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Autoconcepto

El autoconcepto es la opinión que una persona tiene sobre sí misma, que lleva
asociado un juicio de valor. Cabe destacar que el autoconcepto no es lo mismo
que la autoestima, sin embargo su relación es muy estrecha y no podría
entenderse uno sin la presencia del otro.

Empatía

La empatía es la intención de comprender los sentimientos y emociones,


intentando experimentar de forma objetiva y racional lo que siente otro individuo.
La palabra empatía es de origen griego “empátheia” que significa “emocionado”.

Tolerancia

Saber respetar a las demás personas en su entorno, es decir en su forma de


pensar, de ver las cosas, de sentir y es también saber discernir en forma cordial
en lo que uno no está de acuerdo.

La tolerancia es el respeto con igualdad sin distinciones de ningún tipo.

la tolerancia es aceptarse unos a otros. debemos aceptarnos a nosotros mismos y


luego aceptar y respetar a todos los demás.

Aceptar a los demás como son, sin peros y sin reparos.

Autoconocimiento

El autoconocimiento es el conocimiento de uno mismo. Este término aún no ha


sido considerado por la Real Academia Española pero ya es empleado en
numerosos textos de psicología, sobre todo en la psicología evolutiva. Es la
capacidad de introspección y la habilidad de reconocerse como un individuo,
diferenciándose de su medio y otros individuos.

Autoestima

La autoestima es la valoración, generalmente positiva, de uno mismo. Para la


psicología, se trata de la opinión emocional que los individuos tienen de sí mismos
y que supera en sus causas la racionalización y la lógica.

Tipo de autoestima

 Autoestima alta y estable. Las circunstancias externas y los


acontecimientos de vida tienen poca influencia sobre la autoestima. ...

 Autoestima alta e inestable. ...


 Autoestima baja y estable. ...

 Autoestima baja e inestable.

Que es hábito de estudio

Se llaman hábitos de estudio a aquellas conductas que los estudiantes practican


regularmente, para incorporar saberes a su estructura cognitiva. Pueden ser
buenos o malos, con consecuencias positivas o negativas, respectivamente, en
sus resultados.

Técnicas de hábito de estudio

Examinar: visión global del tema fijándose en título, apartados, subapartados,


mapas, gráficos, resúmenes,...

Preguntar: al mismo tiempo que se realiza la lectura, preguntarse qué es lo más


importante, qué aspectos se desconocen, cuáles se conocen y cómo relacionarlo
con lo que se, etc...

Leer: lectura profunda y comprensiva de cada apartado, concentrándose en los


aspectos principales y subrayando las ideas principales y secundarias de cada
apartado y párrafo.

Esquematizar: realizar una representación gráfica del tema, esquema o mapa


conceptual.

Recitar: decir en voz alta los contenidos del tema mentalmente y poner por escrito
el mismo a modo de autoevaluación.

Revisar: periódicamente revisar los esquemas y resúmenes que se hayan


realizado. En estos repasos hay que contemplar o comprender las ideas que
hayan quedado en el aire, volviendo al texto original cuando sea necesario.

Personalidad

La personalidad es el conjunto de características físicas, genéticas y sociales que


reúne un individuo, y que lo hacen diferente y único respecto del resto de los
individuos. En tanto, la interrelación y la comunión de todas estas características,
generalmente estables, serán las que determinarán la conducta y el
comportamiento de una persona y porque no también, de acuerdo a la estabilidad
de las mismas, predecir la respuesta que puede dar un individuo al cual
conocemos ante determinada circunstancia o estímulo.
Característica de la personalidad

La personalidad es el sello distintivo de cada ser humano, formada por la


combinación de rasgos y cualidades distintos.

Independientemente de las definiciones que han formulado los expertos a lo largo


del tiempo, podemos destacar una serie de características en la personalidad.

