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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA LIBERTAD

PRIMERA SALA ESPECIALIZADA LABORAL


PRIMER TRIBUNAL UNIPERSONAL

EXPEDIENTE Nº 02184-2013-0-1601-JR-LA-04.
DEMANDANTE PARIONA MUÑOZ JESÚS
DEMANDADA MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DE TRUJILLO
MATERIA PAGO DE BENEFICIOS SOCIALES.

RESOLUCIÓN NÚMERO SEIS:


Trujillo, veintitreé s de junio de dos mil quince.-

VISTOS.- En Audiencia Pué blica, el Primer Tribunal Unipersonal de la Primera Sala


Especializada Laboral de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, ha expedido
la siguiente Sentencia de Vista.

I. PRETENSIÓN IMPUGNATORIA.-
1. Viene en apelacioé n la SENTENCIA contenida en la resolucioé n nué mero DOS
obrante a fojas 233 a 242, su fecha 18 de setiembre del 2014 que resuelve
declarar FUNDADA la demanda interpuesta por don JESÚS PARIONA MUÑOZ
contra LA MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DE TRUJILLO ORDENANDO el pago
por la demandada a favor del actor en la suma de S/. 5,737.11 (CINCO MIL
SETECIENTOS TREINTA Y SIETE Y 11/100 NUEVOS SOLES) por reintegro de
remuneraciones baé sicas por homologacioé n y reintegro de beneficios sociales,
maé s los intereses legales y costos. En cuanto al contrato de la poé liza de seguro
de vida, la demandada deberaé cumplir con contratarla en el teé rmino de cinco
díéas. Consentida y/o ejecutoriada que sea la presente resolucioé n, archíévese el
expediente en el modo y forma de ley.

2. La resolucioé n es impugnada por el demandante, mediante escrito impugnatorio


obrante a fojas 245 a 249, en el cual argumenta lo siguiente:
a) Se incurre en error de derecho al disponer el reintegro de remuneraciones
baé sicas solo desde la fecha de ingreso del homoé logo, y sin sustento o
motivacioé n juríédica alguna omite liquidar las remuneraciones baé sicas
mensuales del periodo anterior a la fecha de ingreso del homoé logo,
incurriendo en motivacioé n aparente.
b) Se incurre en error de derecho al desestimar la homologacioé n con el
conductor Evelio Melqui Rodríéguez Villareal esgrimiendo como causa
objetiva que justificaríéa el trato remunerativo diferenciado que el actor
ostente como clasificacioé n de su licencia de conducir clase A-categoríéa III-C,
mientras que el referido homoé logo, clase A-categoríéa III profesional
especializado.
c) Se incurre en error de derecho por inaplicacioé n del Decreto Supremo N°
040-2008-MTC, de cuyo tenor se colige que segué n la clasificacioé n de la
licencia de conducir, para los vehíéculos motorizados existe la clase A-
categoríéa III-C, que es la categoríéa actualizada con la norma vigente, pues la
anterior categoríéa que le correspondíéa era la Clase A-III-profesional
especializado segué n el Decreto Supremo N° 033-2001-MTC.; coligieé ndose

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que son similares o equivalentes, radicando la diferencia en su
denominacioé n.
d) Se incurre en error de derecho al no advertir que se deniega la
homologacioé n en meé rito a una simple diferencia denominativa de las
licencias de conducir sin reparar que la licencia del homoé logo ofrecida por
la demandada es caduca por haber sido expedida con el marco legal
derogado.
e) Se deniega la homologacioé n subrogaé ndose en la voluntad y defensa de la
entidad demandada, pues se esgrime un hecho no alegado por la
Municipalidad Provincial de Trujillo, lo que contraviene el derecho al debido
proceso y congruencia procesal.

II. CONSIDERANDOS:

1.- Este ÓÓ rgano Jurisdiccional soé lo absolveraé los extremos que han sido objeto de
apelacioé n, pues ello constituye el tema decisivo, es decir la base objetiva del
recurso, la misma que determina los alcances de la impugnacioé n y las facultades de
las que goza esta instancia superior para resolver; ello de conformidad con lo
dispuesto por el artíéculo 370 del Coé digo Procesal Civil -en adelante CPC-, de
aplicacioé n supletoria al proceso laboral; por lo que, siendo ello asíé, se entiende que
los aspectos no cuestionados expresamente, corresponden a situaciones
consentidas por las partes, sobre las que no existe necesidad de revisioé n judicial.

