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Los seriales
Aunque este tipo de films tuvieron especial éxito en los años 30, los primeros
seriales datan de los años 10, destacando las películas de Louis Feuillade como la
que comentamos hoy o Los Peligros de Pauline (1914), que conoció tal éxito que
rápidamente surgieron docenas de copias muy similares.
Louis Feuillade
Pese a que el nombre de Louis Feuillade ha pasado a la historia del cine asociado
a los seriales, en realidad se trataba de un cineasta con una larguísima carrera
(unos 600 títulos) que se movió en multitud de géneros – meses atrás de hecho
rescatamos un bellísimo cortometraje suyo de corte fantástico: La Fée des
Grèves (1909). Tal es así que en su época muchos críticos le reprocharon que
perdiera el tiempo con estos seriales policíacos considerados de muy baja
categoría, siendo un director con un gran potencial para realizar obras de más
envergadura.
Contexto de producción
Tal y como hemos señalado, los seriales estaban muy de moda en aquella época
y de hecho Feuillade acababa de cosechar un gran éxito con Fantômas. Los
Vampiros surgiría como una estrategia de la Gaumont (el estudio en que
trabajaba) para aprovechar el tirón de esta moda y, también, como reacción a un
nuevo serial que la competencia (Pathé) estaba anunciando a bombo y platillo:
Les Mystères de New York (1914), con la protagonista de Los Peligros de
Pauline, Pearl White.
A cambio, la situación en 1915 no era tan favorable como un año anterior debido a
que la I Guerra Mundial se encontraba en pleno apogeo. Durante la producción de
Los Vampiros el director tuvo que moverse en un contexto de precariedad
económica y de incertidumbre. De hecho el propio Feuillade fue movilizado al
frente pero, por suerte para los cinéfilos de todo el mundo, pudo regresar al poco
tiempo a la vida civil.
Es por ello que el serial se realizó de forma rápida y muy barata, algo que se nota
en lo espartano de muchos decorados y un estilo de dirección algo estático incluso
para la época, con gran predominancia de planos generales. Para la mayoría de
episodios, Feuillade llegaba al rodaje sin un guión fijo e iba improvisando sobre la
marcha con los actores, teniendo como único punto de partida algunas hojas
llenas de anotaciones.
Sus protagonistas
Mazamette nos confía que no le gusta lo que está viendo con sus prismáticos.
Mucho más reconocible con su vistoso bigote y con un carácter más cómico y
pícaro, Mazamette enseguida se gana las simpatías del espectador pese a su
oscuro pasado como antiguo miembro de Los Vampiros. De hecho, Feuillade
acentúa nuestro vínculo con él haciendo que sea uno de los pocos personajes que
interpela continuamente al espectador mirando a cámara de forma cómplice, como
si estuviera compartiendo con nosotros lo que opina de cada suceso lanzando su
mirada irónica (curiosamente otro de los pocos personajes que mira a cámara con
tanta frecuencia es su hijo, como si la familia Mazamette monopolizara el privilegio
de romper con la cuarta pared).
En lo que respecta a Irma Vep, ella es sin duda el mayor atractivo del serial. Tal es
así que la actriz que la encarna, Musidora, se convirtió en una estrella
internacional. Su peculiar vestuario y las acrobacias que realiza desplazándose
por edificios hacen de ella un personaje único y alejado de los tópicos femeninos
de la época. Aquí tenemos ni más ni menos a una mujer realmente peligrosa,
con personalidad y con mucha fuerza. Su primera aparición en el serial, actuando
de forma muy sugerente en un club nocturno, es absolutamente inolvidable. No es
casualidad por tanto que ella sea el único personaje de Los Vampiros que haya
pasado a la posteridad.
Mencionar por último un personaje secundario que me cae en especial gracia: la
madre de Philipe Guérande, que es secuestrada por los Vampiros y logra escapar
ella sola tras engañar y acabar con su secuestrador. ¡Eso sí que es una anciana
dura de pelar!
