Estando la noche ya en su postrero estertor En tanto que la cigarra repetía su canción.
Si el amor fuese un enigma y la vida un laberinto
Nunca saldría del mismo con mi solo entendimiento Ni podría resolverlo en tres o cuatro momentos Porque pareciendo iguales cada amor es muy distinto
Y es la vida la que dicta por donde el camino irá
Por eso es que tantas veces los destinos se separan Unos suben y en la cima encuentran la libertad Otros bajany en amando, para sufrir se preparan
Y aquellos que están arriba te miran desde la vista
Que proporciona la dicha del que todo lo posee De los que a pesar de todo en el amor aún creen Sin recorrer este mundo como si fuesen turistas
Y tuviesen, como antaño, un amor en cado puerto
En cada hotelun rollito, tan dulce como excitante Donde nadie les pregunte si son amigos, o amantes Y la emoción se dispare con un pecho al descubierto.
Otros, que con menos suerte, perdieron la compañía
Sufren ahora el castigo de haber sido prepotentes De no haber comprendido que no hay mayor alegría De la de ser, como yo, un romántico impenitente
Y escribir cartas de amor sin destino, ni remite
Tratando de adivinar quien será la receptora De una misiva sucinta, más tierna que evocadora Extraviada en el camino, y que no aguanta el envite
De unvis à visque sostiene una mirada infinita
La caricia desgajada de un abrazo más profundo Unos ojos cuyo ardor no parece de este mundo Como un mitin amoroso en el que se diesen cita
Por una parte el amor, ingrediente necesario
En todas las poesías que sirviendo de candado Se encadenen al deseo como cuentas de rosario Y tras de cuya lectura el futuro está cantado
Que no es otro que pensar que los años que vivimos
Sin amarnos, sin decirnos ni siquiera una palabra Son como gotas de agua de ese río que se labra Su destino inmerecido entre una hilera de pinos
Que trata en vano de ser la barrera infranqueable
Que coarta el aluvión de ternura incontrolable Sufriendo si le mostramos nuestra cara más amable Y sin llegar nunca a ser obstáculo insuperable
Porque el agua, cada día, reinventa su caudal
Y si algunas veces paras su ligero devenir De momento paralizas su fuerza y su porvenir Pero a la larga ése agua, y el amor, pasan igual
Porque en cada recoveco de un alma enamorada
Hay atajos que nos llevan directos a la esperanza Y catapultas de tul que hacia el amor nos lanzan Sobre cielos de algodón evitando de pasada
Todo aquello que no viene ni a cuento ni a colación
Viejas historias de amor de cuando no había sueños Y los cuerpos, sin sus almas, buscaban la redención No siendo si tan siquiera de sus ilusiones dueños.-
Por la cuenta que me trae, no quiero dejar de amar
Ni dejar de beber el agua que es la esencia de la vida Quiero amarte con pasión, con la rabia contenida Del marinero enfadado porque ha extraviado su mar.