite a las partes a oír sentencia significa que el
juicio queda en estado de fallo. Esto va a ocurrir si estamos en presencia de algunos de los casos del artículo
313 del Código de Procedimiento Civil, en cuya situación el juicio se adelanta directamente a la etapa de
sentencia, omitiéndose el período probatorio.
Los casos contemplados en este precepto legal son los siguientes: a) que el demandado acepta
llanamente las peticiones del demandante; b) que el demandado en sus escritos no contradiga en materia
substancial y pertinente los hechos sobre que versa el juicio; y c) cuando las partes pidan que se falle el pleito
sin más trámite.

2) Que el juez llame obligatoriamente a conciliación: Para llamar a conciliación la ley establece una serie de
requisitos que analizaremos más adelante. Aquí se debe partir de la base que está vencido el plazo de
discusión y que no la causa se encuentra en alguno de los casos del artículo 313 del Código de Procedimiento
Civil.

3) Que el juez reciba la causa a prueba: Cuando el juez no llama a conciliación, porque ésta no procede, deberá
recibir la causa a prueba, si es que existen hechos substanciales, pertinentes y controvertidos. En este caso,
se abre el correspondiente término probatorio con la finalidad de que las partes en dicho período prueben los
hechos controvertidos.

125
III. PERIODO DE CONCILIACION OBLIGATORIA

1.- Reglamentación, concepto y características del llamado a conciliación:

La conciliación se encuentra reglamentada en el Título II del Libro II, del Código de Procedimiento Civil,
y abarca de los artículos 262 a 268 inclusive.
El llamado obligatorio a conciliación “es aquel trámite o gestión que debe hacer el juez, una vez agotado
el período de discusión, en todos aquellos juicios en que la ley lo permite y concurriendo los demás requisitos
legales, con la finalidad de provocar un acuerdo de las partes”.
Este llamado a conciliación es un tramite esencial en todo juicio, no se puede omitir para la validez del
mismo (artículo 795, nº 2, Código de Procedimiento Civil), y si se omite y se dicta sentencia definitiva, existe un
vicio de casación en la forma que anula el proceso, inclusive la sentencia (artículo 768, nº 9, Código de
Procedimiento Civil).
Las características principales de la conciliación son las siguientes:

1. Requiere de un proceso en trámite: La conciliación, a diferencia de otras formas de autocomposición,


siempre requiere de un proceso en trámite.

2. Es necesario el acuerdo de ambos litigantes: Para poder lograr la conciliación se requiere necesariamente
de la voluntad de ambas partes.

3. Al juez de la causa le corresponde participar de esta diligencia: En efecto, es el juez el que tiene que hacer
el llamado a la audiencia a las partes y posteriormente le corresponde fijar las bases de arreglo.

4. La conciliación tiene límites en la competencia específica del tribunal: El acuerdo que se logre tiene que
referirse a los aspectos sometidos a juicio y ello se determina por los escritos de los propios litigantes.

2.- Requisitos para que el juez pueda hacer el llamado a conciliación:

Estos requisitos se encuentran establecidos en el artículo 262 del Código de Procedimiento Civil, y son
los siguientes: 1) Que se trate de un juicio civil; 2) Que el procedimiento o el trámite de que se trata no esté
exceptuado o excluido de la conciliación; 3) Que en el juicio sea legalmente admisible la transacción; y 4) Que
se encuentren agotados los trámites de discusión y siempre que no se trate de los casos del artículo 313 del Código
de Procedimiento Civil.

1) Que se trate de un juicio civil: La conciliación tiene lugar en todo juicio civil, tal como lo señala el artículo
262 del Código de Procedimiento Civil, salvo las excepciones que la propia norma señala y que serán
analizadas en el segundo requisito.

2) Que el procedimiento o el trámite no esté exceptuado o excluido de la conciliación: La regla general es que
la conciliación procede en todo juicio civil, sin embargo, existen ciertos juicios, considerando la naturaleza
de ellos, en que el juez no puede hacer este llamado y que son los siguientes: A) En el juicio ejecutivo, ya
sea en las obligaciones de dar, hacer o no hacer; B) En las gestiones para declarar el derecho legal de
retención; C) En la citación de la evicción; y D) En los juicios de hacienda.

3) Que en el juicio sea legalmente admisible la transacción: Dentro de este juicio deben discutirse uno o más
derechos disponibles, porque en ese caso es admisible la transacción. Estos derechos disponibles son todos
aquellos que no son irrenunciables, de manera que las partes pueden hacer, respecto de ellos, convenios o
acuerdos privados.
126
4) Que se encuentre agotada la etapa de discusión, salvo que sean los casos del artículo 313 del Código de
Procedimiento Civil: Si está vencido el período de discusión y se trata de alguno de los casos mencionados
en el artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, no procede el llamado a conciliación; en esos casos,
el juez llama directamente a las partes a oír sentencia.
Además de la oportunidad señalada, el tribunal podría, en cualquier estado del juicio, hacer el mismo
llamado de conciliación una vez evacuado el trámite de contestación de la demanda (artículo 262, Código
de Procedimiento Civil).

3.- Tramitación del juicio para llegar a la conciliación:

Cumplidos todos los requisitos mencionados, el tribunal citará a las partes a una audiencia con el objeto
de que se proceda a hacer este llamamiento.
Esta audiencia debe hacerse en un día no anterior al quinto ni posterior al décimo quinto, contado desde
la fecha de la notificación de tal resolución. En todo caso, si en el procedimiento correspondiente se contempla
una audiencia para la contestación de la demanda, se efectuará también en ella la diligencia de conciliación, una
vez evacuada la contestación (artículo 262, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Esta resolución se notifica por cédula porque ordena la comparecencia personal de las partes al tribunal
(artículo 48, Código de Procedimiento Civil). En dicha notificación se debe indicar el día y hora del comparendo.
La ley señala que a estos comparendos de conciliación las partes pueden comparecer personalmente o por
apoderados. No obstante, normalmente el propio juez puede exigir la comparecencia personal de las partes, en
cuyo caso tendrá que señalarlo expresamente, sin perjuicio de la asistencia de los representantes o apoderados
(artículo 264, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Si en el proceso existe pluralidad de partes, se debe notificar a todas ellas y la audiencia se llevará a efecto
aunque no asistan todas. En este caso, la conciliación sólo produce efectos respecto de las partes que concurrieron,
continuando el juicio respecto de aquellas que no hubieren concurrido o no hubieren aceptado la conciliación
(artículo 264, inciso final, Código de Procedimiento Civil).

* Cómo se procede en la audiencia:

En la audiencia el juez obrará como un “amigable componedor”, así lo dice el artículo 263 del Código de
Procedimiento Civil. La ley agrega que éste tratará de obtener un avenimiento total o parcial del litigio, es decir
debe “proponer” personalmente las bases de arreglo. En este caso la ley dice expresamente que esas opiniones no
lo inhabilitan para seguir conociendo la causa si la conciliación no prospera.
Las partes que concurren pueden pedirle al juez la “suspensión de la audiencia” para los efectos de
deliberar por un tiempo de media hora y, además, la ley le concede al juez la atribución de postergar la audiencia
si lo estima necesario, dentro de tercero día, salvo que las partes acuerden un plazo mayor, y se dejará constancia
de ello. A la nueva audiencia las partes concurrirán sin nueva notificación, es decir, se dan por notificadas en la
audiencia primitiva (artículo 265, Código de Procedimiento Civil).
La ley le da al juez una atribución de oficio para agregar todos los antecedentes y medios probatorios
pertinentes para poder sentar base de una adecuada conciliación (artículo 266, Código de Procedimiento Civil).

* Resultado de la audiencia:

En el resultado del comparendo de conciliación se pueden dar dos situaciones: 1) Que exista acuerdo, es
decir, que la conciliación se produzca; o 2) Que no exista acuerdo, esto es, que la conciliación no prospere.

127
(a) Si existe acuerdo, éste puede ser total o parcial, según que las partes convengan arreglar la totalidad del
litigio o sólo una parte de él. Si la conciliación es total, se termina el juicio, culminando el litigio entre las
partes. A su vez, si la conciliación es parcial, el juicio termina únicamente en relación a los puntos
comprendidos en el acuerdo y continúa respecto de los demás que no han sido objeto de acuerdo.

(b) Si no hay acuerdo o si el comparendo no se efectúa, el secretario certifica el hecho de inmediato en el proceso
y el juicio continúa en el estado que corresponda, es decir, queda en estado de dictarse la resolución que
recibe la causa a prueba (artículo 268, Código de Procedimiento Civil).

Si se produce conciliación, ya sea total o parcial, debe levantarse un acta y en ésta se deja constancia de
las especificaciones propias del acuerdo. El acta se suscribe por todos los que han intervenido: el juez, las partes
si lo desean y el secretario.
La importancia de esta acta de conciliación es que, según la ley, ésta se tomará como sentencia ejecutoriada
para todos los efectos legales (artículo 267, Código de Procedimiento Civil). Esto quiere decir que esta
conciliación es un equivalente jurisdiccional, que produce el doble efecto de cosa juzgada.
¿Cómo prosigue el juicio si la conciliación no se ha producido o si es parcial?. El artículo 268 del Código
de Procedimiento Civil dice que el secretario debe proceder a entregarle la causa al juez para que éste,
examinándolos por sí mismo, proceda en seguida a dictar la resolución que recibe la causa a prueba.

128
IV. PERIODO DE PRUEBA

1.- Recepción de la causa a prueba:

Si el tribunal estima que hay o pudo haber controversia por algún hecho sustancial, y pertinente en el
juicio, recibirá la causa a prueba y fijará en la misma resolución los hechos substanciales y controvertidos sobre
los cuales deberá recaer la prueba (artículo 318, Código de Procedimiento Civil).
Esta resolución, en jerga de los tribunales, se denomina “auto de prueba”, aunque ello es incorrecto, porque
se trata de una sentencia interlocutoria, de aquellas que resuelven un trámite que va a servir de base para el
pronunciamiento de la sentencia definitiva.

* Requisitos que se exigen para recibir la causa a prueba:

Para que sea procedente la recepción de la causa a prueba es preciso reunir ciertos requisitos: 1) Es
necesario que exista controversia en el juicio; 2) La controversia se debe referir a hechos, dado que el derecho no
se prueba; 3) Se precisa que los hechos sobre los cuales recae la controversia sean substanciales, es decir, que los
hechos sean importantes para la decisión del asunto; y 4) Que los hechos sean pertinentes, es decir, que tengan
relación con la materia debatida.

* Menciones de la resolución que recibe la causa a prueba:

Esta resolución que recibe la causa a prueba debe tener ciertas menciones, y que son las siguientes:

a) Debe contener la orden expresa de recibir la causa a prueba.

b) Deben señalarse los hechos controvertidos, que deben ser substanciales y pertinentes.

c) Puede contener la fijación de las audiencias para recibir la prueba testimonial dentro del término probatorio.

d) Puede indicarse el plazo en el cual se abre el probatorio, aunque no es necesario indicarlo, porque lo fija la
ley.

* Notificación de la resolución que recibe la causa a prueba:

Esta resolución que recibe la causa a prueba se notifica por cédula, ya que así lo dispone el artículo 48 del
Código de Procedimiento Civil. No obstante, también puede notificarse por el estado diario, cuando una de las
partes no ha determinado domicilio en el radio que corresponda.

* Recursos contra la resolución que recibe la causa a prueba:

La finalidad de la interposición de los recursos en contra de la resolución que recibe la causa a prueba la
encontramos en el artículo 319, inciso 1º, del Código de Procedimiento Civil, ya que puede ocurrir que el juez
cometa errores de contenido. Aquí existen tres posibilidades:

- Que el juez fije mal los hechos controvertidos, en cuyo caso se puede pedir la modificación de los hechos
controvertidos fijados por medio de estos recursos.

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- Que el juez haya señalado hechos controvertidos que no proceden, y en tal caso se pide la eliminación de
tales hechos.

- Que el juez haya omitido hechos controvertidos, y en ese caso se solicita que se agreguen hechos nuevos.

Esta resolución puede ser objeto de ciertos recursos o medios de impugnación que las partes entablen en
su contra, y que son: 1) el recurso de reposición, y 2) el recurso de apelación en subsidio.

1) Recurso de reposición: Tratándose de la resolución que recibe la causa a prueba, que es una sentencia
interlocutoria, las partes pueden pedir reposición de ella dentro de tercero día. El tribunal, frente a este recuso,
se pronuncia de plano o le da tramitación incidental (artículo 319, Código de Procedimiento Civil). Si
resuelve como incidente, significa que conferirá traslado a la parte contraria y le dará un plazo de tres días
Tratándose de la resolución que recibe la causa a prueba, el recurso de reposición presenta las
siguientes particularidades especiales:

• Es especial, porque procede en una resolución que es una sentencia interlocutoria y normalmente el
recurso de reposición recae en los autos y decretos.

• Tiene un plazo especial de tres días, en circunstancias que lo normal es que el plazo sea de cinco días.

• El recurso se puede resolver de plano o tramitar como incidente, siendo lo normal resolver de plano, o
de inmediato, con el mérito de la solicitud, sin oír a la parte contraria.

2) Recurso de apelación: Este recurso sólo puede interponerse con el carácter de subsidiario de la reposición
pedida, para el caso que ella no fuera acogida por el juez. La apelación se concederá sólo en el efecto
devolutivo (artículo 319, inciso final, Código de Procedimiento Civil). El recurso de apelación se interpone
conjuntamente en un mismo escrito con el recurso de reposición.
Este recurso de apelación, tratándose de esta resolución, también presenta reglas especiales:

o Es subsidiario, y se interpone conjuntamente con otro recurso (de reposición), en circunstancias que lo
normal es que este recurso es principal.

o El plazo también es especial, porque se interpone en el término de “tres días” y lo normal es que la
apelación de una sentencia interlocutoria se interponga en el plazo de cinco días.

Las situaciones que pueden ocurrir en relación con la interposición de estos recursos pueden ser las
siguientes:

1. Que el juez acoja el recurso de reposición: Esto significa que el juez le encuentra la razón al recurrente,
por lo tanto se modificará el auto de prueba. Ante esta situación, la parte contraria podría apelar; la
apelación se concede en el solo efecto devolutivo (artículo 326, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
En este caso, si se acoge el recurso de reposición el juez no necesita pronunciarse sobre la apelación
subsidiaria.

2. Que el juez no acoja el recurso de reposición: En este caso, el juez debe necesariamente pronunciarse
sobre la apelación subsidiaria. Esto significa que si este recurso cumple con todos los requisitos debe
concederlo “para ante” el tribunal superior jerárquico respectivo.
En el caso de haberse concedido el recurso de apelación, el tribunal superior puede adoptar dos
decisiones distintas:

❑ Confirmar la resolución apelada, en cuyo caso no existirán mayores problemas con la tramitación.
130
❑ Revocar la resolución apelada, es decir, que no la confirme y agregue hechos nuevos a ese auto de
prueba, o modifique lo que fijó el tribunal inferior.
En este caso podría ocurrir que el término probatorio estuviera vencido en primera instancia,
porque el asunto no se suspende con la apelación, sin embargo, la ley establece la solución y que
consiste en conceder un término especial de prueba no superior a ocho días, de acuerdo con la nueva
resolución del tribunal superior (artículo 339, inciso 4º, Código de Procedimiento Civil).

2.- La prueba:

La prueba está reglamentada en el Código Civil, en el Título XXI del Libro IV, en los artículos 1698 y
siguientes. Además está regulada en el Código de Procedimiento Civil (artículos 318 y siguientes) y en el Código
de Procedimiento Penal.
En el Código Civil está reglamentada la parte sustantiva de la prueba, y el Código de Procedimiento Civil
se refiere a la forma de rendir la prueba en juicio.

* Concepto y acepciones de la prueba:

Existen numerosas definiciones de prueba. Para estos efectos diremos que la prueba “es la demostración
de la verdad de un hecho controvertido en juicio, por los medios que la ley establece al efecto”.
El vocablo “prueba”, además, tiene diversas acepciones:

❖ Se utiliza frecuentemente para referirse a la tarea de suministrar en el juicio determinados elementos de


convicción por cada litigante. En este sentido, se habla de la prueba para referirse a lo que se llama “carga o
peso de la prueba”.

❖ Se usa también para referirse a los medios probatorios en sí, los elementos de convicción en sí que señala la
ley.

❖ Se utiliza además para referirse a los resultados logrados en el juicio en cuanto a la demostración de los
hechos.

* Objeto de la prueba. ¿Qué se prueba?:

La prueba recae respecto de los hechos controvertidos y no respecto del derecho, ya que se supone que el
juez conoce el derecho, a menos que se trate de probar la ley extranjera y la costumbre cuando constituye derecho.
En el juicio se deben probar los hechos controvertidos, tanto los hechos materiales como jurídicos. No es
necesario probar los hechos aceptados o no controvertidos, los no sustanciales, los impertinentes y los que la ley
presume.
En materia probatoria hay que analizar: a) los hechos negativos, y b) los hechos notorios. Se sostiene que
deben probarse y, al no haber reglas especiales en la ley, hay que aplicar las reglas generales.

* Carga o peso de la prueba. ¿A quién le incumbe probar?:

En esta materia hay una norma clave de carácter general, que es el artículo 1698 del Código Civil.
Conforme a esta norma, “incumbe probar las obligaciones o su extinción al que alega aquéllas o ésta”. Aplicando
131
esta norma al proceso, la doctrina sostiene que el peso de la prueba depende de las alegaciones que se formulen
y sin importar el papel procesal de las partes.
Lo dicho anteriormente admite excepciones: 1) el caso de las presunciones simplemente legales, la parte
favorecida con ellas queda liberada del peso de la prueba, 2) el pacto de las partes para alterar el peso de la prueba
(esto es discutible).

* Sistemas probatorios. Métodos para apreciar la prueba:

En las legislaciones existen tres sistemas fundamentales para apreciar o valorar la prueba.

a. El sistema de la prueba libre o libre convicción: De acuerdo a este sistema, el juez tiene amplias
atribuciones para valorar las pruebas rendidas dentro del proceso.

b. El sistema de la prueba legal o tasada: Conforme a este sistema es la ley la que enumera taxativamente
los medios probatorios y además señala la eficacia de cada uno. Aquí existen leyes reguladoras de la
prueba, que el juez debe someterse.

c. El sistema de sana crítica: De acuerdo a él la ley enumera los medios probatorios, pero faculta al juez
para que los aprecie de acuerdo a ciertos criterios de lógica, y debe dar fundamentos o razones. Ejemplo:
el artículo 425 del Código de Procedimiento Civil, sobre la fuerza probatoria del informe de peritos.

* Leyes reguladoras de la prueba:

Se les da este nombre a aquellas leyes que tienen como misión fundamental enumerar los diferentes medios
de prueba, determinar su eficacia o mérito probatorio particular y resolver sobre cuáles de ellas deben primar si
son contradictorias entre sí.
Esto sirve para deducir el recurso de casación en el fondo, cuando el error de derecho recae sobre las leyes
reguladoras de la prueba. Ejemplos: si el tribunal da por acreditado un hecho mediante medios de prueba no
contemplados en las leyes; cuando se da diversa eficacia probatoria a un medio de prueba contemplado en la ley;
etc.
Cuando la Corte Suprema acoge el recurso de casación en el fondo por violación a estas leyes, debe dictar
una sentencia que reemplace a la anulada, haciendo una adecuada aplicación de las leyes reguladoras de la prueba.

3.- Término probatorio:

El término probatorio es el tiempo que señala la ley, dentro de la tramitación del juicio, para que las partes
puedan hacer valer los distintos medios probatorios y especialmente para rendir prueba testimonial.

* Características del término probatorio:

Las características que presenta este término probatorio son las siguientes:

1) La regla general es que sea un plazo legal, porque está establecido por la ley, sin perjuicio de lo cual
puede en ciertos casos ser judicial, en aquellos casos en que el juez fija términos especiales de prueba, e
incluso podría ser convencional, en el caso en que las partes de común acuerdo reduzcan la duración del
término probatorio ordinario (así lo permite el artículo 328 del Código de Procedimiento Civil).
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2) Es un plazo común, lo que significa que para todas las partes desde que se practica la última notificación.

3) Es un plazo fatal, esto significa que una vez vencido el probatorio precluye el derecho para las partes de
rendir la prueba, salvo excepciones.

4) No se suspende, salvo que todas las partes lo pidan.

5) Es un plazo de días hábiles, es decir, el término se suspende los días feriados.

6) Es un plazo variable, porque la duración del término va a depender de la clase de probatorio de que se
trate (ordinario, extraordinario, especial o convencional).

* Forma en que se cuenta el término probatorio:

Para determinar la forma o el momento en que se cuenta el término probatorio, debemos distinguir si se
dedujo o no el recurso de reposición en contra de la resolución que recibe la causa a prueba.

1. Si no se deduce el recurso de reposición, en este caso, el término probatorio empieza a correr desde la
primera notificación de la resolución que recibe la causa a prueba.

2. Si se deduce el o los recursos de reposición, el plazo se empieza a contar desde que se notifica por el
estado diario la resolución que se pronuncie sobre la última solicitud de reposición presentada por las
partes (artículo 320, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil). El plazo para interponer los recursos de
reposición es de tres días y las partes pueden pedirlo durante cualquiera de ellos, y por eso se dice “sobre
la última solicitud de reposición”.

* Clasificación del término probatorio:

El término probatorio se puede clasificar en: 1) ordinario, 2) extraordinario, y 3) especial.

(1) TÉRMINO PROBATORIO ORDINARIO: Es el lapso de tiempo que la ley establece dentro del juicio y que
está destinado para que las partes rindan prueba dentro del territorio jurisdiccional donde se sigue el juicio, o
sea, ante el mismo tribunal que conoce la causa. La duración de este plazo es de 20 días, a menos que las
partes de común acuerdo deseen reducirlo (artículo 328, Código de Procedimiento Civil).
Esto no impide que se pueda rendir prueba durante el término ordinario en otro territorio jurisdiccional
distinto e incluso en el extranjero (artículo 334, Código de Procedimiento Civil).

(2) TÉRMINO PROBATORIO EXTRAORDINARIO: Es aquel plazo que la ley concede para el caso que haya de
rendirse prueba en un tribunal distinto, situado en otro territorio jurisdiccional o bien fuera del territorio de
la República. En este caso, es necesario aumentar el término ordinario y para hacerlo la ley dice que se
aumentará por un número de días igual al que concede el artículo 259 del Código de Procedimiento Civil
para aumentar el de emplazamiento; o sea, está compuesto por el término ordinario más el que indique la
tabla de emplazamiento, dependiendo del lugar donde se rinde la prueba (artículo 329, Código de
Procedimiento Civil).
De acuerdo al artículo 329 del Código de Procedimiento Civil, este término probatorio extraordinario
puede ser de dos clases: 1) Término probatorio extraordinario para rendir prueba en Chile en un tribunal
distinto del que conoce la causa, es decir, fuera del territorio jurisdiccional en que se sigue el juicio, pero

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dentro del territorio de la República; y 2) Término probatorio extraordinario para rendir prueba en el
extranjero, es decir, fuera del territorio de la República.
Este plazo empieza a correr inmediatamente terminado el término probatorio ordinario y las partes
interesadas deben pedirlo oportunamente, o sea, antes del vencimiento del término ordinario. Vencido el
probatorio ordinario, y en el caso que se haya concedido este aumento, solamente se podrá rendir prueba en
aquellos lugares en donde se ha dado el aumento (artículo 335, Código de Procedimiento Civil).
¿Cómo se concede el término probatorio extraordinario?. En primer lugar, debe hacerse la petición
por escrito de la parte interesada al juez, la que debe presentarse antes de que venza el probatorio ordinario y
en ella debe determinarse expresamente el lugar o los lugares en que dicha prueba se pretende rendir (artículo
332, Código de Procedimiento Civil).
Para determinar la tramitación de la solicitud de aumento hay que distinguir: a) si se pretende rendir
prueba dentro del territorio de la República, o b) si se trata de rendir prueba en el extranjero.

a. Si se pretende rendir prueba dentro de la República, pero fuera del territorio jurisdiccional del lugar
donde se sigue el juicio, el tribunal debe conceder siempre el aumento que se pide, salvo que haya justo
motivo para creer que se pide maliciosamente con el sólo propósito de demorar el curso del juicio (artículo
330, Código de Procedimiento Civil).
La ley dice, en el artículo 336, que el aumento extraordinario para rendir prueba dentro de la
República se otorgará “con previa citación” (lo que constituye una diferencia con el otro caso para rendir
prueba en el extranjero, que se concederá “con audiencia” de la parte contraria). Que el tribunal lo conceda
con citación significa que la diligencia no se puede llevar a efecto sino vencido el plazo de tres días que
tiene la contraria para oponerse; y si la parte se opone se forma un incidente (artículo 69, Código de
Procedimiento Civil).

b. Si se trata de rendir prueba en el extranjero, no basta la sola petición de la parte para que el aumento se
conceda, sino que deben concurrir algunas circunstancias que establece el artículo 331 del Código de
Procedimiento Civil, y son los siguientes:

• Que en los antecedentes del juicio (demanda, contestación u otra pieza del expediente) aparezca que
los hechos referidos a las pruebas solicitadas han ocurrido en el extranjero, o bien que en ese país
existen los medios probatorios que se desean obtener (artículo 331, nº 1, Código de Procedimiento
Civil).

• En el caso de los instrumentos, que se determine la clase y condición de estos instrumentos y el lugar
en que se encuentran (artículo 331, nº 2, Código de Procedimiento Civil).

• Tratándose de la prueba de testigos, que se exprese su nombre y residencia o se justifique algún


antecedente que haga presumible la conveniencia de obtener sus declaraciones.

El tribunal para dar curso a la petición debe exigir caución, esto significa que la parte debe
depositar una cantidad de dinero en la cuenta corriente del tribunal, cuyo monto no puede ser inferior a
medio sueldo vital ni superior a dos sueldos vitales (artículo 338, inciso 1º, Código de Procedimiento
Civil).
Esta solicitud de aumento extraordinario para rendir prueba en el extranjero se concede “con
audiencia” de la parte contraria (artículo 336, Código de Procedimiento Civil). Esto significa que cuando
se pide el aumento el juez tiene que conferirle traslado a la parte contraria y para cuyo efecto tiene un
plazo de tres días para exponer lo que estime conveniente; esto da origen a un incidente, y si éste se
resuelve favorablemente a la parte que solicitó la diligencia, se cumplirá la actuación solicitada, en cambio,
si se rechaza, en ese caso se entiende no llevar a cabo la diligencia.
Aquella parte que habiendo obtenido el aumento extraordinario y no rinde la prueba o rinde una
impertinente, deberá pagar los gastos en que haya podido incurrir para concurrir a la diligencia respectiva,
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sea personalmente o a través de mandatario; esta sanción la aplica el tribunal en la sentencia definitiva
(artículo 337, Código de Procedimiento Civil). Además de lo anterior, la parte pierde el monto de la
caución, que es a beneficio fiscal (artículo 338, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil). Estas sanciones
son sin perjuicio de las costas.

(3) TÉRMINO PROBATORIO ESPECIAL: Es el plazo que se fija a solicitud de parte, en aquellos casos de
excepción que la ley establece. Esta es una situación distinta de las dos anteriores, porque deben también
ocurrir ciertas circunstancias que la ley establece y que han impedido realizar la prueba oportunamente por
razones no imputables a la parte. En general, se concede cada vez que durante el término probatorio sucede
algún hecho o sobrevenga cualquier situación en el proceso que impida real y legítimamente la recepción de
la prueba.
Este término probatorio especial procede en diversos casos señalados en la ley. Estos casos son los
siguientes:

a) Cuando dentro del probatorio ocurren entorpecimientos que imposibilitan rendir la prueba, sea
absolutamente o con respecto a un lugar determinado (artículo 339, inciso 2º, Código de Procedimiento
Civil); por ejemplo: el extravío o la substracción del expediente, etc. El tribunal, en esta situación,
otorgará un nuevo plazo por el número de días que haya durado el entorpecimiento y para rendir prueba
sólo en el lugar a que dicho entorpecimiento se refiere.

b) Cuando deba rendirse nueva prueba en caso de que el tribunal de alzada acoja la apelación subsidiaria
interpuesta en contra de la resolución que recibió a prueba la causa (artículo 339, inciso final, Código
de Procedimiento Civil). Cuando el tribunal de alzada acoge la apelación subsidiaria deducida contra el
auto de prueba, se concede un término especial que fija el tribunal en forma prudencial que no puede
exceder de ocho días, porque en primera instancia ya venció el probatorio, y se prueba porque el tribunal
de segunda instancia agrega hechos nuevos.

c) Cuando la prueba testimonial se empieza a rendir en tiempo hábil pero no hubiere concluido dentro de
él por impedimentos que no dependen de la parte interesada (artículo 340, inciso 2º, Código de
Procedimiento Civil); por ejemplo: el último día del probatorio declaran testigos y no alcanzan a declarar
todos. El tribunal fijará un plazo breve, por una sola vez, para practicar esta prueba. Este derecho no podrá
reclamarse sino dentro del término probatorio o de los tres días siguientes a su vencimiento.

d) Otros casos especiales establecidos en la ley: Por su parte, la ley señala otros casos de término probatorio
especial. Entre estos casos podemos mencionar:

• El artículo 159 del Código de procedimiento Civil, en materia de medidas para mejor resolver, de ser
necesario probar, el tribunal puede abrir un término especial de prueba no superior a ocho días.

• El artículo 376 del Código de Procedimiento Civil, respecto a la prueba de testigo, cuando es necesaria
la prueba de las tachas que se formulan contra un testigo; si el testigo niega la inhabilidad, se puede
recibir la tacha a prueba, y si está vencido o quedan pocos días del probatorio principal, la ley dice
que el plazo se puede ampliar hasta diez días.

• El artículo 402, inciso 2º, del Código de Procedimiento Civil, que se refiere a la revocación de la
prueba confesional, caso en el cual se puede abrir un término especial cuando ha expirado el
probatorio principal de la causa.

• El artículo 327 del Código de Procedimiento Civil, que está referido a los casos en que se haga valer
en el juicio ciertas excepciones perentorias, que son las excepciones de prescripción, cosa juzgada,
transacción y pago efectivo de la deuda cuando se funda en un antecedente escrito; o bien cuando
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tiene lugar la ampliación de la prueba, conforme a lo dispuesto en los artículos 321 y 322 del Código
de Procedimiento Civil.

En cualquiera de los casos anteriormente señalados, el plazo máximo será de quince días.

4.- Estudio pormenorizado de los medios probatorios:

Los medios de prueba son aquellos elementos que sirven para acreditar la existencia de un hecho jurídico
controvertido en juicio, alegado en el proceso. El artículo 341 del Código de Procedimiento Civil enumera los
medios probatorios de que puede hacerse uso en juicio (en relación con el artículo 1698 del Código Civil). Estos
son los siguientes:

➢ Los instrumentos.
➢ Los testigos.
➢ La confesión de parte.
➢ La inspección personal del tribunal.
➢ El informe de peritos.
➢ Presunciones.

El orden que establece la ley no tiene mayor importancia. Hoy día existen medios físicos modernos
(fotografías, videos, pruebas de ADN, etc.); si se pretenden hacer valer en juicio tiene que asimilarse a alguno de
los medios indicados en el artículo 341 del Código de Procedimiento Civil.
Los medios probatorios admiten ser clasificados desde diferentes puntos de vista. Por ejemplo,
considerando el momento en que se obtiene la prueba o que se produce el medio probatorio, se distingue entre
medios probatorios preconstituidos (ejemplo: un contrato escrito) y medios probatorios circunstanciales o simples
(ejemplo: la declaración de un testigos o el informe de peritos).
También, existen medios que hacen plena prueba y otros que hacen semiplena prueba. Ejemplos: el
instrumento público respecto a la fecha hace plena prueba; y la inspección personal del juez hace prueba
semiplena.

I. LA PRUEBA INSTRUMENTAL

La prueba instrumental o documental se encuentra regulada en el párrafo 2º del Título XI del Libro II del
Código de Procedimiento Civil, en los artículos 342 al 355 inclusive.
La prueba instrumental es la prueba que se produce a través de documentos o instrumentos que se hacen
valer dentro del juicio; aquí se está acreditando un hecho que ocurrió en el pasado y que consta por escrito. El
“instrumento”, en tanto, es todo escrito en el cual se consigna un hecho que generalmente produce prueba
completa cuando reúnen los requisitos que la ley exige para ello.
Estos instrumentos son susceptibles de clasificarse desde diferentes puntos de vista. Así, en atención a la
función del instrumento, se distinguen los instrumentos por vía de prueba e instrumentos por vía de solemnidad.
Por otro lado, en atención a la autenticidad de los instrumentos, se habla de instrumentos públicos e instrumentos
privados.
Esta última clasificación es importante porque la ley le da distinto valor probatorio a uno y otro, y en
principio el instrumento privado no tiene valor probatorio a menos que sea reconocido o mandado tener por
reconocido.
Por su parte, el instrumento público se subclasifica en: 1) instrumentos públicos propiamente tales y 2) las
escrituras públicas.
Sin perjuicio de lo anterior, la ley procesal, en materia de instrumentos, ha señalado taxativamente qué
instrumentos se considerarán instrumentos públicos en juicio (artículo 342, Código de Procedimiento Civil); esto
136
con el fin de evitar dudas, porque hay instrumentos públicos que quedan incorporados a la matriz. Ejemplo: libro
del oficial del Registro Civil.
En cuanto a la oportunidad en que se puede rendir esta prueba instrumental, la ley distingue si se trata de
rendirla en primera o en segunda instancia:

a) En primera instancia, la prueba instrumental se puede presentar en cualquier estado del juicio hasta el
vencimiento del probatorio (artículo 348, inciso 1º, primera parte, Código de Procedimiento Civil). El
demandante puede acompañarla en la demanda o fuera de ella (si se acompañan en la demanda hay un mayor
plazo para la parte contraria para impugnar los instrumentos; al contrario, si se acompañan fuera de la
demanda, existe un plazo de citación para impugnar el instrumento, que generalmente es de tres días).

b) En segunda instancia, se pueden presentar en cualquier momento hasta la vista de la causa (artículo 348,
inciso 1º, parte final, Código de Procedimiento Civil) y sin que se pueda suspender la vista de la causa, pero
el tribunal no puede fallar hasta que venza el plazo de citación de la parte contraria para impugnar (artículo
348, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

Por otro lado, la regla general es que la iniciativa le corresponde a las partes, y esto significa que cada
parte que cuente con documentos que sean atingentes al juicio deben acompañarlos. Excepcionalmente el tribunal
podría ordenar la prueba instrumental de oficio, siempre y cuando el juez haga uso de la atribución que le concede
el artículo 159, nº 1, del Código de Procedimiento Civil, o sea, siempre que decrete agregar el instrumento como
medida para mejor resolver.
Cuando la iniciativa es de las partes (regla general), cada uno de los litigantes tiene derecho a presentar
los documentos que tiene en su poder para acreditar un hecho controvertido y que le sirva para acreditar el derecho
que sostiene.
Pero puede ocurrir que la parte no cuente con el instrumento en su poder, sino que lo tiene la parte contraria
o un tercero. En este caso, la ley establece un procedimiento especial para hacer valer esos instrumentos y que se
llama “exhibición de instrumentos o documentos” (artículo 349, Código de Procedimiento Civil), y que consiste
en que aquella parte o tercero en cuyo poder está el documento, proceda a mostrarlo al tribunal y posteriormente
se le entregará una copia autorizada.
¿Cómo se procede en este caso?. La parte interesada en valerse del instrumento debe presentar una
solicitud a fin de que se decrete esta exhibición. El tribunal, para decretar esta exhibición, examina si concurren
los requisitos legales que señala el artículo 349 del Código de Procedimiento Civil; por lo tanto, el tribunal
analizará los siguientes aspectos:

▪ Que los documentos tengan o no relación directa con la cuestión debatida en juicio.
▪ Que los documentos no tengan el carácter de secreto o confidenciales.

Analizados estos dos requisitos, el tribunal decretará o no la exhibición de los documentos.


Aquí puede ocurrir que la parte contraria o el tercero se oponga a la diligencia, lo que significa que se
origina un incidente que tiene que tramitarse y resolverse, y el juez verá si accede o no a la petición.
¿Qué ocurre si esta exhibición se rehúsa una vez ejecutoriada la resolución que la ordenó?. Aquí debemos
distinguir:

1. Si se rehúsa la parte contraria, la ley establece las siguientes sanciones que se le puede imponer: 1) Apremios
de multas hasta dos sueldos vitales o arrestos hasta dos meses, determinados prudencialmente por el juez;
esto sin perjuicio de repetir la orden y estos apercibimientos; y 2) La parte perderá el derecho de hacer valer
en el juicio esos instrumentos, a menos que la otra parte los haga también valer en apoyo de su defensa, o
que se justifique que no los pudo exhibir por justa causa.

2. Si el que desobedece es un tercero, solamente se le puede imponer multas y arrestos, sin perjuicio de volver
a reiterar la orden y los apercibimientos.
137
Por otro lado, los instrumentos otorgados en idioma extranjero pueden hacerse valer en Chile, pero deben
cumplir con una formalidad extra, que es la traducción al español. Si la parte acompaña los documentos sin
traducción, es decir, en su idioma original, en este caso, el tribunal ordena que el documento se traduzca por un
perito.

1) INSTRUMENTO PUBLICO O AUTENTICO:

De conformidad al artículo 1699, inciso 1º, del Código Civil, el instrumento público o auténtico es el
autorizado con las formalidades legales por el competente funcionario.
El artículo 342 del Código de Procedimiento Civil es la norma que establece los instrumentos públicos en
juicio. Este artículo parte de la base que para que se considere un instrumento como público en juicio, es necesario
que en su otorgamiento se hayan cumplido las disposiciones legales que les dan este carácter (artículo 342, inciso
1º, Código de Procedimiento Civil).
Los casos que establece el artículo 342 del Código de Procedimiento Civil son los siguientes:

(a) Los documentos originales: Para saber cuáles son los documentos originales, hay que analizar en cada caso
de qué forma se otorgó el instrumento, vale decir, si se otorgó en una matriz, o protocolo o sin matriz. Si se
otorga en matriz, ésta constituye el documento original, y jamás se puede acompañar en juicio. Si no se
otorgó en matriz, el original es el instrumento mismo y se acompaña ese instrumento en juicio.

(b) Las copias dadas con los requisitos que las leyes prescriban para que hagan fe respecto de toda persona, o,
a lo menos, respecto de aquella contra quien se hacen valer: Esto se conoce con el nombre de “copias
autorizadas” o “testimonios” (autorizadas por el competente funcionario), que son las copias que se han
obtenido de los originales y para que éstas tengan valor deben cumplir con los requisitos que la propia ley
establece para su otorgamiento.

(c) Las copias que, obtenidas sin estos requisitos, no sean objetadas como inexactas por la parte contraria
dentro de los tres días siguientes a aquel en que se le dio conocimiento de ellas: Este número se refiere a las
llamadas “copias simples”. Ejemplo: la fotocopia de una escritura pública.

(d) Las copias que, objetadas en el caso del número anterior, sean cotejadas y halladas conforme con sus
originales o con otras copias que hagan fe respecto de la parte contraria: El cotejo de instrumento es la
diligencia que tiene por finalidad comparar un instrumento con otro. El cotejo puede ser de instrumento o de
letra (el primero se hace por el funcionario que intervino en el otorgamiento, y si es privado por otro
funcionario que designe el tribunal; y en el segundo caso procede por peritos).

(e) Los testimonios que el tribunal mande agregar durante el juicio, autorizados por su secretario u otro
funcionario competente y sacados de los originales o de copias que reúnan las condiciones indicadas en el
número anterior: Se refiere a la facultad de oficio del juez, que se ordena con citación de las partes y puede
constituir una medida para mejor resolver.

-o- Forma de acompañar en juicio un instrumento público:

Materialmente este instrumento debe acompañarse con un escrito y la forma procesal es acompañarlo con
citación, porque la parte contraria tiene derecho a objetarlo en el plazo de tres días (artículo 69, Código de
Procedimiento Civil). Esto no lo dice la ley expresamente, en estos términos; la ley se refiere a acompañarlos con

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citación a propósito del recurso de casación, dentro de los trámites o diligencias esenciales (artículos 795, nº 5, y
800, nº 2, Código de Procedimiento Civil).
Acompañarlo “con citación” significa que el juez en su sentencia no lo podría considerar como medio
probatorio si no se pronuncia de esa forma. Si no se acompañan los instrumentos con citación o bajo el
apercibimiento legal que corresponda, puede ser objeto de recurso de casación en la forma, porque se ha omitido
un trámite o diligencia esencial.
Por otro lado, la ley permite acompañar instrumentos otorgados en el extranjero al juicio debidamente
legalizados, con el objeto de acreditar la autenticidad. De acuerdo al artículo 345 del Código de Procedimiento
Civil, se entiende que están legalizados cuando en ellos conste el carácter público y la verdad de las firmas de las
personas que lo han autorizado, y atestiguadas ambas circunstancias por los funcionarios que, según las leyes o
la práctica de cada país, deban acreditarlas.

-o- Impugnación de los instrumentos públicos:

Impugnar un instrumento público significa formular una alegación por la parte contraria, dentro del juicio,
a través de un procedimiento adecuado para restarle eficacia probatoria. La ley establece tres motivos o causales
de impugnación: 1) Nulidad del instrumento; 2) Falsedad o falta de autenticidad; y 3) Falta de veracidad de las
declaraciones.
Esta impugnación del instrumento público se puede hacer valer por dos vías o mediante dos formas
procesales:

A) Dentro del mismo juicio donde el documento se ha acompañado, y se utiliza la forma incidental de
impugnación. En ese incidente se va a discutir si el instrumento tiene fuerza probatoria, si es válido o no.

B) Por vía principal, aquí ya no es un incidente, lo que significa que la parte interesada en la impugnación
inicia un juicio para impugnar el instrumento. Aquí se formula una acción para atacar la validez del
instrumento.

También, en un juicio ya iniciado, el demandado puede alegar la nulidad como excepción, impugnándola
en la contestación de la demanda, alegándola como defensa.

2) INSTRUMENTO PRIVADO:

El instrumento privado es todo documento que da constancia de un hecho, sin cumplir ninguna formalidad
especial.
De acuerdo al artículo 1702 del Código Civil, “el instrumento privado, reconocido por la parte a quien se
opone, o que se ha mandado tener por reconocido en los casos y con los requisitos prevenidos por ley, tiene el
valor de escritura pública respecto de los que aparecen o se reputan haberlo subscrito, y de las personas a quienes
se han transferido las obligaciones y derechos de éstos”.

-o- Reconocimiento de un instrumento privado:

En esta parte se debe distinguir si el instrumento privado emana de la parte contraria o si emana de un
tercero. El reconocimiento puede ser expreso, tácito o judicial:

1) Reconocimiento Expreso (artículo 346, nº 1 y 2, Código de Procedimiento Civil): El reconocimiento expreso


lo puede realizar la parte contraria o un tercero. De acuerdo a las normas señaladas, los instrumentos se
tendrán por reconocidos: A) Cuando así lo ha declarado en el juicio la persona a cuyo nombre aparece
139
otorgado el instrumento o la parte contra quien se hace valer; y B) Cuando igual declaración se ha hecho
en un instrumento público o en otro juicio diverso.

2) Reconocimiento Tácito (artículo 346, nº 3, Código de Procedimiento Civil): Este reconocimiento parte del
supuesto que el reconocimiento debe emanar exclusivamente de la parte contraria. En este sentido, los
instrumentos privados se tendrán por reconocidos cuando, puestos en conocimiento de la parte contraria,
no se alega su falsedad o falta de integridad dentro de los seis días siguientes a su presentación, debiendo
el tribunal, para este efecto, apercibir a aquella parte con el reconocimiento tácito del instrumento si nada
expone dentro de dicho plazo.
Los requisitos para que proceda este reconocimiento tácito:

- El instrumento debe estar acompañado al juicio con citación y bajo el apercibimiento legal del artículo
346, nº 3, del Código de Procedimiento Civil.

- Que transcurra íntegramente el plazo de seis días desde la notificación de la resolución que tuvo por
acompañado el documento sin que la parte contraria lo impugne.

- Es necesario que el tribunal aperciba a la parte contraria con el reconocimiento tácito si nada dice dentro
del plazo.

3) Reconocimiento Judicial (artículo 346, nº 4, Código de Procedimiento Civil): En este caso, el reconocimiento
se va a producir por resolución judicial; se producirá cuando se declare la autenticidad del instrumento por
resolución judicial. Esto va a ocurrir en el caso de que el instrumento privado se objete, se impugne dentro
del plazo de seis días; frente a esto se genera un incidente, en el que el juez se pronuncia sobre la autenticidad.
Aquí son admisibles todos los medios de prueba, especialmente el cotejo de letras (artículo 355, Código de
Procedimiento Civil).
Terminado este incidente, y según los antecedentes que se hayan producido en esta situación, el
tribunal puede dar por reconocido este instrumento o estimar que no se le reconoce para estos efectos.

-o- Forma como se acompaña el instrumento privado procesalmente al juicio:

Materialmente, el instrumento privado se acompaña con un. Desde un punto de vista procesal, hay que
hacer la siguiente distinción: 1) Si emana de un tercero, el instrumento se acompaña con citación de la contraparte,
es decir, hay un plazo de tres días para impugnarlo; y 2) Si emana de la parte contraria, el instrumento se acompaña
con citación, pero con el apercibimiento de ser tenido tácitamente por reconocido si la parte contraria nada dice
en el plazo de seis días siguientes a la notificación.

II. LA PRUEBA TESTIMONIAL

La prueba testimonial o prueba de testigos está reglamentada en el párrafo 3º del Título XI del Código de
Procedimiento Civil, de los artículos 356 al 384. También se encuentra reglamentada en el Código Civil, en los
artículos 1708 a 1711.
La prueba testimonial consiste en la declaración que hacen, con las formalidades legales, personas
extrañas al juicio acerca de los hechos substanciales, pertinentes y controvertidos (que son los que están en la
resolución que recibe la causa a prueba).
Por su parte, el testigo “es toda persona natural con la capacidad suficiente para declarar y que es ajeno a
la relación procesal” (a diferencia de la confesión que la hacen las partes). Los testigos son terceros extraños al

140
proceso mismo, que declaran bajo juramento acerca de la verificación de ciertos hechos controvertidos en el
juicio, de los cuales han tomado conocimiento en forma directa o por los dichos de otra persona.
Al igual que como sucede respecto de la generalidad de los medios probatorios, la iniciativa para rendir
esta prueba corresponde, en general, a las partes, es decir, a cualquiera de los litigantes que tenga la necesidad de
probar. Por excepción la iniciativa es del juez, como medida para mejor resolver (artículo 159, nº 5, Código de
Procedimiento Civil), que se limita a aquellos testigos que ya han declarado con anterioridad en la causa, a fin
que aclaren o expliquen puntos oscuros o contradictorios de sus dichos.

-o- Clasificación de los testigos:

Los testigos pueden ser clasificados desde diferentes puntos de vista. A continuación señalamos las
principales clasificaciones:

1. Considerando la forma que el testigo conoce el hecho sobre el cual declara, los testigos pueden ser:
presenciales, de oídas o instrumentales.

• Testigos presenciales: Son aquellos que declaran sobre hechos que han percibido personalmente por sus
sentidos.
• Testigos de oídas: Son aquellos que declaran hechos conocidos por el dicho de otra persona.
• Testigos instrumentales: Son testigos presenciales que han concurrido al otorgamiento de un instrumento,
ya sea público o privado.

2. Atendiendo a la capacidad o habilidad del testigo, se distinguen los testigos hábiles e inhábiles.

• Testigos hábiles: Son aquellos que no tienen ninguna inhabilidad para prestar una declaración; no les
afecta alguna causal de inhabilidad señalada en la ley.
• Testigos inhábiles: Son aquellos que se encuentran afectados por una inhabilidad que la ley establece.

3. Atendiendo a las circunstancias del hecho declarado, los testigos se clasifican en singulares y contestes.

• Testigos contestes: Son aquellos testigos cuyas declaraciones son coincidentes tanto en el hecho principal
como en las circunstancias accesorias.
• Testigos singulares: Son aquellos que coinciden en el hecho principal, pero son discordantes en las
circunstancias accidentales.

-o- Oportunidad para rendir esta prueba:

La prueba testimonial puede ser producida en primera instancia, y excepcionalmente en segunda instancia.

1) En primera instancia: La diligencia de la prueba de testigos sólo podrá efectuarse dentro del término
probatorio (artículo 340, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil). Aquí hay una diferencia con los
instrumentos, que como sabemos se acompañan en cualquier estado del juicio.

2) En segunda instancia: No es posible rendir la prueba testimonial a iniciativa de parte, pero puede producirse
en forma excepcional en segunda instancia, de acuerdo al artículo 207 del Código de Procedimiento Civil.
Según este artículo, la regla general es que en segunda instancia no se admitirá prueba alguna, salvo
excepciones que son: 1) instrumento, 2) confesión, y 3) las excepciones del artículo 310 (prescripción, cosa
juzgada), y en este último caso puede haber prueba testimonial.

141
También en segunda instancia, el tribunal podría decretar la prueba testimonial como medida para
mejor resolver sobre hechos que no figuran en la prueba rendida en autos, siempre que la prueba testimonial
no se haya podido rendir en primera instancia y que tales hechos sean considerados por el tribunal como
estrictamente necesarios para la acertada resolución del juicio (artículo 207, Código de Procedimiento Civil).

-o- Capacidad o habilidad para ser testigos:

El testigo para declarar tiene que ser hábil. En esta materia, la regla general es que “es hábil para testificar
en juicio toda persona a quien la ley no declare inhábil”; es decir, toda persona tiene capacidad para testificar, a
menos que tenga una causal de inhabilidad establecida por la ley (artículo 356, Código de Procedimiento Civil).
Estas inhabilidades pueden ser absolutas o relativas, y se encuentran establecidas en los artículos 357 y 358 del
Código de Procedimiento Civil.

1. Inhabilidades absolutas (artículo 357, Código de Procedimiento Civil): Significa que las personas que
están comprendidas en este artículo no pueden declarar en ningún juicio y bajo ninguna circunstancia.
Ejemplos: en razón de faltar la capacidad física o intelectual para captar el hecho controvertido (menores
de catorce años, etc), o en razón de carencia de probidad (los que hayan sido cohechados o hayan intentado
cohechar a otros, etc.).

2. Inhabilidades relativas (artículo 358, Código de Procedimiento Civil): El testigo está impedido de declarar
en ciertos juicios por falta de imparcialidad necesaria. Ejemplo: en razón de parentesco, amistad, etc.

¿Cómo se reclama de las inhabilidades?. La ley procesal establece, para estos efectos, la institución de las
“tachas” (artículo 373, Código de Procedimiento Civil). Las tachas son las formas que establece la ley procesal
para reclamar de la inhabilidad de un testigo de la parte contraria y se realiza antes de la declaración del testigo,
y tiene que ser una causal concreta de tacha. En algunos casos, estos testigos, no obstante que estén tachados,
pueden declarar a la espera de lo que se resuelva en la sentencia sobre la tacha.

-o- Obligaciones o cargas de los testigos en juicio:

La ley impone tres obligaciones principales a las personas llamadas a ser testigos en juicio: 1) Comparecer
a la audiencia a prestar personalmente la declaración; 2) Prestar la declaración correspondiente; y 3) Decir la
verdad.

1. Obligación de comparecer a la audiencia a prestar personalmente la declaración: La regla general es que toda
persona, cualquiera que sea su estado o profesión, está obligada comparecer a prestar declaración a la
audiencia que el tribunal haya fijado con antelación (artículo 359, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
La obligación nace desde el momento en que el testigo es citado legalmente a la audiencia.
Esta obligación la tienen los testigos que residen dentro del mismo territorio jurisdiccional del
tribunal que conoce la causa. Si residen en un territorio diverso, la obligación se cumple por exhorto y se
comparece ante el tribunal del lugar que corresponda, a quien se remitirá copia de los puntos de prueba
fijados (artículo 371, Código de Procedimiento Civil).
Si el testigo es legalmente citado y no comparece, se le puede apremiar por medio de la fuerza para
que se presente al tribunal, a menos que compruebe que ha estado en imposibilidad de concurrir (artículo
380, Código de Procedimiento Civil).
Esta obligación admite excepciones, respecto de ciertas personas que no están obligadas a concurrir,
pero sí a declarar. Estas personas están enumeradas en el artículo 361 del Código de Procedimiento Civil, y
el artículo 362 señala cómo deben prestar la declaración.

142
a) Las personas comprendidas en el nº 1 del artículo 361 prestan declaración mediante informes escritos y
expresarán que lo hacen en virtud del juramento que la ley exige a los testigos. Estas son determinadas
autoridades públicas, como el Presidente de la República, los ministros de Estado, senadores, diputados,
gobernadores, etc. Los miembros y fiscales de las Cortes y los jueces letrados que ejercen sus funciones
en el asiento de éstas declararán previo informe de la Corte Suprema o de la respectiva Corte de
Apelaciones, según sea el caso (artículo 362, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

b) Las personas que gozan en Chile de inmunidad diplomática también deben declarar por informe, y si son
extranjeros se pueden excusar de la declaración, pero no se pueden excusar los chilenos que ejerzan en
el país funciones diplomáticas por encargo de un gobierno extranjero (artículo 362, inciso 2º, Código de
Procedimiento Civil).

c) Las personas de los números 3, 4 y 5 del artículo 361 (los religiosos, las mujeres que por su estado o
posición no puedan concurrir sin grave molestia, y los enfermos) deben declarar en su morada y son
examinados por el juez.

2. Obligación de prestar la declaración correspondiente: Esta obligación no significa que el testigo deba saber
lo que se le pregunta, sino que debe responder las preguntas que se le hacen en la audiencia, cumpliéndose
las formalidades legales de la misma (artículo 359, inciso 1º, primera parte, Código de Procedimiento Civil).
El testigo respecto de las preguntas puede saber o no saber. En caso de saber del hecho, debe
responder claramente y dar razón de sus dichos, lo que significa explicar el porqué o cómo sabe lo que se le
pregunta; si el testigo no sabe, sencillamente responde eso y se entiende cumplida la obligación.
Esta obligación admite algunas excepciones, respecto de casos en que el testigo no está obligado a
prestar la declaración, pero sí a concurrir a la audiencia (artículo 360, Código de Procedimiento Civil). Estos
casos son los siguientes:

o En razón del secreto profesional: No están obligadas a declarar aquellas personas que deben guardar el
secreto profesional (eclesiásticos, abogados, escribanos, procuradores, médicos y matronas).

o Por razones de parentesco: Las personas enumeradas en el artículo 358 del Código de Procedimiento
Civil en sus números 1, 2 y 3, tampoco están obligadas a declarar.

o En razón de los hechos sobre los cuales debe declarar: Tampoco están obligados a declarar los que son
interrogados acerca de hechos que afecten su propio honor o el de ciertos parientes, o que importen un
delito de que pueda ser criminalmente responsable el declarante o cualquiera de las personas referidas.

El testigo que concurre a la audiencia pero que se niega sin justa causa a declarar, se le pueden
imponer sanciones civiles, sin perjuicio de la responsabilidad penal que pueda afectarle (artículo 494, nº 12,
Código Penal).

3. Obligación de decir la verdad: Esta obligación no está establecida en términos expresos en la ley, pero existe
toda vez que el proceso se rige por el principio de la buena fe procesal. Además, si el testigo no dice la
verdad comete un delito sancionado en la ley penal, que es el “falso testimonio”.

-o- Derechos de los testigos que comparecen:

A los testigos que comparecen a la audiencia testimonial la ley les confiere un derecho que consiste en
reclamar, de la persona que los presenta, el abono de los gastos que le imponga la comparecencia. Este derecho
se ejerce en el plazo de veinte días, contados desde que la declaración se presta, de lo contrario, se entenderá
renunciado este derecho (artículo 381, Código de Procedimiento Civil).
143
-o- Formalidades procesales de la prueba testimonial:

Existen varias formalidades que se deben cumplir en la prueba de testigos; ello demuestra que, en esta
materia, la ley es rigurosamente exigente, porque desconfía de esta prueba. Esta desconfianza se demuestra, entre
otros aspectos, en el escaso plazo que existe para rendirla.

Las formalidades son las siguientes:

- 1) Presentación de una lista o nómina de testigos

- 2) Presentación de una minuta de puntos de prueba


antes de
- 3) Fijación de la audiencia de prueba la declaración

- 4) La citación de los testigos

- 5) El examen de los testigos durante la declaración

- 6) Acta de la prueba testimonial después de la declaración

1) Presentación de una lista o nómina de testigos: Esta es una obligación que pesa sobre cada uno de los
litigantes que pretendan valerse de la prueba testimonial. La obligación se cumplirá dentro de los cinco
primeros días del probatorio, plazo corre desde que se notifica al último testigo por el estado diario.
La nómina de testigos es un listado de las personas que la parte pretende hacer declarar como testigos.
En este escrito se debe indicar nominativamente a todos los testigos que la parte pretende utilizar, y
los testigos se individualizan por su nombre y apellido, domicilio, profesión u oficio. La indicación del
domicilio deberá contener los datos necesarios a juicio del tribunal que conoce la causa, para establecer la
identificación del testigo (artículo 320, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Cada parte puede incluir todos los testigos que desee (no existe limitación en cuanto al número de
testigos que puedan figurar en la lista); sin embargo, sólo serán admitidos para declarar hasta seis testigos
por cada parte, sobre cada uno de los hechos que deben acreditarse (artículo 372, inciso 1º, Código de
Procedimiento Civil).
La regla general es que sólo pueden declarar los testigos que figuran en la lista; sin embargo hay un
caso de excepción en que se puede examinar otras personas que no figuren en la lista de testigos, por motivos
muy calificados y siempre que la parte jure no haber tenido conocimiento de la existencia del testigo como
tal al momento de presentar la lista (artículo 372, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

2) Presentación de una minuta de puntos de prueba: Esta obligación se cumple dentro del plazo de los primeros
cinco días del probatorio y no necesariamente junto con la lista de testigos. La ley establece esta obligación
en el artículo 320, inciso 1º, del Código de Procedimiento Civil, y la norma utiliza el verbo “deberá”, de ahí
que se trate de una verdadera obligación.
En todo caso, la jurisprudencia ha estimado respecto a la minuta que, más que una obligación, es un
derecho, en el sentido de facilitarle la prueba testimonial y se ha resuelto que si esta minuta no se acompaña
igual se puede rendir la prueba testimonial, y, en ese caso, los testigos declaran sobre los hechos que se
presentaron en la resolución que recibe la causa a prueba.
La minuta se puede definir como el conjunto de preguntas sobre los hechos controvertidos para
facilitar la declaración del testigo. Las preguntas deben ir enumeradas y se pueden hacer tantas preguntas
144
como sea la imaginación de la parte. Naturalmente que todas las preguntas que tenga la minuta se tienen que
referir a los hechos controvertidos que hayan sido fijados por el juez.
Esta minuta debe presentarse: 1) Si no se ha deducido reposición en contra del auto de prueba, desde
la primera notificación de dicha resolución y hasta el quinto día de la última; y 2) Si se ha deducido reposición
en contra del auto de prueba, dentro de los cinco días siguientes a la notificación por el estado de la resolución
que se pronuncie sobre la última solicitud de reposición.
Finalmente, si habiéndose pedido reposición ya se hubiere presentado lista de testigos y minuta de
puntos por alguna de las partes, no será necesario presentar nuevas lista ni minuta, salvo que, como
consecuencia de haberse acogido el recurso, la parte que las presenta estime pertinente modificarlas (artículo
320, inciso final, Código de Procedimiento Civil).

3) Fijación de las audiencias de prueba: Debe especificarse qué días dentro del probatorio se destinarán a
recibir la prueba testimonial y para cuyo efecto el juez debe fijar una o más audiencias (artículo 369, inciso
1º, Código de Procedimiento Civil). Siempre que el tribunal fije audiencia se debe señalar día y hora para la
realización de la diligencia.
En cuanto al momento en que se fija la audiencia, la ley no lo dice expresamente, sólo señala que se
fijará una o más audiencias. Pueden existir dos momentos: 1) En la misma resolución que recibe la causa a
prueba; y 2) Si no se cumple en la forma anterior, la parte interesada tendrá derecho a pedir expresamente
que fije audiencia dentro del probatorio.

4) Citación de los testigos: Es la notificación de que debe presentarse a prestar declaración como tal a una
audiencia determinada. Esta citación se hace siempre y cuando la parte interesada solicite y el juez lo ordene.
La notificación la hace un ministro de fe, y como se trata de un tercero extraño al juicio se notifica
personalmente o por cédula, en el domicilio que indicó la parte en la lista (artículo 56, Código de
Procedimiento Civil). Esta citación es importante precisamente para el caso de que el testigo no concurra,
porque ahí puede operar el apercibimiento legal del artículo 380, inciso 2º, del Código de Procedimiento
Civil, que es a petición de parte.
¿Ante qué tribunal se rinde la prueba testimonial?. La regla general es que el testigo se presenta ante
el mismo tribunal que conoce el proceso, esto en el caso de que el testigo resida en el territorio jurisdiccional
del mismo. Si el testigo vive en un territorio jurisdiccional diverso, la parte interesada debe solicitar que se
exhorte la declaración del testigo.
Cualquiera que sea el juez que recibe la prueba testimonial debe cumplir con la disposición que
establece el artículo 369 del Código de Procedimiento Civil, que señala que el tribunal procurará, en cuanto
sea posible, que todos los testigos de cada parte sean examinados en una misma audiencia.

5) Examen de los testigos: El Código de Procedimiento Civil proporciona varias reglas en esta materia, en los
artículos 363 y siguientes Las reglas del examen de testigos son las siguientes:

a. Antes de examinar a cada testigo se le hará prestar juramento. Si el testigo no es debidamente


juramentado, su declaración carecerá de valor.

b. Los testigos van a ser examinados separadamente, de manera sucesiva, según el orden de la lista, y
comenzando por la lista del demandante.

c. El tribunal debe adoptar las medidas conducentes a evitar que los testigos que vayan declarando puedan
comunicarse con los que no hayan prestado declaración.

d. Los testigos deben ser interrogados personalmente por el juez y, en caso de tratarse de un tribunal
colegiado, por cualquiera de sus ministros, en presencia de sus mandatarios, abogados o la parte que lo
presenta.

145
e. En cuanto a la interrogación de los testigos, éstos deben ser interrogados, en primer lugar, respecto a
hechos relativos a establecer una posible causal de inhabilidad, si la parte lo solicita antes de que lo
interrogue sobre los hechos controvertidos.

f. La regla general es que los testigos son interrogados acerca de los puntos de prueba. Si hay minuta de
puntos de prueba, se interrogan sobre los hechos que figuren en ella; si no hay minuta, se interrogan
sobre los hechos establecidos en la resolución que recibió la causa a prueba.

g. La ley dice que puede exigirle al testigo que rectifique o esclarezca sus dichos una vez que ha respondido
la pregunta que se le hizo.

h. Cada parte tiene derecho para formularle interrogantes al testigo. Podría estimarse por la parte contraria
que una pregunta no es pertinente y puede oponerse a que se le haga esa pregunta; en caso de desacuerdo
entre las partes sobre la conducencia de las preguntas resuelve el juez y su fallo será apelable sólo en lo
devolutivo.

i. Los testigos deben responder las preguntas en forma clara y precisa, expresando la causa por que afirman
los hechos aseverados, o sea, deben dar razón de sus dichos. Las declaraciones, sin embargo, no se
pueden llevar por escrito.

j. Las declaraciones como diligencia procesal constituyen un solo acto, por lo tanto, no se pueden
interrumpir sino por causas graves y urgentes; es decir, si un testigo empieza a declarar, debe terminar.

k. El tribunal debe procurar en lo posible que todos los testigos, de ambas partes, declaren en una misma
audiencia.

l. Cada parte puede hacer declarar hasta seis testigos por cada uno de los hechos que deban acreditarse, que
fija el juez.

m. Podría ocurrir que se presenten testigos que no hablen castellano, en cuyo caso se procederá a la
diligencia por medio de un intérprete, y la intervención de éste se rige por el artículo 63, en relación con
el 382 del Código de Procedimiento Civil; aquí se recurre a la designación de un intérprete en calidad de
perito. Por otro lado, si el testigo es mudo, deberá escribir las respuestas que se le formulen.

6) Acta de la prueba testimonial: Concluida la declaración, ella deberá ser consigna por escrito, cuidando de
utilizar en la transcripción en lo posible las mismas expresiones empleadas por el testigo. Terminada la
diligencia, el acta será leído por el receptor en voz alta y luego el testigo se ratificará y firmará junto con el
juez, el receptor y las partes presentes (artículo 370, Código de Procedimiento Civil).

-o- Las Tachas:

Las tachas son los medios que la ley procesal establece para hacer efectiva alguna inhabilidad que puede
afectar a un testigo presentado en juicio y esgrimiendo una causal legal (artículos 357 y 358, Código de
Procedimiento Civil), y de acogerse la tacha va a traer como consecuencia de que se le va a restar valor probatorio
a la declaración.
La tacha le corresponde deducirla a la parte contraria a aquella que presenta el testigo.
En cuanto a la oportunidad procesal para formular la tacha, ésta se presenta en la audiencia de prueba antes
de que el testigo declare y después de que ha sido juramentado; este es el caso de los testigos que están incluidos
en la lista o nómina de testigos. Si el testigo no figura en la lista o nómina de testigos -cuya declaración es
146
permitida excepcionalmente, según el artículo 372, inciso 2º, del Código de Procedimiento Civil-, en este caso,
la tacha se puede oponer durante los tres días subsiguientes al examen o declaración.
Opuesta la tacha, la parte afectada tiene dos posibilidades: 1) Que la parte que presenta al testigo pida que
se omita su declaración y que se reemplace por otro que figure en la lista; o 2) Que el testigo tachado, no obstante
que se dedujo la tacha, declare, porque las tachas se resuelven en la sentencia definitiva (es un tramite incidental)
y podría tratarse de una tacha “imaginaria”, que no se puede probar.
Los jueces en esta materia tienen una facultad oficiosa para repeler a los testigos que notoriamente estén
en una de las causales de inhabilidad del artículo 357 del Código de Procedimiento Civil.
En cuanto a la tramitación de las tachas, constituyen verdaderos incidentes del juicio; es decir, es una
cuestión accesoria y por lo mismo debe dársele la tramitación que la ley establece para los incidentes ordinarios
(se aplican los artículos 82 y siguientes del Código de Procedimiento Civil). Esto quiere decir que una vez
formulada la tacha verbalmente, el tribunal debe conferir traslado a la parte contraria, y si estima que los
fundamentos de la tacha no se encuentran suficientemente acreditados, podrá recibir la tacha a prueba (artículo
376, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Estas tachas se prueban dentro del mismo probatorio que existe para el juicio principal, pero si éste está
vencido o es insuficiente para este efecto, el tribunal puede fijar un término especial hasta completar diez días,
para el solo efecto de rendir la prueba de la tacha (artículo 376, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Las resoluciones que ordenan recibir las tachas opuestas a prueba son inapelables (artículo 379, inciso 1º,
Código de Procedimiento Civil).
Las tachas se prueban de acuerdo a las reglas generales; son aplicables a la prueba de tachas las
disposiciones que reglamentan la prueba de la cuestión principal (artículo 377, Código de Procedimiento Civil).
Pero si se presentan testigos para acreditar las tachas existe una limitación, que consiste en que esos testigos no
se pueden inhabilitar por otros testigos (artículo 378, Código de Procedimiento Civil).
La tacha se va a fallar o resolver en la sentencia definitiva, según lo dispone el inciso 2º del artículo 379
del Código de Procedimiento Civil.
En cuanto a la naturaleza jurídica de la resolución que resuelve una tacha, si bien se resuelve en la sentencia
definitiva, se trataría de una “sentencia interlocutoria” o un “auto”.

III. LA PRUEBA CONFESIONAL

La confesión es la prueba por excelencia y produce la prueba más grave para la parte contraria. Se
encuentra reglamentada en el párrafo 4º del Título XI del Código de Procedimiento Civil, de los artículos 385 al
402 inclusive.
Este medio de prueba lo puede utilizar la parte que corresponda, y también puede tener iniciativa el tribunal
como una medida para mejor resolver, de acuerdo al artículo 159, nº 2, del Código de Procedimiento Civil, donde
la confesión es provocada por el tribunal (artículo 385, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

-o- Concepto y finalidades de la confesión:

La confesión es un medio probatorio que consiste en el reconocimiento que hace uno de los litigantes
acerca de la verdad de un hecho controvertido y que produce consecuencias jurídicas en su contra.
La confesión en derecho procesal se puede estudiar desde diferentes puntos de vista, o puede tener distintas
finalidades:

1. La confesión se utiliza como medio probatorio, sea que se utilice por las partes o lo resuelva de oficio el
juez.

147
2. La confesión se puede utilizar como una medida prejudicial, para preparar la entrada al juicio, y puede
ser pedida por el futuro demandante o demandado.

3. La confesión se utiliza como una gestión preparatoria de la vía ejecutiva, para procurarse al acreedor
un título ejecutivo.

-o- Características de la confesión:

La confesión tiene las siguientes características:

a) Constituye una manifestación de voluntad del confesante, y formalmente puede ser expresa o tácita.

b) Normalmente se presta dentro del juicio que se pretende invocar, sin embargo, también puede prestarse
extrajudicialmente.

c) Puede ser utilizada varias veces dentro de un mismo juicio, a diferencia de los testigos que declaran una
sola vez, y el confesante puede ser llamado a declarar tanto en primera como en segunda instancia.

d) Siempre va a producir consecuencias jurídicas contra la persona del confesante.

e) La confesión es indivisible e irrevocable.

-o- Requisitos de la confesión para que produzca efectos jurídicos:

Para que la confesión pueda tener eficacia se requiere la concurrencia de los siguientes requisitos:

a. La confesión debe referirse a hechos pertenecientes al juicio, cuando ella le sea exigido por la contraparte
o por el tribunal como medida para mejor resolver.

b. El confesante debe tener capacidad para obligarse a título personal, y si no tiene capacidad actúa su
representante legal o su mandatario judicial facultado para absolver posiciones.

c. La confesión no debe estar prohibida por la ley como medio probatorio. Ejemplo: no es admisible la
confesión en el juicio de separación de bienes por el mal estado de los negocios del marido (artículo 157,
Código Civil).

d. La confesión debe prestarse libremente, es decir, que la voluntad del confesante esté exenta de todo vicio.

-o- Clasificación de la confesión:

La confesión, como medio de prueba, es susceptible de clasificarse desde diferentes puntos de vista:

a) Atendiendo a si la confesión se va a prestar o no ante el juez que va a conocer el proceso, la confesión se


clasifica en judicial y extrajudicial.

b) Atendiendo a la forma en que se origina, tenemos la confesión voluntaria o espontánea y la confesión


provocada.

148
c) Atendiendo a la forma en que se expresa la confesión, ésta puede ser verbal o escrita.

d) Atendiendo a su contenido, la confesión se clasifica en pura y simple, calificada y compleja.

-o- La Confesión Judicial:

La confesión judicial es aquella que se presta en el mismo proceso en el cual ella es invocada como medio
probatorio, y puede prestarse tanto en forma espontánea como provocada A esta última clase se le llama
“absolución de posiciones”, entendiéndose por tal el procedimiento que contempla la ley para obtener la confesión
provocada en juicio.
¿Cuál es el tribunal competente?. Lo normal es que el tribunal competente será el que conoce el proceso,
pero puede variar dependiendo del lugar de residencia del litigante llamado a confesar.
¿Cuál es el funcionario encargado de intervenir en esta diligencia?. Para determinar el funcionario
encargado de intervenir en la diligencia debemos distinguir:

a) Si la confesión se va a prestar ante el tribunal que conoce la causa, se hará ante el mismo juez, o ante el
secretario del tribunal, o bien, ante otro ministro de fe a quien el tribunal encargue la diligencia. En todo
caso, cualquiera de las partes puede solicitar que la diligencia sea tomada por el juez (artículo 388, Código
de Procedimiento Civil).

b) Si la confesión se presta ante el tribunal del lugar en que se encuentre el confesante, se aplican las mismas
reglas indicadas anteriormente.

c) Si la confesión se presta ante un tribunal colegiado, la diligencia se cumple ante alguno de los ministros que
se comisiona para estos efectos; además se puede delegar la diligencia al secretario del tribunal u otro
ministro de fe que se designe. Aquí rige el mismo derecho de las partes para exigir que la diligencia sea
tomada ante el magistrado y no por el ministro de fe.

d) Si la confesión se realiza en el extranjero, la diligencia se cumplirá ante el respectivo agente diplomático o


consular chileno.

¿Cuál es la oportunidad en que se puede pedir la confesión?. El legislador ha sido benevolente en esta
materia, puesto que ha señalado que la confesión podría rendirse tanto en primera como en segunda instancia. En
el primer caso, esta diligencia se puede solicitar en cualquier estado del juicio, una vez contestada la demanda
hasta el vencimiento del término probatorio (artículo 385, inciso 2º, primera parte, Código de Procedimiento
Civil). En el segundo caso, la diligencia se puede solicitar hasta antes de la vista de la causa (artículo 385, inciso
2º, primera parte, Código de Procedimiento Civil).
En primera instancia, esta diligencia se puede pedir hasta dos veces, y en segunda instancia, se puede pedir
una vez; pero si se alegan hechos nuevos, podrá exigirse una vez más (artículo 385, inciso 2º, parte final, Código
de Procedimiento Civil).
¿Qué personas son las que pueden prestar confesión?. Las personas que deben prestar la confesión son las
siguientes:

1. La regla general es que debe prestarla la parte misma en persona, en el entendido que el litigante cuente
con capacidad de ejercicio, siempre y cuando así lo exija la parte contraria o, en su caso, cuando lo decrete
de oficio el juez.

2. El representante legal de la parte, en el entendido que el litigante no tenga capacidad de ejercicio. En este
caso, será el procurador quien hará comparecer al representante.

149
3. El mandatario judicial de la parte, en el entendido que cuenta con la facultad del inciso 2º del artículo 7º del
Código de Procedimiento Civil de absolver posiciones. Sin embargo, este mandatario con facultades
suficientes no puede prestar la confesión si la parte contraria exige la comparecencia de la parte.

4. El mandatario judicial, aunque no tenga facultad de absolver posiciones, sobre hechos personales de él
mismo.

Hay personas a las cuales la ley exime de concurrir a declarar al tribunal, en atención a la dignidad que la
persona representa, los enfermos o afectados por otro impedimento justificado y las mujeres, cuando el tribunal
estime procedente eximirlas de esta obligación. Estas personas están señaladas en el artículo 389 del Código de
Procedimiento Civil. En todo caso, si bien estas personas no están obligadas a comparecer, la absolución de
posiciones siempre deberá ser rendida, motivo por el cual el juez deberá trasladarse al domicilio de ellas, y si el
tribunal es colegiado la hará un ministro o el secretario del tribunal.

-o- La diligencia de absolución de posiciones:

La diligencia de absolución de posiciones tiene por finalidad exclusiva obtener la confesión de la parte
contraria dentro del juicio y a solicitud de su contendor.
En primer lugar, la parte que desea valerse de este medio probatorio debe presentar una solicitud escrita
al tribunal en que se solicite esta confesión, concretamente para que el juez ordene la citación del litigante que
corresponde a una determinada audiencia y que tendrá que fijarse con una determinada finalidad. El juez frente a
la solicitud debe proveer y ordenar la citación de la parte que debe prestar la confesión, señalando día y hora.
Junto con el escrito, la parte que solicita la diligencia debe acompañar el “pliego de posiciones”, que no
es otra cosa que las preguntas que se le van a hacer a la parte que va a confesar, y que deben versar sobre los
hechos controvertidos. Este pliego de posiciones, en la práctica, se acompaña en un sobre cerrado que se abrirá el
día de la diligencia; hasta entonces se mantiene en custodia. Esto último tiene por objeto evitar que el confesante
sepa con anticipación las preguntas que se le van a formular.
En cuanto a las preguntas o la exposición de los hechos, éstas deben redactarse en forma interrogativa o
en forma asertiva (afirmativa). Esto es importante para el caso que la parte citada a confesar a la diligencia no
comparezca al segundo llamado o bien que responda con evasivas, ya que, en tal caso, la sanción que la ley
establece es que se le tiene por confeso de los hechos categóricamente afirmados en el pliego.
La resolución del tribunal que ordena esta diligencia se notifica por cédula al apoderado de la parte.
Una vez que el absolvente es notificado legalmente de resolución del tribunal, se llevará a efecto la
audiencia, la que debe tener lugar el día y hora que el juez fije, y aquí podría ocurrir que la parte llamada a absolver
posiciones concurra o no a esta diligencia.

1) Si la parte no concurre a la audiencia fijada, en este caso habría que volverlo a citar a un nuevo día y hora, a
solicitud de la parte interesada, bajo los apercibimientos legales del artículo 394 del Código de Procedimiento
Civil. Si el litigante no comparece al segundo llamado, se hará efectivo el apercibimiento indicado, esto es,
que se le tendrá por confeso en todos aquellos hechos categóricamente afirmados, lo que se trataría de una
verdadera confesión tácita (artículo 394, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil). La misma sanción tiene
lugar si compareciendo da respuestas evasivas.
Esta confesión tácita producirá los mismos efectos que la confesión expresa (artículo 400, Código de
Procedimiento Civil.
Si los hechos no están categóricamente afirmados, es decir, si las preguntas están hechas en forma
interrogativa, la sanción es otra: a petición de parte el juez puede imponer multas o arrestos, sin perjuicio de
exigirle igualmente la declaración a la parte. Además, si la parte lo pide, se puede incluso suspender el
pronunciamiento de la sentencia hasta que la confesión se preste (artículo 394, inciso 2º, Código de
Procedimiento Civil).

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2) Si la parte concurre a la audiencia, en este caso, la audiencia comienza por el juramento que se le toma al
absolvente; posteriormente se abrirá el sobre con el pliego de posiciones. La declaración que presta el
absolvente debe hacerse inmediatamente en palabras y en términos claros y precisos. Si el confesante es
sordomudo, podrá escribir su confesión delante del tribunal o ministro de fe encargado de recibirla.
Las preguntas se formularán en el mismo orden con que figuran en el pliego. Esto se hace en presencia
de los abogados o representantes de las partes, porque si la pregunta no es pertinente se pueden oponer a ella.
Todo litigante puede presenciar la declaración del contendor, y hacer las observaciones que estime
conducentes para aclarar, explicar o ampliar las preguntas que han de dirigírsele. Incluso, puede también,
antes de que termine la diligencia y después de prestada la declaración, pedir que se repita si hay en las
respuestas dadas algún punto oscuro o dudoso que aclarar.
De la diligencia se levanta un acta, realizada por el ministro de fe, y en este caso se aplican las normas
de la prueba testimonial.
Es posible que la parte llamada a absolver posiciones solicite un plazo razonable para consultar los
documentos antes de responder las preguntas que se le formulan. Si el interrogado solicita esto se le
concederá siempre que haya fundamento plausible para pedirlo y el tribunal lo estime indispensable, o
consienta en ello la parte contraria. La resolución del tribunal que conceda plazo será inapelable.
Otro caso se puede presentar en el juicio cuando exista pluralidad de partes. La ley no regula esta situación,
pero la jurisprudencia ha entendido que esta diligencia también es posible cumplir y el juez debe tomar la
precaución de que los litigantes no se comuniquen y la confesión debe hacerse en una misma audiencia.

-o- La Confesión Extrajudicial:

La confesión extrajudicial es aquella que se presta fuera del proceso en que se va a invocar como medio
de prueba, ya sea que se preste fuera de todo juicio o bien que se preste en un juicio distinto a aquel en que se va
a invocar.
Si la confesión verbal, es necesario que en el juicio se haga declarar a los testigos; si la confesión es escrita,
es necesario acompañar el instrumento en que conste. En la práctica, para los efectos de hacerla valer, la confesión
se va a transformar en otra prueba: 1) si es verbal, se transforma en prueba testimonial, y 2) si es escrita, en prueba
instrumental.

IV. INSPECCION PERSONAL DEL TRIBUNAL

La inspección personal u ocular del tribunal se encuentra reglamentada en el párrafo 5º del Título XI del
Código de Procedimiento Civil, de los artículos 403 al 408 inclusive.
La característica más importante es que es un medio de prueba directa, porque el juez conoce directamente
el hecho material. Además, es una prueba circunstancial, porque se genera durante el proceso.
Otra particularidad de este medio de prueba es que éste puede asociarse con la prueba de peritos y
cumplirse simultáneamente ambas pruebas, de conformidad a lo establecido en el artículo 405, inciso 1º, del
Código de Procedimiento Civil.

-o- Concepto de la Inspección Personal del Tribunal:

Se define como aquel medio de prueba que consiste en la visita que efectúa el juez por sí al lugar donde
ocurrieron los hechos del pleito o el examen que se hace a la cosa objeto del litigio, siempre con la finalidad de
dejar constancia de un hecho material, y esto tiene que tener relación con hechos controvertidos.

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-o- Casos de procedencia:

Hay tres formas de hacer procedente este medio de prueba: 1) La inspección personal obligatoria o exigida
por la ley; 2) La inspección personal decretada a petición de parte; y 3) La inspección personal decretada de oficio
por el tribunal.

1. Inspección personal exigida por la ley: Aquí es el propio legislador, en determinados procedimientos, el que
determina este trámite, lo que significa que es una diligencia que necesariamente debe cumplirse, porque es
un trámite esencial del proceso. Ejemplo: la ley ordena la inspección del tribunal en los interdictos
posesorios, etc. Se exige, por lo tanto, texto legal expreso que ordene la inspección.

2. Inspección personal decretada a petición de parte: Esta es la regla general, pero aquí también hay una
particularidad, que consiste en que una vez pedida esta diligencia el juez la va a decretar “cuando lo estime
necesario”, salvo que la ley la exija. En consecuencia, va a quedar al arbitrio del juez si se verifica o no.
La parte interesada de valerse de la inspección personal la puede pedir: a) como medio probatorio, o
b) como medida prejudicial (artículos 281 y 288, Código de Procedimiento Civil), cuando exista el peligro
de que el hecho pueda desaparecer.

3. Inspección personal decretada de oficio por el tribunal: Esta inspección de oficio no tiene el carácter
obligatorio, y el juez la puede decretar como medida para mejor resolver (artículo 159, nº 3, Código de
Procedimiento Civil). Lo característico de esta inspección de oficio es que el juez la decreta cuando lo estime
conveniente.

-o- Diligencia de la inspección personal del juez:

¿Cómo se lleva a efecto la diligencia?. Es preciso para que se efectúe que se verifiquen algunos trámites:

- Es necesario que exista una solicitud escrita de la parte interesada de valerse de este medio.

- El tribunal, frente a esta solicitud, decretará o no la práctica de esta diligencia, según la estime necesaria o
no.

- Si el juez accede a la petición, debe fijar día y hora, y eventualmente, el lugar donde se va a llevar a cabo la
prueba.

- Cuando la inspección ha sido solicitada por uno de los litigantes, es necesario que la parte que la solicita
proceda a depositar, antes de efectuarse la diligencia, una determinada suma de dinero fijada
prudencialmente por el secretario, para solventar los gastos que puedan presentarse en la diligencia misma.
Pero, cuando la inspección es decretada de oficio por el juez u ordenada por la ley, el depósito debe hacerse
por mitades, entre el demandante y demandado.
El plazo para la entrega del dinero al secretario del tribunal es “antes” de proceder a la diligencia.

- La resolución que dispone esta diligencia debe notificarse a las partes por el estado diario y no por cédula.

- Esta diligencia la debe cumplir el mismo juez que conoce la causa, cuando deba verificarse dentro del
territorio jurisdiccional donde se sigue el juicio; o podría realizarlo otro juez fuera del territorio
jurisdiccional, en principio de la facultad de delegar competencia; e incluso puede verificarse fuera del
territorio jurisdiccional del tribunal que conoce de la causa, lo que constituye una excepción al principio de
territorialidad de los tribunales.

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- Llegado el día y hora, el tribunal debe concurrir por sí mismo a verificar las circunstancias o hechos
materiales del caso. Además podrán concurrir a la diligencia las partes con sus abogados y apoderados y, en
caso de que así se hubiere dispuesto oportunamente, también concurrirá el perito designado. En caso de que
no comparezcan las partes, se llevará a efecto sólo por el tribunal en ausencia de aquéllas.
Si el tribunal es colegiado, la ley dice que podrá comisionar para que practique la diligencia a uno o
más de sus miembros.

- Concluida la diligencia debe levantarse acta, donde se deja constancia de las observaciones del tribunal y las
partes, si es que ellas asistieron.

-o- Oportunidad para valerse de este medio de prueba:

La ley no señala una norma expresa para deducir este medio de prueba, por lo tanto se aplican las reglas
generales; en consecuencia, las partes deben solicitar la diligencia dentro del término probatorio. En el caso que
la decrete el juez, la inspección se puede realizar antes o después del probatorio, como medida para mejor resolver.
La inspección procede en primera y en segunda instancia, pero en este último caso, solamente podría ser
procedente si el tribunal la decreta de oficio, como medida para mejor resolver.

V. PRUEBA DE PERITOS

El informe de peritos está tratado en el Código de Procedimiento Civil, en el párrafo 6º del Título XI del
Libro II, y abarca desde el artículo 409 al 425 inclusive.
Estas normas se aplican también al nombramiento de árbitros, en el caso que el nombramiento lo haga la
justicia ordinaria en subsidio. Igualmente estas normas se aplican a la designación de los partidores de bienes,
que también son árbitros.

-o- Concepto del informe de peritos:

El informe pericial es un medio probatorio que consiste en la opinión sobre determinados hechos
controvertidos del juicio que emiten ciertas personas que tienen conocimientos especiales sobre determinada
ciencia o arte, y que son necesarios para el dictamen que éste va a emitir.

-o- Clasificación del informe pericial:

El informe pericial puede ser de dos clases: 1) obligatorio o 2) facultativo.


1) Informe de peritos obligatorio: Es aquel que la ley lo dispone expresamente (artículo 409, Código de
Procedimiento Civil). Ejemplo: en el interdicto posesorio de denuncia de obra ruinosa (artículo 571, Código
de Procedimiento Civil).

2) Informe de peritos facultativo: Es aquel que la ley no lo exige expresamente y cuando el informe se refiera
a puntos de hechos para cuya apreciación se requieran conocimientos especiales de alguna ciencia o arte, o
también cuando el informe deba recaer sobre puntos de derecho referentes a alguna legislación extranjera
(artículo 411, Código de Procedimiento Civil). Esta prueba, en los casos facultativos, está entregada a criterio
del juez.

Dependiendo si se trata de uno y otro caso (obligatorio o facultativo), las consecuencias son distintas:
153
➢ Tratándose del informe de peritos obligatorio: Si la ley exige oír a los peritos, estamos en presencia de un
trámite esencial, por lo tanto no se puede omitir, y si el tribunal no lo ordena y se dicta sentencia es
procedente el recurso de casación de forma, porque se ha omitido un trámite esencial (artículo 768, nº 9,
Código de Procedimiento Civil).

➢ Tratándose del informe de peritos facultativo: Si el informe es facultativo, en principio la omisión no trae
aparejada mayores consecuencias, por lo tanto, la sentencia no es anulable; a menos que este medio de
prueba omitido haya producido la indefensión de la parte, lo que constituye una causal de casación de
forma (artículo 768, nº 9, Código de Procedimiento Civil).

-o- Iniciativa de esta prueba:

Se dispone de este medio a petición de parte, que es lo normal, o por el tribunal de oficio, por excepción.

1. Iniciativa de parte: Las partes se pueden valer del informe de peritos como medio de prueba o como
medida prejudicial. Si se quiere hacer valer como medio de prueba, las partes sólo podrán solicitarlo dentro
del término; y si se quiere hacer valer como medida prejudicial, se solicita antes de que se entable la
demanda y puede pedirlo el futuro demandante o el futuro demandado.

2. Iniciativa del tribunal: El tribunal puede decretar de oficio el informe de peritos como medida para mejor
resolver, en cualquier estado del juicio (artículo 412, Código de Procedimiento Civil), o cuando es
obligatorio.

Una vez ordenado el informe pericial, no se suspende por ello el procedimiento, el juicio sigue en trámite.
Según esto, podría ocurrir que el informe sea decretado dentro del probatorio y éste se realice después de vencido
el mismo; en este caso, se agregará después de vencido éste. La parte interesada debe pedirla oportunamente, a
menos de que se trate del informe obligatorio.
-o- Requisitos de la persona del perito:

En esta materia prima la voluntad de las partes; es decir, pueden desempeñarse como peritos aquellos que
nominen las partes de común acuerdo. El Código de Procedimiento Civil lo dice en sentido negativo, porque el
artículo 413 se encarga de señalar quienes no pueden ser peritos.
A falta de acuerdo de partes se aplica el artículo 413 del Código de Procedimiento Civil, según el cual no
pueden ser peritos: 1) Los que sean inhábiles para declarar como testigos en juicio; y 2) Los que no tengan el
título profesional correspondiente, si la ciencia o arte cuyo conocimiento se requiera está reglamentada por la ley.
El perito no puede estar inhabilitado por alguna de las causales de implicancia o recusación, que son
inhabilidades de los jueces, que lo hacen perder la competencia.

-o- Nombramiento de peritos:

La forma como se designa el perito sigue las reglas que el Código de Procedimiento Civil establece en los
artículos 414 al 417 inclusive.
En primer lugar, es necesario que la parte interesada solicite expresamente esta diligencia de prueba, y
para cuyo efecto debe pedir al tribunal que se cite a una audiencia a los litigantes. Si el juez accede a esta petición,
deberá fijar día y hora de la audiencia para proceder al nombramiento del perito. Como la resolución dispone la
citación de las partes, ésta debe ser notificada por cédula.

154
Esta audiencia se va a realizar con las partes que asistan. No es necesario que asistan ambas partes, pues,
en tal caso, la ley presume que hay desacuerdo para el nombramiento y, en consecuencia, le corresponderá al juez
nombrar al o los peritos.
La audiencia tiene por objeto los siguientes fines específicos: 1) El nombramiento o designación del o los
peritos; 2) Determinar el número de peritos a nombrar; 3) Determinar la calidad, aptitudes o títulos que deben
tener estas personas; y 4) Debe fijarse el punto o materia del informe pericial.
Aquí lo que prima es la voluntad de las partes, y se debe tratar de que ellas se pongan de acuerdo en el
nombre del perito. Si las partes concurren a la diligencia y se ponen de acuerdo en los puntos antes señalados, el
tribunal se estará a ello.
Si no hay acuerdo o si éste es parcial, o si no concurren todos a la audiencia, será el tribunal quien
procederá a efectuar esta designación, con una limitación, que consiste en que si las partes han efectuado
proposiciones de nombres para el perito, en ese caso, el nombramiento que haga el juez no podrá recaer en ninguna
de las dos primeras personas propuestas por cada parte (artículo 414, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
La audiencia terminará en el momento en que se produce el acuerdo o el desacuerdo en la designación del
perito, de la cual se debe levantar acta. Si no hay acuerdo, el juez resolverá con posterioridad.

-o- Formalidades posteriores al nombramiento de peritos:

Una vez nombrado el perito, deben concurrir las siguientes formalidades posteriores:

- Siempre la resolución de nombramiento de peritos tiene que ser puesta en conocimiento de las partes, o sea
debe notificárseles de ella. Las partes tienen derecho a oponerse si es que estiman que el perito nombrado por
el tribunal tiene alguna de inhabilidad. Las partes tienen un plazo de tres días para deducir oposición, y si nada
dicen se entiende que aceptan el nombramiento (artículo 416, parte final, Código de Procedimiento Civil).

- Posteriormente deberá notificarse al perito de la resolución de su nombramiento. En caso de que el perito


acepte, estará obligado a desempeñar el cargo y evacuar el informe pericial. Respecto a esta notificación, la
ley no dice como debe hacerse, pero se entiende que por la naturaleza de las declaraciones debe ser personal,
porque la ley exige que el perito nombrado debe manifestar si acepta o no, y deberá hacerlo verbalmente o
por escrito en el acto de la notificación o dentro de los tres días inmediatos; de esto se deja constancia por el
ministro de fe encargado de la notificación.
Si el perito acepta, debe prestar juramento de desempeñar el cargo fielmente (artículo 417, inciso 1º,
Código de Procedimiento Civil), frente al ministro de fe o, en su defecto, durante los siguientes tres días.
Con el cumplimiento de estas formalidades -aceptación y juramento- el perito no puede retractarse y
deberá evacuar el informe pericial.

- Luego, el perito procederá a efectuar el “reconocimiento de la cosa objeto del peritaje”, es decir, el perito hace
una inspección previa al informe y esta es una diligencia que se hace en presencia de las partes, porque éstas
pueden hacer valer derechos. El perito debe citar a las partes a una audiencia, las que no están obligadas a
concurrir.
En la práctica el perito presenta un escrito al tribunal señalando día y hora para llevar a cabo el
reconocimiento, y eso se notifica a las partes por el estado diario.
Si los peritos son varios, deberán concurrir todos a la audiencia de reconocimiento, a menos que el
tribunal disponga otro modo de realizarlo.
Las partes en este acto pueden ejercer un derecho, que consiste en hacer las observaciones que estimen
necesarias, y también podrán pedir que se deje constancia de los hechos que juzguen pertinentes; con la única
limitación que no pueden estar presentes durante las deliberaciones que hagan los peritos.
De esta diligencia debe dejarse constancia de todos los pormenores. En el acta se consignarán los
acuerdos celebrados por los peritos.

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-o- Presentación del peritaje:

El informe debe evacuarse por escrito y en él se dejará constancia de las opiniones del o los peritos, es
decir, las conclusiones sobre los puntos sometidos a su conocimiento.
Para la presentación del informe la ley no establece plazo, pero se faculta al juez para fijar, en cada caso,
un plazo prudente para la presentación del informe. En todo caso, las partes interesadas pueden pedir que se fije
un plazo.
Si se han designado varios peritos, ellos podrán emitir su informe en forma conjunta o separadamente,
según lo estimen conveniente.
El acta de la audiencia de reconocimiento se acompaña junto con los informes de los peritos, y además se
agregan todos los demás antecedentes (fotografías, etc.).
Si los peritos no cumplen su obligación la ley establece como sanción que se les apremie con multa (que
fija el juez), que se prescinda del informe o que se nombre a nuevos peritos, según se estime pertinente.
Cuando se han nombrado varios peritos existe la posibilidad de que no estén de acuerdo. Frente a esto, el
tribunal podría disponer que se nombre un nuevo perito, si lo estima necesario para la mejor ilustración del asunto
que debe resolver. En caso de que no resulte acuerdo entre el nuevo perito y los anteriores, el tribunal apreciará
libremente las opiniones de todos ellos, considerando los demás antecedentes del juicio.
El informe pericial no obliga al juez, sólo es un antecedente más que se aprecia con los demás antecedentes
del juicio.

-o- Gastos y honorarios del perito:

Estos gastos y honorarios serán de cargo de la parte que ha solicitado el peritaje, salvo que el tribunal lo
decrete de oficio, esto es sin perjuicio de lo que la sentencia definitiva resuelva sobre el pago de las costas (artículo
411, inciso 2º, primera parte, Código de Procedimiento Civil).
En el caso de ser decretada de oficio, se paga por mitades, sin perjuicio de lo que se resuelva sobre el pago
de costas.
El tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá ordenar que, previo al informe, la parte que corresponda
consigne una cantidad de dinero para responder es estos gastos y honorarios, debiendo notificarse la resolución
respectiva por cédula a la parte que solicitó la pericia (artículo 411, inciso final, primera parte, Código de
Procedimiento Civil).
Si el juez ordena esto y no se consigna el dinero a la parte que corresponda, la diligencia no puede llevarse
a efecto. E incluso más, la ley contempla una sanción más grave que consiste en que si el juez ha fijado por
resolución judicial este monto a consignar y si transcurren diez días, contados desde la fecha de la notificación,
sin efectuar la consignación, se la tendrá por desistida de la diligencia pericial solicitada, sin más trámite.

V. PRUEBA DE PRESUNCIONES

Este medio probatorio se encuentra regulado en el párrafo 7º del Título XI del Libro II del Código de
Procedimiento Civil.

-o- Concepto de presunciones:

La presunción es aquel medio de prueba que consiste en el resultado de una operación lógica mediante la
cual la ley o el juez, partiendo de un hecho conocido, infiere de él otro hecho desconocido y controvertido en el
proceso. La presunción es una consecuencia jurídica.
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-o- Clasificación de las presunciones:

De acuerdo al artículo 1712 del Código Civil, se distinguen entre: 1) presunciones legales y 2)
presunciones judiciales.

1. Presunciones legales: Son aquellas que están establecidas por la ley; son obra del legislador y están reguladas
en el artículo 47 del Código Civil. La ley, partiendo sobre la base de ciertos antecedentes conocidos, se
encarga de deducir hechos desconocidos, y que se pretenden acreditar en juicio.
Las presunciones legales, a su vez, se subclasifican en: a) presunciones simplemente legales, o legales
propiamente tales, y b) presunciones de derecho.

