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Resumen de Farmaco L
Resumen de Farmaco L
Farmacología general comprende los contenidos y habilidades que son esenciales para
abordar la Farmacología Clínica y favorece que el estudiante desarrolle la competencia de
analizar de manera crítica la información sobre medicamentos.
Farmacología clínica que estudia los medicamentos en relación con el proceso salud
enfermedad y favorece que el estudiante realice con bases científicas un uso racional de
los medicamentos, constituye el sustento científico de la terapéutica que se imparte en la
Clínica.
La farmacología es una ciencia joven y sus raíces están en la llamada materia médica, el
papiro de Ebers (1500 a.n.e.) contiene referencias de unas 7000 sustancias, muchas de las
cuales muestran con claridad su origen mágico. Se considera que Hipócrates y la medicina
griega elevaron a la farmacología del rango empírico y mágico en el que se hallaba a otro
que cabe denominar científico y técnico. A pesar de esto el hallazgo de fármacos siguió
siendo azaroso y empírico y no fue hasta bien entrado el siglo XVIII que se realizaron los
primeros ensayos de validación experimental de fármacos. Claude Bernard y Francois
Magendie influyeron notablemente en el desarrollo de esta ciencia y proporcionaron los
medios para descubrir lo que exactamente hacen los fármacos en el organismo. El
desarrollo en el campo de la química permitió un rápido ascenso en la farmacología. El
pasado siglo XX ha sido considerado, por muchos, el siglo de la farmacología, donde
pudiéramos mencionar la introducción de la morfina como analgésico, la aspirina como
antipirético y los antimicrobianos. Para profundizar en la historia de esta especialidad a lo
largo de los siglos
La farmacología es la ciencia biológica que estudia las propiedades de los fármacos y sus
acciones sobre el organismo. Es importante conocerla ya que en su relación profesional
con el paciente el médico debe resolver dos problemas fundamentales: hacer el
diagnóstico y establecer la mejor terapéutica, es la Farmacología la ciencia que otorga al
médico las bases necesarias efectuar una terapéutica racional. Aunque el campo
terapéutico es amplio, la terapéutica farmacológica es la de mayor importancia y extensión
en medicina humana. Por esto el médico debe ineludiblemente conocer la Farmacología.
En los últimos años ha ocurrido una verdadera “explosión” de fármacos, paradójicamente
dicha profusión de drogas ha ocasionado grandes problemas de salud, llamados por
algunos autores, “patología farmacológica”. Esta patología se origina principalmente en el
desconocimiento de los aspectos fundamentales de la farmacología de las drogas
utilizadas y su consecuencia, la aplicación de una terapéutica irracional. La severidad de la
“enfermedad por medicamentos” adquiere cada día mayor trascendencia requiriéndose
acciones de farmacovigilancia, investigación epidemiológica y difusión sanitaria para
disminuir sus efectos.
Farmacocinética: Comprende el estudio del paso de las drogas a través del organismo, es
decir los procesos de absorción, distribución, metabolismo y excreción.
Farmacodinamia: Esta rama se ocupa principalmente del mecanismo de acción de las
drogas y los efectos bioquímicos, fisiológicos o directamente farmacológicos que
desarrollan los medicamentos.
Toxicología: Es una disciplina muy amplia que estudia el origen, investigación, diagnóstico y
tratamiento de las intoxicaciones.
El conocimiento de los lugares de unión de los fármacos y los mecanismos por los que la
asociación entre una molécula de medicamento y su punto de unión producen una
respuesta fisiológica constituye el principal impulso para la investigación en farmacología.
