Está en la página 1de 3

Más de 187 mil ecuatorianos protegen los bosques en el país

La próxima vez que esté frente a un río piense en el árbol que está al pie del afluente. Es
precisamente de los bosques de donde emana el 75% del agua dulce accesible en el mundo.
Aproximadamente un tercio de las mayores ciudades del mundo obtiene una parte importante de
su agua potable directamente de zonas forestales protegidas. Piense por ejemplo en Bombay,
Bogotá y Nueva York que dependen de los bosques para su suministro hídrico. Este porcentaje se
elevará a medida que los núcleos urbanos crezcan en tamaño y población. Y por si fuera poco, en
2050 habrá 2.300 millones más de personas viviendo en las cuencas fluviales en condiciones de
grave estrés hídrico, especialmente en el norte y el sur de África y en Asia meridional y central.
Los datos de la FAO, a propósito del Día Mundial de los Bosques, explican que los árboles actúan
como filtros naturales de agua y de allí lo vital que es preservarlos. Ecuador lleva un paso adelante
en la tarea de preservación gracias a su programa Socio Bosque. Entre septiembre de 2008 y
diciembre de 2015 este proyecto estatal ha suscrito 2.775 convenios, beneficiando a más de 187
mil personas de organizaciones de base y de las nacionalidades: aí cofán, andwa, awá, achuar,
chachi, kichwa, sekopai, shuar, shiwiar, sápara, waorani y de pueblos afroecuatorianos, montubios
y mestizos. Ellos hoy son los guardianes de un millón 500 mil hectáreas de bosques, manglares y
páramos en el país. La inversión de Socio Bosque, desde su creación en 2008, alcanza los $ 55,6
millones. Durante 2015, la cooperación externa no reembolsable y el sector privado ecuatoriano
aportaron el 23% de los fondos anuales de la iniciativa. ¿En qué consiste Socio Bosque? Primero,
según explica el Ministerio del Ambiente, ningún propietario u organización de una parcela es
obligado a participar. Luego de una respectiva socialización y consulta en el caso de los pueblos y
nacionalidades, los propietarios firman un convenio de conservación con el MAE. Luego se
transfiere un incentivo económico por cada hectárea, de forma directa a sus propietarios. El monto
inicial es de $ 60 por hectárea al año y el dinero está “condicionado a la protección y conservación
de los bosques, lo que significa que las personas reciben el incentivo una vez cumplen con las
condiciones de seguimiento que se determinan en el convenio”, indican los responsables del
programa. El convenio por el cual los propietarios del predio se comprometen a conservar el área
inscrita en Socio Bosque tiene una duración de 20 años. En 2015 la iniciativa estatal arrancó con
la implementación de un nuevo incentivo (no monetario) que consiste en el apoyo de 5 cadenas
productivas asociadas al uso sostenible de la biodiversidad o bioemprendimientos y relacionadas
con el cambio de matriz productiva. El personal técnico a cargo de Socio Bosque destaca que
nunca antes en la historia de Ecuador había existido un programa similar de conservación. Tal ha
sido su impacto que Perú importó la experiencia y en Pando (Bolivia) se realiza un proyecto
similar. Además de que existe interés de otros países. Por ejemplo, el gobierno alemán reconoció
el esfuerzo y ha entregado una donación por 21,5 millones de euros, en un plazo de 5 años. En los
siguientes años se tiene previsto recaudar desde el sector externo y privado nacional hasta el 50%
de fondos anuales para el programa. Entre los aportantes se encuentran Alemania, Noruega, la
ONG Conservation International y General Motors Ecuador. Pero el MAE no solo ha incentivado
a lo largo de estos años al proyecto Socio Bosque, también ha emprendido campañas de
reforestación. El año pasado la Siembratón colocó 765 mil plantas en un área de 2.269 hectáreas.
Y en 2016 se efectuará cuatro eventos de reforestación. Uno de ellos fue ayer, con la participación
de 20 mil voluntarios. La meta fue sembrar 300 mil árboles en sitios clave de todo el país,
cubriendo un área de 1.100 hectáreas. (Sociedad, 2018)
Sociedad, R. (2018). Más de 187 mil ecuatorianos protegen los bosques en el país. Retrieved from
https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/702/1/mas-de-187-mil-ecuatorianos-protegen-los-
bosques-en-el-pais

