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EL AUTOR,
Fernando V. Vangioni es uno
de los predicadores
más conocidos en
Hispanoamérica.
El ministerio que lleva a cabo
se ha extendido por Espaiía,
y por el mundo de habla
hispana en los Estados
Unidos y países de Europa.
Sus programas en la radio y la
televisión argentinas
figuran entre los programas
más escuchados del país.
Lleva a cabo sus campañas
bajo los auspicios de la
Asociación Billy Graham.
INTRODUCCION
PROLOGO
i Hace años, mientras predicaba en una Iglesia en
Este librito sigue
a la inspiTación devocional de i Lima (Perú) un domingo por la mañana, Dios guió
¿ SON ÉSTAS TUS MANOS
Y Su propósito es sencillo. ¡
mis pensamientos a la escena en el Cenáculo la noche
Edificar espiritualmente al lector y Uevarle a un análi-
que Jesús fue entregado: el momento tenso, lleno de
sis sincero delante de Dios, a la luz de Su Palabra de emoción y presagios cuando él mismo anunció que las
tal manera que, bajo la influencia poderosa del Espíritu manos del que le iba a entregar estaban sobre la mesa.
Aquel mensaje, un análisis de las manos que el Señor
Santo se produzcan los ajustes necesarios y la vida que I
ha sido escudriñada por Dios tome definitivamente el vio sobre la mesa, dio lugar a un sencillo folleto titu-
rumbo que la conducirá a un nivel espiritual que glori- lado "¿ Son éstas tus manos?" La continuación de
fique al Señor, a la vez que la convierte en un instru- aquellos pensamientos sugirió el librito que ahora apa-
mento poderoso del Espíritu de Dios usándola en forma' rece bajo otro interrogante: "¿ Son éstos tus pies ?"
creciente y efectiva, para bien del Pueblo del Señor y I No se trata, pues, de un tratado de teología ni mucho
la salvación de preciosas almas. Con tal fin fue escrito menos. Es, simplemente, un conjunto de mensajes ex-
y así lo dejo en manos del Señor y los lectores. puestos con la mayor sencillez, fruto de la experiencia
recogida durante años a través de las diversas necesi-
FERNANDO V. VANGIONI
dades del pueblo de Dios en diferentes países. Los
entrego a mis lectores con un sincero qeseo en mi cora-
zón: que Dios sea glorificado mediante su lectura, que
Cristo mi Señor y Salvador sea engrandecido y entro-
nizado en el corazón del lector, y que el Espíritu Santo
Todos los derechos reservados pueda utilizarlos para glorificar a Cristo en la vida de
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© por Editorial Vida,. 1970. quien lea estas páginas, revelando su persona y mani- }
EDITORIAL VIDA festándola en un vivir consagrado y útil a los propósitos
Miami, Florida 33138 del Señor. Amén.
EL AUTOR 1
CAPITULO I

resta1.Irados

"Poned ... calzado en sus pies" (Lucas 15 :11-24)


El capítulo 15 de San Lucas, y en particular la
parábola del hijo pródigo, es la página de la Biblia
sobre la cual se han derramado, probablemente, más
lágrimas de pecadores. Es una perla bíblica que, ade-
más de contener en sí el verdadero cuadro humano, una
humanidad que se aleja de Dios, encierra provechosas
lecciones para el cristiano. El muchacho que partió a
tierras lej anas cargado de bienes, ilusiones y entusias-
mo juvenil, era "hijo" del padre. Por consiguiente, su
regreso al hogar marca el camino de retorno a seguir
por todos aquellos que, aunque creyentes en Cristo, sé"
han alejado de él y, tras vagar por los caminos del
mundo, de pronto, un día despiertan y vuelven al Señor.
En la época de la parábola era privilegio de los miem-
bros de la familia usar calzado. Los esclavos no sólo
no lo usaban, sino que carecían de posesiones y de todo
derecho a disponer de sus personas. Cuando el padre

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7 )
.Id pl"(')(li~o ordena a sus siervos que pongan calzado ción le llevó a descender el tercer peldaño. "Partió
1'11:-111:-1
pies, no estaba haciendo otra cosa que restau- lejos." Se desvinculó de su hogar y buscó otnls moradas.
r¡"'1e a su dignidad de hijo. Reponer con algo nuevo A medida que avanzaba en el camino, cruzó sin duda
aqllcllo que se había gastado en los caminos ásperos del por varias ciudades y pueblos donde habría podido resi-
IIIl1l1do,los caminos de maldad en que había transitado, dir, pero el descenso comenzado le impulsó a alejarse
todo un símbolo de lo que le había alejado de la casa lo más posible de cualquier lugar que le expusiera a
del padre para llevarle en pos de extrañas relaciones, mantener vínculos eon su familia, alguna comunicación
quimeras imposibles, felicidades ilusorias, rumbo a la con la casa del padre, y "se fue lejos n una provincia
eiudad lejana donde sólo había encontrado la desilusión, apartada".
la pobreza y el hambre. Descendió así otro peldaño más. Pudo haber vivido
Su alejamiento del hogar prefigura la tendencia na- allí una vida cuidadosa, utilizando con sabiduría, en
tural en el ser humano de alejarse de Dios: "Todos aquel mundo hostil y peli~roso, extraño y destructor,
nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se los bienes que le habían sido confiados. Pudo haber
npartó por su camino" (Isaías 53: 6), así como su re- vivido una vida ejemplar que honrara a su padre con
greso prefigura el retorno que todo ser humano debe su conducta, y dar un buen ejemplo. Al fin y al cabo,
emprender hacia Dios. su ilustre nombre merecía ser mantenido en alto en el
Observemos en qué medida el pecado y el alejamiento concepto de los demás, pero, en cambio, vivió "perdi-
del padre afectaron al joven de la parábola: damente".
Cada persona, en su caso, desciende peldaños, cada Pronto se manchó con el lodo de las concupiscencias.
uno de los cuales le conduce a un nivel inferior, cuyo Bebió y perdió conciencia de sus actos. Jugó y perdió.
final es una sima profunda. Baja el primer peldaño sin Las deudas se hacían cada vez más grandes y, poco a
que él mismo pueda precisar cuándo y en qué circuns- poco o rápidamente, se fue hundiendo hasta que, de
tancia comenzó su declinación. Fue el primer paso dado todo lo que un día había sido su bagaje de ilusiones,
fuera de la senda de obediencia al padre. Consecuente- virtudes y grandes posibilidades, nada quedaba.
mente, pierde todo interés en la casa paterna. Durante ¿ Qué tiene de extraño, entonces, que descendiera un
años había sido feliz allí. El horizonte de su vida lo peldaño más? "Comenzó a faltarle." En la vida huma-
constituía el amor del padre, la atmósfera de paz, comu- na siempre surgen factores imprevistos. Es cierto que
nión y servicio dentro de los linderos de la casa. Era vino una grande hambre en aquella provincia; pero si
todo su mundo y ambición. él hubiera vivido como correspondía a su carácter y
De pronto comenzó a pensar en el mundo fuera del posición, esta circunstancia no le hubiera afectado. En
hogar, a desear conocerlo. Este pensamiento fue hacién- cambio, comenzó a faltarle de todo. Aquella no era su
dose en él más persistente, hasta convertirse en una tierra, su ambiente, su hogar. ¿ Adónde recurriría? Si
obsesión. Descendió entonces el segundo peldaño sin hubiera conservado su posición, como era su deber, otros
preocuparse para nada del dolor que causaría, y pidió habrían acudido a él en su desgracia o necesidad en
la parte que le correspondía en los bienes de su padre. busca de consejo, ayuda, refugio. Pero, por el contra-
Convertido ya en depositario y mayordomo de cuan- rio, fue él quien tuvo que acudir a pedir trabajo como
tiosos bienes, quedaba librada a su albedrío su sabia el más necesitado. Y ¿ qué le dio el mundo? El desem-
administración en la casa paterna o su derroche fuera peño de un oficio denigrante cuya retribución era ape-
de ella. Esto último fue lo que eligió. Tal determina- nas una limosna exigua. Un trato desconsiderado que,
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o:,,::¿iéndole vivamente, debió causarIe heridas muy Es verdad que existen muchos en las iglesias que po-
pro:u:1das en su corazón al comprender entonces, en drían denominarse seudo-creyentes. N o son hijos de
:c·da su dimensión, cuán grande era su caída. Dios porque no han aceptado por la fe a Cristo como
Había ido descendiendo, peldaño tras peldaño, hasta su Salvador personal. Pero también son muchos los que
parar en un porquero. Más aún, estaba corriendo el han tenido esta experiencia. Son, por lo tanto, hijos de
riesgo de perder su vida. Ahora sí se daba cuenta de Dios; sin embargo, parecen ignorar la posición elevada
la forma necia en que había malgastado los tres gran- que la gracia de Dios les ha otorgado. No viven a su
des bienes de los cuales había sido depositario: la salud, altura. No hallan su deleite en los manjares celestiales.
el tiempo y el dinero. Son también los bienes que Dios Van en busca de ellos al mundo. Dejan, utilizando las
pone en nuestras manos. No podemos malgastarIos im- propias palabras divinas, el manantial puro del Señor,
punemente. Dios nos pedirá cuentas de la manera en
que invertimos nuestro tiempo, gastamos la salud y • para cavar para sí "cisternas rotas que no retienen
agua" (Jeremías 2 : 13) .
empleamos el dinero. Consciente o inconscientemente cambian su primoge-
Para el pródigo llegó al fin el día que Dios brinda, nitura, sus derechos de hijos y herederos, como hiciera
en su bondad y misericordia, a cada vida: el día de la hace tantos años Esaú, que cambió su primogenitura
crisis. N o es para todos igual, pero sí lo es el motivo: por un guisado de lentejas. Desdeñan la casa del Padre
recapacitar. El primer pensamiento del pródigo, en tan por la casa extraña. En tales vidas, el Señor Jesucristo
triste situación, reflejaba su verdadera necesidad pre- no ocupa el trono que le corresponde. Sólo un rincón.
sente: hambre de pan, y no otro pan que aquel que aún Viven, como aquel muchacho, con sus pensamientos, sus
los más humildes jornaleros en la casa del padre podían deseos, sus aspiraciones, sus sueños, tan lejos de Dios.
comer en abundancia hasta saciarse. j Qué diferente el concepto del rey David acerca de la
El cuadro puede representarnos claramente a cada casa del Padre! Pudo decir: "Mejor es un día en tus
uno de nosotros. El día que uno despierta, vuelve en sí, atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a
recapacita y siente como nunca antes hambre espiritual. la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las mo-
Se da cuenta que el alma se muere de hambre y que radas de maldad" (Salmo 84: 1O).
sólo hay un pan que puede saciarIa: "en casa de mi Analicemos ahora con sinceridad, a la luz de la pará-
padre ... abundancia de pan." Es el primer síntoma bola que hemos considerado, nuestra posición como hijos
de recuperación: el apetito recobrado que pide pan. de Dios. La vida de aquel hijo nos lleva a un pasaje
Nuestro Señor escogió el pan como símbolo de sí bíblico que todo creyente en Cristo debería conocer:
mismo cuando dijo a las multitudes a quienes había Romanos 8 :1-17. Durante la primera mitad de la pa-
alimentado: "Yo soy el pan de vida." Lo primero que rábola, el pródigo había vivido de acuerdo a las obras
necesita el creyente alejado, al despertar de su letargo de la carne. Cuando regresó a la casa del padre comen-
espiritual, es alimentarse de Cristo. j Cuánto tiempo zó a vivir de acuerdo al Espíritu. Ningún creyente en
has estado sin él! ¿ Es ésta tu experiencia? ¿ No es Cristo puede vivir ambas experiencias a la vez. O vive
cierto acaso que son numerosos los hijos de Dios que, ocupado en las cosas de la carne o en las cosas del
alejados de él, viven en realidad sin pan, ya sea porque Espíritu.
no lo reciben, porque no se alimentan de la Palabra de El regreso del pródigo puede ilustrarse en los ver-
Dios o porque no disfrutan viva comunión con Dios ni sículos comprendidos entre el 14 y el 17 del mismo capí-
dependencia alguna del Espíritu Santo de Dios? tulo 8 de Romanos. Todo hijo de Dios alejado de él, es
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';-l:aao o impulsado por el Espíritu de Dios para ser
pectiva: "a punto de perecer", porque "muchas cosas
:iliE-rado de su dramática situación y confirmado en
han muerto y otras están para morir" (Apocalipsis
,,~ carácter de "hijo", porque "el Espíl'itu mismo da 3 :1-3) .
:u:timonio a nuestl'O espíl'itu, de que somos hijos de
La restauración espiritual de un creyente en Cristo
Dios". Es el espíritu de adopción que no engaña; reve-
presenta los mismos síntomas que la conversión del
Já. nuestra verdadera posición: "hijos", una relación de
pecador a Dios. j Es necesario volver a Dios ! Volver
iamilia cuyos vínculos son indestructibles "Y si hijos, con un corazón arrepentido y un profundo deseo de una
también heredel'Os de Dios" - estrecha relación con
restauración total, porque no podemos desvincular lo
el Padre y sus recursos, sus riquezas en gloria en Cristo
espiritual de lo físico y material. Toda nuestra perso-
Jesús, a las cuales podemos echar mano de acuerdo a
nuestra necesidad. nalidad es afectada por el pecado. También lo será por
... la restauración .
Pero, por si todo esto fuera poco, el apóstol agrega: El pródigo volvió arrepentido, y al encontrarse con
"coheredel'os con Cl'isto." Ello establece una relación
su padre, le abrió su corazón y recibió el beso del
tan íntima con Cristo que nos da el privilegio de com- perdón. Inmediatamente fue restaurado a su antigua
partir en este aspecto su victoria, sus derechos y su posición. Su regreso dio lugar a una fiesta gloriosa
gloria. No podríamos hallar verdad bíblica que descri- con la consiguiente exteriorización de los sentimientos
biera mejor la magnitud, profundidad, anchura y lon- de todos cuantos, en diversa posición, habitaban en la
gitud, como asimismo altura, de esta unión entrañable casa del padre. Fácil es suponer cómo habrán resona-
e inseparable con el Padre, con su Hijo y con el Espíritu do de nuevo canciones en labios de los servidores. La
Santo. Recuérdalo siempre, y si tu experiencia ha sido bruma de tristeza que había invadido el hogar se disi-
tan amarga como la del hijo pródigo, es tiempo de que paba ahora ante el gozo exuberante de que aquel que
recapacites y vuelvas a tu Dios y Padre antes que la se consideraba muerto había revivido, el que se había
muerte te sorprenda y hayas perdido tu vida. perdido había sido hallado. Todos estaban prontos a
A veces Dios permite, como permitió entonces, cir- cooperar, cada uno de acuerdo a su especialidad o ca-
cunstancias desfavorables que no afectaron a los ciuda- pacidad. Los que podían preparar una buena comida
danos de aquella tierra tanto como a aquel que era un se aprestaron a preparar lo mejor que jamás habían
forastero. j Oh! Si tan sólo recordáramos este deta!le, guisado, con el becerro gordo reservado para un gran
que somos simples forasteros en este mundo y que, por acontecimiento. Los que se ocupaban de la ropa prepa-
consiguiente, este mundo lleno de atractivos, luces, fies- raron el mejor conjunto para vestirle y hacer desapa-
tas, amigos, placeres temporales de pecado, no es nues· recer todo vestigio de los viejos harapos con que venía
tro hogar, no podríamos sentirnos felices en él ni echar cubierto.
raíces en sus moradas de maldad. Bendita sea "el ham-
A propósito, quiero hacer notar que, a menudo se
bre" (Lucas 15 :14) cuando ella nos despierta, nos hace
ha frustrado el retorno de "un hijo" (un creyente en
,-el' nuestra miserable condición espiritual y volver en Cristo) a "la casa del padre" (la iglesia), debido al
nosotros mismos, para darnos cuenta de que hemos per-
poco interés de los demás que no compartían los senti-
dido en vez de ganar, retrocedido en vez de avanzar.
mientos del Padre ni participaban del gozo del cielo.
Xos hemos debilitado en vez de fortalecernos; hemos
j Cuántas veces, aquel que regresa, sólo encuentra en
sido derrotados en vez de ser vencedores. Sólo entonces
el trato indiferencia general, poca o ninguna ayuda en
podremos percibir la amarga realidad en toda su pers- su proceso de rehabilitación y restauración! Que esta
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:ccción apele a nuestros corazones, para que, llegado el j Vuelve en ti! Vuelve antes que sea tarde. Dios mis-
::-.omento,nos preocupemos por vestir al pródigo y hacer mo, el Padre admirable, te espera. El camino de retorno
ce su regreso una verdadera fiesta. Todo ello realizado hacia él espera que tus pies lo recorran. Empieza en
con el amor de Cristo, que le hará sentir que pertenece el mismo lugar que te encuentras, doblando tus rodillas
.a la familia y que todos participan de su felicidad. y hundiendo tu cabeza en el regazo del Padre. Llora
Los pies del pródigo de la parábola emprendieron un lágrimas de arrepentimiento, y así, de rodillas, lee el
día el camino a la "provinc;ia apartada". ¿ Son éstos tus Salmo 51 como si hubieras sido tú mismo quien lo
pies? ¿ Te has alejado de la casa del Padre? ¿ Has hubiera escrito.
procurado saborear el mundo extraño, engañador y des- Acepta por fe el perdón y la restauración, y ocupa
tructor? ¿ Has vivido hasta aquí malgastando el tiempo tu lugar de nuevo en la casa del Padre, cumpliendo sus
único y precioso de la vida, perdiendo horas, días, sema- propósitos como hijo heredero de él. El Espíritu Santo
nas, meses, años, que no volverán? ¿ Has invertido tus te ayudará a vivir una vida espiritual, un servicio fruc-
bienes en cosas que no permanecen, que no conducen a tífero, un gozo y una paz interminables. Atrás y para
la gloria de Dios ni al bien de tus semejantes? ¿ En siempre, quedarán los años perdidos. Dios, en su mara-
qué forma has empleado la salud que él te ha dado? villosa gracia, te restaurará esos años perdidos en un
¿ Arriesgándola por exceso de trabajo o por vicios y disfrute constante de su gracia y comunión, hasta el
hábitos que la están minando? momento que entres en su gloria para ocupar tu lugar
j Vuelve en ti! El día se acerca cuando todos noso- en la casa "eterna".
tros hemos de comparecer delante del tribunal de Cristo .
Tú también. Considera tu estado. Recapacita, despier-

