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CARTA POLÍTICA

1.1. El gobernante ejemplar.


Los gobernantes ejemplares son como el trigo bueno sembrado en el campo junto
al cual crece también la cizaña sembrada por el enemigo, los gobernantes
deplorables. 1 Puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que hoy los políticos son
pocos: existe de una manera exagerada, “politiqueros”2. No hay que asumir, claro
está, una visión escéptica sobre los hombres que se creen o son idóneos para llevar
las riendas de una nación, ciudad o pueblo determinado. En su lugar, la mejor
postura que ha de asumirse, es un modo de ver crítico que nos lleva, como se
expresa la gente del común, “a masticar y no comer entero tales propuestas”.3 Pero
aquí me encargaré de exponer nuestra visión sobre un buen gobernante, que sirva
de ejemplo a los demás, que cause escándalo, resultado final de las obras buenas
ejecutadas por hombres de bien. A continuación daré unos perfiles de lo que, a mi
parecer, debe adoptar el gobernante ejemplar.

a. Conoce la realidad de su pueblo.

Para poder perfeccionar una joya hay que conocer el arte de la joyería, pues una
pieza de este tipo no se hace: se descubre en el oro moldeable. Nadie que no
conoce a su familia puede ejercer el mando de la misma, pues no estaría al tanto
de sus fortalezas y debilidades, por lo que todo caería como una torre de dominó.
Sino conoce ni siquiera el himno de su ciudad, como sucedió hace poco con un
candidato al concejo de Bucaramanga ¿podremos deducir que sus intenciones son
puramente enfocadas a buscar el bien de su ciudad? Si quien va a arreglar el lugar
de su residencia no conoce perfectamente los desperfectos, ¿tendrá la capacidad
de repararlos sin hacer un estrago peor?

b. Un hombre preparado.

Recordemos, pues, que en la organización de la sociedad planteada por Platón en


la que se nos presentan tres “estadios” o clases: el elemento concupiscible que

1
Cf. Mt 13, 24-30.
2
Que politiquea, es decir, que trata de política con superficialidad.
3
Dicho popular.
corresponde a la clase inferior; el elemento colérico que corresponde a una clase
de guardianes o auxiliares, cuya misión es velar por la seguridad del estado; el
elemento racional o guardianes superiores perfectos a los que corresponden los
gobernantes.4 Queda evidente en esta jerarquización, que el gobernante debe ser
un sabio o filósofo, pues para Platón así lo es, y no un “bruto” que es el peligro que
se corre, según Platón, cuando se tiene la forma de gobierno democrático. Esa es
la necesidad que clama hoy nuestra sociedad, especialmente en los municipios
donde regularmente los alcaldes son apenas bachilleres. Con este juicio no quiero
demeritar las intenciones buenas o leales de aquel que aspire en este nivel a ser
jefe de gobierno. Aun así, si el líder gubernamental quiere el bien de su ciudadanía,
debe buscar los modos para poder ofrecer ese bien. En un pueblo, por ejemplo, ¿no
es lo más prudente que el candidato que aspire a la alcaldía de su pueblo, tenga
conocimiento de un método como la administración pública, que le permita llevar el
gobierno de la mejor manera?

c. Un hombre preocupado por el bien común de su pueblo: la felicidad.

“Todo arte y toda investigación científica, así como toda acción y toda elección,
parecen tender a algún bien (…); entonces está claro que ese fin último no sólo será
el bien sino lo mejor (…). Este bien es competencia de la ciencia soberana, esto es,
la ciencia política.”5 Pero como el hombre es creador o descubridor de las ciencias
o artes, pues, el fin que persigue con el ejercicio de estas es su realización, y por
tanto, su felicidad. Y como el mismo hombre que busca la felicidad tiene en sus
manos el gobierno de sus pueblos, por tanto, buscando el bien de todo el pueblo,
halla también su propio bien como integrante de la comunidad política.

