Una vez ya conocemos las características de los dos
términos, podemos distinguir las diferencias que existen entre ellos: Para que haya utilidad no es necesaria la existencia de dividendos, pero para que haya dividendos sí debe existir utilidad. Se entrega la total del dividendo que se haya acordado, pero no la totalidad de la utilidad que haya habido. Los dividendos pueden ser previsibles y acordarse, mientras que la cuantía de la utilidad es mucho más impredecible. Las utilidades, las necesita la empresa para poder seguir creciendo, pero de los dividendos puede prescindir, por eso son pagados como un "premio" a los accionistas. Si no existe utilidad y los dividendos no pueden ser pagados, estos suelen acumularse para ser pagados en el futuro.