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Geografía regional

Práctica 3. HIDROGRAFÍA
Condiciones naturales y humanas de los ríos europeos

Alumno: Raúl Bonilla

Grupo: A3

Tema elegido: El río Ebro. Síntesis geográfica y papel en la historia.

A. Síntesis de la cuenca fluvial del río Ebro

El río Ebro tiene una longitud de 910 Km, siendo el segundo río más largo de la península tras el Tajo.
Su cuenca tiene una superficie de 86.000 kilómetros cuadrados. Es el río más caudaloso de España con un
caudal medio de 600 m3/s. Su caudal relativo, obtenido al dividir el caudal medio entre la superficie de la
cuenca, es de 6,97 l/s/km2.
El nombre del río proviene de la palabra hiberus, palabra latina que también da nombre a la
Península Ibérica y a los pueblos que una vez la habitaron. Tradicionalmente se ha dicho que el río nace
en el manantial de Fontibre, cerca de Reinosa, a
880 metros de altitud. Actualmente se afirma que
el río nace en un punto mucho más alto, en las
fuentes del río Hijar (Peñalabra). Los Pirineos al
norte, el Sistema Ibérico al sur y los Picos de
Europa en su nacimiento son los sistemas
montañosos que delimitan su cuenca, la cual está
principalmente alimentada por los afluentes que
provienen de los Pirineos. Atraviesa las
comunidades de Cantabria, Castilla y León, La
Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña.
Sus principales afluentes por la izquierda son
los ríos: Nela, Jerea, Bayas, Zadorra, Ega, Aragón,
Candanchú, Estarrún, Aragón Subordán, Veral,
1 Nacimiento del río Ebro Eska, Onsella, Irati, Arga, río Arba, Gállego, Aurín,
Escarra, Caldares, Aguas Limpias, Guarga, Asabón,
Sotón, Segre, Valira, Noguera, Noguera Pallaresa, Noguera Ribagorzana, Canellas y Santa Ana, Cinca, Ara,
Ésera, Isábena, Vero y Alcanadre.
Sus principales afluentes por la derecha son los ríos: Oca, Tirón, Oja, Najerilla, Iregua,Arroyo de
Puente Ra, Mayor, Piqueras,Arroyo Castejon,Arroyo San Pedro, Arroyo Tamborios, Barranco Urrilla, Leza,
Rabanera, Vadillos, Cidacos, Alhama, Añamaza, Linares, Bco La Canejada, Río Queiles, Río Huecha, Río
Jalón, Isuela, Aranda, Ribota, Río Jiloca, Pancrudo, Río Piedra, Najima, Deza, Manubles, Río Huerva, Río
Aguas Vivas, Moyuela, Martín, Río Guadalope, Bergantes, Guadalopillo, Río Matarraña y río Algás.
Durante su transcurso, el río Ebro varía mucho su caudal gracias a los afluentes que lo alimentan y
también por la acción antrópica. A pesar de poseer un caudal mayor y un estiaje menos acusado que los
otros ríos de la vertiente mediterránea, se trata de un río con algunos problemas en cuanto al
aprovechamiento de su caudal, el cual se ha visto reducido en los últimos años. En cuanto a su recorrido,
tras su nacimiento y atravesar Reinosa, en Cantabria, el río es remansado en el embalse del Ebro y tras
dejar a la derecha a la ciudad de Frías (Teruel),
de nuevo, es represado en el embalse del
Sobrón. Aguas abajo, el Ebro recibe por su
margen derecha las aguas del Oca y el Nela. A
continuación alcanza Miranda de Ebro (Burgos),
avanza a través de los montes Obarenes y, tras
encajarse en las "conchas de Haro", entra en la
depresión del Ebro y recibe por su izquierda al
Zadorra y de nuevo su caudal está regulado por
medio del embalse de Villarreal.
Seguidamente, el Ebro discurre por La
Rioja, pasa por Haro y recibe por su orilla
derecha las aguas del Tirón y Oja. A partir de
Haro destaca su función fronteriza entre la
Comunidad Autónoma del País Vasco (Rioja 2 Conchas de Haro
Alavesa) y la Comunidad Autónoma de La Rioja.
Ahora recibe al Najerilla y alcanza Logroño. Desde Logroño hasta Tudela (Navarra) el río posee notable
influencia en la agricultura y riega una amplia y fértil vega conocida como la Ribera del Ebro. En este tramo
el río pierde caudal por la acción antrópica, en favor del canal de Lodosa (Navarra), aguas con las que se
avenan tierras de La Rioja, Navarra y Aragón.
Apenas recibe aportaciones de importancia de
los ríos Iregua, Leza, Cidacos, Alhama y
Queiles. No obstante, en el margen izquierdo
de este mismo tramo desembocan los
afluentes más importantes del Ebro: el Ega, el
Aragón y el Arga. Dado que el río es poco
caudaloso hasta la aportación de estos
afluentes un dicho popular afirma “Ega, Arga
y Aragón hacen al Ebro varón”. Otro dicho
popular destacable es “Ebro traidor que naces
en Castilla y riegas Aragón”, este dicho
popular es de origen cántabro y en él se
aprecia la rivalidad entre Castilla y Aragón de
antaño.
3 El Ebro por Zaragoza
En el siguiente tramo, Tudela-Zaragoza,
el Ebro recibe por su margen derecha su segundo afluente más importante en extensión después del Cinca-
Segre, el río Jalón, y antes de abandonar el término de Zaragoza aún acoge por su margen izquierda las
aguas del Gállego, si bien, está regulado por los embalses de Lanuza, Búbal, La Peña y Ardisa.
Entre Zaragoza y Mequinenza, el Ebro discurre por una de las zonas más desérticas de España (clima
árido), Los Monegros. En este tramo tan sólo recibe cauces permanentes en su margen derecha: Ginel,
Aguasvivas, Martín y Guadalope, cuyas aportaciones se ven muy reducidas a causa de su utilización para
el regadío.

