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£1 turismo
en el proceso de internacionalizado!!*
Marie-Françoise Lanfant
Desarrollo
Este marco de referencia teórico, que es el de la visión oficial del turismo inter-
nacional y que h e m o s encontrado igualmente en muchísimos planteamientos
que sin embargo pretenden apartarse de aquélla, nos parece particularmente
inadecuado para captar la realidad de la internacionalización en la que participa
el turismo. Este modelo teórico conduce, en efecto, a imaginar las relaciones
entre el m u n d o desarrollado y el m u n d o subdesarrollado dentro de un sistema
de intereses complementarios, ocultando sus eventuales contradicciones. A l
reducir esas relaciones a simples ajustes entre la oferta y la demanda, el modelo
prescinde de toda la serie de mediaciones por las que se realizan esos ajustes, y en
Introducción. El turismo 21
en el proceso de Internaclonallzaclón
particular del papel desempeñado por los aparatos de promoción turística con
sus efectos en los engranajes de las economías nacionales en las que actúan.
Asimismo, el modelo ignora las repercusiones en los sistemas culturales y sociales
de las sociedades industriales y tradicionales provocadas por las estrategias
ofensivas de la comercialización turística en dirección de la oferta y de la demanda.
Y puede decirse en general que lo que se escamotea con este planteamiento es
todo el problema de las implicaciones sociales y culturales, sobre todo respectó a
las sociedades receptoras subdesarrolladas, en las que la penetración del turismo
internacional queda reducida a una simple transferencia de tecnología.
Este marco de referencia, la economía de mercado, además de constituir
un obstáculo por su inadecuación para el estudió sociológico del turismo, asigna
a la sociología una función particular.
E n virtud de esta lógica de doble entrada, la sociología se ve doblemente
solicitada: del lado de la demanda y del lado de la oferta, independientemente
uno de otro.
E n las sociedades emisoras, se pide sobre todo al sociólogo que profundice
en el conocimiento de la demanda y de sus motivaciones subjetivas*. L a sociología
queda entonces confinada a encuestas de comportamiento, de actitudes o de
motivaciones, limitándose en general a describir estos fenómenos y a clasificarlos
sin poder referirlos a u n principio de explicación, ya que tales encuestas suelen
estar disociadas del análisis macrosociológico de los conjuntos sociales y cultu-
rales. L o m á s frecuente es considerar el comportamiento turístico c o m o u n ocio,
es decir un empleo particular del tiempo libre que obedece a una lógica de opciones
individuales derivadas de las propiedades del ocio: deseo de evasión, de distracción,
de realización personal, etc. Esto hace que la sociología, pese a su e m p e ñ o por
situar el análisis de la demanda en el contexto de la evolución de las sociedades
industriales, tenga tendencia a subestimar la influencia determinante de la industria
turística sobre el consumo del tiempo libre y a no ver el cambio de sentido que se
deriva de la ocupación de ese tiempo en desplazamientos. Pero sobre todo la
sociología se ve así empujada, sin darse cuenta, a producir una concepción del
turismo adaptada al ideal occidental del ocio, desconociendo las contradicciones
que aquél suscita al penetrar en sociedades que siguen otros modelos culturales.
Del lado de la oferta, el papel del sociólogo es m á s difícil de desentrañar,
pues rara vez se le consulta en la preparación de las operaciones de ordenación
El planteamiento de la internacionalización
El producto turístico
hace m á s o menos impreciso en cuanto a sus relaciones con las m o d a s , llega a ser
parte integrante de las economías nacionales y, m á s todavía, es el eje m i s m o en
torno al cual las demás actividades esperan desplegar su dinamismo. D e ahí que
la noción m i s m a de planificación intersectorial deje paso a la de planificación
global.
A esta evolución interna se añade una evolución paralela en las relaciones
que esos países mantienen con los instrumentos internacionales de la planificación.
Al estar destinadas a clientelas extranjeras las operaciones de ordenación de los
territorios nacionales, se impone la necesidad de acuerdos entre distintas partes.
