MÚSICA Y FIESTA

EN LOS VALLES ORIENTALES

DE ALTURA DE JUJUY
 Volumen 1: La comunidad Música y Fiesta

10 MAPA 1 INTRODUCCIÓN 11

No existen caminos vehiculares para llegar a la

mayor parte de las localidades de esta región, lo que
probablemente haya contribuido a la conservación
de costumbres y técnicas productivas tradicionales
relacionadas a la ganadería y la agricultura. Su
música y sus fiestas –el objeto del presente trabajo-,
cobran sentido en función del ciclo agro-pastoril
anual. Se tiene la certeza de que los instrumentos y el
canto, además de ser imprescindibles para los
momentos de diversión, juegan un rol propiciatorio
Los Valles Orientales de Altura en la Provin- en la agricultura y la ganadería.
cia de Jujuy, son un paso natural entre los
territorios de la Quebrada de Humahuaca y En el disco compacto que se acompaña, se intenta
los llanos del Chaco jujeño y salteño (Mapa recrear el calendario anual musical y festivo de los
1). Este espacio de transición abarca Valles, como se los conoce, comúnmente. Esta idea
serranías escarpadas, praderas de altura, fue sugerida por Quintino Arias de Santa Bárbara y
faldeos de pronunciada pendiente y montes Lalo Cruz de Alto Calilegua, copleros respetados en
de vegetación selvática, producidos por las la región. La misma lógica rige al documental audio-
variaciones de altitud sobre el nivel del mar visual, que se centra en la rutina diaria de los
que van de los 1800 a los 3500 metros habitantes de la zona y en su relación con las fuerzas
aproximadamente. vivas de la naturaleza mediada por la música.1.
 Volumen 1: La comunidad
12 ASPECTOS GENERALES
La región delimitada por el presente trabajo cubre
sectores de los departamentos de Tilcara y Valle
Grande. En el primero fueron abordados Molulo,
Durazno y Loma Larga; en el segundo, San
Lucas, Santa Bárbara, Alto Calilegua y San
Francisco. Entre todos estos sitios se hace eviden-
te una histórica articulación productiva que los
actuales estudios arqueológicos remontan al año
900 de nuestra era y se acrecientan durante el
dominio incaico, entre 1450 a 1530, lo que revela
MAPA 2
mapa 2
una región habitada por grupos étnicos en perma-
nente interacción cultural2.
Todas estas comunidades están comunicadas por
el denominado “Camino Grande”, senda de
herradura que va del Pueblo de Tilcara, en su
extremo oeste, hasta el pueblo de San Francisco,
en el extremo este. Entre ambos puntos hay al
menos tres días de marcha continua (Mapa 2).

En toda la franja geográfica, existen parcelas de
cultivo para el autoconsumo y el canje por otros
productos. Los amplios pastizales permiten la
cría del ganado bovino y de animales de carga
para el traslado de productos y mercaderías.
Estas actividades son complementadas con la
producción de quesos, artesanías en cuero y
tejidos.
Los habitantes de los Valles mantienen un
importante contacto mercantil y migratorio con
el Ramal, como se denomina comúnmente a la
zona sub-tropical donde se asientan las grandes
empresas cultivadoras y procesadoras de caña de
azúcar, a las cuales ofrecen su fuerza de trabajo3.
Los pobladores de Molulo, El Durazno y Loma
Larga mantienen, además, un vínculo migratorio
y cultural muy fuerte con la Quebrada de Huma-
huaca.
Según datos censales, para 1998, en las localida-
des abordadas dentro del Departamento de
Tilcara, existían 469 personas distribuidas en
134 viviendas. En las localidades del Departa-
mento de Valle Grande, exceptuando la pobla-
ción urbana del pueblo de San Francisco,
existían 313 personas distribuidas en 151 vivien-
das4. Estas cifras son variables a lo largo del
Música y Fiesta
15
año, pues la movilidad de sus habitantes es
intensa ya sea para realizar intercambios comer-
ciales, llevar el ganado a pastar, trabajar en la
zafra, emigrar a otras provincias, efectuar
trabajos temporales en pueblos de la Quebrada o
del Ramal o vender en estas mismas zonas
algunas cabezas de ganado, con lo que se asegu-
ran el dinero para compras en efectivo. En estos
casos son alojados por parientes asentados
definitivamente o se quedan en sus propias
casas, puesto que desde la década del 80, fueron
consiguiendo terrenos de carácter fiscal donde
construyeron viviendas estables.
Esto ha provocado que muchos tiendan a quedar-
se en estos centros urbanos la mayor parte del
año, volviendo sólo para las celebraciones
estivales o para alguna fiesta patronal. Esta
tendencia provoca un despoblamiento continuo y
acelerado de la comunidad que afecta a su
sistema productivo y a su organización social.
En consecuencia, la agricultura y la ganadería
disminuyen y se da un cambio en la dieta alimen-
taria tradicional, al volverse más dependientes de
los productos industriales5.
Los habitantes de la región reciben el denomina-
tivo de vallistos (mote que expresa su identidad
 Volumen 1: La comunidad
16 IDENTIDAD Y MÚSICA VALLISTA
diferenciada de los puneños y los quebradeños). Si
bien entre los así llamados no prevalece ningún
sistema formal de organización que los articule
como grupo, una serie de características culturales
tales como sus tradiciones productivas, sus
intercambios mercantiles, su manera de hablar, sus
fiestas y celebraciones, los constituyen en un grupo
socio-cultural claramente diferenciado de las
poblaciones de Quebrada (al oeste), Puna (nor-oes-
te), Valles Centrales (sur) y Chaco (este).
Reivindican en su conjunto, una arraigada
identidad gaucha, la cual, remontan a la época
de las luchas por la independencia. Como arrai ga
ocurre en toda la Provincia, este fenómeno se a la
encuentra en plena expansión y se asimila al del cia. Co
tradicionalismo, que resalta la figura del gaucho fe n me no
asi mi la
pampeano como figura emblemática. Ponerse el
la fi gu ra del
traje de gaucho es para los vallistos un honor. mÆ ti ca.
No escatiman recursos para adquirir va llis tos
ra ad qui rir