Elogio a lo rocambolesco
En uno de los episodios, los Vampiros le hacen llegar una nota a la criada de
Guérande citándola a una sesión de espiritismo donde se le revelará quién mató a
su marido. Toda esa artimaña va destinada a hipnotizarla para que por la noche
les abra la puerta y así ellos se puedan infiltrar en la casa de los Guérande y
acabar con Philipe.
Teniendo en cuenta todas las habilidades y medios de los que disponen estos
peligrosos criminales, resulta difícil de creer que, simplemente para poder acceder
a una casa ajena, deban recurrir a un plan tan enrevesado. Pero ésa es la gracia
de Los Vampiros, el recrearse en los planes más truculentos posibles. Si lo único
que hicieran fuera forzar la puerta con una llave maestra nos perderíamos la
sesión de espiritismo y la imagen tan inquietante de la criada bajo hipnosis
abriendo la puerta. El principio que parecen seguir es: ¿para qué cometer un
crimen de forma directa y burda pudiendo hacerlo de la forma más intrincada
posible?
Los Vampiros estropeando una velada de la alta sociedad con gas narcotizante.
Repercusión
Pese a que aquellos fueron años difíciles para estrenar películas por la escasez de
público, Los Vampiros fue un éxito de taquilla absoluto, superando incluso el
anterior serial de Feuillade aun partiendo de la base de ser films realizados de
forma más rápida y con menos recursos. El serial vino precedido de una astuta
campaña publicitaria en que se colocaron por París carteles como el que les
mostramos, que sugería algo misterioso y excitante pero sin dar detalles de su
contenido.
Detestado profundamente por los críticos, admirado por los surrealistas y futuros
cineastas como Fritz Lang o Alfred Hitchcock (que estaban claramente en deuda
con esta serie de películas) y citado de forma más o menos explícita por cineastas
como Jacques Rivette u Olivier Assayas; Los Vampiros acabó convirtiéndose en
el serial cinematográfico por excelencia y en uno de los mayores exponentes del
cine policíaco en los orígenes del cine, cuando la aburrida lógica no dominaba
siempre los argumentos y la improvisación y la libertad creativa dejaban vía libre
para todo.
Toda la serie está hoy día disponible entera en internet y se puede descargar o
visionar online fácilmente, de modo que no tienen excusa para no adentrarse en
los peligrosos misterios que envuelven a los Vampiros.
Fuente:
https://eltestamentodeldoctorcaligari.com/2015/11/13/los-vampiros-les-vampires-1915-de-louis-feuillade/
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Les Vampires – Los Vampiros (1915)
Published on agosto 31, 2016
Sí, hubo un pequeño atore (meses) con esta película, porque la condenada dura
casi siete horas y no me gusta ver películas cortadas o por pedazos. No. Acá es a
lo sacrificado nomás: sentarse y tratar de verla de un tirón. Si sacamos cuentas es
casi una jornada laboral así que por eso la cosa se quedó empantanada como
respuesta del Miss Bolivia.
Sin embargo, hoy en este ahumado agosto podemos decir: hazaña cumplida.
Como estito se trata de escarbar en la historia, empezaremos diciendo que allá
por 1915 los franceses del estudio Gaumont vieron con envidia que la
competencia, el gran estudio Pathé, había adquirido los derechos para filmar un
serial llamado Misterios de Nueva York, y, con afán de progresar, decidieron a las
tontas y locas (literal) lanzarse al ruedo con Les Vampires.
La confianza fue depositada en Louis Feuillade, cuya filmografía abarca 630 filmes
desde 1906 hasta 1924 (un año antes de su muerte) y que ya había dirigido un
serial exitosamente también para Gaumont: Fantómas.
Dicho surrealismo avant-garde le costó una mala recepción de la crítica, que vio al
trabajo del francés algo simplón y sin chiste, considerando lo que ya se estaba
haciendo en ese momento.
Feuillide no seguía los lineamientos del momento: cámara más jugadas, ganchos
en el relato como los cliffhanger, y otros juguetes técnicos que sí usó en trabajos
anteriores a Les Vampires.
