En esta primera parte del capítulo, el autor nos narra una anécdota de cuando él se encontraba en la playa con su esposa despejándose de sus cargas en la iglesia, para introducirnos al libro de Apocalipsis donde Juan se encontraba en la isla patmos donde Dios había planeado una cita con él, y lo mismo estaba pasando con el autor del libro, sus cargas estaban siendo liberadas, se estaban rompiendo ataduras y sus ojos espirituales se estaban abriendo y se estaba dando cuenta de que no podrían haber cambios en la iglesia respecto a la adoración si los miembros no tenían ese encuentro o cita espiritual con Dios, es necesario que ocurra esto para poder imitar la alabanza y adoración celestial. El autor retoma el libro de apocalipsis en forma de siete escenas de adoración celestial, de manera que podamos ver como adoran en el cielo y como se supone que nosotros como cristianos debamos adorar. Escena 1: ¡Santo,santo,santo! En esta primera escena cuando Juan ve a Dios sentado en el trono, se puede apreciar a cuatro criaturas vivientes que claman sin cesar ¡Santo, santo, santo! Estas 3 declaraciones de santo se refieren a la triunidad de Dios, después de los 24 ancianos se unen a las 4 criaturas y se postran ante el Rey (Ap.4:8-11) Escena 2: ¡Digno es el cordero! En este parte se describe al cordelo inmolado en la cruz que a través de su sacrificio tenemos vida eterna y salvación, ese cordero es Jesús, el cual ahora también es digno de recibir la gloria el honor y el poder, antes solo se adoraba a Dios mas ahora después de la muerte y resurrección de Jesús él también es exaltado de igual manera que a Dios. Escena 3: ¡Victoria! En esta escena Juan ve a los vencedores vestidos de ropas blancas que por cierto eran muchos, que gritaban victoriosamente el poder salvador de Dios y del cordero, en esta parte se refiere a nosotros como iglesia que hemos sido lavados y comprados con la preciosa sangre del Cordero de Dios y que ahora estamos gozosos alabando y exaltando el nombre de Dios y el Cordero porque en cristo somos más que vencedores. Escena 4: ¡El Señor reina! En esta parte narra de cuando el séptimo ángel toco la séptima trompeta y hubo voces en el cielo aclamando que los reinos del mundo ahora le pertenecen al Señor y Cristo y los 24 ancianos se postraron y adoraron a Dios. Escena 5: 144,000 arpistas cantores En esta parte narra los 144,000 que alababan a Dios con canticos llenos de gozo, se trata de un gran canto de una gran magnitud si ninguna inhibición que pudiera limitar la pureza de contenido o fuerza de expresión, toda la multitud exaltando al único Dios viviente. Escena 6: El cantico de Moisés y el Cordero Nuevamente los vencedores toman sus arpas para alabar a Dios, y en esta parte se describe el cantico de Moisés al ser liberados de la esclavitud y opresión de Egipto, se compara con el cantico del cordero ya que a través de su sacrifico nosotros fuimos lavados y libres de pecado porque el pago nuestro precio. Escena 7: Las cuatro aleluyas En este parte de la escena se describe el rio de la adoración actual con una clara dirección pero tuvo que pasar por un proceso desde el génesis hasta apocalipsis donde el rio ahora fluye clamoroso con fuerza gloriosa. También en esta parte se hace énfasis en los 4 aleluyas de Ap.19.1-10 Que esta palabra significa alabado sea Dios la cual se pronuncia de igual manera en casi todos los idiomas.
Una importante lección
En esta parte se nos narra del error que cometió Juan al adorar a alguien que no es digno y se recalca esto para que nosotros como adoradores o como iglesia no caigamos en eso por solo hay un Dios al cual debemos adorar e inclinarnos, porque recordemos que Dios es celoso. El sonido persistente En esta última parte del capítulo se dice que esos sonidos que oyó juan deben permanecer hasta hoy nuestros días, también se narra la historia de Basilea quien paso algunas semanas en patmos el lugar donde se abrieron los cielo y Juan recibió la revelación y esta persona describe como aun después de que ya ha paso el tiempo se sigue siento esa atmosfera que se creó cuando juan estuvo ahí.