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ALUMNO:
Irribarren Retuerto Luis Fernando
DOCENTE:
Hidalgo Mendieta Fidel Julio
TEMA:
Saltos Tecnológicos
CURSO:
Introducción a la Minería
2018-I
1er SALTO TECNOLOGICO: ROTARY DRILL
El equipo o taladro de perforación rotatoria es un equipo
utilizado para perforar hoyos de gran profundidad en el
suelo, con el fin de drenar un yacimiento geológico de la
manera más económica y rápida posible. Es usado de
manera intermitente, ya que el funcionamiento del taladro
mismo y las operaciones conexas para realizar las
perforaciones requieren hacer pausas durante el curso de
los trabajos.
Los equipos de perforación rotatoria se clasifican en taladros
de perforación en tierra (on-shore) o taladro de perforación
costa afuera (off-shore). Sus características principales de
diseño son la movilidad, la flexibilidad y la profundidad
máxima de operación.
Los componentes del equipo de perforación, en general, son
comunes a ambos tipos de taladros de perforación. La única
diferencia de peso está en la utilización de un tubo de
extensión (riser de perforación) entre el piso de perforación
y el lecho marino cuando se perfora en un ambiente costa
marino
Perforación Rotary ha estado en uso ya en 3000 AC en China, y más tarde en
Egipto. El concepto de perforación rotatoria ha evolucionado y crecido con el
tiempo. Leonardo da Vinci creó un diseño para un taladro rotativo a principios de
los años 1500, se parecía mucho el método de perforación rotatoria empleada
hoy. A pesar de que la perforación rotatoria ha tenido un comienzo temprano, su
uso no ganar popularidad hasta finales de 1800 a principios de 1900.
Blandas 40 – 80 100 – 80
Medianas 80 – 120 80 – 60
Caracteristicas:
El taladro giratorio comprende un sistema básico de motores primarios, equipos
de elevación, equipos rotativos y equipos de circulación.
Equipo de elevacion
El equipo de elevación en un taladro giratorio se usa para subir y bajar la
herramienta dentro y fuera del orificio. Comprende una torre de perforación, una
estructura similar a una torre que se encuentra en un mástil sobre el agujero.
Además de actuar como soporte para la torre de perforación, también es
compatible con los cables y poleas que son responsables de elevar y bajar la
herramienta. Se adjunta al equipo de elevación un eslabón giratorio que
proporciona soporte para el peso de la sarta de perforación. El equipo de
elevación es un componente crucial porque estabiliza un taladro que puede
pesar más de 1,000 libras (454 kg).
Equipo rotativo
Este es un equipo que recibe energía del motor principal y utiliza esta potencia
para girar la broca. La potencia es constante y permite que el equipo rotativo
continúe sin interrupciones.
Sistema de circulación
El sistema de circulación enfría y lubrica la broca mientras gira continuamente.
Esto evita que el taladro se caliente demasiado. También elimina rocas y
desechos creados por la broca. Además, el sistema de circulación recubre las
paredes del pozo con una torta de barro para ayudar a facilitar la circulación.
Fuerza motriz
El motor principal es responsable de transmitir la potencia al equipo de rotación
y elevación, y al sistema de circulación.
Broca
El sistema rotativo no está completo sin una broca giratoria especial. Ubicada en
la parte inferior de la sarta de perforación, la broca es una punta dura y afilada
que penetra en la roca y la perfora rompiendo y desalojando la roca. Hay muchos
tipos diferentes de brocas adecuados para diferentes tipos de formaciones.
Debajo están los tres tipos principales de brocas:
Una cuchilla o broca de arrastre comprende acero y carburo de tungsteno. La
combinación produce una acción de corte adecuada para formaciones no
consolidadas.
En los años 1900 se inventó una broca rotativa con dientes de acero y era uno
de los tipos más comunes de brocas para todos los proyectos de perforación. La
broca con cono de rodillo de dientes largos se usó para formaciones más
blandas, mientras que la broca de dientes cortos se consideró mejor para las
duras. El resultado es una acción de corte producida por trituración y astillado.
Últimamente, el carburo de tungsteno se ha utilizado para obtener un resultado
más abrasivo, en lugar del granito o la cuarcita habituales.
Una broca compacta de diamante policristalino consiste en insertos de diamante
policristalino unidos a insertos de carburo. Son adecuados para las formaciones
más duras, más efectivas y de 40 a 50 veces más duras que las brocas de acero
tradicionales.