2. Presunciones judiciales: Son aquellas que establece el juez partiendo de la base que existen ciertos hechos o
circunstancias conocidas que constan en el proceso, de los cuales se deducen hechos desconocidos. Estas
presunciones se pueden desvirtuar por otros medios de prueba.
Para que estas presunciones puedan constituir prueba, según el artículo 1712 del Código Civil, tienen
que reunir ciertos requisitos: 1) Deben ser graves; 2) Deben ser precisas; y 3) Deben ser concordantes.

a. Presunciones graves: Significa que por los antecedentes acreditados en el proceso, existe casi la
obligación de acreditar el hecho desconocido; es decir, existe una fuerte probabilidad de ser verdad.

b. Presunciones precisas: Significa que no pueden ser vagas o difusas ni susceptibles de aplicarla a
diferentes situaciones.

c. Presunciones concordantes: Significa que las presunciones deben ser compatibles unas con otras, no
deben destruirse unas con otras.

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V. PERIODO DE OBSERVACIONES A LA PRUEBA RENDIDA

Observaciones a la prueba rendida.


Trámites posteriores a la prueba
Citación a oír sentencia.

Una vez vencido el término probatorio, las partes tienen plazo para que hagan las “Observaciones a la
Prueba”. El plazo es de diez días fatales, durante el cual las partes harán por escrito las observaciones que el
examen de la prueba les sugiera (artículo 430, Código de Procedimiento Civil). El plazo empieza a correr desde
que esté vencido el probatorio, sin necesidad de notificación.
Este trámite si bien es meramente facultativo (no es obligatorio efectuar estas presentaciones), es
conveniente que las partes lo hagan.
Estas obligaciones a la prueba rendida son comentarios respecto a la prueba rendida, tanto por su parte
como por la contraria. En este análisis se señala cuáles son las pruebas en virtud de las cuales estima acreditados
los hechos controvertidos y, al mismo tiempo, puede desvirtuar la prueba rendida por la contraria. Estos escritos,
en caso de que se presenten, no obligan al juez, son meros antecedentes.
Una vez vencido este plazo de observaciones a la prueba, “el tribunal citará a las partes para oír
sentencia”. Para dictar esta resolución basta que esté vencido el plazo para hacer observaciones a la prueba y la
resolución se dictará igual aunque existan trámites pendientes.
¿Porqué podría haber diligencias pendientes?. Esto está referido a aquellos casos en que en el probatorio
se haya solicitado rendir prueba en otro territorio jurisdiccional y la prueba se prestó pero los antecedentes no han
llegado al tribunal, o bien, si existe una diligencia de prueba pendiente.
Estos casos no serán motivo para suspender el curso del juicio ni serán obstáculo para la dictación del
fallo, a menos que el juez lo estime necesario para la acertada resolución del fallo y, en este caso, la reiterará
como medida para mejor resolver. En todo caso, si el juez dicta sentencia sin esta prueba pendiente, ella
igualmente se agrega al proceso para ser considerada en segunda instancia, si es que se hace valer el recurso de
apelación (artículo 431, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

158
VI. PERIODO DE SENTENCIA

1.- Citación para oír sentencia:

Vencido el plazo para hacer observaciones a la prueba rendida, existan o no diligencias pendientes, el
tribunal citará a las partes para oír sentencia (artículo 432, Código de Procedimiento Civil). La resolución que
cita a las partes para oír sentencia solamente da a entender que el proceso está en estado de ser fallado y no
necesitan comparecer las partes, y, por lo tanto, se notifica por el estado diario.
Esta resolución es susceptible que sea recurrida por el recurso de reposición, fundado en un error de hecho
y deducirse dentro de tercero día (artículo 432, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil); por ejemplo, el mal
cómputo del plazo, etc. La resolución que resuelve la reposición es inapelable.
Esta resolución que recibe la causa a prueba es una “sentencia interlocutoria”, porque sirve de base para
el pronunciamiento de la sentencia definitiva, y por excepción puede deducirse reposición contra ella, porque este
recurso procede generalmente respecto de los autos y decretos.
Esta resolución que cita a las pares a oír sentencia está elevada a la categoría de “trámite esencial”; por lo
tanto, si es omitido, es procedente el recurso de casación en la forma cuando se ha dictado sentencia.

2.- Consecuencias procesales de la citación de las partes a oír sentencia:

Una vez notificada esta resolución, el proceso quedará en estado de fallo y no se admitirán más escritos ni
pruebas de ningún género. No obstante lo señalado, existen ciertas excepciones en que si es viable la presentación
de escritos y pruebas:

• En el incidente de nulidad procesal, cuando haya un vicio de magnitud (artículos 83 y 84, Código de
Procedimiento Civil).

• En las medidas para mejor resolver, en donde el tribunal de oficio puede ordenar, dentro del plazo para
dictar sentencia, de estas medidas (artículo 159, Código de Procedimiento Civil).

• Se pueden pedir medidas precautorias, que tienen por finalidad asegurar el resultado de la acción (artículo
290, Código de Procedimiento Civil).

3.- Medidas para mejor resolver:

Las medidas para mejor resolver son aquellas diligencias probatorias que el juez ordena de oficio, durante
el período de sentencia -que empieza a correr desde que se notifica a las partes la resolución que las cita a oír
sentencia- con el objeto de esclarecer hechos que el juez estime indispensables para una acertada resolución de la
controversia (artículo 159, Código de Procedimiento Civil). Estas medidas son restrictivas; el juez no tiene
amplias atribuciones.

* Examen particular de estas medidas:

Las medidas para mejor resolver son las siguientes:

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1. La agregación de cualquier documento que estimen necesario para esclarecer el derecho de los litigantes
(artículo 159, nº 1, Código de Procedimiento Civil). Como en este caso la ley no distingue, puede
ordenarse la agregación de instrumentos públicos o privados, se encuentren éstos en poder de las partes o
de terceros.

2. La confesión judicial de cualquiera de las partes sobre hechos que consideren de influencia en la cuestión
y que no resulten probados (artículo 159, nº 2, Código de Procedimiento Civil). Para que la confesión
pueda disponerse como medida para mejor resolver es necesario que recaiga sobre hechos que el juez
considere en influencia en el asunto y que no se encuentren probados por otros medios.

3. La inspección personal del objeto de la cuestión (artículo 159, nº 3, Código de Procedimiento Civil). Este
es el único medio de prueba en que el sujeto que ordena esta diligencia para mejor proveer y quien la
práctica es la misma persona.

4. El informe de peritos (artículo 159, nº 4, Código de Procedimiento Civil). La resolución que dispone esta
medida debe indicar además los asuntos sobre los cuales va a recaer el informe y será así mismo el juez
el que indique la calidad o la aptitud que debe reunir el o los peritos.

5. La comparecencia de testigos que hayan declarado en el juicio, para que aclaren o expliquen sus dichos
obscuros o contradictorios (artículo 159, nº 5, Código de Procedimiento Civil). Su comparecencia servirá
sólo para aclarar sus dichos obscuros o contradictorios.

6. La presentación de cualesquiera otros autos (procesos) que tengan relación con el pleito (artículo 159,
nº 6, Código de Procedimiento Civil). En este caso el tribunal debe pedir al otro tribunal que le remita el
expediente, y la forma de remitírselo puede ser enviando el original o con copias autorizadas. Si el
expediente remitido es el original, éste debe devolverse a la brevedad; el plazo no puede exceder de “ocho
días”, si se trata de autos pendientes.

* Procedimiento aplicable a las medidas para mejor resolver:

Si el juez las estima necesarias, debe dictar resolución en que se decrete una o más de estas medidas. La
resolución que dispone la práctica de alguna medida para mejor resolver se debe notificar por el estado diario
(artículo 159, inciso 4º, primera parte, Código de Procedimiento Civil).
Estas medidas deben estar cumplidas dentro del plazo máximo de veinte días, contados desde que se
notifique esta resolución que las decreta (le corresponde a las partes actuar en cumplimiento de estas medidas).
Si la medida no se cumple dentro de ese plazo, se tendrá por no decretada, en consecuencia, la medida se omite y
el tribunal deberá dictar sentencia sin más trámite, tal como está el proceso.
Podría ocurrir, excepcionalmente, que en la practica de estas medidas se haga necesario el esclarecimiento
de nuevos hechos indispensables para dictar sentencia. En este sentido, el artículo 159 del Código de
Procedimiento Civil dispone que puede el tribunal abrir un término especial de prueba, no superior a ocho días, y
limitado a los puntos que el tribunal deba señalar, debiendo en este caso las partes presentar las listas de testigos
dentro de los dos primeros días del probatorio. La resolución que dispone la apertura de este término especial de
prueba susceptible de apelación, en el solo efecto devolutivo.
En general las resoluciones que disponen mediadas para mejor resolver son inapelables con excepción de
la que dicta el juez de primera instancia ordenando informe pericial.
Es posible que ocurra dentro del procedimiento estando vencido el probatorio, se devuelvan antecedentes
(exhortos) de la prueba rendida en otro territorio jurisdiccional. Estos exhortos se agregan al proceso tan pronto
como se reciban y es tarea de las partes preocuparse de que estos exhortos se devuelvan oportunamente, porque
esto no constituye obstáculo para dictar sentencia (artículo 431, Código de Procedimiento Civil), a no ser que el

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tribunal lo estime necesario para dictar sentencia; en ese caso, podría repetir esa medida para mejor resolver, esa
prueba se considera para la segunda instancia.

4.- Término del juicio ordinario:

El juicio ordinario puede terminar de forma normal o anormal, y esto se debe a que puede culminar por
un acto propio del juez (normal) o por actos propios de las partes (anormal).

1) Forma normal de término del juicio ordinario:

La forma normal de término del juicio ordinario es mediante la dictación de la sentencia definitiva en
primera instancia. A través de este fallo se resuelve la cuestión o asunto que es objeto del juicio y que pone
término a la instancia.
El plazo para que el juez dicte sentencia en principio es de sesenta días, que se cuentan desde que la causa
queda en estado de sentencia.
La causa queda en estado de sentencia desde que queda ejecutoriada la resolución que citó a las partes a
oír sentencia o, en su caso, desde que se cumple una medida para mejor resolver o, en su defecto, cuando no se
cumple esta medida.
¿Qué pasa si el juez no dicta sentencia dentro del plazo legal?. Aquí estamos en presencia de una actuación
propia del tribunal, por lo tanto, no es un plazo fatal. El juez que no cumple con esta obligación se hace merecedor
de una sanción disciplinaria y puede ser amonestado por la Corte de Apelaciones, y si insiste puede ser suspendido
de sus funciones por el plazo de treinta días.
¿Cómo se notifica esta sentencia?. La sentencia definitiva, en principio se notifica por cédula. Lo anterior
no es absoluto, porque, en el caso de que una de las partes no ha señalado domicilio o en su rebeldía, la notificación
se hará por el estado diario.
La notificación por cédula es sin perjuicio de que el secretario deje constancia en el estado diario del hecho
de haberse dictado sentencia en el juicio, el día de su dictación y el envío de aviso a las partes. Esto no es una
notificación, sino una constancia. El fallo se puede cumplir, en principio, desde que queda ejecutoriada.

2) Formas anormales o anómalas de termino del juicio ordinario:

Existen varias formas de término del juicio y sin necesidad de que se dicte sentencia definitiva. Las formas
anormales de terminar el juicio ordinario son:

A. El contrato de transacción: La transacción es un contrato por el cual las partes terminan extrajudicialmente
un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual (artículo 2446, Código Civil).

B. La aceptación del desistimiento de la demanda: Es una forma anormal que consiste en el retiro de la
demanda por parte del actor, después que ella ha sido notificada legalmente al demandado.
No basta la sola petición de desistimiento, se requiere además que éste se acepte. Si el desistimiento
de la demanda es aceptado por sentencia interlocutoria, produce los efectos de extinguir las acciones a que
él se refiere.
La naturaleza de esta resolución es una sentencia interlocutoria porque resuelve un incidente
estableciendo derechos permanentes para las partes.

C. La resolución que acepta el abandono del procedimiento: Esto también es un incidente, y se produce
cuando todas las partes que figuran en el proceso han cesado en la prosecución de éste durante seis meses
161
contados desde la fecha de la última resolución recaída en alguna gestión útil para dar curso progresivo a
los autos (artículo 152, Código de Procedimiento Civil).
Esta resolución también es una sentencia interlocutoria. En principio, por el abandono del
procedimiento no se extingue la acción; si la acción es vigente se puede volver a demandar.

D. La conciliación total: La conciliación requiere un acuerdo de ambos litigantes a fin de darle solución al
litigio entre ellos. Aquí se termina el juicio porque el acta de conciliación se considera como una sentencia
y produce cosa juzgada.

E. El avenimiento: Es el acuerdo que logran directamente las partes de un proceso en virtud del cual se pone
término al conflicto jurídico sometido a juicio expresándose ese acuerdo ante el juez que conoce la causa.
El avenimiento es un título ejecutivo que produce cosa juzgada.

F. Cuando se acogen ciertas excepciones dilatorias de efectos permanentes: Se produce en aquellos casos en
que no se pueden corregir los vicios del procedimiento. Ejemplo: la incompetencia del tribunal.

G. Cuando se acogen las excepciones perentorias de cosa juzgada y transacción, cuando han sido opuestas
como dilatorias, en cuyo caso toman el nombre de “excepciones mixtas”, siempre que el juez no las estime
de lato conocimiento, puesto en ese caso se fallará en la sentencia definitiva. Si las acoge y resuelve, será
una sentencia interlocutoria, porque establece derechos permanentes a favor de las partes.

162
CUARTA PARTE: EL PROCEDIMIENTO INCIDENTAL

I. LOS INCIDENTES

1.- Generalidades, concepto y elementos de los incidentes:

En un juicio cualquiera se pueden suscitar cuestiones accesorias a la principal (que es la del fondo
discutido) que, si bien son distintas, no están desvinculadas entre ellas. Estas cuestiones accesorias se denominan
incidentes.
Estos incidentes, como requieren de un pronunciamiento especial del tribunal, se resuelven aparte de la
cuestión principal. Las resoluciones que resuelven un incidente pueden ser una sentencia interlocutoria o un auto,
según si establece o no derechos permanentes en favor de las partes.
Los incidentes están reglamentados en el Código de Procedimiento Civil en el Título IX del Libro I, en
los artículos 82 y siguientes. Estas son reglas de aplicación general.
Incidente es toda cuestión accesoria y distinta de la cuestión principal, que se presenta durante el curso del
proceso, y respecto del cual debe recaer un pronunciamiento especial del tribunal. Así se deduce del artículo 82
del Código de Procedimiento Civil.
De la definición señalada se desprende que los elementos que deben concurrir para que exista un incidente
son los siguientes:

➢ Que se trate de una cuestión accesoria de la principal: El incidente es una cuestión secundaria, pero
relacionada con el proceso principal.

➢ Debe existir un pronunciamiento especial del tribunal: Los incidentes deben ser resueltos en una sentencia
especial, que puede ser un auto o una sentencia interlocutoria.

El artículo 82 del Código de Procedimiento Civil agrega que el pronunciamiento es “con audiencia de las
partes”, esto es, oír a la parte contraria, conferir traslado de la situación. Este no es un elemento porque no siempre
los incidentes se tramitan con audiencia de las partes, ya que en ciertos casos excepcionales se pueden resolver
de plano.

2.- Clasificaciones de los incidentes:

Los incidentes admiten diversas clasificaciones:

1) Desde el punto de vista de su tramitación o las reglas de procedimiento que se aplican, los incidentes pueden
ser ordinarios y especiales.

o Incidentes ordinarios: Son aquellos a los cuales se les aplican las reglas de procedimiento de los artículos
82 a 91 del Código de Procedimiento Civil.

o Incidentes especiales: Son aquellos que se tramitan de acuerdo a reglas especiales, y que son todos los
incidentes cuya reglamentación está a continuación de los ordinarios (artículos 92 y siguientes, Código de
Procedimiento Civil).

163
2) Considerando la relación del incidente con las cuestión principal, los incidentes se clasifican en conexos e
inconexos.

o Incidentes conexos: Son aquellos que están directamente relacionados con la cuestión principal del pleito.
Este es el verdadero incidente.

o Incidentes inconexos: Son aquellos que no tienen relación con el asunto principal del juicio. Jurídicamente
no sería un incidente y el juez puede rechazarlo de plano (artículo 84, inciso 1º, Código de Procedimiento
Civil).

3) Considerando el efecto que produce el incidente en el proceso, se clasifican en incidentes de previo y especial
pronunciamiento e incidentes que no tienen ese carácter.

o Incidentes de previo y especial pronunciamiento: Son aquellos que requieren de una resolución previa a
la del juicio principal y por este motivo estos incidentes suspenden la tramitación del juicio principal hasta
que sean resueltos y se tramitan dentro del mismo cuaderno principal. Ejemplo: las excepciones dilatorias.

o Incidentes que no son de previo y especial pronunciamiento: Son aquellos que se tramitan separadamente
del proceso principal, en cuaderno aparte, y no suspenden la tramitación del juicio principal. Ejemplo: las
medidas precautorias.

4) Considerando la forma en que el juez va a resolver el incidente, se distinguen los incidentes sujetos a
tramitación y aquellos que se pueden resolver de plano. Esta clasificación se desprende del artículo 89, parte
final, del Código de Procedimiento Civil.

o Incidentes sujetos a tramitación: Son aquellos que no pueden ser resueltos sin oír a la parte contraria.

o Incidentes que se pueden resolver de plano: Son aquellos que no se someten a tramitación y en los cuales
el tribunal no oye a la parte contraria sino que resuelve de inmediato, en mérito de la solicitud.
Los incidentes que se resuelven de plano pueden ser de dos tipos: 1) aquellos cuyos fallos se pueden
fundar en hechos que consten en el proceso; y 2) aquellos incidentes que se funden en hechos de pública
notoriedad. En cualquiera de estos casos, se trata de hechos que no admiten duda.

5) Considerando el efecto que el incidente produce en la prosecución del proceso, se distinguen los incidentes
dilatorios y los no dilatorios.

o Incidentes dilatorios: Son aquellos que producen un retardo en la prosecución del juicio; suspenden la
tramitación del juicio principal.

o Incidentes no dilatorios: Son aquellos que no afectan la tramitación del juicio principal (no paralizan la
tramitación del juicio). Constituyen la regla general.

3.- Oportunidad para deducir incidentes:

En relación a la oportunidad para promover incidentes, debemos distinguir y analizar las reglas generales
y las situaciones especiales para deducir incidentes.
164
* Reglas generales:

Las reglas generales son las siguientes:

a. Los incidentes deben promoverse tan pronto como los motivos lleguen a conocimiento de la parte interesada.
Esta regla hace suponer que la parte debe tomar conocimiento efectivo del hecho en que se formulará el
incidente. La ley no dice cuál será el momento, por lo tanto, se deberá creer a la persona que la formula y si
la parte contraria la pretende rebatir, tiene que acreditarlo.

b. Los incidentes se deben formular durante la tramitación del juicio. Esto significa desde que la demanda se
encuentra notificada legalmente hasta que las partes sean citadas a oír sentencia, es decir, hay una amplia
oportunidad.
Después que las partes han sido citadas para oír sentencia no se admiten escritos ni incidentes, con
excepción de los siguientes casos: 1) Cuando se deduce un incidente de nulidad procesal; 2) Cuando se deduce
el incidente por falta de emplazamiento, se puede deducir, incluso, encontrándose la sentencia ejecutoriada;
y 3) Se permite también promover ciertos incidentes especiales, como por ejemplo, la acumulación de autos,
el desistimiento de la demanda, etc.

* Situaciones especiales para deducir incidentes:

En esta materia distinguimos tres reglas:

a) Caso en que el incidente se fundamenta en un hecho ocurrido antes de la iniciación del juicio o coetáneo
con su principio (desde que se notifica la demanda). Ejemplos: cualquier defecto que adolezca la demanda,
la incorrecta notificación de la demanda, etc. Aquí la ley es está refiriendo a la oportunidad de deducir un
incidente pro parte del demandado. En este caso, se deberá deducir el incidente antes de hacer cualquier
gestión principal en el juicio (artículo 84, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
La jurisprudencia ha señalado que la “gestión principal del pleito” es aquella que mira el fondo del
asunto, por lo tanto, el legislador se refiere a la contestación de la demanda; en consecuencia, el demandado
deberá deducir el incidente antes de contestar la demanda. Si se pronuncia después, el tribunal podrá
rechazarlo de plano, salvo que se trate de un vicio que anule el proceso, o que se trate de una circunstancia
esencial para la ritualidad o la marcha del juicio (artículo 84, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil).

b) Caso en que el incidente se funda en hechos que ocurran durante la tramitación del juicio, es decir, después
de notificada legalmente la demanda, deberán promoverse tan pronto como el hecho llegue a conocimiento
de la parte (artículo 85, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil). Si en la causa consta que el hecho ha
llegado a conocimiento de la parte y si consta además que la parte ha realizado una gestión cualquiera sin
promover el incidente, el que promueva después será rechazado de plano, salvo que se trate de un vicio
(artículo 85, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

c) Todos los incidentes cuyas causas existan simultáneamente, esto es, que hayan diversos incidentes que se
funden en hechos distintos pero que han ocurrido en el mismo momento, deberán promoverse todos a la vez.
Esto significa que deben promoverse dentro de una misma oportunidad para evitar la dilación innecesaria del
juicio, de manera que si se promueven separadamente, en escritos distintos, serán desestimados de plano por
el juez, salvo que exista un vicio (artículo 86, Código de Procedimiento Civil).

Es importante tener presente que las oportunidades que la ley señala deben cumplirse rigurosamente,
porque la ley señala una sanción que es la de rechazarse de plano, es decir, sin admitirse a tramitación.
165
La ley también establece una regla tendiente a evitar la interposición indiscriminada de incidentes y, para
ello, establece restricciones, porque cuando se deduce un incidente altera la tramitación del juicio y por ello la ley
tiende a evitarlos.
La ley, en el artículo 88 del Código de Procedimiento Civil, a fin de evitar que litigantes maliciosos
formulen reiteradamente incidencias, con el sólo fin de demorar o entrabar el proceso, dispone que aquel litigante
que haya promovido y perdido dos o más incidentes en un mismo juicio, no puede promover ningún otro sin que
previamente deposite o consigne una cantidad de dinero. La suma de la consignación podrá fluctuar entre una a
diez unidades tributarias mensuales. Esta multa la determina de oficio el juez.
Estos incidentes (cuando se han perdido dos o más incidentes) se tramitarán a futuro en cuaderno separado,
a fin de evitar la dilación del asunto principal.

166
II. TRAMITACION DE LOS INCIDENTES ORDINARIOS

1.- Formulación del incidente:

Una vez formulado el incidente, a través del escrito pertinente de la parte, el juez tiene que analizar este
escrito y puede adoptar dos actitudes frente al incidente: 1) Puede resolverlo de plano, o sea, que lo acoja o rechace
de inmediato; y 2) Puede admitirlo a tramitación, en cuyo caso se somete a procedimiento.
Los casos en que se resuelve de plano por el tribunal son los siguientes:

a. Si el incidente es inconexo, es decir, que no tenga conexión alguna con el asunto principal del juicio.

b. Si el incidente nace o se funda de un hecho anterior al juicio o coexiste con su inicio y la parte que lo
promueve ha hecho cualquier gestión principal antes de promoverlo. Ejemplo: que el demandado conteste
la demanda.

c. Si el incidente nace o se funda en un hecho ocurrido durante la tramitación del juicio y la parte ha hecho
cualquier gestión después de que el hecho llegó a su conocimiento, también el incidente deberá ser rechazado
de plano.

d. Si las causas que dan origen a los incidentes existen simultáneamente y los incidentes no son promovidos a
la vez, aquel que se promueva después también será rechazado de oficio.

e. Si el fallo del incidente se va a fundar en hechos que consten en el proceso o que sean de pública notoriedad
(aspectos que el tribunal debe indicar en la resolución), este incidente puede ser resuelto de plano, fundado
en esos antecedentes.

2.- Tramitación incidental:

En este caso, el tribunal los acoge a tramitación. Aquí hay tres etapas básicas de todo procedimiento: 1)
período de discusión, 2) período de prueba del incidente, y 3) período de fallo o resolución del incidente.

* Período de discusión:

Para deducir un incidente en juicio es necesario interponer primero “la demanda incidental”, la que tendrá
que hacerse siempre que el juicio principal se haya iniciado, y lo puede interponer cualquiera de las partes y
también terceros ajenos a la litis en ese momento.
Esta demanda incidental no tiene normas, es decir, no hay requisitos especiales establecidos, lo que
significa que hay que recurrir a las normas correspondientes del procedimiento ordinario; por lo tanto, en general,
la demanda incidental deberá cumplir con los requisitos del artículo 254 del Código de Procedimiento Civil.
La demanda la firmará exclusivamente el mandatario judicial, según el artículo 7º, inciso 1º, del Código
de Procedimiento Civil, que autoriza al mandatario judicial a tomar parte en todos los trámites e incidentes del
juicio.
Presentada la demanda incidental, el juez, de acuerdo con la ley, debe tomar conocimiento de la demanda
a través del secretario.
El juez, al tomar conocimiento de esta demanda incidental, tendrá que analizar lo siguiente:

▪ Si el incidente ha sido promovido oportunamente, de lo contrario lo puede rechazar de plano.

167
▪ Si el incidente tiene o no conexión con el asunto principal, y de no haber conexión también puede
rechazarlo de plano.

▪ Si el incidentista estaba o no obligado a consignar. Si estaba obligado a consignar y no lo hace, este


incidente se considerará como no interpuesto y se extingue el derecho a volverlo a promover.

▪ Si los hechos en que se va a fundamentar el fallo de los incidentes consta o no en el proceso, o bien si es
de pública notoriedad.

▪ Si el incidente planteado es o no de previo y especial pronunciamiento, porque, si lo es, suspende el


procedimiento y se tramita en el cuaderno principal.

Dependiendo de todas estas circunstancias, el juez podrá acogerlo o rechazar el incidente de plano. Si el
juez estima que hay que tramitarlo, debe conferir traslado a la parte contraria por el plazo de tres días (artículo
89, primera parte, Código de Procedimiento Civil), y a esto alude la frase del artículo 82 del Código de
Procedimiento Civil, “con audiencia de las partes”.
La notificación de la demanda incidental se hace de acuerdo a la regla general en esta materia, que es por
el estado diario, lo que no obsta para que se haga personalmente. Aquí se habla de emplazamiento, esto es, que
hay que dejar transcurrir íntegramente el plazo de tres días.
El demandado incidental, notificado por el estado diario, solicitará copia del escrito de demanda, y en caso
que el demandante no deje copias, no le correrá plazo a la parte contraria y el tribunal le impondrá una multa al
litigante que incumpla con esta obligación.
En cuanto a las actitudes del demandado frente demanda incidental, son las mismas que puede tener
cualquier demandado, en consecuencia, el demandado puede: 1) Aceptar la demanda incidental, allanándose a
ella; 2) No contestarla; y 3) Contestar defendiéndose, que es lo normal.
En cuanto a la reconvención, no es procedente en los incidentes, y está reservado solamente para la
demanda principal.
Una vez contestada la demanda, el juez tiene que hacer un examen del incidente para ver si existen hechos
controvertidos en relación al incidente. Luego de este examen, el juez recibirá el incidente a prueba o bien lo
fallara.

* Período de prueba:

Si existen hechos controvertidos, substanciales y pertinentes, el tribunal va a recibir el incidente a prueba.


Esto significa que tendrá que dictar una resolución en que recibe el incidente a prueba, y esta resolución debe
contener todas las menciones que corresponden, como fijar los hechos controvertidos, señalar la audiencia para
rendir la testimonial, etc.
La notificación de la resolución que recibe el incidente a prueba se hace por el estado diario.
En cuanto a la naturaleza jurídica de la resolución, ésta es variable, y puede ser un auto o una sentencia
interlocutoria.
Respecto a los recursos en contra de la resolución que recibe el incidente a prueba, no se aplican las reglas
generales del juicio ordinario. Lo que está claro es que la resolución es inapelable. En todo caso, si la resolución
es un auto, procede la reposición dentro de tercero día.
El término probatorio en los incidentes, al igual que en el juicio ordinario, se puede clasificar en: 1)
ordinario, 2) extraordinario, y 3) especial, con algunas particularidades.

A) Término probatorio ordinario: El término probatorio ordinario en el incidente es de ocho días, contados
desde que se notifica la resolución que recibe el incidente a prueba. Este término está destinado a rendir
prueba dentro del territorio jurisdiccional del tribunal que conoce del juicio, lo que no impide rendir prueba
en cualquier parte del territorio de la República o en el extranjero.
168
B) Término probatorio extraordinario: Es aquel aumento que se le agrega al término probatorio ordinario en
aquellos casos en que deba rendir prueba fuera del territorio del tribunal que conozca el juicio; no se
aumenta de acuerdo a la tabla de emplazamiento, sino que el aumento se hará en conformidad al número
de días que el tribunal estime necesarios, no excediendo de treinta días, contados desde que se recibió el
incidente a prueba. Aquí lo correcto es que se diga desde que se notifica la resolución que recibe el
incidente a prueba, entendiéndose que el total de días sería de veintidós días, sumando los ocho del
probatorio ordinario.

C) Término especial de prueba: No hay norma especial en el título de los incidentes que se refiera a él, por
lo tanto, se concluye que deben aplicarse las normas pertinentes del juicio ordinario de mayor cuantía, por
disposición del artículo 3º del Código de Procedimiento Civil.

Finalmente, en cuanto a la prueba de los incidentes, podemos señalar que respecto a los instrumentos, no
hay novedad en los incidentes, por lo tanto se aplican las mismas reglas ya conocidas. Se pueden hacer valer en
cualquier estado del incidente hasta el vencimiento del probatorio incidental.
En relación a la prueba de testigos, hay novedades:
▪ En la presentación de la lista de testigos, ésta debe presentarse dentro de los dos primeros días del
probatorio, individualizados en la forma ya conocida.

▪ No es necesario acompañar la minuta de puntos de prueba, pero, como no está prohibido, se entrega al
criterio de las partes.

▪ No se aplica aquella norma excepcional del juicio ordinario que permitía declarar testigos no incluidos en
la lista; esto se debe a que el artículo 90, inciso 2º, del Código de Procedimiento Civil señala expresamente
que “sólo se examinarán testigos que figuren en dicha nómina”.

En cuanto a la confesión, la inspección personal del tribunal y el informe de peritos, no hay mayores
novedades en los incidentes respecto del juicio ordinario.

* Período de sentencia o fallo del incidente:

Se aplica el artículo 91 del Código de Procedimiento Civil, que dice que vencido el probatorio, tribunal
debe fallar la incidencia, a más tardar, dentro de tercero día.
En esta etapa de sentencia, el procedimiento incidental presenta algunas diferencias con el procedimiento
del juicio ordinario. Estas diferencias son las siguientes:

a) No existe la etapa de observaciones a la prueba.

b) No existe el trámite de la resolución que ordena a las partes para oír sentencia, esto se debe a que el
legislador pretende que los incidentes se fallen a la mayor brevedad y entorpecen la tramitación principal.

c) En relación a las medidas para mejor resolver, si bien la ley no las establece y no obstante la redacción del
artículo 91 del Código de Procedimiento Civil, nada impide que sean decretadas por el tribunal.

d) La resolución que resuelve el incidente va a ser siempre una sentencia interlocutoria o un auto, según si
se establecen o no derechos permanentes en favor de las partes. Esta resolución debe cumplir con los
requisitos del artículo 171.

169
En cuanto a los recursos contra la resolución que falla un incidente, debemos distinguir si se falla a través
de una sentencia interlocutoria o un auto.

A. Si el incidente se falla a través de una sentencia interlocutoria, es procedente el recurso de apelación,


porque este es propio de las sentencias definitivas e interlocutorias.

B. Si el incidente se falla a través de un auto, es procedente el recurso de reposición y, excepcionalmente,


procedería el recurso de apelación si esta resolución altera la substanciación regular del juicio o si recae
sobre un trámite no ordenado expresamente por la ley.

170
QUINTA PARTE: EL PROCEDIMIENTO SUMARIO

I. ASPECTOS GENERALES

1.- Generalidades y concepto del procedimiento sumario:

El procedimiento sumario se encuentra reglamentado en el Título XI del Libro III del Código de
Procedimiento Civil, en los artículos 680 al 692 inclusive.
El procedimiento sumario “es un procedimiento de tramitación breve establecido para los casos en que la
naturaleza de la acción deducida requiere una tramitación rápida para que sea eficaz y para ciertos asuntos
taxativamente enumerados por el legislador en el artículo 680 del Código de Procedimiento Civil”.

2.- Ámbito de aplicación del juicio sumario:

En cuanto a su aplicación, este procedimiento sumario procede en dos casos: 1) una situación de carácter
general, y 2) ciertos casos especiales.

1) Situación general: Este procedimiento se aplicará, en defecto de otra regla especial, a los casos en que la
acción deducida requiera, por su naturaleza, tramitación rápida para que sea eficaz (artículo 680, inciso 1º,
Código de Procedimiento Civil). Esta es una cuestión de hecho que, en definitiva, la aprecia el juez.

2) Ciertos casos especiales: En estos casos no interesa la naturaleza de la acción; procede en los casos que
enumera el artículo 680 del Código de Procedimiento Civil:

- 1°: A los casos en que la ley ordene proceder sumariamente, o breve y sumariamente, o en otra forma
análoga.

- 2°: A las cuestiones que se susciten sobre constitución, ejercicio, modificación o extinción de
servidumbres naturales o legales y sobre las prestaciones a que ellas den lugar.

- 3°: A los juicios sobre cobro de honorarios, excepto el caso del artículo 697 del Código de Procedimiento
Civil.

- 4°: A los juicios sobre remoción de guardadores y a los que se susciten entre los representantes legales
y sus representados.

- 6°: A los juicios sobre depósito necesario y comodato precario.

- 7°: A los juicios en que se deduzcan acciones ordinarias a que se hayan convertido las ejecutivas, a
virtud de lo dispuesto en el artículo 2515 del Código Civil.

- 8°: A los juicios en que se persiga únicamente la declaración impuesta por la ley o el contrato, de rendir
una cuenta, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 696.

- 9°: A los juicios en que se ejercita el derecho que concede el artículo 945 del Código Civil para hacer
cegar un pozo.

171
- 10°: A los juicios en que se deduzcan las acciones civiles derivadas de un delito o cuasidelito, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 59 del Código Procesal Penal y siempre que exista sentencia
penal condenatoria ejecutoriada.

3.- Características del procedimiento sumario:

El juicio sumario presenta las siguientes características:

1) Es un procedimiento declarativo, puesto que persigue que el reconocimiento o declaración de un derecho


controvertido, al igual que el juicio ordinario.

2) Puede ser un procedimiento común o de aplicación general, cuando la acción requiera tramitación rápida
para que sea eficaz.

3) Puede ser un procedimiento especial o de aplicación particular, en todos los demás casos que la ley
señale.

4) Es un procedimiento excepcional; la regla general es el procedimiento ordinario.

5) Es un procedimiento verbal, es decir, hay preeminencia de las actuaciones orales; aunque en la práctica
es escrito y lo verbal está reducido a la audiencia de contestación de la demanda.

6) Se trata de un procedimiento breve, puesto que tiene menos trámites que el juicio ordinario, por lo tanto
es más rápido.

7) Es un procedimiento concentrado, porque tanto la cuestión principal como los incidentes se promueven
en la audiencia de contestación, y se tramitan y fallan conjuntamente, en una misma sentencia.

8) El tribunal de alzada tiene mayores facultades que las habituales, porque puede pronunciarse sobre todas
las cuestiones debatidas en primera instancia, aun cuando no hayan sido resueltas en el fallo apelado.

9) Se admite la sustitución del procedimiento, lo que significa que un procedimiento iniciado como sumario
puede seguirse tramitando como ordinario.

172
II. TRAMITACION DEL JUICIO SUMARIO

1.- Período de discusión:

El juicio sumario se inicia por la demanda del actor, sin perjuicio de que se solicite una medida prejudicial
antes de presentar una demanda.
En relación a la demanda se ha discutido si ésta puede ser verbal o no.

• Algunos dicen que se puede presentar en forma verbal, sin perjuicio de que se pueda presentar por escrito,
y si se presenta de la primera forma, hay que levantar acta. Esta doctrina se basa en el artículo 682 del
Código de Procedimiento Civil.

• Otros autores señalan que debe ser escrita, porque aquí no hay norma especial, y cuando el legislador ha
permitido la demanda verbal lo ha dicho expresamente, tal como sucede en el artículo 704, inciso 2º, del
Código de Procedimiento Civil, en el juicio ordinario de mínima cuantía. Ellos estiman que la norma del
artículo 682 del Código de Procedimiento Civil se refiere al procedimiento.

En cuanto a los requisitos de la demanda, no hay norma especial al respecto, por lo tanto, se aplican las
normas pertinentes del juicio ordinario, es decir, los requisitos generales de todo escrito y las especiales del
artículo 254 del Código de Procedimiento Civil. En las Cortes de Apelaciones en que exista auto acordado, se
debe cumplir con las normas de dicho auto acordado. Se deben cumplir, además, con las normas de la Ley Nº
18.120, sobre comparecencia en juicio, si no se han cumplido con ellas antes de la presentación de la demanda.
Si la demanda cumple con todos los requisitos, el juez debe proveerla citando a las partes a una audiencia
o “comparendo de contestación y conciliación”, para el quinto día hábil después de la última notificación (artículo
683, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil); esto es en el entendido que el demandado se encuentre en el lugar
del juicio. Si el demandado no se encuentra en el lugar del juicio, este plazo se aumentará en conformidad al
artículo 259 del Código de Procedimiento Civil.
Aquí se aplica el artículo 259, pero no el 258 del Código de Procedimiento Civil, es decir, no se aplica el
aumento de tres días que esa norma señala.
La demanda se notifica de acuerdo con las reglas generales. Si la demanda es la primera notificación se
hará por el estado diario al demandante y personalmente al demandado, sin perjuicio se aplicar otras formas de
notificación.
En cuanto al emplazamiento, el profesor Julio Salas señala que en el juicio sumario el emplazamiento está
determinado por los siguientes aspectos: 1) La notificación legal de la demanda al demandado; 2) El transcurso
del plazo correspondiente para realizar la audiencia, que será de cinco días o este plazo más el aumento de la tabla
de emplazamiento; y 3) La realización misma de la audiencia, porque esta es la única posibilidad que tiene el
demandado para contestar la demanda.
El Código de Procedimiento Civil siempre alude a la audiencia como un elemento clave del juicio, por lo
tanto, es un trámite o diligencia esencial del juicio (artículo 795, Código de Procedimiento Civil), aunque no lo
dice expresamente el Código.
La audiencia o comparendo de rigor debe celebrarse el día y a la hora que corresponda. A ella tienen
derecho a comparecer:

1. Ambos litigantes, demandante y demandado; los que pueden, a su vez, comparecer con sus abogados y
apoderados respectivos.

2. El respectivo oficial del ministerio público o defensor público, cuando deban intervenir conforme a la ley, o
cuando el tribunal lo juzgue necesario (artículo 683, inciso 2º, primera parte, Código de Procedimiento Civil).
El oficial del ministerio público en la actualidad debe entenderse como derogado, ya que en la actualidad se
debe hablar, en esta materia, de los fiscales judiciales, que actúan en segunda instancia. Por su parte, al

173
defensor público le corresponde emitir opiniones respecto de determinados casos cuando el juez lo estime
concerniente o la ley se lo exija.

3. Ciertos parientes, cuando la ley exija que deben ser oídos, y son los que indica el artículo 42 del Código
Civil. Ejemplo: la remoción de guardadores, etc. (artículo 689, Código de Procedimiento Civil).

Este comparendo de contestación y conciliación en el juicio sumario tiene diversas finalidades. A saber:

- Se procede a contestar la demanda (es la única posibilidad de hacerlo).


- Es la oportunidad para promover incidentes.
- Se pueden formular excepciones dilatorias en forma previa a la contestación.
- Es posible oír a otras personas en la audiencia (parientes, defensor público).
- Tiene por finalidad que se realice la conciliación obligatoria. Esta diligencia debe cumplirse evacuado el
trámite de la contestación.

¿Es posible que dentro de esta audiencia se deduzca reconvención?. Esta es una materia discutida. La ley
no dice nada, pero se ha resuelto que la reconvención no es procedente en el juicio sumario. Ello es así porque la
ley en ciertos casos en que se admite, la ley lo dice expresamente (ejemplo: la ley de arrendamiento); además al
no haber norma, el demandante no tendría oportunidad para defenderse de la acción reconvencional y los trámites
de la reconvención no están de acuerdo con la tramitación del juicio sumario, porque en él no hay réplica ni
dúplica.
Cuando se celebra la audiencia del juicio sumario, hay que distinguir las siguientes situaciones que pueden
presentarse:

▪ Que comparezcan todos.


▪ Que concurra solamente el demandante.
▪ Que concurra solamente el demandado.
▪ Que no concurra el defensor público.
▪ Que no concurran los parientes.
▪ Que no comparezca nadie, ni demandante ni demandado.

1) Que comparezcan todos, es decir, que concurran las partes y las otras personas que la ley permite: En este
caso no hay problema y la audiencia se realizará el día y hora que corresponda, y en ella cada parte hará
valer su derecho: el demandante ratifica su demanda y el demandado formula excepciones dilatorias o
contesta, y seguidamente tendrán la palabra las otras personas que asistan y, posteriormente, el juez llamará
a conciliación. Con el mérito de lo que en la audiencia se exponga, se recibirá la causa a prueba o se citará a
las partes para oír sentencia, y de todo lo obrado en el comparendo deberá levantarse acta que será suscrita
por todos los asistentes.

2) Que concurra solamente el demandante: En este caso, el comparendo se debe realizar en rebeldía del
demandado y eso significa que se produce la contestación ficta de la demanda; el trámite se tiene por
cumplido y la conciliación no se lleva a efecto y se deja constancia. En esta situación, el demandante tiene
un derecho que consiste en pedir que se acceda provisionalmente a lo pedido en la demanda (artículo 684,
inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

3) Que concurra solamente el demandado: La ley no se refiere a esta situación, por lo cual se concluye que el
comparendo hay que celebrarlo en rebeldía del demandante y con lo que exponga el demandado el tribunal,
o recibe la causa a prueba o cita a las partes a oír sentencia. Aquí no puede haber llamado a conciliación.

174
4) Que no concurra el defensor público debiendo hacerlo: El comparendo se puede realizar igualmente; la
ausencia del defensor público no impide que ella se lleve a cabo, lo único que queda es solicitar informe
posterior de este funcionario.

5) Que no concurran los parientes: La ley dice que depende de la calidad de los parientes y de lo que el juez
estime. Si el tribunal estima que los parientes inasistentes son de influencia, podría ordenar la suspensión del
comparendo, y puede ordenar que sean nuevamente citados. La ley señala expresamente que los parientes
pueden asistir a la primera audiencia o a otra posterior.

6) Que no comparezca nadie, ni demandante ni demandado: El comparendo no se realiza. Aquí la única


solución es que la parte interesada pida nuevo día y hora para realizar la audiencia. Si el comparendo no se
realizó, no se deja constancia de aquello, por lo tanto, debe pedirse de nuevo aunque el plazo esté vencido,
porque es una diligencia esencial.

2.- Período de prueba:

Este va a depender del resultado de la audiencia, si hubo o no conciliación, y de lo que haya señalado el
demandado, porque puede aceptar la demanda o allanarse a ella, y también depende si existen hechos
controvertidos, que sean sustanciales y pertinentes (en esta materia se aplican las reglas generales).
Dentro del procedimiento sumario, hay una norma (artículo 686, Código de Procedimiento Civil) que se
refiere a la prueba, y que dice que la prueba, cuando haya lugar a ella, se rendirá en los plazos y en la forma
establecida para los incidentes. Lo que se rige según la regla de los incidentes es únicamente respecto del plazo
(término probatorio) y la forma de rendir la prueba, de manera que queda excluida la resolución que recibe la
causa a prueba.
En consecuencia, en el procedimiento sumario se debe cumplir con la resolución que recibe la causa a
prueba, y ésta se rige por las reglas generales del juicio ordinario.
La impugnación de dicha resolución también se rige por las generales: reposición y apelación en subsidio,
dentro de tercero día. Se cuenta ese plazo desde que se notifica de la resolución que recibe la causa a prueba a la
persona que lo dedujo.
Por otro lado, el término probatorio puede ser ordinario, extraordinario y especial.

a) Término probatorio ordinario: En cuanto a su duración, se rige por la norma de los incidentes, o sea es de
ocho días, y él cómputo se cuenta exactamente igual que en el procedimiento ordinario, según si se dedujo
o no reposición.

b) Término probatorio extraordinario: Este plazo no puede exceder de treinta días. La ampliación es por el
número de días que estime el juez (los treinta días incluyen los ocho del probatorio ordinario, o sea, el
máximo es de veintidós días).

c) Término probatorio especial: Se rige por las reglas generales, porque no hay regla especial para los
incidentes, y nos remitimos a las reglas del juicio ordinario de acuerdo al artículo 3º del Código de
Procedimiento Civil.

En materia de prueba existe una situación especial tratándose de la prueba de testigos. Aplicando las reglas
de los incidentes, la lista de testigos debe acompañarse dentro de los dos primeros días del probatorio, y no se
exige acompañar minuta de puntos de prueba. Al respecto, se discutió el problema que podía presentarse en el
caso de que se pida reposición en contra de la resolución que recibe la causa a prueba, ¿qué sucede si se hace
valer el tercer día en relación con la lista de testigos?. Se ha resuelto unánimemente que si el recurso de reposición
se dedujo dentro de tercero día, estaría vencido el plazo para presentar lista de testigos.
175
3.- Período de sentencia:

En el procedimiento sumario, una vez vencido el término probatorio, siempre que haya sido necesaria la
prueba, o vencido el término de discusión, si no es necesaria la prueba, el tribunal debe citar a las partes para oír
sentencia (artículo 687, Código de Procedimiento Civil). Aquí no existe el período de observaciones a la prueba
rendida.
Una vez notificada la resolución que cita a las partes a oír sentencia el asunto queda en estado de fallarse
y se producen los efectos del juicio ordinario; no se admiten escritos ni pruebas de ningún tipo.
En el procedimiento sumario, la ley dice que el plazo para dictar sentencia definitiva es de diez días
(artículo 688, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil). El tribunal, dentro de ese plazo podría hacer uso de la
facultad de disponer medidas para mejor resolver (artículo 159, Código de Procedimiento Civil). Esta sentencia
definitiva se ajusta a los requisitos del juicio ordinario (artículo 170, Código de Procedimiento Civil, y del auto
acordado de la Corte Suprema sobre forma de la sentencia).
En materia de recursos en contra de la sentencia definitiva, la ley dice que ella es apelable en ambos
efectos, salvo que, concedida la apelación en esta forma, hayan de eludirse sus resultados (artículo 691, Código
de Procedimiento Civil).
En el juicio sumario existe una particularidad que consiste en la facultad que tiene el tribunal de segunda
instancia, el cual puede pronunciarse sobre todas las cuestiones debatidas en primera instancia para ser falladas
en definitiva, aun cuando no hayan sido resueltas en el fallo apelado (artículo 692, Código de Procedimiento
Civil). En el procedimiento ordinario el tribunal superior no tiene facultades para hacer estos pronunciamientos,
o sea, una acción o excepción no resuelta en primera instancia.
Además, de acuerdo a las reglas generales, en el procedimiento sumario procede el recurso de casación en
la forma, tanto en primera como en segunda instancia.

4.- La aceptación provisional de la demanda:

Tiene lugar si el demandado no concurre a la audiencia de contestación de la demanda, en este caso, el


demandante tiene derecho a pedir al juez que acceda en forma provisional en lo pedido en la demanda. Esto se
solicita a través de un escrito y haciendo valer un fundamento plausible (artículo 684, inciso 1º, Código de
Procedimiento Civil). Esto quiere decir, en la práctica, que el tribunal da lugar en forma anticipada a las peticiones
del demandante.
En este caso, la resolución debe notificársele al demandado, y éste podría conformarse, o bien oponerse.
Esta oposición del demandado deberá hacerlo dentro del plazo de cinco días desde que es notificado. Además de
esto, el demandado también podría apelar de la resolución.
Si se formula la oposición, el tribunal debe citar a una nueva audiencia, en donde será oído el demandado
respecto a esta oposición. Esto no significa que en esta audiencia pueda contestar la demanda, pues ese derecho
ya precluyó.
Esta audiencia no impide que se pueda cumplir la sentencia, ni que se altere la condición jurídica de las
partes.
Esta solicitud de aceptación provisional de la demanda es de dudosa utilidad, pues, si la sentencia
definitiva no acoge la demanda, tiene que dejarse sin efecto el cumplimiento provisional, hay que deshacer lo
hecho y el demandado tendría derecho a restitución de lo pagado. Si la sentencia definitiva acoge la demanda, no
hay problemas.

176
5.- Incidentes en el juicio sumario:

En materia de incidentes, el Código da una regla general: los incidentes se promueven en la audiencia de
contestación de la demanda (artículo 690, Código de Procedimiento Civil). Estos incidentes se tramitan
conjuntamente con la acción principal; en general no paralizan el juicio principal ya que se fallan en la sentencia
definitiva.
Hay casos especiales en que, no obstante la regla que señala el artículo 690 del Código de Procedimiento
Civil, se pueden plantear en un momento distinto de la tramitación. Ejemplo: si los hechos ocurren después de
celebrado el comparendo y el incidente se promueve fuera de la audiencia, durante el curso del juicio.

* El incidente de sustitución del procedimiento:

Esta es una institución novedosa, según la cual, si un proceso se ha iniciado conforme a las normas del
juicio sumario, cuando se ha dado esta forma de tramitación por haber estimado el juez que ello era necesario
para evitar que se frustrara la pretensión del actor, atendida la naturaleza de ella, el artículo 681 contempla la
posibilidad de que el procedimiento sumario sea sustituido por el ordinario. Por ello este artículo señala en forma
textual “en los casos del inciso 1º del artículo anterior, iniciado un procedimiento sumario, podrá decretarse su
continuación conforme a las reglas del juicio ordinario, si existen motivos fundados para ello”.
A la inversa, iniciado como ordinario, podrá continuar con arreglo al procedimiento sumario, si aparece
la necesidad de aplicarlo. Conforme a lo dicho, en este segundo caso cualquier juicio ordinario puede
transformarse en sumario; en cambio, no todo juicio sumario puede transformarse en ordinario, sino que sólo en
los casos del inciso 1º del artículo 680 del Código de Procedimiento Civil.
La solicitud en que se pida la substitución se tramitará como incidente. La doctrina estima que se podría
formular el incidente antes, durante o después de la audiencia, ya que la ley emplea la frase “en el caso de....”, es
decir, basta que el procedimiento sumario esté iniciado, y se inicia desde que se notifica legalmente la demanda.
El problema que se origina es determinar si estos incidentes deben resolverse o no fuera de la sentencia
definitiva. Julio Salas estima que en este caso lo lógico sería que el incidente suspendiera el procedimiento, y por
ello se tiene que resolver antes, porque si se resuelve en la sentencia definitiva, el procedimiento ya estará
terminado.
La finalidad del incidente de sustitución del procedimiento es subsanar los errores, porque un juicio se
pudo haber tramitado erróneamente, de acuerdo con el procedimiento sumario, porque así se estimó por el juez o
por el demandante y el juez no se percató del error. Lo obrado, sin embargo, es válido en el procedimiento
sumario, porque la ley dice que el juicio “continúa” (esta misma regla se aplica en el caso de que un juicio se haya
iniciado como ordinario debiendo iniciarse como sumario).
Respecto a la apelación de la resolución recaída que accede a sustituir el procedimiento, se distingue entre
si se dicta en juicio ordinario o en el juicio sumario. En el primer caso tanto la resolución que da lugar a la
sustitución de procedimiento como la que lo niega es apelable en ambos efectos. En el segundo caso la resolución
que da lugar al cambio como la que lo niega es apelable en el sólo efecto devolutivo (artículo 691, inciso 2º,
Código de Procedimiento Civil).
Finalmente, en cuanto a los efectos de la resolución que accede a sustituir el procedimiento, podemos
señalara que esta resolución produce efecto siempre hacia el futuro, y no hacia atrás; en ese caso, las actuaciones
realizadas en el proceso son válidas. No hay nulidad procesal hacia atrás, lo cual constituye una novedad., porque
cuando se infringen las normas de procedimiento adolece de vicio de nulidad.

177
SEXTA PARTE: LOS RECURSOS PROCESALES

I. GENERALIDADES

1.- Fundamento y concepto de los recursos:

Estos recursos tienen su fundamentación en que cuando los tribunales administran justicia siempre está
presente la posibilidad del error. Siempre los recursos procesales dicen relación con las resoluciones judiciales y
ello deriva de la teoría de la impugnación y siempre debe haber un agravio respecto de una o ambos litigantes y
el agravio consiste en que el juez no da lugar a las pretensiones de las partes, negándolas total o parcialmente.
Los recursos procesales “son medios de impugnación que la ley otorga o concede a las partes que han
resultado agraviadas por una resolución, para obtener la modificación, enmienda o invalidación de dicha
resolución”.

2.- Clasificaciones de los recursos procesales:

Los recursos al igual que otras materias procesales admiten ciertas clasificaciones:

1. Atendiendo a la generalidad de la procedencia del recurso, se les clasifica en ordinarios y extraordinarios.

o Recursos ordinarios: Son aquellos que proceden en contra de la mayoría de las resoluciones judiciales y
sin necesidad de esgrimir una causal determinada. Ejemplos: los recursos de apelación, reposición, de
hecho, etc.

o Recursos extraordinarios: Son aquellos que proceden excepcionalmente respecto de ciertas resoluciones
que la ley en cada caso indica y además por causales específicas. Ejemplos: los recursos de casación en
la forma y en el fondo, revisión, queja, etc.

2. Atendiendo al tribunal que conoce de ellos, se distinguen los recursos por vía de retractación y los recursos
por vía de reforma.

o Recursos por vía de retractación: Son todos aquellos recursos que van a ser conocidos por el mismo
tribunal que dictó la resolución impugnada. Ejemplos: los recursos de reposición, aclaración,
rectificación o enmienda.

o Recursos por vía de reforma: Son aquellos que van a ser conocidos por un tribunal superior de aquel que
dictó la resolución impugnada. Ejemplos: los recursos de casación en la forma y en el fondo, revisión,
protección, etc.

3.- Elementos de los recursos:

Los elementos de los recursos son los siguientes:

1. Debe existir una resolución judicial que sea objeto del recurso mismo, ya que éstos sólo se conciben en
relación con una resolución judicial.

178
2. Debe existir un tribunal ante el cual el recurso se interpone, es decir, el tribunal que pronunció la
resolución que se trata de impugnar.

3. Debe existir un tribunal que conocerá del recurso, que puede ser el mismo que pronunció la resolución u
otro distinto.

4. Debe existir una parte litigante que se sienta agraviada por la resolución judicial, lo que significa que la
resolución impugnada no ha acogido las pretensiones hechas por la parte.

5. Debe existir una nueva resolución judicial que resuelva el recurso deducido, cuyo contenido va a
depender de la resolución de que se trata, de modo tal que puede modificar, enmendar, invalidar o
confirmar la resolución impugnada.

5.- Características de los recursos:

Estos recursos procesales presentan algunas características y que son las siguientes:

a) Por regla general los recursos se interponen ante el mismo tribunal que pronunció la resolución objeto del
recurso (constituyen excepciones a esta característica los recursos de queja, hecho, inaplicabilidad,
revisión, amparo y protección).

b) Por regla general el conocimiento de los recursos le corresponderá al tribunal superior jerárquico de aquel
que pronunció la resolución que se impugna (son excepciones a esta característica, por ejemplo, los
recursos de revocación o modificación, reposición, etc.).

c) La resolución que va a ser objeto del recurso no puede encontrarse firme o ejecutoriada, salvo el recurso
de revisión.

d) Los recursos procesales deben hacerse valer dentro de un determinado plazo, los que generalmente son
fatales.

e) Los recursos son renunciables anticipadamente; el ejercicio de ellos es una mera facultad de las partes, no
una obligación, por ende las partes pueden renunciarlos en forma expresa o tácita.

179
II. RECURSO DE REPOSICION

1.- Generalidades del recurso de reposición:

Este recurso está contemplado en el artículo 181 del Código de Procedimiento Civil, y puede definirse
como “un medio de impugnación ordinario que tiene por objeto obtener del mismo tribunal que dictó una
resolución que la modifique o la deje sin efecto, haciéndose valer o no nuevos antecedentes”.
Las características de este recurso son: 1) Es un recurso ordinario, pues la ley lo admite en contra de las
resoluciones que ella establece y sin necesidad de hacer valer una causal específica; y 2) Es un recurso por vía
de retractación, es decir, se interpone ante el mismo tribunal que dedujo la resolución y para que sea conocido
por ese mismo tribunal.

2.- Resoluciones impugnables por el recurso de reposición:

A través de este recurso de reposición se pueden impugnar: 1) Por regla general, en los autos y decretos;
y 2) Ciertos casos especiales en que este recurso procede en contra de una sentencia interlocutoria en los casos
que la ley expresamente indica.

3.- Clasificación del recurso de reposición:

El recurso de reposición puede ser de tres tipos: a) reposición ordinaria, b) reposición extraordinaria, y c)
reposición especial.

1. Reposición ordinaria: Es aquel que se deduce contra los autos y decretos sin hacer valer nuevos antecedentes,
lo que significa que el recurrente interpone el recurso con el solo mérito de los antecedentes que existen en
el proceso. El plazo fatal para interponer este recurso es de cinco días, que se contará desde la notificación
de la resolución judicial a la parte que interpone el recurso. La ley no exige mayores formalidades, de todas
maneras el escrito deberá tener peticiones concretas.

2. Reposición extraordinaria: Es el medio de impugnación que se hace valer en contra de autos y decretos, pero
invocando nuevos antecedentes, es decir, el recurrente debe fundamentar su recurso en hechos jurídicos
nuevos que no existían en el proceso al momento de dictarse la resolución impugnada. Este recurso no tiene
plazo, esto es, se puede interponer en cualquier estado del juicio.

3. Reposición especial: Es el medio de impugnación que se hace valer en contra de ciertas sentencias
interlocutorias, sin hacer valer nuevos antecedentes. Este recurso es especial porque la ley expresamente
debe señalar que una determinada sentencia interlocutoria puede ser recurrida de esta manera. Estas
sentencias interlocutorias tienen un plazo especial de tres días para interponer este recurso, contados desde
la notificación de la resolución a la parte que entabló el recurso. Ejemplos: la sentencia que declara desierto
un recurso de apelación por la no comparecencia del apelante; la sentencia que declara prescrito el recurso
de apelación; la resolución que recibe la causa a prueba; la resolución que cita a las partes para oír sentencia;
etc.
Esta reposición, por regla general, no requiere fundamentación especial, salvo algunos casos que la
ley lo exige.

4.- Tramitación del recurso de reposición:

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El recurso se interpone por escrito ante el tribunal que pronunció la resolución. La tramitación va a
depender si se hacen o no valer nuevos antecedentes:

1) Si no se hacen valer nuevos antecedentes: Una vez deducido el recurso ante el mismo tribunal que pronunció
la resolución, el juez puede resolverlo de plano, es decir, de inmediato, con el mérito de los antecedentes que
hay en el escrito, y en base a esto, tendrá que modificar o dejar sin efecto la resolución. La ley dice que si se
niega la reposición, esto será inapelable, pero sin perjuicio de la apelación del fallo reclamado.

2) Si se hacen valer nuevos antecedentes: En este caso, el tribunal frente a la presentación del escrito deberá
darle tramitación incidental; para estos efectos, el juez debe conferir traslado a la parte contraria, y con la
contestación de ella el tribunal resolverá el recurso. Como esta resolución que se pronuncia sobre este recurso
es de aquella que falla un incidente, podrá ser apelable o no dependiendo de lo que dice el artículo 188 del
Código de Procedimiento Civil, es decir si se falla un auto o un decreto (que por regla general no son
apelables).
En el caso del auto de prueba en el recurso de reposición en su contra, el juez la puede resolver de
plano o la tramitará como incidente.

5.- Efectos del recurso de reposición:

Los efectos del recurso de reposición son los siguientes:

(a) Una vez que se interpone el recurso quedan suspendidos los efectos de la resolución recurrida mientras el
tribunal no se pronuncie sobre ella.

(b) Deducido el recurso de reposición no queda suspendido por este hecho el plazo para deducir el recurso de
apelación en contra de la misma resolución.

(c) Si la resolución objeto de la reposición es un auto o un decreto, el recurso de apelación se interpone con
carácter de subsidiario del de reposición en caso que éste se rechace.

(d) Si la resolución objeto del recurso de reposición es una interlocutoria, el plazo para apelar corre desde la
notificación a la parte y este recurso se hace valer separadamente, salvo que la ley diga otra cosa; por lo tanto,
no es subsidiaria, La excepción es la resolución que recibe la causa a prueba.

181
III. RECURSO DE APELACION

1.- Reglamentación, concepto y fundamentación del recurso de apelación:

El recurso de apelación está reglamentado extensamente en el Título XVIII del Libro I del Código de
Procedimiento Civil, de los artículos 186 a 230 inclusive.
Nuestro Código no da un concepto, sino que se limita a señalar el objetivo o finalidad que se persigue y
ello se deduce del artículo 186 del Código de Procedimiento Civil. De esta manera, el recurso de apelación se
puede definir como “un medio de impugnación ordinario, que tiene por objeto obtener del tribunal superior
respectivo que enmiende con arreglo a derecho la resolución dictada por el tribunal inferior”.
El fundamento en que descansa el recurso de apelación se encuentra en el sistema de la doble instancia
que esta instaurado en nuestro sistema procesal civil, salvo cuando la ley limita a una sola instancia el
conocimiento del asunto.

2.- Características del recurso de apelación:

El recurso de apelación posee, entre muchas otras, algunas siguientes características importantes:

1. Es un recurso ordinario, porque procede en la generalidad de las resoluciones y sin que se haga valer una
causal específica. Aquí basta cualquier agravio que se cause a la parte por la resolución recurrida.

2. Se trata de un recurso por vía de reforma, porque aquí se trata de obtener del tribunal superior jerárquico la
enmienda de la resolución. Este recurso se interpone ante el tribunal superior jerárquico del tribunal que
dictó la resolución.

3. El recurso da origen a una instancia, a una segunda revisión del proceso y en ella se va a discutir de nuevo
todas las cuestiones de hecho y de derecho que las partes promovieron en primera instancia y en la medida
que ellas sean objeto del recurso.

4. Este recurso persigue la enmienda del fallo apelado en forma favorable al apelante, de ahí que éste debe
indicar concretamente en que sentido debe modificarse el fallo apelado y cual es la resolución que debe
dictarse en su lugar. En otras palabras, la apelación debe contener peticiones concretas.

5. El plazo para interponer este recurso de apelación es variable, pues dependerá de la naturaleza de la
resolución apelada y de la circunstancia de litigar personalmente o no la parte sin su abogado y en la medida
que la ley permita interponer el recurso verbalmente.

6. El recurso de apelación puede renunciarse, toda vez que el ejercicio de él es una facultad que las partes
pueden o no utilizar. Como toda renuncia debe hacerse antes que se interponga y puede ser expresa o tácita.

3.- Resoluciones susceptibles de ser apeladas:

Las resoluciones susceptibles de ser recurridas por este medio de impugnación son las siguientes:

182
(a) Todas las sentencias definitivas e interlocutorias: De acuerdo al artículo 187 del Código de Procedimiento
Civil, el recurso de apelación procede en contra de todas las sentencias definitivas y las interlocutorias de
primera instancia, salvo en los casos en que la ley deniegue expresamente el recurso.

(b) Autos y decretos que alteren la substanciación regular del juicio o si recaen sobre trámites que no están
expresamente ordenados por la ley: La regla general es que los autos y decretos no son apelables, porque
para ellos el recurso normal es el recurso de reposición. Sin embargo, la ley admite el recurso de apelación
si alteran la substanciación regular del juicio o si recaen sobre trámites que no están expresamente ordenados
por la ley (artículo 188, Código de Procedimiento Civil). En este caso, para deducir la apelación, la ley dice
que debe hacerse con carácter de subsidiaria de la solicitud de reposición y para el caso que esta solicitud no
sea acogida.
Ejemplos de estos casos: 1) En un procedimiento sumario, se deduce demanda y el juez concede
traslado, lo cual estaría errado, porque debe citar a comparendo; o 2) Si se pide que se cite a las partes para
oír sentencia y el juez concede traslado.
Si los autos y decretos recaen sobre trámites realizados para la substanciación regular del juicio, serán
inapelables.

4.- Plazo para deducir el recurso de apelación:

Para determinar el plazo para deducir el recurso de apelación, hay que distinguir según la naturaleza de la
resolución impugnada:

a. Si se trata de cualquier resolución que no sea una sentencia definitiva (autos, decretos y sentencias
interlocutorias), la apelación debe interponerse en el plazo de cinco días, contados desde la notificación
de la resolución a la parte que entabla el recurso (artículo 189, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

b. Si se trata de una sentencia definitiva, el plazo será de diez días para deducir el recurso (artículo 189,
inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

A estas reglas generales, debemos agregar otras reglas especiales donde los plazos varían. Estas reglas son
las siguientes:

• Cuando se trata de aquellos procedimientos en que las partes litigan personalmente sin ser abogados y la ley
faculta para interponer verbalmente este recurso, el plazo para apelar será de cinco días (artículo 189, inciso
final, Código de Procedimiento Civil).

• En materia de partición de bienes, cuando se apela de la sentencia definitiva -que aquí toma el nombre de
laudo y ordenata-, el plazo para deducir el recurso de apelación es de quince días (artículo 664, Código de
Procedimiento Civil).

5.- Forma de interponer el recurso de apelación:

Debe interponerse por escrito y dentro de los plazos señalados anteriormente (artículo 189, inciso 3º,
Código de Procedimiento Civil). Este escrito debe contener ciertas menciones y que son las siguientes: 1)
Requisitos comunes o generales a todo escrito; y 2) Menciones especiales del recurso de apelación.
En cuanto a los requisitos o menciones especiales que tiene el recurso de apelación, ella debe contener los
siguientes:
183
- Los fundamentos de hecho y derecho en que se apoya: Se indican las consideraciones del recurrente para
entablar este recurso y deben ser de hecho y de derecho.

- Las peticiones concretas que se formulan al tribunal: Estas peticiones indican qué es lo que el recurrente le
solicita al tribunal. Aquí lo que corresponde pedir es “la enmienda de la resolución”, y ésta puede consistir
en la revocación de la resolución o que se modifique la misma.

Sin embargo, hay casos en que no es necesario cumplir con las menciones especiales del recurso de
apelación. Estos casos son:

a. Cuando se interpone en subsidio de la reposición, siempre que este recurso cumpla con ambos requisitos
especiales.

b. En los procedimientos o actuaciones verbales, se podrá apelar verbalmente y basta con señalar
someramente los fundamentos de hecho y de derecho y las peticiones concretas. De esto se deja constancia
en un acta respectiva.

c. Tampoco se aplicarán en aquellos procedimientos en que las partes, sin ser abogados, litiguen
personalmente y la ley faculte la interposición verbal del recurso de apelación.

Este escrito donde se formula la apelación es fundamental, porque en base a él se origina la segunda
instancia y además le fija las atribuciones al tribunal de alzada, y esto dependerá si el agravio es total o parcial.

- Si el agravio es total, se apela totalmente, por lo tanto, el tribunal puede recibir todo el proceso y puede
pronunciarse sobre todos los fundamentos de hecho y de derecho.

- Si el agravio es parcial, la apelación es restringida, el tribunal sólo resuelve lo sometido a su revisión.

6.- Partes en el recurso de apelación:

Las partes que intervienen en el recurso de apelación son dos: apelante y apelado.

1) Apelante: Es el que resulta agraviado con la resolución; es quien deduce el recurso de apelación
independientemente de la calidad que haya tenido en primera instancia.

2) Apelado: Es el que no resulta agraviado con la resolución dictada y en contra del cual el recurso se hace
valer.

La condición de apelante y apelado tiene importancia, especialmente con el apelante, porque la ley le
impone obligaciones que, en caso de no cumplirse, pondrá fin al recurso. Por ejemplo:

- Una vez que el apelante deduce el recurso, debe dejar dinero para sacar fotocopias o compulsas, y ello
ocurre cuando el recurso no suspende la tramitación del juicio en el tribunal inferior.

- En materia de comparecencia, si el apelante no comparece dentro del plazo legal, existe una sanción, que
es que el recurso se terminará anticipadamente. Este es un caso de deserción del recurso de apelación.

184
7.- Efectos del recurso de apelación:

Se entiende por efectos del recurso de apelación las consecuencias que se derivan de la interposición de
este recurso; esto significa determinar la suerte que va a seguir la resolución recurrida en cuanto a su
cumplimiento, esto es, determinar si se puede o no cumplir la resolución mientras esté pendiente el recurso de
apelación o si se puede seguir o no tramitando el juicio en primera instancia.
La apelación puede comprender dos efectos: 1) el efecto suspensivo; y 2) el efecto devolutivo.

1. Efecto Suspensivo: El efecto suspensivo es aquella consecuencia que se produce por la concesión del recurso
de apelación que consiste en la paralización o suspensión de la jurisdicción del tribunal inferior para
continuar conociendo el asunto judicial. Esto significa que el juicio en primera instancia no puede continuar
tramitándose, y si es una sentencia ésta no podrá cumplirse mientras el recurso no se falle.

2. Efecto Devolutivo: El efecto devolutivo es de la esencia y consiste en otorgar atribuciones o competencia al


tribunal superior para que pueda conocer y fallar la apelación. El superior en este caso adquiere esta
competencia del momento mismo en que se concede el recurso por el tribunal inferior.

¿De qué forma se puede conceder el recurso?. El recurso se puede conceder: A) En ambos efectos,
devolutivo y suspensivo; y B) En el solo efecto devolutivo. El único efecto que puede otorgarse por sí solo es el
devolutivo, no hay apelación en el solo efecto suspensivo.

A) Apelación concedida en ambos efectos: La apelación concedida en ambos efectos significa que se suspende
la jurisdicción del tribunal inferior y que ésta se le otorgará al tribunal superior para conocer y fallar el
recurso. En este caso queda un solo tribunal competente -que es el tribunal superior- hasta que se resuelva
el recurso. No obstante, el tribunal inferior mantiene ciertas atribuciones; por ejemplo, se puede pronunciar
en las gestiones a que dé origen la interposición del recurso hasta que se eleven los autos al superior y
también para declarar desierta o prescrita la apelación antes que se remita el expediente al tribunal superior
(artículo 191, Código de Procedimiento Civil).
En cuanto a los casos en que se concede la apelación en ambos efectos, no se establece una norma
como la del artículo 194 del Código de Procedimiento Civil, y en este caso el artículo 195 del Código de
Procedimiento Civil indica que fuera de los casos señalados en el artículo 194 (apelación concedida en el
sólo efecto devolutivo), la apelación deberá otorgarse en ambos efectos. Esto es, de las sentencias definitivas,
a menos que se trate de una sentencia definitiva en los juicios ejecutivos y sumarios.

B) Apelación concedida en el solo efecto devolutivo: Cuando la apelación se concede en el solo efecto
devolutivo, el tribunal inferior puede seguir conociendo de la causa porque no se suspende la jurisdicción
(artículo 192, Código de Procedimiento Civil). En consecuencia, aquí quedarán dos tribunales competentes
en un mismo asunto, esto es, el tribunal inferior, que continuará conociendo, y el tribunal superior, que
conocerá de la apelación.
Para determinar hasta dónde llega la competencia del tribunal superior, se debe distinguir si las
atribuciones van a ser absolutas o relativas. La regla general es que el tribunal superior, en virtud de este
efecto devolutivo, tiene amplias atribuciones, por lo tanto, puede pronunciarse respecto de todas las
cuestiones que han sido debatidas en primera instancia, sin embargo, hay excepciones en que el tribunal
podría remitir otros pronunciamientos:

o El superior podría pronunciarse sobre cuestiones que hayan sido planteadas en primera instancia, pero
respecto de las cuales no ha habido pronunciamiento del tribunal inferior por ser incompatibles con lo
resuelto en la sentencia (artículo 208, Código de Procedimiento Civil).

185
o El tribunal de segunda instancia podría hacer ciertas declaraciones de oficio en su sentencia, aun cuando
el fallo apelado no las contenga (artículo 209, Código de Procedimiento Civil). Ejemplos: declaraciones
de incompetencia absoluta, la nulidad absoluta cuando aparezca de manifiesto en el acto o contrato, etc.

o El tribunal superior podría emitir pronunciamientos respecto de ciertas excepciones que se hayan
formulado en segunda instancia (artículo 310, Código de Procedimiento Civil). Ejemplo: las excepciones
de prescripción, cosa juzgada, etc.

o En el procedimiento sumario e el tribunal de alzada a petición de parte, conociendo un recurso de


apelación, se puede pronunciar de todas las cuestiones que hayan sido debatidas en primera instancia,
aún cuando no hayan sido resueltas en el fallo apelado (artículo 692, Código de Procedimiento Civil).

o El tribunal de segunda instancia podría casar de oficio la sentencia que ha sido apelada si advierte vicios
de procedimiento para anular la sentencia (artículo 775, Código de Procedimiento Civil).

En el caso en que se restrinjan los términos de la apelación se está limitando la competencia del
tribunal superior, la cual queda demarcada por escrito. Esto significa que en la resolución que se apele hay
una parte de la misma que se acepta, y esto se llama “parte consultiva del fallo”, por lo tanto, en esta parte
el tribunal superior no debe conocerlo. La única manera de saber cuál parte debe conocer y cuál no es
mediante la revisión del escrito de apelación.
Los casos en que la apelación se concede en el solo efecto devolutivo están establecidos en el artículo
194 del Código de Procedimiento Civil. Estos casos son:

1) De las resoluciones dictadas contra el demandado en los juicios ejecutivos y sumarios, cualquiera sea la
naturaleza de la resolución, incluso puede tratarse de sentencias definitivas.

2) De los autos, decretos y sentencias interlocutorias; a contrariu sensu, si se apela una sentencia definitiva
será en ambos sentidos, a menos que sea una sentencia definitiva comprendida en el número anterior.

3) De las resoluciones pronunciadas en el incidente sobre ejecución de una sentencia firme, definitiva o
interlocutoria; esto está referido a aquellas resoluciones dictadas dentro del procedimiento de ejecución
que contempla el artículo 233 del Código de Procedimiento Civil, esto es, el procedimiento de ejecución
que se sigue ante el mismo tribunal que la pronunció.

4) De las resoluciones que ordenen alzar medidas precautorias. Los falla un auto que es eminentemente
provisional.

5) De todas las demás resoluciones que por disposición de la ley sólo admitan apelación en el efecto
devolutivo. Ejemplo: la apelación subsidiaria que falla un recurso de reposición interpuesto en contra del
auto de prueba.

En todos estos casos es posible proceder al cumplimiento de la resolución que ha sido apelada
(cuando corresponda), lo que significa que se puede cumplir la sentencia o resolución y el inferior también
puede seguir tramitando la causa.
Todas las actuaciones del tribunal inferior, incluyendo el cumplimiento de la resolución, es
condicional, porque queda supeditado a lo que resuelva el tribunal superior, porque podría eventualmente
revocar la resolución dictada por el inferior (la cual podría incluso haberse cumplido). Por lo tanto, las partes
deben tener tino, porque aquel que obtuvo el cumplimiento podría deshacer lo obrado.

-o- Orden de no innovar:


186
Como señalamos anteriormente, en virtud del efecto devolutivo, el tribunal inferior puede continuar
conociendo de la causa. Sin embargo existe una forma legal de impedir que el tribunal inferior continúe
conociendo de la causa y ejecute el fallo. La forma de lograrlo es a través de una “orden de no innovar”, que es
concedida por el tribunal superior para evitar perjuicios si se llega a cumplir el fallo apelado (artículo 192, Código
de Procedimiento Civil).
La orden de no innovar la pide por escrito el apelante y se solicita al tribunal de alzada. La ley no señala
el momento para hacerlo, por lo tanto se concluye que se puede realizar en cualquier momento de la tramitación
a la mayor brevedad, desde el instante mismo que ingresa a la secretaría de la Corte hasta antes de la vista de la
causa.
En el escrito que presenta el apelante solicitando la orden de no innovar tendrá que esgrimir todos los
fundamentos para solicitarla. El tribunal la dictará mediante resolución fundada (artículo 192, inciso 2º, Código
de Procedimiento Civil).
Los efectos que produce la concesión de la orden es la suspensión de los efectos de la resolución recurrida
o la paralización de su cumplimiento, según sea el caso. Esto significa que el tribunal inferior no puede seguir
tramitando el juicio (artículo 192, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil).
Todos los fundamentos que la Corte de Apelaciones indique en esta resolución no constituyen causal de
inhabilidad para los ministros (artículo 192, inciso 4º, Código de Procedimiento Civil).
Si se concede orden de no innovar también se producen efectos de orden procesal, porque el conocimiento
del recurso de apelación se radica en la misma sala de la Corte que concede la orden de no innovar. Si la orden se
deniega, puede conocer cualquiera otra sala.
Esta es una materia que el tribunal conoce “en cuenta”, esto es, que se resuelve con el solo informe del
relator en forma privada. Las órdenes de no innovar serán sorteadas entre las diversas salas en que puede estar
dividido el tribunal, mediante sorteo, y la sala.

El recurso de apelación goza de preferencia para figurar en tabla y en su vista y fallo, esto en el entendido
que la orden de no innovar se decrete (artículo 193, inciso final, Código de Procedimiento Civil).
Lo que el tribunal resuelva en cuanto a la orden de no innovar se debe comunicar al tribunal inferior, y
esto se hace de oficio o de la forma que la Corte estime conveniente.

8.- Tramitación del recurso de apelación:

Esta tramitación puede ser estudiada desde el punto de vista de dos tribunales:

➢ Ante el mismo tribunal que pronunció la resolución objeto del recurso, o sea, el tribunal inferior o
“tribunal a quo”.

➢ Ante el tribunal que conoce del asunto en segunda instancia, o sea, el tribunal superior o “tribunal ad
quem”.

I. Tramitación del recurso de apelación ante el tribunal inferior:

Una vez presentada la solicitud o escrito de apelación, pueden observarse tres etapas: 1) La concesión del
recurso; 2) La confección de fotocopias o compulsas del expediente; y 3) La remisión del proceso al tribunal
superior.

187
1) Concesión del recurso: Una vez presentado el escrito de apelación, el tribunal inferior debe proceder a hacer
un estudio de estos antecedentes.
El tribunal de primera instancia debe examinar los siguientes aspectos: 1) Si la resolución apelada
admite o no el recurso de apelación; 2) Si el recurso ha sido deducido oportunamente; y 3) Si la apelación
cumple o no con los requisitos exigidos, es decir, que sea fundada y que contenga las peticiones concretas
que se formulen al propio tribunal.
Aquí pueden ocurrir dos situaciones: a) Que se cumplan todos los requisitos, o b) que no se cumplan
con los requisitos.

a. Que el recurso no cumpla con los requisitos: El recurso va a ser denegado o declarado inadmisible por
el tribunal inferior de oficio. Esta resolución que declara la inadmisibilidad del recurso puede ser objeto
de reposición dentro de tercero día (artículo 201, Código de Procedimiento Civil), y también podría ser
susceptible de un recurso de hecho (artículo 203, Código de Procedimiento Civil).

b. Que el recurso cumpla con los requisitos: Si se cumplen todos los requisitos para entablar el recurso, el
juez debe dictar resolución “concediendo” el recurso de apelación, esto significa que la admite a
tramitación. Aquí no hay una declaración de admisibilidad, sino que simplemente lo concede.
Esta resolución que concede la apelación debe tener, además, otros pronunciamientos:

• El juez tiene que precisar los efectos en que se concede el recurso. Si la resolución no dice nada en
cuanto a sus efectos, se entiende que se concede en ambos efectos. Si el tribunal inferior comete
errores en esta materia, es procedente interponer un recurso de hecho, sin perjuicio de interponer la
reposición.

• En el caso que la apelación se conceda en el solo efecto devolutivo, se debe señalar en esa resolución
qué piezas o qué fojas del expediente, además de la resolución apelada, deben fotocopiarse o
compulsarse para que el inferior siga conociendo de la causa, o bien para que sea remitida al
superior. Si se apeló a una sentencia definitiva, en este caso estas fotocopias o compulsas se
mantienen en primera instancia, y si la apelación dice relación con cualquier otra resolución que no
sea una sentencia definitiva, las fotocopias o compulsas se envían al tribunal superior y el original
queda en primera instancia (artículo 197, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Si el recurso se concede en ambos efectos, esta concesión es innecesaria, porque se eleva todo
el expediente al tribunal superior.

2) Confección de las fotocopias o compulsas del expediente: Esta confección es una tarea que le corresponde
al secretario, pero constituye preocupación del apelante. Para este efecto, la ley le establece una carga
procesal al apelante en el artículo 197 del Código de Procedimiento Civil, que consiste en dejar dentro de
los cinco días siguientes a la fecha de la notificación de la resolución que concedió el recurso la cantidad de
dinero que el secretariado estime necesaria para cubrir el valor de las fotocopias o de las compulsas
respectivas. El secretario debe dejar constancia en el proceso de la entrega del dinero, señalando el día en
que se le entrega el dinero y debe certificar además que es el monto de dinero es suficiente.
Se remitirán compulsas sólo en caso que exista imposibilidad para sacar fotocopias en el lugar de
asiento del tribunal, lo que también certificará el secretario.
Si el apelante no cumple con la obligación de entregar dinero, o si lo hace pero el dinero es
insuficiente, la ley dice que en este caso se le tendrá por desistido del recurso sin más trámite (artículo 197,
inciso final, Código de Procedimiento Civil). En realidad, esto no es desistimiento, sino que es una “causal
de deserción”.

3) Remisión del proceso: La ley dice que la remisión del proceso se hace por el tribunal inferior al día siguiente
al de la última notificación, la que normalmente es la notificación de la resolución que concede el recurso de
apelación, y que será por el estado diario. Este plazo se puede ampliar por todos los días necesarios que
188
estime el tribunal para obtener las fotocopias o compulsas; el hecho de que no se cumpla este plazo no trae
mayores consecuencias al apelante, porque es una cuestión de hecho y no hay sanción.

II. Tramitación del recurso de apelación ante el tribunal superior:

La tramitación del recurso de apelación ante el tribunal superior o ad quem se divide en cuatro etapas: 1)
La recepción del proceso en secretaría y su certificación; 2) El estudio sobre la admisibilidad del recurso y la
dictación de la resolución correspondiente; 3) La comparecencia de las partes ante el tribunal superior; y 4) El
conocimiento y fallo del recurso.

1. La recepción del expediente ante la secretaría y su certificación: El expediente debe ser “ingresado” a la
secretaría de la Corte de Apelaciones y para estos efectos existe un libro de ingreso, que va cronológicamente
y se le asigna a la causa un rol distinto del que tenía en primera instancia. Además de la recepción, debe
dejarse constancia en el proceso de la fecha de ésta, ya que es importante porque desde esta fecha se cuenta
el plazo para comparecer en segunda instancia ante el tribunal de alzada (artículo 200, Código de
Procedimiento Civil).

2. El estudio sobre la admisibilidad o inadmisibilidad del recurso: Aquí se hace el mismo estudio que ya hizo
el tribunal inferior. Este estudio se hace en cuenta, con el solo informe del secretario (artículo 213, inciso 1º,
Código de Procedimiento Civil).
La Corte de Apelaciones debe analizar: 1) Si la resolución es apelable; 2) Si se interpuso
oportunamente en el plazo legal; y 3) Si tiene los fundamentos de hecho y de derecho y ver si contiene
peticiones concretas.
Si no cumple alguno de estos requisitos será declarado inadmisible. En contra de la resolución que
declara la inadmisibilidad procede el recurso de reposición.
Si del estudio que hace la Corte se deduce que cumple con todos los requisitos, el recurso de apelación
se declara admisible y se debe dictar la resolución que ordena tramitarse, y esta resolución puede consistir:
A) Que ordene traer los autos en relación, cuando el recurso debe conocerse previa vista de la causa; o B)
Que ordene conocerse en cuenta.
¿Cuándo debe conocerse previa vista de la causa o en cuenta?. La ley dice que la apelación de toda
sentencia que no sea definitiva se debe conocer en cuenta, a menos que cualquiera de las partes dentro del
plazo para comparecer en segunda instancia solicite alegatos (artículo 199, inciso 1°, Código de
Procedimiento Civil). Si se trata de una sentencia definitiva, debe conocerse previa vista de la causa y, por
lo tanto, se ordena traer los autos en relación.
En cualquiera de estos casos, ya sea que se ordene dar cuenta o traer los autos en relación, eso
significa que la Corte de Apelaciones declara admisible el recurso; no hay declaración expresa de
admisibilidad.

3. La comparecencia de las partes: De acuerdo al artículo 200, inciso 1º, del Código de Procedimiento Civil,
las partes tendrán el plazo de cinco días para comparecer ante el tribunal superior a seguir el recurso
interpuesto, contado este plazo desde que se reciban los autos en la secretaría del tribunal de segunda
instancia.
Este plazo puede aumentarse en la misma forma que el del emplazamiento para contestar demanda,
según lo dispuesto en los artículos 258 y 259 del Código de Procedimiento Civil. Este aumento se aplica en
aquellos casos en que el expediente se remita desde el tribunal de primera instancia fuera de la comuna en
que resida el de alzada (artículo 200, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Esta comparecencia se analiza desde el punto de vista del apelante y del apelado, porque las
consecuencias son distintas:
189
a) Desde el punto de vista del apelante, de acuerdo con el artículo 201, inciso 1º, del Código de
Procedimiento Civil, si el apelante no comparece en segunda instancia dentro de plazo, se declara la
“deserción del recurso” previa certificación del secretario del tribunal de este hecho, que deberá hacerse
de oficio. Aún más, la ley dice que la resolución que declare la deserción de la apelación por la no
comparecencia del apelante producirá sus efectos desde que se dicte y sin necesidad de notificación.
Esta resolución es susceptible del recurso de reposición dentro de tercero día, que puede hacer
valer el agraviado.

b) Desde el punto de vista del apelado, la ley dice que, en este caso, el recurso se seguirá en su rebeldía por
el solo ministerio de la ley y no será necesario notificarle las resoluciones que se dicten, las cuales
producen efectos respecto del apelado desde que se pronuncien. La ley, en consecuencia, ignora al
apelado, lo que es una diferencia con la rebeldía de primera instancia, donde se debe notificar todas las
resoluciones y transcurso de plazos.
El apelado rebelde puede hacerse parte en cualquier momento de la apelación; es decir, puede
comparecer en cualquier estado del recurso (artículo 202, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

En cuanto a la forma de comparecer en segunda instancia, la ley no lo señala expresamente, de manera


que hay que observar las reglas generales. Vale decir, hay que presentar un escrito en que se indique
expresamente que se hará parte para todos los efectos legales.
Hay que tener presente, en cuanto a la comparecencia en los tribunales superiores, que hay que hacer
una distinción si se trata de una Corte de Apelaciones o la Corte Suprema (artículo 398, Código Orgánico de
Tribunales): 1) Ante la Corte Suprema, debe hacerse necesariamente por medio de abogado habilitado o
procurador del número; y 2) Ante la Corte de Apelaciones, se puede comparecer personalmente, por abogado
habilitado o por procurador del número. Si el apelado rebelde decide comparecer no puede hacerlo
personalmente, sólo puede hacerse representar por el procurador del número (artículo 202, inciso 2º, Código
de Procedimiento Civil).
En relación al emplazamiento en segunda instancia, se trata de un trámite esencial que está compuesto
de dos elementos:

 La notificación de la de la resolución que concede el recurso de apelación, que es por el estado diario;
este trámite se cumple siempre ante el tribunal inferior.

 El transcurso íntegro del plazo que la ley establece para que las partes comparezcan en segunda instancia,
que es de cinco días que se puede ampliar de acuerdo a los artículos 258 y 259.

4. Conocimiento y fallo del recurso de apelación: Esta es la última etapa de la tramitación en segunda instancia;
supone la existencia de todas las anteriores, de lo contrario el recurso de apelación va a terminar
anticipadamente.
Esta tramitación y fallo va a depender de la naturaleza de la resolución apelada, para ver si es un
conocimiento en cuenta o previa vista de la causa.

a) Si se resuelve en cuenta: En este caso, el tribunal va a resolver de acuerdo al informe del relator, en forma
privada, sin intervención de las partes.

b) Si se resuelve previa vista de la causa. En este caso, la Corte conoce y resuelve el asunto a través de una
manera formal, cumpliendo una serie de trámites, en la que incluso pueden intervenir las partes (en los
alegatos). Los trámites o formalidades que se cumplen son los siguientes: 1) La dictación de los autos en
relación y su certificación; 2) La inclusión del asunto en tabla; 3) El anuncio; 4) La relación; y 5) Los
alegatos.

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La jurisprudencia ha señalado que todos estos trámites equivalen a la resolución que cita a las
partes a oír sentencia, en consecuencia, la causa queda en estado de ser fallado.

Posteriormente viene el fallo del recurso de apelación, que es la forma de darle término, y éste puede ser:
1) confirmatorio, 2) revocatorio, o 3) modificatorio, de la resolución de primera instancia.

9.- Adhesión de la apelación:

La adhesión a la apelación está regulada en los artículos 216 y 217 del Código de Procedimiento Civil.

* Concepto de adhesión a la apelación:

En conformidad al artículo 216, inciso 2°, del Código de Procedimiento Civil, “adherirse a la apelación es
pedir la reforma de la sentencia apelada en la parte en que la estime gravosa el apelado”. En otros términos, la
adhesión es un nuevo recurso de apelación que formula el apelado valiéndose de un recurso de apelación que se
encuentra pendiente para solicitar que la resolución apelada se enmiende o modifique con arreglo a derecho, en
la parte que él la estima gravosa.

* Requisitos de procedencia de la adhesión:

Para que la adhesión opere se precisan los siguientes requisitos:

a) Es necesario que la resolución de primera instancia cause agravio al apelado: Este agravio, desde el
punto de vista del apelado, significa que éste no ve prosperar determinadas alegaciones que él ha
formulado en el juicio.

b) Debe existir un recurso de apelación en trámite o pendiente al momento que se presenta la adhesión: Se
entiende que el recurso está en trámite mientras la apelación no ha terminado por causa legal, sea normal
o anormal. Este requisito se desprende del artículo 217, inciso 2º, del Código de Procedimiento Civil,
porque no será admisible la adhesión “desde el momento en que el apelante haya presentado escrito para
desistirse de la apelación”. Por este motivo, tanto en los escritos de adhesión a la apelación como el de
desistimiento, deben anotarse la hora.

* Oportunidad para la adhesión a la apelación:

Hay dos momentos bien definidos en la ley, y que pueden tener lugar en primera instancia, ante el tribunal
inferior, o en segunda instancia, ante el tribunal superior (artículo 217, inciso 1º, primera parte, Código de
Procedimiento Civil).

A) En primera instancia: Ante el tribunal inferior, la ley dice que debe presentarse antes de que se eleven los
antecedentes al tribunal superior (aunque se eleven en ambos efectos).

B) En segunda instancia: Ante el tribunal superior, la ley dice que es dentro del plazo que indica el artículo
200 del Código de Procedimiento Civil, que es lo mismo que el plazo para comparecer en segunda
instancia, es decir, cinco días, desde que se reciban los autos en la secretaría del tribunal de segunda
instancia.
191
La adhesión no es accesoria a la apelación, o lo es sólo en cuanto al momento de su presentación, y desde
ahí tiene vida propia, y tanto es así que el primitivo apelante puede desistir de su apelación y la adhesión sigue
igualmente adelante.

* Forma de interponer la adhesión y tramitación de la misma:

En lo formal es parecido al recurso de apelación. Se interpone por escrito, el cual debe cumplir con los
requisitos que establece el artículo 189 del Código de Procedimiento Civil para el recurso de apelación, lo que
significa que debe contener: 1) Los fundamentos de hecho y de derecho; y 2) Las peticiones concretas que se
formulan.
Si no cumple con las exigencias del artículo 189, esta adhesión debe declararse inadmisible.
En cuanto a la tramitación, hay que distinguir el tribunal ante el cual se presentó el escrito de adhesión:

a. Si se presenta ante el tribunal de primera instancia: El tribunal inferior tiene que hacer el mismo análisis
que hace en relación al escrito de apelación. Si cumple con los requisitos legales este tribunal debe dictar
una providencia teniendo por adherido a la apelación al apelado. En este caso, tanto la apelación que fue
deducida como la adhesión va a tener la misma tramitación, eso significa que se elevarán los autos al superior
para que conozca conjuntamente los dos recursos.

b. Si se presenta ante el tribunal de segunda instancia: Ante el superior, la oportunidad para adherirse es dentro
del plazo para comparecer que señala el artículo 200 del Código de Procedimiento Civil. Todo el escrito en
segunda instancia tiene la misma tramitación que la apelación: aquí se debe estudiar la admisibilidad de esa
adhesión y siguen los mismos trámites que la apelación principal, o sea, se conocerá en cuenta o previa vista
de la causa.

10.- La prueba en segunda instancia:

La regla general en esta materia se encuentra establecida en el inciso 1º del artículo 207, conforme al cual
en segunda instancia no se admitirá prueba alguna, salvo lo dispuesto en el inciso final del artículo 310 y en los
artículos 348 y 385. Las pruebas en segunda instancia son limitadísimas, lo que se debe a que las partes deben
rendir prueba dentro del probatorio de primera instancia.
Por excepción, en segunda instancia se admiten las siguientes pruebas:

1. La prueba instrumental (artículo 348, Código de Procedimiento Civil): La ley autoriza la presentación de la
prueba instrumental hasta la vista de la causa, con la limitación de que el tribunal no podría fallar la apelación
sino vencido el plazo de citación.

2. La prueba de la confesión (artículo 385, Código de Procedimiento Civil): Esta prueba también se puede
solicitar hasta antes de la vista de la causa. En el caso de la confesión es independiente de que la misma
diligencia ya se haya solicitado en primera instancia y que en ese caso no dio resultado.

3. El caso del inciso final del artículo 310 del Código de Procedimiento Civil: Esto se refiere al caso en que se
oponga en segunda instancia ciertas excepciones perentorias, que son: 1) La excepción de prescripción; 2)
La excepción de cosa juzgada; 3) La excepción de transacción; y 4) La excepción de pago efectivo de la
deuda, cuando ésta se funda en un antecedente escrito.
Estas excepciones se tramitan en forma incidental, y dentro de la tramitación del incidente se puede
rendir eventualmente prueba abriendo un término probatorio, recayendo en él cualquier prueba.
192
En segunda instancia, en cuanto a la prueba, hay que distinguir si se han formulado o no estas
excepciones del artículo 310 del Código de Procedimiento Civil. Si no se han deducido estas excepciones,
se pueden hacer valer las pruebas de la confesión y la instrumental. Al contrario, si se han formulado estas
excepciones, se pueden hacer valer todos los medios de prueba, por tratarse de un incidente.

En materia de pruebas, sin perjuicio de estas medidas probatorias que van a producir las partes, hay que
hacer algunas precisiones:

A) El tribunal de segunda instancia puede disponer una o más medidas que establece el artículo 159 del Código
de Procedimiento Civil, en los mismos términos que lo puede hacer el tribunal de primera instancia.

B) El tribunal puede también disponer la recepción de la prueba testimonial en las condiciones que establece el
artículo 207 del Código de Procedimiento Civil, que son condiciones distintas a las que establece el artículo
159 para la “prueba testimonial”, que puede hacerse valer respecto de hechos que no figuren en autos,
siempre que esta testimonial no se haya podido rendir en primera instancia y que estos hechos sean
considerados por el tribunal como necesarios para la acertada resolución del juicio.
Esta es una cuestión de hecho que el tribunal de segunda instancia analiza, y aquí corresponde abrir
un término especial de prueba por un plazo providencial de ocho días. Los testigos que aquí declaren pueden
ser los mismos de primera instancia o pueden ser otros, porque son hechos nuevos, a diferencia del artículo
159, donde sólo podían ser los antiguos que ya habían declarado.

C) En segunda instancia, al margen de estos medios de prueba y sin que tenga el carácter de tal, es posible que
las partes puedan recurrir al “informe de derecho”. Estos informes de derecho no son medios probatorios en
sí, sino que se tratan de estudios razonados sobre una determinada materia jurídica compleja y que realizan
juristas prestigiosos, especialistas en una determinada rama del derecho y que evacuan en relación a un juicio
determinado. Para valerse de este informe es necesario cumplir con dos requisitos: 1) que la parte interesada
lo solicite, y 2) que el tribunal lo decrete.
El tribunal debe fijar un plazo para que se evacue el informe y que no pude exceder de sesenta días,
salvo acuerdo de las partes (artículo 229, Código de Procedimiento Civil).
Este informe se presenta por escrito y en el mismo número de ejemplares impresos necesarios para
entregar uno a cada uno de los ministros, más una copia que se agrega al proceso. Cada ejemplar debe ser
firmado por el abogado que lo emite y por la parte que lo presenta o por su procurador, y además se debe
acompañar con una certificación del relator de la causa sobre el hecho de existir conformidad entre los
hechos del proceso y el informe (artículo 230, Código de Procedimiento Civil).

