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Historia Del Carnaval en Bolivia
Historia Del Carnaval en Bolivia
ORURO
El carnaval de Oruro se
origina en las ancestrales
invocaciones andinas a la
Pachamama (Madre Tierra),
al Tío Supay (Diablo) de los
paraje mineros y a la Virgen
de la Candelaria.
Su honda espiritualidad y
magnetismo se ha gestado
en cinco grandes períodos.
El primero se extiende
desde la aparición de la
imagen de la Virgen de la
Candelaria en 1789, y su
revelación posterior en una
cueva del cerro “Pié de
Gallo”.
En su agonía fue trasladado por una virginal mujer del pueblo hasta su morada en
el socavón. Al día siguiente, fue enorme la sorpresa de los mineros de la zona que
al hallar el cadáver, se encontraron con la bella imagen de la Virgen de la
Candelaria custodiando la cabecera de la pobre cama del ratero.
Hacia 1825, la fiesta carnavalera se realizaba en las calles donde las pandillas
danzaban al son de guitarras, flautas y charangos, sendos bailecitos y
zamacuecas.
A fines del siglo XIX el carnaval se reestructuró, cuando los grupos pertenecientes
a la élite criolla organizaron una fiesta a la manera que se estilaba en Europa.
Recién muchas décadas después se introduciría los globos de látex. Además del
carnaval en el centro de la ciudad, se realizaban fiestas en las zonas periféricas o
semi urbanas, como Cala Cala y Jaihuayco. Allí el carnaval tenía un contenido
popular. Se libaba con chicha y se danzaban al son de música mestiza y popular.
Durante la primera mitad del siglo XX, existieron pocas innovaciones, salvo la
emergencia de grandes fiestas populares celebradas en los salones del Teatro
Achá o el teatro Rex, donde centenares se congregaban al son de música de
moda, sea tropical, tangos o boleros.
El carnaval sin embargo languideció, hasta que en 1974, cuando, como iniciativa
de Radio Centro, nació el actual Corso de Corsos, que con el correr del tiempo se
ha convertido en una fiesta intercultural que cobija en su seno distintas danzas,
trajes y participantes que expresan la diversidad de Cochabamba.
POTOSI
SANTA CRUZ
El "Carnaval grande de Sucre" tuvo una época de oro. Los mejores años fueron los
comprendidos entre 1920 y 1950. Era una manifestación de los distintos estratos
sociales los que, a través de corsos, entradas, juegos con mixturas de papel
picado, con agua, cascarones de agua perfumada y carros alegóricos, celebraban
alegremente por las calles de la colonial Sucre, acompañados de música
tradicional.
En algunas casas, las señoras y jovencitas esperaban a los varones bailarines con
emparedados de palta con locoto, picantes de pollo y lengua y rica chicha
chuquisaqueña. Estas costumbres han perdido terreno.
La Alcaldía de Sucre ha
iniciado una campaña de
rescate de este
acontecimiento popular,
aunque se han notado
elementos extraños,
sobre todo, en la entrada
del día domingo de
carnaval. La actitud es
digna de reconocimiento,
pero se deberá trabajar
más sobre todo en el
aspecto coreográfico y
musical de las
expresiones populares y
folklóricas de las diez
provincias del Departamento de Chuquisaca.
Jueves de Surapata.- Este día, las pandillas se dirigen al Morro de Surapata, donde
al son de salaques, bailecitos y cuecas, despiden el carnaval.
El carnaval tarijeño, al
igual que los carnavales
que se celebran en Bolivia,
tiene su origen en otras en
otras regiones del mundo,
es decir que es una
costumbre, hecha tradición
de acuerdo con su
significación relacionada
con las fiestas religiosas
del mundo cristiano
occidental, ya que tiene
una fecha variable, según las celebraciones de la Semana Santa.
En Tarija no se tiene una fecha exacta de su organización como tal; sin embargo,
se tienen referencias de que podría ser a principios del siglo XX
En el área rural del Beni, el Carnaval se celebra en el rancho, a donde llegan las
gentes en carretón adornado también con flores, a caballo, o en bueyes también
enflorados. Luego, pasados los bailes y libaciones, la caravana visita otros ranchos.
En cada sitio la comitiva se engrosa con el paso de los días: el carnaval llega a
todas partes. Acompañan esta peregrinación, numerosas bombillas y orquestas.
Las bombillas están formadas por una caja, un bombo y una flauta; las orquestas
por mandolinas, guitarras, y flautas, violines, concertinas y acordeones. Se baila
carnavalitos, machicas, zambas y taquiraris.
HISTORIA DEL CARNAVAL DE PANDO
Las demostraciones
de alegría
probablemente son las
más expresivas
mientras mejor
resuman las
manifestaciones de
diversos grupos
humanos. Y eso es lo
que pasa en la región
amazónica, en el norte
de Bolivia.
En la década del 40, cuando los precios de la goma colocaron a esta región entre
las más codiciadas del mundo, los carnavales hasta adoptaron el color de las
alcurnias y nobleza hasta adoptaron el color de las alcurnias hasta adoptaron el
color de las alcurnias y nobleza, en medio de trajes italianos o ingleses y bebidas
francesas y en embarcaciones lujosas que llegaban a lo que fue el Puerto de Bahía
(Cobija).