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I
¡
L'
EL AUTOR,
Fernando V. Vangioni es uno
de los predicadores
más conocidos en
Hispanoamérica.
El ministerio que lleva a cabo
se ha extendido por Espaiía,
y por el mundo de habla
hispana en los Estados
Unidos y países de Europa.
Sus programas en la radio y la
televisión argentinas
figuran entre los programas
más escuchados del país.
Lleva a cabo sus campañas
bajo los auspicios de la
Asociación Billy Graham.
INTRODUCCION
PROLOGO
i Hace años, mientras predicaba en una Iglesia en
Este librito sigue
a la inspiTación devocional de i Lima (Perú) un domingo por la mañana, Dios guió
¿ SON ÉSTAS TUS MANOS
Y Su propósito es sencillo. ¡
mis pensamientos a la escena en el Cenáculo la noche
Edificar espiritualmente al lector y Uevarle a un análi-
que Jesús fue entregado: el momento tenso, lleno de
sis sincero delante de Dios, a la luz de Su Palabra de emoción y presagios cuando él mismo anunció que las
tal manera que, bajo la influencia poderosa del Espíritu manos del que le iba a entregar estaban sobre la mesa.
Aquel mensaje, un análisis de las manos que el Señor
Santo se produzcan los ajustes necesarios y la vida que I
ha sido escudriñada por Dios tome definitivamente el vio sobre la mesa, dio lugar a un sencillo folleto titu-
rumbo que la conducirá a un nivel espiritual que glori- lado "¿ Son éstas tus manos?" La continuación de
fique al Señor, a la vez que la convierte en un instru- aquellos pensamientos sugirió el librito que ahora apa-
mento poderoso del Espíritu de Dios usándola en forma' rece bajo otro interrogante: "¿ Son éstos tus pies ?"
creciente y efectiva, para bien del Pueblo del Señor y I No se trata, pues, de un tratado de teología ni mucho
la salvación de preciosas almas. Con tal fin fue escrito menos. Es, simplemente, un conjunto de mensajes ex-
y así lo dejo en manos del Señor y los lectores. puestos con la mayor sencillez, fruto de la experiencia
recogida durante años a través de las diversas necesi-
FERNANDO V. VANGIONI
dades del pueblo de Dios en diferentes países. Los
entrego a mis lectores con un sincero qeseo en mi cora-
zón: que Dios sea glorificado mediante su lectura, que
Cristo mi Señor y Salvador sea engrandecido y entro-
nizado en el corazón del lector, y que el Espíritu Santo
Todos los derechos reservados pueda utilizarlos para glorificar a Cristo en la vida de
11
© por Editorial Vida,. 1970. quien lea estas páginas, revelando su persona y mani- }
EDITORIAL VIDA festándola en un vivir consagrado y útil a los propósitos
Miami, Florida 33138 del Señor. Amén.
EL AUTOR 1
CAPITULO I
resta1.Irados
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7 )
.Id pl"(')(li~o ordena a sus siervos que pongan calzado ción le llevó a descender el tercer peldaño. "Partió
1'11:-111:-1
pies, no estaba haciendo otra cosa que restau- lejos." Se desvinculó de su hogar y buscó otnls moradas.
r¡"'1e a su dignidad de hijo. Reponer con algo nuevo A medida que avanzaba en el camino, cruzó sin duda
aqllcllo que se había gastado en los caminos ásperos del por varias ciudades y pueblos donde habría podido resi-
IIIl1l1do,los caminos de maldad en que había transitado, dir, pero el descenso comenzado le impulsó a alejarse
todo un símbolo de lo que le había alejado de la casa lo más posible de cualquier lugar que le expusiera a
del padre para llevarle en pos de extrañas relaciones, mantener vínculos eon su familia, alguna comunicación
quimeras imposibles, felicidades ilusorias, rumbo a la con la casa del padre, y "se fue lejos n una provincia
eiudad lejana donde sólo había encontrado la desilusión, apartada".
la pobreza y el hambre. Descendió así otro peldaño más. Pudo haber vivido
Su alejamiento del hogar prefigura la tendencia na- allí una vida cuidadosa, utilizando con sabiduría, en
tural en el ser humano de alejarse de Dios: "Todos aquel mundo hostil y peli~roso, extraño y destructor,
nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se los bienes que le habían sido confiados. Pudo haber
npartó por su camino" (Isaías 53: 6), así como su re- vivido una vida ejemplar que honrara a su padre con
greso prefigura el retorno que todo ser humano debe su conducta, y dar un buen ejemplo. Al fin y al cabo,
emprender hacia Dios. su ilustre nombre merecía ser mantenido en alto en el
Observemos en qué medida el pecado y el alejamiento concepto de los demás, pero, en cambio, vivió "perdi-
del padre afectaron al joven de la parábola: damente".
