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Ensayo comparativo acerca de la noción de fenomenología en Heidegger y en Husserl

Materia: Fenomenología

Hiram Díaz Pardo

Filosofía BUAP

INTRODUCCIÓN

A lo que se dirige este ensayo puede no ser más que conjeturas inexactas, a partir de señalar

puntos en común y opuestos entre las nociones de lo que es la fenomenología para ambos

pensadores, se hará ver brevemente, a partir de los esquemas de retención, proto-impresión y

protensión, que un juicio completo e irrefutable resulta imposible en este caso específico

respecto de la noción de fenomenología, esto debido a la alteridad que en esta subyace a su

invención y evolución.

DESARROLLO

Primero presento la noción del capítulo segundo de la introducción al “Ser y el Tiempo” en que

Heidegger a través de etimologías sostiene del sentido de fenomenología:

La expresión consta de dos partes: fenómeno y logos. Ambas remontan a términos griegos: φαινόμενον y

λόγος. Tomado externamente, el término “fenomenología” está formado de un modo semejante a teología,

biología, sociología, nombres que se traducen por ciencia de Dios, de la vida, de la sociedad. La

fenomenología sería, pues, la ciencia de los fenómenos (Heidegger, 1926, pp. 37-38)
La expresión fenomenología podría ser formulada en griego de la siguiente manera: λέγειν τά φαινόμενα.

Pero como λέγειν quiere decir αποφαίνεσθαι, fenomenología significará entonces: αποφαίνεσθαι τά

φαινόμενα: hacer ver desde sí mismo aquello que se muestra, y hacerlo ver tal como se muestra desde sí

mismo (Heidegger, 1926, p.44)

Heidegger al afirmar esto toma por referencia a las “Investigaciones lógicas” en las que

pareciera que los límites entre psiología descriptiva y fenomenología se atenuaban provocando

que se confundieran, esto anterior no se mantuvo por mucho debido al postrero sentido con que

Husserl cargaría a la idea de fenomenología. ¿es correcta la definición que Heidegger propone,

sólo en cuanto se aproxima a las “Investigaciones lógicas”?

Husserl había establecido en las investigaciones logícas –contra el escepticismo implícito en el

psicologismo lógico- la posibilidad de una lógica puray de una teoría de la ciencia independiente de la

psicología y de toda ciencia natural. Esto significaba, para Husserl, la postulación de una filosofía primera,

de una ciencia fundamental encargada de fundamentar, a su vez, toda ciencia y toda filosofía. La disciplina

básica, fundamental, de las investigaciones epistemológicas que consideraba necesarias para alcanzar una

filosofía cientificamente fundamentada, una filosofía primera, era ya aquí –en lugar de la piscología- la

llamada fenomenología. Su misión, formulada en muy grandes rasgos era enfrentarse al problema que se

enuncia en la frase “la relación entre el ser y la conciencia”, el cual, como puede advertirse, no es más que

una suerte de generalización del problema de la relación entre la conciencia congnoscente y el objeto

conocido (Quijano, 2017, p.12)

La cita anterior pone en claro la pregunta de la página anterior, porque siguiendo la lógica de

la cita, se haya un punto en común entre Heidegger y Husserl, el cual el Dasein como la

conciencia cognoscente y el objeto conocido, que en el caso de Heidegger siempre se trató del

Ser y en la obra que de él aquí se menciona es mediante el Dasein como objeto conocido, que

pretende aproximarse al Ser del ente. Empero la inquisición anterior no está presente en los
textos aquí citados, por otra parte lo que sí está es un ataque directo a la fenomenología de

Husserl por parte de Heidegger, el cual es el que sigue

Las aclaraciones que hemos hecho del concepto preliminar de fenomenología indican que lo esencial en

ella no consiste en ser una “corriente filosófica real”. Por encima de la realidad está la posibilidad. La

comprensión de la fenomenología consiste únicamente en aprehenderla como posibilidad (Heidegger, 1926,

pp. 47-48)

¿Qué acaso Heidegger estaba imaginando a la realidad como la base de la posibilidad,

separándoles? ¿Es posible entonces aprehender algo externo a la realidad cuando dicha

aprehensión se efectúa en la realidad? No obstante puede ser comprensible que la elaboración de

su juicio se sustente en una obra de Husserl, sin embargo tal parece que para Husserl la

fenomenología debía evolucionar con la añadidura de nuevos procesos posteriores a su obra

“investigaciones lógicas”, que definirían claramente a la fenomenología, colocándola dentro de

la categoría de “corriente filosófica real”, aunque ya de por sí lo era, esto lo verifica la siguiente

cita:

