Está en la página 1de 11

Departamento de Lengua y Literatura Tania Cabezas

Segundo Ciclo Básico, 2018 José Luis Villa


Octavos Básicos María José Púas
Jueves 04 de junio de 2018
Prueba Parcial 3
Lengua y literatura Forma 1

Estudiante

Curso Fecha: Nivel Exig. 60 % Pje. Ideal: 37 Pje. Obtenido:

Instrucciones: Lea con atención los textos y marque la alternativa correcta para cada pregunta. Traspase las
respuestas a la hoja de respuestas anexa. Rellene completamente el círculo con lápiz pasta negro o azul (Las
hojas de respuesta con lápiz mina no serán recorregidas). No puede usar corrector.

Indicador 1: Leer comprensivamente un texto narrativo para analizar la obra detectivesca.

Texto 1
La bestia.
El inspector Rodríguez había descubierto que la bestia asesina era la mujer que amaba y eso lo
estaba demoliendo.
La tenían cercada, le pidió ayuda a la agente con la que trabajó durante diez años. Necesitaba
que alguien lo respaldara por si tenía que matarla.
—La tienen en el Hotel de la calle 18 —gritó Cándida mientras subía al auto –está en la habitación...
—104 —completó él, y la agente lo miró unos segundos.
—Cándida, yo la conocía —aclaró y arrancó ante la mirada serena de su compañera.
Llegaron en 5 minutos, abrió la portezuela, corrió hacia el hotel donde tuvieron sus primeros
encuentros a escondidas, subió las escaleras junto a otros 6 policías, llegaron, golpeó y la llamó. No
hubo respuesta. Se dio media vuelta en busca de la mirada de su compañera pero no la encontró, dio
la señal y derribaron la puerta. La bestia estaba sobre la cama, en el piso, en el baño, empapando las
sábanas y había servido como tinta para un mensaje dejado en la pared: «YO TE AMABA MÁS QUE
ELLA». ¿Quién había escrito la nota? ¿Hacia quien estaba dirigida? La firma era una C.
Nuevamente intentó encontrar a su compañera pero aún seguía ausente, estaba por preguntar por
ella cuando recordó su rostro sereno cuando le confesó que conocía a la bestia ¿ella lo sabía? Miró por
la ventana. Cándida estaba parada junto al patrullero, observándolo, le sonrió levemente y sin dejar de
mirarlo, levantó el arma y se disparó.

1
1. ¿Cuál es el tema principal del cuento leído?
a) Un suicidio por un desamor.
b) Un caso policial.
c) La muerte.
d) Un enigma policial.

2. ¿Qué tipo de narrador se presenta en el texto?


a) Protagonista.
b) Omnisciente.
c) Testigo.
d) Conocimiento relativo.

3. ¿Cuál es el personaje principal?


a) El inspector.
b) Cándida.
c) La bestia.
d) No está claro.

4. ¿En qué espacio físico se desarrolla el cuento?


a) En la patrulla de los policías.
b) En la habitación de un hotel.
c) En los pasillos de un hotel.
d) B y C son correctos.

5. ¿A quién llamaban “la bestia”?


a) La ex esposa del inspector.
b) La compañera de trabajo del policía.
c) Cándida.
d) El inspector Rodríguez.

6. ¿Por qué razón Cándida no subió con el inspector Rodríguez a la escena del crimen?
a) Porque estaba cubriendo la planta baja del edificio.
b) No quería ver a su amigo y compañero de trabajo sufrir.
c) Porque ella era quien había planeado la situación.
d) Porque no quería ver lo que sucedía en el hotel.

7. ¿Con qué objetivo la mujer deja grabado en la pared “YO TE AMABA MÁS QUE ELLA”?
a) Dejar claro todo el amor que sentía por el inspector.
b) Explicar por qué sucedió.
c) Engañar a los policías.
d) Comparar su amor con el de la otra mujer del inspector.

