Está en la página 1de 3

SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS

El Síndrome de Piernas Inquietas (enfermedad de Willis-Ekbom) es un trastorno de origen


neurológico, en el que se producen unas sensaciones molestas en las extremidades
(principalmente las piernas) durante el reposo, por ejemplo al permanecer sentado o acostado.
Estas molestias ocasionan necesidad de levantarse, caminar y moverse. Con el movimiento, las
sensaciones desagradables se alivian o desaparecen. El trastorno aparece con cierta severidad en
un 2-3 % de la población, y afecta tanto a hombres como a mujeres. Puede aparecer a cualquier
edad, siendo más frecuente a partir de la cuarta década de la vida. En aproximadamente un 20 %
de los casos hay otras situaciones médicas que explican la aparición de síntomas de SPI, como por
ejemplo: anemia, insuficiencia renal, polineuropatía, embarazo, fármacos, etc.

SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS (Enfermedad de Willis-Ekbom)

Hay que tener en cuenta para el diagnóstico la existencia de familiares con el mismo
trastorno (existe predisposición familiar), antecedentes de respuesta a fármacos
dopaminérgicos (tratamiento empleado para la enfermedad), y presencia de movimientos
periódicos de las piernas durante el sueño y a veces durante la vigilia (aparecen en más de
un 80 % de los pacientes). La evolución del SPI suele ser crónica y lentamente progresiva
(aumento de intensidad con el tiempo), alterando el sueño en la mayoría de los sujetos. La
exploración física y las pruebas médicas habituales suelen ser normales.

Signos y síntomas de la enfermedad

Los términos utilizados por los pacientes para describir los síntomas de SPI suelen ser:
“desasosiego”, “hormigueo”, “calambres”, “pinchazos”, “nerviosismo”, “dolor”,
“sensaciones extrañas profundas”, “quemazón”, “piernas locas”, etc. Las características
principales son:

 Necesidad irresistible de mover las piernas (o los brazos), acompañada o no de


sensaciones molestas
 Inicio o empeoramiento de los síntomas durante períodos de inactividad, como por
ejemplo permanecer sentado o acostado, en la cama, en el cine o durante viajes
prolongados (por ejemplo, en el coche o en el avión)
 Alivio con el movimiento: las molestias se alivian o desaparecen cuando los sujetos
con SPI se mueven, caminan o frotan sus piernas. Esta necesidad imperiosa de
moverse es la que da el nombre al trastorno.
 Empeoramiento de los síntomas a últimas horas de la tarde o por la noche: esta
característica hace que los pacientes tengan dificultades para iniciar o mantener el
sueño. Durante el día las molestias desaparecen o existen, pero con menor
intensidad.
Diagnóstico clínico

El síndrome de piernas inquietas puede ser diagnosticado en ocasiones en la consulta por el


médico realizando la historia clínica del paciente. Esto quiere decir que el diagnóstico es
clínico. No obstante, junto a la historia clínica, algunas pruebas pueden ser de gran utilidad:

 Análisis de sangre que incluya niveles de hierro y ferritina (este último parámetro se
encuentra alterado en muchos pacientes).
 Estudios en el laboratorio de sueño (polisomnografía nocturna y test de
inmovilización sugerida simple o múltiple): se realizan para determinar si existen
movimientos periódicos en las piernas (o en los brazos), y para evaluar la calidad de
sueño de los pacientes con SPI.
 Estudios de electromiografía y conducción nerviosa: sirven para descartar lesiones
en las raíces y nervios periféricos de las extremidades.

¿CUÁL ES LA CAUSA DEL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS?

La mayor parte de los hallazgos de investigación sugieren un trastorno en el


funcionamiento de la dopamina, una sustancia presente en el sistema nervioso que está
encargada de la regulación del movimiento. A su vez, la dopamina precisa del hierro para
funcionar correctamente, y se ha visto que en los pacientes con SPI existe un mal
funcionamiento del hierro y/o disminución de los depósitos (niveles de ferritina). Con gran
frecuencia, existen familiares cercanos afectados.

¿Requiere tratamiento el síndrome de piernas inquietas?

Deben tenerse en cuenta las siguientes medidas:

Medidas no farmacológicas

 Es importante mantener un horario de sueño regular, realizar ejercicio físico


moderado (a últimas horas de la tarde), y reducir el consumo de café, tabaco y
alcohol (se sabe que éstos empeoran las molestias del SPI).
 También es importante evitar ciertos fármacos que pueden empeorar los síntomas
(antihistamínicos, algunos sedantes que bloquean la dopamina, y ciertos
antidepresivos).
 Si se identifican posibles causas del SPI, lo primero es intentar corregirlas (déficit
de hierro, fármacos antidepresivos y algunos bloqueantes de la dopamina,
alteraciones en el funcionamiento renal, etc.).

Medidas farmacológicas

En la gran mayoría de los casos, hay que tener en cuenta que el SPI es un trastorno de curso
crónico y progresivo. Al principio, se manifiesta de forma esporádica, con discretas
molestias que no interfieren de forma significativa con la vida de los sujetos que lo
padecen. Sin embargo, con el transcurso del tiempo, la intensidad de síntomas es cada vez
mayor y más frecuente, y no es raro que estos pacientes refieran importantes problemas
para iniciar y mantener el sueño, presentando gran inquietud, nerviosismo y desasosiego,
sobretodo en las situaciones que requieran reposo prolongado. Las consecuencias son muy
negativas para el bienestar del paciente, por lo que en estos casos debe plantearse un
tratamiento de tipo farmacológico.
Los tratamientos más utilizados son:

 Agonistas dopaminérgicos: son los fármacos de primera línea. Se utilizan para


tratar la enfermedad de Parkinson, y a dosis más bajas, también el SPI.
 Antiepilépticos: estos fármacos se utilizan para tratar la epilepsia y el dolor
neuropático, y también se ha constatado su utilidad para el tratamiento del SPI.
 Opioides

¿QUÉ DEBO HACER SI SOSPECHO QUE TENGO SÍNDROME DE


PIERNAS INQUIETAS?

Lo más recomendable es que acuda a un centro especializado, para ser evaluado y tratado
adecuadamente por profesionales especializados en este campo. El médico determinará la
intensidad de los síntomas que usted presenta, y valorará el diagnóstico y las alternativas de
tratamiento que más se adecuen a su enfermedad.

También podría gustarte