Cada persona, en su caso, desciende peldaños, cada Pronto se manchó con el lodo de las concupiscencias.
uno de los cuales le conduce a un nivel inferior, cuyo Bebió y perdió conciencia de sus actos. Jugó y perdió.
final es una sima profunda. Baja el primer peldaño sin Las deudas se hacían cada vez más grandes y, poco a
que él mismo pueda precisar cuándo y en qué circuns- poco o rápidamente, se fue hundiendo hasta que, de
tancia comenzó su declinación. Fue el primer paso dado todo lo que un día había sido su bagaje de ilusiones,
fuera de la senda de obediencia al padre. Consecuente- virtudes y grandes posibilidades, nada quedaba.
mente, pierde todo interés en la casa paterna. Durante ¿ Qué tiene de extraño, entonces, que descendiera un
años había sido feliz allí. El horizonte de su vida lo peldaño más? "Comenzó a faltarle." En la vida huma-
constituía el amor del padre, la atmósfera de paz, comu- na siempre surgen factores imprevistos. Es cierto que
nión y servicio dentro de los linderos de la casa. Era vino una grande hambre en aquella provincia; pero si
todo su mundo y ambición. él hubiera vivido como correspondía a su carácter y
De pronto comenzó a pensar en el mundo fuera del posición, esta circunstancia no le hubiera afectado. En
hogar, a desear conocerlo. Este pensamiento fue hacién- cambio, comenzó a faltarle de todo. Aquella no era su
dose en él más persistente, hasta convertirse en una tierra, su ambiente, su hogar. ¿ Adónde recurriría? Si
obsesión. Descendió entonces el segundo peldaño sin hubiera conservado su posición, como era su deber, otros
preocuparse para nada del dolor que causaría, y pidió habrían acudido a él en su desgracia o necesidad en
la parte que le correspondía en los bienes de su padre. busca de consejo, ayuda, refugio. Pero, por el contra-
Convertido ya en depositario y mayordomo de cuan- rio, fue él quien tuvo que acudir a pedir trabajo como
tiosos bienes, quedaba librada a su albedrío su sabia el más necesitado. Y ¿ qué le dio el mundo? El desem-
administración en la casa paterna o su derroche fuera peño de un oficio denigrante cuya retribución era ape-
de ella. Esto último fue lo que eligió. Tal determina- nas una limosna exigua. Un trato desconsiderado que,
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o:,,::¿iéndole vivamente, debió causarIe heridas muy Es verdad que existen muchos en las iglesias que po-
pro:u:1das en su corazón al comprender entonces, en drían denominarse seudo-creyentes. N o son hijos de
:c·da su dimensión, cuán grande era su caída. Dios porque no han aceptado por la fe a Cristo como
Había ido descendiendo, peldaño tras peldaño, hasta su Salvador personal. Pero también son muchos los que
parar en un porquero. Más aún, estaba corriendo el han tenido esta experiencia. Son, por lo tanto, hijos de
riesgo de perder su vida. Ahora sí se daba cuenta de Dios; sin embargo, parecen ignorar la posición elevada
la forma necia en que había malgastado los tres gran- que la gracia de Dios les ha otorgado. No viven a su
des bienes de los cuales había sido depositario: la salud, altura. No hallan su deleite en los manjares celestiales.
el tiempo y el dinero. Son también los bienes que Dios Van en busca de ellos al mundo. Dejan, utilizando las
pone en nuestras manos. No podemos malgastarIos im- propias palabras divinas, el manantial puro del Señor,
punemente. Dios nos pedirá cuentas de la manera en
que invertimos nuestro tiempo, gastamos la salud y • para cavar para sí "cisternas rotas que no retienen
agua" (Jeremías 2 : 13) .
empleamos el dinero. Consciente o inconscientemente cambian su primoge-
Para el pródigo llegó al fin el día que Dios brinda, nitura, sus derechos de hijos y herederos, como hiciera
en su bondad y misericordia, a cada vida: el día de la hace tantos años Esaú, que cambió su primogenitura
crisis. N o es para todos igual, pero sí lo es el motivo: por un guisado de lentejas. Desdeñan la casa del Padre
recapacitar. El primer pensamiento del pródigo, en tan por la casa extraña. En tales vidas, el Señor Jesucristo
triste situación, reflejaba su verdadera necesidad pre- no ocupa el trono que le corresponde. Sólo un rincón.
sente: hambre de pan, y no otro pan que aquel que aún Viven, como aquel muchacho, con sus pensamientos, sus
los más humildes jornaleros en la casa del padre podían deseos, sus aspiraciones, sus sueños, tan lejos de Dios.
comer en abundancia hasta saciarse. j Qué diferente el concepto del rey David acerca de la
El cuadro puede representarnos claramente a cada casa del Padre! Pudo decir: "Mejor es un día en tus
uno de nosotros. El día que uno despierta, vuelve en sí, atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a
recapacita y siente como nunca antes hambre espiritual. la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las mo-
Se da cuenta que el alma se muere de hambre y que radas de maldad" (Salmo 84: 1O).
