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D E I B E R IA V I E JA
El sueño del
BÁLTICO
ESPAÑOL
TRAS LA CONQUISTA DE BREDA, ESPAÑA DECIDIÓ VOLCARSE
EN LA GUERRA NAVAL CONTRA HOLANDA, Y DIO A LUZ
UN AMBICIOSO PROYECTO: LA CONSTRUCCIÓN DE UNA
FLOTA HISPANO-IMPERIAL EN DANZIG, Y CON LA AYUDA DE
POLONIA, CERRAR EL BÁLTICO A PROTESTANTES Y HOLANDESES
Y ESTRANGULARLOS ECONÓMICAMENTE. LA ESTRATEGIA
SERÍA UNA BRILLANTE SOLUCIÓN PARA LOGRAR EL TRIUNFO
UNIVERSAL DE LOS HABSBURGO. SIN EMBARGO, AUNQUE
MADRID LOGRÓ ARMAR LA ESCUADRA, LA APORTACIÓN ALIADA
HUBO DE RETRASARSE UNA Y OTRA VEZ TRAS LA ENTRADA EN LA
GUERRA DE LOS 30 AÑOS DE DINAMARCA. TRAS LAS VICTORIAS
DE LUTTER Y DESSAU, EL NUEVO GENERALÍSIMO IMPERIAL
WALLENSTEIN SE ENREDÓ EN EL ASEDIO DE STRALSUND, QUE
ACABARÍA CON EL PROYECTO ESPAÑOL Y CON LA ENTRADA DE
SUECIA EN LA GUERRA.

JAVIER GARCÍA DE GABIOLA

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A la izquierda, Christian el Joven de Brunswick-
Wolfenbuttel. Obispo protestante de Halberstadt,
pasó de ser conocido como el Loco a Brazo de Hierro.
Abajo, Johann Tserclaes von Tilly, comandante de las
tropas de la Liga Católica, valón y por tanto español
de nacimiento, venció a los protestantes en cinco
batallas. Más abajo, Ernesto de Mansfeld,
comandante de mercenarios e hijo bastardo del
antiguo gobernador del Flandes español del mismo
nombre, pasó a servir con los protestantes, con una
facultad asombrosa para levantar ejércitos y luego
perderlos. En la otra página, iglesia de san Nicolaus en
el centro of Trnava (Eslovaquia).

T
odo comenzó con la entrada de LA REACCIÓN CATÓLICA NO SE HIZO ESPERAR Y EL
España en la Guerra de los 30
Años, para ayudar a sus primos CÍRCULO IMPERIAL DE BAJA SAJONIA RECLUTÓ 10.000
austríacos a aplastar las sucesi- IMPERIALES PARA DEFENDERSE
vas revueltas protestantes sur-
gidas en Alemania desde 1618. Mar del Norte. Más al sur, otro ejército bajo director de la Liga, de atacar al Loco. Lo di-
Sin embargo, España hubo de el veinteañero psicópata Brunswick, obispo rigía T’serclaes von Tilly, uno de los mejores
dejar a un lado a sus aliados desde 1621 protestante de Halberstadt apodado El Loco, comandantes de la Guerra de los Treinta
ya que expiró la tregua con Holanda y los marchó a las tierras de su hermano el Duque Años, formado por España en el Ejército de
ibéricos hubieron de centrar sus esfuerzos de Brunswick-Wolfenbutte, en el centro-nor- Flandes, y él mismo valón, y por tanto súb-
contra ella. Por otro lado, los ejércitos su- te de Alemania, y en marzo de 1623 suma- dito español, hecho olvidado por muchos
pervivientes protestantes comenzaron a ba ya 15.000 soldados. La reacción católica autores anglosajones. El viejo Tilly era una
usar suelo holandés como refugio para sus no se hizo esperar y el Círculo Imperial de especie de monje-guerrero, sabio, honrado,
operaciones en Alemania, luchando a veces Baja Sajonia reclutó 10.000 imperiales para conocido como el último cruzado, y tan hu-
contra los españoles y otras contra los cató- defenderse, bajo Brunswick-Lünebourg, milde que apuntaba el mérito de todas sus
licos alemanes. luterano pero aliado del Emperador, que victorias, que fueron muchas, a sus subor-
Viendo la ralea de estos mercenarios, los quedó vigilando a Brunswick, al norte. A dinados. A día de hoy todavía es recordado
propios holandeses llegaron a expulsarlos la vez, desde el sur, el Ejército de la Liga en Munich, donde cuenta con una estatua
de sus tierras. Así, Mansfeld, el hijo rene- Católica, formado por soldados bávaros y de en la Odeonsplatz.
gado de un comandante español, marchó a los territorios eclesiásticos alemanes recibió Tilly aplastó a Brunswick en Stadtlohn
saquear Frisia en octubre de 1622, junto al instrucciones de Maximiliano de Baviera, (ver pieza) y luego cayó sobre Mansfeld.

