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JURISPRUDENCIA
CSJN/AR & CORTE IDH
PERÍODO 2017
CUADERNILLO MÓDULO A
CASOS INSTITUCIONALES Y DE GARANTÍAS PENALES
ÍNDICE
1
A PROPÓSITO DE ESTE MATERIAL
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ACOSTA S/ IMPUGNACIÓN DE PRECANDIDATOS FRENTE JUSTICIALISTA RIOJANO1
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penal, en especial el derecho a la revisión de las sentencias
condenatorias (Fallos: 328:3399; 337:901, entre otros).
De este modo, el tribunal a quo se limitó a otorgar carácter vinculante a
expresiones generales contenidas en una sentencia anterior con total
desconexión del marco normativo aplicable. Así, en el pronunciamiento
dictado en el expediente “Municipalidad de la Capital c. Isabel A. de
Elortondo”, esta Corte sostuvo que “cualquiera que sea la generalidad de los
conceptos empleados por el Tribunal en esos fallos, ellos no pueden
entenderse sino con relación á las circunstancias del caso que los motivó,
siendo, como es, una máxima de derecho, que las expresiones generales
empleadas en las decisiones judiciales deben tomarse siempre en conexión
con el caso en el cual se usan...” (Fallos: 33:162, considerando 26; Fallos:
332:1963, voto de la jueza Argibay).
En este sentido, esta Corte ha descalificado sentencias que, como en el caso,
han aplicado la doctrina de un precedente a controversias en los que no se
presentaban las mismas circunstancias debatidas en ese trámite (Fallos:
329:5019 y 335:2028, entre otros).
SCHIFFRIN2
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Aunque la Corte conforma mayoría a través de votos separados de
Lorenzetti, Maqueda y Rosatti, el fallo deja expresos los siguientes puntos de
concordancia como doctrina común:
a) La Convención reformadora actúa como poder constituyente derivado,
reuniéndose con la finalidad de modificar, o no, sólo aquellas cláusulas
constitucionales que el Congreso declaró que podían ser reformadas.
b) Dentro de los límites de la competencia habilitada, la Convención
Constituyente es libre para determinar si lleva a cabo la reforma y, en su
caso, para definir el contenido de las disposiciones constitucionales que
modificará.
c) El control judicial de la actuación de una Convención Constituyente debe
adoptar la máxima deferencia hacia el órgano reformador, acorde al alto
grado de legitimidad y representatividad que tiene la voluntad soberana del
pueblo expresada a través de la Convención Constituyente. En caso de duda
debe optarse por la plenitud de poderes de esa Convención.
d) La ley 24.309 (artículo 3°, tema e), al habilitar a la Asamblea reformadora
de 1994 a actualizar las atribuciones del Congreso y del Poder Ejecutivo
contenidas en la Constitución Nacional, incluyó los diversos componentes
del proceso de designación de los jueces federales que impera en nuestro
país.
e) Esa habilitación sostiene la conclusión de que la necesaria intervención de
los Poderes Ejecutivo y Legislativo -cuando los jueces federales alcanzan la
edad de 75 años- aparece razonablemente como una de las modalidades
posibles reservadas a la Convención Constituyente.
f) La única vez en la historia argentina en que la máxima autoridad del Poder
Judicial declaró la nulidad de una cláusula de la Constitución Nacional fue
en el caso “Fayt” de Fallos 322:1616, sentencia en la cual la Corte había
puesto en ejercicio un control restrictivo sobre el juicio de compatibilidad
material entre los temas habilitados y las cláusulas adoptadas, que limita
severamente la competencia del órgano reformador.
g) La doctrina utilizada en el caso “Fayt” debe ser abandonada y sustituida por
un nuevo estándar de control, que sea deferente y respetuoso de la
voluntad soberana del pueblo.
h) La aplicación de la nueva doctrina lleva a concluir que la convención
constituyente de 1994 no ha excedido los límites de su competencia al
incorporar la cláusula del art. 99, inc. 4°, tercer párrafo, de la Constitución
Nacional. Ni tampoco ha vulnerado el principio de independencia judicial,
que hace a la esencia de la forma republicana de gobierno; ello así, en tanto
el límite de edad modifica únicamente el carácter vitalicio del cargo, pero no
la garantía de inamovilidad de los jueces.