Traigo aquí a colación, un ejemplo de este perfil encontrado en los medios de


información. En Anávra, una aldea de trescientos habitantes perdida en las
montañas de Grecia, un hombre perteneciente a dicha localidad y obligado a salir

4
Cf. FRAILE Guillermo, Historia de la filosofía, Tomo I, Grecia y Roma, Madrid 1997, 7a Edición, P.394.
5
ARISTÓTELES, Ética a Nicómaco, Libro I sobre el bien humano en general, I, II., Grupo editorial tomo S.A,
México D.F. 2006. P.9-10.
del lugar de su natalicio por las inclemencias de la guerra, vuelve con el deseo de
ejercer la autoridad política sobre esta aldea olvidada por el estado, desarrollando
modos de sostenimiento comercial y económico en lugar, y que además no se duele
sino vive feliz con su sueldo y la generosidad de la comunidad, sin recurrir a la tiranía
ni a adquirir bienes a producto de la explotación de otros.6 Puedo citar muchos más
ejemplos, pero con este es necesario para expresar lo que quiero: un hombre que
ejerce el gobierno, “se niega a sí mismo” en el buen sentido de esta expresión, es
decir de sus intereses y deseos de su propio bien, preocupándose, más bien, por
el del pueblo a quien gobierna. Su felicidad se identifica con la del pueblo que
gobierna. Aristóteles lo identifica con “el buen pastor que guía a su rebaño”,
hablando, claro está, del sistema monárquico, pero aplicable a todos los
gobernantes. Eso deben ser: buenos gobernantes.

d. Un ejemplo de transparencia

Si su deber es buscar el bien para toda su comunidad, una forma de contribuir a ello
es llevar una vida recta, es decir, en transparencia. Esta virtud no sólo se demuestra
en flor se su campaña política, sino en todo su ejercicio gubernamental. El que
promete ser buen gobernante, para colocar tan solo un ejemplo de tantos, no
compra la libertad de sus conciudadanos con un televisor, patrocinio o afiliación en
el sisbén. Un candidato diáfano expone su pensamiento político, con transparencia,
como es su deber, sin coaccionar las conciencias con “consuelos” que luego serán
años de suplicio. Un candidato ejemplar no reduce su campaña, o cierre de la
misma, a brindar “bailes” o “integraciones”, muy buenas, claro está, pero que en
últimas su resultado es la división del pueblo. Un candidato ejemplar no prostituye
su pueblo de esta manera. Es alarmante leer en las noticias la gran cifra de
denuncias por este delito electoral. Tan solo en el valle y el Atlántico, se presentaron
al 2 de agosto de 2015, setecientas cincuenta (750) denuncias de este fenómeno.7
Las elecciones deben convertirse en un espacio de participación, en el que cada

6
http://www.elespectador.com/opinion/un-gobernante-ejemplar-columna-493389
7
Cf. http://www.eltiempo.com/politica/justicia/elecciones-2015-estas-son-las-tarifas-que-ofrecen-a-
cambio-de-los-votos-de-octubre/16181552
cuatro años el pueblo se reúne a elegir a sus líderes, y no “el medio que permite a
los oprimidos elegir, cada cuatro años, a sus opresores”8

1.2. El peligro de buscar el bien particular.


La abundancia de bienes lleva a que se pierda el vino bueno de la vida del jefe
gubernamental. Ellas irrumpen con gran fuerza en el corazón del hombre
cambiándolo por dentro, pero para mal. Citemos, por ejemplo, al rey Salomón: pese
a que le pidió sabiduría a Dios para gobernar, respondida generosamente por el
Señor, al abundar en sus riquezas, su corazón se contaminó y se desvió un poco
de lo establecido en el pacto divino. Aunque hay que reconocer que su gobierno fue
muy bueno.9 Es un ejemplo de la Sagrada Escritura. Pero en la actualidad estamos
colmados de ellos. Casos como los carruseles de contratación, un ejemplo reciente,
el ex gobernador de Cundinamarca Álvaro Cruz; robo de los presupuestos
destinados a proyectos beneficiosos para los pueblos, dejan poco que desear de
los politiqueros, que son en realidad, aquellos que tratan de ser políticos pero no
con originalidad. Es un delito apoderarse de los dineros del pueblo. ¿Y por qué
sucede esto? Porque a los que fueron elegidos están ahora allá, olvidaron quien
los eligió y con qué fin.