2.- Cabe precisar que, la decisioé n de la A quo de ordenar a la demandada contrate


una poé liza de seguro de vida a favor del actor por haber determinado la existencia
de un contrato a plazo indeterminado desde el 20 de febrero de 2007 ante la
desnaturalizacioé n de contratos civiles de locacioé n de servicios e inaplicacioé n de
contratos modales suscritos posteriormente, asíé como el extremo de amparar los
costos del proceso en el 20% del capital; al no haber sido materia de
cuestionamiento por la parte apelante conforme lo dispuesto en el artíéculo 366 del
CPC, han quedado consentidas, quedando impedido por tanto este Tribunal
Unipersonal de emitir pronunciamiento respecto de dichos extremos, en atencioé n
al Principio de Limitacioé n Impugnatoria; por lo que debe entenderse que respecto
de los puntos antes senñ alados –no impugnados por el demandante- ha operado la
cosa juzgada, de conformidad con lo prescrito en el numeral 2 del artíéculo 123 del
CPC1.

3.- Entrando al tema de fondo, tenemos que el escrito de apelacioé n presentado por
la parte demandante, tiene como eje principal cuestionar la conclusioé n arribada
por la A quo, en cuanto al reintegro de remuneracioé n baé sica por discriminacioé n
salarial, reiterando su pretensioé n de homologacioé n con el trabajador comparativo
Evelio Melqui Rodríéguez Villarreal y no soé lo con el trabajador Camilo Prieto Salinas
por el periodo comprendido desde el 20 de febrero de 2007 al 20 de febrero de
2013, toda vez que el primero realiza las mismas labores de conductor, asíé como
tambieé n cuenta un tipo de brevete similar al del demandante.

4.- Como se puede observar del considerando precedente, el demandante delimitoé


1
Que senñ ala: “(…) 2. Las partes renuncian expresamente a interponer medios impugnatorios o dejan
transcurrir los plazos sin formularlos (…)”.

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su pretensioé n de reintegro de remuneracioé n baé sica por homologacioé n de
remuneracioé n a un periodo en especíéfico, esto es del 20 de febrero de 2007 al 20 de
febrero de 2013, sin embargo, de la revisioé n de la recurrida se advierte que la
juzgadora, se ha pronunciado liquidando el referido concepto por un periodo
adicional al peticionado expresamente por el demandante, dado que la A quo a
liquidado el referido reintegro hasta el 03 de mayo de 2013, conforme es de verse
a fojas 240 de autos, esto es, se ha pronunciado sobre un aspecto que no ha sido
peticionado y por tanto, tampoco ha sido materia de actuacioé n probatoria en la
audiencia de juzgamiento; consecuentemente se determina que la sentencia, en los
extremos que ordena pagos correspondientes al periodo no demandado (21 de
febrero al 03 de mayo de 2013), debe ser declarada nula, por constituir un fallo
extra petita, que vulnera el principio de congruencia procesal, recogido en los
artíéculos VII del Tíétulo Preliminar del CPC y artíéculo 50 ordinal 6, de aplicacioé n
supletoria al presente proceso; principio que resulta de suma importancia para
alcanzar la finalidad del proceso, esto es solucionar el conflicto o dilucidar la
incertidumbre ambos con relevancia juríédica sometidos a conocimiento
jurisdiccional, en tanto este constituye el cauce argumentativo y probatorio por el
cual deberaé discurrir el razonamiento del Juzgador, orientado a dar una respuesta
jurisdiccional suficiente a cada una de las pretensiones ejercitadas, sobre la base de
los supuestos faé cticos alegados expresamente por las partes, lo cual respecto al
periodo antes indicado no ha ocurrido, por lo que debe declararse la nulidad de la
recurrida en dichos extremos amparados por el periodo no pretendido conforme
se ha precisado.

5.- Ahora bien, estando probado que el actor es obrero, entonces le corresponde
la aplicación del régimen laboral de la actividad privada desde el inicio de su
víénculo con la demandada con la suscripcioé n del primer contrato de locacioé n de
servicios de fecha 20 de febrero de 2007 (fojas 05 y 05 vuelta), habida cuenta que a
partir del 02 de junio de 2001, entroé en vigencia la Ley nué mero 27469, del 01 de
Junio del 2001, que prescribíéa que: “Los funcionarios y empleados, así como el
personal de vigilancia de las municipalidades, son servidores públicos sujetos
exclusivamente al régimen laboral de la actividad pública y tienen los mismos
deberes y derechos de los del Gobierno Central de la categoría correspondiente. Los
obreros que prestan sus servicios a las municipalidades son servidores
públicos sujetos al régimen laboral de la actividad privada, reconociéndoles
los derechos y beneficios inherentes a dicho régimen”; situacioé n que ha sido
mantenida en la vigente Ley Órgaé nica de Municipalidades Ley nué mero 27972, del
28 de Mayo de 2003, cuyo artíéculo 37, establecioé un reé gimen laboral dicotoé mico
para los trabajadores municipales, privado para los obreros y pué blico para los
empleados2.

