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Tema 1
Tema 1
Tratamiento medio para reducir el riesgo delictivo. Los mejores combinan la enseñanza de
nuevas habilidades de vida con la promoción de cambios en los modos de pensamiento y en
las expresiones emocionales. No es una solución, ya que hay multitud de causas (sociales,
personales, procesos de socialización familiar y educativo, economía, empleo, las leyes y la
justicia). Ni existen causas unívocas ni soluciones aisladas y completas.
Normalmente no muestran una especialización delictiva, sino que cometen diferentes tipos de
delitos, a diferentes objetos o víctimas, según la situación y las oportunidades. No todos los
delincuentes son versátiles, sobre el 50% son especializados en tipologías delictivas (las más
frecuentes son contra la propiedad, tráfico de drogas, agresiones y violencia sexual).
Es frecuente que jóvenes delictivos se recluten como instrumento para las redes de tráfico.
Normalmente los detenidos corresponden a estos niveles bajos de la jerarquía, de distribución.
Relación entre el consumo y la delincuencia el alcohol y otras drogas reducen el control
inhibitorio de la violencia (disminuye el miedo ante situaciones de riesgo y el sentimiento de
culpa que podrían tener los sobrios. El abuso de alcohol es importante en delitos violentos
(agresiones, homicidios, peleas con desconocidos, maltrato de pareja, y a hijos. Pero el
consumo no explica los delitos. La mayoría de jóvenes y adultos que abusan del alcohol
pueden experimentar diversos problemas sociales, pero no necesariamente delinquir: es
necesario ver otros factores de riesgo.
Agresiones sexuales
Mínima proporción de la delincuencia (1% de los delitos denunciados). Los autores suelen ser
varones, jóvenes o adultos. Pero sabemos que la delincuencia sexual tiene una elevada cifra
negra, por lo que cabe pensar que el %, si se conocieran todos los delitos, al menos sería el
triple. Hay dos formas principales: violaciones y abusos de menores. Las víctimas de violación
suelen ser chicas conocidas por los agresores, amigas y compañeras, o desconocidas. Las de
abusos sexuales habitualmente son niñas o niños pequeños.
Perfil de los agresores sexuales: no difiere mucho de los jóvenes violentos en general
(impulsividad elevada, bajo concepto de sí mismos y baja autoestima, escasa tolerancia a la
frustración, menosprecio por la figura femenina, retraso madurativo, carencias afectivas,
agresividad física y verbal, escasos sentimientos de culpa, dificultades de aprendizaje,
pertenencia a familias con graves carencias afectivas y frecuente uso de la violencia, con
estilos parentales permisivos o falta de control). Algunos delitos sexuales se cometen en grupo
(sobre todo autores jóvenes).
Se cree que hay elevada reincidencia, pero sobre el 80% no reinciden. El 20% restante, bajo
tratamiento puede reducir el alto riesgo de reincidencia se queda en una reincidencia
residual del 10%.
Diferentes aplicaciones adscritas a una misma categoría nominal de tratamiento pueden ser
muy distintas, en función de:
Ingredientes terapéuticos: técnicas y actividades específicas que integran un programa
(entrenar en HS, reestructuración cognitiva…).
Duración: tiempo total entre inicio y final del programa.
Intensidad: número de sesiones y horas de aplicación por unidad de tiempo (ej.: una semana).
Estructura: define la secuencia de las diversas acciones y técnicas (puede variar incluso en los
que parten de la misma teoría).
Integridad: grado en que realmente se llevan a cabo todas las acciones terapéuticas previstas.
Hay estudios que hablan de la eficacia, pero solo sobre el beneficio global de los programas
específicos de cada categoría. Falta en un futuro ver las relaciones directas entre las
dimensiones específicas.
