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Época republicana:

Historia de Bolivia.
Introducción
En la primera época independista, influyeron las ideas liberales contenidas en
manifiestos políticos, tales como la Declaración de Independencia de los Estados
Unidos (1776) y la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789),
tuvieron gran predicamento entre los caudillos que perseguían la independencia
política y administrativa de las tierras colonizadas. Por el Contrario, en la fase de
organización republicana se advierten tendencias pragmáticas entre los encargados
de organizar los nuevos estados.
El respeto a las libertades individuales: igualdad política y social de los ciudadanos;
respeto a la propiedad; libertad de conciencia, de organización, asociación y
expresión; repartición equitativa de los impuestos, injertadas a complejas realidades
socioeconómicas, adquirieron matices propios, traduciéndose las propuestas
liberales en planteamientos reformistas de difícil aplicación por las características
estructurales de las sociedades latinoamericanas.
Como estaba el país en este momento

La independencia
Antecedentes
Para muchos autores este pasaje de la historia pre republicana, fue bautizada como
la Guerra de los 15 años, aunque en realidad desde el levantamiento de Chuquisaca
hasta la firma del acta de la Independencia pasaron 16 años y casi tres meses.
Pero, si hablamos de las batallas precursoras tenemos que remontarnos
necesariamente a 1739, casi un siglo antes del grito libertario del Alto Perú. Ese
año, Manuel Vélez de Córdoba tuvo la idea de la libertad a través del Manifiesto de
Agravios, que era un documento que marcaba la línea revolucionaria y de lucha
contra el yugo español. Su propósito no prosperó, por el contrario, le costó la vida,
pero lo que sí sobrevivió en el tiempo fue dicho documento.
Posteriormente, antes que termine el siglo XVIII se da uno de los episodios más
importantes de la historia de América, porque en Oruro se registra el primer grito
libertario, ocurrido el 10 de febrero de 1781. Pero, la importancia radica, al margen
de la traición de los indios que devolvieron el poder al yugo español y llevaron a la
cárcel a los promotores de la revolución, en la proclama de uno de los protagonistas,
Sebastián Pagador quien dijo:
"Amigos, paisanos y compañeros, estad ciertos de que se intenta la más alevosa
traición contra nosotros por los chapetones; esta noticia acaba de impartírseme por
mi hija; en ninguna ocasión podremos dar evidentes pruebas de honor y amor por
a la Patria, sino en esta. No estimemos en nada nuestras vidas, sacrifiquémoslas
en defensa de la Patria, convirtiendo toda la humanidad y rendimiento con que hasta
aquí hemos sufrido la traición de los chapetones, en ira y furor, para despedazarlos
y acabar, si es posible, con esta maldita raza".
Fue la primera vez que se habló de una Patria constituida. Obviamente ese hecho
repercutió en muchos lugares de América y obviamente no podía ser la excepción
en el Alto Perú.
El Alto Perú se encontraba unido al virreinato del Río de la Plata desde 1776,
momento en que se separó de Perú. El mando español sabía que contaba con las
simpatías de los criollos, temerosos de una revuelta racial de quechuas y aymarás.
Los universitarios de Chuquisaca (actual Sucre) encabezaron un levantamiento que
obtuvo algunos éxitos iniciales. En La Paz, Pedro Domingo Murillo y fray Antonio
Medina se adueñaron del poder y lanzaron una proclama radical, pero las tropas del
virrey Abascal los apresaron y ejecutaron.
Sin embargo, la Constitución de 1812, que pretendió imponer una muchedumbre
acaudillada por los hermanos Angulo logró pocos seguidores. El cacique Mateo
García Pumacahua, que había servido en el ejército realista de Abascal, se rebeló
y, después de tomar varias ciudades del Alto Perú, fue ajusticiado por el general
Pezuela. Lo mismo ocurrió con los hermanos Angulo. Abascal amnistió a los demás
independentistas.
En 1823, un mestizo de La Paz, el general Santa Cruz, invade el Alto Perú, pero, al
carecer de apoyo, se repliega hacia el norte.
