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Stalin muere en Marzo de 1953. Se considera el fin de una época. Con la muerte del guía, el
sistema sufriría una perdida esencial, ya que las leyes de desarrollo social dependían de él.
Stalin era un heredero, un vencedor, el fundador de un imperio y murió cuando era más poderoso
que nunca.
Como sucesor de Lenin, Stalin había participado de la gloria de su célebre predecesor. Su derecho
a la sucesión se apoyaba sobre algo firme: el partido único, la ideología bolchevique, el terror y la
policía política constituían el legado leninista. Stalin lo integró en un sistema de gobierno “asiático”,
que corono con el exterminio del campesinado. Su principal carta de triunfo consiste en haber
hecho durar ese régimen tan poco hecho para durar; en haber prolongado e incluso reimpulsado
una cadena de autoridad primitiva.
A su muerte Stalin dejaba por la fuerza un inmenso vacío en el mundo: él había ganado la guerra
contra Hitler, y él era el jefe universal del comunismo. Pero aun tenía que asegurarse de que nadie
heredaría su papel y su poder, ya que, por definición nadie era digno de ello. No hizo testamento
porque él imaginaba que sólo él había “hecho la época”. Su muerte provoca gran angustia por la
paz del mundo (guerra Corea) es el precio de la sustitución de lo conocido por lo desconocido en la
URSS en que el poder no tiene límites. Lo que saco a la luz el conflicto del comunismo soviético,
logro convencer a millones de hombres que se negaban a modificar sus creencias ante las criticas
mejor documentadas o los testimonios más irrecusables. La batalla por la sucesión de Stalin tuvo
por primera víctima la mitología soviética.
Tras su muerte la reducida oligarquía de los herederos no guardo ni un minuto para lanzarse a una
precoz lucha por el poder. El acontecimiento no fue sino una repetición de lo que ya se había
iniciado en 1922, a raíz de las primeras parálisis de Lenin, y había terminado en 1927 y 1929 con el
triunfo de Stalin sobre sus rivales.
Disputas de los compañeros de Stalin: sobre la política económica y sobre el terror. Se enfrentan a
un propósito de una sucesión bajo beneficio de inventario, el nombre de una crítica del hombre que
lo precedió.
Malenkov, Beria, Jruschov fueron los principales ejecutores de las políticas estalinistas, aunque
no eran los más indicados.
a) Reconstrucción económica
La terrible tensión a la que se había visto sometida la población soviética durante la segunda
guerra mundial no cedió esencialmente con la capitulación de Alemania y Japón. Junto al objetivo
de asegurar los territorios conquistados, Stalin impuso al país otras metas elevadas, como la
reconstrucción de los territorios destruidos.
Las instalaciones industriales fueron destruidas en su mayoría durante los combates o la retirada
alemana. Hubo también pérdidas en los transportes, en la agricultura y en la ganadería.
Sólo después de la derrota de Japón el 19 de agosto de 1945, Stalin ordenaría la introducción del
IV Plan Quinquenal, autorizado en marzo de 1946 por el Soviet Supremo de la URSS. Este plan
consideraría el sucesivo incremento del poder defensivo de la URSS y el equipamiento de sus
fuerzas armadas con el armamento más moderno.
El principio fundamental de la política económica soviética de los años treinta se mantuvo pues
intacto, exigiéndose nuevos sacrificios de la población sin tener en cuenta la enorme demanda
acumulada.
1946 Uno de los años de paz más difíciles de la Unión Soviética. Malas cosechas que obligó a
mantener las bajas raciones de alimentos; condiciones de trabajo extremadamente duras; La
reinserción de los soldados desmovilizados, produjo un sinnúmero de dificultades.
Para paliar rápidamente los daños de la guerra, la Unión Soviética necesitaba ayuda extranjera. La
ayuda proporcionada por el UNRRA (United Nations Relief and Rehabilitation Administration) para
las regiones asoladas y los créditos británicos y suecos no sirvieron sino para superar las crisis
más graves. Finalmente, con el rechazo del Plan Marshall por motivos políticos en el verano de
1947, al cual se adhirieron también bajo la presión masiva de Moscú los Estados de Europa oriental
situados dentro del ámbito hegemónico soviético, la Unión Soviética ya sólo contaría con sus
propias fuerzas, las del área controlada por ella.
La Unión Soviética obtuvo realmente el total de las reparaciones evaluadas, aun cuando la relación
oficial de la zona oriental sólo registre suministros por valor de 4300 millones de dólares.
La larga guerra no sólo había ocasionado daños económicos, los acontecimientos bélicos habían
obligado también a la dirección del partido a alejarse de su intransigencia ideológica. Este cambio
táctico, cuya expresión más visible había sido la disolución de la Internacional Comunista y la
reposición del patriarca ortodoxo de Moscú, no había pretendido únicamente tranquilizar a la
opinión pública de los países anglosajones, en la cual persistía el temor al comunismo
revolucionario mundial y que estaba marcada por un rechazo profundo y fundamental de toda clase
de dictaduras, incluida la estalinista.
