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Marco para la buena enseñanza de la República de Chile1

Desde hace 30 años los gobiernos de diversos países han puesto énfasis en generar
una mejor definición acerca de qué constituye la práctica docente. El interés por
delimitar esta práctica y los criterios de su buen desempeño son el resultado de
reconocer la complejidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, además de una
definición del papel que juega el docente en dicho proceso. Una interrogante
fundamental al hablar de evaluación del desempeño docente es: ¿qué aspectos se van
a evaluar?

En este texto se señala que el gobierno de Chile, en su definición de criterios del


desempeño docente, se basó en las aportaciones de Charlotte Danielson para delimitar
un marco para la buena enseñanza; su propósito fue capturar los diversos factores que
caracterizaban una buena práctica docente.

A continuación se detalla este marco con el propósito de fomentar una reflexión a


profundidad sobre los diferentes factores a considerar para evaluar el desempeño
docente.

1. Consideraciones preliminares
 
El marco parte de dos supuestos fundamentales para lograr una educación de calidad:

I. Que los docentes son educadores comprometidos con la formación.


II. Que los docentes se involucran como personas en el aula, generando
empatía.

En segundo lugar, esta propuesta busca involucrar a todos los(as) alumnos(as) en el


aprendizaje de contenidos importantes. El desempeño del maestro es evaluado de
manera formativa en términos de su contribución a este propósito, mediante criterios
que responden a las siguientes preguntas:

                                                                                                                       
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Fragmentos seleccionados del texto: Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones
Pedagógicas. (2008). Marco para la buena enseñanza (7ª ed.). Santiago de Chile: Ministerio de
Educación/Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas.
 

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III. ¿Qué necesita saber el docente?
IV. ¿Qué es necesario saber hacer?
V. ¿Cuán bien se debe hacer?

2. Dimensiones del desempeño docente


 
El desempeño docente está caracterizado en cuatro dimensiones constitutivas; éstas
corresponden a cuatro puntos del proceso de enseñanza desde la perspectiva de la
práctica docente.

2.1. Planeación de la enseñanza


La planeación de la enseñanza requiere del conocimiento tanto de la materia que se va
a impartir como de las prácticas pedagógicas idóneas para impartirla. Ambos
conocimientos deben complementarse y adecuarse al contexto específico de cada
grupo y estudiante.

Así, el docente parte de los contenidos que debe impartir, los cuales deberá conocer a
profundidad, y posteriormente se sitúa en el contexto específico del grupo donde va a
impartir clase y elabora una propuesta pedagógica apropiada. La fase de planeación
comprende cinco criterios:

Ø Dominio de los contenidos de la disciplina y del marco curricular en que se


inscriben.
Ø Conocimiento de los saberes, características y experiencias de sus estudiantes.
 

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Ø Dominio de la didáctica de la disciplina a enseñar.
Ø Organización de los contenidos de manera coherente de acuerdo con el
currículo y las particularidades de los estudiantes.
Ø Elaboración de estrategias de evaluación coherentes con los objetivos, la
disciplina y el currículo, de tal forma que se permita a los estudiantes demostrar
lo aprendido.

2.2. Creación de un ambiente propicio para el aprendizaje


Este dominio se refiere al entorno de aprendizaje que crea el docente; el clima que
genera para sus educandos. La importancia de este dominio radica en que los(as)
estudiantes necesitan un ambiente de confianza, respeto e inclusión para lograr un
correcto aprendizaje.

Se mencionó previamente que uno de los supuestos del marco es la empatía con que
los docentes se involucran en el proceso de enseñanza-aprendizaje, lo cual se refleja
en este dominio. El clima que genera el docente no sólo se refiere a la interacción
entre alumnos(as) y docente, sino que incluye también la interacción entre los propios
alumnos(as). Por último, el dominio incluye también un componente académico en el
sentido de que el docente debe garantizar que el ambiente es idóneo para aprender,
además de ser estimulante y profundo, con el fin de comprometer a los(as)
alumnos(as) con su aprendizaje.

