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ALGUNAS REFLEXIONES EN TORNO AL CONCEPTO DE HOMEOSTASIS Y LOS


APORTES REFLEXIVOS DE PAUL F. DELL SOBRE EL CONCEPTO DE COHERENCIA.

Psicólogo: Gino Cavani Grau

El concepto de homeostasis fue introducido en la fisiología en 1932 por W. Cannon, para explicar la
constancia relativa de ciertas dimensiones fisiológicas. Por ejemplo, la temperatura del cuerpo de los
mamíferos que se mantiene constante frente a la temperatura cambiante del ambiente externo.

La homeostasis es la propiedad de un sistema que define su nivel de respuesta y de adaptación al


contexto. Es el nivel de adaptación permanente del sistema o su tendencia a la supervivencia
dinámica. Los sistemas altamente homeostáticos sufren transformaciones estructurales en igual
medida que el contexto sufre transformaciones, ambos actúan como condicionantes del nivel de
evolución.

Así pues, la homeostasis, también llamada "morfostasis", sería la estabilización estructural del
sistema, con fluctuaciones dentro de ciertos límites.

El concepto opuesto a morfostasis es el de "morfogénesis". Este concepto lo introdujo Maruyama


para describir fenómenos de cambio de las estructuras de un sistema, gracias a la retroalimentación
positiva.

Un resultado de la morfogénesis es un aumento de la diferenciación de las partes componentes del


sistema, por medio de la cual cada uno puede desarrollar su propia complejidad permaneciendo en
relación funcional con la totalidad. En vez de enfatizar la "autocorrección" de la homeostasis, se
enfatiza la "autodirección" de la morfogénesis.

El concepto de homeostasis nos remite a la época de oro del grupo liderado por Gregory Bateson y
Don Jackson, en cuanto a las investigaciones sobre la noción de homeostasis familiar y esquizofrenia,
tal como lo reseña exhaustivamente Jackson en el ensayo titulado “Interacción familiar, homeostasis
familiar y psicoterapia familiar conjunta” de la obra Interacción Familiar, clásica compaginación de
las investigaciones que iniciaron el derrotero de la terapia familiar sistémica.

Tal como Dell lo argumenta en un artículo publicado en Family Process:

“El concepto de homeostasis ha sido uno de los principales ladrillos, sino la piedra
fundamental, de la construcción de la teoría familiar y de la terapia familiar. Designado para
dar cuenta de la estabilidad percibida en los sistemas (y de los síntomas), el de homeostasis
es un concepto epistemológicamente defectuoso que ha sido utilizado repetidamente al
servicio de interpretaciones sistémicas dualistas y vitalistas. Por consiguiente, la homeostasis
ha llevado a formulaciones clínicas caprichosas y a una gran cantidad de teorizaciones
rebuscadas. Este trabajo sostiene que la noción de homeostasis es fundamentalmente
inconsistente con una epistemología sistémica y debe ser reemplazada por el concepto más
compatible de coherencia. Mientras que la homeostasis es un concepto heurístico que no
forma parte de una teoría más abarcadora, el concepto de coherencia es inseparable de la
epistemología en la que está enraizada” (Family Process, Vol. 21: 21-41, 1982).

Dell, en realidad, va más allá del concepto de homeostasis, incluyendo en la reflexiona dos conceptos:
encaje y causalidad.

La de “encaje” es la más general de las dos nociones. Menciona que la noción de encaje simplemente
postula que las conductas que tienen lugar en el sistema familiar tienen una complementariedad
general; encajan juntas. Mientras que la “causalidad” es una interpretación particular del encaje que
considera que la complementariedad observada tiene la forma: A causa B. Por ejemplo, los padres
malos enferman a sus hijos. Esta es la tesis de Fromm-Reichmann sobre la etiología de la
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esquizofrenia. Así, linealmente diríamos que un hijo esquizofrénico debe tener una madre
esquizofrenógena, pero no siempre es así.

El fracaso de los teóricos clínicos en hacer la distinción entre encaje y causalidad ha sido el mayor
responsable de la confusión respecto de la homeostasis familiar. Específicamente, hubo una
tendencia recurrente a considerar que encaje (i. e., complementariedad) implica causalidad (i. e.,
interacciones de causalidad circular mutua o hasta lineal).

Así, el término homeostasis podría enriquecerse si se tiene en cuanta los principios de


complementariedad, integración y totalidad de los sistemas vivos, como la familia.

Los momentos iniciales –e incluso hasta la década del 80– con los aportes investigativos del grupo
de Milán, los terapeutas sistémicos habían hecho de la terapia una especie de “laboratorio” de
experiencias clínicas para el estudio del enraizamiento de la familia y las patologías, al principio la
esquizofrenia, después la anorexia y cuadros más perturbados de la personalidad. Del doble mensaje
pasamos, pues, a los llamados “juegos psicóticos de la familia” con los desarrollos de Mara Selvini.

Conclusiones.-

Cambio nuestra manera de observar y cambio nuestra manera de pensar y de actuar. Es posible no
desechar la teoría de los sistemas. Debemos entonces conjugar la teoría de los conceptos fundantes
de la terapia familiar y la práctica Clinica de esta. Solo así, podemos avanzar en nuestras deducciones
acerca de la hipotesis sistémicas de los juegos familiares. Solo así podemos, mirar a las familias como
sistemas complejos: no lineales, con fluctuaciones e inestables…con situaciones inesperadas …como
es la vida.

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