11.- Incidente en segunda instancia:

Durante el curso de un recurso de apelación se pueden suscitar cuestiones accesorias, es decir, incidentes
que requieren el pronunciamiento del tribunal con o sin audiencia de las partes. Ejemplos: pedir nulidad procesal,
u objetar un documento, etc.
En cuanto a la resolución del incidente, éstos se pueden fallar de plano por el tribunal (con el mérito de la
solicitud del incidente), o bien se tramitarán. En este último caso, podrá también el tribunal fallarlas en cuenta u
ordenar que se traigan en relación los autos para resolver (artículo 220, Código de Procedimiento Civil).
Las resoluciones que fallen incidentes en segunda instancia se dictan sólo por el tribunal de alzada, en
única instancia, y no son apelables (artículo 210, Código de Procedimiento Civil).

193
12.- Notificaciones en segunda instancia:

La regla general es que las notificaciones se practiquen de acuerdo al artículo 50 del Código de
Procedimiento Civil, o sea, por el estado diario, con excepción de la primera resolución, que debe ser personal,
esto es sin perjuicio de que el propio tribunal de segunda instancia estime que es conveniente hacer las
notificaciones de otra forma (artículo 221, Código de Procedimiento Civil).
Constituye una excepción los casos que se indican en el artículo 201 y 202 del Código de Procedimiento
Civil, esto es, en el caso que en segunda instancia se declare la deserción del recurso de apelación por la no
comparecencia del apelante y esa resolución produce efectos sin necesidad de que se notifique, lo mismo sucede
con el apelado rebelde, mientras no comparece.
Es importante tener presente que la sentencia definitiva de segunda instancia no se notifica por cédula
(excepción a la regla del artículo 48). En la notificación de la sentencia definitiva de segunda instancia también
hay otra particularidad, ya que el secretario debe anotar en el estado diario el hecho de dictarse sentencia definitiva
el mismo día de su dictación (artículo 162, Código de Procedimiento Civil).

13.- Término del recurso de apelación:

El recurso de apelación se puede terminar de dos formas: 1) de forma normal u ordinaria o directa, y 2) de
forma anormal o extraordinaria o indirecta.

1) FORMA NORMAL: La forma normal de terminar el recurso de apelación será dictando el correspondiente
fallo del mismo, en el cual se resuelve la cuestión de fondo. Se debe tener presente que no siempre este fallo
de la apelación constituye una sentencia definitiva de segunda instancia, porque ésta debe cumplir con los
requisitos y depende de la naturaleza de la resolución que ha sido apelada. Por consiguiente, si la resolución
de primera instancia fuese una sentencia definitiva, debe cumplir con los requisitos del artículo 170 del
Código de Procedimiento Civil y los del auto acordado de la Corte Suprema sobre la materia, y este fallo se
debe dictar dentro de treinta días siguientes a la terminación de la vista de la causa (artículo 90, nº 10, Código
Orgánico de Tribunales).

2) FORMA ANORMAL: En cualquiera de estos casos, no va a existir fallo del recurso, es decir, constituyen
medios para terminar el recurso de apelación pero sin que se falle la cuestión de fondo discutida. Existen
varias causales, entre ellas mencionaremos las siguientes:

(a) Desistimiento del recurso de apelación: Es la manifestación de voluntad expresa que hace el apelante en
orden a no continuar con la tramitación de la apelación deducida, después de que el recurso ha sido
interpuesto y concedido. Si el recurso no ha sido interpuesto no hay desistimiento, sino que hay renuncia.
Este desistimiento se puede formular tanto ante el tribunal inferior como en el superior, siempre por
escrito.
A diferencia de lo que ocurre en la primera instancia con el desistimiento de la demanda, no se
requieren facultades extraordinarias.
La oportunidad para presentar el escrito de desistimiento es amplia. En segunda instancia, se
presenta en cualquier momento mientras la apelación esté pendiente; y en primera instancia, hasta antes
de elevar los autos al superior.

(b) Deserción del recurso de apelación: Se produce en el caso de que el apelante no haya cumplido con
ciertas cargas procesales que la ley le impone, y esto opera como una verdadera sanción para este apelante
poco negligente sin interés de conseguir su apelación.
Aquí existen dos causales que hacen procedente la deserción: 1) Ante el tribunal inferior en
aquellos casos en que el recurso de apelación ha sido concedido en el solo efecto devolutivo y el apelante
194
no deja dinero en secretaría para la confección de las fotocopias o compulsas; y 2) ante el tribunal
superior cuando el apelante no comparece oportunamente en segunda instancia según los plazos del
artículo 200 del Código de Procedimiento Civil.
Esta resolución que declara desierto un recurso de apelación es susceptible de reposición, y por
lo tanto, los efectos se analizan una vez vencido el plazo para pedir la reposición, que es de tres días en
ambos casos.

(c) Prescripción del recurso de apelación: La prescripción es un modo de extinguir anticipadamente el


recurso de apelación porque las partes han dejado transcurrir cierto período de tiempo por inactividad
sin realizar gestión alguna para que el recurso se lleve a efecto (artículo 211, Código de Procedimiento
Civil).
Los requisitos para que opere la prescripción son los siguientes: 1) La inactividad de las partes
para que el recurso se lleve a efecto; 2) Esta inactividad debe durar cierto tiempo que la ley indica; y 3)
La prescripción debe alegarse.

a) La inactividad de las partes: Está referido a que dentro de la tramitación del recurso de apelación las
partes dejen de hacer gestiones útiles para que quede en estado de fallo. Esta inactividad está referida
a diligencias propias de las partes y no del tribunal.

b) Que la pasividad de las partes haya durado cierto tiempo: En esta situación hay que distinguir:

- Si es una apelación de una sentencia definitiva, el plazo es de tres meses.


- Si es una apelación de cualquier otra resolución, el plazo será de un mes.

La ley no dice nada desde cuando se cuenta el plazo; se entiende que en estos casos, el plazo
se va a contar desde la fecha en que la parte hizo alguna gestión de utilidad, y si no han hecho nada
desde que se notifica la concesión del recurso. El plazo se interrumpe por cualquier gestión en el
juicio antes de que se alegue la prescripción, y a partir de ahí se vuelve a contar.

c) La prescripción tiene que ser alegada: Esta es una regla común a toda clase de prescripción. El juez
no la puede declarar de oficio, y esto es porque la prescripción está en interés único de los litigantes.
La prescripción debe alegarse ante el tribunal en cuyo poder se encuentre el expediente.

En cuanto a la tramitación de la prescripción, ésta se tramita en forma incidental, porque también


es una cuestión accesoria.

(d) Declaración de inadmisibilidad de la apelación: Esta declaración puede ocurrir ante el tribunal inferior o
superior, por el estudio que debe hacerse del recurso de apelación. Esta inadmisibilidad puede tener los
siguientes motivos: 1) Si el recurso fuera interpuesto fuera de plazo; 2) Si la resolución recurrida es
inapelable; y 3) Si el escrito de apelación no cumple con los requisitos exigidos por la ley.
En cualquiera de estas causales de derecho en que se declara inadmisible el recurso de apelación
por el tribunal inferior o superior, es una declaración de oficio, sin perjuicio de que la parte contraria la
pida, verbalmente o por escrito (artículo 201, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
La resolución que declare la inadmisibilidad del recurso es susceptible del recurso de reposición
dentro de tercero día, sin perjuicio de poder recurrir de hecho, en el entendido que la parte estima que se
le está negando un recurso.

Existen otras formas de terminar anormalmente el recurso de apelación, y estos casos son:

195
➢ Por abandono del procedimiento, estando pendiente el recurso (artículo 152, Código de Procedimiento
Civil).

➢ Por desistimiento de la demanda (artículos 148 a 151, Código de Procedimiento Civil).

➢ Por transacción (artículo 2446 a 2464, Código Civil).

196
IV. RECURSO DE ACLARACION, RECTIFICACION O ENMIENDA

1.- Generalidades:

Este recurso se encuentra reglamentado en la ley, en los artículos 182 a 185 del Código de Procedimiento
Civil
De acuerdo al artículo 182 del Código de Procedimiento Civil, este recurso “es aquel medio de
impugnación que tiene por finalidad que el mismo tribunal que pronunció una sentencia salve las omisiones,
aclare los puntos obscuros o dudosos y rectifique los errores de copia, de referencia o de cálculos numéricos que
aparezcan de manifiesto en la misma sentencia”.
Este recurso constituye una excepción al principio de desasimiento, en virtud del cual una sentencia no
puede ser modificada. El fundamento de este recurso radica en la necesidad que existe de que el mismo tribunal
que dictó una sentencia pueda corregir ciertos errores menores que puede adolecer dicha sentencia y sin necesidad
de recurrir al superior. A través de este recurso no se pretende que el tribunal, por esta vía, falle acciones o
excepciones que no lo hizo en su oportunidad.

2.- Resoluciones susceptibles de este recurso:

El artículo 182 del Código de Procedimiento Civil, nos dice que el recurso sólo procede respecto de las
sentencias definitivas o interlocutorias; por lo tanto, quedan fuera los autos y decretos.
Sin perjuicio de la atribución de las partes para deducir este recurso, la ley le confiere al tribunal esta
atribución de oficio, o sea, pueden rectificar determinados errores que son los que señala el artículo 182, facultad
que puede ejercer dentro de los cinco días siguientes a la primera notificación (artículo 184, Código de
Procedimiento Civil).
Esta facultad oficiosa del tribunal sólo tiene por objeto rectificar los errores a que alude el artículo 182,
inciso 1º, del Código de Procedimiento Civil.

3.- Finalidad del recurso:

Lo que se persigue con este recurso puede ser variable:

a. Aclarar los puntos obscuros o dudosos del fallo.

b. Salvar las omisiones que tenga el fallo. Estas son omisiones menores. Ejemplo: que el juez haga toda una
fundamentación para acoger una petición y después en la parte resolutiva no hay pronunciamiento.

c. Rectificar los errores de copia, de referencia o de cálculos numéricos que aparezcan de manifiesto en la
misma sentencia.

4.- Tramitación del recurso:

Se debe presentar por escrito ante y para ante el mismo tribunal que ha pronunciado la sentencia objeto
del recurso (éste es un recurso por vía de retractación). Frente a este escrito, el tribunal tiene dos opciones:

197
i. Que se pronuncie de plano sobre ella, de inmediato, sin más trámite.

ii. No resolver de inmediato, sino que oír previamente a la parte contraria, para lo cual se debe conferir
traslado y se tramita incidentalmente (artículo 183, Código de Procedimiento Civil).

5.- Efectos de la interposición del recurso:

Una vez que el recurso se ha deducido el tribunal tiene la facultad para decidir si se suspenden o no los
efectos de la resolución recurrida. El tribunal resuelve considerando la naturaleza del reclamo y esto es importante
cuando se estima necesario oír a la parte contraria, o sea, tramita el recurso (artículo 183, parte final, Código de
Procedimiento Civil).
La resolución que falle el recurso es apelable según las reglas generales. La apelación debe presentarse en
su plazo normal (cinco o diez días).

198
V. RECURSO DE HECHO

1.- Generalidades del recurso de hecho:

Este recurso está directamente relacionado con el recurso de apelación; no es un recurso que se conciba
por sí solo.
No hay un concepto legal del recurso de hecho; la ley lo trata en diversas disposiciones. Podemos decir
que el recurso de hecho “es un medio de impugnación cuya finalidad es obtener del tribunal superior que enmiende
de los agravios que haya incurrido el tribunal inferior al pronunciarse sobre el recurso de apelación”. El tribunal
inferior se refiere al momento que se concede o se deniega el recurso de apelación.
El fundamento de este recurso de hecho radica en la circunstancia que el tribunal inferior al pronunciarse
sobre un recurso de apelación, concediéndolo o denegándolo, puede cometer errores involuntarios o arbitrarios.

2.- Características del recurso de hecho:

Las características que presenta este recurso de hecho son las siguientes:

1) Algunos sostienen que es un recurso extraordinario, y se fundan principalmente porque este recurso es
excepcional y procedería exclusivamente respecto de determinados agravios que se puedan cometer. Otros
sostienen que es un recurso ordinario, porque es una consecuencia de la apelación, el cual es ordinario, y si
éste es así, el recurso de hecho también debe serlo.

2) Presupone la existencia de una apelación, que haya sido deducida y que se encuentre en trámite.

3) Es un recurso por vía de reforma, esto considerando al tribunal llamado a conocer del mismo va a ser el
superior jerárquico de aquel que pronunció la resolución.

4) El escrito no requiere cumplir con determinadas formalidades, a diferencia de lo que ocurre en la apelación.

5) El agraviado podría ser tanto el apelante como el apelado, dependiendo de la causal precisa que se haga
valer.

3.- Causales que hacen procedente el recurso de hecho:

La ley concede el recurso de hecho en los siguientes casos, que fluyen de los artículos 196 y 203 del
Código de Procedimiento Civil:

✓ Cuando el tribunal inferior deniega un recurso de apelación que debió ser concedido (artículo 203,
Código de Procedimiento Civil). Aquí el agraviado es el apelante.

✓ Cuando el tribunal inferior concede una apelación que es improcedente (artículo 196, inciso 2º, Código
de Procedimiento Civil). Aquí el afectado es el apelado.

✓ Cuando el tribunal inferior concede un recurso de apelación en el sólo efecto devolutivo, debiendo
concederlo en ambos (artículo 196, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil). Aquí nuevamente el
afectado es el apelante.

199
✓ Cuando el tribunal inferior concede un recurso de apelación en ambos efectos, debiendo haberlo
otorgado en el sólo efecto devolutivo (artículo 196, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil). Aquí el
afectado es nuevamente el apelado.

4.- Clasificación del recurso de hecho:

Se distingue entre el verdadero recurso de hecho o propiamente tal y el falso recurso de hecho.

o Verdadero recurso de hecho: Es aquel que procede por la causal más grave, cuando el tribunal inferior
deniega un recurso de apelación que debió concederse.

o Falso recurso de hecho: Es aquel que procede por todas las demás causales señaladas anteriormente.

Esta distinción tiene importancia en cuanto a su tramitación. La tramitación del verdadero recurso de
hecho se señala en los artículos 203 al 206 del Código de Procedimiento Civil, y la tramitación del falso recurso
de hecho, en el artículo 196 del Código de Procedimiento Civil.

* Verdadero recurso de hecho:

Es aquél que procede cuando se deniega una apelación que debió concederse, afectando al apelante. En
este caso, estamos en presencia de un medio de impugnación que tiene por finalidad obtener el tribunal superior
jerárquico que declare procedente un recurso de apelación que ha sido denegado (artículo 203, Código de
Procedimiento Civil).

-o- Forma de interponer el recurso:

El recurso se presenta por escrito ante el tribunal superior jerárquico inmediato del tribunal que dictó la
resolución que deniega el recurso.
En cuanto al plazo, el recurso debe interponerse dentro del plazo que concede la ley a las partes para
comparecer en segunda instancia (artículo 200, Código de Procedimiento Civil), contado desde que se notifica la
resolución que denegó la apelación. En consecuencia, este plazo será en principio de cinco días desde que se
notifique por el estado diario, en el entendido que el tribunal inferior funciona en la misma comuna que el tribunal
superior, o bien el plazo puede ser de cinco días más lo que dispone la tabla de emplazamiento; y se cuenta desde
la notificación de la negativa.

-o- Tramitación del verdadero recurso de hecho:

Una vez presentado el escrito al tribunal superior, éste debe pedir, de oficio, un informe al inferior sobre
el asunto que ha recaído la negativa, para que explique las razones del por qué denegó este recurso de apelación.
La ley no le señala plazo al inferior para responder, pero se supone que debe ser en el más mínimo, a menos que
el superior le fije plazo. Con el mérito del informe el superior resuelve si es o no admisible el recurso de hecho
(artículo 204, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Si lo estima admisible ordenará la tramitación que corresponda. En este caso tendrá que ordenar que se le
remita el expediente si no lo ha pedido, y si tiene el expediente lo retiene y le da trámite (artículo 204, inciso 2º,
Código de Procedimiento Civil).
200
A fin de evitar el perjuicio que le significa al apelante que se cumpla en el intertanto el fallo recurrido,
puede el tribunal superior decretar una orden de no innovar a petición del apelante y en la medida que existan
antecedentes que lo justifiquen (artículo 204, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil).

-o- Fallo del recurso de hecho:

Este fallo del recurso de hecho puede ser de dos tipos: 1) Podría acoger el recurso deducido; o 2) Podría
denegar el recurso deducido.

1. Si el recurso es denegado: Esto significa que la resolución del tribunal inferior se ajustaba a derecho, lo
que significa confirmar la denegación del recurso de apelación que se pretendía. Esta resolución debe ser
comunicada al inferior devolviéndole el proceso si se ha elevado (artículo 205, inciso 1º, Código de
Procedimiento Civil).

2. Si el recurso es acogido: En este caso, el tribunal debe disponer la tramitación que corresponda, solicitando
al inferior la remisión del proceso, si no se hubiese hecho, o lo retendrá en su poder para darle la
tramitación que corresponda (artículo 205, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Cabe señalar que la afirmación “darle la tramitación que corresponda” significa traer los autos en
relación o conocer en cuenta, dependiendo de la naturaleza de la resolución apelada. Esta resolución
debería precisar los efectos de esta apelación para ver si el tribunal va a seguir o no conociendo la causa.
La ley dice que si el recurso de hecho es acogido por el tribunal superior deben quedar sin efecto
todas las gestiones posteriores a la negativa del recurso y que sean una consecuencia inmediata y directa
del fallo apelado (artículo 206, Código de Procedimiento Civil). Esto debe entenderse en el caso de que
el superior conceda la apelación en ambos efectos (no rige cuando el superior acepta el recurso de
apelación en el sólo efecto devolutivo).

* Falso recurso de hecho:

Procede o tiene como causal los restantes casos, es decir: 1) cuando se concede una apelación
improcedente, 2) cuando se cometen errores en cuanto a los efectos del recurso.

-o- Forma de interponerlo y plazo:

Se interpone por escrito, directamente ante el tribunal superior jerárquico de aquel que pronunció la
resolución que se impugna, sin mayores formalidades.
En cuanto al plazo para interponerlo, la ley dice que este recurso debe presentarse “dentro” del plazo que
establece el artículo 200 del Código de Procedimiento Civil, y aquí no se señala desde cuando se cuenta este
plazo, por lo tanto hay que interpretarlo como que el plazo se cuenta desde que los autos ingresan a la secretaría
de la Corte de Apelaciones, y esa circunstancia es certificada por el secretario.

-o- Tramitación del recurso de hecho falso:

Una vez presentado el recurso ante el superior, no corresponde solicitar informe y tampoco va a ser
necesario que el superior pida la remisión del proceso, porque los autos ya están en la Corte.
La doctrina estima que el falso recurso de hecho viene a ser una cuestión accesoria al recurso de apelación,
y como éste ya ha sido concedido, corresponde darle la tramitación del artículo 220 del Código de Procedimiento
Civil, tramitación propia de las cuestiones incidentales. Esto significa que el tribunal puede resolver de plano o
201
darle tramitación como incidente, y si decide esto último, deberá oírse a la parte contraria y se resolverá en cuenta
o previa vista de la causa, según lo estime el tribunal.

-o- Fallo del recurso de hecho falso:

Existen dos posibilidades para el tribunal superior: acoger o rechazar el falso recurso de hecho. Si lo
rechaza, significa que la apelación está perfectamente interpuesta y ha sido correctamente concedida. Si la acoge,
significa que la apelación será improcedente o que los efectos estaban correctos.
Estos fallos que dicte el tribunal superior se pronunciarán en única instancia.

202
VI. RECURSO DE CASACION
El recurso de casación está regulado en el Libro III, Título XIX del Código de Procedimiento Civil, en los
artículos 764 y siguientes.
El recurso de casación puede ser de dos tipos: 1) Recurso de casación en la forma; y 2) Recurso de casación
en el fondo. La ley reglamenta conjuntamente los dos recursos de casación, no obstante que no cabe entrar a
confundirlos, ya que son distintos.

I. RECURSO DE CASACION EN LA FORMA

1.- Concepto del recurso de casación en la forma:

La ley no lo define, sólo se refiere a la finalidad de este recurso. Por ello, podemos señalar que el recurso
de casación en la forma “es un medio de impugnación extraordinario, que la ley concede a la parte agraviada con
ciertas y determinadas resoluciones, para obtener del tribunal superior jerárquico respectivo la invalidación o
anulación de dicha resolución cuando en ella hay vicios en el procedimiento”, y particularmente en dos casos:

▪ Cuando la resolución ha sido dictada con omisión de los requisitos de forma establecidos por la ley.

▪ Cuando esta resolución ha sido dictada dentro de un procedimiento viciado, porque dentro de la
tramitación del juicio se ha incurrido en irregularidades procesales.

La finalidad del recuso de casación de forma es exclusivamente obtener una invalidación de una
determinada resolución judicial en los casos que la ley expresamente lo señala y que genéricamente son los dos
casos indicados (artículo 764, Código de Procedimiento Civil). “Obtener la invalidación de la resolución”
significa dejarla sin efecto, que desaparezca el proceso, lo que tiene diferencia con el recurso de apelación, en
donde se pide que se enmiende y no se anula. Si la resolución queda anulada es necesario dictar una nueva
sentencia.
Lo que se persigue con el recurso de casación de forma es que todos los procesos se tramiten
adecuadamente y que se observen las reglas de procedimiento y si éstas no se respetan se incurre en vicio, y al
existir ésta se puede hacer valer la nulidad procesal.

2.-Características del recurso de casación de forma:

El recurso de casación en la forma presenta las siguientes características:

a) Es un recurso extraordinario: Esto significa que el recurso procede solamente respecto de determinadas
resoluciones y además por motivos específicos que en cada caso los establece la propia ley (a diferencia de
lo que ocurre en el recurso de apelación aquí no basta cualquier agravio).

b) Es un recurso por vía de reforma: Esto significa que el recurso se interpone ante el tribunal que dictó la
resolución que se va a impugnar, pero que se eleva para ante el tribunal superior jerárquico que corresponda,
siendo este último el que lo conoce y falla (aquí es similar al recurso de apelación). Este tribunal superior
jerárquico puede ser o una Corte de Apelaciones o bien la Corte Suprema, dependiendo de qué tribunal
emane la resolución que se recurre.

203
c) Es un recurso de derecho estricto: Significa que en la interposición de este recurso se deben observar ciertas
formalidades legales y éstas deben cumplirse bajo pena de que si así no se hace el recurso va a ser declarado
inadmisible, además hay que cumplir con las condiciones de procedencia del recurso, especialmente, las
limitaciones para interponer el recurso, y también hay que invocar una causal legal.

d) Es un recurso que se encuentra establecido en el interés particular de los litigantes: Ello porque sólo puede
ser interpuesto por la parte agraviada, sin perjuicio de las finalidades de protección y respeto a las normas
procesales que se obtienen por medio de la casación de oficio.

e) No constituye instancia: Ello es así porque el tribunal superior tiene limitadas atribuciones para conocer el
asunto, ya que solamente se puede pronunciar sobre la causal que el recurrente invoque, aunque se adviertan
otras, y no sobre todos los fundamentos de hecho y de derecho, como sí ocurre en la apelación, que da origen
a una segunda instancia, con facultades para revisar todo el proceso.

3.- Resoluciones impugnables por el recurso de casación en la forma:

El artículo 766 del Código de Procedimiento Civil establece que las siguientes resoluciones serán
susceptibles de este recurso:

1. Las sentencias definitivas. Por regla general, el recurso de casación en la forma procede en contra de las
sentencias definitivas. La ley no distingue, por lo que la sentencia puede ser de única, primera o segunda
instancia, y también la sentencia puede haber sido dictada en cualquier juicio (ordinario, especial, ejecutivo,
etc.).
La única excepción la señala el inciso 2º del mismo artículo 766 del Código de Procedimiento Civil,
que establece que este recurso no procede respecto de aquellas sentencias dictadas en juicios o reclamaciones
regidos por leyes especiales, y que son: a) El procedimiento sobre constitución de juntas electorales; b) Las
reclamaciones sobre avalúo de bienes raíces; y c) Las demás que prescriban las leyes, como por ejemplo, el
procedimiento de menores, el seguido ante los juzgados de policía local.
Por lógica, hay que excluir las sentencias definitivas que dicte la Corte Suprema, porque no existe
tribunal superior a éste.

2. Las sentencias interlocutorias que pongan término al juicio o hacen imposible su continuación. Estas
sentencias interlocutorias serán aquellas que resuelven un incidente y no las otras interlocutorias, porque no
ponen término al juicio ni hacen imposible su continuación (ejemplo: la interlocutoria que declara la
deserción o prescripción de la apelación). También, en este caso, la ley no distingue, por lo tanto, pueden ser
interlocutorias de única, primera o segunda instancia.
Excepcionalmente el recurso de casación de forma procede sobre ciertas interlocutorias dictadas en
segunda instancia, sin previo emplazamiento de la parte agraviada, o sin señalar día para la vista de la causa.
Si estos elementos faltan, es procedente el recurso de casación de forma en la medida que sea una sentencia
interlocutoria.

4.- Tribunal competente para conocer del recurso de casación en la forma:

La ley dice únicamente que el tribunal competente será aquel a quien corresponde conocer de él conforme
a la ley (artículo 771, parte final, Código de Procedimiento Civil). Aplicando otras normas legales (Código
Orgánico de Tribunales), es competente alguna Corte de Apelaciones, o bien la Corte Suprema, según sea el caso.

204
1) Le corresponderá conocerlo a la Corte Suprema, en sala, en aquellos casos en que la sentencia haya sido
dictada: a) Por alguna Corte de Apelaciones del país; b) Por un tribunal arbitral se segunda instancia, en la
medida que esté constituido por árbitros de derecho y que conozcan negocios que sean de su competencia;
y c) Por alguno de sus ministros, en su calidad de tribunal de excepción.

2) Le corresponderá conocerlo a las Cortes de Apelaciones, en sala, contra las sentencias definitivas que sean
dictadas: a) Por jueces de letras de su jurisdicción; b) Por tribunales arbitrales; y c) Por alguno de sus
ministros como tribunal de excepción.

5.- Causales del recurso de casación en la forma:

Estas causales están señaladas taxativamente en el artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, y desde
el punto de vista del proceso estas causales vienen a constituir la anomalía precisa que ha ocurrido en él y que
justifica el recurso.
Estas anomalías o vicios del procedimiento se pueden dar en la tramitación misma del proceso en el cual
se dicta la sentencia o en la dictación misma de ella (aunque el procedimiento esté correcto).
En consecuencia, el artículo 768 del Código de Procedimiento Civil establece dos grupos claros de
causales: 1) Causales que están constituidas por motivos de la dictación de la sentencia en el proceso; y 2)
Causales que están constituidas por motivos durante la tramitación del proceso.

1) CAUSALES QUE CONSTITUYEN VICIOS EN LA DICTACIÓN DE LA SENTENCIA: Están establecidos en


el artículo 768, n° 1 al 8, del Código de Procedimiento Civil, y son los siguientes:

o Nº 1: “En haber sido la sentencia pronunciada por un tribunal incompetente o integrado en


contravención a lo dispuesto por la ley”. En cuanto a la incompetencia del tribunal, ésta se refiere tanto
a la absoluta como la relativa. Y en cuanto a la integración del tribunal, se refiere a cuando los tribunales
colegiados se han integrado en contravención a lo que establece la sentencia.

o Nº 2: “En haber sido pronunciada por un juez, o con la concurrencia de un juez legalmente implicado,
o cuya recusación esté pendiente o haya sido declarada por tribunal competente”. Esto se refiere a
sentencias que son dictadas por jueces que están inhabilitados, ya sea por implicancia o recusación; en
este último caso basta que esté pendiente.

o Nº 3: “En haber sido acordada en los tribunales colegiados por menor número de votos o pronunciada
por menor número de jueces que el requerido por la ley o con la concurrencia de jueces que no asistieron
a la vista de la causa, y viceversa”. Esta causal dice relación con la infracción a la regla de los “acuerdos”
en los tribunales colegiados, y se trata de cuatro situaciones: 1) Haber sido acordada en los tribunales
colegiados por menor número de votos; 2) Pronunciada por menor numero de jueces que el requerido
por la ley; 3) Con la concurrencia de jueces que no asistieron a la vista de la causa; y 4) Sin la
concurrencia de jueces que asistieron a la vista de la causa.

o Nº 4: “En haber sido dada ultra petita, esto es, otorgando más de lo pedido por las partes, o
extendiéndola a puntos no sometidos a la decisión del tribunal, sin perjuicio de la facultad que éste tenga
para fallar de oficio en los casos determinados por la ley”. Este número se compone de dos partes: 1)
Cuando la sentencia ha otorgado más de lo pedido por las partes, es decir, la verdadera ultra petita; y 2)
Cuando la sentencia se extiende a puntos no sometidos a la decisión del tribunal, vale decir, la extra
petita. Todo esto es sin perjuicio de que los tribunales puedan hacer declaraciones de oficio (ejemplo: la
declaración de incompetencia absoluta, etc.).
205
o Nº 5: “En haber sido pronunciada con omisión de cualquiera de los requisitos enumerados en el artículo
170”. El artículo 170 del Código de Procedimiento Civil se refiere a los requisitos propios de las
sentencias definitivas e interlocutorias. La infracción se refiere a las causales establecidas en este artículo
y no a las señaladas en el autoacordado sobre forma de las sentencias, a menos que la causal contenida
en éste también se encuentre contemplado en el artículo 170.

o Nº 6: “En haber sido dada contra otra pasada en autoridad de cosa juzgada, siempre que ésta se haya
alegado oportunamente en el juicio”. La alegación de la cosa juzgada tiene que hacerse valer
oportunamente en el juicio, y la segunda sentencia se debe anular para evitar dualidad de fallo. Si no se
alega la cosa juzgada, la única solución es el recurso de revisión ante la misma Corte de Apelaciones.

o Nº 7: “En contener decisiones contradictorias”. Para que esta causal sea procedente, es necesario que
se cumplan dos requisitos fundamentalmente: 1) Que la parte resolutiva contenga dos o más decisiones,
o sea, debió haberse hecho valer varias pretensiones; y 2) Que estas decisiones sean opuestas,
contradictorias, por lo tanto, no es posible cumplir todas las decisiones.

o Nº 8: “En haber sido dada en apelación legalmente declarada desierta, prescrita o desistida”.
Cualquiera de estos tres casos son causales anormales de terminación del recurso de apelación, y en esas
condiciones no es posible dictar sentencia.

2) CAUSALES QUE CONSTITUYEN VICIOS DURANTE LA TRAMITACIÓN DEL PROCESO: Se encuentran


establecidas en el numeral 9° del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil.

o Nº 9: “En haberse faltado a algún trámite o diligencia declarados esenciales por la ley o a cualquier
otro requisito por cuyo defecto las leyes prevengan expresamente que hay nulidad”. No se trata de vicios
en la sentencia, ésta se encuentra perfecta pero se dictó con el problema de que, en la substanciación del
juicio en que recae, hubo vicios.
En cuanto a los trámites o diligencias esenciales por la ley, la declaración de esencialidad la
establecen diversas normas:

- Los trámites esenciales de primera instancia, establecidos en el artículo 795 del Código de
Procedimiento Civil.

- Los trámites esenciales en segunda instancia, establecidos en el artículo 800 del Código de
Procedimiento Civil.

También se aplican los artículos 789 y 796 del Código de Procedimiento Civil, dependiendo de
cuál sea el procedimiento. Estos trámites son taxativos, basta la infracción a la norma que establece el
trámite.
Si se infringen otros requisitos no señalados en esas normas, pero respecto de ellos la ley también
dice que hay nulidad, el recurso también es procedente. Esto de que la ley establezca la nulidad es
variable, porque ella puede utilizar la expresión “nulidad” u otros términos semejantes. Ejemplo, el
artículo 398, inciso 1º, del Código de Procedimiento Civil, nos dice que si la confesión es puramente
verbal, no se toma en cuenta, y a contrario sensu, si el juez la toma en cuenta, ese acto puede ser declarado
nulo, y por lo tanto es procedente el recurso de casación en la forma.

6.- Condiciones de procedencia del recurso de casación de forma:


206
Una de las características del recurso de casación en la forma es que es un recurso de derecho estricto. En
este recurso, además de recurrir la respectiva causa legal, es necesario que se den otras condiciones, y esto ocurre
porque existen las llamadas “limitaciones legales”.
Las limitaciones del recurso de casación en la forma son aquellas circunstancias cuya concurrencia
impiden que este recurso sea acogido, no obstante la efectiva concurrencia del vicio formal. Estas limitaciones
legales son tres:

➢ La falta de preparación del recurso.

➢ Que el perjuicio que se causa al recurrente con la irregularidad de que se trate pueda ser reparable sólo
con la invalidación del fallo o que el vicio influya en lo dispositivo del mismo.

➢ La falta de pronunciamiento sobre alguna acción o excepción oportunamente deducida en el juicio.

1) La falta de preparación del recurso: Esta preparación le corresponde al recurrente. Esto se refiere a que el
recurrente de casación debe haber reclamado antes de interponer el recurso de la irregularidad o vicio que le
sirve de fundamentación, debiendo haber ejercitado oportunamente y en todos sus grados los recursos
establecidos por la ley (artículo 769, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Esta es una situación previa a la interposición del recurso y está basada en la buena fe, en virtud de
la cual se exige que aquel litigante que ha tomado conocimiento de un vicio procesal debe ponerlo de
manifiesto de inmediato para que éste sea subsanado, asegurando de esta manera la buena marcha del
proceso, y si este litigante conocedor del vicio realiza otras gestiones posteriores, produce lo que se llama la
“convalidación del vicio”.
Los requisitos para que el recurso de casación de forma esté legalmente preparado son los siguientes:

a) Que se haya reclamado “previamente” de la falta, vicio o irregularidad que constituye la causal del
recurso.

b) Que esta reclamación la haya hecho valer la misma parte que entabla el recurso.

c) Que esta reclamación se haya hecho ejercitando “oportunamente” (dentro de plazo), en todos sus grados,
los recursos establecidos por la ley, que en cada caso hubieren sido procedentes.

La palabra “recursos” que aquí emplea el artículo 769 del Código de Procedimiento Civil está tomada
en sentido amplio, es decir, se emplea como cualquier medio de defensa que la ley le da a la parte. La ley
incluso entrega ejemplos de esto: si se trata de la mala integración de un tribunal colegiado, en este caso el
agraviado tiene medios para reclamar esta irregularidad y la ley le establece que debe reclamar antes de la
vista de la causa (artículo 769, inciso final, en relación con el artículo 768, nº 1, Código de Procedimiento
Civil).
No obstante esta regla general, hay casos de excepción en que esta preparación no se exige por ley y
se puede deducir directamente el recurso de casación:

• Si la ley no admite recurso alguno en contra de la resolución en que se cometió la falta. Ejemplo:
aquellos asuntos que se fallan en única instancia.

• Cuando la falta de que se trate haya tenido lugar en el pronunciamiento mismo de la sentencia que se
va a casar. Ejemplos: si la sentencia ha sido demandad ultra petita, no se puede pedir preparación; o si
la sentencia no cumple con los requisitos del artículo 170 del Código de Procedimiento Civil.

207
• Cuando la falta se haya producido durante la tramitación del juicio, pero este vicio llega a conocimiento
de la parte recurrente después de pronunciada la sentencia. Ejemplo: el juez dicta sentencia omitiendo
un trámite esencial que es citar a las partes a oír sentencia.

• Tampoco se requiere de preparación el recurso, cuando se interpone en contra de una sentencia de


segunda instancia por las causales del artículo 768 nº 4 (causal de ultra petita), nº 6 (causal de cosa
juzgada), o nº 7 (de contener decisiones contradictorias); y no es necesario haber reclamado de estas
infracciones en la sentencia de primera instancia que haya incurrido en los mismos vicios.

2) Que el perjuicio que se causa al recurrente con la irregularidad de que se trate pueda ser reparable sólo
con la invalidación del fallo o que el vicio influya en lo dispositivo del mismo: Esta limitación se encuentra
establecida en el artículo 768, inciso 3º, del Código de Procedimiento Civil, según la cual el tribunal podrá
desestimar el recurso de casación en la forma, si de los antecedentes aparece de manifiesto que el recurrente
no ha sufrido un perjuicio reparable sólo con la invalidación del fallo o cuando el vicio no ha influido en lo
dispositivo del mismo. Ejemplo: si una de las partes obtuvo el juicio, pero resulta que el juez dictó sentencia
sin citar a las partes a oír sentencia, aquí sería ridículo que el litigante ganador deduzca el recurso de casación
porque es un vicio que no le afecta.

3) La falta de pronunciamiento sobre alguna acción o excepción oportunamente deducida: Se refiere al caso
en que el tribunal concurra en una omisión de esa naturaleza, donde el juez no se pronuncie sobre alguna
acción o excepción válidamente deducida (artículo 768, inciso 4º, Código de Procedimiento Civil). En este
caso, la sentencia adolece de vicio, que es la falta de decisión del asunto controvertido (artículo 170, nº 6,
Código de Procedimiento Civil). En esta situación, no obstante que la causal está presente y la sentencia
tiene vicio, el recurso de casación de forma podría no prosperar si el tribunal superior hace uso de una
facultad legal para este caso, y que consiste en ordenarle al tribunal inferior que la complete, o sea, que se
pronuncie sobre todas las acciones y excepciones.

7.- Interposición del recurso de casación de forma:

En esta materia debemos analizar algunos aspectos referentes a la titularidad del recurso, a los tribunales
que intervienen, los plazos y la forma de interponerlo.

* Titular del recurso de casación en la forma:

Para ser titular del recurso es necesario ser parte y además ser agraviado con la sentencia de que se trate
(artículo 771, Código de Procedimiento Civil). En síntesis, son dos las condiciones:

1. Ser parte en el juicio en que se dictó la sentencia que se impugna: Aquí se comprende tanto las partes que
figuran como demandante o demandado, o bien como apelante o apelado, y también comprende las partes
directas e indirectas (terceros).

2. Ser agraviado con la sentencia dictada: La doctrina señala que el agravio debe ser doble: a) Que la sentencia
le perjudique o le sea desfavorable a la parte; y b) Que el recurrente se vea afectado con la causal que se
invoque.

* Tribunales que intervienen en el recurso de casación en la forma:

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Pueden intervenir dos tribunales, es decir, el recurso de interpone ante el mismo tribunal que pronunció la
sentencia (tribunal inferior) y para ante el tribunal superior jerárquico respectivo, según el artículo 771 del Código
de Procedimiento Civil. El tribunal superior jerárquico respectivo, que debe conocer y resolver del recurso, puede
ser o una Corte de Apelaciones, o bien la Corte Suprema.

* Plazo para deducir la casación:

El término para interponer el recurso de casación en la forma es variable. Así, podemos mencionar los
siguientes plazos:

A) La regla general en materia de casación es que el plazo sea de quince días contados desde que se notifica
la resolución objeto del recurso al recurrente. Esta regla general es aplicable cuando se recurre contra
sentencias definitivas o interlocutorias, de única o segunda instancia (artículo 770, inciso 1º, Código de
Procedimiento Civil).

B) Si se impugna una sentencia de primera instancia, aquí el recurso de casación tiene como plazos los mismos
que para deducir la apelación (artículo 770, inciso 2º, relacionado con el artículo 189, Código de
Procedimiento Civil). En consecuencia, si la sentencia es recurrible de apelación, el plazo es variable y sería:
1) De diez días, si la sentencia es definitiva; 2) De cinco días, si la sentencia es interlocutoria; y 3) De quince
días, si se trata de una sentencia dictada en juicio de partición.

C) Si se deduce apelación en contra de la sentencia de primera instancia, el recurso de apelación debe


deducirse conjuntamente con el recurso de casación (artículo 770, inciso 2º, Código de Procedimiento
Civil).

D) Si se interponen ambos recursos de casación, en la forma y en el fondo, en contra de una misma resolución,
en este caso, ambos deben interponerse conjuntamente en el mismo escrito, y dentro del plazo de quince
días (artículo 770, inciso 1º, parte final, Código de Procedimiento Civil).

Las características del plazo que señala la ley para la interposición del recurso de casación, son las
siguientes:

• Es un plazo fatal, pues cuando la ley dice “dentro” de tal plazo, se está refiriendo a un plazo fatal (artículos
64 y 770, Código de Procedimiento Civil).
• Es un plazo de días, por lo tanto se descuentan los feriados.
• Es un plazo legal, ya que se encuentra establecido en la ley.
• Es un plazo improrrogable (artículo 67, Código de Procedimiento Civil).
• Es un plazo individual (artículo 65, Código de Procedimiento Civil), en oposición al plazo común. Es
individual porque empieza a correr desde el día que se notifica el fallo a la parte respectiva.

* Forma de interponer el recurso:

El recurso se debe interponer por escrito, cuyo objeto es señalar al tribunal el vicio o defecto en que se
funda el recurso. Este escrito tiene que cumplir ciertas menciones o requisitos propios o especiales de este recurso:

a. Se debe mencionar expresamente cuál es el vicio o defecto procesal en que se funda el recurso.

b. Se debe mencionar expresamente la ley que concede el recurso de acuerdo con la causal que se invoque.

209
c. El recurso debe ser patrocinado por un abogado habilitado que no sea procurador del número.

d. También debe contener peticiones concretas, que en este caso es que se invalide la sentencia y en otros
casos, además, se pedirá la nulidad de lo obrado.

La importancia del escrito de casación se puede analizar desde una doble perspectiva: 1) desde el punto
de vista del tribunal, y 2) desde el punto de vista del recurrente.

1) Desde el punto de vista del tribunal: Este escrito determina o fija la competencia del tribunal superior que
debe conocer el recurso. Esto en el recurso de casación es importante porque la casación no constituye
instancia, y la competencia queda precisada en atención a la causal o causales que se invoquen.

2) Desde el punto de vista del recurrente: El recurrente, una vez que deduce el escrito, no puede hacer
variaciones de ningún género. Aquí entra en juego el principio de la “preclusión”, y dentro de ella, de “la
consumación procesal”, por lo tanto, el derecho se extingue por la presentación del recurso.

8.- Tramitación del recurso de casación en la forma:

Para determinar la tramitación hay que distinguir entre aquella que se produce ante el tribunal inferior
(tribunal a quo), y aquella ante el tribunal superior (tribunal ad quem).

* Tramitación ante el tribunal inferior:

El escrito se presenta ante el tribunal inferior, que es el mismo que dictó la sentencia objeto del recurso.
Este tribunal debe proceder a ver si el recurrente dio cumplimiento a las disposiciones legales de la interposición
del recurso y debe analizar, concretamente, dos aspectos o requisitos: 1) Si el recurso ha sido interpuesto en el
plazo señalado; y 2) Si el recurso ha sido patrocinado.
Este estudio formal, donde no se analiza el fondo, podría hacerlo el tribunal unipersonal (juez de letras) o
el tribunal colegiado (Corte de Apelaciones, Corte Suprema), y, en este último caso, se estudio se realiza “en
cuenta”, con el informe del relator.
De este estudio de admisibilidad o inadmisibilidad del recurso que hace el tribunal inferior pueden ocurrir
dos cosas: a) Que el escrito del recurso no cumpla con las condiciones; y b) Que el escrito cumpla con las
condiciones.

a) Que el recurso no cumpla con los requisitos: En este caso, se declarará inadmisible sin más trámite (artículo
778, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil); si es tribunal unipersonal lo hace el juez de letras, y si es
tribunal colegiado lo hace la sala tramitadora de la Corte. La resolución que declara la inadmisibilidad del
recurso es susceptible de recurso de reposición dentro de tercero día y debe fundarse en un error de hecho.
La resolución que resuelva el recurso de reposición es inapelable (artículo 778, inciso 2º, Código de
Procedimiento Civil).

b) Que el recurso cumpla con los requisitos: En este caso, el tribunal debe conceder el recurso de casación
“para ante” el tribunal superior. Esta resolución que concede la casación debe contener otras declaraciones
o pronunciamientos: 1) Debe ordenar que se eleve el expediente original al tribunal superior; 2) Tiene que
señalar o determinar qué piezas del proceso deben fotocopiarse o compulsarse, para el efecto del
cumplimiento de la sentencia definitiva. Estas dos órdenes son así porque no suspenden la ejecución del
fallo.

210
Las fotocopias o compulsas son una carga procesal del recurrente, que consiste en cumplir la obligación
de dejar dinero en secretaría dentro de cinco días. Si el dinero no se deja en la secretaría, constituye causal de
deserción y en cuyo caso el recurso se tendrá por no interpuesto. No será necesario obtener fotocopias o compulsas
cuando se hubiesen interpuesto, en contra de la misma sentencia, los recursos de casación y apelación, y en el
entendido que ésta se haya concedido en ambos efectos.
Sin perjuicio de costear las fotocopias o compulsas, el recurrente tiene además otra carga, y que es la
obligación de franquear la remisión del proceso al tribunal superior. Esto ocurrirá en aquellos casos en que el
inferior funcione en un lugar distinto del aquel en que tenga su asiento el tribunal superior. Aquí también hay que
dejar dinero para el franqueo y aquí no hay plazo para cumplir esta obligación, y si dentro de un plazo prudente
no se cumple la obligación, la parte contraria tiene derecho a pedir al tribunal que se requiera a la otra parte bajo
apercibimiento de tenerse por no interpuesto el recurso (artículo 777, Código de Procedimiento Civil), lo que
constituye una causal de deserción.

-o- Efectos del recurso de casación:

¿Qué ocurre una vez que se concede el recurso de casación?. Se producen los siguientes efectos:

1. Se otorga competencia al tribunal superior, al igual que en el recurso de apelación (equivale al efecto
devolutivo del recurso de apelación).

2. Un segundo aspecto dice relación con el cumplimiento de la sentencia que ha sido recurrida. La regla es que
el recurso de casación no suspende la ejecución de la sentencia, salvo en aquellos casos en que el
cumplimiento haga imposible posteriormente llevar a efecto la resolución que lleva el superior si se acoge
la casación, como, por ejemplo, la nulidad de matrimonio. Esta es una situación de hecho que se analiza en
cada caso concreto.
Aquí la parte vencida tiene un derecho para evitar el cumplimiento de la sentencia. En virtud de este
derecho, la parte vencida podrá exigir que no se lleve a efecto la sentencia mientras la parte vencedora no
rinda “fianza de resultas” a satisfacción del tribunal que haya dictado la sentencia recurrida (artículo 773,
inciso 2º, primera parte, Código de Procedimiento Civil).
La fianza de resultas es una verdadera caución, que se puede exigir para responder de los perjuicios
que puede ocasionar el cumplimiento de la sentencia, si ese cumplimiento queda sin efecto.
¿Ante quién se pide la fianza de resultas?. El recurrente debe hacer esta petición ante el tribunal
inferior, junto con interponer el recurso de casación, pero en escritos apartes, separadamente, y el tribunal
inferior resuelve de plano y en única instancia al respecto. Este escrito se va a agregar al correspondiente
cuaderno de fotocopias o compulsas, y el tribunal inferior debe fijar el monto de la caución antes de remitir
el cuaderno respectivo al superior (artículo 773, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil). Esto es
importante y el recurrente debe preocuparse de que el monto sea el adecuado.
¿En qué casos no es posible exigir fianza de resultas?. Esto ocurre en los casos de excepción que
establece el artículo 773, inciso 2º, parte final, del Código de Procedimiento Civil, que son casos que afectan
a ciertos demandados agraviados con la sentencia definitiva cuando ésta ha sido dictada en juicio ejecutivo,
en los juicios posesorios, en los de desahucio y en los de alimentos; por lo tanto, en todos estos casos se
cumple sin problema la sentencia.

* Tramitación ante el tribunal superior:

La tramitación del recurso ante el tribunal superior, o tribunal ad quem, es similar a la del recurso de
apelación. Los trámites son los siguientes: 1) El ingreso del expediente al tribunal superior; 2) La declaración de
admisibilidad o inadmisibilidad del recurso; 3) La vista del recurso de casación; y 4) La comparecencia de las
partes.
211
1) EL INGRESO DEL EXPEDIENTE AL TRIBUNAL SUPERIOR: En este caso, los autos originales van a ser
recibidos en la secretaría de la Corte y se siguen los mismos trámites de la apelación, lo que significa que
debe dejarse constancia de la fecha de recepción del expediente, según el artículo 779 del Código de
Procedimiento Civil; esta norma se remite a las reglas pertinentes del recurso de apelación (se aplican los
artículos 200, 202 y 211 del Código de Procedimiento Civil). Desde la fecha de esta certificación se cuenta
el plazo para que las partes comparezcan a proseguir la tramitación del recurso.

2) LA DECLARACIÓN DE ADMISIBILIDAD O INADMISIBILIDAD DEL RECURSO: Similar al recurso de


apelación, luego del ingreso del expediente, el tribunal debe pronunciarse sobre la admisibilidad o
inadmisibilidad de este recurso. Este es un examen que en las Cortes se hace en cuenta (artículo 781, inciso
1º, Código de Procedimiento Civil).
Esta cuenta, en las Cortes de Apelaciones, le corresponde a la primera sala o “sala tramitadora”, en
el entendido que esa Corte está compuesta de varias salas. En la Corte Suprema, como hay varias salas
especializadas, este estudio debe hacerlo la sala especializada que corresponda, dependiendo de la materia
del recurso.
¿Qué se examina en la Corte?. El examen que hace Corte no es igual al que se realiza en el recurso
de apelación, en donde el tribunal superior hacía el mismo estudio que hace el tribunal inferior. El tribunal
superior debe analizar los siguientes aspectos:

a. Si la sentencia impugnada es de aquellas que admiten el recurso.

b. Si el escrito de casación cumple con las formalidades legales, es decir, si se menciona expresamente cual
es el vicio o fundamento del recurso y cual es la ley o norma legal que constituye la causal.

c. Si el recurso de casación es oportuno, es decir, si cumple con los requisitos establecidos por la ley dentro
de plazo.

d. Si el recurso ha sido patrocinado por abogado habilitado.

En el recurso de casación, el tribunal inferior solamente examinará los dos últimos aspectos
señalados.
Además, esta es la oportunidad que tiene el tribunal superior para ver si el recurso de casación fue o
no preparado por el recurrente. Aquí, aunque la ley no lo señala, se sostiene que siendo ésta la oportunidad
en que el tribunal debe declarar la inadmisibilidad del recurso, a pesar de este vacío legal, deberá analizar si
se dio o no cumplimiento al artículo 769 del Código de Procedimiento Civil.
Respecto al resultado de la admisibilidad del recurso, el tribunal puede llegar a concluir las siguientes
hipótesis:

a. Que la sala correspondiente estime que el recurso es inadmisible si no concurre alguna de las
condiciones analizadas. En este caso, el tribunal debe proceder a dictar la resolución que corresponda y
que es declarar la inadmisibilidad por resolución fundada. En este caso, el tribunal además debe proceder
a la devolución del expediente al tribunal que corresponda. Esta resolución es de aquellas que admiten
el recurso de reposición dentro de tercero día de notificada la resolución, el que deberá ser fundado.

b. Que la sala declare que el recurso es admisible, en el caso que se cumplan todas las condiciones para
su interposición. En este caso, al igual que en el recurso de apelación, no hay declaración expresa de
admisibilidad; la ley dispone que la Corte debe ordenar “traer los autos en relación, sin más trámite”.
Esta es la resolución inicial destinada a tramitar el recurso.

212
c. Se podría dar la posibilidad que el tribunal declare el recurso inadmisible y, no obstante aquello,
igualmente podría ordenar traer los autos en relación. En este caso, el tribunal superior tiene esta
facultad si estima que el vicio invocado en la casación realmente existe y, por lo tanto, es posible “casar
la sentencia no oficio”. Cuando se habla de casación de oficio se entra a estudiar una facultad de la Corte,
y por ello se dice que la casación de oficio no es un recurso, es una facultad del tribunal superior, que
puede o no hacerla valer cuando se ha declarado la inadmisibilidad del recurso.

En cualquiera de estos tres casos, sea cual sea la resolución, ésta se dicta sin esperar la comparecencia
de las partes.

3) LA VISTA DEL RECURSO DE CASACIÓN: Esta vista también en términos generales se rige por las mismas
formalidades que el recurso de apelación, sin embargo, hay algunas variantes en el recurso de casación de
forma:

▪ Las partes pueden, hasta la vista del asunto, presentar por escrito las observaciones que estimen
pertinente para el fallo del recurso y este escrito debe ser firmado por un abogado que no sea procurador
del número. Esto también es una mera facultad de las partes, de manera que si se omite no habría ninguna
consecuencia, pero de todas maneras este escrito es fundamental.

▪ En cuanto a la duración de los alegatos, en este caso, la ley fija un plazo de una hora (artículo 783, inciso
2º, Código de Procedimiento Civil).

▪ Es posible que durante la vista del recurso, el recurrente necesite rendir prueba para los efectos de
acreditar los hechos constitutivos de la causal. Esto se debe a que en algunos casos la causal que se
invoque no conste fehacientemente en el proceso y, en ese caso, se permite rendir prueba para justificarla.
En este caso especial, el propio recurrente debe solicitar a la Corte que se abra un término especial de
prueba; ante la solicitud, la Corte fijará un plazo prudencial que no puede exceder de treinta días (artículo
799, Código de Procedimiento Civil).

4) LA COMPARECENCIA DE LAS PARTES: En esta materia de aplican las mismas reglas del recurso de
apelación (artículo 779, Código de Procedimiento Civil), esto quiere decir que, tratándose del recurso de
casación, las partes tienen las mismas obligaciones que las que tienen el apelado y apelante, y esto significa
que necesariamente deben comparecer, especialmente el recurrente, dentro del plazo de cinco días contados
desde que ingresan los autos a la secretaría de la Corte. Este plazo se ampliará, de acuerdo a los artículos
258 y 259 del Código de Procedimiento Civil, en los casos en que el tribunal inferior resida fuera de la
comuna del que reside en el tribunal superior.
Si el recurrente no comparece dentro de este plazo, tendrá como sanción que el recurso de casación
se extinga. Si el recurrido no comparece, el recurso sigue tramitándose en su rebeldía, sin necesidad de
notificarle las distintas resoluciones que se dicten en lo sucesivo.
En cuanto a la formalidad misma de la comparecencia, se aplican las reglas generales (artículo 398,
Código Orgánico de Tribunales). Hay que distinguir si la comparecencia es: 1) ante la Corte de Apelaciones,
o si es 2) ante la Corte Suprema. En el primer caso, se “podría” comparecer personalmente, y en el segundo
no se puede comparecer personalmente.

9.- Terminación del recurso de casación de forma:

Al igual que en el recurso de apelación, existen dos formas de ponerle término a este recurso: 1) Un modo
normal, mediante la dictación del correspondiente fallo dictado por el tribunal superior; y 2) Los modos anormales

213
o extraordinarios, que están constituidos por cualquier otra forma procesal distinta del fallo del recurso, distinta
de la dictación de la sentencia dictada por el tribunal superior.

* Modo normal: La dictación del fallo:

Esta sentencia es una resolución “sui generis” o especial, por lo tanto no es posible encasillarla dentro de
las clases de resoluciones que señala el artículo 158 del Código de Procedimiento Civil. No es definitiva ni
interlocutoria, y para efectos prácticos se denomina “sentencia de casación”, y los tribunales de justicia, en su
aspecto formal, la dictan como una sentencia definitiva, con sus requisitos y formalidades.
En cuanto al plazo para dictar la sentencia de casación, el recurso puede fallarse de inmediato, tan pronto
como termine la vista de la causa, o bien, se puede fallar dentro del plazo legal si es que el recurso queda en
acuerdo (el acuerdo, para estos efectos, se entiende cuando la causa queda pendiente).

- Tratándose de un recurso de casación interpuesto en contra de una sentencia de segunda instancia, el


plazo para fallar la causa es de veinte días, contados desde que se termina la vista de la causa (artículo
806, Código de Procedimiento Civil).

- Tratándose de la casación de forma contra sentencias de primera o única instancia, la ley no señala un
plazo especial para dictar el fallo, por lo tanto, se aplican las reglas generales, es decir, un plazo de treinta
días siguientes a la fecha de término de la vista de la causa.

En cuanto al contenido del fallo, esta materia se refiere a lo que va a resolver la Corte cuando falla una
casación, y aquí también pueden presentarse dos posibilidades: 1) Que se acoja el recurso; y 2) Que no se acoja
el recurso.

(a) Que se acoja el recurso: En este caso el fallo del recurso debe contener las siguientes menciones o
declaraciones:

✓ Tiene que haber de parte del tribunal una declaración “expresa” que el recurso se acoge por los
fundamentos de hecho y de derecho en que se apoya.

✓ Debe invalidar o anular la sentencia que ha sido recurrida y debe determinarse expresamente el estado
en que va a quedar el proceso. Este estado dependerá del cuál haya sido el vicio en que se incurrió; en
consecuencia, habrá que distinguir si el vicio se cometió en la dictación misma de la sentencia o durante
la tramitación del proceso: A) Si el vicio se ha cometido con motivo de la dictación de la sentencia, en
este caso, la causa va a quedar en estado de dictarse una nueva sentencia; y B) Si el vicio se ha cometido
durante la tramitación del proceso, aquí, junto con anularse la sentencia, se van a anular otras actuaciones
quedando la causa estado de seguirse tramitando desde la diligencia válida inmediatamente anterior a
aquella en que se cometió el vicio.

✓ Debe también ordenar que se remita el expediente al tribunal que corresponda para que se dicte una
nueva sentencia en el proceso, o bien para que se renueve el procedimiento en el estado en que lo
determinó el tribunal superior.
Sin embargo, hay casos de excepción en que, dependiendo cuál sea el vicio, el expediente no se
va a remitir al tribunal inferior y será el mismo tribunal superior el que va a dictar un fallo. Esto es lo
que se llama “sentencia de reemplazo”, y ocurre respecto de ciertas causales: a) la ultra petita; b) la
resolución pronunciada con omisión de los requisitos del artículo 170; c) la resolución dictada existiendo
otra pasada en autoridad de cosa juzgada; y d) la resolución dictada conteniendo decisiones
contradictorias.

214
En esta situación van a haber dos sentencias: 1º) la sentencia que acoge el recurso de casación,
que se llama “sentencia de casación”, y 2º) la sentencia que reemplaza a la que se dictó en el proceso,
denominada “sentencia de reemplazo”.
Esta sentencia de reemplazo también se va a dictar en el caso en que el tribunal superior proceda
a casar de oficio una sentencia, por las cuatro causales indicadas anteriormente.

(b) Que no se acoja o que se rechace el recurso: En este caso, la sentencia de casación solamente se va a limitar
a declarar que el recurso se rechaza y ordenará devolver el expediente al tribunal inferior. Esta sentencia
también es sui generis, al igual que la que acoge el recurso. La sentencia que rechaza el recurso también debe
contener todos los fundamentos en virtud de los cuales el tribunal adoptó esta resolución.

* Formas anormales o extraordinarias de poner término al recurso de casación:

Al igual que en el recurso de apelación, existen diversos modos de terminar el recurso. Esto significa que
el recurso termina por cualquier otro medio lícito que no sea la sentencia definitiva. Algunas de estas formas
anormales son las siguientes:

1) El desistimiento del recurso: Consiste en una manifestación expresa de voluntad de parte del recurrente en
orden a no seguir adelante con el recurso de casación, lo que se hace valer por escrito y en términos claros y
explícitos. Esta forma podría operar tanto ante el tribunal inferior como en el superior, dependiendo del
estado del recurso y donde se encuentra el expediente. Esta es una petición que el tribunal lo falla de plano,
es decir, no se oye a la parte contraria, con el solo mérito del escrito de desistimiento; esto constituye una
diferencia con el desistimiento de la demanda, que constituye un incidente que el juez debe tramitar, por lo
tanto, debe oír a la parte contraria.

2) La deserción del recurso: Esta es una sanción que se impone al recurrente en los casos en que éste no ha
cumplido con ciertas cargas procesales que la ley establece y que demuestran su falta de interés de proseguir
el recurso.
Las causales de deserción del recurso de casación son tres: 1) Si el recurrente de casación no hace
entrega del dinero suficiente, a juicio del secretario del tribunal, para elaborar las fotocopias o compulsas
dentro del plazo legal; 2) Si el recurrente no franquea la remisión del proceso al tribunal superior, habiendo
sido apercibido para ello; y 3) Si el recurrente no comparece oportunamente ante el tribunal superior para
proseguir la tramitación del recurso dentro del plazo legal.

3) La prescripción del recurso: La prescripción se da en el caso de que el recurso quede inactivo durante cierto
tiempo y las partes no hagan ninguna gestión tendiente a darle curso. En esta materia se aplican las normas
de la apelación, y el plazo dependerá de la naturaleza de la acción recurrida: si se trata de sentencias
definitivas, el plazo será de tres meses; y si son sentencias interlocutorias, el plazo es de un mes.
Esto se entiende cuando se trate de practicar diligencias que les corresponden a las partes y no al
tribunal. La prescripción no se puede declarar de oficio, por lo tanto, debe solicitarla la parte interesada.

10.- La casación en la forma de oficio:

Aquí no estamos hablando de un recurso, sino que se trata de una “facultad” que la ley confiere a ciertos
tribunales (se refiere a una facultad oficiosa).

* Concepto de la casación en la forma de oficio:

215
Consiste en la facultad que la ley concede a los tribunales superiores para invalidar de propia iniciativa las
sentencia dictadas por tribunales inferiores cuando, conociendo del asunto y de los antecedentes tenidos a la vista,
quede de manifiesto que se ha cometido un vicio que autoriza interponer un recurso de casación de forma, o bien
que el recurso de casación haya sido deducido pero que ha sido declarado inadmisible por el tribunal superior por
algún defecto de formalización.
Esto se hace considerando el interés social que está comprometido en ciertas causales, específicamente
cuando se han violado normas de procedimiento (artículo 775, Código de Procedimiento Civil). Según este
artículo, “no obstante lo dispuesto en los artículos 769 y 774, pueden los tribunales, conociendo por vía de
apelación, consulta o casación o en alguna incidencia, invalidar de oficio las sentencias cuando los antecedentes
del recurso manifiesten que ellas adolecen de vicios que dan lugar a la casación en la forma, debiendo oír sobre
este punto a los abogados que concurran a alegar en la vista de la causa e indicar a los mismos los posibles vicios
sobre los cuales deberán alegar”.

* Formas de imponerse de los vicios por el tribunal superior:

El tribunal superior puede imponerse de estos vicios de casación de diversas formas; para eso el tribunal
debe encontrarse conociendo el proceso: 1) por vía de apelación, 2) por vía de consulta, 3) conociendo alguna
incidencia, o 4) por el propio recurso de casación, de forma o fondo.
Cuando los tribunales superiores hacen uso de esta atribución, conociendo el vicio por cualquiera de las
vías anteriores, en este caso, el tribunal ad quem debe ordenar traer los autos en relación, porque el artículo 775,
inciso 1º, del Código de Procedimiento Civil señala que debe “oír sobre este punto a los abogados que concurran
a alegar en la vista de la causa” y debe indicarles sobre los posibles vicios de casación que se advierten.

* Efectos que se producen en la casación de oficio:

Los efectos son los mismos que si se acoge el recurso de casación de forma; es decir: 1) Se producirá la
invalidación de la sentencia de que se trate y el tribunal superior deberá abstenerse de seguir conociendo del
asunto; y 2) Si se procede a invalidar la sentencia, igualmente se debe determinar el estado en que queda el
proceso, dependiendo de la naturaleza; y también deberá devolver el expediente al tribunal inferior, con excepción
de las causales 4ª, 5ª, 6ª y 7ª del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, en donde es el propio tribunal
superior quien debe dictar la sentencia de reemplazo que corresponda.
El artículo 775, inciso 2º, del Código de Procedimiento Civil, señala que el tribunal superior, en el estudio
que hace del asunto, podría advertir que el vicio fuere la omisión del fallo sobre alguna acción o excepción que
se haya hecho valer en el juicio; en este caso, el tribunal se puede limitar a ordenar al inferior que complete la
sentencia en ese punto.

11.- Interposición conjunta de los recursos de casación de forma y de apelación:

Esta es una posibilidad que contempla el artículo 770, inciso final, del Código de Procedimiento Civil,
según el cual, “el recurso de casación en la forma contra sentencia de primera instancia deberá interponerse dentro
del plazo concedido para deducir el recurso de apelación, y si también se deduce este último recurso,
conjuntamente con él”.
En este caso, ambos deben deducirse conjuntamente en un mismo escrito. Si se opta por este sistema, se
trata obviamente de sentencias que son apelables.

* Plazo para hacer valer estos dos recursos:


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El recurso de casación se debe deducir dentro del mismo plazo para deducir la apelación.
En cuanto al orden en que los escritos se deduzcan, no obstante que la ley no establece ningún orden, se
entiende que en lo principal se deduce la casación de forma y, en subsidio, el recurso de apelación, porque no se
pueden acoger conjuntamente ambos recursos.
Si el recurso se concede en ambos efectos, no es necesario confeccionar compulsas o fotocopias (artículo
776, inciso final, Código de Procedimiento Civil).

* Tramitación:

Los recursos se tramitan simultáneamente, de manera que ante el tribunal superior se dictará la resolución
que ordene traer los autos en relación y se procede a la vista de ambos recursos conjuntamente.

* Fallo del recurso:

En el caso que se acoja el recurso de casación en la forma, el recurso de apelación se tiene por no
interpuesto, y si se rechaza el recurso de casación, el tribunal superior deberá pronunciarse sobre la apelación.

II. RECURSO DE CASACION EN EL FONDO

1.- Concepto del recurso de casación en el fondo:

El recurso de casación en el fondo es un medio de impugnación extraordinario, cuya finalidad es invalidar


una sentencia, a petición de parte, cuando estas resoluciones han sido dictadas con infracción de ley, y esa
infracción tiene influencia en lo dispositivo del fallo.
El fundamento de este recurso se encuentra en el principio de igualdad ante la ley, ya que los tribunales
deben aplicar la ley dándole el mismo sentido y alcance, lo que se lograría declarando nula la sentencia que ha
hecho una aplicación errónea de la ley.

2.- Características del recurso de casación en el fondo:

Las características de este recurso son las siguientes:

1) Es un recurso extraordinario, porque no basta cualquier agravio, es necesario que ella se funde en una
infracción de la ley; y además porque no procede en la generalidad de los casos.

2) Es un recurso por vía de reforma, es decir, se interpone ante el tribunal que dictó la sentencia que se trata
de invalidar, pero el conocimiento y fallo del recurso corresponde al superior jerárquico del tribunal que
dictó la sentencia impugnada. En este caso, este tribunal es siempre la Corte Suprema.

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3) Es un recurso de derecho estricto, porque su interposición está sujeta a ciertas formalidades que la ley
establece.

4) No constituye instancia, porque esencialmente es un recurso de derecho; aquí no se pueden revisar los
hechos del pleito

3.- Resoluciones objeto de este recurso:

Las resoluciones objeto del recurso de casación en el fondo, están señaladas en el artículo 767 del Código
de Procedimiento Civil. Según esta norma, el recurso de casación en el fondo proceden en contra de: 1) sentencias
definitivas, y 2) sentencias interlocutorias cuando ponen término al juicio o hacen imposible su continuación.
Estas resoluciones deben cumplir ciertas condiciones:

a. Estas sentencias tienen que haber sido inapelables (no se admite este recurso en contra de una sentencia de
primera instancia aún cuando sea dictada por una Corte de Apelaciones).

b. Estas resoluciones tienen que haber sido dictadas por una Corte de Apelaciones o por un tribunal arbitral de
segunda instancia constituido por árbitros de derecho en la medida que estos árbitros hayan conocido un
negocio de competencia de dichas Cortes.

c. Estas sentencias tienen que haber sido dictadas con infracción de ley y esa infracción debe haber influido
substancialmente en la parte dispositiva o resolutoria del fallo.

Un ejemplo de estas sentencias se encuentra en el artículo 210 del Código de Procedimiento Civil, que se
refiere a las resoluciones de los incidentes de segunda instancia.

4.- Qué entendemos por infracción de ley:

A diferencia del recurso de casación en la forma, en este caso la única causal que puede invocarse es la
infracción de ley, y que dicha infracción haya influido en lo dispositivo del fallo.
Se entiende que la ley ha sido infringida en los siguientes casos:

1. Cuando el tribunal contraviene formalmente la ley: Esto ocurriría cuando el juez prescinde del texto legal
expreso. Ejemplo: el juez da por acreditada una compraventa de inmuebles por testigos, lo que es contrario
al mandato del legislador en el artículo 1801, inciso 2º, del Código Civil.

2. Cuando el tribunal aplica falsamente la ley: Esto sucedería cuando el juez no aplica la ley para el caso que
la estableció el legislador, o sea, la aplica a un caso o situación distinta.

3. Cuando el tribunal interpreta erróneamente la ley: Este es el caso más dudoso de entrar a demostrar. Esta
infracción se produce cuando el juez se aparta de las reglas de interpretación de la ley contenidas en los
artículos 19 al 24 del Código Civil, es decir, cuando le da un sentido y alcance distinto a la ley.

¿Qué se entiende por ley?. La jurisprudencia le ha dado un amplísimo alcance a esta expresión “ley”,
porque el artículo 767 del Código de Procedimiento Civil no hace ninguna distinción. De manera que por ley debe
entenderse a la ley ordinaria; la ley constitucional; los tratados internacionales, vigentes y ratificados por Chile;
la costumbre, en los casos en que la ley se remite a ella; la ley extranjera, en ciertos casos cuando la ley chilena
218
la hace aplicable; los decretos ley y los decretos con fuerza de ley, que contienen materias propias de ley, pero
jurídicamente son distintas de la ley. No se comprenden los reglamentos y decretos supremos.
Se ha discutido si procede el recurso de casación en el fondo en el caso que se infrinja la ley del contrato
(artículo 1545, Código Civil). Aquí la doctrina se ha dividido:

o Mario Casarino Viterbo dice que procedería el recurso de casación en el fondo en la ley del contrato.

o Raúl Tavolari Oliveros dice que es improcedente, porque el Código Civil establece una ficción entre la
fuerza de un contrato y la fuerza de ley, y en el fondo no es lo mismo.

El recurso de casación en el fondo tiene una limitación: no procede si se infringen leyes constitutivas de
una causal del recurso de casación de forma.
En conclusión, en principio no cualquier infracción de ley justifica la interposición del recurso de casación
de fondo: la infracción de la ley procesal hace procedente el recurso de casación de forma, porque no es una ley
decisoria; en consecuencia, la ley decisoria justifica la casación de fondo, porque tienen influencia en lo
dispositivo de la sentencia.

5.- Competencia del tribunal que conoce el recurso:

El recurso de casación en el fondo sólo lo conoce la Corte Suprema (artículo 98, nº 1, Código Orgánico
de Tribunales).
La Corte Suprema tiene su competencia delimitada por los términos del recurso presentado por el
recurrente, o sea, por el escrito de casación. El recurrente, a través de este escrito, le da atribuciones al tribunal
superior y esto queda determinado en el momento en que se presenta el escrito, porque no se le pueden hacer
modificaciones o alteraciones (artículo 774, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
La Corte en principio no puede modificar los hechos; la Corte Suprema aprecia los hechos conforme lo
estableció el tribunal inferior, no pudiendo modificarlos. Esto también está reforzado con el artículo 807 del
Código de Procedimiento Civil, que prohíbe la prueba, ya que ésta recae sobre hechos.
En algunos casos de excepción, la Corte Suprema puede entrar a revisar los hechos y también a alterar los
hechos ya fijados cuando el error de derecho se refiere a las “leyes reguladoras de la prueba”, en cuyo caso se
entenderá que la Corte Suprema puede formular una determinación de los hechos que han sido establecidos en la
sentencia.
Este principio que la Corte Suprema no pueda entrar a revisar los hechos se conoce en doctrina como
“incensurabilidad de los hechos”. De acuerdo a lo anterior, hay dos limitaciones del recurso de casación de fondo,
que tiene que conocer la Corte Suprema:

• Los hechos del pleito: La Corte Suprema no puede alterar estos hechos, salvo que el juez en el
establecimiento de los hechos hubiere infringido las leyes reguladoras de la prueba, en alguno de los
puntos antes señalados.

• Las causales que justifican interponer el recurso de casación de forma: El juez puede infringir la ley al
dictar la sentencia y ello puede inferir en lo dispositivo de la sentencia, pero esa infracción sería motivo
de causales de casación de forma. En este caso, no se puede, por esta razón, deducir el recurso de casación
de fondo.

6.- Titular del recurso de casación de fondo:

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Aquí rige la misma regla de la casación de forma (artículo 771, Código de Procedimiento Civil), es decir,
que el recurso debe interponerse por la parte agraviada. En consecuencia son dos los requisitos que debe tener el
titular del recurso: 1) Ser parte en el juicio, ya sea directa o indirecta; y 2) Ser agraviada, es decir, haber sufrido
algún perjuicio con la sentencia.
El agravio, por su parte, debe ser doble:

- Producto de la sentencia, la parte ha sufrido un perjuicio debido a que el fallo le resultó desfavorable, es
decir, que pierda total o parcialmente el juicio.

- Además, que la parte resulte agraviado específicamente con la causal, es decir, con la infracción de la ley
que se comete por el juez.

7.- Interposición del recurso de casación en el fondo:

Respecto a la interposición del recurso de casación en el fondo debemos hacer algunas precisiones:

1) Ante quién se deduce el recurso: Se interpone por escrito ante el mismo tribunal que pronunció la sentencia
objeto del recurso y para ante el tribunal superior que es exclusivamente la Corte Suprema (artículo 771,
Código de Procedimiento Civil).

2) Plazo para interponer el recurso: En esta materia encontramos una diferencia con la casación en la forma,
porque aquí el único plazo es de quince días, sin perjuicio de lo señalado en el artículo 791 del Código de
Procedimiento Civil.

3) El escrito debe cumplir con determinadas formalidades: El escrito debe cumplir con algunas formalidades
y, en general, se caracteriza porque tiene que ser fundado y cumplir las siguientes exigencias:

o El recurrente tiene que expresar en qué consiste el o los errores de derecho de que adolece la sentencia
recurrida. El recurrente debe explicar en el escrito en qué consiste el error cometido por el juez en el
fallo.

o Hay que señalar además de qué modo esos errores de derecho influyen sustancialmente en lo dispositivo
del fallo.

o El recurso debe ser patrocinado por abogado habilitado que no sea procurador del número.

4) Resolución que debe recaer en el escrito de interposición del recurso: Presentado el escrito, el tribunal tiene
que hacer un examen a fin de determinar si el recurso ha sido interpuesto oportunamente y además si ha sido
patrocinado por un abogado habilitado. Este examen lo hace el tribunal inferior, que es una Corte de
Apelaciones, y se hace en cuenta. Como resultado del examen del tribunal, se pueden presentar dos
posibilidades:

▪ Que tribunal lo declare inadmisible, y ello ocurrirá cuando el recurso no cumple con los requisitos
señalados en el artículo 776 del Código de Procedimiento Civil. Esta resolución de inadmisibilidad se
puede impugnar por medio del recurso de reposición, fundada en un error de hecho y dentro de tercero
día. La resolución que se dictó al respecto es inapelable.

▪ Que el tribunal estime que se cumplen los requisitos del recurso y, en consecuencia, procede a darle
curso a la casación, lo que significa que debe “concederse” el recurso para ante el superior y se debe
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ordenar elevar los autos originales para la Corte Suprema, dejando fotocopias o compulsas. Aquí se
aplican las normas de la apelación. El recurrente debe dejar dinero para el franqueo del expediente cuando
corresponda.

5) Efectos de la interposición del recurso: Respecto del cumplimiento del fallo recurrido operan las mismas
reglas que en el recurso de casación en la forma, contenidas en el artículo 773 del Código de Procedimiento
Civil. De acuerdo a esto, la interposición de este recurso en principio no suspende la ejecución del fallo,
salvo que su cumplimiento haga imposible llevar a efecto la sentencia que se dicte si se acoge el recurso.
Tampoco se podría cumplir o hacer ejecutar el fallo que está siendo recurrido de casación cuando la
parte contraria exija que el vencedor rinda fianza de resultas, a satisfacción del tribunal que dictó la sentencia.
En este caso, esa sentencia no se podrá cumplir mientras no se rinda esa fianza, salvo que el recurso se
interponga por el demandado contra la sentencia definitiva pronunciada en el juicio ejecutivo, en los juicios
posesorios, en los de desahucio y en los de alimentos.
Este derecho a exigir fianza se debe hacer valer ante el inferior dentro del plazo que tiene para
interponer el recurso, en un escrito separado, y que se agrega al cuaderno de fotocopias y compulsas.

8.- Tramitación ante la Corte Suprema:

El primer trámite es el ingreso del expediente una vez elevado por el tribunal inferior. Esto significa dejar
constancia en el expediente de la fecha en que son recibidos materialmente los autos, sin perjuicio de otras
constancias (se aplican las normas del recurso de apelación).
El Presidente de la Corte Suprema debe poner el expediente a disposición de la sala especializada que
corresponda, dependiendo de la materia en que incida la casación. El Presidente distribuirá el recurso y esa sala
es la que procede a examinar el expediente en cuenta, para determinar la admisibilidad o inadmisibilidad del
recurso.
Este examen es más acucioso que el que realiza el tribunal inferior, porque los aspectos que deben revisarse
son los siguientes:

a. Debe analizar si la sentencia es de aquellas que pueden ser impugnadas mediante la casación de fondo.

b. Examina si el recurso fue interpuesto dentro del plazo legal.

c. Se analiza si el recurso ha sido patrocinado por abogado habilitado.

d. Debe revisarse el escrito mismo y ver si se señalaron los errores de derecho y en qué consisten, y si esos
errores tienen influencia en la sentencia.

Este es el momento que tiene la Corte Suprema para pronunciarse del conocimiento del recurso de casación
de fondo en pleno (artículo 780, Código de Procedimiento Civil); por lo tanto, el recurso podría conocerlo el
pleno de la Corte. La posibilidad de que la casación de fondo la conozca el pleno dependerá de la actitud de las
partes; en este caso, cualquiera de las partes podrá solicitar, dentro del plazo para comparecer al tribunal, que el
recurso sea conocido y resuelto por el pleno del tribunal. Esta petición tiene como único fundamento el hecho que
la Corte Suprema, en fallos diversos, ha sostenido distintas interpretaciones sobre la materia de derecho objeto
del recurso.
En cuanto al resultado del examen que realiza la sala de la Corte Suprema, las consecuencias derivadas de
dicho análisis pueden ser:

1) La sala puede declarar inadmisible el recurso de casación en el fondo si no se han cumplido los requisitos,
emitiendo resolución fundada declarando esta inadmisibilidad, ordenando devolver los antecedentes al
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tribunal inferior. Esta resolución puede ser impugnada dentro de tercero día, por la parte agraviada, a
través del recurso de reposición.

2) La sala puede rechazar inmediatamente el recurso si, en opinión unánime de sus integrantes, estima que
adolece de manifiesta falta de fundamento, esto en el entendido que el recurso cumple en general con las
condiciones para su interposición. Esta resolución también tiene que ser someramente fundada y será
también susceptible de reposición dentro de tercero día por quien resulte agraviado.

3) La sala puede declarar la admisibilidad del recurso, en cuyo caso ordenará traer los autos en relación sin
más trámite. En esta misma resolución, la sala deberá pronunciarse respecto a la solicitud del recurrente
respecto al conocimiento en pleno.

4) Si la Corte declara inadmisible el recurso por no reunir los requisitos y, no obstante aquello, igual ordene
traer los autos en relación, cuando estime posible una casación de oficio (artículo 782, inciso final, Código
de Procedimiento Civil).

9.- Vista del recurso de casación en el fondo:

En esta vista se analiza que va a ocurrir con la tramitación después de que se ha ordenado traer los autos
en relación.
La vista del recurso se rige por las reglas establecidas para la apelación (artículo 783, inciso 1º, Código de
Procedimiento Civil), lo que significa que tiene en principio los mismos trámites del recurso de apelación, con la
salvedad de ciertos pormenores. Ejemplo: la duración de los alegatos es de dos horas, que puede ser prorrogable.

* Aspectos más importantes en la vista del recurso:

Los aspectos más importantes en la vista del recurso de casación en el fondo son los siguientes:

- Un primer aspecto lo encontramos en el artículo 803 del Código de Procedimiento Civil, que señala que el
recurrente tiene la posibilidad, hasta antes de la vista de la causa, para designar un abogado que lo defienda
ante el tribunal ad quem, y que podrá ser el mismo que patrocinó el recurso.

- Las partes pueden formular observaciones por escrito hasta el momento de la vista del recurso. El escrito debe
ser firmado por un abogado que no sea procurador del número. Este escrito es importante porque se pueden
dar todos los argumentos e incluso podría suplir los alegatos.

- Las partes tienen derecho a presentar por escrito un informe en derecho, que consiste en opiniones que se
pueden acompañar de juristas prestigiosos, como antecedentes.

* La prueba en el recurso de casación en el fondo:

En el recurso de casación en el fondo, a diferencia de lo que ocurre en la casación de forma, no se admiten


pruebas de ninguna clase que tiendan a establecer o esclarecer los hechos controvertidos (artículo 807, inciso 1º,
Código de Procedimiento Civil), porque los hechos no pueden ser modificados por el tribunal inferior.

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10.- Conocimiento del recurso:

La regla general es que la Corte Suprema conozca el recurso de casación en la forma en sala, y le
corresponderá conocerlo a la sala especializada de acuerdo a la materia en que consista la casación.
Por excepción podría llegar a conocer de este recurso el pleno. Para que esto ocurra se requieren ciertas
condiciones:

a) Cualquiera de las partes tendría que solicitarlo por escrito, dentro del plazo para comparecer ante el
tribunal superior, a fin de que el recurso lo conozca y resuelva el pleno de la Corte.

b) La solicitud debe tener un fundamento específico, y que es que la parte señale que la Corte Suprema, en
fallos diversos, ha sostenido distintas interpretaciones sobre la materia de derecho objeto del recurso. Es
indispensable que en el escrito se acompañen los fallos donde se demuestren que sobre esa misma materia
la Corte Suprema ha sostenido interpretaciones diversas.
La petición de conocimiento por el pleno de la Corte se resuelve en cuenta por la misma sala. Si
fuese denegada se puede pedir reposición fundada e interponerse dentro de tercero día de notificada la
resolución.

11.- Término del recurso de casación en el fondo:

La casación en el fondo puede terminar por los mismos medios que la casación en la forma: 1) medios
normales (fallo del recurso) y 2) medios anormales.

* Forma normal: El fallo del recurso:

El modo normal de terminar el recurso de casación en el fondo es por medio de la sentencia de casación
dictada por el pleno o por la sala especializada respectiva.
El inciso final del artículo 805 del Código de Procedimiento Civil establece un plazo de cuarenta días para
dictar sentencia, que se cuentan desde aquel en que terminó la vista del recurso.
Esta sentencia es sui generis, es especial, porque no se puede considerar dentro del artículo 158 del Código
de Procedimiento Civil, y debe contener las siguientes declaraciones:

1) Si la Corte rechaza el recurso, deben señalarse los fundamentos de estas conclusiones y ordenará que se
devuelvan los antecedentes al tribunal inferior y condenar en costas según la regla general. Formalmente
esta sentencia se acostumbra en la práctica que se cumpla con los requisitos de la sentencia definitiva.

2) Si la Corte acoge el recurso, se procede a la invalidación de la sentencia y por ello la Corte Suprema
procede dictar separadamente una nueva sentencia que reemplace a la que se anuló, sobre la cuestión
materia del juicio que haya sido objeto del recurso, en mérito de los hechos tales como se han dado por
establecidos en el fallo recurrido. En consecuencia, cuando la Corte Suprema acoge el recurso de casación
de forma dictará dos sentencias: 1) la “sentencia de casación”, que se limita a acoger el recurso, y 2) una
“sentencia de reemplazo”, que resuelve la cuestión materia del juicio.
La sentencia de casación no tiene cabida dentro de la clásica clasificación de las resoluciones
judiciales, se dice que es de naturaleza sui generis.
Según el artículo 785 del Código de Procedimiento Civil, la sentencia de reemplazo que pronuncia
la Corte Suprema tiene las siguientes exigencias: A) Debe mantener los hechos tales como se han dado
por establecidos; B) Se deben reproducir los fundamentos de derecho de la resolución casada, que no se

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refieran a los puntos que han sido materia del recurso; y C) Debe contener las razones por las cuales se
está acogiendo esta casación.

* Formas anormales:

Las formas anormales de término del recurso de casación en el fondo son las mismas indicadas para la
casación de forma, es decir: 1) Por desistimiento del recurso; 2) Por deserción del recurso; y 3) Por prescripción
del recurso.

12.- Recurso de casación en el fondo de oficio:

No es igual que la casación de oficio de forma. Podría casarse una sentencia cuando la Corte Suprema
haya declarado inadmisible el recurso por existir defectos en la formalización del mismo; en este caso, haciendo
uso de una facultad oficiosa, la Corte al advertir que la sentencia recurrida se dictó con la infracción de ley y que
ésta ha tenido influencia en lo dispositivo de la sentencia, ordenará traer los autos en relación.
Cuando la resolución es casada de oficio, se ordenará traer los autos en relación para dar la posibilidad de
que las partes hagan sus descargos.
La diferencia con la casación en la forma de oficio es que aquí no existen las cuatro vías para imponerse
del vicio, sino que existe una sola vía por la que la Corte puede hacer uso de la atribución, y que es a través de la
propia casación.
Si la sentencia se va a casar de oficio, después de oír a los abogados habrá dos sentencias, que serán la
sentencia de casación y la sentencia de reemplazo.

13.- Interposición conjunta de los recursos de casación, de forma y fondo:

La ley permite que interponer ambos recursos de casación (de forma y fondo), pero no el de apelación con
el recurso de casación en el fondo. Interponer ambos recursos de casación conjuntamente significa que la
resolución que se va a impugnar tiene que adolecer tanto de defectos de forma y de fondo.
Los recursos se interponen en un mismo escrito, en una sola presentación y no separadamente. En lo
formal los escritos se hacen valer: en lo principal, se interpone el recurso de casación en la forma, y en subsidio,
la casación en el fondo.
Se debe tener cuidado en cuanto a la resolución, la cual se puede impugnar por casación de fondo y después
de forma, en el plazo de quince días después de la notificación de la sentencia.

* Tramitación y fallo de los recursos:

En general se aplican las mismas normas anteriormente vistas, con las adecuaciones pertinentes, y en este
caso los recursos se ven en la misma vista y se resuelven en un mismo fallo y en el mismo orden que han sido
interpuestos.
Esto significa que pueden ocurrir dos cosas al momento de fallarlas:

A. Que la Corte Suprema acoja el recurso de casación en la forma teniendo por no interpuesto el recurso
de casación de fondo, esto es, que la sentencia se va a invalidar por el recurso de casación en la forma
desistiéndose del otro recurso.

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B. Que la Corte Suprema rechace el recurso de casación en la forma y, en cuyo caso, ha de pronunciarse
sobre el recurso de casación en el fondo. Si se acoge se siguen las mismas consecuencias vistas, es decir,
que la Corte dictará la sentencia de casación y la sentencia de reemplazo.

Estas sentencias que dicte la Corte Suprema, en general no son susceptibles de recurso alguno, salvo el
recurso de aclaración, rectificación y enmienda (artículo 182, Código de Procedimiento Civil), lo que quiere decir
que no se puede pedir reposición, salvo algunos casos especiales que señala la ley (artículo 97, Código Orgánico
de Tribunales).
Los casos especiales que señala la ley están establecidos en los artículos 778, 781 y 782 del Código de
Procedimiento Civil.

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VII. NULIDAD PROCESAL

1.- Concepto y finalidad de la nulidad procesal:

Según Hugo Alsina, la nulidad procesal “es una sanción mediante la cual se priva a un acto o a una
actuación del proceso o a todo él, de los efectos normales previstos por la ley, cuando en su ejecución no se han
guardado las formas prescritas para ella”.
La finalidad de la nulidad procesal consiste en restarle eficacia o valor a una actuación que tiene vicio, o
tenerla como que no ésta se ha verificado, y con ello impedir que dicha actuación produzca efectos. El fundamento
de esta institución, según el autor Julio Salas, es proteger el ordenamiento jurídico que sigue el proceso, el respeto
de las normas procesales correspondientes.

2.- Características de la nulidad procesal en la legislación chilena y sus principios que la rigen:

El legislador no contempla la nulidad procesal en forma orgánica dentro del Código de Procedimiento
Civil, a diferencia de la nulidad civil. El Código de Procedimiento Civil tiene disposiciones aisladas sobre la
nulidad, como por ejemplo, el artículo 46, dentro de las notificaciones, etc.
Las características de la nulidad procesal son las siguientes:

➢ La nulidad requiere de una expresa declaración judicial.


➢ Por regla general, la nulidad procesal debe ser alegada.
➢ La nulidad de un acto del proceso puede tener efectos extensivos.
➢ Por regla general, la nulidad en Chile es genérica.
➢ La irregularidad o vicio en que se fundamenta la nulidad procesal debe ser trascendente.
➢ La nulidad o los vicios de nulidad pueden llegar a convalidarse:

1) La nulidad requiere de una expresa declaración judicial: No opera de pleno derecho, lo que significa que
para que la nulidad pueda producir efecto como sanción, requiere un pronunciamiento expreso del tribunal.
El juez la debe declarar y esa resolución debe decir claramente cuáles son esos actos del proceso que van a
quedar nulos.
Mientras no medie esa resolución de nulidad, el acto producirá todos sus efectos válidamente y podría
incluso sanearse definitivamente si no se reclama oportunamente la autoridad de cosa juzgada.
Esta resolución que declara la nulidad puede ser pronunciada de oficio o solicitada a petición de parte,
siendo esta última la regla general.
Existen claras diferencias entre la inexistencia y la nulidad. El acto inexistente se mira como que
nunca ha existido según la ley, porque le faltan las condiciones mínimas (por ejemplo, una notificación hecha
por una persona que no es ministro de fe); pero cuando hablamos de un acto nulo decimos que es aquel
realizado indebidamente, que no produce efecto, lo que es distinto a decir que no existe. En materia procesal,
en ambos casos se requiere declaración expresa del tribunal para evitar dudas al respecto.
En el Código de Procedimiento Civil, en algunas de sus normas, existen manifestaciones del principio
de la inexistencia. Por ejemplo el artículo 256 del Código de Procedimiento Civil, que faculta al, juez para
no dar curso a la demanda que no cumple con los tres primeros requisitos del artículo 254.

2) Por regla general, la nulidad procesal debe ser alegada: Es necesario que las partes soliciten esa
declaración, y excepcionalmente los propios tribunales tienen atribución oficiosa para declararla (artículo
83, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Respecto al titular de la solicitud de nulidad, la ley exige tres condiciones fundamentales al interesado
en pedir esta declaración: 1) Ser parte en el proceso respectivo, sea parte directa o indirecta; 2) La parte debe
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ser agraviada con la irregularidad respectiva; y 3) La parte que pide la nulidad no puede haber sido causante
del vicio, ni haber contribuido a su materialización, por aplicación del principio de derecho que “nadie puede
aprovecharse de su propio dolo”.

3) La nulidad de un acto del proceso puede tener “efectos extensivos”: La nulidad de un acto se puede extender
a otros actos del proceso, según el “principio de extensión de la nulidad”, porque los actos están relacionados
entre sí y una declaración de nulidad se extiende a otros actos que son consecuencia directa de él. Por eso,
declarada la nulidad del acto, se anulan los demás que de él derivan, no obstante que éstos hayan sido
ejecutados validamente; esto puede alcanzar a todo el proceso, cuando se trata de trámites esenciales.
Por excepción no se va a producir este efecto extensivo cuando el acto anulado no es base de actos
posteriores, o sea, es un acto independiente del proceso; por ejemplo, la nulidad de la declaración de un
testigo.
El artículo 83, inciso final, del Código de Procedimiento Civil contiene dos reglas importantes: una
de carácter negativo y otra de carácter positivo:

▪ Un mandato de carácter negativo, que dice que la declaración de nulidad de un acto no importa la nulidad
de todo lo obrado; esto hay que entenderlo como que “necesariamente” no anula todo, y esto porque es
posible concebir actos independientes.

▪ Un mandato de carácter positivo, que señala que el tribunal, al declarar la nulidad, “deberá” (obligatorio)
establecer precisamente cuáles actos quedan nulos en razón de su conexión con el acto anulado (el juez
debe fijar la extensión).

Este precepto es una norma establecida por el legislador para evitar confusiones. El juez debe fijar la
extensión de la nulidad, y si éste no delimita la extensión de la nulidad, hay que pedir mediante un recurso
de aclaración que señale que actos se anulan.

4) Por regla general, la nulidad en Chile es genérica: Significa que para que opere basta que cualquier acto del
proceso se haya apartado de las normas procesales no siendo tampoco necesario que exista una expresa
prescripción en cada caso. Excepcionalmente la ley señala que ciertos vicios o irregularidades específicas
no producen nulidad, como por ejemplo, el artículo 46, parte final, del Código de Procedimiento Civil, dentro
de las notificaciones, que señala que la omisión en el envío de la carta no invalidará la notificación.
Con esto el legislador nos demuestra el carácter genérico de la nulidad, y sólo en ciertos casos adopta
el principio de la especificidad de la nulidad, en que no basta cualquier vicio, y ello ocurre en el recurso de
casación en la forma, que es una de las maneras de impetrar la nulidad.

5) La irregularidad o vicio en que se fundamenta la nulidad procesal debe ser trascendente: Esto significa que
el vicio debe ser de cierta magnitud, en que no basta cualquier vicio, sino que éste debe haberse apartado
gravemente de las reglas de procedimiento. Por lo tanto, no basta un vicio o irregularidad cualquiera, sino
que es necesario que ese vicio cause perjuicio o agravio de tal magnitud que le impida a esa parte ejercer
adecuadamente su derecho en el proceso.
Este “principio de la trascendencia” está incorporado en la ley en el artículo 83, inciso 1º, del Código
de Procedimiento Civil, cuando señala “en todos aquellos en que exista un vicio que irrogue a alguna de las
partes un perjuicio reparable sólo con la declaración de nulidad”.

6) La nulidad o los vicios de nulidad pueden llegar a convalidarse: Esto significa que la nulidad podría
sanearse.
En esta materia hay un principio fundamental que es la autoridad de cosa juzgada. La autoridad de
cosa juzgada permite convalidar cualquier vicio del proceso, porque impide que una vez que se produce el
efecto que se vuelva a discutir entre las mismas partes sobre el mismo asunto; por lo tanto, si no se puede

227
cuestionar la sentencia, menos se va a cuestionar el proceso. En ese caso, todas las actuaciones del proceso
quedan saneadas.
Esto constituye una diferencia con la nulidad civil, la que prescribe en un determinado plazo; la
nulidad procesal en cambio no se sanea por el transcurso del tiempo, sino por la autoridad de cosa juzgada,
que convalida los actos viciados del procedimiento.
La convalidación puede ser definitiva o anticipada. Es definitiva cuando los actos que adolecían de
nulidad son saneados en virtud de la autoridad de cosa juzgada; y es anticipada cuando no se produce por el
efecto de cosa juzgada, sino que tiene lugar cuando el litigante habilitado para solicitar la nulidad, deja pasar
la oportunidad prescrita por la ley para hacerlo.
La convalidación también puede ser expresa o tácita. La convalidación es expresa cuando la parte
interesada conoce del vicio expresamente e igualmente realiza gestiones posteriores dentro del proceso; y la
convalidación es tácita cuando se dejan pasar las oportunidades prescritas por la ley para hacer uso de ella.

3.- Medios o formas legales en que se puede obtener la nulidad procesal:

En esta materia se han establecido ciertos medios o mecanismos procesales para obtener la nulidad.
Existen dos grandes medios: 1) medios directos, 2) medios indirectos.

(a) Medios directos: Son todos aquellos que establece la ley y que están establecidos específicamente con el fin
de obtener la nulidad procesal, y son los siguientes: 1) El incidente de nulidad procesal; 2) Las excepciones
dilatorias; 3) El recurso de casación en la forma; y 4) La facultad de los tribunales para declarar de oficio la
nulidad de determinados actos del proceso.

(b) Medios indirectos: Son todos aquellos en que la finalidad precisa del medio no es obtener la nulidad, pero
que a través de ellos puede obtenerse. Aquí caben en general todos los recursos procesales (los recursos de
casación, de queja, de hecho, de apelación, de revisión, etc.).

De todos estos medios ¿cuál debe utilizar la parte para obtener la nulidad?. En realidad, cada medio tiene
su momento y la ley determina cuando debe recurrirse a estas instituciones, lo cual va a depender de la oportunidad
en la tramitación, o el carácter del acto en que incide, y según esto utilizar el medio adecuado. Ejemplo: si el vicio
se produce directamente en la sentencia definitiva, no se puede utilizar la excepción dilatoria.
¿Qué sucede cuando dentro de un proceso existen ciertos actos difíciles de calificar, entre actos que tienen
el carácter de civiles y procesales?. Ejemplos: las adjudicaciones en un juicio de partición; la transacción que se
puede invocar en el proceso; etc. Esto lo ha fijado la jurisprudencia y para ello distingue según cuál sea la
naturaleza de la irregularidad.

- Si el vicio incide o se ha cometido en aspectos netamente civiles, si el vicio se produce en el acto mismo de
que se trate, considerándolo como acto o contrato civil, será procedente la nulidad civil.