8. En un caso policial, la siguiente cita “La bestia estaba sobre la cama, en el piso, en el baño,
empapando las sábanas y había servido como tinta para un mensaje (…)” ¿a qué elementos
responde?
a) Pistas.
b) Hipótesis.
c) Conclusiones.
d) Enigmas.
2
9. El espacio físico más relevante de la narración son:
a) El hotel.
b) La casa.
c) La limusina.
d) La escuela.

Indicador 2: Leer cuento detectivesco para analizar e inferir método de indagación.

Texto 2
El triple robo de Bellamore
Horacio Quiroga

Días pasados los tribunales condenaron a Juan Carlos Bellamore a la pena de cinco años de prisión por robos
cometidos en diversos bancos. Tengo alguna relación con Bellamore: es un muchacho delgado y grave,
cuidadosamente vestido de negro. Lo creo tan incapaz de esas hazañas como de otra cualquiera que pida nervios
finos. Sabía que era empleado eterno de bancos; varias veces se lo oí decir, y aun agregaba melancólicamente
que su porvenir estaba cortado; jamás sería otra cosa. Sé además que si un empleado ha sido puntual y discreto,
él es ciertamente Bellamore. Sin ser amigo suyo, lo estimaba, sintiendo su desgracia. Ayer de tarde comenté el
caso en un grupo.
—Sí —me dijeron—, le han condenado a cinco años. Yo lo conocía un poco; era bien callado.
¿Cómo no se me ocurrió que debía ser él? La denuncia fue a tiempo.
—¿Qué cosa? —interrogué sorprendido.
—La denuncia; fue denunciado.
—En los últimos tiempos —agregó otro— había adelgazado mucho —y concluyó sentenciosamente—: Lo que
es yo, no confío más en nadie.
Cambié rápidamente de conversación. Pregunté si se conocía al denunciante.
—Ayer se supo. Es Zaninski.
Tenía grandes deseos de oír la historia de boca de Zaninski; primero, la anormalidad de la denuncia, falta en
absoluto de interés personal; segundo, los medios de que se valió para el descubrimiento. ¿Cómo había sabido
que era Bellamore?
Este Zaninski es ruso, aunque fuera de su patria desde pequeño. Habla despacio y perfectamente el español, tan
Vocabulario: bien que hace un poco de daño esa perfección, con su ligero acento del norte. Tiene ojos
azules y cariñosos que suele fijar con una sonrisa dulce y mortificante. Cuentan que es
Porvenir: destino,
futuro raro. Lástima que en estos tiempos de sencilla estupidez no sepamos ya qué creer cuando
nos dicen que un hombre es raro.
Mortificante:
insultante, irritante Esa noche le hallé en una mesa de café, en reunión. Me senté un poco alejado, dispuesto a
oír prudentemente de lejos.
Forzosamente: A la
fuerza Conversaban sin ánimo. Yo esperaba mi historia, que debía llegar forzosamente. En
efecto, alguien, examinando el mal estado de un papel con que se pagó algo, hizo
Sutileza: finura,
delicadeza recriminaciones bancarias, y Bellamore, crucificado, surgió en la memoria de todos.
Zaninski estaba allí, preciso era que contara. Al fin se decidió; yo acerqué un poco más la
silla.
—Cuando se cometió el robo en el Banco Francés —comentó Zaninski— yo volvía de

3
Montevideo. Como a todos, me interesó la audacia del procedimiento: un subterráneo de tal longitud ha sido
siempre cosa arriesgada. Todas las averiguaciones resultaron infructuosas.
Bellamore, como empleado de la caja, fue especialmente interrogado; pero nada resultó contra él ni contra
nadie. Pasó el tiempo y todo se olvidó. Pero en abril del año pasado oí recordar incidentalmente el robo
efectuado en 1900 en el Banco de Londres de Montevideo. Sonaron algunos nombres de empleados
comprometidos y, entre ellos, Bellamore. El nombre me chocó; pregunté y supe que era Juan Carlos Bellamore.
En esa época no sospechaba absolutamente de él; pero esa primera coincidencia me abrió rumbo, y averigüé lo
siguiente:
El 1898 se cometió un robo en el Banco Alemán de San Pablo, en circunstancias tales que sólo un empleado
familiar a la caja podía haberlo efectuado. Bellamore formaba parte del personal de la caja.
Desde ese momento no dudé un instante de la culpabilidad de Bellamore.
Examiné escrupulosamente lo sabido referente al triple robo y fijé toda mi atención en estos tres datos:

