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Ecuador el Estado garantizará y hará efectivo el goce pleno del derecho a la seguridad

social, que incluye a las personas que realizan: trabajo no remunerado en los hogares,
actividades para el autosustento en el campo, toda forma de trabajo autónomo y a
quienes se encuentran en situación de desempleo, enfatizando la reducción de brechas
entre mujeres y hombres.

Ecuador promoverá la solidaridad y el respeto a la diversidad. La sociedad ecuatoriana


protegerá, promoverá y aprovechará en una manera sustentable su patrimonio natural y
cultural. Se estimulará el empoderamiento ciudadano, la identidad nacional y las
identidades diversas, junto con sus respectivos proyectos de vida, bajo la garantía de
que todos y todas tenemos los mismos derechos –independientemente del sexo,
orientación sexual, identidad de género, edad, origen nacional o étnico, discapacidad,
estado de salud u otra distinción que deje lugar a la discriminación

Los niveles de violencia social se reducirán. Se asegurará el acceso equitativo a


adecuados sistemas de justicia y a los procesos de rehabilitación social, con base firme
en el desarrollo humano integral.

El Estado contará con la capacidad de prevención, previsión y respuesta para la


oposición al crimen organizado, con énfasis en la lucha contra la trata de personas y el
tráfico ilícito de migrantes.

Se impulsará la paridad de género y la igualdad de acceso a cargos directivos en el


sector público y privado, con medidas de acción afirmativa. El acceso a la justicia, la
erradicación de la violencia basada en género y la atención integral a sus víctimas serán
garantizados.

Las políticas de Estado para el acceso a créditos inclusivos se masificarán, garantizando


el acceso a una vivienda digna. El déficit cuantitativo se reducirá, al igual que el
hacinamiento tanto a nivel urbano como rural.

El acceso a la educación básica y bachillerato será universal en el país. Se ha propuesto


erradicar la discriminación en esta área y ampliar las modalidades de educación
especializada e inclusiva. Se espera un incremento importante de la oferta en educación
superior y un mayor acceso a la misma; la intención, es vincular de manera clara la
oferta de carreras de tercer y cuarto nivel con la demanda laboral, tanto aquella presente
como la que se proyecta a futuro.

El país afirmará la visión plena del trabajo como derecho y deber social, así como su
valor en cuanto derecho económico y fuente de realización humana.
Ecuador avanzará en su garantía del derecho a la salud gracias a la promoción de
hábitos de vida saludables, orientados a la prevención de enfermedades. Se plantea que
Ecuador reduzca sus niveles de sedentarismo, mejore los patrones de alimentación
ciudadana e incremente la actividad física en todos los grupos, independientemente de
edad. Esto contribuirá a reducir los niveles de estrés y el número de muertes a causa de
enfermedades cardiovasculares, diabetes, sobrepeso, obesidad, entre otras. También se
pondrá énfasis en combatir el consumo de drogas, alcohol y tabaco (especialmente en
los adolescentes y jóvenes). El acceso a la educación básica y bachillerato será universal
en el país. Se ha propuesto erradicar la discriminación en esta área y ampliar las
modalidades de educación especializada e inclusiva. Se espera un incremento
importante de la oferta en educación superior y un mayor acceso a la misma; la
intención, es vincular de manera clara la oferta de carreras de tercer y cuarto nivel con
la demanda laboral, tanto aquella presente como la que se proyecta a futuro. El sistema
educativo será de calidad, algo que se verá reflejado en los resultados de evaluaciones
nacionales e internacionales para estudiantes y maestros. El país afirmará la visión plena
del trabajo como derecho y deber social, así como su valor en cuanto derecho
económico y fuente de realización humana. El Estado garantizará a los trabajadores: el
pleno respeto a su dignidad, una vida decorosa, remuneraciones y retribuciones justas, y
el desempeño de un trabajo saludable y libremente escogido o aceptado. Esto
encaminará la eliminación de brechas remunerativas entre mujeres y hombres, en
reconocimiento del hecho que, a igual trabajo, corresponde igual remuneración. A su
vez, en Ecuador el Estado garantizará y hará efectivo el goce pleno del derecho a la
seguridad social, que incluye a las personas que realizan: trabajo no remunerado en los
hogares, actividades para el autosustento en el campo, toda forma de trabajo autónomo
y a quienes se encuentran en situación de desempleo, enfatizando la reducción de
brechas entre mujeres y hombres. Ecuador promoverá la solidaridad y el respeto a la
diversidad. La sociedad ecuatoriana protegerá, promoverá y aprovechará en una manera
sustentable su patrimonio natural y cultural. Se estimulará el empoderamiento
ciudadano, la identidad nacional y las identidades diversas, junto con sus respectivos
proyectos de vida, bajo la garantía de que todos y todas tenemos los mismos derechos –
independientemente del sexo, orientación sexual, identidad de género, edad, origen
nacional o étnico, discapacidad, estado de salud u otra distinción que deje lugar a la
discriminación. Los niveles de violencia social se reducirán. Se asegurará el acceso
equitativo a adecuados sistemas de justicia y a los procesos de rehabilitación social, con
base firme en el desarrollo humano integral. El Estado contará con la capacidad de
prevención, previsión y respuesta para la oposición al crimen organizado, con énfasis en
la lucha contra la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes. Además, la
aplicación de políticas públicas de prevención y control del delito internacional
permitirá un combate efectivo al tráfico ilícito de drogas, lo cual reducirá su
comercialización y consumo. Se impulsará la paridad de género y la igualdad de acceso
a cargos directivos en el sector público y privado, con medidas de acción afirmativa. El
acceso a la justicia, la erradicación de la violencia basada en género y la atención
integral a sus víctimas serán garantizados. Así, se establece desde ya un frontal apoyo
para que no haya “ni una menos”. Se verán avances, además, para alcanzar la
corresponsabilidad en el trabajo del cuidado y la sostenibilidad de la vida; algo que
creará oportunidades para la autonomía y la participación de las mujeres en otras
esferas. Las políticas de Estado para el acceso a créditos inclusivos se masificarán,
garantizando el acceso a una vivienda digna. El déficit cuantitativo se reducirá, al igual
que el hacinamiento tanto a nivel urbano como rural. En adición, un trabajo coordinado
entre el Gobierno Central y los Gobiernos Autónomos Descentralizados hará posible la
universalización de los servicios básicos como agua y alcantarillado. El espacio público
y las áreas verdes serán los elementos estructurales de la vida comunitaria en la ciudad.
Se asegurará su rol como lugares seguros de interrelación y de desarrollo en cuanto a
actividades culturales, de ocio y esparcimiento. Se fortalecerá el transporte alternativo,
con énfasis en los medios no motorizados, dando espacios propios para estas
alternativas y planificando las ciudades de manera amigable e integral, no centradas en
los automóviles particulares. Además, la incorporación de la variable de riesgos en los
procesos de planificación y ordenamiento territorial