Se había hecho evidente que ni siquiera el adoctrinamiento más intenso había podido sofocar de
forma duradera las tensiones y conflictos derivados de la industrialización y de la reestructuración
social impuestas, y que el intento de Stalin de reprimir los problemas que surgían mediante la
fuerza sólo había agrandado la distancia entre los afectados y el régimen. El alejamiento de la
táctica socialista del frente único, con su primacía de la lucha de clases, y la vuelta a la política
nacional del frente popular, proclamada por el movimiento comunista internacional en la segunda
mitad de 1942 e implantada en 1943 respondieron también a la situación política interna de la
Unión Soviética.
Al terminar la guerra cayó sobre Zdánov la nueva campaña de disciplinamiento ideológico que
habría de reconducir a la sociedad soviética marxista. Había que poner fin al servilismo frente a la
decadente cultura burguesa de Occidente. Toda la campaña estaba impregnada de una hostilidad
extrema contra Occidente y su cultura.
El afán de superioridad de la Unión Soviética que de ello se derivó afectó también, indudablemente,
a las nuevas “democracias populares”, que tuvieron que supeditarse a la hegemonía soviética. El
hecho de que este afán fuese unido al nacionalismo de la Gran Rusia radicaba en la función
atribuida a la Historia por el materialismo histórico: de su legalidad se deducía la legitimación del
sistema, aportando las pruebas de la veracidad de la doctrina, así como de la política del Partido.
La remodelación revolucionaria de la vieja Rusia era el resultado de su historia, cuyo papel rector
había quedado demostrado por el hecho de haber sido el primero en abrir, con la Revolución de
Octubre, la puerta hacia la etapa final del comunismo en la historia de la humanidad, por lo que sus
experiencias tenían también validez ejemplar para todos los demás pueblos que le sucedieran.
En 1946, la desconsiderada explotación de los países bajo control soviético, principalmente de los
antiguos Estados enemigos, había sido reemplazada por una política tendente al aprovechamiento
duradero de los recursos existentes en ellos por parte de la Unión Soviética para lo que ésta se
sirvió tanto de la liquidación de la oposición burguesa como de la progresiva vinculación de las
economías nacionales a la soviética.
ESTADO DE BIENESTAR.
OBJETIVOS Y CARACTERISTICAS.
MODELOS
Modelo liberal:
S XIX
Ideología conservadora
El Estado ayudo al mercado / todo lo maneja el mercado
Desarrollo practicas de bienestar en los países europeos anglosajones, EEUU, Canadá;
Australia
Papel del mercado importante
Papel del estado poco importante
Entiende a la pobreza como problema del individuo y no como un problema estructural de la
sociedad.
Caracterizado por una previsión o medidas preventivas menores,
La asistencia social del estado es mínima
Mercado de trabajo: gastos en políticas activas son relativamente importantes.
Sindicatos menor poder de participación.
País con mayor dispersión de retan y numero de empleo con salarios bajos.
El mercado prevalece como mecanismo de previsión de recursos, mientras que el Estado
sólo interviene para corregir sus fallos, con el objetivo de que los pobres se interesen en el
mercado y de esta forma puedan mejorar su nivel o calidad de vida.
Modelo Bismarkiano.
Modelo nórdico.
Ideología social
Mediados del S XX
Social demócrata
Desarrollo Dinamarca, Finlandia, Suecia, Noruega
Surgió a partir de dos experiencias: modelo Beveridgeano y modelo nórdico
Objetivo erradicar el desempleo
Pobreza problema social
Mercado papel importante
Estado papel importante
Característica principal universalismo movimiento político para eliminar las divisiones
internas se toma para los derechos sociales.
Modelo Sureño
S XX década del 70
Países que desarrollaron un Estado de Bienestar más tardíamente. Grecia, Italia, España y
Portugal-
Pobreza problema del individuó
Papel del mercado poco importante
Papel del Estado –> poco importante
Familia importante
Política de empleo pasiva
Sindicatos poder de decisión
Ideología conservadora
Fuerte protección del empleo.
Evolución
Primeras décadas del siglo XX explican el nacimiento del E de B como respuesta de las demandas
económicas, sociales y políticas, tanto de los ciudadanos, como del sistema económico.
La I GM, el avance y el desarrollo del capitalismo genero nuevos problemas económicos, pero
sobretodo trastorno los equilibrios sociales occidentales, por que produjo un cambio total en la
política económica de los estados.
Se caracteriza por un fuerte debate teórico sobre el papel del Estado. Se toman medidas que
establecían un nuevo patrón de seguridad ligado al contrato de trabajo.
Los orígenes se dan cuando las instituciones existentes (el estado liberal, la iglesia, la familia) no
fueron capaces de resolver los problemas de pobreza y desigualdad.
Este período de entreguerras contribuyó a establecer un acuerdo básico sobre el papel del Estado
para hacer frente a los problemas sociales y económicos, destacando el descenso de las
desigualdades y la mejora de la calidad de vida de la población.