Antes de desembocar en el mar, el Ebro es de nuevo remansado por las presas de Ribarroja y Flix.
Ya en la provincia de Tarragona, el río se abre camino a través de la cordillera Catalana y luego entra en la
llanura del Bajo Ebro (Baix Ebre), desde donde parten el canal de la Derecha y el canal de la Izquierda, los
cuales permiten el regadío de más de 33.000 ha. Pasa por Tortosa, Roquetas y a partir de Amposta forma
el denominado delta del Ebro, un extenso espacio ecológico declarado Parque Natural por sus valores
naturales. Además de su importancia ecológica, el delta posee una importancia agrícola, destacando los
campos de arroz de la zona.

4 Delta del Ebro


B. Factores que intervienen en su régimen
El río Ebro transcurre por la depresión que lleva
su nombre. Dicho valle tiene origen en la Orogénesis
Alpina, con el plegamiento de los materiales
sedimentarios anteriormente depositados tras las
regresiones marinas del mar de Tetis en la era
secundaria que dio lugar a los Pirineos y el Sistema
Ibérico. Por compensación se formó una gran cuenca
entre ambas cordilleras que en un principio estuvo
invadida por el mar, posteriormente fue un lago y 5 Depresión del Ebro
después una cuenca fluvial.
El encajonamiento de la cuenca, la cual está rodeada por sistemas montañosos, impide la incidencia
de las borrascas procedentes del noreste de la Península. Esto condicionará notablemente el clima,
predominando en la parte central de la cuenca un clima mediterraneo continentalizado, y en algunos
puntos un clima árido. En los solsticios predominan fundamentalmente los anticiclones y en los
equinoccios las borrascas tienen una incidencia leve. En el caso de Zaragoza la pluviometría media anual
es de tan solo 338 mm. La continentalidad, fruto de la escasa incidencia de los vientos del noroeste, es la
causa de la escasa nubosidad y, por lo tanto, la fuerte insolación de la zona. Se percibe un acusado
contraste térmico entre estaciones, y también entre el día y la noche. Los veranos son cálidos, con una
gran diferencia entre máximas y mínimas, siendo las máximas de Zaragoza de 31,2, y las mínimas 17,4
grados centígrados.
Estos factores
climáticos y orográficos
condicionan las
características del río: Si
bien el Ebro es
caudaloso en
comparación con los ríos
de la vertiente
mediterránea española,
es un río de escaso
caudal si lo comparamos
con otros grandes ríos
de la vertiente
mediterránea europea
como el Ródano y el Po.
Esto se debe a que estos ríos nacen en los Alpes y por ello reciben mucha más cantidad de agua. No
obstante, aunque el caudal del Ebro sea menor, los Pirineos ejercen una gran influencia en él. Como se ha
mencionado antes, son los ríos que nacen en los Pirineos (Ega, Arga y Aragón) los que aportan un gran
caudal al río, aunque también hay otros ríos importantes que nacen en el Sistema Ibérico, como es el Jalón.
Debido a las condiciones climáticas, el río Ebro se caracteriza por sus crecidas entre invierno y primavera
y su estiaje en verano. Sus crecidas adquieren un máximo en Febrero, dado a las precipitaciones de la zona
de la Cordillera Cantábrica, donde predomina el clima oceánico y de montaña. Sin embargo, estas crecidas
se mantienen hasta abril, causa de la influencia del deshielo en los Pirineos. Por lo cual se puede concluir
que el régimen es pluvio-nival. El estiaje en los meses de verano es notable, llevando a llevar una décima
parte de su caudal medio. Por lo cual se puede afirmar que su régimen, aunque menos irregular que otros
ríos mediterráneos, es irregular.

