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P.

Malachi Martin: “la Iglesia es el sine qua non para la llegada del nuevo
orden mundial”
Cada vez me era más difícil ver a Cristo en alguno de mis superiores
inmediatos. No había causa liberal que el Cardenal Bea no persiguiera.
Incluso entonces percibía al jefe de los Jesuitas de esa época, el padre Jean
Baptiste Janssens, como enemigo de la fe.
El Papa está rodeado de hombres con atuendo clerical que no tienen la fe
Católica; trabajan con fundaciones, organizaciones, grupos internacionales,
instituciones financieras, gobiernos, universidades, y otras agencias para
traer un nuevo orden mundial.
(Transcrito de Apocalipsis Mariano/ traducción de Luis Eduardo López
Padilla)

El Padre Malachi Martin trabajó con los más altos dignatarios de la Iglesia Católica,
tuvo 3 doctorados y acceso directo al Papa. Eminente teólogo, experto en la Iglesia
Católica, ex-Jesuita y profesor en el Instituto Bíblico Obispal del Vaticano; es el autor
de libros exitosos, el Vaticano, El Último Cónclave, El Rehén del Diablo, Los Jesuitas y
The Windswept House (El Último Papa), entre otros.
Él estaba especializado en teología en Lovaina. Allí recibió doctorados en Idiomas
Semíticos, Arqueología e Historia Oriental. También exorcista por más de 20 años del
Vaticano.
Como consecuencia estudió en Oxford y en la Universidad hebrea de Jerusalén. De 1958
a 1964 sirvió en Roma dónde era un allegado al renombrado Cardenal Jesuita Agustín
Bea y al Papa Juan XXIII. Martin falleció a finales de 1999. Él fue uno de los que leyó
el famoso Tercer Secreto de Fátima.
El controvertido sacerdote Católico Malachi Martin no vive en una rectoría,
seminario, o cualquier otro lugar para clérigos. En los años 60, después de dejar su
trabajo en el Vaticano, obtuvo dispensa de sus votos como miembro de los Jesuitas y
comenzó a vivir como un seglar con aprobación canónica. El padre Martin oficiaba la
santa misa en privado, pero estaba muy preocupado con la total alteración de
“prácticamente todo lo Católico” en las últimas tres décadas (de 1960 a 1990).
Su libro más reciente, una novela titulada Windswept House (publicada por
Doubleday en 1996), describe las intrigas políticas y religiosas de un pequeño grupo
de miembros del Vaticano que ocupan altos cargos y trabajan para que la Iglesia
Católica acepte el Nuevo Orden Mundial. La novela describe los esfuerzos de
cardenales desleales que trabajan febrilmente para subvertir al Papa y la Iglesia, y no
dudan en asesinar, chantajear, y practicar el satanismo.
El padre Martin fue entrevistado en su residencia de Nueva York por John F.
McManus, editor del THE NEW AMERICAN.
El Último Papa inicialmente
se localizaba en 20 dólares y ahora no se consigue en menos de 100 dólares
por que “está fuera de catálogo”.

P. Usted dice que su libro no es ni ficción ni realidad, sino un trabajo de “hechos”. ¿Qué
quiere decir con eso?
R. Windswept House es una novela. Pero en un 85% se basa en hechos reales, y muchos
de los personajes que aparecen en ella son reales aunque les haya dado nombres de
ficción. Hay también algunas personas vivas que menciono, como Mikhail Gorbachev,
que es el mismo de la realidad. Y unos pocos personajes clave que son realmente una
composición de varias personas reales.
P. Usted abandonó los Jesuitas y la vida sacerdotal ordinaria hace más de 30 años. En
aquel tiempo usted estaba destinado en el Vaticano como persona de confianza del
Papa Juan XXIII y del Cardenal Agustín Bea. ¿Qué causó que usted se fuera?
