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Introducción

En esta clase les proponemos trabajar con los distintos tipos de textos. No todos los
textos son iguales y reconocer las características de cada uno nos permite intuir de qué
tratará y en qué enfocarnos. Para empezar, los invitamos a ver los siguientes videos:

Puede encontrarse
en: https://www.youtube.com/watch?v=vJvBJYOqeuM

Puede encontrarse
en: https://www.youtube.com/watch?v=zRL1z6jzSBc

Puede encontrarse
en: https://www.youtube.com/watch?v=dD3u2k3g7w8

Ahora reflexionen sobre los discursos de estos videos: ¿Qué tienen en común?, ¿de
qué trata cada uno?, ¿es igual el lenguaje que utilizan?, ¿cumplen la misma función?
Habrán notado que aunque todos abordan temáticas relacionadas con el fútbol, presentan
varias diferencias, ¿las encontraron?, ¿cuáles son?

Como habrán visto, los videos del ejercicio anterior tienen distintas características.
El primero es la narración del cuento “Memorias de un wing derecho” de Roberto
Fontanarrosa. El segundo nos explica qué es el ojo de halcón y cómo funciona esta
tecnología en el fútbol. Y el tercero es un debate sobre cómo influye el uso de estas
tecnologías en el desarrollo de los partidos.

Cada uno de estos textos tiene un formato y una intención comunicativa distinta. Es
decir que cada tipo textual tiene un tema, una estructura y una funcionalidad
característica. Veamos brevemente cómo se clasifican.

En una primera instancia, podemos clasificarlos en literarios y no literarios. Los


textos literarios refieren a hechos ficcionales, que son invenciones del autor; y los no
literarios refieren a hechos reales.

Los textos literarios pueden ser:

 Narrativos: por ejemplo, La metamorfosis, de Franz Kafka.


 Descriptivos: El hombre artificial, de Horacio Quiroga.
 Poéticos: No te salves, de Mario Benedetti.
 Dramáticos: La nona, de Roberto Cossa.

Los textos no literarios pueden ser:

 Expositivos o explicativos: El origen de las especies, de Charles Darwin.


 Informativos: Cada 35 horas, una mujer muere por violencia de género. Diario, La Nación
[26-10-2013].
 Argumentativos: Crítica de la película “Piratas del Caribe”, en una revista de cine.
 Prescriptivos: Manual de uso de una aspiradora.
 Publicitarios: Anuncio sobre una nueva bebida gaseosa.

Es necesario aclarar que esta división no siempre es tan clara. Así, podemos encontrar
textos narrativos no literarios. Por ejemplo, las crónicas periodísticas (como el relato de un
robo) son narraciones acerca de hechos no ficcionales. De la misma forma, existen los
textos descriptivos no literarios. Como la descripción del interior de una casa en una revista
de decoración de interiores. Como estos, podemos encontrar muchos ejemplos que
demuestran que esta división no es excluyente.

Para esta clase nos vamos a enfocar en los tres tipos de textos que más utilizamos en el
ámbito académico y que se corresponden con los videos que vimos antes: los textos
narrativo, expositivo y argumentativo.

Si volvemos al primer video, veremos que es un cuento que narra la historia de un


jugador de fútbol. En este caso, tenemos un texto literario, ya que los hechos narrados
son ficcionales. Estamos frente a un texto narrativo.

En el segundo video, la intención del mismo es explicarnos cómo funciona la


tecnología del ojo de halcón y exponer cómo comenzó a utilizarse en el fútbol. Es un texto
no literario basado en hechos no ficcionales. Por lo tanto, podemos concluir que se trata de
un texto explicativo o expositivo.
Finalmente, en el tercer video, se produce un debate sobre si el uso de la tecnología en
el fútbol es algo benéfico o perjudicial para el deporte. Cada uno de los participantes
expone su punto de vista sobre el tema y argumenta a favor o en contra, intentando llegar
a una conclusión en conjunto. También se trata de un texto no literario y por su intención
podemos determinar que es un texto argumentativo.

Textos narrativos
Las narraciones son relatos en los que podemos encontrar una voz que va contando
cómo suceden los hechos. Si el narrador es un participante activo de los acontecimientos
relatados, vamos a estar en la presencia de un narrador en primera persona. En cambio,
si el narrador no participa de los acontecimientos, sino que los relata desde una manera más
objetiva, distante, diremos que se trata de un narrador en tercera persona.

Los textos narrativos se caracterizan por presentar una serie de hechos que modifica
una situación inicial. El orden de estos acontecimientos no es azaroso.