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Éste con 12.000 mercenarios seguía en Fri-
sia, junto a Holanda, donde lo arrinconó
Tilly. Anholt quedó allí bloqueándole, hasta
TXHDOÀQHOGHPDU]RGH0DQVIHOG
licenció a su ejército y huyó a Inglaterra. El
único foco que quedaba de oposición a los
Habsburgo (aparte de Holanda), era el Prín-
cipe protestante de Transilvania, Bethlen
Gabor, que con apoyo del Imperio Otoma-
no, del cual era súbdito, invadió la actual
Eslovaquia (parte entonces de Austria), en
ODVDQWtSRGDVGHOIUHQWHHOGHDJRVWRGH
1623, tomando Trnava. Luego Gabor dividió
VXHMpUFLWRRÀFLDOPHQWHGHVROGDGRV
(aunque probablemente eran la mitad de
esta cifra) en dos cuerpos, enviando uno
al norte a amenazar Olmutz, en la actual
Chequia, y otro a Pressburgo, la actual Bra-
tislava, al este de Viena. Contra el primero
sólo había un pequeño cuerpo Habsburgo
de 9.000 hombres bajo Montenegro. Este
se atrincheró en Gotven y rechazó todos
los asaltos de Gabor. Contra los segundos
se lanzó Tilly a marchas forzadas desde el
norte de Alemania, de modo que cuando
los transilvanos fueron informados levan-
taron el campo el 20 de noviembre, siendo
perseguidos por la guarnición austríaca de
Neuhausel bajo Esterhazy. A la vez, los Oto- EN ESE AÑO MILAGROSO PARA ESPAÑA DE 1625, FRANCIA
manos les retiraron su apoyo, de modo que
*DERUVHYLyREOLJDGRDÀUPDUOD3D]GH FUE DERROTADA EN ITALIA Y SALIÓ DE LA GUERRA Y
9LHQDHOGHPD\RGH HOLANDA PERDIÓ BRASIL Y BREDA
LA GUERRA DANESA hundirla económicamente, estableciendo Hesse-Cassel y un pequeño ejército merce-
(Q7LOO\PDUFKyDOQRURHVWHDDSR\DU un bloqueo comercial contra ella a través nario de Ernesto de Sajonia-Weimar, con
SRUÀQD(VSDxDSDUDHOSUR\HFWDGRDVHGLR del Almirantazgo de Sevilla, creado en octu- MLQHWHV(QXQDPDQLREUDEULOODQWH
de Breda contra los holandeses, pero a la bre. Gracias a él, los buques daneses y han- logró además que el Círculo Imperial de la
vez se gestó una nueva coalición contra los seáticos pasaron a sustituir a Holanda en Baja Sajonia le nombrara su nuevo capitán,
Habsburgo españoles y austríacos. Inglate- este comercio, muy lucrativo. Pero ahora, aportándole otros 13.900 soldados (aunque
rra, humillada tras la negativa de España de Cristián IV, tentado para dirigir la coalición ÀQDOPHQWHOOHJyODPLWDG \DHQPD\RGH
aceptar un matrimonio con el Príncipe de protestantes lo echaría todo a perder. 1625.
Gales, organizó una coalición contra Espa- 'LQDPDUFDWHQtDXQRVLQJUHVRVLQVXÀ- A ellos se uniría un ejército de 12.000
ña en la que ya estaban Holanda y Francia cientes para una operación de esta enverga- ingleses de Mansfeld que desembarcó en
(aunque esta última tímidamente, limitán- dura: unos 500.000 ducados anuales, esto Holanda, y otros 2.000 jinetes franceses bajo
dose al teatro italiano) y a la que acabaría es, la mitad que Inglaterra. Sin embargo, el El Loco que desde Calais también iría a los
por unirse Dinamarca. Las razones de la rey contaba además con una fortuna per- Países Bajos. Además, el Elector de Bran-
entrada en guerra de los daneses eran un sonal de un millón y medio de ducados, el demburgo invitó a los holandeses a proteger
tanto absurdas. De hecho, al rey Cristián IV equivalente a los ingresos de la América una parte separada de sus territorios situada
le interesaba mantenerse neutral o incluso española. Estas cantidades serían comple- en el bajo Rhin, el Ducado de Mark, hacia
aliado de Madrid por motivos económicos. tadas por Holanda, Francia e Inglaterra, que donde avanzaron contingentes bátavos. Para
La península Ibérica era muy dependiente aportaron otro medio millón al año entre contrarrestar este ataque que amenazaba
del trigo y las maderas para construcción todas (en todo caso menos de la cuarta parte )ODQGHVSRUHOÁDQFR7LOO\WDPELpQRFXSy
naval, procedentes del Báltico, que para- de lo prometido). Sin embargo, Dinamarca parte del Ducado con 12.000 soldados.
dójicamente eran suministradas por con- no entraría en la guerra sola, ya que tenía
YR\HVÁHWDGRVSRUVXHQHPLJR+RODQGD XQDJUDQLQÁXHQFLDHQHOQRUWHGH$OHPDQLD LLEGA WALLENSTEIN
El Conde-Duque de Olivares, viendo que a través de diferentes parientes. Así, se le Sin embargo, la coalición comenzó con mal
las acciones terrestres producían escasos unieron los obispados de Verden, Bremen y pie: en ese año milagroso para España de
efectos, se decidió a enfocar sus esfuerzos Minden, varios ducados de Schleswig-Hols- 1625, Francia fue derrotada en Italia en
en la guerra naval contra Holanda para tein, Hamburgo, Brunswick-Wolfenbuttel, mayo y salió de la guerra, y Holanda perdió