ta. Posiblemente no estás donde debieras estar, ocu-
pando la alta posición que Dios, en su gracia, te ha
dado, y sirviendo los altos intereses de la gloria de Dios.
Si éste es tu caso, no eres feliz ni te sientes satisfecho.
Existe en ti un vacío interior, una extraña sensación
de que algo muy importante, esencial para tu felicidad,
te falta. Tal vez conociste días de dicha espiritual, en
que tu corazón ardía en el fuego del amor divino. Ama-
bas a Jesús como Salvador y lo reverenciabas como
Señor. Tu deleite era leer y meditar la Biblia, pasar
el mayor tiempo posible en oración, entonar himnos de
alabanza, testificar a otros del Salvador, llevar almas
a él. Te recreabas aprendiendo siempre algo nuevo acer-
ca del Señor, te gozabas al ir de revelación en revelación,
de fe en fe, de gozo en gozo, de alabanza en alabanza,
de victoria en victoria, de gloria en gloria. Ahora ...
todo aquello parece tan lejap.o ... que darías todo cuan-
to eres y tienes, por recuperar aquellas horas de felici-
dad y paz.
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Peies ... en. -
tierra
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san.ta
CAPITULO 11

"No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porqu~


el lugar en que tú estás, tierra santa es" (Exodo 3 :5).
Desde su huida de Egipto, la vida de Moisés había
transcurrido dentro de la monotonía del desierto, la
rutina del pastor que cada mañana saca sus ovejas y
cada atardecer las regresa al redil. En su mente· sólo
había pensamientos que retornaban al pasado de gran-
deza que había dejado a sus espaldas en el lejano Egip-
to, sentimientos de frustración por no haberse cumplido
sus sueños y anhelos en la forma que él había pensado.
Ninguna voz que alterara la quietud del paraje escogi-
do, Horeb, el monte de Dios. Sólo el balido de corderos,
el graznido de algún cuervo, el piar de un ave solitaria. juez
i Cuán reducida la dimensión! j Cuán sencillo el am- nos,
biente! i Cuán humilde su área de servicio! Todo era entra
tan pequeño y humilde como 10 eran también sus pen- para
samientos y concepto de Dios. todo
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a cumplir una de las misiones más difíciles jamás en- Moisés había encontrado a Dios al fin de un áspero
cargadas a un embajador: conducir durante largos años camino de cuarenta años. El lugar y las circunstancias
un pueblo, rebelde y descontento, a enfrentar un sin- no parecían ser, en el concepto humano, las más adecua-
número de problemas sin aparente solución, abrumado- das para introducido al gran momento. Había conocido
ra y desalentadora tarea sin recompensa en su día. lugares suntuosos en la corte de Egipto y vivido allí
¿ Cuál fue el secreto de esta transformación maravi- días encantadores, pero vacíos de sentido, de felicidad
llosa en Moisés? Sólo un hombre que quita el calzado y de conocimiento de Dios. El gran día de nuestra vida
de sus pies y cubre su rostro frente a Dios. Un hombre y el lugar sagrado (no importa cuán ordinario y sin
que se oye llamado por su propio nombre y despierta atractivos aparezca en el calendario o en el mapa), serán
del sueño espiritual en que estaba sumido, para enfren-
tar, como la más bendita realidad de su vida, a Dios.
Un diálogo de veras aleccionador tiene lugar entre
- el día y lugar en que encontramos a Dios y comenzamos
una nueva relación con él. Sin duda no aparecerá allí
una zarza ardiendo. Probablemente Dios no nos otor-
Dios y él antes de ser enviado a la gran tarea, antes gará de inmediato una evidencia de su presencia y
de recibir las instrucciones necesarias. Apenas Dios poder; pero todo aquel que viene a Dios en sencillez,
le anuncia sus intenciones, su plan para su vida y la humilde y honestamente, sin pretensión o condición,
de los demás de su pueblo, Moisés se siente desmayar ofreciéndole un corazón dispuesto, alcanza su Horeb
al solo vislumbre de la obra que le aguardaba. Revela y, aunque transite como Moisés a espaldas del desierto,
el reconocimiento de su indignidad cuando pregunta: vivirá en la montaña de Dios. El lugar donde nos en-
"¿ Quién soy yo ... ?" Dios le responde: "Así dirás a contramos con Dios es siempre sagrado.
los hijos de Ismel: YO SOY me envió a vosotros" Una lección sublime se desprende de ese momento úni-
(Exodo 3 :11,14). co en la vida de Moisés. Dios quiso imprimir en su
Una conciencia despertad a no puede sino reconocer alma, en la intimidad de su propio espíritu, en la retina
su propia insuficiencia, y ello da lugar a que Dios reve- de sus ojos y en el santuario privado de su corazón, algo
le y. haga sentir su presencia, como queriéndonos ense- que no podría olvidar con el transcurso del tiempo, y
ñar que lo importante no es lo que nosotros somos, sino era que el fundamento de toda relación con Dios y la
lo que él es. Siglos después, el gran profeta Jeremías fortaleza para servirle radicarían en un profundo cono-
habría de experimentar la misma sensación de insufi- cimiento personal de la santidad de Dios.
ciencia, diciendo: "¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, Idéntica revelación recibió el profeta Isaías antes de
no sé hablar, porque soy niño." Y Dios le responde: ser enviado al servicio de Dios. Vio "al Señor sentado
"N o digas: Soy un niño,. porque a todo lo que te envíe sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el
irás tú, y dirás todo lo que te mande" (Jeremías 1 :6,7). templo. Por encima de él había semfines,. cada uno
San Pablo lo explicaría en su día en esta forma: "No tenía seis alas,. con dos cubrían sus rostros, con dos
que seamos competentes por nosotros mismos ... sino cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro
que nuestra competencia proviene de Dios" (2 Corin- daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de
tios 3: 5). i Ay de Moisés si tan sólo se hubiera dete- los ejércitos: toda la tierm está llena de su gloria"
nido en la consideración de su falta de capacidad y no (Isaías 6: 1-3). Esta visión imprimió nuevos rumbos
hubiera proseguido adelante a conocer a su Dios y a en el ministerio de Isaías. Como Moisés en su día, vio
depender de él! Desde ese día memorable en que Dios la santidad de Dios en contraste con su insuficiencia
le llamó, Dios lo sería todo para él. y pecaminosidad y, humillado hasta el polvo, no pudo

