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¿Qué significa quedarse ciego?

Mario Eduardo Martínez Ursúa

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Interpretación Artística y Literaria

Omar Constantino
Mucha gente, sana, sin ningún problema, se queda ciega. No es una ceguera común, de las
que se ve todo negro, es una “ceguera blanca” (Saramago, 1995), en la cual, el enfermo aparenta
encontrarse dentro de un “mar de leche” (Saramago, 1995) sin haber presentado síntoma alguno,
sin algún problema en los ojos ni nada aparente. La enfermedad “se contagia”, la gente se empieza
a alarmar y todo parece salir mal. Pero ¿Qué significa quedarse ciego?... El tema del presente
ensayo es el significado de quedarse ciego, y ha sido elegido por la necesidad de resolver la intriga
presentada comparándola y yuxtaponiéndola con la realidad en la que vivimos, descifrando si es
posible, en la vida, quedarse “ciego” (Saramago 1995) o, incluso peor, si ya lo estamos…

José Saramago da su síntesis de su hipótesis al decir: “Creo que no nos quedamos ciegos,
creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven.” (Saramago, 1995). Esta
frase se puede interpretar de muchas maneras, desde que literalmente los ciegos no ven para un
alumno de cuarto de primaria hasta que la humanidad esta condenada a seguir errando en lo que
siempre lo ha hecho, pero, en mi opinión, la más acertada es la de su acompañante Pilar del Rio:
“es un ensayo sobre la humanidad” (del Rio, s.f). Según la página “Cultura Colectiva” (y, para mí,
la explicación más comprensible), el ensayo explica la manera en la que los humanos se quedan
ciegos, pero no pierden el sentido de ser humanos. También menciona que, a lo largo del ensayo,
“se muestra la incapacidad humana de apreciar lo individual” (Castillo, 2017) y por esto, lo social,
así como da a conocer una mejor manera de comprender los errores que condenan a la humanidad.

Para poder relacionar el significado de la vida y el estar perdido con la ceguera y con la
manera en la que esta surge es necesario definir, primero, el significado de los conceptos que se
incluyen en las primeras doce palabras de esta oración. Entonces, empecemos por ahí. Para el autor
de este ensayo, estar perdido significa perder el sentido de lo que haces, ejemplo de esto es una
asunción de lo que le sucedió al primer ciego, iba en el coche, solo, pensando en su vida, en su
trabajo, en su esposa, en su falta de hijos, etc. El mundo se cae sobre el hombre y, como
mencionado, pierde el significado de lo que hace, en este caso, su trabajo, su profesión o, incluso,
su vida. Reitero que perderse, para mí, es no encontrar un fin a la acción o planteamiento que se
realiza. Una vez definido esto, se puede definir el significado de perder el sentido de la vida.

Considerando que el lector, analista y crítico de ensayo no aceptará definiciones personales


de un autor como el del presente ensayo, se propone una definición científica a la pérdida del
sentido de la vida. El Dr. Herbert Freudenberger propone el título “Burn out” (Freudenberger, s.f.),
y lo define como la pérdida del significado de la vida en base a su análisis a personas que, en un
lapso de su vida, “habían vivido con vigor, entusiasmo, optimismo” (Daniel,2011) personas que,
“con el tiempo, su pasión se había resentido notablemente.” (Daniel, 2011). Menciona también
que los síntomas son agotamiento, desprendimiento, aburrimiento, paranoia, entre otros.

Ahora que tenemos la definición científica de la parte principal de la tesis propuesta en este
ensayo podemos relacionarla con el contenido del Ensayo sobre la ceguera. Primero que nada,
considero pertinente y adecuado recalcar la hipótesis presentada: la gente se queda ciega porque
pierden el significado de la vida. ¿Por qué? En primera instancia quiero plantear la situación del
accidente inicial considerando lo mencionado. El primer ciego se encuentra en un semáforo, en
rojo, esperando a que este se torne verde para poder seguir avanzando. Dentro de este lapso el
ciego piensa, piensa mucho. Si bien no es mencionado, el ciego probablemente se sentía abrumado
por la vida misma como todos los seres humanos nos hemos sentido alguna vez.

Cuando un ser humano tiene 30 segundo libres (lo que dura en promedio un semáforo en
verde según Josep Camós y considerando que un pensamiento en ser, vaya, pensado y actuado
dura alrededor de 150 milisegundos según IFL science), puede ser víctima de, como máximo, 200
pensamientos de los cuales, sólo son necesarios algunos, o incluso uno, para seguir ese hilo y caer
en un ciclo vicioso de pensamientos negativos que llevan a un final no muy bueno: la pérdida del
significado de la vida. A todos nos ha pasado, piénsalo, cuando te sientes así, perdido, es porque
has visto algo que no querías ver o, peor aún, has pensado algo que no era necesario pensar,
recordado un problema (o una serie de estos) lo que te lleva, en el peor de los casos, a “perder el
significado de la vida”

