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CAPITULO 7
PUESTAS A TIERRA
Sistemas de distribución
Distribución en estrella
Este sistema se utiliza preferentemente en las instalaciones en las que las corrientes de
retorno puedan circular a través de conductores comunes, con el consiguiente riesgo de crear
perturbaciones. Este riesgo se puede presentar en los sistemas de distribución en malla.
Distribución en malla
Colector de tierra
cortos y rectos posible. En general esto conduce a colocar el colector a una altura de unos 60 cm
sobre el suelo.
En los edificios de hormigón armado, hay que establecer conexiones entre el conductor en
bucle y el armazón del edificio a distancias de 5 a 10 m.
- exigen pequeñas excavaciones, por lo cual son más baratas desde el punto de vista de la mano
de obra: si la capa superficial del terreno es arenosa y la capa freática está a gran profundidad,
pueden introducirse hasta una profundidad tal que se reduzca mucho la resistencia de tierra
- la conexión entre una barra y el conductor al que esté asociada puede ser sencilla y muy fácil
de inspeccionar y, en caso necesario, puede hacerse por encima del suelo, con lo que se evita el
riesgo de corrosión cuando el electrodo y el conductor son de metales diferentes
- si la refacción de la capa superior del suelo es costosa (por ejemplo, pavimentos de hormigón),
conviene horadar esa capa e introducir barras en los agujeros hechos, con lo que se evitan las
refacciones: pueden emplearse también si el suelo está formado por rocas compactas,
practicando un orificio con una perforadora.
Las barras mas largas se manejan en forma similar, pero usando un martillo neumático que
requiere mucho menos esfuerzo físico y proporciona una inercia directa mayor. Se usan también
exitosamente para este propósito herramientas eléctricas, a petróleo, hidráulicas de aceite o aire.
Debido a su peso, estas herramientas algunas veces requieren un aparejo para sostenerlas. Un
martillo eléctrico típico podría tener un consumo de 500 Watts y proporcionar aproximadamente
1500 golpes por minuto. Es posible enterrar barras hasta una profundidad de 10 metros o más
usando este método, dependiendo por supuesto, de las condiciones reales del suelo. Se ha
informado también que barras hasta 30 metros han sido instaladas de esta manera, pero no se sabe
cuán derechas quedaron. Se sabe que algunas veces se doblan y quiebran a cierta profundidad. El
tiempo que demora instalar la barra varía con el tipo de suelo. Por ejemplo, en arena de gravilla
suelta, la tasa de penetración de una barra de 11 mm de diámetro puede ser 3,5 metros por minuto,
pero ésta cae a 0,5 metros por minuto en arcilla firme.
Las barras de acero recubiertas de cobre son significativamente más resistentes que las
barras de cobre sólido, las cuales se doblan muy fácilmente y pueden quebrarse cuando se intenta
introducirlas en el suelo rocoso.
Cuando se requiere barras más profundas o en condiciones de suelo difícil donde hay roca
subyacente, la forma más efectiva es taladrar una perforación estrecha en la cual se instala el
electrodo de barra con material de relleno adecuado. Este método es a menudo
sorprendentemente económico, ya que puede realizarse un número significativo de perforaciones
profundas en un día usando equipo de bajo costo. Las barras pueden instalarse en forma rutinaria
a profundidades de hasta 20 metros y con equipo más especializado a una profundidad
significativamente mayor. Además de las ventajas de obtener una gran profundidad y una
trayectoria más controlada del electrodo, otro beneficio es que de esta manera puede instalarse
electrodos de cobre sólido relativamente delgados.
Debido a que la barra de cobre sólido tiene una mejor conductividad que la barra
recubierta de cobre, esto mejora aún más el beneficio obtenido por el uso de barras largas. Si se
entierran mecánicamente a dicha profundidad, las barras necesitarían ser de mucho mayor
diámetro y puede ser necesaria una barra de acero recubierta de cobre para proveer la resistencia
mecánica adecuada. En el pasado se usaron varias formas diferentes de sección, tales como
sección transversal en forma de estrella, para incrementar la resistencia de la barra y hacer menos
probable que se doblara en suelo rocoso. Sin embargo, no están disponibles ahora. La forma
diferente solo tiene un efecto marginal sobre la resistencia eléctrica obtenida, pero podría requerir
menos material para la misma área superficial.
