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IMPUTACIÓN CONCRETA

CONTRADICTORIO Y FALSA JUSTIFICACIÓN

1. Aspectos del contradictorio procesal.

La resistencia/oposición tiene como presupuesto una definida imputación


concreta; en efecto, solo con base en una concreta imputación de un hecho
punible -que superó el filtro de procedencia- se evalúa la configuración de un
contradictorio idóneo que posibilite una resistencia u oposición, precisamente con
base en una imputación concreta.

Para comprender mejor el concepto de contradictorio, es importante destacar


que su estructura presenta siempre un aspecto principal y un aspecto secundario;
ambos aspectos del contradictorio son importantes para la configuración del
contradictorio procesal, pues sin uno de los aspecto simplemente no se materializa
el contradictorio, pues están coimplicados. En efecto, sin el aspecto principal del
contradictorio –imputación concreta- no existe posibilidad de configurar la
resistencia u oposición como su aspecto secundario. Pero, aún definido el aspecto
principal –pretensión punitiva- pero no generado un escenario procesal para
oponer la resistencia no es posible configurar un contradictorio procesal.

Puede parecer paradojal que la defensa quién exija la configuración de una


definida pretensión penal –imputación concreta-, empero, sin duda, su
configuración es determinante para configurar una resistencia/oposición
adecuada. En efecto, todo gira en función de la imputación concreta, que se erige
en garantía central, tanto para el adecuado ejercicio del deber del Ministerio
Público, como para el ejercicio de los derechos del imputado y de las otras partes
procesales.

En algunos casos, de manera errada, se pierde de vista que el aspecto principal de


la contradicción es la imputación concreta, y se da indebida centralidad a la
oposición/resistencia –aspecto secundario de la contradicción-. Así el foco de
atención se desplaza con inconsistencia lógica y unilateral a la
resistencia/oposición. Este efecto, se pervierte el contradictorio pues conduce a
conclusiones erráticas; así, si la oposición/resistencia configura una falsa o mala
justificación, opera un condicionamiento subjetivo para considerar, de manera
indebida, como cierta la imputación del hecho punible. En efecto, se deja de lado
la centralidad de la imputación concreta y su prueba; y, será suficiente para
condenar concluir que el imputado miente o incurre en contradicciones en su
defensa.

Atribuir responsabilidad penal con base en la incoherencia de la oposición - falsa


justificación - o su no probanza, es una inferencia falaz1 -falacia de falsa causa-; en
efecto, es un paralogismo argumental generalizado en el paradigma inquisitivo. En
ese orden, se pierde de vista la base causal y/o explicativa –descriptiva de la
imputación penal, que deviene en un imputación de puro reproche ético por la
inadecuada forma de defensa del imputado –inexacta, incoherente, insuficiente,
contradictoria, etc.- como criterio de responsabilidad. Con ello se pierde el
carácter cognitivo del proceso.

Si la imputación concreta pierde su centralidad y es desplazada por la resistencia


u oposición, bien como falsa justificación o bien por su insuficiencia probatoria,
decae y desnaturaliza el contradictorio. En consecuencia, el juzgamiento pierde su
contenido, pues, se centra en la oposición o resistencia incoherente o con
insuficiencia probatoria.

2. La oposición como defensa positiva.

Una defensa positiva se configura solo con una oposición/resistencia que afirme de
eximente de responsabilidad; cualquier otra forma defensiva no constituye una
defensa positiva, como por ejemplo la práctica de contraprueba o mera negación
de responsabilidad del hecho punible.

1
Se emplea el término genérico de falacia de la falsa causa para referirse a todos los errores en la
argumentación causal. Tradicionalmente se le conoce como falacia de non causa pro causa (tomar por causa
lo que no es causa
Si se opone una defensa positiva es necesario un juicio de procedencia de la
oposición o resistencia como presupuesto del juicio de su fundabilidad. Para que
los jueces valoren la prueba de la oposición/resistencia, ésta debe estar fundarse
en hechos que realicen los elementos del supuesto de hecho como una causa de
atipicidad, de justificación o de exculpación.

En efecto, los supuestos de atipicidad, causas de justificación, causas de


exculpación, tienen base legal; y exigen, por tanto, que los hechos propuestos por
la defensa materialicen las características –elementos- exigidos por el supuesto de
hecho legal. No es suficiente calificar el hecho como legítima defensa, u otra causa
de justificación o exculpación, sino que es necesario proveer de los datos fácticos
que realizan los elementos exigidos normativamente.

En todo caso la defensa técnica deberá examinar con detalle si el hecho


postulado como causa de justificación o exculpación, en realidad constituye una
eximente incompleta de responsabilidad. En este supuesto, con una calificación
correcta, el debate no se centra en un supuesto exención de responsabilidad, sino
que el objeto del debate será la individualización de la pena. En ese orden, se
debe ser claro para tener un punto de referencia específico del objeto de debate:
responsabilidad del hecho punible o individualización de la pena.

Pero, la postulación de una causa de exculpación, como eximente completa o


incompleta de responsabilidad, no enerva el deber de la carga del Ministerio
Público de probar los fundamentos de la imputación concreta; claro está, en tanto
no se hubiera arribado a convenciones probatorias respecto de la realización del
hecho típico. En efecto, si no existen convenciones probatorias respecto de la
realización del hecho típico permanece incólume el deber de la carga de probar
los hechos típicos, aun cuando la defensa postule una causa de justificación, causa
de exculpación o de no punibilidad. En efecto, la afirmación de cualquiera de
estos supuestos no tiene el efecto causal de tener por probado los hechos típicos.

Se debe tener bastante cuidado pues el juicio negativo de procedencia o de


fundabilidad respecto de la oposición/resistencia pues subjetivamente condiciona
dar por cierto los fundamentos de la imputación "si te defiendes mal entonces es
porque eres responsable de los hechos imputados". Esta fórmula es inquisitiva pues
descansa en que la falsa o mala justificación sería un indicio necesario de la
responsabilidad del imputado; es una perspectiva anti procesal, suprime del
escenario procesal a la resistencia/oposición como uno de los pilares del
contradictorio, y degenera en prueba en contra del imputado. Desde una
perspectiva procesal, la falsa justificación o la insuficiencia probatoria de la
oposición, no enerva el deber del Ministerio Público de proponer una imputación
concreta y de probar.

De lo contrario la valoración realizada en juzgamiento devendría en unilateral,


superficial y subjetiva, pues, podría condicionar que se termine condenando a un
procesado, no tanto por una imputación probada, sino por no defenderse bien o
por no probar su irresponsabilidad. Con ello la falsa justificación o insuficiencia
probatoria de la oposición/resistencia generaría una peculiar situación de inversión
de la carga de la prueba, vinculada a una presunción de culpabilidad, que se
expresaría en la formula siguiente: "si te defiendes mal entonces eres culpable".

Es superficial, porque se termina valorando una resistencia u oposición no anclada


en una imputación concreta definida, en ese orden, sería una resistencia sin un
punto concreto de referencia. Es unilateral, porque sólo se considera la resistencia
- aspecto secundario de la contradicción procesal - sin considerar el aspecto
principal que configura el objeto del proceso, esto es la imputación concreta del
hecho punible. Es subjetiva pues orienta a los jueces a sobredimensionar y
considerar las incoherencia justificativas con indicios de responsabilidad - "si miente
es por algo"-

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