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Quien se sienta caballero

que siempre sabe vencer quien siempre sabe esperar.


Cuando tu provecho pudieras encontrar

Refrán de El Conde Lucanor (1331-1335)


Refrán de El Conde Lucanor (1331-1335)
no debieras hacerte mucho de rogar. debe imitar este salto,

Movidos por el temor, no decidáis atacar,


no encerrado en monasterio
tras de los muros más altos.
Refrán de El Conde Lucanor (1331-1335)

Quien te encuentra bellezas que no tienes,


siempre busca quitarte algunos bienes.
Refrán de El Conde Lucanor (1331-1335)

Los males al comienzo debemos arrancar,


por consejo de hombre que vive en la pobreza.

porque una vez crecidos, ¿quién los atajará?


Jamás aventures o arriesgues tu riqueza

Refrán de El Conde Lucanor (1331-1335)


Refrán de El Conde Lucanor (1331-1335)

ni en nada ni nunca le debes creer.


Al que antes tu enemigo solía ser

Refrán de El Conde Lucanor (1331-1335)

Si no te piensas bien a quién debes prestar,


sólo muy graves daños te podrán aguardar.
Refrán de El Conde Lucanor (1331-1335)

Estando vuestras tierras protegidas de daño,


evitad las argucias que urden los extraños.
Refrán de El Conde Lucanor (1331-1335)

A quien te haga mal, aunque sea a su pesar,


Busca siempre la forma de poderlo alejar.
Refrán de El Conde Lucanor (1331-1335)
A quien por codicia su vida aventura,

Refrán de El Conde Lucanor (1331-1335)


muéstrale su camino con franqueza.
Sabed que sus bienes muy poco le duran.

No amonestes al joven con dureza,


Refrán de El Conde Lucanor (1331-1335)

Por dichos y por obras de algunos mentirosos


no rompas tu amistad con hombres provechosos.
Refrán de El Conde Lucanor (1331-1335)

Por quien no agradece nunca tus favores,


no abandones nunca tus labores.
Refrán de El Conde Lucanor (1331-1335)

Si algo muy provechoso tú puedes hacer


no dejes que con el tiempo se te pueda perder.
Refrán de El Conde Lucanor (1331-1335)

Si desde un principio no muestras quién eres,


nunca podrás después, cuando quisieres.
Refrán de El Conde Lucanor (1331-1335)

Con la ira en las manos nunca debes obrar,


si no, da por seguro que te arrepentirás.
Refrán de El Conde Lucanor (1331-1335)

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