Como siguiente caso hipotético, el del doctor. Este personaje analiza al primer ciego, no
encuentra ninguna pista, ningún síntoma de una ceguera como la que presenta el paciente. No
puede dejar de pensar en lo que sucede, se pregunta una y otra vez “¿qué será?” (doctor, 1995).
Indagando por sus libros, al no encontrar nada, se siente, como el primer ciego, perdido, entonces
es cuando se queda ciego. Así van sucediendo los eventos que le quitan la no tan necesaria vista a
las personas que van perdiendo su enfoque o su significado. Pero, si es así, ¿por qué la esposa del
médico no se queda ciega? La respuesta es simple pero complicada de explicar: no se queda ciega
porque es la única persona que recuerda su significado, su propósito, en el amor, amor que le tiene
a su esposo. Ella se va con el esposo por el amor que le tiene, amor que, de no tenerlo, no tendría
una razón de estar ahí, en su mundo de ciegos.

Si bien el amor es un tema muy subjetivo, y, considerando esta subjetividad presentada en


las miles de historias amorosas que nos han contado, se puede dar por sentado que, para mucha
gente el amor es lo que los mueve. En mi opinión, el amor es una fuerza que hace que la vida,
“miserable” y “horrible” como a ratos se le denomina, cobre y tenga sentido. Tomando esta
explicación como referencia, la mujer del ciego tiene ese amor, tan profundo que la lleva a mentir
y fingir una enfermedad que la llevaría a pasar hambre, la llevaría a ser torturada e, incluso, ser
violada, solo para quedarse con su esposo. Al tener amor tan profundo, a los problemas de la vida
se les puede poner un moño color rosa y se les puede dejar de lado, aunque sea, un rato.

Si esto es cierto, los primeros ciegos no debieron quedarse ciegos, pero sí pasa, a veces los
problemas nos abruman tanto que nos hacen ignorar las coas bonitas de la vida, nos hacen olvidar
lo que nos trajo el significado en primera instancia, se necesita un alma de hierro para poder
aguantar estos problemas y poder superarlos sin quedarse ciego.

En el mundo la gente tiene dos opciones, quedarse o no ciega. Este veredicto depende
mucho de los factores como la educación, la fortaleza mental, la fortaleza de espíritu, etc. En el
ensayo sobre la ceguera podemos apreciar cómo Saramago nos trata de explicar el significado de
la vida. Mi hipótesis, basado en los argumentos mencionados previamente, queda confirmada: la
gente se queda ciega al perderse por completo. Y sí, esto aplica en la vida tan maravillosa en la
que vivimos. La gente tiende a perderse, pero se vuelve a encontrar. La gente se queda ciega
cuando llega un punto en el que no se puede encontrar, en donde el significado de la vida es perdido
por completo. Ahí es cuando la ceguera blanca nos abruma metiéndonos en ese “mar de leche”
(Saramago, 1995).

Solo tenemos dos opciones, quedarnos ciegos o no hacerlo. Los que están ciegos solo les
queda, más que vivir, sobrevivir en este inhóspito lugar al que llamamos vida, esperar a que el
destino los sentencie y los deje salir de la prisión en la que ahora viven. Los que no estamos ciegos,
necesitamos del innecesariamente necesario amor, cariño, felicidad, lo que sea que sea, con un
título cualquiera, que nos haga mantenernos arriba del barco, que nos recuerde que hay un
significado, que estamos aquí por algo. A nosotros, los no-ciegos, nos queda, con los ojos que
tenemos, ver, aunque no veamos, para apreciar así, el significado de la vida…
Referencias:

JOSÉ SARAMAGO – BIOGRAFÍA. Mundolatino.org. José Saramago – Biografía. Fecha de


consulta: junio 9, 2016, Recuperado de:
http://www.mundolatino.org/cultura/saramago/saramag2.htm

S.A. (2013). Biografía José Saramago. Escritores.org. Recuperado de:


https://www.escritores.org/biografias/225-jose-saramago

USBI. (S.F.). Platicaremos sobre: “Ensayo sobre la ceguera” de José Saramago. Universidad
Veracruzana. Recuperado de: https://www.uv.mx/veracruz/usbi/mll/ensayo-sobre-la-ceguera/

Castaño, F. (2013). JOSÉ SARAMAGO: LA CEGUERA COMO METÁFORA. Revista


Cronopio. Recuperado de: https://www.revistacronopio.com/literatura-cronopio-283/

Cruz, J. (2011). Una novela sobre la humanidad. El País. Recuperado de:


https://elpais.com/diario/2011/05/28/cultura/1306533608_850215.html

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Saramago. Cultura Colectiva. Recuperado de: https://culturacolectiva.com/letras/critica-a-ensayo-
sobre-la-ceguera-de-jose-saramago

Camós, J. (2011). El semáforo rojo, amarillo, verde, y el valor del tiempo. Circula Seguro.
Recuperado de: http://www.circulaseguro.com/el-semaforo-rojo-amarillo-verde-y-el-valor-del-
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https://elpais.com/diario/1988/11/30/opinion/596847612_850215.html

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