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APRENDIZAJE ORGÁNICO
En la interacción específica
entre profesor y alumno se
crean las condiciones para
Vivimos como
evocar lo que Feldenkrais
llamaba «aprendizaje orgá-
nico». Este marco le permite
al alumno explorar y desa-
rrollar nuevos recursos para
nos movemos
organizarse mejor en todas
sus acciones.
N
os movemos de incontables for- te los movimientos. Así como las notas de Cada movimiento visible viene a ser la
mas: en diferentes intensidades, una obra musical comienzan a tener sen- punta del iceberg de un proceso neuroló-
dinámicas, direcciones, veloci- tido cuando el compositor las agrupa se- gico sumamente complejo. Al principio
dades y con distintos fines. Hay gún cierto orden, nuestro sistema corpo- de este proceso hay un impulso, una in-
todo tipo de movimientos: grandes, in- ral lo consigue con nuestros movimientos tención. Por eso existe un fin o una fun-
ternos, evidentes o invisibles. Hay movi- a través de patrones funcionales. ción determinado en el movimiento.
mientos de digestión, de ojos; movimien- La mayoría de personas se mueven de
tos bellos, gestuales, rítmicos, únicos, la punta del iceberg manera más o menos satisfactoria hasta
elegantes, torpes, fuertes, espontáneos, li- Cada patrón se aprende con un fin es- que comienzan a sentir molestias o do-
geros, alegres, ruidosos, amorosos, pesa- pecífico y como resultado de un proce- lores por un mal uso del cuerpo. Nor-
dos o silenciosos. Existen los movimien- so de aprendizaje. Su forma y eficacia malmente supone el primer paso de un
tos de la respiración que varían según la dependen tanto de este proceso como camino en busca de solución, a menudo
actividad y que acompañan todas nues- de la estructura de la persona, las in- frustrante y costoso, que comporta tan-
tras acciones. Hay movimiento cuando fluencias familiares, sociales, cultura- to alivio temporal como recaídas. Pode-
uno canta, llora, piensa, calcula, duerme, les, emocionales... Y aunque existan si- mos creer entonces que nuestro destino
se despierta, nace e incluso cuando uno militudes y bases orgánicas comunes, es vivir así y nos resignamos, con lo que
muere. En pocas palabras: el movimiento el modo de moverse de una persona al renunciamos a la posibilidad de vivir
está omnipresente en nuestra vida. Don- realizar determinada función es tan ca- con más vitalidad. O simplemente atri-
de no hay movimiento no hay vida. racterístico como su huella digital. Es buimos la buena calidad del movimien-
Como un gran director de orquesta, el posible reconocer a alguien a mucha to de otras personas a su juventud, sus
sistema nervioso organiza constantemen- distancia solo por su forma de caminar. genes o su buena estrella.
la capacidad de cambiar
Sin embargo, la forma de moverse de
DOS FORMAS DE PRACTICAR FELDENKRAIS una persona no es inamovible. El siste-
Autoconciencia a tra- trata de prácticas agrada- ques suaves a fin de que ma nervioso puede reconfigurar nues-
vés del movimiento. bles y sencillas de realizar esta descubra en sí mis- tros patrones en cualquier momento, al
En estas clases en grupo que suelen ser la puerta ma recursos y posibilida- margen de la edad o el estado de salud.
se experimentan algunas de entrada al método. des que por sí sola le re- Uno de los aspectos más considerados
de las miles de secuen- Integración Funcional. sultarían muy difíciles de en los últimos años por la ciencia ha si-
cias de movimientos que Consiste en un conjun- emplear. Se trata de un do justamente la plasticidad del sistema
creó Moshe Feldenkrais to de técnicas no verba- trabajo a nivel individual. nervioso, capaz de muchos más cam-
para cubrir toda la gama les en las que el exper- Feldenkrais dedicó casi bios de lo que se creía hasta hace poco.
de posibilidades inheren- to en Feldenkrais mueve cuarenta años a perfec-
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