Ecuador proyecta su estructura productiva hacia la superación de la exportación de


materias primas, pues esto ha reproducido desigualdades regionales e internacionales en
términos de conocimiento, innovación y desarrollo tecnológico. Para ello, se deberán
consolidar las inversiones y aprovechar las capacidades instaladas en cuanto a talento
humano, infraestructura y energías limpias. El objetivo es formar una economía basada
en la prestación de servicios y en la generación de bienes con valor agregado, cimentada
en una producción limpia y sustentable, bajo parámetros de justicia social e
intergeneracional y que aporte al desarrollo de Ecuador en condiciones de equidad y
solidaridad. Ecuador garantizará el trabajo y empleo dignos, apostando por el
fortalecimiento de competencias mediante la formación. Contará con talento humano
calificado que responderá a las necesidades productivas, sociales y ambientales. Se
potenciará la oferta de empleos adecuados y el impulso a profesionales de alto nivel que
contribuirán al progreso del país. Asimismo, el Estado mantendrá un diálogo e
intercambio constante, abierto y franco con organizaciones de trabajadores y de
empleadores, en cumplimiento de los convenios internacionales de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT). Así, se responde a la firme convicción de que
socialmente todos compartimos la misión de forjar un país de trabajo y oportunidades.
Como reflejo de estas acciones, se espera una reducción de los niveles de desempleo y
subempleo. Se pondrá énfasis en la inserción de los jóvenes en el mercado laboral, con
particular atención en aquellos que no trabajan ni estudian. Otro aspecto que se trabajará
es la reinserción de la comunidad ecuatoriana migrante retornada, a través de alianzas
entre los sectores público y privado. Paralelamente, el Estado impulsará los
emprendimientos productivos y fomentará las prácticas solidarias y asociativas de
pequeños productores y su vinculación con mercados públicos y privados (sobre todo en
el campo), garantizando el Buen Vivir y la sostenibilidad de los sistemas de producción
en todo el territorio. El país habrá perfeccionado su modelo de Estado descentralizado
asegurando la equidad para los grupos humanos; se habrá asentado en una estructura
eficiente y participativa, que responda a las necesidades de la población. La articulación
del sector público en múltiples niveles, la recaudación eficiente de recursos y su
asignación justa e inclusiva permitirán proveer servicios públicos de calidad en todos
los rincones del país, ayudando a romper con uno de los círculos estructurales de la
pobreza. El Estado ecuatoriano propiciará procesos de participación cada vez más
incluyentes y efectivos. El diseño de las políticas públicas ocurrirá en espacios de
diálogo, con la inclusión de minorías, en especial, de grupos de atención prioritaria,
pueblos y nacionalidades. La movilización autónoma de la ciudadanía ampliará los
niveles de participación en todos los espacios de la sociedad; en el intento de afirmar la
democratización y la renovación de representantes en los espacios de elección popular.
Ecuador ganará la batalla contra la corrupción gracias a procesos de contratación
pública transparente, una administración de justicia y organismos de control –eficientes
y autónomos– que combatan la impunidad. Se dará prioridad al empoderamiento
ciudadano y a un sistema educativo basado en valores que acentúen la
corresponsabilidad. Una cultura de denuncia social sentará un precedente, pues
mantendrá protegidos a los testigos y dará su respectiva sanción a los corruptos,
evitando nuevos delitos. Por tanto, es imprescindible posicionar al Ecuador como un
referente de éxito a nivel internacional en la lucha contra los paraísos fiscales.

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