Historia:
Al principio se pensó que una herramienta neumática se había utilizado para la
perforación de roca en 1844. Muchas canteras usaban herramientas de mano
que requerían que el perforador se suspendiera de una cuerda sobre la cara de
la cantera para colocar el taladro en la posición requerida. Este sistema utilizaba
orificios de pequeño diámetro y no solo era terriblemente ineficiente, sino muy
peligroso debido a la voladura de rocas como resultado de la inexactitud del pozo
perforado.
Algunas canteras usaban máquinas de martillo primitivas que llevaban el martillo
en un mástil: la esbeltez de las barras de perforación que trabajaban con una
broca de diámetro relativamente grande causaba que los agujeros se desviaran,
lo que a veces significaba que un orificio podría terminar peligrosamente cerca
de su vecino o de hecho, estar más cerca de la faz de la cantera de lo que se
había pretendido. En cualquier caso, los pozos que no están alineados
correctamente y que luego son cargados con alto explosivo pueden ser
extremadamente peligrosos, lo que hace que la roca se proyecte más allá del
sitio previsto.
Las canteras más grandes usaban máquinas rotatorias grandes que requerían
grandes cantidades de empuje hacia abajo y altas velocidades de rotación para
impulsar la broca de triple cono lo suficientemente fuerte como para aplastar la
roca. Este sistema no se podía usar con éxito para agujeros de menos de 6
pulgadas (150 mm) y las máquinas eran muy costosas de comprar y ejecutar.
Otro sistema en uso era la herramienta de cable muy primitiva (o bash y splash
como era conocido por los perforadores) que causaba que una barra pesada y
un cincel se levantaran y cayeran sobre la roca para aplastarla mientras se
introducía agua para crear una suspensión , que en el proceso, permitió perforar
el agujero. Este sistema no podía garantizar un tamaño de agujero terminado y
solo se podían taladrar orificios verticales puros ya que el sistema básicamente
dependía de la gravedad. Los restos del orificio se sacaron mediante un tubo de
empacado con una válvula de clapeta, que periódicamente se dejaba caer sobre
un cabrestante para capturar la lechada, que luego se llevaba a la parte superior
del orificio para ser descargada.
El sistema DTH revolucionó completamente la industria de los barrenos con
muchas canteras que lo abrazaban con los brazos abiertos. Finalmente, los
sistemas más grandes de DTH se abrieron paso en otras aplicaciones, como la
perforación de pozos de agua y el trabajo de construcción.
APLICACIONES:
CONCEPTO.
- Alta flexibilidad.
- Gran movilidad.
- Alta productividad.
- Facilidad para comenzar un proyecto.
- Alto grado de utilización de los equipos.
Fabricantes:
- Clase de depósito
- Método de explotación a aplicar
- Secciones de las labores
- Volumen de mineral a extraer
- Distancias de recorrido
- Vías de tránsito
- Normalización de las operaciones
- Personal especializado
- Mantenimiento/reparación/talleres
- Disponibilidad de equipos
- Refeencia de los equipos a usar
- Vida útil, costos, etc.
4to SALTO TECNOLOGICO: MINERIA ESPACIAL
El concepto de «minería espacial» se comenzó a desarrollar a principios de los
años 90, pero se puso de moda el 25 de noviembre de 2015 cuando el presidente
Obama firmó la llamada «Ley del Espacio», aprobada por el Congreso de los
EE.UU., cuyo último título permite a las compañías del país la explotación minera
espacial y la apropiación de asteroides y otros «recursos espaciales» por parte
de personas privadas y empresas si consiguen la tecnología para desplazarse y
explotar esos cuerpos ricos en minerales como el platino, el oro, el hierro o el
agua. Deja claro la ley que quien sea capaz de recuperar recursos de un
asteroide tiene el derecho de «poseerlo, transportarlo, usarlo y venderlo». Esto
no es algo original, los americanos han traspasado las reglas del derecho
marítimo al espacio. Además, EE.UU. no puede reservarse derechos de
soberanía porque la reivindicación de cuerpos celestes por parte de los
gobiernos está expresamente prohibida en el Tratado Internacional del Espacio
Exterior, suscrito en el seno de la ONU en 1967, que establece que las naciones
no pueden tener territorios en el espacio. Es decir, ningún país puede reclamar
la propiedad exclusiva sobre ningún cuerpo celeste.