- Si el vicio se produce en relación a actuaciones procesales en las cuales ese acto forma parte, estamos en
presencia de una nulidad procesal, por lo tanto, debe utilizarse un medio procesal para reclamar de esa nulidad
y debe hacerse dentro del proceso.

El problema se presenta cuando es difícil determinar la naturaleza del acto; el problema ha quedado
entregado a la decisión de los tribunales.

* Primer medio directo: El incidente de nulidad procesal:

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Es uno de los medios directos para alegar en un juicio. La regla general es que esta alegación constituye
una cuestión accesoria, a menos que se deduzca algún recurso, por lo tanto, esta alegación cae dentro de las
normas de los artículos 82 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, porque una alegación de este tipo no
dice relación con el fondo de lo discutido en el pleito.

-o- Concepto y ventaja del incidente de nulidad procesal:

El incidente de nulidad procesal puede definirse como “aquella cuestión accesoria de un proceso que
requiere de un pronunciamiento especial del tribunal, la que versa sobre la nulidad de la relación procesal misma
o de uno o más actos de procedimiento”.
La ventaja de todo incidente radica en el hecho que estas cuestiones accesorias se van resolviendo en la
medida que se van presentando, sin esperar la dictación de la sentencia definitiva, porque se fallan a través de una
sentencia interlocutoria o de un auto. Tratándose de la nulidad procesal, no será necesario esperar la sentencia
definitiva para resolver el incidente.
Si el incidente de nulidad es de aquellos sin cuya previa resolución no se puede seguir tramitando el
proceso, tendrá que suspenderse el juicio; en caso contrario, el juicio no se suspenderá.

-o- Tramitación conforme a las reglas de los incidentes ordinarios:

Como el incidente de nulidad procesal no está regulado dentro de las normas de los incidentes especiales,
se deben aplicar las normas del incidente ordinario, y tendrá que presentarse un escrito que se denomina “demanda
incidental”. Este incidente tendrá que proveerse con la resolución del tribunal concediendo traslado por tres días
y se notifica por el estado diario, porque no es la primera notificación que se hace en el proceso.
Con o sin la contestación de la parte contraria el tribunal tendrá que ver si hay o no controversia, y se es
así, se recibirá el incidente a prueba, dictando una resolución que se notifica por el estado diario (artículo 323,
Código de Procedimiento Civil).
El plazo del término probatorio ordinario es de ocho días, contados desde que se notifica la resolución que
recibe el incidente a prueba.; pero puede haber también término probatorio extraordinario y su duración máxima
será de veintidós días, haciendo un total de treinta días, sumando los ocho del probatorio ordinario.

-o- Oportunidad para promover el incidente:

La regla general, que se aplica a todos los incidentes de nulidad procesal sin considerar la magnitud del
vicio, es que deben impetrarse dentro del plazo de cinco días contados desde que aparezca o se acredite que quien
deba reclamar de la nulidad procesal tuvo conocimiento del vicio (artículo 83, inciso 2º, Código de Procedimiento
Civil).
Es una cuestión de hecho establecer cuando la parte tomó conocimiento del vicio; en principio, el momento
u oportunidad en que el incidentista toma conocimiento de él debe ser el que señale en la solicitud; si la parte
contraria pretende desvirtuar esto, debe acreditarlo, dado que aquí rige el principio de la buena fe procesal, y esto
es importante porque a partir de ese momento comienzan a correr los cinco días.
El mismo inciso 2º del artículo 83 del Código de Procedimiento Civil establece una regla especial,
conforme a la cual, tratándose de la incompetencia absoluta del tribunal, la ley se aparta de la regla general y en
este caso la nulidad se puede invocar en cualquier momento del proceso, incluso hasta antes que la sentencia
quede firme o ejecutoriada.
Tratándose del incidente de nulidad procesal, la ley permite formularla después que las partes estén citadas
a oír sentencia, porque lo permite el artículo 431 del Código de Procedimiento Civil.
Si estamos en presencia de un incidente que no pretende anular todo lo obrado, sino que sólo un acto
específico, no se puede hacer valer después que las partes han sido citadas a oír sentencia, a menos que la causa
229
que origina el incidente haya ocurrido después de haber citado a las partes a oír sentencia. Ejemplo: si se decretan
medidas para mejor resolver.

-o- Reglamentación de ciertos incidentes de nulidad:

La ley reglamenta especialmente algunos incidentes de nulidad, particularmente nos referiremos a: 1) la


nulidad por falta de emplazamiento, y 2) la nulidad por fuerza mayor.

1. Nulidad por falta de emplazamiento. Esta nulidad derivada de la falta de emplazamiento va a significar la
nulidad de todo lo obrado (artículo 80, Código de Procedimiento Civil). De acuerdo a este artículo, si al
litigante rebelde no se le ha hecho saber en persona ninguna de las providencias libradas en el juicio, podrá
pedir la rescisión de lo obrado, ofreciendo acreditar que, por un hecho que no le sea imputable, han dejado
de llegar a sus manos las copias a que se refieren los artículos 40 y 44, o que ellas no son exactas en su parte
substancial. Este derecho no podrá reclamarse sino dentro de cinco días, contados desde que aparezca o se
acredite que el litigante tuvo conocimiento personal del juicio.
Este artículo 80 del Código de Procedimiento Civil exige la presencia de dos supuestos: 1) Que al
demandado no se le hayan hecho saber en persona las providencias libradas en el juicio; y 2) Que por el
motivo anterior, el juicio se ha seguido en su rebeldía, es decir, sin la comparecencia del demandado.
Cumplidas estas dos condiciones, el demandado queda habilitado para reclamar la nulidad procesal
dentro del plazo de cinco días fatales, contados desde que aparezca o se acredite que el litigante tuvo
conocimiento personal del juicio (artículo 80, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Esto también es una cuestión de hecho y pueden ocurrir varias situaciones: 1) que tome el rebelde
conocimiento del juicio cuando esté en trámite, en cuyo caso deberá formular el incidente dentro de cinco
días; o 2) que tome conocimiento cuando el juicio esté terminado y esté la sentencia ejecutoriada, caso en el
cual el demandado puede hacer valer la nulidad (porque el artículo 182, inciso 2°, del Código de
Procedimiento Civil que establece el principio de desasimiento, permite para que el rebelde haga uso del
derecho que le confiere el articulo 80 del Código de Procedimiento Civil; además porque el legislador
permite el cumplimiento incidental de una sentencia ejecutoriada y dentro de la normativa existente se
permite oponer al ejecutado ciertas excepciones a la ejecución, y dentro de ellas podría oponerse la nulidad
de lo obrado por falta de emplazamiento).
El hecho de que el demandado pueda interponer el incidente de nulidad aún después de estar
ejecutoriada la sentencia dictada en el juicio, no constituye excepción al principio de que la nulidad procesal
se pueda alegar mientras esté pendiente el juicio, porque estamos en presencia de un caso excepcionalísimo,
en que no se habría formado la relación procesal, que es la condición básica de todo juicio.

2. Nulidad por fuerza mayor: Es un caso especial, regulado en el artículo 79 del Código de Procedimiento Civil,
fuera del título de los incidentes (está tratado en las rebeldías), conforme al cual “podrá un litigante pedir la
rescisión de lo que se haya obrado en el juicio en rebeldía suya, ofreciendo probar que ha estado impedido
por fuerza mayor”.
La ley procesal no nos señala qué debemos entender por “fuerza mayor”, de manera que en esta
materia se aplican las reglas generales, o sea, debemos recurrir al artículo 45 del Código Civil que nos dice
que “se llama fuerza mayor o caso fortuito el imprevisto a que no es posible resistir”.
En cuanto al plazo del litigante para promover este incidente, la ley dice que este derecho solamente
podrá reclamarse dentro del plazo de tres días, que se cuentan desde que cesó el impedimento, y pudo hacerse
valer ante el tribunal que conoce del negocio (artículo 79, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil). Según
esto, el litigante tiene que acreditar dos cosas: 1) que tuvo conocimiento de la fuerza mayor, y 2) cuando
cesó o terminó ese impedimento que él tenía.

* Segundo medio directo: Las excepciones dilatorias:


230
Las excepciones dilatorias son medios que tiene el demandado después que ha sido notificado de la
demanda, precisamente para reclamar de vicios de procedimiento, con el objeto que esos vicios se corrijan para
que el juicio pueda continuar su tramitación normal (artículo 303, nº 6, Código de Procedimiento Civil).
La finalidad de las excepciones dilatorias es corregir los vicios de procedimiento sin afectar el fondo de
la acción deducida, por lo tanto, inciden en asuntos solamente procesales.
Las excepciones dilatorias deben hacerse valer dentro del término de emplazamiento y antes de contestar
la demanda, todas en un mismo escrito (artículo 305, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil). Sin embargo, el
inciso 3º del artículo 305 del Código de Procedimiento Civil señala que excepcionalmente pueden oponerse en
segunda instancia las excepciones de incompetencia del tribunal y la de litis pendencia, en forma de incidentes.
Las excepciones dilatorias suspenden la tramitación del juicio, porque se reclama de un defecto procesal;
el juez no puede dictar sentencia mientras el juez no resuelva la excepción.
Son incidentes de previo y especial pronunciamiento. En cuanto a su tramitación, aquí no hay una
tramitación especial, y la ley solamente se limita a decir que se tramitarán como incidentes y, por lo tanto, hay
que aplicar las normas de los incidentes ordinarios.

* Tercer medio directo: El recurso de casación en la forma:

Se trata de un medio directo, porque, si bien consiste en un recurso procesal, la finalidad es la misma que
los otros medios directos, o sea, invalidar una sentencia; y, concretamente, en el recurso de casación de forma, se
pretende invalidar sentencias definitivas o interlocutorias, cuando dichas resoluciones: 1) han sido dictadas dentro
de un procedimiento viciado, o 2) cuando han sido dictadas con omisión de los requisitos de forma establecidos
por la ley.
A través de este recurso no solamente se puede invalidar la sentencia, sino que también permite al tribunal
sanear los vicios de procedimiento en que se haya incurrido, y luego del saneamiento el juez deberá precisar en
que estado queda el proceso.

* Cuarto medio directo: La facultad que tienen los tribunales para declarar de oficio la nulidad:

Los tribunales actúan de manera oficiosa en la medida que advierten una anomalía de carácter procesal,
por lo tanto, el vicio procesal debe estar patente en el proceso, no se trata de que el tribunal toma conocimiento
privado del vicio. En este caso, tampoco en la ley existe una regulación orgánica, y está tratado en distintos títulos
del Código de Procedimiento Civil. Ejemplos: el artículo 83, inciso 1º; el artículo 84, incisos 4º y 5º; el artículo
775, inciso 1º.
El artículo 84, inciso 4º, del Código de Procedimiento Civil es una disposición importante para los
tribunales En este caso, la ley da ciertas atribuciones preventivas al juez, que consisten en que tiene que tomar las
medidas tendientes a evitar la nulidad de los actos de procedimiento, por lo tanto, el juez puede disponer de oficio
estas medidas.
Sin embargo, dice el Código, no puede subsanar actuaciones viciadas en razón de haberse realizado éstas
fuera del plazo fatal indicado por la ley (artículo 84, inciso final, Código de Procedimiento Civil).
El tribunal solamente estaría habilitado para hacer uso de esta atribución cuando se trate de un acto de tal
magnitud que comprometa el interés público más allá del interés de las partes; entonces, los tribunales podrían
anular actos o actuaciones procesales “esenciales”. Si estamos en presencia de una actuación procesal viciada que
mira al interés exclusivo de las partes, el tribunal no tiene esta facultad de oficio, sino que serán las partes las que
deben reclamar en el evento de existir vicio.
La ley no enumera cuáles son estos actos esenciales, por lo tanto, debemos recurrir a la jurisprudencia y a
la doctrina, que han indicado que estos actos son aquellos que determinan que el proceso sea un medio idóneo o
un debido proceso, y estos actos son los que la doctrina ha llamado “presupuestos procesales”, que miran la

231
estructuración del proceso y su finalidad es lograr que se forme la relación procesal. Por ejemplo: todos los actos
del emplazamiento, los relativos a la capacidad de las partes, etc.
Hay algunos casos en que, no obstante que nos encontramos en presencia de estos vicios esenciales, la
propia ley impide que los tribunales hagan uso de esta facultad de oficio. Estos casos en que no procede la
intervención oficiosa del tribunal son los siguientes: 1) Cuando el vicio exista, pero que no conste en el proceso;
2) Cuando ha sido notificada una sentencia interlocutoria o definitiva a cualquiera de las partes, por aplicación
del principio de desasimiento del tribunal, con la única excepción de la nulidad por falta de emplazamiento; y 3)
Cuando en el proceso efectivamente haya un vicio de procedimiento, pero ha operado la convalidación del acto.

4.- Resolución que se pronuncia acerca de la nulidad:

La resolución que se pronuncia sobre la nulidad procesal, puede ser que la acoja o que la deseche.

1) La resolución que acoge o que declara la nulidad, es una sentencia interlocutoria, porque falla un
incidente estableciendo derechos permanentes en favor de las partes, una vez que la sentencia queda firme
y ejecutoriada. El derecho permanente es que todas aquellas actuaciones procesales que han sido anuladas
quedan declarados como ineficaces, por lo tanto, no pueden tener efecto en ese proceso. Esto es válido
respecto de quien dedujo ese incidente y también respecto de la otra parte.

2) La resolución que rechaza la nulidad, también es una sentencia interlocutoria, porque aquí, al no
producirse la invalidación, tales actuaciones quedan firmes o ratificadas, y quedan incorporadas a las
defensas o actuaciones que hizo valer la parte que dedujo esas actuaciones, y también es válido para la
parte contraria.

* Recursos en contra de esta resolución:

En esta materia se aplican las reglas generales tratándose de una sentencia interlocutoria. Esto significa
que el recurso de apelación es procedente, lo mismo cabe para el recurso de aclaración, agregación o rectificación.
Respecto a la apelación, hay que distinguir si la resolución que se pronuncia sobre la nulidad la dicta un
tribunal de primera o segunda instancia. Si el incidente de nulidad se promovió en segunda instancia, aplicando
las reglas generales, la resolución dictada por el tribunal de alzada será inapelable (artículo 210, Código de
Procedimiento Civil).
En cuanto al recurso de reposición, en principio no procede, porque este recurso va en contra de autos y
decretos, y por excepción procede en contra de ciertas sentencias interlocutorias, cuando la ley lo declara así, por
lo tanto, aquí no procede.
Respecto al recurso de casación en la forma, podemos señalar categóricamente que es improcedente,
porque esta sentencia interlocutoria no pone término al juicio ni hace imposible su continuación, de acuerdo al
artículo 766 del Código de Procedimiento Civil. El recurso de casación en el fondo es improcedente por la misma
razón (artículo 767, Código de Procedimiento Civil).
¿Qué ocurre si la resolución que declara la nulidad procesal es declarada de oficio?. En este caso no se ha
formulado un incidente, el tribunal resuelve oficiosamente; sin embargo, para estos efectos, a esta sentencia habría
que calificarla de interlocutoria, porque se está refiriendo a cuestiones accesorias y además, según el profesor
Salas, porque establece derechos permanentes en favor de las partes.

* Contenido de la resolución que declara la nulidad:

Las declaraciones concretas que debe emitir el tribunal en esta materia son las siguientes:
232
1) Debe señalar si se acoge o no el incidente de nulidad procesal, en el caso de que éste haya sido reclamado;
y si el tribunal actúa de oficio, deberá declarar exactamente eso.

2) Tiene que indicar qué actos concretamente deben quedar anulados o sin efecto; esto en razón de la conexión
que tenga ese acto que se anula con otras actuaciones del proceso.

3) Debe contener un pronunciamiento de las costas del incidente. Esto es aplicable en el caso en que la
declaración de nulidad se hace por un incidente, por lo tanto, no es procedente cuando se declara de oficio.
Aquí se aplican las reglas generales respecto a las costas (artículo 144, Código de Procedimiento Civil).

4) En caso de ser necesario, la resolución debe señalar la práctica de diligencias necesarias para que el proceso
siga su curso normal. Esto ocurre cuando las omisiones inciden en actuaciones de carácter esencial.

233
SEPTIMA PARTE: EL PROCEDIMIENTO EJECUTIVO

I. GENERALIDADES

1.- Reglamentación y concepto del juicio ejecutivo:

El juicio ejecutivo se rige por las siguientes disposiciones: 1) Las normas del Libro III del Código de
Procedimiento Civil y abarca los artículos 434 al 544 inclusive, que son reglas aplicables al juicio ejecutivo en
las obligaciones de dar, hacer y no hacer; se aplican también, en forma conjunta con las normas anteriores, las
reglas comunes a todo procedimiento del Libro I del Código de Procedimiento Civil; y, en defecto de las normas
anteriores, las del procedimiento ordinario, por aplicación del artículo 3º del Código de Procedimiento Civil; y 2)
Sin perjuicio de lo anterior, se aplican otras reglas especiales referidas a otros procedimientos ejecutivos
especiales; como por ejemplo, el procedimiento ejecutivo de la Ley General de Bancos.
Existen diversas definiciones al respecto. Nosotros nos quedaremos con la siguiente: “Es un juicio de
carácter contencioso que está establecido por la ley para poder substanciar, a través de un proceso, una acción
cuya finalidad es obtener el cumplimiento forzado de una obligación que consta fehacientemente en un título
ejecutivo”.
El fundamento de este juicio es darle eficacia al derecho que existe y que necesita materializarse. Se trata,
pues, de un procedimiento que sirve para completar el ejercicio de la jurisdicción, pues, sin la existencia de un
juicio de esta naturaleza, ésta sería meramente teórica.

2.- Características del juicio ejecutivo:

El juicio ejecutivo presenta las siguientes características, que lo diferencian de otros juicios:

1. Puede ser un procedimiento de aplicación general o especial, según se aplique a cualquier tipo de obligación
o a cierto tipo ellas, dependiendo de su clase o naturaleza. Ejemplo: es especial el procedimiento de la Ley
General de Bancos, etc.

2. Es un procedimiento extraordinario, considerando la tramitación que presenta este juicio, desde el punto de
vista de su estructura es extraordinario; la tramitación difiere del que existe para el juicio ordinario.

3. Se fundamenta en la existencia de una obligación preexistente, establecida de una manera clara en un título
que es indiscutido.

4. Persigue el cumplimiento forzado de esa obligación que consta en un título; su objetivo, a diferencia de lo
que ocurre en el juicio ordinario, es obtener el cumplimiento forzado de una determinada prestación que
consta fehacientemente en el título ejecutivo.

5. Se trata de un procedimiento compulsivo, forzado o de apremio, lo que significa que durante la tramitación
se puede recurrir a la fuerza ante la negativa del demandado a cumplir las resoluciones que se vayan dictando,
para darle eficacia al derecho.

6. Parte de la base de proteger los intereses del acreedor, que es el demandante o ejecutante, no por encontrase
en una situación privilegiada sino porque posee un título ejecutivo que acredita la existencia de la obligación.

234
3.- Clasificaciones del juicio ejecutivo:

El juicio ejecutivo puede ser clasificado desde diferentes puntos de vista:

1) Dependiendo de la naturaleza de la obligación cuyo cumplimiento se pretende, distinguimos el juicio


ejecutivo de las obligaciones de dar, de hacer y de no hacer. Esta clasificación tiene importancia para
determinar el procedimiento aplicable.

o Juicio ejecutivo en las obligaciones de dar: Es aquel que debe aplicarse cuando el deudor está obligado
a entregar una cosa o a realizar una prestación determinada.

o Juicio ejecutivo en las obligaciones de hacer: Es aquel procedimiento que corresponde aplicar en aquellos
casos en que la obligación del deudor consiste en la ejecución de un hecho o de una obra determinada.

o Juicio ejecutivo en las obligaciones de no hacer: Es aquel que se aplica cuando la obligación del deudor
consiste en una determinada abstención.

2) Según la cuantía de la obligación o la prestación de se demanda, encontramos el juicio ejecutivo de mayor


cuantía y el juicio ejecutivo de mínima cuantía.

o Juicio ejecutivo de mayor cuantía: Lo constituyen aquellas normas que se aplican cuando el valor de la
prestación es superior a las diez unidades tributarias mensuales.

o Juicio ejecutivo de mínima cuantía: Es aquel que se aplica cuando el valor de la prestación no supera las
diez unidades tributarias mensuales.

3) Atendiendo a la naturaleza de las normas jurídicas aplicables, se distingue el juicio ejecutivo común o general
y el juicio ejecutivo especial.

o Juicio ejecutivo común o general: Es aquel que se rige por las normas generales que establece el Código
de Procedimiento Civil en los artículos 434 y siguientes, sea que se trate de obligaciones de dar, hacer o
no hacer.
o Juicio ejecutivo especial: Se produce cuando el juicio se rige por normas especiales distintas a las
establecidas en el Libro III. Ejemplo: el procedimiento ejecutivo de la Ley de Bancos, el procedimiento
ejecutivo sobre realización de la prenda civil, etc.

4.- Requisitos de la acción ejecutiva:

Los requisitos de procedencia o condiciones necesarias para poder demandar ejecutivamente, son los
siguientes:

1. La existencia de un título ejecutivo, en el cual conste la obligación cuyo cumplimiento se pretende (artículo
434, Código de Procedimiento Civil).

2. Que la obligación cuyo cumplimiento se pretende sea actualmente exigible (artículos 437, 530 y 544,
Código de Procedimiento Civil).

3. Si la obligación es de dar, es necesario ella que sea líquida (artículo 438, Código de Procedimiento Civil).
235
4. Si la obligación fuere de hacer, debe ser determinada (artículo 530, Código de Procedimiento Civil).

5. Si la obligación fuere de no hacer, debe ser susceptible de convertirse en la destrucción de lo obrado en


contravención de la obligación (artículo 544, Código de Procedimiento Civil).

6. Que la acción ejecutiva no esté prescrita (artículos 442, 531 y 544, Código de Procedimiento Civil).

I) PRIMER REQUISITO: QUE LA OBLIGACION CONSTE EN UN “TITULO EJECUTIVO”:

Para que pueda iniciarse un juicio ejecutivo, es indispensable que, quien sostiene la pretensión, cuente con
un título ejecutivo. Si el acreedor no cuenta con un título ejecutivo, en principio no puede iniciar una acción
ejecutiva, pero podría preparar la vía ejecutiva a través de ciertas gestiones preparatorias.

* Concepto de título ejecutivo:

El Código de Procedimiento Civil no entrega una definición del título ejecutivo, pero la doctrina sí se ha
encargado de definirlo. El título ejecutivo “es el antecedente o documento que da constancia de una obligación y
al cual la ley le otorga la suficiencia necesaria para exigir el cumplimiento forzado de la prestación que consta en
él”.

* Características del título ejecutivo:

El título ejecutivo presenta las siguientes características o particularidades:

1. Están establecidos en la ley: Sólo el legislador le puede atribuir mérito ejecutivo a determinados antecedentes
y no las partes o interesados. Esto es así porque está en juego el interés público, puesto que lo normal es que
las personas no estén obligadas.

2. Son solemnes: Este es un requisito que puede variar dependiendo del título que se haga valer, pero sí hay
una solemnidad común para todos ellos, que es la escrituración.

3. El título genera siempre una presunción de verdad en favor del ejecutante: Por esta razón el juez, cuando
provee una demanda ejecutiva, ordena en base al título de inmediato despachar mandamiento de ejecución
y embargo en contra del deudor.

4. Son autónomos o autosuficientes: El título debe bastarse por sí solo, esto es, que todos los requisitos de la
acción ejecutiva deben estar contenidos en dicho título. El título normalmente es individual y tiene que ser
autosuficiente.

* Clasificaciones de los títulos ejecutivos:

Los títulos ejecutivos son susceptibles de ser clasificados desde diferentes puntos de vista:

1) Los títulos ejecutivos pueden ser clasificados como títulos perfectos o completos y títulos imperfectos o
incompletos.

236
a. Título perfecto o completo: Es aquel que tan pronto como se otorga permitiría iniciar una ejecución. Con
el mérito de este título completo, el tribunal está en condiciones de acceder y darle curso a una demanda
ejecutiva.

b. Título imperfecto o incompleto: Es aquel que no le permite al acreedor iniciar de inmediato una ejecución
porque algún requisito le falta; para ello será necesario realizar ciertas gestiones preparatorias que
permitan darle eficacia a este título.

2) Los títulos ejecutivos pueden ser judiciales o extrajudiciales, dependiendo si el título tiene o no su origen en
el proceso o en alguno de sus equivalentes jurisdiccionales legitimados.

a. Título ejecutivo judicial: Es aquel antecedente o documento que emana o tiene su origen en el proceso.
Ejemplo: la sentencia judicial.

b. Título ejecutivo extrajudicial: Es aquel que no tiene su origen en el proceso. Ejemplo: los instrumentos
privados.

* Análisis de los títulos ejecutivos que contempla la ley:

Los títulos ejecutivos que contempla el artículo 434 del Código de Procedimiento Civil son los siguientes:

1) SENTENCIA FIRME, BIEN SEA DEFINITIVA O INTERLOCUTORIA (artículo 434, nº 1, Código de


Procedimiento Civil):

Lo normal es que si se reconoce un derecho a través de la sentencia, ésta se puede materializar después en
la práctica, de lo contrario la declaración judicial sería ilusoria. Sin embargo, no toda sentencia constituye un
título ejecutivo; para que ello ocurra deben concurrir los siguientes requisitos:

- Debe encontrarse firme o ejecutoriada: Como sabemos, según el artículo 174 del Código de Procedimiento
Civil, se entenderá firme o ejecutoriada una resolución desde que se haya notificado a las partes, si no
procede recurso alguno en contra de ella; y, en caso contrario, desde que se notifique el decreto que la mande
cumplir, una vez que terminen los recursos deducidos, o desde que transcurran todos los plazos que la ley
concede para la interposición de dichos recursos, sin que se hayan hecho valer por las partes.

- Debe declarar o establecer una obligación determinada o debe imponer alguna condena a una determinada
prestación, la que puede consistir en dar, hacer o no hacer algo.

- Es preciso que se trate de una sentencia definitiva o interlocutoria. La sentencia definitiva es la que pone fin
a la instancia, resolviendo la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio; la sentencia interlocutoria es la
que falla un incidente del juicio, estableciendo derechos permanentes a favor de las partes, o resuelve sobre
algún trámite que debe servir de base en el pronunciamiento de una sentencia definitiva o interlocutoria.

Respecto a este título ejecutivo, debemos realizar algunas precisiones o distinciones en relación a la
sentencia:

a. La sentencia original: Es aquélla que se dicta en el proceso respectivo, tiene mérito ejecutivo y sirve de base
para la ejecución dentro del mismo expediente. El plazo para pedir la ejecución es de un año contado desde
que la ejecución se hizo exigible (artículo 233, Código de Procedimiento Civil).

237
b. Las copias de la sentencia original que se registran en todas las secretarías de los tribunales: Estas copias
no pueden servir como título ejecutivo, pues se mantienen en secretaría, cumpliendo sólo fines
administrativos de orden interno del tribunal.

c. Otras copias de la sentencia original que hayan sido otorgadas o extendidas en la forma que la ley lo
dispone: Estas copias autorizadas, que se han otorgado a petición del interesado previa orden del juez, tienen
mérito ejecutivo y generalmente es la que se acompaña al iniciar una demanda ejecutiva.

Hay otras sentencias que sin estar firmes o ejecutoriadas también sirven para iniciar una demanda
ejecutiva; estas sentencias son las que causan ejecutoria. Esto es así aunque no están comprendidas en el nº 1 del
artículo 434 del Código de Procedimiento Civil.

2) COPIA AUTORIZADA DE ESCRITURA PÚBLICA (artículo 434, nº 2, Código de Procedimiento Civil):

La ley dice que únicamente es título ejecutivo la copia autorizada de la escritura pública y no la escritura
matriz u original, ya que ella siempre queda incorporada al registro del notario.
La copia autorizada se contrapone a la copia simple o no autorizada. La copia autorizada es la que ha sido
otorgada por el ministro de fe correspondiente, que le da la autenticidad al instrumento como tal.
¿Quiénes pueden otorgar copia autorizada?. En este sentido, pueden autorizar la escritura pública: 1) El
mismo notario público que autorizó la escritura pública; 2) El notario que lo reemplaza, subroga o supla, o el
interino; 3) El notario de la misma notaría, que lo suceda legalmente en el cargo; y 4) El archivero judicial que
tenga a su cargo la custodia del archivo.

3) ACTA DE AVENIMIENTO PASADA ANTE TRIBUNAL COMPETENTE Y AUTORIZADA POR UN


MINISTRO DE FE O POR DOS TESTIGOS DE ACTUACION (artículo 434, nº 3, Código de Procedimiento
Civil):

El avenimiento es una forma de poner término a un litigio o controversia jurídica; es el acuerdo que logran
directamente las partes de un proceso en virtud del cual se pone término al conflicto jurídico sometido a juicio
expresándose ese acuerdo ante el juez que conoce la causa. De este avenimiento que logran las partes debe dejarse
constancia documental en un acta.
Para que esta acta de avenimiento pueda constituir título ejecutivo se requieren dos condiciones: 1) Debe
ser pasada ante tribunal competente, lo que presupone un juicio pendiente; y 2) Debe ser autorizada por un
ministro de fe o por dos testigos de actuación, siendo lo normal, en todo caso, que sea el secretario del tribunal
quien autorice esta acta.

4) INSTRUMENTO PRIVADO, RECONOCIDO JUDICIALMENTE O MANDADO TENER POR RECONOCIDO


(artículo 434, nº 4, Código de Procedimiento Civil):

En este caso, el reconocimiento puede emanar de la propia parte contraria o del juez. Aquí se hace la
distinción entre los instrumentos privados propiamente tales y mercantiles.

- INSTRUMENTOS PRIVADOS PROPIAMENTE TALES:

El instrumento privado adquiere mérito ejecutivo cuando ha sido reconocido judicialmente o cuando ha
sido mandado tener por reconocido por el juez. Esto se logra a través de una gestión preliminar que se denomina
“Reconocimiento de Firma” (artículo 435, Código de Procedimiento Civil).
238
Si el acreedor careciere de título ejecutivo y quisiera preparar la ejecución por el reconocimiento de firma
puesta en instrumento privado, debe solicitar al juez que cite a su presencia al deudor con tal objeto. Para estos
fines, el acreedor deberá presentar un escrito al tribunal y en él le pide que ordene citar al deudor a su presencia
a fin de que reconozca su firma puesta en el documento que acompaña, haciendo presente que esta diligencia la
solicita con el fin de preparar la ejecución y bajo los apercibimientos legales que establece el artículo 435 del
Código de Procedimiento Civil.
El juez resuelve o provee la solicitud del demandante mediante una audiencia, para lo cual debe fijar día
y hora a fin de que el deudor concurra bajo el apercibimiento legal correspondiente. Al deudor se le notifica
personalmente, en el amplio sentido, es decir, se practica la notificación personal propiamente tal o la notificación
del artículo 44 del Código de Procedimiento Civil.
Las actitudes que puede adoptar el deudor que ha sido citado a la audiencia a reconocer su firma, pueden
ser las siguientes:

A. Comparecer a la audiencia y reconocer su firma: Si se produce esta situación, queda preparada la vía
ejecutiva y se perfecciona el título imperfecto, sin necesidad de que una resolución judicial dé por reconocida
la firma.
En cuanto a la oportunidad para comparecer al tribunal, la jurisprudencia ha reconocido varias
oportunidades: 1) En la misma audiencia; 2) Antes de la audiencia, pues, como se trata de un plazo fijado en
favor del propio deudor, puede perfectamente renunciarlo; y 3) Después de la audiencia, pero siempre que
lo haga antes que el acreedor le pida al juez que haga efectivo el apercibimiento legal del artículo 435 del
Código de Procedimiento Civil.

B. Comparecer a la audiencia y dar respuestas evasivas: En este caso el acreedor debe pedir al tribunal por
escrito que haga efectivo el apercibimiento legal del artículo 435 del Código de Procedimiento Civil, es
decir, que se dé por reconocida la firma. Para estos efectos es necesario que haya una resolución judicial en
que se tenga por reconocida la firma.

C. Comparecer a la audiencia y negar su firma: En este caso, la gestión preparatoria fracasa y no quedará
configurado el título. La única posibilidad que cabría sería intentar una acción de tipo declarativa ordinaria.

D. No comparecer a la audiencia después de haber sido legalmente citado: Esta actitud produce los mismos
efectos que si ha comparecido y da respuestas evasivas, es decir, la sanción es que el tribunal da por
reconocida la firma. En este caso también hay que pedir que se haga efectivo el apercibimiento del artículo
435 del Código de Procedimiento Civil.

- INSTRUMENTOS PRIVADOS MERCANTILES:

Tratándose de ciertos instrumentos mercantiles que están señalados en el mismo artículo 434, nº 4, del
Código de Procedimiento Civil, la ley no exige reconocimiento, y en consecuencia estos instrumentos privados
mercantiles van a tener mérito ejecutivo, pero en la medida que se cumplan las condiciones legales establecidas
en ese mismo precepto.
Los instrumentos privado mercantiles a que se refiere el artículo 434, nº 4, del Código de Procedimiento
Civil, son: 1) las letras de cambio, 2) los pagarés, y 3) los cheques (si bien son distintos, para este artículo tienen
similitud en el título).
Estos instrumentos son también títulos imperfectos (incompletos) por cuanto en el otorgamiento no
interviene ningún ministro de fe, aun cuando algunos ellos son formales. Aquí es necesario realizar ciertas
gestiones preparatorias de la vía ejecutiva:

1) Letra de cambio o pagaré protestado personalmente por falta de pago: Este protesto le corresponde efectuarlo
a un notario público y, para estos efectos, éste debe citar al deudor para requerirle de pago; luego se levanta
un acta de protesto.
239
Si el deudor no concurre a la citación del notario, igualmente se procede al protesto, pero éste ya no
será personal.
Si la letra de cambio o el pagaré se protesta por el notario puede llegar a ser título ejecutivo siempre
que reúna los siguientes requisitos copulativos: 1) Que el documento que se proteste sea por falta de pago;
2) El protesto debe ser personal; y 3) Que en el mismo acto el deudor no haya opuesto tacha de falsedad de
su firma.
El título se conforma o está constituido por el instrumento mercantil (letra de cambio o pagaré) y por
la correspondiente acta de protesto.

2) Letra de cambio o pagaré protestado por falta de pago, pero el protesto no fue personal: Esto quiere decir
que el deudor no concurrió a la citación ante el notario. En esta situación no queda configurado el título
ejecutivo; para que quede configurado el título se debe realizar una gestión preparatoria que se denomina
“notificación judicial de protesto de letra de cambio o pagaré”.
Para proceder a esto, el acreedor tiene que presentar una solicitud al juez competente en la que le pide
expresamente que se notifique al deudor judicialmente de la obligación de pago. Frente a esta solicitud el
juez debe ordenar que se proceda a notificar al deudor en forma personal, en el amplio sentido, es decir, la
notificación personal propiamente tal o por la notificación del artículo 44 del Código de Procedimiento Civil.
Ante esto, se pueden producir dos situaciones: 1) que el deudor en el acto mismo de la notificación
judicial o dentro de tercero día alegue tacha de falsedad a su firma, o 2) que el deudor no alegue tacha de
falsedad de su firma y transcurra el plazo legal de tres días.

- Que el deudor en el acto mismo de la notificación judicial o dentro de tercero día alegue tacha de
falsedad a su firma: Esto significa que con esta actitud se va a generar un incidente en el juicio (la tacha
se tramita como incidente ordinario). En este caso, le corresponderá al demandante acreditar que la firma
es verdadera.
Si dentro de esta incidencia se acredita que la firma es auténtica, se configurará el título ejecutivo,
en la medida que sea declarado por sentencia judicial ejecutoriada; además el deudor cometería delito,
conforme a lo dispuesto en la Ley Nº 18.092 sobre letra de cambio y pagaré. Al contrario, si en esta
incidencia se acredita que la firma es falsa, no queda configurado el título ejecutivo y se termina la
gestión.

- Que el deudor no tache de falsa su firma y transcurra el plazo legal de tres días: El acreedor debe pedir
la certificación al tribunal, por conducto del secretario del mismo, que no se opuso la tacha
oportunamente y con ello quedará configurado el título ejecutivo.

3) Cheques: Se aplica la Ley de Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques; los protestos de los cheques se rigen
por esta normativa especial. Aquí el que procede a protestar el documento es el banco librado y sólo podrán
protestarse por las causales legales.
El acreedor que tenga en su poder un cheque protestado también tiene que iniciar una gestión
preparatoria denominada “notificación judicial de protesto de cheque”, gestión que se rige por la Ley de
Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques (artículo 41, Decreto con Fuerza de Ley N° 707). El acreedor debe
presentar una solicitud ante el tribunal competente, en la que debe pedir expresamente que se notifique
judicialmente al deudor de la obligación de pago.
El juez frente a la solicitud tiene que ordenar que se notifique judicialmente del protesto al deudor.
Esta notificación puede ser personal propiamente tal o personal o la notificación personal del artículo 44 del
Código de Procedimiento Civil. La antedicha notificación debe practicarse en el domicilio que el deudor
registra en el banco.
El deudor tiene plazo de tres días para poder pagar el documento, y si no paga dentro de ese término
quedará configurado el delito de giro doloso de cheques. El deudor igualmente puede oponer tacha de su
firma, en el mismo acto de la notificación o dentro de tercero día, y se siguen las mismas consecuencias que
en el caso anterior.
240
5) LA CONFESIÓN JUDICIAL (artículo 434, nº 5, Código de Procedimiento Civil):

Aquí se produce la duda si cualquier confesión que se realice judicialmente dentro de un proceso, sea
espontánea o provocada, constituirían título ejecutivo, o si por el contrario, solamente se está refiriendo a la
confesión judicial provocada que se obtiene mediante la gestión preparatoria de la vía ejecutiva que sirve para
crear un título. La jurisprudencia mayoritaria ha estimado que la confesión como título ejecutivo solamente se
puede generar mediante resolución judicial del tribunal o mediante la respectiva acta de diligencia en que la parte
citada confiesa la deuda, a través de la gestión que señala el artículo 435 del Código de Procedimiento Civil.
El título quedaría configurado mediante el reconocimiento de la deuda expresa que hace el deudor citado
o bien mediante la correspondiente resolución judicial que así lo declare, dependiendo de la actitud y de lo que
diga el citado.
Para estos efectos, el acreedor debe realizar la gestión preparatoria de la vía ejecutiva que es la “citación
al deudor a confesar la deuda” que consiste sólo en citar al presunto deudor a una audiencia determinada a fin
de que confiese adeudar la suma que se indique en la presentación.
Esta gestión preparatoria se rige por las mismas reglas de la citación a reconocer firma (artículo 435,
Código de Procedimiento Civil). Se presenta la solicitud ante el tribunal competente bajo apercibimiento legal
indicado en esta disposición y éste debe proveer el escrito citando al deudor a confesar la deuda.
Las actitudes que puede tomar el deudor son las siguientes: 1) Si el deudor concurre y confiesa la deuda,
quedará configurado el título ejecutivo y el acreedor puede iniciar la ejecución; 2) Si el deudor no comparece o
da respuestas evasivas, se le tendrá por confeso de la deuda, para lo cual se le debe solicitar al juez que se haga
efectivo el apercibimiento legal del artículo 435 del Código de Procedimiento Civil; y 3) Si el deudor comparece
y niega la deuda, la gestión preparatoria fracasa y termina en ese momento.
Es importante destacar que esta confesión como gestión preparatoria presenta notables diferencias con la
confesión como medio de prueba, entre las que se destacan las siguientes:

a. La finalidad de la confesión como gestión preparatoria es preparar la entrada al juicio (es preparatoria del
juicio); en cambio, la confesión como medio de prueba es más amplia, ya que principalmente tiene una
finalidad probatoria, sin perjuicio que puede solicitarse como medida prejudicial.

b. La confesión como medio de prueba sirve para acreditar cualquier hecho controvertido del juicio; en cambio,
la confesión como gestión preparatoria no permite acreditar cualquier hecho, sólo la existencia de la deuda.

c. En la confesión como medio de prueba se puede delegar la práctica de la diligencia de la confesión (puede
prestarse ante el secretario u otro ministro de fe); en cambio, en la confesión como gestión preparatoria no
es posible la delegación, porque ella debe prestarse sólo ante el juez que conoce la causa.

d. En la confesión como medio de prueba existe la posibilidad que, en caso de que el citado no comparezca, se
pueda volver a citarlo. Esta situación no procede en la confesión como gestión preparatoria.

e. La confesión como medio de prueba puede solicitarse varias veces en el mismo juicio, tanto en primera como
en segunda instancia; en cambio, la gestión preparatoria sólo se puede pedir una sola vez, y ahí se verá si
tiene éxito o no.

f. En la confesión como medio de prueba, si el confesante niega la efectividad del hecho que está controvertido,
se puede recurrir a otros medios probatorios para acreditarlo; en cambio, en la confesión como gestión
preparatoria, si el deudor niega la deuda, no es posible dentro de esas gestiones valerse de otros medios de
prueba para demostrarlo.

241
6) CUALESQUIERA TITULOS AL PORTADOR, O NOMINATIVOS, LEGITIMAMENTE EMITIDOS, QUE
REPRESENTEN OBLIGACIONES VENCIDAS DE DICHOS TITULOS, SIEMPRE QUE LOS CUPONES
CONFRONTEN CON LOS TITULOS, Y ESTOS, EN TODO CASO, CON LOS LIBROS TALONARIOS (artículo
434, nº 6, Código de Procedimiento Civil):

Aquí se trata de títulos que son emitidos por alguna institución legalmente autorizada. Por ejemplo, los
bonos emitidos por el Banco del Estado (actualmente tiene escasa aplicación). Para estos efectos, se establece
otra gestión preparatoria de la vía ejecutiva en relación a estos títulos, consistente en la confrontación de los
cupones con los títulos, y éstos con los libros talonarios, a través de un ministro de fe. Aquí la gestión preparatoria
se denomina “confrontación”.
Si resulta conforme esa confrontación, se despacha la ejecución, sin importar la protesta de falsedad del
título que en el acto haga el director o la persona que tenga la representación del deudor, quien podrá alegar en
forma la falsedad como una de las excepciones del juicio (artículo 434, nº 6, inciso 2º, Código de Procedimiento
Civil).

7) CUALQUIER OTRO TITULO A QUE LAS LEYES DEN FUERZA EJECUTIVA (artículo 434, nº 7, Código de
Procedimiento Civil):

Este número no se entiende por sí solo; tiene que haber una norma legal expresa que le atribuya mérito
ejecutivo a algún título determinado. A modo de ejemplo podemos mencionar los siguientes casos:

• En la legislación laboral el acta de la inspección del tribunal puede tener mérito ejecutivo si se reconocen
obligaciones.
• La sentencia que causan ejecutoria también pueden tener mérito ejecutivo (artículo 231, inciso 1º, segunda
parte, Código de Procedimiento Civil).
• En materia comercial, en el contrato de transporte, constituirá título ejecutivo en contra del consignatario la
carta de porte, otorgado en la guía de despacho, cuando puesto en su conocimiento por notificación judicial,
no alegue en ese mismo acto, o dentro de tercero día, que el documento ha sido falsificado materialmente, o
cuando opuesta la tacha, ésta fuere rechazada por resolución judicial.

II) SEGUNDO REQUISITO: QUE LA OBLIGACION SEA ACTUALMENTE EXIGIBLE:

Un segundo requisito de procedencia de la acción ejecutiva es que la obligación cuyo cumplimiento se


pretende sea actualmente exigible. Esto según lo señalan los artículos 437, 530 y 544 del Código de Procedimiento
Civil.
Que la obligación sea actualmente exigible significa que ella no se encuentre sujeta a ninguna modalidad
que impida su ejecución. Que la exigibilidad sea actual significa que debe existir en el momento de interponer la
demanda ejecutiva, en que se inicia la ejecución y no con posterioridad.

III) TERCER REQUISITO: QUE LA OBLIGACION SEA LIQUIDA (EN LAS OBLIGACIONES DE DAR):

Que la obligación sea líquida significa que debe estar determinada en su especie, género y cantidad, de
manera que su cumplimiento no presente dudas. Aunque la ley no lo dice con estas palabras, como se aplica el
artículo 438 del Código de Procedimiento Civil, se desprende de esta norma que la obligación debe tener este
carácter, porque señala sobre qué objeto debe recaer la obligación de dar, y ello sirve para determinar su liquidez.

242
Según el inciso 1º del artículo 438 del Código de Procedimiento Civil, el objeto de la obligación se
entiende líquido en los siguientes casos:

- Cuando la obligación recae sobre la misma especie o cuerpo cierto que se deba y que exista en poder del
deudor. Ejemplo: la obligación de pagar con un cuadro de Dalí y que está en poder del deudor.

- Cuando la obligación recae sobre el valor de la especie debida y que no exista en poder del deudor, haciéndose
su avaluación por un perito que nombrará el tribunal: En este evento, la cosa deberá ser avaluada previamente
por un perito designado por el tribunal. Esta “avaluación de peritos” es una gestión preparatoria que se realiza
tomando en consideración los datos que suministre el propio título. En este caso, las partes tienen derecho,
entre otras cosas, a pedir que se aumente o disminuya la avaluación fijada por el perito (artículo 440, Código
de Procedimiento Civil).

- Cuando la obligación recae sobre cantidad líquida de dinero o de un género determinado cuya avaluación
pueda hacerse en la forma que establece el caso anterior: Aquí la avaluación también se hace por medio de
perito que designe el tribunal. Ejemplo: cuando el deudor debe una tonelada de trigo.

La ley entiende por cantidad líquida no solamente la que actualmente tenga esta calidad, sino la que
también puede liquidarse por medio de simples operaciones aritméticas, con los datos que suministre el propio
título (artículo 438, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil). Ejemplo: veinte cuotas mensuales de $20.000 cada
una.
Puede suceder que el título ejecutivo que se acompaña contenga obligaciones que son en una parte líquida
y en otra ilíquida. En este caso, la acción ejecutiva podrá iniciarse por la parte líquida y, respecto a la ilíquida,
tendrá que reservarse su acción para un juicio ordinario (artículo 439, Código de Procedimiento Civil).

IV) CUARTO REQUISITO: QUE LA OBLIGACION SEA DETERMINADA (EN LAS OBLIGACIONES DE
HACER):

La obligación es determinada cuando la prestación que debe cumplir el deudor está claramente consignada
o establecida en el título ejecutivo, es decir, el título tiene que decir específicamente a qué se obligó el deudor.
Ejemplo: se obligó a pintar un cuadro de tales características, etc.

V) QUINTO REQUISITO: QUE LA OBLIGACION SEA SUSCEPTIBLE DE CONVERTIRSE EN LA


DESTRUCCION DE LO OBRADO EN CONTRAVENCION DE LO PRESCRITO EN ELLA (EN LAS
OBLIGACIONES DE NO HACER):

Tratándose de las obligaciones de no hacer, se exige que sea posible la destrucción de lo hecho en
contravención de la obligación que asumió el deudor (artículo 544, Código de Procedimiento Civil). Ejemplo: la
obligación de destruir un muro.

VI) SEXTO REQUISITO: QUE LA ACCION EJECUTIVA NO ESTE PRESCRITA:

Esto se desprende de diversas normas, como los artículos 442, 531 y 544 del Código de Procedimiento
Civil. El plazo de prescripción es fundamental, porque el simple transcurso del tiempo, de acuerdo a las normas
del Código Civil, extingue las acciones.
Las acciones ordinarias prescriben, por regla general, en el plazo de cinco años desde que la obligación se
hizo exigible; las acciones ejecutivas, por su parte, prescriben en tres años desde que la obligación se hizo exigible
243
(artículo 2515, inciso 1º, Código Civil), sin perjuicio de que existan plazos especiales de prescripción de algunos
títulos.
Transcurridos los tres años sin hacerse valer la acción ejecutiva, se transforma en ordinaria por otros dos
años (artículo 2515, inciso 2º, Código Civil), en cuyo caso se utilizará el procedimiento sumario (artículo 680, nº
7, Código de Procedimiento Civil).
Sin perjuicio de lo anterior, existen otras acciones ejecutivas que prescriben en plazos menores; por
ejemplo, en las letras de cambio, cheques y pagarés, el plazo es de un año desde el vencimiento del documento o
desde que la obligación contenida en el documento se hizo exigible, salvo el caso del cheque, en que el plazo se
cuenta desde la fecha del protesto (artículo 34, Ley de Cuentas Corrientes Bancarias y de Cheques).
En materia de prescripción existe una regla especial en el artículo 442 del Código de Procedimiento Civil,
que establece que si un acreedor demanda ejecutivamente y resulta que el título tiene más de tres años contados
desde que la obligación se hizo exigible, el juez puede de oficio denegar la ejecución, en cuyo caso no será
necesario alegar la prescripción.
Como se trata de una norma especial, se ha entendido que la facultad del juez está referida al plazo
exclusivo de tres años; esto da a entender que los tribunales no tienen esta facultad respecto de las letras de
cambio, cheques y pagarés, en que el plazo es de un año (esta regla rige cuando se tiene más de tres años).
El Código agrega que la frase “salvo que se compruebe la subsistencia de la acción ejecutiva por alguno
de los medios que sirven para deducir esta acción en conformidad al artículo 434”, con lo que se ha entendido
que con esto el legislador ha querido significar que si el título ejecutivo tiene más de tres años, podría ocurrir que
el acreedor haya obtenido un nuevo título ejecutivo, de conformidad al mismo artículo 434.
Despachado el mandamiento, sólo le resta al ejecutado hacer valer la prescripción, a través de la respectiva
excepción, en la oportunidad señalada por el legislador.

5.- Resumen de las gestiones preparatorias de la vía ejecutiva:

Como hemos visto anteriormente, existen algunos títulos ejecutivos que se bastan por sí mismos para
iniciar una ejecución, como por ejemplo una escritura pública, una sentencia firme o un acta de avenimiento. Sin
embargo, hay otros que para los efectos de poder ser considerados como títulos ejecutivos requieren de una gestión
previa que debe llevar a cabo la parte interesada.
Estas gestiones preparatorias de la vía ejecutiva son las siguientes:

❖ Reconocimiento de firma puesta en instrumento privado (artículos 435 y 436, Código de


Procedimiento Civil).

❖ Notificación judicial del protesto de letra de cambio o pagaré a cualquiera de los obligados a su pago,
no realizado personalmente (artículo 434, nº 4, Código de Procedimiento Civil).

❖ Notificación judicial de protesto de cheque (artículo 434, nº 4, Código de Procedimiento Civil).

❖ Citación a confesar deuda (artículo 435, Código de Procedimiento Civil).

❖ La avaluación respecto del valor de la especie debida (artículo 438, nº 2 y 3, Código de Procedimiento
Civil).

❖ Confrontación de títulos y cupones (artículo 434, nº 6, Código de Procedimiento Civil).

❖ Validación de sentencias extranjeras o procedimiento de “exequátor” (artículos 242 y siguientes,


Código de Procedimiento Civil).

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❖ Notificación del título ejecutivo a los herederos (artículo 1377, Código Civil).

1) Reconocimiento de firma puesta en instrumento privado (artículos 435 y 436, Código de Procedimiento
Civil): En este caso, el acreedor que tiene el título imperfecto le solicita el juez que cite al deudor a su
presencia a reconocer su firma a fin de que éste reconozca su firma.
El reconocimiento puede ser de dos tipos: reconocimiento expreso y reconocimiento judicial.

2) Notificación judicial del protesto de letra de cambio o pagaré a cualquiera de los obligados a su pago, no
realizado personalmente, es decir, no han sido autorizadas ante notario (artículo 434, nº 4, Código de
Procedimiento Civil): Para iniciar esta gestión, el acreedor tiene que presentar una solicitud al juez en la que
le pide en forma expresa que se le notifique al deudor judicialmente su obligación de pago.
La vía ejecutiva queda preparada cuando el notificado no alega tacha de falsedad de su firma en el
acto mismo de la notificación o dentro de tercero día. También quedará preparada la vía ejecutiva, si bien el
deudor ha alegado tacha de falsedad de su firma, se acredita dentro de la incidencia que ésta es auténtica.

3) Notificación judicial de protesto de cheque (artículo 434, nº 4, Código de Procedimiento Civil): Para estos
efectos, el acreedor debe presentar una solicitud ante el tribunal competente, en la que debe pedir
expresamente que se notifique judicialmente al deudor de la obligación de pago.
Si producida esta notificación no se alega tacha de falsedad de su firma por alguno de los obligados
al pago en el mismo acto o dentro de tercero día queda preparada la vía ejecutiva. Si el deudor no consigna
dentro de tres días capital intereses y costas, quedará configurado el delito de giro doloso de cheque y
corresponderá que en el juicio criminal mismo se investigue la falsedad alegada, conforme lo dispone la ley
de cheques.

4) Citación a confesar deuda (artículo 435, Código de Procedimiento Civil): Se siguen las mismas reglas que
ocurre para la gestión preparatoria del reconocimiento de firma, es decir, el acreedor tiene que solicitarle al
juez para que cite al deudor a su presencia con la finalidad que éste confiese la deuda.
La confesión que se preste también puede ser de dos tipos: confesión expresa y confesión judicial.

5) La avaluación respecto del valor de la especie debida (artículo 438, nº 2 y 3, Código de Procedimiento Civil):
Cuando la ejecución recae sobre la especie debida que no exista en poder del deudor, deberá avaluarse
previamente por un perito designado por el tribunal; la misma situación ocurre cuando lo debido es una
cantidad líquida de un género determinado. Se procede a través de un perito quien es el que fija estos valores,
y la ejecución queda preparada una vez que quede ejecutoriada la resolución que tuvo por aprobada la
tasación judicial.

6) Confrontación de títulos y cupones (artículo 434, nº 6, Código de Procedimiento Civil): Esta gestión se lleva
a cabo ante el juez, a iniciativa del acreedor, quien debe presentar una solicitud en la cual pide la designación
de un ministro de fe que efectué la confrontación. Si la confrontación resulta conforme, el acta del ministro
de fe complementará el título y quedará preparada la ejecución.
Tratándose del cobro de cupones, será necesario que ellos estén vencidos y que además se confronten
con el título mismo, y este último, a su vez, con el libro talonario respectivo.

7) Validación de sentencias extranjeras o procedimiento de “exequátor” (artículos 242 y siguientes, Código de


Procedimiento Civil): Las sentencias extranjeras no se pueden cumplir en Chile sin que previamente sea
validada o reconocida por medio de la Corte Suprema de acuerdo a las normas legales pertinentes.

8) Notificación del título ejecutivo a los herederos (artículo 1377, Código Civil): Un problema que puede
presentarse es la situación que puede ocurrir en relación a los títulos ejecutivos contra una persona que

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fallece. Ante esta circunstancia cabe preguntarse en qué situación queda el título ejecutivo respecto de los
herederos.
Este título ejecutivo no se puede utilizar directamente contra los herederos del causante; el acreedor
no los puede demandar de inmediato ejecutivamente basándose en dicho título. Para ello se requiere de una
gestión preparatoria de la vía ejecutiva, que consiste en que debe pedirse la notificación judicial del título a
los herederos (artículo 1377, Código Civil). Una vez practicada la notificación debe esperarse ocho días para
poder demandar ejecutivamente, plazo durante el cual los herederos pueden cumplir la obligación.
Aquí debemos hacer algunas precisiones respecto a lo que puede suceder en este caso:

✓ Puede ocurrir que el deudor fallezca antes de que se inicie el juicio ejecutivo en su contra. Aquí tiene
plena aplicación el artículo 1377 del Código Civil, es decir, se puede pedir la notificación judicial del
título a los herederos.

✓ Podría ocurrir que el deudor fallezca cuando ya ha sido demandado ejecutivamente. En este caso,
pueden presentarse dos situaciones: 1) que el deudor litigue personalmente, sin mandatario judicial, o
2) que esté litigando al momento del fallecimiento con mandatario judicial.

o Si el deudor litigaba personalmente, tiene aplicación el artículo 5º del Código de Procedimiento


Civil (norma general para cualquier juicio, no sólo ejecutivo); es decir, el juicio queda en suspenso
por el hecho del fallecimiento y se notificará a los herederos el estado del mismo en un plazo igual
al emplazamiento para contestar demandas, que conceden los artículos 258 y 259 del Código de
Procedimiento Civil.

o Si el deudor actuaba a través de mandatario judicial, se aplica el artículo 1377 del Código Civil,
con la diferencia que aquí no se hace como gestión preparatoria, pues el juicio ya está iniciado.

246
II. PROCEDIMIENTO EJECUTIVO EN LAS OBLIGACIONES DE DAR

1.- Reglamentación:

El procedimiento ejecutivo de mayor cuantía en obligaciones de dar está reglamentado en el Libro III del
Código de Procedimiento Civil, en los artículos 434 al 529 inclusive. En lo no contemplado se recurre a las normas
pertinentes del Libro II, por disposición del artículo 3º del Código de Procedimiento Civil. También estas normas
están complementadas por las del Libro I, por ser disposiciones comunes a todo procedimiento.
En este juicio el valor de lo disputado tiene que ser mayor a diez unidades tributarias mensuales (artículos
698, 703 y 738, Código de Procedimiento Civil).

2.- Estructura del juicio ejecutivo:

Este juicio presenta una novedad en relación a lo otros procedimientos declarativos, ya que éste se tramita
siempre a lo menos en dos cuadernos, que son: 1) el cuaderno principal o ejecutivo, y 2) el cuaderno de apremio.
Estos dos cuadernos se tramitan separadamente, de manera que, en principio, los recursos deducidos en
uno de ellos no retardan la marcha del otro (artículo 458, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil); de acuerdo
a esto, se podría, eventualmente de lo que alegue el ejecutado, llegar a la traba del embargo mientras se deciden
las excepciones opuestas en el otro cuaderno.
Junto con los anteriores, en el juicio ejecutivo también podría haber otros dos cuadernos, que son el
cuaderno de tercerías y el cuaderno de incidentes.

❑ Cuaderno Principal: En el cuaderno principal se tramita el juicio ejecutivo propiamente tal, todo el aspecto
contencioso del mismo.
Aquí encontramos los tres períodos tradicionales de todo juicio: discusión, prueba y sentencia. Sin
embargo, no existe el llamado obligatorio a conciliación (artículo 262, Código de Procedimiento Civil).

❑ Cuaderno de Apremio: Contiene todos los aspectos compulsivos o forzados de este juicio; en él se realizan
todas las actuaciones necesarias para el embargo de los bienes, la administración de dichos bienes y el
remate de ellos. Este cuaderno se inicia con el mandamiento de ejecución y embargo, que es la resolución
que ordena requerir de pago al deudor, y si este no lo hace se procederá a embargar sus bienes.

❑ Cuaderno de Tercerías: Este cuaderno puede estar presente o no en el juicio ejecutivo, y ello dependerá
si en el juicio intervienen o no terceros haciendo valer derechos (en el juicio ejecutivo es habitual que
intervengan terceros). En todo caso, esta intervención de terceros tiene la particularidad que no existe
libertad para la intervención de ellos, sino que, por el contrario, se encuentra limitada por la ley al ejercicio
o la alegación de ciertos derechos.

❑ Cuaderno de Incidentes: Este cuaderno está destinado a tramitar aquellas cuestiones accesorias del juicio
que requieren tramitación especial del tribunal, siempre que no sean de previo y especial pronunciamiento,
pues, en tal caso, se tramitarán en el cuaderno principal.

3.- La demanda ejecutiva:

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Esta demanda podemos definirla como el acto procesal que realiza el acreedor y a través de la cual deduce
la acción ejecutiva, formulando la pretensión correspondiente, esto es, que se cumpla forzadamente una
obligación de la que dice ser acreedor.

* Requisitos de la demanda ejecutiva:

Los requisitos de la demanda no están señalados en el título correspondiente al procedimiento ejecutivo


del Libro III del Código de Procedimiento Civil, de tal suerte que se aplican, en este caso, los requisitos del
artículo 254 del Código de Procedimiento Civil, sin perjuicio de los requisitos generales a todo escrito.
En algunos lugares, además, se debe cumplir con los requisitos establecidos en autos acordados de algunas
Cortes de Apelaciones. Ejemplo: el auto acordado de la Corte de Apelaciones de Concepción del 10 de octubre
1997, sobre la forma de ingresar las solicitudes de las demandas.
Junto con la demanda ejecutiva siempre tendrá que acompañarse un título ejecutivo, como elemento
fundante de la demanda, porque el juez, para ver si le da curso a la demanda, tiene que hacer un estudio de los
antecedentes y en el título constan todos los requisitos de la demanda ejecutiva. En la demanda se debe pedir
siempre custodia del título que se acompaña.

* Petición que se somete al fallo del tribunal:

De los requisitos de la demanda del artículo 254 del Código de Procedimiento Civil interesa detenerse en
el nº 4 de esta norma, esto es, la petición que se somete al fallo del tribunal. En este caso, son dos cosas distintas
las que debe pedir el ejecutante:

1. Que se ordene despachar mandamiento de ejecución y embargo en contra del deudor, por el monto de la
obligación más sus intereses y costas, y reajustes, si los hay.

2. Que se ordene seguir adelante la ejecución hasta el completo pago de la deuda con costas, ello porque si el
deudor opone excepciones se paraliza.

* Resolución del juez que debe recaer en el escrito de la demanda ejecutiva:

El juez, una vez presentada la demanda ejecutiva, debe hacer un análisis o estudio de los antecedentes que
se le presentan; el tribunal debe examinar el título que se acompaña -salvo que el juicio se haya iniciado por
gestión preparatoria- con la finalidad de determinar si en él concurren los requisitos de procedencia de la demanda
ejecutiva, y determinar si puede someter a trámite esa demanda.
El tribunal examinará el título y despachará o denegará la ejecución, sin audiencia ni notificación del
demandado, aun cuando se haya éste apersonado en el juicio (artículo 441, inciso 1º, Código de Procedimiento
Civil).
Las posibilidades que se pueden presentar de este estudio que hace el juez son las siguientes:

1) Si el juez de este estudio concluye que no se reúnen todos los requisitos de la acción ejecutiva denegará la
ejecución, es decir, no dará curso a la demanda ejecutiva.

2) Si, por el contrario, el juez estima que se reúnen todos los requisitos de la acción ejecutiva, dará curso a la
demanda y despachará la ejecución. En este caso la resolución a dictarse es “despáchese” o “despáchese
mandamiento de ejecución y embargo contra el deudor” (el juez no puede limitarse a tener sólo por
interpuesta la demanda).

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Esta resolución que emana del tribunal se dicta sin audiencia ni notificación del demandado, es decir, se
dicta con el solo mérito de los antecedentes, aun cuando éste se haya apersonado en el juicio.
En el evento que este demandado realice cualquier gestión en relación a la orden de despachar
mandamiento, dichas gestiones no van a trabar el procedimiento ejecutivo, y sólo pueden servir para que el
tribunal las considere como datos ilustrativos para apreciar la procedencia o improcedencia de la acción que se
entabla (artículo 441, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
¿Qué recursos proceden en contra de estas resoluciones?. En este caso, debemos distinguir cuál es la
resolución dictada por el tribunal frente a la demanda ejecutiva que se presenta, ya sea acogiéndola o denegándola.

A) Si el tribunal denegó la ejecución: En ese caso dicha resolución causará agravio al ejecutante y, por tanto,
procederá el recurso de apelación (artículo 441, inciso final, Código de Procedimiento Civil). Si se interpone
apelación de este fallo y ha lugar a ella, el tribunal elevará el proceso al superior, también sin notificación
del demandado.
La jurisprudencia ha precisado que la sentencia que deniega la ejecución es una interlocutoria y sería
procedente además el recurso de casación en la forma.

B) Si el tribunal acoge la demanda y ordena despachar mandamiento de ejecución: En este caso, hay dos
opiniones al respecto:

o Algunos autores sostienen que sería improcedente el recurso de apelación en contra de esta resolución,
porque si se recurre contra ella significaría entorpecer el procedimiento ejecutivo, lo que va contra el
espíritu de la ley en esta materia. Los que sostienen esta posición agregan que todas las alegaciones que
sostenga el demandado deben ser materia de excepciones, las que deberá formular en la oportunidad
procesal que le señala la ley.

o La mayoría de la doctrina dice que es posible que el ejecutado deduzca el recurso de apelación, porque
el artículo 187 del Código de Procedimiento Civil permite la apelación respecto de toda sentencia
definitiva o interlocutoria, salvo en los casos en que la ley deniega expresamente este recurso, y como se
trataría de una sentencia interlocutoria que sirve de base para el pronunciamiento posterior de otra
sentencia dentro del mismo juicio y no está prohibida su apelación, es procedente este recurso.

4.- Mandamiento de ejecución y embargo:

Con la dictación del “despáchese” en el cuaderno principal, se entra al cuaderno de apremio, pues esta
resolución ordena despachar el mandamiento de ejecución y embargo, y este mandamiento es otra resolución
judicial. En consecuencia, para proceder al mandamiento de ejecución y embargo, previamente debe haberse
ordenado despacharse en el cuaderno principal.
El mandamiento de ejecución y embargo “es una resolución judicial dictada por el tribunal que conoce de
la ejecución y que contiene la orden expresa del juez de requerir de pago al deudor y de embargarle bienes
suficientes por un ministro de fe si no paga en el acto del requerimiento”.
El mandamiento de ejecución y embargo es una sentencia interlocutoria, porque recae sobre un trámite
que va a servir de base al pronunciamiento de una sentencia definitiva. En caso que no haya oposición del
ejecutado, este mandamiento hace las veces de sentencia definitiva.

* Requisitos del mandamiento:

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Este mandamiento tiene que contener algunos requisitos establecidos expresamente en el artículo 443 del
Código de Procedimiento Civil. En este artículo se pueden observar requisitos que necesariamente deben estar
contenidos en el mandamiento y otros no esenciales o facultativos del mismo.

1. Requisitos esenciales del mandamiento: Los requisitos esenciales del mandamiento, es decir, aquellos que
siempre deben estar comprendidos en él, son los siguientes:

- La orden expresa de requerir de pago al deudor (artículo 443, nº 1, Código de Procedimiento Civil).

- La orden de embargarle bienes al deudor en cantidad suficiente para cubrir la deuda con sus intereses
y las costas, si no paga en el acto del requerimiento de pago (artículo 443, nº 2, Código de Procedimiento
Civil).

- La designación de un depositario provisional, que se haga cargo de la administración de los bienes


embargados. En este punto cabe hacer notar que es facultad del acreedor pedir que se designe depositario
a una determinada persona, pudiendo serlo el propio deudor; puede asimismo solicitar que no se nombre
depositario.
Las personas que no pueden tener la calidad de depositario son las siguientes: 1) los empleados
del propio tribunal, y 2) la persona que desempeñe cargo de depositario en tres o más juicios seguidos,
ante el mismo tribunal.

2. Requisitos no esenciales o facultativos del mandamiento: Los requisitos no esenciales o facultativos del
mandamiento son los siguientes:

- La designación expresa de determinar bienes sobre los cuales ha de trabarse el embargo, si el acreedor
los ha señalado en su demanda o si la obligación recayere sobre la misma especie o cuerpo cierto
debido. Si la acción ejecutiva recae sobre una especie o cuerpo cierto o si el acreedor en la demanda ha
señalado, para que se haga el embargo, bienes que la ley permita embargar, el mandamiento contendrá
también la designación de ellos.

- La orden de solicitar el auxilio de la fuerza pública para proceder a la traba del embargo, siempre que
en concepto del tribunal haya fundado temor de que el mandamiento sea desobedecido, y en la medida
que el ejecutante lo solicite. Para que el mandamiento contenga esta orden se requiere: 1) petición de
parte, y 2) fundado temor que ese mandamiento sea desobedecido.

* Cómo se cumple el mandamiento:

Para los efectos de llevar a la práctica el mandamiento, debe procederse a la notificación del ejecutado, y
específicamente requerirlo de pago. Este es un trámite esencial; si no hay notificación ni requerimiento de pago
se entiende que el demandado no ha sido emplazado.
La ley establece que para los efectos de que el ejecutado interponga sus excepciones, el plazo para
oponerlas se cuenta desde la fecha para requerirlo de pago y este escrito de excepciones equivale al escrito de la
contestación de la demanda.
Se procede al requerimiento de pago mediante notificación judicial, que según el artículo 443, nº 1, del
Código de Procedimiento Civil, debe ser personal. En ese mismo acto, el receptor judicial tiene que señalarle el
plazo legal para oponer las excepciones que estime pertinentes (artículo 462, inciso 2º, Código de Procedimiento
Civil).
Si esta notificación se practica en lugares de libre acceso público, el requerimiento de pago no se le puede
hacer en ese mismo acto (artículo 41, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil). Este es un caso en que puede
haber notificación, pero no requerimiento de pago en el mismo acto. En este caso, el ministro de fe tiene que citar
250
al deudor a su oficina o al lugar que le señale para hacerle el requerimiento; tiene que señalar día, hora y lugar
para hacer este requerimiento (artículo 443, nº 1, en relación con el artículo 41, inciso 1º, del Código de
Procedimiento Civil).
¿Cómo se procede a notificar al deudor?. Hay varias formas de requerir de pago al deudor:

1. REQUERIMIENTO PERSONAL: Esto significa aplicar las reglas generales de la notificación personal; esto
quiere decir que al deudor hay que entregarle copia íntegra de la demanda ejecutiva, de la resolución recaída
en ella y del mandamiento.
Podría ocurrir que este deudor no sea habido, en cuyo caso la ley permite notificar en la forma que
contempla el artículo 44 del Código de Procedimiento Civil, expresando en la copia a que ese artículo se
refiere, además del mandamiento, la designación de día, lugar y hora que fije el ministro de fe para practicar
el requerimiento. Esto último es lo que se denomina “cédula de espera”.
La innovación al artículo 44 radica en que, además de las copias íntegras de la resolución y de la
solicitud, se debe consignar el día, hora y lugar en que el deudor notificado debe concurrir a la oficina del
ministro de fe para que éste le practique el requerimiento de pago, bajo el apercibimiento legal de realizarse
el embargo sin más trámite y tener por practicado el requerimiento de pago. El receptor dejará constancia de
ello en el expediente.
Las situaciones que pueden presentarse respecto a esta citación al ejecutado pueden ser las siguientes:

▪ Si el ejecutado concurre a esa citación, se procederá a requerirlo de pago y a embargarle bienes si no


paga.

▪ Si el ejecutado no concurre, el requerimiento de pago se entiende efectuado y queda en condiciones de


proceder a la trabar del embargo.

Para proceder a esta forma de notificación del artículo 44 del Código de Procedimiento Civil, se
tienen que cumplir todos los requisitos que esta norma establece, de lo contrario habría nulidad.
En el caso de la notificación del artículo 44 del Código de Procedimiento Civil, hay que entregar: 1)
Copia íntegra de la demanda ejecutiva y su proveído; 2) Copia íntegra del mandamiento de ejecución y
embargo; 3) Copia íntegra de la solicitud o petición del ejecutante en que se pide la notificación del artículo
44 del Código de Procedimiento Civil y de la orden del juez que así lo dispone; y 4) La constancia de la
citación al deudor para que concurra en el día, hora y lugar que el ministro de fe le indique en la copia para
ser requerido de pago.

2. REQUERIMIENTO CONFORME A LOS ARTÍCULOS 48 A 53 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO


CIVIL (NOTIFICACIÓN POR CÉDULA O POR EL ESTADO DIARIO): Esta situación se aplicaría cuando
el deudor haya sido notificado personalmente o con arreglo al artículo 44 del Código de Procedimiento Civil
para otra gestión anterior al requerimiento, es decir, que se haya realizado alguna gestión preparatoria de la
vía ejecutiva.

Según esta interpretación se podrá notificar por cédula o por el estado diario, en conformidad al
artículo 443, nº 1, del Código de Procedimiento Civil. En la práctica se ha entendido esto de la siguiente
manera:

• La notificación por cédula se aplicaría cuando el deudor fue anteriormente notificado personalmente en
la gestión preparatoria y haya señalado oportunamente domicilio, de acuerdo con el artículo 49 del
Código de Procedimiento Civil, es decir, en el plazo máximo de dos días posteriores a su comparecencia.

251
• La notificación por el estado diario, se aplicaría cuando el deudor también fue legalmente notificado
personalmente o de acuerdo al artículo 44 del Código de Procedimiento Civil en la gestión preparatoria,
y no efectuó oportunamente la designación de su domicilio.

* Finalidades del requerimiento de pago:

Este requerimiento persigue dos finalidades: 1) En primer lugar se pretende poner en conocimiento al
deudor de la demanda ejecutiva, a través de la notificación misma; y 2) Una vez que el deudor es requerirlo de
pago, se persigue que éste pague en el mismo acto del requerimiento, o de lo contrario se procede a embargarle
bienes.

* Actitudes que puede tener el ejecutado después de este requerimiento:

Las actitudes que puede adoptar el ejecutado luego de ser requerido de pago pueden ser de dos tipos: 1)
puede pagar, o 2) puede no pagar.
Si el deudor paga en el acto del requerimiento, ese pago debe ser completo, es decir, debe abarcar capital,
intereses y costas.
Si el deudor no paga en el acto del requerimiento, debe procederse a la traba del embargo de bienes
suficientes para cubrir el valor de la deuda. Sin embargo, el embargo podría no realizarse en este acto, porque el
ejecutado tiene derecho a oponerse y no permitir el embargo, en cuyo caso el ministro de fe dejará la constancia
pertinente.

* El embargo:

En esta materia hay quienes distinguen al embargo a la traba del embargo; la ley habla del mandamiento
de embargar bienes. Entre ambas hay diferencias sutiles.
La traba del embargo es la diligencia o actuación judicial que realiza el funcionario competente, previa
orden del juez y que consiste en la aprehensión de bienes determinados del deudor para su posterior entrega al
depositario que se designe, con el objeto de que con dichos bienes se pague al acreedor, ya sea con las especies
mismas o con el producto que su realización.
El embargo es la afectación de un bien determinado a una ejecución o juicio ejecutivo, con el objeto de
pagar con ese bien o con el producido de ese bien, según corresponda al acreedor.
Realizar el bien embargado es reducirlo a dinero. Así se desprende del artículo 450 del Código de
Procedimiento Civil.
¿Sobre qué bienes puede recaer el embargo?. La regla general en el sistema chileno es que son embargables
todos los bienes del deudor, de acuerdo a los principios de derecho civil (artículo 2365, Código Civil). Por
excepción hay ciertos bienes que el legislador los excluye del embargo, y que, por tanto, son inembargables
(artículos 1618, Código Civil; artículo 445, Código de Procedimiento Civil). De recaer en éstos, el deudor debe
solicitarle al juez que los excluya del embargo. La inembargabilidad está establecida a favor del deudor para
bienes que faciliten su existencia.

5.- Oposición del ejecutado:

Una vez que el deudor es requerido de pago, nace para él el derecho de defenderse, lo que hará oponiendo
excepciones a la demanda ejecutiva.

252
En el juicio ejecutivo la defensa del ejecutado se llama “oposición”, y que en este procedimiento tiene una
particularidad que permite diferenciarla del juicio ordinario: el demandado sólo puede hacer valer las excepciones
que la ley permite, que son tanto dilatorias como perentorias; es decir, el ejecutado no tiene la libertad tiene el
demandado en el juicio ordinario para formular su defensa.
Para que el ejecutado pueda oponerse a la ejecución debe estar previamente emplazado.

Notificación legal de la demanda ejecutiva


Emplazamiento
del Requerimiento de pago
Juicio Ejecutivo
Transcurso del plazo para formular excepciones

* Las excepciones que contempla el artículo 464 del Código de Procedimiento Civil:

Según el artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, las excepciones que puede oponer el ejecutado
son las siguientes:

1. La incompetencia del tribunal ante quien se haya presentado la demanda. Esta excepción se refiere tanto
a la incompetencia absoluta como a la relativa.
Si hubo gestión preparatoria y el demandado ejecutivo tuvo que actuar en dicha gestión, si el
tribunal que conoció fue incompetente relativamente, la actitud del demandado no produce la prórroga de
la competencia, por tanto, se podría alegar incompetencia en el juicio ejecutivo.

2. La falta de capacidad del demandante o de personería o representación legal del que comparezca en su
nombre. Esta excepción se refiere a la capacidad para comparecer en juicio Ejemplo: el mandatario que
comparece en nombre del ejecutado no tiene facultades suficientes según su mandato.

3. La litis pendencia ante tribunal competente, siempre que el juicio que le da origen haya sido promovido
por el acreedor, sea por vía de demanda o de reconvención.

4. La ineptitud del libelo por falta de algún requisito legal en el modo de formular la demanda, en
conformidad a lo dispuesto en el artículo 254 del Código de Procedimiento Civil.

5. El beneficio de excusión o la caducidad de la fianza.

6. La falsedad del título. Un título falso es el no auténtico, esto es, el que no ha sido otorgado y autorizado
por las personas que por orden la ley deben autorizarla, o cuando se han hecho alteraciones en el título,
suplantaciones, etc.

7. La falta de alguno de los requisitos o condiciones establecidos por las leyes para que dicho título tenga
fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea con relación al demandado.

8. El exceso de avalúo en los casos de los incisos 2º y 3º del artículo 438 del Código de Procedimiento Civil.

9. El pago de la deuda.

10. La remisión de la deuda.

253
11. La concesión de esperas o la prórroga del plazo.

12. La novación.

13. La compensación.

14. La nulidad de la obligación.

15. La pérdida de la cosa debida, en conformidad a lo dispuesto en el Título XIX, Libro IV del Código Civil.
La perdida de la cosa debida debe ser fortuita.

16. La transacción.

17. La prescripción de la deuda o sólo de la acción ejecutiva.

18. La cosa juzgada.

* Características de las excepciones contempladas en el artículo 464 del Código de Procedimiento Civil:

Las características de las excepciones del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil son las
siguientes:

❖ Son taxativas, es decir no puede oponerse otra excepción que no se encuentre contemplada en dicha
disposición.

❖ Comprende tanto excepciones dilatorias como perentorias. Ejemplos: la excepción de la litis pendencia
es dilatoria, y la excepción del pago de la deuda es perentoria.

❖ Todas deben oponerse conjuntamente en un mismo escrito. Se tramitan y fallan todas a la vez, salvo la
excepción de incompetencia del tribunal, que puede fallarse desde luego o reservarla para la sentencia
definitiva.

❖ Las excepciones pueden referirse al total de la deuda o sólo a parte de la misma (artículo 464, inciso
final, Código de Procedimiento Civil). Ejemplo: una obligación deducible en cuotas y una de ellas está
prescrita (esta prescripción se refiere sólo a esa cuota y no al total de la obligación).

* Forma de oponer las excepciones:

Las excepciones se presentan por escrito y todas conjuntamente en el escrito de oposición. Aquellas
excepciones que se hagan valer con posterioridad no serán tomadas en consideración.
Se entiende que este escrito de oposición del ejecutado debe cumplir con los requisitos del artículo 309
del Código de Procedimiento Civil; en consecuencia, el escrito deberá contener: 1) La designación del tribunal
ante quien se presente; 2) El nombre, domicilio y profesión u oficio del demandado; 3) Las excepciones que se
oponen a la demanda y la exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho en que se apoyan; y 4) La
enunciación precisa y clara, consignada en la conclusión, de las peticiones que se sometan al fallo del tribunal.
En el escrito además deben expresarse con claridad y precisión los hechos fundantes de las excepciones.
Si así no lo hiciere, esas excepciones serán declaradas inadmisibles.
También en el escrito tienen que señalarse los medios probatorios para acreditar las excepciones. Si en
este escrito no se señalan los medios de prueba, ello tiene como sanción la pérdida del derecho que la ley concede.

254
La jurisprudencia ha entendido que la referencia a los medios de prueba puede ser de carácter genérica; basta
decir, por ejemplo, que se hará valer la prueba testimonial y no indicar cada uno de los testigos.

* Plazo para oponer las excepciones:

El término para deducir la oposición comienza a correr desde el día del requerimiento de pago (artículo
462, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Para establecer el plazo es necesario distinguir el lugar en que haya sido notificado o requerido de pago el
deudor en relación con la ubicación del tribunal y, además, cuál va a ser el lugar en que el demandado presente
sus escritos si es notificado en territorio jurisdiccional diverso.
Las situaciones que pueden presentarse son las siguientes:

1) Si el demandado ha sido requerido de pago en la misma comuna asiento del tribunal que conoce del juicio
ejecutivo, tendrá un plazo de cuatro días útiles o hábiles para oponerse a la ejecución (artículo 459, inciso
1º, Código de Procedimiento Civil). Ejemplo: el ejecutado está en Concepción y el juicio ejecutivo se sigue
ante el primer juzgado civil de Concepción.

2) Si el demandado ha sido requerido de pago dentro del mismo territorio jurisdiccional en que se ha
promovido el juicio, pero fuera de la comuna en que tiene su asiento el tribunal, el plazo será de ocho días
útiles (artículo 459, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil). Ejemplo: el juicio ejecutivo se sigue ante un
tribunal de Concepción y el deudor tiene su domicilio en la comuna de Penco.

3) Si el requerimiento de pago se ha hecho en el territorio jurisdiccional de otro tribunal de la República, en


este caso tenemos que subdistinguir según si el ejecutado va a oponer sus excepciones ante el tribunal
exhortado o ante el tribunal exhortante que conoce del juicio ejecutivo:

a. Si el deudor deduce su oposición ante el tribunal exhortado, va a tener los mismos plazos que establece
el artículo 459 del Código de Procedimiento Civil, es decir, tendrá cuatro días si es notificado en la
misma comuna en que tenga su asiento el tribunal exhortado; y tendrá ocho días si es requerido de pago
en una comuna distinta al que pertenece el territorio jurisdiccional del tribunal exhortado.

b. Si el deudor decide formular su oposición ante el tribunal exhortante, tendrá un plazo de ocho días más
el aumento que establezca la tabla de emplazamiento del artículo 259 del Código de Procedimiento Civil.

4) Si el requerimiento de pago se verifica fuera del territorio de la República, el plazo de oposición será de
ocho días más el aumento que establezca la tabla de emplazamiento del artículo 259 del Código de
Procedimiento Civil.

Estos plazos tienen el carácter de fatales, de días hábiles, se cuentan desde el día del requerimiento de
pago, son prorrogables, etc.
Cuando el requerimiento se efectúa en Chile, el ministro de fe encargado de la diligencia le tiene que hacer
saber al deudor, en el mismo acto de requerimiento de pago, cuál es el plazo que la ley le concede para hacer valer
su oposición y debe dejará constancia de este aviso. La omisión de esto no invalida la diligencia; ese ministro de
fe lo hará responsable de eventuales perjuicios, pero no invalidará el requerimiento (artículo 462, inciso 2º, Código
de Procedimiento Civil).

* Paralelo entre las excepciones del juicio ejecutivo y las del juicio ordinario:

Las excepciones del juicio ejecutivo y las del juicio ordinario difieren en diversos aspectos:
255
1. En cuanto a la oportunidad para oponer las excepciones tanto en uno como en otro procedimiento: 1) En el
juicio ordinario existen diversas oportunidades para hacer valer las excepciones, incluso algunas en cualquier
estado del juicio, dependiendo del carácter que tenga la excepción de que se trate; las excepciones dilatorias
pueden deducirse dentro del término de emplazamiento y antes de contestar la demanda; y las excepciones
perentorias en el escrito de contestación de la demanda; y 2) En el juicio ejecutivo existe una sola oportunidad
para hacer valer las excepciones, sean dilatorias o perentorias, que es dentro del término de emplazamiento,
después que el deudor ha sido requerido de pago, y todas estas excepciones se hacen valer en un mismo
escrito.

2. En cuanto a la forma en que la ley regula las excepciones: 1) En el juicio ejecutivo el legislador trata
conjuntamente las excepciones dilatorias y perentorias en el artículo 464 del Código de Procedimiento Civil;
y 2) En el juicio ordinario, la ley procesal regula únicamente las excepciones dilatorias, en tanto que las
perentorias están reguladas en las leyes de fondo, y no en la ley procesal, por esto pueden ser tantas como
de deduzcan.

3. En cuanto a si ellas son o no taxativas: 1) En el procedimiento ordinario, las excepciones no son taxativas;
las perentorias no están reguladas en el Código de Procedimiento Civil, y las dilatorias tampoco son taxativas
por disposición del número 6° del artículo 303 del Código de Procedimiento Civil; y 2) En el procedimiento
ejecutivo las excepciones son taxativas, sean dilatorias o perentorias; no puede oponerse otra excepción que
no se encuentre contemplada en el artículo 464 del Código de Procedimiento Civil.

4. En cuanto a la designación de los medios probatorios en el escrito: 1) En el procedimiento ejecutivo, cuando


se opone una excepción se debe señalar en su escrito cuáles son los medios probatorios de que se piensa
valer para acreditar sus medios de defensa; y 2) En el procedimiento ordinario este requisito no existe, y en
esta materia rigen las reglas generales de la prueba.

* Providencia del tribunal recaída en el escrito de oposición:

La ley dice que tras el escrito de oposición se comunicará traslado al ejecutante dándosele copia de él,
para que dentro de cuatro días exponga lo que juzgue oportuno (artículo 466, inciso 1º, Código de Procedimiento
Civil). Este traslado es para que el ejecutante responda las excepciones que se hicieran valer, y ello se notifica
por el estado diario. Vencido el plazo de cuatro días que la ley le otorga al ejecutante para responder las
excepciones, se pueden producir las siguientes situaciones:

1) Si el ejecutante responde o deja transcurrir los cuatro días sin alegar nada, el tribunal hará un estudio de la
admisibilidad o inadmisibilidad de las excepciones. Esto se conoce vulgarmente como “bastanteo de las
excepciones”.
El tribunal tiene que analizar si las excepciones formuladas son de aquellas que la ley contempla en
el artículo 464 del Código de Procedimiento Civil y si han sido alegadas dentro del plazo legal.
El tribunal las declarará admisibles si concurren las dos causales señaladas anteriores, por tanto, las
admitirá a tramitación.
Si de este estudio concluye el juez que existen hechos controvertidos, sustanciales y pertinentes,
deberá recibir la causa a prueba y fijará en esa resolución cuáles son los puntos en que ella va a recaer. Si
por el contrario, se determina que no hay hechos controvertidos, el juez deberá dictar sentencia definitiva,
en la cual se puede acoger o rechazar las excepciones opuestas por el ejecutado.
Si de este estudio que hace el juez estima que las excepciones opuestas no son legales o
extemporáneas, serán declaradas inadmisibles, y el tribunal dictará sentencia definitiva condenatoria y
ordenará seguir adelante la ejecución.

256
2) Si el ejecutado no opone excepciones: Si no se oponen excepciones, se omitirá la sentencia y bastará el
mandamiento de ejecución para que el acreedor pueda perseguir la realización de los bienes embargados y
el pago, de conformidad a las disposiciones del procedimiento de apremio (artículo 472, Código de
Procedimiento Civil). En este caso, este mandamiento de ejecución y embargo -que es una sentencia
interlocutoria- hace las veces de sentencia definitiva que produce cosa juzgada, hasta obtener el completo
pago de la deuda.

6.- Período de prueba en el juicio ejecutivo:

Si el juez recibe la causa a prueba, junto con declarar admisible las excepciones opuestas, tiene que fijar
los puntos sobre los cuales va a recaer la prueba.
La resolución que recibe la causa a prueba tiene que notificarse legalmente a las partes. El Código de
Procedimiento Civil no tiene reglas especiales sobre esta notificación, por lo tanto, se notificará por cédula, por
aplicación de las reglas generales.

* Recursos en contra de la resolución que recibe la causa a prueba:

El Código de Procedimiento Civil en el título respectivo al juicio ejecutivo no contiene normas sobre los
recursos que proceden en contra de la resolución que recibe la causa a prueba, de tal manera que se aplican
supletoriamente las reglas del juicio ordinario. En consecuencia, esta resolución que recibe la causa a prueba se
puede impugnar por los mismos recursos del juicio ordinario, que son: 1) el recurso de reposición, y 2) el recurso
de apelación en subsidio.

* Término probatorio:

El término probatorio es el tiempo que la ley establece, dentro de la tramitación del juicio ejecutivo, para
que las partes puedan hacer valer los distintos medios probatorios. Aquí debemos distinguir: A) término
probatorio ordinario, B) término probatorio extraordinario, y C) término probatorio especial.

(a) Término probatorio ordinario: De acuerdo al artículo 468, del Código de Procedimiento Civil, el término es
de diez días, con la particularidad que este plazo se puede ampliar hasta por diez días más a petición del
acreedor. Sin embargo, este plazo, aunque sea prorrogado, sigue siendo ordinario.
La prórroga tiene que ser solicitada por el acreedor antes del vencimiento del plazo inicial, y correrá
sin interrupción después de éste, ante el mismo tribunal que conoce la causa o ante otro, si procede.

(b) Término probatorio extraordinario: Este plazo es el destinado a rendir prueba en un territorio jurisdiccional
diverso del que conoce el proceso y que permite exclusivamente rendir la prueba en el lugar respecto del
cual se haya pedido y no en otro. El término probatorio extraordinario sólo podrá existir por acuerdo de
ambas partes y a petición de ellos, de lo contrario no habrá probatorio extraordinario, situación distinta a la
que acontece en el juicio ordinario, donde se concede con citación siempre, a menos que exista justo motivo
para creer que se pide maliciosamente con el sólo propósito de demorar el curso del juicio.

(c) Término probatorio especial: Respecto a este término, la ley tampoco dice nada, por tanto, habría que
entender que son aplicables las normas pertinentes al juicio ordinario, es decir, cuando no puede operar por
algún hecho o imprevisto que no dependa de la parte interesada que impida real y legítimamente la recepción
de la prueba.
257
* Forma de rendir prueba:

La ley dice que la prueba se rinde de la misma forma que en el juicio ordinario (artículo 469, primera
parte, Código de Procedimiento Civil). La única novedad en este juicio es que el ejecutado, si opone excepciones,
tiene que anunciar previamente los medios probatorios en dicho mismo escrito.

* Finalización del probatorio:

Una vez vencido este termino, el expediente debe permanecer en secretaría del tribunal a disposición de
los litigantes por el plazo de seis días, para que puedan formular observaciones a la prueba rendida (artículo 469,
Código de Procedimiento Civil).
Estos escritos de observaciones no son obligatorios, sin embargo es conveniente formular estas
presentaciones, porque las partes pueden en ellos hacer los comentarios que les sugieran a cada uno la prueba
rendida (acreditar sus medios de prueba, señalar que la prueba del contrario no sirve, etc.).
Si los escritos no se presentan no tiene consecuencias. El tribunal falla de acuerdo a los antecedentes.
Vencido el término de seis días para formular observaciones a la prueba, el tribunal citará a las partes para oír
sentencia.

7.- Período de sentencia en el juicio ejecutivo:

El período de sentencia se inicia con la resolución del tribunal que cita a las partes a oír sentencia (artículo
469, parte final, Código de Procedimiento Civil), que generalmente es a petición de parte y se notifica por el
estado diario. Este trámite significa sólo que la causa queda en estado de fallo, es decir, se agota la discusión, no
hay más escritos, etc.

* Plazo para dictar sentencia:

La ley dice que la sentencia definitiva debe pronunciarse dentro del plazo de diez días contados desde que
el pleito quede concluso (artículo 470, Código de Procedimiento Civil). En el procedimiento ordinario, la
sentencia se dicta en el plazo de sesenta días desde que la causa quede en estado de sentencia.
¿Cuándo se entiende que el juicio queda concluso?. Al respecto debemos distinguir dos situaciones:

- En general quedará concluso desde que queda ejecutoriada esta resolución que cita a las partes para oír
sentencia.

- Si el tribunal dispone la práctica de medidas para mejor resolver, en este caso, el pleito quedará concluso
desde que se cumpla la medida o desde que se venza el plazo que la ley ha dispuesto sin que esa medida
se haya llevado a efecto.

* Sentencia definitiva:

En el juicio ejecutivo pueden dictarse dos clases de sentencias definitivas: absolutoria y condenatoria,
dependiendo exclusivamente si el juez acoge o no una o más excepciones opuestas oportunamente por el
ejecutado.
258
Esta sentencia definitiva debe cumplir con los requisitos propios de las sentencias definitivas de primera
instancia del artículo 170 del Código de Procedimiento Civil, porque se trata de una disposición que está dentro
de las reglas comunes a todo procedimiento.

1) SENTENCIA ABSOLUTORIA: Es aquella sentencia definitiva que acoge una o más excepciones opuestas
oportunamente por el deudor o ejecutado, de manera que esta sentencia lo que hace es desechar la demanda
ejecutiva. Como consecuencia de que esta sentencia acoge una o más excepciones, el juez debe, además,
disponer de oficio el alzamiento del embargo, en su caso.
En cuanto a la condena en costas, esta sentencia absolutoria condena en costas al ejecutante (artículo
471, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
2) SENTENCIA CONDENATORIA: Es la sentencia definitiva en que se van a rechazar todas las excepciones
opuestas; esto significa que se acoge o da lugar a la demanda ejecutiva deducida.
En esta sentencia, el juez tiene que pronunciarse ordenando seguir adelante la ejecución hasta el
cumplimiento de la obligación que se pretende, y se condenará en costas al ejecutado (artículo 471, inciso 1º,
Código de Procedimiento Civil).
¿Por qué la sentencia ordena seguir adelante la ejecución?. Esto se debe a que el cuaderno de apremio
normalmente queda paralizado cuando se oponen excepciones del ejecutado, y se paraliza hasta la traba del
embargo, a la espera de que el tribunal resuelva las excepciones opuestas.
En síntesis, hay sentencia condenatoria en los siguientes casos:

• Como señalamos, cuando se rechazan todas las excepciones opuestas.

• Cuando las excepciones opuestas son declaradas extemporáneas o no están contempladas en el artículo
464 del Código de Procedimiento Civil.

• Cuando el ejecutado hace uso del derecho que le concede la ley, que se conoce como la “reserva de sus
derechos”, que tiene lugar cuando el ejecutado no tiene los medios para justificar sus excepciones dentro
del término de prueba, en cuyo caso puede pedir la reserva de sus derechos para un juicio ordinario
posterior y le solicitará al juez que no se le haga pago al acreedor mientras no caucione las resultas del
juicio ejecutivo.

• Cuando no se oponen excepciones, en donde se omite la sentencia y el mandamiento hace las veces de
sentencia definitiva condenatoria.

Por otro lado, la sentencia condenatoria puede de dos tipos: 1) sentencia condenatoria de pago, y 2)
sentencia condenatoria de remate.

a. Sentencia condenatoria de pago: Es aquella sentencia dictada en el juicio ejecutivo que corresponde
pronunciarse en aquellos casos en que el embargo haya recaído sobre dinero o bien sobre la misma especie
o cuerpo cierto debido, que existe en poder del deudor (artículo 438, nº 1 y 3º, Código de Procedimiento
Civil). De manera que, en este caso, esta sentencia se va a cumplir mediante la entrega material al
acreedor, ya sea del dinero embargado o de la especie o cuerpo cierto debida que se haya embargado.
En este caso, en el procedimiento ejecutivo no será necesaria la realización de los bienes
embargados, porque eso no tiene ningún sentido.

b. Sentencia condenatoria de remate: Es aquella sentencia condenatoria que correspondería dictar en el


juicio ejecutivo cuando el embargo ha recaído sobre bienes muebles o inmuebles que es preciso realizar
previamente como forma de pagar al acreedor. En este caso, el ejecutante no se paga con la especie
embargada.
Una vez que se dicta esta sentencia condenatoria de remate, se llevarán a efecto todos los trámites
de la realización de bienes en el cuaderno de apremio.
259
Cualquiera sea la clase de sentencia condenatoria debe condenarse siempre en costas al ejecutado
(artículo 471, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil). Esto constituye una novedad a la regla que se
establece en el artículo 144 del Código de Procedimiento Civil en materia de costas.
Otra novedad, además de la anterior, es que podría ocurrir en el juicio ejecutivo que se puedan acoger
una o más excepciones, en cuyo caso la sentencia “puede” ordenar que las costas se distribuyan
proporcionalmente, aunque ello es facultativo para el juez (artículo 471, inciso final, Código de
Procedimiento Civil).

* Recursos que pueden deducirse en contra de la sentencia definitiva:

En contra de la sentencia definitiva se pueden deducir todos los recursos procesales, ordinarios o
extraordinarios, salvo el recurso de reposición.

1) Recurso de aclaración, rectificación o enmienda: De acuerdo al artículo 182 del Código de Procedimiento
Civil, este recurso tiene por finalidad aclarar los puntos obscuros o dudosos, salvar las omisiones y rectificar
ciertos errores de copia, de referencia o de cálculos numéricos, etc. Este recurso no tiene plazo para su
interposición.

2) Recurso de apelación: Aquí hay una novedad porque en principio, siguiendo las reglas generales de la
apelación, por tratarse de una sentencia definitiva el recurso debería concederse en ambos efectos (artículos
194 y 195, Código de Procedimiento Civil). Sin embargo, de acuerdo al numeral 1º del artículo 194 del
Código de Procedimiento Civil, la apelación de las resoluciones dictadas contra el ejecutado sólo se
concederá en el efecto devolutivo.
De manera que, en el fondo, lo que hay que distinguir en el juicio ejecutivo es la clase de sentencia
de que se trate:

- Apelación de la sentencia absolutoria: Este recurso será deducido por el ejecutante, y se concederá en
ambos efectos, siguiendo la regla general (artículo 195, Código de Procedimiento Civil).

