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Yo sé que le gustas a un chingo de vatos

Que no te falta con quien salir


O quien te ande haciendo invitaciones
Escondiendo aquel fin de terminar
En sus solitarias camas
Yo sé que le gustas a un chingo de vatos
Y te sientes una perla en el desierto
O la última pieza de jade
Que se ha descubierto bajo un templo
Yo sé que le gustas a un chingo de vatos
Pero de esos ninguno te va y te deja
Una carta en tu casa
O te dice cuando te ve
Que eres una mujer preciosa
Ninguno de ellos te pone la piel tibia
Cuando te dice palabras que
Rayan el inmortal instante
Ninguno de esos tipos tiene la plenitud
De saber querer a una sola persona
Pocos conocen tu canción favorita
Tus aromas o las frutas
Que te dibujan cometas entre risas
Yo sé que le gustas a un chingo de vatos
Pero al único que le importas
Y nunca podría destruirte
Es al mismo idiota
Que siempre te escribe.
Anónimo.

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