6 Desierto de los Monegros (Valle del Ebro)

El río atraviesa distintos climas y regímenes, como son el oceánico pluvial de la cornisa cantábrica,
el régimen nival de los afluentes de los Pirineos, o el clima árido de la zona central de la cuenca. Los
distintos tipos de materiales de la cuenca (materiales más duros en contraste con materiales marinos
como margas, areniscas y yesos) y los distintos climas han conformado una gran diversidad de paisajes,
que supone una gran diversidad de flora desde el nacimiento del río hasta su desembocadura.

C. Comentario personal: el río Ebro a través de la Historia y papel que juega en la actualidad.

Si bien la Península Ibérica es un importante foco de estudio sobre la prehistoria, el Valle del Ebro
ha jugado un papel muy importante en el asentamiento humano en esta. Ya en la primera oleada del homo
Heidelbergensis (en Atapuerca denominado en un principio homo Antecesor) la depresión tuvo que ser
atravesada y jugó un papel importante a la hora de que los seres humanos más antiguos de Europa
poblaran la península. Destaca el corredor de la
Bureba, paso obligado para acceder a la Cuenca
del Duero, y por lo tanto a la sierra de
Atapuerca.
En la antigüedad, los historiadores
romanos dieron el nombre del Ebro (Hiber) a la
península, nombre que fue acuñado por los
griegos al referirse a los pueblos de la zona. El
curso medio del río ha estado poblado desde el
paleolítico, aunque algunos pueblos de origen
indoeuropeo también se asentaron en la zona.
Los pueblos que se asentaron, los celtíberos, se
organizaban en una especie de ciudades estado
heterogéneas, pero poseían una cultura similar. El pueblo que ocupaba el resto del valle fue el Íbero, que
vivía en la zona más oriental y también ocupaba el levante.
A diferencia de otros ríos europeos como el Rin y el Danubio, los cuales hicieron de frontera. El río
Ebro destaca por su función aglutinante de culturas, ya que en definitiva era un cruce de caminos. Desde
la antigüedad se ha mencionado la importancia comercial del río, ya que los comerciantes navegaban el
río arriba para comerciar con los pueblos que se
asentaban en la orilla, haciendo también la
función de vía de comunicación.
El paso del río se hacía mediante puentes o
barcazas que cruzaban de un lado a otro.
Existieron varios puentes sobre el Ebro en la
colonia Celsa (Velilla de Ebro), en Caesaraugusta,
en Vareia y en Dertosa (Tortosa). El puente
de Caesaraugusta debió ser seguramente de
madera pese a la importancia del paso del río en
la zona, ya que el actual puente de piedra data del
siglo XV.
7 Ánforas usadas para el comercio
Retomando la importancia como enclave o
cruce de caminos y mercancías, destaca la
construcción romana, por parte del emperador Augusto, del puerto de Cesaraugusta. Dicho puerto fue un
enclave distribuidor de mercancías, tanto de las procedentes del interior, como madera, hierro o trigo;
como de las procedentes del exterior, como vino, salazones, cerámica o joyas. El puerto se encontraba
muy cercano al foro y a sus mercados y tenía un gran edificio que haría las funciones de almacén que se
habría al río mediante grandes arquerías, un vestíbulo y una escalinata que comunicaba con el foro.