El tratamiento de delincuentes no es una parcela aislada del problema criminal, sino que es
una pieza de las que integran la imagen global de la prevención delictiva: teoría de la
delincuencia modelo del triple riesgo delictivo grandes factores que aumentan la
probabilidad delictiva:
A. Riesgos personales: características personales, congénitas o adquiridas (traumatismos,
impulsividad, labilidad de ira, dependencia de drogas, definición favorable de
delincuencia…). Este factor es el punto de arranque del riesgo delictivo global. Los
efectos del mismo pueden acontecer desde el principio de la vida del sujeto o en
edades tempranas. Así, algunas de estas características son factores de riesgo
estáticos, aunque algunos son dinámicos (influenciables mediante tratamiento).
B. Carencias en apoyo prosocial: dificultan o retardan su proceso de socialización
(privaciones familiares –pobreza, conflictos familiares, deficiente educación infantil–,
abandono de escuela, amigos delincuentes, barrios sin servicios…).
Constituyen objetivos adecuados para la prevención primaria y secundaria, con
programas de apoyo social, para favorecer mejor desarrollo individual y colectivo que
amortigüe factores de riesgo. Con esto se pueden reducir la prevalencia e incidencia
delictiva a medio-largo plazo, cuando los niños influidos llegan a edades más críticas
(15-25 años). Pero sobre los delincuentes actuales estas campañas no tienen tales
efectos preventivos.
C. Exposición a oportunidades (o tentaciones) ambientales para el delito, que influyen
sobre la incidencia y prevalencia (provocaciones agresivas, diseño urbano facilitador,
alta densidad poblacional, áreas urbanas degradadas, víctimas desprotegidas…). El
aumento de oportunidades delictivas interacciona con la motivación antisocial de
determinados sujetos (determinado por A y B).
Tema 1: Delincuencia: análisis, prevención y tratamiento
Lo realista es esperar que los tratamientos reduzcan el riesgo delictivo n cierto grado, aunque
para maximizar los efectos preventivos presentes y futuros hacen falta intervenciones
diversificadas para diferentes factores de riesgo: incluir medidas sociales y educativas, de
prevención primaria y secundaria y de disminución de OD.
Más oscura la relación entre psicosis adolescente y conducta violenta y delictiva juvenil y
adulta. La sintomatología de la psicosis incluye alteraciones profundas de la percepción, el
pensamiento, el estado de ánimo y el comportamiento (delirios, comunicación alterada y
desorganizada, alucinaciones de la interacción social, actuaciones erráticas). Los síntomas que
más se vinculan son las alucinaciones y los delirios. En un metaanálisis se halló cierta relación
entre psicosis y violencia. A pesar de que la relación es modesta es aconsejable incluir en los
instrumentos generales de evaluación de riesgo algunos ítems que evalúen posible presencia
de trastornos conductivos y conductuales.
Se diferencia entre:
Psicopatía primaria: origen prioritariamente genético y constitucional. Sobresale la falta
de conciencia del individuo mayor violencia instrumental. También hay gran influencia
genética en TLP y TAP.
Podría estar conectada a características y déficits neurológicos, de base genética. Por
ejemplo, su supremacía funcional del sistema mesolímbico o de activación del
comportamiento (SAC), que se estimula a partir del de procesos de reforzamiento o
gratificación; se sitúa por encima del sistema septohipocampal o de inhibición del
comportamiento (SIC), que se activa mediante castigo y estimulación novedosa.
RMf de perfiles psicopáticos graves muestran áreas cerebrales asociadas al procesamiento
de emociones (empatía, razonamiento moral y culpa) con menor cantidad de materia gris.
Psicopatía secundaria: origen en conflictos emocionales graves, no resueltos y canalizados
en forma de hostilidad e ira reactivas.
Lo más destacado es su falta de empatía hacia sus víctimas. La empatía también se puede
conceptuar como una competencia social, susceptible de entrenamiento y mejora. En cárceles
españolas se usa este tratamiento entre otros para agresores sexuales: esto hace pensar que
se puede realizar un diseño análogo para psicópatas. Es difícil, pero no hay que caer en la idea
de que el tratamiento es imposible.
Estudios antiguos observaban muy malos resultados en psicópatas tratados (incluso peor
reincidencia que los que no se trataban), pero estudios actuales son más prometedores.
Tema 1: Delincuencia: análisis, prevención y tratamiento