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Santiago De Rosas Paulina

Alergia a la proteína de soja: incidencia y gravedad relativa

RESUMEN
La alergia a los alimentos es una reacción relativamente rara y a veces violenta del sistema
inmunitario a los alimentos.
El primer informe que caracteriza la alergia a la soja apareció en 1934. La Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación incluye la soja en su lista de los 8 alérgenos
alimentarios más importantes. Al menos 16 proteínas de soja potenciales se han identificado
alérgenos, pero se desconoce su importancia clínica relativa. Por el contrario, la soja tiene una
larga historia de uso exitoso en el manejo de las alergias a la leche de vaca en bebés. Para predecir
mejor la utilidad de las proteínas de soja para controlar la alergia alimentaria, es importante
comprender la reactividad alergénica relativa de la soja en comparación con otras proteínas
alimentarias.
Esto se puede estudiar utilizando datos clínicos, modelos animales y enfoques bioquímicos. Se han
generado estudios clínicos que utilizan métodos in vitro y desafíos alimentarios ciegos. Las
poblaciones de estudio incluyen bebés asintomáticos de alto riesgo y pacientes con síntomas
atópicos, desafíos alimentarios positivos y alergias específicas a la leche. En general, estos estudios
muestran menor reactividad alérgica para proteínas de soja frente a otros alérgenos alimentarios.
Comparaciones de las relaciones dosis-respuesta de alérgenos alimentarios para desencadenar los
síntomas alérgicos también demuestran un mayor umbral de concentración de proteínas para la
soja (100 veces), lo que indica una menor reactividad alergénica. También se han llevado a cabo
investigaciones exhaustivas de la reactividad inmunológica de la soja utilizando modelos animales.
De acuerdo con los resultados clínicos, todos estos datos muestran una disminución inmunológica
sustancial para proteínas de soja. Los análisis bioquímicos e inmunoquímicos indican que no hay
diferencias notables entre la soja y otras proteínas alimentarias que explican estas diferencias
inesperadas en la reactividad alergénica.

Objetivos de la investigación:

*Comparar la reactividad alergénica relativa de las proteínas de soya con otras proteínas
principales de los alimentos por diferentes métodos clínicos.
*Controlar la alergia a la soja, identificar alérgenos proteicos de la soja y evaluar métodos para
disminuir la reactividad alergénica de la soja.

Métodos utilizados:

*Resultados clínicos y de laboratorio (indicadores de alergia a los alimentos que incluyen la


historia clínica acumulativa de síntomas atópicos).
*Se estudian pacientes clínicos para la mayoría de las investigaciones sobre la alergia a los
alimentos (bebés asintomáticos de “alto riesgo”, pacientes con síntomas atópicos, pacientes con
alergia a la leche de vaca).
*Datos clínicos de animales.
* Prueba cutánea positiva (SPT) con alimentos.
*Métodos in vitro.
Conclusiones:

*Los datos del modelo animal indican que las proteínas de soya tienden a ser menos reactivas
Inmunológicamente que muchas otras proteínas alimenticias, las bases bioquímicas e
inmunológicas de estas diferencias son actualmente desconocidas.
*Los métodos bioquímicos mejorados e inmunológicos requerirán reactivos munoquímicos para
caracterizar mejor y entender las propiedades inmunológicas únicas de la proteína de soja.
*Los métodos in vitro que se correlacionan mejor con DBPCFCs son necesarios, y estos métodos
deben ser cuantitativos.
*La Tecnología también debe permitir la detección de alérgenos conformacionales atópicos.

Opinión personal:

De acuerdo al artículo la soja también es un aeroalergeno, esto quiere decir que en la cascara de la
soja existen partículas antígenas transportadas por el aire, capaces de producir alergia
respiratoria, dado los resultados, las patologías y los perfiles de reactividad alérgenos son
diferentes para ingestión vs inhalación, después de estudios clínicos la alergia puede ser
Influenciada por los criterios utilizados para definir la inscripción de pacientes, los diagnósticos de
alergia a la soja también tenían alergias severas al maní y asma.
Los infantes ya no pueden tomar fórmula y son expuestos a una amplia variedad de alimentos
alérgenos que pueden contribuir a síntomas atópicos.
Al comparar los alimentos con fórmula a base de proteína de leche de vaca
(CMF) con fórmula a base de proteína de soya (SF), algunos estudios no muestran diferencias en
la historia acumulada de síntomas atópicos pero otros estudios reportan significativamente menos
asma, menos rinitis o atopia generalmente reducida por la alimentación con SF (fórmula a base de
proteína de soya).
La alergia alimentaria en los infantes probablemente es debida a la inmadurez del aparato
gastrointestinal, con una disminución en la producción de IgA secretora, genéticamente
predispuestos a presentar con mayor frecuencia estas alteraciones, en las pruebas cutáneas
negativas no se excluye el diagnóstico de alergia alimentaria y viceversa, lo que es un hecho que
mientras mayor sea la forma natural estandarizada de estos antígenos para el diagnóstico , mayor
será el índice de confiabilidad de este método.
El tratamiento con animales demostró que la SF muestra síntomas bajos de alergia por lo que la
soja fue la menos inmunológicamente reactiva (186 veces menos reactiva que la caseína de la
leche de vaca).
La primera frase del artículo define la alergia alimentaria en términos de una reacción clínica a la
comida, sin embargo considero que es inseguro, poco ético y poco práctico para realizar una
extensa investigación básica y controlada de pacientes alérgicos a los alimentos.
Considero que los números disponibles para el estudio deben incrementarse sustancialmente
Y que los antisueros estandarizados deben ser ensamblados y caracterizados.

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