La fenomenología se valía, al igual que la psicología, de una suerte de reflexión sobre los actos, vivencias o

fenómenos psíquicos; sólo una reflexión, sólo un estudio directo de estos mismos fenómenos psíquicos (de

la concepción, de la representación, del juicio, del razonamiento, etc.) […] Sin embargo, a diferencia de la

psicología, esta fenomenología no investigaba los fenómenos psíquicos tal como éstos se presentan de

hecho en el mundo, integrados, o insertos en la naturaleza […] sino que los describía en su esencia (o idea)

y (al menos en cuanto a la intención) en una forma puramente inmanente. La fenomenología, como ciencia

descriptiva de las vivencias de conciencia, era, en efecto, una ciencia ideal, de esencias, y no, como la

psicología, una ciencia empírica, una ciencia de hechos (Quijano, 2017, p.12)

Hay que tomar en cuenta que afortunadamente cada uno de los pensadores que en este

ensayo se mencionan y a pesar de sus discrepancias, enriquecieron a la fenomenología, cada uno


de modo distinto, para Heidegger la ontología o ciencia de lo que es, sólo es posible en una

correlación con la fenomenología, así lo dice él:

La ontología sólo es posible como fenomenología. El concepto fenomenológico de fenómeno entiendo

como aquello que se muestra el ser del ente, su sentido, sus modificaciones y derivados. Y este mostrarse

no es un mostrarse cualquier, ni tampoco algo así como un manifestares [Erscheinen]. El ser del ente es lo

que menos puede ser conebido como algo “detrás” de lo cual aún habría otra cosa que “no aparece”.

“Detrás” de los fenómenos de la fenomenología, por esencia no hay ninguna otra cosa; en cambio, es

posible que permanezca oculto lo que debe convertirse en fenómeno. Y precisamente se requiere de la

fenomenología porque los fenómenos inmediata y regularmente no están dados. Encubrimiento es el

contraconcepto de “fenómeno” (Heidegger, 1926, p.45)

Respecto al sentido de la última cita este se realiza en Levinas, cuando este hace visible el

fenómeno del «hay», comprobando así que detrás de todos los fenómenos hay un no-fenómeno

que es su condición de posibilidad (Levinas, 1979, p.84) El «hay» es lo que se encuentra

absolutamente detrás de todos los fenómenos.

Ahora bien, sería hasta 1913 que Husserl daría una evolución notoria a la fenomenología por

él propuesta y desarrollada, con su obra “ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía

fenomenológica”, la siguiente cita esclarece cómo se distingue y el sentido que le imprimió:

En primer lugar, Husserl expone en ella la reducción fenomenológica (también llamada reducción

trascendental) como un método imprescindible para la fenomenología o más aún, como el método peculiar

y esencialmente fenomenológico […] Con la reducción fenomenológica, con la célebre epojé

fenomenológica, no sólo queda fuera de la atención del investigador todo lo objetivo, todo lo no subjetivo,

lo no perteneciente al ámbito de la conciencia, sino también lo que, siendo subjetivo, perteneciendo al

ámbito de la conciencia, siendo, pues “vivencia”, tiene el carácter de algo real, mundano, espacio-temporal.

Se trata del “poner entre paréntesis”, todo aquello que trascienda la subjetividad pura, del “poner entre

paréntesis” el mundo y todos sus contenidos, para quedarse únicamente con el “residuo” de esta misma
subjetividad o conciencia pura. Se trata de tomar una actitud nueva y distinta respecto de la actitud

cotidiana que adoptamos de modo totalmente natural, actitud nueva que se denominará trascendental

(Quijano, 2017, p.15)

En consecuencia es posible ver cómo entre el «hay» y «la subjetividad pura» son los límites

que estaban «encubiertos» en cuanto fenómenos de la fenomenología.

Antes de pasar al último punto, hago mención de que la fenomenología debe vincularse a algo

para subsistir, en el caso de Heidegger es ala ontología, en Husserl es la gnoseología o la teoría

del conocimiento, dicho vínculo resulta en una fenomenología del conocimiento, la siguiente cita

aclara cuáles son sus características:

La tarea de la fenomenología del conocimiento se determina como la tarea de investigar todas las posibles

especies de correlaciones entre el “fenómenos de conocimiento” y el “objeto de conocimiento”, todas las

“formas del darse”, todas las “correlaciones” […] la fenomenología del conocimiento es ciencia de los

fenómenos cognoscitivos en este doble sentido: ciencia de los conocimientos como fenómenos,

manifestaciones, actos de la conciencia en que se exhiben, en que se hacen conscientes, pasiva o

activamente, tales o cuales objetos; y , por otra parte, ciencia de estos objetos mismos en cuanto que se

exhiben de este modo, la fenomenología tiene a su alcance, en realidad, toda especie de objeto y por ente

toda especie de concepto objetivo, y, así, tiene un papel que desempeñar, como teoría de la ciencia, en la

fundamentación o racionalización de todas las demás ciencias (Quijano, 2017, p.19)