- Apelación de la sentencia condenatoria: En este caso, el recurso lo va a deducir el ejecutado, y por ello
la apelación se va a conceder en el solo efecto devolutivo (artículo 194, nº 1, Código de Procedimiento
Civil). Esto significa que en principio se puede cumplir el fallo, no obstante la ley dice que, para proceder
a esta ejecución, el ejecutante debe caucionar las resultas del juicio.
En el caso de la sentencia de remate, la situación es idéntica y también es necesario caucionar las
resultas del juicio. Aquí se puede llegar al remate pero no se puede hacer pago mientras no se caucionen
las resultas del juicio.

Se ha discutido en materia de apelación si procede la orden de no innovar para exigir el cumplimiento


de la sentencia. Lo cierto es que dentro de las normas de la apelación no está prohibida la orden, pero puede
entenderse que estaría demás, ya que existe la fianza de resultas, y la norma del artículo 509 prima por sobre
el artículo 192.

3) Recurso de casación: En el juicio ejecutivo el recurso de casación en el fondo no procede, considerando el


tribunal que dicta esta resolución (artículo 767, Código de Procedimiento Civil); pero sí procede el recurso
de casación en la forma, de acuerdo a las reglas generales.

- Si la sentencia fuere absolutoria, va a recurrir de casación el ejecutante, y en este caso el ejecutado


deberá rendir fianza de resultas. En este caso, el recurso no suspende el cumplimiento del fallo (artículo
774, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

260
- Si la sentencia fuere condenatoria, va a recurrir de casación el ejecutado, por resultar agraviado, y aquí
no se puede exigir fianza de resultas, porque aquí estamos en un caso de excepción que señala el artículo
773, inciso 2°, del Código de Procedimiento Civil.

* Cumplimiento de la sentencia definitiva:

¿Cómo se cumple la sentencia definitiva (condenatoria)?. Para ello debemos distinguir si se trata de una
sentencia de pago o de remate.

1. Si la sentencia es de pago: Si la sentencia es de pago, este cumplimiento es bastante simple, ya que aquí no
se necesita de un procedimiento de realización de bienes. En este caso la sentencia se cumplirá entregándole
dinero o la especie o cuerpo cierta debida al ejecutante.

o Si lo que se adeuda es dinero, una vez que se encuentra ejecutoriada la sentencia, debe solicitarse al juez
que conoce la causa que ordene liquidar la deuda, en capital, intereses y costas, y reajustes si los hay
(artículo 510, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil). Esta liquidación hay que hacerla desde luego,
porque el juicio toma tiempo y dentro del transcurso de él se van generando intereses.
La liquidación la practica el secretario del tribunal y el resultado de esa liquidación debe ponerse
en conocimiento de la parte y si no se objeta dentro de tercero día se tiene por aprobada.
Posteriormente, estando firme esa liquidación, el ejecutante debe pedir que se le gire cheque,
como forma de pagarse. Frente a la solicitud, el tribunal ordenará hacer pago al acreedor con el dinero
embargado o con el que resulte de la realización de los bienes de otra clase comprendidos en la ejecución.
El cheque se paga con los fondos consignados por el ejecutado en la cuenta corriente del tribunal.

o Si lo embargado es la misma especie o cuerpo cierto que se debe, una vez ejecutoriada la sentencia
condenatoria, ésta se hará cumplir haciendo entrega de dicha especie o cuerpo cierto al ejecutante, previa
orden del juez, a petición del propio ejecutante (artículo 512, Código de Procedimiento Civil).
Esta entrega debe hacerla el depositario, que, como sabemos, puede ser el incluso el propio
ejecutado.
En este caso, no hay nada que liquidar, pero sí corresponde determinar las costas procesales,
porque las costas hay que pagarlas en dinero.

2. Si la sentencia es de remate: Si la sentencia fuere de remate, ésta se cumplirá a través del correspondiente
procedimiento de apremio que habrá que seguir adelante hasta la realización de los bienes embargados.

8.- Tramitación en el Cuaderno de Apremio:

Este cuaderno se abre con el mandamiento de ejecución y embargo, que se dicta a propósito de que el juez
ordenó despachar el mandamiento. Esta es una sentencia interlocutoria, pero puede llegar a ser una sentencia
definitiva si el demandado no formula oposición.

* La traba del embargo:

Como señalamos anteriormente, la traba del embargo es la diligencia o actuación judicial que realiza el
ministro de fe, previa orden del tribunal, consistente en la aprehensión de bienes determinados del deudor para su
posterior entrega al depositario que se designe, con el objeto de que con dichos bienes se pague al acreedor, ya
sea con las especies mismas o con el producto que su realización.
261
Lo normal es que los ejecutados en el acto en que son requeridos de pago se opongan a la traba del
embargo. En este caso, va a ser necesario para proceder a la traba del embargo con auxilio de la fuerza pública.

-o- Bienes sobre los cuales recae el embargo:

En general todos los bienes son embargables, de acuerdo a los principios generales de derecho civil
(artículo 2365, Código Civil). Excepcionalmente hay ciertos bienes que el legislador excluye del embargo, de
acuerdo con el artículo 445 del Código de Procedimiento Civil y leyes especiales. Ejemplo: no son embargables
los sueldos, las gratificaciones y las pensiones de gracia, jubilación, retiro y montepío que pagan el Estado y las
Municipalidades, etc.
Es necesario tener en consideración, sin embargo, que, como se trata de un derecho establecido
exclusivamente en beneficio del deudor, éste puede renunciarlo.

-o- Designación de bienes del embargo:

¿Quiénes pueden designar los bienes para la traba del embargo?. Aquí debemos necesariamente hacer una
distinción:

A. El propio ejecutante: El ejecutante tiene dos oportunidades para hacer la designación de los bienes en que
recae el embargo: 1) Lo puede hacer en la demanda ejecutiva, y en el mandamiento debe dejarse constancia
de estos bienes; o 2) Lo puede hacer en el momento mismo de la traba del embargo, si el ejecutante concurre
a la traba.

B. El propio ejecutado: El ejecutado puede efectuar tal designación en el momento en que se verifica el
embargo, siempre y cuando no haya hecho tal designación el ejecutante, y si en concepto del ministro de fe
encargado de la diligencia son suficientes o si, no siéndolo, tampoco hay otros conocidos.

C. El ministro de fe: Le corresponderá al ministro de fe encargado de la diligencia cuando ni el acreedor ni el


deudor hayan designado los bienes para ser embargados, el cual deberá observar el siguiente orden de
prelación: 1) dinero, 2) otros bienes muebles, 3) bienes raíces y, 4) salarios y pensiones.

-o- Manera de practicar el embargo:

El embargo se entiende hecho por la entrega real o simbólica de los bienes al depositario que se designe,
o a falta de depositario designado por el juez, hará las veces de tal el propio deudor hasta tanto se designe un
depositario distinto (artículo 450, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Del acto del embargo, el ministro de fe deberá levantar un acta que debe contener las menciones indicadas
en el artículo 450, inciso 2º, del Código de Procedimiento Civil, y que son las siguientes:

a. El lugar y hora en que se hizo la diligencia del embargo.

b. La expresión individual y detallada de los bienes embargados.

c. Si fue necesario o no el auxilio de la fuerza pública para efectuarlo y de haberlo sido, la identificación del
o de los funcionarios que intervinieron en la diligencia.

d. Se dejará constancia de toda alegación que haga un tercero invocando la calidad de dueño o poseedor del
bien embargado, sin perjuicio que éste interponga la tercería correspondiente.
262
e. El detalle del bien embargado: 1) si se trata de bienes muebles, el acta deberá indicar su especie, calidad
y estado de conservación, así como cualquier otro antecedente necesario para su singularización; 2) en el
caso de los inmuebles, ellos se individualizarán por su ubicación y los datos de la respectiva inscripción
de dominio.

El acta deberá ser suscrita por el ministro de fe que practicó la diligencia y por el depositario, acreedor o
deudor que concurra al acto y que desee firmar. Esta acta se incorporará materialmente al cuaderno de apremio.

-o- Diligencias posteriores al embargo:

Luego de efectuado el embargo, se deben verificar las siguientes diligencias en el procedimiento:

1) El ministro de fe deberá enviar carta certificada al ejecutado comunicándole el hecho del embargo dentro de
los dos días siguientes de la fecha de la diligencia, o los dos días siguientes a la apertura de las oficinas de
correos si ésta se hubiere efectuado en domingo o festivo. Esto se cumple dejándose constancia en los
términos del artículo 46 del Código de Procedimiento Civil (artículo 450, inciso 5º, Código de Procedimiento
Civil).
Este envío de la carta certificada no afecta la validez del embargo. La infracción de la norma hará
responsable al ministro de fe de los daños y perjuicio que se originen (artículo 450, inciso final, Código de
Procedimiento Civil).

2) Si el embargo afecta a bienes raíces, es necesario que se proceda a la inscripción del embargo en el Registro
Conservatorio correspondiente, en el registro de interdicciones y prohibiciones de enajenar. El Conservador
de Bienes Raíces respectivo será el del lugar donde se encuentre situado el inmueble. Este embargo no
produce efecto alguno sobre terceros sino respecto de la fecha en que se inscriba en el Registro Conservatorio
(artículo 453, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Para estos efectos, el ministro de fe deberá requerir inmediatamente su inscripción y va a firmar, con
el conservador respectivo, retirando la diligencia en el plazo de veinticuatro horas (artículo 453, inciso 2º,
Código de Procedimiento Civil).

-o- Efectos de la traba del embargo:

Los efectos de la traba del embargo se refieren a la administración de los bienes embargados y a la facultad
de disponer de ellos.

a. Respecto a la facultad de disposición de los bienes embargados, el deudor, desde la fecha de la traba del
embargo, queda privado de la libre disposición de los bienes embargados, y éstos quedan fuera del
comercio humano, según lo señala el artículo 1464, nº 3, del Código Civil.

b. Respecto a la administración de los bienes embargados, el deudor va a perder la administración de éstos,


la que quedará desde ese mismo momento a cargo del depositario, conforme lo señala el artículo 479 del
Código de Procedimiento Civil.

* Incidencias dentro del juicio principal en relación al embargo:

Durante la secuela del proceso se pueden producir algunas incidencias, que dicen relación al embargo,
concretamente respecto la ampliación, reducción, sustitución o alzamiento del mismo. Estas cuestiones
accesorias, dada su naturaleza, se tramitan conforme a las reglas de los incidentes ordinarios.
263
1) Ampliación del embargo: Este es un derecho que la ley otorga al ejecutante, mediante el cual éste le puede
solicitar al juez que el embargo solicitado en la causa se extienda a otros bienes no comprendidos en la
diligencia, siempre que haya justo motivo para temer que los bienes embargados no basten para cubrir la
deuda y las costas (artículo 456, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Hay justo motivo, por ejemplo, cuando el embargo recae sobre bienes de difícil realización, o bien
cuando se ha introducido alguna tercería sobre los bienes embargados (artículo 456, inciso 2º, Código de
Procedimiento Civil). En cualquiera de estos casos la ley presume que los bienes no serán suficientes para
cubrir la deuda, lo que genera una incidencia, que se tramitará según las reglas de los incidentes ordinarios.
Este derecho del ejecutante de solicitar la ampliación del embargo se puede ejercitar durante todo el
curso del proceso, porque la ley no señala un momento específico; incluso puede pedirse después de la
sentencia definitiva. Pedida la ampliación después de la sentencia definitiva, no será necesario el
pronunciamiento de nueva sentencia para comprender en la realización los bienes agregados al embargo
(artículo 456, inciso final, Código de Procedimiento Civil). Aquí basta el mandamiento inicial para rematarse
los bienes ya embargados y aquellos que posteriormente sea necesario embargar por alguno de los motivos
indicados.

2) Reducción del embargo: Aquí se trata de eliminar determinados bienes del embargo, a solicitud del
ejecutado, cuando no existe la debida proporción entre la deuda y el valor de los bienes embargados (artículo
447, Código de Procedimiento Civil). A esta solicitud de reducción de bienes del embargo también da origen
a un incidente, y se tramita según las reglas establecidas para los incidentes ordinarios.

3) Sustitución del embargo: Consiste en el cambio del bien objeto del embargo por dinero (la única forma que
exista es por dinero, no puede ser por otros bienes). La ley le concede al deudor, en cualquier estado del
juicio, sustituir el embargo, consignar el pago en la cuenta corriente del tribunal, y éste tendrá que liquidar
la deuda íntegramente en capital, intereses y costas (artículo 457, Código de Procedimiento Civil). Este
derecho de sustituir el embargo no es posible si la ejecución recae sobre la especie o cuerpo cierto que se
adeude, en la medida que este bien se encuentre en posesión del deudor.

4) Alzamiento del embargo: Se trata de la liberación del bien que ha sido objeto del embargo para que el deudor
puede disponer libremente de él, quedando nuevamente dentro del comercio humano. Esto ocurre cuando se
han embargado bienes que por ley son inembargables.
La consecuencia que se produce con el alzamiento es importante, porque el bien queda liberado y,
por ende, el deudor podrá disponer libremente del mismo.

* Procedimiento de realización de bienes embargados:

El procedimiento de realización de bienes embargados tiene lugar únicamente en el caso que la ejecución
no recaiga sobre la misma especie debida que se encuentre en poder del deudor ni en el caso que la ejecución
recaiga sobre dinero y se pague en dinero. A contrario sensu, este procedimiento tiene lugar en todos los demás
casos.
Este procedimiento consiste en que debe reducirse a dinero la especie o bienes embargados en el juicio,
porque en estos casos no es posible que el deudor se pague con dichos bienes.
La ley distingue en estos casos si los bienes respecto de los cuales recae el embargo requieren o no de
tasación previa, y así tenemos dos grupos de bienes: 1) Bienes embargados que no requieren de tasación previa;
y 2) Bienes embargados que requieren de tasación previa.

1) BIENES EMBARGADOS QUE NO REQUIEREN TASACIÓN PREVIA:


264
Estos bienes que no requieren tasación previa se pueden realizar de inmediato. En ellos, el producto de la
venta tiene que consignarse o depositarse en la cuenta corriente del tribunal que conoce de la ejecución, por quien
corresponda, previa deducción de los gastos (honorarios, etc.), según corresponda.
Aquí estamos en presencia de tres clases de bienes muebles:

o Bienes muebles susceptibles de ser vendidos en martillo o al martillo.


o Bienes muebles sujetos a corrupción o susceptibles de próximo deterioro o de conservación muy
difícil o dispendiosa.
o Bienes muebles que consisten en efectos de comercio realizables en el acto.

(a) Bienes muebles susceptibles de ser vendidos en martillo o al martillo: Son bienes corporales muebles
respecto de los cuales debe realizarse una pública subasta a través de un martillero público previamente
designado por el tribunal que está conociendo la ejecución, a petición del acreedor (artículo 482, Código de
Procedimiento Civil). El acreedor, junto con pedir el retiro de las especies embargadas, solicitará la
designación del martillero.
Estos bienes muebles se venden en pública subasta al mejor postor, sin previa tasación. Para proceder
a la subasta, el martillero designado deberá indicar día y hora en que efectuará el remate y además deberá
publicar los anuncios correspondientes, conforme a las normas que regulan las actividades de los martilleros
públicos (Ley N° 18.118, que regula el ejercicio de la actividad de los martilleros públicos).
Verificado el remate, el martillero tiene que rendir cuenta al juez por escrito de lo sucedido y
consignar en la cuenta corriente del tribunal los dineros deducidos, descontando sus gastos.

(b) Bienes muebles sujetos a corrupción o susceptibles de próximo deterioro o de conservación muy difícil o
dispendiosa: Son bienes muebles que en principio deberían venderse en pública subasta, pero que la ley
permite venderlos por el propio depositario que haya sido nombrado en la causa, en la forma más
conveniente, pero con autorización judicial. Entonces, esta venta se hace sin necesidad de intervención del
martillero y sin previa tasación (artículo 483, Código de Procedimiento Civil). Ejemplo: se embargaron cajas
con frutas sujetas de corrupción, o se embargó ganado cuya conservación es difícil o dispendiosa.

(c) Bienes muebles que consisten en efectos de comercio realizables en el acto: Aquí estamos frente a aquellos
valores que se transan en la bolsa de comercio, por ejemplo, acciones de sociedades anónimas, valores
mobiliarios, etc. En este caso, la ley permite venderlos a través de un corredor de comercio o de bolsa,
nombrado en la misma forma que a los peritos (artículo 484, Código de Procedimiento Civil).

2) BIENES EMBARGADOS QUE REQUIEREN TASACIÓN PREVIA:

Estos bienes tienen que valorizarse previamente a la realización, y una vez que se han valorizado se puede
entrar al procedimiento de realización. Aquí estamos en presencia de todos los otros bienes no comprendidos en
los casos anteriores, es decir, están todos los bienes raíces, los muebles que no se encuentran dentro de los casos
mencionados anteriormente y los derechos incorporales, como las marcas comerciales, los derechos de líneas
telefónicas, etc. (artículo 485, Código de procedimiento Civil).
En este caso hay que cumplir algunas etapas para llegar a la venta en pública subasta por el juez. Estas
etapas son principalmente las siguientes:

1. La tasación de los bienes: Para determinar la tasación del bien embargado, debemos distinguir aquella que
se hace a bienes raíces y la que se haga a otros bienes (no inmuebles).

265
a) Tasación de bienes raíces: La tasación de bienes raíces embargados será la que figure en el rol de avalúos
fiscal vigente de la propiedad fijado por el Servicio de Impuestos Internos a menos que el ejecutado
solicite que se haga nueva tasación (artículo 486, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Para estos efectos, el acreedor deberá acompañar el certificado de avalúo en donde se acredita el
mismo y tendrá que pedir al juez que se tenga por aprobado ese valor de la tasación, lo que debe ser
puesto en conocimiento del ejecutado, el cual puede objetarla si no está conforme con ella y pedir que se
haga una nueva tasación. Esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando existen diferencias entre el valor
comercial con el avalúo de la propiedad.
La nueva tasación solicitada por el ejecutado se hace a través de peritos, en la forma establecida
en el artículo 414 del Código de Procedimiento Civil, haciéndose el nombramiento en la audiencia del
segundo día hábil después de notificada la sentencia sin necesidad de nueva notificación (artículo 486,
inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
El nuevo valor que determine el perito hay que ponerlo en conocimiento de las partes, las que
tendrán un plazo de tres días para objetarlo; si nada dicen dentro de ese plazo, se entiende aprobada.
De acuerdo al artículo 487 del Código de Procedimiento Civil, transcurrido los plazos el tribunal
resolverá sobre ellas, ya sea aprobando la tasación, o mandando que se rectifique por el mismo o por otro
perito, o fijando el tribunal por sí mismo el justiprecio de los bienes. Estas resoluciones son inapelables.
Practicada la nueva tasación, ya sea por perito o por el propio tribunal, ella se tendrá por aprobada
y no se admitirán nuevos reclamos al respecto.

b) Tasación de otros bienes (no inmuebles): Si se trata de otros bienes que no sean inmuebles, como por
ejemplo los incorporales, la tasación debe hacerse recurriendo directamente al nombramiento de peritos,
toda vez que no existe avalúo. Ejemplo: el embargo sobre uso de línea telefónica, etc.

2. Fijación de las bases de remate: Practicada la tasación y aprobada por las partes, se señalará día y hora para
la subasta; sin embargo, previamente es necesaria la aprobación de las bases conforme a las cuales se va a
efectuar ese remate. Las bases de remate son las distintas condiciones bajo las cuales se va a proceder a la
venta en pública subasta de los bienes embargados, después de aprobada la tasación.
En estas bases de remate deberá establecerse:

✓ El mínimo de las posturas de los interesados en la subasta.


✓ El monto, caución o garantía a exigir a interesados que tomen parte en el remate, que no podrá ser
inferior al diez por ciento del valor de la tasación.
✓ La forma de pagar el precio.
✓ La forma de hacer entrega material de los bienes.
✓ Los gastos en que se incurran, como por ejemplo, del pago de los impuestos, etc.

Estas bases de remate las presenta el acreedor por escrito, con citación, dentro de los tres días para
que la parte contraria pueda deducir excepciones u observaciones que quiera hacer valer. Si la parte ejecutada
nada dice dentro de los tres días, las bases propuestas se tendrán por aprobadas; al contrario, si objeta esas
bases, el tribunal resolverá de plano, consultando para ello la mayor facilidad y el mejor resultado de la
enajenación (artículo 491, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Cuando el tribunal es el llamado a resolver sobre las bases de remate, en virtud de la oposición del
ejecutado, tiene las siguientes limitaciones: 1) no puede fijar un mínimo que baje de los dos tercios de la
tasación, 2) el precio que el tribunal señale debe pagarse de contado, y 3) la caución que deben rendir los
postores para participar en la subasta debe ser equivalente al 10% del valor de esos bienes.

3. Que las bases de remate se tengan por aprobadas: Esto hay que pedirlo al tribunal, quien deberá dictar una
resolución expresa teniendo por aprobadas las bases.

266
4. Fijación del día y hora para que se lleve a efecto la subasta: Aprobada la tasación y las bases de remate, se
señalará día y hora para la subasta (artículo 488, Código de Procedimiento Civil). Esta fijación del día y hora
en que se realizará la subasta lo determina el juez que conoce la ejecución, mediante resolución judicial.

5. Publicidad de la subasta: Fijada la fecha del remate, es necesario anunciarla mediante la publicación de
avisos, formalidad que tiene como objetivo atraer al máximo de interesados a tomar parte de este remate
para obtener un mejor precio.
La ley dice que la subasta se debe anunciar por avisos publicados en un diario de la comuna en que
tenga su asiento el tribunal, o de la capital de la provincia o de la capital de la región, si en aquella no lo
hubiere. El número mínimo de avisos es de cuatro y la ley agrega que el primero de ellos tiene que publicarse
con quince días de anticipación como mínimo, sin descontar los inhábiles, a la fecha de la subasta (artículo
489, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Estos avisos, por excepción a las reglas generales, pueden ser publicados en días inhábiles (plazo de
días corridos), ello con el objeto de permitir una mayor difusión de la subasta, considerando que los diarios
se venden y leen en mayor cantidad los domingos y festivos.
Si los bienes están situados en otra comuna, distinta de aquella en donde funciona el tribunal que
conoce de la ejecución, la ley permite publicar además un anuncio en un diario de dicha comuna o en la
capital regional, por el mismo tiempo y en la misma forma anterior (artículo 489, inciso 2º, Código de
Procedimiento Civil).
Los avisos se redactan por conducto del secretario del tribunal, y deben contener los datos necesarios
para identificar el bien que se va a subastar (artículo 489, inciso final, Código de Procedimiento Civil). En
todo caso, este aviso en la práctica lo redacta el propio ejecutante y el secretario lo firma y timbra.
De la publicación de los avisos debe dejarse constancia en el expediente, mediante una certificación
de las fechas de las publicaciones que hace el secretario del tribunal y ello se concreta pegando en el
expediente un recorte de los avisos. En caso de omisión de estas publicaciones, el remate será nulo.

6. Citación de los acreedores hipotecarios (si los hay): Tratándose de inmuebles, cuando sobre ellos se
encuentra constituida alguna hipoteca, esta da derecho al acreedor hipotecario para perseguir el bien en poder
de quien lo posea y del título en virtud del cual lo haya adquirido, salvo que la adquisición haya tenido lugar
en pública subasta ordenada por el juez después de haberse citado a los acreedores hipotecarios, los que
deberán ser pagados de sus créditos con el producto del remate, conforme al orden de prelación que
corresponda,
La citación la ordena el artículo 2428 del Código Civil. Esto se debe a que la hipoteca constituye una
causal de preferencia.
El artículo 492 del Código de Procedimiento Civil señala que si un acreedor hipotecario de grado
posterior persigue el inmueble hipotecado contra el deudor personal que lo posee, el o los acreedores de
grado preferente, citados conforme al artículo 2428 del Código Civil, podrán exigir el pago de sus créditos
sobre el precio del remate, según sus grados o conservar sus hipotecas sobre la finca subastada, siempre que
sus créditos no estén devengados.
La norma agrega que si los acreedores en referencia nada dicen durante el término de emplazamiento,
se entenderá que optan por ser pagados con el producto del remate en el orden correspondiente; se entiende
pagarse con precio de la subasta.
Para estos efectos, estos acreedores hipotecarios tienen que ser personalmente citados o notificados
de la existencia del juicio ejecutivo. Además tiene que transcurrir el término de emplazamiento entre la
notificación y la fecha de verificación del remate. Dentro de este plazo es la oportunidad para manifestar su
voluntad de los acreedores hipotecarios.

-o- Forma de proceder a la subasta:

267
Cumplidos todos los trámites anteriores, el día y hora fijados por el juez se llevará a cabo la subasta en
este tribunal que conoce del proceso o ante aquél que corresponda al territorio donde se encuentran ubicados los
bienes, cuando se haya resuelto esto último a petición de parte y por motivos fundados (artículo 485, Código de
Procedimiento Civil).
El día de la subasta, en primer lugar se procede a la calificación de las cauciones rendidas previamente.
En las bases de remate debía señalarse el monto y caución para tomar parte en el remate; esta caución es para
reponerle el pago del precio por el adjudicatario. Según lo dispuesto en el artículo 494 del Código de
Procedimiento Civil, el tribunal califica las cauciones que hayan rendido las personas que se presenten como
postores, sin ulterior recurso.
Si las cauciones se estiman suficientes por el tribunal, éste le da derecho a que las personas que rindieron
cauciones puedan tomar parte en el remate como postores. Esto significa que si en un caso determinado, llegado
el día del remate y se presentan interesados que no rindieron caución, el juez no permitirá que ellos tomen parte
él, porque no cumplen con el requisito impuesto por el artículo 494 del Código de Procedimiento Civil.
La caución será equivalente al diez por ciento (10%) del valor de tasación del bien embargado, y subsistirá
hasta que se otorgue la escritura definitiva de compraventa, o se deposite en el tribunal el precio o parte de él que
deba pagarse de contado (artículo 494, inciso 1º, parte final, Código de Procedimiento Civil.
Seguidamente se procede al remate de los bienes por el juez en el tribunal respectivo. Para estos efectos,
todos los postores deben hacer las posturas correspondientes, comenzando por el mínimo de la tasación conforme
se haya señalado en las bases de remate.
A esta subasta puede concurrir también el propio acreedor, quien tiene derecho a hacer posturas y a quien
no se le exige rendir caución, ya que precisamente estará en el crédito que él está comprando. Si el ejecutante se
adjudica el bien, habrá que ver el valor de dicha adjudicación en relación con el monto de la deuda:

▪ Si el valor de la adjudicación es inferior al valor de la deuda que se cobra ejecutivamente, el juicio no


puede terminar porque no quedará satisfecho el acreedor. En este caso se debe ampliar el embargo a otros
bienes sin necesidad de nuevo mandamiento.

▪ Si el valor de la adjudicación es superior al valor de la deuda, el juicio ejecutivo termina y la diferencia


resultante se devuelve al deudor.

El bien a subastar se lo va a adjudicar el postor que ofrezca mayor cantidad de dinero en el remate. Este
adjudicatario tiene la obligación de consignar el precio de la subasta en la cuenta del tribunal, dentro del plazo
fijado para este efecto en las bases del remate; si no consigna el dinero, el adjudicatario pierde la caución y el
remate queda sin efecto. El valor de la caución, deducida el monto de los gatos del remate, se abonará en un
cincuenta por ciento al crédito y el cincuenta por ciento restante queda en beneficio de la Corporación
Administrativa del Poder Judicial (artículo 494, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

-o- Trámites posteriores a la subasta:

Esta subasta, para efectos legales y jurídicos, cabe calificarla de compraventa entre el ejecutado (vendedor)
-representado por el juez quien comparece en la escritura- y el subastador (comprador).
La subasta debe cumplir como trámites posteriores los siguientes: 1) Es necesario levantar el acta de
remate; 2) Debe pagarse el precio; y 3) Debe otorgarse la correspondiente escritura pública.

1. Levantamiento del acta de remate: Esta acta de remate tiene por finalidad dejar constancia de los pormenores
de la subasta, siguiendo la regla establecida en las actuaciones judiciales prevista en el artículo 61 del Código
de Procedimiento Civil.
Cuando se trata de los bienes raíces, servidumbres, censos y la sucesión hereditaria, esta acta de
remate se extenderá en un registro especial que al efecto debe llevar el secretario del tribunal. Esta acta debe
ser firmada por el juez, el subastador y el secretario (artículo 495, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

268
Esta acta es esencial, porque la ley señala que valdrá como escritura pública; pero se extenderá sin
perjuicio de otorgarse dentro de tercero día, la escritura definitiva con inserción de los antecedentes
necesarios y con los demás requisitos legales (artículo 495, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Sin perjuicio de levantar el acta de remate, en el expediente se deja constancia de un extracto de esta
acta (artículo 498, Código de Procedimiento Civil).
En el remate podría ocurrir que el subastador adquiera el bien a favor de un tercero, no obstante ese
tercero tiene que aceptar lo obrado posteriormente (artículo 496, Código de Procedimiento Civil).
En definitiva, no obstante estar perfecta la venta desde el punto de vista del Código Civil, es necesario
otorgar escritura pública.

2. Pago del precio: Posteriormente se debe otorgar la escritura pública correspondiente, la que será solicitada
por el subastador, lo que implica que ha debido pagar con antelación el precio total de la subasta, en el plazo
y en la forma que indican las bases (al contado, en la cuenta corriente del tribunal).

3. Otorgamiento de escritura pública: Esto es para efectos de inscribir el dominio en el Registro Conservatorio
posteriormente. El Conservador de Bienes Raíces, para practicar la inscripción de dominio en favor del
subastador, no admite sino la escritura definitiva de compraventa (artículo 497, inciso 1º, Código de
Procedimiento Civil). La escritura la autoriza el notario y debe cumplir con los requisitos propios de toda
escritura pública.
La escritura será suscrita por el rematante y el juez, como representante legal del vendedor, y se
entenderá autorizado el primero para requerir y firmar por sí solo la inscripción en el conservador, aun sin
mención expresa de esta facultad (artículo 497, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Esta escritura pública tiene que otorgarse y subinscribirse en la fecha que determinen las bases,
normalmente dentro de tercero día y en la misma oportunidad de pagarse el precio.
En la escritura de compraventa deberán insertrase todos los antecedentes del juicio ejecutivo, para
que el Conservador practique correctamente la inscripción a nombre del nuevo dueño, como por ejemplo,
debe contener las piezas pertinentes del proceso, etc.
Además, esto es fundamental para el estudio de los títulos para la propiedad (siempre hay que revisar
los títulos anteriores hasta diez años); para estos efectos hay que solicitar las copias necesarias en el juzgado
correspondiente.
Le corresponderá al subastador solicitar al juez que ordene extender la escritura pública, previo pago
del dinero de la subasta.

¿Qué ocurre si no se paga oportunamente el precio del remate o si no se inscribe la escritura pública
pertinente?. Estas son dos situaciones distintas, pero que generan la misma sanción: el remate quedará sin efecto
y se hará efectiva la caución otorgada, a petición de parte. Del monto de esta garantía o caución se deducirán
previamente los gastos del remate, luego el cincuenta por ciento se abonará al crédito y el otro cincuenta por
ciento restante quedará a beneficio de la Corporación Administrativa del Poder Judicial (artículo 494, inciso 2º,
Código de Procedimiento Civil).

-o- Ausencia de postores en el remate:

¿Qué ocurre si llegado el día del remate no hay postores?. En este caso, si no se presentan postores, no se
podrá llevar a efecto el remate; habrá que dejar constancia en el expediente de esta situación por el secretario, y
posteriormente el ejecutante tiene dos opciones (artículo 499, Código de Procedimiento Civil):

o Que se le adjudiquen los bienes embargados por los dos tercios de la tasación los bienes embargados.

o Que se reduzca prudencialmente por el tribunal el avalúo aprobado como mínimo del remate. Esta
reducción no podrá exceder de una tercera parte del avalúo.
269
En el primer caso, suponiendo que el ejecutante solicitó que se le adjudiquen los dos tercios de la tasación
de los bienes embargados, en este caso estamos en presencia de una verdadera compraventa efectuada a través de
la justicia en que el subastador será el comprador y el vendedor será el juez, y en este caso el precio se pagará
compensándolo con el crédito que el ejecutante tiene contra el ejecutado. En esta situación, es preciso ver si hay
o no diferencias, para lo cual se aplican las mismas reglas analizadas anteriormente (si con el valor de la
adjudicación se paga toda la deuda se termina el juicio, de lo contrario se sigue adelante).
La segunda posibilidad es pedir que se reduzca prudencialmente por el tribunal el inmueble para que se
proceda a un nuevo remate, cumpliéndose nuevamente todas las formalidades señaladas. Si efectuado este
segundo remate en la forma antes señalada, y nuevamente no se presentan postores, tiene aplicación el artículo
500 del Código de Procedimiento Civil, que concede al acreedor un derecho opcional, según el cual podría pedir
lo siguiente:

▪ Que se le adjudiquen los bienes por los dos tercios referidos.


▪ Que se proceda a un tercer remate, esta vez por el precio mínimo que el tribunal designe.
▪ Que se le entreguen los bienes en prenda pretoria.

La prenda pretoria (anticresis judicial) es un contrato que se celebra por medio del juez, mediante el cual
se le entregan al acreedor los bienes embargados -muebles o inmuebles- para que se pague de su crédito con los
frutos de estos bienes, y en la medida que estos frutos se van percibiendo (se va pagando con las utilidades líquidas
que producen estos bienes). Ejemplo: se paga con un fundo que está en condiciones de ser cosechado.
Para estos efectos, debe hacerse la entrega al acreedor bajo inventario solemne del bien respectivo. Este
contrato se perfecciona con la facción del inventario solemne de los bienes que se entregan al acreedor en prenda
pretoria. En esta especie de contrato se establecerá cuál será el tiempo y las condiciones de él. Todo esto se regula
a través del juez.
El acreedor está obligado a rendir cuenta, porque está realizando una administración de bienes ajenos
(artículos 504 y 506, Código de Procedimiento Civil).
El ejecutante tiene derecho, en el caso de esta entrega, a pedir que los bienes se saquen a remate sin
mínimo, porque podría ocurrir que las utilidades esperadas no sirvan o no se hayan producido, etc.
Finalmente, la ley no reglamenta la situación que se puede producir si fracasa el tercer remate, de manera
que el juez será el que, en estos casos, señalará los mínimos para proceder en el remate pertinente.
El hecho de que el bien no se pueda rematar le da derecho al acreedor a pedir la ampliación del embargo,
de acuerdo a las reglas generales (artículo 456, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil). Esta ampliación tiene
la ventaja que el bien que es primitivamente embargado sigue estando embargado, y se extiende a otros bienes.

* Últimos trámites del cuaderno de apremio:

Los últimos trámites que deben cumplirse en el cuaderno de apremio son los siguientes:

(a) Si ha existido administración de los bienes embargados, el depositario debe rendir cuenta de dicha
administración. Esto significa que el depositario por escrito debe rendir cuenta ante el juez que conoce el
juicio. La cuenta se hace una vez que expira el cargo de depositario, por cualquier motivo (artículo 514,
inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Las partes tienen derecho, una vez que se ha presentado la cuenta, a impugnarla, si es que ella les
merece reparos (artículo 514, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil). Para ello tendrán un plazo de seis
días para examinarla, y si le hacen reparos se tramitará como un incidente.
En el caso que haya habido frutos, el depositario deberá consignar los valores correspondientes
(fondos líquidos que obtenga correspondientes al depósito) en la cuenta corriente del tribunal (artículo 515,
Código de Procedimiento Civil).

270
El depositario tendrá derecho a remuneración, la que será determinada por el juez al momento de
pronunciarse sobre la rendición de cuentas.

(b) Liquidación del crédito y de las costas del juicio: Después que se han realizado los bienes embargados, y
previo a hacer el pago al acreedor, es fundamental que se liquide el crédito, a petición de parte. En
consecuencia, el juez debe ordenar que se practique la liquidación por el secretario, quien liquida la deuda
en capital, intereses y tasa también las costas procesales (artículo 510, Código de Procedimiento Civil); y el
juez, por su parte, hace la regulación de las costas personales.
Una vez presentada la liquidación por el secretario existe también derecho a impugnación por las
partes de la misma. En este caso, el juez ordena por resolución poner en conocimiento de las partes dicha
resolución, y si no se objeta dentro de tercero día se tiene por aprobada.

(c) Pago al acreedor: Cuando queda firme la liquidación, una vez transcurridos los tres días, en esas condiciones
se puede proceder a hacer el pago al acreedor. El juez ordenará el pago al acreedor con el dinero embargado
o con el que resulte del remate de bienes, si lo embargado no ha sido dinero (artículo 511, inciso 1º, Código
de Procedimiento Civil). Para este efecto el acreedor tendrá que solicitar al tribunal que se le gire cheque.
Puede ocurrir que el valor de los dineros que se encuentra depositados en la cuenta corriente del
tribunal alcance para cubrir el total de la deuda (capital, intereses y costas). Sin embargo, el problema se
suscitará si el monto de los dineros consignados no sea suficiente para pagar la deuda en su integridad; en
este caso, la ley establece un orden de preferencia para pagar la deuda o el crédito. El orden en que deben
efectuarse los pagos es el siguiente:

• En primer lugar, las costas de la ejecución y la remuneración del depositario, si es que hay lugar a
remunerarlo, lo que determina el juez (artículo 513, inciso final, Código de Procedimiento Civil; y
artículo 516, inciso final, Código de Procedimiento Civil).

• Posteriormente, se procederá al crédito (a la deuda misma, pagándose en primer término los intereses y
luego el capital).

Como en este caso falta dinero, porque no se cubrió en su integridad, el juicio ejecutivo no termina
(queda pendiente la ejecución por el saldo). El juicio queda latente, y para ello no será necesario despachar
nuevo mandamiento; en este caso, procederá la ampliación del embargo y la realización de nuevos bienes.

9.- Nulidades en el juicio ejecutivo:

En esta materia se deben aplicar, en principio, las reglas generales de la nulidad procesal, en la medida
que en la tramitación del juicio se incurra en vicios que sena causal de nulidad, y en la medida que ese vicio cause
perjuicio a alguna de las partes.
Sin embargo, en el juicio ejecutivo hay algunas particularidades, porque en éste hay algunas actuaciones
-específicamente en el período de realización de los bienes y concretamente cuando los bienes se subastan- que
tienen un doble carácter, como lo es la compraventa de los bienes embargados, que por un lado es un acto civil y
por otra una actuación procesal. Esto significa que a estas actuaciones le son aplicables las normas civiles y las
normas procesales, y por esta razón puede ser objeto de nulidad de orden civil o procesal.
¿Qué ocurre en la práctica si se alega la nulidad en este caso?. Aquí hay que ver en cada caso particular
en que aspecto incide el vicio que se está reclamando. En consecuencia, el vicio puede incidir en los siguientes
aspectos:

o En aspectos de naturaleza civil, de carácter sustantivo. Ejemplos: en vicios del consentimiento,


incapacidad del adjudicatario, etc.
271
o En aspectos estrictamente procesales que se hayan omitido o cumplido imperfectamente. Ejemplos:
defectos en el emplazamiento, la subasta se cumplió sin la formalidad de la publicidad, etc.

Estas nulidades, civil y procesal, se invocan de distinta manera. Si se trata de una nulidad estrictamente
civil, hay que iniciar una acción de nulidad civil, para ello se presenta una demanda por la vía ordinaria en un
juicio aparte. En cambio, la nulidad procesal se debe alegar dentro del mismo proceso en que ocurre el vicio,
interponiéndose el respectivo incidente de nulidad, que es lo normal para invocarla.
Aquí hay que tener presente que para alegar la nulidad, por ejemplo del remate, habrá que ver si la
resolución que ordenó extender la escritura pública de remate no esté ejecutoriada, porque la cosa juzgada sanea
todo, menos la falta de emplazamiento, porque si hubo defecto en el emplazamiento en definitiva ese va a ser un
“juicio aparente”.

10.- Cosa juzgada en el juicio ejecutivo:

Otro aspecto importante en el juicio ejecutivo es la cosa juzgada que emana de la sentencia, más
concretamente respecto a la excepción de cosa juzgada.
La sentencia definitiva que se dicte en un juicio ejecutivo, como en todo juicio, produce acción y excepción
de cosa juzgada (artículo 175, Código de Procedimiento Civil). Esto significa que esa sentencia se puede llevar a
efecto en la práctica, realizando los bienes embargados en el juicio ejecutivo u ordenando el juez que se entregue
la especie al deudor.
Cuando se oponen excepciones en el juicio ejecutivo no se pueden realizar los bienes mientras el juez no
resuelva esas excepciones. Resueltas las excepciones, por sentencia ejecutoriada o que cause ejecutoria, sí se
puede cumplir.
Por otro lado, así como la sentencia se puede cumplir, también hay que señalar que no se puede plantear
o discutir un nuevo juicio, entre las mismas partes, sobre la misma materia que ha sido objeto del juicio ejecutivo
(en la medida que se dé la triple identidad del artículo 177 del Código de Procedimiento Civil).
La sentencia dictada en el juicio ejecutivo también produce la excepción de cosa juzgada, que impide
volver a discutir el mismo asunto, ya sea en el mismo juicio ejecutivo o en un juicio ordinario (artículo 478, inciso
1º, Código de Procedimiento Civil).
Esta regla de que la sentencia definitiva dictada en el juicio ejecutivo produce cosa juzgada
(particularmente la excepción), tiene algunas excepciones que el propio Código de Procedimiento Civil establece,
considerando este procedimiento ejecutivo. No se producirá el efecto de cosa juzgada en los siguientes casos: 1)
La renovación de la acción ejecutiva; y 2) La reserva de derechos en el juicio ejecutivo.

1. La renovación de la acción ejecutiva: Es el derecho que tiene el ejecutante que inició un juicio ejecutivo
determinado para poder volver a plantear o demandar ejecutivamente esa misma acción en un nuevo juicio,
a su mismo deudor y por la misma deuda, siempre y cuando la sentencia dictada en el primer juicio le haya
sido desfavorable por ciertas causales o motivos que la ley establece.
Esto se refiere a que, en estos casos, la demanda ejecutiva se rechaza por motivos de carácter formal
(por causales que constituyen verdaderas excepciones dilatorias), no por razones de fondo, de manera que
será justo permitirle al acreedor que pueda volver a demandar para que se cumpla la obligación.
Estas causales o motivos que permiten renovar la acción ejecutiva las señala el artículo 477 del
Código de Procedimiento Civil, y son los siguientes:

▪ La incompetencia del tribunal; para este efecto, tendría que haber hecho valer la correspondiente
excepción del artículo 464, nº 1, del Código de Procedimiento Civil, o de oficio por el tribunal.

▪ La incapacidad, referido a la excepción del artículo 464, nº 2, del Código de Procedimiento Civil.
272
▪ La ineptitud del libelo, referida a la excepción del artículo 464, nº 4, en relación con el artículo 254 del
Código de Procedimiento Civil.

▪ La falta de oportunidad en la ejecución. Respecto a esta causal, el artículo 464 del Código de
Procedimiento Civil no la contempla, por ello se ha prestado a dudas. La jurisprudencia ha entendido
que existirá falta de oportunidad en la ejecución en los siguientes casos: 1) Si existe litis pendencia
promovida por el acreedor; 2) En el caso de que se haga valer el beneficio de excusión; 3) Cuando falta
alguno de los requisitos establecidos por las leyes para que el título tenga fuerza ejecutiva; y 4) Cuando
se interpone la concesión de esperas o la prórroga del plazo.

2. La reserva de derechos en el juicio ejecutivo: Esto significa que la sentencia definitiva en un juicio ejecutivo
no va a producir cosa juzgada en un juicio ordinario posterior que se inicie sobre lo mismo cuando se ha
convenido reserva de derechos en ese juicio ejecutivo (artículo 478, inciso 2º, Código de Procedimiento
Civil).
Esto se llama reserva de derechos porque dentro de la tramitación del juicio ejecutivo, en alguna de
sus etapas, las partes pueden hacer uso de este derecho que la ley les confiere y concretamente se le pide al
juez que conoce de la ejecución que se reserve su derecho para hacerlo valer o deducirlo en un juicio
ordinario posterior. Si no se pide la reserva en el juicio ejecutivo por la parte interesada, la sentencia que se
dicta produce cosa juzgada, tanto para un juicio ejecutivo como para un juicio ordinario posterior.
Si esta reserva de derechos la pide el ejecutante se habla de “reserva de acciones”, y en el caso que
la pida el ejecutado hablamos de “reserva de excepciones”. Esto constituye una excepción al principio de
cosa juzgada, pero sólo respecto de un juicio ordinario posterior.

a) Reserva de acciones: Estando el juicio en trámite, el ejecutante tiene dos oportunidades para solicitar
esta reserva:

- En primer lugar, lo puede pedir dentro del plazo de cuatro días que otorga el artículo 467 del Código
de Procedimiento Civil al ejecutante para que responda las excepciones del ejecutado. Si durante
este plazo el ejecutante no tiene medios y se da cuenta que no puede destruir las excepciones, la ley
le permite desistirse de su demanda ejecutiva y pedir esta reserva de su derecho, y entablar
posteriormente la acción ordinaria sobre los mismos puntos que han sido materia de la demanda
ejecutiva (artículo 467, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Frente a esta petición, el tribunal debe aceptar de inmediato este desistimiento sin oír a la
parte contraria y también tiene que acceder a la reserva pedida.
Esta sentencia hace las veces de una sentencia absolutoria, que produce varios efectos en el
juicio ejecutivo. Estos efectos son los siguientes: 1) Termina el juicio ejecutivo, lo que significa que
queda sin efecto el embargo por tratarse de una sentencia que hace las veces de absolutoria; 2) El
ejecutante que se desistió de su demanda pierde el derecho a iniciar un nuevo juicio ejecutivo; y 3)
El ejecutante queda responsable de los eventuales perjuicios que se hayan producido con su demanda
al ejecutado.
La ley, en este caso, no le señala plazo al ejecutante para presentar la nueva demanda
ordinaria.

- En segundo lugar, lo puede hacer valer durante la tramitación del juicio ejecutivo, en cualquier
momento de éste, antes de que se dicte la sentencia definitiva (artículo 478, inciso 2º, Código de
Procedimiento Civil). En esta situación, a diferencia del caso anterior, el ejecutante debe dar razón
de porqué pide la reserva, porque la ley exige motivos calificados.
En el caso que se acceda a la reserva, el ejecutante tiene un plazo de quince días para deducir
la demanda ordinaria, contado desde la notificación de la sentencia definitiva dictada en el juicio

273
ejecutivo; si no lo hace dentro de este plazo la demanda ordinaria no va a ser admitida. Aquí estamos
en presencia de un caso de ejercicio forzado de la acción.
Cuando el ejecutante pide esta reserva durante la tramitación del juicio ejecutivo, el tribunal
se pronuncia respecto de esta reserva en la sentencia definitiva. Si esta sentencia rechaza la demanda,
sólo en ese caso el juez se pronunciará respecto de la reserva; pues, si la sentencia fuere condenatoria,
el juez va a ordenar seguir adelante la ejecución.

b) Reserva de excepciones: El ejecutado también tiene dos oportunidades para pedir o hacer valer la reserva
de sus derechos:

▪ La primera oportunidad para pedirla es en el mismo acto de oponer las excepciones a la ejecución,
en el mismo escrito (artículo 473, Código de Procedimiento Civil). En este escrito el ejecutado tiene
que señalar expresamente que no cuenta con los medios para justificar los hechos que acreditan sus
excepciones dentro del probatorio del juicio ordinario y, por lo mismo, pide reserva de su derecho
para hacerlo valer en un juicio ordinario posterior. Además, tiene que pedir que no se le haga pago
al acreedor sin que caucione previamente las resultas del juicio, esto es, del juicio ordinario.
En este caso, el tribunal que está conociendo del juicio, frente a este escrito, debe proceder a
dictar sentencia definitiva de inmediato y éste se dicta también sin tramitar este escrito. Además, en
esa misma sentencia, el tribunal accede a la reserva pedida y además ordenará rendir caución al
ejecutante para que se le pueda hacer pago.
En este caso, el deudor tiene un plazo de quince días para entablar la demanda ordinaria; si
no lo hace pierde su derecho y la caución se dejará sin efecto, la que será devuelta al ejecutante.

▪ La segunda oportunidad para solicitarla es en cualquier estado de la tramitación del juicio ejecutivo,
antes de dictarse la sentencia definitiva (artículo 478, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Aquí se aplica lo mismo que en el caso de la reserva de acciones, para lo cual el ejecutado deberá
hacer valer motivos calificados. Aquí también tiene el mismo plazo para deducir posteriormente su
acción ordinaria, que es de quince días.

11.- Tercerías en el juicio ejecutivo:

Esta materia está reglamentada en los artículos 518 y siguientes del Código de Procedimiento Civil.

* Generalidades de los terceros:

Las tercerías consisten en la intervención de terceros o de personas ajenas al juicio, que no son partes
directas, y que sostienen pretensiones en dicho juicio por tener interés actual en sus resultados.
En consecuencia, para que alguien revista la calidad de tercero parte en un juicio es necesario: 1) No debe
ser parte directa en el juicio en tramitación, es decir, no puede figurar en la causa como demandante o como
demandado; 2) Debe tener un interés actual en los resultados del juicio, lo que significa que tiene que tener un
derecho comprometido y no meras expectativas; y 3) La intervención del tercero tiene que estar permitida.

* Las tercerías en el juicio ejecutivo:

El juicio ejecutivo es de aquellos procedimientos en que la ley restringe la intervención de terceros. Aquí
estamos en presencia de una intervención limitada, de acuerdo a lo que la propia ley establece. Esto se encuentra

274
señalado en el artículo 518 del Código de Procedimiento Civil, cuando dice que en el juicio ejecutivo “sólo” son
admisibles las tercerías cuando el reclamante pretende:

➢ Dominio de los bienes embargados, en cuyo caso la tercería se llama “tercería de dominio o de
propiedad”.

➢ Posesión de los bienes embargados, y en ese caso la tercería se denomina “tercería de posesión”.

➢ Derecho para ser pagado preferentemente; en tal caso la tercería se conoce como “tercería de
prelación”.

➢ Derecho para concurrir en el pago a falta de otros bienes, en cuyo caso la tercería se llama “tercería de
pago”.

1) TERCERIA DE DOMINIO:

Esta tercería tiene por objeto el de obtener que se respete el dominio que tiene un tercero respecto de
bienes que han sido embargados en un juicio ejecutivo que no está dirigido en su contra.

-o- Concepto y características de la tercería de dominio:

La tercería de dominio consiste en “la intervención, dentro del juicio ejecutivo, de un tercero que le solicita
al juez que se le reconozca su derecho de dominio respecto de los bienes embargados y consecuencialmente que
sean excluidos del embargo”.
La tercería de dominio presenta las siguientes características:

a. Se tiene que hacer valer por escrito, presentado ante el mismo juez que conoce de la ejecución y dentro del
mismo juicio.

b. Se trata de una verdadera nueva demanda que se presenta dentro del mismo juicio ejecutivo. Esta demanda
la presenta el tercero, que es el demandante, en contra de las partes del juicio ejecutivo, que son los
demandados (artículo 521, Código de Procedimiento Civil). Como es una nueva demanda tiene que cumplir
con los requisitos del artículo 254 del Código de Procedimiento Civil; además, debe cumplir con los generales
de todo escrito y las obligaciones que impone la Ley Nº 18.120 de comparecencia en juicio.

c. Las finalidades que se persigue es que se reconozca el derecho de dominio del tercero sobre el bien
embargado, que sea sacado dicho bien del embargo, y que se le restituya el bien.

-o- Oportunidad para intervenir en el juicio:

El tercerista puede intervenir durante el curso del juicio ejecutivo, desde el momento mismo que se traba
el embargo y hasta que no se haya efectuado la tradición de los bienes embargados y realizados. Si la tradición
está hecha, el tercero ya no puede intervenir en el juicio ejecutivo; la única posibilidad que le queda a este tercero
es deducir la acción reivindicatoria.

-o- Naturaleza jurídica de la tercería de dominio:

275
Ha sido discutido en la doctrina si estas tercerías constituirían un juicio independiente o si, por el contrario,
se trata de un procedimiento incidental o accesorio del juicio ejecutivo.
Este tema es tratado extensamente por don Patricio Valdés Aldunate, en su libro “Juicio ejecutivo.
Panorama actual”. En su obra, Valdés explica que para determinar esto es menester previamente establecer si su
interposición genera o no un conflicto en forma autónoma aunque dependiente del juicio ejecutivo.
Se trata de procesos independientes, no obstante que el presupuesto es la existencia del juicio ejecutivo.
De esta conclusión surgen consecuencias fundamentales, distintas en uno y otro caso:

1. En el mandato judicial: Si el mandato judicial ha sido conferido por las partes para el juicio ejecutivo el
problema está en determinar si éste es suficiente para intervenir en la tercería, porque si se considera que la
tercería constituye un proceso independiente o autónomo o ese poder no sería suficiente para intervenir en
la tercería, esto considerando lo que dice el inciso 1º del artículo 7º del Código de Procedimiento Civil, que
autoriza para intervenir en todas las gestiones del juicio pertinente. Por lo tanto, se hace necesario otorgar
un nuevo mandato para intervenir en la tercería.

2. Notificación de la demanda de la tercería: De estimarse que es un proceso autónomo, indudablemente habría


que notificar a las partes, de acuerdo a las reglas generales. Por el contrario, si estimamos que se trata de un
incidente, basta notificar al mandatario o procurador judicial, de acuerdo a lo que dispone el inciso 1º del
artículo 7º del Código de Procedimiento Civil. Lo aconsejable es, en estos casos, que se notifique tanto a las
partes como a los apoderados de ellas.

3. Materia de notificaciones dentro del procedimiento de tercerías: Si se considera que la tercería es un


incidente, las resoluciones que se dicten en el procedimiento se deberían notificar todas de acuerdo a las
reglas de notificaciones establecidas para los incidentes, o sea, se notifica por el estado diario. En cambio, si
se considera que la tercería es un proceso autónomo, en ese caso las resoluciones tendrían que notificarse
también de acuerdo a las reglas generales, pero las establecidas para un juicio (por ejemplo, la notificación
de la resolución que recibe la causa a prueba, para una de las partes debe notificarse por cédula y para la otra
por el estado diario).

4. Sentencia que se dicte en el juicio de tercería: Si consideramos que el procedimiento de tercería genera un
procedimiento independiente, la resolución judicial que falle la tercería será una sentencia definitiva siempre.
En cambio, si estimamos que se trata de un procedimiento incidental, esa resolución no será una sentencia
definitiva, sino que se trataría de una sentencia interlocutoria.

5. En materia de apelaciones: Si estimamos que se trata de un juicio independiente, para apelar habría que
hacerlo en el plazo de diez días. Al contrario, si creemos que estamos en presencia de un incidente, el plazo
para apelar es de cinco días.

6. Conocimiento ante el tribunal de alzada: A consecuencia de lo anterior, si consideramos a la tercería como


un juicio independiente, el tribunal superior conocerá el asunto previa vista de la causa; y si estimamos que
estamos frente a un incidente, el tribunal de alzada conocerá en cuenta.

La tendencia de la jurisprudencia es aparentemente la de irse uniformando para considerar que la tercería


constituye un procedimiento autónomo y no un incidente.
Lo dicho anteriormente es absolutamente independiente de lo que dispone el artículo 521 del Código de
Procedimiento Civil, porque aquí lo que se está estableciendo es el procedimiento aplicable, pero no se da la
naturaleza jurídica al proceso de tercería.

-o- Efectos de la tercería de dominio en el juicio ejecutivo:

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En cuanto a los efectos que produce en el juicio ejecutivo la interposición de una tercería de dominio,
debemos hacer una distinción respecto a los distintos cuadernos del juicio ejecutivo.

• En relación al cuaderno de apremio: La regla general es que la interposición de una tercería de dominio no
suspende la tramitación del cuaderno de apremio, salvo que el tercerista se apoye o se fundamente en un
instrumento público otorgado con anterioridad a la fecha de presentación de la demanda ejecutiva (artículo
523, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil). En este instrumento tiene que constar el dominio que se está
reclamando del bien embargado, y éste deberá acompañarse junto con la respectiva demanda en que se
deduce la tercería, en cuyo caso existe el derecho a pedir que se suspenda el procedimiento. En todo caso, la
suspensión del procedimiento de apremio sólo dice relación con él o los bienes materia de la tercería, de tal
modo que si además de ellos se han embargado otros bienes, el apremio seguirá respecto de ellos sin
suspensión alguna.
En los demás casos, si el instrumento es privado o si es público pero otorgado con posterioridad a la
presentación de la demanda, no se suspende el procedimiento y la subasta podrá llevarse a efecto (artículo
523, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil). El procedimiento de apremio sigue adelante y se lleva a cabo
el remate.

• En relación al cuaderno ejecutivo o principal: En este caso, la interposición de la tercería no produce ningún
efecto especial, y esto es lógico porque la tercería no está referida al aspecto contencioso de la acción
ejecutiva en sí ni con el título ejecutivo que se haga valer, sino que lo que se discute es el dominio del bien
embargado.

-o- Tramitación de la tercería de dominio:

La ley dice que la tercería de dominio se sustancia conforme a las normas del juicio ordinario, pero sin los
escritos de réplica y dúplica. La tramitación se sigue además en cuaderno separado (artículo 521 del Código de
Procedimiento Civil). Que se tramite según las normas del procedimiento ordinario no significa que sea un juicio
independiente.

-o- Fallo de la tercería de dominio:

En cuanto al fallo de la tercería de dominio, en este caso se pueden producir dos posibilidades: 1) Que el
fallo acoja la tercería; o 2) Que el fallo rechace la tercería.

1. Que el fallo acoja la tercería de dominio: Si se acoge la tercería, debe excluirse del embargo la cosa que es
objeto de la tercería y, como consecuencia de ello, debe procederse a la restitución a su dueño. Puede ocurrir,
sin embargo, que no obstante que la tercería fue acogida, el bien embargado se haya subastado, en este caso,
si el bien embargado se subastó y se hizo la tradición, el único camino que le queda al tercerista será iniciar
la acción ordinaria reivindicatoria para recuperarlo.

2. Que el fallo rechace la tercería de dominio: Si se rechaza la tercería, esto significa que no se reconocerá al
tercerista su derecho de dominio. Como consecuencia de lo anterior, el cuaderno de apremio puede continuar
adelante si hubiere estado suspendido, o continuará tramitándose si no estaba suspendido.

2) TERCERIA DE POSESION:

277
Antiguamente esta tercería de posesión no existía en el Código de Procedimiento Civil. Esta tercería es
una creación relativamente reciente y surgió en la práctica por obra de la jurisprudencia de los tribunales. En las
reformas del Código, introducidas por la Ley Nº 18.705 de 1988, se modificaron los artículos 518, 521 y 522,
consagrando legalmente la tercería de posesión.
La tercería de posesión se originó por una necesidad práctica que dice relación con la difícil situación a
que se ve enfrentado el tercero en el sistema chileno para probar el dominio de los bienes muebles,
fundamentalmente porque la compraventa de los bienes muebles no consta en instrumentos públicos.

-o- Concepto de la tercería de posesión:

La tercería de posesión consiste en la intervención de un tercero, en el juicio ejecutivo, quien le solicita al


juez que se le reconozca su posesión respecto de los bienes embargados, con la finalidad que estos sean excluidos
del embargo.

-o- Oportunidad del tercero para intervenir en el juicio ejecutivo:

Aquí también se requiere que exista un juicio ejecutivo en trámite, y se puede interponer desde el momento
mismo que se ha trabado el embargo de los bienes respectivos y hasta que no se haya hecho la tradición de los
bienes que hayan sido subastados.

-o- Tramitación de la tercería de posesión:

Aplicando el artículo 521 del Código de Procedimiento Civil, la tercería de posesión se tramita como
incidentes, conforme a las normas establecidas para los incidentes ordinarios, lo que no significa en caso alguno
que esta tercería constituya un incidente.
La tercería de posesión también se tramita en cuaderno separado, lo que significa que no suspende el
apremio.
El tercerista deberá comparecer al proceso presentando la demanda en la que alegará ser poseedor de los
bienes embargados, dirigida en contra de ejecutante y ejecutado.

-o- Efectos de la interposición de esta tercería:

En relación a los efectos que produce la interposición de la tercería de posesión, se debe distinguir en
cuanto a los cuadernos que se siguen en el juicio ejecutivo: el cuaderno principal o ejecutivo y el cuaderno de
apremio

• En relación al cuaderno principal: La interposición de la tercería no produce efecto alguno, porque lo que se
discute es la posesión, y no tiene relevancia con la controversia propia del juicio (lo que se debate en él en
nada atañe al tercero).

• En relación al cuaderno de apremio: En este cuaderno de apremio interesa determinar si esa tercería
interrumpe o no el procedimiento. La regla general es que tampoco se suspende la tramitación de este
cuaderno, salvo que el tercerista acompañe a la demanda de tercería antecedentes que constituyan presunción
grave de la posesión que se invoca (artículo 522, inciso final, Código de Procedimiento Civil).

-o- Fallo de la tercería de posesión:


278
Aquí se producen las mismas consecuencias de la situación que ocurre en la tercería de dominio; en
consecuencia, el fallo de la tercería de posesión puede acogerla o desestimarla.

1. Si el fallo acoge la tercería, ello significa reconocer el hecho de la posesión del tercero, y en consecuencia
los bienes deben ser excluidos del embargo y habrá que restituirlos al poseedor; salvo, evidentemente, que
estos bienes hayan sido subastados y se haya producido la tradición.

2. Si el fallo rechaza la tercería, cesa la intervención del tercero, en cuyo caso el procedimiento de apremio
continuará adelante hasta hacer el pago al acreedor.

3) TERCERIA DE PRELACION:

A la tercería de prelación se le conoce también con el nombre de tercería de preferencia en el pago o de


mejor derecho, según la doctrina.
El fundamento de la tercería de prelación siempre está en las causales de preferencia establecidas en las
leyes sustantivas (artículos 2465 y siguientes, Código Civil).

-o- Concepto de tercería de prelación:

La tercería de prelación consiste en la intervención de un tercer acreedor en el juicio ejecutivo, sin ser
parte directa, solicitando que se le reconozca un crédito preferencial y, en consecuencia, que se le reconozca su
derecho a ser pagado preferentemente, esto es, antes que el ejecutante, con el producto de la realización de los
bienes embargados.

-o- Oportunidad del tercero para intervenir en el juicio ejecutivo:

Esta tercería se puede hacer valer desde el momento mismo de efectuada la traba del embargo de bienes y
hasta que se haga pago efectivo al acreedor de su crédito. Si el acreedor ya se pagó, la tercería ya no tiene sentido.

-o- Condiciones o requisitos para interponer la tercería de prelación:

Para interponer esta tercería, será necesario que se cumpla con los siguientes requisitos:

a) Es necesario que la haga valer un tercero ajeno al juicio, que tenga la calidad de acreedor del deudor que
está siendo ejecutado en ese juicio.

b) Que se haga valer por escrito, ante el mismo tribunal que está conociendo del juicio ejecutivo.

c) Que el tercerista invoque o haga valer un título ejecutivo en contra del mismo ejecutado y este instrumento
tiene que acompañarlo a su demanda de tercería (en el título ejecutivo va a constar el crédito que tiene el
tercero).

d) Que el tercero alegue o invoque algún motivo legal de preferencia, de acuerdo a las normas sustantivas
establecidas en el Código Civil (artículo 2470, Código Civil).

279
e) Que se reúnan todos los requisitos de la acción ejecutiva, respecto del tercerista, es decir, que la obligación
sea líquida, actualmente exigible y no esté prescrita.

-o- Tramitación de la tercería de prelación:

Según el artículo 521 del Código de Procedimiento Civil, la tercería de prelación se tramita como
incidente, aplicándose las reglas de los incidentes ordinarios (artículos 82 y siguientes, Código de Procedimiento
Civil), y en cuaderno separado.
Este tercerista cuando, deduce su demanda, en realidad lo que está haciendo es ejercer dos acciones
distintas: 1) una dirigida en contra del ejecutado, que es la acción ejecutiva que tiene el tercero con la finalidad
que se le pague el crédito; y 2) otra en contra del ejecutante, que es una acción independiente, destinado a que se
le reconozca o declare la preferencia y el derecho a ser pagado antes que el ejecutante.

-o- Efectos de la interposición de esta tercería:

Dada la naturaleza de la tercería, la interposición de ella no suspende ninguno de los cuadernos.

- En relación al cuaderno principal: La interposición de la tercería de prelación no produce ningún efecto


mayor.

- En relación al cuaderno de apremio: Su interposición tampoco produce mayores efectos, porque no se


suspende el procedimiento de apremio, el que sigue su curso hasta que se proceda a la realización de los
bienes. Esto es así porque el interés del tercero es el pago preferente, por ello a éste le interesa precisamente
que se realicen los bienes, porque ahí se va a materializar su pago; en todo caso, verificado el remate, el
dinero queda consignado hasta que recaiga sentencia firme en la tercería, o sea, no se puede pagar a nadie
hasta ese evento (artículo 525, inciso final, Código de Procedimiento Civil).

-o- Fallo de la tercería de prelación:

El fallo de la tercería de prelación puede ser de dos sentidos: puede acogerla o rechazarla.

1. Si el fallo rechaza la tercería, significa en la práctica que la preferencia invocada por el tercero no existe y,
en consecuencia, se va a pagar el ejecutante inicial; o sea, no hay pago para el tercero en el caso que el deudor
no tuviese otros bienes, porque si ello ocurre, según el artículo 527 del Código de Procedimiento Civil, se
distribuirá el producto de los bienes proporcionalmente al monto de los créditos que se hagan valer.

2. Si el fallo acoge la tercería, significa que la sentencia reconoce la causal de preferencia del tercero y, por
consiguiente, primero se pagará el tercero porque tiene preferencia sobre el ejecutante; y si queda algo de la
realización, se pagaría el acreedor primitivo.

4) TERCERIA DE PAGO:

La tercería de pago se encuentra establecida en el nº 4 del artículo 528 del Código de Procedimiento Civil.
El fundamento de esta tercería está en el derecho de prenda general del artículo 2465 del Código Civil, en
virtud del cual cualquier acreedor tiene el mismo derecho para ser pagado de su crédito con todos los bienes del

280
deudor. El hecho de que un determinado acreedor haya embargado bienes en una ejecución no le otorga privilegio
sobre esos bienes en relación con otros acreedores que tienen créditos pendientes a falta de otros bienes.
El tercero tiene dos posibilidades: 1) Intervenir derechamente en el juicio ejecutivo ya iniciado a través de
la tercería de pago; o 2) Deducir su demanda ejecutiva independientemente, porque éste puede desconocer la
existencia de otro juicio ejecutivo.

-o- Concepto de tercería de pago:

La tercería de pago consiste en la intervención de un tercero en el juicio ejecutivo que no tiene preferencia
para ser pagado antes que el ejecutante, y que solicita que se le reconozca su derecho a concurrir en el pago con
el producto de la realización de los bienes embargados a falta de otros bienes del deudor.
En este caso, lo que hay que demostrar es la existencia de un crédito y que no hay otros bienes embargados
porque, en el caso que los haya, y si no hay preferencia, estas tercerías son improcedentes (se debe hacer una
ejecución aparte).

-o- Interposición de la tercería de pago:

La tercería de pago se hace valer por escrito, con una demanda de tercería, en el juicio ejecutivo ya
iniciado, dirigida en contra del ejecutante y del ejecutado, y en ella se pide que se le reconozca su derecho a
concurrir al pago junto con el ejecutante, a falta de otros bienes del deudor.
En este caso, el tercerista hace valer dos acciones: 1) una acción ejecutiva contra el ejecutado, y 2) una
acción de pago contra el ejecutante.

-o- Requisitos de procedencia de la tercería de pago:

Lo que se pide a través de la tercería es que a este tercero se le permita concurrir en el pago con el producto
de la realización de los bienes embargados, a falta de otros bienes, siempre que no haya preferencia. Por lo tanto,
los requisitos de procedencia de esta tercería de pago son los siguientes:

a) El tercerista debe ser un tercero acreedor del deudor o ejecutado del juicio ejecutivo en que se va a producir
la intervención. Para estos efectos, el tercerista deberá acompañar su título ejecutivo y tendrán que
cumplirse las condiciones de procedencia de la acción ejecutiva.

b) El crédito del tercero debe constar en un título ejecutivo, que tiene que acompañarse a la demanda de
tercería.

c) El deudor debe carecer de otros bienes que los embargados, tal como lo señala el artículo 518, nº 4, del
Código de Procedimiento Civil. Si el deudor tiene otros bienes, la tercería no es el camino que tiene que
seguir este acreedor, sino que debe seguir una ejecución por su parte, en forma independiente.

d) El tercerista no debe tener derecho de pago preferente, o sea, es una intervención en igualdad de
condiciones con el ejecutante en cuanto a la naturaleza de los créditos.

e) Deben reunirse los demás requisitos de procedencia de la acción ejecutiva, es decir, que la obligación sea
líquida, actualmente exigible y no esté prescrita.

-o- Oportunidad del tercero para intervenir en el juicio ejecutivo:


281
El tercero tiene derecho a intervenir en el juicio ejecutivo desde que se traba el embargo en los bienes del
ejecutado y hasta que se haga pago al ejecutante. Después de ese momento nada se puede reclamar.

-o- Tramitación de la tercería de pago:

Conforme al artículo 521 del Código de Procedimiento Civil, esta tercería se tramita como incidente
ordinario, de acuerdo a las reglas de los incidentes ordinarios establecidas en los artículos 82 y siguientes del
Código de Procedimiento Civil. Esta tercería se sigue contra el ejecutante y el ejecutado.

-o- Efectos de la tercería de pago:

Los efectos que produce la tercería de pago son similares a los de la tercería de prelación, esto es, no se
suspende la sustanciación de los cuadernos ejecutivo ni de apremio.

- En el cuaderno principal no se produce ningún efecto específico, porque la acción del tercero es
independiente de la acción del ejecutante, y el tercero tiene un título distinto.

- En el cuaderno de apremio tampoco se producen efectos especiales; no se suspende el procedimiento y


continúa tramitándose normalmente, no obstante deducirse la tercería.

-o- Fallo de la tercería de pago:

El fallo de la tercería de pago puede ser de dos tipos: 1) puede acoger la tercería, o 2) puede rechazar la
misma.

1. Si el juez acoge la tercería, eso significa reconocer el derecho que esgrimió el tercero, es decir, tiene el
tercero tiene derecho a concurrir en el pago junto con el ejecutante. El pago es a prorrata del producto del
remate entre los acreedores respectivos. La ley dice que se debe distribuir proporcionalmente el producto de
los bienes al monto de los créditos ejecutivos que se hagan valer (artículo 527, Código de Procedimiento
Civil).

2. Si el juez rechaza la tercería, ello significa que no se reconoce el derecho al tercerista; o sea, el tercero no
tiene derecho a concurrir en el pago en este juicio ejecutivo y el único que se va a pagar es el ejecutante
inicial o primitivo.

Una segunda vía que tiene un tercer acreedor es interponer su propia demanda ejecutiva. El tercero puede
exigir su pago iniciando un juicio ejecutivo diverso ante el tribunal que corresponda conforme a las normas
generales.
Aquí podría ocurrir, por ejemplo, que en este nuevo juicio se embarguen bienes del deudor no sujetos al
embargo de la ejecución primitiva, en cuyo caso no hay inconveniente para que se realicen dichos bienes y se
pague con el producto de dicha operación al segundo acreedor.
Sin embargo, puede ocurrir que en este segundo juicio ejecutivo se trabe embargo sobre bienes ya sujetos
a embargo, es decir, estamos en presencia de un “reembargo”, es decir, que se produzcan embargos sucesivos que
puedan afectar a un mismo bien en distintas ejecuciones.

282
* El reembargo:

El reembargo consiste en trabar dos o más embargos sucesivos sobre un mismo bien de propiedad del
deudor, por concepto de varios procesos seguidos en contra de éste.
En la doctrina se ha discutido la posibilidad de la existencia del reembargo en nuestra legislación: algunos
la aceptan y otros la rechazan.

o No se acepta el reembargo: Para algunos no es aceptable el reembargo, porque se sostiene que el espíritu
que el legislador pretende es que sobre un determinado bien se trabe un solo embargo y no embargos
sucesivos, ya que éstos serían ineficaces porque la ley de la al segundo ejecutante un derecho especial,
contemplado en el artículo 528 del Código de Procedimiento Civil, que es pedir que se dirija oficio al juez
que conoce la primera ejecución a fin de que retenga los bienes realizados la cuota correspondiente que
proporcionalmente le corresponda a este acreedor.

o Se acepta el reembargo: Según algunos, la ley no prohíbe el reembargo, por lo tanto es perfectamente
posible que llevarlo a cabo. El reembargo sería posible en la segunda ejecución, pero cumpliéndose con
la formalidad del artículo 528 del Código de Procedimiento Civil, de lo contrario habría nulidad.

283
V. CUMPLIMIENTO DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES

1.- Aspectos generales:

Cuando se habla de cumplimiento de las resoluciones judiciales hay que hacer la siguiente distinción:

➢ Cumplimiento de las resoluciones dictadas por los tribunales chilenos (artículos 242 y siguientes, Código
de Procedimiento Civil).

➢ Cumplimiento de las resoluciones pronunciadas por tribunales extranjeros (artículos 242 y siguientes,
Código de Procedimiento Civil).

Respecto a estas últimas, es materia que atañe al Derecho Internacional Privado, por lo que únicamente
analizaremos el cumplimiento de las resoluciones dictadas por los tribunales chilenos.
Este procedimiento está reglamentado en el párrafo 1º del Libro I (Disposiciones comunes a todo
procedimiento), específicamente en los artículos 231 al 241 inclusive, del Código de Procedimiento Civil.
Las sentencias, tanto las definitivas como las interlocutorias, producen el efecto de cosa juzgada, y este
efecto se traduce en dos consecuencias: acción y excepción de cosa juzgada. La acción de cosa juzgada es aquel
efecto en virtud del cual es posible obtener el cumplimiento forzado de la resolución judicial; en tanto que la
excepción de cosa juzgada es aquel efecto que permite impedir que se vuelva a discutir lo mismo que ha sido
resuelto por otro tribunal, cumpliéndose los requisitos de la triple identidad del artículo 177 del Código de
Procedimiento Civil.

2.- Requisitos de procedencia de la acción de cosa juzgada:

Se deben cumplir algunos requisitos de procedencia para hacer valer la acción de cosa juzgada. A saber:

1) Debe tratarse de una sentencia definitiva o interlocutoria que se encuentre firme o ejecutoriada (artículo 174,
Código de Procedimiento Civil), o bien que cause ejecutoria.

2) Es necesario que la prestación que impone la sentencia sea actualmente exigible, y en general que se cumplan
todos los requisitos de procedencia de la acción ejecutiva.

3) Es necesaria una solicitud de parte interesada, quien es el titular de la acción de cosa juzgada (artículo 176,
Código de Procedimiento Civil).

3.- Tribunal competente para conocer del cumplimiento de las resoluciones judiciales:

En esta materia debemos distinguir cuál es la naturaleza de la resolución judicial cuyo cumplimiento se
trata de obtener. Aquí se debe partir de la base que las resoluciones más importantes son las sentencias (definitivas
e interlocutorias), lo que no significa en ningún caso que los autos y los decretos no se cumplan.

A. Autos y decretos: Los autos y decretos siempre se van a cumplir ante el mismo tribunal que los haya dictado,
sea, primera, segunda o en única instancia; es decir, siempre se cumplen o se llevan a efecto ante el mismo
juez que los pronunció en el proceso que está en trámite.

284
B. Sentencias definitivas e interlocutorias: En el caso de las sentencias, le corresponde conocer su cumplimiento
el mismo tribunal que las haya pronunciado en primera o en única instancia (artículo 113, Código Orgánico
de Tribunales; y artículo 231, Código de Procedimiento Civil). Sin embargo, tratándose de las sentencias
definitivas, es posible iniciar un juicio aparte, porque la sentencia definitiva podría dar inicio a un juicio
ejecutivo independiente, según si así lo estime el acreedor en cada caso.
Si esta sentencia requiere de un nuevo juicio, éste se puede interponer ante el mismo tribunal que la
pronunció en primera o en única instancia, o bien, el que sea competente en conformidad a los principios
establecidos por la ley a elección de la parte que haya obtenido en el juicio (artículo 114, Código Orgánico
de Tribunales; artículo 232, Código de Procedimiento Civil).

4.- Procedimientos aplicables:

En cuanto a los procedimientos, hay varios de ellos que se podrían utilizar para obtener el cumplimiento
de una resolución judicial. Estos procedimientos pueden ser los siguientes:

❖ El juicio ejecutivo propiamente tal, que puede ser de dar, hacer o no hacer, dependiendo de la obligación
impuesta al deudor.

❖ El procedimiento ejecutivo especial, establecido en los artículo 233 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil, que se denomina “procedimiento de cumplimiento incidental de los fallos”.

❖ Procedimientos ejecutivos especiales que se aplican a determinados casos especiales, dependiendo de la


naturaleza de la prestación o del juicio. Ejemplo: el procedimiento de ejecución especial en los juicios de
arrendamiento, como la sentencia que ordena restituir el inmueble arrendado a través del “lanzamiento”.

5.- Procedimientos de ejecución de las sentencias ante el mismo tribunal que la pronunciò dentro
del plazo de un año (“Procedimiento Incidental de las Resoluciones Judiciales”):

Este procedimiento se encuentra reglamentado en los artículos 233 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil.
La denominación de “procedimiento incidental” no se ajusta a lo que realmente ocurre en la realidad; este
procedimiento ejecutivo no es un incidente ni se tramita como tal, sino que es un procedimiento ejecutivo especial,
ante el mismo juez que la dictó en primera o en única instancia y materialmente dentro del mismo proceso. No es
un incidente, porque no es una cuestión accesoria.
Esta forma de pedir el cumplimiento de la sentencia dictada tiene indudables ventajas:

✓ En primer lugar, porque se hace ante el mismo juez que dictó el fallo, lo que da mejores garantías porque
conoce mejor la situación.
✓ En segundo lugar, presenta ventajas de economía procesal, en el sentido que no hay que estar haciendo
una nueva demanda ejecutiva (que es más engorroso).
✓ En tercer lugar, este procedimiento de los artículos 233 y siguientes es más breve que el procedimiento
ejecutivo.

Este procedimiento cuenta de dos partes: a) una parte contenciosa, y b) una parte de apremio. La parte
contenciosa dice relación con la controversia que se puede producir entre los litigantes, y la parte de apremio dice
relación con el aspecto compulsivo o parte forzada del procedimiento.

285
* Requisitos para aplicar este procedimiento:

Los requisitos para la aplicación de este procedimiento de los artículos 233 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil son los siguientes:

a) Que se trate de la ejecución de una sentencia firme o ejecutoriada o que sea de aquellas que causen
ejecutoria. Naturalmente que la sentencia tiene que ser condenatoria, es decir, aquellas que imponen una
prestación específica al deudor.

b) Este cumplimiento de las sentencias tiene que solicitarse ante el mismo tribunal que la pronunció en primera
o en única instancia.

c) Es necesario que la ley no haya dispuesto otra forma especial de cumplirla. Ejemplo: en los juicios de
arrendamiento, en los juicios de hacienda, etc.

d) Que el cumplimiento se pida por la parte interesada dentro del plazo de un año contado desde que la
ejecución se hizo exigible. La regla general es que es exigible desde que la sentencia quede firme o
ejecutoriada, y las que causan ejecutoria desde que se notifica la sentencia a las partes.

* Parte contenciosa del procedimiento:

Como señalamos, este procedimiento cuenta con una parte contenciosa y otra de apremio. A continuación
analizaremos la parte contenciosa del mismo.

-o- Inicio del procedimiento:

Este procedimiento se inicia siempre con una solicitud escrita de la parte que obtuvo sentencia
condenatoria en contra de la contraria en juicio declarativo, ante el mismo tribunal que la pronunció. Este escrito
debe cumplir únicamente con los requisitos comunes o generales de todo escrito. No requiere patrocinio y poder,
porque el artículo 7º, inciso 1º, del Código de Procedimiento Civil establece que el poder para litigar autorizará
al procurador para tomar parte en todos los trámites del juicio “hasta la ejecución completa de la sentencia
definitiva”.
De manera que este escrito no requiere mayores requisitos especiales, salvo la petición natural que hay
que hacer valer: solicitar el cumplimiento forzado de la sentencia dictada en el juicio, con citación de la parte
contraria (artículo 233, inciso 1º, parte final, Código de Procedimiento Civil).
Este escrito materialmente se incorpora al mismo proceso en el cual se dictó la sentencia que se trata de
hacer cumplir, o en su defecto se incorporará a las fotocopias o compulsas. Este procedimiento ejecutivo no da
origen a un proceso diferente ni se tramita en un cuaderno distinto.
El tribunal va a dictar la sentencia en la medida que se cumplan todos los requisitos y exigencias del caso,
esto es, los del artículo 233, inciso 1º, del Código de Procedimiento Civil y los de procedencia de la acción
ejecutiva.

-o- Resolución recaída en la solicitud de cumplimiento:

El tribunal, frente a esta solicitud, ordenará su cumplimiento con citación de la parte contra quien se pide,
dictando una resolución que dirá lo siguiente: “Como se pide, con citación”.
¿Qué significa que se pida “con citación”?. La diligencia con citación es aquella que no se puede llevar a
efecto sino después de transcurridos tres días fatales, contados desde la notificación a la parte contraria (artículo
69, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
286
Cuando el juez resuelve “como se pide, con citación”, significa que está dando lugar a la petición,
accediendo al cumplimiento, pero éste no se puede llevar a efecto sino después de transcurridos tres días y
dependiendo de lo que el ejecutado exprese. En ese plazo de tres días la parte contraria se puede oponer a la
ejecución, lo que demuestra que estamos en presencia de un procedimiento ejecutivo.

-o- Notificación de la resolución del tribunal que ordena este cumplimiento:

Las reglas, en esta materia, son las siguientes:

1) La resolución antes señalada deberá notificarse por cédula al apoderado que la parte ejecutada tuvo en el
juicio declarativo. Este apoderado conserva plenamente sus atribuciones del mandato judicial, y es el mismo
que figura hasta ese momento en el proceso (artículo 233, inciso 2º, primera parte, Código de Procedimiento
Civil). Sin perjuicio de lo anterior, el ministro de fe encargado de la notificación debe enviar además una
carta certificada tanto al apoderado como a la parte misma, en la forma establecida en el artículo 46 del
Código de Procedimiento Civil.

2) Al ejecutante se le notifica por el estado diario, ya que la ley no señala ninguna regla sobre el particular.

3) Si el cumplimiento se pide contra un tercero que no fue parte en el juicio (por ejemplo, cuando se piden
alimentos contra un tercero que responde solidariamente), la notificación deberá ser personal. Esta
notificación personal es en el amplio sentido de la palabra, es decir, la notificación personal propiamente
dicha, o en su defecto, la notificación del artículo 44 del Código de Procedimiento Civil.

-o- Actitudes del ejecutado:

Desde el momento en que la sentencia dictada por el tribunal ordena cumplirla con citación de esta parte,
el ejecutado tiene un plazo de tres días para hacer valer sus derechos, para oponer excepciones a esta ejecución.
Las actitudes que puede asumir son las siguientes: a) que dentro del plazo no oponga excepciones o no diga nada,
o b) que dentro de ese plazo oponga excepciones legales.

(a) Que dentro del plazo no oponga excepciones o no diga nada: Si el ejecutado no se opone caben, a su vez,
dos alternativas: 1) Que cumpla la sentencia, con lo que se terminaría este procedimiento de ejecución; o 2)
Que no cumpla la sentencia, en cuyo caso habrá que recurrir al procedimiento de apremio que se establece
para este caso.

(b) Que dentro del plazo oponga sus excepciones legales: Como toda oposición el ejecutado de presentarla por
escrito a través de su mandatario judicial correspondiente. Aquí podría ocurrir que el demandado no tenga
mandatario judicial, en cuyo caso habrá que notificar directamente a la parte, y si pretende oponer
excepciones tendrá que designar en ese momento al mandatario judicial y al abogado patrocinante para que
lo defiendan en juicio.
Esta materia está regulada en el artículo 234 del Código de Procedimiento Civil, norma que señala
taxativamente las excepciones que puede oponer a esta ejecución. Estas excepciones son las siguientes: 1)
Pago de la deuda; 2) Remisión de la deuda; 3) Concesión de esperas o prórrogas del plazo; 4) Novación; 5)
Compensación; 6) Transacción; 7) La de haber perdido la sentencia su carácter de ejecutoria; 8) La pérdida
de la cosa debida; 9) La imposibilidad absoluta de ejecutar la obra; y 10) La falta de oportunidad en la
ejecución.
Todas estas excepciones se deben fundar en hechos ocurridos con posterioridad a la sentencia cuyo
cumplimiento se pide, de manera que con eso se está restringiendo de manera considerable la defensa del
ejecutado. Además estas excepciones tienen que fundarse en antecedentes escritos, salvo las excepciones de
287
la pérdida de la cosa debida y la imposibilidad absoluta de ejecutar la obra, ambas por la naturaleza de las
mismas. Estas dos excepciones señaladas y la falta de oportunidad en la ejecución deben, además, estar
revestidas de fundamento plausible.
Esta oposición que puede formular el ejecutado es bastante restrictiva, por dos razones: A) porque
las excepciones están limitadas, y B) por las exigencias que hace el Código de Procedimiento Civil.
Suponiendo que el cumplimiento de la sentencia se pida contra un tercero, éste puede, según la ley,
además, oponer la excepción de no empecerle la sentencia y deberá formular su oposición dentro del plazo
de diez días, contados desde que sea notificado.

-o- Admisibilidad e inadmisibilidad de las excepciones:

El juez tiene que hacer un estudio de este escrito con la finalidad de verificar si las excepciones son
oportunas, si se dedujeron las excepciones que la ley establece y si se cumplen los requisitos para hacerla valer.
Aquí se pueden dar dos situaciones diversas:

• Que el juez rechace de plano la oposición: Si no cumple con los requisitos legales, el juez rechazará de plano
la oposición; declarará inamisibles las excepciones, sin llegar a tramitarlas.

• Que el juez las admita a tramitación: Si se reúnen los requisitos, el juez debe conferir traslado al ejecutante
de estas excepciones; a esta conclusión se llega porque la ley dice que deben tramitarse en forma incidental.
En este caso, se aplican las reglas de los incidentes ordinarios en cuanto a su tramitación, de manera que el
traslado es de tres días para contestar, pudiendo eventualmente recibir el incidente a prueba, si existen hechos
sustanciales, pertinentes y controvertidos, abriéndose un término de prueba ordinario de ocho días.

-o- Sentencia:

En cuanto al fallo, terminada la tramitación de la incidencia, el juez deberá dictar sentencia acogiendo o
rechazando las excepciones opuestas.

a) Si la oposición fuera acogida y la sentencia queda ejecutoriada, eso significa que la sentencia anterior no
se va a cumplir, ello porque operó una de las excepciones opuestas y no por restarle eficacia a dicha
sentencia.

b) Si la oposición no fuere acogida, es decir, las excepciones son rechazadas, se seguirá adelante la ejecución,
pasando al procedimiento de apremio.

* Procedimiento de apremio:

El procedimiento de apremio se va a aplicar en cualquiera de los siguientes casos, señalados en el inciso


1º del artículo 235 del Código de Procedimiento Civil: 1) Si no hubo oposición por parte del ejecutado dentro del
plazo de tres días que tenía para oponerse; y 2) En el caso que, habiendo oposición, las excepciones fueron
desestimadas por el tribunal o fueron declaradas inadmisibles.
Las reglas que da el Código de Procedimiento Civil para el procedimiento de apremio son las siguientes:

1) En el caso que la sentencia ordene entregar una especie o cuerpo cierto, sea mueble o inmueble, se cumplirá
dicha entrega haciendo uso de la fuerza pública en caso necesario. El ministro de fe se constituye en el
domicilio del deudor, sacando materialmente la especie o cuerpo cierto para entregársela al ejecutante.
288
2) Si esta especie o cuerpo cierto no es habida, la ley dice que se debe proceder a tasar estos bienes por peritos,
nombrados en la forma general, y se observarán las reglas del número siguiente.

3) Si la sentencia ordena pagar una suma de dinero, se deberá distinguir si existen o no fondos retenidos que
aseguren el resultado de la acción. En consecuencia: A) Si hay fondos retenidos, se ordenará pagar con estos
fondos una vez liquidada la deuda por el secretario del tribunal, y el juez ordenará el giro de cheque en favor
del ejecutante por la suma que corresponda; B) Si no hay fondos retenidos, pero sí otras especies, se
dispondrá la realización de dichos bienes que están garantizando el resultado de la acción, de acuerdo con
las reglas generales; y C) Si no hay bienes ni fondos que aseguren el resultado de la acción, se procederá a
embargar bienes suficientes de la parte vencida y a enajenarlos sin necesidad de requerimiento (la resolución
que ordena el embargo y el embargo mismo serán notificados al ejecutado por cédula).

4) Si la sentencia ordena pagar una cantidad determinada de un género determinado, se procederá en la misma
forma que en el caso anterior, pero si es necesario practicar tasación se recurrirá a peritos.

5) Si la sentencia ordena la ejecución o destrucción de una obra material, la suscripción de un documento o la


constitución de un derecho real o de una obligación, de acuerdo con el procedimiento de apremio del juicio
ejecutivo en las obligaciones de hacer, pero cuando sea necesario embargar y realizar bienes se aplicarán las
normas antes vistas.

6) Si la sentencia ha condenado a la devolución de frutos o a la indemnización de perjuicios y se ha reservado


al demandante discutir esta cuestión en la ejecución de la sentencia, en este caso el ejecutante, en el mismo
escrito en el que deduce la demanda ejecutiva deberá formular la otra demanda, la que se tramitará
incidentalmente y de existir oposición al cumplimiento de fallo, ambos incidentes se sustanciarán y fallarán
conjuntamente en una sola sentencia.

6.- Procedimientos de ejecución de las sentencias después de transcurrido un año desde que la
ejecución se hizo exigible:

Si el cumplimiento se solicita después de vencido el término de un año y la sentencia es de aquellas que


ordenan el pago de prestaciones de dar, hacer o no hacer, corresponderá aplicar el procedimiento ejecutivo,
siempre que la ley no haya dispuesto un procedimiento especial de ejecución. Deben aplicarse las reglas del
procedimiento ejecutivo, ya sea en obligaciones de dar, hacer o no hacer (artículo 237, inciso 1º, Código de
Procedimiento Civil).
Se utiliza indistintamente ya sea ante el mismo tribunal que dictó la resolución que se trata de ejecutar o
ante otro que resulta competente según las reglas generales.
De acuerdo al inciso final del artículo 237 del Código de Procedimiento Civil, el ejecutado no puede
oponer aquellas excepciones que haya podido oponer en el juicio anterior. En consecuencia, va a poder oponer
excepciones que se funden en hechos ocurridos después de la dictación de la sentencia.
Cuando se utiliza el procedimiento ejecutivo hay que tener en cuenta que la acción ejecutiva esté vigente,
porque estamos hablando de un término que excede un año y la acción ejecutiva prescribe en el plazo de tres años.

7.- Cumplimiento de las sentencias en ciertos casos especiales:

289
Cuando la ejecución de una sentencia esté sometida a reglas especiales estas reglas son las que tienen que
aplicarse. Por consiguiente, aquí no corresponde utilizar las normas de los artículos 233 y siguientes del Código
de Procedimiento Civil. Aquí podemos mencionar los siguientes ejemplos:

- En los juicios de arrendamiento, las sentencias que dan lugar al desahucio o que ordenan la restitución de la
cosa, se les aplica el procedimiento de los artículos 595 y 596 del Código de Procedimiento Civil, según si
la cosa es inmueble o mueble.

- En los juicios de hacienda, las sentencias condenatorias en contra del Fisco, deberán cumplirse mediante
decreto supremo expedido a través del ministerio respectivo que ordene el pago.

El artículo 238 del Código de Procedimiento Civil establece una regla amplia, para cualquier otra
resolución no comprendida en los casos anteriores, en cuyo caso le corresponderá al juez de la causa determinar
las medidas conducentes a dicho cumplimiento, pudiendo al efecto imponer multas o arrestos.

290
OCTAVA PARTE: DERECHO PROCESAL PENAL

I. GENERALIDADES

1.- Génesis del Código Procesal Penal y diferencias entre el antiguo y el nuevo procedimiento penal:

Fruto de una toma de conciencia en todos los entes de la realidad jurídica chilena, se impuso la necesidad
y justificación de abordar un nuevo cambio del proceso penal en Chile; todo esto terminó con el nacimiento del
nuevo “Código Procesal Penal”, por dictación de la Ley Nº 19.696, publicada en el Diario Oficial de 12 de
octubre del año 2000.
Es importante destacar que el Código Procesal Penal es el elemento central de un conjunto de cuerpos
legales que conforman la reforma del sistema procedimental penal chileno. Dentro de estas normas podemos
destacar, entre otras, las siguientes: la Ley Nº 19.640, orgánica constitucional del Ministerio Público, publicada
el 15 de octubre de 1999; la Ley Nº 19.718, sobre la Defensoría Penal Pública, publicada el 10 de marzo de 2001,
etc. Si no hubiera modificado la Constitución Política no se hubiera podido crear el Ministerio Público. Así,
modificándose la Carta Fundamental, se creó el Capítulo VI-A y con ello el Ministerio Público, que es un
organismo de corte constitucional.
Las fuentes que se consultaron para la elaboración del Código Procesal Penal fueron, entre otras, los
tratados internacionales ratificados por Chile, como el Pacto de San José de Costa Rica, el Pacto internacional de
derechos civiles y políticos, etc. También se consultaron otros Códigos extranjeros, como la Ley de
enjuiciamiento criminal de España, el Código Procesal Penal argentino, etc.
El cambio radical que significó la reforma procesal penal permitió dar cuenta de las diferencias que existen
entre el procedimiento antiguo y el nuevo. Entre ellas podemos señalar las siguientes:

1. El procedimiento penal antiguo es de corte “inquisitivo”, en donde existía una concentración de funciones
a cargo del juez del crimen de primera instancia. En cambio, el procedimiento penal nuevo es de corte
“acusatorio”, en donde existe una división de funciones.

2. En el procedimiento penal antiguo se concentraban las funciones de acusar, investigar y fallar en una sola
personal: el juez del crimen. El nuevo proceso penal, en cambio, entrega las responsabilidades de acusar,
investigar y fallar a órganos distintos: la acusación e investigación están a cargo del Ministerio Publico y la
función de juzgar recae en el Tribunal oral en lo penal.

3. En el nuevo proceso penal la investigación del Ministerio Público es “preparatoria, informal, flexible y
objetiva”. También este órgano puede recibir pruebas, pero las probanzas se rinden en las audiencias del
juicio oral.

4. En el nuevo procedimiento penal no existe división entre las etapas de “sumario” y “plenario”, propia del
procedimiento penal antiguo; sólo existe una fase investigativa y otra distinta para el procedimiento y el
fallo.

5. En el nuevo proceso penal se le da importancia a la víctima, entendiéndose por tal al ofendido por el delito.
El Ministerio Público es el órgano encargado de proteger a la víctima.

6. En el nuevo procedimiento penal no existe el denominado “auto de procesamiento”, sino que existe una
figura similar que se denomina “formalización de la investigación”, que es una comunicación, en virtud de
la cual el fiscal le hace saber al imputado que se sigue una investigación en su contra especificando el delito.

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7. En el antiguo procedimiento penal predominaba la escrituración de las actuaciones. En cambio, el nuevo
procedimiento penal es oral; hoy el juicio se ventila en audiencias orales, continuas y sucesivas (tanto la
investigación del Ministerio Público como el juicio penal propiamente tal es oral).

8. En el antiguo procedimiento penal predominaba el principio del secreto, en donde las actuaciones del
proceso debían ser mantenidas en reserva no pudiendo ser conocidas por los litigantes (elemento
característico de la etapa del sumario). Por su parte, en el nuevo procedimiento penal en general no existen
actuaciones ni diligencias secretas, primando el “principio de la publicidad”, ello permite que el común de
las personas tengan acceso a la forma de ejercicio de la justicia.

9. En cuanto a los medios de prueba y su valoración, en el nuevo proceso penal vale cualquier medio de prueba
siempre que “den cuenta de un hecho”; existe libertad en la apreciación de las pruebas rendidas. En el
antiguo proceso penal la prueba era “legal o tasada”.

10. En el nuevo proceso penal rige el principio de la inmediatez, conforme al cual se asegura que el juez de la
causa está en una íntima relación personal con los sujetos del proceso, lo que significa que recibe
directamente, sin intermediarios, los actos del proceso.

11. Conforme a la reforma procesal penal, que creó el nuevo proceso penal se crean nuevos tribunales: los
juzgados de garantía y el tribunal oral en lo penal. El antiguo juez del crimen desaparece.

