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LA GRAFOMOTRICIDAD PUNTO DE PARTIDA PARA EL DESARROLLO DEL

PROCESO LECTROESCRITURAL EN LOS NIÑOS DE TRANSICIÓN Y LOS


GRADOS 1 Y 2 DE LA EDUCACIÓN BÁSICA PRIMARIA

Por: Maestra en Formación PAULA JULIANA VALENZUELA

Como maestra en formación muchas veces me pregunté ¿Cómo guiar a los niños y
niñas en el desarrollo grafomotriz que los inicia en el proceso de la lectoescritura
para que en la primaria no presenten dificultades motrices frente al acto de escribir?
Las respuesta no tardaron en llegar, cuando inicie la práctica en preescolar tuve
que enfrentarme a una realidad inminente y ansiosa de una solución, los pequeños
de transición necesitaban con urgencia de la puesta en práctica de actividades que
les ayudarán a fortalecer su grafomoricidad pues estaban a las puertas de ingresar
su camino por la educación básica y el más pequeño error traería consigo una
enorme cantidad de dificultades que empañarían el adecuado proceso lectoescritor.
Cabe mencionar que el lenguaje es usado por nosotros como el principal
instrumento que tenemos para comunicarnos, nos aporta la capacidad de transmitir
conocimientos, ideas y opiniones y por lo tanto nos permite incrementar nuestro
aprendizaje y desarrollo. La lectoescritura es la habilidad que nos permite hacer
realidad el acto comunicativo.
La lectura nos abre las puertas a la información y formación en todos los sentidos,
nos permite avanzar en conocimientos y saberes, nos aporta descubrimientos
asombrosos, nos conlleva a desarrollar la capacidad creativa, imaginativa e
inventora, a no imponer límites a nuestra mente, a llevar nuestro ser pensante a
otras dimensiones.
Todos los seres humanos tenemos la capacidad de aprender a leer y escribir. Pero
ambas son habilidades que no son innatas. Su aprendizaje, requiere no sólo de la
comprensión de los símbolos y sus combinaciones, sino que además es
fundamental el conocimiento de su uso adecuado y la creación del hábito. Es un
proceso que nace desde que el niño ingresa a la educación inicial implicando un
sinnúmero de actividades y ejercicios que van desde el agarre de la pinza hasta la
conocimiento de los símbolos que integran nuestra lengua.
Siempre tuve presente que el niño antes de tener una inteligencia de las ideas, tiene
una inteligencia práctica, es decir que es manipulativa, kinestésica, motora y
sensoriomotora. Que para poder llegar a hacerse una representación mental de algo
debe vivenciarlo y conocerlo, pero es un proceso que requiere de algunas
condiciones como la importancia de contextualizar al niño para que pueda pasar de
lo concreto a lo abstracto sin mayores contratiempos, teniendo en cuenta su
ubicación espacial muy significativa para el aprendizaje lectoescritural.
Por ello durante mis intervenciones pedagógicas tanto del grado transición como
del grado primero pude observar en mis estudiantes graves problemas a nivel
grafomotor que se hizo evidente en los trazos incorrectos, en el inadecuado agarre
del lápiz, entre otros.
De allí surge como propuesta atender inicialmente en transición la necesidad de una
destreza manual y motriz para que puedan los niños representar signos gráficos.
Hecho que hace necesario desarrollar principalmente la coordinación óculo-manual
y la motricidad fina. Pero que para lograrlo primero se debe comenzar a trabajar con
el reconocimiento del propio cuerpo a nivel global para luego pasar de lo general a
lo particular. Para esto se realizaron actividades como el rasgado, el punzado, el
coloreado de bordes, el trabajo con laberintos, el enhebrado, la utilización de tijeras,
los collage, el reconocimiento de las vocales y algunas consonantes utilizando las
tablas de texturas realizadas con lijas, las fichas de grafomotricidad, entre otros.
Para fortalecer además el proceso lector, se trabajó con los pequeños la lectura de
cuentos con imágenes, la realización de frisos y el cuaderno de etiquetas.
Todo esto enfocado en promover, desarrollar y fortalecer el gusto por la lectura y la
escritura a través de actividades sencillas, prácticas y divertidas que motivan al niño
a imaginar, a crear, pero sobre todo a aprender.
Ya en el grado de primero primaria correspondiente a los niños del grado 1-02 del
colegio Sagrado Corazón de Jesús se pudo evidenciar varias dificultades a nivel de
lectura y de escritura pues muchos de ellos presentaban problemas en la prensión
del lápiz, letra ilegible, en la ubicación espacial, algunos en la transición de la letra
cursiva a la imprenta, sin dejar de mencionar las dificultades del nivel lector como la
escasa comprensión lectora, el tartamudeo, la omisión o inversión de algunas letras,
entre otros.
Debido a esto mi trabajo consistió en la planeación de ejercicios como que incluía
desde actividades de grafomotricidad como el rasgado, hasta lo que para algunos
era tedioso, pero que por solicitud de la maestra debíamos realizar y consistía en la
transcripción de pequeños textos recortados de periódicos y revistas; de igual
manera se trabajó con ellos la realización de frisos, la lectura de imágenes, la
elaboración de macrocuentos en pliegos de papel bond.
Los resultados en los dos procesos fueron realmente satisfactorios, se pudo
observar al finalizar que los niños aprendieron y fortalecieron su proceso
lectorescritor significativamente, aunque es injusto hablar de que todos alcanzaron
los niveles esperados de aprendizaje, sin duda alguna la puesta en práctica de todas
las actividades conllevo a obtener avances positivos que contribuyeron a superar
muchas de las dificultades encontradas.

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