R. Cada vez me era más difícil ver a Cristo en alguno de mis superiores inmediatos. No
había causa liberal que el Cardenal Bea no persiguiera. Incluso entonces percibía al
jefe de los Jesuitas de esa época, el padre Jean Baptiste Janssens, como enemigo de la
fe. Mis colegas creían que el juramento formal contra el modernismo, requerido
entonces de cada sacerdote pero posteriormente descartado, era una broma. Ese
juramento nos obligaba a oponernos a la “renovación” del dogma. En esencia, el
modernismo sostiene que los dogmas cambian — un absurdo total. No podía seguir
prestándome a esa subversión.
P. Entonces usted abandonó los Jesuitas. Pero eso no le liberó a usted de sus
obligaciones como sacerdote. ¿Cuál es su estatus actual?
R. A petición mía, el Papa Pablo VI me concedió un estatus universal por el cual no
estaría bajo la supervisión de ningún obispo. No me visto como un sacerdote y no
ocupo ningún puesto sacerdotal. Pero aún soy un sacerdote.
P. Cuando usted quiso marcharse ¿hubo algún intento de retenerlo?
R. Sí, me dijeron que podía llegar a cardenal, que tenía conocimientos bíblicos,
facilidad con los idiomas, juventud, buena salud, buena memoria, y todo ello me
situaba como candidato para ser promocionado. Pero no quise quedarme porque veía
que la fe estaba siendo comprometida por muchos.
P. Su libro empieza con una vívida descripción de una “Misa Negra” sacrílega
celebrada en 1963 en Charleston, Carolina del Sur. ¿Ocurrió eso realmente?
R. Sí, sucedió. Y también es un hecho que participaron altos cargos eclesiásticos del
Vaticano por teléfono. La mujer joven forzada en el ritual satánico aún vive, y
felizmente ha sido capaz de casarse y de llevar una vida normal. Ella dio los detalles
del suceso.
P. Usted se refiere a uno de sus principales personajes como el “Papa Eslavo” y otro
como el “Cardenal de la Ciudad Secular.” ¿Se refiere usted al Papa Juan Pablo II y al
difunto Cardenal Joseph Bernardin de Chicago?
R. No puedo confirmar esas especulaciones. He escrito un libro “factual.” No es
un documental. Hay por ahí un glosario que supuestamente da los nombres reales de
docenas de mis personajes.
P. Además del “Cardenal de la Ciudad Secular,” usted describe negativamente a
muchos otros cardenales y obispos. ¿Están estas caracterizaciones basadas en hechos
reales?
R. Sí, entre los cardenales y la jerarquía hay satanistas, homosexuales, anti-papistas,
y cooperadores para conseguir un gobierno mundial.
P. ¿Hay tanta intriga y deslealtad en el Vaticano como su libro parece indicar?
R. Hay más de la que he suministrado en el libro. El Papa está rodeado de hombres
con atuendo clerical que no tienen la fe Católica; trabajan con fundaciones,
organizaciones, grupos internacionales, instituciones financieras, gobiernos,
universidades, y otras agencias para traer un nuevo orden mundial.
P. En su libro usted dice que influencias subversivas en las posiciones clericales más
elevadas de la Iglesia están trabajando para traer un nuevo orden mundial. ¿Qué
quiere usted decir con “nuevo orden mundial?”.
R. En su forma completamente planeada, habrá una globalización monetaria, y el flujo
de capital y mercancías será gestionado por una entidad central única, como el Banco
de Compensaciones Internacionales de Suiza. Cualquier nación que no se someta al
sistema globalizado perecerá. Adicionalmente, habrá unas Naciones Unidas
expandidas que extenderá su nueva estructura ética… Esto reemplazará a los Diez
Mandamientos y será la base de una nueva religión universal sin Dios. Todos los
Cristianos, sobre todo los Católicos, serán forzados a soportar un martirio en el que se
les requerirá abandonar todo lo que crean, serán presionados a que acepten la nueva
forma del estado con su nueva religión. Este nuevo orden mundial no estará centrado
en un grupo de edificios desde los que los emisarios saldrán a dar órdenes al mundo.