Un español absolutista, Antonio Pedro de Olañeta, recibe el mando del Alto Perú al
tener que enfrentarse a las tropas de Bolívar los generales realistas Valdés y
Canterac. Lo que Olañeta se proponía era establecer una monarquía absolutista,
por lo que en 1824, enterado de que Fernando VII había restaurado el absolutismo,
destruye el constitucionalismo en el Alto Perú, se amotina contra el virrey La Serna
y crea un régimen a su medida.
El general Valdés, enviado para sofocar el movimiento, firmó el Tratado de Tarapaya
(9 de marzo de 1824), por el que Olañeta se comprometía a obedecer a virrey del
Perú y enviar tropas de auxilio contra Bolívar, pero Olañeta violó el acuerdo y se
proclamó comandante en jefe de las provincias del Río de la Plata, lo que provocó
el estallido de la guerra civil entre los liberarles del virrey La Serna y los integristas
de Antonio de Olañeta. Los insurgentes americanos resultaron los únicos
triunfadores. Olañeta privó a Canterac de los servicios de Valdés en la batalla de
Junín (6 de agosto de 1824) con lo cual evacuaron el Alto Perú, dejando a Olañeta
el camino expedito.
La Independencia de Bolivia se fue gestando en el siglo XVIII por el descontento
que generó en criollos, mestizos e indígenas la aplicación de las Reformas
Borbónicas. Los privilegios de los chapetones y la presión fiscal a los alto peruanos
se incrementaron fuertemente, provocando diversas rebeliones anticoloniales que
fueron reprimidas duramente.
La crisis de la Monarquía Española de 1808 a 1814 fue otra oportunidad para luchar
por la Independencia del Alto Perú, pero esto solo se logró con la llegada del Ejército
Unido Libertador encabezado por Antonio José de Sucre en 1825.
Periodo de la independencia.
El ingreso de las tropas vencedoras libertadoras a la Charcas en la primera semana
de febrero de 1825, puso fin a un largo ciclo de movimientos insurgentes y
revolucionarios y al moribundo régimen colonial que se debatía bajo el fuego
cruzado de ejércitos patriotas. La presencia de las tropas libertadoras inauguró el
nuevo ciclo republicano, al mismo tiempo que trajo aparejada una tendencia
militarista que tuvo un importante rol político a lo largo del siglo XIX.
Antonio José de Sucre llegó al mando de más de 8.000 hombres que integraban los
ejércitos del Norte, en pos de concluir el proceso de liberación. Aun antes de pisar
las provincias, el Mariscal dirimió a su favor en la situación creada en torno al
problema de pertenencia territorial y comenzó el proceso, aún inconcluso, de
definiciones territoriales y dependencias regionales.
De las primeras definiciones políticas tomadas por este jefe militar y del espíritu
autonomista y guerrero de los llamados pueblos alto peruanos, se desprende
entonces la independencia política de Charcas. Al alejar las provincias de las
pretensiones de sus antiguas dependencias virreinales (Perú y Río de La Plata), la
región quedó convertida en un espacio autónomo favorable a la vinculación
intercontinental, llamado también "Estado intermedio" por algunos autores.
En opinión de muchos historiadores, Bolivia debe su existencia tanto al Decreto de
convocatoria a la Asamblea de Representantes de 9 de febrero dictado por el
mariscal Sucre, como al espíritu autonomista de los criollos. El "certero
enjuiciamiento de la realidad" que le correspondió realizar a Sucre fue, en opinión
de Alberto Crespo, el factor mediador que concretó el nacimiento de Bolivia. Sin
embargo, otra corriente afirma que una "logia patriótica", con nexos continentales,
habría sido la instigadora de la llamada "guerra doméstica" que debilitó las fuerzas
del virrey La Serna.
Sucre llega a las provincias de Charcas o provincias altas del Perú, como él
inicialmente las llamó, en calidad de Comandante del Ejército Unido colombiano de
ocupación, con una limitada práctica política republicana, fundamentada en el
pensamiento liberal, recogida en otras realidades y, sobre todo, del pensamiento
del general Simón Bolívar. Tres años y medio después se marcha de Bolivia dejando
impresa la huella de su genio de estadista. En ese lapso, el Mariscal pretendió, por
distintos medios, transformar las viejas estructuras coloniales, renovar el
pensamiento de los sectores conservadores y fortalecer la unidad territorial.