1. Consistente.- Puesto que la personalidad es un rasgo distintivo de cada


persona, éste permanece relativamente estable a lo largo del tiempo, influyendo
en su comportamiento. Esto no evita que el individuo pueda cambiar su
comportamiento debido a factores ambientales o a las necesidades
experimentadas.

2. Diferenciadora.- La personalidad permite identificar a cada individuo como un


ser único. Esta característica se traduce en las distintas reacciones que pueden
tener las personas ante un mismo estímulo. La personalidad es única por ser una
combinación de factores internos, pero si queremos utilizarla como criterio
de segmentación, se pueden destacar uno o varios rasgos comunes.

3. Evolutiva.- Aunque la personalidad es un rasgo consistente, puede variar a


largo plazo por la interacción con el medio, por las experiencias vividas por el
individuo o simplemente, a medida que el individuo va madurando.

4. No predictiva.- La personalidad es una compleja combinación de


características y comportamientos que hacen difícil la predicción de la respuesta
de los consumidores a los estímulos sugeridos.

Factores de la personalidad

Existe un cierto acuerdo entre los expertos en personalidad en afirmar que la


personalidad puede categorizarse en estos 5 grandes rasgos que fueron descritos
en la teoría del Big Five personality traits.

La definición de cada uno de ellos es la siguiente:

(Factor O): Apertura a la Experiencia

Muestra en qué grado un sujeto tiende a buscar nuevas experiencias personales y


concibe de una manera creativa su futuro. La persona abierta a la experiencia
tiene una relación fluida con su imaginación, aprecia el arte y la estética, y es
consecuente con sus emociones y la de los que le rodean. Prefieren romper con la
rutina y suelen poseer conocimientos sobre amplios temas debido a su curiosidad
intelectual. Su opuesto es la Cerrazón a la Experiencia (o al Cambio).
Los individuos que puntúan bajo tienen intereses más convencionales. Disfrutan
de lo sencillo más que de lo complejo, ambivalente y sutil. Suelen observar las
ciencias o el arte como disciplinas poco prácticas. Prefieren la familiaridad a lo
novedoso; son moderados y apegados a la tradición.

(Factor C): Responsabilidad

Refiere a cuán centrado está el sujeto en sus objetivos, además de cuán


disciplinado se muestra para la consecución de dichos fines. Podríamos decir que
la persona con alta puntuación en el factor C es un individuo organizado, con
capacidad de concentración, que termina sus tareas y que piensa antes de tomar
una decisión.

(Factor E): Extraversión

Define el grado en que el sujeto se muestra abierto con los demás y canaliza su
energía en contextos sociales. Dicho de otro modo, el factor E examina cuánto le
agrada a un sujeto estar rodeado de otras personas, cuánto le gusta expresarse
ante los demás, etc. Su opuesto es la Introversión, que se caracteriza en personas
reservadas, que a menudo son tachados de antipáticos. Suelen ser ciertamente
independientes, prefieren la rutina y el ambiente familiar.

Prefieren estar solos y no les agrada formar parte de bullicios de gente, lo cual no
quiere decir que sean menos felices. Frecuentemente se muestran tan animados
como el que más en círculos estrechos de amistad. Son más reflexivos que los
extrovertidos, y tienden menos a la acción.

(Factor A): Amabilidad

Es el grado en que la persona se muestra respetuosa, tolerante y tranquila.


La persona amable es aquella que confía en la honestidad de los otros individuos,
tiene vocación para ayudar y asistir a quien lo necesite, se muestra humilde y
sencillo, y es empático hacia las emociones y sentimientos ajenos.

(Factor N): Estabilidad emocional

Define en qué grado una persona afronta sin problema las situaciones
complicadas de la vida. Los sujetos tranquilos, no muy proclives a sentir rabia o a
enfadarse, suelen permanecer animados y gestionan muy bien sus crisis
personales.

Dentro de los rasgos de personalidad, el Factor N es aquél que encontramos con


alta puntuación en las personas moderadas y sosegadas.

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