La mayoría de los fármacos ejercen sus efectos uniéndose primero a proteínas aunque
existen excepciones como antimicrobianos, antitutumorales que interactúan directamente
con el ADN; los bifosfonatos usados en el tratamiento de la osteoporosis; los agentes
quelantes o los antiácidos actúa por antagonismo químico. Las proteínas que sirven de
diana para la acción farmacológica son:
1. receptores como los beta adrenérgicos 2 (beta 2) del músculo bronquial sobre los
que actúa el salbutamol o los receptores opiodes a los que se une la morfina para
conseguir la analgesia;
2. canales iónicos como los de calcio que pueden ser bloqueados por la nifedipina;
TEMA 2: FARMACOCINETICA
El médico debe conocer los procesos a los que están sometidos los fármacos en el
organismo que determinan la velocidad de inicio de acción de un fármaco, la intensidad de
esta acción y la duración de su efecto. Estos procesos son: la absorción que es el paso del
medicamento desde su sitio de administración hacia el plasma, la distribución como
proceso mediante el cual el fármaco puede dejar de forma reversible el torrente
sanguíneo para distribuirse en los líquidos intersticiales e intracelulares. En tercer lugar en
órganos como el hígado, riñón u otros el agente puede transformarse en una sustancia
más polar, más hidrosoluble, es el metabolismo, por último ocurre la excreción cuando el
fármaco y sus metabolitos se eliminan del organismo a través de diferentes vías como la
orina, heces o la bilis. En todos estos procesos el fármaco está atravesando membranas,
movimiento conocido como biotransporte y que se realiza por diferentes mecanismos.
La administración de principios activos por la piel para ejercer una acción sistémica es la
vía percutánea, para la cual se han diseñado sistemas transdérmicos que garantizan el
aporte percutáneo del principio activo a una velocidad programada o durante un período
de tiempo determinado. Evita el efecto del primer paso y permite obtener un mejor
cumplimiento terapéutico, pero solo es útil en pacientes crónicos y para medicamentos
liposolubles y de pequeña masa molecular.
Las formas farmacéuticas son las formas en las que se puede administrar un medicamento
en el organismo, pueden ser sólidas, líquidas y gaseosas y guardan correspondencia con la
vía de administración. Para la administración oral los medicamentos pueden presentarse
en forma de jarabe, elixir, suspensiones o gotas, en el caso de la fitoterapia se pueden
utilizar, para esta vía, formas específicas como la infusión, decocción y las tinturas, en
cuanto a las formas sólidas se destacan los comprimidos (liberación retardada, grageas,
cubierta entérica o efervescentes), las cápsulas (duras, blandas, cubierta entérica o
liberación modificada), los granulados y los polvos. Para la administración de
medicamentos liposolubles por vía sublingual se pueden emplear gotas, comprimidos y
aerosoles. Los supositorios constituyen la forma farmacéutica más conocida para la vía
rectal, en la que también se utilizan las pomadas, soluciones y dispersiones rectales.
Los sistemas transdérmicos utilizados en la vía percutánea son los parches y la iotoforesis,
ambos permiten la liberación continúa del fármaco desde el sitio de administración.
Diversas son las formas farmacéuticas que se emplean para administrar los medicamentos
por la vía tópica, entre las que se encuentran los colirios que son soluciones isotónicas
para ser instiladas en los ojos, las gotas óticas y nasales, lociones para aplicar sobre la piel
sin friccionar, linimentos y tinturas, también se emplean formas sólidas como las cremas,
pomadas y pastas que debes distinguir pues tienen indicaciones diferentes según las
características de la lesión, por último para la administración de medicamentos a través de
la vagina se emplean los óvulos y tabletas vaginales
Los medicamentos tienen diferente afinidad por las proteínas plasmáticas, así tenemos
agentes como el nitroprusiato de sodio (utilizado en la emergencia hipertensiva) que no se
une a éstas, en cambio la digitoxina (útil en la Insuficiencia cardiaca) se une extensamente
y la penicilina G lo hace más débilmente. Un fármaco puede ser desplazado de su sitio de
unión a las proteínas plasmáticas por otro que posea mayor afinidad, aumenta, entonces
la forma libre del desplazado y secundariamente sus efectos en el organismo.
Los fármacos eliminados a la luz intestinal en forma activa a través de la bilis pueden
reabsorberse pasivamente en el intestino a favor de un gradiente de concentración. Estos
procesos dan origen a una circulación enterohepática , lo que retrasa la caída de las
concentraciones plasmáticas y prolonga la duración del efecto.