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A la derecha, Christian
IV de Dinamarca dirigió
el último intento de
convertir a Dinamarca
en la gran potencia del
Báltico. Más allá, Felipe
IV de España. Abajo, el
Conde-Duque de
Olivares, valido o primer
ministro de Felipe IV y
autor de la renovada
grandeza de España, que
acabó en ruina tras
tener que enfrentarse a
la vez a Francia,
Inglaterra, Holanda,
Suecia, Dinamarca, la
Alemania protestante y
Portugal. Más abajo,
Albrecht von
Wallenstein, empresario
militar protestante al
servicio de los católicos
que levantó los mayores
ejércitos de la época
aunque acabaría
asesinado ante las
sospechas de querer
crearse un reino para sí.

CUANDO CRISTIÁN IV VOLVIÓ, YA ERA TARDE: HABÍA


HECHO SU APARICIÓN UN NUEVO EJÉRCITO IMPERIAL
BAJO VON WALLENSTEIN DE 22.000 SOLDADOS
Brasil y Breda, de modo que los mercenarios En 1626, viendo Mansfeld el cerco que se
protestantes huyeron a Alemania a unirse a preparaba sobre ellos decidió escapar, y con
los daneses. Mansfeld logró refugiarse en 7.000 soldados intentó romper el bloqueo
Bremen, en la costa. Tilly avanzó al norte imperial y marchar al sudeste a sublevar a
tras él para crear una barrera defensiva en los protestantes de las tierras austríacas. Sin
el Weser y proteger la católica Westfalia embargo, al llegar al Elba se encontró con
frente a la pro-danesa Baja Sajonia. El in- que no podía pasar el puente de Dessau,
tento de Cristián IV de forzar el Weser con defendido por Aldringer. Mansfeld inició
30.000 protestantes fracasó en parte debi- los asaltos, pero entonces llegó Wallenstein
do a que sufrió una caída grave durante el con 15.000 imperiales para reforzarle. Tras
asedio de Hameln el 17 de agosto y se re- perder 5.000 hombres, Mansfeld logró pasar
tiró. Tilly, reducido a sólo 10.000 soldados, a duras penas marchando hacia Silesia, en
hábilmente sorprendió a un cuerpo aislado la actual Polonia occidental, aunque logró
de 3.000 daneses bajo Sajonia-Altenburg llevarse tras él a Wallenstein, aligerando la
en Rossling en octubre, lo aniquiló, y ame- presión sobre Cristián IV.
nazó Hanovre. Cuando Cristián IV volvió ya Mientras, en el oeste, Cristián conta-
era tarde, ya que había hecho su aparición EDFRQVROGDGRVODPLWDGHQ
un nuevo ejército imperial bajo Albrecht su ejército principal y el resto en varios
von Wallenstein de 22.000 soldados. Era cuerpos menores que en primavera se
el comienzo de la impresionante carrera dedicaron a saquear a los aliados del im-
del bohemio, empresario más que militar, perio. Dos de ellos bajo Sajonia-Weimar y
que ofreció al emperador, siempre falto de Brunswick-Wolfenbuttel saquearon Wes-
dinero, levantar a su costa un ejército a tfalia, al oeste; otro bajo el Loco arrasó
cambio de que le diera la gestión de va- Brunswick-Lunebourg, al norte (aunque
rios impuestos imperiales. De este modo, falleció de sus excesos al poco tiempo); y
Wallenstein fue nombrado comandante en otro bajo Solms avanzó en auxilio de Cas-
jefe en junio, partiendo con sus tropas al sel, al sur. Cristian, desde Bremen, avanzó
noroeste desde Eger, amenazando al danés también a proteger Wolfenbuttel. Entonces
HQVXÁDQFRRULHQWDOTXHQRVHDWUHYLySRU 7LOO\HQYLyD$QKROWFRQDSHQDVVRO-
ello a aplastar a Tilly. dados a cubrir este frente mientras él se