1° La tarde anterior al robo de San Pablo, coincidiendo con una fuerte entrada en caja,
Bellamore tuvo un disgusto con el cajero, hecho altamente de notar, dada la amistad que los unía y, sobre todo,
la placidez de carácter de Bellamore.
2° También en la tarde anterior al robo de Montevideo, Bellamore había dicho que sólo robando podía hacerse
hoy fortuna y agregó riendo que su víctima ocurrente era el banco del que formaba parte.
3° La noche anterior al robo en el Banco Francés de Buenos Aires, Bellamore, contra todas sus costumbres,
pasó la noche en diferentes cafés, muy alegre.
Ahora bien, estos tres datos eran para mí tres pruebas al revés, desarrolladas en la siguiente forma:
En el primer caso, sólo una persona que hubiera pasado la noche con el cajero podía haberle quitado la llave.
Bellamore estaba disgustado con el cajero casualmente esa tarde.
En el segundo caso, ¿qué persona preparada para un robo cuenta el día anterior lo que va a hacer? Sería
sencillamente estúpido.
En el tercer caso, Bellamore hizo todo lo posible por ser visto, exhibiéndose, en suma, como para que se
recordara bien que él, Bellamore, pudo menos que nadie haber maniobrado en subterráneos esa accidentada
noche.
Estos tres rasgos eran para mí absolutos —tal vez arriesgados de sutileza en un ladrón de bajo fondo, pero
perfectamente lógicos en el fino Bellamore—. Fuera de esto, hay algunos detalles privados, de más peso normal
que los anteriores.
Así, pues, la triple fatal coincidencia, los tres rasgos sutiles de muchacho culto que va a robar, y las
circunstancias consabidas, me dieron la completa convicción de que Juan Carlos Bellamore, argentino, de
veintiocho años de edad, era el autor del triple robo efectuado en el Banco Alemán de San Pablo, el de Londres
y Río de la Plata de Montevideo y el Francés de Buenos Aires. Al otro día mandé la denuncia.
Zaninski concluyó. Después de cuantiosos comentarios se disolvió el grupo; Zaninski y yo seguimos juntos por
la misma calle. No hablábamos. Al despedirme le dije de repente, desahogándome:
—¿Pero usted cree que Bellamore haya sido condenado por las pruebas de su denuncia?
Zaninski me miró fijamente con sus ojos cariñosos.
—No sé; es posible.
—¡Pero ésas no son pruebas! ¡Eso es una locura! —agregué con calor—. ¡Eso no basta para condenar a un
hombre!
No me contestó, silbando al aire. Al rato murmuró:
—Debe ser así... cinco años es bastante... —Se le escapó de pronto—: A usted se le puede decir todo: estoy
completamente convencido de la inocencia de Bellamore.
Me di vuelta de golpe hacia él, mirándonos en los ojos.
—Era demasiada coincidencia —concluyó con el gesto cansado.

10. ¿Qué tipo de narrador se encuentra presente en la obra?


4
a) Omnisciente.
b) Objetivo.
c) Protagonista.
d) Testigo.

11. Cuál es el misterio que se presenta y desarrolla en el cuento?


a) La no presencia de Bellamore ante los sucesos.
b) La entrada de cajas que recibe el señor Bellamore
c) Los sucesos que vive el señor Bellamore
d) Los reiterados robos de banco en los que se ha involucrado a Juan Carlos Bellamore.

12. Por qué conoce el narrador a Bellamore y Zaninski?


a) Porque fueron compañeros en la escuela primaria.
b) Conoce a ambos personajes debido a que están relacionados con trabajos bancarios.
c) Porque fueron presentados en una salsoteca, tomando clases de baile.
d) Fueron compañeros de vuelo en una oportunidad.