El sistema nervioso simpático tiene los cuerpos celulares en las astas laterales de los
segmentos torácicos y lumbares desde D1 hasta L3, las fibras preganglionares se dirigen en
busca de la neurona posganglionar ubicada en el ganglio correspondiente, que se
encuentra alejado del órgano efector y de donde se origina la fibra posganglionar que se
encaminan hacia los diferentes sitios donde actúa el sistema simpático. La noradrenalina
es el neurotransmisor de la mayoría de las fibras simpáticas posganglionares que
interactúan con receptores alfa y beta localizados en los órganos efectores.
En el sistema nervioso parasimpático las neuronas provienen de los pares craneales III, VII,
IX y X y los segmentos S2, S3, S4 de la médula sacra. A diferencia del sistema simpático,
posee generalmente largas neuronas preganglionares, los ganglios están próximos o
dentro del mismo órgano efector y las fibras posganglionares son cortas. La acetilcolina es
el neurotransmisor de las fibras pre y posganlionares que interactúan con los receptores
muscarínicos y nicotínicos en los órganos efectores.
Varias investigaciones han permitido alcanzar a comprender todos los pasos involucrados
en la neurotransmisión autonómica, en general estos pasos son similares para el simpático
y el parasimpático y lo que varía son los neurotransmisores. Así tenemos: Biosíntesis del
neurotransmisor, almacenamiento, liberación, acción en receptores específicos e
inactivación. Su conocimiento nos permitirá comprender la utilidad terapéutica de varios
medicamentos que modifican las funciones del SNA.
Como señalamos al inicio el SNA es de gran interés desde el punto de vista farmacológico,
muchas sustancias modifican sus funciones y son de utilidad terapéutica como la L-dopa,
medicamento empleado en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, la que se
manifiesta por movimientos involuntarios y trastornos del tono muscular motivados por
un déficit de dopamina en las vías nigroestriatales, sin embargo no es posible administrar
dopamina porque no atraviesa la barrera hematoencefálica, este medicamento es capaz
de atravesar esta barrera, transformarse en dopamina por acción de la dopa
descarboxilasa, de esta forma eleva sus niveles y permite controlar los síntomas descritos.
La alfametildopa, considerada el antihipertensivo de elección para la tratar la HTA
gestacional, puede ser captada por la neurona adrenérgica donde constituirá un sustrato
de la enzima dopa descarboxilasa (poco específica) que la transforma en
alfametildopamina, más tarde por acción de la dopamina beta hidroxilasa es convertida en
alfametilnoradrenalina y actúa como un falso neurotransmisor a nivel de receptores alfa 2
possinápticos inhibitorios de la liberación de noradrenalina en el SNC, como consecuencia
disminuye la frecuencia cardiaca y la tensión arterial.
Recordemos que uno de los mecanismos fundamentales por los que pueden actuar los
fármacos en el organismo es a través de la interacción con un receptor. Se han propuesto
varios conceptos para definir un receptor, pero se acepta que son moléculas con las que
un fármaco debe interactuar selectivamente, para generar una modificación constante y
específica de la función celular. Los receptores son generalmente de naturaleza proteica
aunque otras macromoléculas como los ácidos nucleicos pueden comportarse como
receptores de fármacos, sucede con los receptores para medicamentos antitumorales y
antimicrobianos
Los receptores desencadenan muchos tipos de efectos celulares y existen también tipos
muy diferentes de conexión entre la ocupación del receptor y la aparición de la respuesta.
Basados en la naturaleza de esta conexión y en la estructura molecular, podemos distinguir
cuatro tipos de receptores o familias. Los canales iónicos controlados por ligandos que se
conocen también como receptores ionotrópicos, en los que el acoplamiento es directo, los
efectos aparecen en milisegundos y el receptor nicotínico es un ejemplo. Los receptores
acoplados a proteínas G o metabotrópicos, son la familia más numerosa y comprenden
receptores de muchas hormonas y transmisores lentos como el receptor de acetil colina.
Los receptores ligados a quinasas constituyen un grupo extenso y heterogéneo que
responden a mediadores proteicos, contienen un dominio intracelular de tipo enzimático
con actividad de proteína quinasa o guanilato ciclasa e incluyen receptores de insulina,
citoquinas y factores de crecimiento, sus efectos aparecen en horas. Los receptores
nucleares regulan la transcripción génica, el acoplamiento es a través del ADN, engloba los
receptores de hormonas esteroideas, tiroidea, Vitamina D y sus efectos pueden tardar
horas.
