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Esta historia se remonta en los años 1900 en donde la trata de personas y esclavitud eran visto
con buenos ojos, en una pequeña aldea de África, donde el razonar de los tambores, canto y
baile era cosa de todo el día, vivía un pequeño niño llamado Kiyombe, hijo de Ayanta su madre
y Domingo su padre. Los días en la aldea eran felices y llenos de paz, los hombres salían a cazar
durante el día, mientras las mujeres se quedaban cuidando a los niños y ancianos, los niños
más pequeños jugaban, mientras aquellos un poco más grande eran instruido para ser buenos
cazadores y sobrevivir a las amenazas de la selva.
A Kiyombe le quedaban 2 días para cumplir la edad necesaria para poder iniciar a adquirir los
conocimientos para convertirse en un gran cazador igual que su padre, que era alguien a quien
admiraba mucho, la emoción y la necesidad de demostrar que él era capaz eran muy fuerte.
Kiyombe encerrado en un lugar oscuro sin haber comido o bebido, asustado y sin noción del
tiempo, esperaba que la gente de la aldea le fuera a rescatar, y después de casi 5 días, una
puerta se abre segándolo por la luz que entro, unos de los sujetos raros que había visto antes
entro, lo agarro y puso unas esposas en la mano, siendo jalado, arrastrado y pateado fue
llevado a otro lugar en donde se dio cuenta que había más personas como el, talvez de
diferentes lugares u otras aldeas que se encontraban encerrados con esposas en las manos, no
sabía que pasaba y siendo llevado a un tarima con otros niños y personas como el, se
preguntaba si podría regresar a su aldea, sabía que talvez no estaba cerca pero estaba
dispuesto a regresar, de repente un señor vestido con una ropa extraña pero muy bonita se
acerca a él, comienza a tocar, revisando su boca, ojos y cabello, le entrega una bolsa a las
personas que capturaron y el señor con un gesto con la mano le indica que lo siga, Kiyombe no
sabía que pasaba, pero su intuición le indicaba que era mejor irse con el señor a quedarse con
las personas que le capturaron, el señor era muy amable le dio ropa nueva, comida y agua, fue
bañado, vestido y posteriormente llevado a un lugar donde se dio cuenta que habían personas
como el, de manera tímida se acerca y les pregunta que en donde estaban, quien era el señor y
que hacían todos aquí, a lo que un señor alto y fornido de nombre Sebastián se acerca y
responde estamos en un lugar muy lejos de nuestra tierra, al igual que tu fuimos capturados y
vendidos a otras personas para hacer los que ellos nos piden, en otras palabras aquí nos dicen
esclavos.
Kiyombe que no entendía del todo y le dice a Sebastián por que no escapan, a lo que él
responde, yo lo pensé, pero he escuchado historia de algunos que han intentado escapar,
fallando para luego volver ser capturado, castigado y torturado por su ofensa a su dueño,
Kiyombe aterrorizado se puso a llorar, a lo que Sebastián se acerca y le dice que no se
preocupe, que los que han tratado de escapar es porque sus dueños son seres terribles, pero
que no se debería preocupar ya que el señor a quien Sebastián se expresó como “mi amo” era
una persona amable que los cuidaba bien, nunca les falta alimentación y nunca han sido
maltratado, Kiyombe a un asustado fue llevado a su cama quedándose dormido de inmediato,
al siguiente día fue despertado temprano, llevado a lo que sería su lugar de trabajo diario,
Kiyombe debía exprimir las uvas de manera manual, con un mazo y un recipiente de piedra la
actividad parecía fácil pero después de un rato se dio cuenta que era interminable, cada vez
tenía más y más canasto llenos de uvas, el día termino cansado de exprimir las uvas se quedó
dormido de inmediato, al día siguiente la historia se repetía, y así continuo por varias semanas,
cansado comenzó a construir una maquina rara que él decía le ayudaría en su actividad tres
días después la termino y puso a funcionar dejando a todos perplejos ya que la maquina
exprimía uvas de una manera rápida y sin esfuerzo, maravillados todos, siguieron trabajando
por lo que quedaba en el día, al siguiente día, Sebastián despertó a Kiyombe y lo llevo a la casa
principal donde Vivian los señores, una sirvienta lo recibió, limpio, vistió y luego lo llevo al
comedor, Kiyombe estaba sorprendido, era un lugar grande y brillante, en la mesa estaba
sentado el señor que lo compro, fue sentado a su lado y servido un gran plato de comida,
Kiyombe no espero y comenzó a comer de una manera no tan educada, el señor comenzó a
reír, y le pregunta, Kiyombe es tu nombre, a lo que asiente con la cabeza, bien dice el señor,
hubo un momento de silencio, a lo que el señor pregunta, ¿Kiyombe sabes que lo que has
hecho?, no entendía la pregunta a lo que responde que no había hecho nada, el señor volvió a
reír y en un tono más rudo dice… me refiero a la máquina que has construido, Kiyombe se
asustó y le responde, solo quería hacer más rápido mi trabajo, el señor vuelve a reír, se levanta
de su silla, acaricia la cabeza de Kiyombe y le dice haz creado una forma de aumentar la
producción, eres muy creativo tu idea me ara ganar mucho dinero, debido a eso te has ganado
tu liberta, aprenderás a leer y escribir y te convertirás en mi aprendiz.
Kiyombe creció, heredo parte de la fortuna y tierras del señor, libero a los esclavos que
quedaron a su cargo y emprendió un viaje en busca de su familia, pero esa es otra historia y
debe ser contada en otra ocasión