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Lorenzetti sobre la garantía de inamovilidad de magistrados
“es necesario precisar que los precedentes deben ser mantenidos por esta
Corte Suprema y respetados por los tribunales de grado, por una
importante y evidente razón de seguridad jurídica”.
“es deseable y conveniente que los pronunciamientos de esta Corte sean
debidamente considerados y consecuentemente seguidos en los casos
ulteriores, a fin de preservar la seguridad jurídica que resulta de dar una
guía clara para la conducta de los individuos;... más con parejo énfasis cabe
igualmente aceptar que esa regla no es absoluta ni rígida con un grado tal
que impida toda modificación en la jurisprudencia establecida...” debiendo
existir “causas suficientemente graves, como para hacer ineludible tal
cambio de criterio” (Fallos: 248:115; 329:759; 337:47).
“La carga argumentativa de modificarlo corresponde a quien pretende
apartarse del precedente, debiendo ser excepcional y fundada”.
“Es importante señalar que, en los últimos diez años esta Corte modificó
numerosos precedentes, en materia previsional, laboral, ambiental,
derechos fundamentales, lesa humanidad, penal, y otros, invocando una
razón fundada que fue la plena aplicación de la reforma constitucional del
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año 1994. Es decir que en esos casos hubo una justificación basada en el
cambio sustancial en el ordenamiento constitucional o en razones de
excepción”.
Sobre este tema, Rosatti acota en su voto que el seguimiento del precedente
La disidencia de Rosenkrantz
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MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES S/ EXHORTO3
Voto del Juez Rosatti. Por su parte, el juez Rosatti en su voto compartió, en
lo sustancial, los argumentos expuestos y reivindicó el margen de apreciación
nacional de la Corte Suprema en la aplicación de las decisiones internacionales
(con base en los arts. 75 inc. 22 y 27 de la Constitución Nacional).
El juez agregó, que en un contexto de “diálogo jurisprudencial” que
maximice la vigencia de los derechos en juego sin afectar la institucionalidad, la
Corte Interamericana de Derechos Humanos es la máxima intérprete de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (llamada Pacto de San José de
Costa Rica) y la Corte Suprema de Justicia de la Nación es la máxima intérprete de
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la Constitución Nacional, por lo que hay que lograr que sus criterios –en cada caso
concreto- se complementen y no colisionen.
Concluyó que la reparación encuentra adecuada satisfacción mediante las
medidas de publicación del pronunciamiento internacional y el pago de la
indemnización ordenado por la Corte Interamericana, no resultando posible la
revocación formal del decisorio de la Corte Suprema nacional.
RESOLUCIÓN 4015/20174
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MUIÑA (EN “BIGNONE Y OTRO S/ RECURSO EXTRAORDINARIO”)5
5Bignone, Reynaldo Benito Antonio y otro s/ recurso extraordinario, 03/05/2017, Fallos 340:549.
Nota de referencia: http://www.cij.gov.ar/nota-25746-La-Corte-Suprema--por-mayor-a--declar--
aplicable-el-c-mputo-del-2x1-para-la-prisi-n-en-un-caso-de-delitos-de-lesa-humanidad.html
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haciendo hincapié en que en un estado democrático los cambios de valoración se
documentan mediante la sanción de nuevas leyes de acuerdo con el procedimiento
constitucionalmente establecido, lo que entre nosotros sucedió con la sanción de la
ley 24.390 que, justamente, concedía este beneficio.
A todo evento, los Jueces Highton y Rosenkrantz sostuvieron que aun si
hubiera alguna duda sobre la aplicabilidad del artículo 2 del Código Penal a delitos
como los cometidos por Muiña, debe resolverse en favor del acusado en virtud de
las exigencias del principio de legalidad, y que las conclusiones que en derecho
corresponde aplicar en el caso no pueden ser conmovidas por el hecho de que el
nombrado hubiera sido condenado por la comisión de delitos de lesa humanidad,
pues en el texto de la ley 24.390 no se hace excepción respecto de tales delitos.