sólo hay un pan que puede saciarIa: "en casa de mi Analicemos ahora con sinceridad, a la luz de la pará-
padre ... abundancia de pan." Es el primer síntoma bola que hemos considerado, nuestra posición como hijos
de recuperación: el apetito recobrado que pide pan. de Dios. La vida de aquel hijo nos lleva a un pasaje
Nuestro Señor escogió el pan como símbolo de sí bíblico que todo creyente en Cristo debería conocer:
mismo cuando dijo a las multitudes a quienes había Romanos 8 :1-17. Durante la primera mitad de la pa-
alimentado: "Yo soy el pan de vida." Lo primero que rábola, el pródigo había vivido de acuerdo a las obras
necesita el creyente alejado, al despertar de su letargo de la carne. Cuando regresó a la casa del padre comen-
espiritual, es alimentarse de Cristo. j Cuánto tiempo zó a vivir de acuerdo al Espíritu. Ningún creyente en
has estado sin él! ¿ Es ésta tu experiencia? ¿ No es Cristo puede vivir ambas experiencias a la vez. O vive
cierto acaso que son numerosos los hijos de Dios que, ocupado en las cosas de la carne o en las cosas del
alejados de él, viven en realidad sin pan, ya sea porque Espíritu.
no lo reciben, porque no se alimentan de la Palabra de El regreso del pródigo puede ilustrarse en los ver-
Dios o porque no disfrutan viva comunión con Dios ni sículos comprendidos entre el 14 y el 17 del mismo capí-
dependencia alguna del Espíritu Santo de Dios? tulo 8 de Romanos. Todo hijo de Dios alejado de él, es
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';-l:aao o impulsado por el Espíritu de Dios para ser
pectiva: "a punto de perecer", porque "muchas cosas
:iliE-rado de su dramática situación y confirmado en
han muerto y otras están para morir" (Apocalipsis
,,~ carácter de "hijo", porque "el Espíl'itu mismo da 3 :1-3) .
:u:timonio a nuestl'O espíl'itu, de que somos hijos de
La restauración espiritual de un creyente en Cristo
Dios". Es el espíritu de adopción que no engaña; reve-
presenta los mismos síntomas que la conversión del
Já. nuestra verdadera posición: "hijos", una relación de
pecador a Dios. j Es necesario volver a Dios ! Volver
iamilia cuyos vínculos son indestructibles "Y si hijos, con un corazón arrepentido y un profundo deseo de una
también heredel'Os de Dios" - estrecha relación con
restauración total, porque no podemos desvincular lo
el Padre y sus recursos, sus riquezas en gloria en Cristo
espiritual de lo físico y material. Toda nuestra perso-
Jesús, a las cuales podemos echar mano de acuerdo a
nuestra necesidad. nalidad es afectada por el pecado. También lo será por
... la restauración .
Pero, por si todo esto fuera poco, el apóstol agrega: El pródigo volvió arrepentido, y al encontrarse con
"coheredel'os con Cl'isto." Ello establece una relación
su padre, le abrió su corazón y recibió el beso del
tan íntima con Cristo que nos da el privilegio de com- perdón. Inmediatamente fue restaurado a su antigua
partir en este aspecto su victoria, sus derechos y su posición. Su regreso dio lugar a una fiesta gloriosa
gloria. No podríamos hallar verdad bíblica que descri- con la consiguiente exteriorización de los sentimientos
biera mejor la magnitud, profundidad, anchura y lon- de todos cuantos, en diversa posición, habitaban en la
gitud, como asimismo altura, de esta unión entrañable casa del padre. Fácil es suponer cómo habrán resona-
e inseparable con el Padre, con su Hijo y con el Espíritu do de nuevo canciones en labios de los servidores. La
Santo. Recuérdalo siempre, y si tu experiencia ha sido bruma de tristeza que había invadido el hogar se disi-
tan amarga como la del hijo pródigo, es tiempo de que paba ahora ante el gozo exuberante de que aquel que
recapacites y vuelvas a tu Dios y Padre antes que la se consideraba muerto había revivido, el que se había
muerte te sorprenda y hayas perdido tu vida. perdido había sido hallado. Todos estaban prontos a
A veces Dios permite, como permitió entonces, cir- cooperar, cada uno de acuerdo a su especialidad o ca-
cunstancias desfavorables que no afectaron a los ciuda- pacidad. Los que podían preparar una buena comida
danos de aquella tierra tanto como a aquel que era un se aprestaron a preparar lo mejor que jamás habían
forastero. j Oh! Si tan sólo recordáramos este deta!le, guisado, con el becerro gordo reservado para un gran
que somos simples forasteros en este mundo y que, por acontecimiento. Los que se ocupaban de la ropa prepa-
consiguiente, este mundo lleno de atractivos, luces, fies- raron el mejor conjunto para vestirle y hacer desapa-
tas, amigos, placeres temporales de pecado, no es nues· recer todo vestigio de los viejos harapos con que venía
tro hogar, no podríamos sentirnos felices en él ni echar cubierto.
raíces en sus moradas de maldad. Bendita sea "el ham-
A propósito, quiero hacer notar que, a menudo se
bre" (Lucas 15 :14) cuando ella nos despierta, nos hace
ha frustrado el retorno de "un hijo" (un creyente en
,-el' nuestra miserable condición espiritual y volver en Cristo) a "la casa del padre" (la iglesia), debido al
nosotros mismos, para darnos cuenta de que hemos per-
poco interés de los demás que no compartían los senti-
dido en vez de ganar, retrocedido en vez de avanzar.
mientos del Padre ni participaban del gozo del cielo.