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STADTLOHN
Tilly partió al norte desde Frankfurt, al mando de

i 15.000 católicos, siendo reforzado por Anholt, otro


valón (y por tanto español) en Westfalia. Mientras,
Brunswick marchó al este, arrasándolo todo, pero ni los
Electores de Sajonia ni de Brandemburgo le dieron permiso para cruzar sus
tierras y atacar las tierras austríacas de Bohemia, de modo que furioso, dio
media vuelta. Cargado con una enorme caravana de botín, intentó refugiarse
de nuevo en Holanda y evitar a los ejércitos católicos que se cernían sobre
él. Cuando estaba apenas 16 kms de la frontera apareció Tilly en Stadtlohn
con 20.700 soldados. Brunswick, con apenas 15.000 dejó una retaguardia
de seis regimientos bajo Knyphausen tras un puente para contenerle mientras él intentaba desatascar La batalla de
Stadlohn, obra de
el embotellamiento causado por su tren de bagajes y ponerlo a salvo tras cruzar otro río. Sin embargo, Sebastiaen Vrancx.
Knyphausen no quería ser el pavo de la función y decidió replegarse, de modo que la vanguardia de Anholt Puede apreciarse a
pudo cruzar el puente desbaratando los descoordinados intentos de defensa y cargó contra el flanco los protestantes del
"Loco" o "Brazo de
izquierdo o norte protestante. Brunswick entonces detuvo su marcha y envió parte de las tropas de su Hierro" Harberstadt,
flanco sur a reforzar el norte. Entonces apareció Tilly, que venía detrás con el grueso católico. Este, viendo huyendo hacia los
cómo Brunswick había debilitado su flanco sur cayó justo sobre ese sector, empujando a los protestantes al pantanos tras ser
empujados por la
norte contra un pantano en lugar de al este, hacia Holanda. Su ejército fue cercado y destruido con 11.000 caballería de Tilly.
bajas. Brunswick apenas pudo escapar con 2.000 jinetes ese 6 de agosto, tras perder todo su botín.