6.- Al respecto, debemos senñ alar que por la naturaleza de las labores del actor
(Chofer o conductor de vehíéculo), este tiene la calidad de Óbrero, la cual pertenece
al reé gimen de la actividad privada y no al reé gimen pué blico. En este sentido no

2
Artíéculo 37 de la Ley nué mero 27972 que senñ ala: “Los funcionarios y empleados de las
municipalidades se sujetan al régimen laboral general aplicable a la administración pública, conforme
a ley. Los obreros que prestan sus servicios a las municipalidades son servidores públicos sujetos al
régimen laboral de la actividad privada, reconociéndoles los derechos y beneficios inherentes a dicho
régimen”.

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debemos perder de vista que la tradicional distincioé n entre obrero y empleado, es
que en los obreros prima el esfuerzo físico sobre el intelectual, y para los
empleados prima el esfuerzo intelectual sobre el fíésico; un claé sico ejemplo de
empleado seríéa el de un trabajador de oficina, mientras que el obrero es el
trabajador "de campo", cuya labor supone un mayor desgaste de energíéas, por las
labores preponderantemente manuales que ejecuta3.

7.- En cuanto al reintegro de remuneraciones, debemos senñ alar, en principio,


que conforme aparece del escrito de demanda, a fojas 32 a 47, el actor pretendioé el
reintegro de remuneraciones alegando que ha recibido un trato diferenciado
respecto de sus companñ eros de trabajo, quienes realizando la misma labor
perciben una remuneracioé n mayor; en efecto, de la revisioé n de mencionado escrito,
el actor senñ ala que tiene derecho a ser remunerado segué n su cargo, chofer de la
Sub Gerencia de Servicios Generales y Equipo Mecaé nico al igual que sus
companñ eros Evelio Melqui Rodríéguez Villarreal y Camilo Prieto Salinas, quienes
laboran en la misma dependencia municipal, en el mismo reé gimen laboral privado,
bajo la misma modalidad contractual y desempenñ ando el mismo cargo, empero
percibiendo una remuneracioé n baé sica superior de S/. 1,500.00 y S/. 1,200.00,
respectivamente. Ahora bien, este hecho: realizacioé n de igual labor que
trabajadores comparativos (chofer de vehíéculo) pero percibiendo una
remuneracioé n menor a ellos, no ha sido negado expresamente por la demandada,
por lo que de conformidad con el artíéculo 19 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo –
Ley 29497, en adelante NLPT- nos encontramos ante un hecho no necesitado de
prueba.

8.- Pues bien, la demandada a efectos de justificar su conducta de cancelar al actor


una remuneracioé n menor a la de sus homoé logos, alega lo siguiente: “la eventual
disimilitud que puedan presentarse en ciertas asignaciones remunerativas puede
ocurrir por asignación de conceptos no remunerativos en atención a las funciones del
trabajador”; ademaé s que “el Señor Rodríguez Villarreal Evelio Melqui fue contrato en
el cargo de conductor de cisterna, siendo un vehículo diferente y con funciones de
trabajo diferentes a las que ejerce el actor” (escrito de contestacioé n de demanda, a
folios 129 a 134). Asimismo se advierte de la audiencia de juzgamiento en el
3
Este oé rgano colegiado en el Expediente nué mero 05627-2010-0-1601-JR-LA-03, en su noveno
considerando señaló: “Que, la jurisprudencia laboral por su parte estableció criterios
interpretativos que procuraban solucionar los problemas derivados de leyes dictadas por separado
para obreros y empleados, recurriendo para ello a la doctrina y legislación comparadas, como es el
caso, del Derecho italiano de la primera mitad del siglo XX, así tenemos que Ludovico Barassi
sistematiza hasta cuatro teorías que intentan explicar la distinción conceptual entre obreros y
empleados; estas teorías antes citadas han influido en nuestra jurisprudencia del siglo XX, la misma
que, casuísticamente, ha establecido criterios como los siguientes: a) “La calidad del servicio prestado
determina la condición de empleado”; b) “Limitado el servicio de una persona a la función mecánica
de pesar o medir, carece de la condición de empleado comprendido en la Ley número 4916, si no
ejecuta contratos de compraventa en representación del principal”; c) “Quien confecciona
presupuestos y celebra actos contractuales en representación de su principal, no realiza labores de
carácter manual y tiene por consiguiente la calidad de empleado”; d) “No es el nombre sino las
condiciones en que se presta el servicio, lo que determina las relaciones laborales”; e) “La forma de
pagar el sueldo a un servidor no determina su condición, sino la naturaleza de sus servicios”; f) “Lo
que define la naturaleza de las labores desempeñadas por un servidor, es el predominio de la función
intelectual sobre la material o meramente mecánica”. (ANGULÓ ARGÓMEDÓ, Jorge. “La
Jurisprudencia del Derecho Laboral en el Perué . Repertorio sistematizado - comentarios y
concordancias”. Ediciones Libreríéa Studium. Trujillo-Perué , 1984; paé ginas 144-160).