Existe también equipo disponible que usa conductor de cobre retorcido enterrado en
profundidad para provocar un efecto similar al de una barra convencional, pero evita uniones
mecánicas. Una barra de acero se entierra arrastrando el conductor retorcido detrás de ella. Con
el tiempo, el acero probablemente se corroa, dejando solo al conductor de cobre como electrodo
permanente.
7.2.2 Planchas.
Originalmente, las planchas eran tan comunes que a todos los electrodos de tierra se les
llamaba planchas de tierra. Cuando se incrementó el uso de la electricidad, las planchas debieron
manejar corrientes mayores, lo cual significó aumentar las dimensiones de la plancha. Su uso
continuó por un tiempo considerable, principalmente debido a la costumbre y la práctica, a pesar
de que tenían algunas desventajas. Por ejemplo, generalmente requieren excavación manual o
mecánica y por lo tanto el costo de instalación puede ser muy alto. Para reducir la magnitud de la
excavación requerida, las planchas se instalan normalmente en un plano vertical, desde
aproximadamente 0,5 metros bajo la superficie. Es fácil compactar el terreno contra la plancha
cuando se rellena, si está instalada verticalmente.
Otra desventaja se debe a la ubicación escogida para las planchas de tierra. A menudo se
ubicaban demasiado próximas entre sí y sus zonas de influencia se traslapaban. Esto aumenta la
resistencia combinada a un valor mayor que el esperado. Si las planchas tienen que llevar una
cantidad importante de corriente, entonces su resistencia necesita ser de bajo valor. En la
práctica, las resistencias combinadas no eran aún lo suficientemente bajas y las corrientes de falla
generalmente seguían otras rutas. Por lo tanto, en esta situación no se cumplía la mejor densidad
de corriente, señalada como una ventaja para las planchas. Usualmente podía lograrse un arreglo
mejor usando barras y electrodos horizontales.
Debido al costo de instalación relativamente alto, poco se justifica usar planchas ahora y
las existentes cuando se detecta deterioro son reemplazadas normalmente por una agrupación de
barras.
En muchos proyectos grandes, toda el área puede ser excavada para permitir obras civiles.
Esto presenta a menudo una buena oportunidad para minimizar costos tendiendo el conductor del
electrodo de tierra en ese momento Debe tenerse cuidado de prevenir daño o robo del conductor,
una vez tendido.
7.2.4 Relleno
En todos los casos, el material de relleno debe ser no-corrosivo, de un tamaño de partícula
relativamente pequeña y si fuera posible, que ayude a retener la humedad. Muy a menudo, el
material previamente excavado es apropiado como relleno, pero debiera ser arneado para remover
piedras antes de rellenar, asegurándose de que quede bien compactado. El suelo debiera tener un
índice de pH entre 6,0 (ácido) y 10.0 (alcalino). La arcilla dura no es un material de relleno
conveniente ya que si es fuertemente compactada, puede llegar a ser casi impermeable al agua y
podría permanecer relativamente seca. También puede formar grandes terrones que no se
afianzan alrededor del conductor.
Los materiales que no debieran ser usados como relleno incluyen arena, polvo de coque,
ceniza, muchos de los cuales son ácidos y corrosivos.
7.3 Conexiones.
Los electrodos de tierra tienen que ser conectados entre sí de alguna manera y es normal
que sea vía cobre desnudo si es posible, ya que esto ayudará a reducir el valor de impedancia
global. Las conexiones entre los diferentes componentes deben ser mecánicamente robustas, tener
buena resistencia a la corrosión y baja resistividad eléctrica. Es prudente evitar uniones y
conexiones innecesarias. Debe considerarse el valor de corriente de falla y la duración de la falla
que se espera que soporte el sistema de tierra. Varios estándares indican especificaciones para los
materiales que son mínimos aceptables, por ejemplo, establecen que las coplas para barras de
cobre necesitan un contenido mínimo de cobre de 80%. A continuación se explican en más detalle
los métodos de unión que se emplean, incluyendo métodos mecánicos, bronceados, soldadura
exotérmica o por fusión.
Cuando se apernan entre sí cintas de cobre, debe tenerse cuidando con el tamaño de las
perforaciones efectuadas para acomodar el perno. Si son demasiado grandes, la capacidad de
transporte de corriente de la cinta será perjudicada. Por esta razón, los estándares y reglamentos
de práctica normalmente limitan el diámetro de la perforación a un tercio del ancho de la cinta o
menos.
