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Diagnosis de averías a través de los ruidos del motor

Nos vamos a referir solamente a los ruidos que se oyen en el motor y no a los que se puedan
oír en otros órganos del automóvil tales como el embrague, la transmisión, los frenos, etc.
Es necesario que el mecánico perciba con claridad los ruidos del motor y después tiene que
fijarse en lo siguiente factores:

El ritmo del ruido

 Si el ruido se oye al mismo ritmo del giro del motor o a un ritmo independiente del giro
de éste.
 Si el ruido se oye a cada vuelta del cigüeñal, o a cada dos vueltas.
 Si el ruido se oye con cada combustión o a doble ritmo que las combustiones
producidas en el cilindro.

El cambio de ritmo
También es importante concretar si se produce el caso de que el ruido cambia de ritmo al
cambiar el ritmo del motor, es decir, si tiene una frecuencia independiente por el contrario,
sigue la misma frecuencia.

La procedencia del ruido


Fuentes de ruido en todo motor pueden ser la bomba de agua, el ventilador, el escape o el
turbocompresor; las cadenas de arrastre o los engranajes (de la distribución, etc.). Las cadenas
suelen hacer un ruido característico mientras los engranajes que vibran hacen como un
castañeteo diferente del ruido que produce el picado. Tambien existen los silbidos que delatan
la presencia de fugas, generalmente fáciles de localizar observando el motor atentamente.
Ver si el ruido se produce en la zona de la culata. En la zona alta (válvulas, balancines...) o en
la cámara de combustión.

De acuerdo con estas observaciones previas podemos encaminar nuestras investigaciones


para la localización de las averías desde los siguientes puntos:

 Ruidos sincronizados con el giro del motor


 Ruido en un solo cilindro en cada vuelta
 Ruidos con el ritmo de las combustiones
 Otros ruidos localizables
Ruidos sincronizados con el ritmo del motor
Una de las fuentes de ruido en el motor que pueden considerarse más frecuentes la podemos
encontrar en esta familia de síntomas. Son ruidos que se producen al mismo tiempo y con el
mismo ritmo a que se mantiene girando el motor.
Las causas principales de estos ruidos pueden ser las siguientes:

Picado o detonación
Por diversas causas puede producirse un ruido en el interior del motor, localizado en la cámara
de combustión, con un timbre claramente metálico, como si en el interior de la cámara existiera
un objeto metálico en libre movimiento.
Se trata de un fenómeno que se produce en el interior de la cámara de combustión mediante el
cual se modifica el momento del encendido de la mezcla, la cual se efectúa espontáneamente y
de modo que la explosión de la misma no se realiza en el punto correcto del P.M.S. del pistón.
Dentro del motor se producen grandes tensiones de modo que es un fenómeno que hay que
eliminar lo más pronto posible.

Las causas principales que pueden producir este fenómeno son las siguientes:

1. Puesta a punto inicial del encendido incorrecta


Comprobar con una lámpara estroboscópica que las marcas de puesta a punto estén
en coincidencia con los grados de anticipo indicados por el fabricante del motor. Si el
reglaje inicial es correcto pasar a la siguiente prueba.

2. Distribuidor en mal estado


Nos referimos aquí a la parte de "baja tensión" del distribuidor en general. Comprobar
el estado del ruptor especialmente si es mecánico. Comprobar que el eje del
distribuidor no esté desgastado y tenga mucho juego. En los encendidos electrónicos
verificar las cotas de reglaje del generador de impulsos.

3. Curvas de avance inadecuadas


Si el avance de encendido trabaja mal es seguro que es el culpable del picado
observado en el motor. Hay que realizar una comprobación de las curvas del avance
para tener la seguridad de que tanto el avance centrífugo como el de vacío funcionan
debidamente. Si se trata de un encendido integrado hacer la comprobación por medio
de los tester adecuados para la comprobación de los parámetros de avance
incorporados en el modulo electrónico.

4. Uso de gasolinas de bajo octanaje


La utilización de gasolina de un octanaje más bajo que el indicado por el constructor
para su motor dará como resultado el picado del motor, sobre todo en los momentos en
que sea sometido a una compresión elevada (aceleración). Si la elevada compresión
del motor requiere gasolina súper, ver que no esté alimentado con gasolina de la
llamada normal.

5. Mezcla demasiado pobre


Otro de los factores que contribuyen al picado es la alimentación del motor por medio
de mezcla demasiado pobre. El carburador o el sistema de inyección tienen defectos
internos que determinan una dosificación de aire superior a la normal.