El estado social se funda en la extensión de la política social a las clases medias y a otros campos
de bienestar social, transformando la política social sectorial en la política social generalizada.
La gran depresión de 1929 puso de manifiesto la debilidad del modelo de producción capitalista y
los efectos que podía provocar sobre la sociedad.
Para hacer frente a los efectos negativos del sistema capitalista, se justificaron medidas de políticas
intervencionistas como las contenidas en el New Deal.
La evolución histórica del Estado de bienestar alcanza su madurez en las décadas de los años 50 y
60 del siglo XX y comienza a entrar en crisis en la década de 1970.
Es claro que existe una relación directa entre el bienestar individual y la intervención dinamizadora
del Estado, específicamente las leyes sociales. Keynes legó un principio esencial en la
configuración de los Estados de bienestar: la importancia del papel del Estado en la organización
directa de las inversiones en la economía.
Si los fallos del mercado, como la mala distribución de la renta, han servido de argumentos a favor
de una mayor presencia pública en la vida económica, los fallos del Estado debilitan las bases que
sustentan la legitimidad de la presencia de éste en la vida de los ciudadanos.
Los limites del Estado de bienestar vendrían condicionados por los limites fiscales del propio gasto
público, lo que dio lugar a lo denominado como crisis fiscal del Estado (consecuencia de la falta de
ingresos tributarios que sufre el Estado por la menor actividad económica que se da en tiempo de
crisis).
La falta de eficiencia del sector público conduce a una pérdida de legitimidad de su actuación y a la
ruptura del consenso social que se había mantenido desde la postguerra hasta la grave crisis
económica internacional de los años setenta.
A partir de la crisis económica de los 70, y de los problemas que genera la globalización, comienza
a cambiar la condición de estar integrado en el mercado laboral y tener derecho a recibir un
conjunto de prestaciones sociales. El hecho de estar trabajando no garantiza la percepción de un
salario digno, ni tampoco el derecho a unos niveles de prestaciones sociales adecuadas.
La actual crisis del Estado de bienestar resulta de su falta de ajuste a los nuevos problemas que
surgen de las nuevas estructuras sociales.
Los limites del Estado de bienestar dependen de la fase del ciclo económico. Cuando la economía
está en una etapa expansiva, hay ciertos componentes del gasto social que tienden a disminuir al
tiempo que las bases financieras del mismo refuerzan, ya que la mayor actividad económica
propicia una mayor recaudación impositiva y un mayor volumen de cotizaciones. Por el contrario,
cuando la economía está en una fase recesiva, ciertos componentes del gasto social se
incrementan, siendo más difícil y costoso recaudar impuestos y obtener cotizaciones sociales.
En definitiva, la crisis que experimenta el Estado de bienestar a partir de la década de los 70, como
consecuencia de las crisis económicas que se vienen sucediendo desde entonces, repercute en
una redefinición del papel que los diferentes agentes públicos y privados deben desempeñar en el
denominado Estado de bienestar.
Conclusiones
La consolidación de los derechos sociales en los países desarrollados, como fundamento del
Estado de bienestar, nos lleva a la necesidad de analizar cómo éste debe ser gestionado para
integrarlo en una economía de mercado, cada vez más globalizada, con el fin de que pueda cumplir
sus objetivos de la forma más eficiente posible. Ello nos lleva a la necesidad de redefinir las
funciones que cada uno de los agentes debe cumplir en dicha gestión.
En 1974, Estados Unidos atravesaba un grave conflicto interno a raíz de un espionaje en el bunker
electoral del Partido Demócrata que terminaría con la renuncia del presidente Richard Nixon el 8 de
agosto de ese año. El poder presidencial ya venía debilitado por los movimientos contestatarios de
la segunda mitad de los 60, el país vivía una recesión económica y la derrota militar de EEUU en
Vietnam implico tanto tensiones internas como externas.
El contexto internacional se vio alterado por la derrota en Vietnam, ya que la retirada de los
efectivos estadounidenses fue al mismo tiempo un avance de la Unión Soviética en Indochina, y
contra las políticas con que la Casa Blanca buscaba aproximarse a China. Al mismo tiempo, la
guerra de 1973, entre Israel enfrentando a Egipto y Siria: la supuesta invencibilidad del ejercito
israelí había terminado, dependiendo Israel más que nunca del apoyo de EEUU, y los países
árabes se aproximaron a la URSS.
Al mismo tiempo, la expansión soviética sobre África seria otra alarma prendida en los pasillos de la
Casa Blanca, la Secretaria de Estado y el Pentágono.
En América Latina los movimientos nacionales atentaban contra los intereses de Washington. En
Chile aconteció la inusitada llegada por la vía electoral de la izquierda al poder, con la asunción de
Allende al poder en 1970, quien será derrocado en 1973. Las guerrillas actuaban en Argentina,
Uruguay, Brasil y Perú.
El avance por el control
A medida que se industrializaban las potencias y se ensanchaba la brecha entre aquellos y los
desindustrializados, el centro industrial requería un constante suministro de materias primas para
sostener su nivel de producción.
