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Universidad Distrital Francisco José de Caldas

LECS - Ética ciudadana

Relatoría académica 14 de agosto de 2018


José David Morales – 20151155017

Siendo las 12:10 de la mañana del martes 14 de agosto, se da inicio a la sesión programada
de ética ciudadana leyendo la relatoría de la clase anterior.
Se retoman algunos puntos sobre las raíces indoeuropeas del castellano y se aclara que el
griego y el latín (mal hablados) no son las únicas lenguas que lo componen. Ya que el
castellano tiene aproximadamente 4000 vocablos árabes y específicamente el castellano
hablado en Colombia tiene palabras de la familia de lengua chibcha que se hablaba en el
altiplano cundiboyacense.
Para el tema que nos incumbe, la palabra Ética provine de griego Ethos = manera de hacer,
costumbre, hábito. Así pues, continúa el profesor, para entender la ética moderna o la ética
ciudadana hay que dirigir nuestra mirada y entendimiento a la antigua Grecia, ya que fue allí
donde, no solo surgió la palabra, sino el concepto y la ética como un saber específico.
Además de ser, junto con el cristianismo el germen de la cultura occidental.
Es cuando el profesor nos pregunta sobre textos griegos que conozcamos, a lo cual se
responde, la Ilíada, la Odisea, la Teogonía, etc.
Es la Ilíada, el poema épico más antiguo de occidente. Dentro del propio mundo griego, en su
época, la Ilíada y la Odisea se consideraban como las dos obras literarias más importantes e
influyentes. La epopeya troyana fue cantada durante siglos por los griegos, formó una especie
de identidad nacional entre la “élite” (o, aristocracia).
Como bien lo dijo el profe, aunque nos desviemos un poco, es preciso “contar” lo dicho por
Homero.
La Ilíada está escrita en hexámetros dactílicos (líneas métricas del griego arcaico) y tiene
alrededor de 16.000 versos, los cuales se dividen en 24 cantos.
La narración comienza con la cólera de Aquiles contra el rey de los aqueos, Agamenón, que
ha decidido quedarse con la esclava favorita de Aquiles, Briseida.
A modo de venganza, Aquiles decide retirar sus ejércitos y el ejército aqueo se ve reducido
por los troyanos.
En este momento, Patroclo, primo y amigo íntimo de Aquiles decide ponerse las armaduras de
Aquiles e ir a la batalla, con tan mala suerte que lucha contra Héctor, hijo del rey troyano
Príamo y príncipe de Troya, y acaba muriendo derrotado por Héctor.
Cuando Aquiles se entera de esto, decide vengarse y luchar contra los troyanos hasta dar
muerte a Héctor, el asesino de su primo.
Antes, los troyanos no habían querido devolver el cadáver de Patroclo a Aquiles para
enterrarlo en paz, entonces, cuando Aquiles mata a Héctor, amarra el cadáver de éste a su
carro y lo arrastra por toda la playa de Troya, con el fin de humillarlo.
Desolado por la pérdida de su hijo amado, el rey Príamo baja a la playa de Troya, al
campamento de los aqueos para suplicarle a Aquiles que le devuelva el cadáver de su hijo y
así poder enterrarlo en paz. Ante este acto paternal y sentimental, el héroe Aquiles se ve
conmovido y decide darle al rey troyano lo que pide, ya que ambos están en la misma
situación, es decir, llorando la muerte de sus seres más queridos.
El argumento o la temática central gira alrededor de la cólera de Aquiles, ya que el texto se
centra en los hechos acontecidos durante los últimos años de la Guerra de Troya. De hecho,
el nombre de la Ilíada procede del nombre griego de la ciudad de Troya; esto es, Ilión.
Antes de continuar, es preciso contextualizar histórica y arqueológicamente las obras
Homéricas, apunte mío y no de la clase.
La civilización griega en su primera manifestación —cuyos testimonios son casi
exclusivamente arqueológicos—conocida con el nombre de civilización micénica, floreció
sobre todo en el Peloponeso por obra de estirpes indoeuropeas que habían llegado —con
infiltración o con la violencia— tanto en el continente como en las islas, inclusive a la misma
Creta, una potente civilización anterior: la egeo-cretense o minoica.
Por historiadores griegos1 y hallazgos arqueológicos sabemos de la civilización minoica que
fue una espléndida civilización comercial, que se expandió por una buena parte del
Mediterráneo oriental que en un primer momento absorbió en su órbita a los recién llegados
helenos (o aqueos, como los llama Homero), que debieron haber asimilado muchos
elementos de la cultura cretense, acabó siendo vencida por éstos2.
La civilización que Homero describe no es la micénica. Entre la guerra de Troya y la edad de
Homero (hacia el siglo IX a. C.) sucede un acontecimiento singular y catastrófico que hizo
retroceder violentamente la cultura griega a un estadio de barbarie guerrera: la invasión de los
dorios, también helenos pero desprovistos de toda civilización.
Si bien Homero canta hazañas referidas a acontecimientos históricos de dos o tres siglos
antes, las cubre de las costumbres familiares de él, propias de una especie de sociedad
feudal que acaba de salir de una oscura tosquedad pero que ya daba muestras de “finura”,
sobre todo en la Ilíada, y había progresado más en la vida civilizada (como se ve por la
sociedad representada en la Odisea, contemporánea del poeta o casi).
Y para finalizar mi intromisión impertinente, dice Karl Lachmann, experto en la “cuestión
homérica”, “verdad es que hay en Homero un deliberado esfuerzo “arcaizante”, de tal modo
que en el conjunto se insertan reminiscencias efectivamente micénicas e incluso minoicas;
pero la estructura general del todo responde a una civilización posterior a la invasión dórica.

1
Heròdoto y Tucìdides.
2
Nicola Abbagnano, Visalberghi, A. Historia de la Pedagogía. Pág. 19.
Entendido que no puede haber certeza absoluta en cuestiones como éstas, acerca de las
cuales no hay nada que no se haya puesto en tela de juicio, empezando con la existencia
misma de Homero”3.
En las narraciones homéricas, siempre se entremezclan héroes y dioses, unos dioses
caprichosos toman partida en los asuntos de los mortales. Empezamos a nombrar dioses
griegos y sus correspondientes romanos, Dionisos-Baco, Hermes-Mercurio, Éfeso-Vulcano,
etc.
Así pues, pasa el profesor a hablar de Hesíodo y la Teogonía.
La Teogonía es un grandioso intento no sólo de dar orden lógico y genealógico al conjunto de
las divinidades tradicionales, sino de representar con mitos poéticos el origen mismo del
universo. Del Caos original surgieron primero Erebo (las profundidades de la Tierra) y la
Noche, después el Éter y el Día, y luego Urano (el Cielo) y el Mar. De Urano nacieron los
Titanes, uno de los cuales, Cronos, mutiló y depuso a su padre; a su vez, fue derrocado por
su hijo Zeus o Júpiter quien venció a los Titanes e impuso en el mundo el orden y la justicia. A
todas estas generaciones preside una fuerza primigenia, la más antigua: Eros o el Amor.

Se da por terminada la clase siendo la 1:50 pm.

3
Consideraciones sobre la Iliada de Homero (1837), Karl Lachmann.

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