Está en la página 1de 263

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de

Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe


hacer de acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy
importantes de recursos fiscales. Estos deben ser analizados con
mayor detenimiento y profundidad". Henry Oporto. Fundación
Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas
domiciliario cuando la población estaba dispuesta a pagar más?
No se hizo ningún estudio y se improvisó". Alberto Bonadona.
Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.
existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”
para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico
DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”
PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.
existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”
para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico
DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”
PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.
existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”
para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico
DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”
PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.
existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”
para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico
DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”
PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.
existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”
para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico
DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”
PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.
existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”
para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico
DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”
PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.
existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”
para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico
DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”
PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.
existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”
para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico
DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”
PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.
existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”
para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico
DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”
PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.
existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”
para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico
DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”
PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.
existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”
para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico
DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”
PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.
existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”
para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico
DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”
PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.
existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”
para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico
DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”
PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.
existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”
para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico
DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”
PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.
existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”
para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico
DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”
PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.
existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”
para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico
DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”


para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”
PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.
existe la necesidad de “subir el costo de la energía eléctrica y gas domiciliario”
para evitar daños a la economía nacional con las “exageradas subvenciones”.
Y, aunque después se retractó, tres analistas económicos consultados por este
medio, Gabriel Espinoza, Alberto Bonadona y Henry Oporto, consideran que
estas subvenciones absorben cantidades muy importantes de recursos fiscales y
que, por tanto, no es descabellado pensar en eliminar esta política. Eso, según
advierten, debe hacerse de forma gradual y planificada, es decir, con estrategias
para no afectar a los sectores más vulnerables.
Boletín de noticias
Recibe todos los días los principales titulares de lostiempos.com, directamente por
correo.

Suscríbase ahora

Bolivia tiene el gas natural domiciliario y la electricidad más baratos de


Suramérica y el mundo.
El subsidio a las tarifas eléctrica (según datos presupuestados para este año) le
cuesta al Gobierno 216,4 millones de dólares al año, mientras que la de
hidrocarburos prevista en el Presupuesto General del Estado para esta gestión
es de 1.874 millones de bolivianos (267 millones de dólares), haciendo un total
de 483 millones de dólares.
“Tenemos la necesidad de, un poquito, subir el costo de la energía eléctrica para
regular porque no todo puede ser subvención y subvención”, dijo Morales, el
pasado 14 de septiembre, al instar a obreros y trabajadores del sector público a
“entender que hay que regular porque la exagerada subvención sería la sangría
económica, es hacer daño a los recursos del Tesoro
General de la Nación, porque la subvención es con la plata del Tesoro”. Al día
siguiente, el Presidente se retractó indicando que “nunca se pensó” en aplicar
esa medida.
Los analistas consultados por este medio creen, sin embargo, que el Presidente
ha reconocido “implícitamente al preocuparse por la subvención y sus altos
costos”, como afirma Espinoza.
Electricidad
En materia de electricidad, el kilovatio hora en Brasil ronda los 20 centavos de
dólar. El país tiene una tarifa de 9 centavos, Perú, 18 y Chile 23, informó el
Ministerio de Energía en mayo.
Espinoza cree que es necesario repensar los precios de energía eléctrica en
Bolivia, pero de forma planificada. “Se debería pensar en clarificar, sincerar los
precios de la electricidad. También se debería ver la protección social para los
sectores más pobres”, dijo.
En junio pasado, el Gobierno incrementó la tarifa por el consumo de energía
eléctrica domiciliaria en 0,5 por ciento para todos los usuarios y en 2,3 y 11 por
ciento para quienes superen el consumo de los 500 y mil kilovatios/hora (Kw/h),
respectivamente. El ajuste se asumió con la mirada puesta en dejar de
subvencionar el consumo excesivo.
El ministro de Energías, Rafael Alarcón, explicó que el objetivo es fomentar la
autorregulación de los usuarios para fortalecer hábitos de eficiencia energética.
“No podemos seguir subvencionando para que algunos domicilios estén
calentando el agua de su piscina. Así de simple es el tema”, dijo en ese entonces.
Gas y otros hidrocarburos
La subvención a los hidrocarburos en 2017 fue de 1.794 millones de bolivianos.
Ese mismo año, el subsidio estatal de mayor importancia fue el diésel oíl que
representa 85 por ciento del total.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) engarrafado tiene una subvención de 129,7
millones de bolivianos, mientras que el subsidio a los insumos y aditivos para
la producción de gasolina es de 103,1 millones. La subvención al gas oíl se
prevé que estará en los 39 millones de bolivianos.
El gas domiciliario tiene una tarifa fija por mes de 8 bolivianos por consumo.
En cambio una garrafa con GLP cuesta 22,50 bolivianos.
En 2017, cuando se elevó el precio del gas a las industrias, el Ministerio de
Hidrocarburos indicó que el sector tenía el precio más bajo en relación a los
países de la región, porque sólo pagaba 1,70 dólares por millar de pies cúbicos
(MPC), e incluso del mercado interno porque la categoría domiciliaria tiene un
precio 3,87 dólares por MPC.
Un informe proporcionado en 2017 por la estatal ANH de la petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que en Bolivia el
promedio del gas por MPC está en el rango de 2,1 dólares, en Argentina es de
7,35, en Chile de 9,67 y en Brasil de 11,6.
Espinoza indicó que la última vez que el Gobierno se preocupó por la
subvención fue a fines de 2011 cuando hubo una caída significativa de los
precios de exportación del gas, pero no se aplicó ningún esquema de protección
a sectores desfavorecidos que permitiera amortiguar el incremento de precios.
“Brasil e Irán han realizado retiros de subvención bastante interesantes en lo
que una parte de la plata que se gastaba en la subvención se destina a bonos para
determinados productos para evitar un costo social muy alto”, indicó.
El economista y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, explica que
los subsidios deben ser analizados con mayor profundidad y la alternativa de
reducirlos, suprimirlos o mantenerlos debe ser sometida a estudios, que son
indispensables para determinar con precisión la cantidad de dinero público que
se está usando.
En tanto, el economista Alberto Bonadona indica que quitar el subsidio afectará
a los más pobres, por lo que se lo debe hacer de acuerdo al ingreso de las
personas.