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minuto 17:36 que en respuesta a la pregunta de cuaé l es la causa objetiva que
determina esa diferenciacioé n remunerativa, menciona la demandada que “viene a
ser el tipo de capacitación que tiene cada trabajador en lo que respecta a sus labores
como conductor de vehículo”. Sin embargo, este hecho, esto es, que, las disimilitudes
ocurran por asignación de conceptos no remunerativos en atención a las funciones
del trabajador y el tipo de capacitación de cada trabajador, no es razón suficiente
para justificar tal trato remunerativo desigual, en principio porque el contrato
formalmente celebrado entre las partes ha servido como una cobertura ilíécita y
fraudulenta (contrato máscara) con la que se ha pretendido encubrir una auteé ntica
relacioé n laboral, en la cual rige plenamente lo dispuesto por el artíéculo 23 de la
Constitucioé n del Estado, cuando senñ ala que “ninguna relación laboral puede limitar
el ejercicio de los derechos constitucionales, ni desconocer o rebajar la dignidad del
trabajador”; en segundo lugar porque, aceptar la tesis de la demandada supone
desconocer el principio de irrenunciabilidad de derechos (artíéculo 26.2 de la
Constitucioé n), siendo derechos fundamentales del trabajador, y por ende
irrenunciables, el derecho a una remuneracioé n equitativa y suficiente, asíé como el
derecho fundamental a la igualdad de oportunidades (artíéculo 26.1 de la
Constitucioé n), de ahíé que, si dentro de la entidad demandada existen dos o maé s
trabajadores que realizan la misma labor, por loé gica de razonamiento, estos deben
percibir prima facie la misma remuneracioé n, salvo la existencia de causa objetivas y
razonables que justifiquen la percepcioé n de una remuneracioé n distinta, como lo
son, por ejemplo, la existencia de los complementos remunerativos.

9.- Cabe aquíé hacer una breve digresioé n para senñ alar que la remuneracioé n puede
encontrarse integrada por diferentes conceptos remunerativos, los mismos que
obedeceraé n a la prestacioé n efectiva de los servicios del trabajador o a su condicioé n
como tal, de ahíé que la doctrina es unaé nime en considerar que la remuneracioé n
tiene una estructura integrada por la remuneracioé n principal y por las
remuneraciones complementarias. Asíé, la remuneracioé n principal “es la parte de
retribución del trabajo fijada para cada categoría profesional, por unidad de tiempo,
unidad de obra o en función de los ingresos o recaudaciones que se obtengan de la
empresa”4, es decir, constituye la remuneracioé n mínima que se otorga por
desempenñ ar un puesto de trabajo determinado, esto es, la remuneración
principal constituye la contraprestación percibida por el trabajador por el
valor de su trabajo. Toyama Miyagusuku5 senñ ala que “la remuneración básica [o
principal] constituye la contraprestación directa e inmediata más estrechamente
conexa con la prestación de trabajo”. En cambio, la remuneracioé n complementaria o
complementos salariales “son aquellas otras percepciones económicas del trabajador,
que éste devenga en función de determinadas circunstancias tipificadas”6, por
ejemplo, antiguü edad, capacitacioé n, carga de familiar, o cualquier otro que no
necesariamente suponga una contraprestacioé n directa al trabajo realizado.

10.- Siendo esto asíé, la decisioé n del Juez de amparar la pretensioé n de


reintegro de remuneraciones es correcta porque la demandada no ha alegado y
menos probado la existencia de causas objetivas y razonables que justifiquen el
4
ALÓNSÓ GARCIÓA, Manuel. Curso de derecho del Trabajo. Editorial Ariel 6ta. Edicioé n. Barcelona.
1980. Paé ginas 470-472.
5
TÓYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Derecho Individual del Trabajo. Gaceta Juríédica. Primera edicioé n.
Paé gina. 214-215.
6
Óp. Cit.

