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El Bautismo en agua

El bautismo de Jesús y la orden de bautizar


El bautismo cristiano tiene sus raíces en la acción salvífica de Jesús. El que el mismo Jesús
se sometiera al bautismo de Juan (Me 1, 9 par) demostraba y realizaba su solidaridad con
los hombres pecadores; el cielo abierto y la voz divina distinguen el bautismo de Jesús
como un paso del movimiento salvador y prometen la revelación del reino en la obra
completa del mesías. La autorización del bautismo durante la vida pública de Jesús (Jn 4,1
ss) era provisional; en efecto, la orden expresa de bautizar se es después de la resurrección,
cuando se ha realizado la redención, y se ha concedido al Señor resucitado una autoridad
universal y está ya en marcha la misión de la iglesia en el mundo (Mt 28, 18 ss).
El bautismo constituía un paso de obediencia permanente, y es por esta razón se convirtió
en sinónimo de salvación. Así pues decir que alguien se bautizaba para ser perdonado, era
lo mismo que afirmar su salvación.

Efesios 4:5 Un Bautismo, una referencia probable al bautismo en agua que viene después
de la salvación, y que también es su confesión pública de fe en Jesucristo. El bautismo
espiritual, por el cual todos los creyentes son introducidos al cuerpo de Cristo (1Co.12:11-
13) está implícito en el v.4.

El bautismo «responsable» implica siempre la disposición a hacer que ese amor resulte
trasparente en la propia existencia para el mundo que nos rodea. El bautismo es el signo
sacramental del Nuevo Pacto. Es el símbolo que Dios utiliza para sellar su palabra en los
escogidos de que están incluidos en el pacto de la gracia. El bautismo significa varias cosas.
En primera instancia, es un signo del lavamiento y la remisión de los pecados. También
significa que hemos sido regenerados por el Espíritu Santo, sepultados y resucitados
juntamente con Cristo, que el Espíritu Santo ha venido a morar dentro nuestro, que hemos
sido adoptados por la familia de Dios y que hemos sido santificados por el Espíritu
Santo. El bautismo simboliza el hecho de que ha tenido lugar la regeneración interna.
El bautismo fue instituido por Cristo y debe ser administrado en el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo. El signo externo no transmite automáticamente o por medio de
magia las realidades que significa. Por ejemplo, aunque el bautismo significa la
regeneración, o el nuevo nacimiento, no transmite automáticamente este nuevo nacimiento.
El poder del bautismo no está en el agua sino en el poder de Dios. El bautismo significa el
lavamiento con agua. El mandamiento a bautizar puede ser cumplido por inmersión, por
aspersión o por ablución. La palabra griega bautizar incluye cualquiera de estas tres
posibilidades. Bautismo es un signo de la promesa de Dios de salvar a todos quienes creen
en Cristo. Como es una promesa de Dios, la validez de esta promesa depende del carácter
fiel de Dios. Como el bautismo es el signo de la promesa de Dios, no debe ser administrado
a una persona más de una vez. Hemos explicado arriba que el bautismo simboliza
regeneración o renacimiento espiritual. Romanos6:3-4 no habla del bautismo en agua:
Pablo habla en sentido metafórico. Todos los cristianos al depositar su fe en Jesucristo para
salvación, han sido sumergidos en la persona de Él, en un sentido espiritual, unidos e
identificados con Él. (cp. 1Co. 6:17; 10:2; Gá. 3:27). Es indudable que el propósito del
bautismo en agua es ilustras esta realidad y mostrar la transformación de los justificados.
El Bautismo es un sacramento: ¿Sacramento u Ordenanza?

La palabra sacramento se utilizó históricamente para referirse a algo que era sagrado. La
palabra latina sacramentum se utilizó para traducir la palabra del Nuevo Testamento
misterio. En un sentido amplio todos los ritos y ceremonias religiosas pueden ser
Llamados sacramentos. Con el tiempo, la palabra sacramento tomó un significado más
restricto y preciso, definidos como un signo visible por el que Dios ofrece su promesa de
gracia de una manera externa. Los signos externos sellan y confirman las promesas
Del pacto de Dios. Los sacramentos consisten en algún elemento visible como el agua, el
pan o el vino; una acción determinada ordenada por Dios en asociación con el signo; y un
Beneficio redentor brindado al creyente.

Los sacramentos son los medios verdaderos de gracia que transmiten las promesas de Dios.
Su poder no reside en los propios elementos, sino en Dios, del que son signos. Su poder no
depende tampoco del carácter o de la fe de quienes los administran, sino
De la integridad de Dios. Los sacramentos son formas no verbales de comunicación.
Nunca fue la intención que se sostuvieran por sí solos sin refer. encia a la Palabra de Dios.
Los sacramentos confirman la Palabra de Dios, de modo que la administración de los
sacramentos y la predicación de la Palabra van siempre juntas. La salvación no proviene
por medio de los sacramentos. La salvación es por la fe en Cristo. Sin embargo, ahí donde
la fe esté presente, los sacramentos no serán ignorados ni dejados de lado. Forman una
parte vital de la adoración a Dios y del desarrollo de la vida cristiana. Aunque los
sacramentos implican el uso de formas externas, no deben ser despreciados como
formalismos o rituales vacíos. Si bien pueden corromperse y convertirse en rituales vacíos,
no deben ser rechazados. Sin duda que constituyen rituales, pero han sido rituales
instituidos por Dios y por lo tanto debemos participar de ellos con gozo y solemnemente.
La iglesia Católica romana su argumento

Ludwig Ott, en su Fundamentals of Catholic Dogma, explica que mediante el sacramento


Del bautismo una persona «renace espiritualmente».4 Luego añade que el bautismo
Es necesario para la salvación y deben realizarlo sólo los sacerdotes.5

Efecto del bautismo


Hemos explicado arriba que el bautismo simboliza regeneración o renacimiento espiritual.
Pero, ¿sólo simboliza? ¿Acaso hay alguna otra manera en que también es un «medio
De gracia», o sea, un medio que el Espíritu Santo usa para dar bendición a las
Personas? Parece apropiado decir que cuando se realiza el bautismo como es debido, por
Supuesto que también da cierto beneficio espiritual a los creyentes. Hay la bendición del
Favor de Dios que se recibe mediante la obediencia, así como la alegría que produce la
Profesión pública de la fe del creyente, y la seguridad que da tener un cuadro físico claro
De lo que es morir y resucitar con Cristo y el lavamiento de los pecados. Es cierto que el
Señor nos dio el bautismo para fortalecer y animar nuestra fe; y debe ser así para todo el
Que es bautizado y para todo creyente que presencia un bautismo.
Conclusión

El bautismo, entonces, no es necesario para la salvación, pero sí es necesario para ser


Obedientes a Cristo, porque él ordenó que se bautizaran todos los que creen en él. La edad
de ser bautizados: La respuesta más directa es que deben tener edad suficiente para hacer
una creíble profesión de fe.

Cuando vemos evidencia convincente de una genuina vida espiritual y también cierto
Grado de entendimiento respecto al significado de confiar en Cristo, el bautismo es
apropiado.

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