trajes muy elegantes y costosos e incluso
caballos de raza para desfilar en las fechas
patrias o patronales y participar en los festiva-
les gauchos.
Los vallistos son excelentes copleros. Hacen
gala de una riqueza interpretativa en sus
melodías (tonadas) que se diferencian de las de
Quebrada y Puna. En las coplas se revela su
manera de entender el mundo, su relación con
las fuerzas invisibles, sus gustos, su sentido del
humor y la importancia que le conceden al
enamoramiento. La copla se constituye, enton-
ces, en un instrumento básico de comunicación
y de transmisión de los valores más caros a la
Música y Fiesta
19
comunidad. La participación de la mujer en
la producción musical de la zona, está dada
principalmente por el canto de coplas y no
así por la ejecución instrumental. La caja es
el único instrumento que pueden tocar, pues
tampoco participan de las pocas bandas de
sikus de la región, como suele ocurrir en los
pueblos de la Quebrada media. No obstante,
para Carnaval, cuando las coplas se cantan
colectivamente, es recurrente que sean las
mujeres las que lideren al grupo.
La complementariedad entre monte y altura
ha sido la respuesta de las poblaciones
locales al desafío ambiental de captar re
 Volumen 1: La comunidad
20 CICLO PRODUCTIVO Y CALENDARIO FESTIVO - MUSICAL
cursos diferenciados, al rotar los cultivos y las
pasturas para los animales, dando pie a una
economía autosuficiente y una dieta bien
balanceada8. De esta manera, los Valles se
dividen en tierras altas, que llaman cerro (por
arriba de los 2200 m.s.n.m.) y tierras bajas, que
denominan monte, costa o simplemente el bajo.
En las primeras se cultivan papas de varias
especies y se crían cabras y ovejas, mientras que
en las segundas se produce maíz, frutas, calabazas
y miel, a la vez de que existen recursos de caza.
La población del cerro vive diseminada por
todo su territorio: una vivienda dista de otra,
entre 2 a 5 Km. aproximadamente. En las
tierras bajas, en cambio, el grado de dispersión
de las viviendas es menor. Cada familia del
cerro posee, por lo general, dos moradas con
sus correspondientes parcelas de cultivo: una
de residencia principal y otra transitoria, llama-
da puesto ubicada en el bajo.Los cambios de
temperatura en verano, obligan a los poblado-
res de las tierras bajas a trasladar sus
ganados a la altura para prevenir enfermedades.
De esta manera, el ganado vacuno pasta en el
cerro desde noviembre hasta mayo y cuando la
pastura empieza a escasear se desciende nueva-
mente al monte.
Se reconocen dos grandes períodos en el año, de
acuerdo a la presencia o ausencia de lluvias: el
tiempo de invierno y el de verano. Las festivida-
des actúan como hitos que organizan cada uno de
estos periodos. El tiempo
Música y Fiesta
21
de verano (o verano, simplemente) tiene un
anticipo ritual con la celebración de la Pacha-
mama durante el mes de agosto, momento de la
pre-siembra, y se completa con la festividad de
Todos Santos9, en la que se honra a los familia-
res fallecidos. Este período culmina con el
entierro del Carnaval (mediados de febrero o
marzo). El segundo período (el de invierno) se
inicia con el entierro del Carnaval y termina en
Todos Santos.
 Volumen 1: La comunidad
22
Las festividades están definidas muy marcada-
mente por el uso de determinados instrumen-
tos, como un “estímulo estético”10 que faculta
y mediatiza la fertilidad de la tierra y del
ganado. Cada instrumento tiene un momento
particular en el año para ejecutarse y la
transgresión implicaría desórdenes en su
organización de mundo y su relación con las
fuerzas invisibles (así por ejemplo, el uso de la
corneta en verano, instrumento que llama a la
helada, podría hacer caer el granizo, nefasto
para los cultivos).
Esta división dual está presente en los Andes
bolivianos11 y en ese sentido es posible
encontrar vínculos con el calendario festivo--
musical andino que puede aplicarse concep-
tualmente a la zona tratada. Cada región en los
Andes meridionales tiene un tipo especial de
calendario agrario, ritual y organológico. No
obstante, pareciera constituirse una suerte de
“paradigma sonoro-instrumental andino”12
que abarca todo el altiplano y valles bolivia-
nos incluyendo a la región de Tarija. Es
posible encontrar una conexión concreta con
este paradigma en el caso de los Valles Orien-
tales de Altura de Jujuy. A pesar de que solo
los habitantes del occidente de la zona tratada
Música y Fiesta
23
reivindiquen un lazo identitario con lo andino
o con concepciones andinas, su calendario
tiene plena relación con éste.
En los Valles se observa que la regla es tajante
con dos instrumentos: en invierno, con la
corneta, que se ejecuta luego del entierro del
Carnaval hasta principios de septiembre; en
verano, con el erkencho, que aparece tímida-
mente en agosto y toma un mayor impulso
luego de Todos Santos hasta el Carnaval.
A esta organización temporal hay que añadir
que el verano tiene relación con las divinidades
de la tierra, las fuerzas vivas del paisaje vincu-
ladas a la fertilidad agropecuaria e incluso a la
creación musical. Seres sobrenaturales como
las Sirenas, San Carnaval y las Wakas, pertene-
cen a esta época del año, los que -juntamente
con la Pachamama-, mantienen una relación
con los seres humanos mediada por un hambre
que obliga a éstos a ofrecer libaciones de
comida y bebida (“pagarles”, se dice común-
mente) a cambio de abundancia productiva y
alegría en las fiestas.
Por lo contrario, el invierno, se relaciona con la
esfera de lo cristiano. La energía del
 Volumen 1: La comunidad
24
paisaje está ordenada por los santos (patro-
nos del ganado), a los que se adora sacrifi-
cando ovejas o cabras y bailando en su
honor. Una importante diferencia entre
estas fiestas y las de verano es que no están
asociadas solamente a rituales de fertilidad,
sino que se agrega el pedido de “conserva-
ción”, principalmente de la salud.
Entre los últimos días de agosto y los
primeros días de septiembre, se da el único
momento del año en que es permitido el
uso de todos los instrumentos, pues se
considera un tiempo de transición entre una
y otra etapa con las fiestas de San Ramón
(el 31 de agosto).
El ciclo vital de San Carnaval, espíritu
imaginado como un gaucho engalanado de
plata, expresa perfectamente este calenda-
rio agro-pastoril, festivo y musical en los
Valles, como se lee en el siguiente testimo-
nio:
Ellos dician que (San Carnaval) si disperta-
ba pa' San Santiago, al 25 de Julio. Ya si
dispierta ya, ahí el San Carnaval ya esta
dispierto dician. Y pa`l' primero de agosto
ya si sienta el San Carnaval dician.
Música y Fiesta
25
Bueno ya que empezaban a poner velas a la
Pachamama y todo. Entonces ya dician que
el Carnaval ya se ha sentao. Ya se ha sentao
el carnaval ahora ya tenimos que respetar
hasta fines de Agosto dician y por eso
empezan ya las tonadas, todo del verano. Y
en Todos Santos, ahí dician qui ya el San
Carnaval…ya se ha parado, se ha levantado,
se ha sacudiu' su traje y hasta el año nuevo,
dician. Año Nuevo ya sale en su rico caballo,
pura plata, nuevito, ahora sí el diablo `tá
andando, ahora hay que cantar. Y ya todos
empezaban las marcadas, todas las fiestas
porque el carnaval ya está andando. Ya está
loquito el carnaval por que ya no falta
mucho, ya que lo tinemo' que enterrar otra
vez.
(Paulina Quispe, Molulo).
Es preciso festejar, entonces, con cajas y
erkenchos y es precisa la ingesta de alcohol
que “vacune contra la tristeza” tanto en
reuniones improvisadas como en las ceremo-
nias de marcada y señalada del ganado.
La figura reluciente de San Carnaval en los
momentos previos a su entierro, ya no es la
de un ser vigoroso con vestimenta reluciente,
 Volumen 1: La comunidad
26
sino más bien la de un ser moribundo, con la
ropa hecha jirones, que se apresura a disfrutar
los últimos momentos que le quedan de vida.
Este ser envejecido tenía, hasta fines de la
década del 70 según los testimonios recogi-
dos, una representación real en las comparsas
de las tierras altas: el rito del Pujllay (vocablo
quechua que significa juego, recreación13),
donde un hombre mayor personificaba a San
Carnaval y dirigía las comparsas con un
bastón. En el entierro del carnaval éste debía
recoger alimentos y prendas (lazos, ponchos,
sombreros, etc.) que le ofrecían sus amigos y
familiares. A medida que el fin del Carnaval
se imponía, el Pujllay (San Carnaval),
agotado por el peso de las ropas y los alimen-
tos, tenía dificultades para caminar y en sus
últimos estertores llegaba hasta un pachama-
mero (o apacheta, ara hecha de piedras en
devoción a la Pachamama) donde enterraba
los alimentos ofrecidos, devolvía las prendas
prestadas y se disponía a morir14.
Una vez enterrado el Carnaval, los objetos
con él relacionados (como flores y serpenti-
nas) no pueden usarse más, pues “ya está
durmiendo”. La transgresión implicaría
“condenarlo”.
San Carnaval, tiene su complemento femeni-
no en la Sirena. Ambos son las mitades
hembra y macho de una misma totalidad. La
Sirena es una mujer hermosa, de tez blanca y
pelo rubio, vestida con polleras largas de seda
de color verde y sombrero. Habita lugares
solitarios, cerca de peñas altas, desde donde
brotan vertientes de agua o manantiales. Estos
son espacios de la Salamanca, que se piensa
como un pueblo reluciente, por detrás de una
puerta, donde personas hermosas y rubias
festejan con desenfreno.
En estos lugares, es posible escuchar cajas y
erkenchos algunas noches. Se cree que es la
Sirena quien los toca. Un instrumento templa-
do por ella le agrega el mayor grado estético
posible a su sonido al posesionarse de él. Por
ese motivo, era costumbre llevarle cajas y
erkenchos recién fabricados. Quintino Arias
de Santa Bárbara, opina que es como un
“bautismo natural” del instrumento que lo
habilita para ser tocado “por su propia
cuenta”:
Música y Fiesta
27
Y parece qui era verdad, allá en los chorros, allá
donde decían que había la Salamanca, y
empezan a cajear los chorros. Vos los sentís. Yo
chica paseando, ta` cerradito el nubla`o, unas
cascadas, el agua `ta cayendo… y por ahí en
y
se da esas orillas, tarde, sentís. Sona claritu las cajas,
so dicen que alguien `ta cajando. Y te ponís a
de escuchar, te quedas quieto… y vos `tas así
descuidado… saj, saj `ta ahí. Y una vez que te
ponís directamente escuchando, ¡No hay nada!
Se calla todo. Y cuando no lo escuchas, por ahí
estas descuida'o, claritus las cajas. Y ahi dician
ellos, ahi en la Salamanca, por eso ahi salen a
cajear. Por eso las cajas iban a colgarlo en el
chorro también para que sone bien las cajas (…)
Para que sone mejor decian. (Paulina Quispe).
do No obstante, la invocación o contacto con la
nar se Sirena o el ingreso a la Salamanca reviste
le mucho peligro, pues podría enloquecer a quien
lo hiciera. Por otra parte, la influencia evangeli-
ha bi zadora en la zona ha infundido un temor mayor
: a lo diabólico (ya en un sentido plenamente
occidental) de manera generalizada. Así, las
prácticas relacionadas a la Sirena o a
 Volumen 1: La comunidad
28
la Salamanca empiezan a desaparecer. Esto
es especialmente notable en las regiones del
bajo, donde no pasan de ser una leyenda de
los abuelos, mientras que en el caso del cerro,
existe una actitud de mayor familiaridad con
estos seres y espacios, a los que incluso se les
dedican coplas:
Los gallos cantan al alba
yo canto al amanecer
lo que canta la Sirena
eso no puedo aprender.
Caramba que has canta’o lindo
casi me has hecho dar pena
casi me has hecho acordar
a la voz de la Sirena.
Estando yendo me vuelto
cerquita de Purmamarca
sabiendo buenas noticias
que aquí está la Salamanca
Ayer canté en la frontera
hoy canté en la Peña Blanca
si quieres cantar conmigo
perdete a la Salamanca
Por último, las Wakas, divinidades que
cobran el aspecto de las vacas son -junto a los
santos cristianos y la Pachamama-, protecto-
res del ganado. Cuando en septiembre empie-
zan a nacer las crías de las vacas, también las
Wakas tienen cría y es posible verlas en
ciénagas o manantiales. En esos lugares
solitarios se les ofrenda comida y bebidas,
para que garanticen la fertilidad y el bienestar
del ganado.
Música y Fiesta
FIESTA 29
Los días de agosto se consagran al culto a la
Pachamama, deidad pan-andina identificada
con la abundancia de la tierra y los cerros.
Pensada como mujer, sus poderes y
funciones tienen que ver con la maternidad,
al dispensar alimentos y protección. Se la
considera protectora y señora del ganado
por ello, en las marcadas y señaladas, se le
hace entrega de los animales15.
El mes de agosto, se encuentra entre el
invierno y el verano y coincide con el
momento previo a la siembra. Esta
condición liminal de “no ser” ni una cosa ni
la otra, hace que infunda respeto y temor
pues se cree que los malos espíritus andan
sueltos y que hay muchos “golpes de aire
malo” a los que hay que tener cuidado16.
Como amuleto la gente suele usar el hilo
yoque, cordel hecho de dos hilos de lana de
oveja, uno blanco y otro negro que se
colocan en la mano izquierda y en el tobillo
del pie derecho o viceversa17. Además, el
primer día de agosto, no se debe emprender
viajes pues la Pachamama se enoja y puede
“comerse” a quien ose desafiarla.
 Volumen 1: La comunidad Música y Fiesta