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trato remunerativo diferenciado entre el trabajador demandante y los trabajadores
comparativos; lo cual, sin duda alguna, constituíéa su carga probatoria, en virtud a lo
dispuesto por el artíéculo 23.4 literal b) de la NLPT segué n el cual corresponde al
empleador demandado la carga de la prueba de la existencia de un motivo razonable
distinto al hecho lesivo alegado, aunado al hecho que de la revisioé n de la audiencia
de juzgamiento al preguntar la abogada del demandante al abogado de la
demandada en el minuto 22:37 queé tipo de vehíéculos conducíéa el actor, este
respondioé (minuto 22:44) que son rotativos, o sea que a veces manejan camionetas
y otras veces vehículos de mayor peso, se tiene consecuentemente que la
demandada acepta que los tres trabajadores realizaban las mismas labores al
manejar el mismo tipo de vehíéculos, declaraciones que han servido para generar
mucho mayor conviccioé n a este Tribunal de la correspondencia del reintegro de
remuneraciones baé sicas al trabajador por homologacioé n al haber una
discriminacioé n salarial.

11.- No obstante, si bien se concuerda con el razonamiento de la A quo en


determinar que existe una discriminacioé n salarial, no se comparte el hecho de que
solamente se realice dicha homologacioé n con el Senñ or Camilo Prieto Salinas y no se
tome en cuenta lo percibido por el Senñ or Evelio Melqui Rodríéguez Villareal,
alegando que habríéa diferenciacioé n con este porque seríéa conductor de vehículo
cisterna segué n contrato fojas 155, pues de la revisioé n de los medios probatorios
obrantes en autos, se verifica que la ostensible diferencia remunerativa entre el
demandante y los obreros de comparacioé n se tiene acreditada con los documentos
de ambos comparativos de fojas 5-27 vuelta, 57-88, 136-137 y 141-165,
consistentes en los contratos de locacioé n de servicios, las boletas de pago del actor
y sus homoé logos a fojas 28-30, 89-127, 138-140 y 166-170 y el file de los
homoé logos a fojas 171-230, no soé lo con el Senñ or Camilo Prieto Salinas,
observaé ndose que, mientras el demandante ha percibido en promedio S/. 600.00
nuevos soles (contrato de locacioé n de servicios de febrero de 2007) a S/. 900.00
nuevos soles (febrero de 2010); los obreros de comparacioé n percibíéan una
remuneracioé n promedio muy superior a la del actor y desempenñ ando las mismas
labores de obrero conductor de vehíéculo, pues se recuerda que tal como se
mencionoé anteriormente, en la audiencia de juzgamiento la demandada aseveroé
que los tanto el demandante como los trabajadores comparativos ejercen sus
funciones de chofer de vehíéculo de manera rotativa hasta con vehíéculos pesados.

12.- Aunado a ello se debe tener en cuenta entonces que si los tres
trabajadores (demandante y homoé logos) manejan vehíéculos pesados, tampoco
existiríéa una diferenciacioé n entre los tipos de licencia de conducir que ostentan
tanto el actor como el Senñ or Camilo Prieto Salinas y el Senñ or Evelio Melqui
Rodríéguez Villareal, ya que el actor y el primer trabajador comparativo cuentan con
la licencia de clase A-categoríéa III-C. y el segundo trabajador comparativo con el
tipo de licencia de conducir de Clase A-III-profesional especializado, las mismas
que constituyen el tipo de licencia de maé ximo alcance que permite conducir
vehíéculos pesados. Siendo ello asíé, si bien prima facie pareciera que se trataríéa de
diferentes tipos de licencias, esto no es asíé por cuanto del tenor del Decreto
Supremo N° 040-2008-MTC, se colige que la clase A-categoríéa III-C, seríéa la
clasificacioé n vigente de la licencia de conducir utilizada para los vehíéculos
motorizados pesados, ademaé s segué n el Decreto Supremo N° 033-2001-MTC que la

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denominacioé n anterior de esta categoríéa correspondíéa era la Clase A-III-profesional
especializado. De lo cual, en suma, de las premisas que preceden se concluye que el
demandante ha probado los supuestos faé cticos esenciales de su pretensioé n de
reintegro por discriminacioé n salarial: a) La diferencia remunerativa, y b) La
existencia de condiciones laborales objetivamente similares en que los
trabajadores sujetos a comparacioé n cumplen sus funciones (artíéculo 23, primer
paé rrafo de la Ley 29497).