Xos hemos debilitado en vez de fortalecernos; hemos
j Cuántas veces, aquel que regresa, sólo encuentra en
sido derrotados en vez de ser vencedores. Sólo entonces
el trato indiferencia general, poca o ninguna ayuda en
podremos percibir la amarga realidad en toda su pers- su proceso de rehabilitación y restauración! Que esta
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:ccción apele a nuestros corazones, para que, llegado el j Vuelve en ti! Vuelve antes que sea tarde. Dios mis-
::-.omento,nos preocupemos por vestir al pródigo y hacer mo, el Padre admirable, te espera. El camino de retorno
ce su regreso una verdadera fiesta. Todo ello realizado hacia él espera que tus pies lo recorran. Empieza en
con el amor de Cristo, que le hará sentir que pertenece el mismo lugar que te encuentras, doblando tus rodillas
.a la familia y que todos participan de su felicidad. y hundiendo tu cabeza en el regazo del Padre. Llora
Los pies del pródigo de la parábola emprendieron un lágrimas de arrepentimiento, y así, de rodillas, lee el
día el camino a la "provinc;ia apartada". ¿ Son éstos tus Salmo 51 como si hubieras sido tú mismo quien lo
pies? ¿ Te has alejado de la casa del Padre? ¿ Has hubiera escrito.
procurado saborear el mundo extraño, engañador y des- Acepta por fe el perdón y la restauración, y ocupa
tructor? ¿ Has vivido hasta aquí malgastando el tiempo tu lugar de nuevo en la casa del Padre, cumpliendo sus
único y precioso de la vida, perdiendo horas, días, sema- propósitos como hijo heredero de él. El Espíritu Santo
nas, meses, años, que no volverán? ¿ Has invertido tus te ayudará a vivir una vida espiritual, un servicio fruc-
bienes en cosas que no permanecen, que no conducen a tífero, un gozo y una paz interminables. Atrás y para
la gloria de Dios ni al bien de tus semejantes? ¿ En siempre, quedarán los años perdidos. Dios, en su mara-
qué forma has empleado la salud que él te ha dado? villosa gracia, te restaurará esos años perdidos en un
¿ Arriesgándola por exceso de trabajo o por vicios y disfrute constante de su gracia y comunión, hasta el
hábitos que la están minando? momento que entres en su gloria para ocupar tu lugar
j Vuelve en ti! El día se acerca cuando todos noso- en la casa "eterna".
tros hemos de comparecer delante del tribunal de Cristo .
Tú también. Considera tu estado. Recapacita, despier-
•
ta. Posiblemente no estás donde debieras estar, ocu-
pando la alta posición que Dios, en su gracia, te ha
dado, y sirviendo los altos intereses de la gloria de Dios.
Si éste es tu caso, no eres feliz ni te sientes satisfecho.
Existe en ti un vacío interior, una extraña sensación
de que algo muy importante, esencial para tu felicidad,
te falta. Tal vez conociste días de dicha espiritual, en
que tu corazón ardía en el fuego del amor divino. Ama-
bas a Jesús como Salvador y lo reverenciabas como
Señor. Tu deleite era leer y meditar la Biblia, pasar
el mayor tiempo posible en oración, entonar himnos de
alabanza, testificar a otros del Salvador, llevar almas
a él. Te recreabas aprendiendo siempre algo nuevo acer-
ca del Señor, te gozabas al ir de revelación en revelación,
de fe en fe, de gozo en gozo, de alabanza en alabanza,
de victoria en victoria, de gloria en gloria. Ahora ...
todo aquello parece tan lejap.o ... que darías todo cuan-
to eres y tienes, por recuperar aquellas horas de felici-
dad y paz.
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Peies ... en. -
tierra
iN'
san.ta
CAPITULO 11
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r
3ino reyelar sus pensamientos. Dios quitó su impure- necesidad claramente al decir: "Seguid la paz con todos,
za y, ya limpio de su pecado, se halló en condiciones de y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor" (Hebreos
escuchar y obedecer el mandato del Señor. 12: 14). Y San Pablo declara con energía: "La volun-
Siglos después, en circunstancias y lugar tan diferen- tad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis
-tes, el apóstol Pedro fue testigo del poder y majestad de fornicación ... Pues no nos ha llamado Dios a in-
del Señor en la primera pesca milagrosa. Allí, en un mundicia, sino a santificación" (1 Tesa]onicenses
rincón cualquiera del bote, cayó de rodillas ante Jesús, 4 :3,7). Resu]ta altamente sugestivo que estas palabras
diciéndole: "Apártate de mí, Señor, porque soy hom- estén, precisamente, en el mismo capítulo en que se in-
bre pecador" (Lucas 5 :8). Esta confesión dio lugar a troduce ]a gran promesa de la inminente segunda ve-
las palabras de Jesús: "No temas; desde ahora serás nida de] Señor por su iglesia, como si en vista de tal
pescador de hombres." Años después, el mismo apóstol, .•. evento, San Pablo quisiera inculcar la imperiosa nece-
abordando este tema, escribe en su primera epístola sidad de una vida y conducta sin reproches; en una pa-
(capítulo 1 :15,16) : "Como aquel que os llamó es santo, labra: una vida santa.