El último punto a tratar se basa en la aplicación de la reducción fenomenológica de Husserl

respecto al tiempo, de la cual se habló durante este curso, consiste en lo siguiente La proto-

impresión es el continuo presente y conforme a su flujo la retención se inmanentiza acumulando

las proto-impresiones devenidas en retenciones y a su vez las protensiones son la posibilidad en

que se proyectan las proto-impresiones y que aún no son presentes. Durante todas estas fases del
tiempo reducido fenomenológicamente, se suceden actos, se tienen vivencias, fenómenos

psíquicos como el de juzgar, aquí se usará de ejemplo el juicio antes citado que es el siguiente:

Las aclaraciones que hemos hecho del concepto preliminar de fenomenología indican que lo esencial en

ella no consiste en ser una “corriente filosófica real”. Por encima de la realidad está la posibilidad. La

comprensión de la fenomenología consiste únicamente en aprehenderla como posibilidad (Heidegger, 1926,

pp. 47-48)

A partir del esquema anterior se puede ver que el fenómeno psíquico de enjuiciar a la

fenomenología de Husserl por parte de Heidegger ocurre en determinadas proto-impresiones que

devienen retenciones y determinadas vivencias que experimenta Heidegger en su soledad, al

igual que Husserl, respecto a la soledad Levinas escribió

¿En qué consiste el rigor de la soledad? […] estamos rodeados de seres y de cosas con las que mantenemos

relaciones. Mediante la vista, el tacto, mediante la empatía o el trabajo en común, estamos con otros. Todas

estas relaciones son transitivas: toco un objeto, veo a otro. Pero yo no soy el Otro. Soy en soledad. Por ello,

el ser en mí, el hecho de que o existe, mi existir, constituye el elemento absolutamente intransitivo, algo sin

intencionalidad, sin relación […] Ser es, en este sentido, aislarse mediante el existir. Soy monada en cuanto

que soy. Carezco de puertas y de ventanas debido al existir, no a un contenido cualquiera que estaría en mí

como algo incomunicable. Si es incomunicable es porque está arraigado en mi ser, que es lo más privado

que hay en mí. (Levinas, 1979, pp. 80-81)

Además Levinas afirma que el lenguaje es uno de los tres elementos que posibilitan el salir de

la mismidad que conlleva la soledad, haciendo relación con el ejemplo del juicio, en alguna

determinada serie de proto-impresiones fue totalmente correcto aquél, pero ¿hacia qué se dirigía

aquél juicio? ¿No se trataba sólo de una vivencia que estaba en la retención? Porque trece años

antes de la publicación de “Ser y tiempo” ya había sido publicado por Husserl “ideas relativas a

una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica”, esto nos dirige a la cuestión ¿qué es lo
que se juzga, qué tan objetivamente verdadero es el juicio respecto algo? Porque para la soledad

de cada uno en el flujo de las proto-impresiones y dadas las protensiones como condición de

posibilidad para su proyección, o resulta imposible la validez permanente de cualquier juicio

dirigido a la manifestación de otro, o sólo es válido en cuanto es mi vivencia que se dirige a un

retención en mí, dicho esto último en otras palabras sólo es verdad para mi soledad.

Creo acorde citar en esta cuestión a Levinas «La invasión del porvenir por parte del presente

no acontece al sujeto en solitario, sino que es la relación intersubjetiva. La condición del tiempo

es la relación entre seres humanos, la historia» (Levinas, 1979, p.121) Ahora bien, han pasado

más de cien años desde la publicación de las primeras obras de Husserl, para querer juzgar qué es

o qué no es la fenomenología, dado el flujo temporal de las soledades, y que al juzgar el juicio

sea totalmente válido, se tendría que tener la evidencia de cada pensador que se manifestó desde

su soledad, y además modificar dicho juicio con cada nueva manifestación de un nuevo pensador

que tematize en qué consiste la fenomenología, con la finalidad de evitar la incompletitud y en

consecuencia el error.

CONCLUSIÓN

Se expusieron los sentidos que la fenomenología adoptó en la soledad de Husserl y Heidegger,

recurriendo a Levinas para sustentar ciertas ideas importantes, mostrando que resulta incierto a

qué se dirige el juicio respecto a qué es la fenomenología entre estos dos pensadores, porque o

bien se dirigía a la soledad de ambos o simplemente a los juicios, además de mostrar lo

incompleto que puede ser cualquier juicio en el fluir universal del tiempo fenomenológicamente

reducido y del tiempo en cuanto relación de los seres humanos


Referencias

Heidegger, M. (1926). Ser y Tiempo. Todtbauberg: Philosophia.

Husserl, E. (1982). La idea de fenomenología. Madrid: Fondo de cultura económica.

Husserl, E. (1999). Investigaciones lógicas II. Madrid: Alianza.

Levinas, E. (1979). El tiempo y el otro. Madrid: Paidós Ibérica.

Quijano, A. Z. (2017). Husserlianos, Breve diccionario analítico de conceptos. México: UNAM.

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