Sin embargo, años después se ha revalorizado el filme por su aporte a los seriales
y por ser, también, un pionero del género thriller.
Sobre este puntito déjenme diferir. La tal Irma era en su principio amante y
segundona del Gran Vampiro, luego aparece Moreno, la hipnotiza y pasa a ser la
amante de turno del nuevo villano, después viene otro (Venomous) y la “hereda”
también. Irma va de mano en mano como si fuera un trapo siendo siempre la
segunda en mando. Quizás al final hay un poco más de autonomía, porque el
personaje se queda literalmente solo contra el mundo.
Lejos de ser admirable, Irma Vep es una fulana que sigue al jefe de la pandilla de
turno y encima se enamora de los tipitos como se cambia de calzón. Se podría
interpretar que todo es al revés, que son los otros los que caen en sus garras,
víctimas de su encanto, pero no. La posición de Irma nunca es de líder de sus
parejas. Es al contrario. Ok, dicen que es la primera femme fatale, podríamos
pajearnos diciendo que por lo menos para la época el personaje fue un semi-
protagónico, pero detesto los “por lo menos” y los “semi”, para ese caso me quedo
con la mamá de Guérande que se las batió sola cuando las papas quemaron.
Les Vampires, al ser un serial, está divido en 10 episodios y no trata sobre los
vulgares chupasangres que se espera encontrar a razón del título, no, sino más
bien la trama es sobre una sofisticada banda criminal que suplanta identidades,
lleva a cabo grandes robos y mata a quien les estorbe.
Después sabemos que quien se llevó los documentos fue Mazamette, colega de
Guérande. Guérande decide perdonarlo luego de ver la foto que Mazamette
exhibe de sus niños dando a entender que todo lo hizo por el cochino dinero y sus
necesidades de cubrir las pensiones familiares.
Los personajes principales han sido introducidos: Por un lado Guérande, por otro
lado Mazamette. El primero más formal, el segundo con un toque cómico. Una
fórmula que sigue rindiendo sus frutos hasta hoy.
Se descubre a los villanos (un falso Nox que es el Gran Vampiro) y se nos dibuja
una idea de sus alcances. Estamos ante un grupo de gente a la que no le importa
matar para obtener sus botines.
Como primer episodio estuvo entretenido, nada que sorprenda, pero muy mirable.
Además, se asienta la base de lo que se mostrará en el resto de episodios: golpes
para robar botines, investigaciones peligrosas, un submundo criminal lleno de
juguetes y habilidades inusuales, etc..
Así de la nada, resulta que se corre el falso rumor que Guérande está
comprometido con una bailarina. Y así, también de la nada, Los Vampiros deciden
asesinarla antes de que salga a escena durante una de sus presentaciones.
Guérande, que casualmente está entre la audencia, reconoce a Nox (el don del
primer capítulo) y en su afán de atraparlo es capturado. Aparece Mazamette, que
resulta ser parte de Los Vampiros, y tomando en cuenta que Guérande fue buen
tipo cuando lo pilló robando los papeles en el episodio anterior, lo libera.
Juntos elaboran una trampa y uno de ellos (el Gran Inquisidor) toma el lugar de
prisionero de Guérande, quien es asesinado al ser confundido con el periodista.
Se descubre que el muerto que es parte de la banda en realidad es un Jefe de la
Corte Suprema.
En el cuerpo del Gran Inquisidor encuentran un folleto rojo que tiene mensajes
cifrados. El primer mensaje anuncia una maldición a quien intente descubrir lo que
dice el libro. Philipe regresa a su casa y hace un anuncio al periódico para que
crean que dejó la investigación de Los Vampiros.
La famosa Irma Vep se presenta como la artista de un show. Hay un efecto del
letrero donde sale su nombre (Irma Vep) que nos permite saber que el mismo es
un anagrama de Vampire.
Guérande enfrenta Vep y a otro secuaz. Piensa que los mata pero el revólver tenía
balas de salva. Cuando la policía llega, los criminales huyen de nuevo a través de
un clásico escape por los tejados (se ve muchas veces durante la serie)
La madre de Guérande es secuestrada y llevada a los barrios pobres parisinos
donde otro cómplice más (Padre Silencio) la custodia e intenta hacerle escribir una
carta, pero ella saca un bolígrafo envenenado que Guérande le dio y consigue
envenenar al Padre Silencio.