Guerra de independencia
En el Alto Perú, después de 1817 hubo una relativa calma cuando el poder de los
caudillos y el virrey del Perú llegó a un punto de equilibrio. En 1820 este equilibrio
se rompió cuando el general conservador, Pedro Antonio de Olañeta, se negó a
reconocer la Constitución española de 1812 y rompió con el Virreinato del Perú.
También se negó a unirse a los ejércitos rebeldes de Bolívar que empezaban a
acercarse al Alto Perú porque él se consideraba "el único defensor del trono y el
altar" en la región. Con la caída del Perú a los pies de Bolívar, éste inmediatamente
se concentró en el Alto Perú. En la segunda mitad de 1823 las fuerzas de Bolívar
cruzaron Bolivia y el 9 de diciembre de 1824 las fuerzas rebeldes bajo el mando de
Antonio José de Sucre derrotaron al ejército realista en la batalla de Ayacucho.
Las fuerzas realistas restantes fueron derrotadas fácilmente en El Callao, pero
quedaba todavía un último obstáculo militar: el general Olañeta. Como último
reducto de resistencia, intentó entregar el Alto Perú a Brasil en un esfuerzo postrero
para mantener el control español en la zona, pero fue en vano. En una batalla final,
el 09 de abril de 1825 Olañeta y Sucre se encontraron en el campo de batalla. Las
tropas de Olañeta, sabiendo que estaban abocadas a la derrota, lo asesinaron en
el campo de batalla y se rindieron ante el ejército rebelde. El último reducto de
España en América del Sur se había perdido para siempre.
Se convocó un congreso constituyente el 6 de agosto del 1825 para crear una nueva
Carta Magna llamando a este nuevo país independiente Bolivia en honor del
aristócrata metamorfoseado en libertador Simón Bolívar. Desde el 12 de agosto al
29 de diciembre de 1825 Bolívar llevó a Bolivia por el camino de la democracia y la
independencia y cuando él renunció, su compañero y héroe de guerra, Antonio José
de Sucre, continuó en la presidencia.
Hoy, el día de la Independencia de Bolivia se celebra cada año el 6 de agosto. Se
celebran fiestas en todo el país y es un espectáculo común ver a los escolares que
desfilan por las calles con sus uniformes escolares mientras ondean con orgullo la
bandera boliviana.
Acta de Independencia de Bolivia
La aristocracia criolla se une a Sucre y Bolívar y decide abandonar la causa
española y buscar una alternativa para retener su predominio político y
socioeconómico y el control de la mano de obra indígena.
Olañeta entra en Chuquisaca (11 de febrero de 1824) donde proclama la monarquía
absoluta. Simultáneamente los ejércitos realistas de La Serna y Canterac son
derrotados en la decisiva batalla de Ayacucho. Su vencedor, el mariscal Sucre,
libera el Alto Perú, negocia con Olañeta y liquida los últimos reductos (como Potosí)
del poder español en la sierra. La aristocracia criolla se une a Sucre y Bolívar y
abandona a Olañeta, quien cae herido de muerte en la batalla de Tumusla.
El 9 de febrero de 1825, Sucre decreta en La Paz la independecia del Alto Perú.
Bolívar no aprobó el proyecto, temeroso de las reclamaciones de Perú y Argentina,
pero cambio de opinión y optó por convocar una Asamblea en Chuquisaca (10 de
julio de 1825), elegida por sufragio censitario. La oligarquía terrateniente criolla
ratificó la independencia el 6 de agosto de 1825 y adoptó para su país e, nombre de
Bolívar, modificado más tarde como Bolivia, en honor al Libertador.
El gobierno quedó en manos del mariscal Sucre. Bolívar promulgó una Constitución
que establecía una presidencia a perpetuidad, abolía los privilegios sociales y
emancipaba a los esclavos. Sin embargo, los criollos no deseaban estas reformas
y pronto retornaron las discriminaciones y desigualdades.
Primera constitución de Bolivia
El 20 de agosto de 1825 en sesión secreta la Asamblea Constituyente de Bolivia
decide solicitar a Simón Bolívar una Constitución que sea “hija de luces y
experiencia”.