31
30 CELEBRACIÓN A LA PACHAMAMA

un buen año, vamo' a sembrar a los primeros ciclo, mediante la libación (challa) de
de septiembre”, -y yo era curiosa, siempre bebidas y el convite de comida, en señal de
he sido curiosa-
un buen aæo,“…y
va ’vayan
mo a sem a mirar
brarlosunos
a pri
- pago, petición y ofrenda.
me rosde sep tiem bre , -y yo era cu rio sa,
a'ujeros que hay profundo allá, si los
siem pre he si do cu rio sa- -y va yan a mi
a'ujeros `tana’u
rar unos traspiraditos
je que
ros hay así pro
en lafun boca,do allÆ,
Porque ellos sabían que el primero era ese
seguro
si que
los
a’uva je
ser un
rosbuen
‘tanaño”…
trasas Me piiba
raala
en di tos día que tenia que pagar la tierra. El único
ver…bo yca,
era se
la verdad.
gu ro Sabía
que estar
va ser todounasí,buen aæo día, porque ese día `ta la Pachamama con
como cuando
Me iba a viene
ver ely rociíto
era la de las
vermañana
dad. - Sa b a es todo, recibe con todo. Lo que lo pidí, ese
cuando
tar toamanece,
do as así, sabia
co mo estar.
cuan“Asírodoestá”,
ci
vie to ne el recibe con todo, ese día los cerros 'tan
Se tiene la convicción de que la tierra está le de decía.
las“Entonce`
ma æa na ha traspirado
cuan do ¿ha amavisto?
ne - ce, as sa borrachos, ellos 'tan igual que nosotros
en movimiento, que los cerros están cruzán- Este año va a ser buen año,esvatÆ llover
En prime-
, le
ton de
‘ce c a. queriendo tomar, recibir las bebidas que uno
dose:
do ¿ha vis to? Es te aæo va a
ro”. Si le decía: “No, ahora este año hemo les da, le ofrece, las ofrendas (…) Y dicen:
llo ver pri me - ro . Si le de
ido a ver y no están así laseshepiedrasaæonada”…
temoido a ver y
"hay que hacerlo machar al mes de agosto
Mi abuela decía que el día primero de “¡Uh, va a llover postreropie ahora!”,
dras decía.
na da ¡Uh, va así no va a hacer nada” ¡y le brindan con
agosto, los cerros están borrachos, uno con “Ahora vamo' tener que treesperar
ro aho ¿Cuándo
ra! , de c a. Aho ra todo! (Paulina Quispe).
el otro están cruzándose los cerros. ¡Están lloverá?” Decía. Ya se ponía esmedio
pe rar triste ya.
¿CuÆn
- do llo ve
bravísimos! Y ellos tenían la costumbre de (Paulina rÆ? Quispe).
De c a. Ya se po n a me dio tris te ya. En este momento, se entonan las primeras
decir:
¡Es “Hoy
tÆn es
braprimero
v sidemos!agosto, vayan- ate Ante
Y ellos n an tal
laebullición
cos dentro
(Paude lalitierra, es pe).
na Quis coplas estivales y se tocan los erkenchos.
tum bre de de cir: Hoy es pri menester me ro de agasajarla por la abundancia
levantar una piedra, si la piedra esta traspi- An te
agos to, va yan a le van tar una pie dra, si tal
la ebu lli ci n den tro de la tie rra, es
radita… este año va ser recibida
me y por aga
nes ter su continuidad
sa jar la en por
el nuevola abun - dan cia re ci bi
pie dra es ta tras pi ra di ta es te aæo va ser
 Volumen 1: La comunidad Música y Fiesta
32 TODOS SANTOS 33