sed también vosotros santos en toda vuestra manera de Podríamos decir, sin exagerar, que ]a santidad es
vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy una flor rara en el jardín de la humanidad, incluso en
santo." El concepto de una vida santa, como resultado la iglesia, e] hogar o el individuo que profesa ser cris-
de] contacto íntimo con el Señor, de ]a limpieza que tiano, estado por cierto lamentable, ya que la historia
efectúa diariamente su Palabra en nuestros pensamien- bíblica demuestra que, cuando e] ser humano rebajó su
tos y actos, nos llevará a una comunión profunda con é1. concepto acerca de Dios y su santidad, se rebajó a sí
No debemos olvidar que Dios nunca ha usado inst~u- mismo espiritual, moral y socialmente y terminó vivien-
mentas sucios, contaminados. Vivimos en un mundo do una vida puramente superficia1.
enfermo e infectado con todos los microbios de] mal, El concepto real de la santidad del Dios con quien
bajo ]a influencia y control de Satanás. Y de igual ma- tratamos y a quien pretendemos servir, dará lugar a
nera que e] médico procura salvar a] enfermo luchando un santo temor en nuestros corazones y nos hará apre-
contra ]a enfermedad, si amamos las almas tendremos ciar más y más ]a preciosa sangre de nuestro Salvador,
que contender con los poderes pecaminosos que las están derramada para ]impiarnos de toda inmundicia y peca-
destruyendo. do, para "purificar para sí un pueblo propio, celoso de
Con cuánto cuidado cirujanos y enfermeras desinfec- buenas obras" (Tito 2:14). Más aún; se grabará en
tan los instrumentos que emplean y ellos mismos se nuestras mentes otro concepto no menos importante
conservan en ]a mayor limpieza posible. Cuánto más y. vital en ]a santificación: que nuestros cuerpos son
nosotros, que llevamos "los utensilios de J ehová" (Isaías ahora miembros de Cristo. En unión tan sublime cabe
52: 11), debemos extremar las precauciones ejercitándo- sólo ]a pureza y santidad de quien nos compró a tan
nos para la piedad. alto precio. No nos pertenecemos ya a nosotros mismos.
Todo hábito o motivo que rebaja o debilita nuestra Además, nuestro cuerpo -instrumento de Dios- es
lucha o resistencia al mal, debe ser abandonado. Si es templo del Espíritu Santo, el cual está en nosotros, el
e] ojo, ]a mano, e] pie u otro miembro, debe ser some- cual hemos recibido de Dios. Debemos, pues, glorificar
tido a ]a cirugía espiritual, porque debemos santificar- a Dios en nuestro cuerpo y en nuestro espíritu, pues
nos por amor al Señor,.a las almas y a nosotros mismos. ambos son de Dios (1 Corintios 6 :20).
E] escritor de la epístola a los Hebreos expresó esta
21 .
20
__ ...-......000; --------------_ --_ -----------------------------------------
•... •...
r
~c:!'""".Gcióndivina es bien explícita: "Salid de en el desierto ni en Egipto. No. Su vida se proyecta
:..;, ~ ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis hacia adelante sin que su vigor espiritual conozca el
.:.-...iIJ: Y yo os recibiré, y seré para vosotros por
mínimo decaimiento, hasta el día que Dios le permitió
_ ~T~ ~ ':Vsotros 1ne seréis hijos e hijas, dice el Señor vislumbrar la tierra prometida para cuya posesión ha-
~~;:«i.aoso. Así que, amados, puesto que tenemos bía entregado su vida.
-~~ ;m:mlesa.s, limpiémonos de toda contaminación de Tampoco tú, si permites que tus pies entren hasta
~..--<y de espíritu, perfeccionando la santidad en el el lugar santo, querrás volver jamás a los años perdi-
:~or de Dios." (2 Corintios 6:17,18; 7:1). dos en los cuales no conocías las virtudes del siglo veni-
En conclusión y volviendo de nuevo al llamamiento dero, las revelaciones gloriosas de la persona de Cristo
ce ~Ioisés, ¿ no es acaso significativo que Dios comien,- y las experiencias de su poder en tu vida. Sólo querrás
ce señalando sus pies? "Quita tu calzado de tus pies."
~IiIlones de seres, a través de los siglos y en las diver-
sas formas de culto religioso que este mundo ha cono-
- avanzar. La sed de Dios se hará en ti más intensa.