Cuando se apernan metales diferentes (por ejemplo cintas de cobre y aluminio), las
superficies deben ser minuciosamente limpiadas y protegidas por un inhibidor de óxido. Una vez
efectuada la conexión, el exterior debe ser cubierto por pintura bituminosa u algún otro medio
para proteger contra el ingreso de humedad. Cuando se une cobre y aluminio, el cobre primero
debe ser estañado. Una unión apernada de este tipo es actualmente el método recomendado
preferentemente en los estándares para conectar metales diferentes, en el caso de instalaciones
exteriores y en subestaciones eléctricas. Estas conexiones deben estar a una mínima distancia
sobre tierra y no pueden ser enterradas.
Para unir distintos tipo de conductores, por ejemplo barras de tierra a cinta o cable, se
dispone de abrazaderas apropiadas. Estas deben tener un alto contenido de cobre - no debe usarse
bandas metálicas.
sueltan debido a vibración, etc. Este método de unión es claramente no recomendado para tratar
los altos valores de corriente de falla encontrados ahora.
El cobre puede unirse por soldadura de bronce o soldadura al arco en presencia de gas. La
técnica de unión por soldadura de bronce es efectiva y de bajo costo, empleada primariamente
para realizar uniones en terreno (por ejemplo en trabajos con tuberías de cobre). En esta técnica
clásica, se usa bronce como metal de relleno para formar un enlace superficial entre las partes de
cobre. La técnica emplea alta temperatura y un material de relleno que es el que más se ajusta al
cobre. A pesar de que la soldadura de bronce puede usarse para conectar cobre a metales ferrosos,
esto normalmente no se cumple para puestas a tierra.
Cuando necesita unirse componentes de cobre de mayor medida, entonces se usa soldadura
al acero en ambiente gaseoso. Un arco eléctrico proporciona el calor, mientras que el área en
torno al electrodo y la soldadura es envuelta por un gas tal como argón, helio o nitrógeno. Esto
reduce la cantidad de oxidación que toma lugar durante el proceso de soldadura. El nitrógeno es
ampliamente usado como el “gas inerte” cuando se suelda cobre. Se requieren materiales de
relleno especialmente desarrollados, que son reconocidos por su buen comportamiento al soldar
cobre.
El aluminio puede ser soldado vía arco de gas inerte de tungsteno o arco de gas inerte de
metal. La soldadura en frío a presión se usa algunas veces para unión entre aluminio.
Estas uniones se realizan mediante un molde de grafito que se diseña para ajustar el tipo
específico de unión y el tamaño de los conductores. Usando una pistola con pedernal se enciende
una mezcla de polvo de aluminio y de óxido de cobre y la reacción que se crea forma una unión de
cobre virtualmente puro en torno a los conductores. La reacción de alta temperatura se produce en
el interior del molde de grafito. Si se ocupa y mantiene adecuadamente, cada molde puede usarse
para realizar entre 50 y 70 uniones. Este tipo de unión asegura los siguientes beneficios:
proporciona una unión permanente, de baja resistencia eléctrica y resistente a la corrosión.
la técnica empleada no requiere adiestramiento, relativamente; puede operar a alta
temperatura, permitiendo eventualmente reducir el calibre del conductor.
Este tipo de unión actualmente no esta permitida para conectar cobre y aluminio en
subestaciones. Los metales que pueden conectarse son acero inoxidable, bronce, cobre, acero con
recubierta de cobre, acero galvanizado, bronce y riel de acero. Hay algunos aspectos de seguridad
involucrados con este tipo de unión, pero la técnica se ha desarrollado rápidamente para
controlarlos - por ejemplo, reduciendo la emisión de gas.
Cuando se desea acceder a las conexiones, esto puede facilitarse por medio de una cámara
de inspección en terreno sobre un electrodo horizontal para que posteriormente, si se requiere,
puede agregarse barras verticales.
Ahora se sugiere que las conexiones a secciones individuales importantes del sistema de
tierra tengan una conexión de prueba accesible vía tales cámaras de prueba. La conexión debe
tener una sección transversal circular alrededor de la cual pueda sujetarse una pinza de probador
de impedancia. Generalmente no se considera una práctica segura retirar las conexiones de
pruebas mientras el sistema de tierra esta conectado al equipo energizado.