La crisis del petróleo evidenció las necesidades estratégicas estadounidenses sobre estos recursos
en un marco de un mundo en constante crecimiento demográfico.
Para que el insumo llegue a convertirse en un factor clave debe cumplir con las siguientes
condiciones:
La ruptura o revolución real no es sólo el hecho técnico sino el entrelazamiento entre lo técnico y lo
económico a través de la reducción del costo relativo del insumo clave.
Es necesario aclarar que tanto la RCyTM actual, como la difusión del nuevo paradigma tecno-
productivo y la emergencia de la Sociedad de la información y el conocimiento no ocurrieron por
accidente o en el vacío, sino en un periodo histórico particular: a partir de la reestructuración
capitalista iniciada en el último cuarto del siglo XX, producto de la crisis y el agotamiento del patrón
de acumulación fordista keynesiano típico del modo de desarrollo industrial.
En el curso de 1970 todos los elementos señalados como la base del extraordinario crecimiento de
posguerra mostraron signos de desgaste: la hegemonía de EE UU entró en decadencia, y con ella
cayó el sistema monetario mundial; escases de mano de obra; y en 1973- 74 estalló la primera
crisis del petróleo que provoco un espectacular aumento del precio de la materia prima estratégica.
La crisis del capitalismo estuvo caracterizada entonces por una fuerte caída de la actividad
económica, el incremento del paro y una elevada tasa de inflación. Fue una crisis de tres
dimensiones o en tres fases: se inicio como una crisis energética en 1973, y para 1976 se había
convertido en una crisis industrial. Finalmente fue una crisis financiera tanto a nivel nacional como
internacional; en el plano interno se manifestó en el fuerte endeudamiento de las empresas para
enfrentar la caída de la demanda y el proceso de reconversión, y las posteriores quiebras y
suspensiones de pagos que repercutieron sobre las entidades financieras; en el plano internacional
dicha situación hizo explosión con la crisis de la deuda de los países latinoamericanos iniciada en
1982.
El modelo keynesiano de crecimiento capitalista que origino una prosperidad económica y una
estabilidad social sin precedentes para la mayoría de las economías de mercado durante casi tres
décadas desde la 2 GM, alcanzó el techo de sus limitaciones inherentes a comienzos de la década
del 1970 y sus crisis se manifestaron en forma de una inflación galopante.
La crisis económica y el shock del petróleo de 1973 fueron el motor del desarrollo científico y
tecnológico que dio impulso a la RCyTM. La nueva situación desato en los países industrializados
la preocupación en relación a la escasez futura de algunas materias primas estratégicas para el
desarrollo económico y militar, de modo que empezaron a privilegiar a la investigación y el
desarrollo de nuevas tecnologías como herramienta para superar la crisis y reafirmar su hegemonía
a nivel mundial.
La nueva economía se caracteriza por el desarrollo de una nueva lógica productiva y organizativa
que está relacionada al proceso actual de cambio tecnológico aunque no depende de él
completamente.
En el siglo XX, la economía mundial fue capaz de convertirse en la economía global por su nueva
infraestructura generada por la tecnología.
Siglo XVI, en Europa se da origen a la economía capitalista como sistema mundial. La economía
global funciona como unidad a escala planetaria.
- No abarca todos los procesos económicos del planeta y no incluye a todos los territorios;
pero si afecta directa e indirectamente a la subsistencia de la humanidad y sus efectos
alcanzan a todo el planeta.
- Intensificación de la competencia mundial entre las empresas y los países.
Ante la derrota y la desintegración de la URSS, aparecen tres grandes razones de esta tragedia:
Dificultades y posibilidades
Periodo en que cobró importancia la idea del “Tercer Mundo”, es decir, la idea de un frente común
de países en proceso de desarrollo, pertenecientes sobre todo a los antiguos imperios coloniales,
que se mantenían al margen de cualquiera de los bloques, el del Oeste y el del Este comunista.
Idea de unidad árabe: a saber que los Estados árabes que habían conquistado poco antes la
independencia tenían suficientes aspectos en común, tanto en la cultura y la experiencia histórica
como en los intereses comunes compartidos. Esta unión les dio mayor poder colectivo y promovió
una unidad moral entre el pueblo y el gobierno que determinara que éste fuese legítimo y estable.
A esto se agrega el socialismo: la idea del control de los recursos por el gobierno en beneficio de la
sociedad, de la propiedad estatal y la dirección de la producción, y la distribución equitativa de los
ingresos obtenidos mediante los impuestos y el suministro de servicios sociales. La fuerza
creciente de esta idea fue en parte un reflejo de lo que estaba sucediendo en otras partes del
mundo: la fuerza de los partidos socialistas y comunistas en Europa occidental, la creciente
influencia mundial de la Unión Soviética y sus aliados, el ascenso al poder del Partido Comunista
en China, la combinación de ideas nacionalistas y socialistas de algunos de los partidos que
asumieron el poder en los Estados asiáticos que habían conquistado poco antes la independencia.
Más concretamente, se manifestó en la estructuración de ideas marxistas en árabe. El centro de
esta actividad fue Egipto.