13. ¿Por qué piensa el narrador que Bellamore es inocente?


a) Porque él no tiene nervios finos. Además, es discreto y responsable.
b) Porque no ve posibilidad que pueda resolver el caso.
c) Porque es impetuoso y algo obstinado.
d) Porque lo dijo el policía.

14. Las características sicológicas de Bellamore son:


a) Tetarudo y arrogante
b) Humilde, puntual, callado y discreto.
c) Gran liderazgo
d) Orgulloso y poco humilde.

15. Las características físicas de Zaninski son:


a) Delgado y bajo de estatura
b) Contextura muy gruesa y voz grave.
c) Es ruso. Tiene ojos azules y sonrisa dulce.
d) Alto y muy tranquilo.

16. Las características sicológicas de Zaniski son:


a) Habla muy fuerte y muy misterioso.
b) Muy perspicaz.
c) Habla despacio, se dice de él que es un hombre muy raro
d) Risueño y algo tímido.

17. Las características físicas de Bellamore son:


a) Es un muchacho delgado. Se viste de negro.
b) Contextura gruesa.
c) Contextura delgada y pelo castaño.
d) Bajo de estatura

Texto 3 UN HOBRE MUERTO APUNTAPIÉS.


5
"“Anoche, a las doce y media próximamente, el Celador de Policía No.451, que hacía el servicio de esa zona,
encontró, entre las calles Escobedo y García, a un individuo de apellido Ramírez casi en completo estado de
postración. El desgraciado sangraba abundantemente por la nariz, e interrogado que fue por el señor Celador
dijo haber sido víctima de una agresión de parte de unos individuos a quienes no conocía, sólo por haberles
pedido un cigarrillo. El Celador invitó al agredido a que le acompañara a la Comisaría de turno con el objeto de
que prestara las declaraciones necesarias para el esclarecimiento del hecho, a lo que Ramírez se negó
rotundamente. Entonces, el primero, en cumplimiento de su deber, solicitó ayuda de uno de los chaufferes de la
estación más cercana de autos y condujo al herido a la Policía, donde, a pesar de las atenciones del médico,
doctor Ciro Benavides, falleció después de pocas horas.
“Esta mañana, el señor Comisario de la 6a. ha practicado las diligencias convenientes; pero no ha logrado
descubrirse nada acerca de los asesinos ni de la procedencia de Ramírez. Lo único que pudo saberse, por un
dato accidental, es que el difunto era vicioso.
“Procuraremos tener a nuestros lectores al corriente de cuanto se sepa a propósito de este misterioso hecho.” No
decía más la crónica roja del Diario de la Tarde.
Yo no sé en qué estado de ánimo me encontraba entonces. Lo cierto es que reí a satisfacción. ¡Un hombre
muerto a puntapiés! Era lo más gracioso, lo más hilarante de cuanto para mí podía suceder. Esperé hasta el otro
día en que hojeé anhelosamente el Diario, pero acerca de mi hombre no había una línea. Al siguiente tampoco.
Creo que después de diez días nadie se acordaba de lo ocurrido entre Escobedo y García.
Pero a mí llegó a obsesionarme. Me perseguía por todas partes la frase hilarante: ¡Un hombre muerto a
puntapiés! Y todas las letras danzaban ante mis ojos tan alegremente que resolví al fin reconstruir la escena
callejera o penetrar, por lo menos, en el misterio de por qué se mataba a un ciudadano de manera tan ridícula.
Caramba, yo hubiera querido hacer un estudio experimental; pero he visto en los libros que tales estudios tratan
sólo de investigar el cómo de las cosas; y entre mi primera idea, que era ésta, de reconstrucción, y la que
averigua las razones que movieron a unos individuos a atacar a otro a puntapiés, más original y beneficiosa para
la especie humana me pareció la segunda. Bueno, el por qué de las cosas dicen que es algo incumbente a la
filosofía, y en verdad nunca supe que de filosófico iban a tener mis investigaciones, además de que todo lo que
lleva humos de aquella palabra me anonada. Con todo, entre miedoso y desalentado, encendí mi pipa. -Esto es
esencial, muy esencial.
La primera cuestión que surge ante los que se enlodan en estos trabajitos es la del método. Esto lo saben al
dedillo los estudiantes de la Universidad, los de los Normales, los de los Colegios y en general todos los que
van para personas de provecho. Hay dos métodos: la deducción y la inducción (véase Aristóteles y Bacon).
El primero, la deducción me pareció que no me interesaría. Me han dicho que la deducción es un modo de
investigar que parte de lo más conocido a lo menos conocido. Buen método: lo confieso. Pero yo sabía muy
poco del asunto y había que pasar la hoja.
La inducción es algo maravilloso. Parte de lo menos conocido a lo más conocido… ¿Cómo es? No lo recuerdo
bien… En fin, ¿quién es el que sabe de estas cosas?) Si he dicho bien, este es el método por excelencia. Cuando
se sabe poco, hay que inducir. Induzca, joven.
Ya resuelto, encendida la pipa y con la formidable arma de la inducción en la mano, me quedé irresoluto, sin
saber qué hacer.
-Bueno, y ¿cómo aplico este método maravilloso? -me pregunté.