Vuelve a su casa y Nox (el Gran Vampiro) al ver el cadáver del susodicho se da
cuenta que el bolígrafo usado es suyo y que hay un traidor entre ellos.
Acá ya empezás a notar un patrón: Los Vampiros hacen sus golpes, Guérande
investiga y ellos van tras de Guérande.
En este episodio vemos dos golpes de Los vampiros, el primero fallido porque la
víctima resulta ser Moreno, un criminal de la banda que rivaliza con ellos, en el
segundo asesinan a un hombre que tenía que hacer una transacción de mucho
dinero para luego intentar hacerse con esos quintos.
Moreno finge su suicidio y huye de sus captores. Guérande sigue investigando los
truculentos hechos que suceden propiciados por Los Vampiros. Mazamette ve por
casualidad dónde es la guarida de Moreno. Moreno, buscando vengarse de
Guérande, lo secuestra (escena muy chistosa de cuando se asoma al balcón y de
ahí lo jalan para agarrarlo casi casi como pescar un pez o enlazar un chancho).
Ese momento en el que pensás que los franceses se volaron la barda con un asesinato
masivo (“precursor”) y resulta ser solo una gasificación menor.
Descubren que esconde una caja y una vez el sujeto abandona el lugar, van a por
ella. Se encuentran ante el botín de unos americanos que están escondidos en el
hotel del lugar, casualmente en el mismo lugar que Los Vampiros. El Gran
Vampiro no huyó de Fointanebleu después del asesinato del notario, sino que se
quedó disfrazado de Count Kerlor e Irma Vep se hace pasar por su hijo.
Se sucede una secuencia que podría resumirse en ladrón que roba a ladrón tiene
cien años de perdón.
Hay una “dramatización” para perder tiempo mientras Kerlor (Gran Vampiro) relata
a su audiencia las aventuras de un supuesto abuelo así entretiene a los
huéspedes del hotel e Irma Vep hace de las suyas.
Este es el episodio donde Moreno hipnotiza a Irma Vep y la hace asesinar al Gran
Vampiro para quedarse con ella.
Aplausos.
Uno de los episodios más “intensos” teniendo en cuenta que el Gran Vampiro es
asesinado por la mismísima Irma Vep.
Pues resulta que el Gran Vampiro había tenido jefecito y es nada más y nada
menos que un sujeto que se hace llamar Satanás.
Satanás entra a escena y se presenta ante Moreno e Irma Vep. Sabe que el baúl
de la sala contiene el cuerpo del Gran Vampiro, lo que altera a Moreno.
Satanás lo paraliza 5 minutos pinchándolo con una aguja especial que tiene en su
mano. Los amenaza y se va.
Mientras tanto, Mazamette se está dando la gran vida. Está en un lugar llamado
Happy Shack que es una de las guaridas encubiertas de la banda de Moreno.
Esperando encontrar documentos sobre Los Vampiros, Moreno ordena a sus
secuaces que revisen el departamento de Mazamette.
Luego se suceden unos cuantos minutos perdidos para ver cómo Mazamette está
pasado de rosca con las chicas y el trago.
Irma Vep y Moreno van donde Satanás a rendirse (por lo del cañonazo) y se
funden en una sola banda.
Planean otro golpe contra el gringo millonario del anterior episodio, y entra en
escena Lily Flower, una cómplice que con triquiñuelas consigue la firma y la voz
del americano para poder engañar al banco.
Luego Satanás decide hacer una visita a Guérande, ¿por qué? Nunca lo sabremos
y lleva un sombrero con una bomba incorporada con la idea de liquidar al
periodista, dizque en venganza por lo de Irma Vep.
Cuando saben que la pareja dará una fiesta de compromiso, se las ingenian para
cancelar el servicio de catering y suplantarlo.