Consiste de un tubo de cobre llenado parcialmente con sales o sustancias conductivas, con
perforaciones en los extremos superior (para ventilación) e inferior (para drenaje) y sellados
ambos extremos con tapas. La humedad existente en el aire ingresa por las perforaciones de
ventilación, entra en contacto con la sal o sustancia conductiva formando una solución
electrolítica que escurre hacia la parte inferior del tubo y fluye a través de las perforaciones de
drenaje hacia el suelo circundante, mediante osmosis. De este modo, el electrolito forma “raíces”
en el terreno que lo rodea, las cuales ayudan a mantener su impedancia en un nivel bajo.
Las barras se fabrican de cobre en tubos de longitud de 8 a 20 pies (2,44 a 6,20 m), llenos con
sal metálica. Posteriormente se colocan en terreno gorros atornillados y la provisión para conexión
eléctrica se realiza instalando una conexión con placa de presión y golillas de presión en un extremo
de cada tubo. Se realizan cuatro perforaciones a aproximadamente 2 pulgadas (5,1 cm) desde la base
del tubo para permitir derrame de la solución electrolítica.
En áreas que tienen delgadas capas de suelo sobre un subsuelo de roca, se diseña barras para
ser enterradas horizontalmente en zanjas y tienen forma de L. La pierna horizontal de 20 a 30 pies
(6,20 a 9,15) de esta forma L es agujereada a intervalos a lo largo de su longitud para promover la
acción requerida de crecimiento de raíces electrolíticas.
Durante la instalación de las barras, para saturar la tierra en torno al tubo se usa una solución
de sal. Esta saturación establece un enlace electrolítico inicial entre la barra y el terreno circundante y
proporciona una solución iniciadora para la acción de "raíz electrolítica" de largo tiempo.
Según un proveedor, el sistema es libre de mantenimiento o regado y con una vida útil de 25
años. La resistencia efectiva a tierra promedio es 5 Ohms o menos en condiciones de suelo normales.
Se recomienda medidas periódicas. Existen tipos recomendados para estaciones de potencia, torres de
microondas y comunicaciones. Útil en áreas donde las instalaciones son especialmente vulnerables al
rayo y otros apropiados para terrenos con subsuelo rocoso. Los factores de reducción indicados por
fabricantes van de 3 a 10 y el tiempo para alcanzar valor final se estima en 4 meses
Es una alternativa atractiva cuando no se dispone de mucho terreno y se desea obtener bajo
valor de impedancia, pero tiene el inconveniente que requiere mantenimiento.
radica en la erosión por filtración de agua, y en este sentido, se ha colocado una camisa metálica
protectora y aumentado su diámetro. El electrodo de grafito rígido solo puede ser degradado por el
efecto de una erosión por corriente de agua, y por tanto solo será recomendable humedecer
inicialmente la puesta a tierra con el fin de acelerar la compactación e intimación de este en el
suelo.
La presencia de una porosidad media no conlleva una disminución de las ventajas de este
electrodo para sistemas de puesta a tierra, ya que solo le resultaría perjudicial en ambiente
sumergido.
Por estas características, el electrodo de grafito rígido es atractivo para puestas a tierra
pequeñas y medianas, ya que garantizan su larga existencia y un rendimiento más que aceptable.
Respecto de los materiales apropiados para la construcción de las tomas de tierra, se puede
indicar lo siguiente:
En gran número de suelos, el zinc tiende a recubrirse de una película que lo protege contra
la corrosión. En cierto modo, este material puede asegurar también la protección catódica del
cobre, el plomo, el estaño y el acero. Por ello, el acero galvanizado puede servir perfectamente
para la construcción de electrodos de puesta a tierra si la capa de zinc es suficientemente gruesa.
Se recomienda generalmente la aplicación de una capa de 70 μm como mínimo, pero si el suelo es
corrosivo se recomienda aplicar una capa de por lo menos 100 μm.
El cobre enterrado en el suelo resiste muy bien a la corrosión, pero la posición de este
metal en la serie de potenciales electroquímicos es tal que provoca con facilidad la corrosión
galvánica del aluminio, del zinc, del acero, del estaño y hasta del plomo si se establece una
conexión metálica entre uno de los metales citados y un electrodo de tierra de cobre compartiendo
un electrolito (tierra húmeda). A este respecto, los electrodos de acero revestidos de cobre se
comportan exactamente igual que los electrodos de cobre puro. La conductividad del cobre,
mucho mayor que la del acero, hace que su empleo sea especialmente indicado en el caso de
conductores y de electrodos de gran longitud, a fin de que la parte de la resistencia de tierra que
depende de la resistencia del electrodo sea suficientemente baja. Por desgracia, la gravedad de la
corrosión galvánica posible es proporcional a la masa de cobre empleada. Como la tendencia
moderna, en lo que respecta a la puesta a tierra de los edificios, consiste en conectar todos los
elementos metálicos del edificio o los que salgan de él al colector de tierra, el empleo del cobre
exige prestar gran atención al problema de la corrosión.