A instancias de las organizaciones internacionales — O M T , Banco Mundial— o
de los gobiernos occidentales que son con frecuencia las antiguas metrópolis
coloniales con las que se han firmado acuerdos de cooperación, los Estados
emprenden estudios para planificar las inversiones en el marco de u n a progra-
mación a largo plazo teniendo en cuenta la interacciones internacionales. Se
preparan activamente planes básicos con arreglo a un esquema uniforme, confián-
dose los trabajos preparatorios a oficinas de estudios norteamericanas y europeas
que tienen u n c a m p o de aplicación internacional y operan en varios países. D e
esta manera las políticas turísticas nacionales se encuentran cada vez m á s vin-
culadas a los datos internacionales. Se emprenden además estudios prospectivos
a largo plazo para que cada país pueda situarse en u n mercado que se disputa
la clientela.
Esta planificación global adquiere pues una dimensión internacional coor-
dinando las iniciativas aisladas o particulares de un país e integrándolas en una
estrategia de conjunto á la vez nacional y plurinacional.
tipo de turista, que muestre curiosidad y respeto ante las particularidades cultu-
rales y sociales con que tropieza en su camino. Se emprenden así; campañas de
educación en gran escala en las sociedades emisoras, mientras en las .sociedades
receptoras se inventan múltiples experiencias de animación. •. / •
Al m i s m o tiempo, el producto turístico se diversifica e incorpora en una cierta
simbiosis práctica de encuentros, de convivencia, de comunicación, de comunión,
así c o m o toda clase de acontecimientos festivos que refuerzan la cohesión social.
, L a m i s m a idea inspira las acciones experimentales llamadas- de; "turismo
comunitario integrado", c o m o la de Casamance. en Senegal, que "procuran
asociar a los turistas a la vida cotidiana del medio que les acoge"?!. Todas estas
iniciativas denotan la preocupación de mejorar las relaciones entre las diferentes
nacionalidades llamadas a convivir y a reducir los conflictos que podrían nacer
de sus contactos28. Pero esto permite también a la acción turística internacional
penetrar cada vez m á s profundamente en las estructuras sociales y culturales de
los países hospedantes.
Nuevos indicios, perceptibles en su lenguaje en torno a temas culturales y
socioculturales, revelan de manera, m á s significativa todavía el proceso de inte-
gración de la promoción turística internacional en lasfinalidadesculturales de las
diversas sociedades. Los signos de identidades sociales se exhiben en los productos
turísticos en cuanto expresión de las, diferencias y las singularidades nacionales,
regionales o locales. Esto puede observarse tanto respecto a las producciones
culturales m á s arraigadas en las memorias colectivas c o m o respecto, a las expre-
siones m á s vivas de las culturas contemporáneas,.que se convierten en pretextos
para operaciones de comercialización de gran envergadura. Esta evolución es
preconizada por las propias organizaciones internacionales, que justifican la
consiguiente comercialización de la cultura y su exhibición artificial alegando
que los ingresos así obtenidos podrán servir para restaurar los patrimonios cultu-
rales en descomposición y para reanimar las culturas en trance de extinción.
Es conocido el caso de Borobudur en Indonesia, transformado con ayuda de la
Unesco en uno de los grandes centros del turismo cultural. Otros lugares están
llamados a seguir la m i s m a suerte: Herat en Afganistán, Fez en Marruecos, etc.
Acciones de animación de gran amplitud extendidas a regiones enteras, tales
c o m o el A ñ o del Románico y el A ñ o del Gótico, se programan a nivel interna-
cional, y se invita a las poblaciones a protagonizarlas convirtiéndose en actores
de un vasto teatro. Se organizan así reconstituciones históricas, desfiles, fiestas...2".
También los acontecimientos del folklore, y m á s aún las celebraciones religiosas,
son resucitados o explotados por la industria turística internacional.
A estas acciones, que conducen a la escenificación de la culturarse les
atribuye u n alto valor, pues se piensa que deberían permitir a las sociedades
interesadas salvaguardar.su identidad cultural,, incluso recuperarla, al m i s m o
tiempo que aportan su singularidad al fondo c o m ú n de la cultura universal?0.
Introducción. El turismo 33
en el proceso de internacionalízación
Interrogaciones sociológicas
Expondremos para concluir este artículo algunos problemas de orden teórico
y metodológico que jalonan nuestra reflexión y que podrían constituir orienta-
ciones para la investigación.