En su voto conjunto recordaron que la solución que propugnaban era,
además, aquella internacionalmente aceptada, incluso para el caso de los delitos de
lesa humanidad. Mencionaron al respecto que el Estatuto de Roma -instrumento
constitutivo de la Corte Penal Internacional, tribunal permanente establecido para
juzgar a los individuos responsables de los más graves delitos que afectan al
mundo entero, tales como genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la
humanidad, cuya implementación se aprobó en nuestro país a través de la ley
26.200-, incorpora el principio de ley penal más benigna en su artículo 24.2 y que
tribunales internacionales como el Tribunal Penal Internacional para la ex
Yugoslavia encargados de juzgar violaciones a los derechos humanos han
reconocido el carácter imperativo de la aplicación de dicho principio.
Finalmente afirmaron también que la mejor respuesta que una sociedad
respetuosa de la ley puede darle a la comisión de delitos de lesa humanidad, y la
única manera de no parecerse a aquello que se combate y se reprueba, es el
estricto cumplimiento de las leyes y de los principios que caracterizan el Estado de
Derecho lo que en el caso exigía hacer lugar a la pretensión de Muiña.
Voto del juez Rosatti. En su voto, que conforma con sus fundamentos la
mayoría, el juez Rosatti expuso el dilema moral que plantea en el juzgador la
aplicación de un criterio de benignidad a condenados por delitos de lesa
humanidad, para concluir que este dilema debe ser resuelto con la estricta
aplicación de la Constitución y las leyes. Afirmó que si el legislador no previó un
régimen diferenciado que excluyera la aplicación de la ley penal más benigna a los
delitos de lesa humanidad no lo puede hacer ahora el juez, pues de otro modo éste
se convertiría en aquel, violentándose el principio constitucional de división de
poderes.
Agregó el magistrado que tal conclusión no supone desconocer que los
delitos de lesa humanidad expresan el estadio más degradado en que ha caído la
naturaleza humana, y tampoco conlleva ignorar que el régimen durante el cual se
perpetraron los ilícitos probados en la causa descendió a niveles de inhumanidad
nunca vistos en nuestro país desde la sanción de la Constitución Nacional.
Pero un Estado de Derecho, agregó el juez Rosatti, no es aquel que combate
a la barbarie apartándose del ordenamiento jurídico sino respetando los derechos
y garantías que han sido establecidos para todos, aun para los condenados por
delitos aberrantes. La humanidad contra la cual fueron cometidos estos crímenes
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exige del Estado de Derecho la necesaria imparcialidad en la aplicación de las leyes
referidas a su juzgamiento, pues de lo contrario se correría el riesgo de recorrer el
mismo camino de declive moral que se transitó en el pasado.
No hubo un cambio que supusiera valoración social más benigna del delito
El derecho a la aplicación retroactiva de una ley más benigna requiere la
evaluación de si la ley posterior al hecho es la expresión de un cambio en la
valoración de la clase de delito correspondiente a los hechos de la causa,
pues sólo en ese caso el imputado por la comisión de un delito tiene un
derecho federal a la aplicación de ésta.
La regla del cómputo de la detención y de la pena del art. 7º de la ley 24.390
—2x1— que no fue el resultado de un cambio en la reprobación de los
delitos de lesa humanidad, sino un mecanismo dirigido a limitar
temporalmente los encierros preventivos, para contenerlos dentro de los
plazos razonables tal como lo exige el art. 7.5 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, no es aplicable en el caso, en el que se juzgan
tales conductas.
En virtud de la calificación de los delitos de lesa humanidad que efectuara la
Corte Suprema de Justicia de la Nación, no es admisible que una ley cuya
finalidad fue limitar temporalmente la prisión preventiva como la ley
24.390, que es una medida procesal, pueda significar un cambio en la
valoración típica de delitos que tienen una dimensión que claramente
excede ese ámbito (del voto en disidencia del Dr. Lorenzetti).
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SALA, MILAGRO (FUEROS PARLASUR)6
6 CSJ 119/2017 - Sala, Milagro Amalia Ángela y otros s/ p. s. a. asociación ilícita, fraude a la
administración pública y extorsión, 05/12/2017. Nota de referencia: http://www.cij.gov.ar/nota-
28776-La-Corte-Suprema--por-unanimidad--rechaz--que-Milagro-Sala-posea-inmunidad-de-
arresto-como-parlamentaria-del-Mercosur.html
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Constitución Nacional y con relación a otras facultades y deberes que no sean las
que ésta expresamente les confiere.