Los anhelos por conocerlo serán más vehementes y las
ansias de servirle tales que, la misma existencia que
cido, han practicado literalmente este mandato como un hoy posees, te parecerá corta para amarle y servirle
acto de reverencia al entrar en lo que llamaban san- como él es digno de ser amado y servido.
tuario. Tal actitud no afectó para nada sus vidas ni "Quita tu calzado de tus pies." Camina hacia Dios
modificó su conducta, pues, como toda práctica huma- acercándote más y más para oír su voz y discernir su
na, puede Ilegal' a convertirse en una mera rutina o voluntad para tu vida, su plan para tu servicio. Tal
formulismo religioso. La importancia y el valor de este vez, ante la inmensidad de la tarea que Dios te enco-
mandato radica en su verdadero sentido espiritual. En mienda, te sientas flaquear. Es una buena señal. Indi-
tal sentido podemos decir que, "quita tu calzado de tus ca que no te fías de tu prudencia ni estribas en tu
pies" podría significar el primer paso a un conocimien- capacidad. Tal convicción te echará en Dios y en sus
to progresivo de Dios, nuestro Padre celestial, a una recursos infinitos. Atrás quedará para siempre el de-
"ida de separación de todo pecado o de simple aparien- sierto. Adelante el camino hacia el horizonte dilatado
cia de mal y a un servicio acorde con el Dios a quien de una vida honrosa, de un servicio abnegado, de una
servimos. vida victoriosa.
Que tus pies, el medio que Dios te ha dado para
caminar por la senda de la vida, sean llevados como lo
•
fueron los de Moisés a entrar de pronto a una nueva
y desconocida dimensión. Será una gloriosa transición
de años de letargo espiritual, de trabajo rutinario, del
cual ya no se espera nada nuevo, ningún cambio, nin-
guna transformación, a la sublime esfera de un cono-
cimiento más profundo de Dios, a la experiencia bendita
de una vida de santidad y temor de Dios, a un servicio
de trascendencia y fruto permanente.
No me cabe la menor duda que, desde aquel paso
inicial, l\Ioisés no habría retrocedido, por nada del
mundo, para revivir las escenas de su vida anterior ni
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CAPITULO 111
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mundo para fascinar a los incautos y perderlos en la protector, sello de perfección, lleno de sabiduría, per-
variedad de sus trampas y lazos. ¿ Acaso no lo intentó fecto en todos sus caminos desde el día que fue creado
con el Señor? Lo llevó a un monte muy alto desde hasta que se halló en él maldad. Desde ese momento
donde se divisaban "todos los reinos del mundo y la se convirtió en el inspirador y dirigente invisible de
gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado toda pompa y soberbia: Satanás. El es quien alimenta
m-e adorares" (Mateo 4 :8,9). y enciende en el ser humano las obras de la carne
El pecado ha invadido el mundo del arte en sus di- (Gálatas 5 :19-21). Eleva el orgullo y la ambición hasta
versas manifestaciones. Cada esfera del mundo en el extremos increíbles. Crea desunión, rencillas, contien-
cual vivimos y actuamos, está contaminada por el virus das, odios, los peores sentimientos y llega, si lo cree
mortal del pecado, y procura asimilarnos, adaptarnos necesario, hasta el crimen. Nada le detiene.
a su estilo, sus gustos, sus placeres, sus riquezas, sus Este enemigo, el YO, vive en todos. Pero fue derro-
amistades y afectos. Nadie escapa al influjo y atrac- ""•....--k-- tado en la cruz por quien se negó a sí mismo y aceptó
ción de este rey. Su victoria sobre el ser humano exige • la muerte cruel de la crucifixión. Si así lo contemplas
lo más valioso: el alma. y te identificas con él en su crucifixión, podrás poner
Ten valor y pon tus pies sobre el cuello de/ este tus pies sobre el cuello de este enemigo abominable y
enemigo. Cristo lo venció en la cruz. El apóstol San entonar tu canto de triunfo con las palabras de San
Juan escribe al respecto: "Todo lo que es nacido de Pablo: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya
Dios vence al mundo,. y esta es la victoria que ha ven- no vivo YO, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo
cido al mundo, nuestra fe" (1 Juan 5 :4). San Pablo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual
nos señala la actitud que corresponde: "No os confor- me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gálatas 2 :20).
méis a este siglo, sino transformaos por medio de la El cuarto enemigo no es menos detestable. Causó la
renovación de vuestro entendimiento, para que compro- ruina de reyes, sacerdotes y profetas. Hundió en el
béis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y lodo del desprestigio honras, nombres, posiciones. Si-
perfecta" (Romanos 12 :2). gue dominando en todas las esferas de la vida humana.
Reclama la victoria de la cruz y, por fe, pon tus pies' En el pasado compartía su altar con otros dioses.
sobre este enemigo que, por una u otra causa, te turba Ahora se ha ensalzado a tal punto que se ha conver-
diariamente. Proclama, con alabanzas al Señor, tu tido en el dios predilecto del ser humano, cualquiera
emancipación, y recuerda que, aunque estás en el mun- I que sea su edad y condición social, desintegrando nues-
tra sociedad civilizada y corrompiendo conciencias y
en ti leyendo las palabras de la oración del Señor en _ cuerpos.