Por tanto, la carrera por la lucrativa exploración y explotación privada del espacio
ha comenzado y sólo falta que los avances tecnológicos lo permitan. Es algo en
lo que ya están inmersas empresas que han celebrado la aprobación de esta ley
que aclara el marco legal para un negocio que podría ser extremadamente
rentable y lanzar una fiebre del oro a nivel espacial. Estas compañías están
invirtiendo en desarrollar sondas capaces de aproximarse a los asteroides para
tratar de explotar sus recursos, que son innumerables, y andan como pollos sin
cabeza inventariando los candidatos más aptos para sus primeras expediciones
entre los cuerpos rocosos que orbitan la Tierra o se acumulan en el cinturón de
asteroides entre Marte y Júpiter.
Considerando que son unos 12.000 los asteroides que cada año pasan cerca de
la tierra, desde grandes rocas hasta piezas de varios kilómetros de diámetro, y
que en un 10% de ellos sería más fácil aterrizar que en la Luna, la fiebre por la
conquista de los asteroides está servida y la batalla por explotar comercialmente
las riquezas del espacio no ha hecho más que empezar. Más si tenemos en
cuenta que muchas de estas materias primas, tan necesarias para la industria
moderna, como el zinc, estaño, plata, cobre, plomo, antimonio, etc., podrían
agotarse en la Tierra a lo largo de este siglo.
Combustible espacial
Respecto a la Luna, también suscita este interés nuestro satélite para proveer la
energía futura requerida en la Tierra. Es la gran reserva de materias primas en
trance de agotarse en el planeta. Con los recursos naturales disminuyendo por
la alta demanda de la industria mundial y el crecimiento exponencial de la
población, la Luna presenta una abundancia del isótopo Helio-3, un gas
escasísimo en el planeta, que podría convertirse en el combustible ideal no
contaminante para una nueva generación de plantas nucleares a fusión
controlada. Eso por no hablar de la riqueza del suelo lunar en titanio, hierro y
aluminio. De ahí que Europa tenga puesto su objetivo en llegar a la Luna, como
Japón y México, que han previsto lanzar su primera misión al satélite dentro de
dos años, en 2018. Sin olvidar que un robot chino acaba de posarse hace pocos
días en la superficie lunar.
Queda claro que tanto la Luna como los asteroides son objeto de deseo de la
minería espacial y hay varios países y unas cuantas empresas volcadas en la
exploración y utilización de los recursos extraterrestres. Haciendo un poco de
historia, esto de la minería espacial tiene sus antecedentes en los especialistas
norteamericanos del Bureau of Mines, organismo minero oficial de los Estados
Unidos, que en el XV Congreso Mundial de Minería, celebrado aquí en Madrid
del 25 al 29 de mayo del mítico año 1992, o sea hace casi un cuarto de siglo, en
una ponencia titulada: Minería en el Espacio, trataron en profundidad y sin asomo
de fantasía las posibilidades reales de explotación minera en la Luna, incluyendo
los equipos de excavación y machaqueo que podrían utilizarse en esa nula
atmósfera, su transporte, mantenimiento y las posibilidades de utilizar
determinados compuestos minerales nativos de nuestro satélite, como la
ilmenita.
Material de construcción
Esto nos lleva a considerar la excavación del terreno y a considerar las máquinas
adecuadas para ello. No deja de tener su discreto encanto sumirse en cábalas
sobre cómo será el devenir de la maquinaria de obras públicas, construcción y
minería en este tercer milenio. Es posible que el futuro esté marcado por las
innovaciones más que por el perfeccionamiento de lo ya logrado, pero nunca se
sabe… Cuando hablamos de futuro, no podemos evitar que la imaginación se
dispare. Y con imaginación vamos a tratar de atisbar cómo será el mundo de la
maquinaria en el futuro y qué nos espera con la colonización del espacio.
Resumir el desarrollo que han tenido las máquinas durante la centuria pasada,
desde el punto de vista de su evolución, es una formidable tarea, aunque no
menos fascinante. Grande ha sido el esfuerzo que muchos pioneros, científicos,
técnicos y hombres de empresa con talento y visión de futuro han realizado en
este sector, fuera y dentro de nuestras fronteras.
Con las impresionantes máquinas actuales parece hasta fácil extraer materias
primas de un suelo arenoso y rocoso, como hacemos aquí, pero resulta evidente
que no va a ser tan sencillo en otros planetas, además de resultar duro y costoso.