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3ino reyelar sus pensamientos. Dios quitó su impure- necesidad claramente al decir: "Seguid la paz con todos,
za y, ya limpio de su pecado, se halló en condiciones de y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor" (Hebreos
escuchar y obedecer el mandato del Señor. 12: 14). Y San Pablo declara con energía: "La volun-
Siglos después, en circunstancias y lugar tan diferen- tad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis
-tes, el apóstol Pedro fue testigo del poder y majestad de fornicación ... Pues no nos ha llamado Dios a in-
del Señor en la primera pesca milagrosa. Allí, en un mundicia, sino a santificación" (1 Tesa]onicenses
rincón cualquiera del bote, cayó de rodillas ante Jesús, 4 :3,7). Resu]ta altamente sugestivo que estas palabras
diciéndole: "Apártate de mí, Señor, porque soy hom- estén, precisamente, en el mismo capítulo en que se in-
bre pecador" (Lucas 5 :8). Esta confesión dio lugar a troduce ]a gran promesa de la inminente segunda ve-
las palabras de Jesús: "No temas; desde ahora serás nida de] Señor por su iglesia, como si en vista de tal
pescador de hombres." Años después, el mismo apóstol, .•. evento, San Pablo quisiera inculcar la imperiosa nece-
abordando este tema, escribe en su primera epístola sidad de una vida y conducta sin reproches; en una pa-
(capítulo 1 :15,16) : "Como aquel que os llamó es santo, labra: una vida santa.
sed también vosotros santos en toda vuestra manera de Podríamos decir, sin exagerar, que ]a santidad es
vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy una flor rara en el jardín de la humanidad, incluso en
santo." El concepto de una vida santa, como resultado la iglesia, e] hogar o el individuo que profesa ser cris-
de] contacto íntimo con el Señor, de ]a limpieza que tiano, estado por cierto lamentable, ya que la historia
efectúa diariamente su Palabra en nuestros pensamien- bíblica demuestra que, cuando e] ser humano rebajó su
tos y actos, nos llevará a una comunión profunda con é1. concepto acerca de Dios y su santidad, se rebajó a sí
No debemos olvidar que Dios nunca ha usado inst~u- mismo espiritual, moral y socialmente y terminó vivien-
mentas sucios, contaminados. Vivimos en un mundo do una vida puramente superficia1.
enfermo e infectado con todos los microbios de] mal, El concepto real de la santidad del Dios con quien
bajo ]a influencia y control de Satanás. Y de igual ma- tratamos y a quien pretendemos servir, dará lugar a
nera que e] médico procura salvar a] enfermo luchando un santo temor en nuestros corazones y nos hará apre-
contra ]a enfermedad, si amamos las almas tendremos ciar más y más ]a preciosa sangre de nuestro Salvador,
que contender con los poderes pecaminosos que las están derramada para ]impiarnos de toda inmundicia y peca-
destruyendo. do, para "purificar para sí un pueblo propio, celoso de
Con cuánto cuidado cirujanos y enfermeras desinfec- buenas obras" (Tito 2:14). Más aún; se grabará en
tan los instrumentos que emplean y ellos mismos se nuestras mentes otro concepto no menos importante
conservan en ]a mayor limpieza posible. Cuánto más y. vital en ]a santificación: que nuestros cuerpos son
nosotros, que llevamos "los utensilios de J ehová" (Isaías ahora miembros de Cristo. En unión tan sublime cabe
52: 11), debemos extremar las precauciones ejercitándo- sólo ]a pureza y santidad de quien nos compró a tan
nos para la piedad. alto precio. No nos pertenecemos ya a nosotros mismos.
Todo hábito o motivo que rebaja o debilita nuestra Además, nuestro cuerpo -instrumento de Dios- es
lucha o resistencia al mal, debe ser abandonado. Si es templo del Espíritu Santo, el cual está en nosotros, el
e] ojo, ]a mano, e] pie u otro miembro, debe ser some- cual hemos recibido de Dios. Debemos, pues, glorificar
tido a ]a cirugía espiritual, porque debemos santificar- a Dios en nuestro cuerpo y en nuestro espíritu, pues
nos por amor al Señor,.a las almas y a nosotros mismos. ambos son de Dios (1 Corintios 6 :20).
E] escritor de la epístola a los Hebreos expresó esta
21 .
20
__ ...-......000; --------------_ --_ -----------------------------------------
•... •...
r
~c:!'""".Gcióndivina es bien explícita: "Salid de en el desierto ni en Egipto. No. Su vida se proyecta
:..;, ~ ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis hacia adelante sin que su vigor espiritual conozca el
.:.-...iIJ: Y yo os recibiré, y seré para vosotros por
mínimo decaimiento, hasta el día que Dios le permitió
_ ~T~ ~ ':Vsotros 1ne seréis hijos e hijas, dice el Señor vislumbrar la tierra prometida para cuya posesión ha-
~~;:«i.aoso. Así que, amados, puesto que tenemos bía entregado su vida.
-~~ ;m:mlesa.s, limpiémonos de toda contaminación de Tampoco tú, si permites que tus pies entren hasta
~..--<y de espíritu, perfeccionando la santidad en el el lugar santo, querrás volver jamás a los años perdi-
:~or de Dios." (2 Corintios 6:17,18; 7:1). dos en los cuales no conocías las virtudes del siglo veni-
En conclusión y volviendo de nuevo al llamamiento dero, las revelaciones gloriosas de la persona de Cristo
ce ~Ioisés, ¿ no es acaso significativo que Dios comien,- y las experiencias de su poder en tu vida. Sólo querrás
ce señalando sus pies? "Quita tu calzado de tus pies."
~IiIlones de seres, a través de los siglos y en las diver-
sas formas de culto religioso que este mundo ha cono-
- avanzar. La sed de Dios se hará en ti más intensa.
Los anhelos por conocerlo serán más vehementes y las
ansias de servirle tales que, la misma existencia que
cido, han practicado literalmente este mandato como un hoy posees, te parecerá corta para amarle y servirle
acto de reverencia al entrar en lo que llamaban san- como él es digno de ser amado y servido.
tuario. Tal actitud no afectó para nada sus vidas ni "Quita tu calzado de tus pies." Camina hacia Dios
modificó su conducta, pues, como toda práctica huma- acercándote más y más para oír su voz y discernir su
na, puede Ilegal' a convertirse en una mera rutina o voluntad para tu vida, su plan para tu servicio. Tal
formulismo religioso. La importancia y el valor de este vez, ante la inmensidad de la tarea que Dios te enco-
mandato radica en su verdadero sentido espiritual. En mienda, te sientas flaquear. Es una buena señal. Indi-
tal sentido podemos decir que, "quita tu calzado de tus ca que no te fías de tu prudencia ni estribas en tu
pies" podría significar el primer paso a un conocimien- capacidad. Tal convicción te echará en Dios y en sus
to progresivo de Dios, nuestro Padre celestial, a una recursos infinitos. Atrás quedará para siempre el de-
"ida de separación de todo pecado o de simple aparien- sierto. Adelante el camino hacia el horizonte dilatado
cia de mal y a un servicio acorde con el Dios a quien de una vida honrosa, de un servicio abnegado, de una
servimos. vida victoriosa.
Que tus pies, el medio que Dios te ha dado para
caminar por la senda de la vida, sean llevados como lo

fueron los de Moisés a entrar de pronto a una nueva
y desconocida dimensión. Será una gloriosa transición
de años de letargo espiritual, de trabajo rutinario, del
cual ya no se espera nada nuevo, ningún cambio, nin-
guna transformación, a la sublime esfera de un cono-
cimiento más profundo de Dios, a la experiencia bendita
de una vida de santidad y temor de Dios, a un servicio
de trascendencia y fruto permanente.
No me cabe la menor duda que, desde aquel paso
inicial, l\Ioisés no habría retrocedido, por nada del
mundo, para revivir las escenas de su vida anterior ni
22 23

-
CAPITULO 111

"Acercaos, y poned vuestros pies sobre los cuellos de


estos reyes. Y ellos se acercaron y pusieron sus pies
sobre los cuellos de ellos. Y J osué les dijo: N o temáis,
ni os atemoricéis; sed fuertes y valientes, porque así
hará J ehová a todos vuestros enemigos contra los cua-
les peleáis" (J osué 10: 24,25) .
"No hubo día como aquel, ni antes ni después de él"
(Josué 10 :14). Con estas palabras se describe un día
extraordinario cuyos detalles han sido objeto de crítica
y especulación. Un hombre que peleaba por la causa
de Dios y su pueblo, viendo que la victoria se le esca-
paba de las manos porque el enemigo procuraba huir
aprovechando las sombras del crepúsculo, clamó a Dios.
Su oración, pronunciada en presencia del ejército, es
única en la historia, como también es único el aconte-
cimiento: "Sol, detente en Gabaón; y tú, luna, en el
valle de Ajalón. Y el sol se detuvo y la luna se paró,
hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos"
(J osué 10: 12,13). Tenemos registrada la respuesta
del Creador en la frase "y el sol se paró en medio del
cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero"
(ver. 13).