Juan 17:16-18. ~ A este enemigo que reina en el mundo, podríamos
do,Alnotercer
eres del mundo.podríamos
enemigo Afirma esta bendita
llamarlo YO. realidad
Es un ~•
.- llamarle CARNALIDAD. Tal expresión involucra las
enemigo
increíble, que
causa
reina
daños
en todo
irreparables.
lugar y que,
La aunque
vanidad,parezca
gullo, fueron la causa del caos en el universo perfecto
de Dios.
el 01'- I
~
diversas manifestaciones que corresponden a la vieja
naturaleza enumeradas en Colosenses 3:5: "Haced
morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, im-
pureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia,
Nadie puede leer Ezequiel 28: 12-19 sin advertir que que es idolatría".
el rey que se describe allí en su pasada grandeza, no Al hacerse referencia a la "carnalidad", son muchos
es un simple rey humano. Es aquel querubín grande, los que piensan inmediata y únicamente en la degrada-
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1 w _
cJOn del sexo por su uso indebido. Esta es, sin duda, bezó la conspiración a que nos referíamos anterior-
una de las manifestaciones de la carnalidad. Publica- mente (Ezequiel 28 :12-19). La táctica que empleó al
ciones y comentarios de toda índole, junto a la liberali- principio la sigue empleando al frente de las fuerzas del
dad que al respecto se ha acentuado en diversas épocas mal en contra de Dios y sus escogidos. Es SATANAS.
oe la historia, han conseguido que el sexo haya llegado Puede ser que alguien crea que es demasiada pre-
a ser la fuerza pasional arrolladora que todo lo controla sunción hablar de poner los pies sobre el cuello de quien
y domina, hasta esclavizar la misma personalidad. Ante tiene en su mano todas las fuerzas del mal y declararlo
su tiranía se inclinan la pureza, la razón, la conciencia, vencido. Pero, ¿ hay o no poder suficiente en la sangre
los principios morales y espirituales, convirtiendo en
un materialismo grosero o refinado ese don tan elevado
t de Jesús?
Sobre este enemigo también ha recaído la sentencia
que Dios concedió a sus criaturas para su felicidad. de muerte. Sabe que su tiempo es corto. Desde su caída
Pero la carnalidad abarca otras muchas manifestacio- . ~-••,. del alto solio en que la bondad de Dios le había colo-
nes a más de la degradación del sexo. Aunque a simple cado ha ido perdiendo altura. Llegará pronto el mo-
vista pareciera no tener tanta importancia son igual- mento, en los planes de Dios, que será relegado al lago
mente dañinas, y la Palabra de Dios nos advierte s(eria- de fuego por toda la eternidad.
mente en contra de ellas. Mientras tanto, alentemos nuestro corazón con las
i Cuántos son, por ejemplo, aquellos que viven domi- palabras del apóstol a los Romanos (capítulo 16 :20) :
nados por la avaricia, la codicia del dinero! ¿ No es "El Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vues-
ésta, acaso, una manifestación de carnalidad? En otros, tros pies." Reclamemos la victoria de Cristo sobre él
el sentido de la vida se concentra en el placer de comer y, al hacerla, pongamos nuestros pies sobre su cuello.
y llenar sus estómagos. Otros son víctimas de un tem- "Resistid al diablo, y huirá de vosotros" (Santiago 4:7).
peramento irascible, que se manifiesta en diversas for- Las palabras de J osué en el pasado tienen la misma
mas por cualquier contrariedad de la vida. aplicación para nuestros días: "No temáis, ni os atemo-
y ¿ qué decir del mal uso de la lengua? j Cu{mto daño ricéis; sed fuertes y valientes,
porque así hará J eho-
ha causado entre el pueblo de Dios! El Diablo ha usado vá a todos vuestros enemigos contra los cuales peleáis"
esta manifestación de carnalidad para arruinar vidas (Josué 10 :25). Sin duda son muchos los enemigos que
que eran todo una promesa, hogares, iglesias, etc. tendremos que enfrentar, pero todos, sin excepción,
j Qué enemigo poderoso es la carnalidad! En Roma- fueron despoj ados de su poder por la obra de la cruz.
"Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria
la carne y los que por el Espíritu hacen morir las obras ' por medio de nuestro Señor Jesucristo." "Antes, en to-
de la carne. Permite al Espíritu Santo que ejerza total . das estas cosas somos más que vencedores por medio
nos 8: 5-17
control de tisemismo.
nos describen los que conquistada
Es la victoria viven conforme
en laa ,.-
..' de aquel, que nos amó" (1 Corintios 15 :57; Romanos
cruz. Estarás así poniendo tus pies sobre ese enemigo 8 :37).
que fue ya crucificado con todos sus afectos y concupis- Ejercita tu fe poniendo tus pies sobre tus enemigos
cencias, y viviendo en el poder de la resurrección de· . y, por la graci:: de Dios y el poder del Espíritu Santo,
Cristo. Cristo se manifestará a través de ti en una vida triun-
El quinto y último de los enemigos que estamos con- fante y victoriosa.
siderando es el que en realidad los condensa a todos y
los impulsa y gobierna como quiere. Fue el que enca- •
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CAPITULO IV
•¡j.;,.,' ------------------------------------------------------------
no es al 1'0
nosotros primero fijaría
za, que Dios atrae la atención:"''¡'''Et''encuentra hermo-
sura en los pies, esa parte de nuestro ser que suele
CAPITULO VI
"Fruto" será Cristo Jesús manifestado en todos los "Fruto" es Cristo en nosotros manifestando y trans-
actos de la vida del cristiano. Para ello, el "yo", tan mitiendo a otros su vida. La plaga que asuela la Igle-
vehemente, tan frecuente, tan relevante en nosotros, sia de Cristo la constituyen los cristianos que empa-
ñan con su testimonio la vida de su Señol'.
tendrá que ser crucificado cada día, y ello será logrado
en la medida que Cristo viva en nosotros. Este es el Nunca se insistirá demasiado en que "fruto" es Cris-
significado de Gálatas 2 :20: "Con Cristo estoy jun- to en nosotros. Ello implica una relación íntima y ben-
tamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo dita con él. Dos verdades gloriosas se desprenden de esta
en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la realidad: 1) la unión con Cristo: "vosotros en mí" y 2)
fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí la semejanza a Cristo: "yo en vosotros", verdades indi-
mismo por mí." viduales e inseparables.