Habrá legislaciones nacionales, pero los gobiernos del mundo estarán dirigidos por
quienes estén en la cima.
P. ¿Qué quiere decir con la “cima”?.
R. La fuerza que subyace y de la que he escrito en Windswept House (El Último Papa)
se estructura como en una pirámide. Es ancha en la base, donde muchos individuos
persiguen sus intereses y esperan ser elevados a posiciones superiores. Hay cada vez
menos habitantes a medida que se asciende en la estructura. Solo unos pocos llegan al
último nivel de mando, la cima de la pirámide. Estos individuos no tienen ninguna
lealtad a las naciones de las que proceden; son un nuevo tipo de ser humano,
internacionalistas que buscan controlar a la humanidad. No tienen un Dios, pero
colectivamente, pretenden usar la religión, los gobiernos, y cualquier cosa que
encuentran útil para imponer su voluntad. Por ejemplo, opino, que la URSS no
se desintegró de forma natural, sino que colapsó por una orden premeditada. Esas
órdenes vinieron de la cima.
P. ¿Prevé usted represión física en este nuevo orden mundial?
R. Sí, aunque de un nuevo tipo. Las fuerzas determinadas a conseguir el poder
total ciertamente crearán campos de detención, pero los individuos enviados a ellos
serán siempre víctimas de procedimientos completamente legales; serán declarados
culpables de romper la ley.
P. ¿Es la Iglesia Católica un mayor objetivo que otras iglesias?
R. Sí, porque es una organización internacional independiente a la que no se le puede
permitir que exista como competidor. La Iglesia Católica tiene su propio cuerpo
diplomático de embajadores destinados en las naciones industrializadas del mundo.
Hay 180 naciones que han enviado embajadores al Vaticano. Ninguna otra iglesia
atrae tanta atención. Los que trabajan para el nuevo orden mundial deben controlar
esta organización única. El proceso que utilizan para conseguir esto se describe
en Windswept House. En el libro escribo, “la Iglesia es el sine qua non para la llegada
del nuevo orden mundial.”
P. ¿Usted ha descrito lo que sería prácticamente una total desintegración de la Iglesia
Católica que incluye una negativa por parte de los líderes de la Iglesia para expulsar a
los herejes y teólogos apóstatas, detener la falsa anulación de matrimonio, expulsar a
los homosexuales, forzar a los obispos a que se adhieran a las leyes y dogmas de la
iglesia, etc . En un libro anterior, usted excusa al Papa por no tomar medidas para
poner fin a estos abusos, aludiendo a que había buenas razones para su sorprendente
tolerancia. Ahora, sin embargo, ha adoptado una actitud mucho más dura que ya no
ofrece excusas por su inacción. ¿Por qué la nueva actitud?
R. Es demasiado tarde para tratar de encontrar excusas. El Papa debe utilizar su
autoridad para salvar a la Iglesia de sus enemigos internos. El problema dentro de la
Iglesia de hoy es la apostasía, el haberse apartado de los dogmas fundamentales,
especialmente por aquellos que ocupan altos puestos. Esto no es lo mismo que la
herejía y el cisma. Los apóstatas deberían ser expulsados. Cuando se les permite seguir
dentro, el pueblo poco a poco cae en la misma apostasía.
P. ¿No cree que algunos católicos se molestarán con usted debido a su crítica al Papa y
su condena a los más altos funcionarios de la Iglesia?
R. Algunos ya lo están. Sin embargo, los Papas son hombres ordinarios que son
elevados a un nivel extraordinario y se les da poderes extraordinarios. En general,
pero una cuestión muy concreta, son falibles como lo fueron Pedro y Judas. En cuanto
a los cardenales y obispos, hay muchos grandes santos, pero la iglesia ha sido dañada
durante mucho tiempo por la intriga y deslealtad de algunos de ellos.