Los movimientos que parecían nacionalistas ahora se manifestaban como movimientos de clases
particulares en la persecución de sus propios intereses.
La forma en que estos variados elementos se integraron en los movimientos populares fue distinta
de un país a otro.
La Hermandad Musulmana fue uno de estos movimientos, sobre todo en Egipto, Irak y Siria. Los
comunistas y socialistas también comenzaron a desempeñar un papel importante en la oposición
tanto al dominio imperial en su última fase como a los nuevos gobiernos que ocuparon su lugar.
Con la fragmentación de las fuerzas políticas hubo varios intentos de crear nuevos movimientos.
Dos tuvieron especial relevancia durante las décadas de 1950 y 1960. Uno fue el partido de Baaz
que se desarrollo en Siria. Era una ideología que se convirtió en fuerza política, pero el otro
importante movimiento del periodo fue el régimen que gradualmente elaboró un sistema de ideas
en las cuales basó su legitimidad. Los oficiales militares egipcios que asumieron el poder en 1952,
y entre los cuales Nasser pronto surgió como líder indiscutido, tenían al principio un limitado
programa de acción, y carecían de una ideología común, más allá de la invocación del interés
nacional como un ente superior a los intereses de los partidos y las facciones, y el sentimiento de
solidaridad con las masas campesinas de las cuales la mayoría, aunque no todos, provenían.
Con el tiempo se adquirió una ideología característica, la nasserista. El lenguaje del islam era el
idioma natural que los lideres usaban en sus llamamientos a las masas. Propugnaban una versión
reformista del islam que no se oponía a las formas de secularización y cambio modernizador que
estaban incorporando; por el contrario, las apoyaban.
El régimen de Nasser comenzó a percibir el país como parte del mundo árabe, y a creer que era
su líder natural.
Se afirmó que la democracia política era imposible sin la democracia social. Debía haber igualdad
de oportunidades, atención médica y educación para todos. Las divisiones entre las clases
deberían resolverse en el marco de la unidad nacional, lo mismo que las divisiones entre los países
árabes.
Incluso en su momento culminante, el régimen de Nasser no consiguió canalizar todas sus fuerzas
políticas del pueblo egipcio. Su movimiento político de masas, la Unión Socialista Árabe, fue un
canal mediante el cual se comunicaban al pueblo las intenciones del gobierno. Pero en otros
países árabes el nasserismo obtuvo una amplia y permanente aceptación pública. La personalidad
de Nasser, los éxitos de su régimen y la promesa de un enérgico liderazgo en defensa de la causa
palestina, parecieron encerrar la esperanza de un mundo distinto, de una nación árabe unida
rejuvenecida por la autentica revolución social y dispuesta a ocupar el lugar que le correspondía en
el mundo.
1960 Países árabes dominados por la idea de una forma socialista y neutralista de nacionalismo
árabe, que tenía como jefe y símbolo a Nasser.
Hacia la década de 1960, la principal atención de los interesados en lo que parecía ser la formación
de una nación árabe ya no se relacionaba con los vestigios del dominio imperial, sino con otros dos
tipos de conflicto: el que mantenían las dos superpotencias y el que había entre los Estados
gobernados por grupos que propugnaban el cambio rápido o a la revolución según las ideas
generales nasseristas, y los que estaban gobernados por dinastías o grupos más cautelosos frente
al cambio político y social y más hostiles a la difusión de la influencia nasserista.
El sentimiento de una nación en proceso de formación se acentuó durante este período a causa del
más amplio caudal de riqueza y de otros cambios originados en la explotación del petróleo. Los
recursos petroleros de los países árabes y de otras naciones de Oriente Próximo ahora habían
llegado a ser en verdad importantes en la economía mundial, y este hecho influía profundamente
sobre las sociedades de los países productores.
LA CRISIS DE 1967
La disolución de la unión entre Egipto y Siria, en 1961 y el fracaso de las conversaciones ulteriores
acerca de la unidad, demostraron los límites del liderazgo de Nasser y de los intereses comunes de
los Estados árabes.
Las limitaciones del poder egipcio y árabe se manifestaron de manera más decisiva en una crisis
más grave que estalló en 1967, y llevó a Egipto y a otros Estados árabes a un enfrentamiento más
directo y desastroso con Israel.
A partir de 1955, el gobierno militar egipcio había comenzado a afirmar su liderazgo. Los
acontecimientos de 1956 y los años siguientes convirtieron a Nasser en la figura simbólica del
nacionalismo árabe, pero en el fondo existía una línea determinada de política egipcia: convertir a
Egipto en el país líder de un bloque árabe tan estrechamente unido que el mundo exterior pudiese
tratar con él sólo a través de un acuerdo con El Cairo.
1964 la Liga Árabe creó para los palestinos una entidad especial, La Organización para la
Liberación de Palestina. (OLP), pero estaba bajo el control egipcio.
Israel sabía que era militar y políticamente más fuerte que sus vecinos árabes.