6
¡Lo que tiene no haber estudiado a fondo la lógica! Me iba a quedar ignorante en el famoso asunto de las calles
Escobedo y García sólo por la maldita ociosidad de los primeros años.
Desalentado, tomé el Diario de la Tarde, de fecha 13 de enero -no había apartado nunca de mi mesa el aciago
Diario- y dando vigorosos chupetones a mi encendida y bien culotada pipa, volví a leer la crónica roja arriba
copiada. Hube de fruncir el ceño como todo hombre de estudio -¡una honda línea en el entrecejo es señal
inequívoca de atención!
Especialmente el penúltimo párrafo, aquello de “Esta mañana, el señor Comisario de la 6a….” fue lo que más
me maravilló. La frase última hizo brillar mis ojos: “Lo único que pudo saberse, por un dato accidental, es que
el difunto era vicioso.” Y yo, por una fuerza secreta de intuición, que Ud. no puede comprender, leí así: ERA
VICIOSO, con letras prodigiosamente grandes.
Creo que fue una revelación de Astartea. El único punto que me importó desde entonces fue comprobar qué
clase de vicio tenía el difunto Ramírez. Intuitivamente había descubierto que era… No, no lo digo para no
enemistar su memoria con las señoras…
Y lo que sabía intuitivamente era preciso lo verificara con razonamientos, y si era posible, con pruebas."
Fragmento "un hombre muerto a puntapiés" de Pablo Palacio.

18. ¿Qué tipo de narrador se evidencia en el fragmento leído?


a) Protagonista.
b) Testigo.
c) Omnisciente.
d) Conocimiento relativo.

19. ¿Cuál es el espacio sicológico en el que se desarrolla el fragmento?


a) Miedo e inseguridad.
b) Diversión y obsesión.
c) Curiosidad e incertidumbre.
d) Tensión y obsesión.

20. ¿Cuál es el caso que se presenta?


a) La muerte de un sujeto.
b) La obsesión de un espectador por descubrir la muerte de un sujeto.
c) Un asalto que terminó con la muerte de un sujeto.
d) La maldad de unos transeúntes solo por obtener cigarrillos.

21. ¿Cuál es la función que cumplen los primeros párrafos entre comillas?
a) Entregarle información al lector sobre el caso ocurrido.
b) Introducir el resto del cuento.
c) Entregarle información al protagonista sobre el asesinato.
d) No tiene mayor relevancia.

22. ¿Qué era lo que le causaba gracia al protagonista?


7
a) Que habían matado a un hombre por un cigarrillo.
b) Lo ridículo que era matar a un hombre de esa forma.
c) Que el hombre se había muerto luego de explicar qué le había sucedido.
d) Que los diarios no continuaron hablando del tema.