Autoencendido
El motor no se para cuando se saca la lleva del contacto de modo que continua dando
pistonadas durante un corto tiempo.
El autoencendido se diferencia del picado por un sonido bastante diferente ya que no tiene el
timbre claramente metálico que caracteriza a éste. Es menos peligroso para el motor, pero
también hay que tratar de eliminarlo inmediatamente que se observe su presencia.
Las causas fundamentales que lo pueden producir son las siguientes:
1. Riqueza excesiva del ralentí
Un ralentí mal regulado, además de estar prohibido por su alta contribución a la
contaminación atmosférica, puede producir depósitos de mezcla rica que se acumulan
en el colector de admisión cuando el motor gira a gran velocidad pero con carga nula
(caso de las deceleraciones o circulación en bajada). Producirá ruido en el tubo de
escape y preparará la creación del autoencendido en la cámara de combustión.
Arreglar y ajustar el circuito de marcha lenta o ralentí.

2. Exceso de carbonilla en la cámara de combustión


Cuando las cámaras de combustión están muy y sucia y han acumulado mucha
carbonilla pueden tener punto calientes que llegan a ponerse incandescentes, de modo
que la combustión puede efectuarse no bajo el control de la chispa de la bujía, sino por
el encendido de la mezcla ante el contacto con este punto incandescente.
Es necesario proceder al desmontaje de la culata y a la limpieza de la misma.

3. Bujías demasiado calientes


La utilización de bujías de un grado térmico demasiado caliente puede producir los
mismos efectos que en el caso anterior, es decir, un calentamiento excesivo de los
electrodos y unos puntos incandescentes. Comprobar que todas las bujías tengan la
porcelana interna de un color café claro, pero nunca blanco o requemado. Ver si el
grado térmico de la bujía escogida se corresponde con lo indicado por el constructor.

4. El motor trabaja a una temperatura demasiado alta


El líquido de refrigeración está demasiado caliente y hace que la culata se mantenga
también demasiado caliente lo que provoca la facilidad para que la bujía o la carbonilla
que existe en las paredes de la cámara provoquen o mantengan puntos de
incandescencia.
Revisar el sistema de refrigeración y actuar sobre el termocontacto del ventilador o
sobre el termostato o sobre el mismo radiador si está exteriormente sucio o taponado,
hasta conseguir el funcionamiento correcto del sistema de refrigeración.

Un cilindro falla
El motor funciona con un cilindro de menos. Además del ruido se observa una falta de potencia
y una evidente dificultad para subir de vueltas. Comprobar que le llegue la corriente de alta
tensión a la bujía y que ésta se encuentre en perfecto estado de funcionamiento.

Se aprecian claros silbidos


Nos referimos a silbidos rítmicos. Los lugares donde es más fácil que encontremos las fugas
que se delatan por medio de los silbidos es en la junta de culata y en los asientos de válvula
agrietados. En el primer caso se puede haber producido una grieta en la culata y en el
segundo, el asiento puede haberse deformado o agrietado. Controlar también que la bujía esté
bien apretada, pues si no es así el silbido se producirá a través de ella.

Ruido en un solo cilindro a cada vuelta


Estos ruidos pueden ser bastante graves según la causa que los origina y conviene el paro del
motor para investigar de qué parte del mismo proviene la avería.
Si el ruido es muy sordo y profundo puede ser que el motor tenga un pistón que esté a punto
de griparse. Si, por el contrario, el golpe es seco y metálico, la causa puede encontrarse más
bien en el golpeteo del pistón con alguna válvula. En ambos casos lo que le está sucediendo al
motor puede considerarse grave.
Los principales puntos a investigar serán los siguientes:

El motor está a punto de griparse


Además de la producción de un sonido profundo y sordo que se advierte en el interior de un
cilindro, se producirá también una pérdida de velocidad del motor y de potencia. Hay que
averiguar el buen estado del circuito de engrase de refrigeración del motor.

El pistón tropieza con alguna válvula


Un cierto desarreglo de la puesta a punto de la distribución puede ocasionar el golpeteo del
émbolo contra una válvula que no regresa a su posición de reposo. También la rotura de los
muelles de válvula puede ocasionar los mismos daños.
Cuando el pistón golpea a la válvula pueden producirse serios desperfectos en la caña de la
misma válvula, que puede doblarse; puede romperse la misma cabeza de la válvula, puede
agrietarse la culata o hasta incluso producirse el doblado de los balancines. El motor habrá
soplado previamente cuando la válvula ya no ejercía la debida estanqueidad, por lo que, en
este caso, la avería es muy probable que ya haya sido anunciada. Hay que desmontar el motor
y comprobar los daños ocasionados por los impactos.