8 Maqueta del Puerto de Cesaraugusta


Ya en la Edad Media, destacan las distintas obras hidráulicas que construirán los musulmanes en
torno al Ebro, impulsando el cultivo de regadío. La importancia del río para la agricultura en este periodo
fue notable: Actualmente se conservan algunas obras de ingeniería del dominio musulmán y la mayor
parte de las palabras relacionadas con el regadío
aragonés son de origen árabe: acequias, adores, adulas,
albercas, aljibes, azudes...
En la Edad Media también se utilizará el río para
el comercio, destaca un documento de Alfonso II, que
establece un arancel para productos de origen
musulmán. A comienzos del siglo XIII, Zaragoza
comenzará a recuperarse demográfica y
económicamente gracias a este comercio fluvial. El
transporte se realiza en embarcaciones especiales, de
poco calado y fondo plano, que en el descenso se dejan
arrastrar por la corriente, para ser remolcadas con
sirgas desde la orilla en el trayecto ascendente. Los 9 Acueducto de Calanda
pilotos de estas embarcaciones reciben en Aragón el
nombre de arraeces, derivado del árabe, pues precisamente los monopolizadores del oficio son mudéjares
afincados en las distintas poblaciones ribereñas. El transporte de mercancías por el Ebro terminará pasada
esta época con la construcción de distintos azudes en el Ebro que impedían el paso de estas
embarcaciones. Los azudes son pequeñas presas destinadas al uso de las acequias.
Ya en la Edad Moderna, Carlos I iniciará las obras de la Acequia Imperial de Aragón, las cuales tendrán
problemas económicos. El proyecto será retomado en la Ilustración con Carlos III, que ampliará sus
objetivos con el Canal Imperial de Aragón. Dicho canal buscaba hacer navegable el río hasta Sástago. Tras
diversos incidentes, la obra no pudo ser terminada, de haber sido así hubiera podido comunicar diversos
puntos mediante una red de canales como en otros países de Europa. No obstante, la obra benefició el
regadío de la huerta zaragozana y supuso el abastecimiento de agua para los núcleos urbanos. Aunque
este proyecto fracasó parcialmente, en épocas posteriores se volverá a intentar la canalización del río.
A principios del siglo XX, el intelectual Joaquín Costa y el regeneracionismo influirán en un hecho
fundamental para el Ebro, la creación en 1926 de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Mediante esta
institución se perseguía la gestión racional de los recursos hídricos en una única institución, así como el
desarrollo de la zona. En esta época el desarrollo
industrial llegaría con industrias como la Azucarera del
Ebro S.A o la Compañía Aragonesa de Electricidad. El Ebro
también ha sido testigo de la Guerra Civil, siendo una de
las batallas más significativas la Batalla del Ebro.
En la transición, el Ebro fue objeto de polémica a
causa del Plan Hidrológico Nacional, que buscaba
equilibrar los recursos hídricos de la zona mediterránea
con un importante trasvase. El trasvasar las aguas del
10 El problema del trasvase del Ebro
Ebro causaría diversos daños en el paisaje natural de este,
especialmente en el delta, el cual posee un gran valor
ecológico; además de afectar a la agricultura aragonesa.
Bibliografía
Cuadrat Pras, JM, J de la Riva, F López, y A Martí. «El medio ambiente urbano de Zaragoza.
Observaciones sobre la isla del calor.» Anales de Geografía de la Universidad
Complutense, 1993: 127-138.
Gran Enciclopedia Aragonesa. s.f. http://www.enciclopedia-
aragonesa.com/monograficos/geografia/ebro_aragoneses/introduccion.asp (último acceso:
20 de 12 de 2014).
Olleo, A., M. Sánchez, J.A. Losada, y C. Hernández. El comportamiento hídrico del río Ebro en
su recorrido por Aragón. Zaragoza: Departamento de Geografía y Ordenación del
Territorio, 2004.
Turismo de Zaragoza. s.f. http://www.turismodezaragoza.es/ciudad/naturaleza/rios/el-rio-
ebro.html (último acceso: 21 de 12 de 2014).

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