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DÍA 1

ESC. 1 INT. CASA DE LA FAMILIA. DÍA. PADRE Y MANUEL

Un día, como todas las mañanas, Manuel se prepara el desayuno mientras habla con su padre:

PADRE: - Queres azúcar?

MANUEL: - No, gracias. (Con un nudo en la garganta)

PADRE: - Te pasa algo?

MANUEL: - Te tengo que decir algo… no es nada malo, me tengo que ir de viaje. En el laburo
necesitan que vaya a Rosario… a cubrir el clásico. Me voy a perder el cumpleaños de Juan.
(Apenado)

PADRE: - No podes decirle a tu jefe que te dé otro partido?

MANUEL: - No, me dijeron que otro no podría hacerlo. Salgo mañana y vuelvo el martes

PADRE: - Y dónde te vas a quedar? (Preocupado)

MANUEL: - Quedate tranquilo, el trabajo me paga la estadía en el hotel.

PADRE: - Bueno, al menos no me preocupo por eso. (Mira la hora) Haceme un favor, anda a
despertar a tu hermano que ya son las 10 y hay que ir a votar. Si no se llena de gente.

Manuel toma el último sorbo del café y obedece.

DÍA 2
INT. CASA DE LA FAMILIA. MANUEL Y PADRE.

Horas después de su despedida, Manuel recibe la llamada de su padre:

PADRE: - Hola hijo, cómo te va?. Estás en el hotel?

MANUEL: - Bien pa, ya llegué, estoy desempacando y más tarde me voy a una conferencia de
prensa. Cómo está Juan? Mandale un feliz cumpleaños.

PADRE: - Acá está, jugando con sus amigos y más tarde vamos a la cancha a jugar un poco.

MANUEL: - Bueno viejito, me tengo que ir, se me está haciendo tarde.

PADRE: -Bueno Manu, cuídate.


DÍA 4
ESC. 3. INT. TRABAJO. PADRE, SECUESTRADORES, JUAN,
MANUEL Y POLICÍA.

Dos días pasaron sin información de Manuel. De repente, el padre recibe un llamado:
PADRE: - Hola? (Del otro lado, se escucha la voz de Manuel pidiendo socorro) Manuel? Si esta es
otra de tus llamadas en broma te digo que perdieron gracia.

SECUESTRADOR 1: -No señor, desearía que fuese eso. Tenemos secuestrado a su hijo. No llames a
nadie si no tu hijo muere. Te llamamos pronto. (Termina la llamada)

PADRE: - (Golpea la mesa) Yo sabía que algo no andaba bien.

Tras ese extraño llamado e indignado, el padre de Manuel le informa la situación a Juan. Ambos,
impactados, se quedan pegados al teléfono, esperando ansiosos por el llamado. A su vez, intentan
rescatar información útil para la búsqueda.

PADRE: - Ya llamé al trabajo, me dijeron que le alquilaron un auto, un Vento. Ya me dieron los
datos de la patente.

MANUEL: - Bueno, por lo menos tenemos por dónde empezar. Qué te parece si vamos a la
comisaría?

Al llegar, ambos muy desesperados, van a la recepción para hablar con un policía.

POLICÍA: - Por favor señor, tranquilícese. Con su histeria no vamos a llegar a ningún lado. Ahora
mismo informo a la central en Rosario, seguro lo van a encontrar.

JUAN: - Me es imposible tranquilizarme, no sé si se dio cuenta de que hay alguien secuestrado.

Todo se vio interrumpido por un llamado que provenía del celular de Manuel:
PADRE: -Diga?

SECUESTRADOR 1: Mira, la cosa es así: tu hijo está vivo, pero si no me das $700 mil para mañana
no lo ves más. Ustedes deciden.

PADRE: - Pasame con mi hijo, quiero asegurarme que no me estafen.

MANUEL: - Pa, ayúdame por favor. (Con miedo, casi llorando)

SECUESTRADOR 2: - Ya escuchaste. (Cuelga)

CONTINUARÁ…

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