13.- Que, a mayor abundamiento, es menester hacer referencia al principio


de no discriminacioé n el mismo que segué n Ameé rico Plaé se define como aquel que
“lleva a excluir todas aquellas diferenciaciones que colocan a un trabajador en una
situación inferior o más desfavorable que el conjunto. Y sin una razón válida ni
legítima”7. Sobre el principio de igualdad que, en síé encierra al de no
discriminacioé n, Boza Pro senñ ala que: “El principio de igualdad no impide un trato
diferenciado. Lo que no permite es un trato discriminatorio fundado en causas
subjetivas o arbitrarias. Por ello, si en un determinado supuesto, dos o más
trabajadores se enfrentan a circunstancias que objetivamente son disímiles, sería
posible un trato desigual entre ellos, puesto que en tal situación se rompe la paridad
que sirve de sustrato para la aplicación del principio”8.

14.- Nuestra Constitucioé n en el ordinal 1 de su artíéculo 26, prescribe que:


“En la relación laboral se respetan los siguientes principios: 1. Igualdad de
oportunidades sin discriminación.”; no obstante, la falta de tecnicismo en la
redaccioé n de este aludido precepto podríéa denotar, en estricto sentido, que el
principio citado soé lo opera en el acceso al empleo y no propiamente en la fase de la
ejecución del trabajo9; empero, una correcta interpretacioé n del mismo nos indica
que tal principio rige no soé lo en el momento de la constitucioé n de la relacioé n
laboral (acceso al empleo), sino tambieé n a lo largo del desenvolvimiento de ella;
esta comprensioé n maé s amplíéa de sus alcances es adecuada en tanto ofrece la
posibilidad de excluir “todo tipo de discriminación, desde el acceso al puesto de
trabajo a todo aspecto de la relación de trabajo”10.

15.- Asimismo, seé pase que este principio constituye un derecho


fundamental y humano, pues no soé lo tiene reconocimiento constitucional sino que
tambieé n es reconocido por distintos instrumentos de derecho internacional
humanitario; asíé tenemos los Convenios 100 y 111 de la ÓIT, ratificados por el
Estado Peruano a traveé s de la Resolucioé n Legislativa nué meros 13284, del 24 de
Diciembre de 1959 y el Decreto Ley nué mero 17687, del 07 de Junio de 1969
respectivamente; la Declaracioé n Universal de los Derechos Humanos, aprobado por
Resolucioé n Legislativa nué mero 13282, del 15 de Diciembre de 1959 (artíéculos 7 y

7
PLÁ RODRÍGUEZ, Ameé rico. “LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO”. Tercera Edicioé n
Actualizada. Editorial Depalma; Buenos Aires-Argentina, 1998; Paé gina 415.
8
BOZA PRO, Guillermo. “EL PRINCIPIO DE IGUALDAD EN LAS RELACIONES LABORALES”. En
Materiales de ensenñ anza de la Academia de la Magistratura, curso a distancia sobre Fundamentos
del Derecho del Trabajo; Lima - Noviembre de 2000; Paé gina 97.
9
Cfr. NEVES MÚJICA, Javier. “LOS DERECHOS Y PRINCIPIOS LABORALES EN LA CONSTITUCIÓN
DE 1979 Y 1993”. En Revista del Foro nué mero 01. Anñ o 1993.
10
MARCENARO FRERS citado por Sanguineti Raymond, Wilfredo. “DERECHO CONSTITUCIONAL
DEL TRABAJO. RELACIONES DE TRABAJO EN LA JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL”. Editorial Gaceta Juríédica; Lima-Perué , 2007. Paé gina 84.

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23 ordinal 2); Convencioé n Americana sobre Derechos Humanos “Pacto de San Joseé
de Costa Rica” aprobado a traveé s del Decreto Ley nué mero 22231, del 11 de Julio de
1978 (artíéculo 1 y 24); Protocolo Adicional a la Convencioé n Americana sobre
Derechos Humanos en materia de Derechos Econoé micos, Sociales y Culturales
“Protocolo de San Salvador”, aprobado mediante Resolucioé n Legislativa nué mero
26448, del 07 de Mayo de 1995 (artíéculos 3 y 7 literal “a”); y, el Pacto Internacional
de Derechos Econoé micos, Sociales y Culturales, aprobado mediante Decreto Ley
nué mero 22129, del 29 de Marzo de 1978 (artíéculos 2, 3, 7 ordinal “i” y “ii” literal
“c”). Como referencia de lo extendido que se encuentra el principio de igualdad y
no discriminacioé n en el aé mbito laboral diremos que buena parte del Derecho Social
de la Unioé n Europea se encuentra compuesto justamente por normas
antidiscriminatorias, asíé tenemos a la Directiva 75/117/CEE, del 10 de Febrero de
1975, sobre aproximacioé n de las legislaciones de los Estados miembros que se
refieren a la aplicacioé n del principio de igualdad de retribucioé n entre trabajadores
masculinos y femeninos; la Directiva 76/207/CEE, del 09 de Febrero de 1976,
emitida por el Consejo sobre aplicacioé n del principio de igualdad de trato entre
hombres y mujeres en lo que se refiere al acceso al empleo, a la formacioé n y
promocioé n profesionales y a las condiciones de trabajo; y, la Directiva 2000/78/CE
del Consejo Europeo, relativa al establecimiento de un marco general para la
igualdad de trato en el empleo y la ocupacioé n11.