Ruidos con el ritmo de las combustiones


Cuando el ruido que se advierte sigue el mismo ritmo que las combustiones, es decir, se
acelera cuando el motor gira más deprisa y se retarda cuando el motor va más despacio, es
evidente que la causa se encuentra en la parte mecánica del motor afectada por el giro.
Podemos verificar los siguientes puntos:

1. Juego excesivo de taques


La distancia entre los extremos de los empujadores y la cola de las válvulas resulta
excesiva. El empujador golpea sobre la cola y produce este ruido que los mecánicos
suelen llamar «máquina de coser» porque recuerda el ruido característico de estas
máquinas. Si el ruido se advierte con el motor completamente frío tiene poca
importancia: pero no ocurre igual si el motor ya está caliente. Hay que desmontar la
tapa de balancines y proceder a comprobar el estado del juego de taques y arreglarlo si
se comprueba que resulta superior al indicado por el fabricante del motor.
2. Rotura de los aros
Si el ruido es bastante sordo es más probable que este producido por las malas
condiciones en que se encuentran los aros o segmentos. Pueden encontrarse pegados
en sus ranuras, o desgastados, o, sencillamente, rotos. Cuando esto ocurre el síntoma
puede venir acompañado de un considerable consumo de aceite, por encima de lo
normal.
Hay que desmontar el motor para comprobar sobre el terreno el estado de los aros y
proceder a su cambio.

3. Piezas rodantes deformadas


Cuando las levas del árbol del mismo nombre, la superficie de los taques, los rodillos o
empujadores de accionamiento de la distribución, etc., se encuentran provistos de
canales o ranuras, realces o deformaciones, también pueden producir ruidos durante
su giro. Hay que saber escuchar con gran atención la procedencia de los ruidos
observados. Es fácil detectar su procedencia especialmente cuando se conoce a fondo
el modelo de automóvil y se compara con el ruido habitual de otros motores iguales
que se hallan en buen estado.

4. Muelles de válvula flojos


También los muelles de válvula aportan su ruido particular cuando están flojos,
desgastados o cedidos, y cuando están rotos. El ruido que se presenta en estos casos
es más bien un repiqueteo.
Sacar los culatines y observar el estado de cada uno de los muelles de cada válvula.
Otros ruidos localizables
Vamos a analizar, para terminar, una serie de posibles ruidos que produce cada uno de los
elementos que se citan en cada uno de los apartados. Ello puede dar una orientación general
para saber encontrar los elementos productores del ruido que se advierte. Hay que hacer
constar, sin embargo, que ahora nos estamos refiriendo exclusivamente a los ruidos
observados en la parte mecánica del motor, pero no entramos en la explicación de los ruidos
producidos en el embrague, la transmisión, la dirección, etc., de los que nos ocupamos en otros
lugares.
Los ruidos principales que pueden observarse son los siguientes:

1. Ruido de cadenas de accionamiento


El golpeteo de las cadenas es un ruido siempre fácil de localizar por ser muy
característico. Suele ser producido por un alargamiento de la cadena o un aflojamiento
del tensor; un mal estado de los rieles y una zona de atascamiento de la cadena. Este
ruido puede ser permanente durante el giro del motor o aparecer en el paso por ciertas
curvas cerradas. Se trata entonces de una inacción momentánea del tensor que puede
tener poca importancia. Si el ruido es permanente hay que desmontar la carcasa y
proceder al cambio de la cadena o del tensor, según los casos.

2. Ruido anormal en el ventilador


Muchos son los ventiladores que suelen ser muy ruidosos en especial a altas
velocidades del motor (cuando arrastrados por éste). Ello, sin embargo, no es una
avería. Cuando el ruido denota un fallo, deja de ser un ruido continuo con nota
dominante para sobreponérsele un campaneo o roce metálico. Hay que verificar el libre
giro de las palas así como la posibilidad de que no se haya desequilibrado en virtud de
alguna pequeña rotura de las mismas.