Mazamette tiene una trifulca con la policía que aparece para impedir que salte al
tren tartando de ayudar a Guérande. En la estación de policía se dan cuenta que
es el famoso Mazamette y deciden pasar por alto su falta de respeto a la autoridad
luego de una escena en que Guérande le reclama a Mazamette su desubicación.
Risas y fin del penúltimo episodio.
Te atrapé, pendeja!
10.- La terrible boda (57 min.)
Atormentada por atrapar a los asesinos de su esposo acude a una espiritista que
en realidad es parte de Los vampiros. Mazamette la sigue porque está interesado
en ella.
La ama de llaves es hipnotizada entonces para que les abra la puerta a las 2 de la
mañana. Mazamette descubre que mintió a Guérande y se queda preocupado. El
amor y los celos hacen que la vigile incluso de noche.
La mujer finge dormir y les dispara después, pero igual la toman prisionera.
La cámara sigue una bicicleta en movimiento manejada por Guérande que llega al
escondite.
Los Vampiros estaban celebrando el matrimonio de Irma con Venomous.
Mazamette llega con la policía. La banda trata de huir infructuosamente, mientras
Guérande esperaba la llegada de Mazamette hizo que la única vía de escape (el
balcón) esté fallado. Muchos mueren al caer de ahí incluido el recién casado:
Venomous.
Apreciación final
Debo confesar que cuando empecé a ver Les Vampires parecía una colina muy
alta, un pequeño Everest. La cámara siempre está estática y la escena está
trabajada para detallar los ambientes, el movimiento dentro del cuadro y
elementos más realistas, tal cual lo pensó el director. Por eso es que también se la
considera una de las obras maestras referentes a la profundidad de campo.
Por raro que parezca no me aburrí. Tampoco voy a decir que la pasé chancho,
pero sí seguí con relativo interés las aventuras de Guérande y Mazamette.
De las cosas que me gustaron están los múltiples escapes por los tejados,
escenas que tenían un dejo de poesía. Las acrobacias conseguidas con los saltos,
los deslizamientos, el descolgarse de un edificio de 7 pisos como lo hizo Musidora,
que dicho sea de paso hacía sus propias escenas de riesgo.
Hay una producción tanto de locaciones, vestuario y arte, importante y con muy
buenos resultados como la escena del Happy Shack o la de la bailarina que muere
en escena.
También me pareció simpática la idea de sacar y meter personajes para refrescar
la historia y no quedarse con el mismo villano los diez episodios. Si bien es cierto
que Irma se mantiene hasta el final, los villanos hombres rotan bastante.
Hay mucha astucia y creatividad en los elementos que se presentan como parte
del juego de Los Vampiros y su vida criminal: Puertas ocultas, pasadizos secretos,
potentes armas, venenos, gases, hipnosis, sedantes, etcéteras..
Más allá de eso, los episodios son bastante irregulares. El argumento tiene un
montón de baches e incongruencias, quizás debido a que los guiones eran
mayormente improvisados y partían de bosquejos del director que se pulían sobre
la marcha con los actores en escena.
¿Es una película necesaria, una película para ver antes de morir, así con sus casi
7 horas?
Hay cosas que admirarle a nivel estético y de manejo de la historia por la creación
de algunos climas y por saber llevar su historia durante 10 entregas a pesar de la
repetición de situaciones y elementos.
CURIOSIDADES
• Los que quieran lanzarse a la piscina de verla con sus propios ojos, acá el
link: Les Vampires
• Es considerada una de las producciones más largas.
• Debido a sus características, Les Vampires es considerada parte de una trilogía de
Feuillade en la que se incluyen: Fantómas y Judex.
• La idea de la banda Los Vampiros puede haber sido inspirada por la banda Los
Bonnot, grupo de ladrones que asoló Francia entre 1911 y 1912.
• Debido a la I Guerra Mundial, los actores a veces eran llamados al frente de
batalla y había que reemplazarlos.
• Este filme empleó tintes para las escenas que diferencien las horas del día en que
sucedían: ámbar para luz interior, verde para luz exterior, azul para la noche y
lavanda para los climas de clubes o amanecer.