Proyecto de Bolívar
Y viniendo de la “experiencia” el Proyecto de la Primera Constitución y Alocución
fue remitido por Bolívar (26 de mayo de 1825) desde Lima, Perú, por su edecán, el
Coronel Belford Wilson. El Proyecto de Constitución es entregado el 14 de junio de
1825.
El Congreso Constituyente reunido en Chuquisaca inició la discusión del Proyecto
el 12 de julio de 1826.
Mereció discusión en dos elementos:
• El Presidente de la República es vitalicio
• Con relación a la religión, sobre la conciencia de los hombres no se legisla.
Se aprobó la presidencia vitalicia, aunque solo dura un año y cinco meses menos
un día, a causa del motín del 18 de abril de 1828 en la que el presidente José A. de
Sucre es herido en el brazo, ocasionando su renuncia.
Sanción y promulgación
La primera Constitución fue sancionada el 6 de noviembre de 1826 por el Poder
Legislativo con el aditamento: “La religión católica, Apostólica y Romana es oficial y
única” en el Art. 6 y fue promulgado por el presidente de la Republica Antonio José
de Sucre y Alcalá el 19 de noviembre de 1826.
Características
• Fundamento doctrinal: es un Constitución Liberal. Sigue la doctrina del
republicanismo institucional, en la que se prioriza la organización estatal.
• Determina al Estado como republicano unitario.
• Declara la independencia de dominación extranjera.
• Define a la Nación como la reunión de todos los bolivianos.
• Establece, además, de los tres poderes clásicos (ejecutivo, legislativo, judicial) el
Poder Electoral
 El Poder Ejecutivo se Ejerce por Gobiernos Departamentales.
• Presidencia vitalicia. Para ser presidente se necesita ser "natural" del país,
católico, tener 30 años y ninguna condena judicial.
• Gobierno Popular representativo, con Presidente vitalicio, Vicepresidencia y Tres
Secretarios de Estado.
• Establece la administración del régimen interior del Gobierno: prefecto,
gobernadores y corregidores.
• Señala la organización territorial en departamentos, provincias y cantones.
• Establece también la Cámara de Censores en el Poder Legislativo
• Establece una fuerza armada.
• La Constitución debe reformarse cada 10 años.
• Establece dentro la Constitución los Derechos y garantías de individuales.
• Aun no distingue Nacionalidad de Ciudadanía.
Si bien esta primera disposición legal trato de conformar un Estado moderno sin
discriminación racial, sin explotación del indio, abolir la servidumbre, y de dar a la
nueva república una cara liberal, estas pretensiones fracasaron totalmente.
Esta Constitución aún mantiene la esclavitud. Parecería que deja libres a los siervos
“Artículo 149.- La Constitución garantiza a todos los bolivianos su libertad civil,” ¿Y
quiénes son los bolivianos?
“Artículo 11.- Son bolivianos: inciso 5. Todos los que hasta el día han sido esclavos:
y por lo mismo quedarán de derecho libres, en el acto de publicarse la Constitución;
pero no podrán abandonar la casa de sus antiguos señores, sino en la forma que la
ley especial lo determine.” pero la ley especial nunca se promulgó, sino hasta 1952,
126 años después.
Vigencia
Su vigencia solo fue de cuatro años. Debería durar diez años. Bolívar había
establecido que la constitución debía adaptarse a las nuevas realidades cada diez
años. Pero solo estuvo vigente hasta el 14 de agosto de 1831 fecha en que se
promulgo una otra constitución reformada por el Gobierno del Gran Mariscal de
Zepita Andrés de Santa Cruz y Calahumana.
Estructura
11 Títulos, 24 Capítulos, 157 Artículos.
Parte dogmática
La Constitución garantiza a todos los bolivianos su libertad civil, su seguridad
individual, su propiedad y su igualdad ante la ley ya premié, ya castigué (Art. 149).
Todos pueden comunicar sus pensamientos de palabra o por escrito, y publicarlos
por medio de las imprentas, sin previa censura, pero bajo la responsabilidad que la
ley determine (Art. 150).