Orientaciones metodológicas
Sabemos m u y bien que los problemas teóricos que acabamos de evocar no pueden
tratarse según los métodos de análisis comparado clásico en las ciencias sociales,
que consisten en explorar sistemáticamente un conjunto de variables en su relación
de dependencia é interdependencia y en proyectarlas en situaciones diferentes para
observar sus variaciones concomitantes.
El turismo internacional se propaga en sociedades cuyos m o d o s de pro-
ducción y cuyos sistemas socio-simbólicos difieren. El análisis debe integrar estas
diferencias captándolas desde el interior. N o se trata ya por lo tanto, en nuestra
perspectiva, de querer explicar los cambios observados localmente, a partir
de un modelo económico de crecimiento, señalando sus efectos derivados en
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Notas
1
U I O O T , Le tourisme dans le monde, rapport 1967- Collectif de Recherche en Sociologie du
1969, rapport 1970-1971, rapport 1971-1974, Tourisme du C N R S para la División de los
rapport 1976. Asentamientos H u m a n o s y el Medio Socio-
2
J. Lauriac, Étude pilote des perspectives touristiques cultural, Paris, Unesco, 1979.
12
en Europe pour les années 1980. Première et G . Anderla, La balance des paiements : les invi-
deuxième partie, I T A (Institut du Transport sibles et le compte voyages, études méthodolo-
Aérien), Paris, Commission Européenne de giques, Aix-en-Provence, Centre d'Études
:
Tourisme, janvier 1978. Touristiques, 1971.
3
R . Lanouar, Le tourisme international, Paris, P U F , 13 R . Erbes, Le tourisme international et l'économie
1977. 126 p. ("Que sais-je".) des pays en vole de développement, Paris,
4
M . - F . Lanfaht, Les théories du loisir, Paris, P U F , O C D E , Centre de Développement, 1973.
14
1972. 254 p. R . H . Green, "Toward planning tourism in
6
O C D E , Politique du tourisme et tourisme interna- African countries", comunicación presentada
tional dans les pays membres de l'OCDE, rap- al Seminario Unesco/BIRD, "Les impacts du
port annuel; Paris, 1974, 1975, 1976, 1977. tourisme international sur les valeurs socio-
6
Naciones Unidas, Recommendations on international culturelles", Washington, 1976.
travel and tourism, United Nations, Confé- " M . - F . Lanfant et al., "Sociologie du tourisme :
rence de R o m e , 1963. positions et perspectives dans la recherche
7
Groupe Huit, L'Impact social et culturel du tourisme internationale", rapport de recherche par
sur les populations des PVD; une étude de M . - F . Lanfant, M . Picard, M . H . Mottin,
cas : Sousse-Tunisle, Séminaire Unesco/ D . Rozenberg, J . d e Weerdt, C N R S , Paris,
B I R D , Washington, 1976. Centre d'Études Sociologiques, 1978, 110 p .
8 16
Centre des Hautes Études Touristiques ( C H E T ) , M . Merle, Sociologie des relations internationales,
'.'Le tourisme dans le Bassin Méditerranéen ; Éd. Dalloz, Paris, 1974, 424 p .
17
Évolution et prévisions", Aix-en-Provence, M . - F . Lanfant, y otros, "Signification du tourisme
1976. (Résumé:) international : fait et acte social", par
9
A . Sessa, Tourism as a factor of progress in the M . - F . Lanfant et J. de Weerdt avec la coll.
economy of developing countries, Frosinono, de M . H . Mottin et D . Rozenberg, rapport
Tipographia di Cosamari, 1974. de recherche, C N R S , Paris, Centre d'Études
10
U n e s c o / B I R D , "L'impact du tourisme interna- Sociologiques, 1975.
18
tional sur. les valeurs socio-culturelles", F . Asrier y J. Schecht-Jacquin, " L a produc-
Washington, 1976.. (Séminaire.) tion du tourisme", rapport de recherche,
11
M . Picard, Tourisme et société. Propositions pour C O R D E S , Paris, 1978.
111
la réflexion et l'action. Estudio realizado por el J. de Weert, Recherche sur la signification de la
Introducción. El turismo 45
en el proceso de internacionalización
Notas {continuación)