desvió al sur con 10.000 soldados y rindió


DORVSURWHVWDQWHVGH&DVVHOHQMXQLR
TRAS LA DERROTA, CASI TODOS SUS ALIADOS ALEMANES
Antes de que Cristian reaccionara regresó, ABANDONARON A CRISTIÁN IV, QUE SE REFUGIÓ EN LA
VLHQGRUHIRU]DGRSRURWURVLPSHULD- FIEL HAMBURGO
les de Dufour (probablemente otro valón, y
por tanto, español) prestados por Aldringer.
Con ellos Tilly destrozaría a los daneses en DINAMARCA INVADIDA que sumaba ya 32.000 imperiales en agosto,
Lutter (ver recuadro). Las consecuencias Sin embargo, la lucha continuaba en el Mansfeld huyó para intentar unirse a Gabor
de la derrota fueron espectaculares: casi sudeste de Alemania. Mansfeld, en Si- GH7UDQVLOYDQLDTXHFRQVROGDGRV
todos sus aliados alemanes abandonaron lesia, actual Polonia, fue reforzado por (más probablemente la mitad) había vuel-
a Cristián IV, que se refugió en Hamburgo, Sajonia-Weimar, y sumando ya 16.000 pro- to a invadir Hungría. El mercenario logró
WRGDYtDÀHOGRQGHVHOHMXQWyRWURFXHUSR testantes intentó tomar Breslau (Wroclaw), unirse al transilvano en Kaschau (Kosice),
de 6.000 daneses mandado por su hijo. siendo rechazado. Seguido por Wallenstein, HQODDFWXDO(VORYDTXLDSHURHVWHÀUPyOD
paz de Nikolsburg en diciembre. Mansfeld
acabaría muriendo en Bosnia, y sus tropas
escaparon para volver a Silesia.
En 1627 se dio la puntilla al rey de Di-
QDPDUFD6XHMpUFLWRGH6LOHVLDGH
daneses ahora bajo Mitzlaff fue arrollado en
MXOLRSRULPSHULDOHVGH:DOOHQVWHLQ
que avanzaron contra ellos desde el sur. En
su huida hacia el norte fueron cortados por
otros 13.000 imperiales de Lünebourg, que
habían penetrado en Brandemburgo. Rodea-
dos, Wallenstein los aniquiló cerca de Berlín.
A continuación, el imperial avanzó hasta el
norte de Alemania a preparar la invasión
de Dinamarca en septiembre. El rey de Di-
namarca contaba con sólo 29.000 soldados
divididos en tres cuerpos, con Thurn al oes-
te, Cristián en el centro, y Baden-Durlach al
este, siguiendo el Elba. Contra ellos avanza-
Wolfenbüttel, sede de los Duques de Brunswick-Wolfenbuttel, fue la principal base protestante y rían, de izquierda a derecha, cuatro cuerpos
danesa en la Baja Sajonia y acabó conquistada por Tilly en 1628. de Tilly, Wallenstein, Schlick y Lünebourg,

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LUTTER Báltico, y a los protestantes sólo les quedaba
&RSHQKDJXH\XQLQVLJQLÀFDQWHSXHUWRHQ
Stralsund, en Mecklemburgo. El triunfo de
Cristián IV se retiró hacia Wolfenbuttel con sus 21.000

i
los Habsburgo era total, y es cuando surgió
hombres, dándole alcance Tilly en Lutter con 24.497 la gran oportunidad para España.
soldados. El danés eligió una posición muy fuerte, detrás de un arroyo que
estaba embarrado tras una tempestad, y protegido por un bosque que cubría sus ¿EL BÁLTICO ESPAÑOL?
flancos y retaguardia. A la vez, Cristián hizo volar todos los puentes, dejando sólo dos, Un par de años antes, en 1626, la católica
uno en cada flanco, por donde forzosamente debía pasar Tilly si quería atacarle. Para Polonia contactó con el embajador español
defender esta posición situó su ejército en tres líneas de cuadros de infantería, con en el Imperio, el Marqués de Aytona, para
caballería en sus extremos. Sin embargo, aunque inteligente, Cristián IV era inexperto, ofrecerle una alianza contra la protestante
de modo que cometió el error de nombrar sólo un comandante por cada línea (Fuchs, Suecia con la que estaba en guerra: Segis-
él mismo y el Rhingrave), no designando a mandos intermedios para el centro y alas mundo III ofreció a España los puertos de
de cada línea, de modo que cada mando sólo podría atender sólo un sector de su Danzig, Putzig y Konigsberg para basar allí
extensa formación y no al resto, que quedaría inmóvil. Por otro lado, el rey abandonó la Flota de Dunkerque, con la que Madrid
el frente poco antes de la batalla para atender un atasco que se estaba produciendo podría acabar con los convoys holandeses
en su retaguardia con el tren de bagajes. Enfrente, Tilly envió dos destacamentos arruinando a Amsterdam, así como acabar
de conquistar Copenhague e invadir Suec-
de incógnito (uno bajo Dufour), dando un rodeo, a flanquear la posición danesa
ia. Los puertos polacos estaban demasiado
precisamente en la zona donde los bosques supuestamente protegían a los
alejados, pero con la conquista imperial de
protestantes, ya que también sería una pantalla visual para aquellos. Enfrente, lanzó
Mecklemburgo, la costa de Alemania sería
sendas columnas para intentar cruzar cada puente, la derecha bajo Cromberg y la
una buena base intermedia para el desplieg-
izquierda de Erwitte, y él quedó en el centro con Anholt, protegido por el arroyo, para
XHGHODÁRWDHVSDxROD(OSODQHUDJUDQ-
atender a las vicisitudes de cada ala. Sin embargo, una vez los católicos cruzaron el dioso, con el exótico resultado de España
arroyo, el contraataque de la primera línea de Fuchs, fue devastador. En la derecha los poniendo una pica ni más ni menos que en
ligueros huyeron, pero fueron salvados por el cuadro de Gronsfeld, que aguantó junto el Báltico. Y algunos autores, sin conocer
al puente, no permitiendo el paso de los daneses. En el otro flanco fue aún peor, ya este proyecto, todavía hablan de decadencia
que los protestantes lograron cruzar el río. Sin embargo, Tilly marchó desde el centro GH(VSDxDGHVGHÀQDOHVGHO;9,«
contra ellos, y ya desordenados por su avance, los rechazó. Entonces aparecieron
por los flancos y la retaguardia los destacamentos enviados por Tilly para envolver EL TRIUNFO DE LOS
a su enemigo, cogiendo a los daneses por sorpresa al no tener mandos en sus alas.
Además, estos, con una confianza excesiva en las últimas tendencias militares casi HABSBURGO ERA TOTAL.
no contaban con piqueros, sino sólo tiradores. Sin embargo, las armas de fuego de la FUE CUANDO SURGIÓ LA
época tenían una cadencia de fuego muy limitada, apenas un disparo por minuto, y no GRAN OPORTUNIDAD
podían sostenerse sin el apoyo de piqueros que sí abundaban entre los católicos. Así,
el ejército protestante fue PARA ESPAÑA
arrollado, sufriendo unas
10.000 bajas.