3. Ruidos anormales en el silenciador


El silenciador y en general el escape, es otra de las grandes fuentes de ruidos. No
obstante, estos ruidos son normales mientras todo el conducto de escape se halle
estanco. Como que los gases de escape son siempre muy corrosivos llegan con
facilidad a perforar la plancha del silenciador y ello provoca fugas y soplidos que
modifican el sonido normal del escape.
Es fácil localizar el lugar donde se produce la fuga por medio de la simple verificación
del tubo y el silencioso. Aunque estos ruidos anormales no perjudican al motor es
conveniente proceder a la sustitución del silencioso.

4. Ruidos en la parte baja interna del motor


Un excesivo juego axial en el cigüeñal o el mal estado de sus cierres pueden dar lugar
no solamente a ruidos delatores sino a pérdidas de aceite. Este defecto, no siempre
fácil de localizar exteriormente, hay que tenerlo en cuenta de modo que hay que
prestarle la debida atención.

5. Ruidos en la zona de la bomba de agua


También la bomba de refrigeración tiene un ruido característico que hay que saber
distinguir. Cuando esta bomba rompe una pala y roza en su carcasa por desvío del eje
de giro (holgura en su asiento) el ruido cambia claramente y nos indica que la bomba
está a punto de romperse. Es necesario proceder al desmontaje de la bomba y a su
verificación para descubrir la causa del ruido y mal funcionamiento de la misma.

6. Burbujeo al parar el motor


Ante un ruido como un burbujeo de sonido grave, que se produce en la parte delantera
del motor, hay que levantar la tapa del cofre del motor y observar si el sonido proviene
del radiador. Si es así es señal de que el líquido refrigerante está hirviendo. Puede
haber también una entrada de gases al interior del circuito de refrigeración por medio
de una rotura de la junta de culata que les permita el paso.
7. Petardeo al acelerar
Puede muy bien ser debido a la rotura de las juntas que tienen relación con los tubos
de escape. Es bastante corriente la rotura de la junta del colector de escape.
Tras un calentamiento del motor, o por un mal apretado de la junta, la parte de amianto
de la misma puede sufrir un quemado con su posterior destrucción. En estas
condiciones
se establece una fuga de salida de gases a través de la ranura abierta y ello comporta
una modificación notable del ruido producido por el motor.
Comprobar el estado de las juntas de escape en general pues también es posible que
el ruido provenga de la misma junta del colector.
También la pérdida del tapón de aceite puede producir un sonido como un petardeo al
acelerar así como las fugas en el sistema de escape que ya hemos comentado.

8. Tableteo con el motor caliente


Puede tratarse de un mal ajuste del juego de taques, pero también puede estar
causado por un excesivo desgaste de los cojinetes de biela.

9. Ruido de carraca
Es muy típico este ruido parecido a algo que gira saltado un trinquete, y delata el
funcionamiento de piezas que giran en condiciones de roce con golpeteo con otras
partes metálicas. Es muy probable que se refiera a los cojinetes de la bomba de agua
gastados, al ventilador que este suelto o bien a una mala sujeción del alternador. Si se
observan problemas de calentamiento excesivo del motor, la causa será la primera
citada, pero si es el alternador el que tiene problemas para alimentar la red, es posible
que sea el culpable por hallarse mal sujeto.

10. Ruido de carraca al tomar las curvas


Si este ruido va acompañado por el encendido de la luz roja de presión de aceite o por
la caída de la aguja del manómetro indica una falta de aceite en el cárter. Durante unos
instantes la bomba se queda sin aceite y el motor trabaja casi en seco. De ahí el origen
del ruido. Hay que revisar de inmediato el estado del nivel del aceite en el cárter. A
veces, al tomar las curvas a gran velocidad, puede darse el caso de un encendido
accidental de la luz testigo. Ello tiene poca importancia si no va acompañado del ruido
de carraca y si la luz se apaga en seguida en cuanto la curva se acaba.

11. Otros ruidos anormales


La forma como está diseñado un motor puede hacer que los ruidos provocados por el
mismo sean muy diferentes. Si el motor está provisto de un turbocompresor puede
verse también afectado por ruidos diversos procedentes de esta máquina, tales como
golpeteo producido por la rotura de alabes o defectos producidos por la falta de
engrase. En general, la presencia de máquinas rodantes como las bombas de la
dirección asistida, los compresores de los equipos de aire acondicionado, etcétera,
pueden proporcionar señales de su funcionamiento irregular por medio de ruidos
anormales.
En todos los casos hay que conseguir localizar el lugar donde se produce el ruido y
luego proceder al desmontaje de la máquina afectada para pasar a su posterior
desmontaje y reparación. Muchas veces bastará con el engrase de los cojinetes o con
algunas gotas de aceite bien dispuestas.

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