------ --- -- - - ,,",.""""'" ~-- ~


Debemos considerar este episodio histórico como lo carrera, esforzarnos en la batalla y testificar sin des-
que lue en realidad: un milagro. No pretendamos, canso, puesto los ojos en Jesús.
por lo tanto, buscade explicación científica. En aquel Cuando la batalla había sido ganada y por lo tanto
largo día de la época de J osué, intervino la acción del el enemigo había sido totalmente vencido, J osué da al
Creador, poniendo a un lado las leyes normales que pueblo una extraña orden. Les manda poner sus pies
rigen el desenvolvimiento de la natuxaleza, para llevar sobre los cuellos de los cinco reyes ya derrotados (vers.
a cabo la victoria más absoluta que registra la historia 24,25). De este hecho podemos extraer uno de los prin-
de Israel, la victoria sobre la confederación de los cinco cipios del Nuevo Testamento que regulan la vida cris-
...
reyes del sur. 'J'
tiana victoriosa. La batalla que tenemos por delante
Es oportuno señalar que el libro de J osué tiene ca- es la batalla del Señor. La victoria ya fue conquistada
racterísticas especiales. Por todas partes resuena el en la cruz p0f nuestro Salvador. Todo enemigo fue
eco de batallas y el clamor de victoria subyugando al J. vencido allí. Por lo tanto, al reclamar la victoria de
enemigo y tomando posesión de la herencia de Dios.
Como tal, es todo un estímulo a la vida cristiana que .... .. la sangre del Señor Jesús, podemos poner nuestros pies
sobre los enemigos ya vencidos por él, enemigos que
es, o debe ser, vida victoriosa en todos los terrenos y también hoy pretenden destruir nuestra vida espiritual,
frente a todos los enemigos. arruinar nuestro testimonio y despojarnos de nuestros
En el libro de J osué encontramos, precisamente, los derechos como hijos de Dios, herederos de Dios y cohe-
elementos que acompañan a la victoria total. El pecado rederos con Cristo.
es juzgado. Se crea un sentido de unidad en el pueblo Cada uno de nuestros enemigos, humanamente ha-
de Dios. Se advierte un marcado progreso. Resaltan blando, es lo suficientemente poderoso y astuto como
notas de gozo exuberante, rasgos~de fortaleza y fide- para derrotarnos una y otra vez si tuviéramos que
lidad al Señor. La fe en Dios da lugar a una verdadera enfrentar los con nuestras fuerzas. Pero nuestra sufi-
visión espiritual. La victoria no es un hecho aislado. ciencia es de Dios y podemos hacer nuestras las palabras
Es la prosecución de triunfos que van afianzando la con que el Señor alentó a San Pablo: "Bástate mi gra-
posesión de la tierra que Dios les ha dado en herencia, cia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad".
desalojando al enemigo de sus viejas posiciones yenar- jQué hermosa la reacción del apóstol ante estas pala-
bolando, en cada lugar conquistado, la bandera de sus bras! Dice: "Por tanto, de buena gana me gloriaré
derechos en Dios. más bi~n en mis debilidades, para que repose sobre mí
Todos estos elementos mencionados son los que en el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me
el Nuevo Testamento establecen el verdadero carácter gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en
de la vida cristiana como una vida de victoria continua. persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil,
En el capítulo que comentamos, Josué establece un prin- entonces soy fuerte" (2 Corintios 12 :9,10).
cipio que también es inherente a la vida cristiana si No esperemos nunca derrotar al enemigo en la fuerza
ella ha de desarrollarse normalmente. "No os deten- de nuestra razón, nuestra voluntad, nuestro carácter
gáis, sino seguid a vuestros enemigos" (ver. 19). No disciplinado, nuestros votos al Señor o nuestra. fe y
contempla pausas para recrearse en los laureles conquis- experiencia. Nuestro conflicto tiene que ver con un
tados o recordar que todo tiempo pasado fue mejor. mundo invisible de malicia, poder y crueldad. Necesi-
En el camino del cristiano, detenerse significa estan- tamos la armadura de Dios y recordar continuamente
carse y retroceder. Dios nos exhorta a proseguir la que, aún para usada, debemos depender en un todo del
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27
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_ •...
poder del Espíritu Santo, la Palabra de Dios y la ora- Este temor no solamente se alberga en quienes viven
ción. San Pablo lo expresó así: " ... aunque andamos vidas comunes y simples. Albergó también en el cora-
en la carne, no militamos según la carne; porque las zón de los mismos apóstoles del Señor. Aquella noche
armas de nuestra milicia no son carnales, sino podero- en que su barca era azotada por el temporal y vieron
sas en Dios para la destrucción de fortalezas, refutando a Jesús acercarse caminando sobre el mar, sintieron
a.rgumentos, y toda altivez que se· levanta contra el miedo. Nos dicen los Evangelios: " ... los discípulos
conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensa- ... se turbaron, diciendo: ¡
Un fantasma! Y dieron
miento a la obediencia a Cristo" (2 Corintios 10 :3-5). voces de miedo. Pero en seguida Jesús les habló, di-
El mundo invisible, contra el cual mantenemos per- ciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!" (Mateo
petua guerra, está poblado de malicias espirituales y 14 :26,27). Instantes después, el miedo volvía a adue-
ñarse del corazón de Pedro. Se había echado al mar
principados. Entresaquemos, de todos ellos para nues-
tra consideración, cinco enemigos que, cual aquellos de para ir al encuentro de Jesús, y "al ver el fuerte viento,
la época de Josué, procuran nuestra destrucción y es- tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, di-
clavitud. ciendo: ¡Señm', sálvame!" (Mateo 14 :30).
El primero de ellos, sobre cuyo cuello debemos poner Nuevamente los discípulos volvieron a sentir miedo
nuestros pies en señal de derrota, podríamos llamarIo aquella noche memorable en que Jesús fue entregado.
el rey del MIEDO. ¿ Quién duda que este rey ha ,asen- Presentían que pronto les sería arrebatado y el peligro
tado su imperio en el mundo? El miedo entró en el que les amenazaba. No lo expresaron, pero el Señor
mundo después del pecado. Adán, procurando justifi- pudo leerlo en sus corazones. Por eso les dice: "No se
car su actitud, dijo a Dios: "Oí tu voz en el huerto, turbe vuestTO corazón; creéis en Dios, creed también
y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí" en ,mí ... La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la
(Génesis 3 :10). j Miedo de Dios! Sentimiento incom- doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón,
ni tenga miedo" (Juan 14: 1,27).
prensible que revela el estado espiritual de la criatura
caída. Finalmente, el día de la resurrección, el miedo se
Siglos después, nuestro Señor Jesús diría: "No te- apodera de las mujeres que habían ido al sepulcro
máis a los que matan el cuerpo, y después nada más (Marcos 16 :8) y de los discípulos que estaban reunidos
pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis temer:
con las puertas cerradas (Juan 20 :19).
Temed a aquel que después de haber quitado la vida, No permitas que esa extraña sensación de miedo te
tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste atormente y domine tu corazón. Pon tus pies sobre el
temed" (Lucas 12:4,5). cuello de ese enemigo y proclama tu victoria en el
Cuando éramos niños teníamos miedo a la oscuridad. Nombre de Aquel que lo venció en la cruz.
En nuestra imaginación infantil habitaban extraños Otro enemigo que reina y procura también imponer-
duendes y fantasmas. Al pasar los años, estos extraños nos su dominio, es el MUNDO. Por supuesto, no me
seres, producto de la fantasía, cobran vida y forma en refiero al mundo natural que Dios ha creado para mo-
otros temores que se adueñan de la mente. Sentimos rada y deleite del ser humano, mundo de belleza y cuya
miedo a la enfermedad, miedo a la soledad, miedo a la gloria revela la majestad y poder de su Creador. Me
pérdida de afectos o de amistades, miedo a ser incom- refiero al espíritu del mundo, espíritu antagónico a
prendidos, miedo a la vejez, miedo a la muerte. Miedo; Dios. Con sus luces fatuas, sus falsos encantos, procura
siempre miedo. Vivimos, pues, en el imperio del miedo. destruir el cuerpo y el alma. Satanás ha utilizado el
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mundo para fascinar a los incautos y perderlos en la protector, sello de perfección, lleno de sabiduría, per-
variedad de sus trampas y lazos. ¿ Acaso no lo intentó fecto en todos sus caminos desde el día que fue creado
con el Señor? Lo llevó a un monte muy alto desde hasta que se halló en él maldad. Desde ese momento
donde se divisaban "todos los reinos del mundo y la se convirtió en el inspirador y dirigente invisible de
gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado toda pompa y soberbia: Satanás. El es quien alimenta
m-e adorares" (Mateo 4 :8,9). y enciende en el ser humano las obras de la carne
El pecado ha invadido el mundo del arte en sus di- (Gálatas 5 :19-21). Eleva el orgullo y la ambición hasta
versas manifestaciones. Cada esfera del mundo en el extremos increíbles. Crea desunión, rencillas, contien-
cual vivimos y actuamos, está contaminada por el virus das, odios, los peores sentimientos y llega, si lo cree
mortal del pecado, y procura asimilarnos, adaptarnos necesario, hasta el crimen. Nada le detiene.
a su estilo, sus gustos, sus placeres, sus riquezas, sus Este enemigo, el YO, vive en todos. Pero fue derro-
amistades y afectos. Nadie escapa al influjo y atrac- ""•....--k-- tado en la cruz por quien se negó a sí mismo y aceptó
ción de este rey. Su victoria sobre el ser humano exige • la muerte cruel de la crucifixión. Si así lo contemplas
lo más valioso: el alma. y te identificas con él en su crucifixión, podrás poner
Ten valor y pon tus pies sobre el cuello de/ este tus pies sobre el cuello de este enemigo abominable y
enemigo. Cristo lo venció en la cruz. El apóstol San entonar tu canto de triunfo con las palabras de San
Juan escribe al respecto: "Todo lo que es nacido de Pablo: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya
Dios vence al mundo,. y esta es la victoria que ha ven- no vivo YO, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo
cido al mundo, nuestra fe" (1 Juan 5 :4). San Pablo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual
nos señala la actitud que corresponde: "No os confor- me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gálatas 2 :20).
méis a este siglo, sino transformaos por medio de la El cuarto enemigo no es menos detestable. Causó la
renovación de vuestro entendimiento, para que compro- ruina de reyes, sacerdotes y profetas. Hundió en el
béis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y lodo del desprestigio honras, nombres, posiciones. Si-
perfecta" (Romanos 12 :2). gue dominando en todas las esferas de la vida humana.
Reclama la victoria de la cruz y, por fe, pon tus pies' En el pasado compartía su altar con otros dioses.
sobre este enemigo que, por una u otra causa, te turba Ahora se ha ensalzado a tal punto que se ha conver-
diariamente. Proclama, con alabanzas al Señor, tu tido en el dios predilecto del ser humano, cualquiera
emancipación, y recuerda que, aunque estás en el mun- I que sea su edad y condición social, desintegrando nues-
tra sociedad civilizada y corrompiendo conciencias y
en ti leyendo las palabras de la oración del Señor en _ cuerpos.
Juan 17:16-18. ~ A este enemigo que reina en el mundo, podríamos
do,Alnotercer
eres del mundo.podríamos
enemigo Afirma esta bendita
llamarlo YO. realidad
Es un ~•
.- llamarle CARNALIDAD. Tal expresión involucra las

enemigo
increíble, que
causa
reina
daños
en todo
irreparables.
lugar y que,
La aunque
vanidad,parezca
gullo, fueron la causa del caos en el universo perfecto
de Dios.
el 01'- I
~
diversas manifestaciones que corresponden a la vieja
naturaleza enumeradas en Colosenses 3:5: "Haced
morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, im-
pureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia,
Nadie puede leer Ezequiel 28: 12-19 sin advertir que que es idolatría".
el rey que se describe allí en su pasada grandeza, no Al hacerse referencia a la "carnalidad", son muchos
es un simple rey humano. Es aquel querubín grande, los que piensan inmediata y únicamente en la degrada-
31

1 w _
cJOn del sexo por su uso indebido. Esta es, sin duda, bezó la conspiración a que nos referíamos anterior-
una de las manifestaciones de la carnalidad. Publica- mente (Ezequiel 28 :12-19). La táctica que empleó al
ciones y comentarios de toda índole, junto a la liberali- principio la sigue empleando al frente de las fuerzas del
dad que al respecto se ha acentuado en diversas épocas mal en contra de Dios y sus escogidos. Es SATANAS.
oe la historia, han conseguido que el sexo haya llegado Puede ser que alguien crea que es demasiada pre-
a ser la fuerza pasional arrolladora que todo lo controla sunción hablar de poner los pies sobre el cuello de quien
y domina, hasta esclavizar la misma personalidad. Ante tiene en su mano todas las fuerzas del mal y declararlo
su tiranía se inclinan la pureza, la razón, la conciencia, vencido. Pero, ¿ hay o no poder suficiente en la sangre
los principios morales y espirituales, convirtiendo en
un materialismo grosero o refinado ese don tan elevado
t de Jesús?
Sobre este enemigo también ha recaído la sentencia
que Dios concedió a sus criaturas para su felicidad. de muerte. Sabe que su tiempo es corto. Desde su caída
Pero la carnalidad abarca otras muchas manifestacio- . ~-••,. del alto solio en que la bondad de Dios le había colo-
nes a más de la degradación del sexo. Aunque a simple cado ha ido perdiendo altura. Llegará pronto el mo-
vista pareciera no tener tanta importancia son igual- mento, en los planes de Dios, que será relegado al lago
mente dañinas, y la Palabra de Dios nos advierte s(eria- de fuego por toda la eternidad.
mente en contra de ellas. Mientras tanto, alentemos nuestro corazón con las
i Cuántos son, por ejemplo, aquellos que viven domi- palabras del apóstol a los Romanos (capítulo 16 :20) :
nados por la avaricia, la codicia del dinero! ¿ No es "El Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vues-
ésta, acaso, una manifestación de carnalidad? En otros, tros pies." Reclamemos la victoria de Cristo sobre él
el sentido de la vida se concentra en el placer de comer y, al hacerla, pongamos nuestros pies sobre su cuello.
y llenar sus estómagos. Otros son víctimas de un tem- "Resistid al diablo, y huirá de vosotros" (Santiago 4:7).
peramento irascible, que se manifiesta en diversas for- Las palabras de J osué en el pasado tienen la misma
mas por cualquier contrariedad de la vida. aplicación para nuestros días: "No temáis, ni os atemo-
y ¿ qué decir del mal uso de la lengua? j Cu{mto daño ricéis; sed fuertes y valientes,
porque así hará J eho-
ha causado entre el pueblo de Dios! El Diablo ha usado vá a todos vuestros enemigos contra los cuales peleáis"
esta manifestación de carnalidad para arruinar vidas (Josué 10 :25). Sin duda son muchos los enemigos que
que eran todo una promesa, hogares, iglesias, etc. tendremos que enfrentar, pero todos, sin excepción,
j Qué enemigo poderoso es la carnalidad! En Roma- fueron despoj ados de su poder por la obra de la cruz.
"Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria
la carne y los que por el Espíritu hacen morir las obras ' por medio de nuestro Señor Jesucristo." "Antes, en to-
de la carne. Permite al Espíritu Santo que ejerza total . das estas cosas somos más que vencedores por medio
nos 8: 5-17
control de tisemismo.
nos describen los que conquistada
Es la victoria viven conforme
en laa ,.-
..' de aquel, que nos amó" (1 Corintios 15 :57; Romanos
cruz. Estarás así poniendo tus pies sobre ese enemigo 8 :37).
que fue ya crucificado con todos sus afectos y concupis- Ejercita tu fe poniendo tus pies sobre tus enemigos
cencias, y viviendo en el poder de la resurrección de· . y, por la graci:: de Dios y el poder del Espíritu Santo,
Cristo. Cristo se manifestará a través de ti en una vida triun-
El quinto y último de los enemigos que estamos con- fante y victoriosa.
siderando es el que en realidad los condensa a todos y
los impulsa y gobierna como quiere. Fue el que enca- •
32 33
CAPITULO IV

"Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús


Todo ello ha contribuido a que en nuestras vidas, tan
sobrecargadas de tareas, incluso activas en la Obra del
le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte con-
migo" (Juan 13 :8).
Señor, hayamos tergiversado el verdadero valor de las
cosas en el concepto de Dios. Creemos que lo que vale
Xuestra generación se aturde en los placeres y ne- es la magnitud del esfuerzo realizado, la multiplicidad
gocios de la vida. Por otra parte, asistimos al desa- de obras que nos mantienen sumamente ocupados sir-
n'ollo de la ciencia en una verdadera carrera en pos de viendo al Señor; la corrección moral de nuestra vida
nuevos descubrimientos. Nada hay nuevo debajo del y el hogar cristiano que, por la bondad de Dios, man-
sol y, sin embargo, cada día nos sorprende un nuevo " tenemos en contacto con la Iglesia de la cual formamos
hallazgo, fruto del esfuerzo humano, para lograr nue- parte, o el esfuerzo pecuniario y metódico que represen-
vas conquistas en el campo del saber. ta nuestra contribución financiera a la obra de Cristo.
No. El valor supremo de lo que hacemos ante los
ojos de Dios no lo representan los guarismos de esta-

Pies ... LIMPIOS


dísticas o los extraordinarios informes de labor. Lo
que realmente vale ante Dios es el estado espiritual de
nuestras vidas cristianas que, si pudiera ser medido en
un barómetro, debería alcanzar la línea "normal" de
comunión con el Señor.
Las actitudes piadosas, la asistencia regular a los
'servicios religiosos déun C'Ulto-que profesamos;1a'Can-
0_'.' ~-'$&

tidadique damos a la 0bra del Señor o el buen concepto


que tienen de nosotros ras que nos observan, sólo adqui-
rirán valor si son cons~cuencia de nuestra comunión
con Cristo; pero no valdr&n"nada si sólo son fruto de
nosotros mismos.
Esta fue la lección que los ~I>'óstolesy éñ particular
el, apóstol Pedro, tuvieron que aprEfuder, la noche cuya
escena nos ocupa. j Con qué sorpres!t'habrán observado
- c.at"
.,.
Señor!
j,'n
Nosotros mismos, a siglo's.de
~\
distancia, no
podemos sino"admirarnos de la sencillez con que se
habrá quitado sU"'m.anto, la misma con'+~e se' había
despojado de sus glbrias
...tI,'
y posición, trono y majestad,
_~
para venir a !omar "forma de siervo", semejante a
los hombres::""
on ,,~ué gfacia él, el Siervo perfecto de Isaía~,~42'~Y'
"tomando una toalla, se ldi ci~? Lueg0l!.fifo~ agua
en un lebrillo, y comenzó a lavari~los pies,fde los dis-
cípulos, y a enjugarlos con la toalla con' que estaba
ceñido" (Jua~.,13 :4,5) .• '\.
34 35
suyos acerca de su amor, que brilla aquella noche
xo sabemos por cuál de los apóstoles comenzó el
oscura y triste como la estrella más refulgente del
Señor, cuáles los pies que lavó primero. Del relato se firmamento divino: "Como había amado a los suyos
desprende que, tomados por sorpresa o enmudecidos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin" (ver. 1).
por el sentimiento de vergtienza que les embargaba al Ése su amor puede conjugarse en todos los tiempos:
yer que el mismo Jesús, su Señor y Maestro, estaba
pasado, presente y futuro. El nunca dejó de amarnos,
de rodillas lavando sus pies, ninguno se atrevió a decir
nos ama siempre, tales como somos y, bendito sea su
una palabra o esbozar siquiera un gesto de resistencia. nombre, nos amará hasta el fin.
No obstante, es de suponer que en la mente del após-
Amor divino y celestial, amor que desborda en aque-
tol Pedro bullían pensamientos encontrados. De pronto,
lla oportunidad de un corazón triste, pero lleno de ter-
ve que el Señor está inclinado a sus pies. j Cuánto tene-
nura y compasión y gracia. Amor que no piens~ en la
mos que agradecer al diálogo que se entabló! Entre
otras cosas tenemos en él esa frase tan enigmática y angustia mortal que invade su alma y postra su espíri-
a la vez tan consoladora del Señor Jesús: "Lo que yo tu. Amor que, hasta el fin, quiere corregir sus defec-
tos, cubrir sus fallas, defender su ignorancia y proteger
hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás
su debilidad. j Cuán deudores somos a tal amor!
después" (ver. 7).
Notemos en esta escena diversas facetas del perfecto
i Qué maravilloso Salvador! j Con cuánt~ sabiduría amor de nuestro Señor: Al principio del capítulo obser-
y ternura tendió un velo lleno de gracia sobre tantos vamos: 1) la omnisciencia del amor: " ... sabiendo Jesús
enigmas de la vida: sufrimientos físicos, la misma
que su hora había llegado para que pasase de este
muerte que arrebata seres queridos, afectos que mue-
mundo al Padre ... " (ver. 1).
ren, problemas inesperados que se presentan, pérdidas Luego descubrimos 2) la constancia del amor: " ...
que sufrimos, desilusiones que nos abaten y tantas como había amado a los suyos que estaban en el mun-
cosas que no podemos comprender por qué nos ocurren
do, los amó hasta el Nn" (ver. 1).
precisamente a nosotros! A veces estos contratiempos Seguidamente se destaca 3) la humildad del amor:
nos resultan más incomprensibles porque nos sobrevie-
" ... se quitó su manto, y tomando una toalla, se la
nen cuando estamos viviendo lo que consideramos altu-
ciñó" (ver. 4).
ras espirituales.
Extraigamos de esta frase del Señor un fortísimo Cada paso de nuestro Señor nos lleva más cerca de
consuelo de doble faz. En primer lugar, que no todo su corazón. Ahora demuestra 4) el serviCio del amor:
nos es revelado. Solamente aquello que podemos llevar "luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los
sobre nuestros corazones es lo que Dios nos revela de pies de los discípulos y a enjugarlos con la toalla con
sus planes y arcanos misteriosos. Y, en segundo lugar, que estaba ceñido" (ver. 5).
que un día venidero todo será manifestado y podremos El apóstol Pedro se resiste, como nos resistimos todos
ver entonces las cosas en la verdadera luz de Dios. Ella en una reacción natural ante cosas ql).eno entendemos,
iluminará tantas páginas de nuestra vida bañadas en que no podemos aceptar, y es entonces que el Señor
llanto, tantos pasajes oscuros que no lográbamos pe- revela 5) la enseñanza del amor: "lo que yo hago, tú no lo
comprendes ahora: mas lo entenderás después" (ver. 7).
netrar, tantos acontecimientos cuyo desenlace no podía-
mos prever o comprender. Pero, lo más bello de esta Brusca y prontamente Pedro le responde: "No me la-
perspectiva será que alabaremos a Dios a la perfec- varás los pies jamás." Sin alejarse de él, el Señor le
ción, al comprobar que todo, TODO lo hizo bien. advierte, demostrando 6) la paciencia del amor: "Si no
La lección principal del episodio que comentamos es te lavare, no tendrás parte conmigo" (ver. 8).
la hermosa enseñanza que el Señor quiere dar a los Ante tal argumento el apóstol se rinde y otra her-
37
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tienen autoridad son llamados bienhechores; mas no así
masa lección brota de los labios del Señor: "El que
vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más
está la.vado, no necesita sino lavarse los pies, pues está
joven, y el que dirige, como el que sirve. Porque, cuál
todo limpio" (ver. 10). Solamente él puede limpiamos
es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿ no
en su sangre de nuestros pecados y dejarnos limpios de
culpa y condenación. Además, es él mismo el único que es el que se sie'Yl:taa la mesa? Mas yo estoy entre voso-
tros como el que sirve" (Lucas 22 :25-27). Aprenda-
puede limpiamos cada día las impurezas que se adhie-
mos la lección que fluye de estas palabras del Señor: la
ren a nuestros pies en el andar cotidiano. i Con cuánta
verdadera grandeza estriba en considerarnos pequeños.
solicitud deberíamos preocupamos de esta limpieza que.
En la época que vivimos, el tecnicismo ha avanzado
conservará nuestra alma, espíritu y cuerpo en comu-
hasta límites insospechados, pero en nuestras vidas
nión con él! Gozaríamos así el privilegio de tener parte
cristianas hemos olvidado una técnica más importante
con nuestro Señor cada día en sus pensamientos, planes
y necesaria y que yo llamaría "la técnica de la toalla".
y servicio.
Nuestro Señor desciende aquella noche hasta el servi-
Ya su servicio había terminado. De nuevo se puso
cio más sencillo: el trabajo que efectuaba un esclavo.
su manto, volvió a sentarse a la mesa y fue entonces
Se dice que, en los primeros días del comunismo, un
que les dijo: "¿ Sabéis lo que os he hecho? Vosotros determinado líder deseaba aceptar en el seno del partido
me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo
a todos los que adoptaban la teoría y propósitos del
soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vues-
movimiento. Lenín insistía, a su vez, en que sólo debían
tros pies, vosotros también debéis lavaras los pies los
ser recibidos aquellos que, por haberse entregado tanto
unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que
a su causa, estaban dispuestos hasta a ejecutar los
como yo os he hecho, vosotros también hagáis" (ver.
trabajos más humildes. Su lema era: "menos pero
12-15). Con estas palabras el Señor dejó sentado para mejores", y añadía: "Dadme tan solo un centenar de
siempre 7) el ejemplo del amor. fanáticos en vez "de mil seguidores indiferentes."
Es triste observar que, pese a la lección maravillosa
¿ Cuáles son nuestras ambiciones en nuestro servicio
que Jesús acababa de dar a sus discípulos, el orgullo para el Señor? j Oh! Si todos los llamados cristianos
y la ambición reinaban en aquel ambiente. San Lucas, tuviéramos el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús,
que presenta en su evangelio facetas tan humanas, nos no habría necesidad de rogar a ninguno para que haga
dice que fue precisamente después de la Cena del algo por el Señor.
Señor que hubo entre ellos una disputa sobre quién No es difícil apreciar hasta qué punto estamos sobre-
sería el mayor.
cargados, con exceso de bagaje, con discípulos nomina-
i Qué vergiienza que esta querella haya tenido lugar les que concuerdan con nosotros en teoría, pero que
al borde mismo de Getsemaní y la cruz, tan cerca del
jamás aprendieron "la técnica de la toalla", es decir,
momento en que el Señor libraría la batalla más cruen-
la verdadera técnica del servicio. Y, sin embargo, nos
ta y el conflicto más grande de la historia! En esos
bastaría mirar en cualquier concordancia las columnas
momentos deberían haber estado pensando en quién de
dedicadas a citar los versículos que tratan de "servi-
ellos tendría el honor de ser el primero en sufrir y
cio", "servir" y "siervo", para apreciar la importancia
morir por él y no en quién iba a ser el mayor.
que Dios les da.
Todavía el Señor no había muerto y ya se disputaban
el mando del grupo apostólico. Así es nuestro corazón. Podríamos unir la frase del Señor "si no te lavare,
Pero, qué humillación y vergiienza habrán sentido al no tendrás parte conmigo" a otra que San Pablo dirige
oír de nuevo al Señor decirles: "Los reyes de las na- a los Corintios (capítulo 1 :9): "Fiel es Dios, por el
ciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesu-
38 39
1) Vigila tus pensamientos. N o albergues en tu mente
cristo nuestro Señor." Posteriormente, San Pablo apli- pensamientos impuros o de otra índole que puedan con-
caría este principio de comunión en el servicio cristia- tristar al Espíritu Santo y, por ende, el corazón del
no y nuestra comunión hacia los siervos de Dios en una Señor.
manifestación práctica. Esta comunión, los unos con 2) Vigila tus hábitos. Pueden parecer normales en
los otros, será efectiva solamente como consecuencia el concepto humano de las cosas, pero quizá no en la
de la comunión con Cristo. opinión divina; es decir, ser aprobados por los hom-
¿ En qué estado se halla tu alma y qué grado de bres, pero no por el Señor.
comunión has alcanzado? ¿ Te mantienes en constante 3) Permite a la Palabra de Dios que pase, con su
comunión con tu Señor? poder purificador, por tu mente, conciencia y corazón.
Lógicamente, no puede existir ni siquiera el princi- Ella limpiará tus acciones, motivos y planes de toda
pio de comunión con Cristo, sin experimentar el nuevo impureza y, cual viento celestial, despejará toda nube
nacimiento espiritual, la experiencia de la conversión que pudiera interponerse entre Dios y tu alma.
a Dios, que es el resultado de la limpieza efectuada por 4) Entrégate a una vida de oración. No ores solo
la sangre de Jesús. Es, repito, el principio de la vida para pedir, sino también para agradecer. Además, da
y el fundamento indispensable a una vida de comunión abundante lugar en tus oraciones a las necesidades de
con Cristo, con Dios y el Espíritu Santo. otros, viviendo sus problemas y llevando sobre tu cora-
No obstante, puede haber quienes, aún habiendo vivi- zón la carga de sus vidas. De esta manera estarás
do la experiencia de la conversión a Dios, viven ahora ejerciendo un sagrado ministerio: el de la intercesión.
sin tener comunión con Cristo. ¿ Podrías ser tú uno de 5) Desarrolla en ti el ministerio de la alabanza. En
los tales? Tal vez viviste días de dicha indecible, de los múltiples detalles de tu vida hallarás innumerables
gozo inexplicable, de disfrute pleno de comunión con sucesos, pruebas del cuidado y la fidelidad de Dios
el Señor. El Espíritu Santo podía utilizarte con fres- hacia ti, motivos más que suficientes para cantar him-
cura y poder. Dios, tu Padre celestial, te era tan cer- nos, alabar al Señor con tu espíritu y regocijarte en
cano que, continuamente, sentías su presencia. Hoy, de el Señor: "El que sacrifica alabanza me honrará",
aquel fuego, sólo quedan cenizas ... quizá aún calien- dice Dios, y podemos agregar que, el que lo hace,
tes que, paulatinamente, se van enfriando. vivirá en la atmósfera del cielo.
lVIeatrevo a pensar que el apóstol Pedro debió estre- 6) Reconoce la persona del Espíritu Santo morando
mecerse al oír aquellas palabras del Señor "si no te en ti, ofreciendo cuerpo, espíritu y alma limpios, para
lavare no tendrás parte conmigo". Ante la posibilidad que él no sea contri sta do, resistido o apagado. Que tu
de un porvenir sin tener parte con él, sin disfrutar la persona sea un templo que él puede llenar con la pleni-
paz de su presencia, el gozo de su amor celestial, la tud de Dios.)
experiencia exultante de su poder, reaccionóinmedia- 7) Que el sentir de Cristo llene tu corazón. De esta
tamente pidiendo al Señor que lavara todo su ser. No manera será guardado en sencillez y agradecido al
podía soportar ni la idea de vivir privado de la bendi- Señor; un corazón que le ama y ama a sus hermanos,
ción de su comunión.
a las almas que se pierden y a todo lo que él ama.
Por último, de aquellos pies lavados por el Señor, Este conjunto de sencillas normas, que te ruego acep-
quiero extraer, como lección, sencillos consejos que tar, hará que la "comunión con el Señor" no sea en
mantendrán limpios tus pies o, en otras palabras: te
ti una experiencia aislada, sino constante. Tus "pies.
ayudarán a conservar un estado de comunión feliz con limpios" caminarán permanentemente en su compañía y
Cristo. disfrutarás la bendición de tener siempre "parte con él".
40 • 41