Para que un fármaco produzca un efecto biológico necesita reunir dos propiedades
fundamentales: La capacidad que posee el fármaco de unirse al receptor y formar el
complejo fármaco-receptor se conoce como afinidad y la capacidad que tienen los
fármacos, de una vez unidos al receptor, generar un estímulo y desencadenar la respuesta
o efecto farmacológico es la actividad intrínseca. Los fármacos que poseen afinidad y
actividad intrínseca son los agonistas, mientras que aquellos que tiene afinidad pero
carecen de actividad intrínseca son los antagonistas, debido a que bloquean los efectos
normalmente inducidos por el agonista. Los agonistas dan lugar al inicio de una respuesta,
mientras que los antagonistas simplemente ocupan el receptor.
El antagonismo químico se produce como resultado de una reacción química entre dos
sustancias, lo que origina la pérdida el efecto farmacológico o tóxico de la sustancia
química, se conoce también como antagonismo por neutralización y es el que se produce
cuando utilizamos sulfato de protamina (con carga electropositiva) en el tratamiento de las
hemorragias graves causadas por el anticoagulante heparina (con carga electronegativa).
El antagonismo fisiológico se produce cuando dos agonistas actuando sobre poblaciones
de receptores diferentes ocasionan efectos opuestos, sucede cuando sustancias como la
noradrenalina (agonista 1) provoca relajación del músculo liso bronquial al actuar en
receptores beta 2 mientras que la acetil colina (agonista 2) causa broncoconstricción al
actuar en receptores muscarínicos M3. El antagonismo farmacológico es el más
importante desde el punto de vista clínico y puede ser competitivo cuando dos agentes
compiten por el mismo sitio receptor y no competitivo cuando el antagonista no actúa en
el receptor, sino en otro sitio diferente que forma parte del mecanismo de transducción de
señales, no puede ser contrarrestado con el aumento de la concentración del agonista y es
el tipo de antagonismo que se produce cuando fármacos como la nifedipina bloquean la
entrada de calcio a través de los canales responsables de la entrada lenta de esta ion e
impiden su participación en la contracción del músculo liso. El antagonismo farmacológico
competitivo puede ser reversible cuando se puede lograr desplazar el antagonista con el
aumento de la concentración del agonista e irreversible debido a la formación de enlaces
covalentes que hacen estable el complejo fármaco–receptor y no puede lograrse el
desplazamiento del antagonista aumentando las concentraciones del agonista. Las
aplicaciones terapéuticas de agonistas y antagonistas adrenérgicos y colinérgicos son el
mejor ejemplo del antagonismo farmacológico competitivo reversible, el bloqueo
irreversible de receptores alfa 1 y 2 por la fenoxibenzamina de utilidad en el tratamiento
del feocromocitoma es un ejemplo del farmacológico competitivo irreversible.
Varios son los fármacos relacionados con los eicosanoides, incluye inhibidores de la
síntesis, análogos y antagonistas a nivel de sus receptores. A continuación te presentamos
un grupo de fármacos que pueden afectar la biosíntesis de estos mediadores químicos
como: los glucocorticoides (Prednisona, hidrocortisona) que inducen la síntesis de una
proteína llamada lipocortina que inhibe a la fosfolipasa A2, los AINEs (ASA, Ibuprofeno,
Piroxicam) que inhiben a la ciclooxigenasa responsable de la formación de las PGs y el
zileutón que inhibe a la 5-lipoxigenasa encargada de la formación de los leucotrienos.
A partir del conocimiento de las acciones de las PGs se han desarrollado varios análogos:
Dinoprostona, misoprostol y gemeprost de la PGE2, carboprost y latanoprost de la PGF2
alfa, alprostadil de la PGE1 y epoprostenol de la PGI2.
La ruta del sistema renina-angiotensina se inicia con la renina, enzima proteolítica que
actúa sobre el angiotensinógeno, generando un metabolito inactivo que es la angiotensina
1, esta constituye el sustrato de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) que da lugar
a la angiotensina II, principal efector del sistema. La ECA no es una enzima específica y
también se comporta como una quinasa que degrada e inactiva a la bradiquinina.