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SALA, MILAGRO (PRISIÓN PREVENTIVA)7
7 Sala, Milagro Amalia Ángela y otros s/ p. s. a. asociación ilícita, fraude a la administración pública y
extorsión, CSJ 120/2017, 5/12/2017. Nota de referencia: http://www.cij.gov.ar/nota-28773-La-
Corte-Suprema-confirm--la-prisi-n-preventiva-de-Milagro-Sala-y-orden--que-se-cumpla-con-el-
fallo-de-la-CIDH-en-cuanto-al-arresto-domiciliario.html
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tienden a sostener la observancia de la Constitución Nacional” (cf. L.733.XLIII
“Lavado, Diego Jorge y otros c/Mendoza, Provincia de y otro”, resolución del 6 de
septiembre de 2006).
Lorenzetti y Highton, en su voto, señalaron que este requerimiento dirigido
a los tribunales locales no comprometía en nada las diversas opiniones sostenidas
por los miembros de esta Corte en el pronunciamiento dictado en el precedente
“Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto” (sentencia del 14 de febrero de
2017), ante la ostensible diversidad de situaciones. En efecto, en el referido
precedente había una sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, dictada por
esta propia Corte Suprema como última instancia, mientras que, en el presente, se
trata de medidas consustancialmente provisorias dictadas en un proceso penal en
trámite.
- En su concurrencia, el juez Rosatti consideró, una vez rechazado el
recurso que pedía la anulación de la prisión preventiva a la
imputada, que la Corte debía referirse a la modalidad de su
cumplimiento. En tal sentido, sostuvo que la situación de salud de
Sala -documentada en las constataciones oportunamente requeridas
por el máximo tribunal nacional, por la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (Resolución 23/2017 del 27 de julio de 2017) y
por la Corte Interamericana de Derecho Humanos (Resolución del 23
de noviembre de 2017)- imponía la necesidad de que la autoridad
judicial a cuya disposición se encuentra la detenida, adopte alguna de
las medidas alternativas a la prisión preventiva carcelaria sugeridas
en los documentos de mención, u otras que surjan del derecho
procesal provincial y que aseguren los mismos fines que aquellas.
- El juez Rosenkrantz, a diferencia de la mayoría, entendió que la
cuestión a resolver por esta Corte se refería únicamente a la
procedencia de la prisión preventiva pero no estaba en cuestión el
modo o las condiciones de detención de la acusada. En virtud de que
respecto de esta cuestión no había existido pronunciamiento previo
por parte de los tribunales de la causa, citando diversos precedentes
de la Corte que exigían para su intervención la decisión de dichos
tribunales, decidió enviar el expediente a la provincia de Jujuy para
que los tribunales competentes resuelvan respecto de las decisiones
adoptadas por los organismos del sistema interamericano de
derechos humanos.
-
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Los jueces de grado son quienes están en mejores condiciones para evaluar,
en virtud de su mayor inmediatez, las circunstancias fácticas relevantes que
pueden justificar la detención cautelar de una persona que todavía no ha
sido condenada.
El contralor de la decisión de someter a un imputado a prisión preventiva es
una tarea que este tribunal debe encarar con mesura, dado que según la
clásica definición dada hace más de cincuenta años en la causa “Estrada,
Eugenio” (Fallos 247:713) y reiterada hasta sus pronunciamientos más
recientes, solamente corresponde descalificar por arbitraria a una sentencia
judicial cuando contiene una equivocación tan grosera que aparece como
algo inconcebible dentro de una racional administración de justicia.
A., C. J.8
8A., C. J. s/ homicidio en ocasión de robo, portación ilegal de arma de fuego de uso civil s/ juicio s/
casación, 31/10/2017. Nota de referencia: http://www.diariojudicial.com/nota/79400
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Ante esto, la Corte va a remitirse a los fundamentos del procurador,
entendiendo que
Teniendo presente ese margen, aquel dictamen -que la Corte hace propio en
ese punto- concluye que al evaluar los fundamentos desarrollados en el fallo a
partir de las constancias del proceso y la gravedad del hecho imputado no se
advierte “arbitrariedad en el ejercicio de las facultades propias que aquellos
instrumentos reconocen a los jueces de la causa”.