23. ¿Qué le parecía más interesante de averiguar al protagonista?


a) Qué fue lo que realmente le causó la muerte al hombre.
b) Reconstruir la escena del crimen.
c) Porque los diarios habían dejado del hablar del hombre.
d) Las razones de por qué unos tipos deciden asesinar a otro a patadas.

24. ¿Qué fue lo primero que, según el protagonista, se debía hacer para resolver el crimen?
a) Decidirse por un método experimental.
b) Seguir un método deductivo para pasar al inductivo.
c) Seguir un método inductivo para pasar al deductivo.
d) Recoger toda la información posible.

25. ¿Cuál fue la primera pista que descubrió el protagonista sobre la muerte del hombre?
a) Que se apellidaba Ramírez.
b) Que el golpe fue en la nariz.
c) Que era vicioso.
d) No tenía nada claro aún.

26. ¿De qué manera el protagonista consiguió saber la manera con la que se puede averiguar un crimen?
a) Leyendo y estudiando diferentes libros.
b) Porque había visto muchas películas sobre detectives.
c) Porque él intuía que era mejor seguir un método experimental.
d) Porque leyendo los diarios supo cómo hacerlo.

27. ¿Cómo podrías describir al protagonista?


I. Amable.
II. Curioso.
III. Solitario.
IV. Obsesivo.
a) I y II.
b) II y III.
c) I, III y IV.
d) III y IV.

8
Indicador 3: Leer texto no literario para extraer información global y local

El autor Juan Miguel Sánchez rescata en su novela a autores como Bram Stoker y Arthur
Doyle.
Noemí Velasco.
El misterio que inspira el novelista irlandés Abraham Stoker, autor de Drácula como obra maestra dentro del
género de terror, el escritor escocés Arthur Conan Doyle, como creador del famoso detective de ficción
Sherlock Holmes, o el poeta y periodista romántico español Emilio Carrere Moreno, alcanza su máxima
expresión en ‘La telaraña del destino’ del manzanareño Juan Miguel G. S. Sánchez, que hace converger esos
personajes que le han hecho disfrutar como lector a lo largo de su vida en una historia trepidante. Autor
aficionado al relato corto y a la participación en certámenes literarios con múltiples premios a sus espaldas, Juan
Miguel Sánchez publica su cuarto libro unitario, al margen de su participación en antologías de varios autores,
que llega marcado por la novela de terror, lo gótico y el costumbrismo.

En el mercado de libros desde hace tres semanas, La telaraña del destino es una “novela coral” que tiene varias
líneas temporales, el siglo XV, el XIX y el XX. Juan Miguel Sánchez viaja desde la Francia de Juana de Arco
hasta la Inglaterra de la logia de autores literarios como Bram Stoker, la América de finales del siglo XIX y la
Guerra Civil española. El autor explica que la obra “combina en tan solo 200 páginas muchos personajes y
diferentes líneas espacio-temporales, que consiguen que el ritmo sea muy intenso”, y llega a reconocer que esa
vivacidad está influenciada por su interés por el relato corto. En el texto no sólo aparecen personajes reales e
históricos que han inspirado devoción a lo largo del ancho mundo, sino que también incluye hechos reales que
estuvieron llenos de enigmas, como la desaparición del periodista americano Ambrose Gwinett Bierce, otro
ilustre dentro del género de terror, sin olvidar el hundimiento del Titanic o los asesinatos de Jack el Destripador
en el Londres de 1888.

La aparición de tantos personajes históricos reconocidos garantiza el interés entre sus devotos, y Juan Miguel
Sánchez admite que “seguro que los que conozcan las obras de estos autores disfrutarán más de los guiños de la
novela”, aunque señala que “también puede servir de estímulo para leer este tipo de obras, ya que La telaraña
del destino invita a estudiar a los protagonistas, a descubrir sus historias”. La obra ya ha recibido un premio en
Córdoba y para este autor aficionado a los relatos de Edgar Allan Poe, autor del conocido El gato negro, y del
estadounidense H. P Lovecraft, también cultivador del género de terror, la ciencia ficción y la fantasía, es la
derivación propia de su pasión por la lectura. De hecho, Juan Miguel Sánchez expresa que le gusta explorar
géneros diferentes y mezclarlos, como por ejemplo al combinar el costumbrismo que encuentra en autores como
Camilo José Cela con elementos sobrenaturales.