Protegiendo los bosques nublados de los Andes del sur de Ecuador

Los bosques nublados andinos son una prioridad para la conservación de la biodiversidad en el
mundo. Estos ecosistemas, particularmente los ubicados al sur de Ecuador, mantienen los índices
mas altos de endemismo de plantas del país. Pero lastimosamente, estan seriamente amenazados
por las actividades humanas.

Además de la biodiversidad, la protección de los ecosistemas andinos de bosque nublado, es


crucial debido a la gran variedad de servicios ambientales que prestan, tales como suministro de
agua para consumo humano y generación de energía eléctrica. De hecho, los bosques nublados de
esta área son la fuente de cuatro ríos binacionales, que abastecen de agua a cerca de 2 millones de
personas en Ecuador y Perú.

Desde 1997, NCI junto con la Fundación Alemana para la Investigación, DFG, han desarrollado,
en este ecosistema espectacular, el programa científico más importante del gobierno alemán fuera
de su territorio. El programa se ejecuta en la Estación Científica San Francisco y sus alrededores;
la Estación fue creada para albergar y educar a un flujo continuo de investigadores ecuatorianos e
internacionales. Hasta ahora, el programa ha generado abundante y valiosa información, para el
manejo de los ecosistemas de montaña del sur de Ecuador.

Uno de los logros más importantes de NCI y de otras instituciones de la región, fue la declaratoria
de la Reserva de Biosfera Podocarpus-El Cóndor , por parte de la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). La reserva incluye una superficie
de 1.140.000 hectáreas, de bosque nublado andino, páramo y otros ecosistemas importantes de la
región sur de Ecuador.

En la Reserva de Biosfera, NCI trabaja con los pobladores locales para establecer y manejar zonas
protegidas y sus zonas de amortiguamiento, como el Area de Conservación y Desarrollo Colambo-
Yacuri (73.000 hectáreas) y la Reserva Comunal Bosque de Angashcola (1.400 hectáreas).
Apoyamos también la descentralización del manejo de los ecosistemas, al promover acciones
concretas para que las comunidades y los gobiernos locales asuman la gestión de estas reservas
naturales.

Proveer a las comunidades locales opciones económicamente viables y sostenibles para mejorar
su estilo de vida, es fundamental para la conservación de este ecosistema único. A través de la
investigación agroforestal y de programas de desarrollo, hemos ayudado exitosamente a una serie
de comunidades a mejorar la calidad y el rendimiento de una variedad frutos nativos, tales como
el toronche (Vasconcellea spp), la achira (Canna spp.) y la chirimoya (Annona cherimola). Gracias
a este programa, en varias comunidades al sur de Ecuador, el precio de venta de la chirimoya
aumentó casi 10 veces, debido a una dramática mejora de la calidad de la fruta, este hecho tuvo un
impacto significativo en el bienestar económico de los productores y sus familias. (Naturaleza y,
2018)
Naturaleza y, C. (2018). Protegiendo los bosques nublados de los Andes de Ecuador. Retrieved
from http://www.naturalezaycultura.org/spanish/htm/ecuador/areas-andes.htm

Desde la creación del planeta la naturaleza es lo más importante que existe, su influencia en la
vida es muy grande, y los bosques no pueden ser echados de menos, hoy en día deforestamos
gran parte de el mundialmente para el beneficio del ser humano. Esto no puede ser así, la
protección de ellos esta en nuestras manos y Ecuador, país con vegetación abundante debe ser
ejemplo en la conservación de la misma, es por esto que los programas realizados así como
Socio Bosque son buenos para mantener los bosques. El agua dulce, así como se menciona en el
artículo de El telégrafo, es emanada por los bosques en un 75%, de ahí la importancia para su
conservación. Por esta razón es indispensable apoyar este tipo de proyectos e informar a la
comunidad por el bien del futuro.

También podría gustarte