Aunque las condiciones hostiles puedan ser muy similares a las de algunos
puntos de nuestro planeta, la maquinaria actual utilizada en la Tierra no
funcionaría en la Luna ni en Marte sin modificaciones radicales.
Por si todo esto fuera poco, habrá que añadir los asuntos relacionados con los
futuros operarios de las máquinas. El mayor obstáculo en los viajes tripulados al
espacio es el de los efectos que la ingravidez tiene sobre el cuerpo humano:
problemas cardiovasculares y de desplazamiento de fluidos, atrofia muscular,
pérdida de calcio en los huesos o anemia están aún por resolver; eso por no
hablar de los psíquicos y emotivos provocados por el aislamiento y la falta de
contacto social.
Como el primer aspecto en el que trabajarán las misiones espaciales será la
explotación de los recursos propios del suelo que estén pisando para obtener la
materia prima necesaria para subsistir y seguir avanzando, resulta inevitable
comenzar por la perforación del suelo y la excavación con un simple equipo de
arranque y carga, para continuar con el transporte hacia los procesos de
tratamiento de los minerales y su transformación. En cuanto al transporte del
material, desde el año 2004 los vehículos todo terreno Spirit, Opportunity y
Curiosity han recorrido muchos kilómetros sin grandes problemas porque son
pequeños comparados con los vehículos de gran tamaño que se necesitará para
transportar toneladas de rocas y arena en Marte, que se supone tendrían
mayores dificultades para desplazarse. La experiencia del Curiosity, el rover que
lleva en el planeta rojo desde 2012 con casi una tonelada de peso, servirá para
diseñar equipos capaces de desplazarse en el suelo marciano.
Para el procesado del mineral habrá que levantar las instalaciones pertinentes
en el lugar de la explotación y prevenir todo tipo de vicisitudes en la planta de
procesamiento. A favor cuenta que el mineral puede ser movido más fácilmente
debido a la baja gravedad, pero el conocimiento preciso de los suelos de Marte
será vital para el diseño de tolvas, molinos y cribas eficientes que no necesiten
apenas mantenimiento. Entender la física del material granular resulta esencial
para el diseño de grupos móviles de trituración adecuados para mover enormes
cantidades de sólidos pequeños, como la fina arena de Marte.
Estos equipos serán utilizados por control remoto y en su futuro trabajo espacial
la cabina será un refugio de urgencia para los operarios. La prueba es la novedad
presentada hace dos meses en Las Vegas por el fabricante Komatsu: el prototipo
de un nuevo dúmper rígido autónomo en el que destaca la ausencia de cabina,
pues no necesita operador a bordo para realizar sus labores de acarreo. Su
concepto ha sido desarrollado para maximizar el trabajo sin presencia humana,
el sistema de dirección está completamente automatizado y se optimiza en
función de las condiciones del trabajo, con suelos en mal estado, deslizantes,
clima adverso y espacios de carga y descarga complicados, es decir en
escenarios como la Luna o Marte. Aunque su tamaño es desproporcionado para
su uso en el espacio, el desarrollo de este concepto con su sistema de control
remoto y los sistemas autónomos de decisión incorporados, ayudarán a
pergeñar nuevos modelos adaptados a la minería espacial.
Contemplar el porvenir es mirar hacia delante con los pies puestos en el presente
y el pensamiento en el pasado. La ciencia, que es en última instancia quien ha
resuelto los problemas graves planteados a la humanidad durante el transcurso
de su historia, será la que nos saque del planeta y nos lleve a la conquista del
cosmos, entre otras razones porque será necesario el uso de la energía y los
recursos minerales del espacio para sostener la vida futura en la Tierra.
Nadie puede predecir con certeza ese futuro, o como decía Mark Twain: «Es
difícil hacer predicciones, sobre todo tratándose del futuro», pero estoy
convencido de que estamos en el principio de nuestra cita con el espacio.
Aunque a veces la realidad va más lenta que nuestros deseos, en el próximo
medio siglo habitaremos la Luna y Marte, estaremos rondando otros planetas del
sistema Solar y extraeremos con normalidad los minerales de los asteroides.
Hasta me atrevo a aventurar que nacerá el primer terrícola en una base espacial.
Esperemos que así sea y que este siglo XXI, que será otra centuria vertiginosa,
otros cien años que cambiarán de nuevo el mundo, nos traiga muchas
respuestas a tantas cuestiones que aún quedan por resolver y otros
descubrimientos que todavía no hemos sido capaces ni de soñar.