Después de publicar este año dos relatos en obras conjuntas como ganador de varios certámenes y con una
novela de ciencia ficción preparada para salir a la palestra, este novel escritor, que es jefe de celadores en el
Hospital de Tomelloso y que considera la literatura “un hobby amateur”, aunque escribe desde hace años con
regularidad, reconoce que la pluma le ha enganchado. A la espera de presentar el libro en los espacios culturales
de la provincia, el autor manzanareño encuentra un gran interés en participar en certámenes literarios, cuando
existen por “miles” en España y algunos “de mucho prestigio” en la misma provincia, como el de Manzanares,
Tomelloso o Argamasilla de Calatrava. El sueño de Juan Miguel Sánchez, que adelanta que es posible adquirir
la obra en la librería La Pecera de Manzanares y por internet en la editorial Kelonia, es llegar a publicar en la

9
serie ‘Minotauro’ del grupo Planeta, dedicada a la novela fantástica y de terror, “que ha servido de lanzadera
para muchos autores que hoy en día son reconocidos”.

28. La palabra converger, podría ser reemplazada, en su contexto, por:


a) Confluir.
b) Separarse.
c) Alejarse.
d) Conceder.

29. Según el autor, ¿por qué Juan Miguel Sánchez introduce personajes históricos en su relato?
a) Porque estudió historia en la universidad en España.
b) Porque ese recurso despierta interés de sus seguidores.
c) Porque es un elemento constante en sus novelas cortas.
d) Porque es un elemento que le ha entregado premios.

30. La palabra vivacidad podría ser reemplazada, según el contexto, por:


a) Inteligencia.
b) Movilidad.
c) Felicidad.
d) Dinamismo.

31. La expresión “reconoce que la pluma le ha enganchado” expresa que:


a) Juan Miguel Sánchez ha dejado su profesión por escribir novelas.
b) Juan Miguel Sánchez está encantado por su labor de escritor.
c) Juan Miguel Sánchez no puede dejar de escribir, ya que gana dinero.
d) Juan Miguel Sánchez escribe constantemente por los premios.

32. La palabra palestra podría ser reemplazada, según el contexto, por:


a) Combate.
b) Escenario.
c) Cadalso.
d) Podio.

33. ¿Cuál es el sueño de Juan Miguel Sánchez según el autor?


a) Recibir el Premio Nobel de literatura por su obra.
b) Ser reconocido por sus pares escritores como uno más.
c) Publicar en la colección Minotauro del grupo Planeta.
d) Ser tan reconocido como Edgar Allan Poe.

34. La mención a Emilio Carrere, ¿con qué se asocia?


a) Es el pseudónimo de Juan Miguel Sánchez.
b) Es un escritor muy reconocido dentro de España.
c) Es un reconocido crítico literario español.
d) Es el nombre de uno de los concursos.

10
35. ¿Por qué el autor menciona el costumbrismo?
a) Es el tipo de género que escribe Sánchez a veces.
b) Es un tipo de relato que desagrada a Sánchez.
c) Es un género utilizado por Sánchez como recurso.
d) Es un género que le agrada a la periodista.

36. ¿Qué significa la frase: “que ha servido de lanzadera para muchos autores”?
a) Significa que la editorial realiza un filtro a variados autores.
b) Significa que la colección Minotauro ha hecho conocido a escritores.
c) Significa que la editorial impide que varios autores publiquen.
d) Significa que la colección es exclusiva para solo algunos autores.

37. ¿Con qué fin se mencionan lugares geográficos en el relato?


a) Para mencionar que Sánchez viaja constantemente.
b) Para indicarnos un recurso que este escritor utiliza.
c) Para mencionar los lugares que Sánchez desea visitar.
d) Para presentar lugares misteriosos que Sánchez usa.

11

También podría gustarte