Sin perjuicio de eso, y a modo de obiter dicta, la Corte recuerda el fallo de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos en la causa “Mendoza v. Argentina”,
del año 2013, donde se declaró que la legislación penal juvenil vigente en nuestro
país “no se ajusta a los estándares internacionales”.
Por ello, dijo la Corte Argentina, “cabe requerir al Poder Legislativo que en
un plazo razonable adecue, en lo pertinente, la legislación penal juvenil a los
estándares mínimos que surgen de los instrumentos internacionales sobre
derechos humanos incorporados a la Constitución Nacional —art. 75, inc. 22,
segundo párr., CN— y a los términos ordenados por el tribunal internacional”.
Al respecto, esa sentencia apuntó que, en caso de que las circunstancias
hayan cambiado y ya no sea necesaria la reclusión, “es deber de los Estados poner
a los niños en libertad, aun cuando no hayan cumplido la pena establecida en cada
caso concreto. A estos efectos, los Estados deben establecer en su legislación
programas de libertad anticipada”.
Siguiendo ese sendero, el meollo de la cuestión debatida en el expediente
radicó en que, como la ley 22.278 no tiene establecidos los presupuestos para que
el juez decida sobre "la posibilidad de la puesta en libertad” en el caso que llegara a
considerarse que la privación de libertad no continuara siendo necesaria, el
magistrado entonces no puede hacer el contralor judicial sobre ese aspecto.
Alegando que no puede “permanecer indiferente” ante “la gravedad de la
situación”, el Máximo Tribunal le requirió al Poder Legislativo que “en un plazo
razonable adecue”, en lo pertinente, la legislación penal juvenil a los estándares
mínimos de los tratados de Derechos Humanos con jerarquía constitucional y a los
lineamientos del fallo “Mendoza v. Argentina”.
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individualización de la pena como en su aplicación judicial. Por lo tanto, el
principio de proporcionalidad implica que cualquier respuesta a los niños
que hayan cometido un ilícito penal será en todo momento ajustada a sus
circunstancias como menores de edad y al delito, privilegiando su
reintegración a su familia y/o sociedad.
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ameritan un debate profundo y juicios de conveniencia, que exceden la
competencia de esta Corte” (Consid. 6).
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(296) La Corte destaca igualmente que al momento de los hechos el artículo
13 del Código Penal de la Nación contemplaba la libertad condicional para
las personas sancionadas con prisión y reclusión perpetuas, luego de
cumplidos 20 años de condena (…). Al respecto, como ya lo estableció el
Tribunal en esta Sentencia, dichas sanciones son contrarias a la Convención,
ya que este período fijo luego del cual podría solicitarse la excarcelación no
toma en cuenta las circunstancias de cada niño, las cuales se van
actualizando con el transcurso del tiempo y, en cualquier momento, podrían
demostrar un progreso que posibilitaría su reintegración en la sociedad.
Adicionalmente, el período previsto por el artículo 13 mencionado no
cumple con el estándar de revisión periódica de la pena privativa de
libertad (…). Todo lo contrario, es un plazo abiertamente desproporcionado
para que los niños puedan solicitar, por primera vez, la libertad, y puedan
reintegrarse a la sociedad, pues los niños son obligados a permanecer más
tiempo privados de la libertad, es decir 20 años, con el fin de poder solicitar
su eventual libertad, que el tiempo vivido antes de la comisión de los delitos
y de la imposición de la pena, tomando en cuenta que en Argentina las
personas mayores de 16 años y menores de 18 años son imputables,
conforme al artículo 2 de la Ley 22.278 (…).
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aquellos, como todos los postulantes que hubieran sido aprobados, tienen
idénticas posibilidades de ser designados”.
De esa forma, la Corte concluyó que el sistema diseñado por la Procuración
General “tiene en cuenta la idoneidad de los postulantes en diversas etapas del
proceso de selección”, ya que “primero, al realizarse una prueba de oposición que
permite determinar quiénes accederán a la etapa del sorteo, y luego de realizado el
sorteo, cuando el titular de la dependencia respectiva procede a seleccionar al
candidato”.
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