• Se lanzó de a dos episodios y los primeros aparecieron en noviembre de 1915, los
últimos en junio de 1916.
• La policía forzó su censura diciendo que era una glorificación de la vida criminal y
que los dejaba mal parados, finalmente la censura se quitó y el filme continuó su
exhibición sin percances.
• Los tres actores protagónicos (Guérande, Mazamette e Irma Vep) fueron llamados
de nuevo para trabajar bajo las órdenes de Feuillade en sus películas Judex, Tih
Minh, Barrabas y Parisette.
• Hay una película de 1996 dirigida por Olivier Assayas que se llama Irma Vep cuya
trama gira en torno a un director de cine que intenta hacer un remake de Les
Vampires.
Fuente:
http://aullidosdelacalle.net/proyecto-1001-les-vampires-los-vampiros-1915/
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Retroscopia: Los vampiros (1915)
• Retroscopia
No nos movemos en Retroscopia del año 1915, pues será también el año en que verá la luz
Los Vampiros, escrita y dirigida por el enormemente prolífico –unas 600 películas a lo
largo de su carrera- cineasta francés Louis Feuillade.
Quizás el mayor hándicap de Los Vampiros sea su limitada calidad narrativa, algo que se
hace aún más patente si la comparamos con la película de la que hablamos la semana
pasada, El nacimiento de una nación, a años luz en este sentido. Este defecto puede
perdonarse al tener en cuenta los innumerables problemas de producción que tuvo que
superar: inmersa Francia en la Primera Guerra Mundial, muchos de los actores estaban o
fueron movilizados como soldados, lo que hacía que en muchas ocasiones no se supiera
exactamente quienes podrían participar en cada sesión de rodaje y hubiese que modificar el
guion o improvisar casi sobre la marcha. Por si esto fuera poco, también tuvo que
enfrentarse a la animadversión de la policía, que se veía maltratada en el desarrollo de la
historia, y que trató de solventarse dando a esta un papel más activo en las últimas entregas,
especialmente en el último capítulo.
Al margen de esto, Los Vampiros busca, básicamente, entretener al espectador, y en ese
sentido es indudable que el público de 1915 tuvo que quedar enganchado. Así encontramos
un buen número de escenas de acción que si bien muchas de ellas pueda parecernos hoy
día casi inocentes, fueron totalmente novedosas para la época: trepidantes persecuciones,
huidas espectaculares, uso de pasadizos secretos, saltos desde ventanas, drogas paralizantes,
violencia… la mayoría de las cuales fueron rodadas in situ en las propias calles de París al
no contar con presupuesto suficiente para la fabricación de decorados, y que supieron
compensar con una fabulosa fotografía.
Junto a ello encontramos a la primera femme fatale de la historia del cine: Irma Vep, un
personaje seductor, desinhibido, independiente, atrayente e hipnótico, totalmente innovador
y rompedor en su época y que proporcionaría a la actriz que le dio vida, Jeanne Roques–
más conocida como Musidora- gran fama en el mundo del cine.
En definitiva, una película de culto que ha resultado una inspiración para multitud de
profesionales del cine (en 1996 la homenajeó Olivier Assayas con su película “Irma Vep”)
y que nos presenta tanto la estructura posterior clásica del thriller como la que seguirán,
incluso hoy día, muchos seriales: historias independientes, pero unidas por un nexo común,
héroes y villanos irreconciliables en eterna confrontación, y la aparición de un personaje
secundario como ayudante, dando un contrapunto cómico a los héroes.
El inicio de las series, con diez capítulos llenos de efectos especiales, persecuciones,
intriga, muerte y una malvada tan peligrosa como atrayente ¿qué más se puede pedir?
Manuel Castellano
Aficionado al arte en casi todas sus formas y cinéfilo sin remedio. Me licencié en Historia
y, mientras recorro el eterno camino del opositor he encontrado tiempo para engañar a
Borja Jiménez y que me deje participar en Objetivo Cine
Fuente:
http://www.objetivocine.es/los-vampiros/