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A finales de la década de 1960 la orientación del urbanismo fue más allá del
aspecto físico. En su forma moderna, el urbanismo es un proceso continuo que
afecta no sólo al diseño sino que cubre también temas de reglamentación
social, económica y política. Como tejido de organización humana, una ciudad
constituye un complejo entramado. Por una parte, exige la disposición de
barrios, industrias y comercios según criterios estéticos y funcionales y en
proporcionar los servicios públicos que éstos necesiten. Por otra parte, quizás
más importante, debe tener presente también: 1) el origen, educación, trabajo
y aspiraciones de sus residentes; 2) el funcionamiento general del sistema
económico al que pertenecen, además de los cargos que ocupan en este
sistema y de las recompensas que éste les proporciona; y 3) su aptitud para
tomar parte en las decisiones que afectan a su vida cotidiana.
1. El plan global
Una vez adjudicado el terreno, las actividades privadas se coordinan con las
instalaciones públicas por medio de ordenanzas de división zonal y
reglamentaciones de subdivisiones. Una reglamentación urbanística o una
ordenanza de división en zonas delimita cómo puede utilizarse el terreno, así
como el tamaño, tipo y número de estructuras que pueden ser construidas en
él. Todo el terreno que se encuentra dentro de una ciudad aparece dividido en
distritos o zonas. En estos distritos se permiten por derecho ciertos usos del
terreno y se especifican las restricciones generales en lo relativo a la altura,
tamaño y uso de la construcción. Las reglamentaciones llevan a cabo las
asignaciones del terreno recomendadas en el plan global. Se proporcionan
emplazamientos específicos para distintos tipos de residencias, industrias y
negocios, junto a cifras específicas relativas a la altura de los edificios, la
ocupación del solar y la densidad estipuladas, y se especifican para cada área
los usos del terreno permitidos, incluidas las condiciones especiales, como
puede ser el estacionamiento fuera de la vía pública. Si se cumplen los
requisitos especificados se concederá el permiso. Otras reglamentaciones
proporcionan criterios generales de considerable flexibilidad en lo referente a la
mezcla de usos de los edificios o al diseño de la construcción, aunque para ser
aprobadas necesitan un estudio más exhaustivo.