P. ¿Lo que usted describe tiene algo que ver con los planes del Carbonari italiano del
siglo 19?. Ese grupo se estableció para infiltrarse en la Iglesia de modo que el clero
católico y la gente siguiera sus instrucciones?
R. Precisamente! Sin embargo, la Carbonari nunca fue una asociación fantasmagórica
que funcionara en secreto con capuchas y sombreros altos. Si usted entiende la táctica
de los Carbonari, usted sabe que sus dirigentes nunca intentaron destruir la Iglesia,
sino que su intención era utilizarla. Reconocieron la Iglesia como una fuerza de
estabilización social en el mundo y que querían su control para sus propios fines. Su
objetivo central era rodear al Papa y al Vaticano y tener a la Iglesia siguiéndoles. Su
plan siempre fue coptar a la iglesia poniendo a su gente en los seminarios y conventos,
no destruirla.
P. ¿Ha habido algo parecido a lo que describe en los 2000 años de la Iglesia Católica?
R. No, nada que se le parezca. Nunca ha habido un momento en que prácticamente en
todos los niveles de la Iglesia, la apostasía es fomentada, protegida, permitida, y ni
siquiera condenada. Todo esto significa una cosa para mí: Esto no significa el final de
la Iglesia; significa el final de la estructura de la Iglesia tal como la conocemos.
Y yo no espero que al final la Iglesia Católica en América termine rompiendo con Roma
y crear un cisma formal. Cuando hay apostasía, el desconocimiento de los católicos los
hace seguir obedientes, si hay un cisma formal en lugar de la apostasía de los prelados
de América – y los prelados de cualquier nación anunciando una ruptura formal –
perderían la obediencia del pueblo.
P. Una de las varias personas que viven en su libro cuyo nombre en realidad es
Mikhail Gorbachev. ¿Es más o menos peligroso para la humanidad ahora que ya no es
el líder de la ex Unión Soviética?
R. Él es mucho más peligroso. Está destinado a grandes cosas en los planes de aquellos
que están llevando a cabo “el proceso” que lleva al nuevo orden mundial.
P. ¿Su libro menciona “el ocaso de la OTAN”. ¿Quiere decir que la OTAN está a punto
de desaparecer?
R. No, me refiero al ocaso de la OTAN, en relación a para que fue concebida.
Originalmente se formó como una alianza militar para oponerse a cualquier posible
avance soviético hacia el oeste. No hay más Unión Soviética que era la gran amenaza
militar para Occidente. La OTAN debería haberse disuelto, pero su estructura es útil,
por lo que se está dando un nuevo papel político y económico.
P. Usted menciona el Consejo de Relaciones Exteriores, (CFR) pero sólo
brevemente. ¿Cuál es su actitud ante el CFR?
R. No es el cerebro detrás de todo esto. Hay un nivel superior de autoridad y la
planificación que se basa en el CFR y otros grupos. Esta es la Cima que he mencionado
anteriormente.
P. ¿Cómo han tratado los encuestados su libro?
R. No ha habido malos comentarios. Sin embargo, numerosos encuestados han hecho
una revisión de mi libro y del libro “Humo Blanco” de Andrew Greeley, que recomienda
la elección de otro Papa que enfrentaría los problemas que la Iglesia sufre hoy en día.
Eso, por supuesto, no es lo que se necesita, sin embargo, los encuestados se refieren a
él como un conservador y a mí como un radical. Es gracioso.
The New York Times no ha revisado mi libro y yo no espero que los editores de su
libro lo hagan. No hace mucho tiempo, otro trabajo mío estuvo en la lista de best-
sellers del Times , y se referían a mí simplemente como “una buena lectura”.
P. ¿Qué es lo siguiente de Malaquías Martin?
R. En el siglo XII, el erudito judío Maimónides escribió para su pueblo una “Guía para
los perplejos”. Espero escribir un libro parecido para ayudar a los católicos durante
este período muy sorprendente en la historia.
(Traducción: LUIS EDUARDO LÓPEZ PADILLA)

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