La Fiesta de Todos Santos honra a los parien- ran

tes difuntos, por lo menos durante los tres años
tal
posteriores al deceso. Para tal ocasión se de
espera a las almas que vienen de visita, con Se
la
comida que gustaban en vida. Se preparan
(
ofrendas de pan con formas de aves (“para su
volar con las almitas”), palmas (“para darles men
sombra”), escaleras (“para que suban al cielo”)
en Las marcadas y señaladas son parte de una ceremonia
y cruces. Las ofrendas y alimentos, junto con cu ritual de celebración y homenaje al ganado ovino, caprino
flores y velas se extienden en una mesa cubier-
un y vacuno. Se realizan entre noviembre y febrero, época en
ta con un mantel negro, en torno a la cual los la que los animales tienen tres o cuatro meses. A esa edad
deudos y vecinos que acompañan sus a es menester identificarlos, para poder recuperarlos en
plegarias, aguardan la llegada de las almas. deu caso de extravío mediante una señal, que consiste en un
ci
Se realizan juegos y en el cerro se cantan pequeño corte en las orejas. Al año siguiente, los vacunos
coplas, pero esto último solo si han pasado tres
sus serán marcados, con un hierro candente, para identificar- -
años del deceso. Lo contrario se considera una los con el resto de la tropa y con sus dueños. Cabras y
falta de respeto al difunto. dan ovejas, se señalan solamente.
Al amanecer se reparte la comida entre los da Los invitados varones ayudan a los dueños a reunir a su
asistentes. Los deudos visitan el cementerio ganado dentro del corral, a pialar, voltear los animales, -
para renovar las flores que ornamentan las marcar y señalar. Es un factor de prestigio ante los pares -
tumbas. Posteriormente se “despachan” las li el ser un buen pialador o volteador (a los que más se se æa lan
so la men te.
almas depositando, en un agujero especial- y destacan se les convida con un licor especialmente prepa- dos -
mente cavado, las ofrendas y la comida hecha se rado). Se empieza al medio día y según la cantidad de
especialmente para ellas. animales, se puede seguir con la tarea hasta el anochecer.
 Volumen 1: La comunidad
34 MARCADAS Y SEÑALADAS
pialar, voltear los anima-
les, marcar y señalar. Es un
factor de prestigio ante los
pares el ser un buen
pialador o volteador (a los
que más se destacan se les
convida con un licor
especialmente preparado).
Se empieza al medio día y
según la cantidad de
animales, se puede seguir
con la tarea hasta el
anochecer.
De esta manera, los miembros de la comunidad reafirman los lazos de
parentesco y de reciprocidad.
El trato a los animales es el mismo que el que se da a los humanos: se
les convida coca ychicha, se los adorna con serpentinas, papel picado,
flores y talco “para que se vean lindos” dicen. En las señaladas de tos de fer
ovejas y cabras, se celebra el casamiento de los mejores ejemplares de
cada sexo, como parte de los ritos de fertilidad de la fiesta. dan
Cuando la faena ha terminado, se dan tres vueltas dentro del corral do co plas
cantando coplas en honor a los animales. Luego se los saca del corral sa ca del
y se los “despacha” en dirección del “sol de mañana”. Los presentes n del sol
se arrodillan y con gran emoción hacen plegarias para el bienestar de llan y con
la hacienda. Los invitados entonces se dirigen hacia un pachamamero, bie nes
se
donde hacen una entrega simbólica de piedritas que representan la
multiplicación (multiplico) de las cabezas de ganado para los dueños. que re pre
Posteriormente se cava un agujero donde el anfitrión deposita el
multiplico. Se depositan además, las señales (los trozos de orejas de
los terneros, cabras y ovejas señalados), se hacen plegarias y se challa
a la Pachamama. Mientras se cantan coplas alrededor del pachamame- ro don
ro, se cierra la ceremonia. co. Se de po
de ore jas
Todos los invitados se trasladan entonces a la casa de la familia
la dos),
anfitriona donde se forman rondas (ruedas) y contrapuntos de coplas, cha ma
acompañados de los toques de cajas y erkencho que continuarán hasta dor del
la madrugada. En las tierras bajas, es usual que ya se canten coplas
mientras los hombres están pialando y volteando animales. En el
cerro, al contrario, las coplas recién se empiezan a entonar una vez en ton
que se ha despachado la hacienda.
 Volumen 1: La comunidad
36
ces a la casa de la familia anfitriona donde se
forman rondas (ruedas) y contrapuntos de
coplas, acompañados de los toques de cajas y
erkencho que continuarán hasta la madrugada.
En las tierras bajas, es usual que ya se canten
coplas mientras los hombres están pialando y
volteando animales. En el cerro, al contrario,
las coplas recién se empiezan a entonar una vez
que se ha despachado la hacienda.
Algunas familias del cerro, aún hoy acostum-
bran ir por la madrugada del día de la marcada,
a manantiales y chorros de agua para “pagar” a
las Wakas, los señores de la hacienda,
ofrendándoles bebidas y alimentos. En las
fiestas patronales los promesantes bailan en
honor a los Santos Patronos con medias reses
de ovejas, chivos o cabras recién sacrificados,
al son de sikus y de cornetas. Esta celebración
es conocida como cuarteada.
Música y Fiesta
FIESTAS PATRONALES Y CUARTEADAS 37
Este ritual propiciatorio está relacionado con
la reproducción del ganado, pues cada
animal tiene su santo protector: La Virgen de
la Candelaria y San Marcos lo son de las
vacas, San Isidro de los bueyes, San Bartolo
de las cabras, San Sánjuan de las ovejas, San
Santiago de los caballos y San Ramón, de los
burros. Según la fiesta, se dedica la celebra-
ción al animal correspondiente, encendiendo
una luminaria (fogata) cerca del oratorio
donde se venera la imagen del Santo o
mecheros en las paredes de los corrales. El
fuego procura “iluminar” los ojos de los
Las cuarteadas es una promesa que yo tengo
animales agasajados.
que hacer para que me de el Santito más
Es evidente que el espíritu de los danzantes
hacienda. Entonces yo hago una promesa de
no es el de la euforia desenfrenada del
tres años: “Yo te doy estos cuartitos, lo
Carnaval e incluso el consumo de alcohol,
encomiendo”, llevo los cuartitos a ponerlo
aunque presente, se realiza con mayor
para la Imagen, le velan ahí. A la víspera
mesura.
llevás todo eso, y en el día empiezan a tirar
Una vez que se ha terminado con las vueltas
los cuartos. Y eso es para que dé más dicen
estipuladas, cada pareja sostiene una pata del
ellos, por eso tenés que llevar. Si es para San
cuarto y empiezan a tirar para cortarlas. Se
Juan corderito y para San Bartolo chivito, y
culmina con una ronda en la que participan
para San Santiago, bueno igual chivo o
todos los bailarines tomados cada uno de los
cordero, lo que sea (Paulina Quispe).
cuartos ya cortados, siempre al son de corne-
ta o sikus.
 Volumen 1: La comunidad Mœsica y Fiesta
38 39
Música CONSIDERACIONES ESTÉTICAS

sos tie ne una

tar
par ti
ca da uno
de

El sonido, para los vallistos, es señal de vida. Está ciendo un sonido semejante al de un arroyo:
presente en el agua que corre, las peñas, los sayales,
los truenos y el viento. La manipulación del sonido Si esta caja fuera buena
puede ser entendida, entonces, como una búsqueda sonaría como un sayal
por controlar las fuerzas vitales18. El sonido del a los mejores cantores
erkencho se relaciona, por ejemplo, al mugido de yo les hiciera callar.
las vacas y la vibración de la caja al percutirse, se
relaciona con los sayales, cúmulo de guijarros A su vez, la corneta y la quenilla se asocian
desprendidos de las paredes de laja que al ser con el viento, al que imitan pues le pertene-
movidos por el viento golpean entre sí produciendo cen.
 Volumen 1: La comunidad
40
Los vallistos hacen una diferenciación entre
dos sentimientos marcadamente opuestos de
acuerdo al momento del año: la alegría en
verano y la tristeza en invierno. Los sonidos
está subsumidos a esta lógica: el viento es
triste, en cambio el sonido de los chorros de
agua tiene plena relación con las cajeadas de
carnaval.
Es recurrente escuchar hablar de dos imágenes
acústicas bien diferenciadas: lo recto y lo
curvo, con distintos valores estéticos, privile-
giándose la segunda imagen, por ser un sonido
estéticamente buscado:
El erkencho cuando es blando, lo dominan y
hace altos y bajos y es como que hace unas
curvas, mientras va tocando. Es como un
dibujo que ellos lo van describiendo mientras
van ejecutando (…) Y el sonido bueno hace a
la idea que va saliendo curvado así... Entonces
dicen “da vuelta”, entonces sale más bonito el
sonido que salir derecho, en forma de grito... El
viento, el agua, los caminos, el cerro… todo va
en formas de curvas, da la vuelta. Y entonces…
el canto se asimila porque sale dando vueltas
también así ¡Bonito! (Quintino Arias, Santa
Bárbara).
El sonido blando es lindo, agradable, un
sonido que “da vuelta”. A la inversa, un
sonido duro es un sonido recto, como un
grito. La importancia de estas imágenes
acústicas tiene amplia difusión en el
mundo andino y embellecen las melodías
de coplas y toques de instrumentos. En el
noroeste argentino, la literatura musical
existente ha emparentado esta imagen
acústica con el vocablo quechua kenko,
que significa sinuoso, serpenteado19.
Aunque ese término no se conoce en la
zona tratada, el sentido es el mismo.
Música y Fiesta
41
Esta imagen aplicada al canto expresa la
diversidad en el uso de recursos tímbricos y
ornamentales como falsetes, portamentos,
trémolos, quejidos y apoyaturas. A este conjun-
to de recursos de canto, los vallistos común-
mente denominan “garganteo”, que depende
principalmente de la creatividad o de la heren-
cia familiar del cantante.
Allá es como que usás todo tu ser, todo tu
garganta. Empezás a cantar en grave y llegas
un punto de falseta, a donde se limita tu
garganta y volvés a lo normal(…) Sube y baja,
sube y baja (Quintino Arias).
Esta consideración estética también está
presente en la fabricación de cornetas y erken-
chos. En estos casos se pulen, se les vierte
chicha para ablandarlos y se prueban insisten-
temente hasta que se consiga el efecto deseado.
 Volumen 1: La comunidad Música y Fiesta
43
42 LA COPLA