•¡j.;,.,' ------------------------------------------------------------
no es al 1'0
nosotros primero fijaría
za, que Dios atrae la atención:"''¡'''Et''encuentra hermo-
sura en los pies, esa parte de nuestro ser que suele

her:n1osos pasar inadvertida, quizá porque se apoya en el suelo y


creemos que carece de belleza natural. Este detalle es
una comprobación más de que Dios no mira lo que el
hombre mira.
"¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la Igualmente la belleza que en este versículo se destaca
paz, de los que anuncian las buenas nuevas!" (Roma- no es la exterior que con el tiempo se desvanece, sino
nos 10 :15.) el instrumento de una misión bendita, de un servicio
encomendado, de un trabajo que continúa sin pausa
Con esta exclamación de admiración, San Pablo pon- desde el día que el Señor entregó a sus discípulos la
dera los pies de aquellos que, enviados por el Señor, gran comisión de ir al mundo y predicar el Evangelio.
corren a anunciar la paz, el mensaje de los siglos, lo Este pasaje de la epístola a los Romanos que esta-
que el mundo necesita y quiere oír: "Buenas nuevas." mos comentando es de gran actualidad. Muchos pien-
Resulta extraño que la atención del lector de ese san que la época de las misiones ha terminado. Otros
pasaje bíblico no sea llamada a la contemplación de dirigen su ataque al mensaje evangélico. Lo conside-
un rostro hermoso, ya que la Biblia menciona rostros ran inadaptado para la actualidad. Creen que debe
hermosos. modificarse de acuerdo a la necesidad ambiente. Hay
Tampoco se nos llama a contemplar la belleza de los otrbs que piensan que el mensaje del Evangelio debe
ojos, y eso que Dios ha encerrado un mundo de mis- ir acompañado de una obra social; mientras hay quie-
terios en la mirada de unos ojos bellos y expresivos. nes, más avanzados, intentan predicar una auténtica
No menciona tampoco la hermosura de las manos. revolución mediante un llamado "evangelio social".
Sin embargo, Dios ha dado a las manos una belleza No obstante, la necesidad imperiosa de hoyes sen-
singular. Pueden arrancar, movidas por un talento cillamente "pies" que vayan en busca de pecadores
natural, arpegios de un piano, melodías maravillosas, perdidos, de los ciegos espirituales, de los presos del
escribir poemas de belleza única, ejecutar obras' que pecado, de los que han caído en los caminos del mundo,
revelan un arte particular. de los corazones quebrantados, de las almas vacías y
42 43
hambrientas, de las vidas desorientadas. Toda esta
inmensa muchedumbre necesita el mismo mensaje: el sencillo testimonio personal.
Eyangelio. Las buenas nuevas de que, en un mundo Cada persona que ha conocido a Cristo como su Sal-
lleno de malas noticias, de presagios de tormenta, de vador se siente enviada por el mismo Señor a un mundo
rumores de guerras, etc., Dios tiene un mensaje para necesitado .. Sus palabras de entonces tienen hoy el
el ser humano. mismo alcance: "Como me envió el Padre, así también
El mensaje del Evangelio manifiesta, por la obra yo os envío" (Juan 20 :21).
del Espíritu Santo, cuán grave es el mal, cuán real El cumplimiento de nuestra tarea extenderá el men-
la muerte, cuán cercana la eternidad, cuán inevitable saje del Evangelio, porque si callamos, ¿ cómo podrán
el juicio. Pero si esto fuera todo no sería un mensaje creer? (Romanos 10:14,15). A su vez, los que oyen el
de buenas nuevas. A la par que declara el mal y su mensaje adquieren la responsabilidad delante de Dios
justo castigo, muestra el amor de Dios al pecador, amor de tomar una decisión: o creen y reciben al Señor del
que nos habla a través de los sufrimientos de su Hijo, mensaje o permanecen incrédulos y le rechazan. El
de la cruz donde él derramó su vida hasta la muerte. pecador que, habiendo oído, cree, manifestará su fe
Es el mensaje que proclama perdón por la sangre confesando que Jesús es el Señor y será salvo (Roma-
derramada en el Calvario; gracia que sale a nuestro nos 10:9).
encuentro para reconciliamos con Dios. Mensaje que El proceso de la salvación personal del individuo
habla de un poder divino que transforma, regenera, comienza, pues, en unos "pies" que le llevan al conoci-
salva y guarda del poder e influencia del pecado. Men- miento del Salvador mediante el mensaje de la cruz.
saje que, cuando lo recibimos en el corazón, acepta por En la parábola de la gran cena (Lucas 14 :15-24)
la fe todos los resultados de la obra expiatoria de la y en la de las bodas (Mateo 22 :1-14), se destaca la
cruz y nos introduce como hijos a la familia de la fe. labor de los Riervos, cuya misión no fue discutir con
Es, además, el mensaje que nos capacita para vivir una los que se excusaban de asistir a la cena o a la fiesta
vida santa, agradable a Dios y útil a los demás, llena respectivamente. El mandato dado, fue: "Ve ... PO?'
de esperanza y ocupada en buenas obras. las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los po-
Este mensaje debe ser conocido, y para ello son ne- bres, los mancos, los cojos y los ciegos." Es decir, el
cesarios los pies que lleven al mensajero a ponerse en siervo fue enviado a buscar a todos aquellos que no
contacto con los pecadores. podían ofrecer o retribuir nada. Sólo la gracia podía
En Romanos 10 :8-17 se describe el proceso divino alcanzarles, haciéndoles sentir que el Señor había pen-
por el cual el ser humano llega a la fe. Dios pone en sado en ellos.
el corazón de aquel que ha creído en Cristo, amor hacia Pero el mensaje de la gracia no se detiene ahí. Nue-
las almas perdidas, las vidas necesitadas. Este amor vamente el siervo es enviado más allá de la esfera de
le impulsa a obedecer implícitamente su mandato. No necesidad que los nombrados representaban, a los cami-
puede dejar de decir, como los apóstoles del pasado, lo nos y los vallados, es decir, a quienes estaban extra-
que ha visto y oído y, cual la mujer samaritana, sus viados, caídos o en una encrucijada de la vida, sin
pies corren hacia la ciudad, a sus habitantes, para saber qué hacer o dónde ir. En una palabra: los sier-
comunicar el maravilloso hallazgo personal del Salva- vos fueron enviados a cumplir la misión del Señor:
dor, del Cristo. Es la manera de compartir con quien buscar y salvar lo que se había perdido.
lo escuche, el glorioso mensaje del Evangelio en un La inactividad que se aprecia en nuestras iglesias
44
se debe a que la mayoría de los llamados cristianos no
45
r
;::ienten su responsabilidad hacia las almas que se pier- puede hablar a otros de aquello que no se practica,
den. Piensan que si su iglesia se lanza a un esfuerzo de la fe que no posee la vida, del Señor a quien se
de e\-angelizaCÍón periódicamente, invita a un evange- conoce tan superficialmente? Y, sin embargo, la tarea
lista destacado, prepara una campaña intensa de pro- del testigo, encomendada por el Señor, no puede ser
paganda con la correspondiente publicidad, mientras se llevada a cabo por otros. Somos todos y cada uno de
editan cursos de capacitación y se organizan reuniones los que creemos en él, los responsables directos ante
de oración, ya está el éxito asegurado. Faltaría sola- Dios.
mente que la gente leyera los anuncios o recibiera una En el día del tribunal de Cristo tendremos que ren-
invitación fría e impersonal y asistiera por su propia dir cuentas de las múltiples oportunidades vividas para
iniciativa a las reuniones. Y es a esto que se le llama testificar y desaprovechadas; de las innumerables per-
"campaña de evangelización", "cruzada evangelística" sonas que pasaron a nuestro lado por el camino de la
o "reuniones de avivamiento". Pero, se ha descuidado vida; de aquellos que vimos caídos y hacia quienes
algo importantísimo: "los pies" que deben ir, buscar, nuestros pies no se acercaron, como el sacerdote o el
llevar el mensaje en forma personal. levita de la conocida parábola del buen samaritano.
Una de las tareas más exitosas del diablo es con- Fue más cómodo "pasar de largo" y dejar al caído ex-
vencer a los cristianos que no tienen don para ejercer puesto a toda clase de peligros y aún a la misma muerte.
la obra personal y que, por lo tanto, no pueden cumplir Semejante actitud no tendrá disculpa ante el Señor y
el gran mandato del Señor expresado en sus últimas de nada servirá excusarse alegando timidez, incapaci-
palabras en la tierra antes de ascender a la gloria: dad o falta de dones. Todos los creyentes en Cristo
" ... me seréis testigos ... " tenemos lo suficiente en recurso del Espíritu Santo de
Lógicamente, no todos los creyentes en Cristo pueden Dios para ser testigos, para guiar nuestros pies hacia
ir por todo el mundo y predicar el Evangelio; pero la las almas necesitadas y abrir nuestros labios poniendo
importancia de este mandato no implica distancias a en ellos un mensaje, y en el corazón el amor, la pacien-
las cuales podamos llegar, sino la misión que debemos cia, el tacto, la oración intercesora para obtener éxito
cumplir: "predicad el Evangelio." ¿ Cómo? Tampoco y el gozo que no tiene parangón: llevar almas a los
tienen todos el don de predicar, pero todos podemos pies de Jesús.
testificar acerca de Cristo. Algunos no lo hacen por Los pies aparecen mencionados en ocasión de la elec-
temor natural o porque creen que carecen del don de ción de los doc!' apóstoles. El Señor mismo les dio ins-
la comunicación, aunque a veces sean tan locuaces al trucciones precisas en cuanto al carácter de su misión
hablar sobre temas vulgares, pero cuando se trata de y la conducta a seguir, y contemplando la posibilidad
abordar el tema espiritual, enmudecen, tienen miedo de que en alguna casa o ciudad no se les recibiera ni
a la reacción opuesta, a quedar mal ante la opinión quisieran oír sus palabras, fue terminante al re comen-
ajena. Les parece una intromisión en algo que es pri- darles: " ... salid de aquella casa o ciudad, y sacudid
vativo de cada conciencia. el polvo de vuestros pies. De cierto os digo que en el
En otros casos "los pies" no corren a anunciar la día del juicio, será más tolerable el castigo para la
paz, las buenas nuevas, porque hay en la vida un peso tierra de So doma y de Camorra, "que para aquella
de pecado que lo impide, hábitos que contradicen la fe ciudad" (Mateo 10:14,15). Ni aún el polvo de aquella
que se practica, todo lo cual forma el lastre ominoso región debía quedar adherido a los pies, todo un sím-
de un testimonio pésimo o inconsecuente. ¿ Cómo se bolo de desprendimiento de responsabilidad.
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Quisiera preguntarte: ¿ A cuántos has hablado de
tes, llenos de amor y compasión. Esos pies de incom-
Jesús? ¿ A cuántos has guiado hacia él? Examina tu parable hermosura que, descendiendo de la gloria, tran-
"ida de cristiano y comienza hoy mismo a testificar de sitaron por toda clase de caminos, caminaron sobre el
Cristo a los miembros de tu familia, a aquellos que mar, se detuvieron cansados para esperar a la mujer
están a tu lado en la oficina, en la fábrica, en el taller, samaritana, se distendieron al postrarse en Getsemaní,
en la escuela, en la Universidad, a aquellos que, acci- soportaron horas frente al concilio hebreo que le conde-
nó a muerte, y Alcastigo en el pretorio, más tarde el peso
dentalmente, encontrarás en tu camino.
Cada mañana, antes de salir de tu hogar, pide al de la cruz al salir de Jerusalén para ser, finalmente,
entregados a los clavos.
Señor que te guíe a algún corazón necesitado, a alguna
j Cómo olvidar que, si no fuera por aquellos her-
alma sedienta, y él lo hará y pondrá las palabras ade-
cuadas en tu boca (Mateo 10:20). mosos, benditos pies, no habría para nosotros perdón,
El Señor dejó entrever con claridad que, en los pos- salvación, paz y gloria eterna! Ante tal incompara-
treros tiempos, la misión del testigo sería difícil. Le ble bendición, ¿ podemos permanecer indiferentes a la
tocaría sufrir mucho, ser perseguido, tal vez ofrendar responsabilidad que recae sobre nosotros en la hora
su vida en el servicio; pero qué hermosura asigna el presente?
Libro Sagrado a los pies de los siervos del Señor, de Una humanidad doliente en todas las regiones de la
tierra, en tú mismo vecindario, en el lugar donde tra-
los que anuncian la paz y el mensaje de las buenas
nuevas. El mensaje no será muy popular, pero la huma- baj as o estudias, espera que se le acerquen unos pies,
nidad sabe que lo necesita más que nunca. los tuyos, llevando el mensaje de las buenas nuevas de
Estos pies hermosos son los pies del sembrador (Ma- salvación. También el Señor espera de ti esta actitud.
teo 13: 1-9). A veces tendrá que pisar terreno duro, Espera que tus pies estén listos, sin rehuir el deber,
hostil, quizá encuentre piedras, espinas, o el clima le para anunciar a quién sea, que hay paz para un mundo
sea desfavorable, pero él sabe que la simiente es buena que la ha perdido. Que hay uno que puede salvar y
guardar, dar satisfacción al corazón vacío y transfor-
y que, aunque a veces fracase, verá también fruto que
permanecerá. mar la vida más sombría iluminándola con la esperanza
Son también los pies del soldado de Jesús, listos de una eternidad dichosa en su gloriosa presencia.
¿ Son éstos tus pies?
para seguir a su Capitán a todos los frentes de batalla
si~ retroceder, siempre avanzando. Quizá sufriendo
trabaj os, privaciones, pero firmes hasta conseguir la