5 de junio de 1967 Israel atacó a Egipto, y destruyó su fuerza aérea. La guerra cambió el
equilibrio de fuerzas en Oriente Próximo. Fue evidente que Israel tenía más fuerza militar que
cualquier combinación de Estados árabes.
El resultado más importante fue a la larga la ocupación israelí de lo que restaba de la Palestina
árabe.
Noviembre de 1967 el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas consiguió finalmente dictar
la Resolución 242, de acuerdo con cuyos términos debía sustentarse la paz al amparo de fronteras
seguras y reconocidas, Israel se retiraría de los territorios que había conquistado y se contemplaría
la situación de los refugiados.
Los jefes de los Estados árabes no reconocían las conquistas israelíes, y no negociarían.
LA CRISIS DE 1973
En 1970, estallaron grandes combates en Jordania entre el ejército y los grupos guerrilleros
palestinos, la mediación de Nasser permitió alcanzar la paz entre ellos.
1981 Sadar fue asesinado por miembros de un grupo que se oponían a su política.
Entre 1973 y 1978, las rentas anuales provenientes del petróleo en los principales países árabes
productores creció enormemente. También se amplió el control de los países sobre sus propios
recursos. Hacia 1980 la totalidad de los principales Estados productores había nacionalizado la
producción de petróleo.
El nacimiento de Israel – David Solar
El fenómeno más sobresaliente del Mandato británico en Palestina fue, sin duda, la inmigración
judía entre 1920 y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Esta inmigración, alentada por el
movimiento sionista y la Agencia Judía y precipitada por las persecuciones nazis, cambió
totalmente la vida en Palestina: la composición del hábitat, la situación social, el régimen
económico y la convivencia entre gentes de diferente religión y raza.
Los emigrantes judíos que llegaban procedían en su mayor parte de la URSS, de Lituania y de
Polonia. Les movía una poderosa fuerza interior, una misión inaplazable para el sionismo: La
construcción del Estado de Israel.
Estos emigrantes eran recibidos en Palestina por una poderosa organización financiada con dinero
internacional judío, la Histadrut. Era una especie de organización sindical que impartía una fuerte
formación ideológica y servía como empresa comercializadora de productos y de adquisición de
tierras. La Histadrut se hacía cargo de los recién llegados. Les buscaba trabajo y alojamiento, pero
también se ocupaba de la puesta en marcha de las explotaciones agrícolas.
Esta inmigración causo sobre la población Palestina un efecto caótico. La implantación judía
provocó una crisis comercial y sobre todo agraria.
Nacimiento del alto comité árabe. Su acción comenzó a ser importante en 1929.
En 1932 comenzó la denominada quinta aliyá, que llevó a Palestina 217.000 judíos en sólo 7 años,
fue impulsada por el acceso de Hitler al poder y la inmediata persecución nazi contra los judíos
alemanes primero, y luego los austriacos, y checoslovacos. Estas nacionalidades constituyeron el
grueso de esa emigración a Palestina y sus componentes fueron los más cultos y los mas ricos de
los embarcados en la aventura sionista.
Este creciente poderío en número e influencia desató disturbios en Palestina a partir de 1935.El
sionismo no cedía en su propósito de convertir Palestina en un hogar nacional judío y los árabes no
podían permanecer impasibles ante su continuo retroceso. Londres en 1936 envió una comisión.
Encabezada por Lord Peel, recomendó en su informe la división de Palestina en dos Estados, uno
árabe y otro judío.
En 1939, Gran Bretaña convocó a una conferencia entre árabes y judíos, que no halló solución al
problema. El gobierno de Chamberlain termino elaborando un Libro Blanco. En 1937, apareció el
Libro Blanco, que regulaba la emigración judía a Palestina hasta 1944 y la cancelaba después.
Pero dentro del sionismo también existían tensiones. La primera ruptura con la doctrina del Herzl
fue temprana. En vez de dedicarse a la agricultura, como él había predicado, muchos pioneros
prefirieron actividades más clásicas y rentable en le pueblo judío: el comercio y la banca.
La fundación de Paole Sion –del que desciende el actual laborismo israelí– reencaminó a los
inmigrantes al cultivo de la tierra, aunque las propias necesidades de la comunidad judía en
Palestina se encargaron de demostrar que el sionismo sería inviable si se limitaba a ese aspecto.
Hoy es evidente que no hubiera nacido el Estado de Israel de haberse compuesto con labradores
la comunidad judía.
Una nueva crisis se produjo tras la Gran Guerra. Hasta entonces, pensadores y políticos sionistas
estaban de acuerdo en que se lograría la plenitud con la fundación del Estado judío, y esto ocurriría
cuando la situación lo permitiera. Los revisionistas de Jabotinski pensaban que la creación del
Estado judío debía ser inmediata y ocupando ambas márgenes del Jordán, lo que equivaldría,
evidentemente, a la formación de un Estado judeo-árabe impuesto por la fuerza. Para ello
proponían la educación militar y nacionalista de la juventud (movimiento juvenil Betar), la
restauración de la Legión Judía y mayor actividad política exterior.