12. Una innovación importante del nuevo procedimiento penal es el establecimiento de las denominadas
“medidas alternativas de solución del conflicto penal”, con el objeto de poner término al juicio. Estas
medidas son: A) los acuerdos reparatorios; B) la suspensión condicional del procedimiento, C) el juicio
abreviado, D) el juicio inmediato, y E) el juicio simplificado.

13. En el nuevo proceso penal existe un plazo de dos años para el cierre de la investigación, contados desde
que el fiscal formaliza la investigación; este es un plazo perentorio, nunca la investigación puede exceder
este plazo. En el antiguo procedimiento no existía un plazo para el cierre de la investigación.

14. En el proceso penal nuevo, el defensor del acusado puede ser: a) el Defensor Público en lo Penal, o 2) su
abogado particular. El defensor del acusado tiene que estar presente en todas las actuaciones del juicio bajo
pena de nulidad de lo obrado o de la actuación.

15. Las únicas pruebas válidas y lícitas, en el nuevo procedimiento penal, se deben rendir en las audiencias del
juicio oral, salvo algunas pruebas especiales ante el fiscal, las que son las únicas que deben ser ponderadas
en la sentencia.

16. En el procedimiento penal nuevo, terminadas las audiencias, los jueces deliberan en privado inmediatamente
y deben indicar en la misma audiencia si absuelven o condenan al imputado. Se trata de determinar la
inocencia o culpabilidad del procesado. La redacción del fallo y la pena se dictan en el plazo perentorio de
hasta cinco años, lo que se relaciona con el principio de la celeridad del proceso oral.

17. En cuanto a la procedencia de recursos, en el nuevo proceso penal estos se limitan, puesto que en contra de
todas las resoluciones dictadas por los jueces orales en lo penal no procede recurso de apelación, lo que
significa que se falla en única instancia, incluso en la sentencia definitiva, con lo que se suprime el principio
de la doble instancia. En esta materia, se creó un recurso especial que se denomina “recurso de nulidad”, que
es extraordinario y excepcional, y que se deduce en contra la sentencia definitiva dictada por el Tribunal oral
en lo penal cuando ha existido infracción de ley, tratados internacionales o errores en la aplicación del
derecho.
292
18. En el Código Procesal Penal se contempla un recurso de amparo que lo conoce el juez de garantía, de
conformidad al artículo 95 de dicho cuerpo legal. El recurso constitucional de amparo se mantiene, toda vez
que éste no puede ser derogado por una ley.

19. En el procedimiento penal nuevo la prisión preventiva es excepcionalísima, procede respecto de casos
establecidos en la ley y cuando otras medidas sean insuficientes.

20. En el nuevo procedimiento penal se elimina el trámite de la consulta y se eliminan las medidas para mejor
resolver.

3.- Principios básicos del Código Procesal Penal:

En el Título I del Libro Primero del Código Procesal Penal se contienen una serie de principios básicos de
este Código, en los artículos 1º al 13 de dicho cuerpo legal. Estos principios son los siguientes:

✓ Juicio previo y única persecución.


✓ Juez natural.
✓ Exclusividad de la investigación penal.
✓ Presunción de inocencia del imputado.
✓ Legalidad de las medidas privativas o restrictivas de libertad.
✓ Protección de la víctima.
✓ Calidad de imputado.
✓ Ámbito de la defensa.
✓ Autorización judicial previa.
✓ Cautela de garantías.
✓ Aplicación temporal de la ley procesal penal.
✓ Intervinientes.
✓ Efecto en Chile de las sentencias penales de tribunales extranjeros.

1) Primer principio: JUICIO PREVIO Y UNICA PERSECUCION (artículo 1º, Código Procesal Penal). Según
este principio, “ninguna persona podrá ser condenada o penada, ni sometida a una de las medidas de
seguridad establecidas en este Código, sino en virtud de una sentencia fundada, dictada por un tribunal
imparcial. Toda persona tiene derecho a un juicio previo, oral y público, desarrollado en conformidad con
las normas de este cuerpo legal”.
Por otra parte se consagra el principio “non bis in idem”, al expresar que “la persona condenada,
absuelta o sobreseída definitivamente por sentencia ejecutoriada, no podrá ser sometida a un nuevo
procedimiento penal por el mismo hecho”.

2) Segundo principio: JUEZ NATURAL (artículo 2º, Código Procesal Penal). De acuerdo a esta norma, “nadie
podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y que se hallare
establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho”.

3) Tercer principio: EXCLUSIVIDAD DE LA INVESTIGACION PENAL (artículo 3º, Código Procesal Penal).
Conforme a este principio, “el ministerio público dirigirá en forma exclusiva la investigación de los hechos
constitutivos de delito, los que determinaren la participación punible y los que acreditaren la inocencia del
imputado, en la forma prevista por la Constitución y la ley”.

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4) Cuarto principio: PRESUNCION DE INOCENCIA DEL IMPUTADO (artículo 4º, Código Procesal Penal).
De acuerdo a esta presunción, “ninguna persona será considerada culpable ni tratada como tal en tanto no
fuere condenada por una sentencia firme”. Esta presunción sólo puede desvirtuarse con actividad probatoria
en contrario; debe probarse por los medios legales de prueba por la parte investigadora.

5) Quinto principio: LEGALIDAD DE LAS MEDIDAS PRIVATIVAS O RESTRICTIVAS DE LIBERTAD


(artículo 5º, Código Procesal Penal). Según él, “no se podrá citar, arrestar, detener, someter a prisión
preventiva ni aplicar cualquier otra forma de privación o restricción de libertad a ninguna persona, sino en
los casos y en la forma señalados por la Constitución y las leyes”. Agrega la norma que “las disposiciones
de este Código que autorizan la restricción de la libertad o de otros derechos del imputado o del ejercicio de
alguna de sus facultades serán interpretadas restrictivamente y no se podrán aplicar por analogía”.

6) Sexto principio: PROTECCION DE LA VICTIMA (artículo 6º, Código Procesal Penal). En conformidad a
este principio, “el ministerio público estará obligado a velar por la protección de la víctima del delito en
todas las etapas del procedimiento penal. Por su parte, el tribunal garantizará conforme a la ley la vigencia
de sus derechos durante el procedimiento”.
Sobre este contexto, “el fiscal deberá promover durante el curso del procedimiento acuerdos
patrimoniales, medidas cautelares u otros mecanismos que faciliten la reparación del daño causado a la
víctima. Este deber no importará el ejercicio de las acciones civiles que pudieren corresponderle a la
víctima”.
Finalmente, “la policía y los demás organismos auxiliares deberán otorgarle un trato acorde con su
condición de víctima, procurando facilitar al máximo su participación en los trámites en que debiere
intervenir”.

7) Séptimo principio: CALIDAD DE IMPUTADO (artículo 7º, Código Procesal Penal). En este principio se
prescribe que “las facultades, derechos y garantías que la Constitución Política de la República, este Código
y otras leyes reconocen al imputado, podrán hacerse valer por la persona a quien se atribuyere participación
en un hecho punible desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra y hasta la completa
ejecución de la sentencia”. Agrega que “para este efecto, se entenderá por primera actuación del
procedimiento cualquiera diligencia o gestión, sea de investigación, de carácter cautelar o de otra especie,
que se realizare por o ante un tribunal con competencia en lo criminal, el ministerio público o la policía, en
la que se atribuyere a una persona responsabilidad en un hecho punible”.

8) Octavo principio: AMBITO DE DEFENSA (artículo 8º, Código Procesal Penal). Esta norma establece que
“el imputado tendrá derecho a ser defendido por un letrado desde la primera actuación del procedimiento
dirigido en su contra”. Agrega el precepto que “el imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y
alegaciones que considerare oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las
demás actuaciones del procedimiento, salvas las excepciones expresamente previstas en este Código”.

9) Noveno principio: AUTORIZACION JUDICIAL PREVIA (artículo 9º, Código Procesal Penal). De acuerdo
a este principio, “toda actuación del procedimiento que privare al imputado o a un tercero del ejercicio de
los derechos que la Constitución asegura, o lo restringiere o perturbare, requerirá de autorización judicial
previa. En consecuencia, cuando una diligencia de investigación pudiere producir alguno de tales efectos, el
fiscal deberá solicitar previamente autorización al juez de garantía”.
Agrega la norma que “tratándose de casos urgentes, en que la inmediata autorización u orden judicial
sea indispensable para el éxito de la diligencia, podrá ser solicitada y otorgada por cualquier medio idóneo
al efecto, tales como teléfono, fax, correo electrónico u otro, sin perjuicio de la constancia posterior, en el
registro correspondiente. No obstante lo anterior, en caso de una detención se deberá entregar por el
funcionario policial que la practique una constancia de aquélla, con indicación del tribunal que la expidió,
del delito que le sirve de fundamento y de la hora en que se emitió”.

294
10) Décimo principio: CAUTELA DE GARANTIAS (artículo 10, Código Procesal Penal). De acuerdo a esta
disposición “en cualquiera etapa del procedimiento en que el juez de garantía estimare que el imputado no
está en condiciones de ejercer los derechos que le otorgan las garantías judiciales consagradas en la
Constitución Política, en las leyes o en los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes, adoptará, de oficio o a petición de parte, las medidas necesarias para permitir dicho ejercicio. Si
esas medidas no fueren suficientes para evitar que pudiere producirse una afectación sustancial de los
derechos del imputado, el juez ordenará la suspensión del procedimiento y citará a los intervinientes a una
audiencia que se celebrará con los que asistan. Con el mérito de los antecedentes reunidos y de lo que en
dicha audiencia se expusiere, resolverá la continuación del procedimiento o decretará el sobreseimiento
temporal del mismo”.

11) Undécimo principio: APLICACIÓN TEMPORAL DE LA LEY PROCESAL PENAL (artículo 11, Código
Procesal Penal). La norma aludida establece que “las leyes procesales penales serán aplicables a los
procedimientos ya iniciados, salvo cuando, a juicio del tribunal, la ley anterior contuviere disposiciones más
favorables al imputado”.

12) Duodécimo principio: EFECTO EN CHILE DE LAS SENTENCIAS PENALES DE TRIBUNALES


EXTRANJEROS (artículo 13, Código Procesal Penal). Según este principio, consagrado en el artículo 13 del
Código Procesal Penal, “tendrán valor en Chile las sentencias penales extranjeras. En consecuencia, nadie
podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual hubiere sido ya condenado o absuelto por una
sentencia firme de acuerdo a la ley y al procedimiento de un país extranjero, a menos que el juzgamiento en
dicho país hubiere obedecido al propósito de sustraer al individuo de su responsabilidad penal por delitos de
competencia de los tribunales nacionales o, cuando el imputado lo solicitare expresamente, si el proceso
respectivo no hubiere sido instruido de conformidad con las garantías de un debido proceso o lo hubiere sido
en términos que revelaren falta de intención de juzgarle seriamente”.
“En tales casos, la pena que el sujeto hubiere cumplido en el país extranjero se le imputará a la que
debiere cumplir en Chile, si también resultare condenado”.
“La ejecución de las sentencias penales extranjeras se sujetará a lo que dispusieren los tratados
internacionales ratificados por Chile y que se encontraren vigentes”.

295
II. SUJETOS PROCESALES E INTERVINIENTES

1.- Ministerio Público:

El Misterio Público es un órgano de corte constitucional, que no tiene facultades jurisdiccionales, regulado
en los artículos 80-A al 80-J de la Constitución Política de la República y básicamente en la Ley Nº 19.640
orgánica constitucional del Ministerio Público.

* Concepto del Ministerio Público:

Según el artículo 80-A de la Constitución y el artículo 1º de la Ley Nº 19.640, “el Ministerio Público es
un organismo autónomo y jerarquizado, cuya función es dirigir en forma exclusiva la investigación de los hechos
constitutivos de delito, los que determinen la participación punible y los que acrediten la inocencia del imputado
y, en su caso, ejercer la acción penal pública en la forma prevista por la ley. De igual manera, le corresponderá la
adopción de medidas para proteger a las víctimas y a los testigos. En caso alguno podrá ejercer funciones
jurisdiccionales”.

* Características del Ministerio Público:

El Ministerio Público tiene determinadas características especiales y que son las siguientes:

a) Es un órgano autónomo, en el sentido que cuenta con la potestad para dirigirse por sí mismo y para hacer
cumplir sus disposiciones; tiene amplia discrecionalidad frente a los poderes del Estado y es independiente
en su funcionamiento interno, puesto que los fiscales tienen plena autoridad.

b) Es jerarquizado, porque contiene una estructura jerárquica establecida en la Constitución, constituida por el
fiscal nacional, los fiscales regionales y los fiscales adjuntos.

c) Tiene exclusividad en materia de investigación de los hechos constitutivos de delito, dar protección a la
víctima y testigos, y ejercer la acción penal pública, investigar los hechos que puedan constituir la
incocencia de la persona y de los hechos constitutivos de delito. La función de investigar es privativa del
Ministerio Público, que la ejerce impartiendo órdenes directas a la policía.

d) Es independiente del poder judicial: No forma parte de la estructura del Poder Judicial y, por consiguiente,
no ejerce funciones jurisdiccionales.

e) Carece de patrimonio propio y actúa con la personalidad jurídica del Fisco: Es la ley de presupuestos la
que determine el tipo y volumen de recursos que se le asignan.

f) Se rige por la Constitución y por su ley orgánica constitucional respectiva (Ley Nº 19.640).

* Principios que rigen el Ministerio Público:

De las normas que rigen al Ministerio Público emanan una serie de principios que informan su estructura
y sus funciones. Estos principios son básicamente los siguientes:

1. Principio de Unidad: Se encuentra establecido en el artículo 2º, inciso 1º, de la Ley Nº 19.640 y que consiste
en que cada miembro representa a toda la institución. Según esta norma, “el Ministerio Público realizará sus
296
actuaciones procesales a través de cualquiera de los fiscales que, con sujeción a lo dispuesto en la ley,
intervenga en ellas”.

2. Principio de Objetividad: En el ejercicio de su función, los fiscales del Ministerio Público adecuarán sus
actos a un “criterio objetivo”, velando únicamente por la correcta aplicación de la ley, lo que implica que
deberán investigar con igual celo no sólo los hechos y circunstancias que funden o agraven la responsabilidad
del imputado, sino también los que le eximan de ella, la extingan o la atenúen.

3. Principio de Control y Responsabilidad: Según este principio el Ministerio Público y los fiscales que lo
forman están sujetos a un conjunto de controles de diversa índole, contemplados en la Constitución Política,
en la Ley Nº 19.640, en el Código Procesal Penal y en el Código Orgánico de Tribunales. Estos controles
son de cuatro tipos: a) control procesal, b) control político, c) control jerárquico, y d) control por parte de la
víctima. Asimismo, en la Constitución Política y en la Ley Nº 19.640 se establecen responsabilidades civiles,
penales, administrativas y políticas para las distintas categorías de fiscales.

4. Principio de Interdicción de Funciones Jurisdiccionales: Este principio significa que en caso alguno el
Ministerio Público puede ejercer funciones jurisdiccionales. Lo anterior está claramente establecido en el
artículo 80-A, inciso 1º, parte final, de la Constitución Política, y en el artículo 1º de la Ley Nº 19.640.

5. Principio de la Eficiencia: Contemplado en el artículo 6º de la Ley Nº 19.640, y que consiste básicamente


en que los fiscales y funcionarios del Ministerio Público deberán velar por: 1) La eficiente e idónea
administración de los recursos y bienes públicos; 2) El debido cumplimiento de sus funciones; 3) Sus
cometidos coordinadamente y propender a la unidad de acción, evitando la duplicación o interferencia de
funciones; y 4) Los procedimientos deberán ser ágiles y expeditos, sin más formalidades que las que
establezcan las leyes y procurarán la simplificación y rapidez de sus actuaciones.

6. Principio de la Probidad y Transparencia: Consiste en observar una conducta funcionaria intachable y un


desempeño honesto y leal de la función o cargo, con preeminencia del interés general sobre el particular
(artículo 52, inciso 2º, Ley Nº 18.575). La función de los fiscales es pública y se ejercerá con transparencia,
de manera que permita y promueva el conocimiento de los procedimientos, contenidos y fundamentos de las
decisiones que se adopten en ejercicio de ella”.

7. Principio de Legalidad: Significa que todas las actuaciones deben estar de acuerdo con el ordenamiento
jurídico vigente. El Ministerio Público, al igual que todo órgano del Estado, debe actuar conforme al
ordenamiento jurídico vigente.

8. Principio de Selección o Selectividad Penal: El Ministerio Público tiene facultad para elegir ciertas materias
que va a conocer. Las medidas con las que cuenta el Ministerio Público y ejerce el principio de selectividad
penal son las siguientes: a) el archivo provisional, b) la facultad para no iniciar la investigación y c) el
principio de la oportunidad.

a) El archivo provisional: Conforme al artículo 167 del Código Procesal Penal, “en tanto no se hubiere
producido la intervención del juez de garantía en el procedimiento, el ministerio público podrá archivar
provisionalmente aquellas investigaciones en las que no aparecieren antecedentes que permitieren
desarrollar actividades conducentes al esclarecimiento de los hechos”.
“Si el delito mereciere pena aflictiva, el fiscal deberá someter la decisión sobre archivo
provisional a la aprobación del Fiscal Regional”.
“La víctima podrá solicitar al ministerio público la reapertura del procedimiento y la realización
de diligencias de investigación. Asimismo, podrá reclamar de la denegación de dicha solicitud ante las
autoridades del ministerio público”.

297
b) Facultad para no iniciar investigación: Según el artículo 168 del Código Procesal Penal, “en tanto no se
hubiere producido la intervención del juez de garantía en el procedimiento, el fiscal podrá abstenerse de
toda investigación, cuando los hechos relatados en la denuncia no fueren constitutivos de delito o cuando
los antecedentes y datos suministrados permitieren establecer que se encuentra extinguida la
responsabilidad penal del imputado. Esta decisión será siempre fundada y se someterá a la aprobación
del juez de garantía”.
La ley señala que el fiscal “podrá” abstenerse de investigar, es decir, es una prerrogativa que tiene
éste.
En cuanto a los efectos que se producen cuando el fiscal no inicia la investigación, es materia que
ha sido objeto de discusiones por parte de la doctrina; es por esta razón que no existen opiniones
coincidentes: 1) Según algunos se produce el efecto de que se extingue la acción penal pública; 2) Según
otros no la extingue ya que existe la posibilidad de que la víctima se querelle.

c) Principio de oportunidad: De acuerdo al artículo 170 del Código Procesal Penal, “los fiscales del
ministerio público podrán no iniciar la persecución penal o abandonar la ya iniciada cuando se tratare de
un hecho que no comprometiere gravemente el interés público, a menos que la pena mínima asignada al
delito excediere la de presidio o reclusión menores en su grado mínimo o que se tratare de un delito
cometido por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones”.
Esta medida, en consecuencia, procede en tres casos: 1) Tratándose de delitos de poca
importancia, 2) Cuando el hecho no comprometa gravemente el interés público, y 3) Cuando se trate de
delitos ministeriales.
“Para estos efectos, el fiscal deberá emitir una decisión motivada, la que comunicará al juez de
garantía. Éste, a su vez, la notificará a los intervinientes, si los hubiere”.
“Dentro de los diez días siguientes a la comunicación de la decisión del fiscal, el juez, de oficio
o a petición de cualquiera de los intervinientes, podrá dejarla sin efecto cuando considerare que aquél ha
excedido sus atribuciones en cuanto la pena mínima prevista para el hecho de que se tratare excediere la
de presidio o reclusión menores en su grado mínimo, o se tratare de un delito cometido por un funcionario
público en el ejercicio de sus funciones. También la dejará sin efecto cuando, dentro del mismo plazo, la
víctima manifestare de cualquier modo su interés en el inicio o en la continuación de la persecución
penal”.
En todos estos casos, obligará a que el fiscal continúe con la persecución penal. Si por el contrario,
ha vencido el plazo señalado o se rechaza la reclamación respectiva, “los intervinientes contarán con un
plazo de diez días para reclamar de la decisión del fiscal ante las autoridades del ministerio público.
Conociendo de esta reclamación, las autoridades del ministerio público deberán verificar si la decisión
del fiscal se ajusta a las políticas generales del servicio y a las normas que hubieren sido dictadas al
respecto”. Transcurrido el plazo sin que se hubiere formulado reclamación o rechazada ésta por parte de
las autoridades del ministerio público, se entenderá extinguida la acción penal, la que no perjudicará en
modo alguno el derecho a perseguir por la vía civil las responsabilidades pecuniarias derivadas del mismo
hecho.

* Estructura del Ministerio Público:

El Ministerio Público está organizado en una Fiscalía Nacional, dieciséis fiscalías regionales, fiscales
adjuntos y un Consejo General.

1) Fiscal Nacional: Es el jefe superior del Ministerio Público y responsable de su buen funcionamiento. Es
nombrado por el Presidente de la República, quien lo designa sobre la base de una propuesta en quina de la
Corte Suprema y requiere el acuerdo del Senado adoptado por los dos tercios de sus miembros en ejercicio,
en sesión especialmente convocada al efecto. El Fiscal Nacional deberá tener a lo menos diez años de título
de abogado, haber cumplido cuarenta años de edad y poseer las demás calidades necesarias para ser
298
ciudadano con derecho a sufragio. Durará diez años en el ejercicio de sus funciones y no podrá ser designado
para el período siguiente.

2) Fiscales Regionales: Les corresponde el ejercicio de las funciones y atribuciones del Ministerio Público en
la región o parte de región que corresponde a la Fiscalía a su cargo, sea por sí o por medio de los fiscales
adjuntos que se encuentren bajo su dependencia (artículo 27, Ley Nº 19.640). Los fiscales regionales son
designados por el Fiscal Nacional, a propuesta en terna de la Corte de Apelaciones respectiva de cada región.

3) Fiscalías locales y fiscales adjuntos: Las fiscalías locales son las unidades operativas de las Fiscalías
Regionales, para el cumplimiento de las tareas de persecución penal y demás citadas; estas unidades cuentan
con los fiscales adjuntos, otros profesionales y personal de apoyo. Para ser nombrado fiscal adjunto se
requiere ser ciudadano chileno con derecho a sufragio, tener el título de abogado y no estar sujeto a
incapacidades e incompatibilidades previstas en la ley.

4) Consejo General: Los forman el Fiscal Nacional, quien lo preside, y los fiscales regionales. Sus funciones
se regulan en el artículo 25 de la Ley Nº 19.640.

2.- La Policía:

La policía es un sujeto procesal no interviniente -según el artículo 12 del Código Procesal Penal- y que
tienen el carácter de auxiliar o de órgano colaborador en las tareas de investigación criminal. Su función central
está en la fase de la investigación de los delitos.
La policía tiene importancia en la fase investigativa de los delitos de acción pública. Ejecutarán sus tareas
bajo la dirección y responsabilidad de los fiscales y de acuerdo a las instrucciones que éstos les impartieren para
los efectos de la investigación, sin perjuicio de su dependencia de las autoridades de la institución a la que
pertenecieren (artículo 80, Código Procesal Penal).
Cuando hablamos de la policía nos referimos a: 1) la Policía de Investigaciones, 2) a Carabineros de Chile,
y 3) a Gendarmería de Chile (cuando los delitos se cometen dentro de los recintos carcelarios).
El artículo 79 del Código Procesal Penal señala que la investigación de los delitos corresponde a la Policía
de Investigaciones de Chile y en subsidio a los Carabineros (en lugares en que no existan las unidades
especializadas de la policía), cuando el fiscal a cargo así lo dispusiere. Finalmente, y sin perjuicio de lo señalado
anteriormente, “tratándose de la investigación de hechos cometidos en el interior de establecimientos penales, el
ministerio público también podrá impartir instrucciones a Gendarmería de Chile”.

* Instrucciones que recibe la policía del ministerio público:

La regla general es que la policía debe actuar siguiendo instrucciones particulares y/o generales que le
impartan los fiscales del Ministerio Público. La policía actuará sin necesidad de recibir previamente instrucciones
particulares de los fiscales en los casos previstos en el artículo 83 del Código Procesal Penal.
Las instrucciones que recibe la policía, por parte del ministerio público, pueden ser de dos clases:
particulares o generales.

• Instrucciones particulares: Son aquellas impartidas por el fiscal que se refieren al caso concreto (artículos
79 y 80 del Código Procesal Penal).

• Instrucciones generales: Son aquellas en que la policía cumplirá las funciones previstas en los artículos
83 y 85, así como la forma de proceder frente a hechos de los que tomare conocimiento y respecto de los
cuales los datos obtenidos fueren insuficientes para estimar si son constitutivos de delito (artículo 87,
299
primera parte, Código Procesal Penal). Asimismo, la policía podrá impartir instrucciones generales
relativas a la realización de diligencias inmediatas para la investigación de determinados delitos (artículo
87, parte final, Código Procesal Penal).

* Casos en que la policía puede actuar sin necesidad de autorización previa:

Según el artículo 83 del Código Procesal Penal, corresponderá a los funcionarios de Carabineros de Chile
y de la Policía de Investigaciones de Chile realizar las siguientes actuaciones, sin necesidad de recibir previamente
instrucciones particulares de los fiscales:

a. Prestar auxilio a la víctima: La policía deberá otorgarle al ofendido por un delito un trato acorde con su
condición de víctima, procurando facilitar al máximo su participación en los trámites en que debiere
intervenir.

b. Practicar la detención en los casos de flagrancia, conforme a la ley: La Policía estará obligada a obtener a
detener a todo individuo a quien sorprendan in fraganti en la comisión de un delito, al sentenciado a penas
privativas de libertad que hubiere quebrantado su condena y al que se fugare estando detenido o en prisión
preventiva.

c. Resguardar el sitio del suceso: Se denomina “sitio del suceso” al lugar donde ha ocurrido un hecho policial
que requiere ser investigado. Para este efecto, las policías impedirán el acceso a toda persona ajena a la
investigación y procederá a su clausura, si se tratare de local cerrado, o a su aislamiento, si se tratare de lugar
abierto, y evitarán que se alteren o borren de cualquier forma los rastros o vestigios del hecho o se remuevan
los instrumentos usados para llevarlo a cabo, mientras no interviniere personal experto de la policía que el
ministerio público designare.

d. Identificar a los testigos y consignar las declaraciones que éstos prestaren voluntariamente, tratándose de
los casos a que se alude en las letras b) y c) precedentes: Se refiere al denominado “empadronamiento de
testigos”.

e. Recibir las denuncias del público: Todo funcionario policial recibirá las denuncias que cualquier persona
formule, entregue o envíe, sea cual sea el lugar y medio empleado.

f. Efectuar las demás actuaciones que dispusieren otros cuerpos legales.

Además de los casos citados del artículo 83 del Código Procesal Penal, existen otros contemplados en el
mismo cuerpo legal, y que son los siguientes: a) control de identidad, y b) levantamiento del cadáver.
* Declaraciones del imputado ante la policía:

De acuerdo al artículo 91 del Código Procesal Penal, la policía sólo podrá interrogar autónomamente al
imputado en presencia de su defensor. Si éste no estuviere presente durante el interrogatorio, las preguntas se
limitarán a constatar la identidad del sujeto.
Si, en ausencia del defensor, el imputado manifestare su deseo de declarar, la policía tomará las medidas
necesarias para que declare inmediatamente ante el fiscal. Si esto no fuere posible, la policía podrá consignar las
declaraciones que se allanare a prestar, bajo la responsabilidad y con la autorización del fiscal. El defensor podrá
incorporarse siempre y en cualquier momento a esta diligencia.

* Prohibición de informar:

300
Los funcionarios policiales no podrán informar a los medios de comunicación social acerca de la identidad
de detenidos, imputados, víctimas, testigos, ni de otras personas que se encontraren o pudieren resultar vinculadas
a la investigación de un hecho punible.

3.- Tribunales:

Con la reforma procesal penal se crean nuevos tribunales: el Juzgado de Garantía y el Tribunal Oral en lo
Penal. Ambos tribunales integran el Poder Judicial como tribunales ordinarios de justicia, por expresa disposición
del artículo 5º del Código Orgánico de Tribunales. En esta materia también es importante señalar que las Cortes
de Apelaciones y la Corte Suprema tienen competencia para conocer de los recursos de nulidad, según sean las
causales que se esgriman.

I. LOS JUZGADOS DE GARANTIA:

Los juzgados de garantía están reglamentados en el párrafo 1° del Título II del Código Orgánico de
Tribunales, en los artículos 14 y siguientes de dicho cuerpo legal.
El juez de garantía es un tercero que “no investiga”, sino que se limita evaluar en forma imparcial la
investigación que hace el Ministerio Público. Tampoco, por regla general, dicta sentencia, salvo en ciertos casos,
como en el llamado “procedimiento abreviado”, en el “procedimiento simplificado” y dentro del “procedimiento
monitorio”.

-o- Concepto:

Los juzgados de garantía “son aquellos tribunales que están constituidos por uno o más jueces, que tienen
competencia en un territorio jurisdiccional determinado, y que se dividen en secciones de varios jueces que
resuelven unipersonalmente los asuntos sometidos a su conocimiento”.

-o- Composición y distribución de causas de los juzgados de garantía:

El juez de garantía es un tribunal de carácter unipersonal, pero en el mismo territorio jurisdiccional pueden
existir uno o más jueces de garantía. Estos actúan y resuelven en forma unipersonal, de acuerdo al artículo 14 del
Código Orgánico de Tribunales.
La distribución de las causas entre los jueces de los juzgados de garantía se realizará de acuerdo a un
procedimiento objetivo y general, que deberá ser anualmente aprobado por el comité de jueces del juzgado a
propuesta del juez presidente, o sólo por este último, según corresponda.

-o- Competencia de los juzgados de garantía:

La labor fundamental de los juzgados de garantía está contenida principalmente en los artículos 14 del
Código Orgánico de Tribunales y 70 del Código Procesal Penal. De acuerdo a estos preceptos, corresponderá a
los juzgados de garantía:

a) Velar por la legalidad de los actos del ministerio público.

301
b) Pronunciarse sobre las autorizaciones judiciales previas que solicitare el ministerio público para realizar
actuaciones que privaren, restringieren o perturbaren el ejercicio de derechos asegurados por la Constitución.

c) Asegurar los derechos del imputado y demás intervinientes en el proceso penal, de acuerdo a la ley procesal
penal.

d) Dirigir personalmente las audiencias que procedan, de conformidad a la ley procesal penal.

e) Dictar sentencia, cuando corresponda, en el procedimiento abreviado que contemple la ley procesal penal.

f) Conocer y fallar las faltas penales de conformidad con el procedimiento contenido en la ley procesal penal.

g) Conocer y fallar, conforme a los procedimientos regulados en el Título I del Libro IV del Código Procesal
Penal, las faltas e infracciones contempladas en la Ley de Alcoholes, cualquiera sea la pena que ella les
asigne.

h) Hacer ejecutar las condenas criminales y las medidas de seguridad, y resolver las solicitudes y reclamos
relativos a dicha ejecución, de conformidad a la ley procesal penal.

i) En general, conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que le encomiende la ley penal. Ejemplo:
resolver las excepciones de previo y especial pronunciamiento.

-o- Principales audiencias en que debe intervenir el juez de garantía:

Las principales audiencias en que debe intervenir un juez de garantía son, entre otras, las siguientes:

➢ Audiencia para la declaración judicial del imputado.


➢ Audiencia de control de detención del imputado.
➢ Audiencia para la formalización de la investigación.
➢ Audiencia para resolver sobre las medidas cautelares personales.
➢ Audiencia especial para la recepción de la prueba anticipada.
➢ Audiencia para disponer medidas de protección a los testigos.
➢ Audiencia para resolver sobre la suspensión condicional del procedimiento.
➢ Audiencia para aprobar los acuerdos reparatorios.
➢ Audiencia para resolver sobre el sobreseimiento.
➢ Audiencia de preparación del juicio oral.

II. TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL:

Los tribunales orales en lo penal se encuentran reglamentados en el párrafo 2° del Título II del Código
Orgánico de Tribunales, abarcando los artículos 17 y siguientes de este cuerpo legal.

-o- Concepto y generalidades:

Los tribunales de juicio oral en lo penal “son tribunales colegiados de derecho, compuestos por tres jueces
letrados, que actúan en sala, y que tienen por función principal resolver el conflicto penal a través de un
mecanismo cognoscitivo como es el juicio oral y público”.

302
Estos tribunales funcionan en sala, y cada una de ellas es dirigida por un presidente. La composición de la
o las salas se verificará mediante un sorteo anual que se realizará durante el mes de enero de cada año.
Los tribunales orales en lo penal ejercen su competencia en la agrupación de comunas que indica la ley
(artículo 21, Código Orgánico de Tribunales).

-o- Competencia:

Conforme al artículo 18 del Código Orgánico de Tribunales, corresponderá a los tribunales orales en lo
penal:

a) Conocer y juzgar las causas por crimen o simple delito.


b) Resolver todos los incidentes que se promuevan durante el juicio oral.
c) Conocer y resolver los demás asuntos que la ley procesal penal les encomiende.

4.- Imputado:

De acuerdo a lo que se desprende de lo que establecen los artículos 7° y 12 del Código Procesal Penal, el
imputado “es aquel interviniente y sujeto procesal contra quien se dirige la pretensión del Estado”; o aquel a quien
se atribuyere participación en un hecho punible.
No está obligado a declarar ante el Ministerio Público, pero sí está obligado a comparecer. A su vez, puede
o no declarar ante el juzgado de garantía; también puede declarar cuantas veces estime necesario y también tiene
derecho a guardar silencio. En este sentido están prohibidas las amenazas.
Es un sujeto de derechos a quien beneficia la presunción de inocencia. Le asiste el derecho a defenderse
material y técnicamente.

* Derechos y garantías del imputado:

Según el artículo 93 del Código Procesal Penal, todo imputado podrá hacer valer, hasta la terminación del
proceso, los derechos y garantías que le confieren las leyes. Dicha norma reconoce, en especial y a modo de
ejemplo, los siguientes derechos:

a. Que se le informe de manera específica y clara acerca de los hechos que se le imputaren y los derechos que
le otorgan la Constitución y las leyes.

b. Ser asistido por un abogado desde los actos iniciales de la investigación.

c. Solicitar de los fiscales diligencias de investigación destinadas a desvirtuar las imputaciones que se le
formularen.

d. Solicitar directamente al juez que cite a una audiencia, a la cual podrá concurrir con su abogado o sin él, con
el fin de prestar declaración sobre los hechos materia de la investigación.

e. Solicitar que se active la investigación y conocer su contenido, salvo en los casos en que alguna parte de ella
hubiere sido declarada secreta y sólo por el tiempo que esa declaración se prolongare.

f. Solicitar el sobreseimiento definitivo de la causa y recurrir contra la resolución que lo rechazare.

g. Guardar silencio o, en caso de consentir en prestar declaración, a no hacerlo bajo juramento.

303
h. No ser sometido a tortura ni a otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.

i. No ser juzgado en ausencia, sin perjuicio de las responsabilidades que para él derivaren de la situación de
rebeldía.
* Declaraciones del imputado:

El Código Procesal Penal contempla que la declaración del imputado no podrá recibirse bajo juramento y
que ésta, claramente, es un derecho del imputado y un medio para su defensa. Esta declaración puede prestarse
frente a la policía, al fiscal, al juez de garantía o ante el tribunal de juicio oral en lo penal.

-o- Declaraciones del imputado ante la policía:

La policía sólo podrá interrogar autónomamente al imputado en presencia de su defensor. Si éste no


estuviere presente durante el interrogatorio, las preguntas se limitarán a constatar la identidad del sujeto. Si, en
ausencia del defensor, el imputado manifestare su deseo de declarar, la policía tomará las medidas necesarias para
que declare inmediatamente ante el fiscal. Si esto no fuere posible, la policía podrá consignar las declaraciones
que se allanare a prestar, bajo la responsabilidad y con la autorización del fiscal. El defensor podrá incorporarse
siempre y en cualquier momento a esta diligencia.

-o- Declaraciones del imputado ante el Ministerio Público:

El imputado no está obligado a declarar ante el fiscal. Sin embargo sí está obligado a comparecer ante él,
conforme al artículo 193, inciso 1°, del Código Procesal Penal.
Si el imputado se encontrare privado de libertad, el fiscal solicitará al juez autorización para que aquél sea
conducido a su presencia. Si la privación de libertad obedeciere a que se hubiere decretado la prisión preventiva
del imputado, la autorización que el juez otorgare será suficiente para que el fiscal ordene la comparecencia del
imputado a su presencia cuantas veces fuere necesario para los fines de la investigación, en tanto se mantuviere
dicha medida cautelar personal, a menos que se disponga otra cosa.
El artículo 194 del Código Procesal Penal regula la “declaración voluntaria ante el imputado” conforme
al cual, si el imputado se allanare a prestar declaración ante el fiscal y se tratare de su primera declaración, antes
de comenzar el fiscal le comunicará detalladamente cuál es el hecho que se le atribuyere, con todas las
circunstancias de tiempo, lugar y modo de comisión, en la medida conocida, incluyendo aquellas que fueren de
importancia para su calificación jurídica, las disposiciones legales que resultaren aplicables y los antecedentes
que la investigación arrojare en su contra. A continuación, el imputado podrá declarar cuanto tuviere por
conveniente sobre el hecho que se le atribuyere.
En todo caso, el imputado no podrá negarse a proporcionar al ministerio público su completa identidad,
debiendo responder las preguntas que se le dirigieren con respecto a su identificación.
En el registro que de la declaración se hará constar, en su caso, la negativa del imputado a responder una
o más preguntas.
Por otra parte, el artículo 195 del Código Procesal Penal establece los “métodos prohibidos”, señalando
categóricamente que queda absolutamente prohibido todo método de investigación o de interrogación que
menoscabe o coarte la libertad del imputado para declarar. En consecuencia, no podrá ser sometido a ninguna
clase de coacción, amenaza o promesa. Sólo se admitirá la promesa de una ventaja que estuviere expresamente
prevista en la ley penal o procesal penal.
Finalmente, el artículo 196 del Código Procesal Penal se refiere a la “prolongación excesiva de la
declaración”, conforme al cual si el examen del imputado se prolongare por mucho tiempo, o si se le hubiere
dirigido un número de preguntas tan considerable que provocare su agotamiento, se concederá el descanso
prudente y necesario para su recuperación. Se hará constar en el registro el tiempo invertido en el interrogatorio.

304
-o- Declaración judicial del imputado ante el juez de garantía:

En cualquier momento del procedimiento, en cualquier etapa del mismo, el imputado tiene siempre
derecho a prestar declaración, como medio de defenderse de la impugnación que se le dirige. La declaración del
imputado no podrá recibirse bajo juramento. El juez o, en su caso, el presidente del tribunal, se limitará a
exhortarlo a que diga la verdad y a que responda con claridad y precisión las preguntas que se le formularen. A
este respecto rige el artículo 326 del Código Procesal Penal.

* Amparo ante el juez de garantía:

Se regula en el artículo 95 del Código Procesal Penal, que establece que toda persona privada de libertad
tendrá derecho a ser conducida sin demora ante un juez de garantía, con el objeto de que examine la legalidad de
su privación de libertad y, en todo caso, para que examine las condiciones en que se encontrare, constituyéndose,
si fuere necesario, en el lugar en que ella estuviere. El juez podrá ordenar la libertad del afectado o adoptar las
medidas que fueren procedentes.
El abogado de la persona privada de libertad, sus parientes o cualquier persona en su nombre podrán
siempre ocurrir ante el juez que conociere del caso o aquél del lugar donde aquélla se encontrare, para solicitar
que ordene que sea conducida a su presencia y se ejerzan las facultades establecidas en el inciso anterior.
Con todo, si la privación de libertad hubiere sido ordenada por resolución judicial, su legalidad sólo podrá
impugnarse por los medios procesales que correspondan ante el tribunal que la hubiere dictado, sin perjuicio de
lo establecido en el artículo 21 de la Constitución Política de la República.

5.- Querellante:

El nuevo procedimiento penal mantiene la posibilidad de intervención de un querellante; sin embargo,


ante la concesión a la víctima de importantes derechos durante el procedimiento, por el hecho de que se le
considera sujeto procesal por la sola circunstancia de ser afectada por el delito, la figura del querellante aparece
como bastante disminuida, en relación a lo que ha sido tradicional en el proceso penal chileno.
Sólo pueden ser querellantes aquellas personas que señale la ley, y serán aquellos que tienen interés en
que se resuelva el conflicto judicial.

* Titulares de la querella:

Los titulares de la querella en el nuevo procedimiento son más restringidos que los señalados en el antiguo
Código de Procedimiento Penal. Al respecto, según el artículo 111 del Código Procesal Penal son titulares de la
querella las siguientes personas:

1. Podrá ser interpuesta por la víctima, su representante legal o su heredero testamentario (artículo 111, inciso
1°, Código Procesal Penal).

2. También se podrá querellar cualquier persona capaz de parecer en juicio domiciliada en la provincia, respecto
de hechos punibles cometidos en la misma que constituyeren delitos terroristas, o delitos cometidos por un
funcionario público que afectaren derechos de las personas garantizados por la Constitución o contra la
probidad pública (artículo 111, inciso 2°, Código Procesal Penal).

305
3. Podrán deducir querella los órganos y servicios públicos, los cuales, sin embargo, sólo podrán interponerla
cuando sus respectivas leyes orgánicas les otorguen expresamente las potestades correspondientes (artículo
111, inciso 3º, Código Procesal Penal).

* Oportunidad para presentar la querella:

La querella podrá presentarse en cualquier momento, mientras el fiscal no declarare cerrada la


investigación. Admitida a tramitación, el juez la remitirá al ministerio público y el querellante podrá hacer uso de
los derechos que le confiere el artículo 261 del Código Procesal Penal.

* Requisitos de la querella:

Toda querella criminal, de acuerdo al artículo 113 del Código Procesal Penal, deberá presentarse por
escrito ante el juez de garantía y deberá contener:

a) La designación del tribunal ante el cual se entablare.


b) El nombre, apellido, profesión u oficio y domicilio del querellante.
c) El nombre, apellido, profesión u oficio y residencia del querellado, o una designación clara de su persona, si
el querellante ignorare aquellas circunstancias. Si se ignoraren dichas determinaciones, siempre se podrá
deducir querella para que se proceda a la investigación del delito y al castigo de el o de los culpables.
d) La relación circunstanciada del hecho, con expresión del lugar, año, mes, día y hora en que se hubiere
ejecutado, si se supieren.
e) La expresión de las diligencias cuya práctica se solicitare al ministerio público.
f) La firma del querellante o la de otra persona a su ruego, si no supiere o no pudiere firmar.

* Inadmisibilidad de la querella:

Conforme a lo prescrito en el artículo 114 del Código Procesal Penal, la querella no será admitida a
tramitación por el juez de garantía en los siguientes casos:

a. Cuando fuere presentada extemporáneamente, de acuerdo a lo establecido en el artículo 112 del Código
Procesal Penal.

b. Cuando, habiéndose otorgado por el juez de garantía un plazo de tres días para subsanar los defectos que
presentare por falta de alguno de los requisitos señalados en el artículo 113 del Código Procesal Penal, el
querellante no realizare las modificaciones pertinentes dentro de dicho plazo.

c. Cuando los hechos expuestos en ella no fueren constitutivos de delito.

d. Cuando de los antecedentes contenidos en ella apareciere de manifiesto que la responsabilidad penal del
imputado se encuentra extinguida. En este caso, la declaración de inadmisibilidad se realizará previa citación
del ministerio público.

e. Cuando se dedujere por persona no autorizada por la ley.

* Actuación del querellante:

306
Según el artículo 261 del Código Procesal Penal, hasta quince días antes de la fecha fijada para la
realización de la audiencia de preparación del juicio oral, el querellante, por escrito, podrá:

1) Adherir a la acusación del ministerio público o acusar particularmente. En este segundo caso, podrá plantear
una distinta calificación de los hechos, otras formas de participación del acusado, solicitar otra pena o ampliar
la acusación del fiscal, extendiéndola a hechos o a imputados distintos, siempre que hubieren sido objeto de
la formalización de la investigación.

2) Señalar los vicios formales de que adoleciere la acusación, requiriendo su corrección.

3) Ofrecer la prueba que estimare necesaria para sustentar su acusación, lo que deberá hacerse en los mismos
términos previstos en el artículo 259 del Código Procesal Penal.

4) Deducir demanda civil, cuando procediere.

6.- Víctima:

Según el artículo 108, inciso 1°, del Código Procesal Penal, se considera víctima al ofendido por el delito.
En el artículo 108, a continuación de señalar el concepto, indica qué personas se consideran como víctimas
y poseen los mismos derechos del ofendido. El Código señala que en los delitos cuya consecuencia fuere la muerte
del ofendido y en los casos en que éste no pudiere ejercer los derechos que en este Código se le otorgan, se
considerará víctima: 1) Al cónyuge y a los hijos; 2) A los ascendientes; 3) Al conviviente; 4) A los hermanos; y
5) Al adoptado o adoptante.
Para los efectos de su intervención en el procedimiento, la enumeración precedente constituye un “orden
de prelación”, de manera que la intervención de una o más personas pertenecientes a una categoría excluye a las
comprendidas en las categorías siguientes; es decir, a falta de uno sigue el siguiente.

* Derechos de la víctima:

El artículo 109 del Código Procesal Penal señala los derechos de la víctima. En este sentido, señala que la
víctima podrá intervenir en el procedimiento penal conforme a lo establecido en este Código, y tendrá, entre otros,
los siguientes derechos:

1. Solicitar medidas de protección frente a probables hostigamientos, amenazas o atentados en contra suya o
de su familia.

2. Presentar querella.

3. Ejercer contra el imputado las acciones tendientes a perseguir las responsabilidades civiles provenientes del
hecho punible.

4. Ser oída, si lo solicitare, por el fiscal antes de que éste pidiere o se resolviere la suspensión del procedimiento
o su terminación anticipada.

5. Ser oída, si lo solicitare, por el tribunal antes de pronunciarse acerca del sobreseimiento temporal o definitivo
u otra resolución que pusiere término a la causa.

307
6. Impugnar el sobreseimiento temporal o definitivo o la sentencia absolutoria, aun cuando no hubiere
intervenido en el procedimiento.

Los derechos precedentemente señalados no podrán ser ejercidos por quien fuere imputado del delito
respectivo, sin perjuicio de los derechos que le correspondieren en esa calidad.

* Información a personas que no hubieren intervenido en el procedimiento:

El artículo 110 del Código Procesal Penal señala que en los casos a que se refiere el inciso segundo del
artículo 108 del mismo cuerpo legal, si ninguna de las personas enunciadas en ese precepto hubiere intervenido
en el procedimiento, el ministerio público informará sus resultados al cónyuge del ofendido por el delito o, en su
defecto, a alguno de los hijos u otra de esas personas.

7.- Defensa del imputado:

De acuerdo con el nuevo sistema, el imputado puede defenderse de las siguientes maneras: 1) La
“autodefensa”, en cuyo caso se le designará de oficio un defensor letrado; o 2) Puede defenderse a través de un
abogado particular. En ningún caso podrá haber ausencia de defensor del imputado.
La defensa penal pública se rige por la Ley N° 19.718, publicada en el Diario Oficial el 10 de marzo de
2001, organismo dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio, y sometido a la supervigilancia del
Presidente de la República a través del Ministerio de Justicia.
Según el artículo 2° de la Ley N° 19.718, “la Defensoría tiene por finalidad proporcionar defensa penal a
los imputados o acusados por un crimen, simple delito o falta que sea de competencia de un juzgado de garantía
o de un tribunal de juicio oral en lo penal y de las respectivas Cortes, en su caso, y que carezcan de abogado”.
Es un servicio gratuito; excepcionalmente los defensores podrán cobrar por la defensa que presten, en
forma total o parcial, a quienes dispongan de recursos para financiarlo privadamente, toda vez que para ser
beneficiados por la defensoría pública sólo se exige que carezca de abogados y requieran de defensa (artículo 35
y 36, incisos 1° y 2°, Ley N° 19.718).
La defensa penal pública está integrada por determinados abogados licitados, defensores penales públicos
propiamente tales.

308
III. REGLAS COMUNES APLICABLES AL NUEVO CODIGO PROCESAL PENAL
Estas disposiciones se contienen en los párrafos 1° al 8° del Título II del Libro I del Código Procesal
Penal, comprendida en los artículos 14 a 52 inclusive.

1.- Normas relativas a los plazos:

Se establece que todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones del procedimiento penal y no se
suspenderán los plazos por la interposición de días feriados. No obstante, cuando un plazo de días concedido a
los intervinientes venciere en día feriado, se considerará ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente
que no fuere feriado.
Los plazos de horas establecidos en el Código Procesal Penal comenzarán a correr inmediatamente
después de ocurrido el hecho que fijare su iniciación, sin interrupción. Asimismo, los plazos establecidos en el
Código son fatales e improrrogables, a menos que se indicare expresamente lo contrario.
Por otra parte se concede la posibilidad de solicitar al tribunal un nuevo plazo a quien se hubiere visto
impedido de ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro del plazo legal por un hecho que no le fuere
imputable, por defecto en la notificación, por fuerza mayor o por caso fortuito. Dicha solicitud deberá formularse
dentro de los cinco días siguientes a aquél en que hubiere cesado el impedimento.
Finalmente se permite la renuncia de los plazos a los intervinientes establecidos en su favor, en forma total
o parcial, por manifestación expresa. Si el plazo es común, la abreviación o la renuncia requerirán el
consentimiento de todos los intervinientes y la aprobación del tribunal.

2.- Normas relativas a las comunicaciones:

Aquí el Código distingue entre las comunicaciones entre autoridades y las del ministerio público.

1) Comunicaciones entre autoridades: Esto se encuentra contenido en el párrafo 2° del Título II del Libro I del
Código Procesal Penal.
La regla general es que todas las autoridades y órganos del Estado deberán realizar las diligencias y
proporcionar, sin demora, la información que les requirieren el ministerio público y los tribunales con
competencia penal. En general, este requerimiento contendrá la fecha y lugar de expedición, los antecedentes
necesarios para su cumplimiento, el plazo que se otorgare para que se llevare a efecto y la determinación del
fiscal o tribunal requirente.
Tratándose de las solicitudes entre tribunales, el artículo 20 del Código Procesal Penal establece que
cuando un tribunal debiere requerir de otro la realización de una diligencia dentro del territorio jurisdiccional
de éste, le dirigirá directamente la solicitud, sin más menciones que la indicación de los antecedentes
necesarios para la cabal comprensión de la solicitud y las demás expresadas en el inciso primero del artículo
anterior (exhortos).
Las solicitudes de autoridades competentes de país extranjero para que se practiquen diligencias en
Chile serán remitidas directamente al ministerio público, entidad que solicitará la intervención del juez de
garantía del lugar en que deban practicarse dichas diligencias, cuando la naturaleza de ellas lo hagan
necesario.
Finalmente, en cuanto a la forma de realizar las comunicaciones, éstas podrán realizarse por cualquier
medio idóneo (ejemplo: teléfono, fax, correo electrónico, etc.).

2) Comunicaciones del ministerio público: Cuando el Ministerio Público estuviere obligado a comunicar
formalmente alguna actuación a los demás intervinientes en el procedimiento, deberá hacerlo, bajo su
responsabilidad, por cualquier medio razonable que resultare eficaz. Será de cargo del ministerio público
acreditar la circunstancia de haber efectuado la comunicación; y si un interviniente probare que por la
309
deficiencia de la comunicación se hubiere encontrado impedido de ejercer oportunamente un derecho o
desarrollar alguna actividad dentro del plazo establecido por la ley, podrá solicitar un nuevo plazo, el que le
será concedido bajo las condiciones y circunstancias previstas en el artículo 17 del Código Procesal Penal.

3.- Normas relativas a las citaciones:

Aquí se distinguen las citaciones que realiza el ministerio público como las que hacen los órganos
jurisdiccionales.

A. Citación del ministerio público. Cuando en el desarrollo de la investigación el fiscal requiriere la


comparecencia de una persona, podrá citarla por cualquier medio idóneo. Si la persona citada no
compareciere, el fiscal podrá ocurrir ante el juez de garantía para que lo autorice a conducirla
compulsivamente a su presencia.

B. Citaciones judiciales: Cuando fuere necesario citar a alguna persona para llevar a cabo una actuación ante
el tribunal, se le notificará la resolución que ordenare su comparecencia. Se hará saber a los citados: 1) el
tribunal ante el cual debieren comparecer; 2) el domicilio del tribunal; 3) la fecha y hora de la audiencia; 4)
la identificación del proceso de que se tratare; 5) el motivo de su comparecencia; 6) se les advertirá que la
no comparecencia injustificada dará lugar a que sean conducidos por medio de la fuerza pública, que
quedarán obligados al pago de las costas que causaren y que pueden imponérseles sanciones; y 7) se les
deberá indicar que, en caso de impedimento, deberán comunicarlo y justificarlo ante el tribunal, con
anterioridad a la fecha de la audiencia, si fuere posible.

4.- Normas relativas a las notificaciones:

Las notificaciones de las resoluciones judiciales se realizarán por los funcionarios del tribunal que hubiere
expedido la resolución, que hubieren sido designados para cumplir esta función por el juez presidente del comité
de jueces, a propuesta del administrador del tribunal. El tribunal podrá ordenar que una o más notificaciones
determinadas se practicaren por otro ministro de fe o, en casos calificados y por resolución fundada, por un agente
de la policía.
La notificación deberá incluir una copia íntegra de la resolución de que se tratare, con la identificación del
proceso en el que recayere, a menos que la ley expresamente ordenare agregar otros antecedentes, o que el juez
lo estimare necesario para la debida información del notificado o para el adecuado ejercicio de sus derechos.
Para los efectos de las notificaciones, en su primera intervención en el procedimiento los intervinientes
deberán ser conminados por el juez, por el ministerio público, o por el funcionario público que practicare la
primera notificación, a indicar un domicilio dentro de los límites urbanos de la ciudad en que funcionare el tribunal
respectivo. Asimismo, deberán comunicar cualquier cambio de su domicilio. En caso contrario, las resoluciones
que se dictaren se notificarán por el estado diario.
Las notificaciones variarán según quien sea la persona u órgano a notificar:

• Notificación al ministerio público: El ministerio público será notificado en sus oficinas, para lo cual deberá
indicar su domicilio dentro de los límites urbanos de la ciudad en que funcionare el tribunal e informar a éste
de cualquier cambio del mismo.

• Notificación a otros intervinientes: Cuando un interviniente en el procedimiento contare con defensor o


mandatario constituido en él, las notificaciones deberán ser hechas solamente a éste, salvo que la ley o el
tribunal dispusiere que también se notifique directamente a aquél.

310
• Notificaciones al imputado privado de libertad: Las notificaciones se le harán en persona en el
establecimiento o recinto en que permaneciere, aunque éste se hallare fuera del territorio jurisdiccional del
tribunal, mediante la entrega, por un funcionario del establecimiento y bajo la responsabilidad del jefe del
mismo, del texto de la resolución respectiva.

Por otra parte, las resoluciones pronunciadas durante las audiencias judiciales se entenderán notificadas a
los intervinientes en el procedimiento que hubieren asistido o debido asistir a las mismas. De estas notificaciones
se dejará constancia en el estado diario, pero su omisión no invalidará la notificación.
En todo lo demás rigen las normas contempladas en el Título VI del Libro I del Código de Procedimiento
Civil.

5.- Normas relativas a las resoluciones y otras actuaciones judiciales:

En esta materia debe destacarse que los tribunales poseen poder coercitivo; en efecto, en el ejercicio de
sus funciones, el tribunal podrá ordenar directamente la intervención de la fuerza pública y disponer todas las
medidas necesarias para el cumplimiento de las actuaciones que ordene y la ejecución de las resoluciones que
dictare.
Las resoluciones judiciales serán suscritas por el juez o por todos los miembros del tribunal que las dictare.
Si alguno de los jueces no pudiere firmar se dejará constancia del impedimento. No obstante lo anterior, bastará
el registro de la audiencia respecto de las resoluciones que se dictaren en ella.
En cuanto a los plazos generales para dictar las resoluciones, las cuestiones debatidas en una audiencia
deberán ser resueltas en ella. Las presentaciones escritas serán resueltas por el tribunal antes de las veinticuatro
horas siguientes a su recepción.

6.- Normas relativas al registro de las actuaciones judiciales:

La regla general es que de las actuaciones realizadas por o ante el juez de garantía, el tribunal de juicio
oral en lo penal, las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema se levantará un registro en la forma señalada en la
ley. En todo caso, las sentencias y demás resoluciones que pronunciare el tribunal serán registradas en su
integridad.
El registro se efectuará por cualquier medio apto para producir fe, que permita garantizar la conservación
y la reproducción de su contenido.
Tratándose del registro del juicio oral, éste demostrará el modo en que se hubiere desarrollado la audiencia,
la observancia de las formalidades previstas para ella, las personas que hubieren intervenido y los actos que se
hubieren llevado a cabo. La omisión de formalidades del registro sólo lo privará de valor cuando ellas no pudieren
ser suplidas por otros elementos contenidos en el mismo o de otros antecedentes confiables.

7.- Normas relativas a las costas:

Toda resolución que pusiere término a la causa o decidiere un incidente deberá pronunciarse sobre el pago
de las costas del procedimiento, las que comprenderán tanto las procesales como las personales.
La regla general es que las costas serán de cargo del condenado. La víctima que abandonare la acción civil
soportará las costas que su intervención como parte civil hubiere causado; también las soportará el querellante
que abandonare la querella. Sin perjuicio de lo señalado anteriormente, el tribunal, por razones fundadas que
expresará determinadamente, podrá eximir total o parcialmente del pago de las costas, a quien debiere soportarlas.
Por otra parte, cuando fueren varios los intervinientes condenados al pago de las costas, el tribunal fijará
la parte o proporción que corresponderá a cada uno de ellos.

311
Cuando fuere necesario efectuar un gasto cuyo pago correspondiere a los intervinientes, el tribunal
estimará su monto y dispondrá su consignación anticipada, pero si ellos gozan de privilegio de pobreza, el Estado
soportará los gastos.

8.- Normas supletorias:

Serán aplicables al nuevo procedimiento penal, en cuanto no se opusieren a lo estatuido en el Código


Procesal Penal o en leyes especiales, las normas comunes a todo procedimiento contempladas en el Libro I del
Código de Procedimiento Civil.

312
IV. PROCEDIMIENTO ORDINARIO POR CRIMEN O SIMPLE DELITO DE ACCION
PENAL PUBLICA

1.- Investigación del ministerio público.


Juicio ordinario por
crimen o simple delito 2.- Etapa intermedia o de preparación del juicio oral.
de acción penal pública
3.- Juicio oral propiamente tal

I) ETAPA DE INVESTIGACION:

Como señalamos anteriormente, en el artículo 3° del Código Procesal Penal, el ministerio público dirigirá
en forma exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinaren la participación
punible y los que acreditaren la inocencia del imputado, en la forma prevista por la Constitución y la ley.
El fiscal para investigar tiene un plazo máximo de dos años desde la formalización de la investigación, sin
embargo, para formalizar la investigación no tiene plazo.

1.- Inicio del procedimiento:

La investigación de un hecho que reviste caracteres de delito podrá iniciarse de oficio por el ministerio
público, por denuncia o por querella.
A continuación nos referiremos a La Denuncia.
La denuncia es un acto informal por el cual cualquier persona comunica o pone en conocimiento de la
justicia o de sus agentes que se ha cometido un hecho que reviste caracteres de delito.
La denuncia se puede hacer, según el artículo 173 del Código Procesal Penal, ante los siguientes agentes:
1) Directamente ante el ministerio público; 2) Ante los funcionarios de Carabineros de Chile, de la Policía de
Investigaciones, de Gendarmería de Chile en los casos de los delitos cometidos dentro de los recintos
penitenciarios; o 3) Ante cualquier tribunal con competencia criminal, todos los cuales deberán hacerla llegar de
inmediato al ministerio público.
Las características que presenta la denuncia son las siguientes:

1. Es facultativa, toda vez que el artículo 173 del Código Procesal Penal emplea la expresión “podrá”, en
consecuencia se trata de una carga procesal no obligatoria, sin perjuicio de que ciertas personas están
obligadas a denunciar, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 175 del Código Procesal Penal.

2. Puede ser verbal o escrita. En el caso de la denuncia verbal se levantará un registro en presencia del
denunciante, quien lo firmará junto con el funcionario que la recibiere; tratándose de la denuncia escrita, ésta
será firmada por el denunciante. En ambos casos, si el denunciante no pudiere firmar, lo hará un tercero a su
ruego.

3. Es un acto informal, no es solemne (como lo es la querella), e incluso la ley permite que pueda formularse
“por cualquier medio”.

En cuanto al contenido de la denuncia, ella deberá señalar la identificación del denunciante, el


señalamiento de su domicilio, la narración circunstanciada del hecho, la designación de quienes lo hubieren

313
cometido y de las personas que lo hubieren presenciado o que tuvieren noticia de él, todo en cuanto le constare al
denunciante.
¿Quienes pueden denunciar y quienes están obligados a hacerla?. De conformidad a lo dispuesto en el
artículo 173 del Código Procesal Penal, puede denunciar cualquier persona. Por su parte, el artículo 175 del
Código Procesal Penal se refiere a las personas que están obligadas legalmente a denunciar; en general se trata de
personas son aquellas que tienen cargos de responsabilidad o son autoridades. Ejemplo: los miembros de
Carabineros de Chile, de la Policía de Investigaciones de Chile y de Gendarmería, todos los delitos que
presenciaren o llegaren a su noticia; etc.
Todas estas personas tienen un plazo de veinticuatro horas para hacer la denuncia, contadas desde el
momento en que tengan conocimiento del hecho criminal; en todo caso, respecto de los capitanes de naves o de
aeronaves, este plazo se contará desde que arribaren a cualquier puerto o aeropuerto de la República.
En caso de contravención a esta obligación, incurrirán en la pena señalada en el artículo 494 del Código
Penal o la que señalen las leyes especiales, según corresponda. Sin embargo, no se aplicará la sanción penal
cuando apareciere que quien hubiere omitido formular la denuncia arriesgaba la persecución penal propia, del
cónyuge, de su conviviente o de ascendientes, descendientes o hermanos.
El denunciante no contraerá otra responsabilidad que la correspondiente a los delitos que hubiere cometido
por medio de la denuncia o con ocasión de ella. Tampoco adquirirá el derecho a intervenir posteriormente en el
procedimiento, sin perjuicio de las facultades que pudieren corresponderle en el caso de ser víctima del delito.
En cuanto a la tramitación de la denuncia, una vez que es recibida la denuncia, sea directamente o a través
de los funcionarios de otras instituciones, el encargado correspondiente deberá registrarla en un formulario que
se dispondrá al efecto, numerarla y ponerla a disposición del o de los fiscales encargados de evaluarla. En la
evaluación inicial de la denuncia se determinará si se iniciará o continuará con la persecución penal, o si por el
contrario será ésta abandonada.
Después de realizar esta evaluación, el ministerio público podrá hacer una de las tres siguientes cosas: 1)
Poner término, suspender o no continuar la tramitación del caso; 2) Requerir información adicional, directamente
o a través de la policía; o 3) Formalizar la investigación.
Finalmente, la ley permite la posibilidad de la “autodenuncia” para el caso de quien ha sido imputado por
otra persona de haber participado en la comisión de un hecho ilícito. En este caso, tiene el derecho de concurrir
ante el ministerio público y solicitar se investigue la imputación de que hubiere sido objeto. Si el fiscal respectivo
se negare a proceder, la persona imputada podrá recurrir ante las autoridades superiores del ministerio público, a
efecto de que revisen tal decisión.

2.- Actuaciones de la investigación:

Una vez que el Ministerio Público decide llevar adelante la persecución penal, realizada o no la
formalización de la investigación, deberá desplegar actividades conducentes a recopilar información útil,
relevante y pertinente.
De acuerdo al artículo 180 del Código Procesal Penal Los fiscales dirigirán la investigación y podrán
realizar por sí mismos o encomendar a la policía todas las diligencias de investigación que consideraren
conducentes al esclarecimiento de los hechos. Asimismo, dentro de las veinticuatro horas siguientes a que tomare
conocimiento de la existencia de un hecho que revistiere caracteres de delito de acción penal pública por alguno
de los medios previstos en la ley, el fiscal deberá proceder a la práctica de todas aquellas diligencias pertinentes
y útiles al esclarecimiento y averiguación del mismo, de las circunstancias relevantes para la aplicación de la ley
penal, de los partícipes del hecho y de las circunstancias que sirvieren para verificar su responsabilidad. De igual
manera, deberá impedir que el hecho denunciado produzca consecuencias ulteriores.
Los fiscales podrán exigir información de toda persona o funcionario público, los que no podrán excusarse
de proporcionarla, salvo en los casos expresamente exceptuados por la ley. Particularmente los notarios,
archiveros y conservadores de bienes raíces, y demás organismos, autoridades y funcionarios públicos, estarán
obligados a realizar las actuaciones y diligencias y otorgar informes, antecedentes y copias de instrumentos que
los fiscales les solicitaren, en forma gratuita y exentos de toda clase de derechos e impuestos.

314
* Secreto de las actuaciones de investigación:

Como se señaló en su oportunidad, a diferencia de lo que ocurre en la etapa del sumario en el antiguo
procedimiento penal, la etapa de investigación no es secreta para los intervinientes, salvo ciertas excepciones; sin
embargo, las actuaciones de investigación realizadas por el ministerio público y la policía sí son secretas para los
terceros ajenos al procedimiento. Por eso se dice que, en este caso, se trata de un “secreto relativo”.
En efecto, el artículo 182 del Código Procesal Penal señala que “las actuaciones de investigación
realizadas por el ministerio público y por la policía serán secretas para los terceros ajenos al procedimiento. El
imputado y los demás intervinientes en el procedimiento podrán examinar y obtener copias, a su cargo, de los
registros y documentos de la investigación fiscal y podrán examinar los de la investigación policial”.
Sin perjuicio de lo anterior, el fiscal podrá disponer que determinadas actuaciones, registros o documentos
sean mantenidas en secreto respecto del imputado o de los demás intervinientes, cuando lo considerare necesario
para la eficacia de la investigación. En tal caso deberá identificar las piezas o actuaciones respectivas, de modo
que no se vulnere la reserva y fijar un plazo no superior a cuarenta días para la mantención del secreto. En todo
caso, el imputado o cualquier otro interviniente podrán solicitar del juez de garantía que ponga término al secreto
o que lo limite, en cuanto a su duración, a las piezas o actuaciones abarcadas por él, o a las personas a quienes
afectare.
Finalmente, no se podrá decretar el secreto en los siguientes casos: 1) sobre la declaración del imputado o
cualquier otra actuación en que hubiere intervenido o tenido derecho a intervenir, 2) las actuaciones en las que
participare el tribunal, y 3) los informes evacuados por peritos, respecto del propio imputado o de su defensor.
* Proposición de diligencias:

En la etapa de investigación el impulso procesal es del fiscal respectivo, pero ello no obsta para que los
demás intervinientes puedan solicitarle la práctica de todas aquellas diligencias que consideraren pertinentes y
útiles para el esclarecimiento de los hechos. En este caso, el fiscal ordenará que se lleven a efecto las diligencias
que estime conducentes, es decir, no se encuentra obligado por las peticiones solicitadas por las partes.
No obstante lo anterior, si el fiscal rechazare la solicitud, se podrá reclamar ante las autoridades superiores
del ministerio público, con el propósito de obtener un pronunciamiento definitivo acerca de la procedencia de la
diligencia.

* Tipos de diligencias:

Las diligencias o actuaciones de la investigación pueden ser de diversos tipos. En esta oportunidad
analizaremos las diligencias que no requieren autorización judicial, las que sí requieren dicha autorización y las
que se pueden realizar sin conocimiento del afectado.

1. Diligencias que no requieren autorización judicial previa: En esta materia podemos señalar que, de acuerdo
a las normas previstas en la Constitución, en la Ley Nº 19.640 y en el Código Procesal Penal, el ministerio
público tiene amplias facultades para realizar en forma autónoma todas las diligencias de investigación que
sean necesarias, siempre y cuando éstas no afecten derechos garantizados en la Constitución. En
concordancia con lo anterior, el ministerio público puede encargar la práctica de estas diligencias a los
cuerpos policiales, sea mediante instrucciones generales o particulares (artículo 228, Código Procesal
Penal).

2. Diligencias con autorización jurisdiccional: En este caso, debemos analizar el artículo 9º del Código
Procesal Penal que, según vimos anteriormente, se trata de uno de los principios básicos del nuevo proceso
penal. La realización de estas actuaciones supone necesariamente la intervención del ministerio público, al
menos en la obtención de la autorización jurisdiccional, aunque la realización concreta de la actuación sea
materializada en funcionarios policiales.
315
Alguna de estas diligencias que requieren autorización judicial previa son las siguientes: 1) La
citación compulsiva; 2) Los exámenes corporales; 3) La exhumación de cadáveres; 4) Las pruebas
caligráficas; 5) La entrada y registro de lugares cerrados; 6) La incautación de objetos y documentos; 7) La
retención e incautación de correspondencia; 8) Las copias de comunicaciones o transmisiones; 9) La
interceptación de comunicaciones telefónicas; y 10) la prueba anticipada, durante la etapa de investigación.

3. Diligencias sin conocimiento del afectado: Esta posibilidad está contemplada en el artículo 236 del Código
Procesal Penal, norma conforme a la cual, las diligencias de investigación que de conformidad al artículo
9º del Código Procesal Penal requirieren de autorización judicial previa podrán ser solicitadas por el fiscal
aun antes de la formalización de la investigación. Si el fiscal requiriere que ellas se llevaren a cabo sin previa
comunicación al afectado, el juez autorizará que se proceda en la forma solicitada cuando la gravedad de
los hechos o la naturaleza de la diligencia de que se tratare permitiere presumir que dicha circunstancia
resulta indispensable para su éxito.

3.- La prueba anticipada:

La rendición de prueba en etapas anteriores al juicio oral, concretamente en la etapa de la investigación,


para ser realizada válidamente requiere autorización judicial previa otorgada por el juez de garantía. Sin embargo,
es importante aclarar que la prueba anticipada no es una diligencia exclusiva de la etapa de investigación, ya que
se trata de una excepción al principio de que la prueba sólo tiene lugar en el juicio oral, de manera que también
puede solicitarse y ser rendida en la etapa intermedia.
En todo caso, en materia probatoria la regla general es que la prueba que hubiere de servir de base a la
sentencia deberá rendirse durante la audiencia del juicio oral, salvas las excepciones expresamente previstas en
la ley, como ocurre, precisamente, con la prueba anticipada (artículo 296, Código Procesal Penal).
En general, esta prueba anticipada procede respecto de pruebas que se vuelen irrepetibles o que no pueden
ser ratificados o reproducidos en el juicio oral.
Las situaciones que contempla nuestro Código Procesal Penal, respecto a la prueba anticipada, son las
siguientes:

(a) En cuanto a la prueba testimonial: El artículo 190 del Código Procesal Penal establece que durante la etapa
de investigación, los testigos citados por el fiscal estarán obligados a comparecer a su presencia y prestar
declaración ante el mismo, salvo excepciones; como es obvio, en estos casos, el fiscal no podrá exigir del
testigo el juramento o promesa de decir la verdad sobre lo que se le pregunta. Si el testigo citado no
compareciere sin justa causa o, compareciendo, se negare injustificadamente a declarar, se le impondrán,
respectivamente, las medidas de apremio y las sanciones previstas y contempladas en el artículo 299 del
Código Procesal Penal.
Al concluir la declaración del testigo, el fiscal le hará saber la obligación que tiene de comparecer y
declarar durante la audiencia del juicio oral, así como de comunicar cualquier cambio de domicilio o de
morada hasta esa oportunidad. Pero si el testigo manifestare la imposibilidad de concurrir a la audiencia del
juicio oral, por tener algún obstáculo para asistir, el fiscal podrá solicitar del juez de garantía que se reciba
su declaración anticipadamente. En estos casos, el juez deberá citar a todos aquellos que tuvieren derecho a
asistir al juicio oral, quienes tendrán todas las facultades previstas para su participación en la audiencia del
juicio oral.
Por otra parte, si el testigo se encontrare en el extranjero el fiscal podrá solicitar al juez de garantía
que también se reciba su declaración anticipadamente. Para ese efecto, se recibirá la declaración del testigo,
según resultare más conveniente y expedito, ante un cónsul chileno o ante el tribunal del lugar en que se
hallare. La petición respectiva se hará llegar, por conducto de la Corte de Apelaciones correspondiente, al
Ministerio de Relaciones Exteriores para su diligenciamiento.

316
El hecho que el testigo haya prestado declaración anticipadamente, no obsta para que pueda concurrir
a la audiencia del juicio oral y declare igualmente en esa oportunidad.
Finalmente, según el artículo 280, inciso 1º, del Código Procesal Penal, durante la audiencia de
preparación del juicio oral también se podrá solicitar la prueba testimonial anticipada.

(b) En cuanto a la prueba pericial: En la audiencia de preparación del juicio oral también se podrá solicitar la
declaración de peritos cuando fuere previsible que la persona de cuya declaración se tratare se encontrará en
la imposibilidad de concurrir al juicio oral, por alguna de las razones contempladas en el inciso 2º del artículo
191 del Código Procesal Penal (artículo 280, inciso 2º, Código Procesal Penal).

4.- La formalización de la investigación:

La formalización de la investigación no es una resolución judicial. Es una comunicación que el fiscal


efectúa al imputado, en presencia del juez de garantía, de que desarrolla actualmente una investigación en su
contra respecto de uno o más delitos determinados. Esta comunicación es parecida al auto de procesamiento, pero
no tiene los mismos efectos, ya que no necesariamente trae consigo la prisión preventiva.
La formalización la hacen en forma exclusiva y excluyente los fiscales del ministerio público; no la pueden
hacer el juez de garantía ni el tribunal oral en lo penal. Asimismo, el juez de garantía no puede dejarla sin efecto,
pero el imputado puede presentar un reclamo al ministerio público cuando estime que esta comunicación es
arbitraria o sin fundamentación.
El fiscal podrá formalizar la investigación cuando considerare oportuno formalizar el procedimiento por
medio de la intervención judicial (artículo 230, inciso 1°, Código Procesal Penal). Cuando el fiscal debiere
requerir la intervención judicial para la práctica de determinadas diligencias de investigación, la recepción
anticipada de prueba o la resolución sobre medidas cautelares, estará obligado a formalizar la investigación, a
menos que lo hubiere realizado previamente. Exceptúanse los casos expresamente señalados en la ley (artículo
230, inciso 2°, Código Procesal Penal).
La formalización de la investigación producirá los siguientes efectos:

a) Suspenderá el curso de la prescripción de la acción penal en conformidad a lo dispuesto en el artículo 96 del


Código Penal.

b) Comenzará a correr el plazo previsto en el artículo 247 del Código Procesal Penal, que es un plazo perentorio
y legal de dos años para que el fiscal investigue y, transcurrido este lapso de tiempo, tiene que cerrar la
investigación.

c) El ministerio público perderá la facultad de archivar provisionalmente el procedimiento.

d) Se pueden aplicar las medidas alternativas.

4.- El juicio inmediato:

Esta situación se encuentra contemplada en el artículo 235 del Código Procesal Penal, y constituye un
mecanismo de aceleración del procedimiento, toda vez que implica que la causa pase desde la audiencia de
formalización al juicio oral. Se aplica normalmente respecto de delitos flagrantes.
Según la primera parte del inciso 1º del artículo 235 del Código Procesal Penal, “en la audiencia de
formalización de la investigación, el fiscal podrá solicitar al juez que la causa pase directamente a juicio oral”.
En consecuencia, la solicitud debe plantearse en la audiencia de formalización de la investigación.
317
Si el juez de garantía acoge dicha solicitud, la audiencia cambia de naturaleza y se transforma en la
audiencia de preparación del juicio oral, y en ella el fiscal deberá formular verbalmente su acusación y ofrecer
prueba; también en la audiencia el querellante podrá adherirse a la acusación del fiscal o acusar particularmente
y deberá indicar las pruebas de que pensare valerse en el juicio. El imputado, en tanto, podrá realizar las
alegaciones que correspondieren y ofrecer, a su turno, prueba.
Al término de la audiencia, el juez dictará auto de apertura del juicio oral. No obstante, podrá suspender
la audiencia y postergar esta resolución, otorgando al imputado un plazo no menor de quince ni mayor de treinta
días, dependiendo de la naturaleza del delito, para plantear sus solicitudes de prueba.
Las resoluciones que el juez dictare en conformidad a lo dispuesto en este artículo 235 del Código Procesal
Penal no serán susceptibles de recurso alguno.

5.- Las medidas cautelares:

Las medidas cautelares pueden ser de dos tipos o clases: 1) personales, o 2) reales o materiales.
La solicitud de medidas cautelares debe ser siempre posterior a la formalización de la investigación de
manera tal que el sujeto imputado sabe del contenido de los hechos punibles que se le atribuyen. Son siempre
decretadas por orden judicial; para su otorgamiento deben cumplirse ciertos elementos o antecedentes legales y
restringen ciertas garantías constitucionales. Procede en los delitos de acción pública, no procede en los delitos
de acción privada.
Según algunos autores, estas medidas estarían en contra del principio de inocencia, sin embargo, señalan
que tales medidas tienen por objeto asegurar el resultado del procedimiento propiamente tal.

* Finalidades de las medidas cautelares:

Las medidas cautelares tienen las siguientes finalidades:

a) En cuanto a las medidas cautelares personales, están dirigidas a asegurar a la persona del imputado para
que éste esté presente en todas las actuaciones del procedimiento y también para asegurar, en su
oportunidad, el cumplimiento de un fallo o de alguna medida. Apuntan a la persona del imputado o
procesado.

b) En cuanto a las medidas cautelares reales o materiales, buscan asegurar la responsabilidad económica
del imputado, tanto por las costas, perjuicios o también por las indemnizaciones. Ejemplo: el embargo,
medida tratadas en el Código de Procedimiento Civil.

* Oportunidad para decretarlas:

Se decretan cuando existan antecedentes que así lo ameriten y, por regla general, son conocidas por el juez
de garantía. En cuanto a la prisión preventiva, hay un cambio sustancial en el nuevo orden legal: la prisión
preventiva se concede en casos excepcionales, calificados graves y a falta de otras medidas.
El inciso 1° del artículo 122 del Código Procesal Penal señala que las medidas cautelares personales sólo
serán impuestas cuando fueren absolutamente indispensables para asegurar la realización de los fines del
procedimiento y sólo durarán mientras subsistiere la necesidad de su aplicación.

* Principios formativos de las medidas cautelares:

318
Los principios formativos de las medidas cautelares, sean personales o reales, son los siguientes:

1) Principio de la legalidad, esto es que sólo se van a conceder en casos y formas indicadas por la ley.

2) Solamente pueden ser decretadas por orden judicial, vale decir, por el juez de garantía y por el tribunal oral
en lo penal. No pueden ser decretadas por el ministerio público, pero las pueden solicitar al juez de garantía
en los casos que estime procedentes.

3) Principio de la excepcionalidad: Las medidas cautelares no constituye la regla general; no es usual que en
un proceso puedan decretarse las medidas cautelares, pero éstas eventualmente pueden existir y se decretarán
cuando se considere indispensable (artículo 124, Código Procesal Penal).

4) Son siempre provisionales: Deben mantenerse y conservarse cuando exista la necesidad y los motivos de su
otorgamiento, reflejado en la prisión preventiva.

5) Principio de la proporcionalidad: Las medidas cautelares deben estar en proporción o armonía con la
gravedad del hecho que se investiga en el sentido de causar mayores molestias al imputado (artículos 124 a
139, Código Procesal Penal).

* Clasificación de las medidas cautelares personales:

Las medidas cautelares personas son, principalmente, la citación, la detención y la prisión preventiva.
Además de ellas, el Código Procesal Penal indica otras medidas cautelares personales en el artículo 155.

I. LA CITACION:

La citación es una medida cautelar personal reglamentada en el párrafo 2º del Título V del Libro I del
Código Procesal Penal (artículos 123 y 124). Se dice que esta medida cautelar es la de menor intensidad y causa
menor daño al imputado.
Consiste en “un llamamiento para que una persona comparezca ante las autoridades policiales o judiciales
y cuando la presencia de la persona sea necesaria para la práctica de alguna diligencia”.
Los casos en que procede la citación judicial están señalados en el artículo 123 del Código Procesal Penal,
y son los siguientes: 1) Cuando se requiera la presencia del imputado; y 2) Cuando se trate de los delitos
sancionados con las penas que señala el artículo 124 del Código Procesal Penal, como por ejemplo, las faltas, los
delitos no sancionados con penas privativas ni restrictivas de libertad.
En cuanto a la forma en que se realiza la citación, en esta materia, debemos remitirnos a lo indicado en el
artículo 33 del Código Procesal Penal (relacionado con el artículo 123). En la práctica se notifica al imputado de
la resolución que ordena su concurrencia, se señala el tribunal al cual debe concurrir, la fecha, hora, proceso a
que se refiere, el número de rol del mismo y el motivo de su citación. Si no comparece por causas justificadas
podrá ser llevado por medio de la fuerza pública.
Respecto a los efectos de la citación, la persona está obligada a concurrir, y si no comparece se puede
decretar el arresto por falta de comparecencia o concurrencia (artículo 33, Código Procesal Penal). La regla
general es que la persona no podrá ser detenida, salvo casos indicados por ley, si no es previamente citado.

II. LA DETENCION:

319
La detención es otra medida cautelar personal expresamente prevista y reglamentada en el Código Procesal
Penal, en el párrafo 3º del Título V del Libro I, en los artículos 125 y siguientes de dicho cuerpo de leyes.
La detención “es una medida cautelar personal que priva la libertad ambulatoria de una persona, distinta
de la prisión preventiva, que cumple los fines previstos por la ley, y que requiere de orden judicial”.
La regla general es que sólo procede por orden judicial. Puede ser ordenada solamente por el juez de
garantía o por el tribunal oral en lo penal, salvo casos de flagrancia en que la detención puede ser ejecutada por
cualquier persona y, en este caso, se hace con el único objeto de ser conducida ante la autoridad que
correspondiere.
En general, esta medida no procederá respecto de faltas o delitos que la ley no sancione con penas
privativas ni restrictivas de libertad, ya que, como vimos recientemente, en este caso solamente procede la
detención.

-o- La detención judicial:

La detención judicial es ordenada por el juez de garantía, a solicitud del ministerio público, sin previa
citación, en los casos indicados por la ley.
La decreta el tribunal en los siguientes casos: 1) Cuando la comparecencia del imputado pudiera verse
demorada o dificultada; 2) Cuando la presencia del imputado cuya presencia se exige a una audiencia judicial
fuere condición de ésta; y 3) Cuando el imputado, legalmente citado, no compareciere sin causa justificada.
El juez tendrá que ver cada caso si la decreta o no; es facultativo para el tribunal, salvo los casos
contemplado en el artículo 124 del Código Procesal Penal.

-o- Procedimiento para decretar la detención:

Al respecto, el tribunal deberá despachar una orden de detención, que es un acto formal expedido por el
juez y debe llevar las menciones indicadas en el artículo 154 del Código Procesal Penal, que son requisitos
comunes a la prisión preventiva y a la detención, y que son los siguientes:

a. El nombre y apellidos de la persona que debiere ser detenida, las circunstancias que la individualizaren o
determinaren.

b. El motivo de la detención.

c. La indicación de ser conducido de inmediato ante el tribunal, al establecimiento penitenciario o lugar


público de detención que determinará, o de permanecer en su residencia, según corresponda.

Lo dispuesto en este artículo se entenderá sin perjuicio de lo previsto en el artículo 9º del Código Procesal
Penal para los casos urgentes.
La orden de detención se cumple por intermedio de la policía (artículo 79, inciso 1º, y 80, relacionado con
los artículos 204 y 205, Código Procesal Penal).
Antes de practicarse la detención se debe intimar la orden en forma legal al imputado. Se trata de un
derecho constitucional de la persona que va a ser detenida. Al respecto se le debe informar del motivo de la
detención y de las garantías y derechos que le otorga la ley, lo que se hace en el mismo momento o en el acto de
su detención.
No obstante lo anterior, si por las circunstancias que rodearen la detención, no fuere posible proporcionar
inmediatamente al detenido la información de los derechos que le otorga la ley, ella le será entregada por el
encargado de la unidad policial a la cual fuere conducido. Al respecto, se dejará constancia en el libro de guardia
del recinto policial del hecho de haberse proporcionado la información.

320
La información de derechos podrá efectuarse verbalmente, o bien por escrito, si el detenido manifestare
saber leer y encontrarse en condiciones de hacerlo. En este último caso, se le entregará al detenido un documento
que contenga una descripción clara de esos derechos, cuyo texto y formato determinará el ministerio público.
Tratándose de la detención realizada en la residencia del imputado, la información será entregada al
afectado en el lugar en que la detención se hiciere efectiva, sin perjuicio de la constancia respectiva en el libro de
guardia.
En caso de incumplimiento del deber de información, el fiscal y, en su caso, el juez de garantía informarán
de sus derechos al detenido y remitirán oficio, con los antecedentes respectivos, a la autoridad competente, con
el objeto de que aplique las sanciones disciplinarias correspondientes o inicie las investigaciones penales que
procedieren.
En cuanto a la conducción del detenido ante el tribunal que ordena su detención, es una obligación de la
policía en la forma indicada por el artículo 131 del Código Procesal Penal, norma que establece que el detenido
debe ser conducido en forma inmediata a presencia del juez.
Durante el plazo de la detención, los funcionarios no podrán llevarlo a establecimientos penitenciarios. Al
respecto, el artículo 133 del Código Procesal Penal exige que para ingresar a dichos establecimientos deben
hacerlo sólo por orden judicial.

-o- Detención judicial en la sala de despacho del tribunal:

De acuerdo al artículo 128 del Código Procesal Penal, todo tribunal, aunque no ejerza jurisdicción en lo
criminal, podrá dictar órdenes de detención contra las personas que, dentro de la sala de su despacho, cometieren
algún crimen o simple delito. Aquí la persona puede ser detenida por el propio juez, aunque no ejerza funciones
jurisdiccionales en lo criminal.

-o- Detención en caso de flagrancia:

A esta materia se refieren los artículos 129 y 130 del Código Procesal Penal. De acuerdo a la ley, no
solamente la policía podrá detenerlos, sino que puede hacerlo cualquier persona, debiendo entregar
inmediatamente al aprehendido a la policía, al ministerio público o a la autoridad judicial más próxima.
Los agentes policiales estarán obligados a detener a quienes sorprendieren in fraganti en la comisión de
un delito. La policía también estará obligada a detener al sentenciado a penas privativas de libertad que hubiere
quebrantado su condena, al que se fugare estando detenido, al que tuviere orden de detención pendiente;
igualmente al que fuere sorprendido en violación flagrante de las medidas cautelares personales que se le hubieren
impuesto; y finalmente al que violare la condición del artículo 238, letra b), del Código Procesal Penal, es decir,
la obligación de abstenerse de frecuentar determinados lugares o personas que le hubiere sido impuesta para la
protección de otras personas.
Debe tenerse presente que, en esta materia, que en caso de que un diputado o senador fuera sorprendido
por delito flagrante, se lleva directamente a la Corte de Apelaciones respectiva. Igual procedimiento se aplica
para el caso de un fiscal o de un juez.
Tratándose de la fragancia en los delitos sexuales previstos y sancionados en los artículos 361 a 366 del
Código Penal (violación, estupro y otros delitos sexuales), no obstará a la detención la circunstancia de que la
persecución penal requiriere instancia particular previa.
¿Cuándo se entiende que hay flagrancia?. De acuerdo al artículo 130 del Código Procesal Penal, se
entenderá que se encuentra en situación de flagrancia:

a) El que actualmente se encontrare cometiendo el delito.

b) El que acabare de cometerlo.

321
c) El que huyere del lugar de comisión del delito y fuere designado por el ofendido u otra persona como
autor o cómplice.

d) El que, en un tiempo inmediato a la perpetración de un delito, fuere encontrado con objetos procedentes
de aquél o con señales, en sí mismo o en sus vestidos, que permitieren sospechar su participación en él, o
con las armas o instrumentos que hubieren sido empleados para cometerlo.

e) El que las víctimas de un delito que reclamen auxilio, o testigos presenciales, señalaren como autor o
cómplice de un delito que se hubiere cometido en un tiempo inmediato.

¿Cuál es el plazo de la detención en los delitos flagrantes?. En estos casos, el agente policial que la hubiere
realizado o el encargado del recinto de detención deberán informar de ella al ministerio público dentro de un plazo
máximo de doce horas.
El fiscal podrá dejar sin efecto la detención u ordenar que el detenido sea conducido ante el juez dentro de
un plazo máximo de veinticuatro horas, contado desde que la detención se hubiere practicado. Si el fiscal nada
dice, la policía deberá presentar el detenido ante la autoridad judicial en el plazo de doce horas.

-o- Comparecencia judicial a la audiencia de control de detención:

A la primera audiencia judicial del detenido deberá concurrir el fiscal o el abogado asistente del fiscal. La
ausencia de éstos dará lugar a la liberación del detenido.
En esta audiencia, el fiscal procederá directamente a formalizar la investigación y a solicitar las medidas
cautelares que procedieren, siempre que contare con los antecedentes necesarios y que se encontrare presente el
defensor del imputado. En el caso de que no pudiere procederse de dicha manera, el fiscal podrá solicitar una
ampliación del plazo de detención hasta por tres días, con el fin de preparar su presentación. El juez sólo accederá
a la ampliación del plazo de detención cuando estimare que los antecedentes justifican esa medida (artículo 132,
Código Procesal Penal).

III. LA PRISION PREVENTIVA:

La prisión preventiva es una medida cautelar personal que compromete gravemente la libertad de la
persona y que, por lo mismo, exige resguardos especiales para su regulación legal.
Puede ser definida como “una medida cautelar de carácter personal que afecta el derecho de libertad
personal durante un lapso de tiempo más o menos prolongado, la cual sólo procederá cuando las demás medidas
cautelares fueren insuficientes para asegurar los objetivos del procedimiento penal, la seguridad del ofendido o
de la sociedad”.

-o- Procedencia e improcedencia de la prisión preventiva:

El principio general es que toda persona tiene derecho a la libertad personal y a la seguridad individual.
Por ello, la prisión preventiva sólo procederá cuando las demás medidas cautelares personales fueren estimadas
por el juez como insuficientes para asegurar las finalidades del procedimiento, la seguridad del ofendido o de la
sociedad.
No se podrá ordenar la prisión preventiva en los siguientes casos: 1) Cuando el delito imputado estuviera
sancionado únicamente con penas pecuniarias o privativas de derechos; 2) Cuando se trate de delitos de acción
privada; y 3) Cuando el imputado se encuentre cumpliendo efectivamente una pena privativa de libertad.
322
Podrá en todo caso decretarse la prisión preventiva en los eventos enumerados cuando el imputado hubiere
incumplido alguna de las medidas cautelares previstas en el párrafo 6° de este Título o cuando el tribunal considere
que el imputado pudiere incumplir lo establecido precedentemente. Se decretará también la prisión preventiva del
imputado que no hubiere asistido a la audiencia del juicio oral, resolución que se dictará en la misma audiencia a
petición del fiscal o del querellante.

-o- Requisitos para ordenar la prisión preventiva:

La prisión preventiva siempre se decretará en una audiencia y, en relación a los requisitos para ordenarla,
estos están señalados en el artículo 140 del Código Procesal Penal. De acuerdo a esta norma, una vez formalizada
la investigación, el tribunal, a petición del Ministerio Público o del querellante, podrá decretar la prisión
preventiva del imputado siempre que el solicitante acreditare que se cumplen los siguientes requisitos:

a. Que existen antecedentes que justificaren la existencia del delito que se investigare.

b. Que existen antecedentes que permitieren presumir fundadamente que el imputado ha tenido participación
en el delito como autor, cómplice o encubridor.

c. Que existen antecedentes calificados que permitieren al tribunal considerar que la prisión preventiva es
indispensable para el éxito de diligencias precisas y determinadas de la investigación, o que la libertad del
imputado es peligrosa para la seguridad de la sociedad o del ofendido.

Se entenderá que la prisión preventiva es indispensable para el éxito de la investigación cuando existiere
sospecha grave y fundada de que el imputado pudiere obstaculizar la investigación mediante la destrucción,
modificación, ocultación o falsificación de elementos de prueba; o cuando pudiere inducir a coimputados,
testigos, peritos o terceros para que informen falsamente o se comporten de manera desleal o reticente (artículo
140, inciso 2º, Código Procesal Penal).
Para estimar si la libertad del imputado resulta o no peligrosa para la seguridad de la sociedad, el tribunal
deberá considerar especialmente alguna de las circunstancias previstas en el artículo 140, inciso 3°, del Código
Procesal Penal. Ejemplos: la gravedad de la pena asignada al delito, el número de delitos que se le imputare y el
carácter de los mismos; la existencia de procesos pendientes; etc.
Se entenderá que la seguridad del ofendido se encuentra en peligro por la libertad del imputado cuando
existieren antecedentes calificados que permitieren presumir que éste realizará atentados en contra de aquél, o en
contra de su familia o de sus bienes.

-o- Tramitación y resolución de la solicitud de la prisión preventiva:

La solicitud de prisión preventiva podrá plantearse verbalmente en tres oportunidades: 1) en la audiencia


de formalización de la investigación; 2) en la audiencia de preparación del juicio oral; o 3) en la audiencia del
juicio oral. También podrá solicitarse por escrito en cualquier etapa de la investigación, respecto del imputado
contra quien se hubiere formalizado ésta, caso en el cual el juez fijará una audiencia para la resolución de la
solicitud, citando a ella al imputado, su defensor y a los demás intervinientes.
La presencia del imputado y su defensor constituye un requisito de validez de la audiencia en que se
resolviere la solicitud de prisión preventiva.
En dicha audiencia, una vez expuestos los fundamentos de la solicitud por quien la hubiere formulado, el
tribunal oirá en todo caso al defensor, a los demás intervinientes si estuvieren presentes y quisieren hacer uso de
la palabra y al imputado.

323
Al concluir la audiencia el tribunal se pronunciará sobre la prisión preventiva por medio de una resolución
fundada, en la cual expresará claramente los antecedentes calificados que justificaren la decisión (artículo 143,
Código Procesal Penal).

-o- Modificación y revocación de la prisión preventiva:

La resolución que ordene o rechace la prisión preventiva será modificable de oficio o a petición de
cualquiera de los intervinientes, en cualquier estado del procedimiento.
Cuando el imputado solicitare la revocación de la prisión preventiva el tribunal podrá rechazarla de plano;
asimismo, podrá citar a todos los intervinientes a una audiencia, con el fin de abrir debate sobre la subsistencia
de los requisitos que autorizan la medida. En todo caso, estará obligado a este último procedimiento cuando
hubieren transcurrido dos meses desde el último debate oral en que se hubiere ordenado o mantenido la prisión
preventiva.
Si la prisión preventiva es rechazada, ella podrá ser decretada con posterioridad en una audiencia, cuando
existieren otros antecedentes que, a juicio del tribunal, justificaren discutir nuevamente su procedencia (artículo
144, Código Procesal Penal).
-o- Substitución y reemplazo de la prisión preventiva:

En cualquier momento del procedimiento el tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá substituir la
prisión preventiva por alguna de las medidas que se contemplan en las disposiciones del párrafo 6º del Título V
del Código Procesal Penal. Transcurridos seis meses desde que se hubiere ordenado la prisión preventiva o desde
el último debate oral en que ella se hubiere decidido, el tribunal citará de oficio a una audiencia, con el fin de
considerar su cesación o prolongación.
Cuando la prisión preventiva ha sido o debiera ser impuesta únicamente para garantizar la comparecencia
del imputado al juicio y a la eventual ejecución de la pena, el tribunal podrá autorizar su reemplazo por una
caución económica suficiente, cuyo monto fijará el juez. La caución podrá consistir en el depósito por el imputado
u otra persona de dinero o valores, la constitución de prendas o hipotecas, o la fianza de una o más personas
idóneas calificadas por el tribunal (artículo 146, Código Procesal Penal).
Por otra parte el artículo 147 del Código Procesal Penal, respecto a la ejecución de las cauciones
económicas, plantea dos hipótesis:

✓ En el evento que el imputado sea declarado rebelde o se sustraiga a la ejecución de la pena, se procederá
a ejecutar la garantía de acuerdo con las reglas generales y se entregará el monto que se obtuviere a la
Corporación Administrativa del Poder Judicial.

✓ Si la caución hubiere sido constituida por un tercero, producida alguna de las circunstancias a que se
refiere el inciso anterior, el tribunal ordenará ponerla en conocimiento del tercero interesado,
apercibiéndolo con que si el imputado no compareciere dentro de cinco días, se procederá a hacer efectiva
la caución.

En ambos casos, si la caución no consiste en dinero o valores, actuará como ejecutante el Consejo de
Defensa del Estado, para lo cual el tribunal procederá a poner los antecedentes en su conocimiento, oficiándole
al efecto.
Finalmente, la caución puede cancelarse y devolverse los bienes afectados, siempre que no hubieren sido
ejecutados con anterioridad, en los siguientes casos: 1) Cuando el imputado fuere puesto en prisión preventiva;
2) Cuando, por resolución firme, se absolviere al imputado, se sobreseyere la causa o se suspendiere
condicionalmente el procedimiento; y 3) Cuando se comenzare a ejecutar la pena privativa de libertad o se
resolviere que ella no debiere ejecutarse en forma efectiva, siempre que previamente se pagaren la multa y las
costas que impusiere la sentencia.