La creación de un ambiente propicio contempla los siguientes criterios:

Ø Establecer un clima de relaciones de aceptación, equidad, confianza,


solidaridad y respeto.
Ø Manifestar altas expectativas sobre las posibilidades de aprendizaje y
desarrollo de todos(as) los(as) alumnos(as).
Ø Establecer y mantener normas consistentes de convivencia en el aula.
Ø Establecer un ambiente organizado de trabajo.
Ø Disponer de espacios y recursos idóneos para el aprendizaje.

2.3. Mediación para el aprendizaje de todos los estudiantes


Este dominio se refiere propiamente a la situación de enseñanza-aprendizaje y a los
diversos factores que inciden en ella. En él se incluyen la organización de situaciones

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interesantes y productivas, la consideración de los saberes, intereses de los
estudiantes y el uso de recursos. Lo anterior corresponde a las secuencias didácticas
propiamente dichas.

Asimismo, considera el involucramiento del docente como mediador del aprendizaje;


en este sentido, la mediación del aprendizaje no se refiere a una simple exposición,
sino al conjunto de actividades que permite la participación activa de los(as)
alumnos(as).

Por último, esta práctica docente debe considerar a todos(as) los(as) alumnos(as), por
lo que el docente deberá adecuar su práctica a las necesidades específicas de cada
uno(a). Los criterios que contempla este dominio son:

Ø Comunicar de forma clara y precisa los objetivos de aprendizaje.


Ø Emplear estrategias de enseñanza que sean desafiantes, coherentes y
significativas.
Ø Tratar con rigurosidad conceptual y de manera comprensible el contenido.
Ø Optimizar el tiempo disponible para la enseñanza.
Ø Promover el desarrollo del pensamiento.
Ø Evaluar y monitorear el proceso de comprensión y apropiación del contenido.

2.4. Responsabilidades profesionales


La práctica docente es una vocación en el sentido amplio de la palabra. Así como no
comienza en el aula, sino que involucra trabajo previo, tampoco termina allí. El
docente debe evaluar su propia práctica, refinarla y actualizarla. El dominio de
responsabilidades profesionales contempla todas estas prácticas; así, el dominio alude
al quehacer docente fuera del aula.

En primer lugar, una buena práctica docente va acompañada de reflexión sobre sí


misma. Se busca que el docente ejerza actividades metacognitivas, siendo autocrítico,
honesto con sus propias necesidades de desarrollo y evaluando su propio papel en el
logro de los objetivos de aprendizaje. De igual manera, contempla el compromiso que
tiene el docente con el centro educativo, la comunidad en que se inscribe y la
educación a nivel nacional.

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Por último, dado que el conocimiento está en constante actualización, el dominio
contempla la necesidad de la actualización profesional. Se espera que el docente
busque activamente los nuevos conocimientos tanto en su materia, como en técnicas
pedagógicas. Los criterios que contempla este dominio son:

Ø Reflexionar sistemáticamente sobre la propia práctica.


Ø Construir relaciones profesionales y de equipo con sus colegas.
Ø Asumir responsabilidades en la orientación de los(as) alumnos(as).
Ø Propiciar relaciones de respeto con los padres y demás actores sociales
involucrados.
Ø Manejar información actualizada sobre su profesión, el sistema educativo y las
políticas vigentes.

3. Conclusiones
 
El buen desempeño docente, como se ha visto, va más allá del trabajo realizado en el
aula. Implica un compromiso constante y amplio con todos los factores involucrados en
el proceso de enseñanza-aprendizaje (incluido el mismo profesor), por lo que la
evaluación del desempeño deberá ser congruente con toda esta complejidad. Ahora,
bien, para lograr que esta evaluación sea de utilidad, deberá darse en un contexto
formativo que permita al docente perfeccionar su propia práctica.

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