Creación de una patria para los judíos una vez concluida la guerra. Este programa nació con plomo
en las alas. Muchos norteamericanos mostraban su reticencia respecto al tercer punto, suponiendo,
con toda lógica, que la formación de un Estado sólo judío en Palestina chocaría con los intereses
de la población árabe y con el panarabismo de los países circundantes, y que sería causa de
conflictividad futura. Por su parte, los ingleses no retiraron el Libro Blanco, aunque hicieron la vista
gorda docenas de veces.
La evolución del censo judío en Palestina fue escasa entre 1939, año que entró en vigor el Libro
Blanco, y 1948, fecha de la creación del Estado de Israel.
Respecto a los judíos, en agosto de 1945, Truman pidió a Attlee que admitiera 100.000 judíos en
Palestina de forma inmediata, y en diciembre, el Congreso de los Estados Unidos solicitó a Londres
que abriera Palestina, sin restricción alguna, a los inmigrantes judíos. Un mes antes se había
formado una comisión anglo-norteamericana para estudiar de nuevo el problema planteado en
Palestina por el sionismo. Rápidamente cambió la situación internacional y Londres mantuvo el
Libro Blanco en vigor. Independientemente de sus simpatías, persistían sus intereses económicos y
estratégicos, muy vinculados a los países árabes.
TERRORISMO
La facción sionista ortodoxa, la que tejía complejas tramas internacionales para llegar al Estado de
Israel por consenso mundial, estaba siendo rebasada por su derecha – Irgun– y por su izquierda –
Stern – y, aunque a veces debió condenar el terrorismo de ambas organizaciones.
En 1946 la lucha se generalizó. Los árabes, que habían asistido impotentes y estupefactos al
incremento de la violencia entre judíos y británicos, decidieron pasar a la acción activa. En febrero
se decretó en Palestina una huelga general. En mayo, los jefes de Estado árabes reunidos en
Egipto reafirmaron el carácter árabe en Palestina. En junio se reunía la Liga Árabe en Bludán
(Siria), alcanzando acuerdos contra los intereses norteamericano-británicos en sus tierras, caso de
no ser atendidas sus reclamaciones sobre Palestina.
Ese año, el Irgun realizó el más importante atentado de su tremenda historia: la voladura del hotel
King David, de Jerusalén.
Éste era el panorama cuando, el 17 de febrero de 1947, Londres anunció que iba a entregar su
Mandato sobre Palestina a las Naciones Unidas. El 28 de abril se abrió la sesión especial de la
ONU sobre Palestina, asistiendo como invitados algunos miembros de la Agencia Judía. El caballo
de batalla de los debates que se sucedieron fue si el problema de Palestina estaba vinculado al
problema judío o éste era independiente de aquél. Aquel mundo, anonadado aún por el genocidio
nazi contra los judíos, no pudo separar ambos temas, de modo que formó un Comité Especial de
las Naciones Unidas para Palestina (UNSCOP), que dedicó dos meses a estudiar el problema
sobre el terreno.
LA PARTICIPACION
Moscú apoyó decididamente las aspiraciones sionistas. Su delegado en la ONU, Andréi Gromiko,
invocó en la sesión del 26 de noviembre la histórica ligazón entre el pueblo judío y Palestina, los
derechos sagrados de un pueblo a la supervivencia, tras veinte siglos de persecuciones y tras el
holocausto provocado por los nazis.
Esa partición otorgaba a los árabes la Franja de Gaza y una pequeña zona del Neguev, limítrofe
con el Sinaí, parte de Galilea, con más de la mitad del curso del Jordán, y una porción de terreno
junto a las fronteras del Líbano. Israel recibía una amplia franja mediterránea, con los importantes
puertos de Jaifa y Jaffa; la mayor parte del Neguev, con salida al mar Rojo, y la franja oeste del
Jordán, al norte del territorio. Jerusalén quedaba bajo control internacional. En total, la partición
entregaba a los judíos el 56% del territorio, 14.500 kilómetros cuadrados, incluyendo en ellos el
desierto del Neguev. A los árabes se les adjudicaba el 44% de Palestina, 11.383 kilómetros
cuadrados.
Toda la estrategia judía estuvo encaminada al sostenimiento de las tierras que la partición de la
ONU les concedía y a mantener Jerusalén.
En ese periodo previo a la creación del Estado de Israel, la lucha se centró fundamentalmente en el
control de Jerusalén.
El último mes de la presencia británica en Palestina fue caótico. Árabes y judíos se enfrentaban en
guerra abierta, mientras los ingleses preparaban su partida sin adoptar una política bien definida
respecto a la resolución de la ONU, lo que terminaría acarreándoles el reproche de todas las partes
en conflicto.
el 14 de mayo de 1948, víspera de la conclusión del Mandato británico, se reunieron en Tel-Aviv los
13 miembros de la “administración nacional” sionista para redactar la Declaración de
Independencia. El punto más debatido fue el de las fronteras.
3ª-Última fase (75-96) de descolonización del África Austral, África Central y Oceanía.