Grabado del asedio


de Stralsund, en el
que se aprecian las
fortificaciones,
modernas levantadas
delante de la
muralla medieval, y
cómo la ciudad está
prácticamente
rodeada por el
Báltico.

unos 70.000 católicos. Tilly rechazó a Thurn y ocupó toda Jutlandia en octubre. A la vez,
al noroeste de Hamburgo, mientras Wallens- Tilly dio media vuelta y empezó a ocupar
tein lo rodeaba y proseguía su marcha. En el metódicamente la Baja Sajonia, rindiendo
otro extremo de la línea, al este, los 8.000 Wolfenbuttel en diciembre, defendida por
soldados bajo Baden quedaron aislados del Solms con 2.000 protestantes. Mecklem-
resto al ser empujados por Lünebourg. Ba- burgo le fue ofrecida a Wallenstein como
den embarcó en Wismar, en el Báltico, pero premio por la conquista y para sufragar sus
Francisco de Moncada, Marqués de Aytona, por van
al intentar volver al continente más hacia el gastos de guerra, de modo que el Ducado Dyck. Embajador de España ante Viena, fue uno de
oeste, entre Kiel y Lübeck, fue atacado y des- fue también ocupado. Así, los católicos ha- los promotores del proyecto español del Báltico, y
truido por Schlick. Este continuó su avance bían conquistado toda Alemania hasta el futuro comandante del Ejército de Flandes.

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A la izquierda, la paz de
Lübeck, gracias a la cual
Dinamarca recuperó
Jutlandia y Schleswig-
Holstein, pero perdió
todos los obispados
securalizados de
Alemania y quedó
arruinada como gran
potencia. A la derecha,
el rey de Polonia
Sigismund III Vasa, que
también lo fue de
Suecia, en donde nació.
Sin embargo, su
catolicismo y su
preferencia por reinar
desde Polonia lo
llevaron a ser depuesto
en su otro reino. Fue el
primero en luchar
contra el formidable
Gustavo Adolfo de
Suecia y el impulsor de
Báltico español.

