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Resumen e infografía de la lectura “Leer: ¿de qué estamos hablando?

David Andrés Briceño Hernández Código 1821027569

Bogotá D.C

Noviembre 25 de 2018

Politécnico Gran Colombiano

Técnicas de Aprendizaje Autónomo

Profesora: Maria Adelaida Arango


Resumen de la Lectura

La lectura habla acerca de la crisis en la lectura en la actualidad a causa de la


disminución en el porcentaje de personas que leen libros, analizando el contexto y las
posibles causas de este problema, al igual que posibles estrategias que pueden contribuir a
la solución de este problema.

En el texto se afirma que la crisis de la lectura, ya había sido anunciada en el siglo


XIX por los maestros, quienes consideraban que la lectura estaba desapareciendo. Debido a
esto, al llegar al siglo XX, surge la iniciativa de promover la lectura, lo cual se da a través
de los promotores de lectura los cuales fueron agenciados por los ministerios de educación
y de cultura, dada la necesidad de incentivar la lectura en niños y adultos. Estos promotores
desempeñaron un papel de mediadores entre el libro y la lectura, estableciendo un lazo
entre las comunidades y las bibliotecas.

Pero la labor de los promotores ha sido insuficiente para dar solución a la crisis de
la lectura, debido a que la promoción de los hábitos de lectura ignora la raíz del problema,
pues aunque la gente no ha parado de leer en términos generales, la manera en como leen y
el interés hacia la lectura han cambiado.

Para explicar esto se introduce el concepto de “estructura de sentimiento” de


Raymond Williams, el cual se define como la manifestación de la pulsión de una época,
haciendo referencia al estado de ánimo general de las personas de dicha época, para luego
exponer que dicho estado de ánimo determina la manera en como las personas que
comparten dicho sentir, construyen sentido y significaciones, y por ende la manera en como
leen. Por lo cual la crisis de lectura está marcada por la dificultad de conciliar ese estado de
ánimo con las prácticas lectoras heredadas del pasado para darles un nuevo significado
social que permita validarlas y legitimarlas ante la nueva época, en la cual la práctica de la
lectura no termina de encontrar su sitio, según nos dice el texto.

Luego se habla de que la crisis de la lectura en Colombia suele enfocarse en el


hecho de que en el país se venden pocos libros, que según el texto se debe a al hecho de que
confundimos masificación con significación, por lo cual este enfoque no da cuenta de las
transformaciones en los modos de lectura y de los libros, y por ende no es enfoque del
problema que sea del todo correcto.

El texto expone que en el afán entre el consumismo y la significación, se le da


preponderancia al libro impreso y se satanizan las nuevas formas de libro, desconociendo el
cambio en la estructura de sentimiento de la época, que exige que se le busque un nuevo
lugar a la lectura.

Entonces se plantea que la lectura es un fenómeno transversal al quehacer cotidiano


de nuestras vidas, dado que en un sentido primordial, la lectura constituye el acto de buscar
descifrar la realidad de nuestro mundo y nuestras vidas, en lugar de ser una actividad
reservada para una elite de personas especiales.
A raíz de esto la autora plantea que el reto de la crisis de la lectura actual, radica en
hacerle entender a las personas que esta es una práctica idónea para descubrir y comprender
el mundo, por lo cual no es necesario enfrentar la lectura a los medios de comunicación
tales como el internet y la televisión, sino que se le debe hacer entender a las personas el
valor fundamental que tiene la lectura como mecanismo para comprender el mundo al
igual que enseñarles a desarrollar el placer por leer en lugar de leer por placer o por
diversión.

En el texto se afirma que el leer por diversión ha sido una de las maneras en que la
gente ha asumido la lectura y que esta actitud frente a la lectura ha llevado a la gente a
buscar las lecturas que le resultan divertidas, dejando de lado otro tipo de lecturas y
haciendo que las personas lean por leer, en lugar de leer como una práctica que les permita
construir significado, acentuando la crisis de la lectura, a lo cual se le suma la ausencia de
maestros y promotores lectores, pues si no hay educadores que sean lectores compenetrados
que comprendan el valor de la lectura, se hace más difícil transmitirle a las personas el
amor por la lectura.

Para cerrar la autora recalca, que si bien hay que responder al orden de lectura
impuesto por los lineamientos generales de educación, es necesario entender que la lectura
nos permite subvertir ese orden, haciendo alusión al hecho de que la lectura sirve tanto para
establecer paradigmas de pensamiento, como para fomentar un pensamiento liberador
capaz de derribar o transformar dichos paradigmas.

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