FACTORES DE LA DESCOLONIZACIÓN.-
FACTORES INTERNOS
El crecimiento demográfico:
La mayoría de los países en vísperas de su revolución contaban con unos efectivos demográficos
muy elevados. Las altas tasas de natalidad, típicas en los países poco desarrollados, vieron
descender sus tasas de mortalidad debido a sus mejoras higiénicas y médicas que habían
aportado las potencias coloniales. Se producen grandes corrientes migratorias hacía las grandes
urbes. Este incremento urbano sirvió de cohesión y acercamiento a los problemas y a la vez de
difusión de ideologías y actitudes hostiles a la presencia colonial.
Para obligar a trabajar a las poblaciones dependientes en los productos o en los sectores que
interesaban a Europa, y para procurarse mano de obra en las condiciones más ventajosas, se
utilizaron todo tipo de coacciones y trucos, desde impuestos a pagar en jornadas de trabajo, hasta
trabajos forzados, e incluso, a pesar de estar prohibido, la compra de esclavos.
Las nuevas formas de vida eran el testimonio del abandono tanto de sus agrupaciones
tradicionales en clanes de familias o religiosos, como de sus instituciones y costumbres. Las
sociedades coloniales soportaron el proceso de aculturación, es decir, la implantación de las
formas de pensamiento y los valores surgidos en Occidente. Ante el choque producido por la
presencia extranjera, gran parte de la población buscó una huida refugiándose en sus mitos.
Los círculos ilustrados indígenas, pertenecientes a la burguesía, iban aumentando con la extensión
de la enseñanza occidental. Esta minoría ilustrada, sin embargo, aprendió de Occidente, bien la
manera de prosperar dentro del sistema establecido, o bien la de utilizar sus enseñanzas en su
contra en el momento oportuno, siendo, por tanto, los principales animadores de los movimientos
nacionalistas e independentistas.
Para tener éxito en las metas propuestas, es decir, para que las distintas aspiraciones y
movimientos nacionalistas pudieran alcanzar la independencia respecto de sus naciones
dominadoras, fue necesaria la presencia de líderes que dotaran a estos movimientos de un
programa político y una autoridad moral que, fácilmente comprendidas por las masas, calaran en
sus pensamientos y les llevaran a perseguir su puesta en práctica.
FACTORES EXTERNOS
La crítica anticolonial:
La oposición al régimen colonial nace casi desde los comienzos de la colonización europea,
incrementándose luego a medida que el mundo occidental tuvo un mayor acceso a las libertades.
Desde dentro del socialismo se condena el principio de implantación de un pueblo sobre otro.
Durante el período de entre guerras surge el apoyo de los intelectuales y políticos, como los que en
1927 integraron la Liga contra el Imperialismo, esta celebró su Primer Congreso en Moscú, con la
participación de delegados procedentes de los territorios sometidos.
La condena del socialismo: Desde los comienzos del movimiento socialista, se hicieron patentes las
discrepancias; si bien los principios del socialismo eran incompatibles con la práctica colonial, no
faltaron los que veían en el colonialismo el caldo de cultivo para ulteriores revoluciones socialistas.
Otros veían que, a pasear de todo lo malo, el colonialismo podría resultar ventajoso para los
sometidos.
Durante las dos guerras se transmitió a las colonias una imagen muy alejada de la próspera Europa
que se quería haber transmitido: los enfrentamientos y las discrepancias entre los colonizadores.
Los contactos entre colonia-metrópolis acentuaron el conocimiento de las tremendas diferencias,
haciendo cada vez más patente lo que les separaba. Los esfuerzos a que las colonias se vieron
sometidas para apoyar a las metrópolis vinieron seguidos de compensaciones (Asambleas
legislativas) vía por la cual los nativos accedieron a los círculos de decisión política. El
posicionamiento de USA y URSS, a partir del ’45, contrarios a la práctica colonial aparece en pleno
proceso descolonizador, acelerándolo; pero no olvidemos los intereses que ambas potencias tienen
(Guerra Fría).
La conferencia estuvo presidida por el Presidente de Indonesia (Ahmed Sukarno) que junto con
Nehru (India) fueron los padres de la idea. La presencia de delegaciones fue más asiática que
africana. Paralelamente Europa se posicionó temiendo agitaciones (los líderes independentistas y
los “revoltosos” fueron encarcelados).
El poder colonial provocó divergencias entre las fuerzas de la colonia a fin de imponer mejor sus
condiciones o de asegurarse una permanencia en la zona. Este sería el caso de la partición de la
India, basada en el fanatismo religioso excitado por la metrópoli para debilitar al partido del
Congreso.
Cuando la independencia fue reclamada por un movimiento popular que podría hacer cambiar al
nuevo país de bando, la guerrilla o la guerra abierta fueron fenómenos corrientes. Estos fueron los
casos de Malasia, Indochina y Argelia.
En zonas donde los conflictos civiles estaban presentes, las metrópolis se aliaron con los bandos
más nacionalistas conservadores y no dudaron en respaldar a regímenes dictatoriales. Casos de
Filipinas, Vietnam y Corea del Sur.