Todo boliviano puede permanecer, o salir del territorio de la República, según le
convenga, llevando consigo sus bienes, pero guardando los reglamentos de policía
y salvo siempre el derecho del tercero (Art. 152).
Ningún género de trabajo, industria o comercio, puede ser prohibido, a no ser que
se oponga a las costumbres públicas, a la seguridad, y a la salubridad de los
bolivianos (Art. 155).
Criticas
La Constitución bolivariana fue criticada en su tiempo, atribuyéndole de inspiración
monarquista por el carácter vitalicio de la Presidencia de la República y de los
Censores, lo que hizo que sus adversarios aludieran al Presidente como a un rey
sin corona.
La Constitución bolivariana, destacaba solo la organización política del Estado, sin
ingresar al campo económico, el cual debía quedar librado a la iniciativa privada de
los individuos, de acuerdo al principio del laissez ¡aire, laissez passer (fr. ‘Dejar
hacer, dejar pasar’).
En el Proyecto de Constitución de Bolívar se reconocen influencias:
norteamericana, francesa e inglesa. Influencia norteamericana el proyecto es
presidencialista. Influencia francesa: Poder Legislativo dispuesto en tres cámaras,
análogo al Legislativo del Consulado bonapartiano de 1800 y finalmente, hay
influencia inglesa en la vitalicidad del Presidente de la República y la actuación del
Vicepresidente como Jefe del Gabinete, particularidad de los Primeros Ministros.
En cuanto a las deficiencias de forma
En una visión global de la constitución boliviana se ha determinado que ésta
presenta deficiencias de forma, vacíos, imprevisiones y contradicciones6• Así, en lo
referente a las deficiencias de forma en el texto de la constitución, Jost y otros,
detallan textualmente:
 Carece de una secuencia lógica y ordenada. Por ejemplo, en un capítulo referido
a las garantías constitucionales se consignan derechos fundamentales, y éstos
no están sistematizados en forma precisa y clara. Además, hay dispersión de los
derechos individuales y sociales, presentándolos en algunos casos en forma
mezclada. Sobre los vacíos e imprevisiones. La Constitución carece de normas
referidas a aspectos fundamentales y centrales que tienen que ver con la
estructura, la organización y el funcionamiento del Estado. Se constata la
ausencia de una norma declarativa de los principios fundamentales sobre los
que se estructura el Estado Boliviano, la misma que debería estar incluida en el
Título preliminar de la Constitución y ser el principio rector de la organización
interna y de la acción exterior del Estado.
 La responsabilidad del Estado para con los gobernados es un aspecto
fundamental que debe prever toda norma constitucional. Es la responsabilidad
que debe asumir el Estado por las acciones u omisiones de sus autoridades o
funcionarios que infrinjan la Constitución y las leyes.
 Siendo que las normas jurídicas rigen por igual para gobernantes y para
gobernados, es fundamental establecer responsabilidades y
corresponsabilidades en un verdadero ejercicio de control social. El fundamento
actual de la responsabilidad estatal es el Estado de Derecho y sus presupuestos,
cuya finalidad última es proteger a los gobernados en sus derechos. La
responsabilidad del Estado, en sus facetas de Estado Legislador, Estado
Juzgador y Estado Administrador, viene a constituir un principio rector y por lo
tanto parte integrante del sistema de garantías.
 Símbolos Patrios. El Título Preliminar de la Constitución carece de una norma
que defina en forma clara y precisa la Capital de la República y los símbolos
patrios.
 Sobre derechos fundamentales. Considerando los derechos fundamentales
como una realidad cultural, el fundamento de los derechos pertenece a esa
dimensión que pretende la realización integral de la persona humana en la vida
social a través de sus fines últimos, de lo que entendemos como objetivos de la
moralidad desde una cultura moderna influida por los pensamientos liberal,
democrático y socialista.
 La Constitución formal no responde a la Constitución real. En el país existen dos
constituciones, una real, que engloba los elementos que han ido moldeando a
Bolivia como nación, su realidad histórica, instituciones, cultura, idiosincrasia y
tradiciones; y otra formal, la promulgada y publicada como instrumento jurídico.
En Bolivia desde 1825 se ha realizado 19 constituciones la última fue en el 2009.

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