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CONSIDERACIO
_rtl astor,. :ue ~iento muy nerviosa; no
'E' vemtmn anos.
El pastor le respondió:
-¿Se preocupa usted mucho por
que pensar, pues le quedan menos de
Susana vació su corazón durante
dudas de que le conviniera casarse con
consagrado su vida para ser pastor. Se m
tía, pronto ganó el amor de Susana y se c
Luego Susana comenzó a notar que
en r
por
semanas antes de la fecha de la boda,
viejo automóvil; además, tendría que pagar pesadas cuotas mensuales
celar la deuda.
-No tenemos dónde vivir, ni artefactos ni muebles, y parece que tendremos que
vivir de lo que gano yo -dijo Susana-o ¡Qué error cometí prometiendo casarme con
él!
-PEjra S~.2ana,.aún le queda tiempo para rectificar lo que le parece ser un error.
-!fe pe~sll.doJn esopero ya hemos enviado las invitaciones para la boda. ¿Qué pen-
sariannuestros amigos?
rimonio cristian es algo penpanente. Si usted comete un error ahora,
sufrirlo ~l· re sujrida; ¿No es su futuro más importante que
sabía que era conveniente. Este es un ejemplo del asesoramiento pastoral, aunque los
nombres son ficticios.
Analicemos el proceso de asesoramiento que fue puesto en marcha cuando Susa-
na acudió a su pastor y pidió oración. El pastor se dio cuenta inmediatamente de que
el nerviosismo de la joven tenía sus raíces en un problema. Sabía que la ansiedad era
algo insólito en la vida de la señorita, ya que ella tenía una personalidad serena y ale-
gre. Razonó de la siguiente manera: «Si yo orara a Dios para que sane su nerviosismo
sin ser solucionado el problema primero, sería tan inútil como pedirle al médico que
quite el síntoma sin curar primero la enfermedad".
El pastor tuvo la intuición de que el problema de Susana tenía algo que ver con el
venidero enlace matrimonial. Sin embargo, no formuló una pregunta directa sobre lo
que pensaba intuitivamente. Más bien le abrió la puerta a la joven para que ella habla-
ra espontáneamente del problema.
Al comenzar a contar el problema, Susana tuvo dudas en cuanto a la convenien-
cia de casarse con Carlos, pero todavia estaba indecisa. Su optimismo femenino que la
alentaba a creer que su novio cambiaría, fue rudamente sacudido cuando Carlos com-
pró un vehículo en el último mes antes del matrimonio. En este punto comenzó seria-
mente el conflicto interno de la joven.
Hablando con el pastor, Susana vio claramente su problema, y no le cupo duda
alguna de que sería un error funesto casarse con Carlos. Pero vacilaba todavia en tomar
una decisión firme y anular la boda. Pensó en la vergüenza que sentiría cuando se ente-
raran sus amigos. El pastor no dijo mucho, sino que dio a la señorita la oportunidad
de hablar de todo corazón. El oído atento del pastor y su comprensión estimularon a
Susana a traer a la luz los temores que había tratado de pasar por alto, y ver objetiva-
mente su propio dilema. Al pastor le quedaba solamente afirmarla en su conclusión y
sugerir el modo menos penoso de llevar a cabo lo que ella quería hacer.
1. El asesorar es una parte del ministerio: Muchos piensan que el asesoramien-
to pastoral es algo nuevo, una nueva dimensión del ministerio. En el sentido sicológi-
co moderno, tienen razón, pero este asesoramiento pastoral ha existido desde mucho
tiempo antes de los descubrimientos de Freud yJames. Los pastores se han preocupado
siempre de los problemas de los creyentes. Ricardo Baxter, predicador inglés de gran
influencia en el siglo XVII, observó acertadamente: «El ministro no debe ser solamente
un predicador público, sino que debe ser conocido también como consejero del alma,
así como el médico lo es para el cuerpo". Washington Gladden escribió en su libro El
pastor cristiano, en 1896: «Si el ministro es el tipo de hombre que debiera ser, muchos
relatos de dudas, perplejidad, tristeza, vergüenza y desesperación serán probablemente
vertidos en sus oídos».
Dios mismo nos da la pauta al decir que él «como pastor apacentará su rebaño;
en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las
recién paridas" (Isaías 40:1I). «Yo buscaré la pérdida, y haré volver al redil la desca-
rriada, vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil" (Ezequiel 34: 16).
El Señor Jesús nos enseña en la parábola del buen samaritano que nuestro prójimo
esaquel que necesita nuestra ayuda. Cuántas personas en nuestro derredor son heridas
y despojadas de la paz y del gozo que debieran tener como herencia en Cristo. Tensio-
nes, inseguridad, ansiedad, desviaciones morales, infelicidad matrimonial y problemas
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CONSIDERACIONES BASICAS
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EL PASTOR COMO CONSEJERO
Por regla general, no conviene usar la técnica directiva. Pero en la experiencia pas-
toral, a veces se hacen combinaciones de este método con el indirecto, especialmente
después de comenzar con el no directivo y de encontrar el problema.
La segunda forma de asesorar se llama técnica no directiva. Es el método que ha
desarrollado Sigmund Freud, el padre de la sicoterapia. Aunque tanto el creyente como
la mayoría de los sicólogos modernos rechazan muchas de las ideas freudianas, el pas-
tor puede emplear algunos conocimientos comprobados y la técnica de los sicólogos.
La aplicación de la sicología, sin embargo, no ha de negar la realidad del pecado, ni la
importancia de la responsabilidad personal, ni el papel de las Escrituras en el proce-
so de asesorar. Más bien, el pastor aprende del analista la importancia de escuchar, de
comprender a la persona que tiene problemas, de sentir su angustia, de aceptarla tal
como es, de apoyarla, de animarla, de disminuir su aislamiento y soledad, y de aliarse
con ella en la lucha con su problema.
En la técnica no directiva, el asesorado es la figura central; habla libremente de su
problema y de sus sentimientos. El asesor le escucha, reflexiona y responde. No es juez
ni consejero con todas las respuestas. El asesorar es «una relación interpersonal en la
cual dos personas se concentran en esclarecer los sentimientos y problemas de una, y se
ponen de acuerdo en que eso es lo que tratan de hacen~.4 El consejero ayuda al asesora-
do a comprenderse a sí mismo, a encontrar el problema, a ver las alternativas, a tomar
su propia decisión, ya llevarla a cabo. No trata de manipular la entrevista haciendo
preguntas directas, ofreciendo interpretaciones y respuestas de cliché, e imponiéndole
sus soluciones. Más bien, ayuda al asesorado a ayudarse a sí mismo.
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CONSIDERACIONES BAsICAS
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EL PASTOR COMO CONSEJERO
NOTAS
1. James Hamilton, El ministerio de! pastor consejero, 1975, pp. 47,48.
2. Ibíd., p. 47.
3. Ibíd., p. 58.
4. Seward Holtner, The counselor in counse!ing, 1952, p. 10.
5. Floyd Woodworth, «Sicología pastoral», estudio mimeografiado para el Instituto de Superación Ministe-
rial, s.f., p. 11.
6. Gary Collins, Hombre en transición, 1978, p. ISO.
7. Ibíd., p. 151.
8. Woodworth, op. at." pp. 9,10.
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