16.- El Tribunal Constitucional, al desarrollar el principio de igualdad,


siguiendo tendencias similares del derecho comparado, ha dejado sentado que: “la
igualdad de oportunidades -en estricto, igualdad de trato- obliga a que la conducta
ya sea del Estado o los particulares, en relación a las actividades laborales, no genere
una diferenciación no razonable y, por ende arbitraria” (STC 0008-2005AI, del 12 de
Agosto de 2005); asíé tambieé n ha senñ alado que: “la igualdad de oportunidades está
resguardada “cuando se acredita la existencia de los dos requisitos siguientes: a)
paridad, uniformidad y exactitud de otorgamiento o reconocimiento de derechos
ante hechos, supuestos o acontecimientos semejantes, y b) paridad, uniformidad y
exactitud de trato o relación intersubjetiva para las personas sujetas a idénticas
circunstancias y condiciones” (STC 2510-2002-AA, del 31 de Marzo de 2004). Por su
parte, nuestra Corte Casatoria, en la sentencia casatoria recaíéda en el expediente
nué mero 100-2004-Lima, publicada en el Diario Óficial El Peruano el 31 de Óctubre
de 2005, respecto al tratamiento desigual en materia remunerativa, tambieé n ha
dejado sentado que “constituye discriminación laboral el hecho de otorgar
remuneraciones diferentes a trabajadores que desempeñan la misma función, sin una
justificación objetiva y razonable”.

17.- Por los fundamentos antes enunciados, la decisioé n de la A quo de


amparar la pretensioé n de homologacioé n de remuneraciones debe ser confirmada,
no obstante debe modificarse en cuanto debe realizarse la comparacioé n con el
Senñ or Evelio Melqui Rodríéguez Villareal a partir del 01 de abril de 2010, habida
cuenta que es el trabajador que percibe remuneracioé n mayor a la del Senñ or Camilo
Prieto Salinas y no existe diferencia alguna para que el demandante perciba
remuneracioé n menor a la de este trabajador homologo. Es asíé que luego de realizar

11
MARCENARO FRERS citado por Sanguineti Raymond, Wilfredo. “DERECHO CONSTITUCIONAL
DEL TRABAJO. RELACIONES DE TRABAJO EN LA JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL”. Editorial Gaceta Juríédica; Lima-Perué , 2007. Paé gina 84.

Pág. 8
el caé lculo respectivo se obtiene como nuevo adeudo por este concepto la suma de
S/.20,800.00, segué n se detalla a continuacioé n:

Rodriguez Remun. Reint.Re


Mes/Año Cargo Evelio Percibida m.
9 60
Abril Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Mayo Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Junio Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Julio Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Agosto Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Setiembre Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Octubre Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Noviembre Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Diciembre Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Enero.11 Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Febrero Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Marzo Chofer 1,500.00 00.00 0.00
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Abril Chofer 1,500.00 00.00 0.00
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Mayo Chofer 1,500.00 00.00 0.00
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Junio Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Julio Chofer 1,500.00 00.00 0.00
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Agosto Chofer 1,500.00 00.00 0.00
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Setiembre Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Octubre Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Noviembre Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Diciembre Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Enero.12 Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Febrero Chofer 1,500.00 00.00 0.00
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Marzo Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Abril Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Mayo Chofer 1,500.00 00.00 0.00

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9 60
Junio Chofer 1,500.00 00.00 0.00
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Julio Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Agosto Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Setiembre Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Octubre Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Noviembre Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Diciembre Chofer 1,500.00 00.00 0.00
9 60
Enero.13 Chofer 1,500.00 00.00 0.00
6 40
Febrero Chofer 1,000.00 00.00 0.00
Total
Reintegro de
Remuneracio
nes S/.
Modificado 20,800.00