Respecto a sus características musicales se

caracterizan por el uso constante de tres
sonidos, que coinciden casi siempre con el
acorde perfecto mayor, con algunas notas de
paso20.
El carácter musical y las temáticas poéticas
cambian según la estación de que se trate. La
copla estival es muy alegre. Se acompaña con
caja y se baila curvando el cuerpo, “quebran-
tiando, como si se estuviera macha`o”. Existen
distintas modalidades de canto en esta época.
La más común, es el canto colectivo (en ruedas primero se entonan las coplas de requiebro
de coplas), en la que un coplero o coplera lanza amoroso y de chanzas pícaras sobre el
los dos primeros versos que serán repetidos por aspecto físico o el género opuesto.
el coro. Luego canta los dos versos faltantes Posteriormente las coplas empiezan a ser
La copla vallista es el resultado de la imbrica- más punzantes y suelen aparecer algunas
que nuevamente se repetirán (Banda 15). En el
ción de tradiciones hispánicas y locales. Se con un fuerte contenido sexual (Banda 13).
caso de las coplas a solo, el mismo cantante
compone de cuatro versos octosílabos con rima La copla de invierno es cadenciosa y
repite los versos (Bandas 4, 7, 8, 10 y 11) y en
asonante en el segundo y el cuarto verso. Según “alargada”. Se acompaña con caja al inicio
las coplas a dúo no existe una regla precisa de
la época, se dan variaciones melódicas que del periodo frío para luego cantarse a
ejecución (Banda 6). Por último, es muy
ofrecen distintas tonadas para el canto. La capella hasta Todos Santo. Su modalidad de
común que el erkencho acompañe a la rueda de
tonada hace más complejo el fenómeno de la canto es individual (Banda 1 y 22), aunque
coplas (Banda 18).
copla pues cada localidad tiene la suya propia, puede cantarse a dúos (Banda 25), en estos
Otra de las modalidades existentes, es el
a la que se deposita un inmenso valor afectivo casos sigue las mismas pautas que la copla
contrapunto. Consiste en un desafío de ingenio
entre al menos dos personas, generalmente de verano.
hombre y mujer. Se ciñen a un orden mediana-
mente establecido:
 Volumen 1: La comunidad Música y Fiesta
45
44 LOS INSTRUMENTOS MUSICALES CAJA
Actualmente no existen temáticas diferen-
ciadas para cada época. Los abuelos
insisten en el hecho de que antes sí
existían coplas con temáticas exclusivas
para al menos cuatro celebraciones impor-
tantes a través del año: Pascua, Todos
Santos, el culto a la Pachamama y Carna-
val. Hoy solo se escuchan coplas referidas
a las últimas dos.
La creación espontánea de cuartetas no es
usual y las coplas se cantan con versos
conocidos. No obstante, sí es común un
tipo de improvisación parcial, en la que se
recrea o adecua una copla existente a una
circunstancia dada.

Aquí en la zona se canta en dos tonos. Uno

seria la tonada de invierno y el otro en
verano. En verano, las coplas son más
rápidas, como demostrando más alegría.
En invierno son alargadas, más bien al
estilo baguala, un poco así. Nosotros lo
llamamos, no le llamamos baguala… le
llamamos coplas de invierno larguea'o,
esa es la palabra. Nosotros decimos
"coplas con tonada de invierno larguea'o"
(Lalo Cruz, Alto Calilegua)
 Volumen 1: La comunidad Música y Fiesta
46 47

La caja es un tambor de doble parche muy
liviano, pues debe portarse y ejecutarse con
una sola mano. Para ello, el aro se obtiene
de un listón delgado de madera (cedro,
wankar o pacará son las más comunes),
que se arquea y prensa. En uno de los
costados del aro, está el “oído” de la caja,
agujero por donde el instrumento “respira”
y se nutre de humedad.
Don Rafael Arias, constructor de cajas de
Santa Bárbara afincado en San Francisco
comenta que el listón se saca al ras de un
árbol maduro, del lado que mira al sol y en
días de luna llena. Solo de esta manera se
tiene una madera “casi eterna”. De cada
listón de 12 cm de largo y 30 o 40 mm. de
espesor se obtienen dos aros de unos 5 mm.
La medida de las cajas en los Valles es
mayor que en Quebrada y Puna. Entre
éstas, las más grandes son las que se
fabrican en el bajo, su diámetro puede
alcanzar los 45 cm.
El parche -o retobo- principal es de cuero
de oveja o chivo, sobre el que se percute.
El retobo posterior se hace con la membra-
na interna del estómago de la vaca, aunque
últimamente también se usa el nylon. Por
encima y cruzado a éste se coloca una dos
charleras, cordeles hechos de crines de
caballo, que vibran y chocan contra el
parche cada vez que se percute del otro
lado. Ambos retobos se fijan al marco
cociéndose a dos anillos de ramas finas,
llamados arquillos que bordean el aro. Un
cordel en zigzag, une ambos anillos y
permiten tensionar los parches. Se percute
con un macillo denominado guastana
Según Rafael Arias, para que la caja “suene
por su propia cuenta”, no hace falta ser
“templada” en los chorros de agua por la
Sirena, si es que se cumple con los requisi-
tos antes mencionados y, sobre todo, si se
tiene especial cuidado en que cada retobo
sea del sexo opuesto al que lo complemen-
ta. Es decir, si el retobo posterior es de
animal hembra, el otro debe ser de animal
macho o viceversa. De la misma manera,
las crines de la charlera deben provenir de
animal macho o hembra, de acuerdo al
sexo del retobo posterior. Todas estas
pautas hacen a una caja sayadora, aquella
que suena como un sayal, es decir, que
“suena sola”.
La caja es la base rítmica de las copleadas,
a las que se le dedican muchos versos:
Esta cajita que toco
De arito de pacará
en mi pago son alegres
¿por acá cómo será?
Pobrecita mi cajita
no quiere dar su sonido
me ha dicho: “no sos mi dueño”
“sos otro desconocido”.
La charlera de mi caja
una arriba y la otra abajo
así me trata la suerte
cuesta arriba y cuesta abajo.
Es el único instrumento de los valles que
puede ser ejecutado por mujeres, cuando
acompaña coplas. Solo los hombres
pueden tocarla simultáneamente a la queni-
lla y el erkencho.
La caja hay que dejarlo en los chorros,
retobarlo y dejarlo esa noche. Al otro día
vas, la caja esta sonando saicito como lo
llamamos nosotros, sonando solito.
 Volumen 1: La comunidad Música y Fiesta
49
48 ERKENCHO