1.3. La corrupción: cáncer que demacra a nuestro país.


“Los últimos resultados del Barómetro de las Américas, iniciativa que hace
parte del Proyecto de Opinión Pública de América Latina (Lapop) y que busca
medir la percepción de los ciudadanos de las Américas frente a la democracia
y sus instituciones, revelaron que en Colombia la percepción de la corrupción
alcanzó 79,6 puntos en una escala de 0 a 100, ubicándolo como el segundo
país con mayor índice de corrupción del continente, únicamente superado por
Venezuela con 80 puntos”. 10 Así se demuestra en este artículo citado.

Esto es un cáncer innegable que afecta la fiabilidad de los ejercicios democráticos.


¿Qué efecto produce esto? Que cada vez los “políticos” y el pueblo, pierdan

8
NORIEGA Augusto Carlos, La Nueva Ley Electoral, Nuestra democracia una farsa, Colombia, 1980, P. 159
9
1Re 11.
10
http://www.elheraldo.co/politica/colombia-segundo-pais-en-percepcion-de-corrupcion-195889
credibilidad. La peste de la corrupción no es únicamente de los que aspiran o tienen
una curul en el gobierno. Estamos contagiados de tal virus gran parte de los
colombianos.11 Esto es algo que debe invitarnos a la conciencia, de nuestra manera
de asumir la ciudadanía colombiana.

Floridablanca septiembre de 2015.

Mensaje a los californianos acerca de los resultados electorales.

Me imagino la calma que dieron los resultados de las elecciones. Lamentablemente


el mal ejercicio de la política nos lleva a divisiones. A quienes resultaron afectados
por este fenómeno, les invito a que limen pronto asperezas. No sería justo para con
ustedes mismos y sus familias, vivir una vida enojados por algo en lo que ambos
tienen culpa. Además, cada uno tiene libertad de apoyar la propuesta que parezca
oportuna, por lo que enojarse con el hermano por que votó por él y no por mi
candidato, equivale a coaccionar la libertad de mi semejante. Por ello el voto es
secreto. Nuestros contemporáneos son incapaces de guardar sigilo. A quienes
fueron elegidos para llevar las riendas del pueblo, a quienes ustedes, californianos,
han elegido para que os representen en el gobierno, les digo: ¡ánimo! ¡California es
un pueblo duro! No les felicito, pues el gobierno de un pueblo no es un logro, un
título que me da gloria o que puedo lucir pegado en una pared, sino una
responsabilidad, un compromiso con el pueblo que los eligió y con ustedes mismos.
Traigo a colación las ideas de Aristóteles en el libro VIII de la Ética a Nicómaco:
sean “pastores de su pueblo”. Sean “padres” que se preocupan por el bien de su
patria chica. ¡Ánimo! ¿Llegarán tiempos difíciles? La vida siempre lo es y por eso
deben estar preparados, pues ya no son sólo sus familias, sino el pueblo entero.
Que no haya divisiones entre ustedes por creencias e ideologías, incluyendo
enemistades creadas por las campañas “politiqueras”. Digo esto por la mencionada
división acaecida en la administración saliente entre el concejo y el alcalde.
Recuerden que un pueblo está formado con muchos y diversos miembros, pero que
en sus diferencias forman una sola cosa: el pueblo californiano. Ustedes también
son diferentes y por el mismo hecho de serlo se complementan: todos tienen ideas

11
Cf. Ibíd.
diferentes y buenas por el progreso del pueblo. Ocho cabezas piensan mejor que
una. Este ejemplo lo tomo de la primera carta de San Pablo a los Corintios capítulo
12 (1Co12). ¡Gobernantes! Piensen siempre en el bien común y hagan las cosas de
la mejor manera. El que obra correctamente no tendrá que esconderse cuando el
enemigo quiera verlos en el suelo. Espero esta publicación sea bien entendida y
acogida, para que se eviten la molestia de pensar que me gusta armar “polémica” u
otras ideas u opiniones que puedan surgir. Gracias. Paz y bien.

Floridablanca octubre 26 de 2015.

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