victoria. Es el luchador que pelea hasta triunfar abs-
teniéndose aún de lo que, aunque sea legítimo, podría
ser un peso innecesario e impedir la victoria.
En Apocalipsis 3 :20 tenemos las conocidas palabras:
"H e aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi
voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él
conmigo." Este versículo fue usado por Dios para lle-
gar a muchos corazones y salvarles. Quizá tú eres uno
de ellos. Los pies de Jesús se detuvieron junto a la
puerta de tu corazón, quizá por largo tiempo, pacien-
48 49
Siguiendo

CAPITULO VI

"Pues para esto fuisteis llamados,. porque también


Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para
que sigáis sus pisadas" (1 Pedro 2: 21).
En la larga historia de la humanidad figuran gran-
des valores que, surgiendo de distintas capas sociales,
llegaron a encumbrarse en el concepto de los pueblos.
Algunos se destacaron en el campo de la religión, otros
en el de la filosofía. Hubo quienes descollaron en la
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carrera de las armas, mientras un número selecto cau- digno de ser imitado? La respuesta a este interrogante
saba admiración con sus talentos en el campo artístico. anula totalmente cualquier argumento en su contra.
Cada época se caracterizó, pues, por héroes que sobre- La Biblia y la historia profana, en general, sólo pueden
salieron del común del pueblo como grandes estadistas, señalar a uno, el único, cuyo sublime ejemplo es digno
caudillos, sacerdotes, pensadores, políticos y héroes de ser imitado. Más aún; somos llamados a imitarle
anónimos. (1 Pedro 1 :21). Su vida fue tan plenamente perfecta,
que sería imposible siquiera describir el ejemplo que,
De esa vasta falange que la historia registra, algu- en su breve paso por este mundo, nos dejó. Sólo la
nos fueron más populares que otros. Entre todos ellos Palabra de Dios, leída con verdaderas ansias de cono-
hubo quienes, en su día o para las posteridad, se han cede más y mejor e iluminada por el Espíritu Santo,
perpetuado como ejemplos dignos de imitar. Es muy- logrará impregnar en nuestra mente el vivo retrato
natural del ser humano, ya desde su tierna infancia, de ese ejemplo ideal, maravilloso, único, que fue nues-
fijar la vista en alguien que admira y que por ello llega tro Señor Jesucristo. Trataremos de entresacar algo
a tomarle como ejemplo. A esta tendencia se agrega el de lo mucho que la Palabra de Dios nos dice acerca
estímulo de copiar y asimilar en uno mismo las cuali- de él.
dades y virtudes que se admiran en el ejemplo. Lamen-
tablemente, en la gran mayoría do los casos, "el ejem- Nuestro Salvador fue -decíamos- un ser gloriosa-
plo" no merece serIo. Tarde o temprano nos sentimos mente perfecto, pero que, sin embargo, participó de
defraudados al descubrir en él fallas naturales, defec- carne y sangre como nosotros y vivió una existencia
tos que estaban encubiertos o que aparecen en determi- sujeta y limit::¡da como la nuestra, a espacio, tiempo y
nada época de la vida. Desalentados, tenemos que circunstancias. Fue tentado en todo, pero nunca pecó.
admitir que nuestro héroe tenía pies de barro como Vino desde el seno del Padre al seno de una mujer·bien-
la descomunal estatua, con cabeza de oro y pecho y aventurada y pura, para nacer, vivir y morir entre
brazos de plata, que viera el rey Nabucodonosor en nosotros. Si' revistió de humanidad para poder redimir
su sueño. a la humanidad. Se hizo Hijo del hombre para que
nosotros pudiéramos ser hechos hijos de Dios. Vivió
Los nombres que la historia venera o exalta aun los en la pobreza, es decir, "por amor a vosotros se hizo
que la Biblia menciona pertenecen a seres sujetos a las pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza
mismas pasiones que nosotros. (La Biblia no oculta fueseis enriquecidos" (2 Corintios 8 :9). No recibió
las flaquezas y debilidades de sus héroes.) Tal vez la una educación especial; sus parientes, según la carne,
grandeza de los llamados héroes de la Biblia estriba eran pobres, poco conocidos y sin influencias.
en que supieron reconocer sus errores y se humillaron
ante Dios como pecadores que eran; mientras que algu- En su primera infancia alarmó a un rey. En su
nos de los demás que la historia humana registra, fue- niñez asombró a los doctores de la ley. Ya Hombre
ron más bien producto de su imaginación que creó a mostró su total dominio de la naturaleza caminando
su alrededor aureolas de leyenda, ocultando a sabiendas sobre las olas y mandando callar al viento. Sanó mul-
sus desenfrenadas pasiones. titudes sin utilizar medicinas y curó más corazones
Cabe entonces que nos preguntemos: ¿No habrá quebrantados que los ,mayores adelantos de la ciencia
existido alguien cuya perfección le haga un ejemplo hayan logrado curar. Nunca cobró por sus servicios.
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Xunca escribió un libro y, sin embargo, sería difícil pu-diera decirse que su ejemplo vive en nosotros y habla
calcular cuánto se ha escrito sobre él. Nunca fundó con más poder que nuestras propias palabras. Veamos
un colegio y, sin embargo, todos los existentes en el algunas facetas de este ejemplo maravilloso que es él
mundo no podrían registrar tantos discípulos como él mismo.
ha logrado. Nunca condujo un ejército ni reclutó un
soldado ni disparó un arma; sin embargo, no ha exis- 1) El Señor Jesús nos ha dejado ejemplo de su ca-
tido líder que haya tenido tantos voluntarios dispues- rácter. i Cuán perfectamente humilde fue! Sólo él pudo
tos a luchar y morir por él. Alguien dijo acerca de él, decir con toda propiedad: "Llevad mi yugo sobre voso-
con mucha razón, que es la Estrella de la Astronomía, tros, y apreniled de mí, que soy manso y humilde de
la Rosa de los siglos de la Geología, el León y el Cor- corazón" (Mateo 11 :29). Su humildad salta a la vis~a
dero de la Zoología, el gran Armoñizador de todas las en la posición humana que él mismo escogió. Ni el
diablo pudo sacarle de esa condición, tan arraigada en
disonancias y el Sanador de todas las enfermedades y
males. él, que pudo enseñar: "Cualquiera que se enaltece, será
humillado,. y el que se humilla, será enaltecido" (Lucas
Grandes hombres han vivido y pasado, pero Cristo 14: 11). Cuánto valor adquieren estas palabras pronun-
Jesús vive y. permanece para siempre. Herodes no ciadas en una época en que la humildad, para el orgu-
pudo matarle. Satanás no pudo engañarle y seducirle. lloso fariseo, sonaba a hipocresía; para el griego en su
La muerte no pudo destruirlo. La tumba no pudo rete- filosofía, era una palabra hueca y sin sentido que se
ner/o. Voluntariamente puso a un lado sus vestidos de perdía entre los numerosos términos de su palabrerío;
gloria para vestir la túnica de un campesino. para el romano, altivo y conquistador, un término
despreciable y que no cabía en su concepto de la vida.
Todos los ejemplos humanos van oscureciéndose con Sin embargo, el transcurso de los siglos le ha dado la
el tiempo. Sus nombres y proezas van quedando rele- razón. Dios no tiene trato con el soberbio. Sólo dialoga.
gados para dar paso a otros y entrar luego en el reino con aquel que se humilla.
del olvido. Pero él permanece a través de las edades,
siempre el mismo, perfecto, fiel, incomparable, y quiere La humildad de Cristo es virtud tan grande, que
llegar a ser tan íntimo en su trato con los humanos, nunca seremos lo suficientemente humildes. Es uno de
que condesciende a llamar a la puerta del corazón los frutos del proceso del Espíritu Santo en nosotros
pidiendo entrada para morar en él. y, si se muestra en nuestro carácter, contribuirá a reve-
lar la semejanza de nuestro Salvador en nuestra vida.
Transitó por el sendero de la vida como tú y yo lo
hacemos, una sola vez, pero él nos dejó "ejemplo". No 2) El Señor Jesús nos ha dejado ejemplo en su pa-
un ejemplo tan elevado e idealista, tan sublime e in- ciencia. No hay duda de que carecemos de esta virtud.
alcanzable, que sólo se pueda admirar de lejos. No. Nos impacientamos por cualquier contrariedad. Por
"Nos dejó ejemplo para que sigamos sus pisadas", pisa- cualquier revés, la impaciencia nos consume y agria el
das perfectamente visibles. Podremos seguirlas por carácter. i Qué paciencia mostró frente a la incompren-
sencilla fe y obedeciendo su Palabra y, por supuesto, sión de los suyos, frente a sus enemigos, frente a los
con la ayuda del Espíritu Santo. Su "ejemplo" no es, sufrimientos y afrentas que injustamente debió sopor-
pues, algo inalcanzable o lejano. Por lo contrario; de- tar, frente a falsos testigos y calumnias, frente al dolor
bería identificarse tanto con nuestra experiencia, que y agonía del huerto y, más tarde, sufriendo el castigo
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infamante del pretorio, la burla de Herodes, de la mul- 4) El Señor Jesús nos ha dejado un ejemplo en su
titud y por fin la terrible afrenta de la cruz! Antes vida de oración. Vivió una actividad incesante: largas
que perder su paciencia y compostura se quebrantó su caminatas, horas enteras de pie atendiendo a los nece-
santo corazón. sitados. Agréguese la continua tensión que provocaba
San Pablo expresa la necesidad de esta paciencia el verse rodeado de enemigos, el conflicto permanente
en nosotros cuando dice (2 Tesalonicenses 3 :5): "y el con las fuerzas· invisibles de Satanás, la presión emo-
Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y tiva sobre su alma y espíritu al ver los resultados del
a la paciencia de Cristo." Quiere ello decir que su pecado en tanta enfermedad, dolor y muerte. Sin em-
posesión no es una utopía, sino una bendita posibilidad bargo, le vemos orando largas horas, pasar noches
que el Espíritu Santo puede producir en nosotros cual orando a Dios. j Cuánto hubiera necesitado descansar!
fruto apacible y delicado. Sin embargo, su vida se destaca por oración y más
oración. i Cuántas veces su cuerpo bendito fue bañado
3) El Señor Jesús nos ha dejado ejemplo en sus obras
y enseñanzas. El libro de Los Hechos de los Apóstoles por el rocío de la noche! Y así bajaba del monte, con
la fresca unción, la unción del Santo, para comunicar
comienza mostrando una perfecta armonía entre lo que autoridad celestial a todo cuanto decía, poder irresis-
Jesús dijo y lo que Jesús hizo: " ... Todas las cosas tible a todo cuanto hacía.
que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en
que fue recibido arriba." Cada una de sus palabras La oración fue, en la vida del Señor, el deleite de
tuvo su exacto cumplimiento en las obras que nevó a su corazón y la atmósfera que impelió sus decisiones
cabo para la gloria de su Padre Dios. más importantes o sus milagros más relevantes. La
última noche, los últimos momentos entre los suyos,
La gran tragedia de un cristiano formalista reside
los dedicó a enseñarles cuán necesario es orar, cuán
en que, entre las palabras y las obras media una enor- ilimitados los recursos de la oración hecha en su nom-
me distancia, tan grande que resulta irreconciliable.
bre y dirigida al Padre. Pero no se limitó a impartir
Fue esto mismo lo que sucedió en los tiempo del Señor, la enseñanza. En las páginas sagradas quedarán im-
quién tuvo que decir de los fariseos: "dicen y no ha-
presas, con caracteres indelebles, su oración intercesora
cen." Pero él nunca separó su enseñanza de sus obras,
(Juan 17), su ruego personal por Pedro para que su
aun en los momentos en que sus enemigos, astutamen-
fe no decaiga, y sus breves oraciones en la cruz. Murió
te, procuraban tomarle en alguna palabra. El triunfa como había vivido: orando.
en su sinceridad y brilla en la transparencia de su con-
ducta. Son sus obras las que dan testimonio de él. Lo 5) El Señor Jesús nos ha dejado ejemplo en su con-
que dijo fue para sanar los corazones quebrantados. ducta ante 'propios y extraños. Dijo a los suyos des-
Lo que obró fue para remediar tanto mal y glorificar pués de haberIes lavado los pies: "Porque ejemplo os
a Dios. he dado, para que como yo os he hecho, vosotros tam-
bién hagáis" (Juan 13 :15). Hacia el final de su mi-
Para imitar esta faceta del ejemplo del Señor, debe-
remos depender del Espíritu Santo, quien también pue- nisterio dijo a sus enemigos: "¿Quién de vosotros
me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por
de ayudarnos a caminar por este mundo dando un tes-
timonio consecuente entre lo que decimos y lo que qué vosotros no me creéis?" (Juan 8 :46.)
hacemos. Años después, San Pablo habría de revelar el mismo
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lidad en el mundo tiene una finalidad bien definida:
espíritu en sus palabras de despedida a los ancianos revelar a Jesucristo, manifestar a Jesucristo en este
de Efeso (Hechos 20 :18-36), resumen de tres años de tenebroso y pecaminoso mundo, donde los humanos no
conducta cristiana ejemplar en su abnegación, desinte- le conocen ni leen la Biblia, el Libro donde le pueden
rés, amor de padre, corazón de pastor, ministerio de encontrar.
lágrimas y trabajo manual para sostener su vida y no
ser para ellos una carga. Tres años en que de noche El cristiano será completamente inútil como tal si
y de día había vivido a Cristo entre ellos. A los corin- su vida no revela a Jesucristo. ¿ Qué es lo que le ca-
tios les diría: "Por tanto, os ruego que me Únitéis" pacita para ello? ¿ Algo de sí mismo? No. Absoluta-
y "Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo" (1 mente nada, sino la Persona que vive en su ser, el
Corintios 4:16; 11:1). Y, más tarde, habría de agre- Señor Jesucristo. "YO EN VOSOTROS" (Juan 14 :20).
gar: "Porque nuestra gloria es esta; el testimonio de Es todo lo que él nos pide: que le permitamos reve-
larse en nosotros.
nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de
Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia Lamentablemente, el cristiano, en términos genera-
de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho les, pide al Señor que se fije en sus circunstancias, en
más con vosotros" (2 Corintios 1 :12). su ambiente. Que tenga en cuenta sus debilidades y
enfermedades. En una palabra: que él baje su norma
El ejemplo que Nuestro Señor nos dejó busca una
al nivel de nuestro pensar y modo de vivir. Tengamos
finalidad: desarrollar su semej anza en nosotros. En
por cierto que él nunca lo hará.
una vida cristiana no debe haber nada estacionario
o inmóvil. Todo verdadero cristiano debe crecer en "Fruto" espiritual que permanece no es un informe
Cristo. Una de las evidencias de este crecimiento será de nuestraf' actividades, un balance material de nues-
el "fruto" con el cual el Padre será glorificado. (Juan tras ofrendas o estadísticas que reflejan el aumento
15 :8.) de nuestrai' labores en su servicio.