Felipe IV convocó una Junta de Esta-


do que aprobó el plan, aunque matizando
que en lugar de llevar a la Escuadra de
Dunkerque, que dejaría Flandes indefensa,
VHIRUPDUtDXQDQXHYDÁRWDDOOtFRQD\XGD
polaca, de las ciudades Hanseáticas y del
Imperio. Para ello recibieron instrucciones
los embajadores españoles Auchy, en Po- LA BRUTAL OFENSIVA SUECA SORPRENDIÓ A LOS
lonia, y De Roy, en Lübeck. Sin embargo, BARCOS ESPAÑOLES EN PUERTO ANTES DE ESTAR LISTOS,
HQ VHJXLGD FRPHQ]DURQ ODV GLÀFXOWDGHV
Polonia sólo contaba con dos navíos que QUEDANDO TODOS APRESADOS POR GUSTAVO ADOLFO
superasen las 300 toneladas, y Lübeck no
DSRUWDUtDVXÁRWDDOPHQRVKDVWDTXHORV soldados a impulsar el asedio, pero sus Dinamarca, por la que este devolvía todas
imperiales, bajo Arnim, no conquistasen la dos asaltos fracasaron, y tras varios meses sus posesiones a Copenhague, aunque los
última ciudad protestante en Alemania: la perdió 12.000 soldados. A la vez, Cris- daneses a su vez entregaban las tierras de
LQVLJQLÀFDQWH6WUDOVXQG(VWHSXHUWRDLVODGR tián IV envió 8.000 daneses de refuerzo a la Iglesia secularizadas en Alemania.
del continente por una lengua de tierra, era Stralsund, y desde la isla de Copenhague Cristián IV respiró aliviado cuando salió
casi inexpugnable a menos que se contase HPSH]yDXVDUVXÁRWDKiELOPHQWHSDUD del atolladero en que se había metido y que
con una armada para bloquearlo, pero ésta, recuperar el terreno perdido. Así, llegó casi acabó con su reino, pero hubo de ceder
a día de hoy, todavía no existía. Olivares a atacar Lübeck siendo rechazado, y en su puesto a una joven y pujante Suecia, que
entonces ordenó a la Flota de Dunkerque septiembre logró desembarcar con unos bajo el formidable Gustavo Adolfo pasaría
zarpar en primavera para forzar el Sund y 6.000 daneses en Wolgast. Wallenstein a dirigir la coalición protestante. De hecho,
penetrar en el Báltico, y 200.000 escudos levantó el asedio y cayó sobre Cristián, HVWD JXHUUD VXSXVR HO ÀQ GH 'LQDPDUFD
IXHURQHQYLDGRVSDUDFUHDUODQXHYDÁRWD destrozándolo y obligándole a reembar- como gran potencia. En cuanto a Suecia,
española, proyectada en 36 navíos. En abril, carse. Mientras, Tilly se concentraba en su primera de cabeza de puente para re-
Auchy ya contaba con cinco barcos polacos, tomar la desembocadura del Elba, que conquistar toda Alemania y dar la vuelta a
y Roy, en julio, con otros seis hanseáticos. había vuelto a caer en manos danesas ODJXHUUDVHUtDSUHFLVDPHQWH«6WUDOVXQG
tras varios desembarcos, ocupando Stade Mientras, Segismundo, falto de dinero, ha-
STRALSUND y Krempe, defendidas por 2.000 daneses EtDHPSH]DGR\DDYHQGHUSDUWHGHVXÁRWD
Sin embargo, Arnim, que inició el ase- FDGDXQD6LQHPEDUJRDÀQDOHVGH desinteresándose del proyecto y negocian-
dio en mayo de 1628, fracasó ante los Cristián IV había logrado levantar otros do la paz con Suecia, por lo que Olivares
continuos refuerzos daneses que recibió 20.000 soldados, y envió 6.000 de ellos ÀQDOPHQWHRUGHQyD5R\TXH]DUSDUDFRQ
Stralsund por mar. Con estas noticias la bajo el inglés Morgan desde Gluckstadt, en ODÁRWDGH:LVPDUGHYXHOWDD(VSDxD1L
Junta del Báltico, en Madrid, canceló el el Elba, a Schleswig, capturando a 5.000 siquiera esto fue posible: la brutal ofensiva
DWDTXH GH OD ÁRWD GH 'XQNHUTXH SHUR imperiales que fueron sorprendidos en sueca sorprendió a los barcos españoles en
aun así se libraron otros 600.000 escudos Nordstran. Desde allí marchó al sur contra puerto antes de estar listos, quedando todos
SDUDHTXLSDUDOUHVWRGHODÁRWDGHO%iOWL- +ROVWHLQ$QWHHVWRVp[LWRVÀQDOPHQWHHO apresados por Gustavo Adolfo. Así terminó,
co. En julio llegó Wallenstein con 20.000 Emperador aceptó la Paz de Lübeck con en pesadilla, el sueño del Báltico español.

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