324
-o- Recursos relacionados con la medida de prisión preventiva:

Conforme al artículo 149 del Código Procesal Penal, la resolución que ordenare, mantuviere, negare lugar
o revocare la prisión preventiva será apelable cuando hubiere sido dictada en una audiencia. En los demás casos
no será susceptible de recurso alguno.
No obstará a la procedencia del recurso, la circunstancia de haberse decretado, a petición de cualquiera de
los intervinientes, alguna de las medidas cautelares personales del artículo 155 del Código Procesal Penal.

-o- Ejecución de la medida de prisión preventiva:

El tribunal que dictó la resolución será competente para supervisar la ejecución de la prisión preventiva
que ordenare en las causas de que conociere. A él corresponderá conocer de las solicitudes y presentaciones
realizadas con ocasión de la ejecución de la medida.
Esta medida se ejecutará en establecimientos especiales, diferentes de los que se utilizaren para los
condenados o, al menos, en lugares absolutamente separados de los destinados para estos últimos.
El imputado será tratado en todo momento como inocente. La prisión preventiva se cumplirá de manera
tal que no adquiera las características de una pena, ni provoque otras limitaciones que las necesarias para evitar
la fuga y para garantizar la seguridad de los demás internos y de las personas que cumplieren funciones o por
cualquier motivo se encontraren en el recinto.
El tribunal deberá adoptar y disponer las medidas necesarias para la protección de la integridad física del
imputado, en especial aquellas destinadas a la separación de los jóvenes y no reincidentes respecto de la población
penitenciaria de mayor peligrosidad.
Excepcionalmente, el tribunal podrá conceder al imputado permiso de salida durante el día, por un período
determinado o con carácter indefinido, siempre que se asegurare convenientemente que no se vulnerarán los
objetivos de la prisión preventiva.
Cualquier restricción que la autoridad penitenciaria impusiere al imputado deberá ser inmediatamente
comunicada al tribunal, con sus fundamentos. Éste podrá dejarla sin efecto si la considerare ilegal o abusiva,
convocando, si lo estimare necesario, a una audiencia para su examen.

-o- Límites temporales de la prisión preventiva:

De acuerdo al artículo 152 del Código Procesal Penal, el tribunal, de oficio o a petición de cualquiera de
los intervinientes, decretará la terminación de la prisión preventiva cuando no subsistieren los motivos que la
hubieren justificado. En todo caso, cuando la duración de la prisión preventiva hubiere alcanzado la mitad de la
pena privativa de libertad que se pudiere esperar en el evento de dictarse sentencia condenatoria, o de la que se
hubiere impuesto existiendo recursos pendientes, el tribunal citará de oficio a una audiencia, con el fin de
considerar su cesación o prolongación.

-o- Término de la prisión preventiva:

El tribunal deberá poner término a la prisión preventiva: 1) cuando dictare sentencia absolutoria y 2)
cuando decretare sobreseimiento definitivo o temporal; aunque dichas resoluciones no se encontraren
ejecutoriadas.
Sin perjuicio de la obligación antes citada, en los casos aludidos se podrá imponer alguna de las medidas
señaladas en el artículo 155 del Código Procesal Penal, cuando se consideren necesarias para asegurar la presencia
del imputado.

325
-o- Requisito común a la prisión preventiva y a la detención:

Este requisito dice relación con la orden judicial que deberá expedir el juez por escrito y que, según el
artículo 154 del Código Procesal Penal, deberá contener las siguientes menciones:

✓ El nombre y apellidos de la persona que debiere ser detenida o aprehendida o, en su defecto, las
circunstancias que la individualizaren o determinaren.
✓ El motivo de la prisión o detención.
✓ La indicación de ser conducido de inmediato ante el tribunal, al establecimiento penitenciario o lugar
público de prisión o detención que determinará, o de permanecer en su residencia, según correspondiere.

Lo señalado anteriormente se entenderá sin perjuicio de lo previsto en el artículo 9º del Código Procesal
Penal para los casos urgentes, no obstante de la constancia posterior en el registro correspondiente.

IV. OTRAS MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES:

El Código Procesal Penal, en su artículo 155, contiene algunas medidas cautelares personales distintas de
las analizadas hasta ahora, de menor intensidad que la detención y la prisión preventiva, y que tienen por objeto
garantizar el éxito de las diligencias de investigación o la seguridad de la sociedad, proteger al ofendido o asegurar
la comparecencia del imputado a las actuaciones del procedimiento o ejecución de la sentencia.
Estas medidas cautelares personales del artículo 155 del Código Procesal Penal señaladas anteriormente,
tienen una serie de características muy particulares:

o Su finalidad es garantizar el éxito de las diligencias de investigación o la seguridad de la sociedad, proteger


al ofendido o asegurar la comparecencia del imputado a las actuaciones del procedimiento o ejecución de
la sentencia.

o Proceden después de formalizada la investigación el tribunal.

o Deben ser decretadas en audiencia por el tribunal, a petición del fiscal, del querellante o de la víctima.

o No pueden aplicarse en aquellos casos en que sólo es procedente la citación.

o Son acumulables, ya que el juez puede aplicar una o más de dichas medidas, según resulte adecuado al
caso.

o La procedencia, duración, impugnación y ejecución de estas medidas cautelares se regirán por las
disposiciones aplicables a la prisión preventiva, en cuanto no se opusieren a lo previsto en los artículos
155 y 156 del Código Procesal Penal (artículo 155, inciso final, Código Procesal Penal).

o Pueden suspenderse a petición del afectado por ellas, oyendo al fiscal y previa citación de los demás
intervinientes que hubieren participado en la audiencia en que se decretaron, cuando estimare que ello no
pone en peligro los objetivos que se tuvieron en vista al imponerlas. Para estos efectos, el juez podrá
admitir las cauciones previstas en el artículo 146 del Código Procesal Penal (artículo 156, Código Procesal
Penal).

Estas otras medidas cautelares personales están enumeradas en el artículo 155 del Código Procesal Penal,
y son las siguientes:
326
1. La privación de libertad, total o parcial, en su casa o en la que el propio imputado señalare, si aquélla se
encontrare fuera de la ciudad asiento del tribunal.
2. La sujeción a la vigilancia de una persona o institución determinada, las que informarán periódicamente
al juez.
3. La obligación de presentarse periódicamente ante el juez o ante la autoridad que él designare.
4. La prohibición de salir del país, de la localidad en la cual residiere o del ámbito territorial que fijare el
tribunal.
5. La prohibición de asistir a determinadas reuniones, recintos o espectáculos públicos, o de visitar
determinados lugares.
6. La prohibición de comunicarse con personas determinadas, siempre que no se afectare el derecho a
defensa.
7. La prohibición de aproximarse al ofendido o su familia y, en su caso, la obligación de abandonar el hogar
que compartiere con aquél.

* Las medidas cautelares reales:

Estas medidas pueden solicitarse durante la etapa de investigación por el Ministerio Público o la víctima,
por escrito al juez de garantía, respecto de bienes del imputado.
Estas medidas consisten en las medidas precautorias autorizadas en el Título V del Libro Segundo del
Código de Procedimiento Civil (el secuestro de la cosa que es objeto de la demanda; el nombramiento de uno o
más interventores; la retención de bienes determinados; y la prohibición de celebrar actos o contratos sobre bienes
determinados).
Concedida la medida, el plazo para deducir demanda se extenderá hasta la oportunidad prevista en el
artículo 60 del Código Procesal Penal (hasta quince días antes de la fecha fijada para la realización de la audiencia
de preparación del juicio oral). Del mismo modo, al deducir la demanda civil, la víctima podrá solicitar que se
decrete una o más de dichas medidas.
Las resoluciones que niegan o dan lugar a estas medidas son apelables (artículo 158, Código Procesal
Penal).

6.- Las nulidades procesales:

Esta materia se encuentra regulada en los artículos 159 a 165 del Código Procesal Penal. Supletoriamente
se aplica el Código de Procedimiento Civil en cuanto no se opusieren a lo estatuido en el Código Procesal Penal
o en leyes especiales.

* Concepto y fundamento de la nulidad procesal:

La nulidad procesal se puede definir como “la sanción mediante la cual se priva a un acto, o actuación del
proceso, todos o alguno de sus efectos normales previstos por la ley, cuando en su ejecución no se han guardado
las formas prescritas por ella”.
Fuera de la definición señalada anteriormente podemos señalar la elaborada por el profesor Raúl Tavolari,
para quien la nulidad procesal es “la sanción de último grado que se aplica cuando efectivamente ha ocurrido un
vicio en el procedimiento y como consecuencia de ello una persona ha resultado perjudicada”.
El fundamento “sine qua non” de la nulidad procesal es que en todas las actuaciones judiciales y procesales
se observan los principios constitucionales del debido proceso o derecho a un juicio justo y la legalidad de los
actos procesales para que surtan sus efectos jurídicos y válidos.

327
* Procedencia de las nulidades procesales:

Según el artículo 159 del Código Procesal Penal, sólo podrán anularse las actuaciones o diligencias
judiciales defectuosas del procedimiento que ocasionaren a los intervinientes un perjuicio reparable únicamente
con la declaración de nulidad.
En esta materia se consagra el denominado “principio de la trascendencia”, es decir, no hay nulidad si la
desviación no tiene trascendencia sobre las garantías esenciales de actuación en el procedimiento. No hay nulidad
sin perjuicio, y el legislador señala que “existe perjuicio cuando la inobservancia de las formas procesales atenta
contra las posibilidades de actuación de cualquiera de los intervinientes en el procedimiento”.
En esta misma materia, la ley establece una presunción de derecho del perjuicio, en el artículo 160 del
Código Civil, conforme al cual “se presumirá de derecho la existencia del perjuicio si la infracción hubiere
impedido el pleno ejercicio de las garantías y de los derechos reconocidos en la Constitución, o en las demás leyes
de la República”.

* Naturaleza de la resolución que declara la nulidad procesal:

La resolución judicial respectiva, ya sea que emane del juez de garantía o del tribunal oral en lo penal, sea
que dé lugar o que rechace la incidencia de nulidad, es una sentencia interlocutoria, toda vez que establece
derechos permanentes en favor de las partes, en conformidad al articulo 158 del Código de Procedimiento Civil,
precepto aplicable a esta materia por mandato expreso del articulo 52 del Código Procesal Penal.
La sentencia judicial debe ser fundada, expresándose en forma sucinta pero con precisión, los motivos de
hecho y de derecho en que se basa la respectiva decisión.

* Características de la nulidad procesal:

Las principales características de la nulidad procesal son las siguientes:

a) Debe ser declarada por resolución judicial: Debe ser declarada por el juez, de manera que mientras ello no
ocurra al acto irregularmente ejecutado se le atribuirán todos los efectos señalados por la ley y quedará
saneado definitivamente una vez que haya terminado el juicio.

b) Debe provenir de alguna de las fuentes señaladas en la ley: La nulidad debe provenir de la alegación de los
intervinientes o de la actividad oficiosa del tribunal.

c) Tiene un efecto extensivo: La declaración de nulidad de un acto conlleva la de los actos consecutivos que de
él emanan o dependieren; en consecuencia, dispuesta por resolución ejecutoriada la nulidad de un acto
defectuoso, se prescindirá de él en forma absoluta si es insanablemente ineficaz o se procederá, según el caso
y siempre que sea posible, a su renovación total, su rectificación o a su mera ratificación, adquiriendo así
nuevamente validez.

d) Opera el principio de la trascendencia: El principio de la trascendencia significa que no hay nulidad si la


desviación no tiene trascendencia sobre las garantías esenciales de actuación en el procedimiento (no hay
nulidad sin perjuicio).

* Oportunidad para solicitar la nulidad:

De acuerdo a la ley, existen dos oportunidades para solicitar la declaración de nulidad (artículo 161,
Código Procesal Penal). A saber: 1) Se deberá impetrar en forma fundada y por escrito, incidentalmente, dentro
328
de los cinco días siguientes a aquél en que el perjudicado hubiere tomado conocimiento fehaciente del acto cuya
invalidación persiguiere; y 2) Si el vicio se hubiere producido en una actuación verificada en una audiencia, en
tal caso deberá impetrarse verbalmente antes del término de dicha audiencia.
No obstante lo señalado anteriormente, no podrá reclamarse la nulidad de actuaciones verificadas durante
la etapa de investigación después de la audiencia de preparación del juicio oral.
Por otro lado, la solicitud de nulidad presentada extemporáneamente será declarada inadmisible.

* Titulares de la solicitud de declaración de nulidad:

El artículo 162 del Código Procesal Penal señala que la declaración de nulidad sólo podrá solicitarla el
interviniente en el procedimiento perjudicado por el vicio y que no hubiere concurrido a causarlo.
En consecuencia, el sujeto activo de la solicitud de nulidad debe reunir tres requisitos: a) debe ser
interviniente en el respectivo proceso; b) debe ser agraviado con la irregularidad del acto; y c) no debe ser causante
de ella.

* Nulidad de oficio:

Si el tribunal estimare haberse producido un acto viciado y la nulidad no se hubiere saneado aún, lo pondrá
en conocimiento del interviniente en el procedimiento a quien estimare que la nulidad le ocasiona un perjuicio, a
fin de que proceda como creyere conveniente a sus derechos, a menos de que se tratare de una nulidad de las
previstas en el artículo 160 del Código Procesal Penal (presunción de derecho del perjuicio), caso en el cual podrá
declararla de oficio (artículo 163, Código Procesal Penal).

* Medios destinados a alegar y declarar la nulidad procesal:

En esta materia, estos medios pueden clasificarse en dos grandes grupos: 1) medios directos y 2) medios
indirectos.

1) MEDIOS DIRECTOS: Son aquellos cuya finalidad precisa es lograr una declaración judicial de ineficacia
de los actos procesales. Estos medios están establecidos con esa única finalidad y pertenecen a esta categoría
las que a continuación se enumeran:

- El incidente de nulidad procesal: Tiene lugar o se hace valer durante la tramitación del proceso. La regla
general es que esta alegación constituye una cuestión accesoria al juicio que requiere un pronunciamiento
especial por parte del tribunal.

- Las excepciones de previo y especial pronunciamiento: Son verdaderos incidentes, pero que, no obstante,
el Código Procesal Penal les da fisonomía propia en diversos preceptos (artículos 62, 263 letra b), 264 y
265, Código Procesal Penal). Estas excepciones deberán deducirse hasta la víspera del inicio de la
audiencia de preparación del juicio oral, por escrito, o al inicio de dicha audiencia, en forma verbal. En
estas oportunidades la ley permite al acusado cuestionar la competencia del juez de garantía, alegar litis
pendencia, cosa juzgada, la falta de autorización para proceder criminalmente, cuando la Constitución o
la ley lo exigieren, y la extinción de la responsabilidad penal.

- El recurso de nulidad: Este recurso es un medio de impugnación extraordinario que la ley concede a los
intervinentes agraviados con la sentencia definitiva, para obtener la invalidación de ella o del juicio oral
por las causales expresamente señaladas por la ley.

329
2) MEDIOS INDIRECTOS: Son aquellos que no se persigue obtener la nulidad, pero que a través de ellos puede
obtenerse. En esta categoría se incluyen, en general, todos los recursos procesales (recursos de reposición y
de apelación).

* Saneamiento de la nulidad:

Las nulidades quedarán subsanadas si el interviniente en el procedimiento perjudicado no impetrare su


declaración oportunamente, si aceptare expresa o tácitamente los efectos del acto y cuando, a pesar del vicio, el
acto cumpliere su finalidad respecto de todos los interesados, salvo en los casos previstos en el artículo 160 del
Código Procesal Penal (artículo 164, Código Procesal Penal).
En consecuencia, de acuerdo a esta norma, las nulidades quedan subsanadas de acuerdo a tres hipótesis:

✓ Cuando el interviniente en el procedimiento perjudicado no solicita su declaración oportunamente.


✓ Cuando el interviniente acepta expresa o tácitamente los efectos del acto.
✓ Cuando, a pesar del vicio, el acto cumple su finalidad respecto de todos los interesados, salvo los casos
previstos en el artículo 160 del Código Procesal Penal (en este caso se reconoce el carácter teleologico de
los actos procesales).

* Efecto de la declaración de nulidad:

La declaración de nulidad del acto conlleva la de los actos consecutivos que de él emanaren o dependieren.
El tribunal, al declarar la nulidad, determinará concretamente cuáles son los actos a los que ella se
extendiere y, siendo posible, ordenará que se renueven, rectifiquen o ratifiquen. Con todo, la declaración de
nulidad no podrá retrotraer el procedimiento a etapas anteriores, a pretexto de repetición del acto, rectificación
del error o cumplimiento del acto omitido, salvo en los casos en que ello correspondiere de acuerdo con las normas
del recurso de nulidad.
De este modo, si durante la audiencia de preparación del juicio oral se declarare la nulidad de actuaciones
judiciales realizadas durante la etapa de investigación, el tribunal no podrá ordenar la reapertura de ésta.
Asimismo, las nulidades declaradas durante el desarrollo de la audiencia del juicio oral no retrotraerán el
procedimiento a la etapa de investigación o a la audiencia de preparación del juicio oral.
La solicitud de nulidad constituirá preparación suficiente del recurso de nulidad para el caso que el tribunal
no resolviere la cuestión de conformidad a lo solicitado.

7.- Las salidas alternativas:

Son mecanismos procesales, creados por el Código Procesal Penal, que tienen por objeto la solución del
conflicto penal o judicial. En un sentido amplio se trata de instituciones del nuevo procedimiento penal ordinario
que constituyen modalidades alternativas al juicio oral. Operan solamente en los casos indicados taxativamente
en la ley, debiendo cumplirse con todos y cada uno de los requisitos allí indicados. Estas salidas se interpretan en
forma restrictiva, algunas de estas medidas favorecen o benefician a la víctima y otras al imputado.
Las salidas alternativas que contempla la ley son las siguientes:

➢ La suspensión condicional del procedimiento.


➢ Los acuerdos reparatorios.
➢ El procedimiento abreviado.
➢ El juicio inmediato.

330
A los casos señalados anteriormente se pueden agregar: a) el archivo provisional, b) el principio de la
oportunidad, y c) la facultad de no iniciar la investigación. Sin embargo, respecto de ellos, se discute.
En esta parte de la materia nos referiremos a la suspensión condicional del procedimiento y a los acuerdos
reparatorios, ambos regulados en el párrafo 6º del Título I del Libro II del Código Procesal Penal.

1) SUSPENSION CONDICIONAL DEL PROCEDIMIENTO:

La suspensión condicional del procedimiento se encuentra contemplada en los artículos 237 y siguientes
del Código Procesal Penal.
La suspensión condicional del procedimiento es, en términos muy generales, “una salida alternativa al
proceso penal mediante la cual el imputado y el fiscal acuerdan, si se cumplen ciertos requisitos, suspender la
persecución penal bajo la condición de que el imputado acceda a someterse a un régimen de condiciones por un
tiempo determinado que, si las cumple satisfactoriamente, extinguen la acción penal y la responsabilidad penal
del imputado”.

-o- Requisitos para que opere la suspensión condicional del procedimiento:

Para que se cumpla la suspensión condicional del procedimiento, según el artículo 237, inciso 2º, del
Código Procesal Penal, es necesaria la concurrencia de los siguientes requisitos:

a) Que la pena que pudiere imponerse al imputado, en el evento de dictarse sentencia condenatoria, no
excediere de tres años de privación de libertad.

b) Que el imputado no hubiere sido condenado anteriormente por crimen o simple delito.

La presencia del defensor del imputado en la audiencia en que se ventilare la solicitud de suspensión
condicional del procedimiento constituirá un requisito de validez de la misma. Además, si el querellante o la
víctima asistieren a la audiencia en que se ventile la solicitud de suspensión condicional del procedimiento,
deberán ser oídos por el tribunal (artículo 237, incisos 3° y 4º, Código Procesal Penal).

-o- Condiciones que deberá someterse el imputado y período de la suspensión:

Conforme al inciso 5º del artículo 237 del Código Procesal Penal, al decretar la suspensión condicional
del procedimiento, el juez de garantía establecerá “las condiciones a las que deberá someterse el imputado”. Estas
condiciones están establecidas en el artículo 238 del Código Procesal Penal, y son las siguientes:

a. Residir o no residir en un lugar determinado.


b. Abstenerse de frecuentar determinados lugares o personas.
c. Someterse a un tratamiento médico, psicológico o de otra naturaleza.
d. Tener o ejercer un trabajo, oficio, profesión o empleo, o asistir a algún programa educacional o de
capacitación.
e. Pagar una determinada suma, a título de indemnización de perjuicios, a favor de la víctima o garantizar
debidamente su pago. En este caso, se podrá autorizar el pago en cuotas o dentro de un determinado plazo,
el que en ningún caso podrá exceder el período de suspensión del procedimiento.
f. Acudir periódicamente ante el Ministerio Público y, en su caso, acreditar el cumplimiento de las demás
condiciones impuestas.
g. Fijar domicilio e informar al Ministerio Público de cualquier cambio del mismo.

331
h. Otra condición que resulte adecuada en consideración con las circunstancias del caso concreto de que se
tratare y fuere propuesta, fundadamente, por el Ministerio Público.

Estas condiciones serán fijadas por el juez de garantía por el plazo que éste determine, el que no podrá ser
inferior a uno ni superior a tres años. Durante este período, y oyendo en una audiencia a todos los intervinientes
que concurrieren a ella, el juez podrá modificar una o más de las condiciones impuestas.

-o- Revocación de la suspensión condicional:

El Código Procesal Penal dice, en su artículo 239, que el juez, a petición del fiscal o la víctima, revocará
la suspensión condicional del procedimiento, y éste continuará de acuerdo a las reglas generales, en los siguientes
casos:

o Cuando el imputado incumpliere, sin justificación, grave o reiteradamente las condiciones impuestas.

o Cuando el imputado fuere objeto de una nueva formalización de la investigación por hechos distintos.

-o- Efectos de la suspensión condicional del procedimiento:

En esta materia, podemos señalar que los efectos de la suspensión condicional del procedimiento son los
siguientes:
1) Durante el período que haya fijado el juez no se reanudará el curso de la prescripción de la acción penal.

2) Durante el término por el que se prolongare la suspensión condicional del procedimiento se suspenderá el
plazo previsto en el artículo 247 del Código Procesal Penal, esto es, el plazo de dos años para cerrar la
investigación.

3) La suspensión condicional del procedimiento no extingue las acciones civiles de la víctima o de terceros; sin
embargo, si la víctima recibiere pagos en virtud de lo previsto en el artículo 238, letra e), del Código Procesal
Penal, ellos se imputarán a la indemnización de perjuicios que le pudiere corresponder. De igual modo, la
suspensión condicional del procedimiento no impedirá de modo alguno el derecho a perseguir por la vía civil
las responsabilidades pecuniarias derivadas del mismo hecho.

4) Transcurrido el plazo fijado por el juez sin que la suspensión fuere revocada, se extinguirá la acción penal,
debiendo el tribunal dictar de oficio o a petición de parte el sobreseimiento definitivo.

-o- Recursos que proceden:

La resolución que se pronunciare acerca de la suspensión condicional del procedimiento será apelable por
el imputado, por la víctima, por el ministerio público y por el querellante. De igual manera, será apelable la
resolución que se dicte en relación a la revocación de la suspensión condicional del procedimiento, de acuerdo al
inciso 2º del artículo 239 del Código Procesal Penal.

2) LOS ACUERDOS REPARATORIOS:

Estos acuerdos se encuentran reglamentados en los artículos 241 y siguientes del Código Procesal Penal.
332
Los acuerdos reparatorios “son convenios que se celebran entre el imputado y la víctima, que requieren la
aprobación del juez de garantía, y que persiguen una reparación de naturaleza pecuniaria”.
El artículo 241, inciso 1º, del Código Procesal Penal señala que “el imputado y la víctima podrán convenir
acuerdos reparatorios, los que el juez de garantía aprobará, en audiencia a la que citará a los intervinientes para
escuchar sus planteamientos, si verificare que los concurrentes al acuerdo hubieren prestado su consentimiento
en forma libre y con pleno conocimiento de sus derechos”.

-o- Procedencia de los acuerdos reparatorios:

De acuerdo al inciso 2º del artículo 241 del Código Procesal Penal, los acuerdos reparatorios sólo podrán
referirse:

1. A hechos investigados que afectaren bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial. Ejemplo: giro
doloso de cheques, estafas, robo, hurto, etc.

2. A hechos que consistieren en lesiones menos graves, esto es, aquellas que demoran en sanar en menos de
treinta días.

3. A hechos que constituyeren delitos culposos. Ejemplo: cuasidelito de lesiones o de homicidio, negligencia
médica.

El juez de garantía, de oficio o a petición del ministerio público, negará aprobación a los acuerdos
reparatorios convenidos en los siguientes casos:

▪ En procedimientos que versaren sobre hechos diversos de los señalados anteriormente.

▪ Si el consentimiento de los que lo hubieren celebrado no apareciere libremente prestado.

▪ Si existiere un interés público prevalente en la continuación de la persecución penal. Se entenderá


especialmente que concurre este interés si el imputado hubiere incurrido reiteradamente en hechos como
los que se investigaren en el caso particular.

-o- Efectos de los acuerdos reparatorios:

El Código Procesal Penal, en los artículos 242, 243 y 244, señala tres efectos de los acuerdos reparatorios.
A saber:

a) Efectos penales: Una vez cumplidas las obligaciones contraídas por el imputado en el acuerdo reparatorio o
garantizadas debidamente a satisfacción de la víctima, el tribunal dictará sobreseimiento definitivo, total o
parcial, en la causa, con lo que se extinguirá, total o parcialmente, la responsabilidad penal del imputado que
lo hubiere celebrado.

b) Efectos civiles: Ejecutoriada la resolución judicial que aprobare el acuerdo reparatorio, podrá solicitarse su
cumplimiento ante el juez de garantía a través del procedimiento establecido en los artículos 233 y siguientes
del Código de Procedimiento Civil. Además, el acuerdo reparatorio no podrá ser dejado sin efecto por
ninguna acción civil.

c) Efectos subjetivos o parciales: Si en la causa existiere pluralidad de imputados o víctimas, el procedimiento


continuará respecto de quienes no hubieren concurrido al acuerdo. Este efecto significa que solamente
333
favorece este beneficio al imputado que hubiere celebrado el avenimiento y si hay otros imputados este
acuerdo reparatorio no se benefician de él y se continúa con el proceso o investigación en contra de ellos.

* Reglas comunes para la suspensión condicional del procedimiento y los acuerdos reparatorios:

Estas reglas comunes están contenidas en los artículos 245 y 246 del Código Procesal Penal, normas que
se refieren a las siguientes materias:

➢ Oportunidad para pedir y decretar la suspensión condicional del procedimiento o los acuerdos
reparatorios: Podrán solicitarse y decretarse en cualquier momento posterior a la formalización de la
investigación. Si no se planteare en esa misma audiencia la solicitud respectiva, el juez citará a una
audiencia, a la que podrán comparecer todos los intervinientes en el procedimiento.
Una vez declarado el cierre de la investigación, la suspensión condicional del procedimiento y el
acuerdo reparatorio sólo podrán ser decretados durante la audiencia de preparación del juicio oral.

➢ Registro de la suspensión condicional del procedimiento y los acuerdos reparatorios: El ministerio


público llevará un registro en el cual dejará constancia de los casos en que se decretare la suspensión
condicional del procedimiento o se aprobare un acuerdo reparatorio. Este registro tendrá por objeto
verificar que el imputado cumpla las condiciones que el juez impusiere al disponer la suspensión
condicional del procedimiento, o reúna los requisitos necesarios para acogerse, en su caso, a una nueva
suspensión condicional o acuerdo reparatorio.
El registro será reservado, sin perjuicio del derecho de la víctima de conocer la información relativa
al imputado.

8.- Conclusión o cierre de la investigación:

Esta materia se encuentra reglamentada en el párrafo 7º del Título I del Libro II del Código Procesal Penal,
en los artículos 247 y siguientes.
La posibilidad de cerrar la investigación es una atribución del fiscal a cargo del caso. En general, el fiscal
cierra la investigación cuando transcurre el plazo de dos años que le ha fijado el juez de garantía, o cuando esté
agotada la investigación, o cuando no haya más diligencias que realizar.
Conforme al artículo 247 del Código Procesal Penal, se declarará el cierre de la investigación cuando se
hayan practicado las diligencias necesarias para la averiguación del hecho punible y sus autores, cómplices o
encubridores. En este evento, el fiscal, dentro de los diez días siguientes, puede adoptar cualquiera de las
siguientes actitudes:

1) Solicitar el sobreseimiento definitivo o temporal de la causa. En este evento, cuando el fiscal decida solicitar
el sobreseimiento definitivo o temporal de la causa, o comunicar la decisión de no perseverar en el
procedimiento, debe formular su requerimiento al juez de garantía, quien citará a todos los intervinientes a
una audiencia.

2) Formular acusación, cuando estime que la investigación proporciona fundamento serio para el
enjuiciamiento del imputado contra quien se haya formalizado la misma.

3) Comunicar la decisión del ministerio público de no perseverar en el procedimiento, por no haberse reunido
durante la investigación los antecedentes suficientes para fundar una acusación.

Si el fiscal no declara cerrada la investigación en tal plazo, el imputado o el querellante pueden solicitar
al juez de garantía que aperciba al fiscal para que proceda a tal cierre. Para esos efectos, el juez de garantía citará
334
a los intervinientes a una audiencia y, si el fiscal no comparece o si, compareciendo, se niega a declarar cerrada
la investigación, el juez decreta el sobreseimiento definitivo de la causa. La última de las resoluciones es apelable.
El plazo de dos años a que hacemos mención se suspenderá en los casos siguientes: a) cuando se dispusiere
la suspensión condicional del procedimiento; b) cuando se decretare sobreseimiento temporal de conformidad a
lo previsto en el artículo 252 del Código Procesal Penal; y c) desde que se alcanzare un acuerdo reparatorio hasta
el cumplimiento de las obligaciones contraídas por el imputado a favor de la víctima o hasta que hubiere
debidamente garantizado su cumplimiento a satisfacción de esta última.

* Sobreseimiento:

De la misma manera que en el antiguo Código de Procedimiento Penal, existe la figura del
“sobreseimiento”, el cual también se clasifica, atendiendo a sus efectos, en definitivo o temporal. Asimismo,
según su extensión, distinguiremos sobreseimiento total y parcial.
El sobreseimiento se define como “aquella resolución, que pone término al juicio o que suspende la
tramitación del procedimiento”.

-o- Sobreseimiento temporal:

El sobreseimiento temporal suele definirse como aquel que sólo suspende o paraliza el proceso penal,
hasta que se presenten mejores datos de investigación o cese el inconveniente legal que haya detenido la
prosecución del juicio.
Conforme al artículo 252 del Código Procesal Penal, el juez de garantía decretará el sobreseimiento
temporal en los siguientes casos:

a) Cuando para el juzgamiento criminal se requiriere la resolución previa de una cuestión civil, de acuerdo con
lo dispuesto en el artículo 171 del Código Procesal Penal.

b) Cuando el imputado no compareciere al procedimiento y fuere declarado rebelde, de acuerdo con lo


dispuesto en los artículos 99 y siguientes del Código Procesal Penal.

c) Cuando, después de cometido el delito, el imputado cayere en enajenación mental, de acuerdo con lo
dispuesto en el Título VII del Libro Cuarto del Código Procesal Penal.

Por otra parte, el tribunal de juicio oral en lo penal dictará sobreseimiento temporal cuando el acusado no
hubiere comparecido a la audiencia del juicio oral y hubiere sido declarado rebelde de conformidad a lo dispuesto
en los artículos 100 y 101 del Código Procesal Penal (artículo 252, inciso final, Código Procesal Penal).
A solicitud del fiscal o de cualquiera de los otros intervinientes, el juez de garantía puede decretar la
reapertura del procedimiento cuando cese la causa que haya motivado el sobreseimiento temporal (artículo 254,
Código Procesal Penal).

-o- Sobreseimiento definitivo:

El sobreseimiento definitivo se define como aquel que pone término al procedimiento penal y que, firme
o ejecutoriado, tiene la autoridad de cosa juzgada
El juez, de acuerdo al artículo 250 del Código Procesal Penal, decretará el sobreseimiento definitivo en
los siguientes casos:

a. Cuando el hecho investigado no fuere constitutivo de delito.


335
b. Cuando apareciere claramente establecida la inocencia del imputado.

c. Cuando el imputado estuviere exento de responsabilidad criminal en conformidad al artículo 10 del


Código Penal o en virtud de otra disposición legal.

d. Cuando se hubiere extinguido la responsabilidad penal del imputado por algunos de los motivos
establecidos en la ley.

e. Cuando sobreviniere un hecho que, con arreglo a la ley, pusiere fin a dicha responsabilidad.

f. Cuando el hecho de que se tratare hubiere sido materia de un procedimiento penal en el que hubiere recaído
sentencia firme respecto del imputado.

g. Cuando el juez de garantía, en el auto de apertura del juicio oral, excluya, por resolución firme, pruebas
de cargo que el Ministerio Público considere esenciales para sustentar su acusación en el juicio oral. En
este caso, el fiscal podrá solicitar el sobreseimiento definitivo de la causa ante el juez competente, el que
la decretará en audiencia convocada al efecto.

El juez, en todo caso, no podrá dictar sobreseimiento definitivo respecto de los delitos que, conforme a los
tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, sean imprescriptibles o no puedan ser
amnistiados, salvo en los casos de muerte del imputado o cumplimiento de la condena.
Los efectos del sobreseimiento definitivo están señalados en el artículo 251 del Código Procesal Penal, y
son los siguientes: 1) pone término al procedimiento, y 2) tiene la autoridad de cosa juzgada.

-o- Recursos que proceden contra el sobreseimiento:

El sobreseimiento sólo será impugnable por la vía del recurso de apelación ante la Corte de Apelaciones
respectiva. En consecuencia, el único modo de impugnar una resolución referida al sobreseimiento es a través de
la apelación.

-o- Sobreseimiento total y parcial:

De acuerdo al artículo 255 del Código de Procedimiento Civil, atendiendo a su extensión, el


sobreseimiento puede ser de dos clases: total o parcial.

❑ Sobreseimiento total: El sobreseimiento será total cuando se refiriere a todos los delitos y a todos los
imputados.

❑ Sobreseimiento parcial: El sobreseimiento será parcial cuando se refiriere a algún delito o a algún
imputado, de los varios a que se hubiere extendido la investigación y que hubieren sido objeto de
formalización de acuerdo al artículo 229 del Código Procesal Penal.

En el caso que el sobreseimiento sea parcial, se continuará el procedimiento respecto de aquellos delitos
o de aquellos imputados a que no se extendiere aquél.

-o- Facultades del juez respecto del sobreseimiento:

336
De acuerdo al artículo 256 del Código Procesal Penal, el juez de garantía, al término de la audiencia a que
se refiere el artículo 249 del mismo cuerpo legal -la que se ha citado para debatir sobre el requerimiento de
sobreseimiento del fiscal-, se pronunciará sobre la solicitud de sobreseimiento planteada por el fiscal.
En este caso, el juez podrá acogerla, sustituirla, decretar un sobreseimiento distinto del requerido o
rechazarla, si no la considerare procedente. En este último caso, dejará a salvo las atribuciones del ministerio
público contempladas en las letras b) y c) del artículo 248 del Código Procesal Penal, es decir, el fiscal podrá
formular acusación o comunicar la decisión de no perseverar en el procedimiento.

* Reapertura de la investigación:

El artículo 257 del Código Procesal Penal permite que los intervinientes puedan reiterar la solicitud de
diligencias precisas de investigación que oportunamente hayan formulado durante la investigación y que el
ministerio público rechazó. En efecto, según el inciso 1º de este precepto, “dentro de los diez días siguientes al
cierre de la investigación, los intervinientes podrán reiterar la solicitud de diligencias precisas de investigación
que oportunamente hubieren formulado durante la investigación y que el Ministerio Público hubiere rechazado o
respecto de las cuales no se hubiere pronunciado”.
Respecto a esta solicitud, el juez de garantía puede acogerla o rechazarla. Si la acoge, ordenará al fiscal
reabrir la investigación y proceder al cumplimiento de las diligencias solicitadas, en el plazo que le fijará. Podrá
el fiscal, en dicho evento y por una sola vez, solicitar ampliación del mismo plazo.
El juez no decretará ni renovará aquellas diligencias que en su oportunidad se hubieren ordenado a petición
de los intervinientes y no se hubieren cumplido por negligencia o hecho imputable a los mismos, ni tampoco las
que fueren manifiestamente impertinentes, las que tuvieren por objeto acreditar hechos públicos y notorios ni, en
general, todas aquellas que hubieren sido solicitadas con fines puramente dilatorios.
Finalmente, el legislador establece categóricamente que vencido el plazo o su ampliación, o aun antes de
ello si se hubieren cumplido las diligencias, el fiscal cerrará nuevamente la investigación y procederá en la forma
señalada en el artículo 248 del Código Procesal Penal. En consecuencia, el fiscal podrá acusar, solicitar
sobreseimiento o comunicar su decisión de no perseverar en el procedimiento.

* Forzamiento de la acusación:

En caso que hubiera querellante particular y éste se opusiere a la solicitud de sobreseimiento formulada
por el fiscal, el juez dispondrá que los antecedentes sean remitidos al fiscal regional, a objeto que éste revise la
decisión del fiscal a cargo de la causa.
Si el fiscal regional, dentro de los tres días siguientes, decidiere que el ministerio público formulará
acusación, dispondrá simultáneamente si el caso habrá de continuar a cargo del fiscal que hasta el momento lo
hubiere conducido, o si designará uno distinto. En dicho evento, la acusación del ministerio público deberá ser
formulada dentro de los diez días siguientes, de conformidad a las reglas generales.
Por el contrario, si el fiscal regional, dentro del plazo de tres días de recibidos los antecedentes, ratificare
la decisión del fiscal a cargo del caso, el juez podrá ejercer cualquiera de las siguientes actuaciones:

1. Disponer que la acusación correspondiente sea formulada por el querellante, quien la habrá de sostener en
lo sucesivo en los mismos términos que el Código Procesal Penal lo establece para el ministerio público.

2. Decretar el sobreseimiento correspondiente, es decir, puede decretar el sobreseimiento definitivo o


temporal, según sea el caso.

Si el fiscal ha comunicado la decisión de no perseverar en el procedimiento, el querellante puede solicitar


al juez que lo faculte para ejercer los derechos recién citados en el número 1 anterior.

337
Por último, según el inciso final de la norma en estudio, la resolución que negare lugar a una de las
solicitudes que el querellante formulare será inapelable, sin perjuicio de los recursos que procedieren en contra
de aquella que pusiere término al procedimiento, como ocurre, por ejemplo, con la resolución que decreta el
sobreseimiento.

II) ETAPA INTERMEDIA O DE PREPARACIÓN DEL JUICIO ORAL:

Esta etapa está reglamentada en el Título II del Libro Segundo del Código Procesal Penal, que abarca los
artículos 259 y siguientes de este cuerpo legal.

1.- Generalidades sobre esta etapa intermedia:

Esta etapa consiste en la realización de todos los trámites que se seguirán a la presentación de la acusación,
normalmente por el ministerio público o, excepcionalmente, por el querellante particular.
Es una etapa intermedia porque precede a la investigación y antecede al juicio oral (constituye una “etapa
de transición” entre la instrucción y el juicio), a cargo del juez de garantía. Por ello, son presupuestos necesarios
de esta etapa, la formalización de la investigación, el cierre de ésta y la acusación.
La etapa intermedia del procedimiento consta de dos fases: 1) Una fase escrita, que consiste en la
formulación de la acusación, la providencia dictada por el juez de garantía y su notificación y las actuaciones del
querellante y del acusado; y 2) Una fase oral, que consiste en la celebración de la audiencia de preparación al
juicio oral, ante el juez de garantía.

2.- La acusación oficial:

La ley no dice qué debemos entender por la acusación. Nosotros diremos que la acusación oficial “es el
escrito mediante el cual el persecutor penal manifiesta expresamente su decisión de perseguir la responsabilidad
criminal del acusado, cuando estima que existe fundamento serio para ello”.
Para que pueda operar la acusación, es necesario que no existan diligencias de investigación pendientes.
Una vez decretado el término de la investigación, en el plazo de diez días el fiscal se encuentra obligado por ley
a formular la acusación.

* Contenido de la acusación oficial:

En conformidad al artículo 259 del Código Procesal Penal, la acusación deberá contener en forma clara y
precisa las siguientes menciones:

a) La individualización de él o los acusados y de su defensor.


b) La relación circunstanciada de él o los hechos atribuidos y de su calificación jurídica.
c) La relación de las circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal que concurrieren, aun
subsidiariamente de la petición principal.
d) La participación que se atribuyere al acusado.
e) La expresión de los preceptos legales aplicables.
f) El señalamiento de los medios de prueba de que el ministerio público pensare valerse en el juicio.
g) La pena cuya aplicación se solicitare.
h) En su caso, la solicitud de que se proceda de acuerdo al procedimiento abreviado.
338
Si el fiscal ofrece rendir prueba de testigos, debe presentar una lista, individualizándolos con nombre,
apellidos, profesión y domicilio o residencia, salvo en el caso previsto en el inciso segundo del artículo 307 del
Código Procesal Penal, es decir, cuando existe motivo para temer que la indicación pública de su domicilio puede
implicar peligro para el testigo u otra persona.
En la acusación, además, deberá señalar los puntos sobre los que habrán de recaer sus declaraciones.
En el mismo escrito deberá individualizar, de igual modo, al perito o los peritos cuya comparecencia
solicitare, indicando sus títulos o calidades.
Por último, debe tenerse presente que la acusación sólo podrá referirse a hechos y personas incluidos en
la formalización de la investigación, aunque se efectuare una distinta calificación jurídica.

* Aplicación del principio de congruencia:

Debe tenerse presente que la acusación sólo podrá referirse a hechos y personas incluidos en la
formalización de la investigación, aunque se efectuare una distinta calificación jurídica. Lo anterior se refiere al
principio de congruencia. Esta norma prevista en el inciso final del artículo 259 del Código Procesal Penal debe
relacionarse con la del inciso 1º del artículo 341 del mismo cuerpo legal.
En otros términos, la acusación, debe referirse a los hechos y personas que se encuentren incluidos en la
formalización de la investigación, aunque se efectuare una calificación jurídica distinta.

3.- La audiencia de preparación del juicio oral:

Esta materia está prevista y reglamentada en el párrafo 2º del Título II del Libro II del Código Procesal
Penal, en los artículos 260 y siguientes.

* Tramites previos a la audiencia de preparación del juicio oral:

Una vez presentada la acusación, el juez de garantía ordenará su notificación a todos los intervinientes y
citará, dentro de las veinticuatro horas siguientes, a la audiencia de preparación del juicio oral, la que deberá tener
lugar en un plazo no inferior a veinticinco ni superior a treinta y cinco días.
Para estos efectos, al acusado se le entregará la copia de la acusación, en la que se dejará constancia,
además, del hecho de encontrarse a su disposición, en el tribunal, los antecedentes acumulados durante la
investigación.

-o- Actuación del querellante:

El artículo 261 del Código Procesal Penal señala que hasta quince días antes de la fecha fijada para la
realización de la audiencia de preparación del juicio oral, el querellante, por escrito, podrá realizar las siguientes
actuaciones:

a. Adherir a la acusación del ministerio público o acusar particularmente. En este último caso, podrá plantear
una distinta calificación de los hechos, otras formas de participación del acusado, solicitar otra pena o
ampliar la acusación del fiscal, extendiéndola a hechos o a imputados distintos, siempre que hubieren sido
objeto de la formalización de la investigación.

b. Señalar los vicios formales de que adoleciere el escrito de acusación, requiriendo su corrección.
339
c. Ofrecer la prueba que estimare necesaria para sustentar su acusación, lo que deberá hacerse en los mismos
términos previstos en el artículo 259 del Código Procesal Penal, respecto de la prueba ofrecida por el
ministerio público.

d. Deducir demanda civil, cuando procediere.

-o- Plazo de notificación al acusado:

En esta materia, la ley es tajante en señalar que las actuaciones del querellante, las acusaciones
particulares, adhesiones y la demanda civil deberán ser notificadas al acusado, a más tardar, diez días antes de la
realización de la audiencia de preparación del juicio oral.

-o- Facultades del acusado:

De acuerdo al artículo 263 del Código Procesal Penal, hasta la víspera del inicio de la audiencia de
preparación del juicio oral, por escrito, o al inicio de dicha audiencia, en forma verbal, el acusado podrá:

a) Señalar los vicios formales de que adoleciere el escrito de acusación, requiriendo su corrección.

b) Deducir excepciones de previo y especial pronunciamiento.

c) Exponer los argumentos de defensa que considere necesarios y señalar los medios de prueba cuyo examen
en el juicio oral solicitare, en los mismos términos previstos en el artículo 259 del Código Procesal Penal.

En cuanto a las excepciones de previo y especial pronunciamiento, el artículo 264 del Código Procesal
Penal establece que el acusado puede oponer las siguientes: 1) La incompetencia del juez de garantía; 2) La litis
pendencia; 3) La cosa juzgada; 4) La falta de autorización para proceder criminalmente, cuando la Constitución
o la ley lo exigieren; y 5) La extinción de la responsabilidad penal.
Si bien es común a todas las excepciones señaladas el que, de acogerse, su efecto es suspender o poner fin
al procedimiento, no todas ellas son iguales desde el punto de vista de su juzgamiento o de su apreciación por el
tribunal. Por esta razón, el Código Procesal Penal hace una distinción respecto de su necesidad de resolución en
esta etapa.
Así, las excepciones de incompetencia del juez de garantía, de litis pendencia o la de falta de autorización
para proceder criminalmente, deben ser resueltas en la audiencia de preparación del juicio oral. Si el juez las
acoge, como es lógico, dictará el sobreseimiento que corresponda; y si las rechaza, se sigue adelante con el
procedimiento.
Al respecto, la ley establece que, si el imputado ha planteado excepciones de previo y especial
pronunciamiento, el juez de garantía, en la audiencia de preparación del juicio oral, abrirá debate sobre la cuestión;
asimismo, si lo estima pertinente, puede permitir durante la audiencia la presentación de los antecedentes que
considere relevantes para la decisión de las excepciones planteadas.
El juez resolverá de inmediato las excepciones de incompetencia, litis pendencia y falta de autorización
para proceder criminalmente, si hubieren sido deducidas. La resolución que recayere respecto de dichas
excepciones será apelable.
Tratándose de las restantes excepciones, el juez podrá acoger una o más de las que se hubieren deducido
y decretar el sobreseimiento definitivo, siempre que el fundamento de la decisión se encontrare suficientemente
justificado en los antecedentes de la investigación. En caso contrario, dejará la resolución de la cuestión planteada
para la audiencia del juicio oral. Esta última decisión será inapelable.

340
En este mismo sentido, se entiende el hecho que, no obstante lo dicho acerca de las facultades del acusado
previstas en el artículo 263 del Código Procesal Penal, si las excepciones de cosa juzgada y de extinción de la
responsabilidad penal no son deducidas para ser discutidas en la audiencia de preparación del juicio oral, pueden
ser planteadas en el juicio oral propiamente tal.

* Desarrollo de la audiencia de preparación del juicio oral:

Esta audiencia, como todas las audiencias importantes del nuevo sistema procesal penal, en especial la de
formalización de la investigación y la del juicio oral, exige la comparecencia de todos los sujetos procesales
necesarios. Al respecto, es importante señalar que no es posible llevar a cabo ninguna de estas audiencias si no se
encuentra presente el defensor, bajo pena de nulidad de la realización de todas ellas.
En términos prácticos, podemos señalar que en esta audiencia se pueden discutir fundamentalmente tres
tipos de cuestiones.

❑ En primer lugar, se pueden conocer ciertas excepciones de previo y especial pronunciamiento que haya
deducido el imputado.

❑ En segundo lugar, se deben definir los hechos que serán objeto del debate a plantearse en el juicio oral,
para lo cual debe existir la debida congruencia entre la acusación y la formalización de la investigación.

❑ Finalmente, la tercera de las cuestiones a discutirse es, probablemente, la más importante de todas, cual
es la de la preparación de la prueba a rendir en el juicio.

-o- Principios de oralidad e inmediación:

El artículo 266 del Código Procesal Penal consagra los principios de oralidad e inmediación en la audiencia
de preparación del juicio oral, al establecer que ella será dirigida por el juez de garantía, quien la presenciará en
su integridad, se desarrollará oralmente y durante su realización no se admitirá la presentación de escritos.

-o- Comparecencia del fiscal, del defensor, del actor civil y del querellante:

De acuerdo al artículo 269 del Código Procesal Penal, la presencia del fiscal y del defensor del imputado
durante la audiencia constituye un requisito de validez de la misma. En cuanto a los efectos de la falta de
comparecencia, se debe distinguir:

▪ Tratándose del fiscal, la falta de comparecencia de éste deberá ser subsanada de inmediato por el tribunal,
quien además pondrá este hecho en conocimiento del fiscal regional.

▪ Tratándose del defensor, la falta de comparecencia de éste traerá como consecuencia que el tribunal
declare el abandono de la defensa, para lo cual deberá designar un defensor de oficio al imputado y
dispondrá la suspensión de la audiencia por un plazo que no excediere de cinco días, a objeto de permitir
que el defensor designado se interiorice del caso.

La ausencia o abandono injustificados de la audiencia por parte del defensor o del fiscal será sancionada
conforme a lo previsto en el artículo 287 del Código Procesal Penal, es decir, será sancionado con la suspensión
del ejercicio de la profesión de abogado, hasta por dos meses.
La no comparecencia del actor civil produce que se declare abandonada la acción civil. Asimismo, si no
comparece el querellante se declara abandonada la querella.
341
-o- Ritualidad de la audiencia:

La audiencia de preparación del juicio oral, a modo de resumen, se desarrolla de la siguiente manera:

(a) Resumen de las presentaciones de los intervinientes (artículo 267, Código Procesal Penal): Al inicio de la
audiencia, el juez de garantía hará una exposición sintética de las presentaciones que hubieren realizado los
intervinientes en el procedimiento.

(b) Defensa oral del imputado (artículo 268, Código Procesal Penal): Si el imputado no hubiere ejercido por
escrito las facultades previstas en el artículo 263 del Código Procesal Penal, el juez le otorgará la oportunidad
de efectuarlo verbalmente. En consecuencia, esta será la oportunidad del acusado para: 1) señalar los vicios
formales de que adoleciere el escrito de acusación, requiriendo su corrección; 2) deducir excepciones de
previo y especial pronunciamiento, y 3) exponer los argumentos de defensa que considere necesarios y
señalar los medios de prueba cuyo examen en el juicio oral.

(c) Debate acerca de la solicitud de proceder de acuerdo al procedimiento abreviado (artículos 406 y 407, Código
Procesal Penal): En la audiencia de preparación del juicio oral se puede también debatir, como se verá, acerca
de la solicitud de proceder de acuerdo al procedimiento abreviado, contemplado en los artículos 406 y
siguientes del Código Procesal Penal. Dicha solicitud la puede exponer el fiscal en su escrito de acusación o
en forma verbal al inicio de esta audiencia; en este último caso, el fiscal y el acusador particular, si lo hubiere,
podrán modificar su acusación, así como la pena requerida, a fin de permitir la tramitación del procedimiento
abreviado.

(d) Corrección de vicios formales en la audiencia (artículo 270, Código Procesal Penal): Cuando el juez estime
que la acusación del fiscal, la del querellante o la demanda civil adolecen de vicios formales, ordenará que
los mismos sean subsanados, sin suspender la audiencia, si ello fuere posible.
En caso contrario, ordenará la suspensión de la misma por el período necesario para la corrección del
procedimiento, el que en ningún caso podrá exceder de cinco días. Transcurrido dicho plazo, si la acusación
del querellante o la demanda civil no hubieren sido rectificadas, éstas se tendrán por no presentadas. Si no lo
hubiere sido la acusación del fiscal, a petición de éste, el juez podrá conceder una prórroga hasta por otros
cinco días, sin perjuicio de lo cual informará al fiscal regional.
Si el ministerio público no subsanare oportunamente los vicios, el juez procederá a decretar el
sobreseimiento definitivo de la causa, a menos que existiere querellante particular, que hubiere deducido
acusación o se hubiere adherido a la del fiscal, en cuyo caso el procedimiento continuará sólo con el
querellante y, por consiguiente, el ministerio público no podrá volver a intervenir en el mismo.
La falta de oportuna corrección de los vicios de su acusación importará, para todos los efectos, una
grave infracción a los deberes del fiscal.

(e) Conciliación sobre la responsabilidad civil (artículo 273, Código Procesal Penal): Este llamado a conciliación
es una institución nueva y lo conoce el juez de garantía solamente con respecto a las acciones civiles. De
acuerdo a la norma citada, el juez deberá llamar al querellante y al imputado a conciliación sobre las acciones
civiles que hubiere deducido el primero y proponerles bases de arreglo.
Se aplican, a este respecto, los artículos 263 y 267 del Código de Procedimiento Civil. En
consecuencia, el juez obrará como amigable componedor y tratará de obtener un avenimiento total o parcial
en el litigio; las opiniones que emita no lo inhabilitan para seguir conociendo de la causa.
Si no se produjere conciliación, el juez resolverá en la misma audiencia las solicitudes de medidas
cautelares reales que la víctima hubiere formulado al deducir su demanda civil.

342
(f) Convenciones probatorias (artículo 275, Código Procesal Penal): Las convenciones probatorias se pueden
definir como “los acuerdos celebrados por los intervinientes, ante el juez de garantía, en la audiencia de
preparación del juicio oral, con la finalidad que se den por acreditados ciertos hechos que no podrán ser
discutidos posteriormente, y a este acuerdo debe estarse en el juicio oral”.
La ley señala que durante la audiencia, el fiscal, el querellante, si lo hubiere, y el imputado podrán
solicitar en conjunto al juez de garantía que de por acreditados ciertos hechos, que no podrán ser discutidos
en el juicio oral; el juez de garantía, al respecto, podrá formular proposiciones a los intervinientes sobre la
materia. Si la solicitud no mereciere reparos, por conformarse a las alegaciones que hubieren hecho los
intervinientes, el juez de garantía indicará en el auto de apertura del juicio oral los hechos que se dieren por
acreditados, a los cuales deberá estarse durante el juicio oral.

(g) Debate acerca de las pruebas ofrecidas por las partes (artículo 272, Código Procesal Penal): Durante la
audiencia de preparación del juicio oral cada parte podrá formular las solicitudes, observaciones y
planteamientos que estimare relevantes con relación a las pruebas ofrecidas por las demás, para los fines
previstos en los incisos segundo y tercero del artículo 276 del Código Procesal Penal.

(h) Exclusión de pruebas para el juicio oral (artículo 276, Código Procesal Penal): El juez de garantía, luego de
examinar las pruebas ofrecidas y escuchar a los intervinientes que hubieren comparecido a la audiencia,
ordenará fundadamente que se excluyan de ser rendidas en el juicio oral las siguientes pruebas: 1) Aquellas
que fueren manifiestamente impertinentes; 2) Las que tuvieren por objeto acreditar hechos públicos y
notorios; 3) Las que provinieren de actuaciones o diligencias que hubieren sido declaradas nulas; y 4)
Aquellas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales (prueba ilícita).
A su vez, el juez de garantía puede restringir la prueba ofrecida, y ello ocurrirá cuando estimare que
la aprobación en que hubieren sido ofrecidas las pruebas testimonial y documental produciría efectos
puramente dilatorios en el juicio oral.
Las demás pruebas que se hubieren ofrecido serán admitidas por el juez de garantía al dictar el auto
de apertura del juicio oral.

(i) Oportunidad para rendir prueba anticipada, en su caso (artículo 280, Código Procesal Penal): Durante la
audiencia de preparación del juicio oral también se podrá solicitar la prueba testimonial anticipada.
Asimismo, se podrá solicitar la declaración de peritos, cuando fuere previsible que la persona de cuya
declaración se trate se encontrará en la imposibilidad de concurrir al juicio oral, por alguna de las razones
contempladas en el inciso segundo del artículo 191 del Código Procesal Penal. Para los efectos de lo
establecido anteriormente, el juez de garantía citará a una audiencia especial para la recepción de la prueba
anticipada.

(j) Momento para solicitar prisión preventiva (artículo 142, inciso 1º, Código Procesal Penal): La solicitud de
prisión preventiva podrá plantearse verbalmente en la audiencia de preparación del juicio oral, según lo
preceptuado en la norma recién mencionada.

(k) Declaración del imputado (artículos 98 y 326, Código Procesal Penal). En la audiencia el imputado también
puede prestar declaración, según los preceptos señalados.

(l) Nuevo plazo para presentar prueba (artículo 278, Código Procesal Penal): Cuando, al término de la audiencia,
el juez de garantía comprobare que el acusado no hubiere ofrecido oportunamente prueba por causas que no
le fueren imputables, podrá suspender la audiencia hasta por un plazo de diez días.

(m) Devolución de los documentos de la investigación (artículo 279, Código Procesal Penal): Terminada la
audiencia, el tribunal devolverá a los intervinientes los documentos que hubieren acompañado durante el
procedimiento.

343
4.- El auto de apertura del juicio oral:

En conformidad al artículo 277 del Código Procesal Penal, al finalizar la audiencia de preparación, el juez
de garantía dictará el auto de apertura del juicio oral.
Este auto de apertura es la resolución dictada por el juez de garantía que contiene las acusaciones que
deberán ser objeto de juicio, la o las demandas civiles, las pruebas que se rendirán y la individualización de las
personas que serán citadas a declarar como testigos, peritos u otros.

* Contenido del auto de apertura del juicio oral:

El mismo artículo 277 del Código Procesal Penal nos señala que esta resolución deberá indicar las
siguientes menciones:

a. El tribunal competente para conocer el juicio oral.


b. La o las acusaciones que deberán ser objeto del juicio y las correcciones formales que se hubieren realizado
en ellas.
c. La demanda civil.
d. Los hechos que se dieren por acreditados, en conformidad con lo dispuesto en el artículo 275 del Código
Procesal Penal, es decir, cuando se han acordado convenciones probatorias.
e. Las pruebas que deberán rendirse en el juicio oral, de acuerdo a lo previsto en el artículo 276 del Código
Procesal Penal.
f. La individualización de quienes debieren ser citados a la audiencia del juicio oral, con mención de los
testigos a los que debiere pagarse anticipadamente sus gastos de traslado y habitación y los montos
respectivos.

En caso que se excluyan, por resolución firme, pruebas de cargo que el Ministerio Público considere
esenciales para sustentar su acusación en el juicio oral respectivo, el fiscal podrá solicitar el sobreseimiento
definitivo de la causa ante el juez competente, el que la decretará en audiencia convocada para tal efecto.

* Recursos que proceden en contra del auto de apertura:

De acuerdo al inciso 2º del artículo 277 del Código Procesal Penal, el auto de apertura del juicio oral sólo
será susceptible del recurso de apelación, cuando lo interpusiere el ministerio público por la exclusión de pruebas
decretada por el juez de garantía de acuerdo a lo previsto en el inciso tercero del artículo 276 del Código Procesal
Penal, es decir, cuando la exclusión se refiera a la prueba proveniente de diligencias anuladas o ilícita.
Conforme a lo señalado en esta norma, la posibilidad de apelar es una facultad exclusiva del ministerio
público; por consiguiente, el auto de apertura no es apelable por otros intervinientes.
Este recurso será concedido en ambos efectos, de manera que se suspenderá la tramitación del juicio
mientras se ventile el asunto en segunda instancia.
Lo señalado se entenderá sin perjuicio de la procedencia, en su caso, del recurso de nulidad en contra de
la sentencia definitiva que se dictare en el juicio oral, conforme a las reglas generales.

* Unión y separación de acusaciones:

El artículo 274 del Código Procesal Penal reglamenta dos hipótesis diferentes: 1) la unión de acusaciones,
y 2) la separación de acusaciones.
344
1. La unión de acusaciones: Cuando el ministerio público formulare diversas acusaciones que el juez
considerare conveniente someter a un mismo juicio oral, y siempre que ello no perjudicare el derecho a
defensa, podrá unirlas y decretar la apertura de un solo juicio oral, si ellas estuvieren vinculadas por referirse
a un mismo hecho, a un mismo imputado o porque debieren ser examinadas unas mismas pruebas.

2. La separación de acusaciones: Al contrario de la situación anterior, el juez de garantía podrá dictar autos de
apertura del juicio oral separados, para distintos hechos o diferentes imputados que estuvieren comprendidos
en una misma acusación, cuando, de ser conocida en un solo juicio oral, pudiere provocar graves dificultades
en la organización o el desarrollo del juicio o detrimento al derecho de defensa, y siempre que ello no
implicare el riesgo de provocar decisiones contradictorias.

III) ETAPA DEL JUICIO ORAL:

Esta etapa está reglamentada en el Título III del Libro Segundo del Código Procesal Penal, en los artículos
281 y siguientes del mismo cuerpo legal. El juicio oral es la última etapa del nuevo proceso penal.

1.- Concepto del juicio oral:

El Código Procesal Penal no define lo que debemos entender por “juicio oral”, por lo tanto, para ello
recurriremos a la doctrina. Nosotros diremos que se trata de “es la etapa principal del proceso penal constituido
por un método cognoscitivo de solución del conflicto penal, en donde se realiza una prueba de control de calidad
de la información”.

2.- Actuaciones previas al juicio oral:

Estas actuaciones, de carácter básicamente formal y administrativo, están señaladas en el artículo 281 del
Código Procesal Penal, norma que contempla las siguientes etapas previas al juicio oral:

• El juez de garantía debe hacer llegar el auto de apertura del juicio oral al tribunal competente, dentro de las
cuarenta y ocho horas siguientes al momento en que quede firme dicha resolución. El juez también pondrá
a disposición del tribunal de juicio oral en lo penal las personas sometidas a prisión preventiva o a otras
medidas cautelares personales.

• Una vez distribuida la causa, cuando procediere, el juez presidente de la sala respectiva procederá de
inmediato a decretar la fecha para la celebración de la audiencia del mismo, la que deberá tener lugar no
antes de quince ni después de sesenta días desde la notificación del auto de apertura del juicio oral.

• El juez presidente señalará, asimismo, la localidad en la cual se constituirá y funcionará el tribunal de juicio
oral en lo penal, si se tratare de alguno de los casos previstos en el artículo 21-A del Código Orgánico de
Tribunales.

• En su resolución, el juez presidente indicará también el nombre de los jueces que integrarán la sala.

345
• Con la aprobación del juez presidente del comité de jueces, convocará a un número de jueces mayor de tres
para que la integren, cuando existieren circunstancias que permitieren presumir que con el número ordinario
no se podrá dar cumplimiento a lo exigido en el artículo 284 del Código Procesal Penal.

• El juez presidente de la sala ordenará, por último, que se cite a la audiencia de todos quienes debieren
concurrir a ella. El acusado deberá ser citado con, a lo menos, siete días de anticipación a la realización de
la audiencia, bajo los apercibimientos previstos en los artículos 33 y 141, inciso 4º, del Código Procesal
Penal (detención o prisión preventiva, pago de costas, etc.).

En síntesis, estas actuaciones previas se resumen en las siguientes: 1) la distribución de la causa; 2) la


providencia del auto de apertura; 3) las notificaciones correspondientes; y 4) la inhabilitación de los jueces.

3.- Principios del juicio oral:

El Código Procesal Penal, en el párrafo 2º del Título III del Libro Segundo, consagra una serie de
principios rectores que se deben observar durante todo el juicio oral. Los principios del juicio oral que
analizaremos son los siguientes: 1) Principio de la continuidad; 2) Principio de la inmediación; 3) Principio de la
publicidad; y 4) Principio de la oralidad.
Fuera de los principios recién indicados, debemos agregar los siguientes: a) el principio de la igualdad
procesal; b) el principio de la inocencia; c) el principio de la libertad probatoria: y d) el principio de la
imparcialidad.

1) PRINCIPIO DE LA CONTINUIDAD:

El principio de la continuidad, consagrado en el artículo 282 del Código Procesal Penal, exige que la
audiencia del juicio oral se desarrolle en forma continua y que pueda prolongarse en sesiones sucesivas, hasta su
conclusión. Para estos efectos, constituirán sesiones sucesivas aquellas que tuvieren lugar en el día siguiente o
subsiguiente de funcionamiento ordinario del tribunal.
Excepción a esta regla general la constituye lo establecido en el artículo 283 del Código Procesal Penal,
que contempla la “suspensión de la audiencia o del juicio oral”. De acuerdo a este precepto, el tribunal podrá
suspender la audiencia hasta por dos veces solamente por razones de absoluta necesidad y por el tiempo mínimo
necesario de acuerdo con el motivo de la suspensión. Esta suspensión de la audiencia, o la interrupción del juicio
oral, no podrá exceder de diez días, ya que, en tal evento, la ley dice que se impedirá su continuación y, por ende,
el tribunal deberá decretar la nulidad de lo obrado en él y ordenar su reinicio.
Al reanudar la audiencia, el tribunal efectuará un breve resumen de los actos realizados hasta ese momento.
Este precepto legal agrega que el juicio se suspenderá por las causas señaladas en el artículo 252 del
Código Procesal Penal, esto es, los casos en que el juez de garantía decreta el sobreseimiento temporal. Sin
embargo, tratándose del imputado rebelde, el juicio seguirá adelante cuando la declaración de rebeldía se
produjere respecto del imputado a quien se le hubiere otorgado la posibilidad de prestar declaración en el juicio
oral, siempre que el tribunal estimare que su ulterior presencia no resulta indispensable para la prosecución del
juicio o cuando solamente faltare la dictación de la sentencia.
La ley dice, además, que cuando fuere necesario suspender la audiencia, el tribunal comunicará
verbalmente la fecha y hora de su continuación, lo que se tendrá como suficiente citación.
Finalmente, debemos señalar que este principio está estrechamente vinculado con el principio de la
concentración, y en relación a éste debemos señalar que todos los incidentes que se promuevan durante la
audiencia del juicio oral deben resolverse de inmediato por el tribunal; sus decisiones en la materia no son
susceptibles de ningún recurso.

346
2) PRINCIPIO DE LA INMEDIACION:

El juicio oral se desarrolla bajo el principio de la inmediación, lo que significa que las personas se
relacionan directamente con el juez durante las distintas etapas del nuevo proceso, lo que constituye una garantía
básica de todo sistema procesal penal moderno.
Este principio puede analizarse desde diferentes puntos de vista:

A. Presencia de los jueces en el juicio oral: La ley exige la presencia en forma ininterrumpida de los jueces que
integraren el tribunal en el juicio oral. Asimismo, el legislador agrega que lo dispuesto en el inciso final del
artículo 76 del Código Procesal Penal, respecto de la inhabilidad, se aplica también a los casos en que, iniciada
la audiencia, falte un integrante del tribunal de juicio oral en lo penal. Cualquier infracción a lo expuesto
implica la nulidad del juicio oral y de la sentencia que se dicte en él.

B. Presencia del ministerio público en el juicio oral: La ley también exige la presencia ininterrumpida del fiscal
del ministerio público, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 258 del Código Procesal Penal. Este último
precepto se refiere al caso de la negativa del ministerio público a acusar, evento en el cual el querellante
puede ser autorizado a sostener la acusación en el juicio. Al igual que el caso anterior, cualquier infracción a
lo señalado en la norma implica la nulidad del juicio oral y de la sentencia que se dicte en él.

C. Presencia del acusado en el juicio oral: También, en virtud de este principio, por regla general se exige la
presencia del acusado al juicio oral. Esta regla, sin embargo, admite algunas excepciones: 1) El tribunal podrá
autorizar la salida de la sala del acusado cuando éste lo solicitare, ordenando su permanencia en una sala
próxima; 2) El tribunal también podrá disponer que el acusado abandonare la sala de audiencia, cuando su
comportamiento perturbare el orden.
En todo caso, en los dos casos señalados, el tribunal adoptará las medidas necesarias para asegurar la
oportuna comparecencia del acusado. Además, el presidente de la sala deberá informar al acusado de lo
ocurrido en su ausencia, en cuanto éste reingresare a la sala de audiencia.

D. Presencia del defensor en el juicio oral: La presencia del defensor del acusado durante toda la audiencia del
juicio oral será un requisito de validez del mismo, de acuerdo a lo previsto en el artículo 103 del mismo
cuerpo legal; la no comparecencia del defensor a la audiencia constituirá abandono de la defensa y obligará
al tribunal a la designación de un defensor penal público. En todo caso, la no comparecencia del defensor
elegido por el acusado no dará lugar a la suspensión de la audiencia, sino que se designará de inmediato un
defensor penal público al que se concederá un período prudente para interiorizarse del caso.

E. Presencia del querellante o de su apoderado en el juicio oral: En este caso, la ley establece que la no
comparecencia del querellante o de su apoderado a la audiencia, o el abandono de la misma sin autorización
del tribunal, dará lugar a la declaración del tribunal de abandono de la querella.

Finalmente, el artículo 287 del Código Procesal Penal establece sanciones al abogado que no asistiere o
abandonare la audiencia injustificadamente. La norma mencionada dispone que la ausencia injustificada del
defensor o del respectivo fiscal a la audiencia del juicio oral o a alguna de sus sesiones, si se desarrollare en varias,
se sancionará con suspensión del ejercicio de la profesión, hasta por dos meses. En idéntica pena incurrirá el
defensor o fiscal que abandonare injustificadamente la audiencia que se estuviere desarrollando.
El tribunal impondrá la sanción después de escuchar al afectado y recibir la prueba que ofreciere, si la
estimare procedente.
No constituirá excusa suficiente la circunstancia de tener el abogado otras actividades profesionales que
realizar en la misma oportunidad en que se hubiere producido su inasistencia o abandono.

347
3) PRINCIPIO DE LA PUBLICIDAD:

La audiencia del juicio oral es pública, tanto para los intervinientes como para el público en general. Se
encuentra consagrado en forma expresa en el artículo 289 del Código Procesal Penal que establece, precisamente,
este principio de la publicidad como regla general. Sin embargo, la misma norma señala que excepcionalmente
el tribunal podrá disponer, a petición de parte y por resolución fundada, una o más de las siguientes medidas,
cuando considerare que ellas resultan necesarias para proteger la intimidad, el honor o la seguridad de cualquier
persona que debiere tomar parte en el juicio o para evitar la divulgación de un secreto protegido por la ley:

✓ Impedir el acceso u ordenar la salida de personas determinadas de la sala donde se efectuare la audiencia.

✓ Impedir el acceso del público en general u ordenar su salida para la práctica de pruebas específicas.

✓ Prohibir al fiscal, a los demás intervinientes y a sus abogados que entreguen información o formulen
declaraciones a los medios de comunicación social durante el desarrollo del juicio.

En todo caso, como el principio general es la publicidad y reconociendo su función, se permite a los
medios de comunicación social fotografiar, filmar o transmitir alguna parte de la audiencia que el tribunal
determine, salvo que las partes se opongan a ello. Si sólo alguno de los intervinientes se opone, el tribunal
resolverá al respecto.

4) PRINCIPIO DE LA ORALIDAD:

La oralidad es otro de los principios del juicio oral consagrados en nuestra legislación procesal penal. De
acuerdo al artículo 291 del Código Procesal Penal, la audiencia del juicio se desarrollará en forma oral, tanto en
lo relativo a las alegaciones y argumentaciones de las partes como a las declaraciones del acusado, a la recepción
de las pruebas y, en general, a toda intervención de quienes participaren en ella. Las resoluciones serán dictadas
y fundamentadas verbalmente por el tribunal y se entenderán notificadas desde el momento de su
pronunciamiento, debiendo constar en el registro del juicio.
En concordancia con este artículo, la ley dispone que el tribunal no admitirá la presentación de
argumentaciones o peticiones por escrito durante la audiencia del juicio oral. Sin embargo, quienes no pudieren
hablar o no lo supieren hacer en el idioma castellano, intervendrán por escrito o por medio de intérpretes.
Asimismo, el acusado sordo o que no pudiere entender el idioma castellano será asistido de un intérprete que le
comunicará el contenido de los actos del juicio.

5) OTROS PRINCIPIOS:

Además de los principios anteriormente analizados, en el desarrollo del juicio oral deben observarse los
siguientes principios:

a. Principio de la igualdad procesal: Este principio, también llamado adversarial o contradictorio, implica el
hecho de que todas las partes tienen la posibilidad de defenderse.

b. Principio de la inocencia: Recordemos que, según el artículo 4º del Código Procesal Penal, ninguna persona
será considerada culpable ni tratada como tal en tanto no fuere condenada por una sentencia firme. En
consecuencia, en esta etapa todavía no se ha dictado la sentencia definitiva y, no obstante que se haya
formalizado la investigación en su contra, el acusado se presume inocente hasta que quede firme la sentencia.

348
c. Principio de la libertad probatoria: Todos los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada solución
del caso sometido a enjuiciamiento podrán ser probados por cualquier medio producido e incorporado en
conformidad a la ley. De manera que en se aceptan todo tipo de medios probatorios para ser rendidas en el
juicio oral, sin perjuicio de las excepciones legales.

d. Principio de la imparcialidad: or aplicación de este principio, se permite la inhabilitación de los jueces a


través de las implicancias y recusaciones contempladas en los artículos 195 y 196 del Código Orgánico de
Tribunales.

4.- Dirección de la audiencia de juicio oral y normas de disciplina de los asistentes:

Esta materia está contenida en el párrafo 3º del Título III del Libro Segundo del Código Procesal Penal, y
que lleva por título “Dirección y disciplina”, abarcando los artículos 292 a 294, ambos inclusive.

* Facultades del juez presidente de la sala en la audiencia del juicio oral:

El artículo 292 del Código Procesal Penal establece ciertas facultades para el juez presidente de la sala en
la audiencia del juicio oral. Estas facultades del juez presidente son las siguientes:

a) Dirigirá el debate.
b) Ordenará la rendición de las pruebas.
c) Exigirá el cumplimiento de las solemnidades que correspondieren.
d) Moderará la discusión.
e) Podrá impedir que las alegaciones se desvíen hacia aspectos no pertinentes o inadmisibles, pero sin coartar
el ejercicio de la acusación ni el derecho a defensa.
f) Podrá limitar el tiempo del uso de la palabra a las partes que debieren intervenir durante el juicio, fijando
límites máximos igualitarios para todas ellas o interrumpiendo a quien hiciere uso manifiestamente
abusivo de su facultad.
g) Ejercerá las facultades disciplinarias destinadas a mantener el orden y decoro durante el debate, y, en
general, a garantizar la eficaz realización del mismo.
h) Podrá ordenar la limitación del acceso de público a un número determinado de personas.
i) Podrá impedir el acceso u ordenar la salida de aquellas personas que se presentaren en condiciones
incompatibles con la seriedad de la audiencia.

* Deberes de los asistentes a la audiencia del juicio oral:

En conformidad al artículo 293 del Código Procesal Penal, quienes asistieren a la audiencia deberán
cumplir con algunos deberes establecidos en dicha norma. A saber: 1) Deberán guardar respeto y silencio mientras
no estuvieren autorizados para exponer o debieren responder a las preguntas que se les formularen; 2) No podrán
llevar armas ni ningún elemento que pudiere perturbar el orden de la audiencia; y 3) No podrán adoptar un
comportamiento intimidatorio, provocativo o contrario al decoro.

* Sanciones:

De acuerdo al artículo 294 del Código Procesal Penal, aquellos que infrinjan las medidas sobre publicidad
que vimos anteriormente o los deberes recién señalados, pueden ser sancionados de conformidad con los artículos
530 ó 532 del Código Orgánico de Tribunales, según corresponda. Las sanciones que imponen estos preceptos
son de amonestación, multas, arresto o suspensión de funciones, según el caso.
349
En caso de que el expulsado fuere el fiscal o el defensor, deberá procederse a su reemplazo antes de
continuar el juicio. Si lo fuere el querellante, se procederá en su ausencia y si lo fuere su abogado, deberá
reemplazarlo.

5.- La prueba:

Las normas sobre la prueba están contenidas en los párrafos 4º al 8º del Título III del Libro Segundo del
Código Procesal Penal, en los artículos 295 y siguientes de dicho cuerpo legal.
La prueba consiste en verificar las proposiciones de las partes en el juicio oral. La verificación se realiza
a través de los elementos de prueba, que son los datos objetivos incorporados legalmente al juicio y que son
capaces de producir un conocimiento cierto o probable acerca de los hechos de la causa.
Se busca controlar los instrumentos de que se vale el tribunal para adquirir conocimiento de los hechos
para asegurar: 1) Que la convicción del tribunal se base en medios racionales, aptos para proporcionar ese
conocimiento; y 2) Que los elementos tenidos en cuenta se han producido con respeto a las garantías
fundamentales establecidas en la Constitución y la ley.
¿Qué se prueba?. En el proceso penal deben ser probados todos los hechos que, de algún modo, son
importantes para la decisión judicial; no se prueba el derecho. Así, deben probarse: 1) los hechos directamente
importantes; 2) los indicios; 3) los hechos que ayudan a la prueba o hechos auxiliares, y 4) los hechos notorios.

* Principios de la prueba:

Los principios que rigen la prueba en el juicio son: 1) la libertad de pruebas y de valoración, 2) la igualdad
procesal, 3) la inmediación, y 4) la presunción de inocencia del acusado.

1. Libertad de pruebas y de valoración: Como señalamos anteriormente en los principios del juicio oral, todos
los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada solución del caso sometido a enjuiciamiento podrán
ser probados por cualquier medio producido e incorporado en conformidad a la ley. Cualquier elemento
idóneo, lícito, e incorporado según la ritualidad procesal es prueba y cualquier hecho puede ser probado por
cualquier elemento.
En concordancia con lo señalado recién, en la audiencia del juicio oral se permite la acreditación por
cualquier elemento idóneo, incluso mediante películas cinematográficas, fotografías, fonografías,
videograbaciones y otros sistemas de reproducción de la imagen o del sonido, versiones taquigráficas y, en
general, cualquier medio apto para producir fe. Tratándose de estos medios, el tribunal determina la forma
de su incorporación al procedimiento, adecuándola, en lo posible, al medio de prueba más análogo.
Como limitaciones a los medios probatorios encontramos los obtenidos con infracción a los derechos
y garantías constitucionales o provenientes de diligencias declaradas nulas.
En cuanto a la valoración de la prueba, el artículo 297 del Código Procesal Penal nos dice que los
tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir los principios de la lógica, las
máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.

2. La igualdad procesal: En virtud de este principio se prevé la posibilidad de que las partes puedan intervenir
en la producción de la prueba, formulando preguntas, observaciones, objeciones, aclaraciones y evaluaciones
tanto sobre la prueba propia, como respecto de la de los otros; por ejemplo, se permite la interrogación y
contraexamen de los testigos y los peritos.

3. La inmediación: De acuerdo a este principio, el tribunal debe estar presente al momento de producirse la
prueba. De igual manera, sólo sirve la prueba que se rinde en el juicio, salvo las excepciones legales.

350
4. La presunción de inocencia del acusado: Al momento de rendirse la prueba, como aún no se dicta sentencia
firme, el acusado no será considerado culpable ni tratado como tal.

* Sistemas probatorios existentes en el derecho comparado y el método empleado en el Código Procesal Penal:

En las legislaciones existen fundamentalmente cuatro sistemas para apreciar o valorar la prueba, y que son
los siguientes:

(a) El sistema de la prueba legal o tasada: Aquí tanto los medios de prueba como el valor probatorio de los
mismos están señalados taxativamente en la ley.

(b) El sistema de sana crítica: Este es un sistema intermedio, conforme al cual se señalan los medios probatorios,
pero dejando entregado al sentenciador la facultad de valorizarlos.

(c) El sistema de la apreciación de la prueba en conciencia: Aquí también se señalan los medios probatorios,
pero la apreciación es más amplia y en donde el juez deberá ceñirse a criterios de lógica, éticos, jurídicos
de equidad, etc.

(d) El sistema de la prueba libre o libre convicción: De acuerdo a este sistema, el juez tiene amplias atribuciones
para valorar las pruebas rendidas dentro del proceso.

Luego de analizar brevemente cada uno de los sistemas probatorios existentes en el derecho comparado,
surge la duda de determinar cuál es el sistema seguido por el Código Procesal Penal en esta materia. En su artículo
297 el Código Procesal Penal dice que los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir
los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.
La mayoría de la doctrina estima que sigue el sistema de la sana crítica; sin embargo, ello parece discutible.
El profesor Hernán Silva considera que el sistema que siguió nuestro Código es el de la libre convicción, porque
las pruebas se ofrecen y rinden en el juicio y existe libertad en los medios probatorios y su valoración.

* Oportunidad para la recepción de la prueba:

En esta materia, el Código Procesal Penal, siguiendo el principio de la concentración, señala que la prueba
que hubiere de servir de base a la sentencia deberá rendirse durante la audiencia del juicio oral, salvas las
excepciones expresamente previstas en la ley (la prueba anticipada). En estos últimos casos, la prueba deberá ser
incorporada en la forma establecida en las normas sobre desarrollo del juicio oral, que estudiaremos más adelante
(artículo 296, Código Procesal Penal).

* Los medios de prueba en particular:

Los medios de prueba son aquellos elementos que sirven para acreditar la existencia de un hecho jurídico
controvertido en juicio, alegado en el proceso.

1) LAS DECLARACIONES DEL IMPUTADO:

En el nuevo procedimiento penal, al igual que el anterior, el imputado puede declarar cuantas veces lo
estime necesario. Sin perjuicio de lo anterior, la nueva normativa también asegura el derecho del imputado a no
prestar declaración, o a guardar silencio.
351
Durante todo el procedimiento y en cualquiera de sus etapas el imputado tendrá siempre derecho a prestar
declaración, como un medio de defenderse de la imputación que se le dirigiere.
La declaración del imputado no podrá recibirse bajo juramento. El juez o, en su caso, el presidente del
tribunal, se limitará a exhortarlo a que diga la verdad y a que responda con claridad y precisión las preguntas que
se le formularen.
Respecto de su declaración en la etapa del juicio oral, deben tenerse presentes, entre otros preceptos
legales, los artículos 326, 327, 330 y 338 del Código Procesal Penal.
La primera de las normas citadas establece, en su inciso 3º, que el acusado podrá prestar declaración. En
tal caso, el juez presidente de la sala le permitirá que manifieste libremente lo que creyere conveniente respecto
de la o de las acusaciones formuladas. Luego, podrá ser interrogado directamente por el fiscal, el querellante y el
defensor, en ese mismo orden. Finalmente, el o los jueces podrán formularle preguntas destinadas a aclarar sus
dichos.
El artículo 327 del Código Procesal Penal, por su parte, establece que el acusado puede, en todo momento,
comunicarse libremente con su defensor, sin perturbar el orden de la audiencia, salvo mientras presta declaración.
En relación con los métodos de interrogación, y en concordancia con las reglas que hemos analizado, se
prohíben preguntas capciosas, sugestivas, inductivas o engañosas (artículo 330, inciso 3º, Código Procesal Penal).
Finalmente, de acuerdo a lo prevenido en la letra b del artículo 331 del Código Procesal Penal, se puede
dar lectura de declaraciones del imputado anteriores en la audiencia del juicio oral en los casos señalados en dicha
norma.

2) LA PRUEBA DE TESTIGOS:

Los testigos son todos aquellos terceros, no intervinientes en el procedimiento, que prestan declaración en
el juicio sobre los hechos objeto de controversia.
El Código Procesal Penal regula esta materia en el párrafo 5º del Título III del Libro Segundo, en los
artículos 298 y siguientes, normas que se resumen en los siguientes puntos:

1. Deber de comparecer y declarar (artículo 298, inciso 1º, Código Procesal Penal): Toda persona que no se
encontrare legalmente exceptuada tendrá la obligación de concurrir al llamamiento judicial practicado con el
fin de prestar declaración testimonial; de declarar la verdad sobre lo que se le preguntare y de no ocultar
hechos, circunstancias o elementos acerca del contenido de su declaración.

2. Citación de los testigos (artículo 298, incisos 2º y 3º, Código Procesal Penal): Para la citación de los testigos
regirán las normas previstas en el Párrafo 4º del Título II del Libro Primero del Código Procesal Penal,
básicamente, el artículo 33 de dicho cuerpo legal, que establece la posibilidad de apercibimiento al testigo.
En casos urgentes, los testigos podrán ser citados por cualquier medio, haciéndose constar el motivo de la
urgencia. Con todo, en estos casos no procederá la aplicación de los apercibimientos previstos en el artículo
33 del Código Procesal Penal sino una vez practicada la citación con las formalidades legales.

3. Renuencia a comparecer o a declarar (artículo 299, Código Procesal Penal): Si el testigo legalmente citado
no compareciere sin justa causa, se procederá conforme a lo dispuesto en el inciso 3º del artículo 33 del
Código Procesal Penal; además, podrá imponérsele el pago de las costas provocadas por su inasistencia.
Ahora, el testigo que se negare sin justa causa a declarar, será sancionado con las penas que establece el
inciso 2º del artículo 240 del Código de Procedimiento Civil, esto es, será sancionado con reclusión menor
en su grado medio a máximo.

4. Excepciones a la obligación de comparecencia y forma en la que prestarán la respectiva declaración (artículos


300 y 301, Código Procesal Penal): Al igual que lo previsto en el artículo 191 del Código de Procedimiento

352
Penal, la nueva legislación procesal penal establece una serie de excepciones respecto a la obligación de
comparecencia, en razón del estado o investidura de la persona, señalando que no están obligados a concurrir:

a) El Presidente de la República y los ex Presidentes; los Ministros de Estado; los Senadores y Diputados;
los miembros de la Corte Suprema; los integrantes del Tribunal Constitucional; el Contralor General de
la República y el Fiscal Nacional.

b) Los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas, el General Director de Carabineros de Chile y el
Director General de la Policía de Investigaciones de Chile.

c) Los chilenos o extranjeros que gozaren en el país de inmunidad diplomática, en conformidad a los tratados
vigentes sobre la materia.

d) Los que, por enfermedad grave u otro impedimento calificado por el tribunal, se hallaren en imposibilidad
de hacerlo.

Con todo, si las personas enumeradas en las letras a), b) y d) renunciaren a su derecho a no comparecer,
deberán prestar declaración conforme a las reglas generales. También deberán hacerlo si, habiendo efectuado
el llamamiento un tribunal de juicio oral en lo penal, la unanimidad de los miembros de la sala, por razones
fundadas, estimare necesaria su concurrencia ante el tribunal.
Las personas señaladas en este precepto prestarán declaración en la forma prevista en el artículo 301
del Código Procesal Penal.

5. Excepciones a la obligación de declarar (artículos 302, 303 y 304, Código Procesal Penal): La ley contempla
dos casos de excepciones a la obligación de declarar como testigos, y que son los siguientes:

a) Facultad de no declarar por motivos personales (artículo 302, Código Procesal Penal). En este sentido,
de acuerdo al inciso 1º de esta norma legal, no estarán obligados a declarar: 1) el cónyuge o el conviviente
del imputado, 2) sus ascendientes o descendientes, 3) sus parientes colaterales hasta el segundo grado de
consanguinidad o afinidad, 4) su pupilo o su guardador, 5) su adoptante o adoptado.
Si se tratare de personas que, por su inmadurez o por insuficiencia o alteración de sus facultades
mentales, no comprendieren el significado de la facultad de abstenerse, se requerirá la decisión del
representante legal o, en su caso, de un curador designado al efecto. Tratándose de estas personas, la
declaración se llevará siempre a cabo en presencia del representante legal o curador.
Si el representante interviniere en el procedimiento, se designará un curador, quien deberá
resguardar los intereses del testigo. La sola circunstancia de que el testigo fuere menor de edad no
configurará necesariamente alguna de las situaciones señaladas previamente.
Las personas comprendidas en este artículo deberán ser informadas acerca de su facultad de
abstenerse, antes de comenzar cada declaración. El testigo podrá retractar en cualquier momento el
consentimiento que hubiere dado para prestar su declaración.

b) Facultad de abstenerse de declarar por razones de secreto (artículo 303, Código Procesal Penal).
Tampoco estarán obligadas a declarar aquellas personas que, por su estado, profesión o función legal,
como el abogado, médico o confesor, tuvieren el deber de guardar el secreto que se les hubiere confiado,
pero únicamente en lo que se refiriere a dicho secreto. Sin embargo, estas personas no podrán invocar la
facultad allí reconocida cuando se las relevare del deber de guardar secreto por aquel que lo hubiere
confiado.

No obstante que, en ambos casos, estas personas están exentas de la obligación de declarar, tienen el
deber de comparecer al tribunal y explicar los motivos de los cuales surgiere la facultad de abstenerse que

353
invocaren. El tribunal podrá considerar como suficiente el juramento o promesa que los mencionados testigos
prestaren acerca de la veracidad del hecho fundante de la facultad invocada.
Estos testigos, en todo caso, estarán obligados a declarar respecto de los demás imputados con quienes
no estuvieren vinculados de alguna de las maneras allí descritas, a menos que su declaración pudiere
comprometer a aquéllos con quienes existiere dicha relación.

6. Principio de no autoincriminación (artículo 305, Código Procesal Penal): En virtud de este principio, todo
testigo tendrá el derecho de negarse a responder aquellas preguntas cuya respuesta pudiere acarrearle peligro
de persecución penal por un delito. El testigo tendrá el mismo derecho cuando, por su declaración, pudiere
incriminar a alguno de los parientes mencionados en el artículo 302, inciso 1º, del Código Procesal Penal.
Es decir, el testigo puede negarse a responder las preguntas que se le formulan cuando pudieren
incriminar a los siguientes parientes: a) al cónyuge o el conviviente del imputado; b) a sus ascendientes o
descendientes; c) a sus parientes colaterales hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad; d) a su
pupilo o su guardador; y e) a su adoptante o adoptado.

7. Juramento o promesa (artículo 307, Código Procesal Penal): Todo testigo, antes de comenzar su declaración,
prestará juramento o promesa de decir verdad sobre lo que se le preguntare, sin ocultar ni añadir nada de lo
que pudiere conducir al esclarecimiento de los hechos. Sin embargo, no se tomará juramento o promesa a los
testigos menores de dieciocho años, ni a aquellos de quienes el tribunal sospechare que pudieren haber
tomado parte en los hechos investigados. Para estos efectos, se hará constar en el registro la omisión del
juramento o promesa y las causas de ello.
Si el tribunal lo estima necesario instruirá al testigo acerca del sentido del juramento o promesa y de
su obligación de ser veraz, así como de las penas con las cuales la ley castiga el delito de falso testimonio en
causa criminal.

8. Individualización del testigo (artículo 307, Código Procesal Penal): La declaración del testigo comenzará por
el señalamiento de los antecedentes relativos a su persona, en especial sus nombres y apellidos, edad, lugar
de nacimiento, estado, profesión, industria o empleo y residencia o domicilio, todo ello sin perjuicio de las
excepciones contenidas en leyes especiales.
Si existiere motivo para temer que la indicación pública de su domicilio pudiere implicar peligro para
el testigo u otra persona, el presidente de la sala o el juez, en su caso, podrá autorizar al testigo a no responder
a dicha pregunta durante la audiencia.
Si el testigo hiciere uso del derecho señalado anteriormente, quedará prohibida la divulgación, en
cualquier forma, de su identidad o de antecedentes que condujeren a ella. En este caso, será el tribunal quien
deberá decretar esta prohibición; y la infracción a esta norma será sancionada con la pena de reclusión menor
en su grado medio a máximo, tratándose de quien proporcionare la información. En caso que la información
fuere difundida por algún medio de comunicación social, además de la sanción anterior se impondrá a su
director una multa de diez a cincuenta ingresos mínimos mensuales.

9. Protección a los testigos (artículo 308, Código Procesal Penal): El tribunal, en casos graves y calificados,
podrá disponer medidas especiales destinadas a proteger la seguridad del testigo que lo solicitare; dichas
medidas durarán el tiempo razonable que el tribunal dispusiere y podrán ser renovadas cuantas veces fuere
necesario. De igual forma, el ministerio público, de oficio o a petición del interesado, adoptará las medidas
que fueren procedentes para conferir al testigo, antes o después de prestadas sus declaraciones, la debida
protección. Se trata aquí de declaraciones prestadas durante la etapa de investigación, que como sabemos es
dirigida por el ministerio público.

10. Declaración de los testigos (artículo 309, 310 y 311, Código Procesal Penal): Otra novedad de la reforma es
que en el procedimiento penal no existirán testigos inhábiles. Sin perjuicio de ello, siguiendo el principio
contradictorio, los intervinientes podrán dirigir al testigo preguntas tendientes a demostrar su credibilidad o

354
falta de ella, la existencia de vínculos con alguno de los intervinientes que afectaren o pudieren afectar su
imparcialidad, o algún otro defecto de idoneidad.
En su declaración, todo testigo dará razón circunstanciada de los hechos sobre los cuales declarare,
expresando si los hubiere presenciado, si los dedujere de antecedentes que le fueren conocidos o si los hubiere
oído referir a otras personas.
En esta materia, la ley regula las declaraciones de los testigos menores de edad y la de los sordos o
mudos. Los primeros sólo serán interrogados por el presidente de la sala, debiendo los intervinientes dirigir
las preguntas por su intermedio; y los segundos serán interrogados de conformidad a lo dispuesto en el
artículo 311 del Código Procesal Penal.

11. Derechos del testigo (artículo 312 y 313, Código Procesal Penal): El Código Procesal Penal establece una
serie de derechos específicos para el testigo que cumple con el deber de declarar en el juicio: 1) El testigo
que careciere de medios suficientes o viviere solamente de su remuneración, tendrá derecho a que la persona
que lo presentare le indemnice la pérdida que le ocasionare su comparecencia para prestar declaración y le
pague, anticipadamente, los gastos de traslado y habitación, si procediere; y 2) La comparecencia del testigo
a la audiencia a la que debiere concurrir, constituirá siempre suficiente justificación cuando su presencia fuere
requerida simultáneamente para dar cumplimiento a obligaciones laborales, educativas o de otra naturaleza
y no le ocasionará consecuencias jurídicas adversas bajo circunstancia alguna.

3) EL INFORME DE PERITOS:

El informe de peritos es un medio de prueba que consiste en la opinión sobre determinados hechos
controvertidos del juicio que emiten ciertas personas que tienen conocimientos especiales sobre determinada
ciencia o arte, y que son indispensables para el dictamen que el tribunal va a emitir.
La característica primordial de los peritos es que son terceros ajenos al juicio que procuran a los jueces el
conocimiento del cual éstos carecen, referido a una determinada ciencia o arte; por consiguiente, actúan cuando,
para la debida ponderación de los hechos discutidos, se requieren conocimientos especializados en el área en que
el perito se especializa.
La ley señala que el ministerio público y los demás intervinientes podrán presentar informes elaborados
por peritos de su confianza y solicitar en la audiencia de preparación del juicio oral que éstos fueren citados a
declarar a dicho juicio, acompañando los comprobantes que acreditaren la idoneidad profesional del perito. La
mayor o menor fuerza probatoria que el tribunal le dé al informe de los peritos descansará, sin duda, sobre la
mayor o menor credibilidad que los jueces otorguen a sus declaraciones prestadas ante ellos y a su idoneidad
profesional.
El Código Procesal Penal regula minuciosamente este medio de prueba en el juicio oral en el párrafo 6º
del Título III del Libro Segundo. Estas normas se refieren a las siguientes materias:

1. Procedencia del informe de peritos (artículo 314, inciso 2º, Código Procesal Penal): El informe de peritos
procederá en los casos determinados por la ley y siempre que para apreciar algún hecho o circunstancia
relevante para la causa fueren necesarios o convenientes conocimientos especiales de una ciencia, arte u
oficio. Los informes deberán emitirse con imparcialidad, ateniéndose a los principios de la ciencia o reglas
del arte u oficio que profesare el perito.

2. Contenido del informe de peritos (artículo 315, Código Procesal Penal): Sobre el perito pesa el deber de
concurrir a declarar ante el tribunal acerca de su informe; sin perjuicio de tal obligación, su dictamen se
entrega por escrito y debe contener las siguientes menciones: a) La descripción de la persona o cosa que fuere
objeto de él, del estado y modo en que se hallare; b) La relación circunstanciada de todas las operaciones
practicadas y el resultado de ellas; y c) Las conclusiones que, en vista de tales datos, formularen los peritos
conforme a los principios de su ciencia o reglas de su arte u oficio.
355
No obstante lo anterior, de manera excepcional, las pericias consistentes en análisis de alcoholemia,
de ADN y aquellas que recayeren sobre sustancias estupefacientes o psicotrópicas, podrán ser incorporadas
al juicio oral mediante la sola presentación del informe respectivo.

3. Admisibilidad del informe de peritos (artículo 316, inciso 1º, Código Procesal Penal): El juez de garantía
admitirá los informes y citará a los peritos cuando, además de los requisitos generales para la admisibilidad
de las solicitudes de prueba, considerare que los peritos y sus informes otorgan suficientes garantías de
seriedad y profesionalismo. Con todo, el juez podrá limitar el número de informes o de peritos, cuando unos
u otros resultaren excesivos o pudieren entorpecer la realización del juicio.