El erkencho o erke, es un clarinete natural que da un color muy particular a su toque,

formado por un pabellón de asta de que es siempre de ritmo binario. Existen, al
vacuno vaciada. El extremo más angosto menos, dos tipos de toques: el primero es
se agujerea para introducir una boquilla o festivo, se interpreta sosteniendo con la
pajuela hecha de caña de unos 10 a 17 cm. mano izquierda el erkencho, mientras con la
de largo con un extremo cerrado. A esta otra se percute una caja (Bandas 9 y 14). El
pajuela se le practica una incisión casi segundo, es un toque “triste” que se toca sin
hasta la mitad, que da por resultado una caja (Bandas 3 y 16).
fina lámina que actúa como lengüeta
batiente.
El proceso de fabricación empieza en
agosto y su presencia es continua durante
la época estival, desde agosto hasta la Fernando Abalos, nacido en Molulo, cuenta
fiesta de San Marcos, debido al poder una leyenda sobre el erkencho: Hace
mágico que se le atribuye para atraer la muchos años, por la década del 50, vivió en
lluvia. Molulo el mejor erkenchero que diera esta
Pe ro eso de pen de de la ha bi li dad: si tierra. Su sonido dulce y y poderoso prove-
A mi no
sa mebesasustan penas
r e to bien,
bar igual sue na. Si lo nía del hermoso erkencho hecho con un asta
mientras
hastenga
he el cuerpo
cho sano,mal, lo vas a col gar
me dio enorme de buey palancho. El instrumento
dejadon
el erkencho
de es en ta invierno
ca yen do el agua, al otro d a “daba vuelta” y era tan blandito que emitía
véngaselo en el verano.den tro, la ca -ja es tÆ res
sa ya Ha blas un sonido hermoso y fuerte. Al morir el
pon dien do y cuan do can tas te ayu da, músico, el instrumento desapareció y aun
¡Tie ne su Si pu‘re! na,
(Ma ria no Ma ma ni,
Sus melodías disponen de unos cuatro o hoy no lo han podido encontrar, pero aquél
Mo lu lo)
cinco sonidos que se emiten con gran erkenchero que tenga la dicha de hacerlo, se
libertad rítmica y un vibrato casi constante convertirá, gracias al instrumento, en el
mejor de todos. Aún hoy Don Fernando
busca el instrumento. “Ya lo voy a encon-
trar”, agrega con entusiasmo.
 Volumen 1: La comunidad Música y Fiesta
50 CORNETA 51
recubrimiento y se amarra con tiras de Se caracteriza por su sonido grave y
cuero muy ajustado. melancólico, dependiendo del músico la
El pabellón se hacía tradicionalmente cantidad de sonidos que puedan lograr-
con la parte naciente de la cola de un se. Es un instrumento ceremonial que
vacuno, que se cosía moldeando la forma ejecutan solo hombres (sosteniéndolo
de una campana y se rellenaba con con el pabellón en alto) para las cuartea-
ceniza o arena. Actualmente es más das (Banda 26). Se empieza a tocar
común fabricarla con trozos soldados de después del día de San Marcos, el 25 de
hojalata. abril hasta principios de septiembre.
Timoteo Abalos, cornetero y constructor
de este instrumento, afincado en San Para el invierno casi en toda la zona
Francisco, comenta que actualmente es siempre hay viento. Y el viento te deja
muy difícil hacer las roscas, pues antes un dejo de tristeza, de melancolía, como
empleaban las grandes latas de conserva un zumbido, un silbido que deja en los
que han sido reemplazadas por el árboles, en las ramas sin hojas que al
plástico. Con una lata de grasa animal de correr del viento como que está silbando.
20 kilos o con dos tarros de aceite de 5 Bueno, de hecho que vienen las heladas,
La corneta
poesde unarotrompeta
so protravesera
ve n anatural
del
er her
ken
- mo so litros alcanzaba para una rosca. las nevadas, el clima ventoso, agreste,
de cuatro a cinco metros de longitud, hecha de buey
cho he cho con un as ta enor me Según Don Timoteo, la cera de abeja entonces el ser humano se adapta ahí, y
pa lan .cho El ins tru men to da ba vuel
de caña a medio madurar perforada y reforza- ideal por su blandura es la de una hace la música adecuada a esa época
da, a la her
era tan
que se
b lan dique to emi t a un so ni do variedad nativa. Cuando el instrumento (…) Y entonces ejecutar la corneta,
mo anexa
so y un pabellón
fuer te. Al llamado
mo rir el mœ
rosca. ins
Paratrula construcción del pa
tubo, está terminado, se suele echar aceite para instrumento de viento, que hace la
men to de sa re se
ci y aun
perforanhan
los po
tabiques
di dointernos
en con detrar,
la caña,
er
pe ken
ro
- aquØl que suene “blandita” y chicha para que música medio parecida con un poco de
mediantecheorificios
que practicados
ro ten ga la cerca
di cha de los
de ha cer no se seque, práctica que se repetirá cada nostalgia, de invierno, como decir que
nudos naturales,
con verlos tique
rÆ,se gra
vuelven
ciasa tapar
al ins tru vez que haya que tocar el instrumento está con pena que se fue el verano, se
fijando los
me trozos
jor de de caña cortados
to dos. Aœn conhoycera
Don Fer nan (Bandas 21 y 24). fue la alegría pero no es para tener pena,
de abejas. bus
Se refuerza
ca el coninsotra
trucaña
mencomoto. Ya - lo voy sino como acompañar al clima. (Quinti-
no Arias)
 Volumen 1: La comunidad
52 SIKU
producido por la hilera principal. Los
tubos se sujetan entre sí con dos tiras
de caña y se amarran con hilos de
lana.
Es un instrumento de amplia difusión
en los Andes, desde antes de la
colonia. Los conjuntos que lo
interpretan se denominan “bandas de
sikuris”, que cuentan con al menos
dos pares de sikus de diferentes
Música y Fiesta
53
tamaños (zankas, las más graves,
maltas, las de registro medio y chulis,
las más agudas). La técnica de
ejecución es el “diálogo”, en la que
una melodía se construye intercalán-
dose la ejecución de las notas que la
forman entre los dos músicos intervi-
nientes. Se acompaña su ejecución
por al menos un bombo y un
redoblante.

El siku es una flauta vertical sin

aeroducto,
les, en constituida
las ra maspor sin dos
ho jas que al co rrer
hileras
del devien
seis ytosiete
co tubos
mo quede caña
es tÆ sil - ban do. Bue
de no,
diferente
de he longitud,
cho que dispuestos
vie nen de las he la das, las
manera
ne decreciente.
va das, elLos clitubos
ma están
ven to so,- agres te, en
cerrados
ton ences
su extremo
el ser distal
hu ma pornoel se adap ta ah , y
ha ce la mœ si ca ade cua da a esa Øpo ca
nudo natural de la caña. Cuenta con
( ) Y en ton ces eje cu tar la - cor ne ta, ins
una tru
segunda
men hilera
to dedevien tubosto,
de laque ha ce la mœ si ca
misma me longitud
dio pa que re esci falsa,
da conpuesun po -co de nos tal
están
gia,abiertos
de iny vierse emplean
no, cocomo mo de cir que es tÆ con
resonadores
pe na que del se
sonido
fue el ve ra no, -se fue la ale
 Volumen 1: La comunidad Música y Fiesta
54
QUENILLA 55