Dentro de las principales acciones de la angiotensina II, mediadas por los receptores AT1,
tenemos: estimulación generalizada del sistema nervioso simpático, contracción de células
musculares lisas, el crecimiento de células musculares lisas y fibroblastos. A nivel renal,
reduce flujo sanguíneo y aumenta la reabsorción tubular de sodio y en las suprarrenales
aumenta la síntesis y liberación de aldosterona y la liberación de catecolaminas.
Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina han sido los que han
demostrado mayor utilidad clínica, dentro de todos los fármacos que actúan bloqueando
el sistema renina-angiotensina, por ejemplo se ha probado la eficacia del captopril en el
tratamiento de la hipertensión arterial y la insuficiencia cardíaca, al reducir la resistencia
vascular periférica, la tensión arterial, facilitar la excreción renal de sodio, retrasan el inicio
o reaparición de insuficiencia cardiaca y aumentan la supervivencia de estos pacientes. Los
ARAII como el losartán inhiben la actividad biológica de la angiotensina II,
independientemente de su ruta metabólica de formación, tiene indicaciones terapéuticas
similares a los IECA y la ventaja que representa su uso consiste en la menor frecuencia de
efectos adversos, por lo que resultan una alternativa de tratamiento para los pacientes en
los que el uso de los IECA está contraindicado.
Si tenemos en cuenta la intensidad se clasifican en: las letales son reacciones que como su
nombre indica provocan la muerte del paciente y generalmente no son frecuentes, las
graves pueden dejar secuelas, provocar ingresos hospitalarios o prolongarlo en el caso de
pacientes hospitalizados, las moderadas son reacciones que no ponen en peligro la vida
del paciente pero requieren tratamiento médico mientras que las leves no requieren
tratamiento y desaparecen según el fármaco se vaya eliminando de nuestro organismo
como la cefalea por nifedipina.
El efecto colateral depende del mecanismo de acción del medicamento por lo que aparece
casi siempre que se administra el fármaco y no pone en peligro la vida del paciente, la
somnolencia por antihistamínicos H1, la bradicardia por atenolol o la tos por captopril son
ejemplos de efecto colateral. El efecto tóxico depende de la dosis, el tiempo de
exposición, ciertos estados patológicos y la susceptibilidad del enfermo, se produce por el
medicamento o sus metabolitos y puede poner en peligro la vida del paciente o dejar
secuelas, nefrotoxicidad por aminoglucósidos o gingivitis hipertrófica por
difenilhidantoína, son ejemplos de esta reacción.
Los métodos más utilizados por la farmacovigilancia para detectar reacciones adversas
son el reporte de casos, el reporte espontáneo de sospecha de reacción adversa que es el
más importante en la detección precoz de reacciones y para lo cual debe salir preparado
el médico integral comunitario, los estudios de caso-control, los de cohorte, los ensayos
clínicos, los reportes de morbi-mortalidad y la supervisión intensiva de pacientes
hospitalizados.
Para seleccionar un fármaco el médico debe basarse en los criterios de eficacia, seguridad,
conveniencia y costo, en ese orden. La eficacia y seguridad de un medicamento deben ser
demostradas durante las diferentes fases del ensayo clínico hasta su registro en la fase III,
poniendo de manifiesto la relación beneficio/riesgo que el médico debe tener siempre en
cuenta al prescribir un medicamento, la conveniencia esta dada por lo que sea mas
cómodo para el paciente, la frecuencia de administración, la vía de administración, etc;
por último el costo es algo que debe tenerse en cuenta para afectar lo menos posible la
economía del paciente y del sistema de salud.
Por último veremos los estudios que utiliza la farmacoepidemiología para demostrar la
causalidad entre la aparición de un efecto y la causa que lo provoca y que se han expuesto
en forma ascendente de menor a mayor especificidad. Así tenemos el reporte del caso
clínico, la serie de casos, los estudios transversales, el caso-control, el estudio de cohorte,
el ensayo clínico como patrón de oro de la causalidad y los metanálisis que se hacen a
partir de ensayos clínicos con metodología similar para aunar criterios con relación a un
fármaco o a una estrategia terapéutica.