razones mecánicas determinan una dimensión mayor. La Norma chilena para instalaciones de baja
tensión [4] recomienda los siguientes valores mínimos, según la dimensión del conductor activo:
Tabla 7.1 Sección mínima de conductor de tierra de servicio, según norma chilena
Los conductores del sistema de protección se calculan según el siguiente cuadro (Tabla 7.2),
en el cual se han reunido recomendaciones de la Norma chilena y otras:
1,5 1,5
2,5 1,5
25 4 2,5
35 6 4
50 10 6
16 6
60 25 10
35 10
80 a 125 50 16
70 16
160 95 hasta 185 25
225 240 hasta 300 35
260 400 o más 50
350 70
sobre 350 95
Ip : corriente de funcionamiento de los dispositivos de protección
Sc : sección nominal de los conductores activos
El tipo de unión puede influir en el tamaño del conductor usado debido a las diferentes
temperaturas máximas permisibles para las distintas uniones. Por ejemplo, según la norma
británica BS 7430 1991 Code of Practice for Earthing, si considerásemos una corriente de falla de
25 kA y una duración de 1 segundo, se requeriría los siguientes calibres de conductores según
cada tipo de unión :
Claramente el método de unión empleado puede permitir reducir costos mediante el uso de
conductores de menor sección. Note, sin embargo, que la reglamentación adoptada debe ser
revisada en cuanto a que pueden ser citados diferentes valores de la temperatura máxima
permisible.
log10 T m T 1
1
I 1974 ,72 S
33T 234 T
Donde:
S : sección efectiva del conductor en [mm 2]
I : corriente de falla en [A]
T : duración de la falla en [seg]
T : temperatura ambiente [ºC]
Tm : temperatura máxima permisible del conductor [ºC]:
Donde:
la concavidad y es la resistividad del suelo (constante). La resistencia del suelo que está rodeado
por las dos superficies equipotenciales, (superficies punteadas semi-esféricas) es:
ρdx
dR = ------
2 πx2
La resistencia total del suelo que está comprendido entre la superficie del
electrodo de radio r y el radio rn es:
rn _ ρ 1 1
R = ∫ dR = ---- (--- - ---)
r 2π r rn
ρ
R = ----
2πr
ρ1 r2 + (ρ2 - ρ1) r1
R2 = ----------------------
2π r1 r2
ρ2
R1 = -------
2 π r1
R2 r1
Si ρ1 << ρ2 : --- = ---
R1 r2
y tendremos que:
r1 ρ2
R2 = --- R1 = ----
r2 2πr2
Por lo tanto, la resistencia de puesta a tierra puede ser reducida por la disminución
de la resistividad en la zona próxima al electrodo. Esto es equivalente a aumentar el radio
efectivo del electrodo.
a) Aérylamida
La gel pura tiene una resistividad de aproximadamente 1 ohm-m. Las sales y catalizador
utilizados son tóxicos y deben conocerse las reglas para su manejo.
b) Gel de silicato
c) Método "Sanick"
Este proceso lleva el nombre del químico sueco que lo desarrolló. Es un gel de
ferrocianuro de cobre que se forma por la combinación de sulfato de cobre y ferrocianuro de
sodio. La resistividad es de aproximadamente 0,2 Ohm-m. El tiempo de formación de la gel es
muy corto, por lo que las soluciones deben aportarse al terreno separadamente.
Ensayos de laboratorio han demostrado que tanto el hierro como el cobre se corroen en
contacto con los tres "gel" mencionados. La rapidez de la corrosión no ha sido suficientemente
establecida, pero en principio, se considera que no es más seria de la que puede esperarse en
terrenos ácidos o alcalinos.
Permite construir puestas a tierra más efectivas y económicas que empleando los métodos
convencionales de grandes dimensiones físicas en terrenos difíciles.
Este método hace uso del mismo concepto básico que los otros tratamientos artificiales.