“Quitar el subsidio afectará a los más pobres. Entonces, se lo debe hacer de


acuerdo al ingreso de las personas”

PUNTOS DE VISTA
"Los subsidios (de gas y electricidad) absorben cantidades muy importantes de
recursos fiscales. Estos deben ser analizados con mayor detenimiento y
profundidad". Henry Oporto. Fundación Milenio
"¿Por qué el Estado definió un precio tan bajo para el gas domiciliario cuando
la población estaba dispuesta a pagar más? No se hizo ningún estudio y se
improvisó". Alberto Bonadona. Analista económico

DATOS
Subsidio a la electricidad. El costo del subsidio a las tarifas de
electricidad llega esta gestión a 216,4 millones de dólares.
El kilovatio/hora en Brasil ronda los 20 centavos de dólar. En cambio, en
el país el precio oscila entre los 9 centavos de dólar.
Hidrocarburos. El subsidio a los hidrocarburos de 2011 a 2016 ha
demandado al Tesoro General de la Nación un presupuesto de más de mil
millones de dólares.
La subvención a los hidrocarburos previsto en el Presupuesto General del
Estado para esta gestión es de 267 millones de dólares.

ANÁLISIS
José Gabriel Espinoza. Analista económico
“Toda subvención tiene un costo fiscal”
Toda subvención tiene un costo fiscal, eso es hacia donde apuntaba el
Presidente y este costo fiscal es más difícil de sostener en la medida en que los
ingresos del Gobierno van disminuyendo.
El retiro de las subvenciones no puede ser hecho de manera torpe. Se requiere
una política integral. Bolivia lleva muchos años con subvenciones y la
población está acostumbrada a tener energía barata. Esa política debe ser
consensuada con el sector publico privado y la sociedad en general.
Si bien mantienes tarifas relativamente para la gente pobre, también mantienes
el sobreconsumo o la falta de eficiencia en el consumo en los segmentos que
tienen mayor ingreso.
En el último intento que tuvo el Gobierno de quitarle la subvención a la gasolina
no se hizo con un esquema de protección a aquellos sectores menos favorecidos
de la sociedad.

También podría gustarte