4. Remuneración de los peritos (artículo 316, incisos 2º y 3º, Código Procesal Penal): Los honorarios y demás
gastos derivados de la intervención de los peritos mencionados en este artículo corresponderán a la parte que
los presentare. Excepcionalmente, el tribunal podrá relevar a la parte, total o parcialmente, del pago de la
remuneración del perito, cuando considerare que ella no cuenta con medios suficientes para solventarlo o
cuando, tratándose del imputado, la no realización de la diligencia pudiere importar un notorio desequilibrio
en sus posibilidades de defensa. En este último caso, el tribunal regulará prudencialmente la remuneración
del perito, teniendo presente los honorarios habituales en la plaza y el total o la parte de la remuneración que
no fuere asumida por el solicitante será de cargo fiscal.

5. Incapacidad para ser perito (artículo 317, Código Procesal Penal): De acuerdo a este artículo, no podrán
desempeñar las funciones de peritos las personas a quienes la ley reconociere la facultad de abstenerse de
prestar declaración testimonial.

6. Improcedencia de inhabilitación de los peritos (artículo 318, Código Procesal Penal): Según esta norma, la
regla general es que los peritos no podrán ser inhabilitados. No obstante, durante la audiencia del juicio oral
podrán dirigírseles preguntas orientadas a determinar su imparcialidad e idoneidad, así como el rigor técnico
o científico de sus conclusiones. Las partes o el tribunal podrán requerir al perito información acerca de su
remuneración y la adecuación de ésta a los montos usuales para el tipo de trabajo realizado.

7. Declaración de peritos (artículo 319, Código Procesal Penal): La declaración de los peritos en la audiencia
del juicio oral se regirá por las normas previstas en el artículo 329 del Código Procesal Penal -que
analizaremos posteriormente- y, supletoriamente, por las establecidas para los testigos. Si el perito se negare
a prestar declaración, se le aplicará lo dispuesto para los testigos en el artículo 299, inciso 2º, del Código
Procesal Penal, esto es, las penas del artículo 240 del Código de Procedimiento Civil.

8. Instrucciones necesarias para el trabajo de los peritos (artículo 320, Código Procesal Penal): Durante la etapa
de investigación o en la audiencia de preparación del juicio oral, los intervinientes podrán solicitar del juez
de garantía que dicte las instrucciones necesarias para que sus peritos puedan acceder a examinar los objetos,
documentos o lugares a que se refiriere su pericia o para cualquier otro fin pertinente. El juez de garantía
accederá a la solicitud, a menos que, presentada durante la etapa de investigación, considerare necesario
postergarla para proteger el éxito de ésta.
Esta norma se aplica a la etapa de investigación o la de preparación del juicio oral y no a la etapa que
estamos estudiando.

9. Auxiliares del ministerio público como peritos (artículo 321, Código Procesal Penal): En esta materia, la ley
permite al ministerio público para presentar como peritos a los miembros de los organismos técnicos que le
prestaren auxilio en su función investigadora, ya sea que pertenecieren a la policía, al propio ministerio
público o a otros organismos estatales especializados en tales funciones. Ejemplo: expertos del Servicio
Médico Legal.

356
10. Medidas de protección (artículo 322, Código Procesal Penal): Esta norma se aplica respecto de terceros
involucrados en el procedimiento. Al respecto, la norma establece que, en caso necesario, los peritos y otros
terceros que debieren intervenir en el procedimiento para efectos probatorios podrán pedir al ministerio
público que adopte medidas tendientes a que se les brinde la protección prevista para los testigos.

4) LA INSPECCION PERSONAL DEL TRIBUNAL:

La inspección personal del juez, o también llamado “reconocimiento judicial”, se puede definir como
aquel medio de prueba consistente en la visita que efectúa el juez por sí al lugar donde ocurrieron los hechos del
pleito. Este medio de prueba revestía especial importancia en el antiguo procedimiento penal.
En el proyecto original del Código Procesal Penal este medio probatorio se aceptaba durante la etapa de
la investigación y, también, se regulaba como una diligencia de “prueba anticipada”. No obstante, estas normas
fueron eliminadas durante la tramitación parlamentaria, principalmente porque, a juicio de la Comisión de
Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, esta posibilidad se contradice con los postulados
del nuevo proceso penal.
Sin perjuicio de lo señalado anteriormente, la Comisión no quiso excluir la posibilidad de que, en alguna
ocasión, fuere útil para el tribunal de juicio oral en lo penal constituirse en algún lugar para reconocerlo, durante
la audiencia, y así lo contempló en forma expresa en el artículo 337 del Código Procesal Penal. Esta norma expresa
que “cuando lo considerare necesario para la adecuada apreciación de determinadas circunstancias relevantes del
caso, el tribunal podrá constituirse en un lugar distinto de la sala de audiencias, manteniendo todas las
formalidades propias del juicio”.

5) LA PRUEBA DOCUMENTAL:

La prueba documental se compone de escritos que consignan hechos que las partes presentan a juicio.
En primer lugar, en relación a los documentos, a partir de este momento se termina su distinción entre
públicos y privados. Se termina también la indicación previa de otorgarle un valor probatorio diferente a cada
clase; al respecto, el tribunal formará su convicción sobre la base de la prueba producida durante el juicio oral.
Su valor probatorio lo aprecia el tribunal libremente (origen, certeza de su contenido y concordancia con
otras pruebas). Para que el tribunal pueda atribuirle alguna capacidad probatoria a los documentos, deben ser
leídos en la audiencia. Dicha norma establece que los documentos serán leídos y exhibidos en el debate, con
indicación de su origen. El tribunal podrá autorizar, con acuerdo de las partes, la lectura o reproducción parcial o
resumida de este medio de prueba, cuando ello pareciere conveniente y se asegurare el conocimiento de su
contenido.
Los documentos podrán ser exhibidos al acusado, a los peritos o testigos durante sus declaraciones, para
que los reconocieren o se refirieren a su conocimiento de ellos.
En todo caso, el artículo 334 del Código Procesal Penal limita la lectura de documentos a los señalados
precedentemente. El resto no se podrá incorporar o invocar como medios de prueba ni dar lectura durante el juicio
oral, a los registros y demás documentos que dieren cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por la policía
o el ministerio público.
Ni aun en los casos señalados se podrá incorporar como medio de prueba o dar lectura a actas o
documentos que dieren cuenta de actuaciones o diligencias declaradas nulas, o en cuya obtención se hubieren
vulnerado garantías fundamentales.

6) OTROS MEDIOS DE PRUEBA NO REGULADOS EXPRESAMENTE:


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Esta materia se encuentra contemplada en el párrafo 7º del Título III del Libro segundo del Código
Procesal Penal, que incluye un solo artículo referido a estos otros medios de prueba.
El artículo 323 del Código Procesal Penal autoriza la admisión como pruebas películas cinematográficas,
fotografías, fonografías, videograbaciones y otros sistemas de reproducción de la imagen o del sonido, versiones
taquigráficas y, en general, cualquier medio apto para producir fe. El tribunal determinará la forma de su
incorporación al procedimiento, adecuándola, en lo posible, al medio de prueba más análogo.
Las pruebas no previstas expresamente, se practican por analogía con los medios de prueba más
semejantes, que tengan una reglamentación expresa. Se trata de una solución que otorga libertad al juez para
decidir cuál es el medio de prueba para incorporar las fuentes de prueba no previstas expresamente en la ley.
Normalmente se reproducirán íntegramente, pero también se puede disponer su reproducción parcial o
resumida.

* Prueba de las acciones civiles:

De acuerdo al artículo 324 del Código Procesal Penal, la prueba de las acciones civiles en el procedimiento
criminal se sujetará a las normas civiles en cuanto a la determinación de la parte que debiere probar y a las
disposiciones del Código Procesal Penal en cuanto a su procedencia, oportunidad, forma de rendirla y apreciación
de su fuerza probatoria . Lo señalado se aplicará también a las cuestiones civiles a que se refiere el inciso 1º del
artículo 173 del Código Orgánico de Tribunales.
La norma del artículo 173, inciso 1º, del Código Orgánico de Tribunales establece que si en el juicio
criminal se suscita cuestión sobre un hecho de carácter civil que sea uno de los elementos que la ley penal estime
para definir el delito que se persigue, o para agravar o disminuir la pena, o para no estimar culpable al autor, el
tribunal con competencia en lo criminal se pronunciará sobre tal hecho.

* Paralelo entre los actos de investigación y los actos de prueba:

En el procedimiento ordinario se distinguen los actos de investigación, por un lado, y los de prueba, por
otro.
Los actos de investigación son actos realizados durante la instrucción por el ministerio público, la policía
o el juez de garantía, con el fin de obtener y recoger elementos de prueba que serán utilizados en forma mediata
para verificar las proposiciones de los litigantes durante el juicio y en forma inmediata para justificar, con grado
de probabilidad las resoluciones que dictará el juez de garantía durante las etapas preliminares.
Los actos de prueba, por su parte, son actos realizados por las partes durante el juicio oral con el objeto
de incorporar los elementos de prueba tendientes a verificar sus proposiciones de hecho.

* Registro del juicio oral:

El artículo 41 del Código Procesal Penal establece que el juicio oral deberá ser registrado en forma integra,
por cualquier medio que asegure fidelidad. El registro íntegro del juicio puede ser hecho fundamentalmente de
tres maneras: estenografía video o cinta magnetofónica.

6.- Desarrollo del juicio oral:

El juicio oral se desarrolla siguiendo las siguientes etapas: 1) Organización del tribunal; 2) Verificación
de asistencia y declaración de inicio; 3) Señalamiento de la acusación y alegatos de apertura; 4) Declaración del
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acusado como mecanismo de defensa; 5) Seguimiento del juicio por el tribunal; 6) Producción de la prueba; y 7)
Alegatos de clausura y cierre del debate.

I) Organización del tribunal:

Antes de la iniciación del juicio el tribunal de juicio oral en lo penal debe constituirse y distribuir su
trabajo. Al respecto, el tribunal estará integrado por los siguientes funcionarios:

a. El juez presidente de la sala: Cada sala será dirigida por un juez presidente de sala, quien tendrá las
atribuciones a que alude el artículo 92 del Código Orgánico de Tribunales y las demás de orden que la ley
procesal penal indique.
En el juicio oral, el juez presidente tiene atribuciones para: 1) dirigir el debate; 2) ordenar la
producción de las pruebas, 3) velar por el cumplimiento de las solemnidades, y 4) controlar el tiempo del
uso de la palabra.

b. El juez redactor: Uno de los jueces que integra el tribunal oral en lo penal realiza la labor de redactar la
sentencia. Al respecto, la ley dice que la sentencia será siempre redactada por uno de los miembros del
tribunal colegiado, designado por éste, y en la sentencia deberá señalarse el nombre de su redactor.

c. El tercer juez: Como se sabe, el tribunal oral en lo penal está integrado por tres jueces. La labor de este tercer
magistrado es importante sobretodo al momento de la decisión del asunto sometido a su conocimiento, ya
que ésta será adoptada por la mayoría de los miembros de la sala.

d. El juez alterno: Podrán integrar la sala otros jueces en calidad de alternos, con el solo propósito de subrogar,
si fuera necesario, a los miembros que se vieren impedidos de continuar participando en el desarrollo del
juicio oral.

e. Apoyo administrativo: Los tribunales orales en lo penal están organizados en unidades administrativas para
el cumplimiento eficaz y eficiente de las funciones del tribunal que señala el artículo 25 del Código Orgánico
de Tribunales.

II) Verificación de asistencia y declaración de inicio del juicio oral:

El día y hora fijados, el tribunal se constituirá con la asistencia del fiscal, del acusado, de su defensor y de
los demás intervinientes Al respecto, debemos recordar que el juicio debe contar con la asistencia obligatoria del
fiscal del ministerio público, del defensor y del acusado. También debemos tener presente lo que señalamos sobre
la inasistencia del querellante al juicio oral, que produce el abandono de la querella.
Asimismo, el tribunal verificará la asistencia y disponibilidad de los testigos, peritos, intérpretes y demás
personas que hubieren sido citadas a la audiencia y declarará iniciado el juicio.

III) Señalamiento de la acusación y alegatos de apertura:

El presidente de la sala señalará las acusaciones que deberán ser objeto del juicio contenidas en el auto de
apertura del juicio oral, advertirá al acusado que deberá estar atento a lo que oirá y dispondrá que los peritos y los
testigos hagan abandono de la sala de la audiencia.
En seguida el juez presidente concederá la palabra al fiscal, para que exponga la acusación oficial y al
querellante para que sostenga la acusación, así como la demanda civil si la hubiere interpuesto.

359
A continuación se le indicará al acusado que tiene la posibilidad de ejercer su defensa en conformidad a
lo dispuesto en el artículo 8º del Código Procesal Penal. Al efecto, se ofrecerá la palabra al abogado defensor,
quien podrá exponer los argumentos en que fundare su defensa.
De manera tal que la primera parte del juicio oral comienza con las exposiciones resumidas de sus
argumentos, que hacen los acusadores y la defensa. Dichas exposiciones sintéticas las llamaremos “alegatos de
apertura”.
El alegato de apertura consiste en el discurso inicial del litigante, cuya trascendencia radica en ser la
primera información que el tribunal recibe acerca de los hechos y la primera aproximación también respecto del
derecho aplicable (junto al auto de apertura). Normalmente se desarrolla en él “la teoría del caso” de la parte, es
decir, la manera en que el abogado presenta el caso ante el tribunal.
En estas exposiciones, los abogados suelen ofrecer la prueba que rendirán, indicando su pertinencia y
relevancia, aseverando que con ella se probarán sus proposiciones fácticas. La defensa normalmente anuncia
debilidades de la prueba de la acusación.

IV) Declaración del acusado como mecanismo de defensa:

Conforme al inciso 3º del artículo 326 del Código Procesal Penal, el acusado podrá prestar declaración,
en cuyo caso el juez presidente de la sala le permitirá que manifieste libremente lo que creyere conveniente
respecto de la o de las acusaciones formuladas.
En cualquier estado del juicio, el acusado podrá solicitar ser oído, con el fin de aclarar o complementar
sus dichos. Esta norma no viene sino a ratificar la regla que establece el inciso 1º del artículo 98 del Código
Procesal Penal, que establece que durante todo el procedimiento y en cualquiera de sus etapas el imputado tendrá
siempre derecho a prestar declaración, como un medio de defenderse de la imputación que se le dirigiere.
Posteriormente, el acusado podrá ser interrogado directamente por el fiscal, el querellante y el defensor,
en ese mismo orden. Finalmente, el o los jueces podrán formularle preguntas destinadas a aclarar sus dichos.

V) Seguimiento del juicio por el tribunal:

Durante el juicio el tribunal oral en lo penal deberá conducirlo observando las siguientes cuestiones: 1) la
teoría del caso, 2) los hechos investigados, 3) las teorías jurídicas, 4) las proposiciones fácticas, 5) la función
narrativa del abogado, y 6) el formato a seguir en la recepción de la información.

VI) Producción de la prueba:

A continuación a las etapas recién señaladas, viene el turno de la producción de la prueba a rendir en el
juicio oral. Sobre el particular, la ley establece las siguientes reglas:

1. Orden de recepción de las pruebas en la audiencia del juicio oral: Cada parte determinará el orden en que
rendirá su prueba, correspondiendo recibir primero la ofrecida para acreditar los hechos y peticiones de la
acusación y de la demanda civil y luego la prueba ofrecida por el acusado respecto de todas las acciones que
hubieren sido deducidas en su contra.

2. Peritos y testigos en la audiencia del juicio oral: Durante la audiencia, los peritos y testigos deberán ser
interrogados personalmente. Su declaración personal no podrá ser sustituida por la lectura de los registros en
que constaren anteriores declaraciones o de otros documentos que las contuvieren, sin perjuicio de lo
dispuesto en los artículos 331 y 332 del Código Procesal Penal.
El juez presidente de la sala identificará al perito o testigo y ordenará que preste juramento o promesa
de decir la verdad.
360
La regla en esta materia es que la declaración de testigos se sujeta al interrogatorio de las partes. Lo
mismo sucede con los peritos, sin perjuicio que, en primer lugar, deben exponer brevemente el contenido y
las conclusiones de su informe, y a continuación se autorizará que sean interrogados por las partes.
Los interrogatorios serán realizados en primer lugar por la parte que hubiere ofrecido la respectiva
prueba y luego por las restantes. En caso de que en el juicio intervinieren como acusadores el ministerio
público y el querellante particular, o el mismo se realizare contra dos o más acusados, se concederá
sucesivamente la palabra a todos los acusadores o a todos los acusados, según corresponda.
En cuanto a la actividad de los miembros del tribunal de el interrogatorio, se limita a formular
preguntas al testigo o perito, pero sólo con el fin de aclarar sus dichos.
A solicitud de alguna de las partes, el tribunal podrá autorizar un nuevo interrogatorio de los testigos
o peritos que ya hubieren declarado en la audiencia.
Antes de declarar, los peritos y los testigos no podrán comunicarse entre sí, ni ver, oír ni ser
informados de lo que ocurriere en la audiencia.
Conforme a lo expresado, se pueden distinguir el interrogatorio o “examen directo”, que es el
realizado por la parte que presentó al deponente, y el contrainterrogatorio o “contraexamen”, que consiste
en el examen que hace el resto de las partes (aquellas que no presentaron al testigo o perito).
Finalmente, la Ley Nº 20.074 agregó un inciso final en el sentido que “los testigos y peritos que, por
algún motivo grave y difícil de superar no pudieren comparecer a declarar a la audiencia del juicio, podrán
hacerlo a través de videoconferencia o a través de cualquier otro medio tecnológico apto para su
interrogatorio y contrainterrogatorio. La parte que los presente justificará su petición en una audiencia previa
que será especialmente citada al efecto, debiendo aquéllos comparecer ante el tribunal con competencia en
materia penal más cercano al lugar donde se encuentren”.

3. Métodos de interrogación de los testigos y peritos: En sus interrogatorios, las partes que hubieren presentado
a un testigo o perito no podrán formular sus preguntas de tal manera que ellas sugirieren la respuesta (artículo
330, inciso 1º, Código Procesal Penal). Asimismo, durante el contrainterrogatorio, las partes podrán
confrontar al perito o testigo con sus propios dichos u otras versiones de los hechos presentadas en el juicio.
En ningún caso se admitirán preguntas engañosas, aquéllas destinadas a coaccionar ilegítimamente al testigo
o perito, ni las que fueren formuladas en términos poco claros para ellos. Esta situación la controla el juez
presidente de la sala.
Lo señalado en cuanto al método de interrogación se aplicará al imputado cuando se allanare a prestar
declaración voluntariamente, que es una facultad que éste tiene como mecanismo de defensa.

4. Incidente de objeción de preguntas: Es la oposición fundada de uno de los litigantes a la formulación de una
interrogación, destinada a impedir que el testigo o perito conteste. Este incidente se caracteriza porque debe
ser planteado verbalmente, de inmediato, y de la misma manera se pronunciará el fallo.
Normalmente se da traslado de la objeción, abriéndose debate sobre el particular; en todo caso, la
reformulación de la pregunta extingue el incidente. Otra particularidad es que las decisiones que recayeren
sobre estos incidentes no serán susceptibles de recurso alguno.

5. Prohibición de lectura e incorporación de ciertas pruebas: Se refiere a los registros y documentos que dan
cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por la policía o el ministerio público; excepcionalmente se
pueden leer en los casos señalados en los artículos 331 y 332 del Código Procesal Penal (lectura de
declaraciones anteriores y para apoyo de la memoria). En efecto, el inciso 1º del artículo 334 del Código
Procesal Penal dice que salvo en los casos previstos en los artículos 331 y 332, no se podrá incorporar o
invocar como medios de prueba ni dar lectura durante el juicio oral, a los registros y demás documentos que
dieren cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por la policía o el ministerio público.
En todo caso, ni aun en los casos señalados se podrá incorporar como medio de prueba o dar lectura
a actas o documentos que dieren cuenta de actuaciones o diligencias declaradas nulas, o en cuya obtención
se hubieren vulnerado garantías fundamentales.

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6. Reproducción de declaraciones anteriores en la audiencia del juicio oral. De acuerdo a lo previsto en el
artículo 331 del Código Procesal Penal, podrá reproducirse o darse lectura a los registros en que constaren
anteriores declaraciones de testigos, peritos o imputados, en los siguientes casos:

- Cuando se tratare de declaraciones de testigos o peritos que hubieran fallecido o caído en incapacidad
física o mental, o estuvieren ausentes del país, o cuya residencia se ignorare o que por cualquier motivo
difícil de superar no pudieren declarar en el juicio, siempre que ellas hubieren sido recibidas por el juez
de garantía en una audiencia de prueba formal, en conformidad con lo dispuesto en los artículos 191, 192
y 280 del Código Procesal Penal.
- Cuando constan en registros o dictámenes que todas las partes acuerden en incorporar, con aquiescencia
del tribunal.
- Cuando la no comparecencia de los testigos, peritos o coimputados fuere imputable al acusado.
- Cuando se tratare de declaraciones realizadas por coimputados rebeldes, prestadas ante el juez de garantía.

7. Lectura para apoyo de memoria en la audiencia del juicio oral: El artículo 332 del Código Procesal Penal
señala que sólo una vez que el acusado o el testigo hubieren prestado declaración, se podrá leer en el
interrogatorio parte o partes de sus declaraciones anteriores prestadas ante el fiscal o el juez de garantía,
cuando fuere necesario para ayudar la memoria del respectivo acusado o testigo, para demostrar o superar
contradicciones o para solicitar las aclaraciones pertinentes. Con los mismos objetivos, se podrá leer durante
la declaración de un perito partes del informe que él hubiere elaborado.
La finalidad de esta lectura es apoyar la memoria de la persona que presta testimonio, ya sea para
demostrar o superar contradicciones o para solicitar las aclaraciones pertinentes.
Es preciso que la persona haya declarado sobre el punto específico que genera la necesidad de apoyar
su memoria. Sólo es material idóneo las declaraciones anteriores de esa persona prestadas ante el fiscal o el
juez de garantía.

8. Lectura o exhibición de documentos, objetos y otros medios; El artículo 333 del Código Procesal Penal
contempla diversas situaciones: a) Los documentos, tal como señalamos anteriormente, serán leídos y
exhibidos en el debate, con indicación de su origen; b) Los objetos que constituyeren evidencia deberán ser
exhibidos y podrán ser examinados por las partes; y c) Las grabaciones, los elementos de prueba
audiovisuales, computacionales o cualquier otro de carácter electrónico apto para producir fe, se reproducirán
en la audiencia por cualquier medio idóneo para su percepción por los asistentes.
El tribunal podrá autorizar, con acuerdo de las partes, la lectura o reproducción parcial o resumida de
los medios de prueba mencionados, cuando ello pareciere conveniente y se asegurare el conocimiento de su
contenido.

9. Antecedentes referidos a las salidas alternativas y al procedimiento abreviado: La ley prohíbe invocar, dar
lectura ni incorporar como medio de prueba al juicio oral ningún antecedente que dijere relación con la
proposición, discusión, aceptación, procedencia, rechazo o revocación de una suspensión condicional del
procedimiento, de un acuerdo reparatorio o de la tramitación de un procedimiento abreviado.

10. Prueba nueva y prueba sobre prueba: El artículo 336 del Código Procesal Penal plantea dos hipótesis
respecto de pruebas no solicitadas oportunamente: a) la prueba nueva, y b) la prueba sobre prueba.

VII) Alegatos de clausura y cierre del debate:

Concluida la recepción de las pruebas, el juez presidente de la sala otorgará sucesivamente la palabra al
fiscal, al acusador particular, el actor civil y al defensor, para que expongan sus conclusiones. El tribunal tomará
en consideración la extensión del juicio para determinar el tiempo que concederá al efecto. Seguidamente, se

362
otorgará al fiscal y al defensor la posibilidad de replicar. Las respectivas réplicas sólo podrán referirse a las
conclusiones planteadas por las demás partes.
Esto se conoce como “alegato final o de clausura del juicio oral”, reglamentado en el artículo 338 del
Código Procesal Penal. Estos alegatos normalmente se utilizan para efectuar un resumen de la actividad probatoria
desplegada en la audiencia y concluir en torno a ella, de acuerdo a la respectiva teoría del caso. Este es el momento
de razonar jurídicamente a la luz de la realidad probatoria del juicio.
Aquí cobra relevancia la fuerza de la argumentación; debe existir íntima relación entre los hechos que se
estiman probados y el derecho que se cree aplicable. Se suele analizar también en estas exposiciones la esencia
de la prueba rendida, argumentando a favor o en contra de ella, su obtención legítima, su credibilidad y
verosimilitud.
Por último, se otorgará al acusado la palabra, para que manifestare lo que estimare conveniente. A
continuación se declarará cerrado el debate.

7.- La decisión del tribunal:

Esta etapa del juicio oral de divide en: 1) La deliberación y el veredicto, y la fundamentación y
razonamiento jurídico; 2) la sentencia definitiva; y 3) la audiencia de lectura de sentencia.

* La deliberación y el veredicto, y la fundamentación y razonamiento jurídico:

Inmediatamente después de clausurado el debate comienza la etapa de deliberación. Para ese efecto, y los
miembros del tribunal de juicio oral en lo penal que hayan asistido a todo el juicio, deben retirarse a deliberar en
privado.
En esta etapa se procede a la valoración de las pruebas, que, como señalamos, impera el principio de la
libertad de prueba, sin contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos
científicamente afianzados.

-o- Convicción del tribunal:

En cuanto a la convicción que debe adquirir el tribunal, éste debe formar su convencimiento sólo sobre la
base de la prueba producida en el juicio oral. Al respecto, la ley establece que nadie podrá ser condenado por
delito sino cuando el tribunal que lo juzgare adquiriere, más allá de toda duda razonable, la convicción de que
realmente se hubiere cometido el hecho punible objeto de la acusación y que en él hubiere correspondido al
acusado una participación culpable y penada por la ley.
Asimismo, la ley agrega que no se podrá condenar a una persona con el solo mérito de su propia
declaración.

-o- Congruencia entre la sentencia y la acusación:

La sentencia condenatoria no podrá exceder el contenido de la acusación; en consecuencia, no se podrá


condenar por hechos o circunstancias no contenidos en ella. Sin embargo, el tribunal podrá dar al hecho una
calificación jurídica distinta de aquella contenida en la acusación o apreciar la concurrencia de causales
modificatorias agravantes de la responsabilidad penal no incluidas en ella, siempre que hubiere advertido a los
intervinientes durante la audiencia.

363
Si durante la deliberación uno o más jueces consideraren la posibilidad de otorgar a los hechos una
calificación distinta de la establecida en la acusación, que no hubiere sido objeto de discusión durante la audiencia,
deberán reabrirla, a objeto de permitir a las partes debatir sobre ella.

-o- El veredicto. Fundamentación y razonamiento jurídico:

Esta materia está prevista en el artículo 343 del Código Procesal Penal, norma que, en resumen, plantea
que una vez concluida la deliberación privada de los jueces, debe producirse la decisión de absolución o condena,
para ello deben señalarse los fundamentos principales, las circunstancias modificatorias inherentes y los efectos
de la decisión absolutoria.
Conforme a esta norma, una vez terminada la deliberación privada de los jueces, de conformidad a lo
previsto en el artículo 339 del Código Procesal Penal, la sentencia definitiva que recayere en el juicio oral deberá
ser pronunciada en la audiencia respectiva, comunicándose la decisión relativa a la absolución o condena del
acusado por cada uno de los delitos que se le imputaren, indicando respecto de cada uno de ellos los fundamentos
principales tomados en consideración para llegar a dichas conclusiones.
Excepcionalmente, cuando la audiencia del juicio se hubiere prolongado por más de dos días y la
complejidad del caso no permitiere pronunciar la decisión inmediatamente, el tribunal podrá prolongar su
deliberación hasta por veinticuatro horas, hecho que será dado a conocer a los intervinientes en la misma
audiencia, fijándose de inmediato la oportunidad en que la decisión les será comunicada.
La omisión del pronunciamiento de la decisión producirá la nulidad del juicio, el que deberá repetirse en
el más breve plazo posible.
Los acuerdos del tribunal del juicio oral se rigen por las reglas del Código Orgánico de Tribunales para
las Cortes de Apelaciones; en consecuencia, la decisión se alcanza con simple mayoría de votos dentro del
tribunal. Sin embargo, tratándose de los casos del inciso final del artículo 76 y el del inciso 2º del artículo 284 del
Código Procesal Penal en que, ante la falta o inhabilitación de un juez integrante del tribunal de oral en lo penal
que no ha podido ser reemplazado y quedan sólo dos jueces que han asistido a todo el juicio, la decisión se debe
adoptar por unanimidad, so pena de nulidad.
Como señalamos la decisión debe ser fundada, indicando los fundamentos principales tomados en
consideración para llegar a las conclusiones sobre la absolución o condena.

* La sentencia definitiva:

La sentencia definitiva viene a marcar el punto final del procedimiento ordinario en el nuevo proceso
penal.

-o- Plazo para dictar sentencia:

Como señalamos anteriormente, la sentencia definitiva debe ser pronunciada en la misma audiencia. Por
excepción, cuando la audiencia del juicio se ha prolongado por más de dos días y la complejidad del caso no
permite pronunciar la decisión inmediatamente, el tribunal puede prolongar su deliberación hasta por veinticuatro
horas, hecho que debe ser dado a conocer a los intervinientes en la misma audiencia, fijándose de inmediato la
oportunidad en que la decisión les será comunicada.

-o- Plazo para redacción de la sentencia:

En conformidad al artículo 344 del Código Procesal Penal, al pronunciarse sobre la absolución o condena,
el tribunal podrá diferir la redacción del fallo y, en su caso, la determinación de la pena hasta por un plazo de
364
cinco días, fijando la fecha de la audiencia en que tendrá lugar su lectura. No obstante, si el juicio hubiere durado
más de cinco días, el tribunal dispondrá, para la fijación de la fecha de la audiencia para su comunicación, de un
día adicional por cada dos de exceso de duración del juicio.
El transcurso de estos plazos sin que haya tenido lugar la audiencia de lectura del fallo constituirá falta
grave, que deberá ser sancionada disciplinariamente. Sin perjuicio de lo anterior, se deberá citar a una nueva
audiencia de lectura de la sentencia, la que en caso alguno podrá tener lugar después del segundo día desde la
fecha fijada en la primera.
Transcurrido el plazo adicional señalado sin que se comunicare la sentencia se producirá la nulidad del
juicio, a menos que la decisión hubiere sido la de absolución del acusado. En todo si se trata de varios acusados,
y se hubiere absuelto a alguno de ellos, la repetición del juicio, como es obvio, sólo comprenderá a quienes
hubieren sido condenados.

-o- Contenido de la sentencia definitiva:

La sentencia definitiva debe contener las indicaciones señaladas en el artículo 342 del Código Procesal
Penal, y que son las siguientes:

a. La mención del tribunal y la fecha de su dictación; la identificación del acusado y la de él o los acusadores.

b. La enunciación breve de los hechos y circunstancias que hubieren sido objeto de la acusación; en su caso,
los daños cuya reparación reclamare en la demanda civil y su pretensión reparatoria, y las defensas del
acusado.

c. La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por
probados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración de los medios de prueba
que fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297 del Código Procesal
Penal.

d. Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada uno de los hechos y sus
circunstancias y para fundar el fallo.

e. La resolución que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada uno de los delitos que la
acusación les hubiere atribuido; la que se pronunciare sobre la responsabilidad civil de los mismos y fijare
el monto de las indemnizaciones a que hubiere lugar.

f. El pronunciamiento sobre las costas de la causa.

g. La firma de los jueces que la hubieren dictado.

La sentencia será siempre redactada por uno de los miembros del tribunal colegiado, designado por éste,
en tanto la disidencia o prevención será redactada por su autor. La sentencia señalará el nombre de su redactor y
el del que lo sea de la disidencia o prevención.

-o- Decisión absolutoria y medidas cautelares personales:

El artículo 347 del Código Procesal Penal establece que, una vez comunicada a las partes la decisión
absolutoria prevista en el artículo 343 del mismo Código, el tribunal dispondrá, en forma inmediata, el alzamiento
de las medidas cautelares personales que se hubieran decretado en contra del acusado y ordenará se tome nota de

365
este alzamiento en todo índice o registro público y policial en el que figuraren. También se ordenará la cancelación
de las garantías de comparecencia que se hubieran otorgado.
En resumen, el tribunal oral en lo penal deberá: 1) Disponer, en forma inmediata, el alzamiento de las
medidas cautelares personales que se hayan decretado en contra del acusado; 2) Ordenar que se tome nota de este
alzamiento en todo índice o registro público y policial en el que puedan figurar; y 3) Ordenar la cancelación de
las garantías de comparecencia que se hayan otorgado.

-o- Sentencia condenatoria:

Conforme al artículo 348 del Código Procesal Penal, la sentencia condenatoria fijará las penas y se
pronunciará sobre la eventual aplicación de alguna de las medidas alternativas a la privación o restricción de
libertad previstas en la ley.
La sentencia que condena a una persona a una pena temporal deberá expresar con toda precisión el día
desde el cual empezará ésta a contarse y fijará el tiempo de detención, prisión preventiva y privación de libertad
impuesta en conformidad a la letra a) del artículo 155 del Código Procesal Penal, que deberá servir de abono para
su cumplimiento. Para estos efectos, se abonará a la pena impuesta un día por cada día completo, o fracción igual
o superior a doce horas, de dichas medidas cautelares que hubiere cumplido el condenado.
La sentencia condenatoria dispondrá también el comiso de los instrumentos o efectos del delito o su
restitución, cuando fuere procedente.
Cuando se hubiere declarado falso, en todo o en parte, un instrumento público, el tribunal, junto con su
devolución, ordenará que se lo reconstituya, cancele o modifique de acuerdo con la sentencia.
Por último, cuando se pronuncie la decisión de condena, el tribunal podrá disponer, a petición de alguno
de los intervinientes, la revisión de las medidas cautelares personales, atendiendo al tiempo transcurrido y a la
pena probable.

-o- Pronunciamiento sobre la demanda civil:

Tanto en el caso de absolución como en el de condena deberá el tribunal pronunciarse acerca de la


demanda civil válidamente interpuesta (artículo 349, Código Procesal Penal).

* La audiencia de comunicación de la sentencia:

Una vez redactada la sentencia, de conformidad a lo previsto en el artículo 342 del Código Procesal Penal,
se procederá a darla a conocer en la audiencia fijada al efecto, oportunidad a contar de la cual se entenderá
notificada a todas las partes, aun cuando no asistieren a la misma (artículo 346, Código Procesal Penal).

366
V. PROCEDIMIENTOS ESPECIALES

1.- Procedimiento simplificado:

Esta materia está contemplada en el Título I del Libro Cuarto del Código Procesal Penal, en los artículos
388 y siguientes, siendo el primero de los procedimientos especiales que reglamenta el Código Procesal Penal,
en su Libro Cuarto.
El procedimiento simplificado “es el que tiene por objeto que el juez de garantía conozca y falle en forma
oral, breve y concentrada, determinados asuntos que no revisten mayor complejidad, por lo que no requieren de
las mismas actuaciones y plazos para ser conocidos y resueltos que la acción penal pública por crimen o simple
delito”.

* Ámbito de aplicación:

En cuanto al ámbito de aplicación, el procedimiento simplificado debe emplearse para conocer y fallar:

✓ Las faltas penales.


✓ Los hechos constitutivos de simple delito para los cuales el ministerio público requiriere la imposición de
una pena que no excediere de presidio o reclusión menores en su grado mínimo.
✓ Las faltas previstas en los artículos 50 y 51 de la Ley Nº 20.000, sobre el tráfico ilícito de estupefacientes
y sustancias psicotrópicas, que sean de conocimiento de los juzgados de garantía.
✓ De igual manera, cuando los antecedentes lo ameritaren y hasta la deducción de la acusación, el fiscal
podrá dejar sin efecto la formalización de la investigación que ya hubiere realizado de acuerdo con lo
previsto en el artículo 230 del Código Procesal Penal, y proceder conforme a las reglas del procedimiento
simplificado.

* Tramitación del procedimiento simplificado:

En la tramitación del procedimiento simplificado se observarán las reglas que a continuación se señalan:

1) Requerimiento del fiscal: El requerimiento es la solicitud del fiscal dirigida al juez de garantía, una vez
recibida la denuncia de un hecho constitutivo de alguno de los delitos a que se refiere el artículo 388 del
Código Procesal Penal, para que cite inmediatamente a una audiencia, a fin de conocer y resolver sobre la
infracción denunciada (artículo 390, Código Procesal Penal).
No se practicará este requerimiento en los siguientes casos: 1) si los antecedentes aportados fueran
insuficientes, 2) si se encontrare extinguida la responsabilidad penal del imputado, y 3) si el fiscal decide
aplicar el principio de oportunidad que le concede el artículo 170 del Código Procesal Penal.
Si el fiscal formulare acusación y la pena requerida no excediere de presidio o reclusión menores en
su grado mínimo, la acusación se tendrá como requerimiento, debiendo el juez disponer la continuación del
juicio de conformidad a las normas del procedimiento simplificado.
La ley también establece un límite respecto del requerimiento del fiscal, ya que si se trata de lesiones
leves e injurias livianas, respectivamente, sólo podrán efectuar el requerimiento las personas a quienes
correspondiere la titularidad de la acción conforme a lo dispuesto en los artículos 54 y 55 del Código Procesal
Penal (delitos de acción penal mixta y delitos de acción penal privada).
Por último, el requerimiento deberá contener las menciones indicadas en el artículo 391 del Código
Procesal Penal, y que son las siguientes: a) la individualización del imputado; b) una relación sucinta del
hecho que se le atribuyere, con indicación del tiempo y lugar de comisión y demás circunstancias relevantes;
c) la cita de la disposición legal infringida; d) la exposición de los antecedentes o elementos que

367
fundamentaren la imputación; e) la pena solicitada por el requirente; y e) la individualización y firma del
requirente.

2) Preparación del juicio: Recibido el requerimiento, el tribunal ordenará su notificación al imputado y citará
a todos los intervinientes a la audiencia, la que no podrá tener lugar antes de veinte ni después de cuarenta
días contados desde la fecha de la resolución. El imputado deberá ser citado con, a lo menos, diez días de
anticipación a la fecha de la audiencia. La citación del imputado se hará bajo el apercibimiento señalado en
el artículo 33 del Código Procesal Penal y a la misma se acompañarán copias del requerimiento y de la
querella, en su caso.
En el procedimiento simplificado no procederá la interposición de demandas civiles, salvo aquella
que tuviere por objeto la restitución de la cosa o su valor.
La resolución que dispusiere la citación ordenará que las partes comparezcan a la audiencia, con
todos sus medios de prueba. Si alguna de ellas requiriere de la citación de testigos o peritos por medio del
tribunal, deberán formular la respectiva solicitud con una anticipación no inferior a cinco días a la fecha de
la audiencia.
Finalmente, en conformidad al artículo 393 bis del Código Procesal Penal, tratándose de una persona
sorprendida in fraganti cometiendo una falta o un simple delito de aquéllos a que da lugar este procedimiento,
el fiscal podrá disponer que el imputado sea puesto a disposición del juez de garantía, para el efecto de
comunicarle en la audiencia de control de la detención, de forma verbal, el requerimiento a que se refiere el
artículo 391 del Código Procesal Penal, y proceder de inmediato a la realización del procedimiento
simplificado.

3) Audiencia: Cumplidas las actuaciones previas señaladas, y no habiendo prosperado los acuerdos
reparatorios, se realizará la audiencia a la que serán citados todos los intervinientes. En virtud del artículo
394 del Código Procesal Penal, al inicio de la audiencia, el tribunal efectuará una breve relación del
requerimiento y de la querella, en su caso.
Si en la audiencia se encuentra la víctima, el juez instruirá a ésta y al imputado sobre la posibilidad
de poner término al procedimiento de conformidad a lo previsto en el artículo 241 del Código Procesal Penal,
esto es, la posibilidad de convenir acuerdos reparatorios, si ello procediere atendida la naturaleza del hecho
punible materia del requerimiento. Como estudiamos anteriormente, estos acuerdos sólo podrán referirse a
hechos investigados que afectaren bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial, que consistieren en
lesiones menos graves o que constituyeren delitos culposos.
Asimismo, el fiscal podrá proponer la suspensión condicional del procedimiento, si se cumplieren
los requisitos del artículo 237 del Código Procesal Penal, es decir, si la pena que pudiere imponerse al
imputado, en el evento de dictarse sentencia condenatoria, no excediere de tres años de privación de libertad,
y si el imputado no hubiere sido condenado anteriormente por crimen o simple delito.
Posteriormente, el tribunal preguntará al imputado si admite su responsabilidad en los hechos
contenidos en el requerimiento o si, por el contrario, solicita la realización de la audiencia. Para estos efectos,
el fiscal podrá modificar la pena requerida para el evento de que el imputado admitiere su responsabilidad.
En consecuencia, las actitudes que puede adoptar el imputado son dos: a) que admita su
responsabilidad en los hechos contenidos en el requerimiento, o b) que solicite la realización del juicio.

a. Si el imputado admite su responsabilidad en el hecho y no son necesarias otras diligencias, el tribunal


dictará sentencia inmediatamente. En este caso, el juez de garantía no podrá imponer una pena superior
a la solicitada en el requerimiento, permitiéndose la incorporación de antecedentes que sirvieren para la
determinación de la pena.

b. Si el imputado solicita la realización de la audiencia, deberá procederse a la preparación del juicio


simplificado: Si el imputado no admitiere responsabilidad, el juez procederá, en la misma audiencia, a la
preparación del juicio simplificado, el cual tendrá lugar inmediatamente, si ello fuere posible, o a más
tardar dentro de quinto día.
368
4) Realización del juicio simplificado: El juicio simplificado comenzará dándose lectura al requerimiento del
fiscal y a la querella, si la hubiere. Inmediatamente se oirá a los comparecientes y se recibirá la prueba, tras
lo cual se preguntará al imputado si tuviere algo que agregar. Con su nueva declaración o sin ella, el juez
pronunciará su decisión de absolución o condena, y fijará una nueva audiencia, para dentro de los cinco días
próximos, para dar a conocer el texto escrito de la sentencia.
La audiencia en referencia no podrá suspenderse, ni aun por falta de comparecencia de alguna de las
partes o por no haberse rendido prueba en la misma. Sin embargo, si no hubiere comparecido algún testigo
o perito cuya citación judicial hubiere sido solicitada de conformidad a lo dispuesto en el inciso tercero del
artículo 393 y el tribunal considerare su declaración como indispensable para la adecuada resolución de la
causa, dispondrá lo necesario para asegurar su comparecencia. La suspensión no podrá en caso alguno
exceder de cinco días, transcurridos los cuales deberá proseguirse conforme a las reglas generales, aun a falta
del testigo o perito.

5) Audiencia de lectura de sentencia: Como indicamos anteriormente, el juez, luego de pronunciar su decisión
de absolución o condena, fijará una nueva audiencia para dentro de los cinco días próximos, para dar a
conocer el texto escrito de la sentencia.

* Imposición de la condena:

Si la sentencia es condenatoria, ella fijará las penas y se pronunciará sobre la eventual aplicación de alguna
de las medidas alternativas a la privación o restricción de libertad previstas en la ley.
En caso de reiteración de faltas de una misma especie se aplicará, en lo que correspondiere, las reglas
contenidas en el artículo 351 del Código Procesal Penal.
La ley también prevé la posibilidad de suspender la imposición de la condena por falta, señalando que
“cuando resulte mérito para condenar por la falta imputada, pero concurrieren antecedentes favorables que no
hicieren aconsejable la imposición de la pena al imputado, el juez podrá dictar la sentencia y disponer en ella la
suspensión de la pena y sus efectos por un plazo de seis meses. En tal caso, no procederá acumular esta suspensión
con alguno de los beneficios contemplados en la ley N° 18.216”.
Transcurrido este plazo sin que el imputado hubiere sido objeto de nuevo requerimiento o de una
formalización de la investigación, el tribunal dejará sin efecto la sentencia y, en su reemplazo, decretará el
sobreseimiento definitivo de la causa.
Esta suspensión, sin embargo, no afecta la responsabilidad civil derivada del delito.

* Recursos en contra de la sentencia definitiva:

Contra la sentencia definitiva dictada en el procedimiento simplificado sólo podrá interponerse el recurso
de nulidad.
El fiscal requirente y el querellante, en su caso, sólo podrán recurrir si hubieren concurrido al juicio.

* El Procedimiento Monitorio:

Como señalamos anteriormente, el procedimiento simplificado se emplea para conocer y fallar las faltas
penales. Sin embargo, si las faltas son de aquellas que están sancionadas sólo con pena de multa, se aplicará el
llamado “procedimiento monitorio”, contemplado y reglamentado en el artículo 392 del Código Procesal Penal.
Como dice Héctor Oberg Yáñez, el procedimiento monitorio es un tipo de proceso declarativo de condena,
pero en el cual hay ausencia contradicción. Se trata de un procedimiento simple y a través del cual no se lleva a
cabo un auténtico enjuiciamiento, como sí acontece en el juicio ordinario.

369
-o- Ambito de aplicación:

El procedimiento monitorio se aplicará a la tramitación de las faltas respecto de las cuales el fiscal pidiere
sólo pena de multa. En otras palabras, se aplica en caso de faltas que debieren sancionarse sólo con pena de multa.

-o- Tramitación del procedimiento monitorio:

Al igual que en el procedimiento simplificado, el monitorio se inicia por requerimiento del fiscal, el que
debe cumplir los requisitos del artículo 391 del Código Procesal Penal y, además, debe indicar el monto de la
multa que solicitare imponer.
Si el juez estima suficientemente fundado el requerimiento y la proposición relativa a la multa, deberá
acogerlos inmediatamente, dictando una resolución que así lo declare. Dicha resolución contendrá, además, las
siguientes indicaciones:

a. La instrucción acerca del derecho del imputado de reclamar en contra del requerimiento y de la imposición
de la sanción, dentro de los quince días siguientes a su notificación, así como de los efectos de la
interposición del reclamo.

b. La instrucción acerca de la posibilidad de que dispone el imputado en orden a aceptar el requerimiento y la


multa impuesta, así como de los efectos de la aceptación.

c. El señalamiento del monto de la multa y de la forma en que la misma debiere enterarse en arcas fiscales,
así como del hecho que, si la multa fuere pagada dentro de los quince días siguientes a la notificación al
imputado de la resolución prevista en este inciso, ella será rebajada en veinticinco por ciento (25 %),
expresándose el monto a enterar en dicho caso.

Las situaciones que pueden producirse respecto de la procedencia del monto de la multa son las siguientes:
1) que el imputado pague la multa, 2) que el imputado no reclame dentro del plazo, 3) que el imputado reclame
dentro del plazo, o 4) que el juez no considerare suficientemente fundado el requerimiento o la multa propuesta
por el fiscal.

✓ En los dos primeros casos, esto es, que el imputado pague la multa o transcurre el plazo de quince días
desde la notificación de la resolución que la impone, sin que el imputado reclamare sobre su procedencia
o monto, se entenderá que acepta su imposición. En dicho evento la aludida resolución se tendrá, para
todos los efectos legales, como sentencia ejecutoriada.

✓ En los dos últimos casos, es decir, si dentro del mismo plazo de quince días, el imputado manifestare, de
cualquier modo fehaciente, su falta de conformidad con la imposición de la multa o su monto, o si el juez
no considerare suficientemente fundado el requerimiento o la multa propuesta por el fiscal, se proseguirá
con el procedimiento simplificado.

2.- Procedimiento abreviado:

El procedimiento abreviado está reglamentado en el Título III del Libro Cuarto del Código Procesal Penal,
en los artículos 406 y siguientes de dicho cuerpo legal.
Respecto a las normas aplicables en el procedimiento abreviado, el artículo 415 del Código Procesal Penal
dice que se aplicarán a tal procedimiento las disposiciones consignadas en este Título, y en lo no previsto en él,
370
las normas comunes previstas en dicho Código y las disposiciones del procedimiento ordinario, contempladas en
el Libro Segundo del mismo cuerpo legal.

* Concepto del procedimiento abreviado:

El procedimiento abreviado puede definirse como un procedimiento especial, en base a la documentación


y registros que el ministerio público ha reunido durante la instrucción, que es conocido por el juez de garantía
competente, y que requiere necesariamente el consentimiento del imputado, atendida la renuncia a juicio oral que
lleva consigo.

* Características del procedimiento abreviado:

Este procedimiento abreviado presenta algunos aspectos característicos interesantes de hacer notar, y que
son las siguientes:

• Es un procedimiento especial, que excluye la generalidad constituida por el juicio oral.


• Tiene aplicación por iniciativa exclusiva del ministerio público.
• Puede solicitarse en cualquier etapa del procedimiento, hasta la audiencia de preparación del juicio oral.
• Implica para el acusado la renuncia a su derecho a un juicio previo, oral y público.
• Requiere la aprobación del juez de garantía.
• Aceptado por el juez queda fijado el límite punitivo máximo, en el evento de que la sentencia sea
condenatoria.
• El juez de garantía falla como juez unipersonal y su sentencia es apelable.

* Presupuestos o condiciones de procedencia:

En conformidad al texto del artículo 406 del Código Procesal Penal, los presupuestos del procedimiento
abreviado son los siguientes:

a) Que en la acusación el fiscal requiera la imposición de una pena privativa de libertad no superior a cinco
años de presidio o reclusión menores en su grado máximo, o bien cualesquiera otras penas de distinta
naturaleza, cualquiera fuere su entidad o monto, ya fueren ellas únicas, conjuntas o alternativas, como por
ejemplo, una pena que impone una sanción de cinco años de presidio menor en su grado máximo y multa
de 40 unidades tributarias mensuales.

b) Que el imputado, en conocimiento de los hechos materia de la acusación y de los antecedentes de la


investigación que la fundaren, los acepte expresamente y manifieste su conformidad con la aplicación de
este procedimiento. En relación con este requisito, el artículo 409 del Código Procesal Penal, antes de
resolver la solicitud del fiscal, el juez de garantía debe consultar al acusado a fin de asegurarse que éste ha
prestado su conformidad al procedimiento abreviado en forma libre y voluntaria, que conoce su derecho a
exigir un juicio oral, que entiende los términos del acuerdo y las consecuencias que éste puede significarle
y, especialmente, que éste no ha sido objeto de coacciones ni presiones indebidas por parte del fiscal o de
terceros.

c) Que el juez de garantía acepte la solicitud respectiva acordada entre el acusado y el fiscal. Aquí surge el
problema de determinar el rol que debe asumir el juez de garantía, existiendo para ello dos criterios
interpretativos: 1) el control intenso de legalidad, y 2) el control de legalidad moderado.

371
El control intenso de legalidad: Implica en el juez actuante la expresión de una opinión jurídica
acerca de la posibilidad que, en su concepto, le merece la calificación jurídica del hecho. El control de
legalidad moderado: Este control implica para el juez de garantía sólo una mera plausibilidad o
razonabilidad jurídica de la calificación efectuada inicialmente por el fiscal. En este caso existe
concordancia entre el fiscal y el juez de garantía.

Respecto de estos presupuestos, se deja constancia que, la existencia de varios acusados o la atribución de
varios delitos a un mismo acusado, no impide la aplicación de las reglas del procedimiento abreviado a aquellos
acusados o delitos respecto de los cuales concurran dichos presupuestos. Esto significa que, por ejemplo, si hay
tres copartícipes en un mismo delito se puede, sin duda, juzgar a uno de ellos abreviando su procedimiento, y
aplicar a los otros dos el juicio oral.

* Oportunidad para solicitar el procedimiento abreviado:

Una vez formalizada la investigación, la tramitación de la causa conforme a las reglas del procedimiento
abreviado podrá ser acordada en cualquier etapa del procedimiento, hasta la audiencia de preparación del juicio
oral. En consecuencia, aquí debemos distinguir si se ha producido o no la acusación:

✓ Si no se ha deducido aún acusación, el fiscal y el querellante, en su caso, las formularán verbalmente en


la audiencia que el tribunal convocare para resolver la solicitud de procedimiento abreviado, a la que
deberá citar a todos los intervinientes. Deducidas verbalmente las acusaciones, se procederá en lo demás
en conformidad a las reglas del procedimiento abreviado.

✓ Si se ha deducido acusación, el fiscal y el acusador particular podrán modificarla según las reglas
generales, así como la pena requerida, con el fin de permitir la tramitación del caso conforme a las reglas
del procedimiento abreviado. Para estos efectos, la aceptación de los hechos por parte del imputado podrá
ser considerada por el fiscal como suficiente para estimar que concurre la circunstancia atenuante del
artículo 11, nº 9, del Código Penal, sin perjuicio de las demás reglas que fueren aplicables para la
determinación de la pena.

Si el procedimiento abreviado no fuere admitido por el juez de garantía, se tendrán por no formuladas las
acusaciones verbales realizadas por el fiscal y el querellante, lo mismo que las modificaciones que, en su caso,
éstos hubieren realizado a sus respectivos libelos, y se continuará de acuerdo a las normas del juicio ordinario
contempladas en el Libro II del Código Procesal Penal.

* Oposición del querellante al procedimiento abreviado:

El querellante sólo podrá oponerse al procedimiento abreviado cuando en su acusación particular hubiere
efectuado una calificación jurídica de los hechos, atribuido una forma de participación o señalado circunstancias
modificatorias de la responsabilidad penal diferentes de las consignadas por el fiscal en su acusación y, como
consecuencia de ello, la pena solicitada excediere el límite señalado en el artículo 406 del Código Procesal Penal,
esto es, la pena privativa de libertad no superior a cinco años de presidio o reclusión menores en su grado máximo.

* Resolución sobre la solicitud de procedimiento abreviado:

El juez aceptará la solicitud del fiscal y del imputado para proceder conforme al procedimiento abreviado
en los siguientes casos:

372
a) Cuando los antecedentes de la investigación fueren suficientes para proceder de conformidad a las normas
del procedimiento abreviado.
b) Cuando la pena solicitada por el fiscal se conformare a lo previsto en el inciso primero del artículo 406
del Código Procesal Penal.
c) Cuando el juez verifica que el acuerdo hubiere sido prestado por el acusado con conocimiento de sus
derechos, libre y voluntariamente.

Cuando no lo estimare así, o cuando considere fundada la oposición del querellante, rechazará la solicitud
de procedimiento abreviado y dictará el auto de apertura del juicio oral. En este caso, se tendrán por no formuladas
la aceptación de los hechos por parte del acusado y la aceptación de los antecedentes de la investigación, como
tampoco las modificaciones de la acusación o de la acusación particular efectuadas para posibilitar la tramitación
abreviada del procedimiento. De igual manera, el juez dispondrá que todos los antecedentes relativos al
planteamiento, discusión y resolución de la solicitud de proceder de conformidad al procedimiento abreviado sean
eliminadas del registro de la audiencia.

* Tramitación del procedimiento abreviado:

Conforme al artículo 411 del Código Procesal Penal, acordado el procedimiento abreviado, el juez abrirá
el debate, otorgará la palabra al fiscal, quien efectuará una exposición resumida de la acusación y de las
actuaciones y diligencias de la investigación que la fundamentaren. A continuación, se dará la palabra a los demás
intervinientes. En todo caso, la exposición final corresponderá siempre al acusado.
Cabe hacer presente que en el procedimiento abreviado no se rinde prueba de ninguna especie y terminado
el debate se dicta sentencia.

* Fallo en el procedimiento abreviado y contenido de la sentencia:

Al finalizar el debate, el juez dictará sentencia. Existen dos límites absolutos para la eventual sentencia
condenatoria, y que son los siguientes: 1) no puede imponer una pena superior ni más desfavorable a la requerida
por el fiscal o el querellante, según el caso; y 2) no puede emitirse exclusivamente sobre la base de la aceptación
de los hechos por parte del imputado.
En ningún caso el procedimiento abreviado obstará a la concesión de alguna de las medidas alternativas
consideradas en la ley, cuando correspondiere.
La sentencia no se pronunciará sobre la demanda civil que hubiere sido interpuesta. En consecuencia, si
hay actor civil éste no puede oponerse a la tramitación del procedimiento abreviado.
La sentencia dictada en el procedimiento abreviado deberá contener las menciones del artículo 413 del
Código Procesal Penal, y que son:

a) La mención del tribunal, la fecha de su dictación y la identificación de los intervinientes.


b) La enunciación breve de los hechos y circunstancias que hubieren sido objeto de la acusación y de la
aceptación por el acusado, así como de la defensa de éste.
c) La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos que se dieren por probados sobre la base
de la aceptación que el acusado hubiere manifestado respecto a los antecedentes de la investigación, así
como el mérito de éstos, valorados en la forma prevista en el artículo 297 del Código Procesal Penal.
d) Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada uno de los hechos y sus
circunstancias y para fundar su fallo.
e) La resolución que condenare o absolviere al acusado. La sentencia condenatoria fijará las penas y se
pronunciará sobre la aplicación de alguna de las medidas alternativas a la privación o restricción de
libertad previstas en la ley.
f) El pronunciamiento sobre las costas.
373
g) La firma del juez que la hubiere dictado.

La sentencia que condenare a una pena temporal deberá expresar con toda precisión el día desde el cual
empezará ésta a contarse y fijará el tiempo de detención o prisión preventiva que deberá servir de abono para su
cumplimiento.
La sentencia condenatoria dispondrá también el comiso de los instrumentos o efectos del delito o su
restitución, cuando fuere procedente.

* Recursos en contra de la sentencia dictada en el procedimiento abreviado:

La sentencia definitiva dictada por el juez de garantía en el procedimiento abreviado sólo será impugnable
por apelación, que se deberá conceder en ambos efectos.
En el conocimiento del recurso de apelación, la Corte podrá pronunciarse acerca de la concurrencia de los
supuestos del procedimiento abreviado previstos en el artículo 406 del Código Procesal Penal, ya analizados.

* Paralelo entre el procedimiento abreviado y el simplificado:

Ambos procedimientos presentan algunas semejanzas (por ejemplo: ambos constituyen una alternativa al
juicio oral y el conocimiento y fallo se entrega al juez de garantía, etc.). Por otro lado, ambos procedimientos
presentan diferencias notables:

- El simplificado procede respecto faltas penales y simples delitos para los cuales el fiscal requiere la
imposición de una pena que no excediere de presidio o reclusión menores en su grado mínimo (61 a 540
días). El abreviado procede cuando fiscal requiriere la imposición de una pena privativa de libertad no
superior a cinco años de presidio o reclusión menores en su grado máximo.

- La aplicación del simplificado la solicita fiscal luego de recibida querella o denuncia y de efectuada una
investigación preliminar, mediante un requerimiento; el abreviado requiere indagación previa, de
formalización, cierre investigación y acusación.

- El simplificado no necesita la anuencia del imputado para utilizarse; el abreviado requiere que el tenga
conocimiento de los hechos, los acepte, así como los antecedentes en que se funda.

- El simplificado se lleva a cabo en una audiencia especialmente convocada al efecto; el abreviado, en tanto,
se realiza durante la audiencia de preparación de juicio oral.

- En el simplificado las partes pueden rendir pruebas en abono de sus alegaciones; en el abreviado, el juez debe
dictar sentencia con el mérito de los hechos materia acusación y de los antecedentes de la investigación.

- En el simplificado el juez puede disponer la suspensión de la pena decretada cuando existieren antecedentes
favorables que no hicieren aconsejable su imposición; en el abreviado, en caso de sentencia condenatoria,
ésta debe cumplirse, pero dicho fallo no podrá imponer una pena superior ni más desfavorable a la requerida
por el fiscal o el querellante, en su caso.

- La sentencia definitiva dictada en el simplificado puede ser impugnada únicamente mediante el recurso de
nulidad; en cambio, la sentencia del abreviado sólo es impugnable por la vía de la apelación.

374
3.- Procedimiento por delito de acción privada:

El procedimiento por delito de acción privada se rige por las normas del Título II del Libro IV del Código
Procesal Penal, en los artículos 400 a 405 inclusive. En lo no previsto en estas normas, se aplican las disposiciones
del procedimiento simplificado, con excepción del artículo 398 del mismo cuerpo legal, esto es, la suspensión
condicional de la condena (artículo 405, Código Procesal Penal).

* Querella en juicios de acción privada:

El procedimiento comenzará sólo con la interposición de la querella por la persona habilitada para
promover la acción penal, ante el juez de garantía competente. Este escrito deberá cumplir con los requisitos de
los artículos 113 y 261 del Código Procesal Penal, en lo que no fuere contrario a lo dispuesto en las normas que
estudiamos.
Además del cumplimiento de tales requisitos, el querellante deberá acompañar una copia de la querella
por cada querellado a quien la misma debiere ser notificada.
En la misma querella se podrá solicitar al juez la realización de determinadas diligencias destinadas a
precisar los hechos que configuran el delito de acción privada. Ejecutadas las diligencias, el tribunal citará a las
partes a una audiencia.
En caso que el querellante se desistiere de la querella se decretará sobreseimiento definitivo en la causa y
el querellante será condenado al pago de las costas, salvo que el desistimiento obedeciere a un acuerdo con el
querellado. Con todo, una vez iniciado el juicio no se dará lugar al desistimiento de la acción privada, si el
querellado se opusiere a él.

* Audiencia en los juicios de acción privada:

A la audiencia en estos juicios, el querellante y querellado podrán comparecer a la misma en forma


personal o representados por mandatario con facultades suficientes para transigir. Sin perjuicio de ello, deberán
concurrir en forma personal, cuando el tribunal así lo ordenare.
Al inicio de la audiencia se procederá a la conciliación, para cuyo efecto el juez instará a las partes a buscar
un acuerdo que ponga término a la causa. Tratándose de los delitos de calumnia o de injuria, otorgará al querellado
la posibilidad de dar explicaciones satisfactorias de su conducta.
Posteriormente tiene lugar el debate, la cual se inicia con una breve relación de la querella que hace el juez
de garantía. Luego instruye a las partes sobre la posibilidad de un eventual acuerdo reparatorio.
En seguida le consultará al querellado si admite responsabilidad en los hechos descritos en la querella o
si, por el contrario, solicita la realización de la audiencia.

▪ Si el querellado admite responsabilidad, el juez dicta sentencia de inmediato, en cuyo caso no podrá
imponer una pena superior a la solicitada en la querella, permitiéndose la incorporación de antecedentes
que sirvieren para la determinación de la pena.
▪ Si el querellado no admite responsabilidad en los hechos, se continúa con la ritualidad del procedimiento
simplificado, partiendo con la preparación del juicio el cual tendrá lugar inmediatamente, si ello fuere
posible, o a más tardar dentro de quinto día.

* Realización del juicio y audiencia de lectura de la sentencia:

375
El juicio comenzará dándose lectura a la querella. En seguida se oirá a los comparecientes y se recibirá la
prueba, tras lo cual se preguntará al imputado si tuviere algo que agregar. Con su nueva declaración o sin ella, el
juez pronunciará su decisión de absolución o condena, y fijará una nueva audiencia, para dentro de los cinco días
próximos, para dar a conocer el texto escrito de la sentencia.

* Abandono de la acción:

La inasistencia del querellante a la audiencia del juicio, así como su inactividad en el procedimiento por
más de treinta días, entendiendo por tal la falta de realización de diligencias útiles para dar curso al proceso que
fueren de cargo del querellante, producirán el abandono de la acción privada. En tal caso el tribunal deberá, de
oficio o a petición de parte, decretar el sobreseimiento definitivo de la causa.
Lo mismo se observará si, habiendo muerto o caído en incapacidad el querellante, sus herederos o
representante legal no concurrieren a sostener la acción dentro del término de noventa días.

376
VI. RECURSOS PROCESALES

1.- Generalidades:

Los recursos procesales se pueden definir como “los medios de impugnación que la ley otorga a las partes
que han resultado agraviadas por una resolución judicial, con la finalidad de obtener la modificada, enmienda o
invalidación de tal resolución”.
Según las normas que regulan los recursos en el nuevo Código Procesal Penal, se puede desprender que
las características principales del nuevo régimen de recursos, son las siguientes:

✓ Se regulan en base a la figura central del juicio oral, principalmente sobre la vía del recurso de nulidad.

✓ Se mantiene el derecho al recurso, toda vez que se trata de un derecho reconocido en tratados
internacionales ratificados por Chile, como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, que se entienden incorporadas a nuestra Constitución
Política.

✓ Desaparece la doble instancia como regla general, y como consecuencia de ello, la apelación para
impugnar la sentencia definitiva del tribunal oral.

✓ Disminuyen las resoluciones susceptibles de recurrir y el número de recursos; por consiguiente, en general,
los recursos en el nuevo sistema son de derecho, que tienen por objeto velar por que el juicio se haya
celebrado respetando las garantías de orden procesal.

✓ Se privilegia el control horizontal de las resoluciones judiciales por sobre el control jerárquico de los
jueces. En el nuevo sistema procesal penal el fundamento último de un recurso es, desde un punto de vista
subjetivo, precisamente la búsqueda de una reparación del agravio, para lo cual debe demostrar en qué
consiste éste.

* Disposiciones generales sobre los recursos:

Estas normas están contenidas en el Título I del Libro Tercero del Código Procesal Penal, en los artículos
352 a 361, normas que veremos a continuación.

1. Facultad de recurrir (artículo 352, Código Procesal Penal). Podrán recurrir en contra de las resoluciones
judiciales el ministerio público y los demás intervinientes agraviados por ellas, sólo por los medios y en los
casos expresamente establecidos en la ley.

2. Aumento de los plazos (artículo 353, Código Procesal Penal). Si el juicio oral hubiere sido conocido por un
tribunal que se hubiese constituido y funcionado en una localidad situada fuera de su lugar de asiento, los
plazos legales establecidos para la interposición de los recursos se aumentarán conforme a la tabla de
emplazamiento prevista en el artículo 259 del Código de Procedimiento Civil.

3. Renuncia y desistimiento de los recursos (artículo 354, Código Procesal Penal). Podrán renunciarse
expresamente, una vez notificada la resolución contra la cual procedieren. Por otro lado, quienes hubieren
interpuesto un recurso podrán desistirse de él antes de su resolución. En todo caso, los efectos del
desistimiento no se extenderán a los demás recurrentes o a los adherentes al recurso.

4. Efecto de la interposición de recursos (artículo 355, Código Procesal Penal). La interposición de un recurso
no suspenderá la ejecución de la decisión, salvo que se impugnare una sentencia definitiva condenatoria o
377
que la ley dispusiere expresamente lo contrario. Esta norma, entre otros aspectos, implica hacer improcedente
la orden de no innovar en materia penal.

5. Prohibición de suspender la vista de la causa por falta de integración del tribunal (artículo 356, Código
Procesal Penal). La ley señala imperativamente que no podrá suspenderse la vista de un recurso penal por
falta de jueces que pudieren integrar la sala. Si fuere necesario, se interrumpirá la vista de recursos civiles
para que se integren a la sala jueces no inhabilitados. En consecuencia, la audiencia sólo se suspenderá si no
se alcanzare, con los jueces que conformaren ese día el tribunal, el mínimo de miembros no inhabilitados que
debieren intervenir en ella.

6. Suspensión de la vista de la causa por otras causales (artículo 357, Código Procesal Penal). La vista de los
recursos penales no podrá suspenderse por las causales previstas en los numerales 1º, 5º, 6º y 7º del artículo
165 del Código de Procedimiento Civil. Por consiguiente, se dejan sin aplicación las causales del examen
preferente o continuación de la vista de otra causa, la referida a la solicitud de una parte que no sea el
recurrente, la del abogado que tiene otra vista, y la del orden del tribunal por falta de un trámite previo
estrictamente indispensable.
En los demás casos la vista sólo podrá suspenderse si lo solicitare el recurrente o todos los
intervinientes facultados para concurrir a ella, de común acuerdo. Este derecho podrá ejercerse una sola vez
por el recurrente o por todos los intervinientes, por medio de un escrito que deberá presentarse hasta las doce
horas del día hábil anterior a la audiencia correspondiente, a menos que la agregación de la causa se hubiere
efectuado con menos de setenta y dos horas antes de la vista, caso en el cual la suspensión podrá solicitarse
hasta antes de que comenzare la audiencia.

7. Reglas generales de vista de los recursos (artículo 358, Código Procesal Penal). La disposición enunciada
establece que la vista de la causa se efectuará en una audiencia pública. La falta de comparecencia de uno o
más recurrentes a la audiencia dará lugar a que se declare el abandono del recurso respecto de los ausentes.
La incomparecencia de uno o más de los recurridos permitirá proceder en su ausencia.
La audiencia se iniciará con el anuncio, tras el cual, sin mediar relación, se otorgará la palabra a el o
los recurrentes para que expongan los fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que
formularen.
Posteriormente se permitirá intervenir a los recurridos y finalmente se volverá a ofrecer la palabra a
todas las partes con el fin de que formulen aclaraciones respecto de los hechos o de los argumentos vertidos
en el debate.
En cualquier momento del debate, cualquier miembro del tribunal podrá formular preguntas a los
representantes de las partes o pedirles que profundicen su argumentación o la refieran a algún aspecto
específico de la cuestión debatida.
Concluido el debate, el tribunal pronunciará sentencia de inmediato o, si no fuere posible, en un día y
hora que dará a conocer a los intervinientes en la misma audiencia. La sentencia será redactada por el
miembro del tribunal colegiado que éste designare y el voto disidente o la prevención, por su autor.

8. Prueba en los recursos (artículo 359, Código Procesal Penal). Por lógica esta posibilidad sólo se puede
plantear en el recurso de nulidad, que estudiaremos más adelante. En dicho recurso puede producirse prueba
sobre las circunstancias que constituyen la causal invocada.
En el recurso de nulidad podrá producirse prueba sobre las circunstancias que constituyeren la causal
invocada, siempre que se hubiere ofrecido en el escrito de interposición del recurso. Esta prueba se recibirá
en la audiencia conforme con las reglas que rigen su recepción en el juicio oral.
En caso alguno la circunstancia de que no pudiere rendirse la prueba dará lugar a la suspensión de la
audiencia.

9. Competencia del tribunal y alcance de su resolución (artículo 360, Código Procesal Penal). En esta materia,
la regla general es que la competencia del tribunal se determina por las solicitudes del recurrente. Al respecto,
378
la ley señala que el tribunal que conociere de un recurso sólo podrá pronunciarse sobre las solicitudes
formuladas por los recurrentes, quedándole vedado extender el efecto de su decisión a cuestiones no
planteadas por ellos o más allá de los límites de lo solicitado. Sin perjuicio de esta regla general, la norma en
estudio reconoce las siguientes excepciones:

• Si sólo uno de varios imputados por el mismo delito entablare el recurso contra la resolución, la decisión
favorable que se dictare aprovechará a los demás, a menos que los fundamentos fueren exclusivamente
personales del recurrente, debiendo el tribunal declararlo así expresamente.
• Si recurrió un solo interviniente el tribunal no puede reformar la resolución en su perjuicio; esta es la
prohibición de la “reformatio in peius”.
• En el caso del recurso de nulidad, la Corte puede, para acoger un recurso deducido a favor del imputado,
considerar un motivo distinto al invocado por el recurrente, tratándose de los denominados “motivos
absolutos de nulidad”.

10. Aplicación supletoria de las normas del Título III del Libro Segundo del Código Procesal Penal (artículo
361, Código Procesal Penal). Los recursos se rigen principalmente por las normas del Libro III del Código
Procesal Penal; sin embargo, supletoriamente se aplican las disposiciones del Título III del Libro Segundo
del Código Procesal Penal, esto es, aquellas que dicen relación con el juicio oral en el procedimiento
ordinario.

2.- Recurso de reposición:

Esta materia se encuentra tratada en el Título II del Libro Tercero del Código Procesal Penal, en los
artículos 362 y 363 de este cuerpo de leyes.
Tradicionalmente se ha definido al recurso de reposición como “aquella vía de impugnación que persigue
que, el mismo tribunal que pronunció la resolución gravosa, la modifique o la deje sin efecto”.
El Código Procesal Penal, en sus artículos 362 y 363, señala las resoluciones impugnables a través de este
recurso, los plazos para recurrir por esta vía y la tramitación aplicable a las diferentes clases de reposición. Para
determinar las resoluciones que pueden ser recurridas de reposición, el plazo para impugnar y la tramitación del
recurso es preciso distinguir si las resoluciones se dictaron en la audiencia o fuera de ella:

1. Reposición de las resoluciones dictadas fuera de audiencias (artículo 362, Código Procesal Penal): Son
susceptibles del recurso de reposición las sentencias interlocutorias, los autos y los decretos dictados fuera
de audiencias. El plazo de interposición es de tres días y el recurso deberá ser fundado.
Por regla general, el tribunal se pronunciará de plano, pero en forma excepcional podrá oír a los demás
intervinientes si se hubiere deducido en un asunto cuya complejidad así lo aconsejare.
Cuando la reposición se interpusiere respecto de una resolución que también fuere susceptible de
apelación y no se dedujere a la vez este recurso para el caso de que la reposición fuere denegada, se entenderá
que la parte renuncia a la apelación.
La reposición no tendrá efecto suspensivo, salvo cuando contra la misma resolución procediere
también la apelación en este efecto.

2. Reposición de las resoluciones pronunciadas en las audiencias orales, que no hubieren sido precedidas de
debate (artículo 363, Código Procesal Penal): Son susceptibles del recurso las sentencias interlocutorias,
autos y decretos que no hubieren sido precedidas de debate, en cuyo caso el recurso deberá interponerse tan
pronto se dicten. La tramitación se efectuará verbalmente, de inmediato, y de la misma manera se pronunciará
el fallo.

379
3.- Recurso de apelación:

El recurso de apelación está reglamentado en el Código Procesal Penal en el Título III del Libro Tercero,
en los artículos 364 a 371, ambas normas inclusive.
El recurso de apelación “es un medio de impugnación de que disponen los intervinientes, que tiene por
objeto que el tribunal superior respectivo, conociendo los aspectos de hecho y jurídicos, enmiende con arreglo a
derecho, la resolución pronunciada por el inferior, en aquellos casos que la ley señala expresamente”.

* Resoluciones apelables:

En forma previa debemos dejar establecido que son inapelables las resoluciones pronunciadas por el
tribunal oral en lo penal.
De acuerdo al artículo 370 del Código Procesal Penal, las resoluciones dictadas por el juez de garantía
serán apelables en los siguientes casos:

(a) Cuando pusieren término al procedimiento, hicieren imposible su prosecución o la suspendieren por más de
treinta días.

(b) Cuando la ley lo señalare expresamente. En este caso, podemos señalar, a modo de ejemplo, las siguientes
resoluciones: la que declara admisible la querella (artículo 115, Código Procesal Penal), la que declara el
abandono de la querella (artículo 120, Código Procesal Penal), la que se pronuncia acerca de la suspensión
condicional del procedimiento (artículo 237, Código Procesal Penal); etc.

* Tribunal ante el que se entabla el recurso:

En conformidad al artículo 365 del Código Procesal Penal, el recurso de apelación deberá entablarse ante
el mismo juez que hubiere dictado la resolución y éste lo concederá o lo denegará.

* Plazo y forma de interposición del recurso de apelación:

El recurso de apelación deberá entablarse dentro de los cinco días siguientes a la notificación de la
resolución impugnada. Lo dicho debe entenderse sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 14, inciso 2º, y 17
del Código Procesal Penal.
En cuanto a la forma de interposición, el recurso de apelación deberá ser interpuesto por escrito; en
consecuencia, no proceden las apelaciones verbales en audiencia; el escrito correspondiente deberá indicar los
fundamentos y las peticiones concretas que se formularen. Si no se cumplen los requisitos señalados en el artículo
367 del Código Procesal Penal, la apelación es inadmisible.

* Efectos de la apelación:

Por regla general la apelación se concederá en el solo efecto devolutivo, a menos que la ley señale
expresamente lo contrario. Así, por ejemplo, se concede en ambos efectos:

- La apelación que el ministerio público deduce contra el auto de apertura del juicio oral (artículo 277, Código
Procesal Penal).

380
- La apelación de la sentencia definitiva que dictare el juez de garantía en el procedimiento abreviado (artículo
414, inciso 1º, Código Procesal Penal).

* La adhesión a la apelación:

La adhesión a la apelación consiste en pedir la reforma de la sentencia apelada en la parte en que la estime
gravosa el apelado. En relación a esta institución, atendido que no se prohíbe, y al hecho que respecto del recurso
de nulidad se permite expresamente, podemos sostener que es procedente en el nuevo procedimiento.

* Tramitación del recurso:

En este tema, debemos realizar la siguiente distinción: 1) la tramitación ante el tribunal a quo, y 2) la
tramitación ante el tribunal ad quem.

1. Tramitación ante el tribunal a quo: En cuanto a la tramitación del recurso de apelación en el tribunal a quo,
se deben observar las siguientes reglas:

- El recurso se interpone ante el mismo tribunal que dictó la resolución, es decir, el juzgado de garantía
correspondiente, el cual deberá examinar si la resolución apelada admite o no el recurso de apelación, si
el recurso ha sido deducido oportunamente y si la apelación cumple con los requisitos exigidos, es decir,
que indique los fundamentos y que contenga las peticiones concretas.

- Si el recurso es declarado admisible, se concede el recurso para ante el tribunal superior jerárquico.

- El juez deberá remitir al tribunal de alzada copia fiel de la resolución y de todos los antecedentes
pertinentes para un acabado pronunciamiento sobre el recurso. El tribunal de primera instancia realizará
esta remisión en el día siguiente al de la última notificación.

2. Tramitación ante el tribunal ad quem: El secretario del tribunal de alzada deberá certificar la fecha de ingreso
de los antecedentes remitidos por el tribunal de primera instancia; la notificación personal del recurrente de
ese certificado o de la primera resolución que se dicte se entenderá que es una forma de comparecer para
continuar el recurso.
En relación a la tramitación ante el tribunal superior, debemos señalar que los intervinientes, y en
particular quien recurre, tienen el plazo de cinco días para comparecer, en su caso con los aumentos
pertinentes.
La Corte Suprema ha señalado que la orden de no innovar, prevista en los artículos 192, incisos 2º y
3º del Código de Procedimiento Civil, no procede en las apelaciones regladas por el Código Procesal Penal,
por estar en contraposición con lo dispuesto por su artículo 355, norma que, como vimos, establece que la
regla general es que el recurso no suspenderá la ejecución de la decisión.

4.- Recurso de hecho:

Al igual que en el antiguo procedimiento penal, el Código Procesal Penal actual contempla el recurso de
hecho, el cual se encuentra está previsto y regulado en el artículo 369 del mismo Código.
El recurso de hecho “es aquel medio de impugnación que la ley concede a las partes cuando el tribunal
inferior al conceder o denegar una apelación comete errores que causen agravio a dichas partes y que deben ser
enmendados por el tribunal superior”.
381
* Resoluciones recurribles:

A través del recurso de hecho son susceptibles de impugnarse las siguientes resoluciones:

 La que deniega un recurso de apelación procedente (recurso de hecho propiamente tal o verdadero).
 La que concede un recurso de apelación improcedente.
 La que concede un recurso de apelación con efectos no ajustados a derecho.

* Plazo de interposición y tramitación:

El recurso de hecho debe interponerse en el plazo de tres días ante el tribunal de alzada, para que éste
resuelva si ha lugar o no al recurso y cuáles debieren ser sus efectos.
El tribunal de alzada solicitará, cuando correspondiere, los antecedentes señalados en el artículo 371 del
Código Procesal Penal, esto es, la copia de la resolución y los antecedentes necesarios para el pronunciamiento al
juez de garantía; y luego fallará en cuenta.
Si acoge el verdadero recurso de hecho se retendrán los antecedentes o los recabará, si no los hubiese
pedido, para pronunciarse sobre la apelación.

5.- Recurso de nulidad:

Este medio de impugnación está reglamentado en el Título IV del Libro Tercero del Código Procesal
Penal, título que abarca los artículos 372 a 387 del mismo cuerpo legal.
El recurso de nulidad puede definirse como “aquel medio de impugnación extraordinario que la ley
concede a los intervinientes agraviados, con el fin de invalidar el juicio oral y la sentencia definitiva, o solo esta
última, cuando ha existido vulneración sustancial de garantías y derechos fundamentales, cuando no se ha hecho
una acertada interpretación de las normas de derecho y ello ha influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo
o cuando resulte necesario uniformar la aplicación del derecho”.
Se trata de un recurso extraordinario en razón de la limitación de resoluciones recurribles por esta vía,
como en razón de la limitación de causales de procedencia.
* Finalidades del recurso de nulidad:

Según la doctrina, las finalidades que se persiguen a través de este medio de impugnación son las que a
continuación se señalan:

❑ Procurar el respeto de las garantías y derechos fundamentales.


❑ Obtener sentencias que hagan una acertada interpretación de las normas de derecho.
❑ Lograr que la Corte Suprema uniforme la aplicación del derecho.
❑ Invalidar el juicio oral y la sentencia definitiva, o solamente ésta por las causales expresamente señaladas.

* Resoluciones o trámites impugnables:

El recurso de nulidad se puede utilizar para invalidar las siguientes resoluciones o trámites:

a) La sentencia definitiva pronunciada en el juicio oral, sea absolutoria o condenatoria.


b) El juicio oral.
382
c) La sentencia definitiva dictada en el procedimiento simplificado.
d) La sentencia definitiva pronunciada en el procedimiento por delitos de acción privada.
e) La sentencia que se pronuncie sobre la extradición pasiva.

Es importante hacer presente que no es procedente el recurso de nulidad tratándose de la sentencia


definitiva pronunciada en el procedimiento abreviado (sólo procede para dichos efectos el recurso de apelación).

* Causales del recurso:

Existen dos grandes tipos de causales que hacen procedente el recurso de nulidad, y que son las causales
genéricas y las causales específicas, reguladas en los artículos 373 y 374 del Código Procesal Penal,
respectivamente.

1. Causales genéricas del recurso: El artículo 373 del Código Procesal Penal contempla dos causales genéricas
de procedencia del recurso de nulidad:

a) Cuando en cualquier etapa del procedimiento o en el pronunciamiento de la sentencia, se hubieren


infringido derechos o garantías asegurados por la Constitución o por los tratados internacionales
ratificados por Chile y que se encuentren vigentes. Una de las finalidades del nuevo proceso penal es el
respeto de las garantías constitucionales, por ello, en concordancia con este objetivo, se ha establecido
como causal del recurso de nulidad la infracción de ellas.

b) Cuando, en el pronunciamiento de la sentencia, se hubiere hecho una errónea aplicación del derecho
que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo. Esta segunda causal es prácticamente la
misma del recurso de casación en el fondo, con la diferencia que el legislador se refiere al derecho y no
a ley, ampliándose el campo de aplicación de esta causal.

2. Causales específicas o “motivos absolutos de nulidad”: Junto con las dos causales mencionadas
precedentemente, el legislador, en el artículo 374 del Código Procesal penal, ha establecido una serie de
casos en que se presume en que existe infracción sustancial a las garantías:

a) Cuando la sentencia hubiere sido pronunciada por un tribunal incompetente, o no integrado por los
jueces designados por la ley; cuando hubiere sido pronunciada por un juez de garantía o con la
concurrencia de un juez de tribunal de juicio oral en lo penal legalmente implicado, o cuya recusación
estuviere pendiente o hubiere sido declarada por tribunal competente; y cuando hubiere sido acordada
por un menor número de votos o pronunciada por menor número de jueces que el requerido por la ley,
o con concurrencia de jueces que no hubieren asistido al juicio.

b) Cuando la audiencia del juicio oral hubiere tenido lugar en ausencia de alguna de las personas cuya
presencia continuada exigen, bajo sanción de nulidad, los artículos 284 y 286 del Código Procesal
Penal. Las normas señaladas en esta disposición exigen la presencia de los jueces que integren el tribunal,
del fiscal y del defensor.

c) Cuando al defensor se le hubiere impedido ejercer las facultades que la ley le otorga.

d) Cuando en el juicio oral hubieren sido violadas las disposiciones establecidas por la ley sobre
publicidad y continuidad del juicio.

e) Cuando, en la sentencia, se hubiere omitido alguno de los requisitos previstos en el artículo 342, letras
c), d) o e) del Código Procesal Penal.
383
f) Cuando la sentencia se hubiere dictado con infracción de lo prescrito en el artículo 341 del Código
Procesal Penal. Se refiere al principio de congruencia que debe mediar entre la acusación y la sentencia.

g) Cuando la sentencia hubiere sido dictada en oposición a otra sentencia criminal pasada en autoridad
de cosa juzgada.

* Tribunal competente para conocer del recurso:

Para la determinación del tribunal superior competente que conocerá de este recurso, hay que distinguir
según cual sea la causal invocada.

1) Corresponderá su conocimiento a la Corte de Apelaciones, si las causales invocadas son las siguientes: a) La
aplicación errónea del derecho; y b) Si se trata de algunas causales comprendidas en los motivos absolutos
de nulidad.

2) Corresponderá conocer a la Corte Suprema, si las causales que se invocan son las siguientes: a) La infracción
de las garantías constitucionales; b) La errónea aplicación del derecho y respecto de la materia de derecho
objeto del mismo existieren distintas interpretaciones sostenidas en diversos fallos emanados de los
tribunales superiores; c) Si el recurso se fundare en distintas causales y por aplicación de las reglas
mencionadas precedentemente correspondiere el conocimiento de algunas de ellas a la Corte Suprema, ésta
se pronunciara sobre todas; y d) Si se dedujeren distintos recursos de nulidad contra la sentencia y entre las
causales que lo fundaren hubiere una respecto de la cual correspondiere pronunciarse a la Corte Suprema.

* Preparación del recurso:

Conforme lo establece el inciso 1º del artículo 377 del Código Procesal Penal, si la infracción invocada
como motivo del recurso se refiere a una ley que regula el procedimiento, el recurso sólo es admisible cuando
quien lo entabla ha reclamado oportunamente del vicio o defecto.
No será necesaria la reclamación señalada precedentemente, de acuerdo a lo indicado en el inciso 2º del
artículo 377 del Código Procesal Penal, en los siguientes casos:

❑ Cuando se trate de alguna de las causales del artículo 374 del Código Procesal Penal.
❑ Cuando la ley no admitiere recurso alguno contra la resolución que contiene el vicio o defecto.
❑ Cuando el vicio ha tenido lugar en el pronunciamiento mismo de la sentencia que se trata de anular.
❑ Cuando el vicio o defecto ha llegado al conocimiento de la parte después de pronunciada la sentencia.
❑ Se puede agregar, también, si se solicitó en su oportunidad la nulidad procesal y el tribunal no resolvió la
cuestión de conformidad a lo solicitado.

* Interposición del recurso:

En esta materia analizaremos los aspectos legales-formales que se exigen para la interposición del recurso
de nulidad.

1) Plazo para interponer el recurso: El recurso de nulidad deberá interponerse dentro de plazo correspondiente
a los diez días siguientes a la notificación de la sentencia definitiva, ante el tribunal que hubiere conocido
del juicio oral. Este plazo será aumentado si el juicio se realizó fuera del asiento del tribunal.

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2) Forma de interponer el recurso: De acuerdo a la ley, el recurso debe interponerse por escrito ante el tribunal
que hubiere conocido del juicio oral. Los requisitos del escrito de interposición del recurso de nulidad se
pueden agrupar en dos grandes grupos: a) requisitos generales, y b) requisito particular:

a. Requisitos generales: En el escrito se consignarán los fundamentos del recurso y las peticiones concretas
que se sometieran al fallo del tribunal. El recurso puede fundarse en varias causales, caso en el cual se
indicara si se invocan conjunta o subsidiariamente, pero fundando cada motivo separadamente. En su
caso, deberá ofrecerse prueba en el escrito de interposición, caso en el cual el recurso podrá producir
prueba sobre las circunstancias que constituyeren la causal invocada.

b. Requisito particular: Cuando el recurso se fundare en errónea aplicación del derecho y respecto de la
materia objeto de derecho existiere distintas interpretaciones (cuyo conocimiento corresponde a la Corte
Suprema), deberá además indicarse en forma precisa los fallos en que se hubiese sostenido las distintas
interpretaciones que invocare y acompañar copia de las sentencias o de las publicaciones que se hubieren
efectuado del texto íntegro de las mismas.

3) Efectos que produce la interposición del recurso de nulidad: Para determinar los efectos que produce la
interposición del recurso de nulidad, es menester realizar la siguiente distinción:

 Sentencia condenatoria: Tratándose de una sentencia condenatoria, la interposición del recurso de


nulidad suspende los efectos de la sentencia recurrida.

 Sentencia absolutoria: La interposición del recurso de nulidad no suspende sus efectos.

Interpuesto el recurso no podrán invocarse nuevas causales. Excepción a ello lo constituye la


“facultad oficiosa del tribunal”, la que consiste en que la Corte, de oficio, podrá acoger el recurso que se
hubiese deducido en favor del imputado por un motivo distinto del invocado por el recurrente, siempre que
sea alguno de los denominados “motivos absolutos de nulidad” establecidos en el artículo 374 del Código
Procesal Penal. Como puede observarse, la facultad de las Cortes para acoger de oficio el recurso es reducida,
ya que debe cumplirse con una triple exigencia: 1) debe ser un recurso deducido en favor del imputado; 2)
debe haberse deducido por un motivo distinto del invocado por el recurrente, y 3) sólo estará circunscrito a
los denominados “motivos absolutos de nulidad”.

* Tramitación del recurso de nulidad:

Esta tramitación del recurso de nulidad puede ser estudiada desde el punto de vista de dos tribunales: 1)
Ante el mismo tribunal que pronunció la resolución objeto del recurso, o sea, el tribunal inferior o “tribunal a
quo”; y 2) Ante el tribunal que conoce del recurso, o sea, el tribunal superior o “tribunal ad quem”.
1) Tramitación ante el tribunal a quo: El tribunal a quo corresponde al mismo que pronunció la resolución
objeto del recurso. Aquí debemos distinguir y analizar dos trámites o formalidades que resuelve este tribunal:

A. Estudio de la admisibilidad o inadmisibilidad del recurso: Interpuesto el recurso, el tribunal a quo debe
pronunciarse sobre su admisibilidad.
La ley establece los casos que ameritan la declaración de inadmisibilidad del recurso de nulidad;
a saber: 1) la resolución inimpugnable a través de este medio; y 2) el recurso deducido fuera de plazo o
extemporáneo.
La resolución que declare la inadmisibilidad del recurso será susceptible de reposición dentro de
tercero día.

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B. Remisión de los antecedentes: En cuanto a los antecedentes a remitir, concedido el recurso el tribunal a
quo remitirá a la Corte copia de la sentencia definitiva, del registro de la audiencia del juicio oral o de las
actuaciones determinadas de ella que se impugnaren, y del escrito en que se hubiere interpuesto el recurso.

2) Tramitación ante el tribunal ad quem: El tribunal superior, como sabemos, es el competente para conocer del
recurso. En este caso, igualmente debemos distinguir y analizar algunas formalidades que se verifican para
ante el “tribunal ad quem”:

A. Actuaciones previas: El artículo 382 del Código Procesal Penal regula ciertas actuaciones previas a la
declaración de admisibilidad o inadmisibilidad del recurso. Estas actuaciones dicen relación con los
siguientes aspectos:

o Ingresado el recurso se abrirá un plazo de cinco días para que las demás partes soliciten que se declare
inadmisible, se adhirieren a él o le formularen observaciones por escrito.

o En cuanto a la adhesión al recurso de nulidad, ésta debe cumplir con todos los requisitos necesarios
para interponerlo y su admisibilidad se resolverá de plano por la Corte.

o Hasta antes de la audiencia en que se conociere el recurso, el acusado podrá solicitar la designación
de un defensor penal público con domicilio en la ciudad asiento de la Corte, para que asuma su
representación, cuando el juicio oral se hubiere desarrollado en una ciudad distinta.

B. Pronunciamiento sobre la admisibilidad del recurso: Transcurrido el plazo señalado anteriormente, el


tribunal ad quem se pronunciará en cuenta acerca de la admisibilidad del recurso. En este caso, no sólo
se limita a efectuar una revisión formal, sino que sus facultades son más amplias.
El tribunal puede declararlo admisible o bien inadmisible. En este último caso, sólo procederá en
los siguientes casos: 1) Si la resolución no es susceptible de ser impugnada por el recurso de nulidad; 2)
Si el recurso fuese extemporáneo; 3) Si el escrito de interposición careciere de fundamentos de hecho y
de derecho o de peticiones concretas; y 4) Si el recurso no se hubiere preparado oportunamente.
Sin embargo, si el recurso se hubiese deducido para ante la Corte Suprema, ella no se pronunciará
sobre su admisibilidad, sino que ordenará que sea remitido junto con sus antecedentes a la Corte de
Apelaciones respectiva para que, si lo estima admisible, entre a conocerlo y fallarlo en los siguientes casos:

a) Si el recurso se fundare en la infracción de garantías constitucionales, y la Corte Suprema estimare


que, de ser efectivos los hechos invocados como fundamento, serían constitutivos de algunos de los
motivos absolutos de nulidad.

b) Si respecto del recurso fundado en la causal de la errónea aplicación del derecho, la Corte Suprema
estimare que no existen distintas interpretaciones sobre la materia de derecho objeto del mismo o, aun
existiendo, no fueren determinantes para la decisión de la causa.

c) Si en algunos de los casos previstos en el artículo 376 del Código Procesal Penal, la Corte Suprema
estimare que concurre respecto de los motivos de nulidad previstas en las letras a y b mencionadas
precedentemente.

* Vista del recurso de nulidad:

En la vista del recurso de aplican las reglas generales anteriormente analizadas, pero que a modo de
resumen podemos indicar las siguientes reglas:

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▪ No se puede suspender la vista de la causa por falta de integración de magistrados en la sala respectiva.
▪ Si en la causa hubiere personas privadas de libertad, sólo procederá suspensión por muerte del abogado
recurrente o parientes cercanos.
▪ No proceden las causales de suspensión de los números 1º, 5º, 6º y 7º del artículo 165 del Código de
Procedimiento Civil.
▪ La vista de la causa se efectúa en audiencia pública.
▪ Sólo la ausencia del recurrente da lugar al abandono del recurso.
▪ La audiencia se inicia con el anuncio.
▪ Sin previa relación se da la palabra al recurrente (fundamentos y peticiones).
▪ A continuación se da la palabra a la parte recurrida, si estuviere presente.
▪ Réplica para aclaraciones, respecto de hechos y argumentos.
▪ En este recurso puede rendirse la prueba ofrecida oportunamente.
▪ En cualquier momento los miembros del tribunal pueden hacer preguntas, pedir profundización en la
argumentación o que esta se refiera a algún aspecto específico.

* Fallo del recurso de nulidad:

El tribunal correspondiente debe fallar el recurso dentro de los veinte días siguientes a la fecha en que
haya terminado de conocer de él.
La sentencia el tribunal debe contener las siguientes menciones:

a) Debe exponer los fundamentos que sirven de base a su decisión.


b) Debe pronunciarse sobre las cuestiones controvertidas, salvo que acoja el recurso, en cuyo caso puede
limitarse a la causal o causales que le hayan sido suficientes.
c) Debe declarar si es nulo o no el juicio oral y la sentencia definitiva reclamados, o si solamente es nula
dicha sentencia, en los casos del artículo 385 del Código Procesal penal y que veremos a continuación.

Por último, y una nueva innovación de la Ley Nº 20.074, la ley establece que “el fallo del recurso se dará
a conocer en la audiencia indicada al efecto, con la lectura de su parte resolutiva o de una breve síntesis de la
misma”.

-o- Nulidad exclusiva de la sentencia de reemplazo:

La Corte podrá invalidar sólo la sentencia y dictar, sin nueva audiencia pero separadamente, la sentencia
de reemplazo que se conforme a la ley, si la causal de nulidad no se refiere a formalidades del juicio ni a los
hechos y circunstancias que se hayan dado por probados, sino que se deba a las siguientes razones: 1) Que el fallo
haya calificado de delito un hecho que la ley no considera tal; 2) Que el fallo haya aplicado una pena cuando no
procede aplicar pena alguna; y 3) Que el fallo haya impuesto una superior a la que legalmente corresponde.
La sentencia de reemplazo a que hacemos mención reproducirá las consideraciones de hecho, los
fundamentos de derecho y las decisiones de la resolución anulada, que no se refieran a los puntos que hubieren
sido objeto del recurso o que fueren incompatibles con la resolución recaída en él, tal como se hubieren dado por
establecidos en el fallo recurrido.

-o- Nulidad del juicio oral y de la sentencia:

Salvo los casos recién señalados, si la Corte acoge el recurso, debe: 1) Anular la sentencia y el juicio oral;
2) Determinar el estado en que debe quedar el procedimiento; y 3) Ordenar la remisión de los autos al tribunal no
inhabilitado que corresponde, para que éste disponga la realización de un nuevo juicio oral.
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No será obstáculo para que se ordene efectuar un nuevo juicio oral la circunstancia de haberse dado lugar
al recurso por un vicio o defecto cometido en el pronunciamiento mismo de la sentencia.

-o- Improcedencia de recursos:

La resolución que falla un recurso de nulidad no es susceptible de recurso alguno, sin perjuicio de la
revisión de la sentencia condenatoria firme. Tampoco es susceptible de recurso alguno la sentencia que se dicta
en el nuevo juicio oral que se realice como consecuencia de la resolución que acogió el recurso de nulidad; sin
embargo, y lógicamente, si la sentencia del nuevo juicio es condenatoria y la que se anuló fue absolutoria, procede
el recurso de nulidad en favor del acusado, según las reglas que hemos visto hasta ahora.

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