Ocasionalmente, el siku puede emplearse son exclusivos de la época seca del año.
de forma individual en el espacio domésti- Las bandas de sikus de los Valles, concu-
co (Banda 23). rren a las peregrinaciones de la Virgen de
El guía o capitán de la banda, lleva una Copacabana de Punta Corral en Tilcara los
matraca, por lo general con forma de avion- días de Semana Santa (Banda…) y de la
cito, que hace sonar para señalar a los Virgen de Nuestra Señora del Rosario de
músicos el inicio y el final de cada tema. Su Sixilera, en el extremo noroeste de Molulo,
repertorio incluye Marchas, Dianas, a fines de septiembre.
Boleros, Adoraciones y Carnavalitos. En
los últimos años se han añadido géneros
bolivianos como Sayas, Tinkus, Morenadas
y Diabladas. Es muy usual la adaptación de
melodías de moda a alguno de los ritmos
mencionados y a las posibilidades sonoras
del instrumento (Bandas 28).
La quenilla es una flauta vertical de Los lugareños la denominan también
Con los sikus no se percibe un acuerdo
caña, con escotadura y cuatro agujeros “quena” o “flauta”, aunque la denomi-
claro de delimitación temporal, más bien
frontales para digitar, que corresponden nación más común sea “quenilla”. En
parece ser que su uso está dado por su rol
a las posibilidades sonoras del instru- Molulo, los abuelos la llaman además
intrínseco a toda adoración a un santo
mento. Su longitud es variable (30 a 40 “Pata de Cabra” en analogía con la
patrono del panteón cristiano, sea cual
cm.) pues se construye empleando el profunda muesca del instrumento.
fuere el momento de su festejo. Así, se
espacio entre los nudos de la caña. En Se toca sola o con acompañamiento de
pueden emplear sikus para celebrar a la
uno de los extremos se mantiene el caja (Banda 20) principalmente entre
Virgen de la Candelaria (2 de febrero), o a
tabique natural de la caña, mientras en el abril y junio. Tradicionalmente su uso
San Francisco de Asís (el 4 de octubre).
otro se recortan dos aletas en torno a una era muy difundido entre pastores y
Aquí se aprecia una diferencia sustantiva
larga escotadura que se introduce en la viajantes. En la actualidad es el instru-
en el uso temporal de estos instrumentos
boca formando, junto con los labios, el mento que mayor peligro de desapari-
con el caso del occidente boliviano, donde
canal de insuflación. ción corre en los Valles.
 Volumen 1: La comunidad
56 ANATA
La anata –que probablemente procede de
Bolivia- acompaña el festejo del carnaval. Es
una flauta de madera con embocadura terminal
y canal de insuflación. Cuenta con seis
orificios de digitación. Se construye en distin-
tos tamaños y distintos registros, el más común
en la región es el de 35 cm de longitud.
Este instrumento no es de uso generalizado en
los valles. Lo tocan principalmente los
Música y Fiesta
57
BOMBO
habitantes más cercanos a la Quebrada de El bombo marca el ritmo a sikus y cornetas en
Humahuaca -por ejemplo en Pirguayo, paraje los festejos a los santos. Tiene un diámetro de
de Molulo-, para festejar los días de carnaval. alrededor de 50 a 60 cm, medida mayor al de la
En estos casos suele aparecer como instrumen- altura de su caja. El cuerpo del instrumento es
to solista, acompañado ocasionalmente por de madera y está cubierto por dos parches de
bombo y redoblante (Banda 17) para ejecutar cuero tensados con ataduras de soga. Se percu-
danzas como carnavalitos. te con un solo mazo.
Los abuelos comentan que antes se fabricaban
anatas hechas de madera de molulo (saúco), no
obstante en el periodo de trabajo de campo no
se registró a ningún poblador que todavía lo
haga, por lo contrario comentan que las
compran en puestos de ferias de artesanías
venidas de Bolivia, cuando bajan para centros
urbanos de la Quebrada.
 Volumen 1: La comunidad
58 REDOBLANTE
El redoblante está asociado a las bandas de
sikus. Su cuerpo y los aros pueden ser de
madera, con ataduras de soga o de metal con
un sistema de tensión mecánica. Cuenta con
dos parches de cuero o plástico. Lleva un
bordón (cuerdas metálicas que cumplen la
misma función que las charleras en la caja)
en el parche que no se percute. Se tañe con
dos baquetas. En los últimos años se están
imponiendo los redoblantes de fabricación
industrial.
1En los Valles Orientales de Altura, coexis-
ten tradiciones musicales de diversas
fuentes. Se eligió referirse a las expresiones
musicales más tradicionales compartidas
por distintas generaciones. Por ese motivo
no se abordarán expresiones más recientes
como la cumbia y lo que en la zona recibe
la denominación de música folklórica, que
agrupa a zambas, chacareras y gatos, entre
otros géneros, muy relacionados a la
gauchesca.
2 Garay de Fumagalli (1992), Nielsen
(1989).
3 En el Ramal, entre 1900 y 1920 se empie-
za a producir caña de azúcar industrialmen-
te. Desde entonces se reclutó trabajadores
en Puna, Quebrada y Valles, además de
Bolivia para sembrar, regar y principalmen-
te levantar la cosecha, conocida común-
mente como zafra. Centenas de habitantes
de los valles emigraron a los llanos del este
para emplearse como zafreros.
4 DIPEC- Jujuy (1998).
5 J. y W. Abalos y Maine (2004).
Música y Fiesta
59
6 La comunicación socio-cultural existente
entre localidades se evidencia en las
celebraciones de invierno y verano, los
festivales gauchos, la peregrinación hacia el
Santuario de la Virgen de Sixilera en el
extremo noroeste de la región y el campeo-
nato anual de fútbol de los Valles. Para
participar de estos acontecimientos, muchos
habitantes se movilizan desde parajes muy
alejados a varias horas de camino.
7 Se debe añadir que las personas que viven
la mayor parte del año en centros urbanos y
vuelven a los valles en verano, traen
consigo nuevos gustos musicales que
adaptan en la zona. El fenómeno más
importante es el consumo de cumbia en sus
múltiples estilos, que alterna con las
manifestaciones festivas tradicionales del
calendario anual. Además, desde 2005, la
mayor parte de las casas cuenta con paneles
solares fotovoltaicos que les provee de
energía eléctrica. Como se ha podido
percibir, una de las primeras consecuencias
es que ha aumentado el consumo de cumbia
en todas las edades.
 Volumen 1: La comunidad
60
8 Se sigue el modelo propuesto por Murra
(1975).
9 Con este denominativo se hace relación a la
celebración a los Fieles Difuntos (2 de
noviembre), que se inicia en la noche de
Todos los Santos (1 de noviembre).
10 Stobart (1998: 581).
11 Algunos autores que han abordado esta
temática son Calvo (1991, 1993); Gutiérrez y
la Comunidad Jayawara (2001, 2002);
Sánchez Canedo (1991 y 2001); Stobart
(2005) y Vargas (2001).
12 Siguiendo el estudio comparativo de
Sánchez Canedo (2001:100).
13 Lara (1978:165).
Música y Fiesta
61
14 Eventualmente, es posible que algunas GLOSARIO Falseta: Falsete.
familias recreen aun la costumbre del Pujllay. Almorzo: Almuerzo. Hacienda: Ganado ovino, caprino, bovino y
A'ujeros: Agujeros. equino.
15 Mariscotti de Gorlitz (1978), Bouysse-- Canta`o: Cantado. Hemo`: Hemos.
Cassagne y Harris (1987). Challa: Libación que se ofrece a la Imagen: Representación de un santo
Pachamama en señal de ofrenda. cristiano.
16 Existen otros tiempos y espacios liminales Chicha: Bebida alcohólica obtenida de la Larguea`o: Alargado.
que infunden desconfianza y temor. El fermentación del maíz. Lejas: Lejanas.
crepúsculo por ejemplo, cuando se está entre Chupa: Borrachera. Macha`o: Persona embriagada.
el día y la noche, es peligroso porque los Claritu: Clarito. Macharse: Emborracharse.
demonios andan sueltos, por ello se prohíbe a Coplero: Cantante de coplas. Mistela: Bebida obtenida de la flor de la