Entre los textos narrativos, están los que narran hechos de la realidad (crónicas
periodísticas, discurso histórico, entre otros) y que pueden ser comprobados a través de
documentos, testimonios, fotografías, y los que narran acontecimientos que no pertenecen a
la realidad, los relatos ficcionales, cuyos sucesos y personajes son creados por un autor.

Textos expositivos
La principal característica de este tipo textual es que tienen como objetivo transmitir
un nuevo saber al lector. Es decir, los textos explicativos parten del presupuesto de que el
lector no posee dicho conocimiento. Y, como veremos, esto determina el tipo de
información, la manera de organizarla y el tipo de recursos lingüísticos que se utilizarán
(vocabulario, sintaxis, etcétera).

Un texto explicativo o expositivo exitoso debe ser claro y preciso para que el lector
pueda comprender nueva información. Además, generalmente presentan una serie de
recursos que nos permiten reconocer este tipo textual:
En el caso de las definiciones, podemos encontrarlas insertas dentro de un texto
explicativo pero, también, podemos considerarlas un texto explicativo en sí mismas.
Observemos, por ejemplo, la siguiente definición:

cataplasma

Del lat. cataplasma, y este del gr. κατάπλασμα katáplasma.

1. f. Tópico de consistencia blanda, que se aplica para varios efectos


medicinales, y más particularmente el que es calmante o emoliente.

2. f.coloq. Persona pesada y fastidiosa.

Los textos descriptivos también pertenecen al tipo de texto explicativo. Esto se debe
a que las descripciones nos aportan datos importantes sobre los eventos o las situaciones, es
decir, exponen o explican qué es aquello que estamos viendo, escuchando o, simplemente,
vivenciando.

Actividad

¿Recuerdan esos partidos estresantes del Mundial Brasil 2014?


Quedaron muchas anécdotas: “Hoy te convertís en héroe”, de
Mascherano a Romero antes de la definición de los penales para pasar
a la final del mundo; Ezequiel “el Pocho” Lavezzi tirándole agua en la
cara al director técnico… y Sabella, al borde del desmayo en el partido
contra Bélgica. Recordemos este momento:

Puede encontrarse en: https://www.youtube.com/watch?v=-


l3QgtpYMnM

En las redes sociales salieron muchas imágenes que satirizan la


situación (también llamados “memes”). Les proponemos que elijan
uno de los cuatro siguientes y escriban: un texto narrativo en el que
tienen que inventar una historia sobre lo que pasa en el “meme” y un
texto descriptivo de la situación real que vimos en el video.

Pueden encontrarse en:


http://img.lagaceta.com.ar/fotos/notas/2014/07/05/598161_201407
05164722.jpg
Textos argumentativos

A diferencia de los tipos textuales descriptos anteriormente, los textos


argumentativos no relatan una sucesión de acontecimientos que modifican una situación
inicial ni tienen como objetivo proveer al lector de nuevo conocimiento. Los textos
argumentativos tendrán como objetivo convencer o persuadir al lector de una idea
determinada utilizando ciertos argumentos. Dicha idea suele denominarse hipótesis.

Por lo general, los textos argumentativos se encuentran enmarcados en una


polémica en la que existen posiciones opuestas. Por esta razón, cuanto más persuasivos
sean, más exitosos serán a la hora de convencer al lector.

Al igual que los demás tipos textuales, los textos argumentativos presentan ciertos
recursos característicos:
Como dijimos, además de la hipótesis, tenemos los argumentos que son las razones
a favor o en contra de determinada tesis/hipótesis que el autor de un texto sostiene.
También podemos encontrar contraargumentos que son, en cambio, razones opuestas a la
idea del autor que se utiliza para, en primer lugar, negarlas y, en una segunda instancia,
reforzar la tesis propuesta.

¿SABÍAN QUÉ? Las falacias son argumentos que parecen válidos pero que no
lo son. Aunque muchas veces se cometen sin intención, en otros casos pueden
realizarse para persuadir o manipular a los demás. Entre las más conocidas, la
falacia ad hominem consiste en desacreditar a la persona en lugar de responder a
los argumentos. La falacia ad populum, por su parte, consta de responder a un
argumento refiriendo a la supuesta opinión que tiene la gente sobre el tema. Por lo
tanto, si para la mayoría un argumento es verdadero, significa que es verdadero; y
esto no es un argumento válido. Reconocer este tipo de argumentos inválidos nos
permite ser más críticos a la hora de enfrentarnos a debates y controversias.

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