La diferencia con los métodos anteriores reside en el agente utilizado, que en este caso son resinas
sintéticas de bajo peso molecular, de baja resistividad (del orden de 10 - 2 ohm-cm) y de larga
permanencia. Este método fue desarrollado en Japón y con él se pueden obtener resistencias de
solo 10 a 20 % de las que resultarían en el terreno sin tratar.
a) Por un lado, no es muy práctico construir fundaciones para estructuras donde el acero interno
(barras reforzadas) no se encuentra eléctricamente conectado a la parte metálica de la
estructura. Aun cuando se tenga un absoluto cuidado con el perno de anclaje para evitar
cualquier contacto directo metal con metal, la naturaleza semiconductora del concreto puede
proveer una conexión eléctrica.
b) Por el otro lado, la presencia de una pequeña corriente continua, puede causar una corrosión
del material; aunque la corriente alterna, no produce corrosión, aproximadamente el 0.01% de
la corriente alterna (CA) se rectifica en la interfase de la barra de acero y el concreto.
c) La ruptura del concreto sucede debido al fenómeno descrito anteriormente, ya que el acero que
se corroe utiliza 2.2 veces su volumen original, produciendo presiones cercanas a los 35 MPa
o el paso de una corriente alta, la cual evaporaría la humedad del concreto.
Donde:
g es el valor de la conductividad térmica de la tierra en W / (m 0C)
Rz es el valor de la resistencia a tierra del electrodo embebido en concreto en Ohm.
es la resistividad del suelo en Ohm-m
Ta es la temperatura del ambiente en 0C.
Tv es la máxima temperatura que se permite, para evitar la evaporación súbita de humedad en
0
C
I es el valor de la corriente sostenible indefinidamente en amperes.
En general, se evita el daño si la corriente real es menor que el valor de ICE que se
determina por la ecuación anterior. Un margen de seguridad del 20 al 25% es razonable para la
mayoría de las aplicaciones prácticas.
Así, con las precauciones apropiadas, los electrodos embebidos en concreto se pueden
utilizar como electrodos auxiliares de tierra. Fagan y Lee [5] utilizan la siguiente ecuación para
obtener la resistencia a tierra de una varilla vertical embebida en concreto.
La ecuación anterior se relaciona con la fórmula que se usa comúnmente para una varilla
de tierra de longitud Lr y diámetro d, de la siguiente manera:
a) Conecte el perno de anclaje en el acero reforzado para un contacto confiable metal con metal.
b) Reduzca la corriente y las fugas de continua para permitir niveles que aseguren que los
electrodos de tierra principales (rejilla de aterrizaje y varillas de tierra) drenen la mayoría de la
corriente de falla.
c) Los aditivos mejoradores de suelos, se pueden utilizar en las áreas de un suelo de alta
resistividad para reducir la resistencia del aterrizaje principal. Hacer agujeros de 100 a 250
mm y rellenarlos con este material alrededor de la varilla de tierra, es un método muy útil para
evitar la influencia de los electrodos auxiliares en disipar la corriente de falla.
En caso de que con la configuración básica se tengan mediciones con valores mayores a lo
esperado, se instalarán pletinas adicionales tal y como se muestra en la Figura 7.8.
Como alternativa para los casos en los que no se obtenga la resistencia esperada, podrá
utilizarse el método de "contrapesos", el cual consiste en la instalación de varillas de tierra
adicionales conectadas en extensiones de conductor. En la Figura 7.10 se muestra una
configuración.
El método más común en nuestro medio para mejorar las puestas a tierra es la utilización
de contrapesos. Desde el punto de vista de respuesta transitoria, es mejor la
utilización de varios cables contrapeso con longitudes menores, a una cantidad reducida de
cables contrapeso con longitudes muy largas.
Mientras más separadas estén las varillas, más bajo será el valor de puesta a tierra
obtenido, pues menos interacción existirá entre las zonas de influencia de cada varilla.
REFERENCIAS
[1] Baracchini, A. :"Tratamiento de los electrodos para tomas de tierra por intermedio de
procedimientos artificiales"
Revista Electrotécnica Argentina, Enero/Febrero 1982
[3] Kawase,T., Fuchita, T. and Murata, M. :"El efecto de los nuevos tratamientos de los
electrodos de tierra por intermedio de resinas sintéticas con el objeto de disminuir su
resistencia" Electrical Engineering in Japan, Vol. 93, 1973
[5] IEEE Standard 80 - 2000: "Guide for safety in alternating-current substations Grounding".