18.- En cuanto a la gratificaciones, pese a que esta pretensión no ha sido


materia de apelación expresamente, por lógica de razonamiento se tendría que
emitir pronunciamiento en virtud a que se ha modificado las remuneraciones
que el actor debió haber percibido por el periodo abril de 2010 a febrero de
2013, lo cual obliga a realizar un recalculo de este beneficio devengado, por la
incidencia del reintegro de remuneraciones amparado. Siendo esto asíé, luego de
dicho caé lculo se obtiene un adeudo a favor del actor de S/.3,400.00, segué n se
detalla en el siguiente cuadro:

Debió
Gratificación Rem. Percibir
3
Julio.10 300.00 00.00
6
Diciembre.10 600.00 00.00
6
Julio.11 600.00 00.00
6
Diciembre.11 600.00 00.00
6
Julio.12 600.00 00.00
6
Diciembre.12 600.00 00.00
1
Julio.13 100.00 00.00
Total Adeudo por Gratificaciones
modificadas 3,400.00

19.- En cuanto a las vacaciones, este concepto sigue la misma suerte del

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concepto gratificaciones, ello en virtud a que en esta instancia se estaé modificando
el reintegro de remuneraciones, ello trae incidencias en el pago de este beneficio,
razoé n por la cual obliga a tener que realizar un nuevo recalculo, del cual se obtiene
como adeudo la suma de S/.1,733.33 nuevos soles, segué n se detalla a
continuacioé n:

Última
Fact Remun.
Periodo
or A
percibir
Simpl
2010-2011 es 600.00
Simpl
2011-2012 es 600.00
Simpl
Por 10 meses y 20 d es 533.33
TOTAL A PAGAR POR
VACACIONES 1,733.33

20.- En cuanto a la Compensación por tiempo de servicios, este


concepto tambieé n debe ser recalculado, por efecto de las incidencias del reintegro
de remuneraciones que en esta instancia se ha modificado, obtenieé ndose de dicho
recalculo la suma de S/.1,972.22 nuevos soles, segué n se detalla en el siguiente
cuadro:

Gratificac.1/
Periodo Rem. Ord 6 Rem. Comp. CTS
100
01-abr-10 100.00 - .00 33.33
50 650
May 10-oct 10 600.00 .00 .00 325.00
100 700
Nov 10-abr 11 600.00 .00 .00 350.00
100 700
May 11-Oct 11 600.00 .00 .00 350.00
100 700
Nov 11-Abr 12 600.00 .00 .00 350.00
100 700
May 12-Oct 12 600.00 .00 .00 350.00
100 700
Nov 12- 20.feb 13 600.00 .00 .00 213.89

Total Adeudo por S/.1,972.


CTS modificada 22

21.- Es asíé que se ordena pagar a favor del actor la suma total de
S/.27,905.56, por los conceptos que se detallan a continuacioé n:

Concepto Monto
Reintegro 20,8
Remunerac. 00.00
3,4
Gratificaciones 00.00

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1,7
Vacaciones 33.33
1,9
CTS 72.22
27,
Adeudo Total 905.56

POR ESTAS CONSIDERACIONES ESTE TRIBUNAL UNIPERSONAL, con las


facultades conferidas por la Sexta Disposicioé n Transitoria de la Nueva Ley Procesal
del Trabajo nué mero 29497 y artíéculo 1° de la Resolucioé n Administrativa nué mero
182-2010-CE-PJ, del 20 de mayo del 2010, RESUELVE:

CONFIRMAR la sentencia contenida en la Resolución número DOS obrante a fojas


233 a 242, su fecha 18 de setiembre del 2014 que resuelve declarar FUNDADA la
demanda interpuesta por don JESÚS PARIONA MUÑOZ contra LA
MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DE TRUJILLO; MODIFICANDO la suma de abono;
en consecuencia, se ORDENA a la demandada cumpla con pagar a favor del actor la
suma de S/.27,905.56 (VEINTISIETE MIL NOVECIENTOS CINCO Y 56/100
NUEVOS SOLES) por reintegro de remuneraciones baé sicas por homologacioé n y
reintegro de beneficios sociales, maé s los intereses legales y costos (estos ué ltimos en
el 20% del capital). DECLARARON NULO los extremos de la sentencia que
amparan el pago del reintegro de remuneraciones y sus incidencias, por el periodo
21 de febrero al 03 de mayo de 2013; con lo demás que contiene; y los
devolvieron al Cuarto Juzgado Laboral Permanente de Trujillo.- JUEZ SUPERIOR,
PERALTA GARCÍA.-

J.S.
PERALTA GARCÍA

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