los niños jugar fuera de la casa. Respecto a Dentro: Entro. aroma.
los espacios, se tiene especial cuidado con las Descuida'o: Descuidado. Nubla`o: Nublado.
esquinas, a las que se exorciza con un reben- Dician: Decían. Pa': Para.
que de siete tientos. Ambas creencias se Dispertaba: Despertaba. Pialar: Aprisionar a un animal arrojándole
potencian durante el mes de agosto. Empezan: Empiezan. un lazo.
Entonce`: Entonces. Ponís: Pones.
17 Este cordel se usa además, para amarrar las Esclavo: Persona que, haciéndose responsa- Promesante:Persona que ofrenda cuartos de
flores de lana que se usan en marcadas y otras ble de la Imagen de un Santo, organiza su cordero, cabrito o chivo a los Santos
celebraciones estivales. celebración y oficia la ceremonia mantenien- cristianos.
do siempre su preeminencia religiosa y Pu`: Pues.
18 Stobart (op cit: 582). social frente a los visitantes. Quebrantear: Cantar coplas o ejecutar
instrumentos musicales, curvando el cuerpo.
19 Según Bertonio es una “cosa tuerta que da
vuelta” (en Stobart, Op. Cit: 601).
20 Cámara (1999); Goyena (2000).
 Volumen 1: La comunidad
62
Rebenque de siete tientos: Látigo con
cabo de madera, de un metro de largo. Se
fabrica entretejiendo siete tiras delgadas de
cuero de vaca y se usa para protegerse de
los malos espíritus.
Retobar: Colocar los parches de panza o
cuero en el aro de la caja.
Rociíto: Diminutivo de rocío.
Sacudiu': Sacudido.
Saltadito: Bailar dando saltos en ruedas
de carnaval o en cuarteadas.
San Bartolo: San Bartolomé.
San Sánjuan: San Juan Bautista.
Sayador/a: Sonido de la caja que se
compara al sonido de un sayal.
Sayar: Sonido, semejante al de un arroyo,
que produce el deslizamiento de los
guijarros de un sayal. Por asociación
sonido que produce la caja al percutirse.
Sayecito (saicito): Diminutivo de saye,
cosa que suena como un sayal.
Senta`o: Sentado.
`tá: Está.
Templado: Afinación que realiza la Sirena
(deidad que habita en chorros de agua) en
cajas y erkenchos, dotándolos de un
sonido bello.
Vamo': Vamos.
Vo`a: Voy a.
Voltear: Derribar a un animal enlazando
sus patas.
Zafra: Cosecha de la caña de azúcar.
Zafrero: Trabajador de la zafra.
BIBLIOGRAFÍA
ABALOS, Julia; ABALOS, Walter y
MAINE, Ciro
2004 Expresiones musicales y festivas en
Molulo (Tilcara, Jujuy).
Informe Final. Tilcara: Instituto Superior
Música Esperanza.
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Música y Fiesta
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COPLAS
Banda 01:
Corazón vos sos el juez
y en vos, yo pondré mis quejas
ya me voy pa’ lejas tierras
corazón ¿qué me aconsejas?
Echate a perder mal tiempo
y volvete a componer
pa’ que no diga tu dueño
que yo ti’ echado a perder.
Banda 04:
En la cuesta de mi pago
hay brotes de cortadera
pa` ser descansar mi flete
y le acomodo el apero.
Banda 06:
Moluleña soy señores
yo no vo`a decir que no
en los cerros que aparecen
y entre medio vivo yo.
Esta cajita que toco
de arito de pacará
en mi pago son alegres
 Volumen 1: La comunidad
66
¿por acá cómo serán?
En el pago donde vivo
no se conoce tristeza
allá se canta y se baila
como si fuera promesa.
Banda 07:
Yo soy el gaucho `la loma
donde se chupa y se doma
primero pongo el apero
después pongo la carona.
Cuando llega el carnaval
no almorzo ni ceno nada
me mantengo con las coplas
me duermo con la tonadas.
Dale que dale, me han dicho
por eso le vengo a dar
como tengo esa costumbre
de no hacerme de rogar.
Banda 08:
Vamos comiendo la breva
mientras los higos maduren
vamos gozando lo ajeno
mientras que la vida dure.
Aquí me`i hecho la tarde
y aquí me’i de anochecer
solo mi corazón sabe
con quién hai `e permanecer.
Dentro a los montes cantando
salgo a los rasos llorando
con mi chaqueño a las ancas
mi guardamonte sonando.
Banda 10:
Cuánto no estarán diciendo
que este mozo no merece
cuando Dios hecha sus luces
para todos amanece.
Tengo mi caja y mi poncho
mi caballo y mi puñal
¿a este gaucho quién le ataja
cuando llega carnaval?
Cantar me piden señores
no estando para cantar
mi corazón lastimado
más está para llorar.
Yo no conozco las penas
ni ellas me conocerán
las penas que yo conozco
todo es cantar y bailar.
Banda 11:
Verdecita me mantengo
como la hojita e` nogal
hecho estoy haber desprecio
y otros a pagar mi mal.
La charlera de mi caja
la una arriba y la otra abajo
así me trata la suerte
cuesta arriba y cuesta abajo.
Banda 13:
¡Epa'!, dijo la vidita
encima la yerba buena
el que no sabe de amores
no sabe de cosa buena.
No quero querer a nadie
ni’ aún que mi quieran a mi
no quiero pasar trabajo
ni que lo pasen por mí.
A mi me han dicho casate
Música y Fiesta
67
casate con la hija’el juez
habian queriu` que me case
pa’ que me jodan después.
En la puerta de mi casa
tengo una planta de lima
cómo querés que te quiera
si tu mujer me mezquina.
Flor de aliso, flor de aliso
porque te quiero te aviso
anoche dormí en mi cama
porque tenés compromiso.
Caranchito de la Puna
y a comer carne has venido
la carne ya tiene dueño
caranchito te has jodido.
Cincuenta mujeres tengo
las quiero dar al partir
veinte están preñadas grandes
y otras ya están por parir.
Donde será este mocito
carita de hoja y parral
tranquero de mi cocina
basura de mi corral.
 Volumen 1: La comunidad
68
Cuando mi mujer ‘ta enferma,
yo ‘stoy en la cabecera.
con el rosario en la mano,
rogando a Dios que se muera.
En la falda de aquel cerro,
tengo un corral de acero
para encerrar mis ovejas,
llevarte a vos de carnero.
Ya me voy para el molino,
quién se acompaña conmigo
sino se acompaña nadie,
solo sigo mi camino.
Ya se fueron, ya se fueron,
ya se fueron disparando
con la cincha en la verija,
¿dónde se irán bellaqueando?
Banda 18:
hay caballos corredores
que van a la guerra y vuelven
el mío pa` desgraciado
medio camino se muere.
Yo también voy a decir
Música y Fiesta
69
lo que DIRECCIÓN Julia Abalos
dijo Juan del Monte Susana Moreau Gerardo Tolaba
cuando muera mi caballo Walter Méndez
llorarán mis guardamontes. COORDINACIÓN DEL TRABAJO
DE CAMPO VIDEO
Banda 22: Radek Sánchez Patzy Blas Moreau
Mira como corre el viento
entre cerros y quebradas INVESTIGACIÓN FOTOGRAFÍAS
así ha de correr por mi Walter Abalos
el día que yo me vaya. Walter Abalos Blas Moreau
Aníbal López Sebastián Szyd
Banda 25: Radek Sánchez Patzy Roger Moreau
Calilegüeño yo soy
yo no voy a decir que no SELECCIÓN MUSICAL EDICIÓN: Iván Cosentino (IRCA
en la copa`e mi sombrero Walter Abalos Producciones)
traigo la federación. DISEÑO GRÁFICO: Lala Naviera
TEXTO:
Radek Sánchez Patzy
AGRADECIMIENTOS
PROYECTO "LA VOZ DE LOS SIN VOZ" RECOPILACIÓN ETNOMUSICO-
VOLUMEN 1: LA COMUNIDAD LÓGICA A las comunidades de Molulo, Loma
Walter Abalos: Bandas 1, 3, 6, 7, 8, Larga y El Durazno del Departamen-
"MÚSICA Y FIESTAS EN LOS VALLES ORIEN- 10, 11, 14, 16, 17, 18, 20, 21, 22, 23, to de Tilcara
TALES DE ALTURA DE JUJUY" 24, 26, 27, 28
Radek Sánchez Patzy: Bandas 2, 4, A las comunidades de San Lucas,
INVESTIGACIÓN REALIZADA POR UN 5, 9, 12, 15,19, 25 Santa Bárbara, San Francisco y Alto
EQUIPO DEL CENTRO ANDINO PARA LA Aníbal López: Banda 13 Calilegua del Departamento de Valle
EDUCACIÓN Y LA CULTURA Grande.
(MÚSICA ESPERANZA TILCARA) APOYO TÉCNICO
 Volumen 1: La comunidad Música y Fiesta
70 71

A Cristina Arias, Quintino Arias y Rafael Arias, Lalo Cruz, Paulina Quispe, Fernando
Abalos, Daniel Girón, Dominga Dávila, Celestino Pérez, Mariano Mamaní, María
Simona Pérez y Juliana Montoya. A todos ellos y sus familias, por la hospitalidad y la
ayuda prestada en todo momento.

A Ercilia Moreno Chá.

A Juan Carlos Rodríguez.
A Mauricio Sánchez Patzy.