"Fruto" será Cristo Jesús manifestado en todos los "Fruto" es Cristo en nosotros manifestando y trans-
actos de la vida del cristiano. Para ello, el "yo", tan mitiendo a otros su vida. La plaga que asuela la Igle-
vehemente, tan frecuente, tan relevante en nosotros, sia de Cristo la constituyen los cristianos que empa-
ñan con su testimonio la vida de su Señol'.
tendrá que ser crucificado cada día, y ello será logrado
en la medida que Cristo viva en nosotros. Este es el Nunca se insistirá demasiado en que "fruto" es Cris-
significado de Gálatas 2 :20: "Con Cristo estoy jun- to en nosotros. Ello implica una relación íntima y ben-
tamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo dita con él. Dos verdades gloriosas se desprenden de esta
en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la realidad: 1) la unión con Cristo: "vosotros en mí" y 2)
fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí la semejanza a Cristo: "yo en vosotros", verdades indi-
mismo por mí." viduales e inseparables.
"Fruto" será, pues, la expresión de esa relación. Si
¿ Qué es lo que se espera, pues, de un cristiano? _ Cristo vive en n0sotros, se advertirá en nuestra mira-
se preguntan muchos. ¿ Que sea un simple adorno?
da, se reflejará en nuestro semblante, porque la vida
Seamos conscientes de nuestra condición. Nuestra uti- de Cristo no puede permanecer oculta.
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· ¿ Podrán
darse cuenta, quienes escuchan tu conversa- sobre nosotros y lIevarnos a una vida de total yictoria.
ción u observan tu comportamiento diario, que pertene- interior y exterior, coronando a Cristo como Señor lie
ces a Cristo? Cuando entras en un lugar cualquiera, todo en nuestra vida y nuestras obras.
¿ reflejas la gloria de Cristo en tu ser, inundándolo todo
El Espíritu Santo~s, en quinto y último lugar, quien
con la luz de su presencia?
quiere y puede, si se lo permitimos, conformar nuestra
Finalizando estos pensamientos, quiero insistir en vida a la imagen del Señor Jesucristo (2 Corintios
que, la más imperiosa necesidad de cada cristiano en 3 :18), y lo hará manifestando su fruto: "amor, gozo,
la actualidad, es examinar su vida, su andar, a·la luz paz, pacien('.ia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
de la Palabra de Dios y bajo el escudriñamiento po- templanza" (Gálatas 5: 22,23), nueve gracias celestia-
deroso del Espíritu Santo de Dios. Luego deberá ajus- les y espirituales que forman un maravilloso conjunto
tar su vida. totalmente, a una relación viva con Dios de frutos inseparables que nos revelan la perfección de!
su Padre celestial, a una comunión íntima con Cristo carácter moral de Jesucristo. Estas gracias solamente
en todo su ser y a un solemne pacto con el Espíritu se hallarán en nosotros por obra del Espíritu diyino.
Santo en una firme decisión de no hacer, pensar o tole- mostrando a nuestro alrededor una evidencia creciente
rar nada que pueda contristar le, resistirle o apagarle de la realidad de la vida de Cristo en nuestro interior.
en ese cuerpo que es templo del Espíritu de Dios.
¿ Son éstos tus pies? ¿ Siguen ellos las pisadas de!
Brevemente señalaré algo de lo mucho que significa Señor Jesucristo? El Hijo eterno de Dios, el Dechado
y debería ser el Espíritu Santo en la vida del cristiano: de toda perfección, el Escogido entre diez mil, el Rey
El Espíritu Santo es, en primer lugar, verdad que en toda su hermosura, te ha dejado sus huellas en un
ilumina todo el conocimiento de nuestra posesión en admirable ejemplo: una vida sencilla, transparente.
Cristo y lo que Cristo posee de nosotros. pura, accesible y normal en santidad y poder.

El Espíritu Santo es, en segundo lugar, poder que Recuerda, tan sólo, que le perteneces totalmente.
nos capacita para vivir una experiencia progresiva de Permite que el Espíritu Santo enseñe a tus pies a
Cristo en nosotros, como nuestra vida y nuestro Señor caminar en sus pisadas, paso a paso, día tras día, ex-
(Efesios 3 :16,17,19). periencia tras experiencia: Su semej anza se irá viendo
en ti, pues Cristo mismo vivirá en ti.
El Espíritu Santo es, en tercer lugar, santidad y, Entrégale, en un abandono completo, cuerpo, alma -¡
como tal, obra progresivamente en nosotros separándo-
espíritu. Que sea él mismo quien mire por tus ojos.
nos de las COi''lS terrenales y del amor al mundo, des-
hable por tu boca, obre por tus manos, camine por r'.:s
pojándonos de todo aquello que no se origina en Cristo
pies. Esa es la vida y no otra, que Cristo nos ba
quien debe ser nuestro centro y ocupar el trono de
nuestra vida. llamado a vivir: su maravilloso ejemplo, glorificanc.o
al Padre, revelando su persona.
El Espíritu Santo es, en cuarto lugar, vida, libertad
de todo dominio de la carne, de sus ataques certeros, Sólo así podrás inspirar en otros el deseo de cree
de sus intentos de recobrar el dominio interior. Es el en él, de recibirle como Salvador personal, de seguirie
Espíritu de vida que desea tomar absoluto dominio como su Señor, porque estarán viendo a Cristo en ti.
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"SEÑOR ...
NO YAYO ...
CRISTO EN MI"
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