"Fruto" será, pues, la expresión de esa relación. Si
¿ Qué es lo que se espera, pues, de un cristiano? _ Cristo vive en n0sotros, se advertirá en nuestra mira-
se preguntan muchos. ¿ Que sea un simple adorno?
da, se reflejará en nuestro semblante, porque la vida
Seamos conscientes de nuestra condición. Nuestra uti- de Cristo no puede permanecer oculta.
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· ¿ Podrán
darse cuenta, quienes escuchan tu conversa- sobre nosotros y lIevarnos a una vida de total yictoria.
ción u observan tu comportamiento diario, que pertene- interior y exterior, coronando a Cristo como Señor lie
ces a Cristo? Cuando entras en un lugar cualquiera, todo en nuestra vida y nuestras obras.
¿ reflejas la gloria de Cristo en tu ser, inundándolo todo
El Espíritu Santo~s, en quinto y último lugar, quien
con la luz de su presencia?
quiere y puede, si se lo permitimos, conformar nuestra
Finalizando estos pensamientos, quiero insistir en vida a la imagen del Señor Jesucristo (2 Corintios
que, la más imperiosa necesidad de cada cristiano en 3 :18), y lo hará manifestando su fruto: "amor, gozo,
la actualidad, es examinar su vida, su andar, a·la luz paz, pacien('.ia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
de la Palabra de Dios y bajo el escudriñamiento po- templanza" (Gálatas 5: 22,23), nueve gracias celestia-
deroso del Espíritu Santo de Dios. Luego deberá ajus- les y espirituales que forman un maravilloso conjunto
tar su vida. totalmente, a una relación viva con Dios de frutos inseparables que nos revelan la perfección de!
su Padre celestial, a una comunión íntima con Cristo carácter moral de Jesucristo. Estas gracias solamente
en todo su ser y a un solemne pacto con el Espíritu se hallarán en nosotros por obra del Espíritu diyino.
Santo en una firme decisión de no hacer, pensar o tole- mostrando a nuestro alrededor una evidencia creciente
rar nada que pueda contristar le, resistirle o apagarle de la realidad de la vida de Cristo en nuestro interior.
en ese cuerpo que es templo del Espíritu de Dios.
¿ Son éstos tus pies? ¿ Siguen ellos las pisadas de!
Brevemente señalaré algo de lo mucho que significa Señor Jesucristo? El Hijo eterno de Dios, el Dechado
y debería ser el Espíritu Santo en la vida del cristiano: de toda perfección, el Escogido entre diez mil, el Rey
El Espíritu Santo es, en primer lugar, verdad que en toda su hermosura, te ha dejado sus huellas en un
ilumina todo el conocimiento de nuestra posesión en admirable ejemplo: una vida sencilla, transparente.
Cristo y lo que Cristo posee de nosotros. pura, accesible y normal en santidad y poder.
El Espíritu Santo es, en segundo lugar, poder que Recuerda, tan sólo, que le perteneces totalmente.
nos capacita para vivir una experiencia progresiva de Permite que el Espíritu Santo enseñe a tus pies a
Cristo en nosotros, como nuestra vida y nuestro Señor caminar en sus pisadas, paso a paso, día tras día, ex-
(Efesios 3 :16,17,19). periencia tras experiencia: Su semej anza se irá viendo
en ti, pues Cristo mismo vivirá en ti.
El Espíritu Santo es, en tercer lugar, santidad y, Entrégale, en un abandono completo, cuerpo, alma -¡
como tal, obra progresivamente en nosotros separándo-
espíritu. Que sea él mismo quien mire por tus ojos.
nos de las COi''lS terrenales y del amor al mundo, des-
hable por tu boca, obre por tus manos, camine por r'.:s
pojándonos de todo aquello que no se origina en Cristo
pies. Esa es la vida y no otra, que Cristo nos ba
quien debe ser nuestro centro y ocupar el trono de
nuestra vida. llamado a vivir: su maravilloso ejemplo, glorificanc.o
al Padre, revelando su persona.
El Espíritu Santo es, en cuarto lugar, vida, libertad
de todo dominio de la carne, de sus ataques certeros, Sólo así podrás inspirar en otros el deseo de cree
de sus intentos de recobrar el dominio interior. Es el en él, de recibirle como Salvador personal, de seguirie
Espíritu de vida que desea tomar absoluto dominio como su Señor, porque estarán viendo a Cristo en ti.
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"SEÑOR ...
NO YAYO ...
CRISTO EN MI"
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